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El señor MELERO (Presidente).- Tiene la palabra el diputado señor Jorge Sabag.
El señor SABAG.- Señor Presidente , nuestra Constitución Política de la República sólo contempla la realización de elecciones complementarias en caso de vacancia del cargo de Presidente de la República , siempre que falten dos años o más para la próxima elección presidencial. En ese caso, el Vicepresidente de la República , dentro de los diez primeros días de su mandato, convocará a los ciudadanos a elección presidencial para el sexagésimo día después de la convocatoria.
El proyecto restablece las elecciones complementarias, sistema que imperaba en la Constitución de 1925. Antes, imperaba el sistema de suplencias hasta 1920. Durante la vigencia de la Constitución de 1925 hubo setenta y ocho elecciones complementarias: treinta de senadores y cuarenta y ocho de diputados, nueve de las cuales tuvieron decisiva influencia en las elecciones presidenciales. Así ocurrió con el “Naranjazo”, tras la elección complementaria realizada el 15 de marzo de 1964 para diputados, en la que, inesperadamente resultó elegido el candidato Óscar Naranjo , lo que influyó en las decisiones de los partidos políticos frente a la elección presidencial de ese año.
De manera que las elecciones complementarias han distorsionado seriamente la voluntad popular en la historia política chilena.
Por ello, no soy partidario de extenderlas también a los parlamentarios. A mi juicio, todo esto nació por un abuso en la interpretación de la Constitución, que llevó al Presidente de la República a nombrar a algunos parlamentarios como ministros de Estado .
Señor Presidente , para evitar esas interpretaciones que van en contra del espíritu de la Constitución -dicho sea de paso, está de moda interpretar los contratos y la Constitución- simplemente se debe modificar el Estatuto Administrativo en lo relativo a los requisitos generales para el ingreso a la administración pública. Bastaría con establecer que no podrán ser ministros de Estado quienes hayan sido elegidos por votación popular y estén en ejercicio de esos cargos. Con esa simple modificación, el actual Presidente de la República no habría podido nombrar ministros de Estado a parlamentarios en ejercicio, que ha sido el origen de la molestia de nuestra sociedad, dado que se está atentando en contra de la democracia y del espíritu de la Constitución.
A mi juicio, la elección complementaria introduce distorsiones en nuestra vida normal. Imagínense, ¡casi ochenta elecciones durante la vigencia de la Constitución de 1925! Eso quiere decir que se debe destinar un día específico para declararlo como feriado irrenunciable para que las personas de un distrito o de una circunscripción puedan sufragar, con el consiguiente efecto sobre la vida social y económica de esos lugares.
Señor Presidente, considero que las elecciones deben ser de derecho estricto. Mientras menos molestemos al electorado, mejor para el país.
Por otra parte, no podemos despreciar la democracia indirecta. Este domingo hay un elección en España, los candidatos son don Alfredo Pérez Rubalcaba y don Mariano Rajoy . Cualquiera que sea nombrado como jefe de gobierno de ese país, nadie habrá votado por él, ya que será elegido en forma indirecta, por el parlamento. También se eligió indirectamente al actual Presidente de Estados Unidos de América , Barack Obama; sin embargo, nadie podría cuestionar que son líderes democráticos, de naciones democráticas.
Por lo tanto, considero que el sistema de reemplazo de vacantes en cargos parlamentarios debe ser perfeccionado, para lo cual se debe prohibir que el gobierno de turno nombre en cargos del nivel central a parlamentarios, ya que no se puede alterar el normal funcionamiento de un Poder del Estado. Debemos buscar algún mecanismo de designación lo más democrático posible y fortalecer los partidos políticos, que tienen un rol fundamental en la democracia de nuestro país.
Sin embargo, no podemos caer en la ritualidad, agotar la democracia en la forma, sostener que si el senador Larraín no fue elegido democráticamente, entonces su origen es espurio. No debemos discriminar. Debemos perfeccionar el sistema, pero, en ningún caso, caer en una suerte de beatería de que todo tiene que ser elegido en forma democrática, porque, de lo contrario, poco menos que el país no funciona.
También se debe enfocar el tema desde el punto de vista del electorado -no sólo desde el político-, es decir, de las personas que necesitan vivir una vida normal y tranquila. Ya hay muchas elecciones. Ahora se elegirá a los consejeros regionales. Ojalá que se haga en el mismo acto de la elección municipal para no tener una nueva elección.
Insisto, las elecciones deben ser de derecho estricto y es necesario perfeccionar el sistema de reemplazo de vacantes de cupos parlamentarios sin elecciones complementarias, que, a mi juicio, vienen a distorsionar la real voluntad popular.
He dicho.
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