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El señor LETELIER ( Vicepresidente ).-
Proyecto, en primer trámite constitucional e iniciado en moción de los Senadores señores Girardi, Kuschel, Ruiz-Esquide y del entonces Senador señor Ominami, sobre responsabilidad por daños ocasionados por animales potencialmente peligrosos, con informe complementario del nuevo primer informe de la Comisión de Salud.
El asunto fue objeto de una petición de segunda discusión.
--Los antecedentes sobre el proyecto (6499-11) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley (moción de los Senadores señores Girardi, Kuschel, Ruiz-Esquide y del entonces Senador señor Ominami):
En primer trámite, sesión 14ª, en 5 de mayo de 2009.
Informes de Comisión:
Salud: sesión 19ª, en 19 de mayo de 2009.
Salud (nuevo): sesión 63ª, en 10 de noviembre de 2009.
Salud (complementario del nuevo): sesión 18ª, en 17 de mayo de 2011.
Discusión:
Sesiones 22ª, en 2 de junio de 2009 (vuelve a Comisión de Salud para un nuevo informe); 19ª, en 18 de mayo de 2011 (queda para segunda discusión).
El señor LETELIER (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ ( Secretario General ).-
El proyecto tiene "simple" urgencia, y vence el 4 de junio.
Sus principales objetivos son promover la tenencia responsable de mascotas o animales de compañía; proteger la salud pública aplicando medidas para el control de su población; resguardar la salud animal y regular la responsabilidad por los daños que sean consecuencia de las acciones de dichas mascotas o animales de compañía.
La Comisión de Salud, en el informe complementario del nuevo primer informe, deja constancia de que discutió esta iniciativa en general y en particular en el trámite de primer informe, y aprobó la idea de legislar el año 2009 por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadores señores Girardi, Kuschel, Ruiz-Esquide y el entonces Senador señor Arancibia.
En cuanto a la discusión en particular, efectuó diversas enmiendas a la moción original, algunas de las cuales fueron acordadas por mayoría de votos.
El texto que se propone aprobar en general se puede consultar en el informe complementario de fecha 11 de mayo del año en curso.
Asimismo, cabe señalar que los artículos 19, 22 y 24 requieren para su aprobación el voto conforme de 21 señores Senadores.
La Comisión de Salud deja constancia de su propuesta de archivo de un proyecto originado en la Cámara de Diputados (boletín N° 2.696-11) y de la moción del Honorable señor Bianchi (boletín N° 5.847-11), cuyas ideas se encuentran recogidas en la iniciativa en discusión.
También propone que este proyecto, en la discusión particular, sea conocido por la Comisión de Hacienda para que informe sobre los preceptos que impliquen gastos o incidan en la administración financiera o presupuestaria del Estado.
Finalmente, la Comisión sugiere cambiar la denominación del proyecto por la siguiente: "Proyecto de ley sobre tenencia responsable de mascotas o animales de compañía".
El señor LETELIER (Vicepresidente).-
En la segunda discusión, tiene la palabra el Senador señor Horvath.
El señor HORVATH.-
Señor Presidente , quisiera que esta iniciativa -lo dije en la sesión pasada- se viera teniendo a la vista la ley N° 20.380, sobre protección de los animales, la cual claramente establece las fórmulas de tenencia responsable que deben seguir las personas -incluso fija los métodos educativos en este sentido- y de control sistemático de la población canina y felina.
Por otro lado, los Códigos Civil y Penal también determinan con nitidez las responsabilidades -inclusive objetivas- cuando alguno de estos animales ocasione daño o exista hasta un cuasidelito de homicidio.
Entonces, deseo pedir a la Sala que esta iniciativa sea vista de nuevo por las Comisiones unidas de Salud y de Medio Ambiente, a fin de establecer cuán necesaria es. Porque si hay leyes vigentes y se encuentran pendientes los respectivos reglamentos, no hay razón alguna para seguir avanzando en esta tramitación, puesto que, en el fondo, el asunto ya está resuelto. En efecto, ya se han entregado las respectivas facultades a las autoridades competentes para proceder acerca del tema en cuestión, que se pone en el debate público cada vez que un perro ataca a una persona y su dueño es sindicado como responsable. Además, están los instrumentos como para que esa tenencia responsable se ejerza en plenitud.
Así que, más que entrar al fondo del proyecto, yo pediría que este se revisara a la luz de la legislación vigente, de los reglamentos que se hallan pendientes, y, conforme a ese escenario, se viera si tiene sentido avanzar con su tramitación.
El señor LETELIER (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Ruiz-Esquide.
El señor RUIZ-ESQUIDE .-
Señor Presidente , este proyecto de ley contiene una idea que venimos discutiendo desde hace muchísimo tiempo. Se ha traído a la Sala en dos oportunidades -no recuerdo bien, pero a lo menos en una- porque había dentro de la Comisión de Salud un debate de muy difícil resolución sobre el punto específico de la eutanasia. Remitida la iniciativa una vez más a dicho órgano, se rechazó la tesis de la eutanasia, que antes habíamos aprobado para que tuviera lugar con recomendación, cuidado, precaución de los veterinarios.
Ahora, previo a hablar en general sobre el proyecto, quiero referirme al planteamiento de que vuelva a la Comisión.
En la Comisión de Salud, señor Presidente, siempre hemos sido muy abiertos para que las iniciativas regresen a ella cuantas veces sea necesario a los fines de considerar las prevenciones formuladas por los señores Senadores.
Pues bien, en esta materia hemos recibido de manera permanente presiones y reclamos porque la ley en proyecto no se despacha. Sin embargo, debemos tener en cuenta las acciones provenientes de ambos lados: antes, la de aquellos que sostenían que había que revisar el texto para quitar lo de la eutanasia, y ahora, la de quienes están siendo atacados (desgraciadamente con mucha frecuencia) por perros en todas partes de Chile debido justamente a la falta de una legislación que obligue a cuidarlos como corresponde.
Entonces, mi opinión es contraria a remitir una vez más la iniciativa a la Comisión, pues ya la hemos analizado suficientemente. Ello, por cierto, sujeto a que la Sala determine otra cosa.
En todo caso, señor Presidente, permítame hacer algunos planteamientos relacionados con lo que significa este proyecto.
Su primer título hablaba de "cuidarse de los perros peligrosos". Pero lo cambiamos, y dijimos "tenencia responsable".
Después de eso, todo el articulado se volcó hacia cuatro elementos básicos: educación a las personas -este es el centro de la cuestión-; entrega a una autoridad determinada de los mecanismos conducentes a concretar las propuestas que formulábamos en la ley en proyecto; entrega a las municipalidades de dinero suficiente para actuar, y generación de una red de funcionarios e instancias que dieran cuenta de lo que debía hacerse en cada uno de los pasos que proponíamos.
Por eso, creemos que esta iniciativa constituye un avance sustancial. Se encuadra dentro de la normativa aplicada habitualmente en diversos países. Y corresponde, asimismo, a lo que han hecho algunas municipalidades en Chile.
De otra parte, es muy respetuosa de los derechos de las personas y, también, de la relación que ellas logran establecer con sus mascotas.
Pero, señor Presidente -insisto-, estamos llegando -excúsenme por señalarlo así- a algo bastante distorsionado.
Se ha hecho mucha cuestión de que este proyecto podría generar una actitud muy negativa con respecto a las mascotas. Y se formula una crítica generalizada sobre la dureza de lo que proponíamos.
Se ha llegado al exceso -a mi juicio- de que, cuando sucede algo que hiere a una mascota o le provoca la muerte, se produce un gran escándalo en el país -y lo comprendo-, lo que, sin embargo, se contrapone con el hecho de que, al fallecer una persona -anciano, niño, en fin- por la mordida de un perro, da la sensación de que a nadie le importa demasiado: la prensa no lo incluye en sus editoriales; la reacción de bastante gente es más bien a decir: "No importa, porque el perro no tiene conocimiento de lo que hace".
En tales condiciones, señor Presidente, quiero expresar mi apoyo a la ley en proyecto. Creo que caminará bien. Se ha hecho un esfuerzo por traducirla en programaciones, sanciones e incentivos suficientes, claros, adecuados y convenientes.
Insisto en que no soy partidario de lo que solicitó el Senador que me antecedió en el uso de la palabra, pues esta iniciativa ya ha vuelto muchas veces a la Comisión de Salud. Pienso que llegó el momento de discutirla, votarla y despacharla como ley, pues es parte de la solución de uno de los problemas más graves que desgraciadamente afectan a Chile. Porque no solo se trata de cuidar más a las mascotas y, sobre todo, a las personas, sino también de procurar conseguir desde el punto de vista sanitario un control que hasta la fecha resulta imposible ejercer -este proyecto puede permitirlo-: el de la enorme cantidad de perros existente en las ciudades chilenas, y muy especialmente en los puertos.
He dicho.
El señor LETELIER ( Vicepresidente ).-
Le ofrezco la palabra al Senador señor Gómez.
El señor GÓMEZ.-
Señor Presidente , antes de que yo opine sobre el proyecto, quizás sería bueno resolver acerca de la propuesta que hizo el Senador Horvath. De lo contrario, podríamos estar discutiendo algo que volvería a la Comisión de Salud, si así lo aprobara la Sala.
El señor LETELIER (Vicepresidente).-
Discúlpeme, señor Senador, por la manera de formular el siguiente planteamiento.
El proyecto anterior tenía que ver con la idea de evitar los tratos crueles contra los animales; el actual dice relación con los dueños de los animales y sus responsabilidades. En tal sentido, abordan materias distintas. Y por eso los autores insistieron en que el que nos ocupa esta tarde se discutiera como se halla formulado.
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor GÓMEZ.-
Yo solo iba a pedir que alguien informara, señor Presidente .
El señor LETELIER ( Vicepresidente ).-
Muy bien, señor Senador.
Solicito el acuerdo de la Sala para que el Honorable señor Gómez dirija la sesión momentáneamente, pues quiero intervenir después del Senador señor Rossi, a quien le doy la palabra.
--Se accede, y pasa a dirigir la sesión, en calidad de Presidente accidental , el Honorable señor Gómez.
El señor ROSSI.-
Señor Presidente , este ha sido un tema tremendamente debatido en la Comisión de Salud, porque de alguna forma están en juego muchos intereses, todos muy legítimos.
Hemos escuchado a víctimas de mordeduras de perros. Y, cada vez que hay un incidente como el de Peñaflor, los ojos de la opinión pública se vuelven hacia el Congreso, en circunstancias de que con relación a la tenencia de mascotas hay bastante legislación y, más bien, faltan reglamentos para establecer ciertas regulaciones.
Por otro lado, hemos escuchado a las agrupaciones proteccionistas, que nos hablan de la ley de -valga la redundancia- protección animal; de lo que hoy día dispone el Código Penal, en su artículo 191 bis, que trata de las sanciones aplicables a quienes cometan maltrato o actos de crueldad contra los animales.
Hemos oído también a los municipios, que siempre aducen no tener los recursos necesarios para hacerse cargo del problema sanitario y social que representan los perros vagos que deambulan por las calles.
Por tanto, como Sus Señorías pueden ver, el tema de los perros vagos, sea con dueño o sin él, es bastante complejo y tiene muchas aristas.
Ahora bien, en lo que estamos todos de acuerdo es en que la génesis de los perros de la calle, de los perros abandonados, se sitúa en la tenencia irresponsable de mascotas; en la falta de una cultura donde la sociedad asuma que poseer un animal de compañía exige responsabilidad en cuanto al cuidado veterinario, a las instalaciones que se le ofrezcan, a su alimentación. Y ello implica la esterilización; el contar con cercos seguros para evitar que la mascota salga del lugar destinado a ella y muerda a un vecino, en fin.
Entonces -reitero-, este proyecto se hace cargo de una realidad muy compleja.
Básicamente, por un lado, perseguía abordar la tenencia responsable de mascotas, mediante un cambio cultural, a través de la educación, sancionando a quienes cayeran en conductas irresponsables que dieran origen a perros abandonados; y por otro, se preocupaba del control de la población canina, punto desde donde surge lo concerniente a los programas de esterilización masiva.
¿Cuál es, señor Presidente , el problema que presenta esta iniciativa y por lo que -imagino- el Senador señor Horvath planteó enviarla de nuevo a Comisión? Que en su tramitación hemos evidenciado que para ponerla en práctica se requieren recursos.
Se plantea facultar al municipio para que asuma un rol central en el control de la población canina, pero él señala que no dispone de los recursos necesarios para cumplir dicha función.
Por otro lado, la autoridad sanitaria no cuenta con personal para llevar a cabo su tarea en ese ámbito.
Resulta evidente que las municipalidades, si les asignamos aquella responsabilidad, deberán operar de acuerdo con un criterio a nivel nacional, con una regla que ha de establecer la autoridad sanitaria.
De otra parte, entendemos que también se debe abordar lo relativo a la tenencia responsable de las mascotas.
Por lo mismo, le pedimos al Gobierno financiamiento para el proyecto.
¿Qué nos planteó el Ejecutivo ? Que quería separar la iniciativa.
Eso es bien importante. Porque lo que propone el Gobierno -en esto asumió protagonismo el Ministro del Interior , quien, según nos informaron desde La Moneda, se hizo cargo de la tramitación- es dividir el proyecto en dos: por un lado, un texto concerniente a la tenencia responsable de mascotas, enfocado más bien -por así decirlo- a los perros con dueño; y por otro, un texto que se haga cargo de la cuestión sanitaria, de salud pública con relación al control de la población canina, estableciendo ahí los roles que les corresponden al municipio, a la autoridad sanitaria, y determinando quién otorga los recursos y cómo se entregan.
Al final del día, el Gobierno no ha enviado las indicaciones necesarias para regular ambas materias. Y por ello decidimos remitir el proyecto a la Sala, a fin de que se abra un período para que formulen indicaciones tanto los parlamentarios como el Ejecutivo.
Creo que lo más importante en este minuto es que los municipios, si van a asumir la responsabilidad descrita, dispongan de los recursos suficientes. Estamos hablando de programas de esterilización masiva, los cuales implican un alto costo.
También es del caso puntualizar -y lo conversamos con organizaciones de defensa de los animales- que existe legislación sobre la materia en comento, pero, lamentablemente, no se han elaborado los reglamentos pertinentes.
Ese es un punto muy significativo, señor Presidente .
Entonces, independiente de que prosiga el debate en esta jornada, sugiero que el proyecto pase de nuevo a la Comisión de Salud y que se abra un período para presentar indicaciones, esperando -de acuerdo a lo comprometido por el Ministro del Interior - las del Ejecutivo , que apuntan en dos direcciones: al control de la población canina (perros vagos, de la calle) y a la tenencia responsable de mascotas, o sea, de perros con dueño.
He dicho.
El señor GÓMEZ (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el Senador señor Letelier.
El señor LETELIER.-
Señor Presidente , estimados colegas, parto haciéndome cargo de la reflexión del Senador Horvath respecto a la ley No 20.380.
En el Título I -relativo a su objetivo y ámbito de aplicación- se dispone: "Esta ley establece normas destinadas a conocer, proteger y respetar a los animales,...". O sea, dicha legislación tiene que ver con un tema distinto del que estamos discutiendo, que dice relación con la responsabilidad de los dueños de las mascotas.
En tal sentido, no soy partidario de que evitemos cumplir este paso legislativo: necesitamos aprobar en general un proyecto de ley sobre tenencia responsable de animales.
Quizás la dimensión más importante de la iniciativa en análisis se vincula específicamente con la obligación de las municipalidades -se consigna en el artículo 5o, Título II- de "dictar una ordenanza sobre la tenencia responsable de mascotas".
Actualmente, nadie se hace responsable de ellas. En algunos casos los dueños son absolutamente irresponsables. No asumen su tenencia. Por la mañana sueltan a las calles a sus animales -particularmente a los perros- y los recogen al final del día para que vuelvan a vivir en la casa durante la noche. O sea, la tenencia diurna no es responsable.
Señor Presidente , considero clave facultar a las municipalidades para dictar una ordenanza en el sentido expuesto. Y ella debería incluir la obligación de registrar a los animales en cada municipio; un sistema de identificación; el pago de patente, y la aplicación de multa, por tenencia irresponsable, a los dueños de animales que deban ser recogidos por andar circulando solos en la vía pública. Ello generaría un mecanismo de financiamiento para obtener los recursos que se necesitan a fin de impulsar planes especiales de esterilización u otras medidas, como la mantención de los centros que históricamente se conocían como "perreras", para la permanencia de los animales recogidos en la calle.
Lo incorrecto, señor Presidente, es no asumir que estamos frente a un grave problema de salud pública, que agrede a las personas que no quieren mascotas o a aquellas que las desean y son responsables en su tenencia.
No es correcto que el Congreso Nacional, y especialmente el Senado, no avance en fijar las normas aplicables a quienes gustan de los animales, quieren tenerlos, pero no siempre saben hacerlo en forma responsable.
Sí, planteo -y será mi posición durante el debate en particular- que deberíamos eliminar del proyecto en análisis los elementos relativos a la calificación de "animales peligrosos".
No hay razas peligrosas per se. A los animales -en particular a los caninos- se les enseña a desarrollar actitudes más agresivas; se les entrena para esa finalidad, o se les generan tales comportamientos cuando la tenencia es irresponsable. Así, los perros que viven amarrados a un cable -como ocurre habitualmente en el campo- para que se desplacen en un espacio limitado mostrarán, por supuesto, actitudes más agresivas que las de aquellos que no son entrenados o que no son restringidos en su movilidad dentro de la propiedad donde habitan.
Eso se habrá de precisar en los reglamentos.
Sí es necesario, para avanzar en esta materia, contar con una ley marco sobre tenencia responsable, que les asigne a los municipios la obligación de dictar reglamentos y que evite que los ciudadanos comunes sean objeto de las externalidades negativas -por así calificarlas- generadas por personas que no saben ser dueñas de animales; que tienen gatos o perros, en su mayoría, que se reproducen, y, cuando no quieren conservar las crías, las botan en la calle; que no toman la medida de esterilizar a hembras cuya parición no desean.
Creo que este es uno de los problemas de salud pública serios, diría que hasta grave en ciertos centros urbanos. Conocemos los efectos negativos de ello por los medios de comunicación.
Pero, en el fondo, la dificultad radica en que no hemos logrado legislar para que exista la responsabilidad de los municipios de dictar la ordenanza respectiva y para darles la facultad de cobrar, junto con establecer ciertas obligaciones, una multa por tenencia irresponsable a las personas que dejen en la calle a perros que sean recolectados.
En muchos países, la cuestión se ha resuelto incluso de una manera distinta, obligándose a los propietarios a contratar seguros según el tipo de animal -es decir, encareciendo la posesión, como es el caso de Alemania-, para que se hagan responsables respecto de la sociedad.
En lo personal, soy amigo de los animales. Tengo varios perros. Pero comprendo que si estos salen de mi control y agreden a alguien asumiré una responsabilidad civil. De la misma forma, si los suelto en un espacio público y generan un malestar en otras personas, mi irresponsabilidad se estará evidenciando.
No es correcto, señor Presidente , que no aprobemos la normativa en estudio. Al contrario. Debemos hacerlo. Hay un equilibrio, eso sí, que tendremos que encontrar. Y entiendo que los miembros de la Comisión lo han debatido. ¿Cuál es el que debe existir entre la tenencia responsable y el derecho de los animales?
Eso es lo que promueven las organizaciones que a veces han venido al Congreso Nacional, que no actúan en representación de los intereses de los ciudadanos, sea que estos mantengan mascotas en forma responsable o no, sino por los animales y sus derechos.
Al respecto, quiero por lo menos dejar constancia de que, a mi juicio, no por tener los animales ciertos derechos se debe llegar a una situación de igualdad con aquellos que le corresponden a la sociedad; con la salud pública.
Por ello, creo que el artículo 5° es, sin duda, el corazón de la iniciativa y que las municipalidades deben hallarse obligadas a dictar ordenanzas. Y voy a presentar en particular una indicación sobre cuáles son los contenidos mínimos que me parece que se deben contemplar, de forma tal que los propietarios se encuentren obligados a registrar sus mascotas y mantenerlas identificadas, para que puedan ser sancionados si se falta al cuidado debido.
Adicionalmente, es preciso explorar lo que han hecho en otros países a fin de generar los recursos necesarios para que el sistema se autofinancie. En Estados Unidos, ello se logra pagando una patente por la tenencia; en Alemania, contratando un seguro, según el tipo de animal.
Lo cierto, señor Presidente , es que el esquema actual es el peor de todos, con una situación de tenencia irresponsable, y los que pagan las externalidades consiguientes son las ciudades, las comunidades, los transeúntes, que deben tener derecho a libre tránsito y que no siempre lo materializan por la responsabilidad de unos pocos.
He dicho.
El señor GÓMEZ (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el Honorable señor Tuma.
El señor TUMA.-
Señor Presidente, deseo felicitar primero a los parlamentarios autores de la iniciativa.
Quiero alegrarme porque estamos debatiendo el asunto, pero lamentar que nuevamente tengamos que dar explicaciones a la comunidad por no sacar un proyecto completo.
Si bien es cierto que el articulado va a asignar responsabilidades a quienes puedan ser identificados como propietarios, una gran cantidad de animales aparecen sin dueño y son callejeros. Y el texto no aborda la cuestión. No les entrega recursos a las municipalidades o a alguna institución que se haga cargo de estos últimos, de los que son maltratados, que tienen derechos que se deben respetar. Tampoco apunta a darles seguridad a los habitantes de la ciudad y del campo respecto de que no serán amenazados o atacados por alguno, peligroso o no. Si los animales no tienen dueño, si nadie es responsable de ellos, entonces la normativa nos deja en las mismas condiciones en que estábamos antes de siquiera discutirla.
Aquí llamo a la responsabilidad; a que el Ejecutivo asuma la situación; a poner los recursos necesarios. Son muchos los episodios que estamos viendo, diaria o semanalmente, de ataques de perros y mascotas a niños, a adultos mayores.
Y la verdad es que no existe una explicación de por qué todavía no contamos con una legislación -los responsables somos los parlamentarios- que garantice, por una parte, los derechos de los animales o el cuidado de estos, y por la otra, la seguridad de las personas en el campo y la ciudad.
Por eso, señor Presidente , coincido con el Senador señor Letelier en orden a que avancemos en lo ya aprobado, para atribuir responsabilidad, por lo menos, a los dueños que sean identificables. Pero que también el Ejecutivo se haga cargo de ver cómo los municipios o alguna otra institución, con recursos, con facultades, con imperio, pueden atender a todo el resto de los animales cuyos propietarios no son identificables.
He dicho.
)----------------(
El señor GÓMEZ (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el Honorable señor Cantero.
El señor CANTERO.-
Señor Presidente , a petición del Senador señor Orpis, la Comisión de Minería y Energía accedió a consultar a la Sala acerca de la posibilidad de ampliar hasta el miércoles 8 de junio, a las 10, el plazo para presentar indicaciones respecto de la moción conocida como "20/20".
El señor GÓMEZ ( Presidente accidental ).-
Si no hay objeciones, se accederá.
--Así se acuerda.
)-----------------(
El señor GÓMEZ ( Presidente accidental ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Carlos Larraín.
El señor LARRAÍN (don Carlos).-
Señor Presidente , he seguido la discusión en torno de la iniciativa que regula la responsabilidad por la tenencia de mascotas, y si bien es cierto que se ha dicho, con razón, que ello crea problemas en la vida de las ciudades, también es preciso destacar un aspecto del cual creo que el Senador señor Tuma será particularmente consciente, en orden a que en las zonas rurales existen muchos animales por los cuales nadie responde, que no se sabe a quién pertenecen y respecto de los cuales todas las teorías enunciadas sobre la pertenencia responsable son perfectamente imaginarias. En efecto, andan sueltas mangas de perros que atacan, y las organizaciones que rompen lanzas por ellos debieran hacerlo también por los terneros, las ovejas, las vacas y los caballos. En los lugares donde hay pequeñas propiedades ello es particularmente grave, porque una jauría puede destruir la mitad del patrimonio de una familia campesina.
No estoy desconociendo la dificultad que significan los canes en las ciudades. Ese es un hecho real. Pero lo más grave de todo es la situación en localidades pequeñas y medianas, donde muchos perros se internan luego en los campos y pueden arruinar a grupos familiares completos. Una vecina, en el lugar adonde voy en el verano, perdió dos tercios de su producción en una noche.
Entonces, creo que la cuestión no debiera centrarse tanto en el registro, la patente, el permiso de los tenedores. Es preciso abordar la posibilidad de que los animales sean retirados de circulación por los municipios. Y si para ello se debe dotar de fondos, pues bien, que se haga, lo que le corresponde al Ejecutivo.
Al menos quería dejar constancia de que en la materia se registra una dificultad también en las zonas rurales, la cual afecta muy en especial a la clase media campesina.
Es cuanto puedo decir, como un antecedente más, en torno a la iniciativa.
El señor LETELIER ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Girardi.
El señor GIRARDI.-
Señor Presidente , la iniciativa exhibe distintos componentes. No aborda solamente un aspecto.
Entre otras, trata la situación de los animales peligrosos, no contemplada en la legislación, y establece un conjunto de instrumentos para prevenir la presencia de uno de ellos, por la vía de que quien quiera tenerlo debe comprender que podrá responder en lo civil y, eventualmente, en lo penal.
Asimismo, impone obligaciones como la de mantenerlo dentro de la casa, con un cerco adecuado. Si alguien quiere sacarlo a la calle, debe hacerlo con correa de sujeción y bozal, además de ser mayor de 18 años. La vulneración de tales exigencias será sancionada.
Además, permite la incautación de un perro con un historial de peligrosidad, por ejemplo, cosa que no ocurre en la actualidad.
En San Bernardo , un mismo can mordió a dos niños. A pesar de haber atacado a uno, la autoridad carecía de facultades para incautarlo, encontrándose el animal guardado en condiciones que no ofrecían seguridad, pues se dejaba la puerta abierta y constituía una amenaza, y volvió a agredir a un niño. De contarse con la ley en proyecto, habría podido ser objeto de esa medida y alejado de la posibilidad de dañar a otras personas.
Repito que la tenencia responsable de mascotas deberá ser dentro de la casa. Un primer aspecto es que, muchas veces, el patio de la vivienda es la calle. La iniciativa sancionará a quien mantenga a un animal en la vía pública, lo que también se extenderá al hecho de que este se encuentre en condiciones nutricionales deficientes o con sarna, garrapatas u otras enfermedades, y de que no cuente con correa de sujeción ni identificación.
Es decir, también se dispone un conjunto de condiciones que nos parece un incentivo para dicha tenencia responsable y un desincentivo para la que resulte inapropiada, como la que se observa hoy día en muchas poblaciones, donde algunas familias tienen tres o cuatro perros, porque ello no cuesta nada y no se asume ninguna responsabilidad.
Como señalé, el texto establece que el dueño responderá cuando se causen daños. Y en el caso de perros vagos, son las municipalidades las que deberán actuar. Lo que estamos planteando es que, en esa eventualidad, los animales sean incautados, llevados a un lugar donde sean sanitizados y después entregados a quienes deseen hacerse cargo de ellos. El propósito es que se cumplan ciertos requisitos sanitarios.
Y si no son reclamados no se les podrá matar. Aquí se generó un largo debate sobre la eutanasia como instrumento de regulación de la población canina. Hemos expuesto que la alternativa es la esterilización, pero que de ninguna manera podemos incurrir en las prácticas bárbaras o hitlerianas de llevarlos a una suerte de campos de exterminio. Ello no constituye un método aceptable ni razonable. Es algo que se tiene que regular por la vía de la responsabilidad.
Para determinar mejores regulaciones, ya no será posible el comercio informal de animales. Su dueño deberá esterilizarlos. No podrá tener un perro y reproducirlo, a menos que posea un permiso de criador. Ello se traducirá en el término de la actividad en tal sentido que se ve a través de los diarios o por Internet.
¿Y por qué es importante lo anterior? Si las ventas solo se pueden verificar a través de criaderos autorizados, se limitará el comercio informal, evidentemente. Dado que nadie podrá tener un animal no esterilizado, aumentará el precio y, por lo tanto, se registrará mucho más interés por obtener gratuitamente uno en adopción que entreguen algún municipio o institución que dispongan de canes recogidos en las calles.
Nos parece que esas son las fórmulas que han funcionado en todas partes del mundo. Lo único que no funciona es el asesinato masivo.
Además, los perros vagos ocupan territorio, y si son eliminados, otros animales se instalan en el mismo nicho ecológico. Los grandes abastecedores de los primeros son los dueños que no los cuidan, que los mantienen en las calles, y si determinamos la tenencia responsable, la obligación de pagar multas si los animales se encuentran en la vía pública, sin alimentación ni correa de sujeción ni identificación, estableceremos un mecanismo que hará reflexionar a quien desee tener una mascota.
A ello se sumará el que los criaderos serán solo los autorizados y que no se podrá regalar, vender ni reproducir perros en domicilios que no constituyan una instancia institucional o formal.
Y cabe recordar que, al mismo tiempo, se contemplan sanciones para los dueños de perros peligrosos por los daños que estos causen.
Conviene tener presente que esas personas son hoy día, muchas veces, narcotraficantes. Es un factor de estatus el tener este tipo de animales y, fundamentalmente, los de pelea, cuya reproducción se realiza en forma del todo irregular.
Todos estos aspectos deben abordarse integralmente, y el proyecto en estudio pone a Chile en el plano en que se hallan leyes de otros países.
Tal vez el punto de mayor discusión recayó sobre algo que hemos eliminado y a lo cual nos opusimos, que es el empleo de la eutanasia como instrumento de regulación de la población canina. Para este último efecto contemplamos la responsabilidad y la esterilización, pero no el asesinato masivo de animales, absolutamente inaceptable y poco adecuado, como mecanismo válido, para una sociedad como la nuestra y cualquier otra. Solo es factible usar de modo excepcional el medio señalado en primer término, como una especie de muerte digna para situaciones de sufrimiento en enfermedades terminales.
He dicho.
El señor LETELIER (Vicepresidente).-
Tiene la palabra, en su primer discurso, el Senador señor Escalona.
El señor ESCALONA.-
Señor Presidente , el proyecto de ley se encuentra representado por su propia denominación: tenencia responsable de mascotas o animales de compañía. En tal sentido, lo considero un acierto y un aporte, y felicito a quienes han trabajado durante tanto tiempo en su contenido.
Entiendo que se halla completamente separada la cuestión de las jaurías salvajes, las que, sobre todo en el mundo rural, causan un grave daño a la economía familiar campesina, a los pequeños productores.
En la Región de Los Lagos, tanto en la provincia de Llanquihue como en las de Palena y de Chiloé, son numerosas...
El señor TUMA .-
¡Son lobos!
El señor ESCALONA.-
...-son más bien lobos, como me acotan- y destruyen la ganadería, sobre todo la de corderos, generando un gravísimo daño a las familias.
Entiendo que todos los argumentos que se han vertido en la Sala se refieren a las mascotas o animales de compañía y, en consecuencia, la autoridad tiene el deber de proteger a las familias campesinas cuando su pequeña propiedad en el mundo rural es virtualmente asolada por las jaurías que señalé.
He dicho.
El señor LETELIER (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Quintana.
El señor QUINTANA.-
Señor Presidente , el nombre del proyecto en debate explica muy bien los objetivos que sus autores persiguen, como es establecer un sistema de tenencia responsable de mascotas o animales de compañía, por todas las razones que se han mencionado acá, sobre todo en lo concerniente a los problemas sanitarios y de salud pública que muchas veces los organismos del propio Ministerio de Salud y los municipios han intentado atender y corregir. Sin embargo, no existe un marco regulatorio que los faculte para ello.
Asimismo, está el tema que expresó el Senador Escalona . En La Araucanía, Región que represento, también es bastante frecuente observar el daño que numerosos perros provocan en los sectores rurales.
Además, el proyecto aborda un asunto cultural, de hábitos de los tenedores y propietarios de los animales, que los dejan sueltos durante todo el día, con los daños que ello genera.
En Chile existen 540 mil perros vagos aproximadamente; 35 mil personas fueron mordidas o agredidas durante el 2009, y la tendencia es creciente.
Con razón la ciudadanía, cada vez que se conocen hechos donde perros, principalmente de razas potencialmente más peligrosas, lesionan a personas -incluso, a algunos niños les ha costado la vida-, nos interpela y espera del Congreso una respuesta rápida. Por ello, soy partidario de no seguir dilatando una decisión sobre el particular.
Efectivamente, el proyecto plantea un marco regulatorio mínimo y es evidente que falta abordar ciertos aspectos. Yo no quisiera que los municipios nuevamente nos acusaran de elaborar una ley que carece de financiamiento. Y la normativa en estudio lo requiere.
Usted, señor Presidente , ha propuesto una esterilización masiva, la creación de un registro e incluso, a través de ordenanzas municipales -que algunos municipios ya han dictado sin mediar este marco regulatorio-, el cobro de patentes. Bien decía el Senador Letelier que en Alemania existen seguros de altísimo costo para evitar que los perros ocasionen daños como los que se registran en Chile, con aumento creciente.
La iniciativa no solo contempla multas para quienes no resguarden adecuadamente a sus mascotas, animales de compañía o, en algunos casos, perros peligrosos, sino que, al mismo tiempo, hace cargo del problema al Estado y a los municipios, que son los que deben asumir esta responsabilidad. Es muy difícil que las municipalidades pretendan desentenderse de ella. Esta situación incide hasta en aspectos de tránsito en determinadas localidades, debido a la existencia de grandes jaurías de perros en importantes arterias, como las que he visto en Temuco, Lautaro , Angol , Victoria y en muchas otras ciudades de la Región que represento.
Por lo tanto, todo el mundo quiere que esta problemática se acote y se pueda resolver. Y me parece que esta legislación entrega elementos esenciales para ello. Hace solidariamente responsables al dueño y al tenedor del animal. Y eso es, finalmente -insisto-, lo que se busca, más aún cuando el Senado ha despejado la posibilidad de la eutanasia como solución a la grave situación que hoy enfrentamos.
Por la vía de las indicaciones podemos abordar algunos aspectos, como el del financiamiento que los municipios van a requerir, pero para ello es necesario continuar con el debate del asunto.
Por eso, soy partidario de votar el proyecto de una vez por todas y aprobar la idea de legislar.
He dicho.
El señor LETELIER ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Hernán Larraín.
El señor LARRAÍN .-
Señor Presidente , tal como todos los señores Senadores han manifestado, la idea contenida en el proyecto, de hacer más responsables a quienes poseen mascotas o animales de compañía, parece ser absolutamente razonable y necesaria. Hay implícitas medidas de seguridad, de salud y muchas otras que hacen recomendable avanzar en esta materia.
Sin embargo, dado que nos hallamos en la discusión general, uno no puede menos que hacer presentes algunas inquietudes, varias de las cuales ya se han mencionado.
La primera dice relación con la realidad en el cumplimiento de esta normativa legal en los sectores rurales. Ahí, más allá de quien sea su tenedor, prácticamente en todas las viviendas hay uno o más animales domésticos. Y me pregunto si es realista una norma que expresa que, "Tratándose de perros, estos deberán circular en los espacios públicos," -o sea, calles y caminos rurales- "bajo control y supervisión humana, con la debida correa de sujeción, tomando todas las medidas de seguridad y sanidad que fije el reglamento antes citado".
Se trata de una disposición perfectamente exigible en una ciudad, pero no veo a un campesino salir a caminar con su perro atado a una soga o a una correa por los alrededores de su hogar.
Entonces, está bien: algunas normas parecen imprescindibles para los sectores urbanos, pero estimo que imponen exigencias que para ciertas zonas rurales resultan poco realistas. Por ende, debemos tener cuidado con situaciones que no permiten el cumplimiento de normas legales que -repito- son necesarias en determinados ámbitos, mas no en otros.
Otra inquietud ya la manifestó el Senador Quintana: el problema que deberán enfrentar los municipios. El artículo 10, inciso segundo, establece que "las municipalidades serán responsables civilmente por los daños a la salud e integridad física de las personas que causen los animales abandonados que transiten libremente por el territorio de la comuna".
El informe habla de 540 mil perros vagos. Algunos señalan que son cerca de un millón. Yo no sé cuántos serán, pero sí puedo sostener que, cuando uno recorre las ciudades de su respectiva circunscripción -es un problema generalizado en todo Chile-, nota la abundancia de esos animales.
Entonces, si los municipios serán los responsables de esta problemática, tendrán que instalar un canil municipal, contratar veterinarios, incurrir en gastos de alimentación. Se menciona el caso de Valparaíso, que, con un costo de 560 millones de pesos, construyó un recinto de esas características que no ha surtido ningún efecto en el control de los perros vagos.
Por lo tanto, estamos creando una carga pública para los municipios que a estos les será muy difícil financiar. Yo he visto cómo en algunas comunas, especialmente en Linares, el alcalde y el resto de las autoridades hacen denodados esfuerzos en esta materia, pero no cuentan con los recursos necesarios para construir caniles donde dar un buen trato a los perros vagos que por cientos merodean por las calles.
En consecuencia, se trata de una situación compleja.
Además, hay que considerar que los problemas ocasionados por los perros vagos no son solo de seguridad sino también de salud, y estos últimos deberían ser quizás responsabilidad del Ministerio del ramo. Y lo digo porque creo que resulta imprescindible pensar en un financiamiento público, en algún tipo de subsidio para afrontar una situación que es muy amplia.
Concuerdo en que la solución no es la eutanasia. A lo mejor podría aplicarse en perros que padezcan una enfermedad terminal, contagiosa o grave, pero -repito- no es la solución. Sin embargo, tampoco lo es atribuir simplemente su responsabilidad a los municipios, porque estaríamos generando un panorama en general bastante difícil.
Por otra parte, hay normas que merecen cierta aclaración.
Por ejemplo, el artículo 15 del proyecto dispone que "Los locales de venta y crianza de mascotas o animales de compañía estarán a cargo de un médico veterinario". ¿Qué significa esto último: que el que gerentea, administra o es propietario de uno de esos locales debe ser médico veterinario? ¿O querrá decir que debe estar asesorado, bajo las normas que establezca un reglamento, por un médico veterinario u otro profesional de similar naturaleza?
Creo que aquí hay distintas normas que, a mi juicio, desfiguran en cierto sentido la iniciativa, que es muy buena en su objetivo -y estoy disponible para apoyarla-, pero que en su desarrollo presenta diversos tipos de problemas que hacen que ella sea compleja o que en la discusión particular deba ser objeto de una revisión bastante pormenorizada, la que, a lo mejor, le cambiará su fisonomía. Pero al parecer ese es el único camino que existe si aprobamos el proyecto hoy día, para lo cual -reitero- me encuentro disponible.
He dicho.
El señor LETELIER (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Horvath, en su segundo discurso.
El señor HORVATH.-
Señor Presidente , en mi primera intervención manifesté una aprensión. Ahora quisiera ir al fondo del asunto.
La verdad es que nosotros tenemos una nutrida legislación sobre la materia. Están el Código Penal, en su artículo 291 bis, que fue reemplazado por una versión distinta que estableció la misma sanción; la ley N° 20.380, y el Código Civil, en su artículo 608, que clasifica los animales, y los artículos 2326 y 2327.
Daré lectura a estas últimas dos disposiciones.
El artículo 2326 señala: "El dueño de un animal es responsable de los daños causados por el mismo animal, aún después que se haya soltado o extraviado; salvo que la soltura, extravío o daño no pueda imputarse a culpa del dueño o del dependiente encargado de la guarda o servicio del animal.
"Lo que se dice del dueño se aplica a toda persona que se sirva de un animal ajeno; salva su acción contra el dueño, si el daño ha sobrevenido por una calidad o vicio del animal, que el dueño con mediano cuidado o prudencia debió conocer o prever, y de que no le dio conocimiento".
Y, a propósito de jaurías y animales peligrosos, el artículo 2327 declara: "El daño causado por un animal fiero, de que no se reporta utilidad para la guarda o servicio de un predio, será siempre imputable al que lo tenga, y si alegare que no le fue posible evitar el daño, no será oído".
También está el Código Penal, porque un animal entrenado puede ser usado igualmente como arma, por así decirlo, lo que puede llegar a configurar, como señalé denantes, un cuasidelito de homicidio.
Tenemos, por otro lado, el Código Sanitario, varios decretos del Ministerio de Salud y leyes vinculadas a la materia.
Y además existen reglamentos de la Ley sobre Protección de Animales que se encuentran pendientes y deben ser dictados. Y estos reglamentos, más la legislación vigente, cubren lo que se está proponiendo en la moción.
Esta nace en la Cámara de Diputados, después llega al Senado, y por alguna razón no sigue su trámite legislativo. Se presenta otro proyecto, el que, versus el archivado, plantea entre otras cosas la eutanasia. Luego de algún grado de debate, se excluye este mecanismo y se vuelve a lo que tenemos vigente.
Concuerdo en que la cantidad de perros vagos que existen en Chile constituye un problema social y ambiental importante. Los expertos señalan que hay varias categorías: están los perros vagos per se, que son como las personas que pierden todo tipo de nexo, y, al final, son los menos peligrosos, pues apenas poseen energía para sobrevivir; y están los verdaderamente riesgosos, que tienen dueño, son alimentados, se hallan en condiciones de reproducirse y que son soltados o, lo que es peor, abandonados.
¿A qué voy con esto? A que, en definitiva, el peligroso siempre es el ser humano, no el animal. Este puede ser entrenado y siempre hay alguien detrás de él. Incluso, uno de los autores del proyecto contaba que tener un perro peligroso era, curiosamente, un signo de estatus entre los narcotraficantes. O sea, ¡mejor todavía! ¡Así pillamos a dos de un solo viaje...!
Por lo tanto, esta no es una materia que se halle en un área gris y que no tenga legislación, responsabilidad y sanción.
Por eso he planteado que la iniciativa vuelva a Comisión, para analizar las mociones que se han presentado sobre el particular, los reglamentos que se hallan pendientes, las leyes que son vinculantes, y no avanzar sobre algo que -estoy casi seguro- ya existe. Además, el Ejecutivo aún no dicta las normativas pertinentes.
Ahora, en caso de que este proyecto se apruebe, me permito sugerir a la Sala llevar a cabo, durante la discusión particular, una revisión profunda de sus disposiciones, en conjunto con las autoridades competentes, y averiguar si las normativas pertinentes van a ser dictadas o no. Porque al Parlamento no le corresponde aprobar reglamentos, sino asegurarse de que ellos sí sean dictados.
Es cuanto deseaba plantear, señor Presidente.
Gracias.
El señor LETELIER (Vicepresidente).-
Tiene la palabra la Senadora señora Allende.
La señora ALLENDE.-
Señor Presidente , a mi juicio, ya no podemos seguir postergando más la votación de esta iniciativa.
Quiero hacerme cargo de lo que se ha dicho en la Sala.
Creo que Chile es uno de los países donde existe una notable cantidad de perros abandonados.
Existen categorías distintas que a lo mejor estamos confundiendo. Por un lado, es evidente que existe responsabilidad respecto de animales potencialmente peligrosos. Sabemos que hay razas que son particularmente temibles. Ya están establecidas y clasificadas y existen reglamentaciones sobre la materia. Pero, por otro lado, sabemos que muchos perros vagos abandonados se vuelven absolutamente peligrosos en la medida en que no son alimentados. Se van poniendo cada vez más agresivos y terminan comiéndose a perros más chicos y mordiendo y agrediendo a personas, las cuales en ocasiones ya no pueden caminar por la calle.
Deseo ser muy clara en esto, señor Presidente , porque cada vez que una habla algo así poco menos que se la califica de no amante de los animales. Por lo menos quiero deslindar mi responsabilidad. Yo tengo cinco perros. Me encantan. Pero creo que hay que fijarse límites en la vida. Y aquí el bien superior se llama "ciudadano común y corriente", el cual tiene derecho a caminar por las calles de las ciudades y a no ser mordido, a no ser atacado, a no ser perseguido por manadas de perros que no cuentan con dueños responsables porque los han abandonado.
Y el problema no es solo que los hayan dejado abandonados, sino también que esos animales -y lo he conversado con médicos veterinarios- se van haciendo crecientemente más agresivos, e incluso terminan comiéndose a perros más chicos, por no tener otra cosa que comer, lo cual los vuelve más agresivos aún.
A estas alturas, señor Presidente, creo que debemos ser bastante responsables.
A mí me preocupa, señor Presidente , que no exista claridad en el proyecto en cuanto al financiamiento para las municipalidades. Mientras eso no esté clarificado, las normas de la iniciativa serán letra muerta. Y es muy grave que nosotros, como Senado, estemos apoyando un proyecto que sabemos que no tiene ninguna viabilidad, porque no veo a ningún municipio construyendo caniles, esterilizando perros, llevando un control, manteniendo temporalmente a animales abandonados, si no dispone de un presupuesto adicional. ¡No habrá ninguna municipalidad que lo vaya a hacer!
Entonces, considero que esta Sala debe ser responsable.
Yo estoy dispuesta a apoyar una iniciativa sobre la materia, pero exijo responsabilidad.
Quiero que me digan quién va a financiar a los municipios, porque si estos no cuentan con recursos no podrán cumplir con aquello y, por consiguiente, todo lo que aquí se establezca no será efectivo y la situación terminará exactamente como hoy: sin, en muchos casos, una tenencia responsable de animales; con manadas de perros vagos, cada vez más agresivos; con ataques a personas, y con municipalidades que no pueden hacerse cargo del problema.
Mi pregunta es qué hacer con un proyecto de esta naturaleza si no está asegurado el financiamiento. Porque, si esto es así, que se diga responsablemente que estamos aprobando algo que no será viable y que se transformará en letra muerta, lo cual irá en desprestigio de nosotros, que después de mucho tiempo hemos tratado de establecer justamente un marco regulatorio para la tenencia responsable de animales.
Esa es mi preocupación, señor Presidente, y la dejo planteada.
En esas condiciones, me parece que no estamos haciendo las cosas como corresponde.
He dicho.
El señor LETELIER ( Vicepresidente ).-
A continuación, se procederá a votar.
Pido hacer sonar los timbres.
La Sala debe pronunciarse sobre lo siguiente.
El Honorable señor Horvath ha solicitado que no se vote el proyecto,...
El señor ORPIS.-
Estoy de acuerdo con ello, señor Presidente.
El señor LETELIER (Vicepresidente).-
...mientras que otros señores Senadores han manifestado lo contrario.
Su Señoría es partidario de no votarlo y que vaya a Comisiones unidas para...
La señora ALLENDE.-
¿Puedo plantear una cosa, señor Presidente? Es una duda que...
El señor LETELIER ( Vicepresidente ).-
¿Me permite entregar primero la información, señora Senadora ?
La señora ALLENDE.-
De acuerdo, pero me gustaría que me respondiera algo.
El señor LETELIER (Vicepresidente).-
Debo aclarar a la Sala que aquí estamos conociendo el informe complementario del nuevo primer informe de la Comisión de Salud. Es decir, se trata del tercer informe previo a un pronunciamiento sobre la idea de legislar sobre la materia.
Lo que corresponde es votar en general el proyecto, pero un señor Senador solicitó no votar la idea de legislar y que la iniciativa se tramite a las Comisiones de Salud y de Medio Ambiente, unidas, para un "cuarto" primer informe.
De insistir el Honorable señor Horvath en su propuesta, lo primero que debemos resolver es si se vota ahora el proyecto. Después de eso, tenemos que dilucidar si el segundo informe lo emitirá solo la Comisión de Salud o las de Salud y de Medio Ambiente, unidas.
Ofrezco la palabra para referirse al procedimiento.
Puede hacer uso de ella el Senador señor Andrés Zaldívar.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés).-
Señor Presidente , lo que procede reglamentariamente es aplazamiento de la votación, lo que permitiría clarificar la situación.
Para que la Sala acuerde elaborar otro informe, se debe hacer otra petición.
A mi parecer, lo que corresponde es votar.
Además, esta iniciativa se discutirá en particular, oportunidad en que podremos formular toda clase de observaciones e indicaciones para enriquecer el proyecto, además de pedir el patrocinio del Gobierno para algunas de ellas.
Por tanto, propongo a la Sala -ojalá el Honorable señor Horvath esté de acuerdo- que votemos la idea de legislar, para luego entrar a la discusión en particular, donde se pueden formular observaciones.
Considero que mi sugerencia es la mejor manera de avanzar, pues ya hemos gastado buena parte del tiempo de la sesión en este proyecto.
El señor LETELIER (Vicepresidente).-
Pido que resolvamos ahora el asunto.
En virtud del numeral 7º del artículo 131 del Reglamento, un señor Senador formuló una solicitud.
La Sala tiene que decidir si se vota hoy.
Tiene la palabra el Honorable señor Orpis.
El señor ORPIS.-
Señor Presidente , pido aplazamiento de la votación -dado el hecho de que el problema del financiamiento es determinante-, lo cual nos permitiría tener la opinión del Ejecutivo al momento de aprobar o rechazar la idea de legislar.
El señor LETELIER ( Vicepresidente ).-
Es facultad de cualquier señor Senador pedir aplazamiento de la votación.
No obstante, deseo recordar que en la reunión de Comités se acordó tratar este proyecto y que en una sesión anterior se pidió segunda discusión.
Nos hallamos en el debate en general, lo que en nada altera la posibilidad de acuerdos posteriores.
El señor ORPIS.-
Señor Presidente , es un derecho efectuar tal solicitud.
El señor LETELIER ( Vicepresidente ).-
Se va a resolver de inmediato.
Tiene la palabra el Senador señor Hernán Larraín.
El señor LARRAÍN .-
Señor Presidente , creo que el Honorable señor Orpis ha planteado un asunto central.
Varios de los Senadores que nos manifestamos favorables a esta idea hicimos ver nuestra inquietud respecto del problema de financiamiento, que la iniciativa no resuelve.
Entonces, deseo saber si el Ejecutivo contrajo algún compromiso al respecto. De no ser así, estaríamos creando una carga al no poder consignar recursos.
Por consiguiente, en mi opinión, vale la pena postergar la discusión y tratar de obtener el compromiso del Gobierno de que habrá financiamiento. Porque, como bien decía la Senadora señora Allende -comparto su juicio, pues yo había reparado en este problema-, aprobar el proyecto sin recursos sería quedar en ridículo frente a la opinión pública.
El señor LETELIER ( Vicepresidente ).-
Reitero que el Honorable señor Orpis, en ejercicio de su facultad, pidió postergar la votación, lo que sería hasta la sesión de mañana.
Tiene la palabra el Senador señor Chahuán.
El señor CHAHUÁN.-
Señor Presidente , con el Senador señor Rossi tuvimos la idea de que se solicitara en la reunión de Comités -se lo encargamos al Honorable señor Chadwick , quien lamentablemente lo olvidó- que se retirara de la tabla de hoy esta iniciativa. Y teníamos para ello dos motivos, uno de los cuales decía relación a que el Ejecutivo enviaría una indicación sustitutiva, que no llegó.
Por tanto, para salvar lo del procedimiento, propongo que, en lugar del aplazamiento de la votación, votemos la idea de legislar hoy; esperar que llegue la indicación sustitutiva que viene con financiamiento de la DIPRES y que el proyecto vuelva a la Sala con un nuevo texto.
Lo importante es dar un curso progresivo a la iniciativa; votarla en general; pasarla a la Comisión de Salud para el segundo informe; esperar la indicación sustitutiva con el financiamiento respectivo, y volverla a la Sala para el debate en particular.
El señor LETELIER ( Vicepresidente ).-
Como aquí hay una cuestión de Reglamento, pido centrarnos en el procedimiento.
En cualquier momento, el Ejecutivo puede mandar una indicación, incluso durante la discusión en particular, si esa es su voluntad.
El Senador Orpis ha ejercido la facultad de pedir aplazamiento de la votación.
Tiene la palabra el Honorable señor Rossi.
El señor ROSSI.-
Señor Presidente , como este proyecto de ley lleva tres años de tramitación y se trata de un nuevo informe complementario del primero, soy partidario de votar la idea de legislar, según señaló el Senador señor Chahuán . Como el proyecto debe volver a la Comisión de Salud para el segundo informe, habrá tiempo para que el Gobierno envíe las indicaciones a que se comprometieron los Ministros del Interior y Secretario General de la Presidencia . De hecho, se encuentra a mi espalda la Ministra vocera de Gobierno , quien posiblemente podría asumir tal compromiso.
En consecuencia, en lugar de seguir aplazando, sería más razonable votar en general ahora, pues tendremos tiempo durante la discusión en particular de formular observaciones y de presentar indicaciones, como expresaron los Honorables señores Chahuán y Andrés Zaldívar .
El señor LETELIER ( Vicepresidente ).-
¿El Senador Orpis mantiene su petición?
El señor ORPIS.-
Sí, señor Presidente, porque resulta muy determinante lo del financiamiento.
Por lo tanto, habría plazo hasta mañana para que el Gobierno se pronuncie respecto de tan esencial aspecto. De lo contrario, estaríamos creando una expectativa irreal con este proyecto.
--Queda aplazada la votación del proyecto hasta la próxima sesión.
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