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- rdf:value = " El señor ÁLVAREZ ( Presidente ).-
Tiene la palabra el diputado señor Andrés Egaña.
El señor EGAÑA.-
Señor Presidente , después de casi veinte sesiones de la Comisión de Obras Públicas, Transporte y Telecomunicaciones destinadas al estudio de esta materia, por fin llega a esta Sala este proyecto, por medio del cual se pretende regularizar y corregir todo lo referente a la instalación de antenas celulares en el país.
Como antecedente, desde el 2000 se presentaron diecisiete iniciativas parlamentarias en forma previa a la tramitación de este proyecto.
Los aspectos fundamentales del proyecto, incorporados mediante indicación sustitutiva del Ejecutivo , son las siguientes:
En primer lugar, se modifica la norma sobre las emisiones de los campos electromagnéticos, reduciendo el límite de potencia de 435 mW/cm2 a 100 mW/cm2.
Asimismo, respecto de lugares donde se concentra la población más vulnerable, como jardines infantiles, establecimientos educacionales y hospitales, la norma es aún más restrictiva.
Por medio de esta legislación, Chile quedará entre los países que tendrán mayores exigencias en relación con las emisiones de este tipo de antenas.
Otro gran aspecto que aborda el proyecto es la regulación de las torres soporte de antenas. Para ese efecto, se establece como requisito la presentación de un proyecto arquitectónico destinado a minimizar el impacto urbanístico. Ello permitirá, según afirma el Ejecutivo , crear una vinculación de las empresas respecto de los derechos e intereses de la comunidad. En este sentido, hemos apreciado el mayor número de discusiones. Cada uno en su distrito ha visto, en distintos barrios, diferentes situaciones que se han presentado en relación con la instalación de antenas de celulares. Eso explica el porqué se presentaron diecisiete iniciativas parlamentarias para tratar de corregir la situación.
Asimismo, se aumenta el distanciamiento mínimo de la torre respecto a los deslindes de los predios vecinos y se privilegian los espacios públicos como lugares de emplazamiento preferentes.
En el caso de torres instaladas en lugares residenciales, se podrá proceder sólo cuando se tenga la autorización notarial de los propietarios de los terrenos colindantes. Esto es muy importante, porque se aborda una situación conflictiva.
El proyecto establece incentivos para la localización, es decir, para instalar antenas que contengan más de un sistema radiante. Entre otras medidas, existe una simplificación del proceso de autorización para la instalación de un sistema radiante y, en caso de instalarse una nueva estructura, se exige que ésta pueda constituir, a lo menos, dos sistemas radiantes de una u otra empresa. Este punto es sumamente importante, porque representa un desafío para las empresas que desarrollan esta actividad.
En otro orden de cosas, se introduce una modificación que establece la obligación de presentar un informe técnico que indique los niveles de campos electromagnéticos en las áreas cercanas a la antena propuesta.
Por último, se establece un portal con el catastro de antenas, es decir, una información que permita conocer en detalle las antenas instaladas en el país con sus respectivos posicionamientos geográficos.
Señor Presidente , Chile es un país que presenta uno de los desarrollos más elevados en materia de telefonía móvil a nivel mundial. Hoy, como dato ilustrativo, existen doce millones de usuarios. Algunos informes dicen que hay alrededor de diecisiete millones de celulares, porque hay personas que tienen más de uno y otros, que han quedado en desuso, pueden ser cargados mediante tarjetas. Lógicamente, este desarrollo ha significado un aumento gigantesco de las torres que soportan las antenas. Un catastro realizado por un instituto de la Fundación Jaime Guzmán indica que hay nueve mil torres para telefonía móvil, dos mil para radiotelefonía, seiscientas para tecnología WiMax -es decir, Internet inalámbrico- y quinientas setenta antenas para televisión de libre recepción. Sin embargo, pese a que el campo de crecimiento es muy amplio, existen alrededor de cuatro mil localidades que todavía no tienen cobertura y en muchas zonas rurales ésta no existe.
Por lo tanto, es menester conciliar la necesidad de la población de acceder a los servicios de telecomunicaciones y el resguardo de las normas sanitarias y medioambientales, ante los riesgos que puedan afectar a la población.
Sin embargo, es preciso que esta regulación no sea simplemente la incorporación de medidas burocráticas que rechacen la expansión de las comunicaciones. Las nuevas medidas deben estar orientadas a producir incentivos correctos que permitan, por ejemplo, aumentar exponencialmente la colaboración de las empresas de telecomunicaciones en el uso compartido de soportes de antenas. Asimismo, es necesario potenciar la expansión de la telefonía hacia los sectores rurales y un ordenamiento de los sectores urbanos. Esto es muy importante. Ahí, las empresas tienen que ponerse de acuerdo.
Como dato ilustrativo, en el cerro San Cristóbal existe una torre que comparten varios canales de televisión. Sin perjuicio de que dos canales tienen torres propias, la mayoría de los que irradian su señal de libre recepción lo hace por medio de esa torre común, que promovió en su época el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, del cual depende el Parque Metropolitano ubicado en el cerro San Cristóbal .
Los incentivos para la colocalización deben ser concretos; no limitarse a buenos oficios o a la buena predisposición que pueda ejercer el Gobierno sobre la materia. Si la tecnología permite que se pueda construir una torre para soportar una misma red amplia, no se explica cómo no se ha concretado esa posibilidad. La tecnología está; si no se ha utilizado es porque cada empresa es muy cuidadosa en relación con aspectos como el tráfico y la cobertura de que dispone, a fin de mantener a sus clientes.
Las empresas debieran permitir la utilización de torres para colocar más antenas, lo cual no afecta su operación ni efectividad.
Existen algunas preguntas fundamentales, que deben tener respuestas, principalmente del sector privado. Como decía, no basta con una declaración de buenas intenciones. Así, por ejemplo, ¿cuál es la real efectividad del portal de localización de antenas? ¿Cómo operará y a qué costo? Por más innovadora que sea la propuesta, a las personas les basta con saber si la palmera que tienen al lado es una antena o no, y para ello no es necesario un mapa georreferencial. Les basta saber, de manera clara y precisa, que no se ha instalado a espaldas de la comunidad. Por eso, hay que ver si se justifica.
Además, se necesitan mayores incentivos para la expansión de las telecomunicaciones en los sectores rurales. Lamentablemente, el proyecto no se pronuncia en este sentido.
Aprovecho la presencia del ministro de Transportes y Telecomunicaciones para recordar que el Gobierno, hace muy poco tiempo, decidió invertir en la construcción de redes de conectividad digital en localidades rurales del país. La licitación se la adjudicó Packet One, que compitió con Movistar, Entel PCS y CTR, para desarrollar el proyecto de servicio de banda ancha que beneficiará a cerca de 850 mil hogares, más de 800 escuelas y 90 mil pymes del mundo rural. El feliz anuncio de expandir la cobertura de Internet a los sectores rurales lo hizo la Subtel.
Lamentablemente, los anuncios son muchos, pero casi ninguno se concreta. Basta leer la prensa de hoy, que informa sobre el tan promocionado proyecto Enlaces, que ha repartido miles de computadores en escuelas rurales de las zonas más vulnerables y desposeídas del país. Lamentablemente, gran parte de esos aparatos están inoperables, sean porque están obsoletos -poca capacidad de memoria y rapidez- o porque no tienen el dispositivo que les permita conectarse a la red de Internet inalámbrica. Por lo tanto, es importante saber adónde fueron a parar los 15 mil notebooks que entregó el Gobierno -lo felicito por la iniciativa-, porque su utilidad no está en la elaboración de planillas Excel o para algunas anotaciones del colegio. Es importante saberlo, porque sólo en la medida en que esos jóvenes del sector rural se comuniquen con el mundo habrán sido útiles los notebook que se les entregaron.
El proyecto es importante y felicito a quienes han participado en su tramitación, pero, a mi juicio, debe volver a Comisión porque todavía quedan muchas interrogantes.
He dicho.
"
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