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El señor RECONDO (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Lautaro Carmona.
El señor CARMONA.-
Señor Presidente, para nosotros es de significación que en el año 2012, que se ha definido como el Año Internacional de las Cooperativas, en nuestro país se esté debatiendo establecer el 14 de noviembre como el Día Nacional de las Cooperativas.
Las cooperativas, como unidad económica, han hecho una contribución significativa al desarrollo de la actividad en general y en particular, han permitido la integración de sectores relativamente modestos para, por la vía de su propia solidaridad, actuar en giros económicos en beneficio de las familias.
Sería necesario que la motivación que lleva a crear el Día Nacional de las Cooperativas fuera acompañada del anuncio de políticas de Estado orientadas a promover y fortalecer el desarrollo de estas unidades económicas.
El sistema cooperativo chileno es muy significativo, a pesar del contexto histórico en que han debido insertarse en los últimos cuarenta años. Al 31 de marzo, el total de cooperativas vigentes era de 4.770, con 1.315.000 asociados. De ellas, 2.404 se encuentran vigentes y 667 son de la Región Metropolitana. De acuerdo con este catastro, a nivel nacional, existen 58 cooperativas de ahorro. Las más numerosas son las campesinas, las de viviendas cerradas y las de agua potable.
La actual legislación no considera una clasificación de las cooperativas, por lo que pueden combinar fines de distinta naturaleza. La ley N° 19.832, que en 2002 modificó la Ley General de Cooperativas, define a estas como “asociaciones que de conformidad con el principio de la ayuda mutua tienen por objeto mejorar las condiciones de vida de sus socios y presentan las siguientes características fundamentales:
Los socios tienen iguales derechos y obligaciones, un solo voto por persona y su ingreso y retiro es voluntario.
Debe distribuir el excedente correspondiente a operaciones con sus socios a prorrata de aquellas.
Deben observar neutralidad política y religiosa, desarrollar actividades de educación cooperativa y procurar establecer entre ellas relaciones federativas e intercooperativas”.
La únicas que muestran diferencias en relación con estos preceptos son las que tienen un objeto único, como es el caso de las cooperativas de vivienda abiertas, las de ahorro y crédito y cualquiera otra distinta de las establecidas por ley.
La legislación chilena se refiere a las cooperativas de trabajo, agrícolas, campesinas, pesqueras, de trabajo y servicios, entre las cuales se distinguen, a su vez, las escolares, las de abastecimiento y distribución de energía eléctrica y agua potable, las de vivienda abiertas y cerradas, las de ahorro y crédito y las de consumo.
Asimismo, define como cooperativas de servicios las que tengan por objeto distribuir bienes y proporcionar servicios de toda índole, preferentemente a sus socios, con el propósito de mejorar sus condiciones ambientales y económicas y de satisfacer sus necesidades familiares, sociales, ocupacionales o culturales. Pese a lo anterior, las personas pueden crear otro tipo de cooperativas, según sus intereses y necesidades.
Aquí estamos ante un punto relevante. La iniciativa de declarar cada 14 de noviembre como Día Nacional de las Cooperativas traerá como consecuencia directa estimular la creación, la mantención y el desarrollo del movimiento cooperativo en Chile, cuestión necesaria por su cultura, basada en el apoyo mutuo y en el espíritu solidario, valores que, sin duda, deben ampliarse y consolidarse en un nivel más alto, en una sociedad tan afectada por el egoísmo y el marketing.
El establecimiento del 14 de noviembre como Día Nacional de las Cooperativas, junto con valorar el papel que estas desarrollan como unidades económicas, debiera ser consistente y coherente con políticas que les den mejores condiciones y espacios, como manifestación de una expresión mixta de la economía y de la propiedad, frente al desarrollo casi incontenible, en distintos aspectos, del gran capital nacional e internacional.
La actividad que desarrollan las cooperativas no solo implica una cultura de solidaridad, sino también la posibilidad cierta y al alcance de sus socios, de mejorar su calidad de vida y la de sus familias.
Por lo tanto, junto con valorar la iniciativa, en el entendido de que potencia a las cooperativas, organizaciones que durante más de un siglo han realizado aportes a grandes sectores de la ciudadanía, anunciamos nuestro respaldo al proyecto.
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