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El señor PARETO (Vicepresidente).-
Puede continuar el señor Palestro.
El señor PALESTRO.-
Señor Presidente, voy a sostener la posición del Partido Socialista frente a este proyecto, que el Gobierno pomposamente ha denominado de reajustes, pero que el pueblo denomina "proyecto de los chiribonos", o más concretamente "proyecto de reajuste de los ahorros forzosos".
1.-¿Por qué el Gobierno impulsa este proyecto de los "chiribonos"? Para los genios que dirigen la vida económica del país y para el señor Frei, la culpa de los males inflacionistas que aquejan al país proviene del excesivo poder de compra que tienen los trabajadores. Las mismas monsergas dictadas por el Fondo Monetario Internacional, y engaños que escuchábamos bajo los Gobiernos de Ibáñez y Alessandri, hay que tolerarlos ahora: los trabajadores reciben mucho dinero a través de los reajustes anuales y pliegos de peticiones, lo que produce un alza de los precios. Y esta alza se origina por no poder el país ofrecer suficientes bienes de consumo al pueblo. La historia de siempre. Y entonces a estos genios se les ocurre una idea nueva, porque, por supuesto, ellos son "revolucionarios": ¡ quitémosles poder adquisitivo a los trabajadores! Si ellos no tienen más dinero, no podrán comprar más carne, más pan, más verduras, y entonces estos bienes no subirán de precio. De este modo -dicen ellos- no necesitaremos controlar los precios, pelearnos
con los comerciantes e industriales, y pagar muchos sueldos a los funcionarios que se encargan de controlar la "estabilización". El proyecto de los "chiribonos" persigue justamente esto: menos dinero en poder de obreros y empleados, dando un reajuste inferior al alza del costo de la vida e imponiendo un "ahorro" obligatorio de un 5%.
2.- ¿Demagogia ayer o incapacidad hoy?.-Sin embargo, cuando los democratacristianos y el señor Frei estaban en la Oposición, en contra de los gobiernos de los señores Ibáñez y Alessandri, atacaban con pasión la congelación y la reducción del poder adquisitivo del pueblo. Es decir, se oponían a la misma política que ellos ahora aplican. Todos conocen al que era "campeón" de los derechos de los empleados particulares, Senador de la Democracia Cristiana, José Musalem. Cuando se discutía la ley de reajustes Nº 14.688, para el año 1962, pronunció en la Cámara de Diputados un encendido discurso, propiciando un reajuste superior al alza del costo de la vida en contra del 16,6% que impulsaba el Gobierno del señor Alessandri. Dijo el señor Musalem, en la sesión 60ª, del 5 de septiembre de 1961: "Ahora bien, desde el punto de vista económico, el Gobierno ha expresado que un reajuste mayor podría producir inflación, si no va unido a un aumento de la producción. Nosotros hemos sostenido el criterio de que los reajustes deben tener cierta relación con el aumento de la producción, pero también hemos hecho ver que hay capacidad de equipos y maquinarias productivas ociosas en más del 40%, que podrían cubrir el aumento de la demanda que significaría un reajuste mayor. Creemos así que ha faltado al Poder Ejecutivo -a Alessandri- capacidad para el manejo de la economía nacional." Y añadía todavía: "Nosotros, los democratacristianos, creemos que es necesario ampliar el mercado de consumo para dar un mayor incentivo
a la producción y evitar la depresión económica que está hundiendo al país. Nosotros denunciamos al país que estos reajustes enanos obedecen a una falta de seguridad en la capacidad del Gobierno para sacar al país de la postración. . .".
Cabe preguntarles: ¿Cuándo ustedes, señores, que se autodenominan "cristianos", dicen la verdad? Ayer, según Sus Señorías, los trabajadores debían, en justicia, recibir reajustes mayores sin que el país sufriera inflación. Hoy, no, es imposible; hoy se produce inflación; el país no puede soportar una gran demanda de bienes. Y aquellos que, como el Partido Socialista, sostienen lo contrario, son demagogos y enemigos del pueblo. Pese a que esta acusación se rebate con las mismas palabras del señor Musalem, recurramos a expresiones del propio señor Frei, para desnudar más aún a estos "cristianos". Decía el señor Frei en la sesión 3ª del Senado del 6 de octubre de 1961, olíanse discutía esta misma ley de reajustes Nº 14.688: "El debate, ya casi no tiene interés, porque indudablemente en el Senado hay una mayoría importante para apoyar el criterio del Gobierno de aprobar el 16,6%. Sin embargo, quisiera ir un poco más adentro en este problema. General, la argumentación en que estamos encontrándonos desde hace algunos años, se resume fundamentalmente en decir que el Gobierno (Alessandri) está defendiendo un criterio de estabilización, un criterio técnico, sano y honorable, para amparar la estabilidad monetaria e impedir el proceso inflacionario y que, quienes estamos auspiciando un reajuste que al menos compense efectivamente el alza del costo de la vida, somos gente carentes de toda fundamentación técnica, demagogos que estamos ofreciendo lo que la economía chilena no puede dar."
Así, pues, lo que ayer atacaban con saña, lo aplican hoy sin escrúpulos y todavía con las mismas palabras, pues dicen que
disminuir el poder adquisitivo de los trabajadores es "un criterio técnico de estabilización, sano y honorable". Para ellos no hay otra manera de combatir la inflación.
Sin embargo, es fácil darse cuenta que estos "genios" y "asesores", con remuneraciones suculentas con cargo al presupuesto nacional, no tienen capacidad para...
Ellos pregonan -como la
Misión Klein-Sacks bajo Ibáñez y el "Ruca" Vergara bajo Alessandri- la teoría de que, otorgando reajustes inferiores al alza del costo de la vida, se puede derrotar la inflación.
El señor PARETO (Vicepresidente).-
Advierto al señor Diputado que serán borradas de la versión las expresiones antiparlamentarias.
El señor PALESTRO.-
Para demostrar tal ignorancia, basta recurrir a la historia. El propio Instituto de Economía, cuando lo presidía el actual Ministro de Hacienda, don Sergio Molina, en su estudio "La Economía de Chile en el período 1950-1953", entregó los siguientes datos: el año 1949 hubo en Chile una inflación de 20,6% ; al final del año se dio un reajuste del 25%, y en 1950 la inflación bajó a 16,75. Posteriormente, en el año 1951 el reajuste otorgado fue de 30%, y en el año siguiente, en 1952, la inflación fue sólo de un 12,1%. El año 1954 la inflación fue de 71,1%; se dio un reajuste de 58,6%, y la inflación subió a 84,8% en 1955.
En 1961 la inflación fue de 9,7% ; se dio un reajuste de 5%, y la inflación subió en 1962 al porcentaje de 27,7%. Al final de 1962 se dio un 27%, y la inflación en 1963 subió al 45,4%.
Es decir, en los períodos de mayor inflación se han dado reajustes inferiores al alza del costo de la vida. Entonces no es cierto que a mayores reajustes corresponde un mayor porcentaje de inflación.
Y es explicable que un determinado por-
centaje de reajuste no influya en la misma medida en la inflación.
Explicamos: un empresario produce escobas. Tiene que comprar materia prima, ' pagar arriendo del local, energía eléctrica, pagar las máquinas, agua, impuestos y, por último, mano de obra, pagar a los trabajadores.
De cada 100 escudos que gasta en su producción de escobas, paga o gasta solamente 16 escudos en pagar a sus trabajadores, en mano de obra.
De este modo, si otorga este empresario un reajuste de 40% a sus trabajadores, deberá pagarles 6,40 escudos más (que es el 40% de 16 escudos), y de este modo el costo de la explotación solamente le subirá de 100 escudos a 106,40 escudos, o sea, un 6,4%.
3.-Los reajustes de la ley de chiribonos".- Veamos ahora cómo el Gobierno de los "capaces y revolucionarios" recorta al pueblo su poder de consumo para el año 1967. Este es el proyecto del Gobierno:
Trabajadores del Sector Privado:
Los empleados y obreros que no tengan actas de avenimiento, convenios colectivos, tendrán, según la ley, un reajuste de un 20% a contar del 1º de enero de 1968.
Los empleados y obreros que estén sujetos a actas de avenimientos, convenios colectivos o fallo arbitrales, tendrán también automáticamente, dice la ley, el mismo aumento del 20%, a contar de la fecha de vencimiento o término de dichos convenios, actas o fallos. Ejemplo: Un sindicato tiene pactada un acta de avenimiento desde el 1? de junio de 1967 hasta el 31 de mayo de 1968. Según la ley, recibirían esos trabajadores un 20% desde el 1º de junio de 1968.
Esto es lo que los trabajadores teóricamente percibirían. Pero la ley dispone en su artículo 30 lo siguiente:
"A contar del 1° de enero de 1968 las
remuneraciones imponibles pagadas en dinero efectivo, a los trabajadores, empleados u obreros, estarán sujetas a una imposición de ahorro de cargo de los respectivos trabajadores de un 5%, calculada sobre la totalidad de ellas, deducida previamente la cantidad de Eº 144".
Este 5% lo pagarán los trabajadores que tengan convenios colectivos de trabajo a partir del día siguiente del vencimiento del convenio. En el ejemplo que poníamos, pagarían desde el 1º de junio de 1968.
Este 5% es el llamado "chiribono".
Entonces tenemos que en 1968 los trabajadores no recibirán un 20% de aumento, sino solamente un 14%. Veamos. Si un obrero ganaba 100 escudos a la semana en 1967, con un 20% más desde el 1° de enero de 1968, percibe un aumento de 20 escudos semanal. Son 120 escudos de salario teórico. A este salario se le descuenta el 5% de ahorro, que equivale a 6 escudos. El total del salario que ganará en 19'68 será de 114 escudos. Es decir, 14% de aumento sobre lo que ganaba en 1967.
Cierto es que los obreros que ganan el salario mínimo de 144 escudos al mes no pagarán el 5% de ahorro obligatorio. ¡Menos mal! Pero estos trabajadores van a recibir un 20% que les representa la miserable suma de 28,80 escudos más por mes. ¿Pueden con esto hacer frente al cúmulo desenfrenado de alzas que vendrán en 1968? Indudablemente que no. Este 20% es menos que el alza del costo de la vida en 1967, que fue sobre el 30%, y del alza oficial y amañada del 22%.
La injusticia del sistema y la actitud de-mocracristiana.-Se sabe que durante el año 1967 el alza oficial del costo de la vida fue superior al 22%. Este porcentaje todos sabemos que es para la risa. La verdad es que el alza real del costo de la vida siempre es superior a las cifras mañosamente manejadas por el Gobierno de turno. (El alza real excede del 30%). Sin
embargo, los trabajadores apenas van a recibir un 14%, es decir, un 8% menos del alza oficial del costo de la vida en 1967, y el 16% menos que el real.
El Senador de la Democracia Cristiana y ex Presidente de ese partido, señor Rafael Gumucio decía en la Sesión 74ª, del Senado del 9 de marzo de 1966, en un discurso publicado en "El Mercurio" del día 16 de marzo del mismo año: "Por ahí se ha dicho que los democratacristianos cuando éramos Oposición solicitábamos porcentajes demagógicos de reajustes para los sectores público y privado. ¡Nada más falso! Siempre sostuvimos que lo justo era indemnizar en 100% la pérdida del poder adquisitivo de sueldos y salarios."
Estas palabras ya las olvidaron estos señores. Ahora ya no es justo indemnizar en un ciento por ciento la pérdida del poder adquisitivo, pues si la vida sube en un 22%, ellos sólo dan 14%. Así hacen su revolución y con masacres.
Además, se equivoca el señor Gumucio al decir que ellos jamás propiciaron reajustes superiores al alza del costo de la vida. Para demostrarlo, basta revisar todas las indicaciones democratacristianas hechas a los proyectos de reajustes de remuneraciones bajo el Gobierno del señor Alessandri.
En la ley Nº 13.305, de 6 de abril de 1959, el señor Alessandri ofreció un 27% de reajuste. La Democracia Cristiana, a través de una indicación suscrita por los Diputados señores Musalem, Gormaz y Videla, propuso elevarlo a 32,5%, en circunstancias que el índice efectivo de alza del costo de la vida había alcanzado a un 33,3%.
En la ley Nº 14.501, de 21 de diciembre de 1960, el señor Alessandri ofreció un 15% de reajuste. La Democracia Cristiana, a través de una indicación de los Diputados señores Alfredo Lorca, Musalem, Gumucio, Ballesteros y Hamuy, propuso elevarlo a 20%, en circunstancias que el
alza del costo de la vida había sido de 15,4%.
En la ley Nº 14.688, de 23 de octubre de 1961, el señor Alessandri ofreció un 16,6% de reajuste. La Democracia Cristiana, a través de un indicación de los Diputados señores Ballesteros, Musalem, Lavandero y Gumucio, presentada en la sesión 6ª, del 5 de septiembre de 1961, propuso, elevarlo al 38,4%, en circunstancias que el alza del costo de la vida, según los índices oficiales, había llegado a 7,7%.
En la ley Nº 15.077, de 17 de diciembre de 1962, el señor Alessandri ofreció un 15% de reajuste. La Democracia Cristiana, a través de una indicación del Diputado señor Pareto, presentada en la sesión 16ª, del 19 de octubre de 1962, propuso elevarla al 40%, en circunstancias que el alza del costo de la vida, según los índices oficiales, había llegado al 27,7%.
En la ley Nº 15.141, de 19 de enero de 1963, el señor Alessandri, que también era tan generoso como el ciudadano que está actualmente en la Moneda, ofreció un 15% de reajuste. La Democracia Cristiana, a través de una indicación del Diputado señor Musalem, presentada en la sesión 40ª, del 12 de diciembre de 1962, propuso elevarlo al 50%, en circunstancias que el alza del costo de la vida, según los índices oficiales, había alcanzado a un 45,4%.
Como se puede apreciar, la Democracia Cristiana, mientras fue Oposición, siempre atacó los aumentos inferiores o iguales al alza del costo de la vida y propuso en el Congreso aumentos superiores. Ahora no, porque dar aumentos mayores es inflacionista. ¿Esta forma de actuar es una manera de honrar al cristianismo?
La liquidación del derecho de petición y de huelga. - Cuando el Presidente era candidato, los técnicos y políticos de la Democracia Cristiana elaboraron un Programa de Gobierno de 724 páginas, con 34 capítiulos, que se llamó "Compromiso con Chile".
En este programa se hicieron las siguientes promesas solemnes sobre política social:
1º-Bajo el Gobierno de Frei los derechos esenciales de los trabajadores, como son los de asociación, sindicación, de huelga, remuneración justa y de seguridad social, serán incorporados a la Constitución;
2º-El sindicato será un instrumento de defensa del trabajador; servirá para modificar las estructuras del país y será el factor más importante del desarrollo de la comunidad chilena;
Ahora con este proyecto de "chiribo-nos", todas estas promesas se las lleva el río.
Como lo que pretende el señor Frei es que los chilenos ganen menos, para así combatir la inflación, hay que amarrarles las manos a los trabajadores organizados que presentan pliegos de peticiones todos los años y pueden defenderse mejor frente al patrón ejerciendo el derecho de huelga. Entonces ¡muy simple! Se les quita a los trabajadores la posibilidad de pactar reajustes superiores al de la ley y, además, se les despoja de su histórico e importante derecho a la huelga.
¿Cómo se consuma todo esto? Mediante una disposición agregada a continuación del artículo 21 del proyecto, que dice: "Los derechos de petición, negociación y huelga, se ejercerán en conformidad a las disposiciones pertinentes del Código del Trabajo y leyes complementarias.
Los beneficios económicos que obtengan los trabajadores a través de actas de avenimiento, convenios colectivos o fallos arbitrales acordados o suscritos entre la fecha de vigencia de la presente ley y el 31 de diciembre de 1968 y que excedan los reajustes que la ley contemple, ingresarán al Fondo Nacional de Capitalización."
En el Mensaje se lee que durante el año 1968, el Presidente de la República podrá aplicar el procedimiento previsto en el ar-
tículo 626 del Código del Trabajo, en caso de huelgas o paralización de faenas, por más de 10 días, cualquiera que fuera su causa, la naturaleza del conflicto o la actividad de la o las empresas afectadas. En tales casos, la reanudación se efectuará en las condiciones que resulten de la aplicación de la presente ley.
El artículo 626 del Código del Trabajo autoriza al Presidente de la República para decretar la reanudación de faenas en casos de huelga que pongan en peligro inmediato la salud o la vida económico-social del país.
Examinemos estas disposiciones del proyecto: 1º De acuerdo con la primera parte de este artículo 21, ningún sindicato o grupos de trabajadores que acostumbren a firmar actas de avenimiento con sus patrones, podrán obtener reajustes o beneficios económicos superiores al 20% previsto por la ley. Y como hay que pagar los "chiribonos", este reajuste no será superior al 14%, como ya vimos.
Los trabajadores, en adelante, no tendrán libertad para pedir ni pactar más aumentos que los otorgados miserablemente por esta ley. Por ejemplo, no podrán negociar libremente con las empresas una asignación por feriado, pues ésta excedería del 20% fijado por la ley. Tampoco podrán obtener un 30% de reajuste de las remuneraciones.
¿Dónde queda, pues, el derecho de petición consagrado por el artículo 10 de la Constitución Política del Chile en el año 1924?
¿Dónde queda el derecho a pactar libremente convenios colectivos de trabajo y negociar con las empresas las condiciones de trabajo que deban regir los sindictos durante un año?
El Convenio sobre el Derecho de Sindicación y de Negociación Colectiva de 1949 de la Organización Internacional del Trabajo, ratificado por Chile, dispone en su cláusula cuarta, lo siguiente: "Deberán adoptarse-por los países afiliados-medi-
das adecuadas a las condiciones nacionales, cuando ello sea necesario, para estimular y fomentar entre los empleadores y las organizaciones de empleadores, por una parte, y las organizaciones de trabajadores, por otra, el pleno desarrollo y uso de procedimientos de negaciación voluntaria, con objeto de reglamentar, por medio de contratos colectivos, las condiciones de empleo."
Este convenio, que otorga un derecho esencial a los trabajadores, se lo echa al bolsillo el señor Frei, pues impone obligatoriamente condiciones de empleo y de salarios a los trabajadores chilenos.
La Quinta Conferencia de los Estados de América Miembros de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) adoptó en 1952, en Petrópolis, la siguiente resolución sobre negociación colectiva, con asistencia de Chile:
"3.-Los trabajadores deberán estar en libertad de entrar en negociaciones colectivas para la determinación de los salarios de clases apropiadas de trabajadores y otros asuntos que atañen a su remuneración, así como a otras condiciones de empleo".
Esta resolución se la echa al bolsillo el señor Frei.
2º-En el Mensaje con que se envía este proyecto de ley al Congreso, el Presidente de la República pretende confundir a los trabajadores, expresando que el derecho de huelga se elimina sólo con respecto a las peticiones económicas. Dice textualmente: "Es decir, por el año 1968 se restringe el derecho a petición exclusivamente en las demandas económicas, para así poder beneficiar realmente y en forma pareja a todos los trabajadores. Con esto queda en claro que no se suprime el derecho de huelga, sino que sólo da una regla obligatoria para las peticiones de carácter económico".
Pues bien, resulta que la liquidación del derecho de huega no es sólo con respecto a las peticiones económicas -por supuesto lo más grave- sino que la huel-
ga se liquida totalmente, cualesquiera sean las peticiones que pretendan defender los trabajadores.
Y esto es así porque en el artículo 21 que hemos señalado antes, al Presidente de la República se le otorgan facultades para decretar la reanudación de faenas en los casos de huelga o paralización por más de 10 días; cualquiera fuera su causa o la naturaleza del conflicto.
Ejemplo: un sindicato declara una huelga para obtener una indemnización por años de servicios. Al cabo de diez días se decreta la reanudación de faenas y la huelga termina, porque la reanudación significa que si los trabajadores no vuelven al trabajo, el interventor puede contratar nuevo personal con el pleno auxilio de la fuerza pública.
Entonces tenemos que los trabajadores, en virtud de este proyecto de ley, carecerán de todo poder de presión ante las empresas. No pueden declarar una huelga para obtener un porcentaje mayor de reajuste de remuneraciones que el fijado por el Gobierno, ni por beneficios como asignación de arriendo, ayuda escolar, movilización, colación. Y tampoco van a poder ir a una huelga por más de 10 días para lograr una indemnización por años de servicios o el establecimiento de un servicio médico, porque el Gobierno decretaría inmediatamente la reanudación de faenas.
Este es un atentado monstruoso a la libertad sindical, al derecho de autodefensa de los trabajadores frente al egoísmo, la prepotencia y la explotación del capital. En adelante, de nada servirán los pliegos de peticiones desde el punto de vista legal. El regocijo de los empresarios será indescriptible, como infinitas sus bendiciones a la "Revolución en Libertad".
Los trabajadores del sector público.- Este sector sufre iguales o mayores daños que el sector privado con este pro-
yecto. Recibe también, "teóricamente", un 20% de aumento de remuneraciones. Pero el ahorro forzoso, en vez de llegar al 5% como en el sector privado, llega en su caso hasta el 6,70%.
El personal de Correos y Telégrafos elaboró un cuadro de la aplicación de esta ley para todo el sector de la Administración Pública, que refleja claramente cómo se aplica el garrote: un ahorro que va del 4,47% hasta el 6,70%, y un reajuste del 13,30% hasta un 15,5%.
Quiero, señor Presidente, que pida el asentimiento de la Cámara para insertar este cuadro elaborado por la directiva del personal de Correos y Telégrafos.
El señor MORALES (don Carlos). -
¡ Muy bien!
El señor PARETO (Vicepresidente).-
No hay número en la Sala para adoptar acuerdos, señor Diputado.
El señor PALESTRO.-
-Entonces cuando sea oportuno.
El señor PARETO (Vicepresidente).-
Oportunamente la Mesa solicitará el acuerdo.
El señor CADEMARTORL-¿ Por qué no se pide ahora?
La señora ALLENDE.-
Hay quórum suficiente.
El señor PARETO (Vicepresidente).-
La Mesa lo va a recabar oportunamente.
El señor PALESTRO.-
Los atentados a la previsión.-También el proyecto de "chiribonos", abarca aspectos previsiona-les, por supuesto no para mejorar la situación de los trabajadores chilenos abatidos por las enfermedades, la vejez o la silicosis, sino para peor.
No encontramos una sola disposición en este proyecto destinada a mejorar la suerte de los trabajadores imposibilitados de trabajar. Sin embargo, ahí están durmiendo en el Congreso por culpa del Gobierno los proyectos sobre medicina curativa para los empleados particulares y accidentes del trabajo. ¿Por qué no impul-
sarlos ? ¿ No tiene acaso una mayoría abrumadora la Democracia Cristiana, junto con el Partido Socialista y otros partidos para estos proyectos progresistas?
Sin embargo, nada se hace, pese a todas las promesas de la anterior campaña presidencial. Por el contrario, se arroja a los jubilados a una miseria todavía más profunda. Todos recuerdan que, hace poco, el Gobierno, con la ayuda de la Derecha y del Senador Mauras, vetó una disposición en el Congreso que devolvía a los jubilados de la Administración Pública, el 30% y el 40% de sus pensiones, valores de los que se les despojó el año 1967 por la ley Nº 16.617. .
Y ahora, en este proyecto de "chiribo-nos", le toca el turno a los jubilados del Servicio de Seguro Social. Explicamos: todos los años las pensiones que otorga este organismo, se reajustan en el mismo por-porcentaje que ha subido el promedio de subsidios en el año anterior, con un mínimo de un 15%. El proyecto de ley en discusión, en su artículo 55 dispone que este aumento de las pensiones no podrá exceder del porcentaje de aumento "oficial" del costo de la vida. Y así tenemos, por ejemplo, que si un año el alza del costo de la vida -soñar no cuesta nada- es un 12%, los pensionados del Servicio de Seguro Social no recibirán el 15% como sucede ahora, sino sólo ese 12%. ¡Así cumple el señor Frei sus promesas electorales !
Además, en este proyecto se incluyen otras disposiciones peligrosas, como el artículo 52, que autoriza al Servicio de Seguro Social para disponer de dinero de otros fondos (por ejemplo: de los recursos con que paga las asignaciones familiares) para financiar las jubilaciones. De este modo, en vez de aumentar las asignaciones familiares para 1968 ó los beneficios de cesantía, financia las jubilaciones con dinero de los propios obreros. ¡ Total es fácil, pues con unas cuantas balas se acalla la protesta popular!
El Fondo de Ahorro Nacional es otro engaño de la Democracia Cristiana.
Este proyecto obliga al pueblo a ahorrar mediante los "chiribonos". Este ahorro lo administrará un llamado Fondo de Ahorro Nacional, que va a ser otro organismo burocrático al estilo de CONCI o de la Promoción Popular.
El objeto de este ahorro será, según los "técnicos", invertir en la producción del país, para aumentarla y así dinami-zar nuestro desarrollo económico.
Veamos los errores e incongruencias de este sistema.
-El ahorro no lo hacen los pobres.- En todos los países capitalistas del mundo, en los desarrollados y subdesarrolla-dos, el ahorro lo hacen y practican los ricos. Esto es lógico, porque el sector empobrecido de un país destina todo su salario a vivir, a satisfacer sus necesidades vitales. Una persona ahorra, por ejemplo para comprarse un taxi (formar un capital) cuando antes puede pagar el arriendo, comer lo necesario, educar a sus hijos, vestir a su familia, etcétera.
Con este ahorro forzoso que impone el Gobierno, se obliga a ahorrar a los pobres, a los trabajadores, es decir, a aquellos que no tienen dinero para ahorrar, porque no les alcanza para sus necesidades vitales.
¿Es cierto esto que afirmamos o es pura demagogia sostener que los salarios en Chile no permiten ahorrar al pueblo?
Para evitar dudas, recurramos a las propias palabras del actual Ministro del Trabajodon William Thayer, uno de los más estusiastas partidarios de este proyecto de "chiribonos". Cuando el señor Thayer era abogado de los trabajadores acostumbraba a hacer clases sobre legislación social.
El año 1962, en la Escuela de Temporada de Invierno de la Universidad de Chile, defendía ardorosamente el pago de salarios justos para los trabajadores, di-
ciendo textualmente lo siguiente: "La economía chilena actual demuestra que la masa obrera tiene un nivel insuficiente de remuneraciones y que cualquiera que sea la debilidad de la estructura económica del país, no es retribuida en justicia. Ello resulta ostensible por los siguientes factores: a) Porque la masa obrera en general no gana salarios vitales; b) Porque prácticamente aparece renunciando a satisfacer ciertas necesidades vitales, que al mismo tiempo importan una limitación mortal al consumo y, por tanto, a la producción, a saber: el trabajador no tiene habitualmente una casa propia y digna en la cual vivir (faltan 500.000 casas) ; el trabajador no viste en forma mínimamente satisfactoria (niños descalzos, ropa parchada o usada, escasez de abrigo, etc.) ; la alimentación es insuficiente, según lo demuestran las estadísticas que señalan un consumo biológico insatisfactorio de calorías e, incluso, un descenso del promedio de la estatura, todo lo cual repercute en las condiciones de trabajo y de su descanso; c) Porque su participación en la renta nacional es baja y, todavía más, desde el año 1956 hasta la fecha (1962) ha disminuido de un 54% a un 46%".
Esto opinaba sólo el año 1962 el Ministro del Trabajo acerca de la situación económica de nuestro pueblo. Ahora ya no piensa así, pese a que la pobreza sigue igual. La típica actitud de estos "cristianos".
-El ahorro no se recupera nunca. - Veamos otro aspecto de este despojo que hace el Gobierno de las escuálidas remuneraciones del pueblo.
Si una persona puede efectivamente ahorrar en forma individual, comprará, por ejemplo, estas acciones de una sociedad anónima o un camión. Pues bien, estas acciones o este camión puede venderlos cuando ella quiera, cuando tenga necesidad urgente. Es decir, es de la esencia del ahorro que el dinero pueda recuperarse.
En cambio, según el original sistema de capitalismo revolucionario comunitario de quienes nos gobiernan, las cuotas de ahorro que va a tener el trabajador no las podrá vender nunca. En efecto, el artículo 41 del proyecto dice: "Las cuotas serán intransferibles y sólo podrán rescatarse por su titular a contar del término del tercer año calendario posterior a la fecha de esta ley, mediante retiros anuales proporcionales en dinero o bienes del Fondo en la forma que determine el Consejo General de Administración. . .".
Es decir que:
No puede un trabajador vender sus cuotas de ahorro;
Podrá recuperar sus cuotas de ahorro sólo después de tres años, pero en retiros anuales, de modo que jamás se lo darán de una vez. Este es un sueño. En verdad, este ahorro no se lo devolverán jamás, porque todos sabemos que en Chile nunca se devuelve nada que el Gobierno haya cobrado. Recordemos sólo el impuesto del 1% para la reconstrucción, establecido durante la Administración Alessandri. ¿Quién recuperó este 1% que se iba a devolver después de tres años?
El artículo 42 del proyecto señala los dos únicos casos en que puede usarse este ahorro:
En caso de cesantía de un obrero o empleado puede pedirse este ahorro, pero después del período por el cual tiene derecho a subsidio de cesantía por alguna Caja y por un monto equivalente a este subsidio. Ni un peso más.
Cuando muere un trabajador, sus herederos podrán pagar el impuesto de herencia con este ahorro. ¡Miren la tremenda ganancia!
Se pretende engañar al pueblo afirmando que estas cuotas de ahorro servirán para pagar los dividendos a la COR-VI o instituciones de ahorro y préstamo. Esto es mentira. Veamos el artículo 39 del proyecto.
"Los deudores hipotecarios de la COR-VI, de las Asociaciones de Ahorro y Prés-
tamo y de las Instituciones de Previsión, podrán destinar la totalidad o una parte de los bonos de capitalización (cuotas de ahorro) de que sean tenedores y que estén extendidos a su favor, a enterar la cantidad que deban pagar en los casos de cancelación anticipada del ¡total de sus respectivas deudas hipotecarias".
"Asimismo, los deudores... podrán utilizar sus respectivos bonos de capitalización para amortizar extraordinariamente sus correspondientes deudas, siempre y cuando el monto total de la amortización no sea inferior al 5% de la cuantía primitiva de la deuda...".
Pongamos como ejemplo el de una persona que está pagando una casa a la CORVI que le costó diez millones de pesos. Supongamos que ella tiene al final del año 1968 "chiribonos" por un total de Eº 3Q0, que se lo han descontado implacablemente por planilla como dispone la ley. Estos Eº 300 sólo podrá usarlos si paga el total de la deuda a la CORVI, es decir, los diez millones de pesos; o para reducir el plazo de la deuda, por ejemplo, de 20 a 15 años, pero en este caso debe pagar un 5% mínimo, es decir, Eº 500. En estas condiciones, pagará Eº 200 en dinero efectvio y los Eº 300 restantes en "chiribonos". Pero aquí tampoco hay ventajas para el deudor, por cuanto el monto del dividendo mensual no disminuye, ya que sólo se reduce el plazo de la deuda, de 20 a 15 años.
Como se puede apreciar,. . .
El señor PARETO (Vicepresidente).-
Ha terminado el tiempo del Comité Socialista.
Serán borrados de la versión todos los conceptos contrarios al Reglamento que ha usado Su Señoría.
El señor PALESTRO.-
No hay ningún concepto antiparlamentario.
Le ruego solicitar el acuerdo de la Sala para insertar el cuadro a que me referí anteriormente.
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