-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/638321/seccion/akn638321-po1-ds26-ds43
- bcnres:tieneTipoParticipacion = bcnres:Intervencion
- bcnres:tieneEmisor = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2566
- rdf:type = bcnres:Participacion
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- bcnres:tieneCalidad = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/2
- rdf:value = "
El señor ESPINA.-
Señor Presidente , quisiera exponer primero dos prevenciones respecto del debate del día de ayer, correspondientes a aspectos que aquí se han esbozado, incluso por el señor Ministro , y que no dicen relación con la verdad de lo que tratamos.
Cuando se sostiene, con motivo de la letra d), nueva, que se incorpora al artículo 2º de la ley, que discrepábamos en cuanto a la redacción de lo que se define como espacio interior o cerrado, cabe tener presente que ello no fue porque se quisiera estar en contra de la Organización Mundial de la Salud. La cuestión radica, simplemente, en que el texto no se refería a ese concepto, sino que incluía las terrazas de cientos de casas o departamentos de clase media o de familias humildes como un sitio en que se prohibiría fumar. La medida se le aplicaba a la persona, en definitiva, dentro de su propia vivienda. Pero ese debate se llevó a cabo.
Luego se discutió respecto de los lugares de trabajo, públicos o privados, y se concluyó que la norma respectiva se encontraba mal redactada, lo que era preciso corregir, porque se podía dar la hipótesis de que le estuviera prohibido fumar a una persona aun cuando trabajara sola en un sitio privado. Me parece que eso es derechamente ir mucho más allá del sentido de la salud pública.
En el caso de la letra i), voy a votar a favor. Así como expongo que no se le puede impedir a alguien que fume en su casa particular, en un recinto privado o en un lugar de trabajo, siempre y cuando no afecte a terceros, con la misma coherencia soy partidario -y deseo consignar que fumo- de que ello se prohíba en pubs, restaurantes, discotecas, casinos y casas de juego.
Y tengo un argumento en este último caso: el de que se estaría dañando derechamente a terceros. Porque ¿qué es lo que ocurre en la práctica? Que, muchas veces, quienes no fuman van en compañía de los que sí lo hacen y terminan entrando a lugares donde, en definitiva, se registra objetivamente un perjuicio para la salud de las personas.
Además, deseo subrayar que mientras más restricciones nos ponen a los fumadores, más nos ayudan a dejar de serlo. Y ese es un dato objetivo. Recuerdo que en 1990 se podía fumar en las Salas del Senado y de la Cámara de Diputados, en los aviones, en los aeropuertos. En la medida en que aumentan las limitaciones, el hábito va disminuyendo. Cuando uno quiere ver aquí quiénes fuman, va al patio. Está bien. Es su derecho.
Pero juzgo que la norma que nos ocupa es completamente coherente en el sentido de que, en el caso de un matrimonio, de una pareja, de un grupo de amigos en el que la mitad fuma y la otra no, quien no fuma se ve arrastrado a permanecer, muchas veces, en un ambiente de fumadores. Eso no es bueno, como es obvio, porque efectivamente hace daño.
Mientras más cortapisas razonables se contemplen, sin caer en el excesivo fundamentalismo de que no es posible fumar en ninguna parte, me parece, sinceramente, que la disposición ayuda a los que fumamos, porque nos restringe, nos deja solo algunos espacios donde poder hacerlo -ello no está prohibido en la calle, en un patio abierto-, y contribuye finalmente a enfrentar una cuestión de salud que es real.
En virtud de tales consideraciones, señor Presidente , voy a votar a favor. A mi juicio, es una buena disposición.
Por lo demás, cuando uno recorre -y termino aquí- distintos países, puede observar que la norma existe. Es raro encontrar en ciudades americanas, en países europeos, un lugar donde se pueda fumar. Me ha tocado viajar con amigos con los que, de repente, salimos al exterior cuando queremos fumar un cigarrillo.
El punto no constituye un motivo de demagogia según se trate de trabajadores o de no trabajadores. Le asigno mucho valor a lo relatado por mi Honorable colega García-Huidobro , en la medida en que, efectivamente, ahí se le está poniendo una condición bien complicada a la persona. Porque, contando con una ocupación, pero en un ambiente de fumadores, no es llegar y decir: "Ah, no, muchas gracias, voy a buscar otro restaurante". Entonces, la estamos obligando a desempeñarse en una labor que le va a hacer daño, lo que no me parece justo.
Por ese motivo, estoy de acuerdo con la disposición. Me parece bien. Creo que representa un favor para los que fumamos y para los que no lo hacen, manteniendo el criterio de que la persona tomará la decisión que estime conveniente en relación con los espacios privados.
Me pronunciaré, en consecuencia, a favor de la letra i).
--(Aplausos en tribunas).
Señor Presidente, estoy pareado con el Senador señor Rossi en cuanto al resto de los artículos.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/638321
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/638321/seccion/akn638321-po1-ds26