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- rdf:value = " El señor PHILLIPS.-
Señor Presidente, lamento que el Ministro de Economía se haya retirado de la Sala de Sesiones de la Cámara; porque quienes pertenecemos a ella desde hace algunos años, hemos presenciado ataques durísmos de las personas que son oposición contra las que son de Gobierno, en momentos determinados. Bastaría recordar lo que les ocurrió al ex MinistroMackenna, al ex MinistroGomían, el ex MinistroPérez Zujovic y a una serie de ex Ministros que intervinieron en debates sumamente acalorados en esta Corporación; y nunca, salvo una excepción, esos ex Secretarios de Estado usaron el expediente de retirarse de la Sala. El señor Ministro de Economía ni siquiera ocupó la décima parte de ellos, con lo cual no dio .ocasión para formularle un par de consultas.
Pero la situación de fondo es el problema económico que aflige a todos los ciudadanos de Chile. El señor Allende y la Unidad Popular debían responder hoy, ante el Congreso Nacional y ante la opinión pública del país, de su fracaso económico total.
En su campaña propusieron cuarenta medidas, la mayoría de las cuales eran de orden económico; ninguna de ellas se ha cumplido. En seguida, la Unidad Popular elaboró una política económica, a través del Ministerio respectivo, servido por el señor Vuskovic, cuya actuación, a nuestro modo de ver, fue nefasta. Por eso, el Partido Nacional, durante el tiempo que este ciudadano sirvió dicha cartera, le presentó tres acusaciones constitucionales, considerando que su política era errada, pues ésta llevaba al desastre económico, pero no fuimos oídos.
Al final del Gobierno del señor Frei, su Ministro de Hacienda, el señor Andrés Zaldívar, expuso ante el país, con una valentía y una franqueza dignas de encomio por todos los sectores democráticos del país, lo que le ocurría a Chile. Naturalmente, el Partido Nacional, la Democracia Cristiana y la Democracia Radical fueron señalando uno a uno, durante este año y medio, los desaciertos económicos del Gobierno. Por ello, fuimos acusados; y algunos miembros de nuestra colectividad, arrastrados a los Tribunales de Justicia; otros, tratados de mentirosos, sediciosos, calumniadores; porque, según nuestros adversarios, estábamos en contra de la masa trabajadora, en contra de la libertad en Chile.
Pero el tiempo desgraciadamente, nos ha dado la razón. Y digo desgraciadamente, porque el problema económico no afecta a los miembros de la Unidad Popular, a quienes les debía tocar el desabastecimiento, las colas; porque esta política nefasta, que ellos han seguido, la sufre el país entero. Y en esa oportunidad, el ex MinistroVuskovic anunció, con bombos y platillos, una política que había sido puesta en práctica en otros gobiernos; y sin la experiencia que el caso requería para haber aprovechado las cosas positivas de los gobiernos anteriores, quiso hacer una revolución en nuestra economía, transformación calificada de nefasta por todos los estudiosos de esta rama del saber. Señalamos, uno a uno, los desaciertos que fueron cometiendo. Se dijo que no se iba a emitir; y, sin embargo, nunca este país había llegado a un 130% en el primer año de gobierno, en materia de emisiones. Se dijo que no habría alzas, y mantuvieron un tipo de cambio ficticio, lo que, a nuestro juicio era nefasto. Fue así como ahora, en menos de un año y medio, tuvieron que cambiar el tipo en un 170%. ¡Escúchenlo bien esta Honorable Corporación! Se dijo que no debían alterar los precios; pero, con esto, pretendieron arruinar a las empresas. Hoy día, al sector de empresas estatizadas, que tiene un déficit de 23 mil millones de dólares, la mitad del presupuesto nacional, le dan precios superiores a un 80%. Sin embargo, a aquellas empresas que la Unidad Popular insiste en pasar al área social, es decir, que sean requisadas, intervenidas o robadas, con el nombre que se quiera dar, como es el caso de la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones, a fin de tener el control de diarios y revistas y terminar con la libertad de prensa en Chile, no se le da reajuste, sino que uno miserable del 19,2%. Y es más, en este mismo tipo de cosas, tenemos lo ocurrido con la Radio Minería de Viña del Mar, a la cual le quieren cancelar su concesión. Esto no es otra cosa, señores Diputados, que un atentado más a la libertad de expresión en Chile. Entonces, después de reconocer el fracaso, el Gobierno se ve en la obligación de cambiar el equipo ministerial y de proponer una política totalmente distinta de la que había aplicado el señor Vuskovic. ¿Por qué? Porque puso la economía al servicio de la política; porque el Gobierno se jugó íntegramente en elaborar un programa político y no económico, con miras a las elecciones de regidores del año antepasado. Pero le fue mal; y la farra que se pegó el país, las emisiones, la no devaluación frente a ellas, la está pagando, en este momento, el pueblo de Chile. Quienes, en esa oportunidad, sostuvimos la inconveniencia de esa política, no éramos sediciosos, no atentábamos contra el pueblo de Chile, no éramos sus hambreadores. Muy por el contrario, el tiempo, hoy día, nos demuestra que estábamos, desgraciadamente, como dije, en la verdad y que el proceso económico debía haber sido llevado en otra forma.
Pero ¿ de dónde proviene la culminación de este período económico, reflejada en un alza indiscriminada de precios, en un desabastecimiento total, en una bolsa negra creciente, impulsada, a mi modo de ver, no por El Mercurio o por el Partido Nacional, como sostiene El Siglo, sino por el propio Gobierno, que permite que en las empresas estatizadas, al no poderles mejorar los sueldos y salarios a los obreros que en ellas laboran, se les entreguen mercaderías que sus esposas y ellos mismos salen a vender a la vía pública? Entonces, señor Presidente, la farra la paga el país entero y no un sector determinado.
Los sectores de producción no son capaces de abastecer el mercado. Y, en el contexto de la política general del país vemos que no tenemos dólares suficientes para traer determinados productos que en Chile faltan, en circunstancias que gran parte de ellos se podrían producir en nuestro país. De esta manera se favorece a empresarios y gobiernos extranjeros, en desmedro de los chilenos.
Esta es la política, cada día más dependiente, con que este Gobierno, que dijo que nos iba a independizar, nos amarra a organismos internacionales y a países extranjeros; porque jamás, en la historia de Chile, ha habido mayor endeudamiento que el que en este momento, tiene el actual Gobierno.
Pero ¿de dónde obtiene el país estos dólares que reclama la opinión pública y cuya insuficiencia se refleja en el desabastecimiento total del país? Los obtiene de su fuente principal de producción que es el cobre. ¿Y qué ocurre en el cobre? Que las tres minas más grandes de este país, las cuales tuvieron un aumento de inversión, en las postrimerías del Gobierno del señor Frei, de 600 millones de dólares, y que debían aumentar su producción, por el cambio de sistema, por la maquinaria l último modelo que fue colocada en ellas, bajaron su producción en un 7%.
La Unidad Popular, mañosamente, dice producimos más cobre; pero se olvida de que hay dos nuevas minas, que son Exótica y Andina, que están produciendo cierta cantidad de minerales. Pero ¿por qué en las tres principales minas de Chile hay menor producción? Porque los técnicos encargados de los minerales han sido suplantados y perseguidos, ya que una de las virtudes de la Unidad Popular es el sectarismo, la persecución ideológica; y se reemplaza a los supervisores, quienes emigran a países como la Rusia Soviética, a través de las compañías americanas imperialistas, según la Unidad Popular; o a Irán, en donde los técnicos y los ingenieros son valorados por su capacidad. Es así como el 50% de los supervisores de Chuquicamata y el 50% de los supervisores de El Teniente - 256 en un caso y 248 en el otro - han dejado de trabajar en los minerales, por las razones que señalo. Son reemplazados por gente que no tienen los conocimientos necesarios; en algunos casos, se cambia un técnico por des o tres', lo cual produce el aumento de personal, y señalo especialmente el mineral de El Teniente.
Para ser justos, cabe reconocer que ha bajado el precio del cobre en el mercado internacional, lo que provoca un déficit enorme a Chile; pero, al mismo tiempo, dentro del país se proclamó urbi et or be, que no se iban a reconocer las deudas antiguas, que no se pagaría, etcétera, etcétera. Sin embargo, la delegación chilena que asistió a París firmó un documento suplementario, en el cual se reconocen todas las deudas del Gobierno de Chile y las de los organismos del Estado y en el que este país se compromete a pagar indemnizaciones de expropiaciones, fueran éstas hechas antes o después. ¿En qué quedamos, señor Presidente?
Pero esto no es todo. El desabastecimiento y los altos precios, producto de una política agraria nefasta, no de una reforma científica tendiente a aumentar la producción de Chile, sino destructora del agro, trae como consecuencia, yo diría que los productos hortícolas, en la zona de Santiago, tenga un valor nunca antes alcanzado, como lo han señalado la señorita Saavedra y otros Diputados; y que la producción triguera necesite importar 10 millones de quintales de trigo, hecho señalado por el Diputado que habla en la Comisión Mixta de Presupuestos. Y frente a la negativa del Ministro de Agricultura, señor Chonchol, que dijo que las cifras no eran exactas, la realidad ha demostrado que teníamos razón.
En la agricultura, donde ha habido mil quinientos o mil seiscientas tomas ilegales, se produce el caos y la destrucción. En vez de entregar la propiedad de la tierra a los trabajadores, se inventan las granjas estatales y los centros agrarios estatales para tener el control de los individuos. Es indiscutible que no se recupera la agricultura con una hora de trabajo más a la semana o con un fulero trabajo voluntario. El período adecuado para cada labor va señalando los ciclos de trabajo en la agricultura. Por eso, hoy día sufrimos por lo que en la época precisa no se hizo: preparación de la tierra, de las siembras. Y no se va a recuperar, pese a los precios que quiere fijar el Gobierno - los que encontramos justo por el alza de los salarios, por el cambio del dólar, por el alza de todos los insumos que se emplean en ella - mientras no llegue un período de estabilidad, en que se termine con las ocupaciones y con las tomas y en que el Gobierno defina cuál va a ser la política agraria a seguir.
Pero todo no llega hasta allí.
Se acusa a los comerciantes, a aquellos que ellos decían defender, a los medianos y pequeños, y son justamente esos los que fueron a un paro nacional en señal de duelo, por lo ocurrido en una zona extrema del país, en Punta Arenas. ¿Y por qué se produce esa situación allá? Por el cambio del tipo de dólar. Como ha quedado demostrado en la Comisión que estudia las irregularidades del Banco Central, en ninguna zona libre del país se ha aumentado la capacidad en dólares para importar; por el contrario, ha sido rebajada la cantidad. Y si en el extranjero han subido los precios -como se reconoce-, si se está trayendo muchísimo menos mercadería que antes, y si aumenta la población, de acuerdo con el índice demográfico, tenemos cada vez menos mercaderías para satisfacer las necesidades de esas zonas. Y esto obliga a un paro nacional, que en la zona do Santiago, fue de un 99,1 de los comerciantes, porque la inmensa mayoría se plegó a él en señal de protesta. Y ¿qué ocurre? El Gobierno comete un nuevo desacierto. El Intendente, diablito en mano, procede a abrir tiendas, a descerrajar candados, esperando que la multitud entraría en ellas. Y se encuentra con una desagradable sorpresa: es el pueblo consumidor el que sale en defensa de los comerciantes. Porque el pueblo de Chile está consciente de que no es culpa de los comerciantes, ni es culpa de los industriales, ni es culpa de nadie, sino que es culpa únicamente de la errónea política económica de este Gobierno, que está llevando a la desesperación al pueblo de Chile.
Se dice: Hemos redistribuido el ingreso. ¿Se olvidan, acaso, de las palabras del propio señor Vuskovic, quien decía que más allá de un 20% que subiera el costo de la vida significaba que se acababa la redistribución? Pero, ¿afecta esto a los hombres de la Unidad Popular? Si vemos las contrataciones en la Administración Pública, ellas son de un 4%, pero significan un 6,3% de los sueldos dentro del erario. Es así como de los funcionarios antiguos de la Administración Pública, un 10% gana 7 sueldos vitales; en cambio, un 33% de los de la Unidad Popular gana más de 7 sueldos vitales. En consecuencia, es justamente a la gente de la Unidad Popular a la que menos afectan estas alzas indiscriminadas que decreta el Gobierno.
Por otra parte, estamos conscientes de que todos los impuestos son reajustables en el índice del costo de la vida al final del año. Es una disposición de una ley general.
Pero el Gobierno - no sé bajo qué pretexto - pretende que en las fiestas del dieciocho la gente se olvide un poco de la economía de sus hogares y tenga 700 escudos. Esto va a significar 1 cebolla, 1 lechuga...
El señor VARGAS.-
Una botella de vino.
El señor PHILLIPS.-
No, no alcanza para una botella de vino familiar. .
El señor GUERRA.-
Y no hay.
El señor PHILLIPS.-
... durante los treinta días del mes de septiembre.
Estos son los 700 escudos que propone el Gobierno.
Pero, en relación a este proyecto, ¿qué va a pasar en el sector agrario? Si anoche fuimos los propios Diputados de Oposición, el que habla, el señor Lavandero, el señor Penna y otros...
El señor CLAVEL.-
¿Por qué se fue el Ministro, colega?
El señor PHILLIPS.-
Se lo puede preguntar al Presidente de la Cámara, señor Diputado.
Resulta que formulamos indicación para que esta bonificación le fuera pagada también a los trabajadores del sector agrario reformado, porque a los asentados no les iban a dar estos 700 escudos. También hubo que incluir a los trabajadores de las municipalidades; y el propio señor Ministro de Hacienda ha reconocido que a los de las cajas de previsión va a tener que entrar a pagarles la bonificación el Estado. Y en las universidades,...
El señor CLAVEL.-
Señor Presidente, ¿me podría explicar por qué se fue el señor Ministro?
El señor PHILLIPS.-
...y en la educación privada, punto planteado por el señor Iglesias, tampoco tienen...
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