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- rdf:value = " El señor ESPINA.-
Señor Presidente, en primer lugar, lamento que el Senado haya perdido -por responsabilidades compartidas, incluyendo al Gobierno- la posibilidad de gestar acuerdos.
Creo que la diferencia entre la Cámara de Diputados y nuestra Corporación -muchos de nosotros fuimos miembros también de esa otra rama legislativa- es que el Senado tenía la capacidad, aunque fuera en la hora undécima, de gestar acuerdos, que sirvieron mucho al país. De manera que siento mucho que la propuesta del Gobierno, que me parece razonable y correcta, la rechacen los parlamentarios de la Concertación, como se ha podido escuchar hasta ahora.
En segundo término, creo que el proyecto que nos ocupa ha permitido abrir debate, que espero no se agote después del Bicentenario, sobre dos materias que están muy presentes en la sociedad chilena: los abusos que se producen con los derechos de los consumidores en los bancos, en las empresas de retail, que ha quedado de manifiesto y que un grupo de parlamentarios hemos estado poniendo arriba de la mesa para que se resuelvan definitivamente; y, también, la protección de los derechos laborales, que entre otras cosas quedó de manifiesto a raíz de la dramática situación que están viviendo hoy día los mineros del norte del país.
Se trata de dos materias en las que hemos tenido que avanzar y sobre las cuales debemos legislar hacia el futuro.
Señor Presidente, si el argumento es el de que se ha de trabajar un domingo o un feriado, el Parlamento tiene que resolver si en tales días se laborará o no.
Ese es el problema de fondo.
No se diga, entonces, que aquello obedece a una cuestión de principios, porque el domingo siguiente al del feriado los empleados del comercio concurrirán igualmente a trabajar.
Por lo tanto, la sociedad chilena debe determinar si quiere que todos los negocios se hallen cerrados los domingos.
Eso es factible. Pero ahí estriba lo medular del debate en lo permanente.
Ahora, si existiera coherencia en los argumentos que he escuchado a algunos parlamentarios de la Concertación, ellos tendrían que presentar una indicación para que el 17 tampoco se trabajara.
Me cuesta entender, señor Presidente , que la misma razón aducida a propósito del feriado del 20 de septiembre, día que será irrenunciable, no sea válida para el 17. Porque, de ese modo, el trabajador al que le toca turno este último día queda en desventaja.
En consecuencia, no puede considerarse coherente que por un lado se argumente que se procura que nadie labore en el feriado del día 20 y por otro se olvide que el 17 ocurre exactamente lo mismo y debe trabajarse.
Señor Presidente , la propuesta del Gobierno es razonable, pues establece que hay dos feriados irrenunciables y que quienes laboren el 17 y el 20 de septiembre quedarán sujetos a dos situaciones: podrán reemplazar esos días de descanso con posterioridad y, simultáneamente, recibirán 50 por ciento adicional por laborar en ambas fechas.
Me parece que el Gobierno ha tratado de buscar un acuerdo o una aproximación razonable y correcta al problema surgido.
Señor Presidente , solo me resta señalar que en mi circunscripción, la de La Araucanía norte, que lamentablemente hoy se encuentra en la noticia por una situación dramática que está ocurriendo en ella, no tenemos cadenas de supermercados, ni grandes empresas del retail; allí hay únicamente pequeños locales comerciales, algunos atendidos por sus dueños y otros que cuentan con tres o cuatro trabajadores. Por tanto, de aprobarse el proyecto tal como está, en varias de sus comunas se generará una situación extraordinariamente compleja para quienes deseen disfrutar del Bicentenario, porque algunos provienen de zonas rurales donde cuentan con uno o dos almacenes pequeños, lo que les dificultará las compras necesarias para festejar las Fiestas Patrias como corresponde.
Entonces, meter en un mismo saco las grandes cadenas de supermercado y los pequeños locales comerciales me parece absolutamente incorrecto.
Señor Presidente , la propuesta del Gobierno está bien hecha; es razonable, equilibrada, y constituye una buena oportunidad para avanzar en una materia compleja. Si no se acoge, estaremos descuidando a un sector importante de la población, que merece iguales atención y protección que quienes trabajan hoy en los supermercados.
Por esa razón, apoyo la propuesta del Ejecutivo.
"
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