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- rdf:value = " El señor ALLENDE.-
Lo hice, porque fui atacado como Presidente del Senado. Además, no poseo grabadora, y no creo que mi petición sea insólita. Fui atacado como Presidente de la Corporación, y supongo que las oficinas del Senado están a disposición de los señores Senadores y también, "de pasadita", del Presidente.
Solicité oficialmente que se grabara el foro. Me interesa que se sepa cuál es la cinta magnética verídica, exacta. Porque tengo dudas de que mañana, en cualquiera radioemisora, puede difundirse una cinta magnetofónica "trucada", en la que se me supongan cosas que yo no he dicho.
Quiero demostrar al Honorable señor Fuentealba -hemos discutido muchas veces con Su Señoría y le he dicho que lo respeto, porque lo creo honesto y firme en sus convicciones, aunque éstas sean erradas- cómo miente "La Nación", después de haberse realizado el foro. Recuerdo al señor Senador que he repartido entre los Honorables colegas un documento, cuya lectura recomiendo, en el supuesto que la publicación total no se acordase.
Es el Presidente del Senado quien ha debido defenderse de ataques que se le hicieron como tal; pero no actuó en esa calidad, sino como un Senador que ha defendido su trayectoria política y su nombre.
Es un hecho que vale la pena destacar: por primera vez, cuatro espadas aguerridas, flamígeras, del periodismo nacional se estrellan contra el puñalcito débil de un Senador; pero, el ridículo no lo hice yo en el foro, ¡palabra de honor!
Así son las mentiras de "El Mercurio" de fecha 28 de febrero:
"Lo acompañaba su hermana Laura, Diputada por el Segundo Distrito de Santiago". Sin embargo, ella estaba en Viña del Mar. Cuando mandó una carta aclaratoria, le dijeron que la habían confundido, porque era tan buena moza como la persona que me acompañaba. Y viajé solo. Por lo demás, media novedad que le dijeron a la Diputada.
El señor BULNES SANFUENTES.-
Eso lo aceptamos por imanimidad.
El señor ALLENDE.-
Es de esperar que lo digan también los democratacristianos. Quien calla otorga.
El señor PABLO.-
También adherimos.
El señor ALLENDE.-
Por otra parte, dijo "La Tercera":
"Sonriente, con una caja de puros bajo el brazo y una camisa cubana, el Presidente del Senado Salvador Allende entregó a las autoridades francesas, junto con los detectives chilenos, a los cinco guerrilleros que entraron ilegalmente al país... "
Falso. Claro, porque no intervine en la entrega de los guerrilleros. ¿Qué tenía que entregar yo? Nada. Bajé del avión con anterioridad a la entrega. Dejé que el Embajador de Cuba recibiera a los guerrilleros. Al Embajador de Cuba, a quien -óiganlo bien, señores Senadores, para que juzguen mi actitud- yo llamé desde mi casa particular, y no desde el Senado para que éste no pagara la comunicación. Lo hice el sábado en la noche, porque no había podido comunicarme antes con Cuba. Le dije a Castellanos -amigo personal mío- que el Gobierno de Chile quería entregar a los guerrilleros, de modo que ellos podrían viajar a Cuba; pero el Gobierno chileno los entregaría en Tahiti. ¿Quién los recibiría allí? Le agregué: "Pero Chile no puede intervenir en este aspecto frente a las autoridades francesas, porque no tiene relaciones con Cuba. Yo, que pretendo ir no puedo intervenir frente a las autoridades francesas; ustedes mantienen relaciones con ellas. Pienso, compañero Castellanos, que usted debe estar en Tahiti. Vuele hacia allá".
No pude hablar por teléfono con Roa, porque, sencillamente, la comunicación se interrumpió.
Cuánta no sería mi satisfacción cuando vi desde la ventanilla del avión a cinco señores, vestidos al estilo tahitiano, y a otros dos que transpiraban por todos los poros. Estos últimos eran los cubanos, que habían llegado de Francia con trajes gruesos debido al intenso frío reinante en ese país. Estaban cumpliendo su deber el EmbajadorCastellanos y el cónsul en París.-
¡ Falso! ¿ Qué iba a entregar yo ?
En lo que toca a esta materia, deseo, además, dar lectura al cable que envié, desde Tahiti, al Ministro de Relaciones de Cuba, Raúl Roa, que es meridianamente claro respecto de mi actuación:
"Raúl Roa. Ministro Relaciones. Cuba. Misión cumplida en nombre Partido Socialista y fuerzas populares. Amigos salieron hoy 8 A. M. línea UTA, vuelo 587. Cordiales saludos. Salvador Allende. "
La agencia U. P. I. informó lo siguiente: "El Senador chileno Salvador Allende, presidente de la Cámara Alta de su país, se traslada de incógnito, junto con los guerrilleros, a la Isla de Pascua" ¡De incógnito! Señores Senadores: ¿puede alguien pasar de incógnito en la Isla de Pascua, con un solo avión, con un pasaje Chile - Pascua - Tahiti y Tahiti - Pascua -Chile? No, señores Senadores.
Con el objeto de no extender demasiado mi intervención, pido insertar en la parte pertinente de mi discurso el resto de este resumen de informaciones de prensa.
-El documento, cuya inserción se acordó con posterioridad, es del tenor siguiente:
"La Tercera" (28 de febrero).
"Chipe libre hubo para volar a Isla de Pascua. Sólo exigimos la vacuna contra la fiebre amarilla y el cólera, dijo Krauss. "
Falso.
"Las Ultimas Noticias" (28 de febrero).
"Aunque informó que él iba sólo hasta ' Pascua, se sabe que agarrara vuelo y que seguirá hasta Tahiti completando su misión "samaritana".
Falso.
"El Diario Ilustrado" (29 de febrero).
"Algunos de los encuestados por el Diario Ilustrado no quisieron aparecer en letras de molde, porque -curioso- sus patrones directos o indirectos les tenían prohibido hacer declaraciones. "
Falso. No se trata de una encuesta. Sólo se entrevistó a cuatro personas.
"La Tarde" (1º de marzo).
"Partido Socialista trata de ridiculizar a Allende".
Falso. ¿Puede ser serio que mi propio partido intente ridiculizarme? ¿Eso es periodismo? Es una flagrante mentira.
"La Nación" (29 de febrero).
"En la Isla de Pascua el Senador Allende vio con sorpresa que no se había preparado ninguna recepción oficial para el Presidente del Senado, ninguna manifestación política para el Senador por Valparaíso... Los pascuenses sorprendidos debieron recordar los ritos elaborados en las Islas Polinésicas para recompensar a los audaces turistas y coronar al triple tribuno con esas guirnaldas que llevan un nombre tan poco revolucionario "lei".
"La Tercera" (29 de febrero).
"El Senador, hombre de humor y mundo, rió alegremente con los guerrilleros; se contaron chistes; se recorrió la isla de los tolomiros junto con otros millonarios turistas que pagan estos costosos viajes hasta Tahiti, en su mayoría norteamericanos, y se escuchó el disco long play que uno de los heroicos guerrilleros había trasladado intacto hasta la frontera chilena. "
"La Tarde" (28 de febrero).
"Le tiembla el piso a Salvador Allende. Lo quieren botar por carnavalesco. En la isla causó la admiración de los guerrilleros al llegar vestido con lo que don Chicho consideraba el último grito de la moda para guerrillas: una fina guayabera de nylon y zapatos de gamuza. "
"Las Ultimas Noticias" (28 de febrero).
"El ridículo terminará por matar políticamente a Allende. Esta frase que puede parecer cruel resume el pensamiento de la mayoría de los Senadores que ayer comentaban jocosamente el viaje a Pascua del Presidente de la Corporación. "
El señor ALLENDE.-
¡ Cómo se manejó la imagen del ridículo!
Veamos lo que se dice en "El Mercurio": "El parlamentario socialista se mostró decepcionado porque no se le brindó la acogida con baile, sausau, comida típica con que acostumbran saludar a sus visitantes".
Señores Senadores, ustedes saben qué grato es para cualquier hombre o persona de cualquier color político o religioso llegar a Pascua y que se lo reciba con un collar de flores. ¡Yo iba a rechazarlo! Jamás. Además, la niña que me puso el collar de flores era una pascuense bellísima, y yo estuve muy agradecido. Lo mismo pasó cuando salía de Tahiti, donde al viajero se le cubre de collares de flores, como expresión de afecto. Cada pueblo tiene sus características. Cuando salí de Tahiti, me pusieron 18 collares; pero un sacerdote que iba de Tahiti a Pascua tuvo que sacarse el sombrero, porque lo taparon de collares. Esa es la costumbre. Pero hacer burla, mofa y escarnio de este hecho es una pequenez tan pequeña, tan increíble, tan miserable que demuestra la mentalidad de ciertas gentes.
Y así continuamos.
El joven director de "La Nación" dice en su artículo titulado "Itinerario de un guerrillero":
"19. 45 horas. Llegan a Tahiti. Allende critica severamente a De Gaulle porque tampoco le tenía un comité de recepción. De todas maneras se las ingenian para conocer de una "picada" donde venden lechoncitos asados en hojas de "coco". "
En el foro le dije al señor Orrego que no era necesario buscar en Tahiti esos frutos, porque aquí se daban abundantemente.
Señores Senadores, esto no es honesto.
El verdadero móvil.
¿Cuál es el fondo de este ataque ? ¿ Dónde está la médula de esta actitud, producida permanente e insistentemente? Mediante mi persona, se ataca al movimiento popular, porque, justa o injustamente -pienso que injustamente- yo he sido su vocero. En el movimiento popular hay muchos hombres que tenían más jerarquía intelectual que yo, más preparación y vidas sacrificadas que podrían haber representado en 1951, en 1958 y en 1964 la voluntad del pueblo de Chile.
En 1951, con dolor profundo, Honorable, señor Pablo, busqué el caminó que implicaba la salida de mi partido -que yo fundé junto con otros-, porque estaba en desacuerdo con el apoyo al candidato que el Partido Socialista había levantado. Con un partido pequeño, reducido, microscópico, porque estaba en la ilegalidad; pequeño, reducido y microscópico en su representación parlamentaria, pero fuerte en la conciencia sacrificada de sus militantes, con el Partido Comunista y con ese viejo magnífico que se llamó Elias Lafertte, recorrí Chile entero -yo, este político insustancial, tropical y sin contenido-, no para propalar el evangelio de una lucha utópica, sino para plantear la realidad que Chile reclamaba: una revolución auténtica, antioligárquica, antifeudal y antimperialista.
Lo digo con satisfacción, Honorable señor Bulnes: fui el primero que planteó seriamente la necesidad de una reforma agraria. Y fui también el primero que señaló la necesidad de nacionalizar el cobre y las riquezas básicas del país, que habló de la nacionalización del comercio exterior, de la implantación de una política tributaria justa. Lo dije en 1951, en 1958 y en 1964. Este político tropical, insustancial y carnavalesco, ha tenido la honradez, en tres campañas presidenciales, de decir a la conciencia de Chile que no votaran por él quienes no compartían su programa ni sus ideas.
La Presidencia de la República no es un fin, Honorable señor Pablo: es un medio para realizar lo que uno siente, cree y anhela; para poner en marcha sus convicciones y doctrinas.
Por eso tengo derecho a enojarme o a despreciar a quienes olvidan sus propias convicciones y a aquellos que tienen la obligación de mirarse primeramente ellos mismos y que, sin embargo, juzgan la vida de los demás.
La campaña publicitaria en contra mía a que me estoy refiriendo tiene ese objetivo. Los señores Senadores saben que en mi propio partido he sido discutido. Creo que el Frente de Acción Popular es y será el instrumentó de liberación de Chile, junto con otras fuerzas políticas. No con oportunismo electorero, sino en función de crear el más potente, vigoroso y grande movimiento antimperialista, antifeudal y antioligárquico, no antimperialista en simples declaraciones, sino en su contenido y acción. Lo reitero ahora con calma: no tendremos descanso. Agotaremos nuestra vida, pero mantendremos el ideal de la revolución chilena, la cual debe ser antimperialista. Chile no podía ser país independiente mientras el cobre, el salitre y el hierro, las minas y sus riquezas fundamentales estén en poder del capital extranjero; mientras las universidades estén viviendo de prestado del capital foráneo; mientras en los campos cultural, sindical y militar, la presencia del imperialismo, angustiante y cotidiana, está estrangulando nuestro destino. De allí el ataque virulento. Además, porque la presencia de un marxista, de un socialista en un organismo burgués como el Senado, inquieta, duele y preocupa a muchas gentes dentro y fuera del país.
Cuando fui invitado por la Universidad de Uruguay a dar una conferencia, en circunstancias de que se realizaba la Conferencia de Presidentes en Punta del Este, en ese país, en Argentina y en Perú me difamaron y preguntaron, ¿cómo era posible que el Presidente del Senado chileno fuera a dar una conferencia para plantear lo que a su juicio es la realidad de América, explotada sin piedad por el capital extranjero. En consecuencia, esto no es nuevo. Se suma ahora una reacción interna, porque en la Mesa del Senado estamos un Senador social demócrata y uno socialista. Aquí se han hecho varios intentos, circulan rumores y se juntan algunos Senadores para buscar el resquicio reglamentario, y el Gobierno anhela, desea y quiere que yo deje de ser Presidente del Senado.
Seguramente, han creído que yo fui el artífice del fracaso de Frei cuando no pudo ir, por decisión de esta Corporación, a Estados Unidos. Pensarán que yo soy el artífice que determiné el fracaso del Gobierno cuando quiso que nos autodisolviéramns. Creerán que yo influí, con mi presencia en la Mesa del Senado, en el alto porcentaje de votos que obtuvo el Partido Socialista en las últimas elecciones.
Yo comprendo la desazón de los reaccionarios, en escala nacional e internacional. Pero, como dije hace un instante, yo no hipotequé mis principios, ni he negado mi condición de socialista. Y si me censuran por haber acompañado a los guerrilleros, no sólo me voy con la conciencia tranquila, sino que orgulloso de haberlo hecho. Pero niego autoridad a algunos, porque la Democracia Cristiana, en declaración de su presidente, el Honorable señor Aylwin, que tengo a la mano, planteó que no todas las guerrillas de América Latina son castro-comunistas; que hay guerrillas donde actúan cristianos, hombres de otras ideas, que nacen como realidad de la dictadura de algunos países donde no hay salida democrática.
Yo pregunto a cualquiera de Sus Señorías: si estos guerrilleros hubieran venido de otras naciones, si hubieran sido guerrilleros democratacristianos, de acuerdo con el cartabón con que ustedes los definen, ¿no los habrían acogido? ¿No habrían ido con ellos? ¿No les habrían entregado la amistad solidaria y su adhesión revolucionaria, si lo son? Yo creo que sí.
Solidaridad con los guerrilleros.
Yo actué bien. No fui, como dijeron, para defender o proteger a los guerrilleros. ¡Si no fui con ametralladoras! Fui con algo que tiene fortaleza: la presencia moral del amigo, de quien no sólo no se duda, sino en quien se tiene absoluta confianza. El mismo apoyo que, desde su ángulo, están dando los Senadores nacionales a los campesinos de Santa Marta: sin armas, con su presencia. Y esta presencia, era tanto más necesaria cuanto que no es mentira ni ficción la acción tenebrosa de la C. I. A. y de los asilados políticos de resonancia mundial. Y, ¿qué sucedió con el profesor Galíndez? ¿Qué ocurrió con el atentado contra Betancourt y Delgado y en el caso de los argelinos que fueron raptados en un avión? ¿Y Kennedy?
Por lo tanto, además del aspecto moral y humano de la presencia de un revolucionario junto a otro, estaba también la presencia moral de un Senador chileno que podía hacer siquiera que cualquier atentado alcanzaría repercusión internacional tanto o más profunda.
Y, por último, ¿creen Sus Señorías que yo no tenía derecho a conversar en la intimidad con esa gente ? ¿Piensan Sus Señorías que lo ocurrido en Bolivia fue un hecho sin importancia ni trascendencia? ¡Pero si está en la escala mundial, en La discusión diáfana de todos los días, la táctica que algunos sectores socialistas aceptan y otros rechazan! Porque la guerrilla que preconiza Debray es algo que aceptan algunos, pero otros no, como el Senador que habla, que no piensa que es el único camino. La lucha armada tiene características distintas, el camino de los pueblos mediante la movilización de las masas puede ser diferente.
Por lo tanto, yo quería saber qué había ocurrido. Quería conocer de labios de ellos.
que padecieron y vivieron meses angustiosos, la última imagen de un hombre a quien una vez más rindo homenaje, de un hombre a quien califiqué como hijo de Bolívar y hermano de Sandino: el "che" Guevara. Algunos de Sus Señorías no lo entienden así, pero yo, las fuerzas populares y los intelectuales de todo el mundo lo aceptan. Tengo a la mano una revista en la cual se recopilan los homenajes tributados en Europa a ese guerrillero, que marcó con su sacrificio un destino heroico para muchos: el "che" Guevara. Y los rindieron hombreSi que discrepaban de su apreciación táctica.
¿Cómo no interesarme saber qué ocurrió en verdad, qué fuerzas populares ayudaron a los guerrilleros? Tanto se han comentado frases aisladas del diario del "che" Guevara, que me interesaba conocer la verdad. No interrogué a los guerrilleros en Chile, por respeto a los compromisos morales que había contraído. Y en una larga-noche en Tahiti, no en una fiesta, ni siquiera del espíritu, sino en una cita de dolor interno o inquietud, supe muchas cosas que constituyen una gran lección; no para aplicarlas tácticamente. ¡Si no soy guerrilllero! No tengo edad para ello. Soy reumático. No puedo irme a la montaña. A mi juicio, quien no puede ser guerrillero no puede instigar las guerrillas. Por lo tanto, no sientan temor. Yo no puedo preconizar este tipo de acción. Pero tengo derecho a pensar a mi manera, y así lo hice. Sé que las guerrillas, la lucha arma da, son el camino en muchos países.
Por lo expuesto, destaco que todo esto tiene un objetivo final y determinante.
Y ahora -pido excusas a tribunas y galerías- pediré cinco minutos de sesión secreta. Nada más. Les ruego esperar cinco minutos afuera, y después la sesión volverá a ser pública. En realidad, deseo decir algunas cosas que no creo que no puedan plantearse, sino que su divulgación puede ser perjudicial para Chile.
"