-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/639916/seccion/akn639916-po1-ds20-ds28
- bcnres:tieneTipoParticipacion = bcnres:Intervencion
- bcnres:tieneEmisor = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1964
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- rdf:type = bcnres:Participacion
- bcnres:tieneCalidad = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/2
- rdf:value = " El señor RUIZ-ESQUIDE .-
Señor Presidente , estimados colegas, creo que este es un debate -según se ha señalado en varias oportunidades- de gran necesidad, porque hace muchos años que ronda entre nosotros la disyuntiva de cómo enfrentar un modelo capitalista en el cual se pueda conciliar el derecho de las personas, su seguridad y, sobre todo, la igualdad frente a todas las ventajas comparativas y a todos sus derechos y deberes.
Soy hijo de un hombre que dedicó su vida entera a un comercio muy pequeño en la ciudad de Talcahuano. Tal actividad en aquellos años era muy distinta a la de ahora; constituía casi una empresa familiar. No se producían dificultades en cuanto a que las personas fueran abusadas en su trabajo o en su condición de dependientes con poca remuneración. Esta era baja. Fue creciendo poco a poco hasta los años 50 ó 60, cuando se produjo la gran emergencia de los gremios de clase media, como se calificaba a los sectores estatales y a los dependientes del comercio, entre otros.
Señor Presidente , hoy nos encontramos, por primera vez, en una discusión clara. Y no me refiero solo a la que se produce en el Congreso Nacional. Fuimos Gobierno hasta hace poco tiempo; y sabemos cuáles son las obligaciones de un parlamentario oficialista. Lo comprendo: muchos no quisieran votar, pero lo tendrán que hacer. Pero, en verdad, este es el único debate que hemos tenido para decidir entre dos modos de sociedad: la centrada en el ser humano, con todas las discusiones y las dificultades que pueda tener, y la prohijada por el dinero, donde lo que importa es ganar, triunfar, tener cada vez más y no ser más, como dice el filósofo Maritain .
Entonces, en estas condiciones, lo que ha hecho el Gobierno en su indicación es una propuesta muy tentadora para muchos dependientes, obviamente. Pero lo que está claro es que, en definitiva, es una oferta de carácter típicamente monetario, olvidando cuáles son los derechos y ventajas de una concepción en donde prima la relación humana, la familia y no un eventual mayor ingreso económico.
El mundo en que se desempeñan los dependientes de los supermercados está enfrentando una situación que nunca se vivió antiguamente.
Y creo que además la propuesta del Gobierno es vergonzante para las personas que quieran o puedan eventualmente recibirla: "No trabaje o trabaje si quiere. Yo le pago entonces más". Pero a las grandes empresas subirles 50 ó 150 por ciento por el día extraordinario, según señalaba un señor Senador que me antecedió en el uso de la palabra, es algo mínimo comparado con los ingresos que los diarios publican. Reconozco que, por obligación o por las tareas que hemos impuesto a las empresas, ellas nunca en un año habían ganado tanto como ahora. Además, que no puedan hacer lo que están realizando o lo que les estamos pidiendo efectuar, me parece que agravia la relación con los trabajadores y su vida familiar.
Y una última reflexión que tiene acento anecdótico: entre tantas críticas hechas a las grandes empresas hay una que nunca se menciona. Desde el año 1929 existe, por iniciativa de un Senador conservador de aquel entonces, la "Ley de la Silla", consignada en el Código del Trabajo.
Si se hace una pregunta a 100 personas, responderán que esa legislación no se cumple.
En estas condiciones, no aprobaré una sola idea ni del proyecto ni de la indicación. Por lo tanto, los rechazo.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/639916
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/639916/seccion/akn639916-po1-ds20