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El señor MOREIRA (Vicepresidente).- En discusión el proyecto de ley.
Tiene la palabra el diputado señor Carlos Montes.
El señor MONTES.- Señor Presidente , estamos frente a un proyecto necesario e importante para el país, que apunta a fortalecer las capacidades públicas de protección de los consumidores de productos y servicios financieros.
Desde hace años, la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios de Chile (Conadecus), y muchas preocupaciones parlamentarias y de la sociedad vienen señalando con fuerza que tenemos un sistema muy desequilibrado, construido en función de los proveedores de productos y servicios financieros y de la estabilidad de las entidades financieras, pero muy subdesarrollado en la protección de los consumidores de esos servicios.
La reciente crisis internacional ha dejado en el mundo una consecuencia contundente: la necesidad de fortalecer la protección de los consumidores de estos productos. En Estados Unidos de América, por ejemplo, se creó, en julio de 2010, la Oficina de Protección al Consumidor Financiero. Cuenta con autonomía, pero debe actuar en forma coordinada con todas las entidades que supervisan el sistema financiero. Esta oficina, junto a todas las entidades reguladoras, forman el Consejo de Estabilidad Financiera.
En Europa se creó la Autoridad Europea de Supervisión Bancaria, con el doble propósito de proteger al consumidor de productos y servicios financieros, y garantizar la estabilidad del sistema.
Por tanto, hay dos modelos a nivel mundial para la protección del consumidor financiero.
El caso más claro es Reino Unido. Allí existe una entidad encargada de supervisar bancos, fondos de pensiones y seguros, además de velar por el cumplimiento de los derechos del consumidor. En suma, reúne el conjunto de los elementos.
En Chile, estas tareas las tenemos separadas en tres superintendencias, que supuestamente se encargan de la protección de los consumidores, cosa que no ocurre mayormente. Por eso surge el proyecto.
La experiencia y el debate internacional indican que, en nuestro caso, es fundamental una actuación coordinada entre las entidades reguladoras -la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras, la Superintendencia de Valores y Seguros y la Superintendencia de Pensiones- y el Sernac. La idea es que asuman nuevos roles y facultades en la defensa de los consumidores financieros.
A mi juicio, el principal valor del proyecto es que crea una instancia institucional responsable de la protección de los derechos de los consumidores financieros. Ello, por medio de la creación de equipos y unidades, como se ha informado; del otorgamiento de facultades para contar con ministros de fe y del establecimientos de condiciones para información y estímulos de buenas prácticas, mediante el sello del Sernac.
Con la iniciativa, Chile comienza a llenar un vacío que existía en la materia de protección de los derechos del consumidor de productos y servicios financieros.
En todo caso, es bueno recordar que no es primera vez que creamos instrumentos que terminan generando grandes expectativas, y que después tienen serias dificultades para cumplir su rol y terminan generando una tremenda frustración. Es cosa de ver lo que ocurre en forma permanente, por ejemplo, con la Dirección del Trabajo, con el instituto sobre calidad de la vivienda o con la ley de subvenciones. Son dispositivos que se crean para un objetivo, pero, finalmente la capacidad de traducir en resultado esa intención se ve bloqueada por distintos factores institucionales o de otra naturaleza.
Por eso, estimo que el Sernac financiero es como un cañón, pero sin municiones. Valoro su creación, pero, reitero, le faltan municiones.
Es fundamental crear una instancia que articule a los organismos reguladores del sector financiero donde actúa el Sernac. Debe existir un lugar de encuentro, no sólo de coordinación o de transmisión de documentos y resoluciones, para conjugar tanto la estabilidad del sistema como la defensa de los consumidores. Un ejemplo es lo ocurrido a propósito de los seguros contra terremotos. Ayer, la superintendente de Valores y Seguros señaló en el diario El Mercurio que se establecerán condiciones mínimas respecto de seguros de incendio y sismo. Agregó que los seguros deberán cubrir el valor total de la vivienda y no sólo el saldo pendiente del crédito. Asimismo, indico que, cuando sea necesario, la aseguradora cubrirá los costos de arrendamiento o traslado a una vivienda temporal mientras se repara la propiedad dañada. Lo más importante es que la valoración de los daños dejará de ser arbitraria, pues se fijará de acuerdo al costo de construcción.
En el marco de estas normas reguladoras, podrá actuar el Sernac, organismo que protege los derechos de los consumidores. Mientras no existan esas normas -como ocurrió en la situación posterremoto-, el Sernac, por mucho que trate de hacer algo, no puede, porque no cuenta con el marco normativo que le permita defender a los consumidores. Las bases contractuales no contienen normas específicas que lo permitan.
Quiero plantear con mucha fuerza otro ejemplo, porque no estoy satisfecho con la forma como quedó el proyecto. Me refiero a lo que ocurre con financieras informales, como Eurolatina, Los Queñes y otras. Debemos legislar respecto de las cláusulas de aceleración, que son la base de este negocio -tengo en mi poder contratos de Los Queñes-, porque si alguien se atrasa en una cuota tendrá, debe pagar de inmediatamente todo el saldo insoluto y, obviamente, a partir de ese momento, inician los trámites para el remate.
Entonces, se trata no sólo de lo que pueda hacer el Sernac en defensa de los consumidores. Es necesario que existan ciertas normas generales de funcionamiento y contratos específicos a fin de garantizar la defensa del consumidor. En este caso, entiendo que la responsabilidad real en la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras, pero siempre se ha negado a asumirla, razón por la cual Los Queñes continúa estafando gente todos los días.
Se dice que el proyecto posibilitará que el Sernac tenga atribuciones respecto de este mercado financiero formal o semiformal. Tengo mis dudas de que la redacción así lo establezca. Fue un tema que discutimos. Los abogados garantizaron que el Sernac sí podrá fiscalizar. Obviamente, en los contratos a que me referí se establece la cláusula de aceleración. Por lo tanto, las posibilidades de defensa no variarán mientras no exista un pronunciamiento específico al respecto.
Un tercer ejemplo que quiero mencionar dice relación con la repactación de deudas, cobros por concepto de abogados, condiciones en materia de remates, etcétera, elementos aún muy débiles en nuestra legislación y que están en función de interés de la institución bancaria y financiera. Por lo tanto, es necesario replantear ese aspecto, mejorarlo, perfeccionarlo, e manera de que exista un equilibrio. En la actualidad, dichas instituciones pueden hacer prácticamente lo que quieran. Este no es un tema relativo al Sernac, porque las normas permiten que la situación sea así. Existe un conjunto de irregularidades para defender a los consumidores que en su momento adquirieron un crédito, pero, debido a que no pudieron pagar, están perdiendo la vivienda.
En suma, el Sernac continuará siendo débil si no se coordina con otras entidades, como las referidas superintendencias. Por eso, es importante fortalecer esa coordinación.
Como dije, en Reino Unido todo se concentra en una misma institución, y en Estados Unidos de América existe el Consejo de Estabilidad Financiera. Nosotros debemos crear un mecanismo similar. Deseo recordar el caso Inverlink. La descoordinación entre las superintendencias es gravísima. Por lo tanto, si ocurre lo mismo entre éstas y el Sernac, dicho Servicio quedará muy debilitado.
Por lo tanto, además de lo indicado, que es sustantivo y central, resulta indispensable fortalecer las capacidades propias del Sernac. Aquí se fortalece su presupuesto y su equipo. Con el tiempo habrá que evaluar si eso es suficiente. Se fortalece su capacidad para investigar y hacerse parte en los procesos. Está por verse si tiene capacidad efectiva para hacerlo.
Se establece una cierta capacidad, pero no con fuerza para generar mediaciones y producir acuerdos extrajudiciales. Según mi experiencia, es necesario fortalecer el Sernac, porque su facultad es limitada. Incluso, los municipios tienen más facultades para solucionar problemas, por ejemplo, en los condominios. El Sernac no tiene una potestad específica para generar mediaciones, no sólo en este campo, sino también en otros.
Es necesario fortalecer la capacidad para informar y educar a los consumidores. La creación del sello Sernac puede resultar potente y como factor educativo.
El Sernac no tiene capacidad para sancionar o proponer sanciones ante determinadas conductas, lo cual lo hace débil. Todo se resuelve con los ministros de fe. Dicen que llegarán muchos casos a los juzgados de policía local, pero que si las personas no se hacen asesorar o representar por un abogado, estarán en condición de debilidad. Por eso, se sugiere contar con una forma de apoyo.
Por último, el proyecto es un paso importante, pero limitado. No podemos quedarnos sentados y pensar que todo está resuelto. Este es el inicio de algo que hay que ir construyendo de la mejor forma.
El gran desafío que seguiremos teniendo dice relación con conjugar la regulación de los mercados y la estabilidad financiera con la defensa de los derechos de los consumidores.
He dicho.
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