-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/650856/seccion/akn650856-po1-ds138
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/650856/seccion/akn650856-po1-ds138-ds141
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/650856/seccion/akn650856-po1-ds138-ds151
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/650856/seccion/akn650856-po1-ds138-ds157
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/650856/seccion/akn650856-po1-ds138-ds145
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/650856/seccion/akn650856-po1-ds138-ds155
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/650856/seccion/akn650856-po1-ds138-ds154
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/650856/seccion/akn650856-po1-ds138-ds139
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/650856/seccion/akn650856-po1-ds138-ds152
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/650856/seccion/akn650856-po1-ds138-ds158
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/650856/seccion/akn650856-po1-ds138-ds160
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/650856/seccion/akn650856-po1-ds138-ds148
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/650856/seccion/akn650856-po1-ds138-ds147
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/650856/seccion/akn650856-po1-ds138-ds156
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/650856/seccion/akn650856-po1-ds138-ds142
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/650856/seccion/akn650856-po1-ds138-ds150
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/650856/seccion/akn650856-po1-ds138-ds140
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/650856/seccion/akn650856-po1-ds138-ds161
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/650856/seccion/akn650856-po1-ds138-ds149
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/650856/seccion/akn650856-po1-ds138-ds159
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/650856/seccion/akn650856-po1-ds138-ds146
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/650856/seccion/akn650856-po1-ds138-ds144
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/650856/seccion/akn650856-po1-ds138-ds143
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/650856/seccion/akn650856-po1-ds138-ds153
- bcnres:tieneTramiteConstitucional = bcnbills:PrimerTramiteConstitucional
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- rdf:type = bcnses:SeccionProyectoDeLey
- dc:title = "REGULACIÓN DEL DERECHO A VOTO DE CHILENOS EN EL EXTRANJERO (PRIMER TRÁMITE CONSTITUCIONAL. BOLETÍN N° 10344‐06) [CONTINUACIÓN]"^^xsd:string
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3562
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1763
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/4526
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/4528
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/4533
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/4534
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1588
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/4542
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1831
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/627
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3557
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/4505
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/4507
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/4517
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1646
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/4510
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/4522
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/4525
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3732
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2464
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/4541
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/212
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1001
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1470
- bcnres:tieneTramiteReglamentario = bcnbills:DiscusionGeneral
- bcnres:tieneResultadoDebate = bcnres:seApruebaEnGeneralYParticular
- bcnres:tieneTerminoLibre = http://datos.bcn.cl/recurso/tema/derecho-a-voto
- rdf:value = " REGULACIÓN DEL DERECHO A VOTO DE CHILENOS EN EL EXTRANJERO (PRIMER TRÁMITE CONSTITUCIONAL. BOLETÍN N° 10344‐06) [CONTINUACIÓN]
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
En el Orden del Día, corresponde continuar la discusión del proyecto de ley, iniciado en mensaje, que regula el ejercicio del derecho a voto de los chilenos en el extranjero.
Antecedentes:
-La discusión del proyecto se inició en la sesión 134ª de la legislatura 363ª, en 10 de marzo de 2016.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
De conformidad con los acuerdos de los Comités adoptados el martes recién pasado, las intervenciones sobre esta iniciativa se limitarán a cinco minutos.
Hago presente a la Sala que el informe de este proyecto se rindió en la sesión 134a de la legislatura 363ª, de 10 de marzo.
Solicito la autorización de la Sala para que ingrese el subsecretario de Relaciones Exteriores, señor Edgardo Riveros .
Acordado.
Tiene palabra el diputado señor René Manuel García .
El señor GARCÍA (don René Manuel).-
Señor Presidente, han pasado varios años -casi seis desde que, en su campaña, el ex-Presidente Piñera también prometiera otorgar derecho a voto a los chilenos que viven en el extranjero.
A los diputados de Renovación Nacional nos parece que este proyecto -lo hemos apoyado y aprobado hace justicia a los chilenos que se hallan fuera del país.
Algunos amigos y colegas nuestros lo quieren aprobar porque piensan que toda la gente que vive en el extranjero es favorable a su condición política, pero la verdad es que esas personas hoy tienen otra visión, más amplitud respecto de lo que está pasando en Chile, pues están más informadas.
Una prueba clara de ello es lo que sucedió cuando trajeron al país a exiliados que habían vivido varios años fuera, cuyos hijos habían nacido en el extranjero, para darles una vivienda e insertarlos en la vida laboral: a los tres meses no había ninguno de ellos acá. Vale decir, la conexión de esa gente es sanguínea, es con los parientes que están en Chile. No tienen afinidad con nuestro país, pero eso no implica que no sean chilenos.
Cuántos de los aquí presentes tenemos descendencia en países como España, Alemania o Italia. Toda la vida añoramos a esos parientes que se encuentran en esos países.
Me parece justo, además de necesario, que la gente pueda votar, y que lo haga en conciencia. Además, considero que la elección presidencial es la más adecuada para realizar campañas en el extranjero. Los candidatos presidenciales podrían visitar Neuquén , en la República de Argentina, por ejemplo, donde viven más de 400.000 chilenos.
Mucha de esa gente ha venido varias veces a votar a nuestro país; incluso algunos candidatos han contratado buses para traerlos hasta Temuco. Un exsenador de la República se jactaba de haber llenado varios buses con chilenos residentes en Argentina para que vinieran a votar. Entran por el paso de Mamuil Malal o por el de Lonquimay.
Si se aprueba el voto de los chilenos en el extranjero, esa gente podrá sufragar sin tener que trasladarse hasta nuestro país.
Entonces, ¿están votando los chilenos que viven en el extranjero? ¿Están interiorizados de lo que pasa en nuestro país? ¡Claro que lo están!
Renovación Nacional ya aprobó un proyecto emblemático que presentó el entonces Presidente Piñera sobre esta materia, y considera que estamos ante una buena iniciativa que apunta en la misma dirección, porque da facilidades para integrar más a los chilenos que viven en el extranjero. Ojalá que algún día, Dios mediante, puedan volver a Chile, a su patria, a trabajar acá como cualquier chileno si las condiciones lo permiten.
Por eso, señor Presidente, la bancada de Renovación Nacional votará a favor este proyecto. El diputado Paulsen visita mucho la comuna de Lonquimay, porque forma parte del distrito que representa. En una conversación que tuve con él, me contó que hay mucho interés de chilenos que viven en Argentina por votar, lo que se les facilitará notoriamente si se aprueba esta iniciativa, ya que podrán hacerlo en su país de residencia, que en este momento es Argentina, como acabo de expresar.
Si bien solo se podrá votar en las elecciones presidenciales y plebiscitos, ello nos permitirá afinar mucho más la puntería y evaluar bien cómo vamos, cómo se van dando las cosas, cómo se van estructurando.
En consecuencia, señor Presidente, reitero que Renovación Nacional votará a favor esta iniciativa de ley.
He dicho.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
En el tiempo de la bancada Independiente, tiene la palabra el diputado señor Pedro Browne .
El señor BROWNE.-
Señor Presidente, en Amplitud estamos contentos con los avances que contiene este proyecto y nos alegra ver que, según parece, la inmensa mayoría de la Cámara de Diputados lo votará a favor.
Estimamos que se trata de una buena iniciativa para estimular la participación y promover la democracia. Además, desde mi punto de vista, corrige un error que quedó a causa de la aprobación del sistema de inscripción automática y voto voluntario, pues resulta absurdo que personas que están inscritas para votar no puedan hacerlo por estar radicadas en el extranjero, ya que, en definitiva, la única barrera que les podría impedir venir a Chile el día en que se realice una elección es su mayor o menor capacidad para pagar el pasaje, por lo cual se trata de una limitación que se vincula más con lo económico que con la voluntad de ejercer el derecho a sufragio que entregamos a todos los chilenos al momento de aprobar la inscripción automática y el voto voluntario.
Asimismo, parecía extraño que, a pesar de atravesar por un momento de crisis en cuanto a la participación ciudadana, en que cuesta mucho motivar a la gente para que concurra a sufragar, negáramos la posibilidad de votar a los chilenos que, no obstante encontrarse en el extranjero, sí quieren ejercer ese derecho.
Esto nos debe llevar a una reflexión más profunda, en el sentido de que debiéramos avanzar hacia la implementación del voto electrónico. Considero que es una herramienta que deberíamos impulsar decididamente como Congreso Nacional, de manera que, ojalá, podamos aprobar antes de que se realice la próxima elección presidencial. Es una alternativa que varios parlamentarios han estado promoviendo. De hecho, la hemos conversado varias veces con el diputado Pepe Auth .
Debemos considerar que, a fin de cuentas, lo que hace el voto electrónico es acercar las elecciones a la ciudadanía, porque le simplifica el proceso de votar, y permite que ese derecho se pueda ejercer en cualquier lugar del país o en cualquier consulado de nuestro país en el mundo.
Según hemos visto en otros países, el acto de votar por vía electrónica se realiza a través de un computador en el cual, después de ingresar el número de la cédula de identidad, se despliega en pantalla la lista de los candidatos correspondientes al elector, según el lugar de su registro electoral, después de lo cual hace su elección y sufraga.
No es un procedimiento complejo, por lo que no nos resultaría difícil avanzar en esa dirección, de manera de permitir que a nuestros ciudadanos se les facilite el acto de votar el día de las elecciones. La gente podrá votar en el lugar que les quede más cerca ese día y no se verá obligada a tener que movilizarse a un lugar lejano o que no le resulte cómodo por corresponder al centro de votaciones en que se encuentra su mesa, como ocurre hoy.
Entonces, ante la baja participación electoral en nuestro país, debemos hacer todos los esfuerzos que nos permitan acercar, de alguna manera, las elecciones a los ciudadanos, facilitándoles la posibilidad de votar.
No obstante lo manifestado, considero que estamos ante un buen proyecto, pues permitirá que, de una vez por todas, quienes viven en el extranjero por distintas razones que los obligaron a emigrar o porque decidieron voluntariamente hacer su vida afuera, podrán ejercer un derecho que habíamos consagrado para todos los chilenos mediante el establecimiento del sistema de inscripción automática, pero que solo ahora se hará plenamente realidad.
He dicho.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
En el tiempo del Comité del Partido Radical Social Demócrata, tiene la palabra el diputado señor Marcos Espinosa .
El señor ESPINOSA (don Marcos).-
Señor Presidente, en nombre de la bancada de diputados del Partido Radical, anuncio que apoyaremos sin dudas y en forma bastante entusiasta este proyecto de ley, que consagra un derecho que nunca debió haberse cercenado.
Es fundamental recalcar que el derecho a sufragio está establecido en nuestro ordenamiento jurídico mediante una disposición constitucional que lo consagra como un derecho ciudadano básico de nuestro sistema político democrático, el cual –recalco nunca debió verse afectado por la distancia o ubicación geográfica de nuestros compatriotas.
El voto de los chilenos en el extranjero no es solo una demanda de aquellos compatriotas que debieron abandonar el país por razones personales, profesionales o políticas, sino también de quienes residimos en Chile y creemos firmemente en la participación ciudadana en todos los niveles, para que en todos los procesos democráticos intervenga el mayor número de ciudadanos posible, y por el respeto que merecen nuestros conciudadanos, independientemente del lugar donde residan.
El presente proyecto da respuesta a esos objetivos al entregar una herramienta eficaz a quienes se encuentran fuera del país, pero no solo para rememorar la añorada patria, sino también para ser parte de los procesos que definen nuestra identidad como país con miras al futuro y un medio que permita definir el rumbo de los caminos conducentes a ese fin para quienes nos representan.
No es menor señalar también que el proyecto no es una iniciativa antojadiza del gobierno de la Presidenta Bachelet , sino la respuesta concreta a una solicitud de miles y miles de compatriotas que residen en el extranjero para ejercer su derecho a sufragio y participar en las decisiones políticas del país. Además, corresponde al cumplimiento de un mandato constitucional aprobado por el Congreso Nacional.
La bancada del Partido Radical ha apoyado todas las iniciativas que buscan fortalecer nuestra democracia y nuestro sistema político, por lo que esta vez tampoco se verá exenta de ayudar con sus votos a aprobar el avance que significa esta iniciativa en estas materias, lo que nos permitirá sumar a Chile a la lista de más de cien países que ya cuentan con esta fórmula de sufragio en el mundo, lo que les ha permitido ampliar la participación ciudadana.
Finalmente, expreso mi convicción en cuanto a que la decisión que tomaremos hoy forma parte de un capítulo fundamental de la historia de nuestro sistema político, ya que tengo la certeza de que esta nueva herramienta incentivará la participación en los procesos eleccionarios, los que se llevarán a cabo respetando los principios básicos del sufragio como institución, principalmente aquellos que aseguran el carácter individual, secreto y voluntario del voto.
Reitero mi apoyo y el de toda la bancada del Partido Radical a esta iniciativa, que se traduce en una clara manifestación de nuestra convicción democrática y de nuestro convencimiento de que es necesario mejorar estos procesos para fortalecer y profundizar nuestro sistema político.
He dicho.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Cito a reunión de Comités, sin suspender la sesión.
En el tiempo del Comité de Renovación Nacional, tiene la palabra el diputado señor Germán Becker .
El señor BECKER.-
Señor Presidente, el proyecto de ley que nos ocupa es muy importante, por cuanto el hecho de que un chileno se encuentre viviendo temporal o definitivamente en el exterior no debe ser obstáculo para que pueda ejercer su voto en las primarias presidenciales, en las elecciones presidenciales y en los plebiscitos que se organicen a nivel nacional.
La iniciativa establece el procedimiento para materializar la reforma constitucional que se publicó en abril de 2014, que permite a los chilenos votar en el extranjero.
También establece una serie de requisitos. En primer lugar, que los chilenos que viven en el extranjero tienen que inscribirse en el consulado más próximo para ejercer su derecho a voto.
Esto ha sido criticado, pero resulta lógico que se tengan que inscribir. Lo mismo nos pasa a los chilenos cuando nos cambiamos de residencia en nuestro país, ya que tenemos que inscribirnos nuevamente para votar en otra localidad. Esto sirve también para hacer un balance sobre las personas que viven en cada lugar.
Una vez efectuada esta inscripción o el cambio de domicilio que deben hacer los chilenos en el extranjero, se formarán padrones de chilenos en cada localidad, dentro del padrón general. Este sufrirá los mismos procesos que el padrón en Chile. Habrá un padrón provisorio, uno auditado y otro definitivo. Así, podrá ser objeto de reclamaciones, ser auditado, corregido y depurado. Habrá dos padrones electorales: uno, para los chilenos que residen en el país, y otro, para los que están en el extranjero.
Una vez construido ese padrón electoral, en cada consulado se sabrá cuántas personas desean votar en esa localidad. A partir de eso se verá si se constituye una mesa de votación.
El proyecto señalaba originalmente que el mínimo para constituir una mesa era de cien votantes. Ahora quedó al arbitrio del consulado y del Servel. Me parece que deberíamos poner un mínimo. Quizás cien era mucho; pero, en teoría, ahora se podría constituir una mesa con un votante, lo que me parece muy extraño. En Chile no se puede hacer eso, ya que incluso hay localidades con más de cien votantes que no tienen lugar de votación, por lo que, a veces, deben trasladarse decenas de kilómetros para hacerlo.
También establece los actores relevantes en el proceso, que son los consulados, el Servel y los ciudadanos chilenos en el extranjero.
Regula los actos preparatorios de las elecciones, en los que se considera el envío de útiles electorales, la propaganda, la publicidad, etcétera.
Asimismo, establece normas para la regulación del acto electoral mismo y posterior escrutinio de votos.
Respecto del escrutinio, se discutió mucho en la comisión sobre la hora en que se darían a conocer los resultados, porque algunos países los obtendrían doce o dieciséis horas antes del cierre de los comicios en Chile; pero no se llegó a un acuerdo definitivo. Como era muy difícil mantener en secreto la votación o no hacer el escrutinio, se estimó que lo más prudente era que se hiciera el escrutinio al terminar la votación en el extranjero, pero que no se dieran a conocer oficialmente los resultados hasta el cierre de la votación en nuestro país.
Existen algunas otras dudas, señor Presidente. Por ejemplo, no queda claro quién se hará cargo de la seguridad y del orden público durante la jornada electoral, responsabilidad que en nuestro país recae en las Fuerzas Armadas.
En general, la ley orgánica debe garantizar la transparencia e independencia del proceso electoral. Si el proceso se ensucia o tiene algún tipo de vicio, será muy lamentable, porque se va a complicar todo el proceso electoral, tanto en Chile como en el extranjero. Por lo tanto, puede quedar viciado un proceso electoral por un problema generado en el extranjero. Por eso es tan importante la transparencia del tema electoral en el extranjero.
Para evitar lo anterior, el gobierno y los respectivos ministerios deberían hacer públicas las agendas de reuniones y encuentros de chilenos en el exterior, porque, como bien sabemos, algunos ministros han estado promoviendo este sistema de votos, proceso que estimamos debe ser más transparente.
Por último, anuncio que Renovación Nacional votará favorablemente el proyecto.
He dicho.
La señora PASCAL, doña Denise (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el diputado señor Jaime Bellolio .
El señor BELLOLIO.-
Señora Presidenta, anuncio que votaremos a favor el proyecto, sin perjuicio de que no se dejaron bien establecidas algunas cosas.
Durante esta semana y también en la anterior, he escuchado varios discursos en los que, a mi juicio, no se asume la realidad concreta. Por ejemplo, pareciera que las personas que viven en el extranjero no tuviesen derecho a voto, lo cual es estrictamente falso, es mentira; tienen derecho a voto. Lo que ocurre es que hay que facilitarles el ejercicio de ese derecho. De hecho, muchas personas que viven en Argentina concurren a nuestro país para votar.
Por supuesto que es muy distinta la situación de quienes viven en países vecinos, como Argentina, Perú o Bolivia, versus los que viven por distintas razones en países mucho más alejados. Pero todos esos ciudadanos tienen derecho a voto.
¿Por qué hago esta diferencia? Porque pareciera que a nadie importa que muchos chilenos que viven en Chile tampoco tengan facilidades para poder votar, ya que hay lugares en nuestro país en que los ciudadanos no tienen un local de votación para ejercer su derecho a voto, lo que es francamente inaceptable.
No votamos a favor el proyecto que se discutió el año pasado porque el gobierno quería que le firmásemos un cheque en blanco, ya que no establecía cómo se iba a hacer la votación, con qué mecanismos, en qué lugares y en qué elecciones podrían votar los chilenos que viven en el extranjero.
¿Es relevante que haya una residencia para el ejercicio de ciertos derechos? La respuesta, obviamente, es sí. Estamos todos de acuerdo en que sea así, pues por algo existen las circunscripciones, en las que se eligen senadores; los distritos, en los que se eligen diputados, y las comunas, en las que se eligen alcaldes y concejales. Es decir, ¿importa la residencia para el ejercicio de ciertos derechos de la democracia? Por supuesto que sí. No obstante, no estaba claro en el proyecto anterior qué se iba a hacer, qué tipo de votaciones se realizarían y en qué condiciones.
Considero que hay que facilitar el acceso al voto para que nuestra democracia sea más sólida. El voto no es la única manera de participación en la democracia, pero es el acto cúlmine.
Por lo mismo, quiero remarcar la importancia de que avancemos hacia el voto electrónico. Eso puede facilitar no solo muchas de las tareas que no quedan bien descritas en el proyecto, sino también el ejercicio de ese derecho en nuestro país de los millones de personas que quieren participar en las elecciones de sus autoridades.
Si alguien está en Arica por alguna razón, pero su residencia está en San Bernardo, se entiende que quiera votar para la elección de alcalde de su comuna. Sin embargo, no es razonable que una persona que vive y que tiene residencia permanente en el extranjero, vote en las elecciones de concejales; pero sí puede participar en elecciones nacionales, como se está proponiendo en el proyecto en discusión, es decir, en elecciones de Presidente de la República y en los plebiscitos.
El escrutinio local, es decir, cómo se van a contar los votos en distintas partes del mundo, no es algo obvio. En la actualidad, la transparencia y el control ciudadano nos exigen que eso sea lo más transparente posible, valga la redundancia. Creo que eso no está bien resuelto en el proyecto.
Tampoco están bien resueltos los lugares para hacer efectivo el voto, porque hay países que tienen ciudades muy grandes, pero muchas veces sus habitantes viven fuera de ellas, por lo que va a ocurrir lo mismo que pasa en nuestro país.
Nosotros propusimos que hubiese un voto adelantado por papeleta, como se puede hacer en otras partes del mundo. Esta es una cuestión que no está resuelta en ninguna parte del mundo. No hay una única solución, pero una de las vías por las cuales se puede solucionar es hacerlo no solamente mediante el voto adelantado, sino también a través del voto electrónico.
Lo mismo pasa respecto de la propaganda en el extranjero. Me da la impresión de que el proyecto está mirando el ciclo antiguo de la política. La mayor parte de esa propaganda no se va a hacer mediante afiches o radiodifusión. Además, es obvio que van a censurar a un candidato de centroderecha que quiera hacer propaganda en Venezuela. Pero más allá de eso, lo que importa es la forma en que se difundirá esa propaganda. Se hará de manera distinta, a través de medios electrónicos.
Tenemos que modernizarnos en el amplio sentido de la palabra, para que el ejercicio democrático de la votación se facilite para los ciudadanos en Chile y también en el extranjero.
El proyecto se circunscribe a las votaciones nacionales, en las que sí tiene sentido que participen las personas que están en el extranjero, razón por la cual lo votaré favorablemente.
He dicho.
La señora PASCAL, doña Denise (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el diputado señor Pablo Lorenzini .
El señor LORENZINI.-
Señora Presidenta, si bien me parece un buen proyecto, la verdad es que en lo que respecta a su financiamiento es un enredo.
El proyecto modifica el inciso primero del artículo 41 de la ley N° 18.566, Ley Orgánica Constitucional sobre Sistema de Inscripciones Electorales y Servicio Electoral, que en la parte pertinente establece que las empresas de auditoría deberán revisar anualmente y emitir un informe. Me parece bien aquello.
Asimismo, respecto de los actos preparatorios en el extranjero, incorpora un artículo 194 en la ley N° 18.700, el cual dispone: “El Servicio Electoral y los Consulados deberán informar al electorado en el extranjero sobre las características de las cédulas electorales y la forma de ejercer el derecho a sufragio,…”.
Luego, se agrega en el artículo 25 de la ley N° 18.566, Ley Orgánica Constitucional sobre Sistema de Inscripciones Electorales y Servicio Electoral, el siguiente inciso segundo: “Para efectos de lo establecido en el inciso anterior, la Dirección General de Asuntos Consulares e Inmigración del Ministerio de Relaciones Exteriores, implementará las medidas necesarias para facilitar la inscripción en el registro electoral o el trámite de cambio de domicilio electoral de los chilenos residentes en el extranjero y otras tendientes al mejor cumplimiento de sus funciones vinculadas al ejercicio del sufragio en el exterior.”. ¡Muy bonito!
Por su parte, el informe financiero señala que durante el primer año el proyecto irrogará un mayor gasto fiscal de alrededor de 500 millones de pesos para instalar servicios informáticos y equipamiento. Luego dice que en los años no electorales, esta ley en proyecto no generará gastos. O sea, en 2016 solo podremos instalar los servicios computacionales. ¡Nada más!
Por lo tanto, no es posible que las empresas de auditoría emitan un informe anual, porque claramente el proyecto de ley establece que dichos gastos se financiarán solo en los años electorales.
Reitero, el informe financiero dice que esta futura ley no generará gastos en los años no electorales; sin embargo, la ley establece que el presupuesto se financiará con recursos del Ministerio del Interior y Seguridad Pública. ¿Por qué no se potencia al Servel? ¿Por qué tenemos que depender del Ministerio del Interior de turno? O sea, si este no quiere entregar recursos, entonces no habrá presupuesto.
El artículo segundo transitorio, que se refiere a la fuente general de financiamiento del proyecto, señala que los gastos que irrogue esta ley en proyecto en su primer año presupuestario de aplicación se financiarán con los recursos consultados en la partida 05 Ministerio del Interior y Seguridad Pública y en la partida 06 Ministerio de Relaciones Exteriores. Al respecto, considero que se debería potenciar el Servel en conjunto con el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Luego, el mismo artículo agrega: “Para los años siguientes, dichos gastos se financiarán con cargo a los recursos que consulten anualmente los respectivos presupuestos.”. No obstante, el informe de la Comisión de Hacienda establece que solo se podrá incurrir en gastos durante los años electorales. Entonces, hay una contradicción evidente.
Lo correcto y lo lógico es que cada año se cuente con un presupuesto, porque, de lo contrario, ¿cómo se van a emitir los informes de auditoría? ¿Cómo los consulados y la Dirección General de Asuntos Consulares e Inmigración del Ministerio de Relaciones Exteriores implementarán medidas para facilitar la inscripción en el Registro Electoral? O sea, este año a los chilenos radicados en el extranjero no se les podrá informar que podrán votar, y tampoco podrán decirles que se acerquen a inscribirse o a indicar su domicilio, porque no hay recursos para ello. ¡Solo podrán hacerlo en año electoral, y durante los otros tres años, buenas noches los pastores! ¡Eso no tiene ninguna lógica!
Si estamos haciendo una ley para que nuestros conciudadanos voten, debe generarse un proceso de consulta permanente, que pueda ser utilizado en cualquier año, no solo durante un año electoral. Sin embargo, la ley en tramitación dice que así es. Hay una contradicción evidente, porque mientras la norma señala que se otorgarán los recursos cada año en la discusión presupuestaria, el informe financiero establece que en los años no electorales esta futura ley no irrogará gastos.
También se establece que el Servicio Electoral puede, vía carta certificada, notificar a quienes declaren cambio de domicilio, en caso que no tengan correo electrónico. Pero, reitero, podrá hacerlo solo en año electoral, porque el resto del tiempo no tendrá plata. De otra forma se incurrirá en malversación de fondos, es decir, el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Servicio Electoral gastarán plata en lo que no corresponde.
El proyecto de ley está mal redactado. Por lo tanto, hay que cambiar el informe financiero o bien el artículo segundo transitorio de la iniciativa, ya que hay una contradicción evidente entre ambos, que hace que esta ley en tramitación se quede en la teoría y no se vuelva práctica.
He dicho.
La señora PASCAL, doña Denise (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el diputado señor Enrique Jaramillo .
El señor JARAMILLO.-
Señora Presidenta, me impresiona escuchar que esto es mentira, cuando lo que queremos es que los chilenos que viven en el extranjero puedan ejercer el derecho que tiene todo ciudadano que vive en nuestro país, pero que por las razones que se han esgrimido, no han podido cumplir con ello. Han pasado varias décadas para que nuestros compatriotas que viven permanente o transitoriamente en el extranjero puedan hacer uso del derecho ciudadano de sufragio.
Son miles los chilenos y las chilenas que viven en el extranjero, la mayoría de ellos debido al exilio al que los obligó la dictadura. Muchos formaron familias en los países que los acogieron, naciones a las cuales les estamos agradecidos; otros han emigrado por razones laborales, de estudios y por otras que sería largo de enumerar. Lo que tienen en común es que, por el solo hecho de vivir fuera de las fronteras de nuestro país, todos ellos se encuentran privados del legítimo derecho de sufragar. Parece que por el solo hecho de salir del país hubiesen sido castigados con la privación del derecho a sufragio, tal como sucede con quienes han infringido gravemente la ley en Chile. A veces, fueron expulsados del país como verdaderos criminales, debido a lo cual algunos perdieron, incluso, la nacionalidad.
Aún no logro comprender cabalmente por qué la derecha, en su tiempo, se negó sistemáticamente a que estos chilenos pudieran votar en el extranjero. Siempre hubo excusas, como algunas que he escuchado hoy, para negar el ejercicio de ese derecho ciudadano. Cuando accedieron a ello, lo hicieron colocando tantos requisitos y condiciones que hacerlo resultaba una verdadera carga. ¡Como si no bastara el solo hecho de ser chilenos y querer demostrar mediante el sufragio la preocupación y el vínculo que los une a la tierra madre!
Con el proyecto de ley en estudio, que regula el ejercicio del derecho a voto de los chilenos en el extranjero, estamos cerrando un ciclo y consagrando definitivamente el arraigo de esos chilenos con los asuntos nacionales.
De verdad, me siento satisfecho por razones muy obvias. He sido uno de los impulsores para que este derecho se estableciera. Con la iniciativa estamos ampliando los horizontes de nuestra democracia, estamos siendo incluyentes y renovando los vínculos con los chilenos que, por variadas razones, permanecen en el extranjero. En definitiva, estamos restaurando el orgullo de ser parte del país, sin importar el lugar del mundo en el que habitemos.
Tras 26 años de la vuelta a la democracia en nuestro país, aún tenemos tareas pendientes, reparaciones enormes que se reclaman día a día y que no se pueden concretar, como los problemas con los exonerados, con los torturados y con los exiliados.
Aprobaré con gusto esta iniciativa porque es de justicia, y, en este caso, la justicia tarda, pero llega.
He dicho.
La señora PASCAL, doña Denise (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el diputado Giorgio Jackson .
El señor JACKSON.-
Señora Presidenta, en primer lugar, saludo al señor subsecretario de Relaciones Exteriores, quien hoy nos acompaña.
Hace casi dos años discutimos la reforma constitucional que aprobó el voto de chilenos en el exterior. En ese debate tuve la oportunidad de intervenir y sostuve que no era necesaria tal modificación constitucional, porque debía hacerse a nivel orgánico constitucional.
El voto está consagrado para todos y, desde mi punto de vista, esa discusión restringía el derecho a sufragio al momento de establecer, a nivel constitucional, que tan solo se podría votar en las elecciones presidenciales, sean primarias o generales, o en los plebiscitos nacionales, lo que cerraba la puerta, de manera muy discriminatoria, a que nuestros compatriotas en el extranjero tuvieran representación en la Cámara de Diputados o en el Senado.
Criticamos esa restricción y presenté indicaciones para que la coalición de gobierno no limitara la posibilidad de voto de nuestros compatriotas, para que tuvieran un espacio de representación política en este hemiciclo. Por cierto, en ese momento se optó por que participaran en las elecciones presidenciales. Buena parte de la derecha ni siquiera estuvo disponible para eso, bajo distintas excusas y pretextos, como los que hemos escuchado aquí: que era entregar un cheque en blanco y otros argumentos retóricos que solo tenían por objeto restringir un derecho.
¿Quién iba a pensar que en un artículo de la Constitución iba a estar incorporado todo el detalle de la forma en que se iba a llevar adelante una votación?
En la sesión pasada, manifesté algunas dudas al señor subsecretario Riveros , que voy a sintetizar hoy, porque me gustaría que antes de la votación del proyecto de ley las pudiera responder.
Es necesario que el subsecretario explicite cuáles van a ser las formas de inscripción automática de nuestros compatriotas y cómo será el procedimiento para quienes quieran cambiar de domicilio. ¿Pueden cambiar de domicilio una sola vez o en diferentes oportunidades?
¿Cómo va a ser el código único para, quizás a futuro, realizar alguna votación de tipo electrónico? ¿Cómo se podría facilitar una posibilidad como esa?
Ya no hay excusas para que los chilenos en el extranjero no voten en los diferentes países en que residen. Obviamente, se deben dar distintas facilidades a esos compatriotas, porque no se pueden instalar tantas mesas de votación como en nuestro país. Por lo tanto, debemos aplicar una discriminación positiva, para que dispongan de facilidades distintas a las que tenemos los chilenos que vivimos en el país.
También me gustaría que avanzáramos en el voto electrónico en el país, pero ello supone significativas complejidades de seguridad.
Sería importante estudiar la forma de implementar el voto electrónico en el extranjero, porque es una cantidad más reducida de personas y para que los chilenos y chilenas no tengan que viajar durante muchas horas para llegar a un consulado que se encuentra en una ciudad distante de la que habitan, para que puedan ejercer su derecho a voto con más libertad y no sea simplemente un derecho que implique gastar 150, 300 o 400 dólares para abordar, durante la noche, un tren o avión para alcanzar a votar. Me parece que en esas condiciones el sufragio no sería tan libre.
En consecuencia, hay que hacer todos los esfuerzos necesarios para que nuestros compatriotas que se encuentran en el extranjero tengan la posibilidad de utilizar el voto electrónico.
En resumen, me gustaría que el subsecretario nos aclarara el procedimiento, si van a poder cambiarse una sola vez de domicilio y cuál será la distancia en tiempo para ejecutar esa acción, de manera que las personas que nos ven a través del canal de televisión de la Cámara de Diputados o encuentran este tipo de intervenciones en internet -el espacio mediante el cual esos compatriotas acceden a la información de lo que ocurre en Chile tengan la claridad y la certeza de que su derecho a voto no será vulnerado.
Espero que el proceso sea facilitado por el gobierno y por el Ministerio de Relaciones Exteriores, al que le corresponde implementarlo.
He dicho.
-Aplausos en las tribunas.
La señora PASCAL, doña Denise (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el diputado Lautaro Carmona .
El señor CARMONA.-
Señora Presidenta, el diputado Guillermo Teillier ya anunció, a nombre de nuestra bancada, que apoyaremos con mucho entusiasmo este proyecto que regula el ejercicio del derecho a voto de los chilenos en el exterior y la forma en que lo harán, para que finalmente sea ley de la república.
Ha pasado el tiempo y, afortunadamente, los temas que están directamente vinculados a un sistema democrático no solo se han visto puestos en el centro del debate, sino que, además, el Estado de Chile, a través de sus instituciones, ha tomado posición a favor.
Recuerdo que en el período pasado escuché a representantes de la UDI que sostenían que era imposible el voto de los chilenos en el exterior, toda vez que las Fuerzas Armadas no podían controlar el sistema electoral. Entonces, de lo contrario, deberíamos convenir una “invasión” a todos los países del mundo para tener Fuerzas Armadas chilenas que resguardarán la votación en tales países. Eso era algo que les gustaba mucho, porque no había ninguna promoción que fuera a sostener las candidaturas a través de boletas extrañas. Hoy el debate está puesto en otro lugar.
¿Por qué se cerraban a impedir el derecho a voto de los chilenos en el exterior? Porque seguían en esa mentalidad de nostalgia y de reivindicación de lo más antidemocrático que ha tenido Chile: la idea de sancionar eternamente a todos quienes se encontraban fuera del país por razones de persecución política, como los exiliados políticos, sin considerar que ellos mismos abrazan la causa de la globalización y que, a estas alturas de la vida, son muchas y muchos los profesionales y personas que, por distintas razones o motivaciones, se han radicado fuera del país.
En ellos seguía la idea de que solo eran exiliados y que, obviamente, la posibilidad sería aprovechada para que censuraran y castigaran a las fuerza políticas herederas de la dictadura y, por consiguiente, votarían por las fuerzas democráticas.
Ese es un cálculo absolutamente anticultural, que ordenaba las posiciones que había en el debate, en que se entregaban ejemplos absurdos para justificar que no era factible que los chilenos que viven el exterior pudieran votar.
Sin embargo, los mismos políticos se pronunciaban acerca de los resultados que tenían algunas votaciones de países hermanos, de cualquier punto del planeta, en los que sí se reconocía el derecho a sufragio en el exterior. Se trata de una contradicción absolutamente acomodada, que usa argumentos oportunistas para justificar su posición.
Espero que después de todo lo que ha estado ocurriendo, después de la descomposición que la ciudadanía ha castigado y de la utilización de métodos corruptos en la política; después de la falta de transparencia en muchas acciones políticas, hoy traslademos, sin limitación, restricción ni miedo, el poder a la soberanía ciudadana, cualquiera que sea el lugar del mundo en se encuentren, para que puedan participar activamente, no solo en elecciones presidenciales o en plebiscitos, sino también para que tengamos la inteligencia elemental para lograr que, incluso, participen en las elecciones parlamentarias. Esto no es extraño, pues existen países que tienen parlamentarios que representan a los ciudadanos nacionales que viven en el exterior, mecanismo que podríamos estudiar e implementar.
¿De qué se trata todo esto? De que debemos trabajar en la perspectiva de que llevemos la soberanía ciudadana, donde radica el poder democrático, sin limitaciones, sin ninguna prevención ni susto, hasta las últimas consecuencias, entendiendo que eso es expresión plenamente democrática.
He dicho.
La señora PASCAL, doña Denise (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra la diputada señora Paulina Núñez .
La señora NÚÑEZ (doña Paulina).-
Señora Presidenta, al igual como ocurrió con la inscripción automática y con el voto voluntario, reforma que entró en vigencia al dictarse la ley orgánica respectiva, en materia de voto de los chilenos en el extranjero ocurre lo mismo. Con la ley en proyecto que discutimos hoy comienza una etapa para posibilitar el voto en el extranjero, derecho que, pese a estar consagrado en la Constitución Política, no tiene aplicación práctica por no contar con la ley orgánica respectiva.
Al culminar con el trámite del proyecto en debate que corresponde a esta Cámara, la barrera que impedía el voto en el extranjero será derrotada, con más o menos reparos a su forma, y nuestros compatriotas residentes en el exterior no seguirán siendo chilenos de segunda clase, con derechos políticos disminuidos por el solo hecho de no residir en nuestro territorio.
Como muchos de mis colegas ya han mencionado, ha existido un cambio en las posiciones sobre la materia, especialmente en cuanto a vínculo; pero no creo que aquí se trate de posicionamientos tácticos, sino del fruto del debate que, tomando su debido tiempo, se ha decantado y se ha despejado, permitiendo cambios en las opiniones. Los temas complejos se han discutido en forma y se han logrado consensos que son, a fin de cuentas, los que hacen crecer nuestro país.
Ahora bien, el mayor mérito del proyecto que consideramos es que hará nuestra democracia más plena, con un voto mucho más universal. Recordemos que el artículo 13 de nuestra Constitución prescribe que los ciudadanos con derecho a sufragio que se encuentren fuera del país podrán sufragar desde el extranjero en las elecciones presidenciales y en sus respectivas primarias, y también en los plebiscitos nacionales. Como ya he dicho, hoy ellos no pueden sufragar porque no hay una ley orgánica que, conforme a ese artículo, regule el procedimiento electoral.
Sin embargo, hay una dimensión política que hace también más perfecta nuestra democracia, dado que, como nos recuerda el artículo 5° de la Constitución, la soberanía reside en la nación y ella se ejerce por el pueblo a través de las elecciones periódicas. Al permitir el voto de los ciudadanos chilenos que viven en el extranjero, ellos se incorporarán plenamente a la nación chilena, formando parte de esa entidad espiritual, de esa comunidad de sentimiento. Quizás sea paradójico, pero el hecho de votar ya constituye un vínculo con el país, fundado en el interés de quien, siendo parte de la comunidad espiritual, participa en las decisiones que afectarán a su tierra.
Con todo, creo que el proyecto posee una debilidad estructural en su implementación, pues los fondos que se destinan son sumamente escasos. De hecho, este año representan aproximadamente un tercio de los fondos destinados al proceso constituyente. Es decir, mientras para estudios de la nueva Constitución se destinaron 1.246.000.000 de pesos, para la implementación del voto en el exterior solo se cuenta con 494.000 de pesos. Queda claro que la nueva Constitución es tres veces más importante que un sentido anhelo de muchos compatriotas que, por diversas situaciones, han debido dejar el país.
Por otro lado, las normas sobre establecimiento de mesas pueden dejar a muchos compatriotas sin poder votar en las distintas dimensiones y poblaciones. Ya quedará para el segundo trámite constitucional el análisis de otras formas de voto, por ejemplo, el epistolar o el rogado, que permitan ampliar el universo de conciudadanos que no contarán con impedimentos materiales para el ejercicio legítimo de sus derechos políticos. ¿Y por qué no pensar a futuro, por ejemplo, en una votación electrónica?
Señora Presidenta, a este proyecto de ley le queda aún un trecho por recorrer en el Senado. Vendrán más discusiones, reflexiones y nuevas enmiendas a su texto, que refundarán y mejorarán la iniciativa. Tengo la tranquilidad de que la Cámara ha realizado un trabajo serio y dedicado, y que el proyecto será aprobado por una amplia mayoría.
He dicho.
La señora PASCAL, doña Denise (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra la diputada señora Marcela Hernando .
La señora HERNANDO (doña Marcela).-
Señora Presidenta, son cerca de 900.000 compatriotas los que hoy viven en el extranjero, según cifras de la Dirección para la Comunidad de Chilenos en el Exterior. De ellos, aproximadamente 450.000 cumplen con los requisitos constitucionales para votar.
La gran mayoría de estos compatriotas se concentran en países europeos, como Alemania, España , Noruega , Suecia o Suiza. En América se reparten desde Canadá hasta nuestro país hermano de Argentina, que concentra algo más del 40 por ciento de nuestra comunidad en el exterior.
También destaca una extensa comunidad de chilenos que viven en Australia, país que abrió sus puertas a los desarraigados chilenos que eran perseguidos y acosados en tiempos de la dictadura militar.
Muchos compatriotas han salido a buscar el destino que muchas veces les fue esquivo en su propia tierra. En este sentido, el arraigo y la raigambre que cada compatriota residente en el extranjero tiene con su natal Chile es un sentimiento, un cordón umbilical que no quieren cortar y que no se debe cortar.
Así, este proyecto viene no solo a fortalecer el poderoso nexo que se instala en cada ciudadano y que tiene que ver con el apego hacia su nación, sino que además establece un derecho que nos pone a la altura de 116 países que son garantes de la democracia en el siglo XXI.
Desde el retorno a la democracia, el voto de chilenos en el extranjero ha sido promovido varias veces, a través de mociones y mensajes. El proyecto culmina años de esfuerzo por aunar posiciones sobre un tema que ha estado en el debate ciudadano desde hace mucho tiempo.
Este proyecto no solo responde a un profundo anhelo de nuestros compatriotas que desde hace décadas residen afuera, sino que también es una forma de estrechar el vínculo con aquellos compatriotas que se encuentran temporalmente fuera del país por estudio, trabajo o por las razones que sean, y que hasta ahora estaban privados de ese derecho constitucional. Esto es muy relevante, pues, tal como han señalado diputados que me antecedieron en el uso de la palabra, esos compatriotas no perdieron el derecho a voto por salir al extranjero; solo se han visto impedidos de ejercerlo por falta de una ley orgánica que lo regule, además de la ausencia de mecanismos y logística necesarios.
Los chilenos que se encuentren fuera del país podrán sufragar en las elecciones primarias presidenciales, en las elecciones presidenciales y en los plebiscitos nacionales.
Recordemos, además, que para los chilenos el derecho a sufragio es universal, pero voluntario. Así, los chilenos en el extranjero que se sienten ligados al país y desean ejercer el voto solo deberán inscribirse una vez en el consulado correspondiente a su domicilio para “recobrar” ese derecho democrático. La república se engrandece con más ciudadanos dispuestos a decidir sobre los destinos de nuestro país.
Se cumple, entonces, con el mandato establecido en el inciso tercero del artículo 13 de la Constitución Política, en cuanto a que una ley orgánica constitucional regulará el procedimiento para la inscripción y procesos electorales y plebiscitarios en el extranjero.
Se agregan nuevas formas para inscribirse o efectuar el cambio de domicilio ante la Jefatura Nacional de Extranjería y la Policía Internacional de la PDI, al momento de entrar o salir del país, o ante el respectivo consulado en el extranjero, y se formará un padrón de chilenos en el extranjero dentro del padrón general.
En resumen, esta moción promovida por el Ejecutivo materializa la demanda de alcanzar una mejor democracia y participación política, en este caso, de chilenos que viven en el exterior, asegurando un proceso transparente de votación, manteniendo el carácter individual, secreto y voluntario del proceso eleccionario que destaca a nuestra democracia en el mundo.
Por todo aquello, la bancada radical votará favorablemente el proyecto.
He dicho.
La señora PASCAL, doña Denise (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el diputado señor David Sandoval .
El señor SANDOVAL.-
Señora Presidenta, los integrantes de la Comisión de Gobierno Interior, de la que formo parte, estuvieron absolutamente contestes en cuanto a lo que significa un proyecto de esta naturaleza, que básicamente amplía un ejercicio que ya consagra la Constitución.
En ese sentido, colaboramos activamente en procurar todos los mecanismos que permitan generar un proyecto que se haga cargo cabalmente del esfuerzo y del desafío que significa poner al país a tono en cuanto a otorgar pleno ejercicio de sus derechos a los ciudadanos chilenos que viven y residen en el exterior por diferentes circunstancias.
Vivo en la zona patagónica de Chile, muy cerca de la República Argentina, país en el que probablemente reside una de las mayores colonias de chilenos radicados en el exterior, quienes, cada vez que hay procesos electorales, deben buscar la forma o, mejor dicho, burlar las normas para hacerse parte del ejercicio de participación ciudadana. En efecto, hace poco tiempo hubo denuncias en el sentido de que en un hogar de la comuna de Chile Chico figuraba que vivían 90 familias distintas. Ello ocurre por el solo deseo y propósito de la gente radicada en el exterior de participar en las decisiones que dicen relación con la elección de las autoridades.
Presentamos diversas indicaciones para mejorar y perfeccionar el proyecto. Muchas de ellas no fueron patrocinadas por el Ejecutivo. Sin perjuicio de ello, nuestra bancada, tal como lo hicimos en la Comisión de Gobierno Interior, Nacionalidad, Ciudadanía y Regionalización, va a respaldar y a votar afirmativamente la incorporación de esta modalidad para la próxima elección presidencial de 2017.
Nos parece que esta iniciativa hace justicia para tantos chilenos que, siendo parte importante de nuestra realidad, también quieren y anhelan participar en las decisiones que se toman en nuestro país. Esta futura ley se hace cargo de ello. Es más, mediante una indicación, sugerimos -dicho sea de paso, no sentimos temor de que se aplique esta normativa que se considerara la posibilidad de incorporar el voto rogado, aprovechando la experiencia de algunos países como España, con el fin de facilitar la votación de los ciudadanos chilenos radicados en el exterior. Sin embargo, en la amplia discusión habida con el Ejecutivo sobre esa propuesta, este señaló que aún no estaban dadas las condiciones para implementar esa modalidad; por lo tanto, se optó por el mecanismo que hoy debatimos. El sistema que sugeríamos evita la dificultad de si hay o no consulados cercanos y constituye un procedimiento que permite una participación mucho más masiva. Esa indicación no fue acogida por las razones que mencioné. Además, se requería el patrocinio del Ejecutivo puesto que involucraba costos. No se consideró nuestra sugerencia; por tanto, las personas tendrán que concurrir al respectivo consulado para votar.
Pero, más allá de eso, creemos que esta iniciativa es absolutamente justa. Actualmente hay un escenario distinto; las condiciones políticas cambian. Por ello, tal como lo hizo en la Comisión de Gobierno Interior, Nacionalidad, Ciudadanía y Regionalización, y en la de Hacienda, nuestra bancada apoyará absolutamente el proyecto. Con gusto seremos copartícipes y testigos de la participación en los procesos electorales, por primera vez, de nuestros compatriotas que, por diversas razones, debieron dejar nuestro país para radicarse en otros lugares, pero que se sienten ligados a Chile a través de ese cordón umbilical que nunca se pierde, y que quieren sentirse cerca de su patria. Esta iniciativa será una oportunidad para que así ocurra. Reitero: nos sentimos orgullosos y satisfechos de ser coparticipes de la concreción de esa posibilidad.
He dicho.
La señora PASCAL, doña Denise (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el diputado Raúl Saldívar .
El señor SALDÍVAR.-
Señora Presidenta, por su intermedio, saludo afectuosa y cordialmente a quienes están en las tribunas siguiendo atentamente el debate, y, por cierto, al subsecretario de la cartera respectiva.
El principal motivo de legislar sobre la materia es que se ha excluido de un derecho político básico, como es el derecho a voto, a quienes viven en el exterior. Ante eso, el Estado debe velar por brindar las condiciones para que cada chileno, independientemente de donde se encuentre, pueda participar en nuestra comunidad política. Mantener tal restricción es atentar contra la igualdad ante la ley amparada en la Constitución Política que aún nos rige, toda vez que los ciudadanos que se ven afectados por ella cuentan con los requisitos establecidos por la ley: tener nacionalidad chilena, ser mayor de dieciocho años y no haber cumplido penas de presidio superiores a tres años y un día.
Uno de los principales argumentos en contra del ejercicio de ese derecho es que se ha asumido, por parte de algunos, que los chilenos que serían beneficiados tendrían una tendencia política determinada. Tales juicios se basan en una errada lectura de la realidad y responden a una mirada coaccionada y anclada en el pasado. Es visión no es otra cosa que un prejuicio, ya que, de acuerdo con varios estudios, la mayor parte de los chilenos que residen en el exterior son trabajadores y estudiantes que emigraron después de la dictadura militar. No obstante, no puedo dejar pasar la oportunidad de saludar a nuestros compatriotas que fueron forzados a abandonar el país y a vivir en el exilio, dejando tras sí familia y amigos.
Hoy, que nos aprestamos a votar favorablemente este proyecto, quiero agradecer a las organizaciones de chilenos en el extranjero que mantuvieron su lucha año tras año, moviendo los límites de lo posible. Entre ellas cabe mencionar al comité internacional “Chile somos todos”, red europea de chilenos por los derechos cívicos, políticos y otros. El interés mostrado por esas agrupaciones ha sido evidente. Ello quedó demostrado en la respuesta a la consulta que la Dirección para la Comunidad de Chilenos en el Exterior (Dicoex) efectuó en 86 países durante 2014 y 2015. En dicha consulta participaron 8.845 compatriotas, de los cuales más del 90 por ciento manifestó su intención de votar en las próximas elecciones, lo que, sin duda, es un apoyo a nuestra alicaída institucionalidad.
En un contexto de desafección hacia la política, como el que vivimos actualmente, debemos hacer todos los esfuerzos necesarios para profundizar nuestro sistema democrático y para entregar las condiciones a aquellos chilenos que deseen participar en los comicios electorales. Al respecto, debemos considerar que actualmente son, aproximadamente, 850.000 los chilenos y chilenas que se encuentran radicados en el exterior, cifra que equivale al 15 por ciento de los sufragios emitidos en las elecciones presidenciales pasadas.
En relación con el contenido del proyecto, cabe destacar que nuestros compatriotas podrán votar en aquellos ámbitos de mayor connotación a nivel nacional: comicios nacionales, parlamentarios y locales. Para ello se optó por mantener el escrutinio de forma física –se obviaron otros sistemas para la emisión del voto-, pues mantiene la estructura utilizada en nuestro país.
Sin embargo, debo señalar que es momento de modernizar nuestro sistema electoral respecto de los procesos de votaciones, y de avanzar hacia el voto electrónico. Sin perjuicio de lo anterior, se establecerá el derecho a sufragio en el exterior para las elecciones primarias presidenciales, elecciones presidenciales y plebiscitos nacionales. La forma de votar será a través de cédulas y el proceso se llevará a cabo durante el mismo día y periodo de tiempo que al interior de las fronteras de nuestro país. Para facilitar el pluralismo político, se permitirá la propaganda electoral en los países en que se encuentren los chilenos, la que deberá estar acorde con el contexto del lugar en que se desarrolle.
Estamos ante un proyecto anhelado por muchos, que hace justicia y que demuestra que nuestro gobierno sigue en la senda de las transformaciones que Chile necesita para lograr una sociedad basada en el entendimiento, en la democracia y cohesionada absolutamente.
Por lo tanto, anuncio mi voto a favor.
He dicho.
La señora PASCAL, doña Denise (Vicepresidenta).-
En nombre de la Mesa, saludo al diputado Renzo Trisotti , quien está de cumpleaños.
Felicidades, señor diputado.
(Aplausos)
Tiene la palabra el diputado Bernardo Berger .
El señor BERGER.-
Señora Presidenta, por su intermedio, en primer lugar, quiero saludar al señor subsecretario de Relaciones Exteriores y, por supuesto, a quienes se encuentran en las tribunas escuchando muy atentos esta discusión.
En segundo término, deseo señalar que nuestros compatriotas siguen chilenos aun cuando residan en el extranjero. Así lo establece claramente el artículo 15 de nuestro Código Civil, el cual se encuentra plenamente vigente, que señala: “A las leyes patrias que reglan las obligaciones y derechos civiles permanecerán sujetos los chilenos, no obstante su residencia o domicilio en país extranjero.
1° En lo relativo al estado de las personas y a su capacidad para ejecutar ciertos actos, que hayan de tener efecto en Chile.”.
Por lo tanto, negar a nuestros compatriotas el derecho a sufragar desde el país en que se encuentran sería actuar contra el derecho, más aún considerando que la reforma constitucional contenida en la ley N° 20.748 les otorga el mismo derecho.
Tal como lo hice en la Comisión de Gobierno Interior a la hora de votar, hoy apoyaré este proyecto en la Sala, pese a que mantengo una serie de reparos sobre algunos de sus aspectos.
Quiero dejar en claro que apoyaré la iniciativa en discusión para que el derecho a voto en el extranjero se extienda a todos los chilenos, sin ningún distingo, porque la coherencia me obliga a ello.
No hay que olvidar que nuestro Estado, sobre todo durante el período del Presidente Sebastián Piñera , impulsó una política de formación de capital humano avanzado en el exterior y que gracias a ello ampliamos notablemente el número de personas que hoy se encuentran en proceso de perfeccionamiento profesional en algún lugar del globo. Claramente, a ellos no podemos privarlos del derecho ciudadano a sufragar.
Podemos debatir -por cierto, lo hemos hecho acerca de si todos los chilenos en el extranjero, incluso aquellos que por décadas no han participado en nuestro país o no tienen vínculos con Chile, deben tener igual trato que quienes viven, disfrutan y también sufren todas las decisiones públicas dentro de nuestro territorio nacional. Al final de la discusión parece primar el refrán popular que dice que “ley pareja no es dura”, y, en tal sentido, he aceptado la premisa de aprobar este punto.
Sin embargo, considero estrictamente necesario regular dos cuestiones fundamentales, que no están del todo claras en el cuerpo normativo propuesto.
Primero, el establecimiento de un procedimiento para materializar la inscripción de los chilenos con derecho a sufragio que no se encuentren inscritos en el Registro Electoral para votar fuera de nuestro país.
Segundo, la regulación de la forma en que se realizarán los procesos electorales y plebiscitarios en el extranjero, de modo de asegurar que este proceso no se preste para abusos por parte del gobierno de turno.
En este aspecto, lamento que no se haya acogido, por la escasez de tiempo para analizar sus costos, una indicación para radicar la responsabilidad de conducir estos procesos en el extranjero, no en designaciones políticas de turno, sino en los funcionarios de carrera, dentro del servicio competente.
Independientemente de ello, mantengo la idea de que dicho procedimiento, a mi juicio y según la legislación vigente, debiera quedar regulado en una ley de rango orgánico constitucional, lo que en este proyecto no queda claro.
Por último, a pesar de las aprensiones y observaciones que he expresado, anuncio que tanto yo como el resto de la bancada de Renovación Nacional votaremos favorablemente esta iniciativa.
He dicho.
-Aplausos.
La señora PASCAL, doña Denise (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el diputado señor Juan Enrique Morano .
El señor MORANO.-
Señora Presidenta, por su intermedio, quiero saludar al subsecretario señor Edgardo Riveros , quien nos acompaña en esta sesión.
Asimismo, quiero expresar que hemos anhelado este momento por mucho tiempo.
Como Nueva Mayoría, voluntariamente llevamos a la práctica el espíritu de este proyecto en Magallanes. En efecto, en 2013, para las elecciones parlamentarias y presidencial, los partidos de la Nueva Mayoría nos pusimos de acuerdo e hicimos primarias en Río Gallegos, en Río Turbio y en 28 de Noviembre. Lo mismo hizo mi partido, la Democracia Cristiana. Así pudieron votar alrededor de 150 personas en Río Gallegos y cerca de 40 personas en las otras dos localidades. Llegaron a votar con una alegría enorme, porque sabían que estaban siendo la antesala de lo que hoy aprobaremos: la posibilidad legal de que los chilenos voten en el extranjero.
En tal sentido, es importante señalar -así se ha dicho en esta sesión que se debe hacer todo lo posible -y lo imposible para facilitar ese voto; por tanto, cualquier restricción que obligue a los votantes a desplazarse, que genere gasto, debe ser estudiada con detenimiento.
El año 2013, nosotros vivimos la experiencia del voto en línea en Río Gallegos. En esa oportunidad se llevó un computador a dicha localidad y se conectó a internet, la gente sufragó y su voto se escrutó automáticamente en la ciudad de Punta Arenas.
Si eso lo pudo hacer un modesto partido político, qué no podrán hacer nuestra Cancillería y el Estado de Chile.
A mi juicio, es vital el voto de todos los chilenos que están en el exterior. Pero también lo es el que el reglamento y las normas que se apliquen en esas posibles votaciones faciliten el ejercicio del derecho a voto y que no lo entraben o dificulten.
Por lo expuesto, anuncio mi voto favorable al proyecto. Lo hago con mucha alegría, pero también con la preocupación de que el ejercicio del derecho a sufragio en el extranjero debe facilitarse de la mejor forma posible.
He dicho.
-Aplausos.
La señora PASCAL, doña Denise (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el diputado Roberto Poblete .
El señor POBLETE.-
Señora Presidenta, por su intermedio, saludo a los representantes del Comité Internacional Chile Somos Todos, quienes están en las tribunas, y, por supuesto, al subsecretario señor Edgardo Riveros .
Después de casi tres décadas estamos encarando de verdad una situación que hace mucho tiempo debió haberse regulado en favor de cientos de compatriotas que, por múltiples razones, han dejado nuestro país.
Constituye un acto de verdadera desidia política permanente el privar todos estos años a los chilenos que viven en el extranjero de su más elemental derecho a sufragio y de la posibilidad de mantener un vínculo con nuestro país, a través de la injerencia en su destino político y social. Pensamos, pues, que desde fuera de nuestro país claramente se puede soñar con otro Chile; puede pedirse un cambio y pueden albergarse esperanzas, cualquiera que sea su color.
Un chileno que mantiene su nacionalidad, aun cuando ya no viva en nuestro país, sigue siendo chileno, un nacional, y, en tal sentido, el vínculo de sangre y suelo que lo alienta debe tener un canal político de expresión.
Por ello, este proyecto, iniciado en mensaje, ingresado en octubre del 2015, es quizá una de las últimas deudas que nuestro Estado comienza a saldar con sus ciudadanos. Y ha sido al interior de la obra transformadora de este gobierno, el gobierno de nuestra Presidenta Michelle Bachelet , y en estos días aciagos que ha comenzado a vislumbrarse la posibilidad de hacer carne la reforma constitucional contenida en la ley N° 20.748, que reconoció que los ciudadanos chilenos en el extranjero tienen derecho a sufragio y que en el ejercicio de ese derecho podrán votar en elecciones presidenciales, primarias presidenciales y plebiscitos nacionales.
Entonces, tiene gran valor el que el proyecto de ley que estamos discutiendo introduzca modificaciones a la Ley N° 18.556, Orgánica Constitucional sobre Sistema de Inscripciones Electorales y Servicio Electoral, y a la Ley N° 18.700, Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios.
Entre las modificaciones relevantes a la ley N° 18.556 se cuenta la inscripción y cambio de domicilio electoral, lo que, a todas luces, es necesario para regular tanto la inscripción de chilenos en el extranjero como el cambio de domicilio para quienes deseen sufragar desde el exterior. Sin esta modificación de base el sistema de votaciones en territorio extranjero no puede funcionar.
En igual sentido está el intento del proyecto de formar, dentro del padrón electoral general, un padrón de chilenos en el extranjero. Para este último, el proyecto propone continuar con los procesos establecidos actualmente para la creación de padrones electorales, los cuales deberán contener a todos los chilenos que puedan ejercer su derecho a sufragio en ese acto electoral específico.
Por otro lado, entre las modificaciones que el proyecto introduce a la Ley N° 18.700, Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios, hay algunas que establecen nuevos actores que estarán encargados de cumplir roles relevantes en el desarrollo de los procesos electorales que se realicen en el extranjero, como los consulados, en los cuales funcionará la junta electoral respectiva, que será presidida por el cónsul del lugar e integrada, además, por otro funcionario del servicio exterior, quien cumplirá la función de secretario.
Del mismo modo, a los ciudadanos chilenos que residan en el extranjero les corresponderá desempeñar el rol de vocales de mesa. Para tales efectos, el proyecto dispone que de entre los inscritos en el padrón de chilenos en el extranjero se deberán elegir tres vocales, quienes integrar la mesa receptora de sufragios respectiva.
A su vez existirá la chance de realizar propaganda electoral en la forma y en las condiciones que determinará el consejo directivo del Servicio Electoral.
Finalmente, el proyecto regula el acto electoral en el extranjero y su escrutinio. Al respecto, dispone que la fecha y el horario para efectuar las elecciones y plebiscitos en el país correspondiente será la misma fecha y con la misma duración que las del proceso eleccionario en el territorio nacional, ajustado al huso horario respectivo. Cerrada la votación en el país extranjero, se iniciará el escrutinio conforme al huso horario chileno, pero una vez cerrada la votación en Chile.
También habrá reclamaciones electorales, sanciones y procedimientos judiciales para perseguir la comisión de las faltas y delitos establecidos en la ley para el caso de estos procesos eleccionarios.
No podemos restarnos al impulso democrático y transformador del gobierno, como tampoco podemos seguir haciendo como si nada pasara con los cientos de miles de chilenos que viven fuera del país, los que, de una vez por todas, deben dejar de esperar para poder ejercer su derecho a sufragar en su país de residencia para los procesos electorales chilenos, sin importar los legítimos motivos por los que hayan dejado de vivir bajo nuestro techo.
Aunque la tierra que pisan se encuentre lejos de la nuestra, siguen siendo chilenos. La nacionalidad y la ciudadanía que obtienen por ser hijos de esta tierra no pueden perderse porque los caminos de vida de algunos hayan seguido derroteros que los alejaron del suelo patrio.
En consecuencia, anuncio mi voto a favor.
He dicho.
-Aplausos.
La señora PASCAL, doña Denise (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el diputado señor Guillermo Ceroni .
El señor CERONI.-
Señora Presidenta, sin lugar a dudas, estamos ante un proyecto de ley que constituye un gran avance para consolidar nuestra democracia.
Esta iniciativa, en términos de los objetivos que persigue, ha sido impulsada a través de diversos proyectos de ley en el Congreso Nacional. Sin embargo, todos causaron gran controversia, lo que impidió alcanzar los acuerdos necesarios, y fueron sistemáticamente rechazados.
En esas circunstancias, el Ejecutivo presentó una indicación sustitutiva a una moción que había ingresado en 1991, la que tampoco tuvo avances significativos, a causa de las profundas diferencias que había sobre la materia.
Por ello, cuando se presentó el proyecto sobre inscripción automática y voto voluntario, se incluyó una norma que establecía el voto de los chilenos en el extranjero, la que tampoco fue aprobada, porque, según se argumentó en la época, debía exigirse la existencia de un “vínculo” con el país.
Recogiendo esta idea del vínculo, en 2010 el Presidente Piñera presentó un proyecto de reforma constitucional según el cual quienes mantuvieran vínculos con Chile podrían sufragar desde el extranjero en nuestras elecciones y plebiscitos, pero dejaba entregada a la ley la regulación de las condiciones y forma en que se ejercería ese derecho y las circunstancias que constituirían tal vínculo.
Creo que es interesante consignar que la exigencia del vínculo fue objetada por la Corte Suprema, la que, en el informe que emitió respecto de ese proyecto de reforma constitucional, expresó que “la residencia de un chileno en el extranjero no puede ser factor de discriminación en el ejercicio de los derechos consagrados por el legislador respecto de un chileno que habita en Chile, como tampoco podrá serlo la exigencia de un vínculo con el país o la condición de permanencia, durante un determinado tiempo anterior a los comicios.”. O sea, la propia Corte Suprema consideró que no era procedente exigir un vínculo a quienes estaban en el extranjero para permitirles votar en las elecciones de nuestro país, vínculo que, en el fondo, en muchos casos implicaba una exigencia de carácter patrimonial, para establecerlo como debe ser.
Evidentemente, no permitir el voto de los chilenos en el extranjero es una disposición muy retrógrada que se asemeja a los argumentos que se esgrimieron en otra época para impedir el voto de los pobres o el de las mujeres.
Quienes se oponían al proyecto señalaban que los chilenos que residen en el extranjero no tienen interés por el destino de Chile ni por los proyectos que hubiera en nuestro país, ya que perdían todo contacto con nuestra realidad. Opinaban que esos chilenos no tenían una visión adecuada del país que queríamos construir. Pero ese era un argumento bastante falaz y se caía en la medida en que hay gente que tiene patrimonio para pagar los pasajes, venir a Chile y votar.
No hay duda de que era una exigencia muy discriminatoria, porque tenía que ver con el patrimonio de los ciudadanos chilenos que residen en el extranjero, ya que los que tuvieran buena situación podrían venir a Chile y, en consecuencia, mantener su derecho a voto, en tanto que los que no contaran con los recursos necesarios no podrían visitar nuestro país y, por tanto, perderían su derecho a votar.
Por otra parte, no podemos olvidar que el desarrollo tecnológico, en especial la existencia de redes digitales, eliminan el argumento de la distancia, porque permiten que se ejerza el derecho a sufragio por ese medio.
Finalmente, hemos llegado a un proyecto de ley adecuado que, cuando se convierta en ley, permitirá a todos los chilenos ejercer un derecho tan elemental como es el participar en las primarias presidenciales, en la elección de Presidente de la República y en los plebiscitos, con todo un sistema ordenado que, finalmente, haga accesible el voto para los chilenos que viven en el extranjero.
Por lo tanto, no hay duda en cuanto a que debemos aprobar esta iniciativa, que es de mucho interés, porque fortalece la democracia en nuestro país.
He dicho.
-Aplausos.
La señora PASCAL, doña Denise (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra la diputada Daniella Cicardini .
La señorita CICARDINI (doña Daniella) .-
Señora Presidenta, cuando hablamos de la desigualdad en nuestro país, por lo general lo hacemos para referirnos a las enormes diferencias que existen en lo económico y en el acceso a oportunidades y derechos en materia de salud, vivienda o educación, realidad innegable que es el eje fundamental del programa de la Presidenta Bachelet y la Nueva Mayoría.
Sin embargo, pocas veces pensamos, relacionamos o nos damos cuenta de que desde hace décadas esa desigualdad se ha extendido mucho más allá de nuestras fronteras. Me refiero, por supuesto, a la desigualdad, a la injusticia y a la discriminación arbitraria que ha permitido que durante décadas a un importante número de chilenos y chilenas se les haya impedido pronunciarse sobre el destino de nuestra patria a través del ejercicio de un derecho tan consustancial a la democracia como es el derecho a voto.
Por ello, después de tantos años y de tantos intentos fallidos o frustrados por la derecha, no puedo más que calificar como un hecho histórico el que hoy estemos dando un nuevo paso para entregar los instrumentos que, en la práctica, permitan a nuestros compatriotas residentes en el exterior, recuperar o ejercer por primera vez ese derecho, algo que esperan desde hace mucho tiempo con gran anhelo, lo que quedó graficado en los resultados de la consulta ciudadana que realizó en 2014 el Ministerio de Relaciones Exteriores a casi 9.000 chilenos en 86 países. Según dicha encuesta, el 93 por ciento de los consultados señaló que votaría en las próximas elecciones presidenciales, y el 51 por ciento respondió que estaría dispuesto a ser vocal de mesa.
Como sabemos, la ley N° 20.748 reconoció que los chilenos en el extranjero pueden votar en el exterior en elecciones presidenciales, primarias presidenciales y plebiscitos nacionales. Sin embargo, se hacía necesario regular el establecimiento de un procedimiento para materializar la inscripción de los chilenos con derecho a sufragio que no se encuentren inscritos en el registro electoral, de manera de votar fuera del país. Asimismo, era necesario regular la manera en que se realizarían los procesos electorales y plebiscitarios en el extranjero.
Algunas de las materias que aborda esta iniciativa son la inscripción y el cambio de domicilio electoral, la creación del padrón de chilenos en el extranjero, las reglas supletorias para los actos preparatorios de las elecciones y el acto electoral, el rol de actores relevantes para que la votación en el extranjero funcione correctamente, como los consulados y el Servicio Electoral, y el rol de los ciudadanos que integrarán las mesas receptoras de sufragios como vocales.
También sobre aspectos que pudimos conocer en detalle en la Comisión de Gobierno Interior, Nacionalidad, Ciudadanía y Regionalización, que integro, como los útiles electorales, la regularización de la propaganda y de la publicidad, las juntas electorales, el acceso a los locales de votación, la oficina electoral, las reclamaciones electorales, las sanciones y procedimientos judiciales, entre otras. Todo lo relacionado con la logística, la mecánica y la regularización de aspectos muy importantes para el correcto desarrollo de un proceso electoral tanto en Chile como en el exterior, pero que además se abocan a las particularidades que implica llevar a cabo ese proceso más allá de nuestro territorio.
Sin embargo, a pesar de ser muy relevante e imprescindible establecer estas regularizaciones, quiero quedarme con lo fundamental, que es el hecho de no perder de vista el objetivo final de este proceso, que es reparar al fin la discriminación hacia nuestros propios compatriotas, la que ha sido permitida y ejercida por chilenos en contra de otras chilenas y de otros chilenos, como si por alguna razón los que vivimos en Chile tuviéramos un privilegio ganado frente a quienes no residen en nuestro territorio; peor aún, como si el hecho de vivir aquí nos diera una superioridad para decidir sobre los derechos que pertenecen a otros solo por su condición de ser chilenas y chilenos.
Finalmente, quiero señalar que a través de esta iniciativa, que regula la forma de ejercer un derecho, estamos haciendo justicia y enmendando ese grave error de nuestra democracia, ya que por casi veinticinco años no fuimos capaces de corregir esta discriminación injusta, que espero llegue a su fin con la aprobación del proyecto en discusión.
Quiero expresar mi satisfacción por ello y por este avance hacia la restitución definitiva de estos derechos a nuestros compatriotas residentes fuera de nuestras fronteras, en especial a muchos de ellos que no salieron de Chile por propia voluntad, sino como víctimas de la persecución ejercida durante la dictadura.
Reitero que, como confío y espero que el proyecto sea aprobado, desde ya hago llegar mi saludo, mi abrazo y mi más sincera felicitación a todos ellos.
He dicho.
La señora PASCAL, doña Denise (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el diputado señor Ricardo Rincón .
El señor RINCÓN.-
Señora Presidenta, ¡por fin vamos a aprobar el proyecto de ley que regula una modificación constitucional importante y fundamental en esta materia!
El Congreso Nacional ya dio luz verde a la modificación constitucional que permite el voto de nuestros compatriotas en el exterior. Pero eso no era suficiente, pues requeríamos la regulación legal, como bien establece el mandato constitucional ya aprobado por el Congreso Nacional.
Por su intermedio, señora Presidenta, saludo al subsecretario de Relaciones Exteriores, señor Edgardo Riveros Marín , porque, gracias al mandato de la Presidenta de la República, Michelle Bachelet , su participación y la de la Cancillería han sido importantes para que esto tuviese prioridad y pueda ser tratado en esta oportunidad.
También hay que decir y reiterar algo que no podrá entenderse jamás como repetitivo, porque es el mínimo reconocimiento que se puede hacer a quienes han luchado por esto. Hay que saludar y felicitar a las organizaciones que se han agrupado, coordinado y que han tenido contacto con Chile desde países europeos y de otros continentes para presionar legítimamente para que esto sea una realidad.
Si hay alguien que tiene interés verdadero en vincularse con el proceso electoral de Chile, más allá de las noticias que ven, de los periódicos que leen, de las novedades que permanentemente sus familiares les entregan por teléfono, por correo o por e-mails, son los chilenos que están en el exterior.
Una encuesta dice que más del 90 por ciento de los chilenos en el exterior quieren sufragar y que más del 50 por ciento están dispuestos a ser vocales, en circunstancias de que votar es un acto voluntario en nuestro país. Esto da cuenta de que los chilenos que están en el extranjero tienen un gran interés en participar en la vida nacional, aunque estén a miles de kilómetros de la patria.
El proyecto de ley hace un reconocimiento a esa voluntad, a ese deseo de quienes están lejos, pero que no se contentan solo con celebrar las Fiestas Patrias con una empanada y un vaso de vino, agruparse en los consulados y en las embajadas de Chile y reconocerse unos a otros, y que añoran a su patria desde la distancia. Esos chilenos quieren involucrarse en la vida cívica más íntima del país, mediante su participación para desarrollar en conjunto el proceso electoral.
El proyecto de ley, además de hacer justicia y una bajada constitucional a un derecho que ya está garantizado en la Constitución, hace un justo reconocimiento a quienes, desde lejos o incluso desde aquí, pues han venido muchas veces a Chile a plantear legítimamente esta aspiración, han luchado por esta conquista que integra en forma debida a nuestros compatriotas que están en el extranjero y que los vincula definitivamente a procesos electorales fundamentales.
Es un primer avance, pero no el único. En esta instancia se plantea la participación de los chilenos en el extranjero en las primarias presidenciales, en las elecciones presidenciales y en los plebiscitos nacionales.
Por cierto, queda como desafío -cuestión que ellos ya asumen, al igual que nosotros, como bancada de la Democracia Cristianala posibilidad de que participen en los procesos electorales parlamentarios, de consejeros regionales, de alcaldes y de concejales, porque, a nuestro juicio, no debe haber ninguna diferencia en esta materia entre chilenos y no debe existir ninguna excusa para que puedan sufragar en todos los procesos electorales de nuestro país.
Por eso, concurriremos con nuestro voto favorable al proyecto.
He dicho.
La señora PASCAL, doña Denise (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el diputado señor Iván Fuentes .
El señor FUENTES.-
Señora Presidenta, por supuesto que vamos a concurrir con nuestro voto favorable al proyecto. Pero quiero que mi saludo viaje por las distintas partes del mundo, para que nuestro cariño y nuestra adhesión llegue a donde haya algún compatriota. Desde aquí queremos acariciar con nuestra palabra a todas las personas que han tenido que salir de su patria por distintas razones.
Salí muy chico desde un lugar que se llama Lomas de la Tercera, comuna de Longaví, y tengo nostalgia de volver algún día a ver a mis amigos de la infancia, a mis compañeros de curso con los que caminé descalzo para llegar a la escuela. Esa nostalgia que tengo en mi corazón, ¡cuánto más grande será para las personas que salieron en forma forzosa de nuestra patria! ¡Cuánto más grande será la nostalgia de las personas de nuestra patria que están en distintos puntos del mundo y que desean venir para acariciar a algún familiar o a su tierra, a esta tierra que lo vio nacer, a esta tierra maravillosa que es nuestro Chile!
Digamos “nuestro Chile”. La gente habla de “este país”. Creo que debemos cambiar esa frase por “nuestro Chile”, porque debemos sentirnos orgullosos de nuestra tierra, así como lo están los chilenos que viven en otras partes del mundo.
Hubo muchas razones para salir de nuestro país, para emigrar. Gracias a todos quienes han recibido a nuestros compatriotas en otras partes; gracias a todos quienes los cobijaron en algún minuto difícil.
También saludo a los compatriotas que por razones de emprendimiento o de búsqueda de un mejor futuro, pescaron un bolso, unas ilusiones y se fueron hace tres, cinco o cuarenta años. ¡Un saludo para ellos!
No podemos hacer otra cosa que fortalecer las ganas de que nuestros hermanos de Chile sientan en su corazón que están vivos aquí, que están presentes aquí, por lo que esperamos que algún día nos vengan a visitar, para recibirlos en su casa, en su patria, en su tierra, donde está su ADN.
En verdad, tenemos que seguir creciendo. Por eso apoyamos este proyecto con muchas ganas.
Quiero reflexionar acerca de la tecnología, a la que antes le teníamos miedo. No podíamos siquiera hacer giros electrónicos, porque teníamos miedo de perder ese dinero. Hoy casi todo se hace de manera electrónica. Por eso, la implementación electrónica es una tarea pendiente en este proyecto.
Me preocupa el tiempo en que no se hacen campañas. Esos períodos podrían ser muy importantes para comunicarnos con nuestros compatriotas, para darles a conocer el funcionamiento interno de nuestro país, con el propósito de que ellos tomen una decisión bien informada.
Apoyo la iniciativa con todas mis ganas y con toda la fuerza de mi corazón. Un abrazo de amistad para todos.
He dicho.
-Aplausos.
La señora PASCAL, doña Denise (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el diputado señor Luis Rocafull .
El señor ROCAFULL.-
Señora Presidenta, en todos los países que viven en democracia tienen derecho a voto sus ciudadanos que viven en el extranjero. Por lo tanto, con el proyecto se hace justicia al devolver este derecho a nuestros compatriotas que viven en otros países.
Quiero detenerme en el significado que esto tiene para muchas personas, en particular para quienes vivimos el golpe de Estado y la dictadura. Nosotros sabemos del daño que significa ser separados de nuestros familiares, de nuestros padres y hermanos, quienes debieron elegir entre tortura, prisión y muerte, o destierro. Así, muchos chilenos tuvieron que separarse de sus familiares para vivir en el exilio, con lo cual debieron asumir otro estilo de vida, otras costumbres.
Cuando retornó la democracia, pudimos reencontrarnos con nuestros familiares, pero no con todos, porque los más jóvenes se habían adaptado al estilo de vida del país que los acogió. Ese ha sido un dolor que siempre nos ha perseguido.
Por lo tanto, por todo el sufrimiento que vivieron nuestros compatriotas, y nosotros mismos al extrañarlos, no podíamos seguir castigándolos injustamente, privándolos del derecho a decidir, en pro del desarrollo y progreso de nuestro país, quién nos dirigirá.
En Arica celebraremos en forma muy particular la aprobación de esta iniciativa, porque muchos ariqueños abandonaron el país muy jóvenes, de pelo largo. Algunos de ellos fallecieron en el exterior; con otros nos comunicamos mediante carta. Por todos ellos, me siento feliz de aprobar este proyecto.
Más allá de la incidencia que pueda tener en el resultado final el voto de nuestros compatriotas en el extranjero, quiero recordar a las nuevas generaciones que en 1973 mucha gente sufrió en carne propia el destierro de nuestros hermanos compatriotas.
Por ellos y para ellos, y por un país más justo, apoyaremos y aprobaremos este importante proyecto.
He dicho.
La señora PASCAL, doña Denise (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el diputado señor Daniel Farcas .
El señor FARCAS.-
Señora Presidenta, con este proyecto hacemos honor y justicia a los que por muchos años han levantado la voz para que avancemos hacia una democracia más plena y sustantiva.
Quiero saludar al subsecretario de Relaciones Exteriores, Edgardo Riveros , quien ha sido uno de los impulsores de esta iniciativa, y también, por supuesto, a los representantes de las organizaciones que nos acompañan hoy.
Estamos dando un paso más para construir un país más justo, más diverso, que incorpore a todas y a todos.
Sin duda, hubiésemos querido que este proyecto fuese una realidad desde hace mucho tiempo, porque varias generaciones de chilenos viven fuera del país por distintos motivos: por la dictadura, por emprender nuevos horizontes o incluso por motivos de salud, no obstante lo cual no han perdido el vínculo, el cariño, el afecto ni la cercanía con nuestro país.
Estamos frente a un proyecto que, evidentemente, no solo tiene un efecto práctico, sino también una carga simbólica, ya que hace de Chile un país más unido y más cohesionado.
Como bien se ha dicho, quienes están fuera de nuestro país saben lo que ocurre en Chile, porque tienen un vínculo emocional, de afecto, de cariño y de cercanía que, claramente, es muy significativo.
Por lo tanto, como lo hacen las distintas democracias, el reconocimiento de este derecho va en el sentido correcto y es de aquellas tareas de las que nos sentimos orgullosos de emprender.
Por las razones expuestas, apoyaremos con mucha energía la iniciativa en estudio.
He dicho.
La señora PASCAL, doña Denise (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el subsecretario de Relaciones Exteriores, señor Edgardo Riveros .
El señor RIVEROS (subsecretario de Relaciones Exteriores).-
Señora Presidenta, agradezco la oportunidad que me dan de intervenir en nombre del gobierno, encabezado por la Presidenta Michelle Bachelet .
Debo señalar que los diputados informantes dieron cuenta detallada del contenido del presente proyecto, en tanto que el debate que se ha sostenido en dos sesiones consecutivas ha ayudado a su comprensión y a relevar su importancia.
Quiero sintetizar los alcances del proyecto para luego hacerme cargo de algunas consultas que han sido formuladas.
La iniciativa regula la inscripción y el cambio de domicilio electoral para permitir la votación de nuestros connacionales en el exterior.
Efectuado lo anterior, establece un padrón electoral de chilenos en el extranjero. Asimismo, regula el acto electoral en el extranjero, contemplando el importante rol que jugarán en este proceso los consulados, el Servicio Electoral y los ciudadanos chilenos en el extranjero, quienes conformarán las mesas receptoras de sufragios.
Ciertamente, como aquí se ha señalado, hay que agradecer el estímulo y el interés constantes de las comunidades de chilenos en el exterior, que marcaron una ruta para hacernos cargo de la realización de un idóneo proceso legislativo, primero con la reforma constitucional y luego con este proyecto de ley.
A continuación, el proyecto contempla una detallada regulación relativa al envío de útiles electorales, a la propaganda electoral y a la publicidad, a las juntas electorales, a los locales de votación, a la oficina electoral y al acto electoral mismo en el extranjero, que se desarrollará de la misma forma como se efectúa en nuestro país: en forma presencial, con lápiz, papel y urna.
El escrutinio, las reclamaciones electorales, las sanciones y los procedimientos judiciales también forman parte de este proyecto. Con ello daremos cumplimiento a los mandatos constitucionales de igualdad ante la ley y de que el voto sea personal, igualitario, secreto y voluntario.
Quiero destacar el trabajo desempeñado por instancias de gobierno como la Dirección General de Asuntos Consulares y de Inmigración, encabezada por el embajador Alejandro Marisio . También destaco el trabajo desarrollado por la Secretaría General de la Presidencia, que, en su momento, encabezó Ximena Rincón , y hoy, el ministro Nicolás Eyzaguirre . Allí ha habido un trabajo legislativo mancomunado, donde participó también nuestra Dirección Jurídica en junto con la Dirección General de Asuntos Consulares y de Inmigración,
Pero el trabajo más intenso comienza precisamente una vez que este proyecto sea aprobado, razón por la cual deseamos que su tramitación tenga celeridad, tanto en la Cámara de Diputados como en el segundo trámite constitucional en el Senado.
Ahora me haré cargo de algunas consultas y planteamientos formulados.
Respecto del sistema de votación, no cabe duda de que Chile tendrá que avanzar en el conjunto de los procesos electorales y en la modernización del sistema de votación, con el debido resguardo de todos los elementos de seguridad con los que cuenta actualmente nuestro sistema electoral y que son un ejemplo en el mundo. No cabe duda de que la incorporación del voto electrónico y de las nuevas tecnologías la tendremos presente en el horizonte. En su momento se debatió esta situación y se concluyó que incluirlo en un proceso que se inicia, que es nuevo en nuestra realidad electoral -el derecho a sufragio a chilenos que se encuentren en el extranjero-, podría ser un paso complejo que generaría riesgos a la instalación misma de un proceso nuevo.
Por lo tanto, parece lógico que la incorporación de elementos nuevos y tecnológicos también tenga un proceso horizontal y simultáneo en el ámbito interno y externo de nuestro proceso electoral. Esa explicación refleja la necesidad de avanzar en una perspectiva de la naturaleza señalada.
Por otro lado, también se nos ha planteado la necesidad de enfrentar -varios señores diputados se refirieron al temael cambio de domicilio de la inscripción. Con el proyecto se agregan nuevas formas para realizar este trámite. A las actuales formas de cambio de domicilio, se agrega la alternativa de inscribirse o efectuar el cambio de domicilio ante la Jefatura Nacional de Extranjería y Policía Internacional, de la Policía de Investigaciones de Chile, al momento de entrar o salir del país. En el extranjero, a su vez, la inscripción y el cambio de domicilio podrán efectuarse ante el respectivo consulado.
A lo anterior, se suma la norma establecida en la Ley N° 18.556 Orgánica Constitucional sobre Sistema de Inscripciones Electorales y Servicio Electoral, que en su artículo 25, inciso final, señala: “El Servicio Electoral podrá disponer de otras formas para solicitar el cambio de domicilio electoral, ya sea a distancia o por medios electrónicos, siempre que éstas garanticen la confiabilidad en la identidad del elector y la seguridad de sus datos.”.
Sobre esta última materia, es importante señalar que el Servicio Electoral (Servel) implementará, durante el curso del primer semestre del presente año, el cambio de domicilio a través de la clave única, lo que se espera hacer extensivo a los chilenos que viven en el exterior. De hecho, a través de nuestro Servicio Electoral, estamos implementando la clave única. Por lo tanto, esta medida va a facilitar que los chilenos que se encuentran en otros países accedan a la clave única y, a través de ella, realizar todos los trámites pertinentes, incluido el cambio de domicilio.
La clave única busca proveer a los ciudadanos de una identidad electrónica única para la realización de trámites en línea del Estado, eliminando así la necesidad de realizar múltiples registros para cada servicio.
Además, vamos a implementar los consulados a distancia, a través de diversas actividades de la Dirección General de Asuntos Consulares y de Inmigración (Digeconsu), con lo que esperamos facilitar el cambio de domicilio, para evitar que tengan que viajar a los consulados más cercanos; sin embargo, esto requiere de cierto tiempo para su implementación, por lo cual insisto en la premura que tenemos en la aprobación de un proyecto de esta naturaleza.
Debo señalar que la red consular que Chile tiene está a cargo de profesionales y diplomáticos de carrera, sin excepción. Todos ellos han cumplido el requisito de haber sido alumnos aprobados por nuestra Academia Diplomática , lo que ofrece también un rigor profesional en esta materia que ayudará a resolver los temas de certeza e independencia que el proceso electoral debe tener.
Por otra parte, se nos ha planteado la situación de existencia de dos padrones.
Debo enfatizar que el registro es uno solo y se llama Registro Electoral. Como sabemos, en él están automáticamente inscritos todos los chilenos y las chilenas mayores de 18 años. El principio que prevalece es la única existencia de la persona, asociado a un solo RUT; o sea, un RUT, una persona. La división en dos padrones, nacional y exterior, es un tema netamente administrativo y de organización del proceso; pero esto no es nuevo, porque ya existen diversos padrones. A modo de ejemplo, existe un padrón de habilitados e inhabilitados para votar, padrones por comunas, por mesas, por circunscripción, etcétera; por lo tanto, esto no constituye una innovación. Reitero, el registro es uno solo.
Finalmente, se ha dicho que este es un avance en el proceso democrático de nuestro país que amplía, sin lugar a dudas, el universo de las personas que tienen derecho a sufragar. Chile, en su historia, ha avanzado en esa dirección, desde los tiempos del voto censitario hasta la realidad actual, en que estamos dando forma a esta posibilidad para los compatriotas que viven en el exterior. Sin embargo, hemos avanzado en otros planos, como es rebajar la edad para tener derecho a sufragio, desde los 25 a los 21 y, finalmente, a los 18 años. Hemos dado derecho a sufragio a las personas no videntes y a quienes no pueden leer ni escribir.
La semana pasada se recordó con gran fuerza un hecho específico: el otorgamiento del derecho a voto a las mujeres. ¡La primera vez que pudieron sufragar fue en 1952, para una elección presidencial! También debemos recordar otros hechos increíbles. Por ejemplo, en 1945, nuestra poetisa Gabriela Mistral -este hecho lo mencionó un alumno de la Academia Diplomática obtuvo el Premio Nobel de Literatura. Aunque era nacional chilena -¡y vaya qué chilena más notable!-, no era ciudadana chilena, porque en ese año, cuando obtuvo el Premio Nobel de Literatura, no tenía derecho a sufragar para elegir a presidente y a otras autoridades en Chile, por el solo hecho de ser mujer.
Por lo tanto, ¿no constituye un acto digno de celebrar el hecho de que hoy estemos legislando sobre un notable avance en el proceso de fortalecimiento de nuestra democracia al otorgar derecho a sufragio a los compatriotas que se encuentran en el exterior? Por cierto que debemos celebrarlo, y por eso el gobierno, el Congreso Nacional y los compatriotas que han hecho tanto esfuerzo para luchar por su ciudadanía deben hoy, cuando la Cámara de Diputados está dando este paso trascendental, celebrar este avance.
Muchas gracias.
He dicho.
-Aplausos.
-Con posterioridad, la Sala se pronunció sobre este proyecto de ley en los siguientes términos:
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Corresponde votar en general el proyecto de ley, iniciado en mensaje, que regula el ejercicio del derecho a voto de los chilenos en el extranjero, con la salvedad de los artículos 1°, 2° y 3° permanentes, y primero transitorio, por tratar materias propias de ley orgánica constitucional.
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 108 votos; por la negativa, 0 voto. Hubo 1 abstención.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Aguiló Melo, Sergio ; Alvarado Ramírez , Miguel Ángel ; Álvarez Vera, Jenny ; Álvarez-Salamanca Ramírez , Pedro Pablo ; Andrade Lara, Osvaldo ; Arriagada Macaya, Claudio ; Auth Stewart, Pepe ; Barros Montero, Ramón ; Becker Alvear, Germán ; Bellolio Avaria, Jaime ; Berger Fett, Bernardo ; Boric Font, Gabriel ; Browne Urrejola, Pedro ; Campos Jara, Cristián ; Cariola Oliva, Karol ; Carmona Soto, Lautaro ; Castro González, Juan Luis ; Ceroni Fuentes, Guillermo ; Chahin Valenzuela, Fuad ; Chávez Velásquez, Marcelo ; Cicardini Milla, Daniella ; Coloma Alamos, Juan Antonio ; Cornejo González, Aldo ; De Mussy Hiriart, Felipe ; Edwards Silva, José Manuel ; Espejo Yaksic, Sergio ; Espinosa Monardes, Marcos ; Espinoza Sandoval, Fidel ; Farcas Guendelman, Daniel ; Farías Ponce, Ramón ; Fernández Allende, Maya ; Flores García, Iván ; Fuentes Castillo, Iván ; Gahona Salazar, Sergio ; García García, René Manuel ; Girardi Lavín, Cristina ; Godoy Ibáñez, Joaquín ; González Torres, Rodrigo ; Gutiérrez Gálvez, Hugo ; Gutiérrez Pino, Romilio ; Hernández Hernández, Javier ; Hernando Pérez, Marcela ; Hoffmann Opazo , María José ; Jackson Drago, Giorgio ; Jaramillo Becker, Enrique ; Jarpa Wevar, Carlos Abel ; Jiménez Fuentes, Tucapel ; Kast Rist, José Antonio ; Kast Sommerhoff, Felipe ; Kort Garriga, Issa ; Lavín León, Joaquín ; Lemus Aracena, Luis ; León Ramírez, Roberto ; Letelier Norambuena, Felipe ; Lorenzini Basso, Pablo ; Macaya Danús, Javier ; Melero Abaroa, Patricio ; Melo Contreras, Daniel ; Meza Moncada, Fernando ; Mirosevic Verdugo , Vlado ; Monckeberg Bruner, Cristián ; Monckeberg Díaz, Nicolás ; Monsalve Benavides, Manuel ; Morales Muñoz, Celso ; Morano Cornejo, Juan Enrique ; Nogueira Fernández, Claudia ; Núñez Arancibia, Daniel ; Núñez Lozano, Marco Antonio ; Núñez Urrutia , Paulina ; Ojeda Uribe, Sergio ; Ortiz Novoa, José Miguel ; Pacheco Rivas, Clemira ; Pascal Allende, Denise ; Paulsen Kehr, Diego ; Pérez Arriagada, José ; Pérez Lahsen, Leopoldo ; Pilowsky Greene, Jaime ; Poblete Zapata, Roberto ; Provoste Campillay, Yasna ; Rincón González, Ricardo ; Robles Pantoja, Alberto ; Rocafull López, Luis ; Sabag Villalobos, Jorge ; Saffirio Espinoza, René ; Saldívar Auger, Raúl ; Sandoval Plaza, David ; Santana Tirachini, Alejandro ; Schilling Rodríguez, Marcelo ; Sepúlveda Orbenes, Alejandra ; Silber Romo, Gabriel ; Silva Méndez, Ernesto ; Soto Ferrada, Leonardo ; Squella Ovalle, Arturo ; Tarud Daccarett, Jorge ; Teillier Del Valle, Guillermo ; Torres Jeldes, Víctor ; Trisotti Martínez, Renzo ; Tuma Zedan , Joaquín ; Ulloa Aguillón, Jorge ; Urízar Muñoz, Christian ; Urrutia Bonilla, Ignacio ; Urrutia Soto, Osvaldo ; Vallejo Dowling, Camila ; Van Rysselberghe Herrera, Enrique ; Venegas Cárdenas, Mario ; Verdugo Soto, Germán ; Walker Prieto, Matías ; Ward Edwards, Felipe.
-Se abstuvo el diputado señor Norambuena Farías, Iván.
-Aplausos.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Corresponde votar los artículos 1°, 2° y 3° permanentes, y primero transitorio, para cuya aprobación se requiere el voto afirmativo de 68 diputados en ejercicio.
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 109 votos; por la negativa, 0 voto. Hubo 1 abstención.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Aprobados.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Aguiló Melo, Sergio ; Alvarado Ramírez , Miguel Ángel ; Álvarez Vera, Jenny ; Álvarez-Salamanca Ramírez , Pedro Pablo ; Andrade Lara, Osvaldo ; Arriagada Macaya, Claudio ; Auth Stewart, Pepe ; Barros Montero, Ramón ; Becker Alvear, Germán ; Bellolio Avaria, Jaime ; Berger Fett, Bernardo ; Boric Font, Gabriel ; Browne Urrejola, Pedro ; Campos Jara, Cristián ; Cariola Oliva, Karol ; Carmona Soto, Lautaro ; Castro González, Juan Luis ; Ceroni Fuentes, Guillermo ; Chahin Valenzuela, Fuad ; Chávez Velásquez, Marcelo ; Cicardini Milla, Daniella ; Coloma Alamos, Juan Antonio ; Cornejo González, Aldo ; De Mussy Hiriart, Felipe ; Edwards Silva, José Manuel ; Espejo Yaksic, Sergio ; Espinosa Monardes, Marcos ; Espinoza Sandoval, Fidel ; Farcas Guendelman, Daniel ; Farías Ponce, Ramón ; Fernández Allende, Maya ; Flores García, Iván ; Fuentes Castillo, Iván ; Fuenzalida Figueroa, Gonzalo ; Gahona Salazar, Sergio ; García García, René Manuel ; Girardi Lavín, Cristina ; Godoy Ibáñez, Joaquín ; González Torres, Rodrigo ; Gutiérrez Gálvez, Hugo ; Gutiérrez Pino, Romilio ; Hernández Hernández, Javier ; Hernando Pérez, Marcela ; Hoffmann Opazo , María José ; Jackson Drago, Giorgio ; Jaramillo Becker, Enrique ; Jarpa Wevar, Carlos Abel ; Jiménez Fuentes, Tucapel ; Kast Rist, José Antonio ; Kast Sommerhoff, Felipe ; Kort Garriga, Issa ; Lavín León, Joaquín ; Lemus Aracena, Luis ; León Ramírez, Roberto ; Letelier Norambuena, Felipe ; Lorenzini Basso, Pablo ; Macaya Danús, Javier ; Melero Abaroa, Patricio ; Melo Contreras, Daniel ; Meza Moncada, Fernando ; Mirosevic Verdugo , Vlado ; Monckeberg Bruner, Cristián ; Monckeberg Díaz, Nicolás ; Monsalve Benavides, Manuel ; Morales Muñoz, Celso ; Morano Cornejo, Juan Enrique ; Nogueira Fernández, Claudia ; Núñez Arancibia, Daniel ; Núñez Lozano, Marco Antonio ; Núñez Urrutia , Paulina ; Ojeda Uribe, Sergio ; Ortiz Novoa, José Miguel ; Pacheco Rivas, Clemira ; Pascal Allende, Denise ; Paulsen Kehr, Diego ; Pérez Arriagada, José ; Pérez Lahsen, Leopoldo ; Pilowsky Greene, Jaime ; Poblete Zapata, Roberto ; Provoste Campillay, Yasna ; Rincón González, Ricardo ; Robles Pantoja, Alberto ; Rocafull López, Luis ; Sabag Villalobos, Jorge ; Saffirio Espinoza, René ; Saldívar Auger, Raúl ; Sandoval Plaza, David ; Santana Tirachini, Alejandro ; Schilling Rodríguez, Marcelo ; Sepúlveda Orbenes, Alejandra ; Silber Romo, Gabriel ; Silva Méndez, Ernesto ; Soto Ferrada, Leonardo ; Squella Ovalle, Arturo ; Tarud Daccarett, Jorge ; Teillier Del Valle, Guillermo ; Torres Jeldes, Víctor ; Trisotti Martínez, Renzo ; Tuma Zedan , Joaquín ; Ulloa Aguillón, Jorge ; Urízar Muñoz, Christian ; Urrutia Bonilla, Ignacio ; Urrutia Soto, Osvaldo ; Vallejo Dowling, Camila ; Van Rysselberghe Herrera, Enrique ; Venegas Cárdenas, Mario ; Verdugo Soto, Germán ; Walker Prieto, Matías ; Ward Edwards, Felipe.
-Se abstuvo el diputado señor Norambuena Farías, Iván.
-Aplausos.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Por no haber sido objeto de indicaciones, queda aprobado también en particular, con la misma votación.
Se deja constancia de haberse alcanzado el quorum constitucional requerido.
Despachado el proyecto.
-Aplausos.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/650856/seccion/akn650856-po1
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/650856
- bcnres:tieneProyectoDeLey = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/proyecto-de-ley/10344-06