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- rdf:value = " NORMATIVA SOBRE COMPOSICIÓN NUTRICIONAL DE LOS ALIMENTOS Y SU PUBLICIDAD. Segundo trámite constitucional.El señor MOREIRA (Vicepresidente).-
Corresponde tratar, en segundo trámite constitucional y segundo reglamentario, el proyecto de ley, iniciado en moción en el honorable Senado, sobre composición nutricional de los alimentos y su publicidad.
Diputado informante de la Comisión de Salud es el señor Javier Macaya .
Antecedentes:
-Segundo informe de la Comisión de Salud, boletín N° 4921-11, sesión 75ª, en 14 de septiembre de 2010. Documentos de la Cuenta N° 7.
El señor MOREIRA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado informante.
El señor MACAYA (de pie).-
En nombre de la Comisión de Salud, paso a informar, en segundo trámite constitucional y segundo reglamentario, el proyecto de ley iniciado en moción de los senadores Girardi , Kuschel , Matthei , doña Evelyn , y Ruiz-Esquide , y del ex senador Ominami .
La Cámara de Diputados, en su sesión ordinaria celebrada el 23 de marzo de 2010, aprobó en general el proyecto de ley en informe.
De acuerdo a lo preceptuado en el artículo 130 del Reglamento, esta iniciativa legal y las indicaciones cursadas durante su tramitación fueron remitidas a la comisión para segundo informe reglamentario.
No obstante lo anterior, la Comisión acordó, por unanimidad, efectuar varias sesiones de audiencias para escuchar a invitados que dieran su opinión sobre el proyecto de ley, tanto desde el punto de vista general como desde la perspectiva particular del articulado y de sus indicaciones.
Concurrieron a dar su opinión sobre el proyecto de ley, por parte del Ejecutivo, la subsecretaria de Salud Pública, la jefa de la División de Educación General del Ministerio de Educación, el jefe del Laboratorio de Lípidos del Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos (INTA), entidad de la Universidad de Chile que colabora con el Gobierno.
A su vez, concurrieron muchos particulares y representantes de la industria relacionada con la publicidad y los alimentos, como la presidenta de Medios y Publicidad de la Sociedad Chilena de Pediatría, la ex encargada de la Unidad de Nutrición del Ministerio de Salud y representantes de la Asociación Nacional de Bebidas Refrescantes (Anber); de Chile Alimentos, de la Asociación Nacional de Avisadores, de la Institución Alimenta tu Salud y de la Corporación Nacional de Defensa de los Consumidores y Usuarios (Conadecus).
Los representantes del Ejecutivo, en términos generales, estuvieron de acuerdo con la imperiosa necesidad de legislar sobre la materia, atendido que resulta concordante con el gran interés de éste por promover una alimentación saludable a nivel de la población y en el ámbito escolar, por cuanto coincide con las políticas y recomendaciones entregadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha iniciado numerosas campañas a este respecto.
Se hizo especial referencia a cifras. Se señaló que, según estudios realizados en 2009, Chile presenta un alto porcentaje de obesidad, tanto a nivel infantil, como en adultos y en adultos mayores, lo cual es preocupante, pues reduce las expectativas de vida y aumenta la ocurrencia de enfermedades relacionadas. Sólo un tercio de la población mayor de diecisiete años tiene peso normal.
Se estima que dos grandes factores contribuyen a esa situación: el sedentarismo, que afecta casi al 90 por ciento de la población adulta, y el alto consumo de alimentos ricos en grasas, ácidos grasos, trans, azúcares y sal. Ambos elementos serían, en gran parte, los causantes de la carga de enfermedades crónicas relacionadas existentes en la población nacional.
Por ello, el Ejecutivo otorga mucha importancia al proyecto de ley en estudio, atendido que se dirige y apoya estrategias comunicacionales a nivel general e individual de la población.
Asimismo, se destacó la regulación que se propone hacer a la publicidad como medio para evitar que los menores estén expuestos a mensajes que promueven alimentos poco saludables o derechamente dañinos. Se destacó la responsabilidad de los productores de alimentos, los que se deben elaborar de manera que se proteja la calidad y la inocuidad de los alimentos, con un sello de industria responsable. El diseño de las etiquetas es extremadamente importante para contribuir a los objetivos planteados por la sociedad.
Los representantes de la Sociedad Chilena de Pediatría manifestaron la importancia de que se regule por ley la publicidad de la producción y venta alimenticia en el país, atendido que los niños en edad escolar ven mucha televisión y que el 70 por ciento de la publicidad para niños corresponde a comida chatarra, con la consiguiente asociación entre obesidad y medios de comunicación, por la gran influencia que tienen éstos en la población infantil.
Expuso que existen estudios que concluyen que los niños consideran más sabrosas las comidas que tienen conexión con un personaje animado conocido que aquellas que no lo tienen, y que las opciones, en su mayoría, se dirigen hacia las comidas vinculadas a esas figuras, todo lo cual demuestra la importancia y determinación que tal publicidad tiene en la decisión de qué quieren comer los niños. Agregó que, además de la gran cantidad de dinero involucrado, produce perjuicios en cuanto a que el cerebro humano está en pleno desarrollo, y las marcas publicitadas influyen en gran medida en el consumo de los menores. Al estar el cerebro en desarrollo, no afecta sólo respecto de la obesidad, sino que también al bienestar emocional, al deterioro de la salud mental, a la autoimagen y al comportamiento sexual y manejo adecuado del dinero.
Por su parte, las empresas de publicidad y las vinculadas a bebidas refrescantes y a los alimentos indicaron que, en términos generales, el proyecto está en el camino adecuado; pero que se debe asegurar una implementación apropiada desde el Ministerio de Educación, que incorpore también a los padres y apoderados de los colegios, con medidas y monitoreo.
Hicieron hincapié en que la obesidad de la población se debe a varias causas, entre las que está la alimentación desequilibrada y el sedentarismo, y que la manera de hacer frente a ello es atacar la causa, para lo cual se debe aumentar la actividad física. A su juicio, el cambio de vida hacia un estilo saludable es fundamental para crear hábitos más saludables.
En cuanto a la restricción planteada a la publicidad de ciertos alimentos, estiman que la iniciativa desconoce la existencia de la autorregulación responsable que existe y aplica la industria del rubro, que se rige por un código de publicidad del Consejo de Autorregulación y Ética Publicitaria (Conar), al que se han adherido en forma voluntaria y autónoma la mayoría de las empresas.
Por lo tanto, a su juicio, la iniciativa atenta en contra de la libertad económica y de la realización de actividades deportivas a nivel nacional y escolar, al impedir financiar y auspiciar actividades de entretención, como los campeonatos deportivos, y de cultura, como las ferias del libro, arte, etcétera.
Por ello, proponen que se continúe con el sistema de autorregulación desarrollada por la industria de las bebidas refrescantes y de los alimentos, que beneficia en mayor medida a los establecimientos educacionales de escasos recursos.
También se ve afectada la libertad de expresión, tanto personal, grupal, cultural, artística, literaria, pol��tica institucional, entre otras, y debiera existir un repudio generalizado a las prohibiciones y limitaciones a esas libertades. A su juicio, en la actualidad no impera la ley de la selva ni el caos total en lo que dice relación con la comunicación comercial. Por el contrario, existen disposiciones, procedimientos y estructuras dentro de la actividad, que son técnicas, competitivas y públicas.
Por otro lado, existe la autorregulación publicitaria, que no es una creación artificial ni antojadiza, sino que se basa en buenas prácticas internacionales, modernas y ejemplarizadoras.
Finalmente, concluyen que es necesario despejar algunos mitos en torno a la industria de los alimentos, en atención a que se la culpa de la obesidad y del sedentarismo de la población, sin que ello sea efectivo.
El presidente de la Corporación Nacional de Defensa de los Consumidores y Usuarios (Conadecus) hizo presente la necesidad de regular el tema en estudio, atendido que, a su juicio, la publicidad de algunos productos constantemente produce engaño en los consumidores, lo que ejemplificó con los denominados pack de colación, los que calificó como verdaderas “bombas”, por el alto índice de elementos que contienen que van en dirección contraria a una denominada “alimentación saludable”.
En ese sentido, manifestó que el proyecto está bien dirigido, pues considera medidas fundamentales, como el apoyo e impulso a la actividad física en los colegios, el retiro de la publicidad masiva en zonas de escuela y en eventos deportivos, incluidos regalos, premios y otros, la necesidad de retirar alimentos no saludables que se vendan a menores de doce años en colegios y zonas cercanas, equivalente a la prohibición de venta de tabaco o alcohol cerca de las escuelas, actualmente vigente. Sin embargo, es requisito indispensable que se establezcan sanciones por el incumplimiento de la norma.
A continuación, enunciaré nueve disposiciones que fueron objeto de modificación en el segundo informe, cuatro de las cuales sólo fueron adecuaciones o cambios de carácter formal de lo aprobado el 23 de marzo pasado, para terminar refiriéndome a los cinco cambios que sí constituyen modificaciones sustanciales.
1. Obligación de anunciar en envases y rótulos los ingredientes que contiene el producto y que dicha información sea veraz, visible y de fácil comprensión. Esto no sufrió modificaciones en lo sustancial.
2. Que el Ministerio de Salud determine qué alimentos tienen composición alta en calorías, grasas y azúcares, y que se rotulen como tal. Este punto tampoco sufrió modificaciones fundamentales.
3. Prohibición de publicidad para la leche sucedánea a la leche materna, que tampoco sufrió cambios.
4. Se establecen sanciones por infracción a esta ley, las cuales estarían establecidas en el Código Sanitario, aspecto que no tuvo modificaciones sustanciales.
5. Se impide la realización de publicidad de los alimentos ricos en grasas, dirigida a niños menores de doce años, utilizando personajes que despierten un grado de admiración relevante para el público infantil y que induzcan a su consumo excesivo o se aprovechen de su credibilidad, o utilicen ganchos comerciales no relacionados con la promoción propia del producto, tales como juguetes y accesorios, salvo que se utilice esta práctica comercial para promover las ventajas de una alimentación variada y equilibrada, como la práctica del deporte o de la actividad física, el fomento de la educación y la cultura, que combatan el sedentarismo o para que resalten la importancia de un estilo de vida saludable y activo para los niños a quienes se dirige la promoción. Aquí se elimina la referencia a la prohibición de impedir que la publicidad utilice personajes que despierten admiración en la población infantil.
6. Que en los programas de estudios se contemplen contenidos que desarrollen hábitos de vida y alimentación saludable, y que los establecimientos educacionales contemplen en sus programas curriculares, al menos, tres bloques semanales fraccionados de actividad física práctica. Es decir, se elimina la obligación de que los programas de estudio escolares contemplen tres bloques de educación física a la semana, y se reemplaza por una frase asertiva que busca que en los establecimientos educacionales se promueva la educación física, la práctica del deporte y hábitos de vida saludable.
7. Se exige que los ministerios de Salud y de Educación realicen un monitoreo nutricional obligatorio en todos los niveles de enseñanza escolar, a fin de medir la masa corporal de los alumnos y orientarlos a sistemas de vida saludable. Se suprimió el
artículo que contenía esa obligación.
8. En el segundo informe se agrega un artículo nuevo para exigir que, en los envases de productos comercializados o elaborados en Chile que contengan soya, maní, huevo, mariscos, pescado o frutos secos se indique dicha circunstancia.
9. Finalmente, se aumenta de seis meses a un año el plazo para que el Ministerio de Salud dé cumplimiento y ejecute las materias contempladas en la iniciativa.
Por consiguiente, y para concluir, hago presente que el proyecto aprobado contiene nueve o diez modificaciones, pero cinco de ellas apuntan al fondo; las restantes son de carácter más bien formal, que efectúan adecuaciones a las leyes vigentes o al resto del articulado o, simplemente, tratan de aclarar lo que la disposición propone regular.
He dicho.
El señor MOREIRA (Vicepresidente).-
En discusión el proyecto.
Tiene la palabra el diputado señor Víctor Torres .
El señor TORRES.-
Señor Presidente, el proyecto fue discutido en la Comisión de Salud y va en la dirección correcta en cuanto a lo que se requiere en materia legislativa, desde la perspectiva sanitaria de un país que aspira a ser moderno.
Como muy bien lo planteó el diputado informante, la Organización Mundial de la Salud ha realizado una serie de recomendaciones tendientes a combatir una situación compleja, desde el punto de vista sanitario, como la obesidad, fundamentalmente la infantil.
En Chile, la obesidad es una enfermedad crónica determinada como la más prevalente dentro de los grupos de menores, como paso a detallar a continuación.
El 8 por ciento de los menores de seis años tiene obesidad, así como el 17 por ciento de los escolares de 1° básico, el 33 por ciento de las embarazadas y, en los adultos, el 28 por ciento de mujeres y el 23 por ciento de hombres. También es importante considerar que cuando hablamos de enfermedad crónica, como la obesidad, no nos referimos sólo a los efectos de la propia enfermedad, sino también al hecho de que constituye un factor de riesgo para otro tipo de patologías importantes desde el punto de vista de la prevalencia en materia de salud pública en adultos, como la hipercolesterolemia, que tiene una prevalencia de 35 por ciento en la población de adultos; la hipertensión arterial, con un 33 por ciento; la diabetes mellitus tipo 2, con un 4 a 12 por ciento.
También es importante mencionar el cambio del perfil epidemiológico y la presencia de otras enfermedades crónicas asociadas a la obesidad infantil, de acuerdo a estudios nacionales. El 30 por ciento de los niños presenta dislipidemia; el 50 por ciento, hiperinsulinemia; el 10 por ciento, hipertensión arterial, y el 1 ó 2 por ciento, por lo menos, diabetes mellitus tipo 2. Todas son factores condicionantes para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, que son la primera causa de muerte en Chile.
La Organización Mundial de la Salud plantea que los países que aspiran a ser desarrollados desde la perspectiva sanitaria deben garantizar -ése es el sentido de este proyecto- el derecho de los consumidores a recibir una información exacta, estandarizada y comprensible sobre el contenido de los productos alimentarios que les permitan adoptar decisiones saludables.
Por lo tanto, se trata de que la ciudadanía no sólo tenga la posibilidad de consumir lo que quiera, sino también de saber que aquella decisión que está tomando en libertad tiene algún efecto sobre su salud.
Considero fundamental que en la actualidad en Chile, en la perspectiva de la prevención en salud, seamos capaces de generar instancias que nos permitan entregarle a la ciudadanía ese tipo de condiciones.
Por tal razón, celebro la moción presentada por los señores parlamentarios nombrados en el informe. Asimismo, destaco la discusión realizada al interior de nuestra Comisión de Salud.
Sin embargo, hay otros aspectos que quedaron pendientes. Por ejemplo, nos hubiera encantado aprobar la exigencia a las empresas que entregan alimentos llamados “comidas rápidas” la información -también concienzuda- respecto de la cantidad de calorías que se consumen con la ingesta de dichos alimentos. Existe una alta cantidad de productos que hoy se ponen a disposición de la población con un enorme bombardeo comunicacional para estimular su consumo, pero respecto de los cuales no necesariamente se exige la entrega de la información necesaria a los consumidores para que puedan tomar en conciencia la decisión de cómo alimentarse.
Chile es un país que, en materia de nutrición, durante los últimos años, pasó desde la desnutrición hasta la obesidad infantil.
Cuando en las políticas públicas se ha decidido disminuir o controlar las calorías que se entregan a nuestros niños a través de programas como la Junaeb, también es el momento de hacer conciencia en el resto de la ciudadanía de que la obesidad es un factor de riesgo importante en la generación de otro tipo de enfermedades. Y por esa misma razón resulta tan relevante que sean nuestros niños los que hoy día tomen el primer grado de conciencia respecto del asunto.
Si hoy tenemos un niño obeso, lo más probable, en un gran porcentaje, es que en el futuro tengamos un adulto que también lo sea. Y no será tan sólo obeso, sino que
como dije en un principio- también tendrá mayores posibilidades de sufrir patologías como las que ya he mencionado: hipertensión arterial, dislipidemia, etcétera.
Obviamente, ésta no es la solución exclusiva para el problema expuesto, pero viene a ser una condicionante más que el país debe enfrentar, desde la perspectiva de las políticas públicas en salud.
Hay que seguir avanzando.
Hace algunos días, debatimos el proyecto que aumenta a cuatro las horas de educación física en los colegios, porque entendemos que también por esa vía se debe tratar de evitar que esta situación siga ocurriendo.
Insisto en celebrar este proyecto. Espero que la mayoría, si no la totalidad, de los diputados presentes vote favorablemente esta excelente iniciativa.
He dicho.
El señor MOREIRA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Enrique Accorsi .
El señor ACCORSI.-
Señor Presidente, celebro la presente iniciativa. Sin embargo, ésta fue desnaturalizada durante su análisis. Aunque llegamos a acuerdo en algunos puntos, tal como está redactado, por ejemplo, si las mamás de Chile van a comprar cereales, con la rotulación que pusieron las empresas, incluso sin la autorización del Ministerio de Salud, no tendrán cómo saber su composición.
Si hubiéramos incorporado el establecimiento de los “semáforos” de los alimentos
que era el acuerdo que teníamos-, hoy todos los cereales estarían en rojo en cuanto a los contenidos de azúcar y de sal. ¡Todos!
En consecuencia, anuncio que presentaré indicaciones al proyecto para devolverlo a la Comisión de Salud, porque la información que aporta, de acuerdo a su texto actual, no le sirve de nada a la gente.
Nosotros presentamos un requerimiento sobre la materia en una Seremi, porque un grupo de empresarios dedicados al área de alimentación no puede autorrotular sus productos con etiquetas que ni siquiera coinciden con las normas -lo dicen todos los especialistas- de la Organización Mundial de la Salud.
El presente proyecto tiene muy buenas intenciones, pero fue desnaturalizado en su fondo y en su forma.
Por lo tanto, pido que analicemos la posibilidad de devolver la iniciativa a la Comisión de Salud, para llegar a algún acuerdo que permita que la gente, incluso los niños, pueda discriminar de manera fácil si determinado producto es saludable o no, con un sistema de avisaje que sea claro y expresivo.
Tampoco pudimos normar sobre el contenido de azúcar, de sal y de grasas trans.
Reitero que éste es un proyecto con buenas intenciones, pero que, sin embargo, en el camino fue desnaturalizado completamente.
Por lo tanto, anuncio mi voto en contra.
He dicho.
El señor MOREIRA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Guillermo Teillier .
El señor TEILLIER.-
Señor Presidente, las evidencias existentes sobre el estado de salud de la población chilena respecto de los elevados niveles de obesidad y de enfermedades relacionadas, recogidas en el informe emitido por la Comisión de Salud de esta Cámara, dan cuenta de hábitos alimentarios que no contribuyen a una vida saludable, que merman de manera creciente las proyecciones de calidad de vida de nuestra población, transformándose en un problema de salud pública. Más preocupante aún resulta la elevada tasa de obesidad que se presenta en la población infantil menor de seis años, que llega a 22 por ciento.
Sin duda, el bombardeo publicitario dirigido a la promoción de alimentos altos en azúcares, grasas saturadas y sal, entre otros, cuyos perjuicios a la salud han sido ampliamente demostrados, ha contribuido a engrosar las elevadas tasas de obesidad y de enfermedades asociadas, como la diabetes.
Cabe tomar en cuenta que uno de los principales mercados al cual suele dirigirse dicho bombardeo, sin ninguna clase de escrúpulos, es el compuesto por nuestros niños.
Si bien entendemos que este problema no se resuelve exclusivamente mediante una iniciativa como ésta, constituye un avance en la materia, considerando el vacío existente en relación con la legislación que regula la publicidad de los alimentos, su promoción y etiquetado.
Sin embargo, el contenido del proyecto debería abordar otros puntos. Primero, recoger lo señalado por la Organización Mundial de la Salud en cuanto a la publicidad y avisaje respecto de la protección de los menores hasta los 18 años, y no sólo hasta los 12, como se propone, por cuanto aún a esta edad los niños se encuentran en pleno proceso de crecimiento.
Segundo, establecer la prohibición del expendio de alimentos categorizados como no saludables en un radio de, al menos, cien metros de los establecimientos escolares.
Tercero, disponer restricciones publicitarias para alimentos no saludables en horarios televisivos dirigidos al segmento infantil.
Cuarto, de permitirse los auspicios de cualquier marca de alimentos en los establecimientos escolares, debiera explicitarse la prohibición de promoción y publicidad de dichos productos, en consistencia con lo establecido en el artículo 5°.
Quinto, los compuestos considerados dañinos para la salud debieran establecerse claramente, sin lugar a dudas y de manera sugerente, en la rotulación del producto.
Por otra parte, debo recordar que la semana pasada aparecieron los resultados de un estudio realizado por la organización de consumidores y usuarios de Chile, que alertaba sobre la inconsistencia entre lo señalado por el rotulado de cereales dirigido al público infantil y sus contenidos reales en azúcares y sal. Situaciones de publicidad engañosa como ésta también debieran ser abordadas desde la perspectiva de las sanciones que tienen que establecerse. Debemos dar una señal a la industria alimentaria en relación con la superposición del bienestar de nuestra población a los intereses de esas empresas, que hasta el momento han sido favorecidas por la desregulación existente en esta materia.
Es necesario poner en el centro del debate la salud de la población, más aún cuando se trata de la infantil. Por eso, nos parece que estaríamos ante un doble discurso si no somos estrictos en esta materia, tomando en cuenta las restricciones que se establecieron, por ejemplo, en la ley del tabaco, por ser nocivo para la salud.
He dicho.
La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra (Presidenta).-
Tiene la palabra el diputado señor Alfonso de Urresti .
El señor DE URRESTI.-
Señora Presidenta, sobre el proyecto, no cabe duda de que existe consenso en que está bien intencionado, pues la rotulación de los productos alimenticios, especialmente para los menores, es un mecanismo necesario para dar una correcta información a los ciudadanos.
Los antecedentes que hemos conocido nos proporcionan certeza respecto de los altos índices de obesidad en nuestra sociedad, particularmente en la población infantil.
El objetivo del proyecto es loable, y no cabe duda de que la gran mayoría de los parlamentarios lo va a respaldar. Sin embargo, como lo han señalado varios diputados, deja la solución del problema de fondo a mitad de camino.
Lo que debemos buscar, de manera clara y precisa, es el establecimiento de una rotulación entendible, abordable y explicativa para cualquier ciudadano, porque entender hoy la rotulación de alimentos es prácticamente imposible si no se tienen conocimientos de química o de composición nutricional. Es decir, para la mayoría de los chilenos es prácticamente imposible saber si un producto potencia o no la obesidad, ni cuál es el porcentaje de azúcares, de grasas o de sales que contienen los productos alimenticios.
En tal sentido, así como durante el último tiempo la autoridad de Gobierno estableció un semáforo a lo largo del país para clasificar los establecimientos educacionales de acuerdo al rendimiento en la prueba Simce , considero que también se debe usar un sistema simplificado similar para que cualquier persona, ya sea niño, madre o profesor, sepa la composición calórica de los productos alimenticios. Eso es fundamental.
Es el consumidor final, ya sea en el quiosco de la esquina o en un establecimiento educacional, el que va a determinar si tal o cual producto tiene o no incidencia nociva.
¿De qué manera un niño puede conocer la composición del producto que adquiere? ¿De qué manera los padres, cuando compran cereales -cuyo consumo está hoy muy extendido-, pueden saber su composición?
Debe existir un rotulado explicativo para todos los ciudadanos. Eso hoy no ocurre, porque existe gran presión -digámoslo claramente- de la industria alimentaria. Esto lo comprobamos a propósito de la industria de las bebidas alcohólicas, cuando queríamos regular la publicidad y el anuncio en las etiquetas. A la industria le interesa vender más, pero no se hace responsable del consumo excesivo por parte de los niños y niñas de nuestro país.
El proyecto de ley se ha desnaturalizado en su idea original, pero mantiene su buena intención. La idea principal apunta a que la gente común y corriente pueda conocer las ventajas y desventajas de un producto. Eso debiera ser lo fundamental del proyecto, que llevara aparejadas otras iniciativas en materia educacional.
Sería bueno que el Ministerio de Educación fijara reglamentos internos dentro de los establecimientos educacionales y aumentara -esta materia la discutimos hace pocos días- la cantidad de horas de educación física. El diputado Manuel Rojas , aquí presente, impulsó esa iniciativa que buscaba aumentar la cantidad de horas de educación física en los establecimientos educacionales
Por lo tanto, se trata de promover un conjunto de normas para avanzar en lograr una mejor calidad de vida de los chilenos y evitar la obesidad infantil que hoy coloca a Chile a la vanguardia de esta triste estadística.
Debe haber un conjunto de normas sistemáticas direccionadas por parte del Estado, e internalizadas por la sociedad, para evitar el crecimiento del flagelo de la obesidad infantil.
En consecuencia, de acuerdo con el artículo 111 del Reglamento, solicito que el proyecto vuelva a Comisión para continuar su discusión y evitar la desnaturalización que describí.
No nos quedemos con una legislación limitada si se puede avanzar más. Seguramente muchos colegas dirán que con este proyecto se avanza algo. Efectivamente es así. Pero, ¿por qué no avanzar más? ¿Por qué no avanzamos más y damos señales claras y precisas, especialmente a los jóvenes, a los padres y madres, a fin de que puedan saber qué están comprando y cuál es el contenido de calorías de cada producto? No nos quedemos sólo con la información del nombre científico o de la composición química de cada producto. Establezcamos una norma explicativa que señale clara y precisamente en qué consiste cada producto y en cómo afecta la salud de cada niño.
Si el proyecto puede volver a la Comisión -de hecho, lo solicito-y podemos legislar para entregar mayor información a los ciudadanos comunes y corrientes, entonces avancemos en tal sentido. No nos quedemos con una normativa limitada si puede ser perfeccionada.
He dicho.
La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra (Presidenta).-
Tiene la palabra el diputado señor Juan Lobos .
El señor LOBOS.-
Señora Presidenta, el proyecto se discutió ampliamente en la Comisión de Salud y en la Sala, en la que se presentaron varias indicaciones que significaron que el proyecto volviera a la Comisión.
Sin embargo, quiero destacar algunos aspectos que debieran ser conceptos básicos: ningún alimento es malo per se, y eso hay que establecerlo. No se trata de que un alimento sea malo porque tiene azúcar, porque tiene sal o porque tiene colesterol. Lo que importa es cuál es la proporción que ese alimento alcanza dentro de la dieta diaria de la persona.
En tal sentido, ahí radica la dificultad para establecer algo justo, útil y que ayude a alcanzar el objetivo que buscamos.
El proyecto busca establecer bases mínimas de transparencia respecto del contenido de los alimentos que se expenden en Chile. Se han buscado muchas maneras: destacar niveles altos de sodio, de azúcares, de colesterol, etcétera. También se ha propuesto utilizar una especie de semáforo, dibujos u otros recursos que permitan, rápidamente y de una mirada, saber más o menos lo que se está comiendo.
Pero vuelvo al tema primigenio. ¿Cómo le vamos a decir a una persona que comerse una hamburguesa es malo si esa hamburguesa es todo lo que va a comer en el día? Ahí no radica el problema.
El problema se presenta cuando esa persona ingiere más calorías, grasas o sodio que las que realmente necesita.
Por cierto, los chilenos somos bastante buenos para la sal. Aparte de la que ya traen los alimentos, se suele poner un salero en la mesa, y le echamos abundante sal a las comidas. Está ampliamente demostrado que eso genera hipertensión, efectos nocivos y riegos de accidentes vasculares e infartos.
Entonces, se buscó la manera de saber qué estamos comiendo y que no se nos trate como lisiados mentales. Uno de los defectos que tenemos los legisladores es creer que solamente aquí se piensa y que el ciudadano común y corriente no tiene idea de lo que le dicen, que no tiene ninguna preocupación y que nosotros tenemos que pensar por ellos. Ese es un concepto casi peyorativo de la inteligencia del ciudadano. Nos gusta creerlo inteligente cuando le vamos a pedir el voto y cuando nos prefieren; ahí sí decimos que son inteligentes. Pero después, cuando legislamos, muchas veces menospreciamos esa capacidad de entendimiento.
Lo que se ha propuesto aquí es, sencillamente, poner en orden decreciente los constituyentes de los alimentos y, de esa manera, saber exactamente lo que la persona está comprando.
Ahora, esto supone una serie de premisas que se establecen en el proyecto, que van a permitir que, después, el Ministerio de Salud, de acuerdo con un reglamento que debe dictar, adecue y haga cumplir la ley, de manera que esto sea útil, porque -digámoslo- no porque pintemos una bolsa de rojo, azul, verde o amarillo, en señal de advertencia, la gente no va a comprar ese producto. Esto no tiene nada que ver con eso, sino que busca informar.
También se vincula con los colegios, donde a través de promociones se puede hacer un puente con los niños. Digo esto porque tampoco podemos llegar al extremo de prohibir los auspicios o determinadas marcas por el hecho de que entre ellas exista un producto que se exceda en algún componente. Por ejemplo -inventaré uno ridículo, pero explicativo de la situación-, una fábrica puede elaborar un chocolate que contenga un nivel altísimo de calorías o, mejor aún, una bebida específicamente formulada para deportistas de alto nivel para que repongan líquidos, sales, etcétera. Obviamente, esa bebida no la podrá consumir un niño, por cuanto sobrecargará su riñón con sodio, cenizas y otros productos; pero, esa misma fábrica podrá promocionar una competencia escolar de atletismo, etcétera, y de esa manera aportar a lo que todos buscamos.
Llamo a que aprobemos este proyecto que, por cierto, no es la panacea. La gente aprende cuando se la educa. Se requiere de tiempo, de dedicación y de campañas intensivas para cambiar los modelos de conducta. Para eso debemos empezar con una primera piedra; pero, siempre, la primera de todas es la información. Cualquier ciudadano, cuando tome una bolsa de cereal, debe saber cuánto hidrato de carbono contiene o si existe presencia de grasas saturadas o de algún elemento que pudiera ser nocivo, como colorantes artificiales, etcétera. Eso es lo que se hizo hace muchos años en países desarrollados y no es más ni menos lo que pretendemos.
Quizás haya algunos colegas que quieren avanzar más, pero si por avanzar más seguimos demorando este proceso vamos a seguir llegando tarde a la vida de muchos niños que hoy, en primero básico, son gordos, y en octavo básico ya están francamente obesos. Además, es bueno recordar que un número importante de adultos de más de 40 años -más del 40 por ciento- presenta índice coronario elevado. Es decir, en algún momento ellos estarán en riesgo de sufrir un accidente vascular, un infarto o, sencillamente, de ser hipertensos o diabéticos. Eso es algo que el país debe empezar a considerar. Aquí no se trata de proscribir la hamburguesa, la mayonesa o de decir que el hot dog es malo, sino de que todo el mundo sepa las calorías que ingiere, la proporción en que lo hace y, en el caso de estos alimentos, si en su composición hay algunos elementos que consumidos en exceso -reitero- pudieran ser nocivos para la salud.
Por eso, señora Presidenta, anuncio mi voto favorable y, por su intermedio, pido a la honorable Cámara que aprobemos esta iniciativa para seguir avanzando en esta materia, por cuanto a través de su reglamento podremos mejorarla, clarificar y ver la manera en que vamos a llegar a todas las ciudadanas y ciudadanos para mejorar sus hábitos de alimentación.
He dicho.
La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra (Presidenta).-
Tiene la palabra el diputado Saffirio .
El señor SAFFIRIO.-
Muchas gracias, señora Presidenta.
Me alegro de que estemos analizando este proyecto, porque, de alguna forma, aborda una de las temáticas más complejas en materia de salud pública: la obesidad.
El problema está en que el proyecto hace alusión a la rotulación de alimentos, básicamente, para entregar información valiosa a los consumidores en la lógica de evitar los estándares o niveles de obesidad que padecen niños, jóvenes y adultos en el país.
Sin embargo, recuerdo que, cuando discutimos por primera vez este proyecto en la Sala, hice referencia a un factor que es nuevo -pero, no por ello menos grave- y, además, creciente no sólo en el país, sino que en muchas economías desarrolladas, cual es la presencia, en la mayoría de los alimentos que consumimos, y que forman parte de nuestra cultura alimentaria, de dos proteínas: el gluten y la caseína presentes en el trigo y en los productos lácteos derivados de la leche. Hay un conjunto importante de nuestra población que, como dije, es creciente, y que, al ingerir estas proteínas reciben un daño a su salud verdaderamente colosal y demoledor. Estoy hablando de una población de menores que padecen de los denominados trastornos generalizados del desarrollo (TGD), que pueden ir desde una minusvalía muy menor hasta el autismo. La situación ha presentado niveles alarmantes, sobre todo en los últimos diez años, debido al incremento de la población mundial, particularmente en las economías desarrolladas, cuyos niveles de consumo han ido creciendo. La instancia de poder legislar respecto de la composición nutricional de nuestros alimentos es preciosa para abordar también esta temática.
Hay algunos alimentos, principalmente provenientes del extranjero, que mencionan, dentro de su información, la ausencia o presencia de gluten y caseína. Daríamos una señal importante si lográramos acuerdos en el sentido de incorporar en la información nutricional la presencia de estas dos proteínas y, de esa forma, evitar, muchas veces, por error, que los menores que padecen TGD o autismo puedan ver retrocesos significativos en sus tratamientos, principalmente, a partir de una rigurosa dieta alimenticia.
Por ello, me sumo a la petición del diputado De Urresti, en orden a solicitar a esta Sala un esfuerzo adicional, y que la Comisión, con toda la información que se necesita y que está disponible, pueda abordar definitivamente este tema. El punto es saber cuál será nuestra decisión: si legislar para defender los intereses de la industria del trigo y sus derivados, así como la industria de los lácteos, o bien defender la salud de la población. Me inclino por defender la salud de la población. Entiendo que el proyecto va en esa misma dirección, de forma que, desde mi punto de vista, existe compatibilidad absoluta entre hacer ese esfuerzo y la mirada propuesta por la Comisión de Salud a través de la iniciativa en discusión.
He dicho.
La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra (Presidenta).-
Tiene la palabra el diputado Melero .
El señor MELERO.-
Gracias, señora Presidenta.
Al escuchar algunas de las intervenciones, pareciera ser que las Comisiones de Salud, tanto del Senado como de esta Cámara, no hubieran hecho ese exhaustivo análisis que algunos piden respecto de la composición nutricional de los alimentos y de la forma como debe informarse a los consumidores.
Pareciera ser que la industria, por su parte, ha actuado con absoluta falta de normativa y hace lo que se le antoja; pareciera ser que el Ministerio de salud no supervisa ni ve nada. Lo mismo pareciera ser respecto de los medios de comunicación, en circunstancias de que existe el Consejo de Autorregulación y Ética Publicitaria y una comisión nacional de regulación de la publicidad.
En esta materia, en Chile no impera la ley de selva. Aunque el Ministerio de Salud cumple, de acuerdo con el Reglamento Sanitario de los Alimentos y fiscaliza la composición nutricional de los alimentos, la industria también se ha dado una serie de normas de autorregulación, las que están a la vista de todos los consumidores. Por su parte, el Ministerio de Educación regula la administración de kioscos en los establecimientos educacionales a través de los centros de padres. Asimismo, el Consejo de Autorregulación y Ética Publicitaria ha adherido, en forma voluntaria y autónoma, a muchas disposiciones para no transmitir mensajes televisivos con publicidad que induzca a confusión o equívoco en la decisión de compra y consumo.
La pregunta es cómo perfeccionar algunas normas. Esto no pasa por definir entre blanco y negro, toda vez que la respuesta tiene matices, y uno de ellos es enmarcar en una ley una serie de decretos y reglamentos que están dispersos. No en vano, el Ministerio de Salud, durante el Gobierno anterior, formó una comisión ad hoc para este tema, en la que participó la industria y el ente regulador de la cartera de Salud. En esa comisión se alcanzaron grandes consensos.
¿Cuál es el análisis, entonces? Algunos se pronuncian, de manera muy categórica, por avanzar en un sistema de etiquetado tipo semáforo, a fin de que aparezca en rojo, verde o amarillo lo que se quiere informar a la ciudadanía sobre los alimentos. Pero también es absolutamente lícito y de toda lógica que se miren otros sistemas de información, que han sido muy eficaces en distintos países de la comunidad internacional, en la organización Mundial de la Salud (OMS) y en la Unión Europea. Es el caso del uso de la Guía Diaria de Alimentación (GDA), una guía diaria -valga la redundancia- de alimentación de lo que una persona puede consumir. Este sistema lo adoptó el Mercosur, para la información de sus países miembros.
Así las cosas, el Congreso podrá optar entre un sistema u otro. En este caso, la Comisión de Salud optó por la Guía Diaria de Alimentación, la GDA, sistema por el que han optado la industria, el Mercosur, la OMS y muchos países de la Unión Europea.
Como el marco conceptual es amplio, habida consideración de que no existe una sola forma de informar a las personas, en el futuro los consumidores encontrarán un amplio bagaje de información en el etiquetado.
Ese es un primer punto.
Otro punto es hasta dónde queremos llegar. Queremos un Estado orientador, regulador o queremos un Estado nodriza, que le diga a los chilenos y a las chilenas lo que pueden comer o no.
Personalmente, no me gustan las nodrizas. Me gusta que, como consumidor, me informen, para tomar libremente mis decisiones. Perdónenme que sea tan grueso en mi análisis, pero si quiero comer con mucho sodio, con mucha sal o con mucha azúcar, déjenme la libertad plena de hacerlo. Me tendrán que decir: “Señor Melero , cuidado, que eso tiene mucha sal o tiene mucha azúcar”; pero no quiero que me restrinjan mi marco de libertad. El que quiera fumar, que fume, para poner otro ejemplo; pero debemos decirle que el tabaco provoca cáncer y que lo puede matar.
Pero una especie de Estado omnipresente o nodriza, que nos diga lo que podemos comer o no… Algunos distinguidos diputados -ojo con los representantes de sectores populares-, querían regular y prohibir una serie de productos que se venden en esos puestos, esos carritos que tenemos en todas nuestras comunas, como hot dogs, empanadas, papas fritas, pollos, en fin. De aprobarse las indicaciones presentadas por algunos diputados de la Concertación significaría la clausura de todos esos puestos.
Por eso, hemos llegado al punto de ser capaces de conciliar las libertades individuales de los chilenos, en el marco de un Estado libre, con la orientación y la regulación del Estado y la información adecuada, para que el consumidor libremente resuelva qué comer, eso sí, con la restricción a la información a los que no tienen discernimiento y a los que no están emancipados, es decir, a los niños. A ellos sí que no les podemos informar cualquier cosa. Y el proyecto se hace cargo de eso, cuando establece que no se podrá publicitar alimentos utilizando personajes que generen admiración en el mundo infantil y que induzcan su consumo excesivo. Por ejemplo, no me parece poner a
Supermán vendiendo determinado producto alimenticio, porque eso es aprovecharse de la credulidad del niño, que por naturaleza es ingenuo.
Pero, ¡ojo!: el proyecto que llegó del Senado contempla algunas prohibiciones que podrían terminar, por ejemplo, con la “Copa Milo” o con la “Copa Coca Cola”, iniciativas deportivas que son auspiciadas por productores de alimentos. Si algún diputado quiere terminar con la “Copa Milo”, que lo diga; si quieren terminar con la “Copa Coca Cola”, que lo digan, y vayan a esos centros de padres y apoderados a explicarles por qué prohíben esos auspicios a las actividades deportivas. Este es el tipo de indicaciones que lleva a los extremos.
Repito, tenemos la gran oportunidad de conciliar lo que yo denominaría las cuatro columnas fundamentales. La primera, es la información adecuada a los usuarios sobre la composición nutricional de los alimentos. Podrá haber formas distintas de informar. A mí me gusta la GDA; a otros les gusta el sistema del semáforo. Discutámoslo .
La segunda columna es el establecimiento de limitaciones a la publicidad de los alimentos, cuestión que el proeycto consigna en forma adecuada.
La tercera, hacernos cargo de fomentar el gasto energético. El problema no se soluciona con sólo estar bien informando, porque también está la presencia de la obesidad. Permítanme decirles, por su intermedio, señora Presidenta, que la obesidad nada tiene que ver con el etiquetado de los alimentos. La obesidad tiene que ver con patrones culturales, con la forma como se informa a la población. Me encantaría que el Ministerio de Salud, tal como lo dije en la Comisión, gastara una buena cantidad de millones de pesos en spots de televisión fomentando en los chilenos la actividad física y la vida sana.
No soy médico, pero el ABC de todo esto es gastar, al menos, lo mismo que se ingiere. Si uno se mete 3 mil calorías, el gasto energético tiene que ser en esa proporción: de lo contrario, esas calorías se convierten en grasas, antesala de la obesidad.
Hemos discutido la necesidad de imponer una cantidad de horas de educación física. Está bien, aunque tengo mis aprensiones sobre su incompatibilidad constitucional, sobre todo después de que aprobamos una Loce que estableció que sólo se podía imponer lenguaje y matemática y que serán los currículos de cada establecimiento los que pondrían los incentivos. Pero, está bien. Hay gran consenso en que tenemos que promover el deporte y la vida sana; en que tenemos que generar condiciones para que en los establecimientos educacionales se haga ejercicio, una de las formas de gastar el exceso de calorías que se incorporan al organismo.
En resumen, las Comisiones de Salud del Senado y de esta Cámara hicieron un esfuerzo importante. Créannos que escuchamos todas las visiones, las que se consignan en el informe. O sea, por falta de investigación y de análisis no nos quedamos.
Pienso que es posible conciliar esos elementos en un cuerpo legal, y la fórmula que ideó la Comisión de Salud es la adecuada, para que, de una vez por todas, impongamos algunas normas que hoy no están, en un tema en que se está haciendo mucho -no estamos en la ley de la selva- para dar al país una legislación que concilie elementos de libertad, información y consumo adecuado de los alimentos, en los términos equilibrados, como está establecido en el proyecto.
He dicho.
La señora SEPÚLVEDA, doña Alejandra (Presidenta).-
Tiene la palabra el diputado señor Pepe Auth .
El señor AUTH.-
Señora Presidenta, en primer lugar, quiero felicitar a los senadores que promovieron esta iniciativa, porque apunta a resolver uno de los problemas más relevantes de las sociedades contemporáneas, cual es la obesidad infantil, que fundamentalmente tiene dos fuentes de origen: la dieta y la vida sedentaria.
Si de verdad queremos reducir de manera significativa el incremento sostenido y progresivo que está teniendo la obesidad en la población infantil chilena, debemos atacar ambos aspectos: la dieta y las características excesivamente sedentarias de la vida de las grandes urbes.
Me alegro de que no haya nadie en esta Sala que cuestione la materia, porque habría sido extraño hace algunos años plantear la necesidad y la obligación de que el Estado deba intervenir en el mercado para conseguir objetivos de beneficio social. Es evidente que si dejamos el mercado a su suerte se producirán niveles crecientes de obesidad. Naturalmente, sin limitaciones, la tendencia es a obtener el máximo de lucro, lo cual se consigue incentivando a la población infantil a consumir productos que le generan un evidente daño a la salud.
El diputado Melero preguntó qué tipo de Estado requerimos. Tratándose de la población infantil, no hay discusión alguna respecto de las señales que debe dar el Estado para desincentivar el consumo de productos que, médicamente, han demostrado que causan daño a la salud y al desarrollo infantil. El mismo diputado no hizo ninguna objeción a la hora de prohibir el consumo del tabaco y el alcohol. Estamos hablando de elementos que producen un daño equivalente a la salud.
Celebro el proyecto, porque establece un rotulado y la prohibición de expender, comercializar, promocionar, publicitar y entregar a título gratuito estos productos en los jardines infantiles, escuelas y liceos, cualquiera sea su característica. Eso es un avance muy importante. Me parece muy relevante que se establezca la prohibición de los ganchos comerciales, que son el instrumento privilegiado para cautivar a crecientes poblaciones de niños e inducirlos al consumo de estos productos.
Quizá, debería existir mayor claridad en la rotulación, porque estamos hablando de población infantil y no de personas maduras, con raciocinio desarrollado. Por lo tanto, deberíamos avanzar un poco más en la simpleza y claridad que debe tener el rotulado para identificar los productos que provocan determinados resultados en el desarrollo. Por lo tanto, me sumo a quienes creen que hay que darle una segunda vuelta al proyecto en la Comisión.
Me parece muy importante que, por fin, se establezca la obligatoriedad de señalar en todos los productos, de producción nacional o importada, la existencia de soya, leche, huevo, mariscos, pescados, etcétera.
Tengo un hijo pequeño que creció en Suecia. Ahí se le descubrió la intolerancia a la proteína de la leche. Al llegar a Chile, comenzamos a vivir un vía crucis para descubrir qué productos, yogurt y postres podía consumir. Francamente, era una cuestión de vida o muerte. Al final, optamos por no consumir ninguno, porque no existe la responsabilidad de la industria de señalar expresamente qué productos tienen proteína de la leche.
Junto con atacar la calidad de la dieta, debemos también intervenir en el sedentarismo que hoy está avanzando a pasos agigantados en la población infantil chilena. Por lo tanto, respaldo toda iniciativa tendiente a incrementar las horas de educación física en las escuelas y los liceos de Chile y a promover toda la actividad natural, en particular el senderismo con acceso universal para todos los chilenos y chilenas.
Por esta vía, quiero invitar a los colegas parlamentarios, particularmente de la Región Metropolitana, a descubrir y promover la reciente apertura de un sendero de siete kilómetros y medio en el cerro San Cristóbal . Los invito a organizar una actividad colectiva, donde todos los parlamentarios y nuestras familias demos prueba de la necesidad de incrementar la práctica del senderismo, la cual deberían desarrollar todas las familias de Chile.
He dicho.
El señor MOREIRA (Vicepresidente).-
Si le parece a la Sala, una vez que hagan uso de la palabra los cuatro diputados inscritos, procederemos a votar los proyectos tramitados y, posteriormente, realizar el homenaje a don Pablo Neruda
¿Habría acuerdo?
Acordado.
Tiene la palabra el diputado señor Juan Luis Castro .
El señor CASTRO.-
Señor Presidente, en gran medida, comparto muchas de las intervenciones de mis colegas en la Sala.
Sólo quiero colocar énfasis en que hoy, más que tratar de convertirnos en comisarios del pueblo, en relación con lo que las personas deben o no consumir, ejerciendo su libertad, lo que importa es que haya plena información.
Con todos los ejemplos que hoy se han dado, creo que debemos dar un paso importante en materia nutricional para decirle a la gente cuánto contenido de cada una de las sustancias que en exceso pueden producir problemas tienen algunos alimentos.
Mucha gente no conoce la diferencia que existe entre grasas saturadas e insaturadas, los niveles de sodio máximos diarios permitidos o las cantidades de azúcar que puede tener una bebida, como la Coca Cola, porque la gente ignora cada uno de sus compuestos. No sabe cuáles son los límites del beneficio y, luego, los del perjuicio. A propósito de este proyecto de ley, es de suma importancia considerar rangos y que las rotulaciones sean comprensibles para el público.
A pesar de que en la Comisión de Salud todos hemos hecho el mayor esfuerzo y trabajado con grandes acuerdos y consensos en esta materia, considero que nos quedamos un tanto cortos en avanzar un poco más para clarificar en ese instrumento cuáles son los límites que la gente debe conocer para luego decidir libremente su consumo. En particular, me refiero a los llamados pack de colación, cuyo consumo es habitual en los escolares; a la publicidad masiva que muchas veces se da en torno a las escuelas y los colegios; a la venta a menores de 12 años, los cuales poseen menos información sobre estas condiciones de mercado, y sobre todo a las fórmulas alimenticias que emplean las distintas empresas, que muchas veces no permiten conocer realmente los verdaderos contenidos calóricos por cada 100 gramos o por envase del producto que se está consumiendo.
Algo similar sucedió años atrás con las hamburguesas y la denominada “comida chatarra”. En la década del noventa tampoco se conocían mayormente los contenidos calóricos de grasas y de sal de la llamada comida chatarra tradicional. Cuando supimos todo eso, se generó toda una información al usuario que le ayudó a discriminar cuánto y en qué condiciones los padres que estaban yendo a los locales de comida chatarra podían comprometer la salud de sus hijos con un gasto energético acorde con ello. Hoy, en materia de alimentación directa y compra en supermercados de productos nutricionales, pero que tienen libertad para colocar sus rangos máximos, necesitamos contar con una mayor información hacia el público para decidir.
Por eso, me sumo a la idea de que en la Comisión de Salud podamos profundizar más las características del rotulado, para efectos de la venta de esos productos y para que la gente sienta que estamos dando un paso verdadero, firme y decidido en clarificar la información al respecto.
Por último, de acuerdo con el artículo 111 del Reglamento, solicito que la Comisión de Salud revise el tema en discusión, a fin de que sea perfeccionado bajo consenso, el que estoy seguro de que podemos lograr en dicha instancia.
He dicho.
El señor MOREIRA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Manuel Rojas.
El señor ROJAS.-
Señor Presidente, como se ha dicho, el proyecto se suma a otros que, de una u otra forma, hemos ido impulsando en pos de solucionar un problema que está agobiando a la población chilena, especialmente a la infantil: me refiero al sobrepeso, a la obesidad y sus consecuencias en materia de salud.
Como se ha planteado en algunas instancias, que podemos compartir o no, cuando una conducta no está tipificada en nuestra sociedad, luego aparece una ley para que aquella pueda ser modificada, sea a través de una sanción o un estímulo. Por lo tanto, más que pensar en un Estado nodriza, hay que analizar cómo actuamos ante una norma legal respecto del cambio que queremos.
Hace un tiempo veíamos la forma de obtener eficiencia energética, considerando todo el tema de la crisis relacionada con ese sector. Hoy, gracias a la reglamentación y las normas legales sobre consumo energético, aparecieron las modificaciones al etiquetado de todos los productos eléctricos, en especial de los refrigeradores. El proyecto va en esa senda y tiene relación con la salud, la cual, por sobre todas las cosas, es primordial para nuestra población. Sin duda, esta iniciativa es muy positiva y debemos apoyarla.
Como señaló el diputado Lobos, opinión que compartimos plenamente, no estamos prohibiendo que la gente consuma un determinado producto, sino señalando claramente cuál puede generar una situación más compleja en materia de salud si su consumo es excesivo, como la sal y otros componentes.
Por otra parte, estoy consciente de que, a lo mejor, la etiqueta no generará los cambios directos en lo que queremos. Cuando hablamos de obesidad y de sedentarismo, nos estamos refiriendo a un problema de conducta, en particular a la falta de actividad física en nuestros jóvenes.
En consecuencia, esta iniciativa, asociada a la moción que presenté en orden a aumentar las horas de educación física en los establecimientos educacionales, provoca un complemento. En ese sentido, el artículo 3° del proyecto señala claramente que los establecimientos educacionales del país promoverán la actividad física. Eso me parece bastante correcto, porque es posible hacer modificaciones en esta materia, más allá de si nos gusta o no un Estado guardador o se deje en libertad de acción a la comunidad.
Llevamos más de veinte años con libertad de enseñanza y con unos decretos que, lamentablemente, dejan al libre albedrío la posibilidad de introducir horas de educación física en cada proyecto educativo. Asimismo, nos molesta pensar que el cambio del aumento de horas de la asignatura de educación física se debe producir a través de una norma legal. Como ha transcurrido el tiempo y no se han provocado cambios, hoy estamos sufriendo porque nuestra población está con problemas de sobrepeso y obesidad, situación que nos tiene bastante complicados. El proyecto va en la senda de mejorar la información al consumidor. Eso debe permitir que nuestras conductas vayan cambiando paso a paso, de modo de evitar los males de la salud que todos conocemos.
También se ha hecho un llamado de atención para que haya mayor fiscalización. Una cosa es el espíritu que sustenta el proyecto a fin de marcar una etiqueta y pedir más horas de educación física y, otra, buscar la forma de que la fiscalización sea permanente. Es decir, no porque llegue Navidad nos debemos acordar de que hay que ir al barrio Meiggs a fiscalizar, porque vemos que los productos que allí se venden contienen tolueno. Lamentablemente, esos productos se comercializan durante todo el año, pero sólo nos preocupamos de hacer fiscalizaciones en ciertas fechas y con mucha pompa y publicidad. Creo que también debemos abordar ese tema, porque la fiscalización debe ser constante para que haya un cambio en nuestra sociedad, especialmente en materia de salud.
Finalmente, debo decirlo con todas sus letras: el sobrepeso y la obesidad son problemas que lamentablemente están matando a la población, en especial a nuestros jóvenes.
He dicho.
El señor MOREIRA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Marco Antonio Núñez .
El señor NÚÑEZ.-
Señor Presidente, adhiero a los parlamentarios que han hecho un llamado a aprobar el proyecto en la Comisión Mixta, con el esfuerzo que pueden hacer, en conjunto, nuestra Corporación y el Senado, a fin de aprobar una buena iniciativa relacionada con la alimentación orientada particularmente a nuestros niños.
En cuanto a la regulación de la publicidad, me impresionó enormemente el testimonio de reputados especialistas en neurología infantil, los cuales demostraron el efecto que se produce entre personajes que generan un atractivo en los niños y la demanda de comida chatarra. Por ello, requerimos regular esa realidad como Estado. Como todo el mundo sabe, los niños presentan inmadurez a nivel del sistema nervioso y, pese a ello, son objeto de permanente bombardeo por los canales de televisión y circuitos de consumo infantil y deportivo a través de esos personajes, íntimamente ligados al perjudicial consumo de comida chatarra.
Es bueno recordar que el 22 por ciento de los niños menores de seis años presenten obesidad y el 25 por ciento de los adultos son catalogados como obesos. Más allá de los análisis estéticos, estamos hablando de una franca disminución de las expectativas de vida.
Soy un promotor a ultranza de aprobar el proyecto. Sin embargo, lamento -lo digo francamente- que coincidan los argumentos de los críticos de este proyecto. Por ejemplo, recién escuché la intervención del diputado Melero , cuyos argumentos coinciden absolutamente con los de los representantes de la Asociación Nacional de Avisadores de Chile y con los de los representantes de las grandes cadenas que producen comida chatarra. Me parece lamentable que en un lugar donde tenemos que legislar de cara a la ciudadanía y defender los intereses de la gente, particularmente de los niños, mediante un argumentación rebuscada se intente disminuir las atribuciones del proyecto, particularmente las relacionadas con la regulación de la publicidad orientada a la obesidad infantil, para defender los intereses de las empresas.
Lo mismo ha ocurrido durante la tramitación de proyectos sobre alcohol e isapres. Me parece lamentable que cuando se trata de la vida de nuestros niños y de nuestros ciudadanos, algunos colegas parlamentarios mantengan esa sensibilidad frente al lobby.
Vamos a intentar aprobar el proyecto de ley e iremos a comisión mixta. Espero que este año del Bicentenario demos una señal clara, más allá de reformar las isapres o nuestros hospitales públicos, de que es importante promover estilos de vida saludables para prevenir enfermedades en que el cigarrillo, el alcohol, el sedentarismo y la alimentación son agentes fundamentales para provocarlas, por lo que el Estado está obligado a regular la materia como corresponde.
He dicho.
El señor MOREIRA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor David Sandoval.
El señor SANDOVAL.-
Señor Presidente, soy miembro de las Comisiones de Salud y de Educación, Deportes y Recreación.
Tal como dijo el colega diputado Manuel Rojas , quien me antecedió en el uso de la palabra -es uno de los autores del proyecto relacionado con el aumento de las horas de educación física en los establecimientos educacionales-, el problema de la obesidad y del sedentarismo en Chile afecta a todos los sectores y se ha transformado en un drama de salud pública en nuestro país. No están dando resultados la libertad, la autorregulación y las prácticas responsables en materia de alimentación y deportes. Ante la ausencia de una cultura alimenticia y deportiva, nos encontramos frente a la necesidad de resguardar un bien común superior, ya que tenemos que hacernos cargo en forma urgente de un problema que está afectando a la inmensa mayoría de nuestros compatriotas. El 30 por ciento de los menores de seis años tiene problemas de obesidad y sobrepeso. ¿Qué hacemos? ¿Debemos dejar que esos niños se sigan desarrollando en es condiciones?
Lo anterior nos obliga a apoyar el proyecto. Sin duda, no vamos a resolver el problema con las normas sobre etiquetado, pero la ausencia de legislación sobre la materia enfrenta al país con un tema serio de salud pública. Hemos visto que se requiere ser doctor en química para interpretar algunas etiquetas. En consecuencia, hay que generar mecanismos que permitan hacerlas inteligibles para nuestras comunidades.
La ausencia de una legislación sobre la materia y la libertad para que cada uno de nosotros resuelva lo que es bueno y lo que es malo en materia de alimentación, sin duda está provocando serios problemas. Así como el diputado Manuel Rojas presentó un proyecto de ley que aumenta de dos a cuatro las horas de gimnasia en los establecimientos educacionales, creo que aquí también estamos enfrentando el tema de una manera concreta y efectiva.
Llamo a mis colegas de bancada, a los de la Alianza por Chile, a los de la Coalición por el Cambio y a todos los parlamentarios para poner sobre la mesa el bien común superior, porque la libertad, la enseñanza y la autorregulación sobre el tema de la alimentación no están dando en el clavo. Ante eso, tenemos la responsabilidad, como legisladores, de llevar adelante las acciones que permitan mejorar esta situación. Mientras no tengamos armada una cultura de autorresponsabilidad en materia de alimentación y de actividad física, tenemos que impulsar este tipo de iniciativas.
Por lo tanto, apoyo la moción e invito a los colegas a hacer lo propio.
He dicho.
El señor ULLOA (Presidente accidental).-
Cerrado el debate.
-Con posterioridad, la Sala votó el proyecto en los siguientes términos:
El señor ULLOA (Presidente accidental).-
Señoras y señores diputados, de acuerdo con lo establecido en el artículo 111 del Reglamento, se ha solicitado que el proyecto sobre composición nutricional de los alimentos y su publicidad vuelva a la Comisión de Salud.
¿Habría acuerdo para ello?
No hay acuerdo.
Por lo tanto, en votación la solicitud para enviar el proyecto nuevamente a la Comisión de Salud.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 18 votos; por la negativa, 60 votos. Hubo 3 abstenciones.
El señor ULLOA (Presidente accidental).-
Rechazada.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Accorsi Opazo Enrique ; Castro González Juan Luis ; Cristi Marfil María Angélica ; Edwards Silva José Manuel ; Girardi Lavín Cristina ; Goic Boroevic Carolina ; González Torres Rodrigo ; Latorre Carmona Juan Carlos ; Lemus Aracena Luis ; Meza Moncada Fernando ; Monsalve Benavides Manuel ; Montes Cisternas Carlos ; Ortiz Novoa José Miguel ; Rincón González Ricardo ; Sabag Villalobos Jorge ; Sabat Fernández Marcela ; Verdugo Soto Germán ; Walker Prieto Matías .
-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
Aguiló Melo Sergio ; Alinco Bustos René ; Arenas Hödar Gonzalo ; Auth Stewart Pepe ; Baltolu Rasera Nino ; Barros Montero Ramón ; Bauer Jouanne Eugenio ; Bertolino Rendic Mario ; Bobadilla Muñoz Sergio ; Calderón Bassi Giovanni ; Carmona Soto Lautaro ; Cerda García Eduardo ; De Urresti Longton Alfonso ; Delmastro Naso Roberto ; Espinosa Monardes Marcos ; Espinoza Sandoval Fidel ; Farías Ponce Ramón ; García García René Manuel ; García-Huidobro Sanfuentes Alejandro ; Hasbún Selume Gustavo ; Hernández Hernández Javier ; Hoffmann Opazo María José ; Jiménez Fuentes Tucapel ; Kast Rist José Antonio ; Lobos Krause Juan ; Lorenzini Basso Pablo ; Macaya Danús Javier ; Martínez Labbé Rosauro ; Melero Abaroa Patricio ; Molina Oliva Andrea ; Monckeberg Díaz Nicolás ; Morales Muñoz Celso ; Muñoz D’Albora Adriana ; Nogueira Fernández Claudia ; Norambuena Farías Iván ; Núñez Lozano Marco Antonio ; Ojeda Uribe Sergio ; Pacheco Rivas Clemira ; Pérez Arriagada José ; Pérez Lahsen Leopoldo ; Recondo Lavanderos Carlos ; Rivas Sánchez Gaspar ; Rojas Molina Manuel ; Saffirio Espinoza René ; Salaberry Soto Felipe ; Sandoval Plaza David ; Santana Tirachini Alejandro ; Sauerbaum Muñoz Frank ; Schilling Rodríguez Marcelo ; Silber Romo Gabriel ; Silva Méndez Ernesto ; Teillier Del Valle Guillermo ; Torres Jeldes Víctor ; Urrutia Bonilla Ignacio ; Van Rysselberghe Herrera Enrique ; Velásquez Seguel Pedro ; Vilches Guzmán Carlos ; Von Mühlenbrock Zamora Gastón ; Ward Edwards Felipe ; Zalaquett Said Mónica .
-Se abstuvieron los diputados señores:
Browne Urrejola Pedro ; Godoy Ibáñez Joaquín ; Gutiérrez Gálvez Hugo .
El señor ULLOA (Presidente accidental).-
Corresponde votar en particular el proyecto de ley, iniciado en moción, en segundo trámite constitucional y segundo reglamentario, sobre composición nutricional de los alimentos y su publicidad.
El señor SAFFIRIO.-
Señor Presidente, pido la palabra por un tema reglamentario.
El señor ULLOA (Presidente accidental).-
Tiene la palabra su señoría.
El señor SAFFIRIO.-
Señor Presidente, hay una indicación que un grupo de diputados presentamos. Para votarla se requiere unanimidad. Pido que se recabe la unanimidad de la Sala para ese efecto.
El señor ULLOA (Presidente accidental).-
¿Habría unanimidad para votar la indicación?
No hay acuerdo.
En votación particular el proyecto de ley sobre composición nutricional de los alimentos y su publicidad.
Se declaran aprobados, ipso jure, sin votación, por no haber sido objeto de indicaciones en la discusión del primer informe ni de modificaciones en el segundo, los artículos 4° y 10.
En votación particular el artículo 1°, que fue objeto de una indicación rechazada.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 80 votos; por la negativa, 1 voto. Hubo 1 abstención.
El señor ULLOA (Presidente accidental).-
Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Aguiló Melo Sergio ; Alinco Bustos René ; Andrade Lara Osvaldo ; Arenas Hödar Gonzalo ; Auth Stewart Pepe ; Baltolu Rasera Nino ; Bauer Jouanne Eugenio ; Bertolino Rendic Mario ; Bobadilla Muñoz Sergio ; Browne Urrejola Pedro ; Burgos Varela Jorge ; Calderón Bassi Giovanni ; Carmona Soto Lautaro ; Castro González Juan Luis ; Cerda García Eduardo ; Cristi Marfil María Angélica ; Delmastro Naso Roberto ; Díaz Díaz Marcelo ; Edwards Silva José Manuel ; Espinosa Monardes Marcos ; Farías Ponce Ramón ; García García René Manuel ; García-Huidobro Sanfuentes Alejandro ; Girardi Lavín Cristina ; Godoy Ibáñez Joaquín ; Goic Boroevic Carolina ; González Torres Rodrigo ; Gutiérrez Gálvez Hugo ; Hasbún Selume Gustavo ; Hernández Hernández Javier ; Hoffmann Opazo María José ; Jaramillo Becker Enrique ; Latorre Carmona Juan Carlos ; Lemus Aracena Luis ; Lobos Krause Juan ; Lorenzini Basso Pablo ; Macaya Danús Javier ; Martínez Labbé Rosauro ; Melero Abaroa Patricio ; Meza Moncada Fernando ; Molina Oliva Andrea ; Monckeberg Díaz Nicolás ; Monsalve Benavides Manuel ; Montes Cisternas Carlos ; Morales Muñoz Celso ; Muñoz D’Albora Adriana ; Nogueira Fernández Claudia ; Norambuena Farías Iván ; Núñez Lozano Marco Antonio ; Ojeda Uribe Sergio ; Ortiz Novoa José Miguel ; Pacheco Rivas Clemira ; Pérez Arriagada José ; Pérez Lahsen Leopoldo ; Recondo Lavanderos Carlos ; Rincón González Ricardo ; Rivas Sánchez Gaspar ; Rojas Molina Manuel ; Sabag Villalobos Jorge ; Sabat Fernández Marcela ; Saffirio Espinoza René ; Salaberry Soto Felipe ; Sandoval Plaza David ; Santana Tirachini Alejandro ; Sauerbaum Muñoz Frank ; Schilling Rodríguez Marcelo ; Silber Romo Gabriel ; Silva Méndez Ernesto ; Teillier Del Valle Guillermo ; Torres Jeldes Víctor ; Ulloa Aguillón Jorge ; Urrutia Bonilla Ignacio ; Van Rysselberghe Herrera Enrique ; Velásquez Seguel Pedro ; Verdugo Soto Germán ; Vilches Guzmán Carlos ; Von Mühlenbrock Zamora Gastón ; Walker Prieto Matías ; Ward Edwards Felipe ; Zalaquett Said Mónica .
-Votó por la negativa el diputado señor Accorsi Opazo Enrique .
-Se abstuvo el diputado señor Barros Montero Ramón .
El señor ULLOA (Presidente accidental).-
En votación particular los artículos 2°, 5°, 6°, 7°, 8° y 11, que han sido modificados en este trámite reglamentario.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 79 votos; por la negativa, 3 votos. No hubo abstenciones.
El señor ULLOA (Presidente accidental).-
Aprobados.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Aguiló Melo Sergio ; Alinco Bustos René ; Andrade Lara Osvaldo ; Arenas Hödar Gonzalo ; Auth Stewart Pepe ; Baltolu Rasera Nino ; Barros Montero Ramón ; Bauer Jouanne Eugenio ; Bertolino Rendic Mario ; Bobadilla Muñoz Sergio ; Browne Urrejola Pedro ; Burgos Varela Jorge ; Calderón Bassi Giovanni ; Carmona Soto Lautaro ; Castro González Juan Luis ; Cerda García Eduardo ; Cristi Marfil María Angélica ; Delmastro Naso Roberto ; Edwards Silva José Manuel ; Espinosa Monardes Marcos ; Espinoza Sandoval Fidel ; Farías Ponce Ramón ;
García García René Manuel ; García-Huidobro Sanfuentes Alejandro ; Girardi Lavín Cristina ; Godoy Ibáñez Joaquín ; Goic Boroevic Carolina ; Gutiérrez Gálvez Hugo ; Hasbún Selume Gustavo ; Hernández Hernández Javier ; Hoffmann Opazo María José ; Jaramillo Becker Enrique ; Jiménez Fuentes Tucapel ; Latorre Carmona Juan Carlos ; Lemus Aracena Luis ; Lobos Krause Juan ; Lorenzini Basso Pablo ; Macaya Danús Javier ; Martínez Labbé Rosauro ; Melero Abaroa Patricio ; Meza Moncada Fernando ; Molina Oliva Andrea ; Monsalve Benavides Manuel ; Montes Cisternas Carlos ; Morales Muñoz Celso ; Muñoz D’Albora Adriana ; Nogueira Fernández Claudia ; Norambuena Farías Iván ; Núñez Lozano Marco Antonio ; Ojeda Uribe Sergio ; Ortiz Novoa José Miguel ; Pacheco Rivas Clemira ; Pérez Arriagada José ; Pérez Lahsen Leopoldo ; Recondo Lavanderos Carlos ; Rincón González Ricardo ; Rojas Molina Manuel ; Sabag Villalobos Jorge ; Sabat Fernández Marcela ; Saffirio Espinoza René ; Salaberry Soto Felipe ; Sandoval Plaza David ; Santana Tirachini Alejandro ; Sauerbaum Muñoz Frank ; Schilling Rodríguez Marcelo ; Silber Romo Gabriel ; Silva Méndez Ernesto ;
Teillier Del Valle Guillermo ; Torres Jeldes Víctor ; Ulloa Aguillón Jorge ; Urrutia Bonilla Ignacio ; Van Rysselberghe Herrera Enrique ; Velásquez Seguel Pedro ; Verdugo Soto Germán ; Vilches Guzmán Carlos ; Von Mühlenbrock Zamora Gastón ; Walker Prieto Matías ; Ward Edwards Felipe ; Zalaquett Said Mónica .
-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
Accorsi Opazo Enrique ; De Urresti Longton Alfonso ; Díaz Díaz Marcelo .
El señor ULLOA (Presidente accidental).-
En votación particular el artículo 3°, para cuya aprobación se requiere del voto afirmativo de 69 señores diputados, pues con-tiene normas de carácter orgánico constitucional.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 78 votos; por la negativa, 6 votos. Hubo 1 abstención.
El señor ULLOA (Presidente accidental).-
Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Aguiló Melo Sergio ; Alinco Bustos René ; Andrade Lara Osvaldo ; Arenas Hödar Gonzalo ; Auth Stewart Pepe ; Baltolu Rasera Nino ; Barros Montero Ramón ; Bauer Jouanne Eugenio ; Bertolino Rendic Mario ; Bobadilla Muñoz Sergio ; Browne Urrejola Pedro ; Calderón Bassi Giovanni ; Carmona Soto Lautaro ; Cerda García Eduardo ; Cristi Marfil María Angélica ; Delmastro Naso Roberto ; Edwards Silva José Manuel ; Espinosa Monardes Marcos ; Espinoza Sandoval Fidel ; Farías Ponce Ramón ; García García René Manuel ; García-Huidobro Sanfuentes Alejandro ; Girardi Lavín Cristina ; Godoy Ibáñez Joaquín ; Goic Boroevic Carolina ; Gutiérrez Gálvez Hugo ; Hasbún Selume Gustavo ; Hernández Hernández Javier ; Hoffmann Opazo María José ; Jaramillo Becker Enrique ; Jiménez Fuentes Tucapel ; Kast Rist José Antonio ; Latorre Carmona Juan Carlos ; Lemus Aracena Luis ; Lobos Krause Juan ; Lorenzini Basso Pablo ; Macaya Danús Javier ; Martínez Labbé Rosauro ; Melero Abaroa Patricio ; Meza Moncada Fernando ; Molina Oliva Andrea ; Montes Cisternas Carlos ; Morales Muñoz Celso ; Muñoz D’Albora Adriana ; Nogueira Fernández Claudia ; Norambuena Farías Iván ; Núñez Lozano Marco Antonio ; Ojeda Uribe Sergio ; Ortiz Novoa José Miguel ; Pérez Arriagada José ; Pérez Lahsen Leopoldo ; Recondo Lavanderos Carlos ; Rincón González Ricardo ; Rivas Sánchez Gaspar ; Robles Pantoja Alberto ; Rojas Molina Manuel ; Sabag Villalobos Jorge ; Sabat Fernández Marcela ; Saffirio Espinoza René ; Salaberry Soto Felipe ; Sandoval Plaza David ; Santana Tirachini Alejandro ; Sauerbaum Muñoz Frank ; Silber Romo Gabriel ; Silva Méndez Ernesto ; Teillier Del Valle Guillermo ; Torres Jeldes Víctor ; Turres Figueroa Marisol ; Ulloa Aguillón Jorge ; Urrutia Bonilla Ignacio ; Van Rysselberghe Herrera Enrique ; Velásquez Seguel Pedro ; Verdugo Soto Germán ; Vilches Guzmán Carlos ; Von Mühlenbrock Zamora Gastón ; Walker Prieto Matías ; Ward Edwards Felipe ; Zalaquett Said Mónica .
-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
Accorsi Opazo Enrique ; Castro González Juan Luis ; De Urresti Longton Alfonso ; Díaz Díaz Marcelo ; González Torres Rodrigo ; Monsalve Benavides Manuel .
-Se abstuvo el diputado señor Schilling Rodríguez Marcelo .
El señor ULLOA (Presidente accidental).-
En votación en particular el artículo 9°, que la Comisión de Salud propone suprimir.
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor ÁLVAREZ (Secretario accidental).-
El artículo 9°, que figura en el primer informe de la Comisión, señala:
“El Ministerio de Salud deberá disponer, en conjunto con el de Educación, de un sistema obligatorio de monitoreo nutricional de los alumnos de enseñanza Prebásica , Básica y Media, a cargo de especialistas que midan su índice de masa corporal y los orienten en el seguimiento de estilos de vida saludables”.”
El señor ULLOA (Presidente accidental).-
En votación la supresión del artículo 9°, recomendada por la Comisión de Salud.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 44 votos; por la negativa, 42 votos. Hubo 1 abstención.
El señor ULLOA (Presidente accidental).-
Aprobada la supresión recomendada por la Comisión.
Mi voto no aparece registrado, pero lo tiene debidamente contabilizado el señor Secretario.
El señor NÚÑEZ.-
Señor Presidente, eso no es reglamentario. Usted siempre ha contabilizado los votos que están registrados en el tablero electrónico.
El señor ULLOA (Presidente accidental).-
Señor diputado, se ha estado contemplando mi voto en la votación en atención a que estoy en la Mesa.
La supresión efectivamente corresponde.
Tiene la palabra el diputado Montes .
El señor MONTES.-
Señor Presidente, su voto define la materia, pero no estaba expresado antes. Por lo menos, podría votar de nuevo y señalar con antelación al Secretario cómo votará.
El señor ULLOA (Presidente accidental).-
Señores diputados, el Presidente accidental, que preside la sesión, no puede votar físicamente desde su pupitre. Por lo tanto, expresa su votación ante el Secretario, quien es ministro de fe.
Tiene la palabra el diputado Melero .
El señor MELERO.-
Señor Presidente, el Secretario es ministro de fe de los actos producidos en esta Cámara y ha acreditado que usted ha votado por la imposibilidad de hacerlo desde su puesto. Usted ha actuado en forma transparente. El ministro de fe señala que su voto es válido y, por consiguiente, no es repetible.
El señor ULLOA (Presidente accidental).-
Señores diputados, el ministro de fe no tiene dudas de la votación.
El señor NÚÑEZ.-
Señor Presidente, pido la palabra por un asunto de Reglamento.
El señor ULLOA (Presidente accidental).-
Tiene la palabra su señoría.
El señor NÚÑEZ.-
Señor Presidente, pido que el Secretario de la Cámara, quien ha sido alabado en sus funciones por el diputado Melero , lea la parte del Reglamento que establece que se puede votar sin apretar ningún botón. En otras palabras, que su señoría puede hacerlo ausente de su pupitre y desde la testera.
Repito, pido que el señor Secretario lea la parte correspondiente del Reglamento, porque no estoy convencido de la validez de tal procedimiento.
El señor MONTES.-
Señor Presidente, pido la palabra.
El señor ULLOA (Presidente accidental).-
La tiene, diputado señor Montes .
El señor MONTES.-
Señor Presidente, lo que pasa es que aquí hay una situación no considerada en el Reglamento.
El señor ULLOA (Presidente accidental).-
Efectivamente, no está considerada.
El señor MONTES.-
Lo lógico es que usted vote antes de que se presente la votación, es decir, que diga con anterioridad al señor Secretario cómo va a votar.
-Hablan varios diputados a la vez.
El señor ULLOA (Presidente accidental).-
Así lo hice.
El señor MONTES.-
Señor Presidente, su voto es dirimente. Una manera de resolver este problema es votar nuevamente.
El señor ULLOA (Presidente accidental).-
Diputado Montes , expresé mi voto con antelación.
Señoras y señores diputados, la situación se resolverá votando nuevamente.
Mi votación es la que le manifestaré al señor Secretario, esto es favorable a la su-presión del artículo 9°.
En votación.
-Repetida la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 47 votos; por la negativa, 44 votos. Hubo 1 abstención.
El señor ULLOA (Presidente accidental).-
Aprobada la supresión del artículo 9°.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Arenas Hödar Gonzalo ; Baltolu Rasera Nino ; Barros Montero Ramón ; Bauer Jouanne Eugenio ; Bertolino Rendic Mario ; Bobadilla Muñoz Sergio ; Calderón Bassi Giovanni ; Cristi Marfil María Angélica ; Delmastro Naso Roberto ; Edwards Silva José Manuel ; García García René Manuel ; García-Huidobro Sanfuentes Alejandro ; Godoy Ibáñez Joaquín ; Hasbún Selume Gustavo ; Hernández Hernández Javier ; Hoffmann Opazo María José ; Kast Rist José Antonio ; Lobos Krause Juan ; Macaya Danús Javier ; Martínez Labbé Rosauro ; Melero Abaroa Patricio ; Molina Oliva Andrea ; Monckeberg Bruner Cristián ; Monckeberg Díaz Nicolás ; Morales Muñoz Celso ; Nogueira Fernández Claudia ; Norambuena Farías Iván ; Pérez Lahsen Leopoldo ; Recondo Lavanderos Carlos ; Rivas Sánchez Gaspar ; Rojas Molina Manuel ; Sabat Fernández Marcela ; Salaberry Soto Felipe ; Sandoval Plaza David ; Santana Tirachini Alejandro ; Sauerbaum Muñoz Frank ; Silva Méndez Ernesto ; Squella Ovalle Arturo ; Turres Figueroa Marisol ; Ulloa Aguillón Jorge ; Uriarte Herrera Gonzalo ; Urrutia Bonilla Ignacio ; Van Rysselberghe Herrera Enrique ; Verdugo Soto Germán ; Von Mühlenbrock Zamora Gastón ; Ward Edwards Felipe ; Zalaquett Said Mónica .
-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
Accorsi Opazo Enrique ; Aguiló Melo Sergio ; Alinco Bustos René ; Andrade Lara Osvaldo ; Araya Guerrero Pedro ; Auth Stewart Pepe ; Burgos Varela Jorge ; Carmona Soto Lautaro ; Castro González Juan Luis ; Cerda García Eduardo ; De Urresti Longton Alfonso ; Díaz Díaz Marcelo ; Espinosa Monardes Marcos ; Espinoza Sandoval Fidel; Farías Ponce Ramón ; Girardi Lavín Cristina ; Goic Boroevic Carolina ; González Torres Rodrigo ; Gutiérrez Gálvez Hugo ; Jaramillo Becker Enrique ; Jiménez Fuentes Tucapel ; Latorre Carmona Juan Carlos ; Lemus Aracena Luis ; Lorenzini Basso Pablo; Marinovic Solo De Zaldívar Miodrag ; Meza Moncada Fernando ; Monsalve Benavides Manuel ; Montes Cisternas Carlos ; Muñoz D’Albora Adriana ; Núñez Lozano Marco Antonio ; Ojeda Uribe Sergio ; Ortiz Novoa José Miguel ; Pacheco Rivas Clemira ; Pérez Arriagada José ; Rincón González Ricardo ; Robles Pantoja Alberto ; Sabag Villalobos Jorge ; Saffirio Espinoza René ; Schilling Rodríguez Marcelo ; Silber Romo Gabriel ; Teillier Del Valle Guillermo ; Torres Jeldes Víctor ; Velásquez Seguel Pedro ; Walker Prieto Matías .
-Se abstuvo el diputado señor Browne Urrejola Pedro .
El señor NÚÑEZ.-
¡Que vuelva Moreira !
El señor ULLOA (Presidente accidental).-
¿Perdón, señor diputado Núñez ?
El señor NÚÑEZ.-
Estoy haciendo una referencia: que vuelva el Vicepresidente señor Moreira .
El señor ULLOA (Presidente accidental).-
Hay Presidente en este momento, señor diputado.
-Manifestaciones en la Sala.
El señor ULLOA (Presidente accidental).-
En votación…
El señor FARÍAS.-
¡Señor Presidente! ¡Señor Presidente!
El señor ULLOA (Presidente accidental).-
Estamos en votación, señor diputado.
El señor FARÍAS.-
Solicito que cite a reunión de Comités.
El señor ULLOA (Presidente accidental).-
Después de la votación, señor diputado.
En votación el nuevo artículo 9°, que la Comisión de Salud propone incorporar al proyecto.
El señor TORRES.-
Señor Presidente, pido que se lea el nuevo artículo 9°.
El señor ULLOA (Presidente accidental).-
El señor Secretario dará lectura al nuevo artículo 9°, propuesto por la Comisión.
El señor ÁLVAREZ (Secretario accidental).-
El texto del nuevo artículo sugerido se encuentra en la página 25 del informe.
“Artículo 9°.- Declárase obligatoria la indicación, en el envase de todo producto alimentario que haya sido elaborado y/o comercializado en Chile y que contenga entre sus ingredientes o en su elaboración, algunos de los siguientes alimentos: soya, leche, maní, huevo, mariscos, pescado, trigo y/o frutos secos.
El reglamento respectivo deberá establecer los requisitos que deberá contener el referido etiquetado.”.
El señor ULLOA (Presidente accidental).-
En votación.
Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 88 votos; por la negativa, 4 votos. No hubo abstenciones.
El señor ULLOA (Presidente accidental).-
Aprobado.
Despachado el proyecto.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Accorsi Opazo Enrique ; Aguiló Melo Sergio ; Alinco Bustos René ; Andrade Lara Osvaldo ; Araya Guerrero Pedro ; Arenas Hödar Gonzalo ; Auth Stewart Pepe ; Baltolu Rasera Nino ; Barros Montero Ramón ; Bauer Jouanne Eugenio ; Bertolino Rendic Mario ; Bobadilla Muñoz Sergio ; Browne Urrejola Pedro ; Burgos Varela Jorge ; Calderón Bassi Giovanni ; Carmona Soto Lautaro ; Cerda García Eduardo ; Cristi Marfil María Angélica ; Delmastro Naso Roberto ; Edwards Silva José Manuel ; Espinosa Monardes Marcos ; Espinoza Sandoval Fidel ; Farías Ponce Ramón ; García García René Manuel ; García-Huidobro Sanfuentes Alejandro ; Girardi Lavín Cristina ; Godoy Ibáñez Joaquín ; Goic Boroevic Carolina ; González Torres Rodrigo ; Gutiérrez Gálvez Hugo ; Hasbún Selume Gustavo ; Hernández Hernández Javier ; Hoffmann Opazo María José ; Jiménez Fuentes Tucapel ; Kast Rist José Antonio ; Latorre Carmona Juan Carlos ; Lemus Aracena Luis ; Lobos Krause Juan ; Lorenzini Basso Pablo ; Macaya Da-nús Javier ; Marinovic Solo De Zaldívar Miodrag ; Martínez Labbé Rosauro ; Melero Abaroa Patricio ; Meza Moncada Fernando ; Molina Oliva Andrea ; Monckeberg Bruner Cristián ; Monckeberg Díaz Nicolás ; Monsalve Benavides Manuel ; Montes Cisternas Carlos ; Morales Muñoz Celso ; Muñoz D’Albora Adriana ; Nogueira Fernández Claudia ; Norambuena Farías Iván ; Núñez Lozano Marco Antonio ; Ojeda Uribe Sergio ; Pacheco Rivas Clemira ; Pérez Arriagada José ; Pérez Lahsen Leopoldo ; Recondo Lavanderos Carlos ; Rincón González Ricardo ; Rivas Sánchez Gaspar ; Robles Pantoja Alberto ; Rojas Molina Manuel ; Sabag Villalobos Jorge ; Sabat Fernández Marcela ; Saffirio Espinoza René ; Salaberry Soto Felipe ; Sandoval Plaza David ; Santana Tirachini Alejandro ; Sauerbaum Muñoz Frank ; Schilling Rodríguez Marcelo ; Silber Romo Gabriel ; Silva Méndez Ernesto ; Squella Ovalle Arturo ; Teillier Del Valle Guillermo ; Torres Jeldes Víctor ; Turres Figueroa Marisol ; Ulloa Aguillón Jorge ; Uriarte Herrera Gonzalo ; Urrutia Bonilla Ignacio ; Van Rysselberghe Herrera Enrique ; Velásquez Seguel Pedro ; Verdugo Soto Germán ;
Vilches Guzmán Carlos ; Von Mühlenbrock Zamora Gastón ; Walker Prieto Matías ; Ward Edwards Felipe ; Zalaquett Said Mónica .
-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
Castro González Juan Luis ; De Urresti Longton Alfonso ; Díaz Díaz Marcelo ; Ortiz Novoa José Miguel .
El señor NÚÑEZ.-
¡Señor Presidente, anuncie el envío del proyecto a comisión mixta!
El señor ULLOA (Presidente accidental).-
proyecto, de acuerdo a la información que me entrega la Secretaría, cumplirá su tercer trámite constitucional.
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