. . . . . " \nEl se\u00F1or ROCHA (Vicepresidente).- \nEn nombre del Comit\u00E9 Socialista, tiene la palabra el Diputado se\u00F1or Camilo Escalona. \n \nEl se\u00F1or ESCALONA (de pie).- \nSe\u00F1or Presidente , como socialista, compa\u00F1ero y amigo de Clodomiro Almeyda y su familia, agradezco las innumerables y generosas muestras de respeto, cari\u00F1o y valoraci\u00F3n que hemos recibido en las horas y d\u00EDas posteriores a su muerte. En particular, queremos expresar, con gratitud, nuestro reconocimiento al Presidente Frei , a su Gobierno y a ambas c\u00E1maras del Parlamento. En estas circunstancias dolorosas hemos reafirmado, a trav\u00E9s del homenaje de miles de personas, el lugar especial que ocupaba en el coraz\u00F3n de chilenos y chilenas por su trayectoria intachable.\n \nInquieto pero acucioso actor social desde su juventud, abogado y periodista, fue diputado y profesor universitario, ministro en dos gobiernos, embajador y Vicepresidente de la Rep\u00FAblica . Fue un luchador, un pensador y un hombre de Estado.\n \n\u00C1vido y profundo conocedor de la situaci\u00F3n internacional, fue genuinamente chileno. Cabal internacionalista y solidario con las causas democr\u00E1ticas y antiimperialistas, asum\u00EDa, como el que m\u00E1s, el proceso de globalizaci\u00F3n que abarca a toda la humanidad. Sin embargo, no perd\u00EDa la cabeza ante tan colosales cambios y, a pesar de Internet, no dejaba de ser chileno. Hombre de ra\u00EDces y s\u00F3lidas convicciones, no sucumbi\u00F3 al v\u00E9rtigo de una seudomodernidad. Siempre rechaz\u00F3 la conducta de aquellos que, basados en el dogma neoliberal y educados en Chicago, pensaron que la soluci\u00F3n de Chile era llegar a ser una nueva versi\u00F3n de anexi\u00F3n -esta vez financiera- a los Estados Unidos, con una democracia sometida a lo formal y su soberan\u00EDa nacional sobrepasada. Por eso, nunca se dej\u00F3 llevar por la frase arrogante, acu\u00F1ada a fines de los 80 de que Chile era una buena casa en un mal barrio, refiri\u00E9ndose al continente.\n \nQuiso y luch\u00F3 por un sitial para Chile, en cuanto naci\u00F3n latinoamericana solidaria, democr\u00E1tica y con justicia social. Fue latinoamericanista y bolivariano, partidario de la integraci\u00F3n del cono sur, adversario de quienes intentan sembrar artificialmente la discordia con nuestros vecinos. Su gesti\u00F3n como canciller socav\u00F3 profundamente la teor\u00EDa de las fronteras ideol\u00F3gicas de ese per\u00EDodo, y la paz tuvo en \u00E9l a un abanderado de excelencia.\n \nUna de sus \u00FAltimas y memorables actuaciones fue, precisamente, en homenaje del exilio aprista peruano en Chile.\n \nAlmeyda breg\u00F3 tesoneramente por hacer de cuatro mil kil\u00F3metros de fronteras un punto de uni\u00F3n y no de separaci\u00F3n con Argentina. Se rebelaba contra el chovinismo, el falso nacionalismo y el armamentismo, que se nutre de la divisi\u00F3n de nuestros pueblos. Pero su desvelo fue Chile.\n \nAs\u00ED lo recuerdo en tantas jornadas bajo la copiosa incertidumbre que marca la vida en el exilio. Era un chileno bondadoso, pero terco en sus principios. Por ello, jam\u00E1s lo vi sucumbir a esa pena persistente que nunca abandona el coraz\u00F3n cuando se vive en el destierro. \nEste hombre singular ten\u00EDa la virtud de ver el lado oculto de la adversidad. Al comentar su encierro en el regimiento Tacna, despu\u00E9s del golpe de Estado, ironizaba diciendo que pocas veces hab\u00EDa tenido horas de ocio como aqu\u00E9llas. Al relatar los interrogatorios a que fue sometido, se re\u00EDa de aquellos que lo apremiaban, pregunt\u00E1ndole si su nombre pol\u00EDtico o de chapa era el de Venancio. Le causaba risa que sus captores, en las conferencias que dictaba en la isla Dawson, no fueran capaces de identificar los personajes que mencionaba en sus relatos.\n \nLo acompa\u00F1\u00E9 en su reingreso clandestino, el a\u00F1o 87. Al regresar a Chile, le impact\u00F3 la militarizaci\u00F3n sufrida por el pa\u00EDs, tantas instalaciones custodiadas, tanto veh\u00EDculo blindado, tanto camuflaje en las calles, tantas patrullas pidiendo identificaci\u00F3n. Pero no se amilan\u00F3. Result\u00F3 parad\u00F3jico que un hombre como \u00E9l, un pensador para muchos retra\u00EDdo y absorto en su esfuerzo intelectual, fuera el actor de una acci\u00F3n tremenda por sus efectos, pero limpia y audaz, sin herir ni da\u00F1ar a nadie: el acto memorable de arrojo c\u00EDvico y de desobediencia civil de presentarse a los tribunales, terminando con su conducta por echar abajo el exilio.\n \nLuego de ello, aquel hombre sencillo, poseedor de una cultura vasta y potente, fue capaz, desde la relegaci\u00F3n primero y desde la c\u00E1rcel despu\u00E9s, de preparar y realizar el m\u00E1s brillante, conmovedor y definitivo alegato contra el art\u00EDculo 8\u00BA de la Constituci\u00F3n de 1980, concluyendo con su irrevocable deslegitimaci\u00F3n y generando las condiciones para que, en 1989, fuera definitivamente eliminado del ordenamiento constitucional.\n \nEn 1989, pudo aspirar a ser el abanderado presidencial de la Izquierda y de amplios sectores progresistas; no obstante, su vocaci\u00F3n nacional y su \u00EDmpetu democr\u00E1tico lo indujeron a declinar cualquiera leg\u00EDtima aspiraci\u00F3n personal, para confluir \u00E9l y las fuerzas sociales y populares que representaba, en la designaci\u00F3n de un abanderado com\u00FAn que asegurara la derrota del continuismo dictatorial. Almeyda no s\u00F3lo pens\u00F3 la derrota pol\u00EDtica del r\u00E9gimen militar, sino que transit\u00F3 con energ\u00EDa y resoluci\u00F3n por ese camino, coadyuvando decisivamente en la movilizaci\u00F3n social de la gran mayor\u00EDa de los chilenos, que culmin\u00F3 con la reinstalaci\u00F3n de la democracia.\n \nNo fue s\u00F3lo un l\u00FAcido estadista y un pensador sobresaliente, sino que tambi\u00E9n un luchador generoso. A \u00E9l debemos, de manera primordial, la reunificaci\u00F3n del socialismo chileno. \n Almeyda , como pocos, pose\u00EDa un innato sentido del realismo, pero fue un hombre guiado por grandes valores. Por todo ello, reconocemos en \u00E9l a un maestro admirable y a un infatigable animador del proceso de consolidaci\u00F3n de la democracia y de b\u00FAsqueda de aquellas inexploradas rutas que se encaminan a la emancipaci\u00F3n del ser humano, a la eliminaci\u00F3n de las trabas, abusos, atropellos y desigualdades que frenan su pleno desarrollo. Por eso, fue socialista toda su vida.\n \nSu perseverancia en la brega por la superaci\u00F3n de las desigualdades lo llev\u00F3 a entender como esencial el rol del Estado, y el valor de la pol\u00EDtica como acci\u00F3n consciente y organizada de bloques, alianzas pol\u00EDticas y mayor\u00EDas sociales, capaces de transformar la realidad. Almeyda fue tenaz adversario de aquello que defin\u00EDa como testimonialismo infecundo. Cre\u00EDa en las fuerzas populares, en su unidad, conciencia y organizaci\u00F3n, y repugnaba del verbalismo, del populismo insensato y de la demagogia est\u00E9ril.\n \nConcluida la dictadura y reinstalada la democracia, eran f\u00E9rtiles las condiciones para conductas vociferantes, pero est\u00E9riles. \nFue un luchador agudo y perspicaz, un educador de generaciones, un hombre innovador, un revolucionario en el sentido cabal de la palabra. Le dol\u00EDa el cinismo y la hiprocres\u00EDa que el pa\u00EDs hered\u00F3 de tantos a\u00F1os de apag\u00F3n cultural. Le irritaba un sistema democr\u00E1tico d\u00E9bil frente a poderes an\u00F3nimos que desbordan y cercenan la soberan\u00EDa popular. Amaba la vida y la lectura. No obstante, sobrio y sereno, fue el lado opuesto del consumismo y la frivolidad. Hombre de mirada amplia, capaz de distinguir, casi sin propon\u00E9rselo, lo principal de lo accesorio. Protagonista de luchas intensas y de pol\u00E9micas formidables, jam\u00E1s llev\u00F3 \u00E9stas al terreno de la descalificaci\u00F3n personal. Muri\u00F3 con el alma limpia y como un hombre intachable. \nAlmeyda ense\u00F1aba a pensar; pero no s\u00F3lo a reflexionar, sino tambi\u00E9n a hacer. Pensar para \u00E9l era reflexionar y hacer; pensar era adoptar una opci\u00F3n capaz de lograr la fusi\u00F3n entre el decir y el actuar. Por eso, la consecuencia marc\u00F3 su vida, asumiendo un compromiso no s\u00F3lo intelectual, sino que pr\u00E1ctico, con aquella inagotable vocaci\u00F3n de lograr la justicia social. \nLejos de lo que muchos piensan, no entend\u00EDa el socialismo como un dogma. Para \u00E9l, el socialismo fue, en propiedad, una opci\u00F3n pol\u00EDtica por la raz\u00F3n, la justicia y la libertad para dar la adecuada respuesta al vac\u00EDo espiritual y a la crisis de valores de una sociedad sobretensionada por el consumismo, incapaz de resolver esos bolsones de pobreza que la averg\u00FCenzan, y convocaba de manera apremiante a resolver el creciente deterioro medioambiental. \nHombres como \u00E9l son irremplazables; son parte de la historia de los pueblos, de sus afanes y quebrantos, de sus avances y derrotas; son de aquellos que hacen camino al andar. \nHe dicho. \n \n-Aplausos. \n " . . . .