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El señor VARGAS (Presidente en ejercicio).- Tiene la palabra el diputado señor Eduardo Díaz.
El señor DÍAZ (don Eduardo).- Señor Presidente , con mi intervención quiero darle una perspectiva distinta a este debate y plantear unas preguntas generales relacionadas con la visión del ministro del rol subsidiario del Estado, en cuanto a las prioridades. Esto viene marcado por un movimiento social, campesino, se ha originado en la Araucanía en el último año, denominado “la mesa del trigo”. En verdad, me parece muy bien que los parlamentarios de zonas fruteras, exportadoras, planteen sus inquietudes; corresponde, dado el rol de representatividad que desempeñan.
En mi distrito, la mayoría de los campesinos complicados por el problema económico producen trigo, no exportan; por eso, piden ayudas prioritarias, como un bono de recuperación de suelos mínimo para poder sembrar, cosechar y, en definitiva, comer. Hoy solicitan medidas realmente urgentes.
Empezaron organizándose, porque se les dijo que la asociatividad sería premiada. Hace un año eran 18, hoy ya suman 18 mil personas.
La semana pasada marcharon 2.500 de ellos, pacíficamente, por las calles de Temuco provenientes de la costa, desde Toltén hasta Curarrehue, en la cordillera. Lo hicieron con mucho esfuerzo, pero, lamentablemente, no fueron recibidos en la Intendencia. Entiendo que en el Ministerio de Agricultura se ha escuchado a algunos.
Nuestra región registra una cesantía brutal. Sin embargo, vemos demasiado ímpetu a la hora de plantear formas de ayuda para aquellos sectores que, si bien se han visto complicados, no están en la situación que atraviesan los pequeños campesinos trigueros de la Región de La Araucanía.
En los sectores urbanos la cesantía, como dije, es brutal, y en los campos la gente ya no siembra. Antes sembraba una o dos hectáreas, hoy, media hectárea o, simplemente, nada, razón por la cual están migrando hacia los grandes centros urbanos.
Por otra parte, en Chile la gran empresa forestal es subsidiada por la vía de la bonificación a cada eucalipto y pino plantado gracias al decreto ley correspondiente, y ha crecido enormemente. Esto ha provocado un fenómeno social de magnitud.
En consecuencia, si no se toman medidas relacionadas con el tipo cambiario, inteligentemente, se podría terminar beneficiando sólo a algunos sectores. Con razón algunos fruteros buscan ayuda para solucionar esta situación complicada.
Por eso, me preocupa que se termine tendiendo la mano, con la plata de los impuestos de todos los chilenos, a los grandes, como las forestales, que han crecido desmesuradamente en la región. Me refiero al gran plantador de eucaliptos, que ha secado nuestra tierra y provocado problemas ecológicos y sociales, que le ha comprando su terruño al pequeño campesino, al pequeño productor de trigo.
Señor ministro, lamento que no escuche.
En verdad, lo que sucede es dramático, porque les está generando problemas, costos que después tendrá que asumir el fisco, con todas las dificultades de eficiencia que conlleva.
Atenderlos en los campos, antes de que los abandonen, le saldrá mucho más económico que pagarles subsidios de vivienda en las ciudades, o recogerlos en la pobreza dura, debajo de los puentes, de Temuco o de Santiago, donde terminan migrando.
Se ha generado un proceso social y económico a punta de incentivos estatales a los grandes -repito-, a los cuales usted, señor ministro , siempre les ha tenido las puertas abiertas, no así a los pequeños.
En definitiva, en los últimos diez años, se ha provocado un cambio en el panorama social de La Araucanía. Probablemente, empezó antes, pero se ha manteniendo en el tiempo, y ha generado un problema que amenaza la paz social. Al respecto, uno se pregunta por qué gente pacífica, que ha planteado sus problemas y ha pedido bonos de recuperación de suelos para sembrar y bajar el costo de los insumos agrícolas, no es escuchada ni atendida.
Enfrentan un problema agudo, pero han marchado pacíficamente por Temuco. Pareciera que hay que esperar acciones violentas, que incendien las ciudades, para que recién se den cuenta de lo que están generando con estas medidas.
No es a los grandes a quienes se debe ayudar con medidas de este tipo; los eucaliptos no van a resolver el problema. Es a los pequeños agricultores de la región a quienes se debe socorrer.
He dicho.
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