-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/638832/seccion/akn638832-po1-ds34-ds51
- bcnres:tieneTipoParticipacion = bcnres:Intervencion
- bcnres:tieneEmisor = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3145
- rdf:type = bcnres:Participacion
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- bcnres:tieneCalidad = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/1
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3145
- rdf:value = " El señor ARAYA (Vicepresidente).- En el tiempo del diputado Enrique Jaramillo, tiene la palabra la diputada María Antonieta Saa.
La señora SAA (doña María Antonieta).- Señor Presidente , agradezco al diputado Enrique Jaramillo que me haya cedido su tiempo.
Lo que está en discusión no es que unos estén por combatir la delincuencia y otros no; creo que todos estamos de acuerdo en que hay que combatirla, aunque, a veces, no coincidimos en los métodos usados para hacerlo, o nos preocupamos por la forma ligera en que se plantean. Recuerdo que cuando el actual Presidente de la República era candidato decía que los delincuentes debían prepararse, porque al día siguiente de asumir iban a ser castigados. Pero después se dio cuenta de que el problema era mucho más complejo de lo que pensaba.
En todo caso, nadie debe poner en duda que estamos en contra de la delincuencia; sostener lo contrario no es conveniente y, además, constituye una falacia, si consideramos que todos los colegas tenemos el mismo interés. En lo que nos diferenciamos es respecto de los métodos en los cuales debe ponerse el énfasis.
Lo que yo critico es que no se le ha dado la importancia debida a la prevención, no obstante que está relacionada con todo el problema. Por ejemplo, ¿qué pasa con los desertores escolares, que es uno de los problemas que los estudiantes nos están haciendo ver con tanta crudeza y profundidad? Cuando un niño deja de asistir a su colegio, ¿qué hace?, ¿en qué ocupa su tiempo?, ¿qué puede hacer en un barrio periférico de la ciudad? ¡Nada! Por ejemplo, los municipios de mi distrito no tienen ni un solo programa para jóvenes y niños; absolutamente ninguno.
Todos sabemos que cuando los jóvenes egresan de cuarto medio, un tercio de ellos entra a trabajar; otro tercio, a estudiar; pero, ¿qué pasa con el tercer tercio de jóvenes? Se quedan en la casa, y después de dos o cuatro meses, no saben qué hacer. Entonces, salen a la calle, se juntan con sus amigos y, muchas veces, terminan haciendo cosas que no debieran. Por otra parte, es imposible que sus familias les planteen alternativas; sencillamente, no tienen alternativa alguna.
Entonces, ¿por qué también no ponemos el énfasis en ese aspecto? ¿Qué vemos que hace el Gobierno? Que pone el énfasis en el castigo y en las penas, lo que hace que las cárceles se llenen; pero no se avanza en la prevención, no se invita a los municipios a desarrollar programas para jóvenes que, en realidad, costarían muy poco. Por ejemplo, la comuna de Huechuraba tiene un presupuesto de más de 18 mil millones de pesos al año, lo que es mucha plata. Sin embargo, no hay ni un solo programa para jóvenes.
¿Qué le preocupa a la alcaldesa de Huechuraba ? Instalar una especie de gran globo, con doce cámaras que vigilen a la población. Ese globo costó 192 millones de pesos y su único objetivo es vigilar todo lo que pasa en la población. Pero -como digo- no hay ni un solo programa de capacitación para jóvenes. ¿Por qué la alcaldesa no invierte los recursos en ese objetivo?
Lo mismo ocurre en Renca, donde se pagan 90 millones de pesos para contratar un artista que vaya a entretener a la gente; pero no existe ni un programa para los jóvenes de la comuna. En los últimos días, en la población San Genaro y en una población cercana al cerro, ocurrieron dos homicidios terribles, espantosos.
En Conchalí tampoco hay ni un solo programa para jóvenes, y por eso una patota de adolescentes desocupados se agarra a balazos con otra pandilla y, al final, matan a una señora que se encontraba cocinando en un quinto piso. ¡Córtenla! La preocupación por la delincuencia también debe pasar por la prevención.
¿Qué se pretende con este proyecto? El Presidente de la República ha dicho que en la vida todo cuesta, que nada es gratis. Entonces, no me extraña que el endiosamiento de la propiedad privada lleve a que las autoridades se preocupen más de vigilar los billetes de los cajeros automáticos que de resguardar la seguridad de las personas.
El colega Felipe Harboe dijo que la pena que se aplicará a los asaltantes de cajeros automáticos será mayor que la que se aplicará a quienes cometan asaltos en la calle. ¿Qué pensará un delincuente avezado? Obviamente, que le conviene más asaltar personas en la calle que robar un cajero automático, porque el primer delito tiene una pena menor.
Eso es lo que estamos discutiendo aquí; no que no nos interese la delincuencia. Simplemente, tenemos una visión distinta, pero seria. Recalco esto último, porque cada vez que los parlamentarios de Derecha dicen algo, engolan la voz para decir: “Seamos serios; discutamos esto con seriedad”. Lo dicen los colegas a los que estoy mirando, que siempre hablan de seriedad. “Seamos serios”, dice el colega Cardemil , cada vez que habla.
Entonces, seamos serios. ¿Por qué robar un cajero automático debe tener una pena mayor que asaltar a una persona en la calle? ¿Qué vale más: una persona o la plata de un cajero automático? Sobre esto debemos discutir, pero aquí se comprueba que tenemos una escala de valores distinta. Creo que muchos colegas de las bancadas de enfrente tienen la misma escala de valores que yo; pero ¡exprésenlo a través de políticas públicas! Hoy, estamos discutiendo una política pública de protección a los bancos, que se llenan los bolsillos con los intereses que cobran, por ejemplo, por los créditos universitarios y los créditos de consumo. ¡Cuánta plata ganan! En algún momento hice alusión a las cobranzas que hacen los bancos en los juicios civiles. ¿Acaso lo hacen para recuperar el dinero? No, lo hacen para cobrar los seguros. Hay miles y miles de causas en los juzgados civiles sobre cobro de deudas que, en realidad, son incobrables. Pero eso no les importa; lo único que les interesa es hacer la demanda para poder cobrar los seguros.
De manera que no debemos legislar al servicio de los bancos, porque ellos tienen recursos para proteger sus cajeros automáticos. Que busquen otras alternativas, como otro tipo de puertas, cajeros con imanes que no puedan ser sacados, etcétera; pero, que no nos hagan legislar para proteger los cajeros automáticos y las utilidades de los bancos. De eso estamos hablando, y con toda seriedad. Es una lástima que no pueda engolar la voz, porque soy como soy. Pero les pido a mis queridos colegas, con toda seriedad, que no aprobemos este proyecto, porque tergiversa grandes valores. No podemos hacerlo y seguir desprestigiando a la clase política con estas medidas, que ya tiene una imagen bastante deteriorada. La gente ya no nos cree, y menos nos va a creer si protegemos más a los cajeros automáticos que a las personas.
He dicho.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/638832/seccion/akn638832-po1-ds34
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/638832