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- rdf:value = " MOCIÓN DE LOS SENADORES SEÑOR HORVATH, SEÑORA PÉREZ SAN MARTÍN Y SEÑORES BIANCHI Y CANTERO, CON LA QUE INICIAN UN PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL QUE MODIFICA LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA, PARA ESTABLECER EN LA ELECCIÓN DE PARLAMENTARIOS EL PRINCIPIO DE LAS MÁS ALTAS MAYORÍAS INDIVIDUALES Y LAS ELECCIONES COMPLEMENTARIAS COMO MECANISMO DE REEMPLAZO (8798-07)Considerando:
1.- Sabido por todos resulta el hecho de que la democracia, dentro de todos sus matices, aristas e interpretaciones, tiene un fin único e inequívoco; que la gente, mediante mecanismos de participación social directa o indirecta, confiera legitimidad, poder y autoridad a sus representantes. Lo anterior, siempre, basado en el bien común y la voluntad general.
Mediante la celebración de actos democráticos (elecciones, plebiscitos, consultas ciudadanas, referéndums, etc.) la ciudadanía en conjunto emite o permite tomar una decisión, que luego, gracias a los distintos mecanismos del Estado y procesos legales, se convierte en un contrato o pacto social.
Dicho pacto, por haber emanado de la soberanía popular, o voluntad general, debe ser respetado. Es la gente, quien mediante un acto libre y voluntario, expresa sus preferencias por quienes son los más adecuados para representarlos, por lo que su decisión no sólo debe ser aceptada, sino que protegida y respetada.
¿Pero qué sucede cuando todo lo anterior es entendido en la teoría, pero alejado radicalmente en la práctica?, ¿Qué pasa cuando un país tiene representantes con menos del 20% de las preferencias?, ¿Qué pasa con el sistema de reemplazo de los parlamentarios?, ¿Qué sucede cuando los Consejeros Regionales no son elegidos directamente por los habitantes de su región y qué pasa cuando los Intendentes Regionales no son elegidos?. La respuesta parece sumamente simple y bastante conocida para quien sabe de la realidad chilena; se genera desencanto, pérdida de legitimidad y abstención en la participación cívica.
Son estas preguntas las que nosotros abordamos en esta Reforma Constitucional, no sólo enunciándolas en un diagnóstico de la situación actual, sino que proponiendo una solución o vía alternativa a las falencias indicadas a continuación.
2.- El Sistema Binominal y las Primeras Mayorías.
Chile, un país que goza de una institucionalidad fuerte, una economía creciente y de una estabilidad política joven, pero cada día más establecida, parece tener un serio problema; la falta de representatividad.
Hace más de tres décadas, se ideó aplicar en Chile el sistema binominal de elecciones. Un sistema, que para la época, se planteó como conveniente para lograr los equilibrios políticos que permitieran la transición democrática. Eran años de alta confrontación e inestabilidad y tensión política. No se estaba en un régimen democrático y quienes tomaban las decisiones, buscaban un sistema que en un futuro cercano, asegurara la estabilidad política. Se pretendía, generar un equilibrio entre dos bloques, para que existiera un escenario que no tuviera escapes a los extremos y que permitiera los consensos.
Pero la realidad del siglo XXI es distinta a la de finales de los ochenta. El dinamismo social, la alta capacidad de participación, la necesidad de ideas frescas y nuevas competencias, han hecho permitir la conveniencia de superar el sistema binominal. En base a este sistema el año 1989, en total, fueron 11 senadores y 15 diputados los que accedieron al Congreso sin obtener clara mayoría individual para esas elecciones.
Este sistema hoy resulta sumamente excluyente y poco representativo, ya que permite que personas con relativa baja votación sumen votos por lista, superando a otros candidatos que individualmente puedan obtener mayor respaldo. Deja obsoletos a quienes no pueden, no les permiten o no desean incorporarse a las grandes coaliciones, ya que la competencia (con el binominal) se centra dentro de cada coalición. El sistema binominal chileno atenta contra la competencia garantizando a cada una de las dos coaliciones políticas la elección de al menos uno de dos candidatos por distrito. Es por esto, que en ocasiones incluso hoy resulta inconveniente este sistema, ya que se le dice a la gente que su voto, sólo tendrá peso si es concordante con la alianza política que se forme, ya que es muy probable, que por suma de votos en lista, se obtenga a un representante que no obtienen una mínima mayoría de los electores.
Hoy en día el consenso no se logra por igualar o aceptar pensamientos mayoritarios de listas o alianzas, sino que se da mediante la participación, cosa que este sistema binominal, está lejos de garantizar.
Pero el binominal y el no respeto que tiene con las primeras mayorías no es el único problema que aqueja a nuestra democracia actual.
3.- El que el Sistema de Reemplazo:
Una vez electos los representantes, estos tienen que cumplir el mandato temporal que la gente les adjudicó, ni un día más y ni un día menos. La democracia, no sólo se basa en el hecho de elegir a alguien, sino por el respeto a los procesos debidamente reconocidos y amparados por la ley. En el caso de reemplazo por fallecimiento, cambio a un cargo ministerial, resulta más conveniente volver a efectuar un proceso electoral y establecer una fórmula de consulta previa a los electores.
Chile, es una República Democrática. Dentro de los fundamentos esenciales de cualquier República está el hecho de debe existir una independencia clara entre los poderes del Estado. Difícilmente se puede concebir una real independencia entre el ejecutivo y el legislativo si el primero tiene la capacidad de sacar a gente del segundo y nombrar en su reemplazo a quienes quieran, saltándose cualquier tipo de elección popular. Quizá hace años, esta idea era algo aceptable, cuando Chile no contaba con los recursos para hacer una elección cuando se requería un cambio de gabinete, pero hoy, la realidad está muy lejana a esos términos.
Por otro lado, la esencia de la democracia recae en la inexistencia de una imposición arbitraria frente a la voluntad de la gente. No puede ser concebido como normal o aceptable el hecho de que a la gente se le diga de un día para otro que su candidato, la persona que el de manera voluntaria eligió como representante de sus necesidades sea sin una consulta previa
4.- El que la reelección de parlamentarios y autoridades:
La reelección de parlamentarios y otras autoridades no dependerá de pactos o del sistema binominal. Esto lógicamente quedará resuelto y regulado con el cambio del sistema electoral. El fin de binominal y la llegada de un sistema de elección centrado en las primeras mayorías, hará que las elecciones y reelecciones se den de una manera distinta.
5.- El que en cuanto a Regionalización:
Hoy en día no existe un sistema democrático claro y directo para elegir las autoridades regionales. Los Intendentes son nombrados por el Presidente de la República, los Consejeros regionales son elegidos indirectamente por los Concejales. Los Secretarios Regionales Ministeriales son designados por los Ministros y los Directores de Servicio Nacionales. Se traspasa cada vez más fondos a las regiones y las decisiones no siempre responden a los intereses y participación ciudadana.
6.- Las evidencias de que las democracias protegidas (como las denominan autores como Karl Friedrich Krause) fracasan son cada vez más comunes. Las democracias, no deben ser controladas, sino que deben contar con un marco mínimo que les asegure la libertad de actuar. Resulta absolutamente erróneo y equivoco intentar controlar una actividad que por definición se basa en la libertad accionaria.
La abstención en las pasadas elecciones municipales, que bordeó el 60%, no puede ser vista de otra manera como una voz de alerta y una oportunidad de cambio que se debe tomar. Más de siete millones de chilenos no concurrieron a votar, pudiendo ser interpretado como un real voto de desconfianza, disgusto y desapruebo a la política en general o una franca indolencia por la cosa pública.
Lamentablemente este no es un asunto nuevo. El llamado de atención viene de antes. Por ejemplo, para las pasadas elecciones parlamentarias, 5,5 millones de personas no votaron por un candidato electo a diputado, es decir sólo el 32,5% de los ciudadanos está representado en la Cámara Baja.
Tomando en cuenta lo anteriormente expuesto, tenemos la fuerte convicción de que lo más adecuado para una democracia sana, dinámica, representativa e inclusiva, es un sistema que respete y elija a las primeras mayorías, por lo que el sistema binominal de elecciones debe ser superado. No debe existir ningún sistema impuesto que vele por el balance de poder. El consenso tiene su riqueza en su naturalidad respeto por la diversidad. Se da o no. Forzarlo, es un grandísimo error.
Estamos confiados en que sí importa la voluntad general. Esta debe ser escuchada, respetada y cuidada por todos aquellos que han tenido el privilegio de ser electos para ocupar cargos políticos. Creemos que antes de entrar a la discusión de fondo, la que sería el sistema electoral que queremos tener, debemos dar la señal y apuntar hacia un objetivo de bien común. Esa dirección es clara; la valoración y el respeto por las primeras mayorías. Respetar a la gente cuando en conjunto manifiesta su voluntad. Reconocer a quien, para la mayor cantidad de ciudadanos es el que debe representarlos. Poner fin, a la falta de representatividad suficiente.
Esto, por nuestra parte no es algo aislado ni algo nuevo. El 11 de enero de 2012, tres de los Senadores autores de esta Moción, la Honorable Senadora Lily Pérez San Martín, el Honorable Senador Antonio Horvath Kiss y el Honorable Senador Carlos Cantero Ojeda, junto a otros parlamentarios, firmamos en Valparaíso un compromiso frente al país y al Gobierno, donde comprometíamos nuestros votos, voluntad y disposición para poder cambiar este sistema que requiere se mejoramiento. Hoy, más de un año después, mantenemos y resaltamos nuestra postura. Urgen los cambios. La necesidad de traer representatividad real a nuestro país es algo sumamente urgente, y por ello proponemos las siguientes fórmulas y reformas correspondientes.
7.- La conveniencia de regular fórmulas adecuadas de Reemplazo Parlamentario.
Este punto va estrechamente relacionado con el anterior. Si bien, en lo recién descrito queda plasmada la importancia de no prolongar los períodos de ejercicio, resulta igual de importante no terminarlos de manera anticipada, atentando así con la voluntad expresada por la ciudadanía.
Es por esto que creemos que lo más adecuado es que la única causal de reemplazo de un parlamentario debe ser la constatación de una enfermedad invalidante o la muerte. Estamos convencidos de que bajo ningún caso es aceptable que congresistas dejen a quienes les dieron literalmente un voto de confianza para formar parte de un gabinete. En ningún momento pretendemos mirar en menos o desprestigiar cualquier cargo ministerial, pero si consideramos que en ningún caso, su importancia sobrepasa a la voluntad de miles o millones. Alternativas fuera del congreso siempre habrá.
Pero no sólo pensamos que es necesario regular el motivo de salida, sino que también es de suma importancia normar el mecanismo de reemplazo. Tomando en cuenta, que nuestra postura en todos los temas recién abordados se basa en la voluntad general y en el reconocimiento de la importancia de las decisiones ciudadanas, creemos que en caso de reemplazo parlamentario, esta no debe ser la excepción.
Consideramos que el mecanismo más adecuado para un reemplazo de un congresista en caso de muerte o enfermedad invalidante, debe ser el llamado a elección popular en el distrito o región correspondiente. El postulante para dicha elección, deberá salir de una terna (como mínimo) ofrecida por el partido poseedor del escaño vacante. En caso de ser uno independiente, simplemente se deberá llamar a elección popular regular, abriendo las posibilidades a todos los que quieran postular, siguiendo lógicamente la reglamentación y ordenanzas de la legislación de elecciones y escrutinios.
Si bien, creemos que es importante que los partidos sean quienes velen por la continuidad y desarrollo político del país, consideramos que más importante aún es la gente, a la cual no se le debe imponer un reemplazo no deseado. Durante el tiempo que demora la elección, el puesto a reemplazar quedará simplemente sin vacante, o podrá haber un subrogante designado, pero no deseamos que el Congreso sea un trampolín para un gabinete y tal como lo hemos expresado anteriormente, resulta inaceptable vulnerar la voluntad de la gente, con congresistas designados.
8.- En cuanto a Redistritaje o Aumento de Representantes.
Se ha postulado en variadas ocasiones el aumento de representantes en el Congreso, para aumentar así la proporción de representantes sobre representados. Las medidas o fórmulas han sido variadas, desde aumento directo de escaños, hasta un redistritaje o nueva conformación de escaños.
Frente a estas ideas, nuestra postura es clara y simple. No somos partidarios de un aumento de escaños, salvo en dos senadores que representen la recién creada Región de Arica y Parinacota. En cuanto al resto de los postulados, estamos absolutamente abiertos a cualquier tipo de debate o postulación de ideas, siempre y cuando estas no impliquen un aumento en el gasto fiscal. Es responsabilidad y deber nuestra dar señales de austeridad en tiempos cuando nuestro Congreso está sometido a constantes críticas por el mismo tema. No creemos que sea adecuado elevar aún más gasto del Estado hacia el Congreso para dar soluciones técnicas de este estilo. El aumento de recursos, en ningún caso supone un aumento en la eficiencia.
9.- Elección directa de Consejeros Regionales y de Intendentes Regionales.
Postulamos la elección directa y descentralizada al interior de las regiones de los Consejeros regionales (para evitar el centralismo regional) y el que el Intendente Regional se coordine con un representante del Gobierno para armonizar los intereses y políticas regionales con los nacionales. Esta reforma, en cuanto a Consejeros Regionales se encuentra aprobada y en proceso legislativo de Ley Orgánica correspondiente.
Los Senadores que presentamos esta reforma, creemos firmemente en la urgencia de generar los cambios ya comentados. Sostenemos de manera fehaciente el diagnostico que hacemos, por muy crudo y tajante que sea, pero tenemos la más sincera y profunda convicción en que las propuestas que realizamos, son las más adecuadas para enmendar el camino de nuestra apreciada democracia.
Estamos absolutamente seguros que en su mayoría, la voluntad política existe y está disponible para generar estas reformas planteadas, por lo que manifestamos nuestra más clara e irrestricta voluntad de trabajo para lograr que todo lo recién postulado pueda ser realizado.
Esta reforma no sólo constata una realidad que se ha venido escuchando cada vez más fuerte el último tiempo, sino que también es un manifiesto de voluntad. Una declaración de principios e intenciones frente a un panorama, que si bien es negativo, lo vemos con claridad y esperanza de cambio.
Al igual que lo hicimos hace más de un año, volvemos a ratificar nuestro compromiso no sólo político, sino de comprometer nuestro trabajo frente a la ciudadanía, el Congreso y el Gobierno, para lograr una real y autentica representatividad en nuestro país, para velar por las grandes mayorías electas y la voluntad general, para generar un sistema de reemplazo justo y acorde a las preferencias ciudadanas y la voz de la gente, y asegurar que en nuestro país todos tienen voz, voto y participación en política.
Por lo anterior es que venimos en presentar el siguiente.
PROYECTO DE REFORMA CONSTITUCIONAL
CAMBIA EL SISTEMA ELECTORAL BINOMINAL POR EL DE MAYORÍAS INDIVIDUALES
Artículo Único.
Modifíquese la Constitución Política de la República de Chile de la siguiente forma:
1.- Agréguese al Artículo 18 el siguiente inciso tercero nuevo:
En las elecciones de Diputados y de Senadores serán electos los candidatos que obtengan las dos primeras mayorías por distrito y circunscripción correspondiente.
2.- Reemplácese el inciso tercero del Artículo 51 por el siguiente:
En caso de enfermedad invalidante o de muerte de un Diputado o Senador se procederá a su reemplazo mediante una nueva elección popular en el distrito o circunscripción correspondiente. Si restare menos de un año del ejercicio del cargo, esta vacante no será provista.
3.- Eliminar los actuales incisos cuarto y quinto del Artículo 51.
(Fdo.): Antonio Horvath Kiss, Senador.- Lily Pérez San Martín, Senadora.- Carlos Bianchi Chelech, Senador.- Carlos Cantero Ojeda, Senador.
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