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- rdf:value = " El señor MULET.-
Señor Presidente, el proyecto no se condice con lo que anunció el Gobierno, hace algún tiempo, a los pequeños y medianos empresarios.
La iniciativa aborda la reprogramación de las deudas tributaria morosas, otorga hasta treinta y seis meses de plazo para su pago y condona intereses hasta el 80 ó 90 por ciento, soluciones que constituyen un paso positivo para los cientos de miles de deudores tributarios del país, respecto de lo cual todos estamos más o menos de acuerdo.
Tanto es así, que usted, señor Presidente , junto a otros diputados solicitaron al Gobierno la condonación de la deuda de un grupo importante de pequeños contribuyentes, que arrastran sus penurias desde, precisamente, la crisis del 98, cuando el Banco Central fijó la tasa de interés en 14 por ciento, lo que implicó que los pequeños empresarios tuvieran tasas de crédito de los bancos al 3 ó 4 por ciento mensual, o sea, del 50 o más por ciento anual. Ninguna empresa aguanta esa tasa de interés, sobre todo las pequeñas, que normalmente poseen poco capital de trabajo y tienen problemas de liquidez. Esto produjo una serie de quiebras no sólo de personas jurídicas, sino que de personas naturales que entraron en cesación de pagos tributarios, previsionales, con instituciones financieras e, incluso, con prestamistas informales.
Desde aquella fecha, un grupo de parlamentarios de diversos sectores hemos tratado de buscar una manera de habilitar o rehabilitar a esos chilenos que quedaron fuera del comercio, que murieron civilmente, como podríamos decir en forma exagerada, que abandonaron el comercio por causa de las deudas. No obstante, es importante recordar que esas deudas que no pagaron eran consecuencia de una crisis, de la cual no eran responsables, ya que se debía a la situación económica internacional, que el Estado le buscó una solución a través del Banco Central, el cual subió la tasa de interés, lo que perjudicó especialmente a ese grupo de chilenos.
¿Por qué se les perjudicó? Ya es historia. Fue un gran error. Así lo señalan los economistas de diversos colores políticos y tendencias. Lo concreto es que se tomó una decisión de Estado que sacó a miles de pequeños y medianos empresarios del sistema.
Desgraciadamente, el Estado no ha sido lo suficientemente abierto para ayudar, a través de sus órganos, a esos empresarios.
Al respecto, es necesario señalar que el Estado ayudó a otros empresarios a volver al sistema. Cómo no recordar la situación de los bancos y de la llamada deuda subordinada o cartera vencida, la que todavía se arrastra, ya que se les dio cuarenta años para pagarla. Leí una información que apareció en un medio de comunicación a raíz de la fusión de los bancos Chile y Citibank, en la cual se señalaba que todavía se deben miles de millones de dólares, debido a que se dio el plazo que mencioné para pagar la deuda subordinada.
De esa forma se sacó de la crisis a esas instituciones, pero los pequeños empresarios que entraron en falencia por la decisión del Banco Central, que agudizó la crisis, no han tenido esas facilidades.
El Estado ha sido muy generoso en este país con los grandes y lo sigue siendo. Ha sido muy generoso con diversos sectores de la economía, por ejemplo, con la gran minería, al no cobrarle royalty; o sea, ese sector no pagó por su materia prima durante decenios. Ha sido generoso con las empresas de telecomunicaciones, porque las pasó al sector privado a un precio barato. No hay sector exitoso que no haya tenido ayuda del Estado. Las forestales la tienen también. Si uno analiza el sector de la siderurgia, que está tan bien, veremos que hubo privatización a vil precio. Lan Chile lo mismo. No me voy a detener en esos casos.
¿Qué hacemos hoy con los pequeños empresarios? No les estamos condonando nada. Van a pagar todos sus impuestos. Lo único que les estamos dando son 36 meses y la condonación de los intereses hasta en un 80 ó 90 por ciento, pero van a pagar sus deudas. No les vamos a dar 40 años como a los bancos, ni siquiera 40 meses. Reitero, 36 meses para que puedan pagar. Claro, uno dice, en vez de nada, apoyemos eso.
Ahora, ¿qué pasa con la otra parte de la norma que muy bien destacaron los diputados Tuma y Arenas ? El Ejecutivo -revela de alguna forma lo que piensa de la pequeña y mediana empresa nos obliga a aprobar una norma para que la Tesorería pase a los deudores tributarios a Dicom.
El diputado Enríquez-Ominami , aquí presente, hizo un gran esfuerzo por eliminar a Dicom, y el Gobierno hace más de un año que está estudiando el proyecto. En este caso no se estudia nada, sino, por el contrario, el propósito del Ejecutivo es engordar a Dicom, ahora, con la deuda tributaria. Entonces, no me vengan con cuentos. No estoy dispuesto a esto, y por eso anuncio mi voto en contra del artículo 2º -al igual que otros diputados- que permite ampliar las facultades de Dicom, que ha sido tan dañina, un verdadero monstruo para los hombres y mujeres sencillos, la gente modesta y la clase media del país. El Ejecutivo está propinando -espero que inconscientemente- un tremendo golpe a este grupo de chilenos que tiene mayor debilidad para emprender, que no recibe subsidios ni ayudas, que paga todas las cuentas al igual que los grandes empresarios, pero que constituye la clase media del país que ha sido golpeada por uno u otro lado.
Por su intermedio, señor Presidente , quiero decirle a la ministra, con mucho respeto -que me hubiese gustado que estuviera presente el ministro de Hacienda -, que no entiendo que el Gobierno haya hecho esta proposición, porque es contradictoria con la propuesta que tibiamente hace a favor de la pymes, que se llama Chile Emprende Contigo y que, como dijo el diputado Tuma , más bien Chile las emprende contigo. Sin duda, es un poco risible, pero así está saliendo el proyecto.
Por otra parte, se dice que los pequeños y microempresarios de la Conapyme lo habrían aceptado. Acabo de hablar por teléfono con el señor Rafael Cumsille Zapata , actual presidente de los comerciantes y de la Conapyme y me dijo -me autorizó a decirlo aquí a los colegas- que la norma es una atrocidad, una monstruosidad, una locura; que en ningún caso los pequeños y medianos empresarios de la Conapyme han aceptado esto como lo ha informado el Gobierno en distintas instancias; que, al contrario, su antecesor, el señor Ovalle , fue presionado para aceptar esta norma, porque de otra forma no se iba a dar la condonación que el Gobierno había prometido. El señor Cumsille está preparando un informe que hará llegar al Congreso, mañana o pasado, señalando la postura de los pequeños empresarios.
Por eso, voto en contra del artículo 2º del proyecto y a favor, aunque es una tibia reprogramación, de su artículo 1º.
He dicho.
"
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