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- rdf:value = " El señor CADEMARTORI.-
Agradezco al Comité Socialista la deferencia de haberme concedido esta interrupción.
Continúo, entonces, enumerando la lista de productos, de acuerdo con el alza oficial de la estadística publicada por el Gobierno: limones, 35%; textos de estudios -castellano y matemáticas- 31% de alza.
Estas alzas son algunas de las que he seleccionado de los meses transcurridos del año 1970, las que han superado el límite del 29% que estableció la última ley de reajustes.
Creo que el país y la Cámara tienen el derecho de saber cuáles son los estudios acuciosos que se habrían hecho para autorizar estas brutales alzas desencadenadas en las últimas semanas.
Es también importante señalar cómo se contradice la política económica del Gobierno. Por una parte, se hace hincapié en la necesidad de mantener una disciplina y un control de los precios. Esto, por cierto, se refiere principalmente a los precios al consumidor, a los que paga la dueña de casa en los almacenes. Ello significa mantener la política de aplicar el torniquete del último eslabón de la cadena sobre el comerciante pequeño o minorista, que es el que, en último término, está expendiendo los productos al consumidor. Pero es curioso -y aquí está la contradicción- que esta política, en cambio, no se aplique a los grandes mayoristas, a los grandes fabricantes y a los factores que inciden en las alzas de precios de productos al consumidor final.
Yo quiero citar dos declaraciones, que me parecen perfectamente justas, formuladas por personeros ajenos, por cierto, a nuestra colectividad política; pero que, repito, son esencialmente justas. Ellas demuestran la discriminación que este Gobierno y también el anterior han ejercido en contra de los pequeños comerciantes y en favor de los grandes mayoristas y del gran capital.
Tengo a la mano estas declaraciones. Una de ellas es del señor Sergio Sepúlveda, gerente; y la otra, de don Ignacio Basterrica, Presidente de la Cámara Nacional de la Carne. Ambos personeros representan a una organización que agrupa a los dueños de carnicerías. ¿Y qué dicen estos caballeros? El señor Sergio Sepúlveda expresa: "...los graves problemas Que se originan con el sistema de dejar en libertad de precio al ganado en pie y a la carne en vara, dejando, en cambio, sujeta a precios oficiales la venta al detalle." Además, en una entrevista de prensa, se ha referido a este problema, llamando la atención sobre la contradicción que Se produce al dejar en libertad de precios al ganado en pie, lo que favorece, por supuesto, a los grandes comerciantes del ganado, y, en cambio, fijar precios a los pequeños vendedores al detalle.
El señor Basterrica dice: Hay una "tendencia de detener la inflación" -o de pretender detener la inflación- "en el último eslabón de la cadena de comercialización, lo que es inconveniente y contrario a los propósitos de detener el flagelo inflacionista."
Otro tanto ocurre con la medida de alzar el dólar cada 15 días. De esta medida responde el Ministro de Hacienda, que está muy sonriente en estos instantes. El Banco Central de Chile, que es el organismo que maneja la política cambiaria, depende, naturalmente, del Ministerio de Hacienda. Como todos sabemos, el Banco Central mantiene la política de alzar el dólar dos veces en el mes. ¿Qué significa esta medida? Esta medida significa que cada 15 días suben, en forma obligatoria, los precios de todos los productos que se importan al país, para los cuales se requieren dólares u otras monedas extranjeras. Las alzas de estos productos tienen que repercutir, de modo forzoso, en la carestía de la vida, porque afectan a las materias primas, con las que se elaboran los productos que consume nuestro pueblo, porque afectan a las maquinarias y a los repuestos, con los que se mantiene el aparato productor del país.
Por lo tanto, no hay motor más fuerte, en estos momentos, para el proceso inflacionista que el propio Gobierno del señor Frei, ya que con esta medida de de-valuar la moneda, con el pretexto de mantener en alto nivel las importaciones, de hecho se transforma en el mayor causante del proceso inflacionista del país.
¿De qué valen, entonces, las declaraciones a que nos tienen, acostumbrados los personeros de Gobierno, de que ellos están llevando adelante una política antinflacionista? ¿De qué puede servir el control policial persecutorio que se ejerce en contra de muchos pequeños comerciantes, cuando, por otra parte, se está favoreciendo a los grandes capitalistas, a los cuales no se les pone traba en la fijación de los precios?
Todos conocimos el conflicto surgido entre la Compañía Chilena de Tabacos y sus distribuidores. He ahí un ejemplo de la política de Gobierno, de favorecer a los monopolios, a los grandes capitales, reduciendo el margen de comercialización de los pequeños comerciantes.
Otro ejemplo: en estos días se ha estado debatiendo la fijación del precio del calzado. Naturalmente el Gobierno también aquí ha hecho una discriminación. Estoy informado de que en una entrevista que tuvo el señor Ministro de Economía con los representantes de los industriales del calzado, tanto los grandes como los pequeños fabricantes, se planteó este problema, y se le dijo por parte de los pequeños fabricantes, que son los que tienen que comprar la materia prima: "Señor, ¿cómo a nosotros se nos fija precio, en circunstancia que el precio del cuero, debido al dólar, se mantiene absolutamente libre, de tal manera que se nos alza cada vez que los industriales, los importadores así lo desean?" ¿Y saben, señores Diputados, lo que le contestó el señor Ministro de Economía ?: "Ese problema a mí no me importa ni me inquieta. Ese es problema del señor Ministro de Hacienda. Yo no tengo nada que ver con el aspecto financiero y económico."
Tal es la política del Gobierno en materia económica! Mientras por un lado el Ministro de Economía aparece dictando alzas en forma arbitraria, por otro lado, el señor Ministro de Hacienda autoriza, a través del Banco Central, alzas brutales y desmedidas en un rubro indispensable, fundamental para el proceso inflacionista y económico del país.
De ahí que con cuánta razón, hoy por hoy, muchos gremios de trabajadores están planteando que se les mejoren sus sueldos, sus salarios, sus remuneraciones, porque ven que cada día que pasa se está deteriorando más el poder adquisitivo de sus sueldos.
Tengo aquí un dato, señor Presidente.
"
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