REP�BLICA DE CHILE DIARIO DE SESIONES DEL SENADO PUBLICACI�N OFICIAL LEGISLATURA 355� Sesi�n 28�, en jueves 21 de junio de 2007 Especial (De 16:20 a 18:29) PRESIDENCIA DEL SE�OR EDUARDO FREI RUIZ-TAGLE, PRESIDENTE SECRETARIO, EL SE�OR CARLOS HOFFMANN CONTRERAS, TITULAR ____________________ � N D I C E Versi�n Taquigr�fica P�g. I. ASISTENCIA......................................................................................................... II. APERTURA DE LA SESI�N............................................................................... III. CUENTA............................................................................................................... Fallecimiento de ex Senador don Enrique Zurita Camps.................................... IV. ORDEN DEL D�A: Proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que reajusta el monto del ingreso m�nimo (5148-05) (se aprueba en general y particular)����............. Proyecto de ley, en tercer tr�mite constitucional, que establece beneficios para el personal del Sector Salud (4545-11) (se aprueba).................................................. Peticiones de oficios (se anuncia su env�o)������������.. VERSI�N TAQUIGR�FICA I. ASISTENCIA Asistieron los se�ores: --Allamand Zavala, Andr�s --Alvear Valenzuela, Soledad --Arancibia Reyes, Jorge --�vila Contreras, Nelson --Bianchi Chelech, Carlos --Cantero Ojeda, Carlos --Chadwick Pi�era, Andr�s --Coloma Correa, Juan Antonio --Escalona Medina, Camilo --Espina Otero, Alberto --Frei Ruiz-Tagle, Eduardo --Garc�a Ruminot, Jos� --Gazmuri Mujica, Jaime --Girardi Lav�n, Guido --G�mez Urrutia, Jos� Antonio --Horvath Kiss, Antonio --Kuschel Silva, Carlos --Larra�n Fern�ndez, Hern�n --Letelier Morel, Juan Pablo --Longueira Montes, Pablo --Matthei Fornet, Evelyn --Mu�oz Aburto, Pedro --Mu�oz Barra, Roberto --Navarro Brain, Alejandro --N��ez Mu�oz, Ricardo --Ominami Pascual, Carlos --Orpis Bouch�n, Jaime --P�rez Varela, Victor --Prokurica Prokurica, Baldo --Romero Pizarro, Sergio --Sabag Castillo, Hosa�n --V�squez �beda, Guillermo --Zald�var Larra�n, Adolfo Concurrieron, adem�s, los se�ores Ministros de Hacienda, don Andr�s Velasco Bra�es; del Trabajo y Previsi�n Social, don Osvaldo Andrade Lara, y la se�ora Ministra de Salud, Mar�a Soledad Barr�a Iroume. Actu� de Secretario el se�or Carlos Hoffmann Contreras, y de Prosecretario, el se�or Jos� Luis Alliende Leiva. II. APERTURA DE LA SESI�N --Se abri� la sesi�n a las 16:20, en presencia de 16 se�ores Senadores. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesi�n. FALLECIMIENTO DE EX SENADOR DON ENRIQUE ZURITA CAMPS El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Doy cuenta del fallecimiento del ex Senador don Enrique Zurita Camps. Sus restos ser�n velados hoy, a contar de las 16, en la capilla del Cementerio Parque del Recuerdo, donde se realizar� un responso por su eterno descanso, ma�ana, viernes 22, a las 15. Con posterioridad, sus restos ser�n sepultados en dicho cementerio. Ruego a Sus Se�or�as ponerse de pie para guardar un minuto de silencio. --La Sala guarda un minuto de silencio. III. CUENTA El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretar�a. El se�or ALLIENDE (Prosecretario).- Las siguientes son las comunicaciones recibidas: Oficios Dos de la Honorable C�mara de Diputados: Con el primero comunica que ha prestado su aprobaci�n al proyecto de ley que reajusta el monto del ingreso m�nimo mensual, con urgencia calificada de "discusi�n inmediata" (bolet�n N� 5.148-05). (bolet�n N� 4.545-11) --Conforme a lo acordado por los Comit�s, pas� a la Comisi�n de Hacienda. Con el segundo informa que ha aprobado el proyecto de ley que concede permiso para trabajadores al interior de la locomoci�n colectiva (bolet�n N� 4.332-15) --Pasa a la Comisi�n de Transportes y Telecomunicaciones. Dos del Excelent�simo Tribunal Constitucional, con los que remite copia autorizada de las sentencias dictadas respecto de la acci�n de inaplicabilidad por inconstitucionalidad del decreto con fuerza de ley N� 153, de 1981, y acerca del requerimiento de inconstitucionalidad formulado en contra de tres disposiciones del proyecto que modifica el decreto con fuerza de ley N� 2, de 1998, sobre subvenciones a establecimientos educacionales y otros cuerpos legales (bolet�n N� 3.953-04). --Se toma conocimiento. Del se�or Alcalde de Talcahuano, mediante el cual da respuesta a un oficio enviado en nombre del Honorable se�or Navarro, con relaci�n a requerimientos de servicios b�sicos en caletas Candelaria, Cantera y Puerto Ingl�s. Del se�or Presidente del Directorio de la Empresa de los Ferrocarriles del Estado, con el que contesta un oficio remitido en nombre del Senador se�or Romero, acerca de la conservaci�n de la ex estaci�n de Ferrocarriles de la ciudad de La Calera como patrimonio hist�rico. --Quedan a disposici�n de los se�ores Senadores. Informe De la Comisi�n de Relaciones Exteriores, reca�do en el proyecto de acuerdo aprobatorio del Protocolo de Integraci�n Educativa y Reconocimiento de Certificados, T�tulos y Estudios de Nivel Primario y Medio No T�cnico entre Estados Partes del MERCOSUR, Bolivia y Chile (bolet�n N� 3.898-10) . --Queda para tabla. Mociones De los Senadores se�ores Naranjo y Mu�oz Aburto, por medio de la cual dan inicio a un proyecto de ley que establece como nueva circunstancia agravante de responsabilidad penal la inasistencia a la audiencia de preparaci�n del juicio oral (bolet�n N� 5.154-07). --Pasa a la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento. De los Honorables se�ores Letelier, Alvear, Allamand y Mu�oz Aburto, mediante la cual inician un proyecto de ley que modifica el C�digo del Trabajo en lo referente a la jornada laboral de los choferes y auxiliares de la locomoci�n colectiva rural (bolet�n N� 5.156-13). --Pasa a la Comisi�n de Trabajo y Previsi�n Social. De los Senadores se�ores V�squez, Bianchi y G�mez, con la que dan inicio a un proyecto de ley que modifica el C�digo Procesal Penal en materia de arraigo (bolet�n N� 5.153-07). --Pasa a la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento. De los Honorables se�ores V�squez y G�mez, por medio de la cual inician un proyecto que introduce un seguro de garant�a obligatorio al decreto con fuerza de ley N� 22, de 1981, que crea un programa especial de becas (bolet�n N� 5.155-04). --Pasa a la Comisi�n de Educaci�n, Cultura, Ciencia y Tecnolog�a. Proyecto de acuerdo De los Senadores se�ora Matthei y se�ores Prokurica, Arancibia, Espina, Girardi, G�mez, Horvath, Kuschel, Larra�n, Mu�oz Barra, Novoa, Orpis, Romero, V�squez y Zald�var, mediante el cual solicitan a Su Excelencia la Presidenta de la Rep�blica el env�o de un proyecto de ley que establezca el reintegro parcial, para taxis y colectivos, de los peajes pagados en v�as concesionadas y del impuesto espec�fico del petr�leo di�sel y gasolinas automotrices (bolet�n N� S 971-12). --Queda para el Tiempo de Votaciones de la pr�xima sesi�n ordinaria. Comunicaciones De la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento, por medio de la cual solicita el acuerdo de la Sala para discutir en general y en particular, en el tr�mite de primer informe, el proyecto de ley que tipifica el delito de robo de alcantarillado o de cauces y se�ala pena para el delito de receptaci�n de cables el�ctricos y tapas de cauces (boletines N�s 4.266-07 y 4.267-07, refundidos). --Se accede a lo solicitado. Del Senador se�or Naranjo, mediante la cual retira el proyecto de ley que establece como una nueva circunstancia agravante de responsabilidad penal la inasistencia a la audiencia de preparaci�n del juicio oral (bolet�n N� 5.145-07), del que se dio cuenta en la sesi�n 26�, ordinaria, de 19 de junio de este a�o, en raz�n de que present� una nueva iniciativa sobre la materia. --Se manda archivar. El se�or ALLIENDE (Prosecretario).- En este momento, ha llegado a la Mesa el certificado de la Comisi�n de Hacienda reca�do en el proyecto de ley que reajusta el monto del ingreso m�nimo mensual, con urgencia calificada de "discusi�n inmediata" (bolet�n N� 5148-05).. --Queda para tabla. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Terminada la Cuenta. )------------------( El se�or HORVATH.- Pido la palabra. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Puede hacer uso de ella, Su Se�or�a. El se�or HORVATH.- Se�or Presidente, en vista de que hoy no habr� hora de Incidentes por tratarse de una sesi�n especial, como Comit� solicito la autorizaci�n de la Sala para despachar nuestros oficios. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Si no hay objeci�n, se acceder� a lo pedido. --As� se acuerda. IV. ORDEN DEL D�A REAJUSTE DE INGRESO M�NIMO MENSUAL El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- La presente sesi�n ha sido convocada para tratar el proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que reajusta el monto del ingreso m�nimo mensual, con urgencia calificada de "discusi�n inmediata". --Los antecedentes sobre el proyecto (5148-05) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 28�, en 21 de junio de 2007. Informe de Comisi�n: Certificado de la Comisi�n de Hacienda, sesi�n 28�, en 21 de junio de 2007. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario General).- El objetivo principal de la iniciativa es elevar, a contar del 1� de julio del a�o en curso, el monto del ingreso m�nimo mensual para los trabajadores mayores de 18 a�os y hasta 65 a�os de edad, de 135 mil a 144 mil pesos. Si la variaci�n porcentual del producto interno bruto cumple con el requisito indicado en el inciso segundo del art�culo 1�, el monto del ingreso m�nimo se elevar�, a partir del 1� de enero del a�o pr�ximo, a 145 mil pesos. Asimismo, se aumenta de 101 mil 491 a 107 mil 509 pesos, a contar del 1� de julio de 2007, el monto del ingreso m�nimo mensual para los trabajadores mayores de 65 a�os y menores de 18, y el monto del ingreso m�nimo mensual que se emplea para fines no remuneracionales se incrementa de 87 mil 697 a 92 mil 897 pesos. La Comisi�n de Hacienda aprob� el proyecto tanto en general cuanto en particular por la unanimidad de sus integrantes (Senadores se�ores Escalona, Garc�a, Longueira, N��ez y Sabag), en los mismos t�rminos en que lo despach� la Honorable C�mara de Diputados. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).-. En discusi�n general y particular la iniciativa. Tiene la palabra el Senador se�or Escalona. El se�or ESCALONA.- Se�or Presidente, tal como se�al� el se�or Secretario General en la relaci�n del proyecto, la Comisi�n de Hacienda procedi� a cumplir con la tarea que le encomend� la Sala -mediante el certificado de la Secretar�a de dicho organismo t�cnico-, en cuanto a informar la iniciativa relativa al salario m�nimo, que lleg� a nuestra Corporaci�n con urgencia calificada de "discusi�n inmediata". El proyecto, que viene de la C�mara de Diputados, donde fue aprobada por mayor�a, eleva el sueldo m�nimo de 135 mil a 144 mil pesos, a contar del 1� de julio del presente a�o, y establece en el inciso segundo del art�culo 1� que, en caso de que el crecimiento del pa�s sea igual o superior a 5,8 por ciento, el monto del ingreso m�nimo mensual se incrementar� a 145 mil pesos, a partir del 1� de enero de 2008. Al mismo tiempo, en el art�culo 2� -incluido tambi�n en la C�mara de Diputados, lo cual nos lleva a valorar el aporte realizado por dicha Corporaci�n- se estipula que "dentro de los 12 meses siguientes a la publicaci�n de esta ley los trabajadores perceptores del ingreso m�nimo mensual tendr�n derecho a un curso de capacitaci�n laboral, permitiendo a las empresas compensar los desembolsos por tal concepto con las obligaciones tributarias que les afecten conforme a los art�culos 35 y siguientes de la ley N� 19.518, determinando, respecto de las empresas que no puedan impetrar tal franquicia tributaria, que el curso se financie con cargo al Fondo Nacional de Capacitaci�n de Empleo administrado por el Servicio Nacional de Capacitaci�n y Empleo.". Es decir, el Ejecutivo ha asumido la obligaci�n legal de concurrir a la capacitaci�n de los trabajadores que perciben el ingreso m�nimo mensual, con el prop�sito de elevar su formaci�n t�cnica y profesional y, en consecuencia, crear las condiciones que les permitan incrementar su remuneraci�n. Por esas razones, y despu�s de la informaci�n entregada por los se�ores Ministros de Hacienda y del Trabajo, la Comisi�n de Hacienda acogi� por unanimidad el proyecto y recomienda a la Sala que tambi�n le d� su aprobaci�n. He dicho. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Mu�oz Aburto. El se�or MU�OZ ABURTO.- Se�or Presidente, nuevamente abordamos un reajuste anual del salario m�nimo. Junto con expresar mi apoyo al proyecto, creo imprescindible se�alar algunas ideas en relaci�n con esta materia. En primer lugar, quiero reiterar mi convencimiento sobre la necesidad de contar con dicho instrumento m�nimo de regulaci�n del mercado del trabajo. Frente a las constantes cr�ticas respecto a su eficacia y utilidad o, peor a�n, a quienes plantean que este constituye un obst�culo a la generaci�n de empleo, considero que el sueldo m�nimo mantiene plenamente su justificaci�n social, y las estad�sticas nos indican que sigue siendo una referencia indispensable para parte importante de la fuerza laboral. En segundo t�rmino, debo lamentar que no hayamos conseguido crear un mecanismo permanente y consensuado de fijaci�n del ingreso m�nimo y que, por el contrario, �ste sea objeto de un debate peri�dico. No deber�amos abandonar la idea de avanzar hacia un procedimiento estable en la materia, que evite la necesidad de contar con sucesivas leyes y que se ajuste autom�ticamente, incorporando, de manera eventual, algunos m�rgenes para la autoridad en el caso de a�os extraordinariamente positivos o negativos. En tercer lugar, deseo recalcar un elemento fundamental se�alado en el mensaje, en cuanto a que el ingreso m�nimo constituye la remuneraci�n m�nima del trabajador, la cual no puede enterarse considerando los pagos por horas extraordinarias; las asignaciones familiar legal, de movilizaci�n, de colaci�n, de desgaste de herramientas, de p�rdida de caja; los beneficios en dinero que no se paguen mes a mes, y la gratificaci�n legal. Quiero llamar la atenci�n sobre el asunto, porque la experiencia pr�ctica muestra que se trata de una anomal�a que se da en muchos casos, particularmente respecto de las gratificaciones que se incorporan como parte del sueldo. Es lamentable que a�n existan mecanismos para burlar la clara intenci�n de la respectiva norma y enterar el sueldo m�nimo, por ejemplo, con comisiones o metas de productividad o de ventas, manteniendo sueldos base irrisorios, por lo que no es aceptable que, adem�s, se exceda el propio tenor literal de la disposici�n. Con el objeto de evitar aquello necesitamos una acci�n m�s decidida de las inspecciones del trabajo. Para nadie es un misterio que en los grandes mall y en las grandes multitiendas del pa�s muchos vendedores y vendedoras tienen sueldos base de 5 � 20 mil pesos y que, a trav�s de comisiones, les enteran una suma superior al sueldo m�nimo fijado anualmente. En �ltimo t�rmino, se�or Presidente, no puedo dejar pasar esta ocasi�n para hacer presente otra vez la necesidad de que el pa�s d� un nuevo paso en este tema. La existencia de un sueldo m�nimo es relevante. Signific�, y contin�a siendo, algo trascendente para muchas familias chilenas. Sin embargo, es imprescindible asumir, de una vez por todas, que actualmente ello no es justo con las diversas zonas del pa�s. No es lo mismo vivir en Magallanes que en Santiago. Esa es una verdad indesmentible. Los 144 mil pesos que se pagar�n a partir del 1� de julio de este a�o, m�s los mil que van a completar, a lo mejor, 145 mil desde el 1� de enero de 2008, no tienen igual poder adquisitivo en la Capital, en Arica, en Concepci�n o en Punta Arenas, tanto porque las necesidades b�sicas no son las mismas cuanto porque los bienes y servicios poseen valores y variaciones distintos. Esto se ha comprendido en diversos �mbitos. Desde luego, en las remuneraciones de los funcionarios p�blicos que cuentan con asignaci�n de zona para compensar la desigualdad del poder adquisitivo. Pero tambi�n en otras �reas, como Vivienda, estableciendo subsidios diferenciados. No debe pasar m�s tiempo antes de que estudiemos seriamente por lo menos esta materia. Hace unos a�os propuse al entonces Ministro del Trabajo, don Ricardo Solari, analizar la creaci�n de sueldos m�nimos diferenciados para cuatro macrozonas del pa�s. El actual salario m�nimo debiera abarcar desde la Cuarta a la S�ptima Regiones, para, a partir de all�, establecer factores porcentuales para las macrozonas norte -desde la Primera a la Tercera Regiones-; sur -desde la Octava a la D�cima, exceptuando la provincia de Palena-, y sur austral (la provincia de Palena y Regiones Und�cima y Duod�cima). Ello permitir�a disponer de un ingreso m�nimo m�s acorde con las distintas realidades de las Regiones. Analizar seriamente esta materia requiere contar con instrumentos adecuados. Hoy, si bien existe desde hace algunos a�os una medici�n de IPC regional, no hay canastas regionales que establezcan las diferentes necesidades de los hogares chilenos, dependiendo de su ubicaci�n, y la ponderaci�n de cada bien en el presupuesto total. No es admisible suponer que un hogar de Iquique gasta en calefacci�n lo mismo que uno ubicado en Puerto Williams. Igual ocurre con los requerimientos en salud, alimentos y transporte. Por tales motivos, solicito expresamente al Gobierno la asignaci�n de recursos adicionales al INE para que desarrolle las investigaciones pertinentes y podamos contar, la pr�xima vez que discutamos esta materia, con elementos objetivos y cient�ficos que nos permitan abordarla con seriedad. Los habitantes de Regiones, y muy especialmente los de zonas extremas, como Magallanes, necesitan que se les reconozcan sus diversas necesidades y el diferente poder adquisitivo de sus remuneraciones. Hacia eso debemos avanzar en los pr�ximos a�os. He dicho. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora se�ora Matthei. La se�ora MATTHEI.- Se�or Presidente, resulta muy f�cil solicitar salarios m�nimos m�s altos, como tambi�n salarios sugeridos y de elevado monto. �Y por qu� no pedir 200 mil, 300 mil, 400 mil pesos? Porque, en realidad, con esas cifras una familia puede empezar reci�n a educar bien a sus hijos y llevar una vida razonable. Ahora, si de pedir se trata, a lo mejor todos podr�amos embarcarnos en esta senda y pedir y pedir. Pero hay un problema: desgraciadamente, si los salarios solo suben por ley, se produce una tremenda cesant�a. La verdad es que la relaci�n entre ingresos m�nimos y cesant�a ha sido muy estudiada en Econom�a. Y los m�s afectados son los mayores de 50 a�os y los menores de 25. Entonces, deseo llamar la atenci�n al respecto. Porque todos podemos embarcarnos alegremente en la carrera por aumentar el salario m�nimo. Sin embargo, es factible que con ello estemos causando un inmenso da�o al pa�s. En la medida en que creamos que las personas ganan muy poco, son dos las cosas que se pueden y deben hacer. En primer t�rmino, mejorar fuertemente la calidad de la educaci�n. Porque el salario debe ir naturalmente ligado -quer�moslo o no- a la productividad de la persona, a lo que aporta en el trabajo. Cuando uno analiza la relaci�n entre salario y nivel educacional se percata de que, por desgracia, es muy directa y firme: mientras menores sean la calidad de la educaci�n y el tiempo dedicado a ella, las personas reciben ingresos m�s bajos. Por lo tanto, lo primero que debemos hacer para mejorar los salarios es incrementar el n�mero de a�os de estudio y la calidad de la educaci�n. Si 85 por ciento de los chilenos pr�cticamente no entienden lo que leen, es muy dif�cil que obtengan los mismos salarios que en Dinamarca, donde solo 4 por ciento de la poblaci�n no comprende la lectura. La calidad de la educaci�n es un problema brutal a nivel nacional, que incide fuertemente en los salarios que se pueden pagar. Porque si se pide a una empresa que convenga uno acorde con el rendimiento de una persona, no tendr� c�mo competir con los productos que se exportan o con los que llegan al pa�s. Por otro lado, tambi�n se puede y debe lograr que los subsidios del Estado vayan a la gente que menos tiene. Y por eso nosotros siempre somos tan estrictos en que los dineros fiscales sean destinados efectivamente a quienes m�s necesitan y no a programas donde las platas se despilfarran, se usan mal: gastos administrativos, viajes, camionetas, remuneraciones de personas que no hacen nada. Hay que ayudar a quienes tienen menos, ya sea v�a pensiones o v�a subsidios: al agua potable, a la electricidad, a la salud, a la educaci�n, a la vivienda; todos los servicios posibles, pero enfocados adecuadamente, para que lleguen de verdad a las personas de m�s bajos ingresos. D�as atr�s, a trav�s de un programa de televisi�n, conocimos un esc�ndalo donde, aparentemente, platas destinadas a la gente m�s pobre del pa�s, como la adscrita a Chile Solidario, al final no llegaban al destino que correspond�a. En resumen, son dos las cosas que debemos hacer: mejorar la calidad de la educaci�n y otorgar subsidios a las familias cuyos salarios no les permiten vivir en forma digna. Hago un llamado de atenci�n sobre el particular. Porque es muy f�cil que todos nos pongamos de acuerdo y pidamos y exijamos m�s, para despu�s decir al Gobierno que es responsable de la cesant�a. A mi juicio, ese no es el camino. En los �ltimos tres a�os, Chile ha ganado enormemente en materia de seriedad en la econom�a. Espero que todos contribuyamos a que eso se mantenga as�. He dicho. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Letelier. El se�or LETELIER.- Se�or Presidente, pensaba hacer mis reflexiones en un orden distinto, pero voy a partir de los comentarios de la Senadora se�ora Matthei. Para quienes estudiamos lo que algunos llaman en el pa�s "Ingenier�a Comercial", versus lo que antes se denominaba "Econom�a", hay diferentes formas de apreciar este debate. Es tradici�n en la econom�a neocl�sica buscar equilibrios te�ricos entre educaci�n, productividad y sueldos. Y se hace todo tipo de gr�ficos: IS-LM, puntos de equilibrio. Es un debate muy antiguo. Pero, curiosamente, en estas ecuaciones, de las que se habla en la teor�a econ�mica -y de ah� la diferencia entre teor�a neocl�sica y econom�a pol�tica-, se introducen otras variables durante la discusi�n. En Chile, la pregunta evidente que surge es si estamos satisfechos con el punto de equilibrio existente. Yo no lo estoy, porque los actuales niveles de desigualdad-que forman parte de aquellas realidades que "se caen" de las ecuaciones, al igual que las tasas de utilidades-, esconden algo bastante fundamental: Chile es un pa�s que ha progresado y que crea riqueza, pero donde la participaci�n de los ciudadanos en esta �ltima es muy desigual, tremendamente desigual. Y no cabe duda de que el sueldo m�nimo refleja, en alguna medida, lo que quiere una sociedad respecto de la distribuci�n de ingresos. Es cierto que algunos en el an�lisis siempre concluyen que, si se cambia el sueldo m�nimo, va a haber cesant�a; y si se alza el sueldo m�nimo, habr� impacto en el empleo. Y hay quienes creen que esa teor�a est� m�s que demostrada desde el punto de vista emp�rico. A mi juicio, eso es bastante discutible. Quiero poner un ejemplo. En la Sexta y en la S�ptima Regiones no importa que se pague un salario de 140 � 150 mil pesos, pues de todas maneras en ellas habr� que contratar temporeros para cosechar la fruta. Porque, el fen�meno depende de cu�l es la estructura de la demanda de empleo en ciertos sectores de la econom�a. Aqu� tendemos a hacer an�lisis muy generales y, en lo personal, creo que a veces eso lleva m�s bien a una distorsi�n. �Por qu� hago esta reflexi�n? Porque, desde hace tiempo, quienes no compartimos esa visi�n tan r�gida hemos planteado que el reajuste al sueldo m�nimo debe considerar el IPC, la productividad y la solidaridad, a fin de que se achique la desigualdad existente entre unos y otros. Por eso, durante estos a�os el sueldo m�nimo ha tendido a aumentar m�s r�pido que el crecimiento de la econom�a. As� se dice. Lo cierto es que algunos estudios -como uno de la CEPAL- indican que, dadas las condiciones socioecon�micas de Chile y en virtud del an�lisis de las variables macroecon�micas, un punto de equilibrio viable deber�a estar, m�s bien, en torno de los 150 mil pesos. No voy a entrar a discutir si el estudio de la CEPAL est� bien enfocado o no. Tiendo a compartir buena parte de �l. Son temas discutibles, como siempre lo son en econom�a. Pero no cabe duda de que respecto de este paso, que es positivo -si uno quiere quedarse en los porcentajes, debe reconocer que este aumento del sueldo m�nimo de ahora es el m�s grande en muchos a�os, lo que se valora-, hay tambi�n opiniones distintas sobre si aquel tendr� o no efecto en los debates que vienen. Se�or Presidente, por lo com�n, al tratarse el sueldo m�nimo y su aumento est� presente la discusi�n sobre el tipo de sociedad que queremos y cu�les son las brechas que deseamos aminorar. Y en ciertos sectores de la econom�a se dan elasticidades distintas frente a la necesidad de contratar mano de obra. Seg�n algunos estudios, la Sexta y la S�ptima son las Regiones donde porcentualmente se paga m�s sueldos m�nimos en relaci�n con su poblaci�n. Conocemos de cerca esa realidad. Otros an�lisis indican que la Sexta Regi�n es la que tiene el promedio de ingresos m�s bajos del pa�s. Por eso es tan importante este debate para algunos de nosotros. Es tremendamente determinante, porque es aqu� donde se juegan ciertas se�ales de c�mo uno quiere combatir la desigualdad. He le�do y entiendo los argumentos entregados estos d�as por el se�or Ministro de Hacienda: al aumentar en m�s de 6 � 6,7 por ciento ese salario, se da una se�al macroecon�mica inadecuada. Personalmente tengo dudas de si eso es efectivo. Si el sueldo m�nimo se incrementara en 7 por ciento, ignoro si eso ser�a un desastre. Si uno compara tal porcentaje con el indicador de aumento de utilidades en Chile, advertir�a que �ste triplica el presente reajuste. Nadie se espanta por las utilidades de los sectores bancario, frut�cola de exportaci�n o minero; pero s� nos preocupa que la tasa de aumento del sueldo m�nimo no supere cierto nivel. Porque, digamos las cosas como son: la raz�n de la existencia de un salario m�nimo en nuestro pa�s es que, si no lo hubiera, muchos empleadores tender�an a pagar aun menos a los trabajadores por la mano de obra. Estimo que este es un avance, aunque hay algunos aspectos que no comparto. Por ejemplo, no entiendo esto de "144 mil pesos m�s `luca� para enero", como dicen algunos. Equivocadamente, se presume que un incremento mayor dar�a una mala se�al a la macroeconom�a. No creo que sea as� ni que este sea el guarismo del cual se agarre, como elemento determinante, el sector p�blico o un sindicato para negociar colectivamente. �Y pobre de �l si lo utilizara! Porque, cuando se ha tratado de mencionar siquiera o cuando se ha peleado un reajuste de 5 por ciento real, han aflorado las pr�cticas antisindicales. Y como la ley no permite una negociaci�n colectiva efectiva, la gran mayor�a de los esfuerzos por negociar aumentos de salarios han terminado en los casos m�s recientes -con excepci�n de algunos en la miner�a-, con reajustes inferiores o que no han estado a la par con el guarismo aplicable al sueldo m�nimo. Se�or Presidente, voy a votar a favor del proyecto. Lamento que no se haya logrado dar un paso m�s all� ni se hayan creado las condiciones para un acuerdo plurianual o para avanzar en lo planteado por el Senador se�or Mu�oz Aburto. Muchos de nosotros somos partidarios de un mecanismo de reajuste permanente, que considere tambi�n la distribuci�n de ingresos como par�metro y que tambi�n se la vincule con las tasas de utilidades promedio. Porque creemos que se puede hacer un mayor esfuerzo, no por parte del Estado, sino por quienes generan el proceso de emprendimiento y de empleo. Ha habido un gran aporte de los emprendedores. Pero, cuando uno compara sus utilidades con los niveles de las remuneraciones, se da cuenta de que a�n hay una brecha que es necesario disminuir. Esperamos que en el pr�ximo tiempo podamos avanzar hacia un acuerdo plurianual, el que ha demostrado ser mejor para un proceso de negociaci�n permanente y tener una se�al de hacia d�nde queremos llegar. )-----------( El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Antes de continuar el debate, deseo saludar la presencia en las tribunas del Representante Especial del Secretario General de Naciones Unidas en Hait�, Embajador se�or Edmond Mulet, quien se ha reunido con algunos se�ores Senadores. --(Aplausos en la Sala). )---------------( El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Mu�oz Barra. El se�or MU�OZ BARRA.- Se�or Presidente, por supuesto que vamos a aprobar este salario m�nimo que, lamentablemente, no fue convenido en su totalidad entre el Gobierno y los trabajadores, representados en la CUT. Lo que voy a plantear nada tiene que ver con el reconocimiento de la cifra acordada, la que tal vez podr�a haber sido superior. Pero deseo hacer algunas consideraciones para ver si coinciden con el enfoque de otros se�ores Senadores o -m�s all� de los n�meros- si posibilitan extraer algunas premisas que permitan un trabajo de m�s calidad y mejor pagado. Escuch� con atenci�n la intervenci�n de la Honorable se�ora Matthei. Coincido con ella en algunos de sus puntos de vista. Todos nosotros tenemos contacto con los trabajadores y con las empresas. Por ejemplo, nos vinculamos con los primeros en el quehacer del d�a a d�a, por determinados servicios que deben prestar, a veces en nuestras propias casas. Tenemos que reconocer que cuesta mucho encontrar a un trabajador realmente bueno. Por supuesto, hay una gran cantidad de personas que desarrollan su labor con experiencia y con el conocimiento alcanzado en lo denominado "la universidad de la vida". Ellos van tratando de adquirir algunas destrezas que, lamentablemente, no siempre tienen una correcci�n. Con ello estoy diciendo que determinado sector de trabajadores alcanza una deficiente capacitaci�n para desempe�ar ciertas funciones. Generalmente, a los representantes de Regiones nos molesta y estimamos injusto que ciertas empresas, que concurren a nuestras circunscripciones a desarrollar alg�n tipo de obras p�blicas, ocupen muy pocos trabajadores locales, porque llevan a su personal especializado. Inclusive hemos tenido que legislar para obligar a que se utilice, al menos, un porcentaje de los trabajadores de las Regiones donde se realizan aquellas obras. Y lo anterior se debe a la inexistencia de personal calificado que pueda desempe�ar funciones de mayor nivel. Entonces, muchas veces los reclamos que efectuamos en nuestra calidad de Parlamentarios, de servidores p�blicos, en la realidad, m�s all� de la letra, no prosperan pues no podemos presionar y exigir para que se ofrezcan esas posibilidades. No puedo dejar de afirmar que numerosos peque�os empresarios, representantes de las pymes, con quienes tengo cercano contacto -y varios Honorables colegas han vivido esa experiencia- y que dan el 75 por ciento del trabajo en Chile, lo piensan, no una vez, sino varias veces cuando deben contratar un trabajador m�s. Sacan cuentas, miran para todos lados y, en ocasiones, prefieren no tomar a nadie o convertir sus actividades en empresas familiares, en las cuales trabajan su due�o, un hijo, un pariente o se turnan con diferentes miembros de la familia. Esa es una verdad. Es efectivo que a un peque�o empresario, cuya empresa opera con dos o tres trabajadores, le cuesta pagar un salario m�nimo de 145 � 144 mil pesos, aun cuando es un monto bajo e indudablemente es dif�cil sobrevivir con �l, porque las utilidades que obtiene en su actividad son muy peque�as, dado el monopolio que existe en muchos rubros de la econom�a nacional y en sectores que, en la medida en que modernizan sus empresas, requieren menos personal. Esa es una verdad que no podemos desconocer en el carnicero, en el due�o de una panader�a, en el mec�nico que instala un peque�o garaje; en el propietario de un taller de pintura, de desabolladura, de una f�brica de art�culos de hogar. Y quiero encadenar esta parte de mi intervenci�n con lo se�alado por la Honorable se�ora Matthei. Es imperativo mejorar la educaci�n chilena que, por supuesto, es muy deficiente. As� lo han expresado los se�ores Senadores en todos sus discursos. Hemos avanzado en educaci�n b�sica y media, pero en el �mbito de la educaci�n t�cnico-profesional seguimos siendo totalmente d�biles. En muchos liceos t�cnicos o industriales se da el incre�ble de que hay m�quinas para capacitar a los chiquillos, pero no existe presupuesto para comprar material. O, en numerosas oportunidades, si estas se echan a perder, tampoco hay recursos para repararlas. De manera que la labor de capacitaci�n de los liceos industriales es bastante deficiente. Por lo tanto, debemos poner un fuerte �nfasis en la educaci�n. Insisto en lo siguiente: un ingreso de 144 mil pesos mensuales es insuficiente para enfrentar los compromisos del d�a a d�a, en una sociedad donde la educaci�n superior tiene un alt�simo costo, pues cualquier carrera profesional no cuesta menos de ocho millones de pesos al momento en que el alumno reciba su t�tulo. Eso significa, entonces, que los padres de una familia que gana 144 mil pesos mensuales dejar�n a sus hijos -esa es la realidad- la herencia de continuar en el mismo c�rculo sin mayores posibilidades. En el pasado, los hijos de obreros ten�an la oportunidad de llegar a la universidad. Por eso, los j�venes de la clase media chilena proven�an de sectores m�s modestos lo que, por supuesto, les daba una sensibilidad especial cuando ocupaban cargos importantes o realizaban actividades vinculadas al proceso de desarrollo de Chile. Por eso, apruebo el proyecto que fija el ingreso m�nimo en 144 mil pesos, con mil pesos adicionales bajo las caracter�sticas que ya se han se�alado. Asimismo, cabe destacar que, en la medida en que avancemos en ese sentido, debemos poner nuestra mirada muy firme y atenta en mejorar la capacitaci�n de nuestros trabajadores, porque no sacamos nada con mantener oficios dif�ciles, casi de esclavos, y no abrir las perspectivas para que ellos puedan cobrar un mayor salario, sobre la base de una capacitaci�n que les ense�e a hacer bien las cosas. Reitero el voto favorable de nuestra bancada al proyecto en discusi�n. He dicho. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Ominami. El se�or OMINAMI.- Se�or Presidente, ser� muy breve para plantear una cuesti�n que a mi juicio es fundamental, aunque no la resolveremos hoy d�a. Desgraciadamente, la Senadora se�ora Matthei no se halla presente en la Sala, porque me habr�a gustado que escuchara un par de consideraciones que debieran complementar el planteamiento que ella ha hecho. La principal afirmaci�n que me gustar�a hacer es que en Chile uno puede ser un trabajador formal (con contrato), ganar el salario m�nimo y ser pobre. Normalmente, en los pa�ses m�s desarrollados las personas que perciben una baja remuneraci�n, aun cuando se incluyen dentro de cierto concepto de ingreso m�nimo, tienen la posibilidad al menos de situarse en niveles por encima de la l�nea de pobreza. Ello no ocurre en Chile. En nuestro pa�s, un trabajador (m�s su c�nyuge o pareja, que no trabaja, y un ni�o) que percibe un sueldo en torno al ingreso m�nimo, queda por debajo de la l�nea de pobreza. Me parece que ese es un punto fundamental. Yo no pedir� hoy d�a que se eleve el salario m�nimo, pero considero relevante tener presente ese aspecto. Dicho aumento no puede reducirse a una se�al macroecon�mica que sirva de indicador v�lido para el reajuste del conjunto de las remuneraciones, porque -como muy bien lo plante� el Senador se�or Letelier y como fue la tradici�n durante mucho tiempo- en la fijaci�n del ingreso m�nimo intervienen, por lo menos, tres factores. Primero, el crecimiento esperado de la econom�a. En �pocas anteriores tambi�n se consideraba la inflaci�n, pero con el transcurso de los a�os dicha variable se ha ido despejando y ya no es tan relevante. En segundo lugar, los aumentos en la productividad que han venido decayendo durante el �ltimo tiempo, pero eso forma parte de una discusi�n m�s amplia que es leg�timo sostener sobre la econom�a chilena. Y, tercero, un factor de equidad, que implica hacerse cargo del hecho de que el salario m�nimo no permite situarse autom�ticamente por encima del nivel de pobreza. Es acertado el diagn�stico de la Senadora se�ora Matthei. A partir de alg�n punto, hay un arbitraje, un trade-off entre el nivel del salario y el de empleo. Si la autoridad, dotada de un gran coraz�n y de enorme buena voluntad, fijara el ingreso m�nimo en un rango demasiado alto, es evidente que muchos peque�os empresarios enfrentar�n dificultades para pagarlo. Y, aunque esa constataci�n aparezca cruel, es real. Hay muchas empresas en nuestro pa�s que funcionan con un margen de utilidad muy bajo y son sensibles a los aumentos demasiado importantes que puedan tener lugar a nivel del salario m�nimo. Pero creo que ese argumento hay que ponerlo tambi�n en conjunto con otro que es muy relevante: una econom�a de mercado como la nuestra tiene una tremenda anormalidad. En una econom�a de mercado, las remuneraciones debieran fijarse de manera contractual, sobre la base de la capacidad de negociaci�n de los trabajadores y empresarios en el mercado. Pero eso no ocurre, porque menos del 10 por ciento de los asalariados de Chile negocian colectivamente. Ese es el tema que est� detr�s de esto. Entonces, me parece muy unilateral poner el �nfasis en este trade-off que hay a partir de cierto salario entre el nivel del sueldo m�nimo y el de empleo, sin hacer referencia a la tremenda asimetr�a existente en un pa�s como el nuestro entre empresarios y trabajadores, por el hecho de que la negociaci�n colectiva abarca un n�mero muy peque�o de trabajadores. Eso, claramente, es una anormalidad. A la asimetr�a estructural entre trabajadores y empresarios, en Chile se debe agregar una asimetr�a en relaci�n con las dificultades que tienen los trabajadores para negociar en forma colectiva, lo que lleva a que las diferencias entre unos y otros sean particularmente sensibles. Eso es lo que hace necesario contar con un salario m�nimo. Porque respecto del argumento del trade-off entre empleo y salario, uno pudiera llegar a decir -como algunos lo sostienen, por lo dem�s; las posiciones liberales m�s extremas- que no debiera existir el sueldo m�nimo. Ese es un argumento coherente. Pero el punto es el siguiente. �Es razonable, es, en definitiva, �tico enfrentar a una persona que no tiene capacidad alguna de negociaci�n a tener que aceptar un nivel de salario cualquiera? En mi opini�n, en Chile podr�a haber pleno empleo si no existiera el salario m�nimo, pero probablemente ser�a de 70 u 80 mil pesos. Entonces, en el fondo ah� hay un tema �tico. �Es justo, es correcto enfrentar a una persona que necesita trabajar a un nivel de remuneraci�n que no cuenta con un piso m�nimo? Porque lo cierto es que ese asalariado carece de capacidad de negociaci�n para establecerlo. Por eso, es la ley, el Parlamento, la autoridad, el Estado, como representante del bien com�n, el que debe fijar el piso m�nimo. Y eso es lo que justifica la existencia del ingreso m�nimo. Quer�a hacer estas consideraciones, porque pienso que -para decirlo en forma bien franca- habr�a sido perfectamente posible tener un salario m�nimo de 145 mil pesos, como algunos lo plantearon. Se los digo sinceramente. Porque, en mi concepto, simplemente no hay impacto macroecon�mico. Adem�s, habr�a sido bueno contar con un ingreso m�nimo que hubiese sido acordado con los trabajadores. No fue la opci�n que se tuvo y francamente lo lamento. Quiero dejar establecido que la discusi�n del proyecto sobre el salario m�nimo tiene esas complejidades. Particularmente, se debe tener presente que vamos a aumentar el sueldo m�nimo a 144 mil pesos. Y espero que suba a 145 mil pesos, porque es bien probable -salvo que ocurra algo sorpresivo- que tengamos un crecimiento en torno al 5,8 por ciento durante el a�o 2007. Pero, con un salario m�nimo de 145 mil pesos, muchos trabajadores de nuestro pa�s, desgraciadamente, van a seguir siendo pobres. Por las razones expuestas, voto a favor. )--------------------( El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario General).- Han llegado en este momento a la Mesa dos documentos. Con el primero el Honorable se�or Letelier, en conformidad a lo dispuesto en los art�culos 60 de la Carta Fundamental y 7� del Reglamento del Senado, solicita autorizaci�n para ausentarse del pa�s a contar del 22 de este mes. --Se accede. El se�or HOFFMANN (Secretario General).- Con el segundo la Honorable C�mara de Diputados comunica que prest� su aprobaci�n a las modificaciones introducidas por el Senado al proyecto de ley que crea el Fondo de Estabilizaci�n Financiera del Sistema de Transporte P�blico de la ciudad de Santiago y dispone otros aportes fiscales que indica. --Se toma conocimiento y se manda a archivar el documento junto a sus antecedentes. )------------------------( El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra la Honorable se�ora Alvear. La se�ora ALVEAR.- Se�or Presidente, de modo muy sucinto quiero compartir en esta Sala un par de reflexiones en torno a la iniciativa en discusi�n. Tal como lo han expresado otros se�ores Senadores esta tarde, yo tambi�n estoy entre las personas que lamentamos profundamente que al legislar sobre este proyecto no lo hayamos hecho sobre la base de un acuerdo alcanzado entre el Gobierno y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT). Creo que en nuestro pa�s el di�logo social es esencial para avanzar hacia la construcci�n de una sociedad m�s justa, equitativa y cohesionada. Uno puede recorrer -leyendo, mirando- decenas de ejemplos de naciones en donde los grandes acuerdos han permitido alcanzar una mejor distribuci�n de la riqueza que en Chile. Y, como siempre, en cada uno de ellos se repite una caracter�stica com�n: el di�logo social, la negociaci�n y los acuerdos. M�s a�n. Los acuerdos entre Gobierno, empresarios y trabajadores organizados muchas veces alcanzan a otros elementos, m�s all� de lo que pueda ser un di�logo en torno a sus remuneraciones, que por cierto es importante. Recuerdo haber escuchado un importante testimonio cuando el Presidente del Gobierno Espa�ol le relat� al Presidente Lagos -en la �poca en que fui Canciller- que durante las Olimp�adas o la Expo-Sevilla se produjo un acuerdo social para no generar ning�n tipo de conflicto, con el fin de que fuese Espa�a quien ganara con el esfuerzo que se iba a realizar. Creo que cuando se logra un consenso en esa direcci�n, los pa�ses ciertamente progresan m�s. Me parece relevante retomar un tema que hemos conversado en esta Sala en otras ocasiones y respecto del cual usted, se�or Presidente, nos invit� a firmar una iniciativa legal con el prop�sito de crear el Consejo Econ�mico Social. Considero indispensable que procedamos a revisar ese punto. Incluso, por decirlo de alguna manera, creo que estamos en mora con relaci�n a nuestro Acuerdo de Asociaci�n con la Uni�n Europea, por cuanto, adem�s del di�logo que se produce -que felizmente se ha mantenido- entre el Parlamento Europeo y el Congreso Nacional chileno, en el caso del Consejo Econ�mico Social, existe un acuerdo para que tambi�n este se concrete. �Y, por Dios, que dar�a frutos positivos que pudi�semos aprender de ese di�logo fruct�fero entre empresarios, trabajadores y Gobierno! Por ende, lamentando que no se haya producido en esta ocasi�n un acuerdo entre el Gobierno y los trabajadores, vamos a aprobar la iniciativa en debate. Pero me parece oportuno recordar lo valioso que podr�a ser avanzar en esa otra direcci�n, as� como tambi�n -y debo decirlo con cierta frustraci�n- podr�amos haber obtenido de esta iniciativa algo m�s que los 144 mil pesos que se proponen, m�s el salto que esperamos lograr por el nivel de crecimiento que nuestro pa�s logre. Espero que en los a�os venideros podamos conocer en el Congreso Nacional proyectos concordados socialmente, porque estoy segura de que si as� fuera, habr�amos sido capaces de tener un ingreso m�nimo mayor al que estamos aprobando hoy. He dicho. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Gazmuri. El se�or GAZMURI.- Se�or Presidente, a estas alturas, deseo fijar mi posici�n sobre algunos temas en esta discusi�n que realizamos todos los a�os y que es de gran importancia. En efecto, el salario m�nimo es el ingreso que percibe una cantidad significativa de trabajadores del pa�s. No son muchos. Pero constituyen aproximadamente el 10 por ciento de la mano de obra. Felizmente las remuneraciones del resto de los trabajadores ocupados est�n por sobre el ingreso m�nimo. Pero, sin duda, se trata de una se�al importante con respecto a los trabajadores con menos calificaci�n y con empleo m�s precario. Ahora bien, en primer t�rmino, lamento muy profundamente que no haya existido acuerdo entre el Gobierno y la Central Unitaria de Trabajadores. Me formo la opini�n -he seguido el proceso no muy de cerca- de que hubo rigidez excesiva del Gobierno y, de manera fundamental, me preocupa la incomprensi�n que se tuvo en su momento con respecto al valor del acuerdo. Al margen de lo que siempre es importante, los t�rminos del acuerdo, considero que el valor de este en un pa�s como el nuestro, con trabajadores organizados, va m�s all� del mero significado econ�mico concreto que habr�a supuesto un convenio como el que se estaba planteando, por dos o tres a�os. Entonces, deploro que no se haya logrado este acuerdo. Y, seg�n la informaci�n de que dispongo, ello deriv� de una posici�n del Gobierno en extremo r�gida. En segundo lugar, en cuanto al nivel de la discusi�n planteada ac�, debo recordar que siempre est� presente el argumento de que fijar salario es un arbitrio, por lo cual habr�a que dejar a este libre, ya que de lo contrario existir�an efectos contraproducentes en el empleo. La evidencia mundial no se�ala que sea as�. En gran parte de las econom�as maduras y menos maduras existe esta instituci�n. Y no se puede decir que fijar un m�nimo salarial signifique necesariamente atentar contra la ocupaci�n. Se trata de un argumento liberal que se repite siempre. Yo alguna vez -no lo traje en esta ocasi�n, para no reiterar el argumento- le� el editorial de "The Times" del d�a en que se aprob� la jornada de ocho horas, hace ya m�s de un siglo: reproduc�a exactamente los editoriales aparecidos en "El Mercurio" cuando hacemos planteamientos que significan mejorar la legislaci�n laboral. O sea, esa idea liberal antigua acerca de la intervenci�n p�blica en materia del mercado laboral es completamente falsa, nada tiene que ver con la experiencia de las econom�as de las sociedades en los �ltimos a�os. Ahora, concuerdo con lo que se�al� el Senador se�or Ominami en el sentido de que, si el salario m�nimo se halla demasiado desalineado de la productividad del trabajo, de la productividad total de los factores del ciclo econ�mico, una decisi�n arbitraria muy alta puede significar freno al empleo. Por consiguiente, es muy precisa la discusi�n sobre el nivel que en determinado pa�s, en determinada econom�a, en determinada coyuntura, puede alcanzar el esfuerzo por fijar una base obligatoria universal al valor del trabajo. Y eso lo estamos fijando aqu� en consideraci�n, no a una ley del mercado, sino a una convenci�n social -vale decir, a una ley nacida de ambas C�maras-, basados obviamente en nuestra realidad. En tal sentido, este salario m�nimo es completamente sostenible. Yo creo -es mi punto de vista- que se encuentra por debajo de lo posible y de lo deseable. �Por qu� de lo posible? Porque estamos con una econom�a en expansi�n; con un ciclo que tiende al crecimiento; con un salario m�nimo que impacta a una parte de la masa laboral; con holguras todav�a (porque a�n no alcanzamos el potencial de crecimiento del pa�s). En consecuencia, no comparto la idea de que una elevaci�n un tanto m�s del salario podr�a tener impacto inflacionario o podr�a llevar a la autoridad monetaria -es otro de los argumentos que he escuchado- a subir las tasas y, por consiguiente, a desalentar el crecimiento (es una hip�tesis; porque, desgraciadamente, existen dos autoridades econ�micas por completo independientes), que son los mismos temores que hubo cuando se reformul� la regla fiscal. Entonces, all� hay un debate que es indispensable profundizar. Sin duda, el salario m�nimo envuelve un elemento de solidaridad. �Qu� decimos al hablar de "un elemento de solidaridad"? Que el salario m�nimo tiene una intenci�n redistributiva. O sea, no es solo inflaci�n y productividad: tiene un factor corrector; una dimensi�n econ�mica; una dimensi�n social; una dimensi�n civilizatoria. Y quiero dar un �ltimo argumento, que nunca se pone. Chile no es un pa�s con salarios muy altos. Aqu� los salarios son medios. Eso tiene que ver con nuestra formaci�n de capital humano; lo se�al� la Senadora se�ora Matthei. Sin embargo, el punto que nunca se pone en esta materia es que, si algo se encuentra desalineado, son las utilidades del capital. El pago al capital en nuestro pa�s est� completamente desalineado respecto de econom�as similares. Aqu� hay industrias completamente reguladas. Tienen demanda fija y precio fijo; es decir, demanda segura y precio seguro, que es "el sue�o del pibe" de un empresario. Eso no es econom�a de mercado. La econom�a de mercado es la definida por la competencia. Cuando en un monopolio p�blico, como el de las sanitarias, me aseguran demanda cautiva y precio fijo, no estoy en econom�a de mercado, sino en una econom�a completamente regulada. Porque es monop�lica. Y, adem�s, el mercado es cautivo. En cuanto al agua, por ejemplo, el mercado no puede decir: "Se�or: voy a apretar otro grifo". No tiene otro grifo. El se�or �VILA.- �Es casi como el narcotr�fico�! El se�or GAZMURI.- Entonces, tiene mercado cautivo y precio fijo. �Y cu�l es la utilidad de la industria sanitaria en Chile? �20 por ciento al a�o! No hay en el mundo sectores regulados que posean esos niveles de utilidad garantizada. Ellos alcanzan al 10 por ciento. El sistema financiero en Chile registra utilidades del orden de 50 por ciento. No hay en el mundo -�en el mundo!- sistemas financieros con esos niveles de utilidad. No estoy haciendo un discurso antiguo, se�or Presidente, sino un discurso completamente moderno. Entonces, hay aqu� una cuesti�n relacionada con la distribuci�n de la riqueza social. Y este es el punto final: el producto social se distribuye de un modo muy inequitativo. �Ese es el drama de Chile! Y resulta muy dif�cil resolverlo. Pero es necesario enfrentarlo de verdad. No s�lo hay que ponerlo en las campa�as pol�ticas. Segu� muy de cerca, desde el punto de vista program�tico, la �ltima campa�a presidencial. El gran tema fue el de la igualdad. No fue el de la seguridad ciudadana, ni el del crecimiento, ni el de la pobreza, ni el de la educaci�n, en fin. Chile es un pa�s desigual. Fuimos convocados por las organizaciones empresariales para se�alar c�mo combatir�amos la desigualdad. �Pas� la elecci�n, pas� el tema�! Ese es un gran problema que arrastra nuestro pa�s desde hace muchos a�os. Y no se resuelve con una medida, sino con un conjunto de pol�ticas, p�blicas y privadas. Tiene que ver con la educaci�n, con la baja sindicalizaci�n, con la falta de regulaci�n de algunas �reas, con malas regulaciones; es decir, con un c�mulo muy grande de materias. La situaci�n es dif�cil, porque vivimos en una econom�a global capitalista que tiende a la concentraci�n y a la desigualdad, no s�lo en Chile, sino en todo el mundo. Por lo tanto, no se trata de resolverla con palabras y discursos f�ciles, pero s�, al menos, con pol�ticas que en lo posible centren la atenci�n en generar mejores condiciones de igualdad. La modesta iniciativa de ley que hoy aprobaremos es del tipo de decisiones que toman las sociedades que apuntan en tal sentido: a garantizar ciertos pisos civilizatorios m�nimos de remuneraci�n al trabajo, lo que significa condici�n de vida para los sectores menos calificados de la sociedad. Por supuesto, voy a votar a favor, porque me parece que, con todo, estamos dando un aumento relevante. Eso no lo niego. Pero, sin duda, nos hallamos por debajo de lo posible en esta econom�a en expansi�n -creo que ha habido rigidez en la conducci�n econ�mica- y, ciertamente, muy debajo todav�a de lo deseable, si lo que queremos de verdad es una sociedad m�s igualitaria. Eso se resuelve con muchas medidas; pero, entre otras cosas, con un nivel general de salarios sustantivamente m�s alto que el que tienen los trabajadores y trabajadoras de nuestro pa�s. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Kuschel. El se�or KUSCHEL.- Se�or Presidente, el salario m�nimo no afecta solo al 10 por ciento de la fuerza laboral de nuestro pa�s, sino adem�s a cerca del 8 por ciento de la gente que se halla cesante. Yo represento a la D�cima Regi�n Sur, que est� a mil kil�metros de Santiago. Para llegar a la Capital tenemos que pagar 10 peajes. Sale m�s caro viajar a Santiago que ir a Buenos Aires. Mi Regi�n es la que presenta la mayor proporci�n de peque�os y medianos empresarios. Ello, entre otras cosas, por su origen campesino: es la m�s rural. Se trata de la Regi�n que tiene m�s pesca artesanal, m�s transportistas, m�s servicios. Estamos desarrollando actividades acu�colas. Sin embargo, varios de aquellos empresarios a veces no pueden pagar la remuneraci�n m�nima porque muchas personas -ese casi 20 por ciento a que me refiero- no tienen calificaci�n suficiente para desarrollar una tarea o no pueden aportar y en algunas ocasiones constituyen m�s una dificultad que un apoyo para la respectiva empresa. Como dec�a el Senador se�or Mu�oz Barra, si alguna de esas personas jubila, el peque�o o el mediano empresario que tiene un taller, por ejemplo, piensa mucho antes de contratarla como trabajador de reemplazo. Antes bien, a veces trata de comprar equipo, maquinaria, para evitar problemas que nuestra propia legislaci�n laboral le provoca gratuitamente por la v�a de los impuestos. Se�or Presidente, otro tema que se halla ausente de la discusi�n -no s� por qu�- es el de la distribuci�n del ingreso. Seg�n estudios realizados sobre la materia, la gente que se encuentra jubilando en Chile tiene mayor diferencia de ingreso que la que est� entrando al mercado laboral. Y se cita como ejemplo la generaci�n de 1981. Todos los j�venes que ahora se incorporan al mercado laboral perciben ingresos mucho m�s parejos que los de aquellos que lo hac�an 50, 40, 30 � 20 a�os atr�s. O sea, hemos avanzado en materia de igualdad de ingresos. Pero queda mucho por hacer. Y suscribo lo planteado por los Senadores se�ora Matthei y se�or Mu�oz Barra. Creo que, si nuestra fuerza de trabajo se fuera capacitando antes y durante el per�odo laboral, podr�a acceder a mejores remuneraciones. Tambi�n aprecio eso en mi Regi�n. Porque tenemos m�s equipada que nunca a nuestra poblaci�n. En todas las calles hay "tacos" (por supuesto, no nos hacen Transantiago o dobles v�as; tampoco existen grandes obras urbanas, porque las inversiones de esa �ndole se concentran en el centro del pa�s). Pero he conocido en ella a j�venes con escasa calificaci�n, sin gran educaci�n, pero muy esforzados, que han ascendido en su carrera laboral y logrado ser trabajadores muy calificados, con altas remuneraciones. Antes, lamentablemente, la gente del sur, en especial la de Chilo�, se iba a la Patagonia, chilena o argentina. Ahora cuenta con espacios de trabajo en la D�cima Regi�n. Nosotros tenemos experiencias de fijaci�n de sueldo m�nimo afortunadas y desafortunadas. Yo sugiero que tambi�n analicemos un poco nuestra historia econ�mica reciente para ver c�mo, en ciertas ocasiones, al determinar un salario m�nimo inadecuado hemos desenganchado el crecimiento econ�mico de los aumentos en el empleo. Chile ha registrado a veces altas tasas de crecimiento econ�mico, pero las de contrataci�n de trabajadores han sido inferiores. Averig�emos las causas. Varios estudios de economistas y especialistas en econom�a laboral han descubierto algunas. En mi opini�n, debemos remitirnos igualmente a eso. He dicho. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- A solicitud de diversos se�ores Senadores, procedo a abrir la votaci�n. En votaci�n la idea de legislar. --(Durante la votaci�n). El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Bianchi. El se�or BIANCHI.- Se�or Presidente... El se�or GAZMURI.- Perd�n, Su Se�or�a, pero necesito formular una consulta a la Mesa. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Puede hacerla, se�or Senador. El se�or GAZMURI.- �Hay otro asunto por tratar? El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- No. El se�or GAZMURI.- Lo pregunto, se�or Presidente, porque al abrir la votaci�n se corre el riesgo, severo y cierto, de que queden muy pocos Senadores en la Sala. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Le voy a se�alar dos cosas, Su Se�or�a. Primero, diversos se�ores Senadores me pidieron que abriera la votaci�n porque deben viajar, tomar un vuelo, en fin. Segundo, hace pocos minutos me informaron que la C�mara de Diputados introdujo una modificaci�n al proyecto que establece beneficios para el personal del sector Salud. Para tratar esa iniciativa, que viene en tercer tr�mite constitucional, se requiere acuerdo un�nime de Comit�s. Sin embargo, a�n no llega el oficio. Lo estamos esperando, para ver en qu� consiste la enmienda y proceder a votarla. El se�or GAZMURI.- En tal caso, yo no abrir�a la votaci�n. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Varios Senadores se van a ir de todas formas. El se�or GAZMURI.- S�, pero se ir�n con la responsabilidad de que no se apruebe el proyecto sobre salario m�nimo. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Ya abr� la votaci�n, en mi calidad de Presidente. Ahora, salvo que la Sala rechace� El se�or PROKURICA.- Se�or Presidente, �por qu� no pide el asentimiento de la Sala para tratar el proyecto de Salud a fin de que los se�ores Senadores se queden? El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Acabo de decir que no podemos tratarlo porque no hemos recibido el oficio de la C�mara de Diputados. Si no llega, quedar� pendiente hasta la pr�xima semana. No puedo hacer milagros, se�ores Senadores, ni tampoco dejar de abrir la votaci�n de la iniciativa sobre ingreso m�nimo. El se�or �VILA.- �Por qu� no, se�or Presidente? Puede no abrir la votaci�n. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Ya tom� la decisi�n de abrirla. El se�or HOFFMANN (Secretario General).- Se�or Senador, estamos en votaci�n. El se�or GAZMURI.- Se�or Presidente, adopte la decisi�n contraria: las cosas se deshacen de la misma manera como se hacen. El se�or HOFFMANN (Secretario General).- Ya est� abierta la votaci�n. El se�or MU�OZ BARRA.- As� es. El se�or HOFFMANN (Secretario General).- De hecho, ya votaron algunos Senadores que se retiraron de la Sala. En consecuencia, no hay nada que deshacer. El se�or �VILA.- �La habr�n abierto sigilosamente�! El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- No: abr� la votaci�n hace 2 minutos y 10 segundos. El se�or HOFFMANN (Secretario General).- Y el Honorable se�or Bianchi hab�a comenzado a fundar su voto. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Senador Bianchi para fundamentar su voto. El se�or BIANCHI.- Se�or Presidente, tambi�n lamento que no haya existido acuerdo entre la gente de la CUT y el Gobierno. Uno puede desprender, entonces, que a veces se negocia hablando pero con los o�dos tapados, lo cual impide el logro de acuerdos beneficiosos para la clase trabajadora, que hoy d�a est� esperando que nos pronunciemos respecto a esta materia tan importante para millones de personas. Ahora bien, creo indispensable tener indicadores regionales - IPC regional, canasta regional-, porque tal vez son la medida m�s precisa para establecer la diferenciaci�n de sueldos de las Regiones con respecto a la zona central. Esos indicadores son tremendamente necesarios, pues, de existir, permitir�an demostrar las enormes diferencias de precios que se registran entre productos iguales en Regiones -extremas o no, pero Regiones al fin y al cabo- y en el centro de Chile. Por eso, el sueldo m�nimo acordado no deber�a ser igual para todo el pa�s. Tendr�a que haber un distingo, de acuerdo con el costo de la vida en cada Regi�n. Es un aspecto interesante de analizar, para proponerlo al Ejecutivo. Por otra parte -tambi�n es relevante discutir al respecto-, ya hemos hablado en esta Sala de que no es lo mismo pagar el salario m�nimo para un mipyme -el m�s peque�o de los emprendedores- que para una gran empresa. Y siento que la soluci�n de fondo no es tan compleja. Esto pasa por los niveles de facturaci�n y de utilidad. Vale decir, una empresa peque�a, que tiene muy baja venta, con toda seguridad no podr� absorber el ingreso m�nimo que hoy se impone. Y, para una empresa grande, el monto terminar� siendo algo de poca envergadura y de muy f�cil cumplimiento. O sea, se registra una extraordinaria injusticia con la imposici�n de un ingreso m�nimo, el cual es necesario incorporar. Pero si bien establecemos que es un m�nimo y no un m�ximo, debiera haber tambi�n, a lo menos, alguna exigencia para que las grandes empresas contemplen un ingreso diferenciado, en comparaci�n con las m�s peque�as. Una tercera reflexi�n. El Gobierno ha dictado leyes de excepci�n y a la Regi�n de Magallanes -como usted bien sabe, se�or Presidente- la favorecen algunas. Pero, desgraciadamente, no existen leyes de inclusi�n para con el trabajador. O sea, las empresas que leg�timamente se instalan en esa Regi�n, tal como lo dijo el Senador se�or Mu�oz Aburto, hacen fortuna -est�n en Tierra del Fuego, �ltima Esperanza, Punta Arenas, en fin- y se benefician de tratamientos especiales, pero ello no incluye al sector laboral. Por lo tanto, el trabajador gana el ingreso m�nimo que se percibe en cualquier otro lugar del pa�s, no obstante que el costo de vida en Magallanes es, a lo menos, 25 por ciento superior que el de la zona central. Por eso, tambi�n, respaldo la definici�n de macrozonas, para los efectos de los ingresos diferenciados a que hac�a referencia el Honorable se�or Mu�oz Aburto en su intervenci�n. Indudablemente, votar� a favor del proyecto, porque es lo que hay, Pero no es lo que uno desea. Creo que nadie puede anhelar que una persona tenga este ingreso, que, a la larga, ni siquiera le permite una proyecci�n m�nima de vida, adquirir bienes en el futuro, mejorar la educaci�n de los hijos, etc�tera. Pero ya estamos en esto. Y me encantar�a que hubiese una mayor sensibilidad con la clase trabajadora. Y no formulo un discurso populista -no es esa la intenci�n ni el esp�ritu del debate-, sino que s�lo apunta a coincidir con lo expresado por los se�ores Senadores presentes, en el sentido de que tal vez estamos votando a favor porque es lo que tenemos, mas nos hubiera gustado que el Gobierno llegase a un mejor entendimiento con la CUT. He dicho. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Navarro. El se�or NAVARRO.- Se�or Presidente, integr� durante m�s de 12 a�os la C�mara de Diputados, y cada vez que ten�amos que discutir y aprobar el ingreso m�nimo se originaba una fuerte discusi�n pol�tica, econ�mica, cuya caracter�stica �nica y esencial era la frustraci�n. Porque nadie puede vivir con esa suma de dinero. Si se considera lo que esta �ltima permite, cabe consignar que cada miembro del hogar s�lo puede comer un pan y medio diario; arroz, s�lo en seis comidas al mes; tallarines, una vez a la semana; carne, una vez al mes, al igual que pollo; vienesas, dos veces al mes, y dos huevos mensuales. Vale decir, la canasta m�nima contemplada -referente esencial- es una "canasta de miedo". El ingreso m�nimo es un "salario del miedo". Y no cubre las necesidades b�sicas que puede tener una familia. Cuando el Comit� de Derechos Econ�micos, Sociales y Culturales de la Organizaci�n de las Naciones Unidas, en 2003, demand� a nuestro pa�s una respuesta respecto de los alcances del ingreso m�nimo, Chile asegur� que las medidas respectivas eran suficientes para las condiciones de una vida digna. Tal fue la escueta contestaci�n del Gobierno. Hoy estamos debatiendo un ingreso m�nimo de 144 mil pesos mensuales, equivalentes a 273 d�lares. Y es claro que estamos intentando proteger a quienes no pueden negociar su remuneraci�n. En Chile, si bien la negociaci�n colectiva es un derecho constitucional -es decir, corresponde a todos los trabajadores, a excepci�n de los que expresamente la ley se�ala: los empleados p�blicos, las Fuerzas Armadas-, lo cierto es que no m�s de 10 por ciento del sector laboral negocia colectivamente. Y quienes pueden hacerlo se hallan en una situaci�n de absoluta vulnerabilidad. Las estad�sticas se�alan que los reajustes reales sufrieron una reducci�n progresiva, en su tasa de crecimiento, desde 1996 a 1999. Es decir, ha venido a la baja la tasa porcentual de negociaci�n de los trabajadores asalariados, de aquellos que tienen derecho a negociar colectivamente. Un caso: Bellavista Oveja Tom�, a�o 2006. Empresa con problemas. Crisis textil. Se llega a 10 por ciento de rebaja voluntaria, conforme a un acuerdo con los trabajadores, a fin de colaborar. Y si la situaci�n de quienes negocian colectivamente es precaria, vulnerable, la de los 600 mil, 800 mil, que reciben el ingreso m�nimo es mucho peor, pues carecen de esa posibilidad. O sea, este �ltimo sector se halla sujeto al resultado del presente debate: a cu�nto somos capaces de aumentar la cifra, en acuerdo con el Gobierno, porque no tiene ninguna capacidad de negociar con sus empleadores. Tengo la certeza de que si no existiera el ingreso m�nimo no estar�amos discutiendo el monto b�sico que se debe ganar. No ser�an 144 mil pesos, sino 80 mil, 90 mil, 110 mil, pues la tendencia ser�a a la baja. No se respetar�a un ingreso m�nimo. En efecto, la mayor cantidad de personas en busca de trabajo gatillar�a una reducci�n de la cifra. Y algunos sostendr�n que se trata de un elemento claramente compensatorio, para poder combatir el desempleo. Pero nosotros afirmamos que el actual ingreso m�nimo no permite ni siquiera adquirir la denominada "canasta b�sica". Por eso, se�or Presidente, cada vez que tenemos que discutir el asunto se suscita un debate muy ingrato. Porque, en definitiva, no se puede aumentar la cifra, salvo en las negociaciones previas. Y la C�mara de Diputados ya hizo un esfuerzo. Tampoco es posible un rechazo, porque algunos dir�an: "A ver c�mo se comportan aquellos que dicen defender a los trabajadores". �Por qu� no proponer un ingreso m�nimo de 160 mil pesos, o bien, como pide la CUT, de 145 mil de manera inmediata? Vale la pena formular la pregunta al se�or Ministro de Hacienda, pero me parece importante el punto de vista del se�or Ffrench-Davis. Espero que este �ltimo pueda incorporarse al Banco Central, aunque no quiera, y que el se�or Corbo deje la Presidencia de ese organismo, porque, en todas las fundamentaciones referidas a los equilibrios macroecon�micos y, en particular, a la inflaci�n, el Instituto Emisor sigue jugando un rol determinante. En Estados Unidos -y algunos de los economistas que me escuchan lo saben mejor que el Senador que habla, que no lo es-, el Banco Central se preocupa del crecimiento, del desempleo y de la inflaci�n; el nuestro, en cambio, pone un �nfasis excesivo, seg�n la opini�n de muchos, en la inflaci�n. Ffrench-Davis afirma que es posible fijar un ingreso m�nimo de 145 mil pesos ahora, pues ello "no tendr�a un impacto indeseado para consolidar la recuperaci�n". Y contin�a: "Las buenas expectativas econ�micas para este a�o est�n basadas, entre otras razones, en dos factores centrales: Primero, el impacto positivo en la econom�a nacional producto de la expansi�n del gasto p�blico," -a contrario sensu de lo que muchos sosten�an- "y su mayor calidad, considerado en presupuesto 2007 y, segundo, un contexto mundial de crecimiento de las econom�as de pa�ses desarrollados y la expansi�n de China y la India, lo que ha repercutido favorablemente en nuestros t�rminos de intercambio. Los excedentes del cobre son una oportunidad para ir introduciendo reformas pro desarrollo productivo y pro equidad". El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Se ha completado su tiempo, se�or Senador. El se�or NAVARRO.- Termino en seguida, se�or Presidente. En definitiva, estaban dadas las condiciones para un ingreso m�nimo de 145 mil pesos. El se�or Ministro de Hacienda ha dicho que la cuesti�n depender� del crecimiento de la econom�a de aqu� a diciembre. Deseo reiterar que el Senador que habla era partidario de una negociaci�n a dos, a tres a�os, porque, quer�moslo o no, en 2008 hay elecciones. Y la Oposici�n dir� que esta ser� una materia de presi�n social. Y el Gobierno intentar� salvar el asunto con los menores costos posibles. Y como en 2009 tambi�n habr� elecciones, claramente hubi�ramos preferido un acuerdo que diese tranquilidad a los trabajadores, para establecer un alza progresiva de acuerdo con la media proyectada de crecimiento econ�mico. Hoy d�a no satisfacen los 144 mil pesos, se�or Presidente. Pero si coherentemente vot�ramos en contra de lo que decimos que no nos gusta, el resultado ser�a desastroso: el ingreso m�nimo quedar�a en 135 mil pesos, lo que impedir�a un avance que, siendo importante, no resulta suficiente. He dicho. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or �vila. El se�or �VILA.- Se�or Presidente, �"son�" Ffrench-Davis para el Banco Central...! �Ni siquiera deseo mencionar d�nde lo quiero, para no quemarlo...! El se�or CHADWICK.- �Qu� rosa va a sacar hoy d�a del lodazal, se�or Senador? El se�or �VILA.- A prop�sito, esa met�fora recorri� el mundo, se�or Presidente. El se�or LONGUEIRA.- �Lo ha recorrido el lodazal! El se�or �VILA.- �Aspiro a que no vaya m�s all� del Transantiago, porque, de lo contrario, habr� que andar con botas...! La verdad es que ans�o que a este lodazal le ocurra lo mismo que a ese lago en el sur: que desaparezca de la noche a la ma�ana. Y que, de paso, si es posible, se lleve al Ministro de Hacienda... El se�or CANTERO.- �Qu� le ha hecho el Ministro de Hacienda, se�or Senador? El se�or �VILA.- El Honorable se�or Cantero me formula una pregunta. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Le solicito dirigirse a la Mesa, Su Se�or�a. El se�or �VILA.- Por su intermedio, se�or Presidente, deseo manifestar que al se�or Ministro, aunque �l no lo crea, le tengo una gran estimaci�n como persona,� El se�or CANTERO.- �Menos mal...! El se�or PROKURICA.- �Por suerte...! El se�or �VILA.- � pero, mientras ocupe ese cargo y se comporte como hasta ahora lo ha hecho, sin duda va a recibir de m�, constantemente, un l�tigo acerado sobre su dorso. Con relaci�n a esto mismo, imaginaba que el se�or Secretario de Estado no iba a desperdiciar la oportunidad de "estibar mejor la carga" y, as�, no andar siempre ladeado para la derecha. Esta vez, dije, va a tener el buen tino de hacer una oferta a la CUT que deje satisfechos a los trabajadores, de modo que estos perciban que al menos hay una se�al del Gobierno en orden a poner mayor equilibrio en lo concerniente a la distribuci�n de la riqueza. As� como en un momento se le ocurri� un proyecto para beneficiar a los grandes grupos econ�micos sin que estos lo pidieran, pens�: "Ahora escuchar� el llanto de los trabajadores y va a condescender, en t�rminos de poder satisfacer sus leg�timas demandas". �No fue as�! Los 145 mil pesos no son una cifra arbitraria, ni tampoco imposible. Desde luego, un economista tan prestigioso como el que aqu� se ha mencionado, Ricardo Ffrench-Davis, ha declarado recientemente, a ra�z del tema: "Est�n todos los elementos para que se reajuste el salario m�nimo a 145 mil pesos mensuales". La verdad es que resulta casi vergonzoso, como pa�s, que tengamos que establecer un piso tan precario para un porcentaje importante de compatriotas. Ello revela los enormes niveles de desigualdad a�n subsistentes. En Espa�a, el ingreso m�nimo es de mil euros. Pues bien, all� hay una sociedad que se ha cuidado de mantener un m�nimo de equilibrio entre sus componentes y las personas pueden tener una vida digna, aun la que desempe�e el m�s modesto de los oficios. De esa forma, los pueblos pueden avanzar hacia metas y desaf�os importantes. Pero mientras nosotros carguemos con este lastre, que s�lo surge en el debate p�blico al momento de las elecciones, no tenemos ninguna posibilidad de mejorar la condici�n de tantos chilenos que hoy expresan su rencor social de mil maneras -a veces, aprovechando hasta un partido de f�tbol- para descargar toda su ira contra un sistema que los ha sometido a niveles de desigualdad francamente vergonzosos y, por supuesto, lacerantes para cualquier conciencia medianamente noble. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Termin� su tiempo, se�or Senador. El se�or �VILA.- Ya se ha hecho casi un h�bito entre nosotros hacer una reflexi�n profundamente cr�tica y, al final, un brusco giro, para terminar aceptando exactamente lo contrario de lo que se sostiene. El se�or PROKURICA.- �Hemos tenido varios ejemplos en estos d�as...! El se�or �VILA.- Ahora bien, esto, que parece una contradicci�n insalvable, no lo es tanto si se piensa que tenemos un compromiso pol�tico, afectivo, con el Gobierno del cual formamos parte y, en particular, con su Presidenta, aun cuando registre algunas "ca�das" en ciertos nombramientos. En todo caso, y al igual que la dolorida reflexi�n de muchos de mis Honorables colegas, debo decir que no estoy de acuerdo con el ingreso m�nimo que se ha fijado, porque es muy bajo, en circunstancias de que pod�a haber alcanzado, a lo menos, un punto m�s. Pero, en raz�n de nuestro compromiso, del que no podemos deshacernos, apoyar� el proyecto enviado por el Ejecutivo, en la esperanza de que en el camino rectifiquen respecto de tantas medidas que necesitan un poco m�s de componente social. He dicho. )------------------( El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario General).- En este momento ha llegado a la Mesa un oficio de la Honorable C�mara de Diputados, en el cual comunica que dio su aprobaci�n, con una enmienda, al proyecto que establece beneficios para el personal del sector Salud, raz�n por la cual el Senado puede tratarlo en esta sesi�n (bolet�n N� 4.545-11) (V�ase en los Anexos, documento 10). El se�or COLOMA.- �Resolv�moslo altiro! El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Estamos en votaci�n, Su Se�or�a. Y a�n quedan tres inscritos: los Honorables se�ores V�squez, Longueira y Horvath. Una vez despachado el proyecto que nos ocupa procederemos a debatirlo. )------------------( El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or V�squez. El se�or V�SQUEZ.- Se�or Presidente, creo que en esta discusi�n ha habido algunos elementos que se han olvidado. La inflaci�n anualizada, entre junio de 2006 y mayo reci�n pasado, es de 2,9 por ciento. Lo anterior implica que llevar el ingreso m�nimo de 135 mil a 144 mil pesos -en t�rminos brutos, significa un aumento de 6,7 por ciento- s�lo mejora la situaci�n real de esa remuneraci�n en 3,8 por ciento, es decir, algo menos que el crecimiento del a�o 2006, que fue de 4 por ciento. Y llevarlo a 145 mil pesos implica un total de 7,4 por ciento, que, descontada la inflaci�n anualizada, significar�a un 4,5 por ciento. En consecuencia, la primera observaci�n que hay que hacer, a partir de los fr�os n�meros, es que vincular un crecimiento de 5,8 por ciento o m�s para otorgar una remuneraci�n con 4,5 por ciento real significa que los trabajadores no est�n participando totalmente del crecimiento del pa�s. No obstante ello, se debe reconocer que llevarlo a 7,4 por ciento sobre la base de 2,9 por ciento de inflaci�n anualizada constituye una mejora pocas veces vista. El problema fundamental dice relaci�n a de qu� forma los trabajadores tienen la posibilidad de participar, en t�rminos igualitarios, del crecimiento econ�mico del pa�s. Lamentablemente, de acuerdo con las normas constitucionales, es de iniciativa exclusiva del Ejecutivo el fijar remuneraciones obligatorias al sector privado. Por ello, nosotros no debemos sino concordar con el m�ximo que nos proponga el Gobierno. Sin embargo, eso no implica que no tengamos alternativas distintas. La bancada de Senadores radicales present� un proyecto de ley mediante el cual se sube la gratificaci�n obligatoria, de 4,75 ingresos m�nimos, cuando las empresas superen determinado porcentaje de su actual utilidad. Este procedimiento se establece mediante trienios, de modo de llegar hasta 7 ingresos m�nimos, en vez de los 4,75. Esto har�a participar efectivamente a los trabajadores en las utilidades obtenidas por las empresas m�s importantes, sin gravar a las peque�as empresas y con la posibilidad de que el sector laboral tenga una mejor participaci�n en el producto interno bruto. No es grato reconocer que, como creemos que va a ocurrir, en el ingreso de los trabajadores se registrar� 4,5 por ciento real, contra 5,8 por ciento de crecimiento del pa�s. No obstante, tal como se ha dicho, deberemos votar a favor, porque eso es lo que ofrece el Ejecutivo. Sin embargo, pienso que hay un segundo punto que se ha olvidado. El proyecto propone parte de la soluci�n de los problemas aqu� planteados, al otorgar capacitaci�n a los trabajadores que s�lo perciban el ingreso m�nimo, con el fin de que ello, como se ha dicho, permita una mejor productividad y de que esta se transforme, efectivamente, en un mejoramiento de remuneraciones. De alguna manera, la iniciativa va por una senda correcta en orden a que la mejor capacitaci�n conlleve mayor productividad a los trabajadores, haciendo posible que, incluso, obtengan en las pymes o en las mipymes una mejor remuneraci�n, pues su aporte a los ingresos de la empresa ser� mayor. Desde ese punto de vista, el proyecto resulta novedoso, y amerita nuestra aceptaci�n. Por lo expuesto, anuncio mi voto a favor. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Longueira. El se�or LONGUEIRA.- Se�or Presidente, es la primera ocasi�n en que me toca pronunciarme como Senador en un proyecto de reajuste del ingreso m�nimo mensual. Durante mis cuatro per�odos como Diputado me toc� hacerlo en muchas oportunidades. Creo que este es tal vez uno de los tipos de iniciativa donde m�s demagogia se hace durante su discusi�n. Por eso, me alegro de la seriedad con la que hoy se ha efectuado el debate, lo que, por cierto, no ocurri� muchas veces en la C�mara Baja. Y est�n los textos de mis intervenciones, en las que rechazaba precisamente la demagogia que se hac�a en esta materia. Siempre he respaldado lo que el Ejecutivo ha propuesto. Porque considero que este posee m�s antecedentes, m�s informaci�n, lleva adelante un proceso de negociaci�n -en especial, con la Central Unitaria de Trabajadores-, y finalmente, propone una cifra. Tal como se ha dicho, la cifra que se plantea implica un aumento significativo, porcentualmente y en t�rminos reales. Y, dados el bajo crecimiento y la alta cesant�a en el pasado, obviamente no hubo saltos relevantes durante varios a�os. Quiero rescatar en esta ocasi�n dos cosas. En primer lugar, pienso que el que se haya vinculado el ingreso m�nimo al mayor crecimiento del pa�s genera un est�mulo y constituye una se�al para el chileno en el sentido de que, cuando la econom�a crece, tiene un beneficio. Es muy discutible, por cierto, si debi� haber partido en 145 mil -m�s mil pesos- si el crecimiento era de 5,8 por ciento. Pero deseo valorar y rescatar el que se haya incorporado por primera vez este concepto, dado que nadie lo ha manifestado en forma tan expresa. Soy de quienes creen que el ingreso m�nimo cumple un rol social. Tengo la convicci�n m�s �ntima de que, si no existiese, se les pagar�a menos a las personas que hoy lo reciben. Por eso, hay que fijarlo con mucha responsabilidad, con mucho criterio. Ello, porque resulta evidente que, si lo subimos a cifras que no corresponden a nuestra econom�a, ser� finalmente la gente m�s pobre la que terminar� pagando los costos, con per�odos de cesant�a, con no cancelaci�n de imposiciones -lo que perjudica su jubilaci�n-, o pidiendo no ser contratada formalmente. Reitero: tengo la convicci�n de que hay que fijar esta cifra con mucha seriedad y no hacer demagogia con ella, aunque reconozco que ning�n Senador querr�a que el monto fuera el que se propone. Eso se encuentra m�s all� de toda discusi�n. Precisamente para contribuir a que exista un mejor pago y para entregar una se�al, como sociedad, de que ese no es el ingreso m�nimo que quisi�ramos alcanzar, he formulado una indicaci�n. Esta apunta a crear un ingreso m�nimo mensual sugerido, el que no es exigible, no es obligatorio, pero se establece como una referencia. Y he planteado que sea 1,5 veces el ingreso m�nimo propuesto en este proyecto, es decir, 216 mil pesos. Constituye, aproximadamente, el ingreso de una familia con tres hijos, en la l�nea de corte de la pobreza. Por lo tanto, considero muy importante crear este sueldo sugerido, que no es exigible legalmente, pues el art�culo 44 del C�digo del Trabajo -por eso no compart� la decisi�n de la Comisi�n de Hacienda de declarar inadmisible la indicaci�n- no hace exigible pagar el ingreso m�nimo que se propone, sino que establece que la remuneraci�n no puede ser inferior al ingreso m�nimo mensual, que es el que fijamos en este proyecto. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Acab� su tiempo, se�or Senador. El se�or LONGUEIRA.- Por lo tanto, se�or Presidente, creo que una indicaci�n de esta naturaleza apunta precisamente a que muchas empresas que pueden pagar un salario mayor al m�nimo se aproximen al sueldo m�nimo mensual sugerido. Dado que, durante la discusi�n y en los pasillos, tanto el se�or Ministro de Hacienda como el del Trabajo compartieron el esp�ritu de la indicaci�n y se comprometieron con quien habla -ya que la firmaron muchos Senadores de la Alianza para debatirla en esta sesi�n-, la voy a retirar. Porque despu�s de la semana de trabajo regional enviaremos un proyecto de ley para incorporar el concepto que mencion� en el art�culo 2� del C�digo del Trabajo, que es donde corresponde establecerlo en forma permanente, por cuanto el Ejecutivo comparte la idea de legislar en la materia. Por tal raz�n, se�or Presidente, anuncio el retiro de la indicaci�n presentada por diversos Senadores de la Alianza. Y en forma paralela, como ya lo se�al�, comparto la iniciativa propuesta por el Gobierno. Por eso, voto a favor. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Horvath, �ltimo orador inscrito. El se�or HORVATH.- Se�or Presidente, al igual que sucedi� con la larga jornada de debate sobre el Transantiago, nos estamos acostumbrando cada d�a m�s a escuchar discursos de se�ores Senadores de la Concertaci�n que hacen una oposici�n rotunda, pero que terminan votando en un 99,9 por ciento a favor del Ejecutivo. En verdad, durante los �ltimos 17 a�os hemos sido testigos de c�mo se puede hacer oposici�n dentro del Gobierno -por lo menos desde el punto de vista medi�tico- con muy buenos resultados. Respecto del sueldo regionalizado, los salarios m�nimos se producen bajo un equilibrio razonable entre la demanda por trabajo y las oportunidades que se brindan y, tambi�n, entre el potencial y las chances de capacitarse para satisfacer esas necesidades. Y en esas dos l�neas sanas, transparentes, debemos trabajar tanto Gobierno como Congreso Nacional para que se otorguen mejores capacidades y mayores demandas por trabajo. Sin embargo, en Chile existen muchas regiones que no cuentan con accesos, que est�n aisladas, a las cuales hay que considerar, desde el punto de vista de Estado, como inversi�n. Porque tienen un gran potencial. Y es as� como surge una cantidad -no muy numerosa ni generosa- de leyes especiales. En el caso de la zona austral, contamos con el decreto ley N� 889, que concede una bonificaci�n para la contrataci�n de trabajadores, que ha sido de bastante utilidad. Ella hace que los empresarios de todo tipo privilegien la contrataci�n de personas por sobre la realizaci�n de operaciones con maquinarias; tiene la ventaja de ser transparente, porque quien cumple los requisitos establecidos recibe la asignaci�n en forma autom�tica, y, como no es un fondo concursable, no queda sujeta a la arbitrariedad de alguna autoridad regional o nacional. Como este decreto vence a fin de a�o, y aprovechando la presencia en la Sala de los se�ores Ministros de Hacienda y del Trabajo, solicitamos la pr�rroga de su vigencia -pero en una forma m�s holgada; no a�o a a�o en la Ley de Presupuestos-, por los beneficios que ha tra�do hasta la fecha. Sin embargo, debe modificarse en el sentido de que la bonificaci�n se vea claramente reflejada en el ingreso de las personas y en sus imposiciones. Eso podr�a satisfacer de muy buena manera el equilibrio entre quienes demandan trabajo y los que acceden a �l. Por tales razones, voto a favor. El se�or HOFFMANN (Secretario General).- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Terminada la votaci�n. --Se aprueba en general y en particular el proyecto (33 votos), y queda despachado en este tr�mite. Votaron los se�ores Allamand, Alvear, Arancibia, �vila, Bianchi, Cantero, Chadwick, Coloma, Escalona, Espina, Frei, Garc�a, Gazmuri, Girardi, G�mez, Horvath, Kuschel, Larra�n, Letelier, Longueira, Matthei, Mu�oz Aburto, Mu�oz Barra, Navarro, N��ez, Ominami, Orpis, P�rez Varela, Prokurica, Romero, Sabag, V�squez y Zald�var. BENEFICIOS PARA PERSONAL DE SECTOR SALUD El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Por acuerdo un�nime de los Comit�s, se ha aceptado alterar la tabla de esta sesi�n especial para incorporar la discusi�n del proyecto, en tercer tr�mite constitucional, sobre establecimiento de beneficios para el personal del sector salud, con urgencia calificada de "suma" (bolet�n N� 4545-11). --Los antecedentes sobre el proyecto (4545-11) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En primer tr�mite, sesi�n 56�, en 3 de octubre de 2006. En tercer tr�mite, sesi�n 28�, en 21 de junio de 2007. Informes de Comisi�n: Salud, sesi�n 19�, en 15 de mayo de 2007. Hacienda, sesi�n 19�, en 15 de mayo de 2007. Salud (segundo), sesi�n 25�, en 13 de junio de 2007. Certificado de Hacienda, sesi�n 25�, en 13 de junio de 2007. Discusi�n: Sesiones 20�, en 16 de mayo de 2007 (se aprueba en general); 25�, en 13 de junio de 2007 (se aprueba en particular). El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario General).- La C�mara de Diputados efectu� una sola modificaci�n al proyecto despachado por el Senado, que consiste en suprimir el p�rrafo tercero del numeral 1) del art�culo segundo transitorio, que se refiere a la no exigencia de t�tulo de t�cnico de nivel superior para la promoci�n de los cargos de la planta de t�cnicos. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- En discusi�n la enmienda introducida por la C�mara de Diputados. Ofrezco la palabra. Tiene la palabra el Honorable se�or Garc�a. El se�or GARC�A.- Se�or Presidente, me es dif�cil comprender y lamento las razones que pudo haber tenido la C�mara de Diputados para eliminar una norma que permite la promoci�n de los cargos de la planta de t�cnicos, sin que sea exigible el t�tulo de t�cnico de nivel superior respecto de los funcionarios que, a la fecha de publicaci�n de la ley, tengan veinte o m�s a�os de servicio como t�cnico param�dico -es decir, veinte o m�s a�os de experiencia en esa funci�n- y que, adem�s, acrediten haber aprobado un curso de auxiliar param�dico o de auxiliar de enfermer�a de 1.500 horas como m�nimo, requisito que -seg�n entiendo-, cumple la inmensa mayor�a de los auxiliares param�dicos que trabajan en los servicios de salud. Lo que hace la C�mara Baja es impedir que personas que llevan veinte a�os trabajando como auxiliar param�dico, y que cuentan con un curso de auxiliar param�dico de 1.500 horas perteneciente a programas reconocidos por el Ministerio de Salud, tengan como tope de su carrera el grado 12. Repito, se�or Presidente: me parece sumamente injusto que a personas que pr�cticamente han entregado una vida entera al servicio de los enfermos en los hospitales y que, adem�s, cumplen con el requisito del curso de 1.500 horas no se les permita acceder al grado tope de su escalaf�n, que es el 12. Me gustar�a que este p�rrafo se repusiera porque, por lo dem�s, fue aprobado por unanimidad en el Senado, al menos en la Comisi�n de Salud. Seg�n el informe que tengo en mi poder, la votaci�n fue 5 a 0 a favor de la norma. De modo que hubo un amplio consenso. Y tanto el Ministerio de Salud como su titular -que est� presente en la Sala- estuvieron de acuerdo en permitir a las personas que cumplen los requisitos acceder al grado tope del escalaf�n de t�cnico param�dico. Comprendo que hay urgencia en despachar el proyecto y por eso se ha puesto sobre tabla. Pero deseo, por su intermedio, se�or Presidente, consultar a la se�ora Ministra de Salud por su intermedio, se�or Presidente, su opini�n respecto de lo obrado por la C�mara de Diputados y, si est� de acuerdo en mantener el texto que aprob� la C�mara Alta, ver de qu� forma se puede remediar esto, de manera de no retrasar su despacho. He dicho. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra la se�ora Ministra de Salud. La se�ora BARR�A (Ministra de Salud).- Se�or Presidente, en primer lugar, agradezco la oportunidad de poder discutir esta iniciativa tan importante. La situaci�n que se ha producido ya fue descrita. El Ejecutivo plante� una indicaci�n en las Comisiones de Salud y de Hacienda, unidas, cuando se produjo un primer rechazo a lo que hab�a acordado el Senado. La situaci�n es la siguiente. El proyecto posibilita el encasillamiento del personal con m�s de 20 a�os de antig�edad que se encuentre entre los grados 15 y 12 del escalaf�n respectivo; pero en la C�mara no se aprob� el art�culo relativo a la promoci�n, sino que s�lo se acogi� la norma que faculta para encasillar en los nuevos cargos. En vista de ello, y por su intermedio, se�or Presidente, me gustar�a solicitar a los se�ores Senadores el apoyo para aprobar la iniciativa en debate y para que hoy d�a quede terminada su tramitaci�n, con el compromiso del Ejecutivo de enviar un nuevo proyecto, durante julio, para reponer la parte de la disposici�n rechazada en la otra rama legislativa. Quiero hacer presente a Sus Se�or�as que se trata de una iniciativa de gran envergadura -significa un enorme mejoramiento-, pero bastante compleja. Involucra grandes recursos, que, de no hacerse efectivos, los trabajadores de la salud los ir�n perdiendo. Por eso, reitero mi solicitud de aprobar la modificaci�n de la C�mara de Diputados en este tercer tr�mite y finalizar la discusi�n del proyecto, con el compromiso del Gobierno de enviar a la brevedad -en el mes de julio- un proyecto con la disposici�n que no fue aprobada por aquella en su momento. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Proceder� a abrir la votaci�n y a inscribir a los se�ores Senadores que deseen fundamentar el voto. Se trata de pronunciarse sobre la enmienda de la C�mara, que, al parecer, estuvo mal realizada. Votar por la afirmativa significa aceptar la supresi�n. En votaci�n. --(Durante la votaci�n). El se�or HOFFMANN (Secretario General).- El se�or Presidente ha puesto en votaci�n la modificaci�n propuesta por la otra rama del Congreso -ya explicada por la se�ora Ministra de Salud- para suprimir el p�rrafo tercero del n�mero 1) del art�culo segundo transitorio, que dice: "Trat�ndose de la promoci�n de los cargos de la planta de t�cnicos, no ser� exigible el t�tulo de t�cnico de nivel superior respecto a los funcionarios que, a la fecha de publicaci�n de la presente ley, tengan veinte o m�s a�os de servicio como t�cnico param�dico, auxiliar param�dico o auxiliar de enfermer�a en los Servicios de Salud, siempre que acrediten haber aprobado un curso de Auxiliar Param�dico o de Auxiliar de Enfermer�a, de 1.500 horas como m�nimo, de acuerdo a programas reconocidos por el Ministerio de Salud. Para el c�mputo de los a�os de servicios precedentemente referidos se considerar�n tanto los a�os en calidad de titular como a contrata.". La se�ora Ministra ha pedido que se acoja la supresi�n. En consecuencia, habr�a que votar "s�" para que el proyecto pueda ser despachado. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Kuschel. El se�or KUSCHEL.- Se�or Presidente, la respuesta de la se�ora Ministra me dej� muy tranquilo, porque creo que el camino m�s breve es aprobar lo de la C�mara y despachar el proyecto. La �nica diferencia con la norma del Senado es la eliminaci�n de lo relativo a la promoci�n -no al encasillamiento-; pero, como el Gobierno enviar� en dos semanas m�s un proyecto con la disposici�n respectiva, creo que no hay inconveniente en aprobar inmediatamente lo propuesto y as� evitar el retraso. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra la Honorable se�ora Matthei. La se�or MATTHEI.- Se�or Presidente, la Comisi�n de Salud realmente hizo todo lo posible para que el proyecto diera respuesta a las aspiraciones de los distintos gremios involucrados. Trabajamos arduamente y en forma muy unida los cinco Senadores integrantes de ella -de distintas bancadas-, reuni�ndonos much�simas veces con los gremios y con representantes del Ministerio, hasta lograr algo razonable. Durante las negociaciones, los parlamentarios nos comprometimos a sacar el proyecto antes del 30 de junio. Porque queremos honrar ese compromiso, estamos trat�ndolo ahora con tanta celeridad. Votar� a favor de la modificaci�n, se�or Presidente, porque la iniciativa es fruto de una larga negociaci�n y de un compromiso que debe cumplirse. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Letelier. El se�or LETELIER.- Se�or Presidente, el proyecto en an�lisis tiene una tremenda importancia, seg�n se ha manifestado en varias ocasiones en la Sala. Por otro lado, es fruto de un conjunto de movilizaciones y demandas. A juicio de varios, con el trabajo de la Comisi�n de Salud del Senado se logr� avanzar mucho. Sin embargo, hay un asunto pendiente -en relaci�n con el cual existe discrepancia-, relativo a los requisitos para ascender en la nueva escala de los t�cnicos. Aqu� hubo un acuerdo sobre el particular, en el sentido de establecer como requisito -que se hizo extensivo a todo el personal de los servicios de Salud- el tener mil 500 horas de formaci�n o 20 a�os de antig�edad. En la C�mara de Diputados, por razones que desconozco, se decidi� rechazar la norma correspondiente o no se logr� la votaci�n necesaria. Hemos conversado con la se�ora Ministra de Salud, quien se ha comprometido a enviar un proyecto a principios de julio sobre la materia. En ese entendido, consideramos tremendamente importante despachar la iniciativa ahora, la que es parte del compromiso asumido por la Comisi�n de Salud del Senado. Por tales razones, vamos a votar a favor de la modificaci�n propuesta. Sin embargo, se�or Presidente -como lo manifest� en la discusi�n general-, a mi juicio es discutible el establecimiento de requisitos diferenciados para ascender. Entendemos que el esfuerzo por llegar a un acuerdo fue lo m�s que se pudo; pero aceptar ese aumento de exigencias implica un enorme perjuicio para muchos trabajadores, cuya formaci�n -que es extraordinaria- no la obtuvieron en las salas de clases, sino en la labor cotidiana. Por eso, reiteramos nuestra petici�n de que la se�ora Ministra env�e a principios de julio el proyecto anunciado para corregir la situaci�n descrita. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Prokurica. El se�or PROKURICA.- Se�or Presidente, el Estado suele ser el peor de los empleadores. Por eso, no deseo que en el otorgamiento de beneficios para un sector tan importante como el de la Salud -que consisten en ascender a distintos cargos o posibilitar a los funcionarios que opten a un trabajo mejor- no se repita lo ocurrido hace un a�o, cuando aprobamos un proyecto que propon�a incorporar, en la planta o a contrata, a diferentes personas. Cuando ocurre ese tipo de abusos con trabajadores de la empresa privada, se considera grave. Pero en el sector p�blico es a�n m�s grave, porque el Estado est� llamado a proteger a los m�s d�biles, que en la relaci�n laboral son los trabajadores. Respecto de la iniciativa que aprobamos el a�o pasado, toda la gente que deseaba ingresar a la planta o a contrata fue objeto de presiones por parte de funcionarios del Ministerio de Salud, en orden a que para lograrlo deb�an renunciar a sus a�os de servicio. Es decir, los 10, 12, 14 � 15 a�os de trabajo en el sector quedaban en la nada. Pregunt� a la se�ora Ministra por la situaci�n descrita. Su respuesta, por escrito, fue que ella no presion� a nadie. Le creo. Pero personal de su Cartera fue a presionar en el sentido se�alado a funcionarios de los hospitales de Copiap� y de Vallenar, porque de lo contrario no se les contratar�a. Espero que tanto la se�ora Ministra como el se�or Ministro del Trabajo -a quien denunci� el asunto la semana pasada- tengan mayor preocupaci�n al respecto, porque, adem�s de ser muy grave que el Estado abuse de los trabajadores, se produce una consecuencia muy da�ina. En efecto, cuando se lleva el reclamo correspondiente a la Inspecci�n del Trabajo o a las autoridades que por ley tienen la obligaci�n de protegerlos, todo el mundo se encoge de hombros, pese a estar involucrado el Estado. Por lo tanto, solicito a la se�ora Ministra que ojal� ponga atenci�n respecto de esta materia, para que a los interesados en ingresar al sistema o a quienes tratan de mejorar su situaci�n actual no les pongan trabas abusivas que, en la pr�ctica, no hacen sino que algunos pierdan lo �nico que tienen como ahorro en la vida. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Girardi. El se�or GIRARDI.- Se�or Presidente, s�lo quiero valorar el trabajo realizado por la Comisi�n de Salud y la participaci�n que tuvieron en ella los distintos gremios del sector. En el largo per�odo transcurrido desde octubre del a�o pasado, recibimos, sin excepci�n, a todos sus dirigentes que deseaban conversar con el �rgano especializado. Partimos del siguiente predicamento: el pa�s tiene una profunda y larga deuda con los trabajadores y profesionales de la salud. No en vano Chile, con muy pocos recursos -no nos cansamos de repetirlo-, muestra indicadores que cualquier naci�n quisiera: gastamos diez veces menos que Estados con los mismos �ndices nuestros. Para dar un ejemplo de lo que est� pasando, deseo informar lo siguiente: diariamente, mil ni�os enferman de neumon�a, lo cual significa que en una semana se producen 7.000 casos. Adem�s, 1.200 adultos mayores por d�a son afectados por el mismo mal. Estoy seguro de que si en los Estados Unidos, o en uno de sus Estados, o en alguna naci�n europea hubiera tal carga de enfermos, ser�a un desastre. Pero aqu�, pese a que se hospitaliza s�lo a cien ni�os y a cerca de 60 adultos por bronconeumon�a, la mortalidad por esa causa es baj�sima. De manera que ning�n pa�s del mundo puede ostentar un programa como el nuestro, y menos, con los costos que implica. Si uno pregunta cu�l es el factor que permite estos resultados, la respuesta es evidente: obviamente, el recurso humano y, en particular, los equipos m�dicos y no m�dicos; o sea, los trabajadores. Se trata de un sistema nacional de salud que tiene una larga tradici�n, desde 1952. Somos partidarios de que la sociedad pague a esos profesionales el esfuerzo cotidiano que hacen en el cumplimiento de sus labores. Por eso, el proyecto que nos ocupa es un punto de partida y no de llegada. Me felicito de haber concurrido, junto con los gremios, a un acuerdo, en el que tuvo activa participaci�n la se�ora Ministra de Salud, lo cual tambi�n valoramos. En esa ocasi�n, se incrementaron en 3 mil millones de pesos los recursos establecidos previamente en el respectivo proyecto. Esto es muy importante, porque refuerza nuestro compromiso permanente -compartido por la Cartera del caso- de ir perfeccionando las condiciones laborales del sector Salud. Lamentablemente, una norma propuesta por el Senado no se aprob� por la C�mara. Pero realizaremos todos los esfuerzos -dado que contamos con el apoyo de la se�ora Ministra- para que se reponga en la iniciativa que se enviar� los primeros d�as de julio lo que es muy justo: que los servidores de la salud con m�s de 20 a�os de servicio -todas las ma�anas, en el hospital Exequiel Gonz�lez Cort�s, me colaboran dos funcionarias que sobrepasan los 20 a�os de trabajo y que son un lujo y un privilegio- tengan derecho a acceder a mejores cargos, al igual que los profesionales formados en institutos de educaci�n superior. Estimamos que esos a�os de experiencia acreditan que las personas pueden calificar para optar a grados superiores. Se ha hecho un tremendo esfuerzo. En ese sentido, creemos que el proyecto mejora la actual situaci�n. Y pensamos que la deuda con dicho sector debe ser pagada. Sobre ello hubo consenso absoluto en la Comisi�n. Por eso, estamos dispuestos a seguir luchando para elevar las condiciones laborales de los trabajadores de la salud. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? Terminada la votaci�n. --Se aprueba la enmienda introducida por la C�mara de Diputados (27 votos contra uno y una abstenci�n) y queda despachado el proyecto en este tr�mite. Votaron por la afirmativa la se�ora Matthei y los se�ores Allamand, Alvear, Arancibia, �vila, Bianchi, Cantero, Chadwick, Coloma, Escalona, Espina, Frei, Garc�a, Gazmuri, Girardi, Horvath, Kuschel, Larra�n, Letelier, Mu�oz Aburto, Navarro, N��ez, Ominami, Orpis, Prokurica, Sabag y V�squez. Vot� por la negativa el se�or Longueira. Se abstuvo el se�or G�mez. PETICIONES DE OFICIOS El se�or HOFFMANN (Secretario General).- Han llegado a la Mesa diversas peticiones de oficio El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Se les dar� curso en la forma reglamentaria. )-------------( --Los oficios cuyo env�o se anuncia son los siguientes: Del se�or COLOMA: Al se�or Ministro de Obras P�blicas y a la se�ora Ministra de la Comisi�n Nacional de Medio Ambiente, solicit�ndoles que informen lo relativo a INSTALACIONES DE SENSORES DE CALIDAD DE AGUA E INVESTIGACI�N DE DERRAME DE L�QUIDOS EN RIO MATAQUITO, respectivamente (S�ptima Regi�n). Del se�or ESPINA: A los se�ores Ministro de Obras P�blicas, Director Nacional de Vialidad, Seremi de Obras P�blicas y Director Regional de Vialidad, d�ndoles a conocer lo referente a CORTE DE CALLE CHUFQU�N, POBLACI�N GRANEROS DE CHILE, COMUNA DE TRAIGU�N, y a los se�ores Director Nacional de Impuestos Internos y Director Regional del mismo Servicio, solicit�ndoles que revisen lo referente a TIMBRAJE DE DOCUMENTOS TRIBUTARIOS DE PEQUE�AS Y MEDIANAS EMPRESAS (Novena Regi�n). Del se�or HORVATH: A la se�ora Directora Nacional de CONAF y a los se�ores Ministro de Obras P�blicas, Director General de Aguas y Director del Instituto Geogr�fico Militar, requiriendo su atenci�n sobre diversas materias relacionadas con VACIAMIENTO REPENTINO DE LAGO EMBALSADO POR GLACIARES T�MPANOS Y BERNARDO (Und�cima Regi�n), y al se�or Tesorero General de la Rep�blica, pidiendo ampliar su instrucci�n respecto de SUSPENSI�N DE COBRO ADMINISTRATIVO Y JUDICIAL DE CR�DITOS FISCALES A PEQUE�OS Y MEDIANOS EMPRESARIOS. )-------------( El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Por haber concluido el Orden del D�a, se levanta la sesi�n. --Se levant� a las 18:29. Manuel Oca�a Vergara, Jefe de la Redacci�n