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El señor NOVOA ( Presidente ).-
Informe de la Comisión Mixta recaído en el proyecto de reforma constitucional en materia de transparencia, modernización del Estado y calidad de la política, con urgencia calificada de "discusión inmediata".
--Los antecedentes sobre el proyecto (4716-07) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de reforma constitucional:
En segundo trámite, sesión 35ª, en 9 de julio de 2008.
En trámite de Comisión Mixta, sesión 31ª, en 7 de julio de 2009.
Informes de Comisión:
Constitución, sesión 5ª, en 31 de marzo de 2009.
Constitución (segundo), sesión 15ª, en 6 de mayo de 2009.
Constitución (complementario de segundo), sesión 17ª, en 13 de mayo de 2009.
Constitución (nuevo complementario de segundo), sesión 24ª, en 9 de junio de 2009.
Mixta, sesión 56ª, en 7 de octubre de 2009.
Discusión:
Sesiones 7ª, en 7 de abril de 2009 (queda pendiente su discusión general); 8ª, en 8 de abril de 2009 (se aprueba en general); 17ª, en 13 de mayo de 2009 (queda para segunda discusión); 19ª, en 19 de mayo de 2009 (se aplaza su votación): 21ª, en 20 de mayo de 2009 (vuelve a la Comisión de Constitución); 25ª, en 10 de junio de 2009 (queda para segunda discusión); 26ª, en 16 de junio de 2009 (se aprueba en particular).
El señor NOVOA (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
La controversia entre el Senado y la Cámara de Diputados se suscitó por el rechazo de esta última a la mayoría de las enmiendas introducidas por nuestra Corporación.
El informe de la Comisión Mixta contiene la proposición que resuelve las divergencias, la que principalmente consiste en:
1) Consagrar la obligación del Presidente de la República , los Ministros de Estado, los Diputados, los Senadores y las demás autoridades y funcionarios que la ley orgánica constitucional respectiva señale de efectuar declaración de intereses y de patrimonio en forma pública.
2) Establecer que la ley orgánica constitucional aludida regulará los casos en que las autoridades mencionadas delegarán a terceros la administración de aquellos bienes y obligaciones que supongan un conflicto de interés en el ejercicio de su función pública, así como la enajenación de todo o parte de dichos bienes.
3) Determinar que aquellos candidatos que resulten derrotados en una elección primaria solo quedarán impedidos de presentarse como candidatos en la elección asociada a esa primaria.
4) Hacer aplicable a los Ministros de Estado las incompatibilidades establecidas en el inciso primero del artículo 58 de nuestra Carta Fundamental.
Cabe señalar que esta proposición fue acordada en forma unánime, con excepción de la referida a las incompatibilidades aplicables a los Ministros de Estado , que contó con los votos a favor de los Senadores señora Alvear y señores Chadwick, Espina y Gómez, y los votos en contra de los Diputados señores Burgos, Díaz y Eluchans. Asimismo, la supresión de la norma que prohibía presentar reformas constitucionales dentro de los 90 días anteriores a una elección fue aprobada con la abstención del Senador señor Espina.
Sus Señorías tienen a la vista un boletín comparado que en sus últimas columnas consigna las normas del proyecto de reforma constitucional que se propone aprobar y el texto de la Carta Fundamental que resultaría de aprobarse las enmiendas sugeridas.
Finalmente, se debe tener presente que, para su aprobación, los números 1 y 2 del artículo único requieren el voto conforme de los dos tercios de los Senadores en ejercicio, y los números 3, 4 y 5, de los tres quintos de los Senadores en ejercicio.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el señor Ministro.
El señor VIERA-GALLO ( Ministro Secretario General de la Presidencia ).-
Señor Presidente , como expresó el señor Secretario , el informe de la Comisión Mixta fue aprobado prácticamente en forma unánime por todos sus miembros y lo mismo ocurrió en la Cámara de Diputados.
Me referiré en forma muy breve a cada una de las ideas contenidas en la preceptiva.
En primer lugar, se establece que las declaraciones de patrimonio e intereses son públicas. Ello, porque el Tribunal Constitucional, en un fallo de hace algunos años, dejó la situación en la ambigüedad, pues, a pesar de hallarse en la Contraloría, las declaraciones no se podían publicar en la página web y quien deseara conocerlas debía dirigirse al organismo contralor, lo cual se encontraba completamente fuera del espíritu de la respectiva ley.
Para evitar tal situación, se clarifica que las declaraciones de intereses y de patrimonio serán públicas.
Segundo, queremos enviar un proyecto de ley, con suma urgencia, para sancionar a los funcionarios que, una vez finalizado su desempeño en el cargo, no presenten su declaración conclusiva, correspondiente al término de su período, porque en la actualidad la omisión de tal trámite no tiene sanción.
Entonces, si un funcionario emite su declaración al inicio de su gestión, pero no cuando cesa en el ejercicio del cargo, será imposible saber si hubo enriquecimiento ilícito.
Como son muchísimos los funcionarios del actual Gobierno que se van a ir...
El señor ALLAMAND .-
¡Muchos...!
El señor VIERA-GALLO ( Ministro Secretario General de la Presidencia ).-
Muchísimos, no digo todos.
Y como esperamos que se vayan con las manos limpias, nosotros somos los primeros interesados en que haya una sanción para quienes no presenten su declaración de intereses y de patrimonio al dejar el cargo.
Luego, se establece el fideicomiso ciego.
Aquí se debe reconocer algo muy importante: que en la discusión parlamentaria se llegó a un acuerdo que, a mi juicio, es plenamente satisfactorio, consistente en disponer que en determinadas situaciones no bastará simplemente con la declaración de patrimonio e intereses, sino que además ciertas autoridades -las que se enumeran y las que señale la ley- tendrán que entregar la administración de su patrimonio o de parte de él a un tercero con el cual se establezca una "muralla china" de incomunicación. Pero, aparte de eso, se dispone que en ciertos casos -siguiendo la ley española- se obliga a tales personas a enajenar bienes específicos. Porque no basta con entregar la administración del patrimonio a un tercero si la persona posee una cuota accionaria en la administración de determinadas empresas que después puede resultar incompatible con el ejercicio de su cargo.
En la legislación peninsular, eso se prevé para los superintendentes. Por ejemplo, para el Superintendente de Valores, para el de Isapres, etcétera. No quiero mencionar casos criollos.
En lo que se refiere a las elecciones primarias, para cumplir un fallo del Tribunal Constitucional, se consagra una reglamentación donde los partidos o agrupaciones de partidos pueden optar por el sistema. Pero, si lo hacen, el resultado es vinculante y quien pierde la primaria no puede presentarse al cargo en la respectiva elección.
Hay cierta latitud para que el partido del que gane las primarias, en casos que la ley tendrá que calificar muy bien, pueda cambiar de parecer por alguna circunstancia sobreviniente.
El Gobierno presentó a la Cámara de Diputados un proyecto que reglamentará esta materia, el cual se halla a la espera de la aprobación de esta reforma para continuar su tramitación. Y fue elaborado principalmente por institutos, tanto de la Concertación como de la Alianza por Chile.
La tercera idea corresponde a determinadas prohibiciones que se establecen a los Ministros, lo que en realidad constituía un vacío en la Constitución. En concreto, se hacen aplicables a los Ministros algunas de las incompatibilidades que hoy día afectan a los parlamentarios.
Esas son, en general, las ideas contenidas en el informe, señor Presidente . Hubo otras que después fueron quedando en el camino durante el debate parlamentario, quizás para bien, quizás para mal -eso puede discutirse-, pero, en todo caso, la iniciativa conforma un paquete suficiente para aumentar la probidad tanto del sector público como de la intersección entre la vida de los negocios y las fortunas personales con el ejercicio de las funciones públicas.
Muchas Gracias.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Ávila.
El señor ÁVILA.-
Señor Presidente , solo quiero realizar un comentario al pasar.
Creo que el señor Ministro ha sido particularmente afortunado en la metáfora que construyó relativa a la "muralla china" como separación entre patrimonio y el dueño del mismo para los casos específicos que contempla la ley.
La "muralla china" ha quedado solo como un símbolo, y podrá ser fácilmente vulnerada por otros medios de comunicación hoy en boga. Por lo tanto, desgraciadamente, con este tipo de legislación ocurrirán los peores presagios en nuestro país.
Acá, bien sabemos, no hay forma posible de convertir un fideicomiso en completamente ciego; a lo máximo, tuerto. Y, por otra parte, si hasta el secreto mejor guardado en cualquier sitio se puede ventilar y hacer público con suma facilidad, mucho peor será respecto de este tipo de información, que el morbo colectivo hará de conocimiento público en el más breve plazo.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).-
Tiene la palabra la Senadora señora Alvear.
La señora ALVEAR.-
Señor Presidente , quisiera llamar la atención de Sus Señorías con respecto al artículo 60 de la Carta, norma que aborda una materia a la cual se refirió el ex Senador Edgardo Boeninger , quien ayer fuera homenajeado por las distintas bancadas, lo cual agradezco emocionadamente.
Su última participación en la Cámara Alta tuvo lugar en la Comisión Mixta el 4 de agosto. Ese día fue invitado para hablar de un tema que me parece de la máxima importancia y que ya hemos debatido en otros momentos en esta Sala: la incompatibilidad entre el ejercicio de la profesión de abogado y la tarea parlamentaria.
Señor Presidente , Honorables colegas, en el Parlamento se puede acusar a un ministro de la Corte Suprema ; en el Senado debemos ratificar o no la propuesta que el Presidente de la República formula para el nombramiento de magistrados del Máximo Tribunal; en esta Corporación también se debe aprobar la designación de un miembro del Tribunal Constitucional.
Aquí, claramente, puede haber un grave conflicto de intereses. Y por eso quiero destacar algunos aspectos planteados por el ex Senador Edgardo Boeninger en la última oportunidad en que visitó la Cámara Alta.
Él nos habló de la necesidad de asegurar que los parlamentarios no se distraigan por el ejercicio de tareas ajenas al quehacer legislativo. Explicó que la OCDE -donde queremos incorporarnos como país- ha definido tres tipos de conflictos de interés:
Primero, el conflicto de interés real: cuando un agente público posee un determinado interés privado que puede influir en sus decisiones públicas por encontrarse dentro del ámbito de sus competencias.
Segundo, el conflicto de interés potencial, que supone la existencia de un interés privado que en el futuro puede constituir un conflicto de intereses.
Y, tercero, el conflicto de interés aparente, que cubre aquellas hipótesis en que existe un interés personal, que no necesariamente influirá en el ámbito de decisiones del agente público, pero que podría dar lugar a que terceros consideren que puede hacerlo.
¿Acaso -me pregunto- el ejercicio de la profesión de abogado puede enfrentar un conflicto de intereses al momento de elegir ministros de la Corte Suprema?
Por cierto que sí.
Por eso, en momentos en que las encuestas nos dan los últimos lugares en la evaluación que nuestros compatriotas hacen de nuestra actividad, me parece importante que nosotros, en aras de la transparencia, seamos estrictamente rigurosos en esta materia. De hecho, se nos otorga una dieta, que es la que corresponde a un Ministro de Estado . Y estos deben tener dedicación exclusiva a sus funciones, exceptuadas las labores de docencia. Esa es la misma prohibición que, a mi juicio, debiésemos tener los parlamentarios.
Por tal motivo, existiendo igual razón en términos laborales y remuneracionales, resulta exigible -así lo sostuvo el ex Senador Boeninger- la misma dedicación exclusiva.
Por ello, junto con el Diputado señor Burgos presentamos una indicación para agregar un nuevo inciso al artículo 60 de la Constitución Política, que señalaba lo siguiente:
"La función parlamentaria se ejercerá en régimen de dedicación exclusiva, y es incompatible con el desempeño de actividades privadas, sin perjuicio de las actividades docentes que pueda desarrollar el parlamentario".
Y esto, señor Presidente, no es una novedad, porque recogimos el precepto de la legislación española.
No puede ser que en esta reforma constitucional, que pretende introducir estándares de transparencia para todos, en los sectores público y privado, nosotros, los parlamentarios, hagamos una excepción y no tengamos la misma norma establecida para los Ministros en cuanto a la dedicación exclusiva de funciones, salvo en lo que respecta al ejercicio de labores de docencia.
Quiero decirlo con mucha claridad en esta Sala. Porque cuando hablamos de transparencia, los parlamentarios somos los primeros que debemos dar señales de ella. Y no me parece adecuado hacer una excepción a las prohibiciones que rigen para los Ministros de Estado, en circunstancias de que a nosotros se nos aplica la misma norma en materia de dieta.
Lamentablemente, en la Comisión Mixta la indicación que presentamos con el Diputado señor Burgos fue rechazada.
Sin embargo, para la historia de la ley, quiero decir que ojalá -esta Sala puede reparar la situación- encaremos este asunto, a los efectos de tener la tranquilidad de que aprobamos una reforma constitucional conforme a la cual los parlamentarios nos sometamos a las mismas reglas de transparencia de los Ministros de Estado, habida consideración de que la Carta Fundamental nos otorga la misma dieta.
El señor BIANCHI ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Orpis.
El señor ORPIS.-
Señor Presidente , dentro de las numerosas materias que aborda esta reforma constitucional, el artículo 19 establece un sistema de primarias en los distintos partidos políticos, el que quedará regulado en una ley orgánica. Y en la Comisión de Gobierno estamos analizando un proyecto de ley vinculado con tales asuntos.
Sin embargo, quiero plantear la siguiente reflexión: en parte, la política ha caído en descrédito porque las candidaturas se designan a partir de acuerdos cupulares. Y, muchas veces, quien no tiene acceso a las esferas superiores de un partido termina completamente marginado de los procesos preelectorales y de la elección popular.
En algunos casos, la poca renovación en la actividad política se vincula con este fenómeno: muchos quisieran participar en elecciones a distinto nivel; pero, al serles restringidos los espacios, quedan marginados. Otros se desvinculan antes de que comience el proceso mismo.
Señor Presidente , voy a aprobar el informe de la Comisión Mixta, pero señalando claramente que, a mi entender, el sistema de primarias no solo debe depender de la directiva de los partidos, sino también de sus militantes, para que, a partir de determinados quórums, puedan exigirlas en sus conglomerados. Es decir, que la decisión pertenezca a la instancia de una colectividad política; pero, además, que las primarias puedan hacerse efectivas, a nivel nacional o regional, a la luz del consenso de cierto número de adherentes.
Con mecanismos de esta naturaleza se producirá la renovación efectiva de la actividad pública, con lo que ya no se observaría el fenómeno que se advierte en la actualidad, cuando muchas veces, por falta de espacios, las personas se marginan de los procesos o presentan candidaturas independientes.
En la medida en que existan garantías de que los mecanismos internos asegurarán una efectiva participación en elecciones populares de distinto nivel, consolidaremos la democracia interna de los partidos. Con instancias de esta naturaleza, daremos un espacio real a quienes quieran ejercer cargos de elección popular.
El señor BIANCHI ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra la Honorable señora Matthei.
La señora MATTHEI.-
Señor Presidente , encuentro toda la razón a la Senadora señora Alvear . Considero absolutamente incompatible ejercer en un estudio de abogados y después participar en la elección de algún integrante de la Corte Suprema.
Sencillamente, no puede ser.
No sé cómo podría reponerse una disposición de la naturaleza que mencionaba la Honorable colega: si a través de un veto o mediante un nuevo proyecto de reforma constitucional.
Lamento, señor Presidente, que esta norma se haya caído en la Comisión Mixta.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Gómez.
El señor GÓMEZ.-
Señor Presidente , como estamos en la etapa de la transparencia total y aquí se trata de generar un hecho político importante, me referiré a la posibilidad de que una ley orgánica regule las primarias para la elección de postulantes a ciertos cargos.
Veo con mucho cariño este afán de limitar las actividades políticas. Y una cosa que habría que restringir es la reelección. Deberíamos ponernos de acuerdo todos y evitar lo que está pasando: la permanencia en las funciones parlamentarias por años y años. Eso no se pone en discusión ni se firma un proyecto, que es lo que cabría hacer. Pero no para regir en cuatro o siete años más, sino para las reelecciones próximas. Porque cuando uno piensa en décadas, está mirando a futuro.
Entonces, cuando hablemos de transparencia y de introducir cambios, pongámonos de acuerdo en una modificación profunda vinculada con que las repostulaciones deberían ser limitadas, lo que tendría que ser firmado por cada uno de los parlamentarios en ejercicio. Pero no para el futuro.
¡Por favor, aquí estamos viendo lo que significará esta elección y, probablemente, la próxima!
Por eso, al analizar el problema de fondo, comprobaremos que esta reforma es indispensable si queremos una real renovación.
Estimo muy importante que una ley orgánica constitucional establezca un procedimiento para las primarias. Estas son fundamentales, porque permiten competir dentro de normas correctas y no impuestas por determinadas circunstancias. Si eso sale adelante, va a democratizar realmente al país. Sería un gran avance de esta reforma constitucional.
El Ministro señor Viera-Gallo ha dicho que la iniciativa que regula el sistema de primarias está en trámite en la Cámara de Diputados, pero que se va a aprobar con prontitud. Eso es muy importante para modificar el mecanismo de elecciones dentro del sistema político.
Señor Presidente , termino insistiendo en que ojalá seamos capaces de apoyar un proyecto de ley que establezca la limitación de la reelección en el Parlamento, asunto de fondo que no hemos abordado con la fuerza requerida. En la Cámara Baja se perdió un proyecto de esta naturaleza. Bueno, repongámoslo en el Senado si queremos realmente modificar la política.
El señor GAZMURI.-
Pido la palabra, señor Presidente.
El señor BIANCHI ( Vicepresidente ).-
Puede hacer uso de ella, Su Señoría.
El señor GAZMURI.-
Señor Presidente , solicito tomar la votación.
El señor BIANCHI ( Vicepresidente ).-
Si le parece a la Sala, se abrirá la votación.
Acordado.
En votación el informe de la Comisión Mixta.
--(Durante la votación).
El señor BIANCHI (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Escalona.
El señor ESCALONA.-
Señor Presidente , suscribo con entero entusiasmo las palabras del Senador señor Gómez .
En la Sala se encuentra una figura política que, reuniendo todas las condiciones para ello, ha rehuido su reelección senatorial: el Honorable señor Núñez .
¡El Senador señor Arancibia levanta la mano, con toda razón! Le doy mis excusas.
Lo de las primarias en los partidos es importante. Pero creo más relevante colocar un tope a la repostulación. Imaginemos una primaria entre un parlamentario - Diputado o Senador- con tres o cuatro períodos de ejercicio y con 16, 18 ó 20 años de experiencia, contra una persona que desea ser candidato por primera vez. Es evidente que, especialmente en esa instancia, habría un fuerte desequilibrio.
De manera que lo que tendríamos que acordar -por cierto, no para la próxima elección, porque ya los candidatos se hallan inscritos y es imposible tramitarlo en menos de 60 días (tenemos que hablar las cosas en serio para que no parezca broma y la opinión pública no nos siga faltando el respeto)- es un cambio efectivo que posibilitase crear las condiciones reales para tener nuevas figuras en el Congreso Nacional. No me cabe duda alguna de que constituiría un tope a las reelecciones sucesivas.
Se trata de una tarea pendiente, pero hasta ahora no se han dado las circunstancias para aprobarlo. Se produjo una votación en la Cámara de Diputados en ese sentido. Lamentablemente el resultado fue negativo, lo que indica a las claras que todavía no se ha creado la suficiente conciencia respecto de este punto y, en mi opinión, ello es un dato clave de la situación.
El Senador señor Romero ha levantado su mirada desde enfrente para indicar que, teniendo él todas las condiciones para postularse, no lo hizo.
No obstante, el que no haya un mecanismo institucional no posibilita transformar esto en una práctica permanente y normal. La no repostulación de una persona depende única y exclusivamente de su voluntad, corriendo el riesgo, además, de que ello sea mal interpretado, con múltiples razones, y visto de mil maneras: "No se atrevió". "Está desgastado", en fin. O sea, la propensión de la opinión pública a un gesto de esa naturaleza conlleva el peligro de que su decisión no se entienda con claridad.
Por lo tanto, desde el punto de vista de la renovación del Parlamento, se necesita efectivamente un acuerdo que permita la vigencia de un mecanismo institucional que ponga coto a las sucesivas reelecciones.
En consecuencia, en este punto, yo por lo menos suscribo por completo lo señalado por el Senador señor Gómez , en cuanto a que se requiere una cláusula de carácter institucional.
El señor BIANCHI ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Senador señor Núñez.
El señor NÚÑEZ.-
Señor Presidente , junto con adherir a lo expresado por los Honorables señores Escalona y Gómez , deseo recordar que en su oportunidad, junto con el entonces Senador señor Bitar , presentamos un proyecto que durmió, lamentablemente, el sueño de los justos. ¡Nunca fue tratado siquiera por la Comisión respectiva!
En el texto de esa iniciativa, planteábamos cómo se regeneran -por cierto, esta materia no solo le preocupa al Parlamento chileno; también es debatida por otros en el mundo- los mecanismos de sucesión permanente en los organismos públicos y en las entidades relacionadas con la administración de la democracia y su orientación.
En consecuencia, resulta muy importante que las palabras expresadas tanto por el Senador señor Gómez como por el Honorable señor Escalona no queden en el olvido, y que se alcance un acuerdo político -ojalá dentro de un plazo histórico breve-, para los efectos de mejorar los sistemas de renovación de la dirigencia política en todos sus niveles.
Pienso que el proyecto de ley en análisis en la Comisión de Gobierno apunta indirectamente a ese objetivo. Vamos a discutir lo concerniente a la utilización de las primarias vinculantes para la nominación de los futuros candidatos en todas las etapas de elección popular. Por cierto, de haber acuerdo, también deberíamos incorporar -como lo hicimos en otras materias en la Comisión de Gobierno- alguna disposición que permita a la Sala pronunciarse en su momento a favor de la idea de fijar límites a la reelección.
Sé que se trata de un tema discutible, pero es bueno para democracias jóvenes como la nuestra, después de tanto tiempo de estar suspendida.
El señor BIANCHI ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Ávila.
El señor ÁVILA.-
Señor Presidente , con respecto al punto que súbitamente ha entrado al debate, yo siempre he tenido dudas acerca de su racionalidad.
Es cierto que en el discurso queda muy bien -viste- el tener una actitud de desprendimiento en cuanto a la permanencia en determinadas instituciones de representación popular como el Senado, la Cámara de Diputados. Pero yo me pregunto con qué derecho queremos restar facultades a la soberanía popular. Es ella, en definitiva, la que debe determinar quiénes integran los órganos de representación ciudadana existentes en el país.
Si se va a legislar a este respecto, tal vez sería conveniente exigir estándares superiores a quienes cumplan determinado número de años ejerciendo el cargo de representación popular correspondiente, en caso de una primaria. Pero no me parece adecuado suprimir la posibilidad de que la ciudadanía decida quién la represente, con independencia del tiempo que pueda llevar una persona ejerciendo una misma función.
De todos modos, señor Presidente , es bueno al menos instalar el debate. A eso no me niego en absoluto. Y creo que, si se estima necesario establecer una disposición de tales características, al fin tendremos la oportunidad de expresar todos los puntos de vista que surjan sobre el particular, lo cual es perfectamente legítimo.
En verdad, ignoro cómo se da esta situación en el Derecho Comparado. Me parece que el Senador señor Núñez se ha paseado por esta materia, porque habló con gran propiedad acerca de ello. Pero -según entiendo- Parlamentos de muy viejo cuño, cargados de tradiciones y que se han desenvuelto con sabiduría a lo largo de siglos, todavía mantienen el derecho de las personas que integran estos cuerpos colegiados a permanecer en los cargos mientras cuenten con la confianza de la ciudadanía, porque en ella radica la soberanía popular.
Entonces, el debate no es tan sencillo como pareciera cuando se formula el planteamiento en términos genéricos.
Pues bien, ya asoma la controversia. ¡Bienvenida sea en el momento en que se presente!
El señor BIANCHI ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Ruiz-Esquide.
El señor RUIZ-ESQUIDE .-
Señor Presidente , comparto lo último señalado por el Honorable señor Ávila .
El punto en cuestión lo hemos venido discutiendo desde que volvió la democracia a Chile. En los primeros años, también debatimos en el Senado si debía o no fijarse un límite de tiempo; hacer alguna referencia a una o dos elecciones, etcétera.
El señor LONGUEIRA.-
¡Desde 1973!
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
No, antes de ese año se había analizado.
Señor Presidente , debo declarar con toda sinceridad que algunas cosas terminan por hastiarme. Lo digo con franqueza. Me refiero a la insistencia brutal de que debe renovarse todo, sea bueno o malo, sin importar si quien viene sea peor que el que está. ¡No! ¡Hay que renovar!
¿Y cómo hacerlo? Algunos sostienen la tesis de la alternancia. Otros, la de que no se pueda estar más de uno o dos períodos.
Señor Presidente , quiero ser muy claro en mis palabras, porque no las repetiré. No deseo seguir cansando al Senado con esto. Pero vale la pena discutirlo alguna vez.
Siempre he sido partidario de que parte de la soberanía popular radique en un Senado nacional. Ello tiene que ver con el respeto que debe existir entre el Poder Legislativo y el Ejecutivo, para que el peso de este no sea excesivo, quienesquiera que los integren.
De otra forma, se produce lo que conocemos: frente a cualquier problema, los Diputados, los Senadores, el Subsecretario, el Ministro, todos, quieren en un momento determinado resolver el tema del "puente del ala". Y esto causa confusión de poderes y derechos.
Hay experiencias en esta materia.
El propio Parlamento de Colombia fue como el nuestro y ahora su Senado es nacional. Y según lo que ellos nos han dicho personalmente de su funcionamiento, parece no ser tan desafortunado.
Voy a seguir insistiendo en ese planteamiento, porque es la única manera de hacer equivalencia entre el peso de un Ejecutivo muy fuerte -sobre la base de nuestra Constitución- y el Congreso Nacional.
En esa misma línea, estoy dispuesto -como sostuvo el señor Senador que me precedió en el uso de la palabra- a conversar sobre la permanencia en el cargo. Pero, con toda franqueza, nunca voy a aceptar la tesis de que alguien tenga que irse antes por ley. Es la democracia la que debe definir lo que hay que hacer.
Señor Presidente , yo soy el miembro más antiguo en el Senado. Y no volveré a postular nunca más. Me quedan cuatro años y -repito- no seré candidato de nuevo.
Con esa misma sinceridad, puedo señalar que no se debieran colocar trabas para que una persona continúe o no continúe como parlamentario. Es la sociedad, la comunidad electoral, la que debe decir: "Este señor sigue o no sigue, porque es bueno o malo". Eso es lo razonable si deseamos agotar a fondo el debate sobre el sentido más profundo de la democracia.
Por la misma razón, he sostenido que no cabe aceptar la alternancia en el poder como tesis per se, por antidemocrática. El país es el que debe expresarse: "Se va la Concertación y llega la Alianza, o al revés". Pero que haya alternancia porque esa es la manera de mejorar las cosas, ¡no!
Tampoco es admisible la tesis del cambio pueril que en alguna oportunidad se planteó. Ante la pregunta de qué proceso de cambio se quería llevar adelante, la respuesta fue: "Voten por mí y no por el otro candidato". No es así como se discuten las ideas para hacer un cambio de fondo.
Resumiendo el punto, a mi juicio, estamos planteando temas más bien rígidos que no corresponden a lo que deberíamos abordar.
A continuación, señor Presidente, me referiré a las primarias.
Aquí se ha producido una especie de santificación de las primarias: ¡Se efectúan primarias o no hay ninguna elección digna, ni responsable, ni clara, ni trasparente!
Pero hay muchas maneras de hacer las cosas trasparentes. En el país se han probado todas las formas.
Hace muchos años tales asuntos eran resueltos por la Junta Nacional o el Consejo de los partidos políticos. Hoy estamos considerando dar suficientes garantías para que los independientes -porque las cifras son bajas- puedan ser candidatos.
Pero ¿por qué solo primarias? ¿Qué justificación hay?
Ello solo demuestra que no estamos en condiciones de hacer operables los mecanismos de los partidos, sin los cuales no hay democracia. Legislemos para que los partidos funcionen bien, con ética interna, y favorezcan la participación. Podemos presentar miles de indicaciones en esa materia, como lo han hecho otros países para mejorar la condición de sus colectividades políticas. De lo contrario, estaremos eludiendo el problema o resolviéndolo prácticamente con la filosofía de don Otto: viendo si reemplazamos el sofá o si lo vendemos.
Señor Presidente , con toda franqueza, llamo al Senado, sin más antecedente que haber sido compañeros durante tantos años, a discutir de un vez por todas acerca de estos asuntos, a fin de concordar una visión tranquila y serena respecto de lo que se debe hacer a futuro.
El Honorable señor Gómez sostuvo que deberíamos definir la materia ahora, para que no aparezca que estamos trabajando a futuro, cuando ya ninguno de nosotros esté en el Parlamento. Okay, estoy dispuesto a que abordemos tal reforma incluso para que rija la elección que se realizará en cuatro años más.
Pero, por favor, no sigamos con ese asunto tan absurdo de renovar para cambiar. ¡Hay que cambiar para renovarse, no al revés!
Además, respetemos el derecho de la ciudadanía de decidir sobre sus candidatos a Presidente y a parlamentario.
Y mantengamos, de una vez por todas, la tesis central de la ciudadanía y de la democracia efectiva. No cabe llamar a una alternancia porque parece que así debe ser. Aquí no existen reglas claras ni pueden ser rígidas.
En lo personal, seguiré planteando mi tesis sobre un Parlamento con mayores atribuciones. No me gusta el exceso de facultades presidenciales. Cuando el Presidente es muy bueno, o la Presidenta , todo está bien; pero si se elige mal, ¡Dios sabe dónde nos puede llegar! Ya hemos tenido conflictos en el país por esta misma causa.
Por ello, señor Presidente, voy a votar a favor.
Aquí hay una mayoría substancial para aprobar el proyecto en cualquier condición. No iré en contra de aquella. Pero quiero dejar constancia de mi punto de vista sobre tales materias.
No veo por qué debemos ser tan exquisitos en sentenciar: "O primarias o nada".
Insisto en la idea del Senado nacional. Estimo que es una forma de superar las actuales diferencias existentes entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo.
Asimismo, sigo pensando en que solo la ciudadanía fija el límite para que un Senador o un Diputado continúen como tales.
Por último, debemos volver a discutir esos aspectos pero llegando a una conclusión, a un acuerdo. Si no, permanentemente los estaremos debatiendo. Todo ello termina en que pareciera que nuestras conductas no tienen arreglo y que no somos capaces de alcanzar un consenso, con lo cual desprestigiamos las formas en que nos relacionamos entre nosotros. Porque eso de plantear que se vayan pronto algunos redundará en contra de los Senadores que continuarán en el Parlamento.
He dicho.
El señor NOVOA (Presidente).- Tiene la palabra, el Honorable señor Vásquez.
El señor VÁSQUEZ.-
Señor Presidente , para ser franco, debemos reconocer que hay distintos sistemas para ver qué autoridades pueden ser reelectas, por cuánto tiempo y en qué condiciones.
El período presidencial actual es -que yo sepa- el más corto en la historia de Chile: cuatro años. Considerando que la Presidenta Bachelet tiene hoy día 76 por ciento de aprobación de la ciudadanía y que estamos ad portas -dentro de 70 días- de una nueva elección presidencial, no cabe ninguna duda de que, si pudiera ser candidata, sería reelecta, incluso sin candidato al frente.
Lo señalo, porque así lo indican todas las encuestas de opinión realizadas por los más variados institutos, centros de estudios o sociedades que se dedican a medir la percepción pública.
Sin embargo, nuestra Constitución, en el período presidencial más corto, impide la reelección. Hago presente que, por ejemplo, los Estados Unidos de América, con igual tiempo para gobernar, contempla la posibilidad de reelegir por una vez a su Presidente .
Por lo tanto, siendo francos, a la ciudadanía no se le permite expresar su aprobación o rechazo respecto de la principal autoridad del país, en este caso específico, de una candidata, que saldría rápidamente reelecta el próximo 13 de diciembre.
Eso demuestra que tal asunto no es una cuestión de principios, sino de sistema y de concepción, pero también de consecuencia.
Seamos sinceros.
Durante los últimos años, en América Latina ha habido una larga discusión sobre la pretensión y los logros de varios Gobernantes que han hecho modificaciones constitucionales para ser reelegidos en forma sucesiva. Ello, con un importante porcentaje de rechazo de la opinión pública internacional a la aprobación que la propia ciudadanía ha hecho a tal reforma.
En consecuencia, esta no es una cuestión de valores que se encuentre clavada en la suerte del destino o en la verdad absoluta y total de la Ciencia Política.
Creo que podría ser una buena práctica que, así como se impide la reelección del Presidente de la República en la Constitución, también los parlamentarios estuvieran sujetos a una norma similar, en razón de que habría una debida consecuencia entre un cargo y los demás.
En eso estamos en deuda: en colocarnos dentro de un solo sistema, que sea armónico desde el punto de vista político.
Por otra parte, señor Presidente , escuché con mucha atención lo que señaló la Senadora señora Alvear acerca de la posibilidad de litigar por parte de quienes somos parlamentarios.
Quiero decir francamente -ya que me iré- que en el momento de asumir como Senador renuncié a los patrocinios y poderes de todas las causas que tramitaba en tribunales, incluyendo aquellas voluntarias; es decir, las que no son litigios.
Procedí así porque me parece que un parlamentario tiene una imagen de presión, por lo menos respecto de los tribunales de justicia, que resulta demasiado fuerte como para pensar que un juez puede actuar con independencia, fundamentalmente en el caso de los Senadores, quienes debemos designar Ministros de la Corte Suprema y del Tribunal Constitucional.
En consecuencia, consideré lógico separar aguas absolutamente entre la facultad para nombrar autoridades y el ejercicio profesional como abogado.
Digo lo anterior, señor Presidente, porque tengo una duda existencial sobre la presente reforma.
Efectivamente, con la supresión de las tres palabras: "contra el Fisco", en el inciso segundo del artículo 60, quedaba absolutamente limitado para los parlamentarios el ejercicio de la profesión de abogado ante los tribunales de justicia ordinarios o especiales.
El punto es que, no habiéndose aprobado esta reforma, abrigo una gran duda en cuanto a la disposición VIGESIMOQUINTA transitoria que se agrega en el número 5 del artículo único, que dice: "La modificación introducida en el inciso segundo del artículo 60, entrará en vigencia transcurridos ciento ochenta días a contar de la publicación de esta ley en el Diario Oficial.".
Entiendo que el artículo 60 no ha sido modificado y que, en consecuencia, la aludida disposición sería ineficaz.
Me da la impresión de que es así. Puede que yo esté equivocado y medie alguna razón especial para incluir dicha norma. Me gustaría que se aclarara, solo para los efectos de que no cometamos un error, dado que el informe se vota como un todo y su aprobación implicaría también la de dicha disposición transitoria.
El señor NOVOA ( Presidente ).-
Su Señoría, en la parte pertinente del boletín comparado figura la enmienda al inciso segundo del artículo 60.
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
Sí. En la letra a) del número 4 se suprime la expresión "contra el Fisco".
¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor NOVOA (Presidente).-
Terminada la votación.
--Se aprueba el informe de la Comisión Mixta (29 votos), dejándose constancia de que se cumplió con los quórums constitucionales requeridos, y queda despachado el proyecto.
Votaron las señoras Alvear y Matthei y los señores Allamand, Arancibia, Ávila, Bianchi, Cantero, Escalona, Flores, Frei, García, Gazmuri, Girardi, Gómez, Horvath, Kuschel, Letelier, Longueira, Muñoz Aburto, Novoa, Núñez, Ominami, Orpis, Pizarro, Prokurica, Romero, Ruiz-Esquide, Sabag y Vásquez.
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