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- rdf:value = " 5.-CONFLICTOS COLECTIVOS PENDIENTES Y DESPIDOS DE TRABAJADORES EN ELSECTOR PRIVADOEl señor SIVORI (Vicepresidente).-
Puede continuar la Honorable señora Allende.
La señora ALLENDE.-
Señor Presidente, cuando le pedí al señor Ministro una interrupción, que no pudo concedérmela, quería referirme al decreto de reanudación de faenas, que todos aceptamos en el caso de la Asociación Santo Tomás de Aquino, por evitar un mal mayor, ya que la huelga estaba comprometiendo el año escolar de, por lo menos,
14.000 alumnos. Por esa razón, ante este grave problema, estuvimos de acuerdo en la dictación del decreto de reanudación de faenas. Es muy diferente que se aplique en las industrias donde no lo desean los obreros, porque en tales casos se protege a los patrones; de modo que el ejemplo del señor Ministro no viene al caso.
Además, el señor Ministro hizo una larga exposición acerca de la forma cómo se está planeando alcanzar una mejor situación económica para el país. Sin embargo, nosotros estamos viendo que, no obstante sostenerse por el Gobierno que se pretende limitar el alza del costo de la vida, se han enviado decretos que autorizan alzas de precios de ciertos artículos de primera necesidad, los que han sido rechazados por la Contraloría General de la República.
También hemos visto como se ha permitido el alza del precio del cuero en forma permanente y el valor a que ha llegado el calzado en nuestro país. Todo esto influye en los salarios de los obreros y hace que la situación del pueblo sea cada día más angustiosa.
Por otra parte, el hecho de que los obreros se quieran organizar en sindicatos y los pobladores en juntas de vecinos, no se debe a este Gobierno, sino al despertar de los trabajadores y pobladores.
Nosotros estamos viendo que el Gobierno ha tratado de formar un paralelismo sindical. Por nuestra parte, deseamos que se formen sindicatos únicos, por industrias y no un paralelismo sindical.
Lo que ha dicho el señor Ministro son meramente bellas palabras, que ojalá se apliquen, porque estamos viviendo una realidad muy diferente.
Ahora quiero referirme a los demás conflictos que existen en el país, para que el señor Ministro los recuerde y no los deje olvidados, porque los puede llevar a la situación que enfrentan los trabajadores de FERROCRET, con 103 días de huelga. Por eso, voy a seguir leyendo la lista de las diferentes empresas que actualmente se encuentran en huelga.
Tenemos el conflicto de los trabajadores de "Rodados Patito", con alrededor de 100 obreros, que lleva 24 días de huelga. El salario promedio en esta industria es de 4.160 pesos al día. ¿Quién puede vivir en estas condiciones? ¿Cómo puede mantenerse una familia obrera? Pero se hace una reforma educacional y se dice que se construyen muchas escuelas. Sin embargo, los obreros están imposibilitados para hacer que sus hijos estudien ni pueden, tampoco, tener una vivienda digna, porque deben pagar dividendos reajustables que, con el incesante alza del costo de la vida, no están en condiciones de cubrir. Por eso, la Corporación de la Vivienda está tratando de obtener el pago de los dividendos que se le adeudan, que corresponden a gente que, por la situación actual de nuestra economía, no pueden pagar en forma oportuna.
Los obreros de la Fábrica de Rodados "Patito" han solicitado un 40% de reajuste; pero el patrón sólo ofrece un aumento del 12%, a pesar de que su negocio es asombrosamente próspero.
En "Simet" hay 320 obreros, que llevan 23 días de huelga. La escala de sueldos de esta industria comprende cuarenta remuneraciones diferentes, las cuales son bajísimas. No hay acuerdo alguno en vista.
En Industria Cerrajería "Deva" Limitada, sus 180 obreros han cumplido 20 días de huelga. La situación de estos trabajadores es análoga a la de los de la firma anterior.
En la fábrica de cerraduras y candados Scavavini y Cía., S.A.I.C. hay 320 obreros. En ella trabajan 70 mujeres, en condiciones económicas deplorables. El promedio de salarios es de 550 a 600 pesos la hora, es decir, son salarios de hambre. Se plantea un mejoramiento del 70%, pero aún no hay solución en vista.
Hace algún tiempo, los sindicatos de la seda obtuvieron un contrato colectivo de trabajo para toda la industria de este ramo. Después de dura lucha, se aprobó un pliego de peticiones por un año y medio, no por un año. Este hecho es muy importante, porque nadie ignora que el ritmo inflacionario chileno impide plazos dilatados en la fijación de las remuneraciones. Sin embargo, algunas industrias no han aceptado este contrato colectivo, por lo cual se hallan en huelga legal.
Industrias Pichara, que tiene 50 obreros, lleva ya casi dos meses de paralización.
Textil Andina, con 250 obreros, ha cumplido 24 días de huelga; e Industrias Palmer, está en condiciones semejantes.
Además, como han expresado otros señores Diputados, se encuentran en huelga los 60 obreros que trabajan en la industria de calzados "Bata". La huelga ha sido promovida por un sindicato controlado por la Democracia Cristiana. Por eso, quizás, los señores parlamentarios de Gobierno, que no se han interesado por otros conflictos, están tan preocupados de este problema.
A pesar de que los pliegos de peticiones de estos trabajadores han ido reduciéndose considerablemente, tanto en volumen como en significación económica, la situación está en una "impasse", sin posibilidad de una pronta solución, la cual muy bien podría dársele si las autoridades del Trabajo intervinieran en la forma que corresponde.
En cuanto al conflicto de la firma Grace, ¿quién ignora las condiciones de esta empresa imperialista y sus vinculaciones con los grandes grupos de la acción jesuita mundial? Ahora se encuentra en huelga; se trata de...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor ALYWIN (don Andrés).-
¿Qué tiene que ver con los jesuitas?
La señora ALLENDE.-
Pertenece a los jesuitas.
-Hablan varios señores Diputados a la vez,
La señora ALLENDE.-
Porque resulta que algunas instituciones religiosas también son comerciantes.
Se trata de empleados y no de obreros. Es interesante hacer presente que el personal de Grace es seleccionado minuciosamente, pues se realiza un control político riguroso. Pero el hambre es cosa dura y ha hecho que un sector del trabajo rompa sus tradiciones de fidelidad hacia los patrones. Esta huelga, cuyos carteles golpean a la opinión pública a pocos metros del Congreso Nacional, es una prueba de los extremos a que han llegado las condiciones en que desenvuelven su angustiada existencia los asalariados. El caso de Grace, además, es una típica demostración imperialista: por un lado hace gala de cooperación altruista a través de sus fundaciones de beneficencia para América Latina y, por otro, agobia con miseria a sus colaboradores. Estos son los conflictos que me ha correspondido conocer de cerca; pero sé que hay muchos otros, aun en provincias.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor SIVORI (Vicepresidente).-
¡Honorable señor Palestro!
La señora ALLENDE.-
Quiero dejar constancia...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor SIVORI (Vicepresidente).-
Honorable señor Palestro, llamo al orden a Su Señoría.
Honorable señor Palestro amonesto a Su Señoría.
-Hablara varios señores Diputados a la vez.
El señor SIVORI (Vicepresidente).-
Honorable señor Palestro, censuro a Su Señoría.
¡Honorable señor Palestro, lo voy a privar del uso de la palabra!
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor SIVORI (Vicepresidente).-
Honorable señor Palestro, lo privo del uso de la palabra.
El señor PALESTRO.-
Creo que voy a llorar de pena.
La señora ALLENDE.-
Quiero dejar constancia de que, a la situación anterior, hay que agregar otros hechos que vienen a ensombrecer más la posición de las clases trabajadoras en su enfrentamiento con los patrones.
En primer lugar, hoy es un mito la inamovilidad para los trabajadores. En efecto, y con esto también quería referirme a lo que dijo el señor Ministro, si el Código de! Trabajo tiene disposiciones que realmente perjudican a los trabajadores, ¿por qué razón los Diputados de la Democracia Cristiana, que se han dedicado a presentar proyectos como, por ejemplo, el de la Promoción Popular, para lo cual se destinan millones de escudos, no se han dado el trabajo de estudiar a fondo una reforma de este cuerpo legal, a fin de evitar que los trabajadores se vean en situaciones como las que analizamos? ¿Cuándo lo piensan hacer? ¿Cuándo van a empezar a estudiar esta reforma? Eso es lo primero, lo fundamental, que debería haber encarado este Gobierno, si tenía interés por los trabajadores y si se dice representante del pueblo.
La señora LAZO.-
¡Muy bien!
El señor SIVORI (Vicepresidente).-
Honorable señora Allende, el señor Ministro le solicita una interrupción.
La señora ALLENDE.-
Lo siento mucho. Antes de terminar le podría conceder algunos minutos.
En efecto, las disposiciones de la ley respectiva -promovida por el actual régimen- como nosotros lo anticipamos, permite que los empresarios, por simples razones administrativas, puedan disminuir su personal. En el hecho, la limitación de excluir sólo hasta 9 obreros por determinado período -lo que evitaba los despidos masivos- hoy no rige por la razón anotada. Así, puedo señalar el caso de
SOCOMETAL que ha desahuciado a 86 trabajadores.
El fuero sindical es una institución que tampoco tiene hoy vigencia. Los patrones saben que este fuero -que les impide liquidar a los dirigentes- tiene que ser reconocido por sentencia judicial. Estas resoluciones, en los diversos casos que se presentan en la práctica, tardan largos períodos, y como en este lapso los afectados deben buscar algún trabajo para subsistir mientras se les reconocen sus prerrogativas, en el hecho éstas se tornan improcedentes.
Otro hecho que contribuye a que la situación de la clase obrera se haga más y más deficiente es la crisis indiscutible que afecta a una industria que es motor de la economía chilena: la construcción.
Se trata de un problema ampliamente debatido y que no ha podido ser mantenido en la penumbra, a pesar de que la Cámara de la Construcción, controlada por grandes magnates de "la nueva clase", surgida al amparo de la Democracia Cristiana, ha disminuido la intensidad de su ritmo de protesta por la paralización.
Se asevera que hay ocupados directamente en la construcción 150 mil trabajadores. En Santiago, existen datos de una cesantía comprobada de alrededor de 30 mil personas, y sólo en Valdivia y Concepción deben hallarse 20 mil o más obreros sin ocupación. Estos datos son alarmantes en sí, en forma directa para la construcción y por las derivaciones que la estagnación de ésta acarreará para otras actividades derivadas y conexas.
La situación del sector de trabajadores de la construcción es tan alarmante que se está suscitando una especie de competencia -surgida de la tremenda oferta de brazos- que posibilita a los empresarios prescindir de todas las garantías y de los tarifados en vigencia.
Por otra parte, como los constructores contratan a sus operarios para cada obra, y éstas por lo general no duran un año, los pliegos de peticiones, en el hecho, son declarados ilegales, ya que la antigüedad de un año es esencial en los dirigentes que los plantean.
El tarifado nacional de la construcción se encuentra enteramente al margen de la realidad, pues rige desde 1965. Se empezó a estudiar en 1963 para terminar en 1964. Para que este tarifado se ajuste a la realidad actual, hemos presentado un proyecto de acuerdo, que se aprobó. Esperamos que el señor Ministro lo haga efectivo y no pase con él con muchos otros, que se aprueban y después no se aplican.
La situación de los trabajadores conectados a la construcción se torna aún más grave, porque corren el riesgo de disminuir sus faenas las tres grandes industrias del cemento: "El Melón", Polpaico" y Bío-Bío. En efecto, por un lado se anota la restricción de la demanda y, por último, están llegando las importantes partidas de cemento extranjero que se resolvió importar a raíz de la huelga de "El Melón". Las empresas tienen grandes "stocks" y amenazan con disminuir su ritmo de producción. Es muy probable que se produzca la cesantía en estas actividades. Y las disposiciones aprobadas por la Democracia Cristiana así lo hacen posible.
El señor SIVORI (Vicepresidente).-
¿Me permite, Honorable Diputado? Ha terminado el tiempo del Comité Socialista.
El turno siguiente le corresponde al Comité Demócrata Cristiano.
El señor THAYER (Ministro del Trabajo y Previsión Social).-
Pido la palabra, señor Presidente.
El señor SIVORI (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el señor Ministro.
El señor THAYER (Ministro del Trabajo y Previsión Social).-
Señor Presidente, como ya se han adoptado determinados acuerdos en la Honorable Cámara y habiendo abandonado la Sala considerable número de señores Diputados, creo necesario abreviar lo más posible esta intervención. No sé si acaso estamos en ambiente para seguir tratando un problema tan serio como el que se ha abordado esta sesión de esta Cámara. No obstante, hay algunas observaciones que quiero formular muy brevemente.
He escuchado con mucho interés a la Honorable Diputada señora Allende. Ella es una parlamentaria que con alguna frecuencia concurre a las oficinas del Ministerio del Trabajo y a los Servicios del Trabajo.
La señora ALLENDE.-
Así es, y creo que el señor Ministro algún día me tomará en cuenta.
El señor SIVORI (Vicepresidente).-
Está haciendo uso de la palabra el señor Ministro, señora Diputada.
El señor THAYER (Ministro del Trabajo y Previsión Social).-
Señor Presidente, tengo el mayor interés en los problemas que plantea la Honorable señora Allende. La conozco desde hace años y siento mucho agrado al verla, aquí, en el situal de parlamentaria, defendiendo, con tanta vehemencia sus puntos de vista...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor THAYER (Ministro del Trabajo y Previsión Social).-
Fuimos vecinos en Viña del Mar y, tengo razones de amistad personal para escuchar con el mayor respeto sus palabras, a pesar de la diferencia de opiniones que pueda existir entre nosotros.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor THAYER (Ministro del Trabajo y Previsión Social).-
Quiero decirle, respecto de la situación planteada en la Cámara Chilena de Construcción que, en la Ley de Reajustes del año 1965, se dio vigencia legal a los acuerdos del tarifado nacional de la construcción. Fue una decisión que respaldó el Gobierno y el Ministro que habla, aún a sabiendas de que su aplicación iba a traer como sucedió, dificultades muy serias en algunos sectores de la construcción, particularmente en provincias.
Ha sido política permanente del Ministerio del Trabajo propiciar y desarrollar las actividades de las comisiones tripartitas en distintas ramas de la actividad económica, incluso en la construcción. Más aún, nuestro propósito es que la actual estructura de las Comisiones Mixtas de Sueldos se transforme, para dar lugar a una Junta Central de Remuneraciones que sirva de base para la operación de los organismos tripartitos o comisiones tripartitas, que permitan establecer una cierta normalidad en las remuneraciones mínimas de las diversas actividades económicas del país. Se ha hecho referencia a que, de una vez por todas, convendría ir a la modificación del Código del Trabajo.
Quiero que se tengan presentes algunos hechos que parece que no se han considerado adecuadamente.
El Código del Trabajo consta de cuatro libros.
El primer libro ha sido modificado en partes sustanciales. Ha sido modificado en lo referente al preaviso para el término de las relaciones emanadas del contrato del trabajo; también lo ha sido en cuanto a la derogación del desahucio arbitrario o voluntario, como causal de terminación del contrato de trabajo. Ha sido modificado en cuanto al establecimiento de jornadas ordinarias de trabajo, y de jornadas de trabajo ilimitadas, para el sector campesino y para los trabajadores domésticos; ha sido modificado mediante disposiciones que igualan la situación de los empleados y obreros con respecto a cierto tipo de trabajos pesados.
El Segundo Libro ha sido sustancial-mente modificado. Se ha sustituido, en el Título relativo a accidentes del trabajo y enfermedades profesionales, que es la parte principal de ese Título, por el proyecto de ley de que actualmente conoce el Parlamento. Ha sido también modificado, en forma sustancial, el Título correspondiente a la protección de la maternidad.
El Libro Tercero ha sido reemplazado, íntegramente, por dos proyectos de que actualmente conoce el Parlamento.
El Libro Cuarto consta de un primer Título, relativo a la Judicatura del Trabajo, respecto del cual, es cierto, aún no se ha presentado el estudio que está practicando al respecto. En cuanto al Segundo Título, que se refiere a los conflictos del trabajo, ha sido modificado, sustancial-mente, por la ley de sindicación campesina y también lo será cuando se apruebe la reforma del régimen sindical. En cuanto al último Título: "De la Dirección General del Trabajo", fue modificado, ayer, en virtud del proyecto que despachó la Cámara.
Por consiguiente, debemos considerar todas las cosas que se están haciendo. Por lo demás, sólo me he referido al Código del Trabajo. No quiero referirme al gran número de proyectos de ley, o de leyes en tramitación, o de leyes ya promulgadas, durante estos veintidós meses de Gobierno, de positivo adelanto para el país.
El señor MONARES.-
Pido la palabra, señor Presidente.
El señor SIVORI (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Monares.
El señor MONARES.-
He concedido una interrupción al Honorable señor Valenzuela Valderrama.
El señor SIVORI (Vicepresidente).-
Con la venia del Honorable señor Mona-res, puede usar de la palabra el Honorable señor Valenzuela Valderrama.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA (don Héctor).-
En forma muy breve, señor Presidente, quiero hacer notar un aspecto de esta materia.
Sucede que, a veces, en medio del apasionamiento con que se discuten los problemas, no se para mientes en ciertos hechos que son realmente positivos en esta permanente lucha de los trabajadores, en busca de mejores condiciones de vida.
Cuando el señor Ministro del Trabajo realizó su exposición, se refirió concretamente a un hecho respecto del cual parece que los Honorables colegas no han meditado con la debida detención.
Aquí hemos escuchado, como norma permanente, a los Honorables colegas, especialmente del FRAP, referirse en términos contrarios a la aplicación de las disposiciones contenidas en el artículo 142 de la ley Nº 16.464, sobre reajustes de remuneraciones.
Se ha dicho que esas disposiciones permitirán la intervención en favor de los patrones. Esto ha sido dicho aquí.
Hay una responsabilidad muy grande de parte de todos los parlamentarios, en los cuales, importantes sectores del pueblo han puesto su fe y su confianza; nos han elevado a la condición que tenemos, entregándonos el poder y jerarquía que la Constitución nos otorga para servir los intereses populares. Existe una tremenda responsabilidad, digo, cuando por pasión política, en vez de aprovechar aquellos instrumentos legales que pueden servir a los trabajadores, ellos no se emplean, se tergiversan o se desconocen.
Aquí hay un hecho, y lo digo con mucha tranquilidad, para que mediten los señores Diputados...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor GODOY URRUTIA.-
¿Por qué no habla de FERROCRET?
La señora LAZO.-
Estamos en la solución de los conflictos. Eso es otra cosa. Refiérase, Honorable colega, a los otros conflictos. ¿Cómo los van a solucionar?
El señor GODOY URRUTIA.-
¡Van a seguir "emborranchando la perdiz"!
La señora LAZO.-
Se está refiriendo a otra cosa.
-Hablan varios señores Diputados a la-vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA (don Héctor).-
Resulta, señores Diputados, que yo estoy hacienda un llamado para que dialoguemos o pensemos. Pero,...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señ or VALENZUELA VALDERRAMA (don Héctor).-
... en vez de eso, el Honorable señor Godoy Urrutia y la Honorable señora Lazo están lanzando gritos y despotricando respecto de algunas cosas que todavía no he dicho.
Voy a exponer un hecho concreto; bien concreto, Honorable señor Godoy Urrutia. Resulta que la firma RAYONHIL tuvo un largo proceso de conflicto. Esa industria, a petición de los obreros, fue intervenida, de acuerdo con las disposiciones del artículo 142 de la última ley de reajuste. El Gobierno, de acuerdo con las disposiciones de esa ley, designó Presidente de este tribunal arbitral al señor Estanislao León, funcionario del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, quien realizó un trabajo serio, de acuerdo con los términos que esa disposición legal determina. Pero, ¿qué ocurrió? Que se llegó a una conclusión muy precisa: que todos los trabajadores tenían derecho a pedir un reajuste superior al ciento por ciento del alza del costo de la vida, porque las utilidades de la empresa eran superiores a los márgenes justificables y porque era posible hacer que esas mayores remuneraciones de los trabajadores no se traspasaran a los costos.
De ahí, entonces, que, gracias a la mayoría formada por el representante del Gobierno y los representantes de los trabajadores, se pudo conseguir que la compañía RAYONHIL otorgara a sus trabajadores un reajuste del 45% ; vale decir, ascendente a un porcentaje del orden del 200% del alza del costo de la vida.
La señora LAZO.-
¡Eso lo sabemos!
El señor VALENZUELA VALDERRAMA (don Héctor).-
Si lo saben, ¿por qué, entonces, están en contra de una disposición que efectivamente favorece a los trabajadores?
Una actitud efectiva y seriamente revolucionaria no se compadece con el hecho de venir aquí al Parlamento a gritar diciendo que se quiere defender a los trabajadores, si, por otra parte, existiendo una disposición legal que efectivamente los beneficia, se tergiversa, se ataca y se hace lo posible para impedir que se emplee con seriedad. Resulta, entonces, que quienes así actúan, no obstante sus declaraciones cívicas, de hecho están actuando en contra de los intereses de los trabajadores. El caso concreto de RAYONHIL así lo demuestra.
Quería hacer presente que hay una diferencia abismante entre aquéllos que gritan y "patalean", para que los crean revolucionarios, y aquéllos que serenamente estamos aplicando las normas de una auténtica revolución dentro de los marcos de la libertad, en bien de la colectividad y, en especial, en beneficio de los sectores económicamente más débiles, como es el caso de los trabajadores.
Y para reafirmar mis palabras, no con el grito ridículo, ni con la voz destemplada, sino con los hechos, he querido recordar las palabras del señor Ministro del Trabajo, en el sentido de que hay aquí una disposición legal, total y absolutamente revolucionaria, gracias a la cual una firma que tiene ganancias excesivas, pueda otorgar, sin que eso se traspase a un mayor costo del producto, que deba absorber toda la comunidad, a los trabajadores, que contribuyen a crear la riqueza, la parte que les corresponde en mayores remuneraciones.
Nada más.
El señor SIVORI (Vicepresidente).-
Ofrezco la palabra, en el tiempo del Comité Demócrata Cristiano.
El señor CERDA (don Eduardo).-
Pido la palabra, señor Presidente.
El señor SIVORI (Vicepresidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor CERDA (don Eduardo).-
Señor Presidente, me voy a referir en forma breve, dado que nos resta escaso tiempo, al conflicto que se ha planteado en la fábrica de conservas "Aconcagua", de San Felipe, cuyo principal accionista es el Honorable Senador Pedro Ibáñez...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor CERDA (don Eduardo).-
Allí trabajan setenta y tres obreros.
Debo manifestar que este conflicto se ha prolongado, porque antes de que se acordara la huelga, se sacó de la industria la casi totalidad de las frutas en conserva que allí había. Por lo demás, como en esta época esa fábrica no realiza sus actividades habituales, ello ha contribuido para que esta huelga se prolongue tantos días.
Los cinco dirigentes sindicales se han acercado a nosotros para pedirnos que, si cumplido el plazo de quince días, esta firma no ha llevado adelante ninguna gestión positiva, también sea intervenida...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor CERDA (don Eduardo).-
O sea, esos obreros desean que se designe un interventor, tal como se hizo en el caso del conflicto producido en la Industria Bellavista S. A., de San Felipe, en el cual ha estado actuando el señor Estanislao León, que desempeñó esas funciones en el problema laboral de RAYONHIL.
En estas circunstancias, quiero que se haga llegar oficio a las autoridades correspondientes, para solicitar la intervención, por el Gobierno, de la Industria Conservera Aconcagua, a petición expresa de los obreros y dirigentes sindicales, en caso de que no se haya solucionado el conflicto antes de los 15 días de iniciado.
El señor CORVALAN.-
Pido la palabra, señor Presidente.
El señor SIVORI (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Corvalán.
El señor CORVALAN.-
Señor Presidente, durante este debate, yo tenía pensado referirme a uno de los conflictos más importantes que se han presentado en los últimos días en el país, cual es el que afectó a los trabajadores de la industria salitrera del norte. Por suerte para nosotros y, principalmente, para los trabajadores, este conflicto se ha arreglado, habiéndose firmado ya el acta de avenimiento correspondiente, después de la huelga legal.
Sin embargo, como durante este debate se han puntualizado hechos y casos que se suscitan en las luchas sindicales de Santiago y de algunas provincias, no he querido dejar pasar esta ocasión sin dar también mi testimonio respecto de lo que este conflicto significa y, en el futuro, podría significar para el país, porque quiero llamar la atención de la Honorable Cámara, hacia el hecho de que el término del conflicto legal no significa que los trabajadores hayan solucionado, en definitiva, algunos problemas que los afectan, sobre todo, el que existe entre ellos y, específicamente, la Anglo Lautaro.
Se les ha otorgado, como término medio, un reajuste del 25% sobre los salarios; y la experiencia que tenemos a este respecto los parlamentarios de Antofagasta -que yo quiero declarar en esta Honorable Cámara- nos aconseja que, en el caso concreto del mejoramiento de las remuneraciones de los trabajadores, nosotros no debemos -ni podríamos- estar divididos para apreciar estos fenómenos. A pesar de que no estuve presente durante la firma del acta de avenimiento, efectuada en la Intendencia de Antofagasta, quiero declarar también que, desde el comienzo de este conflicto, hemos contado con un gran espíritu democrático y una amplia comprensión de parte de los Diputados democratacristianos de esta provincia. Además, nosotros hemos hecho fe en las gestiones que otros parlamentarios, aun de Oposición, estaban haciendo ante los trabajadores.
El señor VALENTE.-
Estaban sacando las castañas con la mano del gato.
El señor CORVALAN.-
¡No, señor Presidente! ¡Es inexacto! ¡Hemos visitado los sindicatos!
El señor VALENTE.-
¡Estos son los arreglos que hacen Sus Señorías!
El señor SIVORI (Vicepresidente).-
¡Honorable señor Valente, le ruego guardar silencio!
El señor CORVALAN.-
Señor Presidente, ¡nosotros no somos niños chicos para que algún señor Diputado venga a aplicarnos la regla de "palos porque bogas y palos porque no bogas".
Yo no pretendo desconocer la labor de los compañeros parlamentarios de la Oposición en la provincia que represento. Por el contrario, estoy rindiéndoles homenaje, porque siempre ellos han sido comprensivos frente a la actitud de otros colegas, no sólo de mi propio Partido, sino del Partido Radical.
Este hecho les consta a los dirigentes de la Federación Minera, como también al Honorable señor Melo, puesto, que he tenido el mayor interés en acompañarlos, con motivo de que se estaba propiciando una reunión de parlamentarios en la cual, a nombre de siete de ellos, presentaremos una fórmula de arreglo.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor CORVALAN.-
Yo he reconocido esta tarde lo que aquí se ha dicho, -por eso exijo respeto para mis derechos- en el sentido de que, efectivamente, no estuve presente durante la firma del acta de avenimiento; pero he dicho a los Honorables señores Robles, Galleguillos y Melo y al Comité Comunista, Honorable señor Cantero, que estimamos muy justo el reajuste que estaban pidiendo los trabajadores, el cual incluso estaba por debajo de las expectativas de ellos. Además, como parlamentario, he apoyado esta actitud, porque conozco las condiciones deplorables en que estas compañías mantienen a sus trabajadores en algunos campamentos.
Aún más, he pedido la palabra esta mañana para decir que, ante estos pliegos de peticiones y estos arreglos, los parlamentarios de la provincia de Antofagasta tenemos que realizar gestiones ante nuestro propio Gobierno, y después ante la Cámara de Diputados, para hacer exigible la modificación del Referéndum Salitrero, sobre todo del artículo 7°, que no se ha cumplido -como lo denunciamos esta tarde- y que se refiere a la población que la compañía se obligó a construir para sus trabajadores.
Ahora ocurre que algunos señores Diputados y otras personas creen que todas las gestiones que se hacen con ocasión de estos conflictos tiene como base un dilema destinado a ganar votos para sus futuras postulaciones. Por mi parte, creo que este caso no se está dando en la provincia de Antofagasta porque, desde que estoy en el Parlamento -quiero decirlo en esta ocasión- me ha tocado asistir a tres o cuatro conflictos grandes y, cuando, tanto los parlamentarios radicales como los comunistas se han acercado a pedirme apoyo para alguna diligencia, yo les he conseguido medios y vehículos del Estado para que estos parlamentarios sean trasladados a las oficinas salitreras o a las minas, donde han querido ir a plantear sus posiciones a los trabajadores. Así, nosotros hemos marchado con armonía y hemos estado atentos a la solución de los conflicto de los trabajadores.
Creo que de esto debe quedar constancia en la Honorable Cámara, para que no se presente, ante el país, la imagen de que, frente a los conflictos del trabajo, estamos divididos y que nuestros partidos constituyen dos bandos, con lo cual, finalmente, salen perjudicados los propios trabajadores, quienes -repito- están reclamando un alza en sus salarios, porque, en el fondo, la vida en el desierto es mucho más difícil que en cualquier otra parte del país.
Nada más, Presidente.
El señor SIVORI (Vicepresidente).-
Resta un minuto para el término de la sesión.
El señor GODOY URRUTIA.-
Pido la palabra.
El señor SIVORI (Vicepresidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor GODOY URRUTIA.-
Señor Presidente, en relación con el conflicto de FERROCRET, quiero decir que, con el Diputado señor Santiago Pereira, hicimos una gestión ante la gerencia de esa compañía, con la presencia de los dirigentes obreros, para intentar hallar una fórmula de solución, ante el largo tiempo que se ha sostenido este conflicto.
Desgraciadamente, la intransigencia de los industriales que están amparados -ya que están prácticamente en el Gobierno- a través de un señor Senador que es el principal accionista de esa compañía, se ha mantenido hasta el día de hoy, sin que haya una proposición ni vestigio alguno de solución para este largo conflicto.
A mí me da vergüenza, como chileno, la impotencia en que aparecen colocadas las autoridades del Trabajo, en todas las ramas, para encontrar una fórmula de solución a un conflicto que afecta a cerca de 400 obreros que ganan salarios inferiores a los que paga la industria metalúrgica de nuestro país.
Se ha llegado a decir que la empresa no está en situación de absorber el mayor gasto que significaría el aumento de salarios. Si fuera así, sería preferible declarar en quiebra un negocio como éste y no engañar a los trabajadores. ..
El señor SIVORI (Vicepresidente).-
¿Me permite, Honorable Diputado? Ha llegado la hora de término de la sesión.
Se levanta.
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