
-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/596618/seccion/akn596618-po1-ds1-ds6
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/596618
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/596618/seccion/akn596618-po1-ds1
- bcnres:tieneCalidad = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/2
- bcnres:tieneEmisor = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2769
- rdf:value = " El señor CONTRERAS (don Víctor).-
Hemos escuchado con atención y con todo respeto las observaciones vertidas esta mañana acerca del proyecto en debate, que faculta al Supremo Gobierno para aumentar las plazas en el Cuerpo de Carabineros. Ahora nos corresponde dar nuestra opinión frente a la aprobación o rechazo de la idea de legislar. Pese a todas las diatribas que hemos oído, nosotros daremos nuestra opinión favorable...
El señor GONZALEZ MADARIAGA.-
No me parece haber lanzado ninguna diatriba.
El señor CONTRERAS (don Víctor).-
Su Señoría no tiene por qué sentirse aludido por mis observaciones.
El señor GONZALEZ MADARIAGA.-
Pero dice el señor Senador que se han lanzado diatribas.
El señor CONTRERAS (don Víctor).-
Tengo la costumbre de hablar en plural, pero oportunamente individualizaré a quienes han vertido estas expresiones.
Apoyamos la idea de legislar, pero dejarnos en claro que ello no significa en absoluto que aceptaremos integralmente el proyecto en la forma como lo despacharon las Comisiones de Gobierno y de Hacienda. Nos reservamos el derecho de hacer, en la discusión particular, ios reparos del caso y votar negativamente aquellos preceptos que no nos den entera satisfacción. Por ejemplo, en el artículo 9º, modificatorio del DFL. 299, de 1953, formularemos indicación para que el personal de Prisiones no pierda los derechos adquirirlos y consignados en ese cuerpo legal. Por otra parte, destacamos el alcance del artículo 11, acogido por la Comisión de Gobierno, a proposición del Honorable señor Pablo y del Senador que habla. Dicho precepto modifica lo relacionado con la Sección Pensiones de la Dirección General de Carabineros, a cuyo cargo estará lo relacionado con "la tramitación, liquidación, confección y firma de la Resolución de los expedientes de retiro, pensiones, montepíos, desahucios, asignaciones familiares y devolución de imposiciones, del personal de Carabineros de Chile y de los ex Policías Fiscales y Comunales o de sus beneficiarios legales". Hemos patrocinado este artículo por cuanto beneficia al Cuerpo de Carabineros y acelera la tramitación de los expedientes mencionados en él.
Del mismo modo, la Comisión aprobó, por indicación mía, el artículo 12, por el cual se aumenta el número de consejeros de la Caja de Previsión de Carabineros con un representante del personal de Prisiones, el que será elegido por votación directa y servirá su cargo ad honores. Patrociné esta indicación por estimar indispensable que dicho personal, que goza de derechos civiles, esté representado en aquel Consejo. Nuestra iniciativa no implica desconfianza hacia el director general de Prisiones, a quien no tengo el honor de conocer, sino que obedece al propósito de que en el organismo mencionado tenga voz el personal de tropa del Servicio de Prisiones.
No nos parece justo que, por atender a necesidades de esa naturaleza, podamos ser calificados de poco revolucionarios. Se habla de lucha de clases; pues bien, pienso que de aquella manera defendemos mejor los intereses de los obreros y empleados de nuestro país que haciendo discursos.
Sería largo enumerar los beneficios que se otorgan al personal de Carabineros y de Prisiones, los que nos impulsan a aprobar la idea de legislar.
El Honorable señor Barros considera oportunistas a los Diputados de mi partido que aprobaron el proyecto en general en la Cámara. Estimó contraproducente y contrarrevolucionario aumentar al personal de un cuerpo represivo. Por nuestra parte, pensamos que no debemos cerrarnos a toda iniciativa; tenemos ideas muy claras respecto de Carabineros y mantenemos serias divergencias en cuanto a los métodos empleados por ese cuerpo armado, cuyo personal de tropa no es responsable de los atropellos cometidos en algunas oportunidades, porque se limitan a cumplir órdenes. Son ciudadanos modestos, jefes de hogar, que ingresaron al servicio de Carabineros pese a que en esa institución no habrían de encontrar, en muchos casos, el trabajo más acorde con su vocación. Las condiciones en que se debaten los trabajadores del país los obliga, a menudo, a desarrollar labores que no los satisfacen plenamente, sobre todo tratándose de jefes de hogar que han de mantener a su mujer e hijos. De allí que frecuentemente encontraremos carabineros que ingresaron a ese cuerpo policial muy a su pesar.
No es del caso recordar la historia del Cuerpo de Carabineros, ni soy yo la persona más autorizada para hacerlo, aunque moralmente tenga autoridad suficiente para hablar de éste y otros problemas que se plantean en el Congreso Nacional. Y digo que no soy autoridad desde el punto de vista intelectual, porque no he conocido, como muchos de mis compañeros de bancas, ni los liceos ni la universidad. Eso sí, conozco la universidad de. la vida, pues en ella me he formado y he aprendido a ser revolucionario, pero revolucionario realista, consciente y conductor de masas, para que nuestros representados no vayan por caminos extraviados, a causa de una fraseología seudorrevolucionaria.
El Cuerpo de Carabineros nos merece respeto, pero ni ayer ni hoy ni mañana aprobaremos actitudes represivas en contra de los intereses de los trabajadores. Cuando así ha ocurrido, allí hemos estado nosotros, no haciendo el papel de bomberos ni llegando a última hora, cuando las papas están cocidas. En Valparaíso, durante la huelga de los portuarios, fui víctima de un atropello, junto con los Diputados señores Guastavino y Guajardo. Protestamos de tales hechos en este- recinto y lo harémos ante cualquier exceso o arbitrariedad de este cuerpo policial o de cualquiera otra institución armada. Mientras duró la huelga del cobre, allí estuvimos, semanas enteras, con los Diputados de la zona y con el Honorable señor Ampuero, hasta que se puso fin al conflicto. Insisto, pues, en que hemos combatido y seguiremos combatiendo, con todas nuestras fuerzas, contra todo lo que signifique excesos o arbitrariedades.
Debo manifestar en esta oportunidad nuestro desacuerdo con la forma como se distribuye, en la capital especialmente, la fuerza policial. A menudo, el personal de Carabineros es concentrado en el centro de la ciudad, mientras se deja a los barrios abandonados, a merced de les "cogoteros", con serio peligro para la vida de modestos ciudadanos. Hemos reclamado porque en los retenes de la periferia de Santiago hay personal, pero se atiende mal.
Vivo en un modesto barrio obrero, la población "Dávila". En algunas oportunidades, a requerimiento de los vecinos, he llegado a la tenencia de Carabineros, y jamás he encontrado al oficial de servicio. El miércoles de la semana pasada tuve que estar pendiente, en mi casa, de que me llamaran de la tenencia, en espera del señor oficial de Carabineros. Habían llevado detenidos a dos modestos muchachos por haber recogido unos pedazos de ladrillos. Carabineros los detuvo porque ese material pertenecía a un antiguo cierre de un terreno en donde se construirá el edificio para la Escuela Consolidada Miguel Dávila. Carabineros es celoso en evitar que se lleven unos pedazos de ladrillos; pero cuando se llevaron 400 metros del cierre, a vista y paciencia de todos los pobladores, jamás temaren medida alguna. Protestarnos por la falta de cumplimiento del deber y de cortesía para con un Senador de la República. Estamos contra los excesos y arbitrariedades.
Durante la discusión particular del proyecto, plantearemos nuestra posición, y oportunamente formularemos las indicaciones pertinentes.
El Honorable señor Barros, a quien los Senadores comunistas tuvimos la paciencia de escuchar -esperamos que en esta oportunidad tendrá la misma deferencia con nosotros-, dijo, entre otras cosas, que durante la discusión del proyecto quedará en claro quiénes sirven los intereses de la burguesía y quiénes los del pueblo.
No deseo hacer la historia del Partido Comunista, porque sería largo y cansador. Sería, tal vez, contraproducente exponerla este momento en que todos estamos empeñados en despachar a la brevedad diversas iniciativas. Pero este país es pequeño y todos nosotros, en especial los políticos, nos conocemos. Sabemos qué hemos hecho durante nuestra trayectoria política y qué continuamos haciendo desde estas bancas.
Se dice que somos colaboracionistas y nos niegan el derecho a ser marxistas. Nosotros procuramos, en lo posible, demostrar que somos marxistas. Practicamos la lucha de clases y creemos que los padecimientos y penurias de los trabajadores terminarán cuando se establezca en nuestro país un Gobierno que interprete los anhelos, esperanzas e intereses de aquéllos.
Tal como decía Carlos Marx, deseamos establecer un nuevo orden, destruir el estado capitalista y, sobre sus escombros edificar un nuevo Estado: el Estado proletario. Mas para ello deben existir las condiciones necesarias, un proceso de madurez y un ascenso revolucionario en el país. No pretendemos hacer el papel de un desalmado cualquiera, para dar gusto a unos cuantos ilusos, y desencadenar, como dicen los mejicanos, una "balacera" en algún rincón de Chile, para luego después ser aplastados como ratas. No queremos ese camino para nuestro pueblo. Con nuestras palabras, nuestro ejemplo, nuestro trabajo y nuestra digna actitud, pretendemos convencer a mucha gente de que nuestra posición es justa y revolucionaria y que debe tener fe en nosotros. Creemos ser herederos de las tradiciones de Recabarren, de su trabajo y modestia; de Elias Lafertte y de Galo González.
Viví dos años con Elias Lafertte, en plena juventud. Entonces carecíamos, muchas veces, de la alimentación medianamente adecuada; sólo teníamos un pan y una taza de leche al desayuno, al almuerzo y a la comida. Así nos hemos forjado muchos de nosotros y hemos llegado a ser lo que somos.
Hemos llegado al Congreso Nacional no en busca de una situación económica personal, sino para servir los intereses de los trabajadores. Muchos de nosotros podríamos vivir, tal vez, en condiciones distintas de las actuales, desde el punto de vista económico, pues, como deben de saber los señores Senadores, no somos dueños de la dieta que nos paga el Senado de la República. Escasamente recibimos un sueldo que nos asigna el partido. Y cuando fuimos elegidos, sabíamos qué suerte íbamos a correr, sin conocer cuál sería nuestro sueldo mensual. El Senador que habla -perdonen que me ponga como ejemplo- era jubilado como ex parlamentario, con 29 años de servicios e imposiciones, de los cuales, 21 fueron trabajados, en muchas oportunidades, con la pala en la mano. En consecuencia, estaría disfrutando del sueldo de parlamentario, si no hubiera optado, a sabiendas, por este otro camino: el de defender los intereses del pueblo, con el cual estamos identificados, pues de él hemos salido. Por lo tanto, permaneceremos fieles a su causa.
Como digo, vivimos de un sueldo. Y es lógico que así ocurra, pues los Senadores comunistas, inclusive los que se han ido y los que han sido expulsados del partido, sabíamos que no disponíamos de un centavo ni teníamos de dónde sacar dinero, sin comprometer nuestra independencia personal, para que nuestra actitud y nuestra conducta puedan ser claras como la luz del día y así poder tener autoridad moral ante cualquier circunstancia en que nos encontremos. Sabíamos que la dieta pertenece al Partido Comunista, pues nuestras candidaturas fueron financiadas por nuestros militantes, por el modesto trabajador minero, por quien algunas personas sienten tanta lástima y compasión en ciertas circunstancias, por el campesino, el obrero del pueblo, el empleado, el pequeño industrial y el pequeño comerciante. Por eso, moralmente no somos acreedores a recibir la dieta que paga el Senado, que si bien muchos señores Senadores consideran insuficiente, para nosotros lo es mucho más. Pero estamos ante un imperativo de conciencia. Sin embargo, algunas personas crearon problemas en el Partido, como el Honorable señor Barros, para poder administrar la dieta que no les correspondía.
"
- bcnres:tieneTipoParticipacion = bcnres:Intervencion
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2769
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2623
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- rdf:type = bcnres:Participacion