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El señor LAGOS.- Muchas gracias, señor Presidente.
En primer lugar, deseo señalar que la extensión del posnatal a 6 meses es una tremenda noticia, una excelente noticia, esperada en Chile por muchas mujeres, por muchos padres, y, sin saberlo tal vez, por muchas guagüitas que están por venir.
Se trata de una gran política pública, anhelada por innumerables personas durante largo tiempo, respecto de la cual se discutió en bastantes oportunidades si era factible su materialización; si se contaba con financiamiento; si lo más justo era extender adicionalmente el posnatal en 3 meses para las mujeres que podían acceder a él versus las que no calificaban para recibir ese subsidio y solo lo veían en la televisión, en una revista.
Lo anterior fue objeto de una discusión muy profunda, y finalmente se pudo avanzar en esta materia.
Yo no soy de los acomplejados que andan diciendo "por qué no se efectuó antes". En el pasado se hicieron muchas otras cosas. Los países van generando las políticas públicas, las políticas sociales, en función de su desarrollo, de sus recursos, de las demandas ciudadanas y de los liderazgos existentes.
Con anterioridad no se estableció este posnatal. Pero sí un Plan Auge, que es un orgullo y que ayuda a muchos chilenos y chilenas; una pensión básica solidaria, dentro de una tremenda reforma previsional, y un nuevo sistema procesal penal.
Hay numerosas cosas que se pueden hacer, y cada una tiene su tiempo. Es cierto que, con mayor voluntad, es posible conseguirlas antes en algunas oportunidades, pero en otras se debe esperar que maduren.
Y este beneficio, que fue una promesa de campaña, entre otros, del Presidente Piñera , quien ya lo había planteado -aunque puedo estar equivocado- en la elección anterior, cuando compitió con la Presidenta Bachelet , ahora puede ver la luz.
Por lo tanto, en nada me desautoriza o me rebaja decir que es "una gran política pública, buscada por muchos chilenos, en particular por las mujeres".
Pero de la misma forma en que uno debe reconocer lo positivo de haber podido llevarla a cabo, de haber contado con las voluntades y los recursos para ello, igualmente tengo que expresar que habría esperado un discurso más acogedor, más inclusivo, más justo por parte del oficialismo y del Gobierno. Porque, tal como señalaron algunos que me antecedieron en el uso de la palabra, "este proyecto de ley -cuyas enmiendas recién aprobamos, salvo la del artículo 6º- es muy distinto del que ingresó al Parlamento".
Y eso hay que decirlo con todas sus letras.
La presente iniciativa ofrecía 3 meses de subsidio estatal, con un tope de 30 UF para ese tiempo adicional. ¿Y qué obtuvimos nosotros gracias a nuestra porfía? Que el tope subiera a 66 UF, como el que hoy día se entrega por 3 meses. O sea, se ganó gracias a nuestro esfuerzo y a que logramos seducir -diría yo- al Gobierno.
¿Qué pretendía el Ejecutivo ? Limitar las licencias por enfermedad grave de un niño menor a un año. Y conseguimos mantener la legislación tal como está, porque entendimos que, si queríamos terminar con las posibles irregularidades en el uso de ese beneficio, no se lo debía cercenar, sino mejorar su fiscalización.
El Gobierno planteaba reducir el fuero maternal en 3 meses. Logramos hacer que esa propuesta desapareciera.
También intentó eliminar el derecho a alimentación para los hijos menores de 2 años cuyas madres tuvieran jornada parcial o una nueva jornada reducida. Tuvo que retirarlo, y hoy se consagra ese derecho.
El Ejecutivo pretendía, al mismo tiempo, incorporar a más mujeres al beneficio, aumentando su cobertura en 20 por ciento, lo cual representaba una tremenda noticia, pues se consideraba a trabajadoras que nunca habían podido acceder al posnatal producto del tipo de labor que desempeñaban. Pero fruto del trabajo, del esfuerzo y de nuestra porfía ahora se incrementa en 60 por ciento. O sea, es una tremenda ganancia.
Entonces, ¡qué bueno que logramos este acuerdo! Pero debo recordar que nos demoramos cuatro meses en alcanzarlo, y en ese tiempo fuimos injustamente objeto de ataques en cuanto a que no queríamos aprobar el proyecto; que nuestra intención era destruir la agenda del Presidente Piñera . Yo habría esperado que el Gobierno agradeciera a la Oposición, por generar la fuerza y la presión -incluso de varios parlamentarios oficialistas- para modificar lo que realmente era un contrasentido.
Nunca entendí por qué para mejorar algo, como el posnatal, extendiéndolo en 3 meses adicionales, había que cercenar un derecho, en este caso el de alimentación, o reducir el fuero maternal. Y el Gobierno no pudo explicarlo y tuvo que echar pie atrás.
Por lo tanto, desde ese punto de vista lo obrado fue una ganancia, y sigo sin comprender la razón de que para dar un derecho se deba disminuir otro.
Pero más encima se demostró que era posible ser más generosos. Y esa generosidad no la pagará Moya, sino todos los chilenos a través de sus impuestos.
El señor GÓMEZ ( Presidente accidental ).- Terminó su tiempo, señor Senador.
Se le concederá un minuto adicional.
El señor LAGOS.- ¿Eran 5 o 10 los minutos fijados?
El señor PROKURICA .- ¡Dele todo el tiempo no más, señor Presidente!
El señor LAGOS.- El Senador Prokurica me interrumpe como siempre, pero me insta a continuar hablando. Me parece bien.
El señor PROKURICA.- ¡Nunca le puedo dar en el gusto...!
El señor LAGOS.- Le estoy haciendo un reconocimiento, Su Señoría. Se lo agradezco.
Señor Presidente, había espacio para que el Gobierno fuera más generoso con este beneficio tan anhelado, y los recursos estaban.
Sin embargo, otra cosa es si la política para financiar este posnatal -lo discutiremos en el proyecto de Ley de Presupuestos-, que será más caro, resulta sustentable en el largo plazo.
Porque con el posnatal de 6 meses, los recursos para la Educación, los mejoramientos en otras áreas y las propuestas del Gobierno, surge la pregunta de si dispondrán de un financiamiento permanente en el tiempo.
Eso lo vamos a discutir después. Lo importante es que existe la voluntad.
Y, por lo tanto, valoro lo realizado por el Gobierno.
Los países avanzan, y en la medida que lo hacen son más ricos, tienen más recursos.
Cabe consultar, entonces, si esto se podría haber logrado antes. Tal vez. Pero ello no obsta para decir hoy: "qué bueno que contamos con este beneficio".
Sin embargo, hay algo colgando. Yo represento a zonas extremas: Juan Fernández y Rapa Nui (o Isla de Pascua). Y no quiero que los funcionarios públicos de esas regiones se vean afectados por el artículo 6º. Por ello, votaré en contra de él.
Estamos hablando de funcionarios públicos, quienes muchas veces han sido incomprendidos en numerosos temas. Y ahora tenemos la oportunidad, mediante un esfuerzo pequeño del Gobierno, de reponer algo que constituye un derecho adquirido de las mujeres chilenas.
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