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El señor CORNEJO (Presidente).- 
 
 Tiene la palabra el diputado señor  David Sandoval .  
 
El señor SANDOVAL.- 
 
 Señor Presidente, respecto de políticas tan importantes para el país, sensibles para algunos sectores vulnerables y transcendentes para el desarrollo de Chile, como son la educación y la salud, en lugar de permanecer en esta suerte de trinchera, entre quienes están a favor y quienes están en contra, en que cada uno expone sus mejores argumentos, incluso a veces hasta con falsedades, deberíamos asumir otra actitud, como cuando tramitamos la reforma tributaria, en que todos los sectores políticos terminaron levantando los brazos. 
Pero, curiosamente, respecto de un tema tan importante para la sociedad chilena, como es la educación -por su intermedio, señor Presidente, saludo al ministro de Educación-, no somos capaces de sentarnos a la mesa y pensar, no en las opiniones políticas, sino en el interés superior, en el bien común que significa entregar a todos los niños de nuestro país, independientemente de donde nazcan o estén, una educación de calidad. 
En lugar de estar en esta suerte de trincheras, ¿no deberíamos estar celebrando un gran acuerdo político para construir una política de Estado que influya en la formación, educación y futuro de todos los jóvenes? 
 
(Aplausos) 
 
Esa debería ser la mejor respuesta de un estamento político como la Cámara de Diputados, en el que, se supone, se parlamenta. Pero cuando no se da esa alternativa, surgen las pasiones. 
Son falsas algunas afirmaciones que se han formulado, como la que sostuvo, por ejemplo, el diputado Lautaro Carmona , cuando señaló que en 1973 la inmensa mayoría de los jóvenes tenía grandes rendimientos en materia de calidad. ¡Eso es mentira!  
Recuerdo que el sistema universitario público de 1973 ofrecía, para el año académico siguiente, un total de menos de 40.000 vacantes para todas las universidades públicas de Chile. 
¿Y quiénes estudiaban en las universidades públicas, en forma gratuita, por supuesto? 
¿Quiénes eran esos 40.000 beneficiados? ¿Eran los jóvenes que venían de las poblaciones? 
¿Eran los hijos de las familias más vulnerables? ¡No, señor Presidente! ¡Los 40.000 alumnos privilegiados en esa época provenían de las familias más acomodadas, con más recursos y con un mejor rendimiento escolar! 
Por lo tanto, el diputado Lautaro Carmona  está mintiendo cuando sostiene que durante ese período la educación en Chile era de calidad. ¡Es falso!  
Tampoco era universal, pues la inmensa mayoría de las ciudades y comunas no tenían establecimientos de enseñanza media. Aun hoy, en mi Región de Aysén, que represento, de las diez comunas que la conforman, solo cinco cuentan con establecimientos de enseñanza media. 
En aquella época, en la Región de Aysén solo había tres liceos: uno en Aysén, otro en Coyhaique y el tercero en Chile Chico. Los demás jóvenes no tenían ninguna posibilidad de acceder a la educación. Y estamos hablando del sistema público. El diputado Carmona  habló de los muchos beneficios que había en 1973. ¡Mentira! La inmensa mayoría de los jóvenes no podía estudiar en ese tiempo; quedaban fuera del sistema escolar.  
¿Qué permitió universalizar la educación en Chile? Pese a todos sus defectos -lo que comparto, porque fui alcalde por muchos años-, los que pude comprobar, lo que permitió universalizar la educación fue la municipalización, les guste o no a algunos. La municipalización de la educación permitió habilitar liceos en todas las ciudades del país. Personalmente, levanté un liceo en Cochrane, en la Región de Aysén. Además, transformamos los dos liceos de Coyhaique en polivalentes. 
Entonces, cuando hablamos sobre estos temas, debemos hacerlo con la verdad. Indudablemente, no podemos estar contentos. 
¿Podemos exigirles a los demás lo que no hacemos nosotros? ¿Quiénes de los aquí presentes tienen a sus hijos en colegios municipales? ¡Que levanten la mano! 
 
(Aplausos en las tribunas) 
 
¿Quiénes de ustedes tienen a sus hijos en colegios municipales? Siempre hay excepciones y me alegro de ello. ¿En qué colegio estudió el ministro de Educación? 
 
Un señor DIPUTADO.- 
 
 ¡En el Verbo Divino! 
 
El señor SANDOVAL.- 
 
 Y esa educación le permite que hoy pueda estar representando una postura importante en el tema de la educación. Me alegro de que con la formación recibida de ese establecimiento ahora pueda presentar mejores proyectos en materia educacional. 
Se habla de valorar y promover un sistema público como esencial para otorgar educación y salud de mejor calidad. Al respecto, quiero saber cuántos de ustedes tienen contratos de salud en Fonasa. ¡Solo uno! 
Señor ministro, ¿con quién suscribió su contrato de salud? Y nosotros, ¿dónde abrimos nuestras cuentas corrientes? Hay que poner el acento en lo profundo y relevante. ¡Hay que terminar con la práctica de exigir para los demás lo que no hacemos nosotros! 
De que hay que cambiar la educación, sin duda que es necesario hacerlo. Debemos devolver los patines a los colegios subvencionados y ponerles jets a los colegios municipales, porque ahí es donde hay que poner el énfasis a fin de asegurar una educación de calidad, como la merecen todas las familias e hijos de nuestro país. 
He dicho. 
 
 " 
 
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