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El señor ZALDÍVAR (don Andrés).-
Señor Presidente , en este debate las argumentaciones son contradictorias.
Aquí todos estamos convencidos de que el tabaco es dañino. También lo es el alcohol, desde que existe la humanidad; se trata de un problema recurrente.
Entonces, la cuestión estriba en cómo legislaremos.
¿Vamos a reglar a base de una sola ley las conductas de las personas?
Hace cinco o seis años elaboramos aquí una legislación en la cual creímos estar reglamentando. En esta materia, se dijo que un local podría tener espacios para fumadores y espacios para no fumadores, o bien, que podría ser solo para fumadores o para no fumadores.
Todo ello se encuentra reglamentado en la ley N° 19.419, que ahora estamos modificando, en sus artículos 12 y 13, respecto de los cuales seguramente tendremos que determinar después si los derogamos o no.
Ahora, si fuéramos estrictos en nuestro razonamiento, debiéramos terminar diciendo: "Se acabó el tabaco; se cierran las tabacaleras; se prohíbe la importación de cigarrillos y de tabaco de cualquier especie". Y así terminamos con la cuestión.
Pero la realidad es otra. Nuestra realidad como seres humanos se halla en otro cuadro. La solución del problema no está ni estará en la fijación de una reglamentación mínima.
El Ministro nos señalaba: "Establecimos en la ley un artículo 12 que obliga a la existencia, en los locales allí enumerados, de espacios separados para fumadores y para no fumadores, pero es imposible regular si menores de edad entran en los ambientes destinados a fumadores".
¡Y cómo vamos a reglar las prohibiciones que estamos agregando mediante la ley en proyecto si no somos capaces de hacerlo en el caso de las ya establecidas!
Seamos claros.
Yo prefiero atenerme más a la realidad, señor Presidente .
Si alguien concurre a una discoteca o a un casino, lo hace a sabiendas de que allí habrá fumadores y no fumadores. Y si no me gusta fumar, ¡no voy!
Ahora, lo más importante, a mi modo de ver, es que la resolución del problema va más bien por el lado de la educación.
La Senadora Rincón señaló que ayer asistió al colegio de su hijo, donde se dio una charla sobre el tabaco, el alcohol y las drogas.
¡Eso es lo que hay que hacer: más educación, más prevención; no tanta prohibición!
Tampoco soy partidario de la total liberalidad.
Creo que si aplicáramos con más estrictez la legislación vigente en la materia podríamos lograr resultados mucho mejores.
Ahora, yo estoy convencido -lo digo claramente- de que con la iniciativa que nos ocupa no vamos a bajar el consumo de tabaco. ¡Parece que cada vez que se aumentan las prohibiciones crece la venta de cigarrillos y la gente fuma más...!
De otro lado, señor Presidente, se connota la existencia de un costo fiscal.
En efecto, el Estado debe de estar gastando anualmente, para atender a las víctimas del cigarrillo, 2 mil 500 millones de dólares.
Pues bien, si el costo es tan alto, ¡suprimamos el consumo de tabaco! Hagamos una ley clara. Digamos: "De ahora en adelante, en Chile se prohíben el tabaco, las tabacaleras, la importación de tabaco". No tendremos, pues, el costo anual de 2 mil 500 millones. Pero las tabacaleras ya no pagarán impuestos por 1.500 millones al año. En todo caso, el balance será favorable para nuestro país: 1.000 millones de dólares anualmente.
Si queremos ir a los extremos, vayamos.
Señor Presidente , yo no concurriré con mi voto a la aprobación de las disposiciones en comento. Pienso que debemos perfeccionar lo que tenemos. Si hay un lugar donde se puede fumar, que se sepa claramente. Así, la gente que concurra a él conocerá los riesgos.
Por otra parte, se expresa también que se expone a los trabajadores al humo del tabaco y sus efectos.
Yo no tengo respuesta para eso.
El señor LAGOS.-
¡Acá la tenemos!
El señor ZALDÍVAR (don Andrés).-
No, señor Senador. Lo que se propone no resuelve el problema. No hay forma de solucionarlo. No existe una fórmula derecha.
Entonces, yo no voy a concurrir con mi voto favorable, pues no visualizo que lo propuesto sea la salida, ya que no va a la cuestión de fondo.
Reitero que, por las razones expuestas, no me sumaré a la aprobación de las modificaciones pertinentes.
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