-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/591714/seccion/akn591714-ds10-ds12-ds19-ds31-ds36
- bcnres:tieneTipoParticipacion = bcnres:Intervencion
- bcnres:tieneEmisor = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/467
- bcnres:tieneCalidad = http://datos.bcn.cl/recurso/temporal/1107
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- rdf:type = bcnres:Participacion
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/322
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3405
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3277
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/467
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/temporal/1107
- rdf:value = " El señor IBAÑEZ (Presidente).-
Puede usar de la palabra el señor Videla.
El señor VIDELA.-
Señor Presidente, mientras oía esta tarde a diferentes señores Diputados, pensaba en lo que escuché hace algunos años de labios de un viejo escritor español y periodista que visitó Chile dos veces, con un lapso, entre su primera y segunda visita, superior a veinticinco años. Llegó a Chile por primera vez en el año 1925, y contaba que lo habían invitado a conocer el campo chileno, donde había observado una monstruosa diferencia entre la forma como vivía el dueño de fundo y la forma como vivía el campesino.
El patrón -decía- habitaba en una cómoda y amplia casa, abundantemente amoblada, con muchas piezas siempre dispuestas para recibir un sinnúmero de visitas. Tibia y acogedora, con hermosos braseros de bronce. Y se movilizaba hacia la ciudad en un caballo corralero, muy bien montado, con sonoras espuelas de plata y aperos de rica confección. En cambio, el campesino vivía en una pequeña choza de barro, incapaz de darle albergue a su numerosa familia, sin piso ni cielo, y en la que, sobre un sucio latón, se quemaban trozos de carbón para calentar en los crudos inviernos el ambiente inhóspito de esa choza. Para movilizarse, cuando más, tenía un caballo flaco y unos aperos de cordel y sacos viejos.
Pasaron 25 años, y este periodista y escritor español, en el año 1950, volvió a Chile...
El señor ALAMOS.-
¿Cómo se llamaba?
El señor VIDELA.-
... y quiso conocer en cuanto se había acortado esa tremenda injusticia, esa tremenda diferencia que separaba al patrón del inquilino. Y se hizo invitar nuevamente a un fundo de los alrededores de Santiago. Ahí pudo constatar que el patrón seguía viviendo en la casa grande, modernizada con los adelantos de la civilización: teléfono, radio, calefacción, y que ya no se movilizaba a los centros urbanos en el buen caballo corralero, sino en un flamante automóvil último modelo.
Quiso, entonces, saber cuánto había progresado el campesino y vio, con horror, que los años habían transcurrido inútilmente para el trabajador agrícola explotado: la misma choza de barro, el mismo latón de brasero, el mismo caballo flaco, la misma familia desnutrida, semi desnuda y desesperanzada.
El señor GODOY.-
¿El mismo caballo después de 25 años. . .?
El señor VIDELA.-
Entonces, cuenta el escritor español, le expresó el dueño del fundo: "Ahí siguen durmiendo mis inquilinos". Y el español pensó: "Para estos patrones chilenos, ojalá los inquilinos no despierten nunca."
Yo creo que la causa primaria y oculta de la acusación deducida contra el señor Ministro del Trabajo debe buscarse también en el temor que siente la Derecha chilena, al darse cuenta, de repente, de que los campesinos chilenos han despertado.
Un señor DIPUTADO.-
"Na que ver".
El señor VIDELA.-
Voto en contra la acusación contra el señor Ministro del Trabajo, porque he representado y represento en esta Cámara, durante años, a los trabajadores, a los explotados por los patrones agrícolas o por los patrones industriales.
Porque estimo que hay que acelerar cada día más el proceso del traspaso de los bienes de producción, cualesquiera que ellos fueren, de las pequeñas minorías privilegiadas a las grandes masas nacionales.
Porque considero que existe un repudiable delito moral cuanto se defienden garantías y privilegios, pero no cuando se destruyen éstos, aunque aparezca lesionada una legislación discriminatoria, mañosamente confeccionada por los mismos favorecidos con ella.
Porque durante una vida entera he conocido el desamparo en que laboran, se desenvuelven y hasta mueren los campesinos chilenos.
Porque recuerdo el sacrificio de Hernán Mery y tengo presente a las fuerzas sociales y económicas que impulsaron la mano que lo asesinó.
Por todo eso, señor Presidente, voto que no la acusación contra el señor Ministro del Trabajo.
-Aplausos en la Sala.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/591714/seccion/akn591714-ds10-ds12-ds19-ds31
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/591714