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- rdf:value = " ACUERDO APROBATORIO DEL TRATADO CONSTITUTIVO DE LA UNIÓN DE NACIONES SURAMERICANAS, UNASUR. Primer trámite constitucional. (Preferencia).El señor CERONI (Vicepresidente).-
Informo a la Sala que dejaremos pendiente el proyecto que figura en el tercer lugar de la Tabla, porque la Comisión de Hacienda recién ha terminado la sesión en que analizó esa materia.
Por lo tanto, corresponde tratar el proyecto de acuerdo, iniciado en mensaje y con urgencia calificada de suma, que aprueba el Tratado Constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas, Unasur , suscrito en la ciudad de Brasilia, República Federativa del Brasil, el 23 de mayo de 2008.
Diputados informantes de las Comisiones de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana y de Hacienda son los señores Osvaldo Palma y Gastón Von Mühlenbrock , respectivamente.
Antecedentes:
-Mensaje, boletín Nº 6035-10, sesión 65ª, en 19 de agosto de 2008. Documentos de la Cuenta Nº 1.
-Primeros Informes de las Comisiones de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana y de Hacienda, sesión 94ª., en 30 de octubre de 2008. Documentos de la Cuenta N°s 9 y 10, respectivamente.
El señor CERONI (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Osvaldo Palma.
El señor PALMA.-
Señor Presidente, en representación de la Comisión de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana, informo acerca del Tratado Constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas, Unasur , organización internacional regional que tiene el propósito de desarrollar un espacio sudamericano progresivamente integrado en lo político, social y económico, que fortalezca la identidad y gravitación internacional de América del Sur.
La Comisión lo aprobó con el voto favorable de los diputados señores Enrique Accorsi , señora Isabel Allende , señores
Marcelo Díaz , Marcelo Forni , Renán Fuentealba , Carlos Abel Jarpa , Juan Masferrer , Iván Moreira , Jorge Tarud y el que habla. Se abstuvo el diputado señor Maximiano Errázuriz .
En las primeras Cumbres de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno, celebradas en los años 2005, 2006 y 2007, se definieron las áreas de acción prioritarias que tendrá Unasur, a saber, el diálogo político, la integración física, el medio ambiente, la integración energética y económica, los mecanismos financieros sudamericanos, las asimetrías, las telecomunicaciones, la promoción de la cohesión social, la inclusión social y la justicia social, tomando en cuenta lo logrado en el Mercosur y en la Comunidad Andina de Naciones, CAN, y la experiencia de Chile, Guyana y Surinam.
Finalmente, el 6 de mayo de 2008, se logró consensuar, en Caracas, el texto del Tratado Constitutivo y, además, se aprobaron dos Proyectos de Decisión: uno relativo al funcionamiento transitorio de la Secretaría General y, otro, sobre los lineamientos para el plan de acción 2008-2009 de Unasur.
Se estima que el Tratado Constitutivo de Unasur podría ser un logro político en la región, en la medida en que consolide o fortalezca el diálogo político y permita alcanzar una voz de la región en el ámbito internacional. Del mismo modo, se espera contribuya a promover una mayor integración cultural, social, económica y política; a eliminar las desigualdades, a lograr una mayor inclusión social, a fortalecer las democracias y a reducir las asimetrías.
El mensaje expresa que, desde sus inicios, Chile ha apoyado y participado en esta iniciativa, manifestando que debe sustentarse en una concertación política, con un proceso de integración gradual, con metas y objetivos claros y definidos. Agrega que la participación de Chile en el Tratado Constitutivo se encuentra en plena concordancia con los objetivos de nuestra política exterior, orientada a promover procesos de integración que respeten la pluralidad de sus miembros y de sus diversos modelos de desarrollo, sin restringir su vocación por el regionalismo abierto.
Acerca del contenido específico de las diversas disposiciones de este Tratado, me remito al informe escrito que los honorables colegas tienen a su disposición.
El estudio de este Tratado se inició con una exposición del señor Alejandro Foxley , ministro de Relaciones Exteriores, quien sostuvo que Unasur es un esquema de integración que tiene la virtud de fortalecer la relación de Chile con los países vecinos y con toda la región. Aseveró que nuestro país tiene grandes expectativas de que Sudamérica tenga un esquema de integración y una sola voz en temas internacionales.
Hizo presente que tanto en el texto del tratado como en las decisiones que se adoptarán en el camino, ha sido necesario el consenso, evitando intentos de hegemonizar el proceso.
Indicó que el Tratado no establece órganos supranacionales ni impide pertenencias a otras entidades de integración regionales y que la idea es que Unasur sea un bloque que llegue a toda Latinoamérica.
Explicó que hoy existen siete u ocho grupos de trabajo en Unasur, de los cuales Chile preside el de políticas sociales.
Expresó que entre los principios de Unasur, se encuentran los de irrestricto respeto a la soberanía y multilateralismo, y que este organismo internacional se crea como un espacio de integración, que tiene organismos internos tales como el Consejo de Jefes de Estado, que se reúnen una vez al año; el Consejo de Cancilleres, el Consejo de Delegados y una Secretaría. Añadió que su presidencia es pro témpore y la normativa se fija por consenso.
El señor Hernán Felipe Errázuriz , presidente del Consejo Chileno para las Relaciones Internacionales, sostuvo que el texto del tratado no implica compromisos de soberanía, que tiene un formato simple y que presenta el problema de que hay un funcionamiento por consenso, que es difícil de lograr en una región tan fragmentada económica, política e ideológicamente para alcanzar acuerdos de alguna importancia y calidad.
Manifestó tener enorme escepticismo respecto de este tratado, porque en él se repite la organización de base consensual, como la OEA y otros organismos, con una débil estructura de solución de controversias y objetivos vagos.
Subrayó que espera que la exclusión de México sea superada y que a esta iniciativa impulsada por Brasil, país amigo y socio importante para Chile, hay que sumarse y apoyarla.
Atendidos estos antecedentes más los que se indican en el informe escrito que los honorables colegas tienen a su disposición, la Comisión decidió recomendar la aprobación del artículo único del proyecto de acuerdo en los mismos términos en que lo propone el mensaje.
He dicho.
El señor CERONI (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Gastón Von Mühlenbrock , para rendir el informe de la Comisión de Hacienda.
El señor VON MÜHLENBROCK.-
Señor Presidente, en nombre de la Comisión de Hacienda, paso a informar sobre el proyecto aprobatorio del tratado constitutivo de la Unión de Naciones Sudamericanas, suscrito en Brasilia, República Federativa de Brasil.
La iniciativa tuvo su origen en un mensaje de la Presidenta de la República.
Asistieron a la Comisión durante el análisis del proyecto los señores Gonzalo Arenas , subsecretario subrogante del Ministerio de Relaciones Exteriores; Angel Flisfisch , director de Planificación del Ministerio de Relaciones Exteriores, y Patricio Pradel , subdirector de Planificación de la Cancillería.
El objeto de la iniciativa consiste en la aprobación del instrumento constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas, Unasur , cuyo propósito es desarrollar un espacio sudamericano progresivamente integrado en lo político, social y económico, que fortalezca la identidad y gravitación internacional de América del Sur.
Entre los objetivos específicos de Unasur está el fortalecimiento del diálogo político entre los estados miembros y la integración y cooperación en los distintos ámbitos.
El acuerdo consta de un preámbulo, 27 artículos permanentes y un artículo transitorio que están en conocimiento de los señores diputados.
El artículo 16, de competencia de esta Comisión, establece que el Consejo de Delegadas y Delegados propondrá para su consideración y aprobación al Consejo de Ministras y Ministros de Relaciones Exteriores el proyecto de presupuesto ordinario anual de funcionamiento de la Secretaría General.
El financiamiento del presupuesto ordinario de funcionamiento de la Secretaría General se realizará en base a cuotas diferenciadas de los Estados Miembros a ser determinadas por resolución del Consejo de Ministras y Ministros de Relaciones Exteriores, a propuesta del Consejo de Delegadas y Delegados, tomando en cuenta la capacidad económica de los Estados Miembros, la responsabilidad común y el principio de equidad.
El informe financiero elaborado por la Dirección de Presupuestos, con fecha 27 de agosto de 2008, señala que el gasto fiscal involucrado será el que los Estados Miembros acuerden para Chile, de acuerdo a los principios contemplados en el artículo 16, luego que el Tratado sea ratificado por los países integrantes.
El gasto fiscal se financiará con cargo a los recursos dispuestos en el ítem “Organismos Internacionales” del presupuesto en moneda extranjera que se asignen a la Secretaría y Administración General y Servicio Exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores.
En el debate de la Comisión, el señor Angel Flisfisch señaló que, desde un punto de vista financiero, hasta el momento, Unasur no ha implicado gastos fijos, generando sólo gastos variables que dicen relación con la celebración de reuniones presidenciales, de grupos de trabajo y de la comisión permanente de delegados. Estos gastos han sido solventados por los países anfitriones de cada una de dichas reuniones.
Agregó que la postura del Gobierno, en cuanto a la arquitectura institucional de Unasur, es que ésta sea mínima, dotada de una burocracia pequeña y que irrogue un gasto menor para los doce Estados Miembros que la componen y que, precisamente, éste fue el principio que orientó todas las deliberaciones relativas a la institucionalidad de la Unión.
Mencionó que la única fuente potencial de gastos fijos de Unasur es su Secretaría General, que es básicamente un órgano de apoyo. En la actualidad no hay un secretario General ni una planta de funcionarios para dicho órgano. Añadió que de conformidad con el Tratado, la Secretaría está radicada en Quito, Ecuador , y que el gobierno de dicho país ha comprometido el financiamiento de todos los gastos de infraestructura que impliquen la instalación de la Secretaría General, teniendo una reserva de 2 millones de dólares para ese fin.
En cuanto al monto del gasto fijo anual que ocasionará la Secretaría General y la manera en que se distribuirá entre los doce países miembros, informó que aún no se conoce, pero que se trata de un tema regulado en el artículo 16 del tratado constitutivo.
Añadió que el Consejo de Delegados se ha preocupado, fundamentalmente, del tratado constitutivo, por lo que el tema presupuestario no ha estado en la agenda, aun cuando este Consejo elaboró una tabla, que no ha sido aprobada, con los porcentajes que deberá costear cada país, correspondiéndole a Chile alrededor del 7 por ciento del gasto fijo que implique la Secretaría General. Si se considera un presupuesto anual del orden de 800 mil a un millón de dólares, la contribución chilena sería de aproximadamente 77 mil dólares, lo que concuerda con el propósito del gobierno de que el costo que deberá solventar Chile no exceda los 80 mil dólares anuales.
Finalmente, precisó que el tratado constitutivo sólo entrará en vigor cuando a lo menos nueve países depositen el respectivo instrumento de ratificación en la ciudad de Quito. Su opinión es que ello sucederá a mediados del próximo año, por lo que el gasto fijo que demande la Secretaría General será definido en el segundo semestre del 2009, de manera que el financiamiento de Chile se tendrá que contemplar en el proyecto de ley de presupuestos del próximo año.
Consultado por el diputado señor Delmastro acerca de la constitución de un Parlamento Suramericano al interior de Unasur, explicó que el tratado constitutivo de la Unión establece en su artículo transitorio que los estados partes designarán una comisión especial para los efectos de estudiar un protocolo adicional al tratado que establezca un Parlamento Suramericano, precisando, además, su composición, atribuciones y funcionamiento. La vigencia de dicha norma está sujeta a la entrada en vigor del tratado constitutivo, porque aún no se ha constituido dicha comisión especial.
Señaló que el presidente del Congreso Nacional de Bolivia, que es a su vez vicepresidente de la República, invitó a una reunión de trabajo a los distintos parlamentos nacionales, subregionales y regionales, para iniciar un estudio orientado a lo que posteriormente será la comisión especial que elabore el Protocolo Adicional para establecer el Parlamento Suramericano. En ningún caso, este grupo de trabajo implica desde ya la creación de un Parlamento.
Requerido por el diputado señor Delmastro en cuanto a la constitución de un Consejo de Seguridad en Unasur, precisó que el Presidente Lula Da Silva , en la reunión de jefes de estado y de gobierno desarrollada en Brasilia, propuso la creación de un Consejo de Defensa Sudamericano. Por su parte, la Presidenta Bachelet planteó que se creara un grupo de trabajo a fin de elaborar una posible arquitectura institucional del Consejo y se fijaran sus atribuciones y funcionamiento. De esa manera, lo que existe hoy es un grupo de trabajo que se ha reunido en tres ocasiones.
La Comisión de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana dispuso en su informe que esta Comisión tomara conocimiento del referido proyecto de acuerdo y, en especial, del artículo 16 de dicho instrumento, por la incidencia financiera que dicho precepto tendrá para el Estado.
Teniendo presente los antecedentes de la iniciativa y las consideraciones expuestas en la Comisión, fue sometido a votación el artículo único del proyecto de acuerdo propuesto por la Comisión Técnica, el cual fue aprobado por 3 votos a favor y 2 abstenciones.
Tratado y acordado en sesión de fecha 28 de octubre de 2008, con la asistencia de los diputados señores Tuma, don Eugenio (Presidente); Aedo, don René ; Alvarado, don Claudio ; Delmastro, don Roberto ; Dittborn, don Julio ; Jarpa, don Carlos Abel ; Ortiz, don José Miguel ; Súnico, don Raúl y quien habla, diputado informante.
He dicho.
El señor CERONI (Vicepresidente).-
En discusión.
Tiene la palabra el diputado señor Iván Moreira .
El señor MOREIRA.-
Señor Presidente, recién se está iniciando el debate y quizás no muchos tengan interés en intervenir sobre esta materia. Pero lo concreto y lo más importante aquí es que cuando se trata de acuerdos internacionales, siempre hay aprensiones. Lo señalo, porque Chile ha participado en distintos foros internacionales y uno se pregunta de qué manera nos sirve tanta participación.
Éste es un foro más. Se pueden dar distintas argumentaciones sobre el particular, pero tenemos nuestras aprensiones y quienes no están de acuerdo con este tipo de foros internacionales se preguntan para qué uno más.
Las resoluciones de la Unasur no son imperativas, debe haber unanimidad para adoptarlas.
La primera pregunta es por qué no fortalecemos la OEA. Todos podríamos hacer nuestros mayores esfuerzos para fortalecerla, porque se trata de una instancia interesante.
Pero no por eso debemos negarnos a participar en un nuevo foro internacional. Hay que estar. En política exterior se debe estar; donde haya un foro internacional, hay que estar.
Chile es un país reconocido internacionalmente por su participación en el exterior.
Ésta es, claramente, una instancia regional importante. Sin embargo, en muchas ocasiones hacemos análisis políticos muy de corto plazo. En esta materia, considero que en la Unasur hay gobiernos muy importantes, como el colombiano, el cual es muy afín al próximo gobierno de Chile: el de la Alianza.
Independientemente de las diferencias ideológicas de los Presidentes que puedan integrar la Unasur, ahí estará el Presidente de Colombia y el Presidente de Chile Sebastián Piñera .
Por lo tanto, son instancias que debemos ir ganando en el escenario internacional.
Luego de los excelentes informes entregados por los diputados de Hacienda y de Relaciones Exteriores, debo manifestar que llamé a los colegas a votar a favor el proyecto de acuerdo. Aun cuando respeto las distintas opiniones que hay en mi partido, yo lo votaré a favor, porque considero que debemos estar en este foro internacional. Quizás no reemplazará a la OEA y nos habría gustado fortalecer dicha organización, pero existe este instrumento, y en materia de política y relaciones exteriores, nunca hay que dejar de estar.
Antes de votar a favor el proyecto, en la Comisión yo tenía ciertas aprensiones por los efectos y la influencia que podía tener Chávez , con la personalidad que le caracteriza, y por el problema que enfrenta la Presidenta de Argentina, doña Cristina , quien se encuentra desesperada porque no sabe qué hacer con el señor Kirchner , puesto que se ha hablado mucho de que desea integrar la Secretaría General de la Unión de Naciones Suramericanas.
Afortunadamente, tenemos la certeza, la tranquilidad de que ni el señor Chávez ni el señor Kirchner dirigirán la Unasur .
¿Qué nos da seguridad? Que exista una potencia internacional al interior de la Unasur. Podremos tener diferencias ideológicas con su Presidente Lula da Silva, pero conocemos la fuerza de la diplomacia brasileña. En consecuencia, Brasil me da seguridad. He hecho todos los esfuerzos necesarios para convencer a los colegas, quienes legítimamente tienen opiniones distintas. Espero, sobre la base de consideraciones políticas y estratégicas, que el proyecto de acuerdo se apruebe en esta Cámara, porque si por una ventaja política mezquina -no digo de todosno lo hacemos, dejaremos en muy mal pie no sólo a la Presidenta de la República, sino al país. Y debemos mantenernos en el foro internacional, con nuestras distintas participaciones, como un verdadero ejemplo.
Señor Presidente, voto que sí.
He dicho.
El señor CERONI (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Jorge Tarud.
El señor TARUD.-
Señor Presidente, por su intermedio, quiero iniciar mi intervención felicitando al colega Iván Moreira por su decisión, porque significa que como miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores él está viendo esto como un tema país. Las relaciones exteriores son un tema de Estado.
En los últimos meses hemos escuchado en los medios de comunicación muchas opiniones totalmente equivocadas. El propio diputado Moreira lo ha dicho hoy: la iniciativa de crear la Unasur es de Brasil, del Presidente Inácio Lula da Silva , no proviene del Presidente de Venezuela. Ahí hay un grave error.
Quienes dicen que existe influencia de Venezuela en la Unasur deben ver los resultados de la reunión celebrada por sus presidentes en Santiago. La convocatoria de la Presidenta Bachelet , que reunió a los presidentes de la Unasur en Santiago, en menos de 72 horas, prueba que se trata de un organismo realmente eficiente. Se estaba viviendo una situación interna dramática en Bolivia, con una convulsión social que podía desembocar en una guerra civil, y la Unasur sirvió para contribuir a la pacificación de Bolivia.
Por consiguiente, es un organismo que realmente sirve para los intereses de Sudamérica. No se trata de anteponerlo a la OEA, que cumple otra función, pues se ocupa de las Américas, América del Norte y América del Sur, mientras que la Unasur comprende los países de América del Sur.
En consecuencia, hago un llamado a los colegas de la Alianza que estiman que debe rechazarse el tratado constitutivo de la Unasur, porque sería un signo muy negativo no considerar las relaciones exteriores como un tema de Estado. Más aún, cuando la Presidenta de Chile es la Presidenta pro tempore de la Unasur, donde ha desarrollado una tarea eficiente y ejecutiva.
Reitero: la Unasur ha probado ser un organismo que sirve para los intereses del Continente, y para América del Sur en particular.
He dicho.
El señor CERONI (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Renán Fuentealba.
El señor FUENTEALBA.-
Señor Presidente, en primer lugar, me alegro de escuchar la opinión del colega Iván Moreira respecto de esta iniciativa y, sobre todo, su disposición para aprobarla.
Ciertamente, la Unión de Naciones Suramericanas, que se establece como tal a través de este tratado constitutivo que hoy debatimos y que le da la forma orgánica que los Jefes de Estado de nuestros países acordaron, despierta ciertas suspicacias en cuanto a que puede ser un poco más de lo mismo, es decir, una institución que venga a superponer sus competencias con las de otros organismos similares.
Si bien ésa es una objeción potencial que podría plantearse en contra de la constitución de este nuevo organismo, lo cierto es que queda desvirtuada por las acciones que ha llevado a cabo desde su comienzo.
La Unión de Naciones Suramericanas pretende fomentar el diálogo político entre las naciones de la región, la integración física de los países, la preocupación por el medioambiente, la integración energética, los mecanismos financieros, tratar las asimetrías existentes, abordar las telecomunicaciones y también la promoción de la cohesión social, de la inclusión social y de la justicia social.
La primera actuación que le cupo a la Unasur ocurrió recientemente, y dice relación con la situación de Bolivia, a la cual se refirió el diputado señor Tarud , por lo que no ahondaré en ella. En todo caso, me parece que fue un buen estreno de la organización.
No obstante, quiero hacer presente que es muy probable que la modalidad de operación que ocupará la Unión de Naciones Suramericanas, que consiste en adoptar las resoluciones por consenso de todos sus miembros, puede ser un obstáculo, pues este esquema de participación política puede verse entorpecido o rigidizado en el futuro respecto de temas prioritarios e importantes que se debieran tratar en su seno.
Ésa es una primera observación, y creo que debo manifestarla, a fin de que adoptemos las previsiones necesarias para que ello no ocurra y esta nueva organización no derive hacia el estancamiento o la inacción.
La segunda reflexión y preocupación que debemos manifestar se refiere a la creación de un parlamento latinoamericano. Éste es un asunto que debemos tratar en esta Corporación y, en cierta medida, en conjunto con nuestros colegas del Senado, pues ya existen organizaciones parlamentarias dedicadas al mismo quehacer que nos corresponde impulsar en la región, como el Parlatino y el Parlamento del Mercosur.
La creación de un parlamento de la Unasur es, entonces, una cuestión sobre la que deberíamos reflexionar con mayor profundidad y tomarnos el tiempo que sea necesario para socializar la idea entre los países o naciones sudamericanas y, por consiguiente, adoptar las resoluciones que surjan de ese proceso de reflexión, discusión y diálogo.
En todo caso, en nombre de la bancada democratacristiana anuncio que vamos a aprobar el tratado constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas, Unasur , por las perspectivas y las potencialidades que presenta su accionar, sus atribuciones y sus competencias, pero dejamos constancia de las preocupaciones o aprensiones que nos merece el proyecto.
Un último comentario al este respecto.
Resulta inquietante, por decir lo menos, que aún no se haya nombrado al secretario general del organismo, por falta de acuerdo, de consenso entre los países que integran la organización respecto de dicha nominación, lo cual no habla bien de la misma.
Señalamos y destacamos su primera actuación frente a la crisis de Bolivia. Lo hizo bien. La Presidenta de Chile, en su calidad de presidenta pro témpore de la organización, citó a los países, se tomaron decisiones, y se está funcionando en la materia, porque hay seguimiento sobre lo que han hecho las comisiones que visitaron Bolivia. En fin, ha sido una actuación coherente, rápida, eficaz, responsable, oportuna. Pero la falta de nominación de un secretario general puede entorpecer esa labor.
Ésa es otra de las aprensiones de la que queremos dejar constancia, porque se debe, precisamente, a que se requiere la unanimidad, el consenso de todos los Jefes de Estado para realizar la nominación, lo cual puede entorpecer la marcha de la organización o ser el obstáculo principal que impida que entre en operaciones como corresponde.
No obstante lo anterior, reitero la decisión de la bancada demócrata cristiana de aprobar el tratado constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas, Unasur .
He dicho.
El señor CERONI (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Marcelo Díaz .
El señor DÍAZ (don Marcelo).-
Señor Presidente, me sumo a las intervenciones que han respaldado la aprobación de este tratado. No sería comprensible que Chile, en su esfuerzo constante por fortalecer los vínculos en la región, se ausentaran de la principal iniciativa institucional de integración de las últimas décadas en América Latina.
No voy a desconocer que los antecedentes, los datos que uno tiene respecto del estado de desarrollo de Unasur indican que es una institución incipiente, como corresponde a toda organización nueva. Pero, no debemos olvidar el contexto de diversidad política, económica y social que hay en la región, que la hace muy compleja.
Precisamente por esa diversidad y esa complejidad que iniciativas de esta naturaleza son de tremenda importancia. La presencia de Chile en ellas es fundamental, porque, sin falsa modestia y sin chauvinismo ni nacionalismos añejos, creo que nuestro país tiene una mirada importante que aportar, un camino de desarrollo institucional, de convergencia política y económica que debemos transmitir al resto de las naciones de América Latina, no a modo de ejemplo ni de camino, pero como experiencia, como intercambio de forma de construir país y de estrategia de desarrollo.
La Unasur representa una herramienta fundamental para Chile de cara a su propia agenda internacional, lo cual tiene que ver con la relación que hemos construido y fortalecido con países de la región, en particular con Brasil.
Desde esa perspectiva, si nuestro país se mantuviera al margen de esta iniciativa no sólo reforzaría ese viejo debate sobre el aislamiento de Chile, sino que debilitaría sus vínculos crecientes e importantes con naciones muy relevantes desde el punto de vista de los intereses de la política chilena y del Estado de Chile en América Latina y en el resto del mundo.
Creo que nuestro país puede y debe hacer una contribución para que Unasur sea un foro sudamericano efectivo de entendimiento, de encuentro, de desarrollo y de cooperación.
América del Sur está en el camino de intentar construir una personalidad política propia en el mundo y en la región, tarea de la cual Chile no puede restarse. Por el contrario, si queremos permear a los distintos espacios de convergencia regional y de América Latina con nuestra visión del mundo y de las cosas, sin duda que, al margen de las críticas, reparos, dudas, reservas que uno pueda tener sobre la conducta o actuación de ciertos foros internacionales, el peor camino sería no estar. Ésa sería la manera más ineficaz y menos pertinente para evitar, precisamente, que aquellas cosas que no nos gustan sigan ocurriendo. Y nos inhibiría, por el contrario, para hacer prevalecer o impulsar nuestros valores e intereses en el contexto regional y latinoamericano.
Chile es un país con preocupaciones e intereses globales, pero, al mismo tiempo, es una nación pequeña, ubicada en un extremo del mundo, que sólo puede manifestar su preocupación, exponer o hacer prevalecer sus intereses globales en el contexto de un proceso de convergencia e integración regional. Desde esa perspectiva, que Chile haga un aporte -como lo ha estado haciendoa la convergencia política, económica, social y cultural, de integración física en la región, es fundamental. Si queremos ser exitosos en un mundo globalizado, Chile no tiene otro camino que la integración, con sus ripios, problemas, defectos y dificultades.
Es un error pensar que la Unasur va a ser antagónica con otros organismos internacionales. No será así; por el contrario, puede llegar a ser tremendamente complementaria, por ejemplo, con el papel que desempeña la OEA, aunque no lo parezca. En América Latina estamos llenos de experiencias institucionales que aparentemente cumplen los mismos roles, pero que, finalmente, terminan siendo convergentes. Y la Unasur es la primera posibilidad que tenemos de convertir este foro en algo que supere cualitativamente experiencias institucionales que todavía persisten en esta parte del continente.
Además, sería un profundo error no considerar, no sólo desde la perspectiva del Gobierno, sino como país, lo que significa que Chile haya asumido la presidencia de la Unasur como consecuencia de un reconocimiento al liderazgo y al consenso que nuestro país despierta hoy en América Latina. Quiero recordar a la Sala que a Chile no le correspondía asumir la presidencia de turno de la Unasur, sino -si mal no recuerdo- a Colombia, que desistió porque tendría que asumir ese cargo en medio del conflicto con Ecuador y porque en ese momento no había sino un solo país que concitara el respeto, la adhesión y la confianza de todos para encabezar un período crítico como el de gestación de la Unasur: Chile.
Nuestro país tuvo -particularmente, la Presidenta de la República- la valentía y la osadía de asumir el liderazgo de esta unión en un momento de alta complejidad en América Latina, que se tradujo, incluso, en conatos de conflictos armados. Ese reconocimiento, que se traduce en el hecho de que la Presidenta Bachelet presida hoy la Unasur, no puede ser sino respaldado, sin mezquindad, por la Cámara de Diputados. Esto no tiene que ver con los logros de la Concertación, sino del país, y con un reconocimiento a la ubicación política, a lo que se ha denominado el liderazgo de conceptos que Chile desempeña en nuestra región y en el mundo.
Por ello, nuestras dudas, aprensiones e inquietudes respecto del panorama regional en Sudamérica y episodios como el que mencionó el diputado Renán Fuentealba sobre la imposibilidad de alcanzar el consenso en relación con el reemplazante del ex Presidente Borja como secretario general de la Unasur, que generan preocupación, no debieran ser de tal envergadura que signifiquen el rechazo de este tratado. No tengo recuerdos al respecto, pero me parece que, si ocurriera, sería la primera vez que Chile actuaría de tal forma.
Aunque comparto muchas de las aprensiones -lo digo con mucha franqueza- planteadas por varios colegas de las distintas bancadas respecto del escenario político regional en el que se gesta la Unasur, considero que esta instancia es una contribución y que Chile puede hacer un aporte en el marco de esta organización para impulsar los principios y valores de nuestra política exterior en el marco de la región.
Por lo tanto, anuncio mi voto favorable y, por cierto, el de los diputados socialistas al proyecto de acuerdo, porque entendemos que es una contribución de Chile a la convergencia y a la integración en América Latina.
He dicho.
El señor CERONI (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Claudio Alvarado .
El señor ALVARADO.-
Señor Presidente, en el Congreso Nacional es absolutamente legítimo tener discrepancias y diferencias. En la bancada de la UDI tenemos posiciones distintas de la manifestada por el diputado Iván Moreira .
De acuerdo con lo que he escuchado en algunas intervenciones, pareciera que Chile está completamente marginado y que la Unasur es una instancia prioritaria de integración regional. Pero no es así. Existe una serie de otros organismos en los que participa nuestro país que persiguen exactamente los mismos objetivos. Por ejemplo, somos miembro asociado de la Comunidad Andina de Naciones, una delegación del Congreso Nacional participó en el Parlamento Andino, formamos parte del Grupo de Río, etcétera, organismos que también buscan esos objetivos.
En consecuencia, no nos parece razonable suscribir un nuevo tratado, en que el patrocinio de países con capacidad para empujarlo política y económicamente aún es dudoso.
Para fortalecer la integración regional de Chile debiéramos promover un plan que busque potenciar a la Organización de Estados Americanos, que, a nuestro juicio, es el órgano político regional de mayor relevancia, donde se pueden formar los grupos específicos que se estimen necesarios para enfrentar eficientemente esas necesidades de carácter regional mencionadas en las intervenciones anteriores.
Por lo tanto, nos parece una política poco adecuada y poco razonable continuar con la conformación de organismos sin imperio, sin presupuesto y sin objetivos claros, más aun si esos fines están cubiertos en otras instancias y en otros foros.
Es necesario recordar que el origen de la Unasur fue la convergencia de la Aladi, el Mercosur y la CAN, procesos que todavía se encuentran detenidos.
Por las razones expuestas, en mi calidad de jefe de bancada de la UDI, anunció que mayoritariamente vamos a rechazar este proyecto de acuerdo.
He dicho.
El señor CERONI (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Enrique Jaramillo .
El señor JARAMILLO.-
Señor Presidente, pensé que no escucharía una intervención en contra de este proyecto de acuerdo que nos hace pensar que Chile es considerado por el resto de las naciones. ¿Y por qué es considerado nuestro país? Por la capacidad demostrada por los gobiernos democráticos, que han logrado que seamos vistos desde los distintos ámbitos del planeta, lo cual debe alegrarnos.
Hoy, Chile está inserto en todos los ámbitos del concierto mundial y es invitado a todos los organismos -serios, por supuestoque conducen el proyecto de progreso o posibilitan limar las asperezas y dificultades en el mundo en que vivimos. Por ello, me parecen un tanto extrañas ciertas posiciones, que respeto y tolero.
Desde hace un par de décadas, nuestro país ha planteado ante el mundo que las directrices de nuestra política exterior se guiarán por los principios del multilateralismo y de un regionalismo abierto, que implica asumir visiones modernas del concepto de soberanía, puesto que ha dejado de tener un carácter absoluto, exclusivo, autónomo y pleno. En el mundo globalizado de hoy, como nunca, la soberanía de unos está limitada por la de otros y, por lo tanto, debemos entender las competencias subordinadas al derecho internacional.
En virtud de estos principios, nuestro país inició procesos de celebración de tratados internacionales de libre comercio con la mayoría de las economías mundiales, por medio de los cuales adquiere derechos y deberes ante los Estados con los que celebra tales acuerdos. Para cumplir los lineamientos anteriores se requiere de un contexto internacional más seguro y sólido, y por eso se impulsan reglas de convivencia universal sustentadas en la paz, en la seguridad y en la igualdad de los Estados, lo que nos lleva a entender la democracia y la cohesión social, que, en el fondo, también contiene este proyecto de acuerdo.
Se ha señalado que la prioridad de la política exterior de Chile es América Latina, que constituye el espacio preferencial para su seguridad y desarrollo, pues los problemas de la región, más temprano que tarde, repercuten en nosotros y las potencialidades del entorno facilitan el progreso nacional.
Este proyecto de integración subcontinental tiene la cualidad de permitir en el futuro el ingreso de países de otras subregiones como observadores y, luego de algunos años, como integrantes plenos.
Lo que busca este tratado, como señaló el canciller Foxley , es establecer un esquema de integración que tiene la virtud de fortalecer la relación de Chile con los países vecinos y con toda la región. Nuestro país tiene grandes expectativas en el sentido de que Sudamérica cuente con un esquema de integración y una sola voz en temas internacionales, lo que significa una interesante propuesta.
Hizo presente que tanto en el texto del tratado como en las decisiones que se adoptarán en el camino ha sido necesario el consenso para evitar intentos de hegemonizar el proceso de integración.
Indico que este tratado no establece órganos supranacionales ni impide pertenencias a otras entidades de integración regional. La idea es que Unasur sea un bloque desde el cual se avance en la integración de la región, llegando a toda Latinoamérica.
Como sabemos, Chile ejerce la presidencia pro tempore de Unasur y ha tenido que jugar un gran papel para lograr la estabilización de países vecinos, como Bolivia, intentando que sean los países de la región quienes ejerzan sus buenos oficios para buscar caminos de solución a los problemas, lo cual se ha logrado. Esto nos da una base para considerar necesaria la creación de este organismo.
Algunos sectores de la Derecha -no todos, porque el ex canciller de Pinochet, señor Errázuriz , expresó su adhesión al acuerdo-, han señalado que este organismo de integración sudamericana pretendería erigirse como un ente paralelo y competitivo a la Organización de Naciones Unidas, pero no es así. Decir eso constituye volver a analizar la política internacional con el prisma de los años de la guerra fría y ese es un período que terminó hace más de veinte años. Equivaldría a decir, entonces, que el Consejo de Europa, que ha desempeñado un gran papel en la democratización y respeto de los derechos humanos en el viejo continente, queda obsoleto por la creación de la Unión Europea. Todos sabemos que hoy ambas instancias existen y trabajan en forma complementaria, con pleno dinamismo y se potencian unas con otras en pro de esa región del mundo.
No se puede decir tampoco que éste es un organismo que pretende aislar a los Estados Unidos y seguir el derrotero de algunos líderes que han querido interpretarlo de esa manera. Eso es un profundo error. Caer en esa interpretación implica compartir la visión de esos líderes y hacerle un flaco favor a lo que ha planteado nuestro país y otros de gran influencia continental, como Brasil. La creación de Unasur debemos entenderla como una oportunidad para la integración y el desarrollo -esa es la idea fundamentaly un mecanismo de cooperación para la resolución de conflictos a nivel subregional, que constantemente tenemos. No estamos mirando una vitrina diferente. Por lo demás, es muy difícil que alguien pueda guiar la toma de decisiones al interior del organismo, puesto que sus resoluciones se adoptan por consenso. Eso es lo que importa y lo que me lleva a pensar que éste es un proyecto sólido y espero que también se transforme en una sólida ley.
Considero que la creación de este organismo es una buena oportunidad para la integración. Puede ser el inicio de un proceso de unión mayor y una instancia en que Chile demuestre su capacidad de liderazgo internacional. Así lo está demostrando nuestro país en otros ámbitos, apostando a renovar la institucionalidad internacional y practicando el multilateralismo en una era globalizada.
Me quedó una duda. En el informe de la Comisión de Hacienda se dice que el gasto fiscal será el que los Estados miembros acuerden para Chile, de acuerdo a los principios contemplados en el artículo 16, luego que el tratado sea ratificado por los países integrantes. Siempre hay que ser muy claro cuando se trata de las finanzas. Me habría gustado que ese punto se hubiese discutido más a fondo.
Algo entiendo de economía, por eso he podido advertir que el informe financiero no está acorde con este tremendo tratado que se crea como una de las organizaciones interesantes en el mundo de las relaciones exteriores de nuestro país y no puede opacarlo una pequeña desviación de un informe financiero.
Chile tiene que mirar hacia el futuro con ánimo y optimismo por la consideración que se tiene de nuestro país en el ámbito internacional.
He dicho.
El señor ULLOA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado don Pedro Araya .
El señor ARAYA.-
Señor Presidente, en nombre de la bancada del Partido Regionalista de los Independientes e Independientes, queremos anunciar nuestro voto favorable a este tratado internacional.
Desde que retornó la democracia, Chile ha suscrito un conjunto de acuerdos internacionales que le ha permitido tener una economía abierta y generar nuevamente relaciones internacionales al más alto nivel.
Siempre hemos sostenido que Chile, por su condición geográfica, tiene que mirar con mayor fuerza lo que está pasando en Latinoamérica. En esa línea, entendemos que el esfuerzo que se está haciendo hoy con la creación de Unasur apunta en la dirección de generar un espacio de convergencia con nuestros vecinos.
Entendemos que las diferentes instancias de participación que existen y que son muy legítimas, como la OEA y el Mercosur, están bien, ya que la integración no se logra sólo porque se firma un acuerdo, sino con instancias de participación. En esa línea, Unasur representa un esfuerzo más para lograr la integración latinoamericana.
Nuestro Continente tiene que ir buscando estas formas de integración y Chile no se puede restar a ello, sino que debe estar presente en estos foros internacionales. Si uno mira, por ejemplo, la creación de la Comunidad Económica Europea, se puede dar cuenta que ellos no llegaron de la noche a la mañana a esa instancia, sino que hubo una serie de tratados internacionales, acuerdos, ensayos y errores hasta llegar a lo que conocemos hoy. Latinoamérica está en ese período de ensayos y de errores, de ir aprendiendo y viendo qué organismos funcionan. Existe el Mercosur, del cual Chile es país asociado, pero nos gustaría tener una mayor participación y mayores vínculos. Hoy surge Unasur como una fuente para generar encuentros entre los jefes de Estado y los cancilleres para tratar políticas en común, temas que nos interesan a todos, incluida la ciudadanía, por ejemplo; lo que dice relación con la integración en materia energética, de carreteras, etcétera. En eso el país está haciendo un tremendo esfuerzo.
Asimismo, nadie puede desconocer lo que ha hecho la Presidenta Bachelet y el importante rol que le tocó jugar frente a la crisis que estaba viviendo el Estado boliviano. Esas son situaciones que demuestran que Unasur puede ser el comienzo de una mayor integración latinoamericana.
Esperamos que este organismo se constituya en la base de esta integración y en algún minuto se puedan crear instancias de diálogo común y por qué no pensar -como existe en Europaen un parlamento latinoamericano común, donde podamos tener políticas claras en materias de inmigración, económicas, energéticas, de integración territorial, etcétera.
El Comité Independiente quiere felicitar al ministro Foxley por el trabajo que ha desarrollado en las negociaciones. Él ha representado dignamente al país y ha tenido claro que Chile debe tener un rol preponderante.
Durante la discusión se ha insistido en la preocupación que algunos tienen de que en Unasur surjan ciertos mandatarios o líderes latinoamericanos que quieran darle un sentido distinto o tener un mayor protagonismo. Creo que lo hecho por el Canciller respecto de este tratado, en cuanto a lograr que los acuerdos sean consensuados, le da una salvaguarda inmensa al país. Con eso quedamos tranquilos, porque se protegen inmediatamente los intereses nacionales. De esa forma, la preocupación que pueden tener algunos parlamentarios, a mi juicio, queda absolutamente resuelta, porque con el criterio de los consensos, es evidente que no habrá personalismos. Sin duda, algunos mandatarios podrán ser mediáticamente superiores a otros, pero en lo que respecta a la fijación de políticas, que es lo que nos interesa, éstas deberán ser de consenso.
Como país, no podemos sustraernos de pertenecer a Unasur, porque puede constituir la base de la integración latinoamericana en la que Chile debe estar presente. No podemos pensar que si nos restamos a participar en este organismo, no se va a crear. Unasur viene fuerte; hemos leído diarios de otros países y nos hemos dado cuenta del interés real de otros gobiernos por sacarla adelante. En esa línea, queremos hacer un llamado a otros señores diputados que aún tienen ciertas dudas respecto de la aprobación del tratado, en cuanto a que estamos preocupados del bien del país y de la integración latinoamericana.
Chile nunca podrá cambiar su ubicación geográfica, eso demanda que tengamos buena relación con nuestros vecinos y Unasur será el instrumento que generará esos espacios de diálogo.
Hechas esas consideraciones y reiterando nuestras felicitaciones al canciller Foxley , anuncio nuestra aprobación al tratado.
He dicho.
El señor ULLOA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Antonio Leal .
El señor LEAL.-
Señor Presidente, quiero sumarme a las opiniones emitidas por diputados de diversos sectores; en particular destaco la opinión del diputado Iván Moreira , en relación con la importancia de este gran mecanismo de integración regional que es Unasur, que surge a partir de la convergencia del Mercosur con los países andinos.
Por años, muchos criticaron el hecho de que Chile se había situado fuera de las fronteras de América Latina y había buscado la integración a través de un acuerdo social, económico y político con Europa, con los tratados de libre comercio con Estados Unidos y con diversos países asiáticos, y que había debilidad en nuestra política exterior respecto de América Latina.
Durante este Gobierno, con Alejandro Foxley , en la Cancillería, se ha dado un vuelco, un giro hacia una mayor preocupación, integración y presencia en los diversos organismos de la región, en particular en los del cono sur y de los países andinos.
Eso es muy importante, porque aquí se sitúan los principales conflictos de América Latina y, también, las principales políticas de integración.
Hoy leo, por ejemplo, que en el norte grande la energía eléctrica va a subir 14 por ciento, en circunstancias de que en el resto del país va a bajar; es decir, en el sistema integrado del norte grande la luz subirá 14 por ciento y en el resto del sistema interconectado central, desde Taltal a Chiloé, bajará.
Ése es un dato relevante, que debiera movernos a reflexión, porque en materia de agua, de gas, de integración energética, nuestro futuro está asociado a las relaciones con Perú, Bolivia, Ecuador ; con los países que son parte de Unasur, con los países andinos y con los países sudamericanos.
Debemos apoyar la Unasur, porque Chile ha logrado un protagonismo especial no sólo porque la Presidenta Michelle Bachelet lo encabeza, sino porque se ha reconocido a Chile por su solidez institucional, por la fuerza de sus instituciones -no me refiero solamente al Poder Ejecutivo, sino también a los otros poderes del Estado, como el Poder Legislativo-; por su solidez económica, por su equilibrio para avanzar en una política sostenida de cambios sociales, políticos, democráticos; por la presencia sólida de las fuerzas políticas del país como un actor relevante en la solución de conflictos en América Latina.
Junto con otros parlamentarios, me correspondió acompañar a la Presidenta Bachelet a Cochabamba, a una reunión de la Unasur, en medio de un conflicto interno muy agudo en Bolivia. Puedo dar fe de la importancia que el presidente Evo Morales y también la oposición le asignan al rol de la Presidenta Bachelet y del embajador Juan Gabriel Valdés para entablar el diálogo en ese país que vive una situación de confrontación muy aguda. Es decir, Chile juega un rol de protagonismo y eso debe ser relevante a la hora de que el Congreso Nacional tome una decisión respecto de la Unasur.
Quiero señalar también que este organismo no se contrapone con la OEA, sino que es complementario. La OEA es una institución más amplia, involucra al conjunto de América; Unasur se refiere a nuestra región, que tiene problemas especiales y perspectivas de desarrollo distintas. Cuando hemos asistido a reuniones del Parlamento Andino con otros colegas, hemos dicho que la solución a nuestras dificultades pasa por la integración.
El desarrollo del norte grande, de la nueva Región de Arica y Parinacota , pasa por la integración, por la posibilidad de que tengamos mercados comunes con Tacna; de una mayor apertura comercial hacia el mercado boliviano, porque queremos -como se están haciendo las vías interoceánicasque Arica y también Iquique se transformen en los grandes puertos de exportación de los productos brasileños, de los países del Mercosur y de la zona andina hacia el Asia. Por tanto, Chile tiene una posición privilegiada que desde Unasur puede ofrecer al resto de los países como plataforma de comercio internacional.
Por otra parte, creo que las características de la Unasur son coherentes y funcionales con la naturaleza latinoamericana que Chile, a través de su política exterior, quiere imprimir al proceso de integración regional.
Sé que hay perplejidades de algunos diputados de diversos sectores por la presencia de gobernantes considerados populistas dentro de Unasur, pero el diálogo es lo que más ayuda. Creo que la presencia del Presidente Lula , de la Presidenta Cristina Fernández , de la Presidenta Bachelet , del Presidente de Colombia y de otros mandatarios y el hecho de que exista una composición plural desde el punto de vista político, atenúa las posiciones más extremas de populismo que preocupan a algunos colegas.
Creo que Unasur será un excelente lugar de diálogo, una excelente instancia para la integración, para comprender los problemas de los países que la constituyen.
Por ejemplo, hace pocos días Bolivia cerró las puertas a la llegada de automóviles de más de cinco años y de vehículos pesados de más de siete años desde Chile, lo que nos ha creado un problema serio, pues con treinta mil vehículos aparcados en Iquique, ha lesionado un negocio de 300 millones de dólares y a 200 empresas.
Nadie ha dicho que la ley boliviana aprobada hace dos años en el Parlamento y su reglamento posterior sea ilegítima, porque Chile tiene una norma similar desde 1978. Lo que hemos discutido es lo intempestivo de la medida.
El diálogo, aun cuando no resuelve el problema, permite comprender las razones bolivianas, los problemas que ellos tienen con los hidrocarburos, con el aumento de la contaminación, y es probable que debamos rearticular ese negocio con vehículos más nuevos para mandar a un mercado que también se ha desarrollado.
Este ejemplo muestra cómo las tensiones en nuestros países, que de pronto son comerciales y pueden lesionar nuestras relaciones, tienen en Unasur una instancia de diálogo, de encuentro y de acuerdo muy importantes.
Habiendo trabajado activamente por integrar a la Cámara de Diputados en el Parlamento Andino y en la Comunidad Andina, me pesa mucho cómo Unasur puede jugar un rol muy relevante en los grandes proyectos energéticos, en los grandes proyectos de integración económica, en materia de infraestructura, energía y agua.
Soy diputado de una zona del norte, del valle de Copiapó, que se encuentra en una situación hídrica extremadamente delicada. Hay proyectos por 11 mil millones de dólares en el ámbito de la minería y por 6 mil millones de dólares, en el energético, todos los cuales necesitan agua. El problema del agua no lo vamos a resolver sólo con plantas desalinizadoras de agua de mar. Es probable que en el futuro se traiga agua desde Argentina para esa zona. También es posible que en el futuro se instalen plantas desalinizadoras en Arica y se logre la integración con los países vecinos en materia de energía eléctrica, de gas y de agua.
Por tanto, para el norte de Chile, es muy importante la colaboración con los países de la Unasur.
Quiero señalar que no existe riesgo alguno para nuestra política exterior, porque Chile tiene una política prestigiosa y sobria, que le permite enfrentar eventuales conflictos. A propósito de esto, hago presente que a fines de marzo vamos a tener una situación compleja con Perú. Nuestro canciller lo sabe. Avizoro que ese país entregará al Tribunal de La Haya algo extremo, una delimitación marítima que afectará no sólo el mar ariqueño y la configuración actual de los límites establecidos en los tratados que Chile ha respetado de manera categórica, sino que también interferirá en la soberanía territorial.
Debemos estar preparados para dar una respuesta contundente a una ofensiva peruana que parte por el cambio del embajador en nuestro país.
Justamente, por la existencia de esas tensiones requerimos una instancia como la que se está creando, en la cual el diálogo sea fructífero, podamos atenuar esos conflictos y cada país preserve sus derechos territoriales y marítimos, pero en la que también apuntemos a la cooperación, a la paz, a la integración y al desarrollo.
En ese sentido, convoco a todos los parlamentarios a dar un apoyo potente a la Unasur.
He dicho.
El señor ULLOA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Patricio Hales .
El señor HALES.-
Señor Presidente, la razón para votar a favor este tratado nace, en primer lugar, de la necesidad de fortalecer la identidad sudamericana.
Nuestros países tienen dificultades para fortalecer institucionalmente su identidad y sus relaciones, mientras Europa , que ha enfrentado guerras hace sólo 60 años, ha llegado a tener mercado, moneda y tratados en común e intercambio en todos los aspectos.
Incluso, desde el punto de vista de la defensa, han ocurrido situaciones increíbles: Francia le vende helicópteros artillados a Alemania. Construye un avión con el esfuerzo de traer la cola desde España, las alas desde Inglaterra , el aparato eléctrico desde Alemania y su armado y cabina se hace en la fábrica francesa. Han construido carreteras sólo para demostrar la necesidad del esfuerzo en común.
Nuestra región ha tenido la ilusión de que basta el desarrollo de la economía para que exista integración. No es así. Votar a favor de este tratado significa avanzar en la integración y el fortalecimiento de nuestra identidad. La crisis de identidad se expresa en distintos aspectos. Somos países relativamente nuevos. Por eso, quizás nos cuesta comprender el camino en común que tenemos por delante en Sudamérica.
Además, existe un ámbito que se hace extraordinariamente fuerte si se desarrolla Unasur. Se ha pensado en la creación de un Consejo de Defensa Suramericano. Eso se resolvió en la reunión preparatoria inicial de junio de 2008.
Me gustaría que el canciller se refiriera a esas tareas en su comentario final, que nos dijera qué valor tiene la creación de un Consejo de Defensa Suramericano.
Soy un convencido de que esto tiene una perspectiva completamente inédita que, además, calza muy bien con los nuevos conceptos que se están aplicando. Si revisamos los documentos de Chile, del Libro de la Defensa, sobre los conceptos de la defensa, veremos que una de las particularidades más distintivas de la evolución política de la defensa nacional ha sido justamente abandonar la exclusividad conceptual de la defensa en torno a la disuasión, y entender que al lado de ella, como concepción estratégica, debe asignársele ahora una importancia también a la cooperación internacional.
Esto último es nuevo, de los últimos años; o sea, se insta a tener armas para evitar conflictos y, al mismo tiempo, a desarrollar amistad. Ésta es una mirada nueva, muy fuerte, aplicada a la política de defensa. Si lleváramos eso a la Unasur podríamos avanzar, como deben hacerlo los países civilizados.
Votar en contra este proyecto, significa negarse a fortalecer la identidad sudamericana y a la posibilidad de tener miradas conjuntas de defensa hacia la cooperación internacional.
Sólo hemos avanzado entre Chile y Argentina en los esfuerzos conjuntos, a través de Cruz del Sur, en esta notable novedad de que fusileros chilenos sean comandados por oficiales argentinos, participando en operaciones de paz en otros lugares del mundo. ¡Cómo no va a ser bueno avanzar en esa línea con el resto de las fuerzas de defensa de nuestro subcontinente!
En ese sentido, no puedo dejar de destacar que el Consejo Suramericano de Defensa podría ser una oportunidad para poner énfasis en el diálogo de políticas de defensa, cuyas decisiones no tendrían por qué ser vinculantes. Se podrían tratar temas propios de defensa, más que cualquier definición difusa sobre seguridad regional, y con el principio de preeminencia de la autoridad civil, de la autoridad democráticamente elegida.
La formación de un Consejo Suramericano de Defensa permitiría crear una identidad sudamericana en materia de defensa, de manera que nuestras políticas de defensa obedecieran también al diálogo. Una vez que Unasur impulsara bien este consejo, podría constituirse en un espacio relevante para planificar la participación de futuras operaciones de paz.
Me gustaría que primero se recurriera a las fuerzas de paz de esta entidad y, en última instancia, a las de las Naciones Unidas.
Se podría avanzar hacia esquemas más integrados. Habría que imaginar lo que sucedería desde el punto de vista de la economía y las políticas de defensa. Se podrían crear espacios de cooperación entre industrias de defensa, lo que hoy es muy precario en la industria aeronáutica, en naves de entrenamiento. Con Brasil lo único que hemos hecho es la compra de aviones Tucano . Sin embargo, podría haber espacios de cooperación en el área naval, aeroespacial, en la aplicación de nuevas tecnologías de la defensa en el escenario de seguridad sudamericana para resguardar zonas extensas de territorios marítimos, terrestres, etcétera, donde la vigilancia es bastante precaria.
Unasur podría ser un camino, a través del Consejo de Defensa, para avanzar en las medidas de confianza mutua, punto que ya hemos logrado.
El mundo avanza con convicción en la necesidad de la cooperación. Irresponsable sería que el Congreso chileno votara en contra de algo que permitiera avanzar en esas medidas de cooperación.
En el caso de las medidas de confianza mutua, es curioso cómo éstas han avanzado más desde el punto de vista militar que desde el de otro tipo de autoridades. Lo encuentro curioso, porque desde la independencia de nuestros países, en el siglo XIX, las palabras “política de defensa” están asociadas más bien a la desintegración que a la integración.
Entonces, si la idea es integrar también las tareas de defensa, incluyéndolas en la agenda de integración y desarrollo en Sudamérica, lo lógico es no sólo fortalecer la idea en nuestra cabeza sobre el Consejo Suramericano de Defensa, sino aprobar la matriz básica. Eso significa aprobar la materia que nos convoca para el tratado constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas ya suscrito por Chile en Brasilia.
Por lo tanto, votar a favor el tratado significa votar a favor no sólo de la integración en términos abstractos, en el sentido restrictivo de que la integración es sólo comercio y economía, sino también de la ampliación en la relación de políticas de defensa. Me parece que es un elemento que vale la pena destacar en la decisión que hoy se adoptará. Si estamos avanzando en políticas de paz y hemos colocado la idea de la cooperación internacional al lado del concepto de la disuasión, un tratado como el que nos convoca, que contempla la creación de un Consejo Suramericano de Defensa, sólo debería ser aprobado y no rechazado por algún señor diputado.
Por eso, pido a quienes han manifestado su voto en contra, que reflexionen sobre lo que se ha propuesto.
En lo relativo al Consejo Suramericano de Defensa, sólo he escuchado -que me corrija el ministro si estoy equivocadoque Colombia tiene algunas reticencias, ni siquiera la negativa definitiva, sobre la formación de dicho consejo. Todos los demás países lo han apoyado, a propuesta de Brasil.
Por lo tanto, llamo a votar a favor de esa decisión.
He dicho.
El señor ULLOA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Marco Antonio Núñez .
El señor NÚÑEZ.-
Señor Presidente, la voluntad de integración regional y la vieja idea de colaborar en el logro de la unidad latinoamericana están detrás de la aprobación, que espero ocurra en algunos minutos más, del Tratado Constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas, Unasur , bloque económico, político y cultural que se pretende constituir.
¿Cuál es la razón de que hoy nuestro país ratifique y participe activamente, con liderazgo, en dicha organización? Las razones son muchas y evidentes: la necesidad de integración energética, sobre todo dada la situación que hoy vive nuestro país, lo cual es clave para nuestro desarrollo futuro, y los temas de defensa, a los cuales mi colega Patricio Hales hizo especial referencia.
Represento a una zona cuyo futuro depende de la instalación y el desarrollo de corredores bioceánicos en el contexto de la comunicación con el cono sur de América, a través del paso Los Libertadores. Sin embargo, me quiero referir al enorme potencial que Unasur significa para el desarrollo de nuestras políticas sociales.
Así como el Consejo de Defensa tiene grandes y evidentes ventajas, el Consejo de Salud, integrado por los ministros de Salud de las naciones miembros, significa también para nosotros muchas ventajas y un avance espectacular. Primero, existe la posibilidad de que la información respecto de enfermedades de transmisión de cualquier tipo, en particular de aquellas que aparecen como epidemias, sea conocida por los países vecinos y se constituya un escudo epidemiológico sudamericano; segundo, también está la posibilidad de que comparemos nuestros sistemas de salud para la conformación de uno con acceso universal en todos nuestros países. ¿Qué significa Auge? Acceso Universal con Garantías Explícitas. ¿Merecen los peruanos residentes en Chile o los chilenos que residen en otros países que integran la Unasur formar parte de ese acceso universal? Por cierto. Ellos tienen acceso a patentes y a fármacos de calidad y a bajos precios. Algo muy importante es que Chile forma parte de los países que han estado a la vanguardia de las determinantes sociales en salud, que ciertamente son supranacionales, cuya determinación para mejorar la calidad de vida tiene que ver con estudios y análisis en el contexto regional de la Unasur.
Por estas razones de políticas públicas de salud, hago un llamado a ratificar el tratado, pues las ventajas son evidentes. Me parece que la voluntad de integración regional y el viejo sueño de la unidad latinoamericana, que nuestro sector ha empujado durante más de un siglo, están absolutamente garantizadas. Chile está llamado a tener un rol preponderante de liderazgo en la Unasur, lo cual ha hecho la Presidenta de la República al asumir la presidencia pro tempore de dicho bloque regional.
Entonces, por las razones expuestas, relacionadas con las políticas públicas de salud, es vital que aprobemos el proyecto, ojalá por amplia mayoría, sobre la Unión de Naciones Suramericanas.
He dicho.
El señor ULLOA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Carlos Abel Jarpa .
El señor JARPA.-
Señor Presidente, adhiero a lo señalado por los diputados que me antecedieron en el uso de la palabra respecto de la importancia de la Unasur. Dado que vivimos en un mundo globalizado, es muy importante todo el trabajo que se hace a nivel regional.
Además, en octubre pasado tuve la oportunidad de acompañar a la Presidenta de la República a Cochabamba, cuando se reunieron los diferentes parlamentos para trabajar en lo que será el nuevo comité parlamentario de la Unasur. Sin duda, fue muy importante el trabajo que le correspondió realizar a ella. Su diálogo tanto con la oposición como con el Presidente Evo Morales permitió llevar tranquilidad a Bolivia.
Entonces, por la importancia que tiene y las gestiones que ha realizado esta organización, anuncio el voto favorable de la bancada del Partido Radical Social Demócrata al proyecto aprobatorio del tratado de la Unasur.
He dicho.
El señor ULLOA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el ministro señor Alejandro Foxley .
El señor FOXLEY (ministro de Relaciones Exteriores).-
Señor Presidente, quiero agradecer las intervenciones habidas durante esta sesión, las cuales han sido muy sustantivas, y hacer un breve comentario respecto de ellas.
La razón por la que un país como Chile decide participar en una instancia como la Unasur tiene que ver con un elemento fundamental muy simple. La política exterior es un instrumento para hacer concreto y explícito el interés nacional dentro del marco geográfico en el que está inserto un país. Como dijo un señor diputado, el único factor inamovible para desencadenar un proceso de desarrollo dinámico es la geografía. Por lo tanto, el interés nacional de un país debe tomar en cuenta la geografía, como primerísimo factor para su desarrollo económico.
Además, nos guste o no a nivel de la discusión política, eso ya está ocurriendo.
Cuando hablamos de interés nacional decimos que los principales actores de la economía chilena, es decir, sus emprendedores y empresarios, ya han invertido más de 60 mil millones de dólares fuera de Chile, de los cuales 55 mil millones están en la región latinoamericana y de ellos más de 40 mil millones están invertidos en América del Sur, principalmente en nuestros países vecinos. Recién se anunció que una empresa chilena realizó una inversión por 480 millones de dólares en Perú.
Si alguien visita un centro comercial de Medellín, en Colombia, se va a sentir sorprendido, porque le va a parecer lo mismo que pasear por un centro comercial chileno, pues allá se encuentran representadas nuestras empresas, las que, con gran aceptación de los habitantes de dicha ciudad, hacen su trabajo día a día.
Por lo tanto, estamos frente a la consecuencia lógica de un país que decidió, hace más de veinte años, globalizarse; pararse en sus propios pies, competir y medirse con sus empresas, ingenieros y profesionales con otros países más desarrollados.
Eso nos impulsa, en el plano político de nuestra responsabilidad como Gobierno, a buscar las estructuras institucionales que protejan esos intereses nacionales; que nos permiten desarrollarlos más dinámicamente a futuro, en un marco de seguridad, de transparencia y de estabilidad.
Por lo tanto, la Unasur es el esquema que hoy tiene las mejores posibilidades y probabilidades de cumplir con esa vieja aspiración latinoamericana de lograr la integración regional.
El dilema, como algunos lo han insinuado, es estar o no estar en la Unasur. Se ha dicho: “Estamos en la OEA, estamos asociados a otras organizaciones de la región, como el CAN y el Mercosur.”.
Los invito a observar lo que hacen otros países exitosos en su proceso de globalización. ¿A cuántas organizaciones de integración pertenece México? México integra el Nafta y el Grupo de Río. Además, organizó un llamado P3, un esquema de integración con Colombia y Venezuela, que hoy, no tiene mucho vigor, pero ahí está; también forma parte de la Apec, de la Ocde, y, ahora, procura asociarse a la Unasur. Después de un período de cinco años, podría ser miembro pleno.
Singapur, un país-isla, pequeñísimo, no tiene problema alguno para ser miembro de la Asean y de la Apec, para participar junto con nosotros en el esquema de integración Transpacífico . Ello no les plantea ningún dilema, ninguna contradicción, porque Singapur y México , y un buen número de otros países exitosos, no se hacen problemas para avanzar y aprovechar las oportunidades que les permiten defender sus intereses, proyectar su país y lograr espacios para sus empresas y profesionales. Ellos participan en todas las instancias que abren oportunidades.
Por lo demás, debo señalar que ésta ha sido la opción que tomó Chile hace muchos años, hace muchos gobiernos, cuando se definió la doctrina del regionalismo abierto.
A quienes tengan prevenciones por estar en Unasur, les diría que hay dos resguardos fundamentales:
Primero, como ya se ha dicho, no inhibe a Chile de seguir desarrollando cualquier esquema de integración que le resulte favorable. Por ejemplo, esperamos que esta tarde se apruebe en el Senado el Tratado de Libre Comercio con Australia.
En Nueva York, hace dos meses, invitamos a Australia, a integrarse al P4. Además, invitamos a Estados Unidos y a Perú, que aceptaron. Por lo tanto, el P4 será un P7, y constituirá el foro de integración del Asia Pacífico.
En un par de años se podrá comprobar que Chile ha sido un factor determinante -lo digo con modestiapara que el P4 se convierta en un P7, y el día de mañana, en un P10. Finalmente, se va a producir la integración del Asia Pacífico. ¿Qué dilema? ¿Qué problema? ¡Un regionalismo abierto, coherente y consistente! Se van a tomar todas las iniciativas, se va a asumir liderazgo y se va a generar integración. Eso va en beneficio de nuestro interés nacional.
El segundo resguardo, para quienes legítimamente tienen aprensiones respecto de la Unasur, es la regla del consenso.
Al respecto, quiero decir que la discusión en la Unasur no ha sido fácil, porque representa a una diversidad de esquemas de desarrollo, de caminos políticos, de tipos de democracia que a los chilenos, para ser sincero y franco, no siempre nos resultan cómodos.
También hay tensiones, ya que representantes de países de Unasur, de la comunidad iberoamericana y del Mercosur plantean posiciones bien distintas de las que Chile defiende y ha defendido por un buen tiempo.
Lo anterior se resuelve por la vía del consenso, del diálogo y de la capacidad de persuasión. Con algunos países amigos con los cuales trabajamos mano a mano. Quiero mencionar a Brasil, con el que tenemos una relación particularmente cercana.
El hecho de que la regla del consenso prevalezca en la práctica lo demuestra algo que aquí se planteó como un problema: que Unasur no ha logrado todavía ponerse de acuerdo para nombrar a un secretario general. Quien lo dijo tiene razón; es un hecho evidente. Habría sido fácil ceder a la tentación que insinuaron algunos países y decir: “Bueno, si no tenemos pleno consenso, apliquemos una especie de mayoría especial, porque no podemos estar paralizados”. Y Chile, entre otros países, y también Brasil , han dicho: “No, señor, aquí aceptamos la diversidad. Cada uno puede pensar y decir lo que quiera; pero en el momento de tomar decisiones, tiene que ser por consenso”. Tal vez nos vamos a demorar en encontrar un secretario general apropiado, pero cuando se haga tendrá que ser por consenso.
Por último, me voy a referir a algo que a veces cuesta un poco entender. En el debate, no hoy, pero sí en ocasiones anteriores, los medios de comunicación han informado que algunos señores parlamentarios han dicho: “¿Cómo es que la Unasur se atreve a funcionar si el tratado constitutivo no está aprobado?” Bueno, los procesos de integración son así. Uno podría decir: “El tratado constitutivo de la Unión Europea todavía no está aprobado, cincuenta años después.”. ¿Por qué? Porque un país, Irlanda , hizo un referéndum, hace unos meses, y los irlandeses dijeron: “Así como está el tratado, no nos gusta.”. La discusión en la Unión Europea apunta a flexibilizar para lograr un consenso y aprobar el tratado. Es verdad que ellos han avanzado más que nosotros en todos los otros ámbitos; pero Unasur también está avanzando. Avanzó en la exitosa gestión orientada a ayudar a Bolivia en su proceso de paz, y está avanzando un grupo de trabajo los grupos de trabajo reflejan las prioridades de Chilesobre integración de infraestructura. Llevamos diez años hablando de ella y todavía no terminamos ni un solo corredor bioceánico. Michelle Bachelet , Evo Morales y Lula da Silva, dijeron: “Vamos a terminar uno”. Y, escúchenme bien, el 2010, lo vamos a terminar, desde el puerto de Santos a Arica e Iquique. Queremos hacer otro corredor con Argentina, para lo cual tenemos un grupo de trabajo en Unasur que ya identificó diez proyectos claves que se pueden impulsar.
Hay otros proyectos de salud -lo mencionó un diputado recién-, de energía y de defensa. Me preguntaban qué va a hacer el grupo de defensa. Con su participación, por la vía del consenso, se acordó constituir un Consejo Suramericano de Defensa. ¿Qué sentido tiene esto? América del Sur es una de las pocas regiones del mundo en desarrollo que está libre de conflictos previos a una guerra, de guerras o de inseguridades entre naciones tan fuertes que pueden convertir a la región en una zona de alto riesgo para efectuar inversiones o para vivir en ella.
Tal como lo señaló un señor diputado, un Consejo Suramericano de Defensa, modestamente, daría una señal en cuanto a que las opciones que había tomado el continente en el Siglo XIX, época en que todos los países teníamos conflictos limítrofes o bélicos, dieron un grito en el siglo XXI. Y nosotros pensamos que, en este siglo Sudamérica tiene que ser el continente de la paz, de la estabilidad democrática y del desarrollo integral. Si logramos que los ministros de Defensa y las Fuerzas Armadas de los distintos países, sentados alrededor de una mesa, adopten los consensos necesarios para determinar cómo se deben enfrentar a los conflictos de carácter militar o semimilitar, o generados por fuerzas insurgentes, el Consejo significará un paso adelante en esta materia.
Para terminar, agradezco el debate habido en la Sala, el respaldo de las señoras parlamentarias y de los señores parlamentarios de los partidos de la Concertación y, muy especialmente, el de algunos diputados y diputadas de la Oposición, porque ello demuestra que siempre se puede conversar, aunque en principio no se esté de acuerdo. Repito que la última semana he conversado en varias oportunidades con parlamentarios de todas las bancadas, en especial con algunos de Oposición que, inicialmente, tenían una visión negativa respecto de este proyecto de acuerdo y de Unasur. Sin embargo, a través del diálogo, hemos llegado a cierto entendimiento.
La política exterior es una política de Estado que debe reflejar unidad nacional. Por eso, reitero mi agradecimiento, en forma muy especial, a los parlamentarios de Oposición que, a pesar de las legítimas observaciones o diferencias que tienen respecto de algunos de sus aspectos, han manifestado su voluntad de apoyar este proyecto de acuerdo.
He dicho.
-Con posterioridad, la Sala se pronunció sobre este proyecto en los siguientes términos:
El señor ENCINA (Presidente).-
En votación el proyecto de acuerdo que aprueba el Tratado Constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), suscrito en la ciudad de Brasilia, República Federativa del Brasil, el 23 de mayo de 2008.
Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 75 votos; por la negativa, 9 votos. Hubo 4 abstenciones.
El señor ENCINA (Presidente).-
Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Accorsi Opazo Enrique ; Aedo Ormeño René ; Aguiló Melo Sergio ; Allende Bussi Isabel ; Pérez San Martín Lily ; Araya Guerrero Pedro ; Ascencio Mansilla Gabriel ; Becker Alvear Germán ; Burgos Varela Jorge ; Schilling Rodríguez Marcelo ; Ceroni Fuentes Guillermo ; Chahuán Chahuán Francisco ; De Urresti Longton Alfonso ; Delmastro Naso Roberto ; Díaz Díaz Marcelo ; Dittborn Cordua Julio ; Duarte Leiva Gonzalo ; Encina Moriamez Francisco ; EnríquezOminami Gumucio Marco ; Escobar Rufatt Alvaro ; Espinosa Monardes Marcos ; Espinoza Sandoval Fidel ; Farías Ponce Ramón ; Fuentealba Vildósola Renán ; Galilea Carrillo Pablo ; García García René Manuel ; Girardi Briere Guido ; Godoy Ibáñez Joaquín ; Goic Boroevic Carolina ; Hales Dib Patricio ; Insunza Gregorio De Las Heras Jorge ; Isasi Barbieri Marta ; Jaramillo Becker Enrique ; Jarpa Wevar Carlos Abel ; Jiménez Fuentes Tucapel ; Latorre Carmona Juan Carlos ; Leal Labrín Antonio ; León Ramírez Roberto ; Lorenzini Basso Pablo ; Masferrer Pellizzari Juan ; Meza Moncada Fernando ; Monsalve Benavides Manuel ; Montes Cisternas Carlos ; Moreira Barros Iván ; Mulet Martínez Jaime ; Muñoz D’Albora Adriana ; Nogueira Fernández Claudia ; Núñez Lozano Marco Antonio ; Ojeda Uribe Sergio ; Olivares Zepeda Carlos ; Ortiz Novoa José Miguel ; Pacheco Rivas Clemira ; Palma Flores Osvaldo ; Pascal Allende Denise ; Pérez Arriagada José ; Quintana Leal Jaime ; Robles Pantoja Alberto ; Rojas Molina Manuel ; Rubilar Barahona Karla ; Sabag Villalobos Jorge ; Saffirio Suárez Eduardo ; Sepúlveda Orbenes Alejandra ; Silber Romo Gabriel ; Soto González Laura ; Sule Fernández Alejandro ; Súnico Galdames Raúl ; Tarud Daccarett Jorge ; Tuma Zedan Eugenio ; Valcarce Becerra Ximena ; Valenzuela Van Treek Esteban ; Vallespín López Patricio ; Vargas Lyng Alfonso ; Venegas Rubio Samuel ; Vidal Lázaro Ximena ; Walker Prieto Patricio .
-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
Alvarado Andrade Claudio ; Barros Montero Ramón ; Cubillos Sigall Marcela ; Forni Lobos Marcelo ; García-Huidobro Sanfuentes Alejandro ; Kast Rist José Antonio ; Melero Abaroa Patricio ; Norambuena Farías Iván ; Ulloa Aguillón Jorge .
-Se abstuvieron los diputados señores:
Correa De La Cerda Sergio ; Lobos Krause Juan ; Sepúlveda Hermosilla Roberto ; Verdugo Soto Germán .
El señor ENCINA (Presidente).-
Despachado el proyecto.
-Aplausos.
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- bcnres:tieneProyectoDeLey = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/proyecto-de-ley/6035-10