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El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
En el tiempo de la bancada del Partido Socialista, tiene la palabra el diputado señor Osvaldo Andrade .
El señor ANDRADE.-
Señor Presidente, este es un proyecto importante que ha permitido consolidar dos o tres ideas que me parecen avances sustantivos desde el punto de vista de los intereses de los trabajadores.
Por de pronto, no cabe ninguna duda de que la titularidad sindical es un avance relevante, y también el término de los grupos, como agentes de negociación. Créanme que esta era una vieja expectativa del mundo del trabajo, que este proyecto asume.
También es importante la extensión de los beneficios, como está planteado, porque impide el efecto “polizonte” e impide que personas que no corren el riesgo del proceso de negociación y que, en consecuencia, siguen recibiendo sueldo mientras la huelga se desarrolla, se asocien a los beneficios gratuitamente.
Podríamos enumerar un montón de otras cosas que constituyen avances. Los avances en materia laboral siempre son tenues, tibios; no son todo lo profundo que uno quisiera. Pero estos son avances, sobre todo porque son cuestiones sobre las cuales desde hace muchos años el movimiento sindical viene buscando operar.
En la Cámara de Diputados avanzamos bastante, con un muy buen acuerdo respecto a este proyecto. Lo puntualizamos, generamos un acuerdo sustantivo, avanzamos. En el Senado se corrigieron algunas imprecisiones, pero se introdujeron también algunos retrocesos. Creo que son retrocesos de los que hay que hacerse cargo.
Todavía no está claro cuál es el sentido y alcance de las “adecuaciones necesarias”, y espero que en este hemiciclo la ministra o el ministro nos hagan una precisión al respecto. ¡Cuidado con eso!
En todo caso, estoy tranquilo. Me voy a contentar con un fallo que la Corte de Apelaciones de Santiago emitió en diciembre pasado, en el cual estableció perentoriamente que los cambios de jornada y turnos y las adecuaciones necesarias constituyen reemplazo interno. Espero que, en consecuencia, cuando hablemos de aquello en este proyecto, no estemos hablando de lo que la judicatura laboral determinó lo que era.
Por eso, créame, tengo bastante confianza en lo que están haciendo nuestros tribunales del trabajo, Cuando ellos resuelven que el paro no es ilegal cuando no está en el marco de la negociación colectiva, lo que están aplicando, no obstante la algarabía que le provoca a algunos y la pena de otros, son normas internacionales del derecho del trabajo, que este país, de una vez por todas, tiene que aprobar y reconocer.
Hay que reparar ese retroceso, pero tenemos otros retrocesos que me parecen importantes.
Creo que fue un error que el Senado pareara el concepto de huelga con la extensión de beneficios, porque, en concreto, significa que una amplia gama del sindicalismo -el mundo de los sindicatos interempresas y su negociación- quede fuera del proyecto,.
Fue un error y hoy hay que repararlo.
Ya está aprobada la extensión de beneficios, y no es materia de controversia; pero quedamos con una hoja en blanco en materia de negociación interempresas. Créanme que la solución pasa por vincular, si está tan planteado el tema, el tamaño con el rubro, actividad u oficio de los trabajadores.
Para algunos esto va a tener olor a ramal. Lo siento, lo siento. No es un problema de olores, no es un problema de intuiciones. Hay cosas que se van a ir desarrollando por razones de la vida y, desde ese punto de vista, tenemos que reparar ese error.
Se introdujeron dos indicaciones en materia de huelga pacífica o violencia. Ese es otro retroceso. Ya lo discutimos en el primer trámite constitucional, sobre la base de lo que se llamó la criminalización del movimiento sindical, pero se ha insistido en ello. Hay que rechazar ese aspecto, hay que repararlo.
Se introdujo una disposición en materia de subcontratación que es horrorosa si no se repara bien, si no se arregla bien.
Lo digo porque -se lo hicimos presente al Ejecutivo, en el que hemos encontrado una disposición favorable- no es posible que el mandante tenga la posibilidad de contratar a trabajadores en huelga de una empresa subcontratista o, lo que es peor, contratar a otra empresa que cuente con el tipo de trabajadores que necesita, porque el mandante liquidaría la movilización de los trabajadores. Es una materia que hay que reparar.
Tuvimos un severo traspié en el Senado en materia de información, porque cuando se niega la posibilidad de tener acceso a la planilla de remuneraciones, ¿con qué información se hacen las negociaciones? Incluso, esto tiene un condimento más potente, mucho más relevante. Hay un severo problema de brecha salarial en Chile entre hombres y mujeres, entre trabajadoras y trabajadores. Si no se tiene acceso a la información de la planilla, es evidente que no habrá antecedentes suficientes para hacer un reclamo fidedigno en materia de brecha salarial.
Tendremos que perfeccionar la norma correspondiente, porque este es un dato clave.
Estamos innovando en una materia que sé que a nadie gustó. En todas las directivas sindicales deberá realizarse una acción positiva de género, lo que se traduce en tener más mujeres dirigentes. En la comisión negociadora tendrá que haber una mujer, pero eso es contradictorio si no entregamos las herramientas necesarias a los dirigentes sindicales para que cuenten con una información fidedigna sobre la brecha de género que será reclamada en la negociación.
Hemos tenido otros retrocesos. Por ejemplo, que el descuelgue se establezca con dobles plazos, en circunstancias de que en la actualidad el descuelgue o la salida individual tiene un mismo plazo para todos.
No hemos logrado incorporar la ultraactividad, que establece que el IPC está indexado en el piso.
Podría citar muchas cosas más, como también muchos más avances.
¿Qué estamos en condiciones de hacer hoy? Quiero recordar algo que siempre estuvo muy presente en los viejos dirigentes sindicales: hay que tener ideas y opiniones claras, y correlaciones de fuerzas que nos permitan la materialización de esas ideas y propuestas. Si falta cualquiera de ellas, esto no nos va a resultar. Por cierto que el retroceso en el Senado tuvo que ver con correlaciones de fuerzas, lo que deseamos reparar. Tenemos que ver con qué fuerza contamos en la Cámara de Diputados para determinar la profundidad de esas reparaciones. Sin lugar a dudas, este es un dilema.
Consideramos que este es un avance sustantivo, porque es un buen proyecto. No obstante, quiero señalar que si alguien piensa que con esta iniciativa se resuelven todos los problemas laborales, está profundamente equivocado. Los problemas laborales son de una dimensión mucho más amplia, por lo que requieren de un montón de otras iniciativas.
Terminado el estudio del proyecto en debate y sin importar lo que se apruebe, tendremos que volver a hablar de la subcontratación impropia, de la polifuncionalidad, de la jornada de los trabajadores que rige el artículo 22, de las salas cuna. Es decir, hay veinte o treinta iniciativas que debemos seguir trabajando. Las tareas laboral y sindical no culminan con el despacho del proyecto. Si alguien piensa eso, no entiende cómo son las cosas.
Por eso, tampoco pidamos que este proyecto resuelva todos los problemas laborales, porque eso es de un voluntarismo que no corresponde.
Hagamos lo que hemos hecho siempre en relación con el mundo del trabajo -en lo que reivindico a los dirigentes-, cual es que avancemos sistemática y coherentemente, de acuerdo con lo que nos permita la correlación de fuerzas, pero no renunciemos jamás a nuestras expectativas. No renunciaré a que en Chile exista negociación ramal; no voy a renunciar a que en Chile exista indexación del IPC, porque si los profesores lograron indexar sus sueldos, por qué no lo puede hacer el resto de los trabajadores. Aquí todo lo que es deuda está indexado al IPC, menos los salarios, porque, según dicen, eso provocaría dificultades macroeconómicas; sin embargo, a los profesores les indexaron sus sueldos.
En suma, es un problema de correlación de fuerzas, no solo de voluntad.
Voy a respaldar el proyecto, pero solicitaré que pasen a comisión mixta no todas las cosas que quisiera, porque no en todas me ha ido bien. Pero lo que no puede suceder es que se desdibuje el sentido y alcance del proyecto.
Costó mucho que la iniciativa fuese una reforma con carácter estructural en el programa de la Presidenta Bachelet . También costó presentarla, porque al principio tampoco logramos que se presentara en el momento oportuno. Hubo que hacerlo a última hora del año anterior.
Nada de eso fue fácil, pero ya está terminando la tramitación del proyecto. Lo que debemos hacer es reparar los errores cometidos; hagámonos cargo de los errores. Mantengo el concepto de errores para no decir algo fuerte, porque ahora tengo un rol que me impide expresarme como quisiera.
No obstante, quiero transmitirles que después de que esta iniciativa se transforme en ley de la república, quiero ver a toda la Cámara interesada en la subcontratación impropia, en la polifuncionalidad, en el artículo 22, en las trabajadoras de casa particular puertas adentro, en las salas cuna y en el artículo 203, en la negociación de las mutuales. ¿Quieren que siga? Para qué.
He dicho.
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