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- rdf:value = " El señor SILVA ULLOA.-
Señor Presidente, los viejos luchadores sociales de nuestro país, al relatarnos las vicisitudes, triunfos y derrotas que en el devenir de los años registra la historia del movimiento obrero, nunca pueden omitir el nombre de Carlos Alberto Martínez.
Cuando el mutualismo, sistema de convivencia solidaria de vastos grupos de nuestras clases postergadas, constituyó, en una época en que no existían los organismos previsionales de nuestro tiempo, el mejor recurso para enfrentar las contingencias de la vejez, enfermedad, viudez, orfandad, invalidez y muerte, Carlos Alberto Martínez estuvo siempre presente en las organizaciones mutualistas, porque su generosidad y su alto espíritu público constituyeron el móvil de su magnífica calidad humana.
Con el correr de los años, Chile empieza a sentir el clamor de justicia social que conmueve a las multitudes proletarias. Es la hora en que la voz acusadora de Luis Emilio Recabarren, enarbolando la bandera socialista, señala a los trabajadores la ruta emancipadora. Con Recabarren nace la Federación Obrera de Chile, y en esta legendaria organización ocupa Carlos Alberto Martínez el puesto combatiente de aguerrido e insobornable obrero gráfico, oficio que ejerce durante más de veinte años.
Su actuación como dirigente gremial es tan meritoria y de tanta ascendencia en las masas, que ya en la década del veinte es Carlos Alberto Martínez una personalidad nacional, cuya modestia y fidelidad al socialismo lo hacen rehusar ofrecimientos ministeriales.
Hay en la historia de Chile un período de intensa confusión política; el desaliento cunde en la ciudadanía; la corruptela de nefastas camarillas se proyecta en asambleas y cuarteles; la moral republicana parece sucumbir. Un hombre de incomparable solvencia echa las bases de un movimiento de recuperación social: es Eugenio Matte Hurtado, quien funda la Nueva Acción Pública. Con Matte y la NAP se abre un camino hacia la meta histórica de Chile: el socialismo como concepción fundamental de la convivencia humana.
Carlos Alberto Martínez está en la NAP con Eugenio Matte Hurtado. La efímera alborada revolucionaria del 4 de junio de 1932 lo cuenta entre sus más preclaros adalides. En octubre del mismo año, Matte es elegido Senador por Santiago con una mayoría tal vez sin precedentes. En los mismos comicios, el primer distrito de Santiago elige Diputado a Carlos Alberto Martínez.
El 19 de abril de 1933 se funda el Partido Socialista, como producto de la fusión de distintos grupos políticos ideológicamente afines. Grove, Matte, Schnake, Eugenio González y Carlos Alberto Martínez forman la vanguardia dirigente del partido.
El Diputado sabe imprimir a sus actos el sello de su personalidad de luchador obrero; pero donde su comportamiento parlamentario adquiere especial trascendencia es en su acción fiscalizadora. Carlos Alberto Martínez denuncia el escandaloso trato del capital foráneo con el Estado de Chile a través de la Compañía Chilena de Electricidad. Su sensacional acusación llega hasta la justicia ordinaria. Chile empieza a percatarse de lo que significan realmente las tropelías del imperialismo.
Es reelegido en 1937, y en 1938 el Frente Popular llega al Poder. El Presidente Pedro Aguirre Cerda le confía el Ministerio de Tierras y Colonización, cartera que había servido ya en los Gobiernos transitorios de 1931 y 1932. Su gestión ministerial se caracteriza por la laboriosidad y honestidad inherentes a su hombría de bien.
La Primera Agrupaci��n Provincial de Tarapacá y Antofagasta lo elige Senador, cargo que sigue desempeñando, después del término de ese mandato, por Aconcagua y Valparaíso, durante dos períodos consecutivos.
Reseñar el trabajo parlamentario de Carlos Alberto Martínez, su tenacidad para impulsar diversas iniciativas a favor de las agrupaciones que representó, su actividad en las Comisiones, su desempeño como Vicepresidente de nuestra Corporación o su actuación de Consejero en la Caja de Previsión de la Marina Mercante Nacional y en la Corporación de Fomento de la Producción, como Presidente y Director de la Sociedad Chilena de Fertilizantes Limitada, significaría, aunque se hiciera en breve síntesis, confirmar una vez más los méritos que de este eminente hombre hemos señalado y cuyo desaparecimiento nos ha conmovido tan profundamente.
Señor Presidente, en nombre de la Unión Socialista Popular expresamos nuestra más sentida condolencia a la distinguida familia de Carlos Alberto Martínez, y a la Acción Popular Independiente, partido del que fue su Presidente Honorario, nuestra solidaridad por el dolor que lo aflige.
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