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- rdf:value = " El señor HAMILTON.-r
Quisiera decir dos palabras, ya que no tuve oportunidad de replicar a los Honorables señores Luengo y Teitelboim.
No he atacado a los Senadores de Gobierno ni he juzgado los motivos por los cuales ellos no aparecen ni en las Comisiones ni en la Sala. Con la sola presencia de Sus Señorías el Senado ni siquiera habría podido celebrar sesión, ni aprobar proyectos que, como éste, tienen origen en el Gobierno del cual forman parte.
He atacado o rechazado con el testimonio de hoy, que se repite todos los días, la falsedad de la campaña sistemática que órganos de difusión de la Unidad Popular o de Gobierno vienen dirigiendo en contra del Parlamento.
Sus Señorías se han ofendido porque he hecho presente esa circunstancia. Podría agregar más aún: del Partido Socialista, de donde principalmente emanan esos ataques contra el Parlamento, no hay ningún representante en la Sala para abordar esta materia. Y este hecho es también de ordinaria ocurrencia.
En este momento, a propósito de un proyecto como el que estamos tratando, cuya votación quedó pendiente en el uso o ejercicio de un derecho reglamentario invocado por ellos, los señores Senadores de Gobierno se lamentan de que no haya aquí Senadores de Gobierno en cantidad suficiente para hacer valer sus puntos de vista; y en un gesto que no habla muy bien de Sus Señorías, tratan de impedir la aprobación del proyecto, de sabotear la tarea parlamentaria, haciendo abandono de la Sala.
Cuando se repitan esos ataques al Congreso Nacional, tendremos autoridad para invocar una vez más la conducta que, consecuentes con las funciones que se vienen a cumplir en el Senado y con las obligaciones que se contraen con el pueblo, siguen normalmente los representantes de la Democracia Cristiana y los de otros partidos. También podremos hacer valer la falta de responsabilidad que en esta labor demuestran muchos de aquellos que critican la acción del Parlamento.
Voto que sí.
"