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- rdf:value = " El señor NAVARRO.-
Señora Presidenta , la lectura del informe de la otra rama del Congreso permite nutrirse de información valiosa, porque la historia del asunto es más larga. Efectivamente, el Diputado Osvaldo Andrade expone que el concepto de empresa más bien es una condición tributaria o comercial y que no debiera existir en materia laboral. Es una anomalía -así lo describe- cuyo único objetivo apunta a restringir la aplicación de un conjunto de derechos laborales: negociación colectiva, sala cuna.
Estimo, entonces, que la definición que buscamos, o es muy amplia, o, en definitiva, va a seguir siendo restrictiva. Y está claro que la cuestión radica en esto último. Por lo tanto, el debate debiera versar -y se lo hago presente a la señora Ministra - en torno a aquello que va a beneficiar de verdad a los trabajadores.
Respecto del multirrut, adelanto que todos los dirigentes sindicales con quienes he conversado afirman que la norma es un desastre. Y los abogados laboralistas manifiestan que el procedimiento actual efectivamente es más expedito y mejor que el propuesto, pero me dicen que el multirrut dice relación con un acuerdo de la CUT y de la SOFOFA.
--(Aplausos en tribunas).
Me parece, en relación con la empresa, que se debiera pensar en si hay o no voluntad en la Nueva Mayoría, vocera justamente de la mayoría, en orden a elaborar la mejor legislación para los trabajadores. Porque para eso no necesitamos a la Derecha: precisamos solo un consenso al interior de la coalición en cuanto a cómo terminar un debate.
Durante 12 años fui miembro de la Comisión de Trabajo en la Cámara de Diputados y jamás pudimos cambiar el concepto de empresa. Y, producto de tal situación, se cometieron todos los abusos posibles contra el sector laboral. Ahí estaba Fantuzzi , ahí estaba toda la Derecha más dura, y no fue posible cumplir tal propósito.
En ese tiempo decíamos: "No tenemos mayoría", y votábamos y perdíamos. Bueno, hoy día la tenemos para aplicar exactamente aquello que estimamos mejor a fin de que los trabajadores en verdad ejerzan sus derechos y a la empresa le vaya bien.
¡Porque si no hay empresas no hay trabajadores! ¡Si eso está extremadamente claro! Se trata de instalar un concepto de cooperación: si a las primeras les va bien y ganan más, ganan más los segundos. En definitiva, no conozco ningún trabajador que se desempeñe pensando en destruir su fuente laboral. Claramente, lo que necesitamos es un equilibrio adecuado, conducente a que si a la empresa -repito- le va bien, les irá bien a los trabajadores.
Mi pregunta, en consecuencia, dice relación con si la manida definición que nos ocupa efectivamente va a dar esa garantía en favor de quienes hemos venido propiciando el cambio. Aquí hago referencia a la intervención del Presidente del Partido Socialista , el Diputado señor Andrade , quien expresa que el actual concepto solo tiene como objetivo limitar derechos y es más bien propio de otros ámbitos: el tributario, el comercial, pero no del laboral, y que, al definir, lo que hemos hecho es constreñir y, en definitiva, acotar y generar un conjunto de restricciones. Desde ya, es esta noción de empresa la que ha impedido, fundamentalmente, la negociación colectiva o por área y todas las que he señalado.
No alcancé a escuchar a la señora Ministra al inicio de su intervención. Estaba con jibieros analizando cuestiones de pesca, ante el desastre que se registra en los asuntos del mar. La interrogante es si la definición va a garantizar los cinco elementos sobre los cuales se ha registrado un gran consenso, relativos a los males que buscamos remediar: el pago de gratificaciones y la no elusión de utilidades; la continuidad laboral, sin que se diluya; el derecho a sala cuna; una organización sindical respetada y fortalecida, y el establecimiento de una negociación colectiva real en un país donde, no obstante ser un derecho constitucional, solo uno de cada diez trabajadores lo ejerce.
En definitiva, particularmente se debiera fortalecer este último concepto, aun existiendo el remplazo, que anula totalmente la huelga. Ello es un chiste. Digámoslo francamente. Y espero que uno de los compromisos de mi Gobierno sea el de que próximamente nos ocupemos en este asunto, porque la huelga con remplazos no provoca efecto alguno. Entonces, necesitamos una negociación colectiva fortalecida.
Si la definición propuesta cumple taxativamente con dichos aspectos, en especial en materia de negociación colectiva -y pronto lo sabremos, porque en un año o dos nos impondremos de si esta aumentó o disminuyó, de si más trabajadores negocian o no-, cabe la disposición de aprobarla. Si no, estoy por la abstención.
¡Patagonia sin represas!
¡Nueva Constitución, ahora!
¡No más AFP!
He dicho.
"
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