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- rdf:value = " El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).-
Señor Presidente, al Partido Demócrata Cristiano le pareció conveniente citar a esta reunión, con el fin de que la Cámara pudiera abocarse a un tema que, a nuestro juicio, es de la más amplia y profunda importancia en este instante, como es la mantención en Chile de la libertad de expresión y de la libertad de los diversos medios de comunicación para dar a conocer las opiniones de los partidos políticos que existen en el país.
Yo lamento, en primer lugar, que el Gobierno, a través de su Ministro y de sus parlamentarios, no se haya hecho presente para expresar aquí su pensamiento. .
El señor TEJEDA.-
¿Quién le dijo eso?
El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).-
... en forma clara y en forma tajante...
El señor AMUNATEGUI.-
¡Lo demuestran los hechos!
El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).-
... porque, en realidad, la excusa del señor Ministro es absolutamente baladí y pueril, como son muchos, por desgracia, de los actos de este Gobierno. .
El señor PHILLIPS. ¡Como son todos, no uno!
El señor AMUNATEGUI.-
¡Todos!
El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).-
...y, en segundo lugar, porque los parlamentarios de la Unidad Popular no han tenido la valentía moral de venir a dar la cara, aquí, para defenderse de los ataques que la Oposición pudiera presentar.
El señor TEJEDA.-
Y yo, ¿para qué estoy aquí?
El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).-
Hemos señalado, señor Presidente, que para nosotros, los democratacristianos, sólo en la más irrestricta libertad de expresión puede subsistir la democracia. Esta libertad no se contradice con el derecho que todo Gobierno tiene de aplicar la ley a aquellos órganos de expresión que, al faltar a ella, ponen en peligro la seguridad interior del Estado o los intereses del país.
Pero cuando se abusa mañosamente del poder que se tiene en la mano, se empieza a producir una escalada que adquiere una dinámica propia, hasta terminar con la democracia. No se trata sólo de un hecho aislado. Cuando por una vez se viola la democracia en lo que significa la libertad de expresión, nadie puede garantizar, como dije días atrás, que no seguiremos por ese camino, porque sólo cuando la ley se aplica en forma irrestricta y equitativa es posible mantener el derecho de todos y el deber de todos. Por otro camino se llega hasta el extremo de que el Gobierno, cualquiera que sea su condición, empiece a fijar, él dónde, cuándo y quién tiene la verdad.
Hoy, señor Presidente, como lo ha hecho el Partido Demócrata Cristiano en carta pública al señor Presidente de la República, que por desgracia hasta la fecha ningún partido ni el Gobierno han respondido, hemos señalado que hay una escalada en marcha, que hay intentos de hacerla y que, si no lo logran, es porque hay fuerzas en el país dispuestas a evitar que eso se produzca. Pero los intentos se han realizado, día tras día. Y hemos señalado, aquí, que esos intentos más graves...
Yo le rogaría al señor Phillips que, si no le interesa el debate, pudiéramos prescindir de su presencia...
El señor PHILLIPS.-
Todo lo contrario. Estoy escuchando atentamente.
Un señor DIPUTADO.-
No lo escuche tan fuerte, entonces.
El señor TEJEDA.-
Está haciendo uso de la libertad de expresión.
El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).-
Hemos señalado que dentro de estos intentos está, fundamentalmente, en estos días, el cierre de la Radio Agricultura de Los Ángeles, el cierre y la caducidad de la concesión de Radio Minería, de Viña del Mar, y el problema suscitado con el diario La Mañana de Talca, el cierre del programa A tres bandas de Televisión Nacional, y la censura previa de los avisos, en Punta Arenas y en Concepción.
Por eso, señor Presidente, sin entrar en detalles a los cuales se referirán otros Diputados de mi Partido, yo quiero plantearles a la Cámara y al país, a través de nuestra palabra, y fundamentalmente al Gobierno cuya ausencia aquí es notoria y lamentable, que frente a ello, así como nuestro Partido jamás se ha opuesto ni se opondrá a ningún cambio que el Gobierno ponga en marcha para lograr la sustitución de este régimen, que es injusto y que creemos que debe ser reemplazado por un régimen diferente, en donde todos los trabajadores sean realmente la base del poder social, económico y cultural, notificamos al país y notificamos al Gobierno, muy responsablemente, que en esta materia usaremos toda nuestra fuerza de convicción, toda nuestra adhesión popular y el respaldo que nuestro Partido tiene, y nuestros derechos legales y constitucionales, para enfrentar a este cerco de hierro que se quiere poner a una serie de órganos de expresión, por el mero hecho de ser partidos de Oposición.
Pero hay dos hechos más que quiero señalar, señor Presidente. El primero es que, cuando se plantea al país una revolución, para que esta revolución tenga validez histórica es necesario que tenga alguna originalidad; en Chile, la originalidad la definió el Presidente de la República, cuando dijo que se trataba de una revolución en la cual había respeto a la ley, pluralismo y democracia.
Entonces, cuando hoy vemos que se desea cambiar todo lo que ayer se dijo, uno tiene derecho a preguntarse si acaso no están perdiendo absolutamente la originalidad de esa revolución a la chilena para caer, simplemente, en una copia falsa y realmente grosera de lo que fue una revolución rusa o una revolución cubana o una revolución china. Y toda la experiencia que se quiere mostrar al extranjero termina cayendo por su base, para transformarse en una mascarada de socialismo a la chilena y ser, exclusivamente, una toma de poder, con el fin de tener, en esa toma de poder, la posibilidad de llevar adelante una política de represión en contra de aquellos que no están con el Gobierno.
Yo sé que algunos señores Diputados de Gobierno que están presentes van a señalar que esta es una de las tantas películas de terror que se cuentan en la Cámara y en el país.
El señor TEJEDA.-
Ni siquiera eso.
El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).-
Pero cuando en materia económica señalamos, con un año de anticipación, lo que iba a pasar, hoy día también tenemos autoridad moral para señalar que hay intentos en el Gobierno, fundamentalmente en el Partido Comunista, de terminar con la libertad de expresión en Chile. Y cuando ese intento se logra hacer o se busca hacer en períodos de elección, eso se llama intervención electoral. Intervención electoral para lograr que en 1973 haya un Congreso espurio, nombrado por ellos mismos, y evitar que la Oposición pueda decir su palabra; un remedo de lo que fue un Congreso termal...
El señor TEJEDA.-
Se está poniendo el parche antes de la herida.
El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).-
...y es una lástima que el Gobierno no sepa lo que pasa después de ciertos Congresos termales.
Señor Presidente, al analizar estos hechos lo hacemos con tristeza, al ver la forma en que se han planteado algunas cosas. Es decidor que el Partido Comunista fundamentalmente, no digo que exclusivamente, pero sí en forma fundamental, que está llevando adelante esta escalada contra la libertad de expresión, lo haga sobre la base de ciertos reglamentos que fueron dictados en virtud de la Ley de Defensa de la Democracia, por ellos tan execrada. El reglamento de transmisiones y radiodifusión, del 8 de diciembre de 1949, fue dictado en virtud de esa ley. Y la Ley de Seguridad Interior del Estado, las garantías constitucionales y la Ley de Abusos de Publicidad cambiaron todo el espíritu que existía en ese reglamento; sin embargo, se sigue utilizando ese reglamento, basado en la Ley de Defensa de la Democracia. Eso es muy peligroso, porque uno tiene derecho a preguntarse si acaso no se busca poner en marcha una nueva Ley de Defensa de la Democracia, con otra finalidad en Chile...
El señor TEJEDA.-
Se está aplicando un decreto.
El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).-
Está llevada adelante, fundamentalmente, por el Partido Comunista. Y dentro del Partido Comunista, señor Presidente, por un hombre que está siendo el inspirador de esta política, el asesor de la política de radiodifusión de la Presidencia de la República, el señor Antonio Benedicto...
Un señor DIPUTADO.-
Argentino.
El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).-
...cuyo cargo no sabemos quién cancela; cuyo cargo no sabemos en nombre de quién fue hecho; argentino, del cual solicitamos, en nombre por lo menos personal, que se informe a la Cámara cuál es la situación de su permanencia en Chile. Y que sepa la Cámara...
El señor PHILLIPS.-
¡Fuera de la frontera!
El señor CARMINE.-
¡A la frontera!
El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).-
...que fue el hombre que asesoró al señor Juan Perón, en Argentina, para llevar a cabo el silenciamiento de la radiodifusión en Argentina, lo que fue logrado, por desgracia para ese país.
Por eso, señor Presidente, para terminar, deseo plantear a la Cámara que la Democracia Cristiana rechazará todo intento de limitar la información, que nosotros lo visualizamos en un contexto que es una verdadera escalada de represión en contra de los trabajadores, de los estudiantes y de los pobladores. A nuestro juicio, nos parece grave, porque, para que el Poder pueda tener autoridad moral y ser ejercido en contra de todos los que, desde la extrema Derecha y desde la extrema Izquierda, buscan producir en Chile un régimen de violencia, el Gobierno tiene la obligación de usar rectamente las atribuciones que la ley le ha dado. Cuando vemos que no lo hace así, entonces tenemos derecho a pensar si acaso el Gobierno está obrando consciente o inconscientemente. Si lo hace inconscientemente, tiene la obligación de escuchar la voz de aquellos hombres de Oposición que, en el ánimo de mejorar las condiciones de nuestra Patria, le están señalando los errores que comete ; y si lo hace conscientemente, en el ánimo de producir un clima de violencia, de tensión, en el cual se pueda producir un enfrentamiento del que ellos quieren sacar provecho, con el objeto de desviar la atención del país de los graves problemas que tenemos, entonces caiga sobre ellos la responsabilidad de lo que está sucediendo en Chile. Nuestra obligación, como Partido de Oposición, es señalar esta responsabilidad del Gobierno, y dígase claro del señor Presidente de la República, que, de una vez por todas, deberá resolver la falta de conducción interna dentro de la Unidad Popular, para que señale quién, quiénes y qué estrategia es la que, en definitiva, va a dirigir a su Gobierno.
Le he concedido una interrupción al señor Lavandero, señor Presidente.
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