REP�BLICA DE CHILE DIARIO DE SESIONES DEL SENADO PUBLICACI�N OFICIAL LEGISLATURA 352�, EXTRAORDINARIA Sesi�n 31�, en martes 1 de marzo de 2005 Ordinaria (De 16:20 a 19:31) PRESIDENCIA DEL SE�OR HERN�N LARRA�N FERN�NDEZ, PRESIDENTE SECRETARIOS, LOS SE�ORES CARLOS HOFFMANN CONTRERAS, TITULAR, Y JOS� LUIS ALLIENDE LEIVA, SUBROGANTE ____________________ � N D I C E Versi�n Taquigr�fica P�g. I.ASISTENCIA......................................................................................................... II.APERTURA DE LA SESI�N............................................................................... III.TRAMITACI�N DE ACTAS..........................................................................�. IV.CUENTA............................................................................................................... Acuerdos de Comit�s.................................�����������. V. F�CIL DESPACHO: Proyecto de acuerdo, en segundo tr�mite constitucional, que aprueba el Acuerdo por el que se crea la Organizaci�n Internacional de la Vi�a y el Vino (3686-10) (se aprueba en general y particular)...................................... Proyecto de acuerdo, en segundo tr�mite constitucional, que aprueba el Acuerdo B�sico de Cooperaci�n T�cnica, Cient�fica y Tecnol�gica entre Chile y Rumania (3693-10) (se aprueba en general y particular)................... VI. ORDEN DEL D�A: Proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que modifica el DFL N� 458, de 1975, Ley General de Urbanismo y Construcciones, en lo relativo a calidad de la construcci�n (3418-14) (se aprueba en particular)............................................ Proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que establece incentivos para entrega de informaci�n sobre delitos vinculados a detenidos desaparecidos y ejecutados pol�ticos (3391-17) (queda pendiente su discusi�n particular)............ VII. INCIDENTES: Peticiones de oficios (se anuncia su env�o)...................................................... Detecci�n por Contralor�a de irregularidades en Programa Or�genes (observaciones del se�or Garc�a)........................................................................................... Necesario equilibrio entre historia y futuro Observaciones del se�or R�os)................. Ernesto D�az Osorio: testimonio de una vida ejemplar (observaciones del se�or Moreno)..... VERSI�N TAQUIGR�FICA I. ASISTENCIA Asistieron los se�ores: --Aburto Ochoa, Marcos --Arancibia Reyes, Jorge --�vila Contreras, Nelson --Boeninger Kausel, Edgardo --Bombal Otaegui, Carlos --Canessa Robert, Julio --Cantero Ojeda, Carlos --Cariola Barroilhet, Marco --Chadwick Pi�era, Andr�s --Coloma Correa, Juan Antonio --Cordero Rusque, Fernando --Espina Otero, Alberto --Fern�ndez Fern�ndez, Sergio --Flores Labra, Fernando --Foxley Rioseco, Alejandro --Frei Ruiz-Tagle, Carmen --Frei Ruiz-Tagle, Eduardo --Garc�a Ruminot, Jos� --Gazmuri Mujica, Jaime --Horvath Kiss, Antonio --Larra�n Fern�ndez, Hern�n --Mart�nez Busch, Jorge --Matthei Fornet, Evelyn --Moreno Rojas, Rafael --Mu�oz Barra, Roberto --Naranjo Ortiz, Jaime --Novoa V�squez, Jovino --Orpis Bouch�n, Jaime --P�ez Verdugo, Sergio --Parra Mu�oz, Augusto --Pizarro Soto, Jorge --Prokurica Prokurica, Baldo --R�os Santander, Mario --Romero Pizarro, Sergio --Ruiz De Giorgio, Jos� --Ruiz-Esquide Jara, Mariano --Sabag Castillo, Hosa�n --Stange Oelckers, Rodolfo --Vald�s Subercaseaux, Gabriel --Vega Hidalgo, Ram�n --Viera-Gallo Quesney, Jos� Antonio --Zald�var Larra�n, Adolfo --Zald�var Larra�n, Andr�s Concurrieron, adem�s los se�ores Ministros del Interior subrogante y de Vivienda y Urbanismo y Bienes Nacionales, y la se�ora asesora jur�dica de esa Secretar�a de Estado. Actu� de Secretario el se�or Carlos Hoffmann Contreras, y de Prosecretario, el se�or Jos� Luis Alliende Leiva. II. APERTURA DE LA SESI�N --Se abri� la sesi�n a las 16:20, en presencia de 20 se�ores Senadores. El se�or LARRA�N (Presidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesi�n. III. TRAMITACI�N DE ACTAS El se�or LARRA�N (Presidente).- Las actas de las sesiones 28�, ordinaria, en 18 de enero; 29�, extraordinaria, y 30�, ordinaria, ambas en 19 de enero, todas del a�o en curso, se encuentran en secretar�a a disposici�n de los se�ores Senadores, hasta la sesi�n pr�xima, para su aprobaci�n. IV. CUENTA El se�or LARRA�N (Presidente).- Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretar�a. El se�or ALLIENDE (Prosecretario).- Las siguientes son las comunicaciones recibidas: Mensajes Doce de Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica: Con el primero informa que ha resuelto no hacer uso de la facultad que le confiere el art�culo 70 de la Carta Fundamental, respecto del proyecto de ley que establece asignaciones que indica para funcionarios municipales y jueces de polic�a local (bolet�n N� 3.736-06). --Se toma conocimiento y se manda remitir el proyecto al Excelent�simo Tribunal Constitucional. Con el segundo comunica que ha resuelto retirar la urgencia que hiciera presente para el despacho de los siguientes proyectos de ley: 1) El que modifica el C�digo Penal y el C�digo de Justicia Militar en materia de desacato (bolet�n N� 3.048-07). 2) El que establece normas para el financiamiento de estudios de educaci�n superior (bolet�n N� 3.223-04). 3) El que establece como obligatoria la declaraci�n jurada patrimonial de bienes de las autoridades que ejercen una funci�n p�blica (bolet�n N� 2.394-07). 4) El que modifica la ley N� 17.235, sobre Impuesto Territorial; el decreto ley N� 3.063, de 1979, sobre Rentas Municipales, y la ley N� 18.695, Org�nica Constitucional de Municipalidades, y faculta a las municipalidades para otorgar condonaciones que indica (bolet�n N� 2.892-06). 5) El que modifica el C�digo de Aguas (bolet�n N� 876-09). 6) El que modifica la ley N� 18.175, de Quiebras, en materia de convenios concursales (bolet�n N� 3.671-03). 7) El que establece un sistema de responsabilidad de los adolescentes por infracciones a la ley penal (bolet�n N� 3.021-07). 8) El que moderniza el servicio militar obligatorio (bolet�n N� 2.844-02). 9) El que modifica la ley N� 18.502, en relaci�n con el impuesto al gas, y establece regulaciones complementarias para la utilizaci�n del gas como combustible en veh�culos (bolet�n N� 2.701-15). 10) El relativo a la creaci�n de sociedades an�nimas deportivas profesionales (bolet�n N� 3.019-03). --Quedan retiradas las urgencias y se manda agregar el documento a sus antecedentes. Con los dos siguientes hace presente la urgencia, en el car�cter de "suma", respecto de los proyectos de ley que a continuaci�n se indican: 1) El que modifica la ley N� 17.235, sobre Impuesto Territorial; el decreto ley N� 3.063, de 1979, sobre Rentas Municipales, y la ley N� 18.695, Org�nica Constitucional de Municipalidades, y faculta a las municipalidades para otorgar condonaciones que indica (bolet�n N� 2.892-06). 2) El que establece normas para el financiamiento de estudios de educaci�n superior (bolet�n N� 3.223-04). Con los ocho siguientes hace presente la urgencia, en el car�cter de "simple", respecto de los siguientes proyectos de ley: 1) El que modifica el C�digo de Aguas (bolet�n N� 876-09). 2) El que modifica la ley N� 18.502, en relaci�n con el impuesto al gas, y establece regulaciones complementarias para la utilizaci�n del gas como combustible en veh�culos (bolet�n N� 2.701-15). 3) El que modifica la ley N� 18.933, sobre Instituciones de Salud Previsional (bolet�n N� 2.981-11). 4) El relativo a la creaci�n de sociedades an�nimas deportivas profesionales (bolet�n N� 3.019-03). 5) El que establece un sistema de responsabilidad de los adolescentes por infracciones a la ley penal (bolet�n N� 3.021-07). 6) El que modifica el C�digo Penal y el C�digo de Justicia Militar en materia de desacato (bolet�n N� 3.048-07). 7) El que modifica la ley N� 18.175, de Quiebras, en materia de convenios concursales (bolet�n N� 3.671-03). 8) El que concede la nacionalidad chilena, por especial gracia, al se�or Horacio de la Pe�a (bolet�n N� 3.771-17). --Se tienen presentes las urgencias y se manda adjuntar los documentos a sus antecedentes. Oficios Tres de Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica: Con el primero solicita el acuerdo del Senado para nombrar como integrante del Consejo Nacional de Televisi�n al se�or Mauricio Tolosa Soza (bolet�n N� S 777-05). Asimismo, hace presente la urgencia para el despacho de esta materia, en los t�rminos a que alude el inciso segundo del n�mero 5) del art�culo 49 de la Carta Fundamental. --Pasa a las Comisiones de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento y de Educaci�n, Cultura, Ciencia y Tecnolog�a, unidas. Con los dos siguientes comunica su ausencia del territorio nacional en las fechas que a continuaci�n se indican, con el prop�sito que en cada caso se se�ala: --Entre los d�as 18 y 22 de febrero del a�o en curso, ambos inclusive, con motivo de visitas de trabajo a Guyana, Barbados y Trinidad y Tobago. Se�ala que durante su ausencia ser� subrogado, con el t�tulo de Vicepresidente de la Rep�blica, por el Ministro titular de la Cartera de Hacienda, se�or Nicol�s Eyzaguirre Guzm�n. --Entre los d�as 28 de febrero y 1 de marzo de 2005, ambos inclusive, con motivo de una visita oficial a la Rep�blica Oriental del Uruguay, para asistir a la ceremonia de transmisi�n del mando presidencial. Agrega que durante su ausencia ser� subrogado, con el t�tulo de Vicepresidente de la Rep�blica, por el Ministro titular de la Cartera del Interior, se�or Jos� Miguel Insulza Salinas. --Se toma conocimiento. Ocho de la Honorable C�mara de Diputados: Con los dos primeros comunica que ha otorgado su aprobaci�n a los siguientes proyectos de ley: 1) El que aumenta las penas del delito de maltrato de obra a carabineros con resultado de muerte o lesiones graves (bolet�n N� 3.587-02). --Pasa a la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento. 2) El que concede la nacionalidad chilena, por especial gracia, al se�or Horacio de la Pe�a (con urgencia calificada de "simple") (bolet�n N� 3.771-17). --Pasa a la Comisi�n de Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadan�a. Con el tercero comunica que ha dado su aprobaci�n a la proposici�n formulada por la Comisi�n Mixta constituida para resolver las divergencias suscitadas durante la tramitaci�n del proyecto de ley que modifica la Ley General de Urbanismo y Construcciones, en materia de contratos de promesa de compraventa de determinados bienes ra�ces sin recepci�n definitiva (bolet�n N� 3.574-14). --Queda para tabla. Con los cinco siguientes informa que ha otorgado su aprobaci�n a las enmiendas propuestas por el Senado a los siguientes proyectos de ley: 1) El relativo al acoso sexual (bolet�n N� 1.419-07). 2) El que regula el peso m�ximo de carga humana (bolet�n N� 3.242-13). 3) El que establece normas para el mejoramiento de la gesti�n institucional del Ministerio de Relaciones Exteriores (bolet�n N� 3.630-10). 4) El que otorga bonificaci�n por egreso al personal de Gendarmer�a de Chile que indica (bolet�n N� 3.716-05). 5) El que prorroga la vigencia de los aval�os de los bienes ra�ces no agr�colas de todo el pa�s y la del mecanismo de compensaci�n de los ingresos municipales establecido en la ley N� 19.850 (bolet�n N� 3.763-05). --Se toma conocimiento y se manda archivar los documentos junto a sus antecedentes. De la Excelent�sima Corte Suprema, por medio del cual emite su parecer respecto del proyecto de ley sobre acceso a la informaci�n p�blica (bolet�n N� 3.773-06). --Se toma conocimiento y se manda agregar el documento a sus antecedentes. Dos del Excelent�simo Tribunal Constitucional: Con el primero transcribe la resoluci�n dictada en los autos rol N� 435, relativos al proyecto de ley que establece asignaciones que indica para funcionarios municipales y jueces de polic�a local (bolet�n N� 3.736-06), referida al qu�rum de aprobaci�n de la norma que se�ala. --Se mand� contestar. Con el segundo remite copia autorizada de la sentencia dictada en los autos antes individualizados. --Se toma conocimiento y se manda comunicar el proyecto de ley a Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica. Dos de la Contralor�a General de la Rep�blica, mediante los cuales contesta igual n�mero de oficios enviados en nombre de los Senadores se�ores Cantero y Garc�a, respectivamente: uno, atinente a la Superintendencia de Electricidad y Combustibles de la Segunda Regi�n, y el otro, acerca de veh�culos estatales que indica de la Novena Regi�n. Del se�or Ministro de Relaciones Exteriores subrogante, por medio del cual contesta un oficio dirigido en nombre del Senador se�or Horvath, sobre visas de turismo a nacionales cubanos. Del se�or Ministro de Hacienda, mediante el cual da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador se�or Fern�ndez, respecto de la salida temporal de veh�culos desde zonas de extensi�n al resto del pa�s. Seis del se�or Ministro Secretario General de la Presidencia: Los dos primeros, concernientes a igual n�mero de oficios que transcriben acuerdos del Senado sobre la aplicaci�n de la Ley de Cultos y la dictaci�n de decretos con fuerza de ley a que se refiere la ley N� 19.880, respectivamente. Con el tercero responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Cantero, tocante al rayado de muros de valor hist�rico en la ciudad de Cuzco, Per�. Con los dos siguientes contesta sendos oficios dirigidos en nombre del Senador se�or Ruiz-Esquide: uno, con relaci�n al proyecto de ley que confiere car�cter obligatorio al segundo nivel transicional de educaci�n parvularia, y el otro, referente al env�o de una iniciativa legal relativa a actividades relacionadas con el tabaco. Con el �ltimo da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador se�or Horvath, en cuanto al proyecto de ley que establece bonificaci�n por egreso al personal de Gendarmer�a de Chile que indica. Del se�or Ministro de Econom�a, Fomento y Reconstrucci�n, por medio del cual contesta un oficio remitido en nombre del Senador se�or Horvath, relativo a la ley N� 19.446, que estableci� la Zona Franca de Extensi�n de Punta Arenas a la Und�cima Regi�n. Del se�or Ministro del Trabajo y Previsi�n Social, mediante el cual da respuesta a un oficio dirigido en nombre del Senador se�or Horvath, respecto de la ratificaci�n, por parte del Congreso de Argentina, del convenio de seguridad social suscrito con Chile. Dos del se�or Ministro de Obras P�blicas, por medio de los cuales responde igual n�mero de oficios enviados en nombre de los Senadores se�ores Garc�a y Moreno, respectivamente: uno, acerca del contrato "Mejoramiento Ruta 5 Sur, Pasada por Temuco", y el otro, sobre reducci�n de velocidad en el camino que une San Vicente de Tagua Tagua con Los Rastrojos, Sexta Regi�n. Dos del se�or Ministro de Transportes y Telecomunicaciones, mediante los cuales contesta sendos oficios remitidos en nombre del Senador se�or Horvath, atinentes a expendio de combustible en Las Guaitecas y a la barcaza que opera en el Fiordo Mitchel, Und�cima Regi�n. Del se�or Subsecretario de Justicia, por medio del cual responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Horvath, en relaci�n con el proyecto de ley que establece una bonificaci�n por egreso al personal de Gendarmer�a de Chile que indica. Del se�or Subsecretario de Telecomunicaciones, por medio del cual da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador se�or Fern�ndez, concerniente a la conectividad telef�nica en la localidad de Cerro Castillo, Duod�cima Regi�n. Del se�or Secretario Ejecutivo de la Comisi�n Nacional de Energ�a, mediante el cual contesta un oficio remitido en nombre del Senador se�or Ruiz, referido al abastecimiento del gas natural. Del se�or Director Nacional de Pesca, por medio del cual da respuesta a un oficio dirigido en nombre del Senador se�or Horvath, atinente a los pescadores artesanales de Las Guaitecas. Del se�or Director del Instituto Nacional de Estad�sticas, mediante el cual contesta un oficio remitido en nombre del Senador se�or Garc�a, acerca del desempleo en la Novena Regi�n. Del se�or Director Nacional de Turismo, por medio del cual da respuesta a un oficio dirigido en nombre del Senador se�or Horvath, respecto del camino que une Cochrane con Villa O'Higgins. Del se�or Director Nacional de Vialidad, mediante el cual contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Horvath, sobre la concesi�n de la autopista que unir� el Enlace Pe�ablanca con la Ruta 60 Ch, Quinta Regi�n. De los se�ores Intendentes de las Regiones Primera, Tercera, Cuarta, Quinta, Sexta, S�ptima, Octava, Novena, Duod�cima y Metropolitana, por medio de los cuales responden sendos oficios enviados en nombre del Senador se�or Garc�a, relativos a listas de espera de pensiones asistenciales por vejez e invalidez del a�o 2004. Del se�or Secretario Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo de la Und�cima Regi�n, mediante el cual contesta un oficio remitido en nombre del Senador se�or Horvath, acerca de planes reguladores de esa zona. Del se�or Director Regional del Servicio de Impuestos Internos de la Und�cima Regi�n, por medio del cual da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador se�or Horvath, referido a la situaci�n tributaria de pobladores rurales. Del se�or Director Regional de Pesca de la Und�cima Regi�n, mediante el cual contesta un oficio dirigido en nombre del Senador se�or Horvath, en cuanto a problemas de los pescadores artesanales. Del se�or Director del Servicio de Vivienda y Urbanizaci�n de la Sexta Regi�n, por medio del cual responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Moreno, atinente a junta de vecinos de la ciudad de Rancagua. De los se�ores Alcaldes de Rancagua y de Loncoche, por medio de los cuales contestan sendos oficios del Senado que transcriben el acuerdo de la Corporaci�n sobre la aplicaci�n de la Ley de Cultos. --Quedan a disposici�n de los se�ores Senadores. Informe Segundo informe de la Comisi�n de Trabajo y Previsi�n Social, reca�do en el proyecto, en segundo tr�mite constitucional, que modifica la ley N� 17.322, el C�digo del Trabajo y el decreto ley N� 3.500, de 1980, sobre cobranza judicial de imposiciones morosas (bolet�n N� 3.369-13). --Queda para tabla. Moci�n Del Senador se�or Novoa, por medio de la cual inicia un proyecto que modifica la ley N� 19.628, sobre protecci�n de la vida privada, con el fin de evitar el uso abusivo de datos personales o de empresas y de resguardar a los usuarios de correos electr�nicos de la propaganda comercial no solicitada (bolet�n N� 3.796-07). --Pasa a la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento. El se�or LARRA�N (Presidente).- Este �ltimo proyecto no podr� ser considerado en tanto el Presidente de la Rep�blica no lo incluya en la convocatoria a la actual Legislatura Extraordinaria de Sesiones del Congreso Nacional. El se�or NOVOA.- Pido la palabra. El se�or LARRA�N (Presidente).- La tiene, Su Se�or�a. El se�or NOVOA.- Se�or Presidente, solicito que se formule al Primer Mandatario una petici�n en ese sentido. El se�or LARRA�N (Presidente).- Si le parece a la Sala, as� se acordar�. Acordado. Terminada la Cuenta. A continuaci�n, el se�or Secretario dar� a conocer los acuerdos de Comit�s. ACUERDOS DE COMIT�S El se�or HOFFMANN (Secretario).- Los Comit�s, en reuni�n de hoy, acordaron por unanimidad lo siguiente: 1.- En lo relativo al proyecto sobre violencia intrafamiliar, prorrogar el plazo para presentar indicaciones hasta el lunes 7 del presente, a las 12. 2.- Rendir homenaje en memoria de don Enrique Ort�zar Escobar en fecha que determinar� la Mesa. 3.- En lo que respecta al proyecto que modifica la Ley de ISAPRE, cambiar su tr�mite, no envi�ndolo a la Comisi�n de Hacienda. 4.- En cuanto al proyecto sobre aprobaci�n del Convenio Marco de la Organizaci�n Mundial de la Salud para el Control del Tabaco, pasarlo a la Comisi�n de Salud una vez evacuado el informe de la de Relaciones Exteriores, dejando sin efecto el acuerdo de tramitaci�n anterior. 5.- Que la proposici�n del Presidente de la Rep�blica concerniente al nombramiento de un miembro del Consejo Nacional de Televisi�n pase a las Comisiones de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento y de Educaci�n, unidas. ---------------- El se�or LARRA�N (Presidente).- A continuaci�n, el se�or Prosecretario dar� cuenta de un asunto que ha llegado en este momento a la Mesa. El se�or ALLIENDE (Prosecretario).- Se trata de un segundo informe de la Comisi�n de Salud, reca�do en el proyecto, en segundo tr�mite constitucional, que modifica la ley N� 18.933, sobre instituciones de salud previsional, con urgencia calificada de "simple".(Bolet�n N� 2.981-11). El se�or LARRA�N (Presidente).- Queda para tabla. IV. F�CIL DESPACHO Creaci�n de Organizaci�n Internacional de la Vi�a y el Vino El se�or LARRA�N (Presidente).- Proyecto de acuerdo de la Honorable C�mara de Diputados que aprueba el "Acuerdo por el que se crea la Organizaci�n Internacional de la Vi�a y el Vino" y sus anexos, adoptados en Par�s el 3 de abril de 2001, con informe de la Comisi�n de Relaciones Exteriores. --Los antecedentes sobre el proyecto (3686-10) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de acuerdo: En segundo tr�mite, sesi�n 13�, en 16 de noviembre de 2004. Informe de Comisi�n: Relaciones Exteriores, sesi�n 28�, en 18 de enero de 2005 El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario).- El objetivo principal del instrumento es crear la Organizaci�n Internacional de la Vi�a y el Vino, que sustituye a la actual Oficina Internacional del mismo nombre. La entidad se establece como un organismo intergubernamental de car�cter cient�fico y t�cnico, de competencia reconocida en el �mbito de la vi�a, del vino, de las bebidas sobre la base de vino, de uvas de mesa y dem�s productos de la vid. La Comisi�n aprob� la iniciativa en general y en particular, en los mismos t�rminos en que lo hizo la Honorable C�mara de Diputados, y lo hizo por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadores se�ores Cordero, Mu�oz Barra, Romero y Vald�s. Cabe consignar que el �rgano t�cnico propone que el proyecto de acuerdo sea discutido en general y en particular a la vez, de conformidad con lo dispuesto en el art�culo 127 del Reglamento de la Corporaci�n. El se�or LARRA�N (Presidente).- En discusi�n general y particular a la vez. Tiene la palabra el Honorable se�or Romero, Presidente de la Comisi�n de Relaciones Exteriores. El se�or ROMERO.- Se�or Presidente, el asunto que corresponde analizar ha tenido origen en un mensaje del Primer Mandatario. A las sesiones en que estudiamos el proyecto asistieron, especialmente invitados, el Director Nacional del Servicio Agr�cola y Ganadero, se�or Dionisio Faulbaum, y el Jefe del Subdepartamento de Vi�as y Vinos de ese organismo, se�or Antonio Aluanlli. Asimismo, concurrieron el Director de Relaciones Internacionales de la Asociaci�n de Vi�as de Chile, se�or Patricio Mekis, y el Gerente General de la Asociaci�n de Productores de Vinos Finos de Exportaci�n, se�or Rodrigo Ballivi�n. En virtud del Acuerdo que nos ocupa, la Oficina Internacional de la Vi�a y del Vino, creada por Convenio de 29 de noviembre de 1924, publicado en el Diario Oficial de 16 de junio de 1954, se sustituye por la Organizaci�n Internacional de la Vi�a y el Vino, entidad intergubernamental de car�cter cient�fico y t�cnico de competencia reconocida en el �mbito de la vi�a, del vino, de las bebidas sobre la base de vino, de uvas de mesa, de uvas pasas y dem�s productos de la vid. El objetivo que tuvo en vista la Asamblea General de la Oficina Internacional de la Vi�a y del Vino, en su reuni�n celebrada en Buenos Aires en 1997, fue adaptar los estatutos del organismo al nuevo contexto del sector vitivin�cola mundial, de sus medios humanos, materiales y presupuestarios, as� como, en su caso, de sus procedimientos y reglas de funcionamiento, a fin de responder a los nuevos desaf�os y asegurar un futuro mejor para la vitivinicultura mundial. La Comisi�n, por las consideraciones rese�adas, estim� conveniente apoyar el proyecto de acuerdo y sugerir su aprobaci�n a la Sala. El texto, tal como se ha informado, se aprob� en general y en particular por la unanimidad de los miembros presentes del �rgano t�cnico. Es lo que puedo informar, se�or Presidente. El se�or LARRA�N (Presidente).- Ofrezco la palabra. Ofrezco la palabra. Cerrado el debate. En votaci�n el proyecto, que seguramente recibir� la adhesi�n entusiasta de los se�ores Senadores representantes de Regiones vitivin�colas. El se�or HOFFMANN (Secretario).- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? El se�or LARRA�N (Presidente).- Terminada la votaci�n. --Se aprueba en general y en particular el proyecto de acuerdo (33 votos favorables), y queda terminada su discusi�n en este tr�mite. Votaron por la afirmativa los se�ores Aburto, �vila, Boeninger, Bombal, Canessa, Cantero, Cariola, Chadwick, Coloma, Cordero, Espina, Fern�ndez, Foxley, Frei (do�a Carmen), Garc�a, Larra�n, Mart�nez, Moreno, Mu�oz Barra, Naranjo, Novoa, Orpis, P�ez, Parra, Prokurica, Romero, Ruiz (don Jos�), Ruiz-Esquide, Sabag, Stange, Vega, Viera-Gallo y Zald�var (don Andr�s). ACUERDO B�SICO DE COOPERACI�N T�CNICA, CIENT�FICA Y TECNOL�GICA CON RUMANIA El se�or LARRA�N (Presidente).- Proyecto de acuerdo, en segundo tr�mite constitucional, que aprueba el "Acuerdo B�sico de Cooperaci�n T�cnica, Cient�fica y Tecnol�gica entre los Gobiernos de las Rep�blicas de Chile y Rumania", adoptado en Santiago el 20 de noviembre de 1998, con informe de la Comisi�n de Relaciones Exteriores. --Los antecedentes sobre el proyecto (3693-10) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de acuerdo: En segundo tr�mite, sesi�n 23�, en 4 de enero de 2005. Informe de Comisi�n: Relaciones Exteriores, sesi�n 29�, en 19 de enero de 2005 El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario).- El principal objetivo del proyecto de acuerdo es establecer un marco jur�dico b�sico para promover y facilitar la cooperaci�n t�cnica, cient�fica y tecnol�gica en �reas de inter�s mutuo para ambos pa�ses. La Comisi�n lo aprob� en general y en particular por la unanimidad de sus miembros, Senadores se�ores Coloma, Mart�nez, Mu�oz Barra, Romero y Vald�s, en los mismos t�rminos en que lo hizo la C�mara de Diputados. Cabe se�alar que la Comisi�n propone al se�or Presidente discutir el proyecto en general y en particular a la vez, de conformidad con lo dispuesto en el art�culo 127 del Reglamento. El se�or LARRA�N (Presidente).- En la discusi�n general y particular, tiene la palabra el Honorable se�or Romero, Presidente de la Comisi�n de Relaciones Exteriores. El se�or ROMERO.- Se�or Presidente, se trata del "Acuerdo B�sico de Cooperaci�n T�cnica, Cient�fica y Tecnol�gica entre los Gobiernos de las Rep�blicas de Chile y Rumania", que fue firmado el 20 de noviembre de 1998. Este Tratado tiene por prop�sito fundamental establecer un marco jur�dico b�sico para promover y facilitar la cooperaci�n tanto t�cnica y cient�fica como tecnol�gica. En particular, se se�alan como actividades generales prioritarias la ejecuci�n conjunta de programas de investigaci�n y desarrollo; el intercambio de especialistas, investigadores universitarios y expertos, y de informaciones cient�ficas y tecnol�gicas, documentaci�n, equipos de investigaci�n y materiales, incluyendo la base de datos investigaci�n-desarrollo y el acceso a las redes internacionales para cada caso. Asimismo, se consigna la creaci�n y operaci�n de instituciones de investigaci�n y perfeccionamiento de inter�s com�n, donde tambi�n puedan participar terceras partes con el acuerdo de ambos pa�ses; la realizaci�n de seminarios, simposios, mesas redondas y conferencias en temas de mutuo inter�s; la prestaci�n de servicios de consultor�as; la ejecuci�n de proyectos, en fin, todo aquello que dice relaci�n a mayor desarrollo y cooperaci�n entre ambas naciones. La Comisi�n, por las consideraciones rese�adas y por tratarse de un protocolo marco resuelto con otros pa�ses, estim� conveniente apoyar el proyecto en general y en particular por la unanimidad de sus miembros, y sugerir su aprobaci�n por la Sala. Es cuanto puedo informar. El se�or LARRA�N (Presidente).- Ofrezco la palabra. Ofrezco la palabra. Cerrado el debate. �Alg�n se�or Senador desea fundar el voto? En votaci�n electr�nica. El se�or HOFFMANN (Secretario).- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? El se�or LARRA�N (Presidente).- Terminada la votaci�n. --Se aprueba en general y en particular el proyecto de acuerdo (33 votos a favor y dos pareos), y queda terminada su discusi�n en este tr�mite. Votaron por la afirmativa los se�ores Aburto, �vila, Boeninger, Bombal, Canessa, Cantero, Cariola, Chadwick, Coloma, Cordero, Espina, Foxley, Frei (do�a Carmen), Frei (don Eduardo), Garc�a, Horvath, Larra�n, Mart�nez, Moreno, Mu�oz Barra, Naranjo, Novoa, Parra, Prokurica, Romero, Ruiz (don Jos�), Ruiz-Esquide, Sabag, Stange, Vega, Viera-Gallo, Zald�var (don Adolfo) y Zald�var (don Andr�s). --No votaron, por estar pareados, los se�ores Fern�ndez y Orpis. V. ORDEN DEL D�A ENMIENDA A LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES EN MATERIA DE CALIDAD DE LA CONSTRUCCI�N El se�or LARRA�N (Presidente).- Proyecto de la Honorable C�mara de Diputados, que modifica normas del decreto con fuerza de ley N� 458, de 1975, Ley General de Urbanismo y Construcciones, relativas a la calidad de la construcci�n, con segundo informe de la Comisi�n de Vivienda y Urbanismo. --Los antecedentes sobre el proyecto (3418-14) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 16�, en 3 de agosto de 2004. Informe de Comisi�n: Vivienda, sesi�n 26�, en 7 de septiembre de 2004. Vivienda (segundo), sesi�n 28�, en 18 de enero de 2005 Discusi�n: Sesi�n 27�, en 8 de septiembre de 2004 (se aprueba en general). El se�or LARRA�N (Presidente).- Solicito la autorizaci�n del Senado para que ingrese a la Sala la asesora jur�dica del Ministerio de Vivienda y Urbanismo se�ora Jeannette Tapia. --Se accede. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario).- El proyecto fue aprobado por la Sala el 8 de septiembre del a�o pasado. Cuenta con segundo informe de la Comisi�n de Vivienda y Urbanismo, el que consigna las constancias reglamentarias pertinentes y transcribe las enmiendas al proyecto aprobado en general, las cuales se resolvieron por unanimidad. Cabe recordar que dichas modificaciones deben ser votadas sin debate, de conformidad con lo dispuesto en el art�culo 133 del Reglamento, salvo que alg�n se�or Senador, antes de la discusi�n en particular, solicite debatir la proposici�n de la Comisi�n respecto de algunas de ellas o que haya indicaciones renovadas. La Comisi�n, por la unanimidad de sus miembros presentes, Honorables se�ores Arancibia, Naranjo y Sabag, resolvi� dejar constancia de que los preceptos del proyecto tienen el car�cter de qu�rum simple. El se�or LARRA�N (Presidente).- Deseo informar a la Sala que han llegado indicaciones a la Mesa. En la discusi�n particular, tiene la palabra el Senador se�or Bombal. El se�or BOMBAL.- Se�or Presidente, justamente quer�a se�alar que se han presentado indicaciones� El se�or SABAG.- �Me permite, se�or Presidente? En mi calidad de Presidente de la Comisi�n de Vivienda y Urbanismo, primero deseo informar el proyecto. El se�or LARRA�N (Presidente).- Entonces, tiene la palabra el Honorable se�or Sabag. El se�or SABAG.- Se�or Presidente, la iniciativa se encuentra en segundo tr�mite constitucional, fue aprobada en general por el Senado y cuenta con segundo informe de la Comisi�n de Vivienda y Urbanismo. Tiene por objeto superar algunos errores y vac�os que se detectaron, en la pr�ctica, al aplicarse la ley N� 19.472, de 1996, sobre la calidad de la construcci�n. El proyecto se estructura en un art�culo �nico permanente, que modifica diversas normas de la Ley General de Urbanismo y Construcciones, y en otro transitorio. Las modificaciones apuntan a establecer plazos diferenciados de prescripci�n, conforme al tipo de falla constructiva, y a consignar con mayor precisi�n la competencia y responsabilidad de los profesionales que participan en las obras. El segundo informe introduce las siguientes modificaciones al texto aprobado en general por el Senado. En el numeral 1), relativo al art�culo 17 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones, que fija los profesionales que pueden participar en una obra, se prefiri� eliminar por innecesarios los t�rminos "civil" y "penal" respecto de las responsabilidades con que aqu�llos pueden ser perseguidos, ya que est�n contenidos en los C�digos pertinentes, bastando el se�alamiento de que cada profesional ser� responsable en el �mbito de su respectiva competencia. En cuanto al art�culo 18, como viene sancionado en el texto aprobado en general -en el cual se establecen los plazos de prescripci�n por las fallas constructivas-, se prefiri� eliminar el detallismo y la enumeraci�n extensa de las posibles fallas. Respecto de este punto, la C�mara Chilena de la Construcci�n, por intermedio de su Presidente, don Otto Kunz, hizo presente que el plazo de prescripci�n de tres a�os parec�a excesivo para algunos elementos menores de la vivienda, ya que las garant�as dadas por los fabricantes son inferiores a dicho lapso, por lo que se propone que sea s�lo de un a�o. Nosotros aprobamos tres a�os y ese organismo estima que para tal tipo de cosas no debiera ser de m�s de un a�o. Se reemplaza el inciso final del art�culo 20 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones, con el fin de evitar que las infracciones a la ley en que incurri� un propietario sean traspasadas a un posterior adquirente desde el momento en que se recibe definitivamente la obra por la Direcci�n de Obras Municipales. De ese modo, se estableci� que las acciones provenientes de infracciones como las se�aladas en dicha norma prescribir�n -en el texto aprobado en general era a los dos a�os- al momento de la recepci�n de la obra; es decir, desde el instante en que la Direcci�n de Obras Municipales la recepciona, termina la posibilidad de demandar y, por lo tanto, ya no puede haber posteriores sanciones para el vendedor. El N� 4) del art�culo �nico aprobado en general, relativo al art�culo 116, en su letra a), propon�a un procedimiento especial para el caso de la construcci�n, ampliaci�n o reparaci�n de una sola vivienda, el cual se elimin�, porque en dichas situaciones calificadas la Ordenanza General ya estipulaba dicha facultad. Asimismo, se propone excluir del mismo art�culo 116 el inciso que establece una responsabilidad espec�fica al arquitecto. Respecto del art�culo 118, que determina la obligaci�n de la Direcci�n de Obras para pronunciarse sobre las autorizaciones o permisos requeridos en determinados plazos, se agreg� en su inciso tercero un plazo de diez d�as para que dicho organismo responda las solicitudes que se le hayan formulado. Finalmente, se modifica el art�culo 144, en su inciso segundo, fij�ndose la obligaci�n de adjuntar a la solicitud de recepci�n un informe del arquitecto y del revisor t�cnico, cuando lo hubiere. Se�or Presidente, todos los art�culos de este proyecto fueron aprobados un�nimemente por los miembros de la Comisi�n de Vivienda y Urbanismo. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Bombal. El se�or BOMBAL.- Se�or Presidente, en la discusi�n general de la iniciativa formul� observaciones que deseo reiterar en esta oportunidad. A mi juicio, en los art�culos 116, inciso quinto, y 118, nuevo, se legisla afectando atribuciones de los directores de obras municipales. Estas autoridades, que t�cnicamente reconocen como sus superiores jer�rquicos a los SEREMIS de Vivienda, son, no obstante, �rganos propios de la organizaci�n municipal. Y la totalidad de �sta, que es aut�noma y descentralizada por mandato del art�culo 107 de la Carta, debe ser regulada por una ley org�nica constitucional, en atenci�n a la materia de que se trata. Hago �nfasis en que una norma adquiere car�cter org�nico constitucional en raz�n de la materia a que alude y no del instrumento en el que se encuentra. El Tribunal Constitucional ha reiterado esta doctrina en innumerables oportunidades, motivo que, unido a lo dispuesto en el Reglamento del Senado, obliga de inmediato a elevar el qu�rum de aprobaci�n del proyecto, de lo cual debe dejarse expresa constancia en las actas respectivas. Adem�s, la C�mara de origen -en este caso, la de Diputados-, una vez aprobada la iniciativa, debe remitirla al Tribunal Constitucional para su control preventivo y obligatorio. A mayor abundamiento, quiero agregar que, seg�n la doctrina -tambi�n reiterada por el Tribunal Constitucional-, no s�lo son de rango org�nico constitucional las normas expresamente dispuestas por la Carta Fundamental que lo sean, sino tambi�n las que constituyen el complemento necesario e indispensable de aqu�llas. Tal situaci�n la consider� de especial pronunciamiento, por lo que, en su momento, solicit� a la Mesa calificar dichas disposiciones como de qu�rum calificado y que se procediera en consecuencia. En el campo formal, deseo agregar algunas aprensiones que surgen. Se observa en el proyecto una delegaci�n hacia la Ordenanza General que merece reparos de constitucionalidad. El art�culo 116 bis propuesto se�ala en su inciso final: "El reglamento que se dicte para el registro a que se refiere el inciso primero establecer� los requisitos de inscripci�n, las causales de inhabilidad, de incompatibilidad y de amonestaci�n, suspensi�n y eliminaci�n del registro por incumplimiento de sus obligaciones.". Ocurre, entonces, que a trav�s de dicha norma se nos solicita aprobar una delegaci�n impropia, por cuanto las materias que se pretende regular reglamentariamente son indelegables por naturaleza, ya que afectan, entre otros aspectos, el ejercicio de una actividad econ�mica mediante la imposici�n de condiciones o requisitos. Ello est� prohibido de manera expresa en los art�culos 19, n�meros 21� y 26�, y 61 de la Ley Fundamental. En efecto, el N� 21� garantiza a toda persona el ejercicio de una actividad econ�mica bajo el �nico requisito de "respetar las normas legales que la regulan". Es decir, la fuente de regulaci�n de tal actividad -entre la que se encuentra la de los revisores independientes- es la ley y no el reglamento. Por otra parte, el numeral 26� del art�culo 19 asegura que los preceptos que por expresa autorizaci�n de la Constituci�n sean normados por el legislador no pueden afectar el derecho en su esencia ni imponer requisitos o condiciones que impidan su libre ejercicio. Nuevamente tal garant�a dada a todas las personas parte de la base de que es el legislador y no el administrador el llamado a regular los derechos de que trata el art�culo 19. No es una materia sobre la cual existan dudas. En definitiva, nuestra Carta Fundamental no razon� en orden a que las garant�as constitucionales fueran estatuidas por normas de jerarqu�a inferior a la ley ni que el legislador pudiera delegar esta insustituible funci�n. A mayor abundamiento, impidi� expresamente, en su art�culo 61, delegar materias relativas a las garant�as constitucionales en la potestad legislativa irregular de los decretos con fuerza de ley. De modo que si una norma de rango mayor, como un DFL, no puede regular asuntos de esa naturaleza, menos lo pueden hacer preceptos de rango inferior, como los emanados de la potestad reglamentaria del Presidente de la Rep�blica. Adem�s, como se observa, la disposici�n propuesta delega en el reglamento "las causales de inhabilidad, de incompatibilidad y de amonestaci�n, suspensi�n y eliminaci�n del registro por incumplimiento de sus obligaciones". Ello supone el ejercicio del poder sancionatorio del Estado, el cual s�lo puede ser regulado legalmente, de conformidad con el art�culo 19, n�mero 3�, del Texto Fundamental. Sobre ese punto, recientemente el Tribunal Constitucional tuvo oportunidad de reafirmar su jurisprudencia a prop�sito del proyecto sobre l�mite del gasto electoral, el cual, por delegar el procedimiento sancionatorio en el reglamento, impidi� la aplicaci�n de sanciones cuando la ley se promulg�. Por ese motivo, debimos abocarnos a la materia en tiempo record, con el objeto de regularla por ley, como corresponde. Pi�nsese ahora que no s�lo el procedimiento se delega, sino adem�s el establecimiento mismo de las sanciones. Se�or Presidente, formulo estas observaciones en la Sala para que se tengan en cuenta, pues sobre la materia naturalmente ya se encuentra hecha la reserva de constitucionalidad. Sin embargo, en esta primera parte de la discusi�n pido un pronunciamiento de la Mesa respecto de lo que se�al� en orden a que los art�culos 116, inciso quinto, y 118, nuevo, tienen car�cter de ley org�nica constitucional en raz�n de lo que tratan y no por el instrumento en el cual se encuentran contenidos, de acuerdo con la jurisprudencia del Tribunal Constitucional. Eso por ahora. Despu�s, yendo a lo espec�fico, espero referirme a cada una de las indicaciones renovadas que se encuentran en poder de la Mesa. El se�or LARRA�N (Presidente).- Sobre la materia planteada por el Honorable se�or Bombal en cuanto al rango jer�rquico del art�culo 118, en primer lugar quiero escuchar a la Sala, porque me pareci� que el se�or Secretario hizo presente que la Comisi�n se hab�a pronunciado -por lo menos, algunos de sus miembros- en el sentido de que se tratar�a de una iniciativa cuyas normas son de qu�rum simple. Por lo tanto, sin haber estudiado la materia, presumo que la Comisi�n analiz� el asunto levantado por el Senador se�or Bombal. El se�or BOMBAL.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or BOMBAL.- Se�or Presidente, yo no he hecho sino reconocer que la Comisi�n as� lo estableci� en el informe. Por eso, formulamos expresa reserva de constitucionalidad. En la discusi�n general del proyecto en la Sala ya lo advertimos; y lo que hemos citado es la jurisprudencia del Tribunal Constitucional sobre el particular. De all� que haga �nfasis en el tema, pero no por poner obst�culos a la iniciativa. El se�or LARRA�N (Presidente).- As� lo entendemos, se�or Senador. Sobre el punto, simplemente quiero ofrecer la palabra a quienes deseen intervenir. Puede hacer uso de ella el Honorable se�or Sabag. El se�or SABAG.- Se�or Presidente, es efectivo que el Senador se�or Bombal hizo presente en el debate del primer informe la cuesti�n de constitucionalidad. En la Comisi�n analizamos exhaustivamente el problema, con la participaci�n del Ejecutivo. Y lo claro es que aqu� estamos modificando la Ley de Urbanismo y Construcciones, no la Ley Org�nica Constitucional de Municipalidades. No nos estamos metiendo en esta otra ley, que tiene un rango distinto. �se fue el parecer de la Comisi�n, que, por la unanimidad de sus miembros presentes, resolvi� que los preceptos del proyecto no son de qu�rum especial. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or �vila. El se�or �VILA.- Se�or Presidente, del informe que rindi� el Senador se�or Sabag, entend� que el constructor quedar�a eximido de ulteriores responsabilidades una vez que se produzca la recepci�n definitiva por parte de la Direcci�n de Obras del municipio. Me gustar�a que se me aclarase el punto antes de continuar con mi intervenci�n. El se�or LARRA�N (Presidente).- Lo que pasa, se�or Senador, es que ahora se est� analizando el tema de la constitucionalidad, de manera que, si le parece bien, podr�amos discutir el que Su Se�or�a ha planteado luego de que despejemos aquel otro. Porque se ha hecho una argumentaci�n en determinada direcci�n y algunos miembros de la Comisi�n han sostenido la tesis contraria. El se�or �VILA.- No tengo inconveniente. El se�or LARRA�N (Presidente).- Gracias. Tiene la palabra el Honorable se�or Andr�s Zald�var. El se�or ZALD�VAR (don Andr�s).- Se�or Presidente, esta materia ya la tratamos en la discusi�n general, donde hubo acuerdo -por lo menos yo lo entend� as�- en cuanto a que las disposiciones de la iniciativa no son de ley org�nica. Adem�s, creo que la segunda discusi�n habida en la propia Comisi�n aclara el punto. El �rgano t�cnico vuelve a indicar que, por razones debatidas en su seno, las normas no tienen dicho car�cter. En tercer lugar, efectivamente, no estamos tratando la Ley Org�nica Constitucional de Municipalidades, sino la Ley General de Urbanismo y Construcciones. Asimismo, contradiciendo lo aseverado por el Senador se�or Bombal, el Tribunal Constitucional ha mantenido una posici�n permanente en cuanto a que, para los efectos de determinar el qu�rum, la interpretaci�n debe ser restrictiva, es decir, s�lo puede exigirse un qu�rum mayor cuando as� lo establezca expresamente la norma constitucional, no a trav�s de una ampliaci�n de la interpretaci�n. Y en este caso, precisamente mediante esta �ltima v�a, se est� pretendiendo llegar a la conclusi�n de que ciertas disposiciones del proyecto requieren qu�rum org�nico constitucional. �ste es un tema que, como ya dije, fue discutido la vez pasada. Y no me cabe la menor duda de que no necesita qu�rum de ley org�nica, porque no se refiere a la ley org�nica municipal, sino a la Ley de Urbanismo y Construcciones, y porque, adem�s, el propio Tribunal Constitucional ha se�alado que las exigencias de qu�rum deben ser objeto de una interpretaci�n restrictiva. El Honorable se�or Bombal tiene todo el derecho de hacer reserva de constitucionalidad para el caso de que un grupo de Senadores o Parlamentarios decida interponer el recurso correspondiente ante el Tribunal. Sin embargo, en lo personal, estoy convencido de que no se requiere el qu�rum que est�n solicitando algunos Honorables colegas. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or R�os. El se�or R�OS.- Se�or Presidente, establecer que una norma org�nica constitucional puede ser modificada a trav�s de una ley simple es una doctrina peligrosa que, naturalmente, debe analizarse con mayor profundidad. Cuando la responsabilidad que se entrega mediante una ley simple no toca lo m�s profundo de una norma org�nica constitucional -podr�a hacerlo; depende del criterio que se adopte en cada legislaci�n-, no se presenta ning�n inconveniente. Sin embargo, en este caso, una ley simple (la Ley General de Urbanismo y Construcciones) est� imponiendo una obligaci�n a un departamento trascendente de las municipalidades (la Direcci�n de Obras), que en muchos casos implicar�, seguramente, modificar la planta de profesionales y requerir una gesti�n del cuerpo municipal (alcalde o autoridades ejecutivas) para lograr cumplir el objetivo se�alado en la ley. No se trata de una obligaci�n balad�, de simple administraci�n. El precepto dispone que en los proyectos de hasta cien metros cuadrados la Direcci�n de Obras tendr� 10 d�as para pronunciarse sobre la autorizaci�n o permiso, situaci�n que siempre es compleja: se presentan problemas de car�cter urban�stico, sanitario, razones para no comprometer el plano regulador, en fin, hay un conjunto de elementos que necesariamente obligan a una preocupaci�n especial. Si la norma hubiese dicho, por ejemplo, que las municipalidades adaptar�n sus funciones para cumplir con el principio de esta ley en cuanto al acortamiento de plazos, se podr�a aceptar, pero se trata de una imposici�n, una obligaci�n, a uno de los departamentos m�s trascendentes del municipio. Por eso, se�or Presidente, creo que lo que indica el Senador se�or Bombal es efectivo. Aqu� se est� modificando en lo esencial la Ley Org�nica Constitucional de Municipalidades, lo cual implica, necesariamente, un qu�rum distinto. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Bombal. El se�or BOMBAL.- Se�or Presidente, el punto no tiene que ver tanto con que sea una ley simple. Seg�n la jurisprudencia reiterada del Tribunal Constitucional, lo que hace org�nica a una disposici�n es la materia que trata y no el cuerpo legal donde ella se encuentra incorporada. La observaci�n del Senador se�or Andr�s Zald�var es correcta si se la analiza desde el punto de vista de los asuntos que deben revestir tal car�cter, pero -repito- la jurisprudencia reiterada del Tribunal indica que si una disposici�n se refiere a una materia regulada en una ley org�nica constitucional -es exactamente lo que sucede en la especie, en que se est� afectando la atribuci�n de un director cuyo rango de actividad se halla establecido conforme al mandato del art�culo 107 de la Carta- es una norma de car�cter org�nico y debe ser aprobada con ese rango. Aqu�, se�or Presidente, no se trata de estar discutiendo un qu�rum mayor o un qu�rum menor en raz�n de generar una ventaja respecto de esta atribuci�n para una determinada mayor�a, sino de una cuesti�n que es de la esencia del orden constitucional establecido. Ello nos obliga a recurrir al Tribunal, porque de la disposici�n, tal como est� redactada, pueden derivarse consecuencias de enorme trascendencia para el ordenamiento org�nico constitucional. Por eso he efectuado el planteamiento. Aqu� no se est� discutiendo el qu�rum para obtener una determinada aprobaci�n o rechazo; el tema es la jurisprudencia reiterada del Tribunal, conforme a la cual lo que hace org�nica constitucional a una disposici�n es la materia que trata y no el lugar donde ella se encuentra ubicada o el cuerpo legal del que proviene. Respetando, naturalmente, la posici�n adoptada por la Comisi�n, pongo �nfasis en que la jurisprudencia sobre el punto es reiterada. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Andr�s Zald�var. El se�or ZALD�VAR (don Andr�s).- Se�or Presidente, quiero hacer notar que existen precedentes sobre la materia. Seg�n un informe que tengo en mi mano, cuando se discuti� el proyecto sobre copropiedad inmobiliaria, que afectaba precisamente la Ley General de Urbanismo y Construcciones, no se exigi� qu�rum especial. Y lo mismo aconteci� con el procedimiento de publicidad para gestiones administrativas relacionadas con la construcci�n, que espec�ficamente modific� el art�culo 116 de la citada ley y le agreg� un nuevo precepto, el art�culo 116 bis. En estos dos casos concretos, se determin� que no revest�a car�cter de ley org�nica y no se requiri� ese qu�rum. El se�or Senador puede hacer la reserva de constitucionalidad respectiva, pero, en lo relativo al qu�rum, me parece que ya existen precedentes claramente establecidos en los cuales el Senado ha resuelto que normativas de este tipo, sobre construcciones y urbanizaci�n, no forman parte de la Ley Org�nica Constitucional de Municipalidades y, por tanto, no necesitan ser aprobadas con dicho qu�rum. El se�or LARRA�N (Presidente).- Sobre este punto deseo formular una inquietud, porque el planteamiento del Honorable se�or Bombal, respecto al art�culo 118... El se�or BOMBAL.- Hice referencia a dos art�culos: el 116, inciso quinto, y el 118. El se�or LARRA�N (Presidente).- Pues bien, en el �ltimo de los mencionados, el art�culo 118, se estar�an dando atribuciones a la Direcci�n de Obras Municipales, lo cual ser�a materia de ley org�nica constitucional. �se es el argumento que ha sostenido el Honorable se�or Bombal. Al leer el art�culo, la verdad es que podr�a hacerse una interpretaci�n distinta, en el sentido de que aqu� no se estar�a entregando una atribuci�n, sino que m�s bien fijando plazos, es decir, procedimientos para ejercer una facultad. No se est� dando aqu� una especial atribuci�n. Y, por lo tanto, en esa parte podr�a entenderse que no hay una modificaci�n de rango org�nico constitucional. Sin embargo, el inciso cuarto -seg�n entiendo-, que establece un recurso ante la Secretar�a Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo, plantea un problema distinto. Porque aqu�, respecto de una decisi�n municipal, se est� entregando un recurso al SEREMI, que no es el superior jer�rquico de la Direcci�n de Obras Municipales. De acuerdo con la Ley de Bases Generales de la Administraci�n del Estado, las posibilidades de reclamaci�n de los actos de autoridades municipales, van por la v�a del recurso de ilegalidad, que se interpone ante la Corte de Apelaciones, o por la del art�culo 10 de ese cuerpo normativo, que dispone que los actos administrativos ser�n impugnables mediante los recursos que establece la ley. Y a continuaci�n se�ala que esos recursos se plantean ante el superior jer�rquico -porque es un recurso jer�rquico- correspondiente. No siendo la SEREMI superior jer�rquico de la Direcci�n de Obras Municipales, estar�a de alguna forma modificando al art�culo 10 de la Ley de Bases. Y, en ese sentido, tal vez pudiera interpretarse que la disposici�n en comento es de rango org�nico constitucional. Entonces, me surgen dudas respecto a esta materia. Sin embargo, hago presente lo que en la Mesa hemos estado analizando a prop�sito del planteamiento formulado por el Senador se�or Bombal. Tiene la palabra el Honorable se�or Andr�s Zald�var. El se�or ZALD�VAR (don Andr�s).- Se�or Presidente, doy excusas por volver al tema planteado. Por supuesto, creo que existe argumentaci�n para sostener la tesis. Pero conocemos qu� es lo que sucede con los directores de obras municipales. �stos se encuentran en una situaci�n muy h�brida: tienen absoluta independencia en relaci�n con la propia alcald�a y una dependencia, precisamente a trav�s del SEREMI, del Ministerio de Vivienda. Se han conocido casos de permisos municipales otorgados por un director de obras que han sido reclamados -porque existe el derecho a hacerlo- ante el SEREMI, que resuelve. Eso se halla establecido, no se est� creando ninguna facultad nueva. En el fondo, puede entenderse que se trata de una nueva atribuci�n. Pero no es as�. Porque estamos frente a una situaci�n que es realmente h�brida. El director de obras municipales no depende directamente del alcalde, salvo para los efectos administrativos (a lo mejor para el pago de sus remuneraciones). Sin embargo, para los efectos de sus decisiones, precisamente porque as� la ley lo ha cre�do conveniente, le ha dado plena autonom�a. A objeto de evitar que sea un funcionario con tanta autonom�a, se estableci� su dependencia del Ministerio de la Vivienda respecto a las resoluciones en estas materias. Por eso, creo que no existe fundamento para aplicar la norma del art�culo 10 de la Ley de Bases Generales de la Administraci�n del Estado. He dicho. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Naranjo. El se�or NARANJO.- Se�or Presidente, es admirable la habilidad que tienen algunos Senadores para sacarnos del tema central de la discusi�n del proyecto. Porque es cosa de remitirse al art�culo 118, que lo �nico que hace es acortar y diferenciar los plazos de acuerdo al n�mero de metraje. Y aqu� se ha hecho un gran debate en cuanto a si esto constituye un problema de orden constitucional. En verdad, valoro a los Senadores que tienen esa capacidad imaginativa de llevarnos a una situaci�n l�mite. �Por qu�? Porque hoy d�a -y por eso ser�a bueno que se leyera el articulado con detenci�n- estamos enfrentados a una situaci�n de arbitrariedad, como muy bien lo se�al� el Honorable se�or Andr�s Zald�var, donde los directores de obras son personas que a veces cuentan con un plazo infinito para referirse a determinados temas. Entonces, ahora la gente tendr� la posibilidad de reclamar. Porque lo que debatimos aqu� -por si alguien lo ha olvidado- no es un problema de constitucionalidad, sino una iniciativa relacionada con la calidad de la construcci�n de las viviendas en nuestro pa�s. Eso es lo que analizamos. Y hemos terminado discutiendo un problema de constitucionalidad que no corresponde, ya que aqu� estamos modificando la Ley General de Urbanismo y Construcciones, para que la gente, ante la arbitrariedad de una autoridad, tenga la posibilidad de reclamar por la calidad de su vivienda, a fin de que la normativa relativa a �sta verdaderamente se cumpla. Si no se pronuncia esa autoridad, que es el Director de Obras Municipales, se podr� apelar al SEREMI de Vivienda y Urbanismo, quien fijar� a aqu�l un plazo para responder, y no como sucede hoy d�a que nada de eso ocurre. Y ac� se arma una discusi�n constitucional sobre esto. �Por favor, se�or Presidente, si estamos discutiendo una iniciativa sobre calidad de la vivienda, una cosa tan simple! Y f�jense, se�ores Senadores, que la C�mara de Diputados aprob� por unanimidad el proyecto, y a nadie se le pas� por la cabeza que aqu� hab�a un problema de constitucionalidad. La norma en cuesti�n no est� modificando ninguna ley org�nica de municipalidades. �Ninguna! Lo que estamos haciendo es permitir a la gente que experimenta dificultades con la calidad de su vivienda que, en caso de no cumplirse las disposiciones vigentes, por lo menos cuente con una instancia a la cual apelar. Y eso, que yo sepa -no se trata de ser experto en Derecho Constitucional-, no tiene nada que ver con que se est�n violando algunas normas constitucionales. All� los se�ores Senadores que quieran recurrir al Tribunal Constitucional por este tema tan particular y espec�fico. Yo pienso que los miembros de dicho organismo van a quedar sorprendidos si alguien reclamara al respecto aduciendo que ello rompe las normas constitucionales de nuestro pa�s. Verdaderamente habr�a que tener mucha personalidad para hacer un requerimiento sobre esta materia. Porque no corresponde. Vuelvo a insistir, estamos ante una cuesti�n muy espec�fica: la calidad de la vivienda. Lo �nico que hace esta norma es establecer un plazo, que antes era de 30 d�as. Hoy lo diferencia por metros cuadrados, y lo reduce en tiempo. Y si la Direcci�n de Obras Municipales no responde, puede apelarse al SEREMI de Vivienda. �Y alguien me puede decir que eso es un problema de orden constitucional? Interesante. El se�or LARRA�N (Presidente).- La verdad es que aqu� un se�or Senador ha pedido fijar el qu�rum de votaci�n de un art�culo. Y eso me parece que est� dentro de los derechos que asisten a Sus Se�or�as. Tiene la palabra el Honorable se�or R�os. El se�or R�OS.- Se�or Presidente, la verdad es que �ste no es el Club Social de Parral, sino el Senado de la Rep�blica, y eso tiene una connotaci�n distinta. Tampoco nadie est� rechazando este art�culo. Lo vamos a votar a favor. Y todos nos sentimos contentos de que se haya llegado a esta norma y de que se apuren las cosas. Pero como nos hallamos en el Senado y la institucionalidad del pa�s es, en definitiva, la que manda, lo que estamos haciendo es simplemente adecuarnos a las doctrinas, a los criterios constitucionales establecidos en los preceptos legales que estudiamos. Obviamente, me pronunciar� a favor de esta iniciativa. Las cosas hay que agilizarlas. Est� bien. La cuesti�n es que no exista jurisprudencia nuestra que despu�s afecte a otras normas legales. He dicho. El se�or LARRA�N (Presidente).- Se�or Senador, el Club Social de Parral es una instituci�n muy distinguida. El se�or NARANJO.- �Y a veces tiene m�s conocimiento que este Senado! El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Sabag. El se�or SABAG.- Se�or Presidente, en efecto, como lo se�al� el Senador Andr�s Zald�var, ya ha habido otras leyes que han modificado estas normas y nunca se ha hecho menci�n de rango de constitucionalidad. En todo caso, el Honorable se�or Bombal tiene el leg�timo derecho a hacer reserva de constitucionalidad, y que eso posteriormente se analice. Pero, en el fondo, �qu� es lo que se est� tratando de ver aqu�? Ya lo se�al� el Senador se�or Naranjo, los directores de obras municipales tienen tal facultad que el alcalde no es el jefe. Seguramente es el �nico que les paga o a lo mejor los podr� calificar. No lo s�. Pero ellos no se entienden con el alcalde ni con el concejo municipal. F�jense Sus Se�or�as que una persona puede postular al cargo de alcalde; decir ante el pueblo que va a hacer modificaciones de aquella naturaleza, y quiz�, por eso, ser elegida con una inmensa votaci�n. Pero es factible que el Director de Obras Municipales le "pare el carro" al nuevo alcalde y le manifieste: "Usted no puede hacer ninguna de estas cosas. �Aqu� mando yo!". �En ese extremo estamos! Y el superior jer�rquico del Director de Obras Municipales es justamente el SEREMI de Vivienda. Por eso pensamos que �ste debe ser la instancia superior de reclamaci�n. Ahora bien, �por qu� nos encontramos en esta situaci�n? Por los abusos que se han cometido. El representante de la C�mara Chilena de la Construcci�n se�al� que se han perdido millones de d�lares s�lo porque el Director de Obras Municipales no se pronuncia. �Un a�o y medio o dos a�os para un permiso! Y, construido el edificio, viene la recepci�n. �Otro a�o! �Cu�nto significa eso? Aqu� estamos fijando plazos: quince d�as, treinta d�as. Hemos liberado al Director de Obras Municipales: "Usted d� la l�nea y la rasante". Los profesionales independientes, ingenieros y arquitectos, firman y asumen la responsabilidad, con el fin de agilizar los tr�mites. Porque, �qu� sostienen ellos? "Tengo 40 proyectos de esta �ndole. �C�mo los voy a revisar si me van meter preso al d�a siguiente?". �Ahora, no! Otros ser�n los responsables; el director da la l�nea y la rasante; se rebajan los derechos municipales en 30 por ciento, y agilizamos todo el procedimiento. �sa es la finalidad fundamental de la ley en proyecto, para, sobre todo, resguardar la calidad de la construcci�n y respetar los plazos de cada etapa. El se�or LARRA�N (Presidente).- Finalmente, tiene la palabra el Honorable se�or Bombal. El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- Se�or Presidente, s�lo quiero hacerme cargo de la intervenci�n del se�or Senador que plante� que aqu� se est� inventando toda una entelequia constitucional y que el fondo del proyecto es otro. Nadie tiene duda alguna sobre el fondo de la iniciativa; as� se aprob� en general y as� se aprobar� ahora. El punto en cuesti�n -lo se�al� bien el Honorable se�or R�os- es otro: el resguardo de la jerarqu�a de una norma -hoy d�a es este proyecto; ma�ana puede ser otro- que por algo se halla establecida en la Constituci�n Pol�tica. Respecto de la alusi�n que hizo el Senador se�or Andr�s Zald�var a otros proyectos, debo puntualizar que en ellos no se fijan atribuciones; se trata de materias que no tocan atribuciones de funcionarios de la Administraci�n del Estado cuyo estatuto jur�dico -es el caso de los funcionarios municipales- es una ley org�nica. Por eso, queremos dejar meridianamente claro este punto; no estamos ante el capricho de recurrir o no al Tribunal Constitucional; es la salvaguarda de determinado orden. Aqu� no estamos impugnando el fondo de la iniciativa -dijimos al comienzo que ella era buena-, sino s�lo planteando con claridad una cuesti�n formal que importa al ordenamiento jur�dico. Por eso, se�or Presidente, quiero salvar el punto, para que no quede la sensaci�n de que estamos eludiendo el aspecto de fondo, que nos parece muy importante (as� lo hicimos ver en la Comisi�n, a trav�s de nuestro representante, y tambi�n en el debate de la Sala), mediante una tinterillada jur�dica destinada a oponerse al proyecto. No es �sa nuestra intenci�n. El se�or ZALD�VAR (don Andr�s).- �Me permite una interrupci�n, se�or Senador? El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- C�mo no, Honorable colega. El se�or LARRA�N (Presidente).- Se�ores Senadores, me gustar�a que, hecho el debate, la Sala definiera si el art�culo es de qu�rum... El se�or ZALD�VAR (don Andr�s).- Pido la palabra nada m�s que para precisar un punto, se�or Presidente, que no quiero que quede en discusi�n. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra, Su Se�or�a. El se�or ZALD�VAR (don Andr�s).- El Senador se�or Bombal pregunt� si el proyecto modificaba o no atribuciones. Efectivamente, lo hace, porque el art�culo 116 bis que mediante �l se plantea enmienda el art�culo 38 de la ley N� 19.537, el cual dispone en su inciso primero: "La resoluci�n del Director de Obras Municipales que declare acogido un condominio" -�sa es una atribuci�n- "al r�gimen de copropiedad inmobiliaria ser� irrevocable por decisi�n unilateral de esa autoridad.". Y el precepto sigue. O sea, es un caso espec�fico sobre el cual existi� un pronunciamiento del Tribunal Constitucional respecto del qu�rum que requiere la Ley General de Urbanismo y Construcciones. El se�or LARRA�N (Presidente).- Se ha sostenido que el art�culo 118 de reemplazo es de rango org�nico constitucional. Otros se�ores Senadores (y as� lo plantea el informe de la Comisi�n) consideran que se trata de un precepto simple. Planteada esa duda de constitucionalidad, someter� la decisi�n a la Sala. Votar "s�" implica que la norma es de qu�rum simple, y "no", que tiene jerarqu�a org�nica constitucional, como lo sostiene el Honorable se�or Bombal. En votaci�n electr�nica. El se�or HOFFMANN (Secretario).- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? El se�or ROMERO.- Mi voto no queda registrado, se�or Presidente. El se�or HOFFMANN (Secretario).- �Tiene la tarjeta, Su Se�or�a? El se�or ROMERO.- S�, pero el sistema no funciona. Voto que no. El se�or LARRA�N (Presidente).- El Senador se�or Romero ha consignado su voto negativo. Terminada la votaci�n. --Por 18 votos a favor y 16 en contra, se resuelve que el art�culo 118 propuesto para la Ley General de Urbanismo y Construcciones es de qu�rum simple. Votaron por la afirmativa los se�ores Aburto, Arancibia, �vila, Boeninger, Canessa, Cordero, Foxley, Frei (do�a Carmen), Gazmuri, Naranjo, P�ez, Parra, Ruiz (don Jos�), Ruiz-Esquide, Sabag, Vega, Viera-Gallo y Zald�var (don Andr�s). Votaron por la negativa los se�ores Bombal, Cantero, Cariola, Chadwick, Coloma, Espina, Fern�ndez, Garc�a, Horvath, Larra�n, Mart�nez, Orpis, Prokurica, R�os, Romero y Stange. El se�or LARRA�N (Presidente).- Entiendo que el Senador se�or Bombal hizo reserva de constitucionalidad respecto... El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- Respecto de los dos art�culos. El se�or LARRA�N (Presidente).- Pero no pide votaci�n. El se�or BOMBAL.- No, se�or Presidente. El se�or LARRA�N (Presidente).- En consecuencia, si le pareciera a la Sala, se aprobar�a el inciso final del art�culo 116 con la votaci�n reci�n efectuada. --Se aprueba con la misma votaci�n anterior (18 votos contra 16). El se�or LARRA�N (Presidente).- Por tanto, quedan registradas ambas votaciones, y tambi�n, la reserva de constitucionalidad formulada por el Honorable se�or Bombal. El se�or LARRA�N (Presidente).- Para proceder en orden, primero debemos dejar consignadas las modificaciones acordadas por unanimidad. Si le parece a la Sala, se dar�n por aprobadas, salvo que alg�n se�or Senador pida votaci�n separada respecto de alguna o que haya indicaci�n renovada. El se�or VIERA-GALLO.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra, Su Se�or�a. El se�or VIERA-GALLO.- Por lo menos, pido que se discuta el art�culo 118, aunque no necesariamente que se vote en forma separada. El se�or LARRA�N (Presidente).- En tal caso, se votar� separadamente, se�or Senador. Tiene la palabra el Senador se�or R�os. El se�or R�OS.- El se�or Presidente de la Comisi�n se�al� que todos los art�culos se hab�an aprobado por unanimidad. Por tal motivo, como te�ricamente no existe discusi�n, salvo sobre los art�culos que fueron objeto de indicaciones renovadas, solicito a la Mesa que durante el an�lisis del proyecto podamos desarrollar alg�n debate, no s�lo respecto de las normas que se pida votar de manera separada, como lo hizo el Senador se�or Viera-Gallo, sino tambi�n acerca de otras. El se�or LARRA�N (Presidente).- �Su Se�or�a quiere que se voten todos los art�culos por separado? Porque... El se�or R�OS.- Se�or Presidente... El se�or LARRA�N (Presidente).- Perd�n, se�or Senador, pero quiero entenderlo. Se votar�n todos los art�culos sobre los cuales se renovaron indicaciones -ya hay varias-, m�s el 118. El se�or R�OS.- �Es posible saber qu� normas fueron objeto de indicaci�n renovada? El se�or LARRA�N (Presidente).- Por supuesto, se�or Senador. Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario).- El N� 1), que modifica el art�culo 17 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones. El inciso tercero del art�culo 18. En cuanto al N� 3), las indicaciones 14 y 15 fueron aprobadas en la Comisi�n, pero con modificaciones. Ahora los se�ores Senadores ya mencionados sugieren insistir en el texto original. Tocante al inciso quinto que la letra c) del N� 4) incorpora al art�culo 116 de la referida Ley, se plantea agregar una frase final. Y respecto del N� 5), que reemplaza por otro el art�culo 116 bis de la Ley ya mencionada, los citados se�ores Senadores proponen sustituir la disposici�n de reemplazo. Por otro lado, el Honorable se�or Viera-Gallo pidi� discutir separadamente en la Sala el art�culo 118, que origin� debate en la Comisi�n. El se�or LARRA�N (Presidente).- Son varias las normas que recibieron indicaciones renovadas. Entonces, �dar�amos por aprobadas todas las modificaciones acordadas por unanimidad en la Comisi�n, con excepci�n de las se�aladas por el se�or Secretario? --Se aprueban. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Los Senadores se�ores Bombal, Cordero, Stange, Romero, Garc�a, Orpis, Cantero, Fern�ndez, Aburto y Prokurica renovaron indicaci�n para suprimir el N� 1) del art�culo �nico. El se�or LARRA�N (Presidente).- En discusi�n. Ofrezco la palabra. Tiene la palabra el Honorable se�or Bombal. El se�or BOMBAL.- Se�or Presidente, el Ejecutivo, para justificar el rechazo de la indicaci�n que diversos Senadores formulamos a los efectos de suprimir las enmiendas reca�das en el art�culo 17, argument� en la Comisi�n que �ste "debiera se�alar efectivamente qui�nes ser�n responsables por sus acciones u omisiones en el �mbito de sus respectivas competencias" y que tendr�a que "eliminarse la referencia a la responsabilidad civil o penal". Se�al� adem�s el Gobierno: "esta es una norma de car�cter general y es bueno dejar establecido que cada uno de los profesionales participantes definidos en la norma, respondan, pero s�lo en el �mbito de sus respectivas competencias". Y precis� (lo dice el informe): "la Ley General de Urbanismo y Construcciones establece dos tipos de responsabilidades: una, por incumplimiento de normativas, lo que da lugar a las infracciones, materia que se regula en el art�culo 20 y, otra, en el art�culo 18, que se refiere espec�ficamente a la responsabilidad civil.". Cabe se�alar que nadie ha sugerido suprimir las responsabilidades profesionales. Tan s�lo se propone ubicarlas donde corresponde; esto es, en el art�culo 18. De hecho, el texto vigente ah� las contempla. Por lo tanto, a�adirlas en el art�culo 17 resulta innecesario e introduce confusiones, lo que debe evitarse especialmente en un �mbito donde se requiere mucha precisi�n, atendidas las responsabilidades derivadas de las actuaciones de los funcionarios pertinentes y de su contraparte. Tampoco existe discrepancia en cuanto a la acotaci�n de que cada profesional responda s�lo en su respectivo �mbito de competencia. Entonces, las indicaciones tendientes a suprimir el n�mero 1), modificatorio del art�culo 17, buscan tres efectos jur�dicos que dan mayor eficacia y perfeccionan el art�culo 18. Primero, radicar tales responsabilidades donde actualmente est�n -en el art�culo 18-, para no producir confusiones en el sentido de que son distintas, como la evidenciada en el debate de la Comisi�n, donde el Honorable se�or Arancibia consult� a cu�l de ellas se refer�a la norma (es decir, al respecto ya se gener� confusi�n entre los propios legisladores que estudiaban la materia). Y el Ejecutivo respondi� -as� se consigna en el informe-: "en este caso, la responsabilidad civil de los revisores independientes y de los arquitectos y profesionales est� regulada espec�ficamente por el art�culo 18 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones". Entonces, �por qu� no regular la materia donde corresponde? Eso es lo que estamos sugiriendo al renovar la indicaci�n supresiva. El segundo efecto jur�dico deseado es que se persigan las responsabilidades de los profesionales una vez que responda el propietario primer vendedor, a fin de no debilitar la esencia del art�culo 18 e incentivar la preocupaci�n de los mandantes por contratar buenos profesionales. En cambio, si la responsabilidad se coloca en el art�culo 17, las demandas civiles recaer�n primero sobre los profesionales; por ende, los mandantes no responder�n y se estimular� a contratar sin importar la calidad del especialista. M�s grave a�n es el efecto indirecto relativo a las multas en los juzgados de polic�a local, donde actualmente responden los propietarios. Pero, con la redacci�n del art�culo 17, ahora s�lo ser�n responsables siempre los profesionales y nunca los mandantes. A nuestro juicio, eso distorsiona el sentido del proyecto. El tercer efecto esperado es la correcci�n de un problema derivado de la Ordenanza General, cual es la creaci�n, por la v�a reglamentaria, de m�ltiples responsabilidades sin respaldo legal, que van m�s all� de las contempladas para los llamados "profesionales competentes": arquitectos, ingenieros civiles, ingenieros constructores y constructores civiles. Sin embargo, dicha Ordenanza ha identificado otra serie de especialistas (ingenieros de tr�nsito, en prevenci�n de riesgos, industriales; ge�grafos, etc�tera) que tambi�n suscriben estudios viales de diversa naturaleza (de evacuaci�n, de seguridad, etc�tera; ello depende del tipo de obra), pero que no tienen la calidad de "competentes". Al no hacerse esta aclaraci�n, �qui�n se responsabilizar� por esos estudios?, �qu� efectos jur�dicos tendr�n las anotaciones de dichos especialistas en el libro de obras? Por ello, se�or Presidente, sugerimos que se radique esta materia donde produzca el efecto deseado en el sentido del proyecto y de lo que se pretende mejorar. S�lo �se es el objetivo: ubicar las responsabilidades donde sean m�s eficaces y donde no exista duda respecto de qui�n ha de responder. He dicho. El se�or LARRA�N (Presidente).- Ofrezco la palabra. El se�or VIERA-GALLO.- Pido la palabra. El se�or LARRA�N (Presidente).- Puede hacer uso de ella, Su Se�or�a. El se�or VIERA-GALLO.- Se�or Presidente, quiero preguntarle al Honorable se�or Bombal si piensa que es necesario a�adir alguna norma especial al art�culo 18 o si �ste le parece suficiente tal como est�. Porque, seg�n entend� del planteamiento de Su Se�or�a, las responsabilidades deben ser trasladadas de un art�culo a otro. El se�or BOMBAL.- �Me permite responder, se�or Presidente? El se�or LARRA�N (Presidente).- Por supuesto, se�or Senador. El Honorable se�or Viera-Gallo le concede una interrupci�n. El se�or BOMBAL.- Se�or Presidente, tal como consta en la indicaci�n renovada, la idea es reemplazar el inciso tercero del art�culo 18 por el siguiente: "Cada profesional competente que suscriba anteproyectos o proyectos, dentro de su respectivo �mbito de competencia, o de aquellos que realicen estudios, informes o firmen el libro de obras u otros antecedentes que se�ala esta ley o la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones, ser� responsable, por los errores en que haya incurrido, si de �stos se han derivado da�os o perjuicios. De igual modo, dichos profesionales ser�n responsables por el cumplimiento de las normas que le son aplicables a las respectivas actuaciones. Si se acompa�a informe favorable de revisor independiente o de revisor de c�lculo estructural, en su caso, dichos profesionales ser�n subsidiariamente responsables con el profesional autor del proyecto respectivo.". As�, todas las responsabilidades quedar�an establecidas en el art�culo 18. El se�or LARRA�N (Presidente).- Recupera el uso de la palabra el Senador se�or Viera-Gallo. El se�or VIERA-GALLO.- Se�or Presidente, �ste es un tema bastante complejo, que deber�a ser debatido en profundidad. A primera vista, lo que se agrega al art�culo 17 es redundante e in�til, porque decir "quienes ser�n responsables por sus acciones u omisiones en el �mbito de sus respectivas competencias" es lo mismo que nada, tanto m�s cuanto que eso lo determinar� la ley. Con la norma de reemplazo que ley� el Honorable se�or Bombal, bastar�a un simple error sin culpa para que existiera la obligaci�n de reparar un da�o. Yo no s� si �se es el criterio general sobre responsabilidades en la Ley General de Urbanismo y Construcciones; o sea, que baste un mero error para que, producido el da�o, el profesional deba responder. A mi juicio, el problema puede ser resuelto eliminando la frase tan gen�rica� El se�or NARANJO.- �Cu�l? El se�or VIERA-GALLO.-...que se sugiere agregar al final del inciso primero del art�culo 17 y dejando el art�culo 18 como est�. No s� si la norma que ley� el Senador se�or Bombal despierta consenso en la Sala en cuanto a que haya, no una responsabilidad objetiva sin culpa, ni siquiera negligencia, sino un simple error, para responder del da�o que se provoque. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Sabag. El se�or SABAG.- Se�or Presidente, los art�culos 17 y 18 se refieren a materias distintas: el primero, a los profesionales que intervienen en una construcci�n, y el segundo, al propietario primer vendedor. Ah� est� la diferencia. Entonces, �qui�n es responsable en un caso u otro? Se ha propuesto establecer en el art�culo 17 que los profesionales -arquitecto, ingeniero, constructor- ser�n responsables "por sus acciones u omisiones en el �mbito de sus respectivas competencias". En seguida, el art�culo 18 alude a la construcci�n, a las responsabilidades y a los plazos de prescripci�n, que pueden ser de diez, cinco o tres a�os. De esta forma, cada cual responde en su �mbito. Ahora bien, �qu� modificamos del art�culo 17? Lo atinente a las responsabilidades civil y penal, porque se hallan claramente consignadas en el respectivo C�digo. En eso consiste la diferencia. En definitiva, el art�culo 17 apunta a los profesionales que intervienen en la construcci�n, y el 18, al que la ordena, al propietario, a la inmobiliaria. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Andr�s Zald�var. El se�or ZALD�VAR (don Andr�s).- Se�or Presidente, reafirmando lo manifestado por el Senador se�or Sabag, deseo expresar que los art�culos 17 y 18 regulan materias diferentes: el primero la relativa a los profesionales, y el segundo, a los propietarios. Si uno lee el art�culo 18, resulta clar�simo que desde un comienzo se refiere al propietario, quien deber� responder en todos y cada uno de los casos que estipula la norma. Y no s�lo del dolo o la culpa, sino tambi�n de los errores. As� lo establece la disposici�n vigente, pero no la que estamos discutiendo. En lo que concierne al art�culo 17, efectivamente mediante una indicaci�n del Gobierno se agreg� la frase "quienes ser�n responsables civil y penalmente por sus acciones u omisiones en el �mbito de sus respectivas competencias.". Me parec�a bien que se especificaran esas responsabilidades, a pesar de que no era necesario hacerlo, porque indiscutiblemente quien incurre en acto doloso o culpable, sea en el �mbito civil o en el penal, debe responder. Estimo que, manteniendo esa precisi�n, es perfectamente posible aceptar el texto definitivo que ahora se propone y que consiste en agregar, al final de su inciso primero, la frase "quienes ser�n responsables por sus acciones u omisiones en el �mbito de sus respectivas competencias.". El art�culo 18, a mi modo de ver, se refiere nada m�s que al propietario. Est� bien reglamentado. Establece responsabilidades civiles por los errores en que se haya incurrido. La norma apunta fundamentalmente a ese tipo de responsabilidad y no a la penal, aun cuando es posible que se act�e como c�mplice o encubridor de alguno de los profesionales. Pero el precepto no se refiere a este tipo de materias contempladas en la legislaci�n general. Concedo una interrupci�n el Senador se�or Viera-Gallo, con la venia de la Mesa. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or VIERA-GALLO.- Se�or Presidente, comparto el criterio del Honorable se�or Andr�s Zald�var. En todo caso, conviene se�alar que el inciso tercero del art�culo 18 establece que las personas jur�dicas ser�n solidariamente responsables con el profesional competente que act�e por ellas. Entonces, creo que lo m�s simple es dejar constancia en la historia de la ley del sentido general de la norma. Pero agregar o no los t�rminos del n�mero 1) es lo mismo. El se�or R�OS.- �S�, da lo mismo! El se�or SABAG.- Lo que abunda no da�a. El se�or LARRA�N (Presidente).- Recupera la palabra el Honorable se�or Andr�s Zald�var. Su Se�or�a, �le conceder�a una interrupci�n al Senador se�or Bombal? El se�or ZALD�VAR (don Andr�s).- C�mo no. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Bombal. El se�or BOMBAL.- Se�or Presidente, el art�culo 17 dice: "Para los efectos de la presente Ley, son arquitectos, ingenieros civiles, ingenieros constructores y constructores civiles, las personas que se encuentran legalmente habilitadas para ejercer dichas profesiones.". �sta es la �nica definici�n sobre el particular, sin perjuicio de la frase que se sugiere a�adir. O sea, lo que ahora se nos propone y lo ya establecido en la normativa vigente constituyen claramente una identificaci�n acerca de qui�n es qui�n. Por su parte, el art�culo 18 se�ala: "El propietario primer vendedor de una construcci�n ser� responsable por todos los da�os y perjuicios que provengan de fallas o defectos en ella, sea durante su ejecuci�n o despu�s de terminada, sin perjuicio de su derecho a repetir en contra de quienes sean responsables de las fallas o defectos de construcci�n", etc�tera. �D�nde se aborda la responsabilidad por las fallas? En el art�culo 18 y no en el 17. Por eso cobra validez la determinaci�n de contra qui�n se repite. Si el primer vendedor responsable es el propietario, �contra qui�n se repite? Y aqu� se sugiere que ser� responsable cada profesional competente que suscriba el proyecto. Si los se�ores Senadores se fijan, el inciso tercero del art�culo 18 se�ala que "los constructores ser�n responsables por las fallas, errores o defectos en la construcci�n, incluyendo las obras ejecutadas por subcontratistas y el uso de materiales o insumos defectuosos". Ah� est� toda la naturaleza acerca de qu� debe responderse. En consecuencia, �qui�n responde? El primer propietario. �En contra de qui�nes repite? Contra los que a continuaci�n indica la norma; es decir, contra los que incurrieron en el error. El art�culo 17 define a estos �ltimos, y el 18, se�ala los responsables. Por eso, para mayor claridad, considero que esta materia deber�a quedar reglamentada en el art�culo 18. As�, el propietario que desee ejercer su derecho a repetir por las fallas, a rengl�n seguido, en el mismo art�culo, con precisi�n y certeza jur�dica claras, sabr� qui�n tiene que responderle. �se es el sentido de la modificaci�n y no otro. El se�or LARRA�N (Presidente).- Recupera el uso de la palabra el Honorable se�or Andr�s Zald�var. El se�or ZALD�VAR (don Andr�s).- Se�or Presidente, s�lo quiero hacer una nueva precisi�n a lo manifestado por el Senador se�or Bombal. No quisiera entrar en una pol�mica sobre el tema, porque siempre hay argumentaciones v�lidas para unos y otros. Pero la verdad es que -insisto- el art�culo 17 se refiere a los profesionales, y el 18, a los propietarios. Su Se�or�a aludi� al texto vigente y no al que ahora se somete a nuestra consideraci�n. El se�or LARRA�N (Presidente).- Ha concluido su tiempo, se�or Senador. El se�or ZALD�VAR (don Andr�s).- En consecuencia, creo que no cabe ninguna indicaci�n. El se�or LARRA�N (Presidente).- Hay indicaci�n... El se�or ZALD�VAR (don Andr�s).- Indicaci�n, s�. Pero no sobre el texto... El se�or LARRA�N (Presidente).- Se�or Senador, se ha renovado indicaci�n para suprimir la modificaci�n al art�culo 17 que propone el proyecto y otra respecto del 18. El se�or ZALD�VAR (don Andr�s).- Acerca del art�culo 17, s�; pero no en cuanto al texto vigente del art�culo 18. El se�or LARRA�N (Presidente).- Se trata de una indicaci�n que reemplaza el inciso tercero del art�culo 18. Creo que la discusi�n est� hecha. El se�or SABAG.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or LARRA�N (Presidente).- Concedo la palabra a Su Se�or�a en forma muy breve, dado que es el Presidente de la Comisi�n de Vivienda y Urbanismo. El se�or SABAG.- Gracias, se�or Presidente. Me parece que este debate se ubica en el contexto de la facultad que se otorga a los ingenieros, arquitectos y constructores para firmar los proyectos. De esta forma, el director de obras municipales, que antes era el �nico responsable, ahora no le corresponder� ninguna responsabilidad, por cuanto ella quedar� radicada en dichos profesionales. �se es el contexto de esta discusi�n. Bastar� la firma de �stos en los proyectos para que de inmediato aqu�l otorgue el respectivo permiso. Esta modificaci�n es importante. Como sobre el director de obras reca�a toda la responsabilidad, hab�a demora en la entrega de permisos. Ahora ser�n concedidos en diez o quince d�as. Y otros responder�n Eso es lo que pretende la norma. El se�or BOMBAL.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra, se�or Senador. El se�or BOMBAL.- Se�or Presidente, tanto en la discusi�n anterior como en �sta, no se ha tratado de poner en duda la naturaleza de las atribuciones, sino de buscar el mejor lugar para ubicarlas, a fin de que la responsabilidad pueda hacerse efectiva con mayor claridad. Es un problema de forma. Nadie discrepa del fondo de las atribuciones Aqu� nadie est� debatiendo lo relacionado con el fondo de las atribuciones, ni que el director de obras deba o no contar con ellas. El se�or LARRA�N (Presidente).- Se�ores Senadores, la discusi�n ha sido suficientemente clara. De modo que corresponder�a votar la indicaci�n renovada, que suprime la modificaci�n al art�culo 17 que propone el proyecto; o sea, la norma que adjudica a los profesionales responsabilidades por acci�n u omisi�n en el ejercicio de sus atribuciones. Ofrezco la palabra. Ofrezco la palabra. Cerrado el debate. �Alg�n se�or Senador desea fundar el voto? --(Durante el fundamento de voto). El se�or �VILA.- Se�or Presidente, a mi juicio, bajo el pretexto de ordenar las materias, lo que se est� haciendo es confundir el contenido del art�culo 18, que claramente se refiere a las responsabilidades civiles, a diferencia del anterior que alude al campo infraccional. Por lo tanto, si se aprobare la indicaci�n presentada por el Senador se�or Bombal, por supuesto quedar� un art�culo en el que se mezclan materias distintas, sembr�ndose confusi�n, lo cual favorece eventualmente en su momento a quienes tienen mayor poder econ�mico para salvar sus responsabilidades. O sea, es la indicaci�n precisa que satisface ampliamente a la C�mara Chilena de la Construcci�n. El se�or LARRA�N (Presidente).- En votaci�n electr�nica la indicaci�n. El se�or NARANJO.- �Qu� se vota, se�or Presidente? El se�or LARRA�N (Presidente).- La indicaci�n renovada. El voto afirmativo suprime la enmienda de la Comisi�n. El se�or VEGA.- �Podr�a repetir el sentido de la votaci�n, se�or Presidente? El se�or LARRA�N (Presidente).- Hay que pronunciarse respecto de la indicaci�n renovada. Por lo tanto, si el se�or Senador quiere mantener la responsabilidad que se establece para las personas se�aladas en el art�culo 17, debe rechazar la indicaci�n, porque ella busca suprimirla y es, como se ha dicho, complementaria de una indicaci�n al art�culo 18. �Est� claro? El se�or RUIZ-ESQUIDE.- No. El se�or LARRA�N (Presidente).- Hay que votar el art�culo 17, en donde se quiere suprimir una responsabilidad que se agrega a un grupo de profesionales. En votaci�n electr�nica la indicaci�n renovada n�mero 1. El se�or HOFFMANN (Secretario).- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? El se�or ROMERO.- Yo. El se�or HOFFMANN (Secretario).- �C�mo vota Su Se�or�a? El se�or ROMERO.- A favor. El se�or LARRA�N (Presidente).- Terminada la votaci�n. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Resultado de la votaci�n: 14 votos por la afirmativa, 17 por la negativa y 3 abstenciones. Votaron por la negativa los se�ores Arancibia, �vila, Boeninger, Fern�ndez, Foxley, Frei (do�a Carmen), Frei (don Eduardo), Gazmuri, Moreno, Mu�oz Barra, Naranjo, P�ez, Prokurica, Ruiz (don Jos�), Ruiz-Esquide, Sabag, y Zald�var (don Andr�s). Votaron por la afirmativa los se�ores Bombal, Canessa, Cariola, Chadwick, Coloma, Garc�a, Horvath, Larra�n, Mart�nez, Orpis, Parra, R�os, Romero y Stange. Se abstuvieron los se�ores Cantero, Espina y Viera-Gallo. El se�or MORENO.- Las abstenciones no inciden en el resultado. El se�or LARRA�N (Presidente).- El Senador se�or Vega, aparentemente, no alcanz� a consignar su voto y lo hizo presente durante la votaci�n. El se�or VEGA.- Voto a favor, se�or Presidente. El se�or LARRA�N (Presidente).- En ese caso,� El se�or BOMBAL.- Las abstenciones influyen en el resultado. El se�or LARRA�N (Presidente).- As� es, porque ahora los votos positivos son 15. Hay que repetir la votaci�n. En votaci�n electr�nica la indicaci�n renovada. El se�or CHADWICK.- �Todo esto es por la ubicaci�n de la norma, se�or Presidente? El se�or LARRA�N (Presidente).- Algo parecido. El se�or HOFFMANN (Secretario).- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? El se�or LARRA�N (Presidente).- El Senador se�or Romero consigna su voto afirmativo. Terminada la votaci�n. --Se rechaza la indicaci�n renovada n�mero 1, tendiente a suprimir la frase propuesta por la Comisi�n en el inciso primero del art�culo 17 (16 votos contra 14 y una abstenci�n). Votaron por la negativa los se�ores Arancibia, Boeninger, Cantero, Fern�ndez, Frei (do�a Carmen), Frei (don Eduardo), Gazmuri, Moreno, Mu�oz Barra, Naranjo, P�ez, Prokurica, Ruiz (don Jos�), Ruiz-Esquide, Sabag y Zald�var (don Andr�s). Votaron por la afirmativa los se�ores Bombal, Canessa, Cariola, Chadwick, Espina, Garc�a, Larra�n, Mart�nez, Orpis, Parra, R�os, Romero, Stange y Vega. Se abstuvo el se�or Viera-Gallo. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario).- En seguida, habr�a que dirigirse al inciso tercero del art�culo 18, que dice: "Sin perjuicio de lo establecido en el N� 3 del art�culo 2003 del C�digo Civil, los constructores ser�n responsables, etc�tera". Los Honorables se�ores Bombal, Cordero, Stange, Romero, Garc�a, Orpis, Cantero, Fern�ndez, Aburto y Prokurica proponen sustituir ese inciso por el siguiente texto: "Cada profesional competente que suscriba anteproyectos o proyectos, dentro de su respectivo �mbito de competencia, o de aquellos que realicen estudios, informes o firmen el libro de obras u otros antecedentes que se�ala esta ley o la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones, ser� responsable, por los errores en que haya incurrido, si de �stos se han derivado da�os o perjuicios. De igual modo, dichos profesionales ser�n responsables por el cumplimiento de las normas que le son aplicables a las respectivas actuaciones. Si se acompa�a informe favorable de revisor independiente o de revisor de c�lculo estructural, en su caso, dichos profesionales ser�n subsidiariamente responsables con el profesional autor del proyecto respectivo.". El se�or LARRA�N (Presidente).- En discusi�n la indicaci�n renovada n�mero 7. Ofrezco la palabra. Puede hacer uso de ella el Honorable se�or Viera-Gallo. El se�or VIERA-GALLO.- Se�or Presidente, quiero preguntar al Senador se�or Bombal, o a otro de los que presentaron la indicaci�n, si est� de acuerdo con que el simple error de un arquitecto o de un ingeniero -no de la empresa constructora- le acarrear�a a esos profesionales el pago de los perjuicios. �sa es mi consulta. El se�or LARRA�N (Presidente).- Ofrezco la palabra. La tiene el Honorable se�or R�os. El se�or R�OS.- Se�or Presidente, la verdad es que yo habr�a votado favorablemente esta indicaci�n si se hubiese rechazado la enmienda anterior. Pero la suma de las obligaciones que ambas disposiciones imponen a los profesionales simplemente es insostenible. Insin�o a los se�ores Senadores que presentaron esta indicaci�n que la retiren, porque, como ya se aprob� la modificaci�n anterior, lo que ahora se vota carece de importancia. El se�or LARRA�N (Presidente).- Ofrezco la palabra. La tiene el Honorable se�or Sabag. El se�or SABAG.- Se�or Presidente, �sa fue justamente la raz�n por la cual la Comisi�n rechaz� la indicaci�n. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Andr�s Zald�var. El se�or ZALD�VAR (don Andr�s).- Se�or Presidente, quiero responder la consulta del Honorable se�or Viera-Gallo. La legislaci�n vigente establece la responsabilidad por error, pues se�ala: "Los proyectistas ser�n responsables por los errores en que hayan incurrido, si de �stos se han derivado da�os o perjuicios.". Si el error provoca da�o o perjuicio, por supuesto que son responsables, pero de acuerdo con la actual legislaci�n y no con la norma que ahora se propone. El se�or LARRA�N (Presidente).- Ofrezco la palabra. Ofrezco la palabra. Cerrado el debate. �Alg�n se�or Senador desea fundar el voto? En votaci�n electr�nica la indicaci�n renovada que propone sustituir el inciso tercero del art�culo N� 18. El se�or HOFFMANN (Secretario).- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? El se�or MU�OZ BARRA.- Voy a cambiar mi voto. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Puede hacerlo, Su Se�or�a. El se�or HOFFMANN (Secretario).- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? El se�or LARRA�N (Presidente).- Terminada la votaci�n. --Se rechaza la indicaci�n renovada N� 7 (22 votos contra 11 y un pareo) Votaron por la negativa los se�ores Arancibia, �vila, Boeninger, Cantero, Espina, Frei (don Eduardo), Frei (do�a Carmen), Gazmuri, Horvath, Moreno, Mu�oz Barra, Naranjo, P�ez, Parra, Pizarro, Prokurica, R�os, Ruiz (don Jos�), Ruiz-Esquide, Sabag, Viera-Gallo y Zald�var (don Andr�s). Votaron por la afirmativa los se�ores Bombal, Canessa, Cariola, Chadwick, Coloma, Garc�a, Mart�nez, Larra�n, Romero, Stange y Vega. No vot�, por estar pareado, el se�or Orpis. El se�or LARRA�N (Presidente).- En consecuencia, se rechaza la indicaci�n renovada. Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario).- A continuaci�n, se�ores Senadores, habr�a que dirigirse a la p�gina 6. El se�or R�OS.- Se�or Presidente, �me permite? El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra, Su Se�or�a. El se�or R�OS.- Solicito que se vote o que al menos se me permita dejar constancia de que estoy en contra de lo se�alado en la letra b) en cuanto a los plazos. Deseo fundamentar en pocas palabras mi� El se�or LARRA�N (Presidente).- Perd�n, se�or Senador, �de qu� norma estamos hablando? El se�or R�OS.- Se�or Presidente, se trata de la letra b) del n�mero 2) que se refiere a que las acciones para hacer efectivas las responsabilidades contempladas en el art�culo N� 18 prescribir�n en diversos plazos. En el caso de las fallas de la estructura soportante del inmueble, ser�n 10 a�os; cuando se trate de fallas o defectos de los elementos constructivos, 5 a�os. En fin, Sus Se�or�as pueden leer la disposici�n. Al respecto, solo quiero fundamentar mi postura. El se�or LARRA�N (Presidente).- Disculpe, se�or Senador, pero dicha norma fue aprobada sin modificaciones ni indicaciones y no se pidi� votaci�n separada antes de iniciar la discusi�n particular. Si el Honorable se�or R�os as� lo desea, puede dejar consignada su opini�n. Pero no es dable someter a votaci�n esta normativa, pues ya se dio por aprobada. No obstante, dejaremos constancia de su inquietud, a pesar de no quedar registrada como voto. El se�or R�OS.- Se�or Presidente, por eso en su momento solicit� la palabra y ped� que vot�ramos� El se�or RUIZ -ESQUIDE.- �Antes! El se�or R�OS.- �antes. Eso fue lo que ped�. El se�or LARRA�N (Presidente).- Previo a la discusi�n particular, se se�al� cu�les disposiciones ten�an indicaciones renovadas y se hizo presente que �sas ser�an las que se iban a debatir y votar. Sin embargo, en ese momento Su Se�or�a no pidi� votaci�n separada de ninguna otra. El se�or R�OS.- Se�or Presidente, aqu� se hizo entender una cosa. En el instante en que la Mesa se�al� que iba a aplicar las normas reglamentarias y dar�a por aprobadas todas las disposiciones que as� lo ameritaban, solicit� la palabra para manifestar que mi inter�s era intervenir respecto de algunos preceptos y pedir, cuando estimara pertinente, que se votara. El se�or Presidente iba a solicitar la aprobaci�n de la Sala pero �sta no lo hizo. Por eso� El se�or LARRA�N (Presidente).- Se�or Senador, la Sala tiene que pronunciarse en forma espec�fica, antes del inicio de la discusi�n particular, acerca de cu�les normas se quieren votar separadamente. En este caso hubo solicitud en tal sentido sobre el art�culo 118 y algunos que fueron objeto de indicaciones renovadas. Pero no se present� respecto de ning�n otro precepto. Y, entonces, se dieron por aprobadas las otras normas, como el se�or Senador bien sabe, porque entiende del Reglamento. Por lo tanto, lo �nico que puedo hacer es dejar constancia de su opini�n negativa respecto de esta letra b). El se�or R�OS.- Pido la palabra, se�or Presidente. S�lo tres minutos. El se�or LARRA�N (Presidente).- Puede hacer uso de ella, Su Se�or�a. El se�or R�OS.- Se�or Presidente, durante el per�odo de diez a�os comprendido entre 1992 y 2002, Chile tuvo un formidable crecimiento en todos sus programas habitacionales. Se construyeron, en definitiva, un mill�n 116 mil viviendas, obteni�ndose un �xito interesante. Nuestro objetivo, como pa�s, de cuatro habitantes por casa se vio superado y, finalmente, el censo se�al� una relaci�n de 3,6, acerc�ndonos aceleradamente al proceso de asentamientos humanos y de vivienda en los pa�ses desarrollados, de 2,85 habitantes por casa. Del mill�n 116 mil viviendas, 3 mil 200, que representan algo as� como 0,3 por ciento del total, presentaron claros defectos. En otros casos, por el establecimiento de ciertas normas generales fundamentalmente por organismos del Estado, se construyeron casas en que no se contemplaron sistemas de calefacci�n apropiados, produci�ndose problemas por el uso de estufas de parafina, etc�tera. Pero la verdad de las cosas es que Chile tiene, en general, un patrimonio muy adecuado en materia de vivienda. Lo que estamos haciendo ahora es cambiar esas reglas de juego, que han demostrado ser exitosas, inteligentes y bien concebidas. El que un pa�s muestre solamente un 0,3 por ciento defectuoso en un volumen tan alto de casas construidas revela que hace las cosas correctamente. No me parece, entonces, que este cambio tan radical, sobre la base de la consideraci�n de los plazos de prescripci�n de diez, cinco y tres a�os, sea eficaz para corregir un problema que afect� al 0,3 por ciento de las viviendas, aumentando considerablemente los costos del resto. Por ese motivo, tal como lo manifest� en la Comisi�n �adem�s, present� indicaci�n al respecto-, dejo constancia al menos, si no puedo votar ahora, de mi rechazo a este art�culo. He dicho. El se�or LARRA�N (Presidente).- As� quedar� consignado, se�or Senador. Al continuar con el tratamiento de las indicaciones, corresponde ocuparse en el N� 3). El se�or HOFFMANN (Secretario).- La modificaci�n que se propone en esa parte obedece, seg�n el informe, a la aprobaci�n de las indicaciones 14 y 15. Los Honorables se�ores Bombal, Cordero, Stange, Romero, Garc�a, Orpis, Cantero, Fern�ndez, Aburto y Prokurica proponen insistir en el texto original de estas indicaciones, que era del siguiente tenor: "Las infracciones a que se refiere este art�culo ser�n aplicables al propietario o al propietario primer vendedor, seg�n sea el caso, quienes podr�n repetir en contra de los profesionales responsables, si es que procediere.". El se�or LARRA�N (Presidente).- En discusi�n. Ofrezco la palabra. El se�or BOMBAL.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or BOMBAL.- La redacci�n planteada por la Comisi�n precisa que la prescripci�n tiene lugar "al momento de la recepci�n de la obra por parte de la Direcci�n de Obras Municipales.". Sin embargo, no se aclara, como s� ocurre en el art�culo 18, sobre qui�n recae la responsabilidad. Y eso nos parece importante, dado que aqu� revive toda la discusi�n anterior respecto de los art�culos 17 y 18. Como ello no se estableci�, ahora resulta un poco incomprensible esta indicaci�n, que discurr�a justamente sobre la base de aquellos a quienes se har�a efectiva la responsabilidad, esto es, en el sentido de que el primer propietario pudiera repetir en contra de un conjunto de profesionales. Como la cuesti�n ya se decidi�, se puede dar por retirada, se�or Presidente. El se�or LARRA�N (Presidente).- Y la norma, entonces, se aprueba en los t�rminos propuestos. --Queda retirada la indicaci�n. El se�or HOFFMANN (Secretario).- El inciso quinto que se intercala en el art�culo 116 dispone lo siguiente: "El Director de Obras Municipales conceder� el permiso o la autorizaci�n requerida si, de acuerdo con los antecedentes acompa�ados, los proyectos cumplen con las normas urban�sticas, previo pago de los derechos que procedan, sin perjuicio de las facilidades de pago contempladas en el art�culo 128.". Los mismos se�ores Senadores a quienes he aludido constantemente esta tarde han renovado la indicaci�n N� 20, para agregar a dicho inciso la siguiente oraci�n final: "Conforme al art�culo 22, el Director de Obras Municipales responder� por el cumplimiento de las normas urban�sticas.". El se�or LARRA�N (Presidente).- En discusi�n. El se�or BOMBAL.- Se�or Presidente, es solamente para precisar la responsabilidad del Director de Obras Municipales. El se�or LARRA�N (Presidente).- �Podr�a repetir, se�or Senador? El se�or BOMBAL.- Lo que se pretende es que el Director de Obras Municipales responda por el cumplimiento de las normas urban�sticas, tal como se se�ala en la indicaci�n. El se�or LARRA�N (Presidente).- Gracias, se�or Senador. Ofrezco la palabra. La tiene el Honorable se�or Sabag. El se�or SABAG.- Se�or Presidente, nosotros rechazamos la idea, porque est� claramente establecido que el Director de Obras Municipales es responsable solamente de la parte urban�stica, y no de lo dem�s, que es de responsabilidad de los profesionales que firman. Por eso lo consideramos superfluo y la Comisi�n, por unanimidad, lo rechaz�. El se�or LARRA�N (Presidente).- Ofrezco la palabra. La tiene el Senador se�or �vila. El se�or �VILA.- Se�or Presidente, el art�culo 22 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones vigente se�ala que "Los funcionarios fiscales y municipales ser�n civil, criminal y administrativamente responsables de los actos, resoluciones u omisiones ilegales que cometan en la aplicaci�n de esta ley.". Creo que esa disposici�n hace completamente innecesaria la aprobaci�n de una norma como la que se plantea. El se�or LARRA�N (Presidente).- Ofrezco la palabra. Ofrezco la palabra. Cerrado el debate. En votaci�n electr�nica. El se�or HOFFMANN (Secretario).- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? El se�or LARRA�N (Presidente).- Terminada la votaci�n. --Se rechaza la indicaci�n renovada (17 votos contra 12). Votaron por la negativa losse�ores Arancibia, �vila, Boeninger, Cordero, Frei (do�a Carmen), Frei (don Eduardo), Gazmuri, Moreno, Mu�oz, Naranjo, P�ez, Parra, R�os, Ruiz (don Jos�), Sabag, Viera-Gallo y Zald�var (don Andr�s). Votaron por la afirmativa los se�ores Canessa, Cantero, Cariola, Chadwick, Coloma, Espina, Garc�a, Larra�n, Mart�nez, Matthei, Stange y Vega. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Por �ltimo, el Honorable se�or Viera-Gallo solicit� discutir separadamente el art�culo 118. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or VIERA-GALLO.- Se�or Presidente, es para pedir una aclaraci�n. Se dice que si la Direcci�n de Obras Municipales no se pronuncia en un plazo m�ximo de 10 d�as, se entiende que la autorizaci�n ha sido rechazada. En cambio, de habernos regido por las normas generales de la Ley sobre Bases de los Procedimientos Administrativos, habr�a que sostener lo contrario: que ante el silencio de la autoridad, la autorizaci�n se entiende concedida. Eso qued� totalmente claro cuando discutimos dicha normativa, porque s�lo hay silencio negativo en caso de que est� comprometido el patrimonio fiscal o de que la Administraci�n act�e de oficio, cuando deba pronunciarse sobre impugnaciones o revisiones de actos administrativos, seg�n consigna su art�culo 65, que tengo a la mano. Por algo la Comisi�n cambi� el criterio establecido en dicho cuerpo legal. Recuerdo que cuando discutimos tales normas, la C�mara Chilena de la Construcci�n ten�a bastantes objeciones a la aplicaci�n del silencio positivo a las autorizaciones de construcci�n, pero nunca logr� entender el motivo de fondo. Nosotros creamos el silencio positivo justamente para el caso de que se pidiera autorizaci�n, por ejemplo, para abrir una peque�a industria y de que el municipio no respondiera, ante lo cual se entender�a otorgada. En consecuencia, cuando alguien solicita un permiso para construir y se le piden m�s antecedentes o que rectifique errores, y lo hace, pero en el plazo de los diez d�as posteriores el municipio no se pronuncia, �por qu� no se entiende que la autorizaci�n ha sido concedida, en vez de denegada? �se es el criterio general de la Ley sobre Bases de los Procedimientos administrativos, que aqu� se altera. Pido que se nos explique por qu� se ha modificado ese criterio general. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or �vila. El se�or �VILA.- Se�or Presidente, la propia normativa que regula el silencio administrativo se�ala que se proceder� tal cual ella indica, salvo que una ley espec�fica diga otra cosa. �ste es el caso. Y el punto se plantea en la forma propuesta en la disposici�n en comento s�lo al efecto de generar un doble control, lo cual sin duda favorece a quienes en definitiva se benefician con este tipo de obras. Ello implica, exclusivamente, mayor resguardo. De ah�, entonces, que no es homologable una cosa con otra, como en vano lo intent� demostrar el Senador se�or Viera-Gallo. El se�or MORENO.- Con el debido respeto, debo manifestar que no he entendido la explicaci�n de Su Se�or�a. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Sabag. El se�or SABAG.- Se�or Presidente, se trata precisamente de no aplicar la norma sobre silencio administrativo, que en tal situaci�n resuelve en sentido positivo. En la Comisi�n tomamos resguardos. �Qu� acontecer�a si el respectivo personero no otorgara la autorizaci�n, se quedara callado y se diera por sentado que la concedi�? �Estamos hablando de una actuaci�n p�blica! �Se trata de un edificio! Por eso, el asunto pasa a otra instancia: a la Secretar�a Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo. Se requiere que una autoridad otorgue el permiso respectivo y que se cuente con todas las facultades. Si no media un pronunciamiento, entonces, no debe entenderse la aceptaci�n. �Repito: se hace referencia a un edificio! A fin de evitar que se consume una ilegalidad o una incorrecci�n, la idea es que otra autoridad conceda la autorizaci�n correspondiente. La se�ora MATTHEI.- �Y qu� pasar� si el SEREMI tampoco se pronuncia? �Se recurrir� al Presidente de la Rep�blica? El se�or LARRA�N (Presidente).- Ruego a los se�ores Senadores guardar silencio, salvo que se solicite una interrupci�n. El se�or SABAG.- El que he explicado fue el criterio tanto de la Comisi�n como del Ejecutivo, y se aprob� por unanimidad. El se�or VIERA-GALLO.- Pido la palabra. La se�ora MATTHEI.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Viera-Gallo. El se�or VIERA-GALLO.- Se�or Presidente, quiero dejar constancia de que no advierto la diferencia para que la norma sobre silencio administrativo positivo opere cuando se instale, por ejemplo, una industria y no en el caso de la construcci�n de un edificio. Porque una industria puede ser mucho m�s grande y relevante que un edificio. Lo que s� recuerdo, para aclarar lo expresado, con �nimo un poco pol�mico, por el Senador se�or �vila, es que la C�mara Chilena de la Construcci�n estaba interesada en la norma que �l defiende. La se�ora MATTHEI.- �Ahora entendemos�! El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra la Honorable se�ora Matthei. La se�ora MATTHEI.- Se�or Presidente, apoyo lo planteado por el se�or Senador que acaba de intervenir. En realidad, si no hubiera una resoluci�n a nivel municipal y, posteriormente, tampoco del SEREMI, �qui�n decidir�? Creo que la norma en an�lisis no tiene ninguna l�gica. El se�or RUIZ (don Jos�).- Pido la palabra. El se�or LARRA�N (Presidente).- Puede hacer uso de ella, Su Se�or�a. El se�or RUIZ (don Jos�).- Se�or Presidente, quisiera preguntar qu� sentido tiene fijar plazos si una vez cumplidos no pasa nada. En efecto, la norma propuesta presenta una inconsecuencia: establece un plazo; pero si transcurrido �ste no pasa absolutamente nada, �qu� sentido tiene fijarlo? El se�or BOMBAL.- �Tiene toda la raz�n, Su Se�or�a! El se�or RUIZ (don Jos�).- Lo que he expuesto es lo que me preocupa. El se�or LARRA�N (Presidente).- El vencimiento del plazo tiene una consecuencia: se deniega la solicitud. Es decir, su sentido es contrario al del silencio administrativo. �se es el motivo de la inquietud planteada por el Senador se�or Viera-Gallo. El se�or NARANJO.- �Obvio! El se�or GAZMURI.- �Tiene raz�n el Honorable colega! El se�or NARANJO.- Y al final se pronuncia la Secretar�a Regional Ministerial. No queda todo en el aire. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Andr�s Zald�var. El se�or ZALD�VAR (don Andr�s).- Se�or Presidente, no quiero entrar en una pol�mica, pero le encuentro cierta raz�n al Senador se�or Viera-Gallo. Al leer la disposici�n, me he puesto en el caso de una actuaci�n ante el Director de Obras y de que �ste no responda dentro de plazo. Entonces, se reclamar�a ante la autoridad superior: el SEREMI. Y si �ste tampoco se pronunciara, autom�ticamente no habr�a permiso. Y no hay ninguna otra instancia en la cual se pueda reclamar sobre ese silencio administrativo. El objetivo de la ley que regula el silencio administrativo es, precisamente, poner a la autoridad en la obligaci�n de responder "s�" o "no". Y debe hacerse responsable tambi�n del efecto de un "no", en la medida en que el permiso se otorgue en virtud de su silencio. Es decir, se responsabilizar� por no haber dado la respuesta pertinente. Es la deducci�n que saco de la lectura de la norma. Y como la oraci�n de que se trata me parece contradictoria con todo lo que queremos, adhiero a las prevenciones se�aladas por el Senador se�or Viera-Gallo. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Boeninger. El se�or BOENINGER.- Se�or Presidente, comparto las opiniones vertidas por el citado se�or Senador y otros oradores. Creo que nos encontramos ante una situaci�n curiosa. No obstante que en la Comisi�n la enmienda fue aprobada por unanimidad, esta tarde pr�cticamente todos quienes se han referido a ella se han pronunciado en contra, lo cual resulta un poco kafkiano. Deseo dejar constancia de lo raro que considero ese hecho y de mi concordancia, repito, con lo que expres� el se�or Senador mencionado. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Sabag. El se�or SABAG.- Se�or Presidente, es necesario conocer la opini�n del Ejecutivo, que defendi� fuertemente esta norma en la Comisi�n. El se�or LARRA�N (Presidente).- Quienes representan al Gobierno tienen derecho a hacer uso de la palabra, pero no la han solicitado y no puedo obligarlos a que lo hagan. El se�or SABAG.- Solicito que se pronuncie el Ejecutivo, se�or Presidente. La se�ora TSCHORNE (Ministra de Vivienda y Urbanismo).- �Me permite, se�or Presidente? El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra la se�ora Ministra. La se�ora TSCHORNE (Ministra de Vivienda y Urbanismo).- Se�or Presidente, es cierto lo se�alado por el Honorable se�or Viera-Gallo: la disposici�n no tiene similitud con el silencio administrativo. Todo lo contrario. La verdad es que en este caso se hizo una excepci�n justamente para proteger algo de importancia vital en una obra f�sica, dado que, ante el silencio administrativo, pudiera considerarse autorizada si no se diese respuesta inmediata. Discrepo, s�, de lo aseverado por el se�or Senador en cuanto a que la construcci�n de un edificio ser�a distinta de la instalaci�n de una industria. Cuando se habla de edificaciones, se incluye la gama completa de obras que se construyen para albergar todo tipo de actividades. Volviendo a la disposici�n en comento, la idea es que una vez resuelta negativamente la autorizaci�n al no existir respuesta, los interesados apelen a la Secretar�a Regional Ministerial como instancia decisiva. �Es posible que nuestra asesora jur�dica complemente lo anterior, se�or Presidente? El se�or LARRA�N (Presidente).- Si le parece a la Sala, se autorizar� a la asesora jur�dica del Ministerio para intervenir. Acordado. Tiene la palabra la se�ora Jeannette Tapia. La se�ora TAPIA (Asesora del Ministerio de Vivienda y Urbanismo).- Se�or Presidente, debo consignar que las �nicas innovaciones al art�culo 118, en esta materia espec�fica, son, primero, fijar un plazo al SEREMI para que efectivamente se pronuncie, y segundo, establecer el silencio positivo cuando dicha autoridad, una vez revisados los antecedentes del permiso correspondiente, se pronuncie en t�rminos de que �ste debe concederse. Lo que ocurre hoy, en la pr�ctica, es que cuando se solicita un permiso de construcci�n y el Director de Obras no lo otorga o no se pronuncia, la ley establece que se entiende denegado y que se debe recurrir al SEREMI. Como la norma org�nica constitucional dispone que es el Director de Obras el que dentro de sus facultades debe otorgar el permiso, el SEREMI da las instrucciones para que ocurra de esa manera. As� los directores de obras se quedaban tranquilos sin hacer absolutamente nada. Pasaban los a�os y no exist�a en la pr�ctica el permiso de edificaci�n. Mediante la norma en an�lisis, si el Director de Obras no ha dado la autorizaci�n en esta segunda instancia, el SEREMI debe certificar que efectivamente oper� el silencio positivo. �sas son las �nicas innovaciones que se introducen en el art�culo. El se�or LARRA�N (Presidente).- Lo que yo plante� con ocasi�n del debate de la ley org�nica constitucional nos lleva a que se trata de una materia de ley org�nica, porque se est� afectando las bases. Estamos en presencia de un asunto complejo. El se�or BOMBAL.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Bombal. El se�or BOMBAL.- Se�or Presidente, s�lo para consignar que la argumentaci�n de la asesora jur�dica del Ministerio de Vivienda es el mejor argumento para toda la discusi�n inicial que tuvimos: �sta es una norma de ley org�nica constitucional. De manera que, "a confesi�n de parte, relevo de pruebas". El se�or LARRA�N (Presidente).- Pero �sa es una materia que ya fue votada� El se�or GAZMURI.- Es un juicio, se�or Senador. El se�or LARRA�N (Presidente).- �y respecto de la cual no volveremos atr�s. El se�or GAZMURI.- Es una apreciaci�n personal de la asesora jur�dica. �Por favor! El se�or LARRA�N (Presidente).- Entiendo que sobre esta materia el Senador se�or Viera-Gallo solicit� discusi�n separada y no votaci�n. Por lo tanto, como este art�culo ya fue votado, se dejar�n las constancias del caso, as� como de las inquietudes que los se�ores Senadores han planteado. Por consiguiente, se da por superado el asunto. Terminada la discusi�n particular del proyecto y quedan, por lo tanto, aprobadas las normas comprendidas en la iniciativa que modifica la Ley General de Urbanismo y Construcciones en relaci�n con la calidad de la construcci�n. INCENTIVOS PARA INFORMACI�N SOBRE DELITOS VINCULADOS A DETENIDOS DESAPARECIDOS Y EJECUTADOS POL�TICOS El se�or LARRA�N (Presidente).- A continuaci�n, corresponde continuar la discusi�n particular del proyecto de ley de la C�mara de Diputados que establece incentivos para la entrega de informaci�n en los delitos vinculados a los detenidos desaparecidos y ejecutados pol�ticos, con segundo informe de la Comisi�n de Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadan�a. --Los antecedentes sobre el proyecto (3391-17) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 57�, en 12 de mayo de 2004. Informes de Comisi�n: Derechos Humanos, sesi�n 26�, en 7 de septiembre de 2004. Derechos Humanos (segundo), sesi�n 12�, en 10 de noviembre de 2004. Discusi�n: Sesiones 27�, en 8 de septiembre de 2004 (se aprueba en general); 20�, en 14 de diciembre de 2004 (queda para segunda discusi�n); 22�, en 15 de diciembre de 2004 y 23�, en 4 de enero de 2005 (queda pendiente su discusi�n particular). El se�or LARRA�N (Presidente).- El Orden del D�a termina a las 18:35. Si los se�ores Senadores lo desean, se puede hacer la relaci�n del proyecto ahora y ma�ana dedicarnos simplemente a votar. Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario).- La discusi�n particular del proyecto se encuentra pendiente desde el 14 de diciembre del a�o reci�n pasado. La iniciativa cuenta con un segundo informe de la Comisi�n de Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadan�a, en el que se deja constancia de las modificaciones efectuadas al proyecto aprobado en general, todas las cuales fueron acordadas por la unanimidad de sus miembros presentes, Honorables se�ores Naranjo, Vald�s y Zurita. El art�culo 9�, nuevo, y los art�culos transitorios primero a cuarto, nuevos, tienen el car�cter de normas org�nicas constitucionales, por lo que requieren el voto conforme de 27 se�ores Senadores. El se�or LARRA�N (Presidente).- Sobre esta materia ha habido mucha discusi�n, pero siempre existe la posibilidad de que alguien desee hacer uso de la palabra respecto de algunos puntos espec�ficos. Las normas se�aladas tienen car�cter de org�nicas constitucionales. Por lo tanto, cada una de ellas deber� ser votada en forma separada. Pido al se�or Secretario que se�ale el orden de las votaciones que deben consignarse. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Se�or Presidente, todas las modificaciones acordadas por la Comisi�n fueron aprobadas por unanimidad. En consecuencia, deben darse por aprobadas, salvo �como he dicho- el art�culo 9�, nuevo, y los art�culos primero a cuatro transitorios, nuevos, que son org�nicos constitucionales, por lo que, conforme a la Ley Org�nica Constitucional del Congreso Nacional, deben ser aprobados en general y en particular con el qu�rum de 27 se�ores Senadores. El se�or LARRA�N (Presidente).- Por consiguiente, con excepci�n del art�culo 9�, nuevo, y los art�culos primero a cuarto transitorios nuevos, que son normas org�nicas constitucionales, se entender�an aprobadas todas las dem�s disposiciones, salvo que alg�n se�or Senador solicite votaci�n separada de ellas. El se�or CHADWICK.- �Todas! El se�or ESPINA.-Pedimos que se voten todas. El se�or LARRA�N (Presidente).- Por lo tanto, dejando constancia de la solicitud de algunos se�ores Senadores, se votar� art�culo por art�culo. El se�or VIERA-GALLO.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or LARRA�N (Presidente).- Si alguien quiere debate, tiene derecho a solicitarlo. Tiene la palabra el Senador se�or Viera-Gallo. El se�or VIERA-GALLO.- Se�or Presidente, como el art�culo primero transitorio es esencial, ya que todos los dem�s hacen referencia a �l y pudiera ocurrir que no sea aprobado, quiero hacer uso de la palabra cuando se ponga en discusi�n. El se�or LARRA�N (Presidente).- En consecuencia, iremos art�culo por art�culo, dejando constancia de la votaci�n en cada uno de ellos. Ofrezco la palabra sobre el art�culo l�. El se�or ESPINA.- Se�or Presidente, como restan 10 minutos para el t�rmino del Orden del D�a y el debate va a continuar, no s� si sea m�s conveniente iniciarlo ma�ana, porque el Senador que haga uso de la palabra ahora quedar� desconectado de la discusi�n que se produzca despu�s. Por lo tanto, quiz�s sea preferible empezar ma�ana. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Viera-Gallo. El se�or VIERA-GALLO.- Creo que debi�ramos hacerlo ahora. A lo mejor, su despacho es muy r�pido. Y si hay buen �nimo, se puede prorrogar la hora. Yo no emplear� m�s de dos minutos. El se�or LARRA�N (Presidente).- En discusi�n el art�culo 1�. Tiene la palabra el Senador se�or Viera-Gallo. El se�or VIERA-GALLO.- Se�or Presidente, hay dos normas del proyecto que son fundamentales y que ser�a lamentable que no se aprobaran. La primera dice relaci�n al traspaso de los procesos en referencia de la justicia militar a la justicia civil, que se encuentra en el art�culo primero transitorio. Y la segunda da preferencia a las apelaciones de estas causas en las cortes respectivas. La primera disposici�n se�ala que todos estos casos deben ser vistos por una justicia m�s imparcial; y la segunda se refiere a que las causas no se eternicen en las cortes de apelaciones. Respecto de todos los dem�s preceptos, personalmente he sido siempre muy esc�ptico de que puedan cumplir alguna otra funci�n. Como por desgracia esas dos normas se refieren al art�culo 1�, si �ste no se llegara a aceptar, lamentar�a profundamente que tampoco se aprobaran los art�culos transitorios. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Espina. El se�or ESPINA.- Se�or Presidente, no me referir� al tema de la competencia de los tribunales, porque eso se ver� en su oportunidad. Pero s� quiero se�alar que votar� en contra, porque francamente creo que se ha distorsionado absolutamente la idea original. Y hoy constituye un simple enga�o aprobar una iniciativa que no tendr� aplicaci�n pr�ctica. El proyecto original del Gobierno -aprobado por los Senadores y Diputados de la Alianza por Chile, seg�n entiendo- apuntaba en una direcci�n correcta. Se�alaba que, respecto de quienes pose�an y aportaban informaci�n sobre delitos graves ocurridos durante el Gobierno militar -como homicidios, detenciones ilegales, secuestros, sustracci�n de menores-, no pod�a utilizarse dicha informaci�n en su contra para establecer su responsabilidad penal. En segundo lugar, se establec�a que la identidad de la persona que aportaba informaci�n se mantendr�a en secreto, con el prop�sito de evitar que pudiese el d�a de ma�ana ser objeto de venganza por haber entregado una informaci�n que guard� por a�os. Pero, adem�s, ten�a un sinn�mero de limitaciones, porque no todo el que tuviese informaci�n se beneficiar�a con el incentivo de entregar datos con el prop�sito de conocer el paradero de los detenidos desaparecidos. �sta era la finalidad. Proyectos similares se presentaron durante los Gobiernos de los Presidentes Aylwin y Frei Ruiz-Tagle, seg�n recuerdo. Estas iniciativas ten�an un conjunto de limitaciones. Por ejemplo, no pod�an beneficiarse quienes hab�an participado como autores inductores, o sea, aquellos que, por tener mando, indujeron a una persona de menor grado a cometer delitos. Asimismo, no favorec�an a los que intervinieron forzando, induciendo, instigando, ordenando la ejecuci�n, ni tampoco a los c�mplices o encubridores y a aquellos que hubieran actuado il�citamente en forma sistem�tica. En el fondo, el proyecto en debate establec�a que el personal de baja graduaci�n que tuviese informaci�n pod�a aportarla por un canal que permitiera abrir una brecha para conocer el destino de los detenidos desaparecidos y las exhumaciones ilegales. Curiosamente, nosotros apoyamos lealmente la iniciativa del Gobierno. La Concertaci�n no lo hizo de la misma manera y la rechaz�. Y ocurri� una situaci�n parad�jica: quienes aprobamos el proyecto del Ejecutivo terminamos siendo acusados de querer la impunidad respecto de las personas que ten�an informaci�n. La impunidad se nos imputaba a nosotros, pero no al Presidente de la Rep�blica, que fue el autor del proyecto. Presentamos una indicaci�n con el prop�sito de reponer en su integridad el proyecto del Gobierno y, nuevamente, se produjo un gran rechazo. Entonces, �qu� nos proponen votar hoy d�a? �Un proyecto de ley que no sirve para nada! Y no sirve, porque establece que quien posea dicha informaci�n �s�lo, siempre y cuando se trate de personas que hayan realizado el servicio militar, pero sin continuar una carrera castrense posterior- va a recibir una rebaja de pena de uno o dos grados. �ste es un enga�o: nadie va a proporcionarla si le dicen que, por ello, en vez de ser condenado a cinco a�os de c�rcel, se le va a aplicar tres a�os y un d�a. A mi juicio, �ste es uno de los t�picos proyectos de ley que, de ser aprobados, generan una expectativa falsa que no cumple finalidad alguna. Por otro lado, se termina imput�ndonos a nosotros querer la impunidad respecto de conductas que no hemos deseado. Por tal raz�n, se�or Presidente, junto con el Senador se�or Chadwick y con otros m�s que fueron autores de la indicaci�n para replantear el proyecto del Gobierno, la retiramos en su momento. Luego de todas las normas dictadas en el �ltimo tiempo en relaci�n con estos casos, creemos que la iniciativa que nos ocupa carece de toda relevancia. Adem�s, hay una cuesti�n de fondo; a lo menos yo, bajo ninguna circunstancia, me har� part�cipe de una estrategia absolutamente desleal respecto de los derechos humanos. Cuando se trata de que la Alianza coopere para obtener informaci�n acerca de un requerimiento, como saber el paradero de los restos de los detenidos desaparecidos, entonces nuestra colaboraci�n, en lugar de interpretarse como un gesto para llegar a la verdad, se entiende como uno que busca impunidad. Pero cuando lo plantea el Presidente de la Rep�blica, siendo una acci�n exactamente igual, recibe los aplausos por parte de un sector de la Concertaci�n -habitualmente el Partido Dem�crata Cristiano- y todas las quejas y cr�ticas del socialismo, el cual sostiene que apunta a la impunidad. Por lo tanto, se�or Presidente, voy a votar en contra, para que sean los tribunales de justicia los que, de acuerdo con las normas vigentes, resuelvan cada una de estas materias. No voy a prestar mi aprobaci�n a estas disposiciones, salvo que resuelvan la cuesti�n de fondo, como en su momento lo hicieron la Ley Antiterrorista, la Ley de Drogas o diversas otras legislaciones que apuntaban a la entrega de informaci�n objetiva con incentivos concretos y reales que, en este caso, permitir�an alcanzar el fin loable, sano y moral que necesita el pa�s, cual es que alguna vez se sepa d�nde est�n los restos de los detenidos desaparecidos. Estas iniciativas fracasaron en el pasado cuando fueron presentadas por los Gobiernos de la Democracia Cristiana. Hoy se nos plantea de nuevo otra; pero, si la Concertaci�n no respalda al Presidente Lagos, no habr� ley. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Gazmuri. El se�or GAZMURI.- Se�or Presidente, la argumentaci�n que acabamos de escuchar de parte de la Oposici�n, a mi juicio, es completamente insostenible por varias razones y motivos. Nos lleva a una discusi�n bastante viciada respecto de un asunto que deber�a preocuparnos a todos. Lo que hicieron la C�mara de Diputados y la Concertaci�n, junto con el Gobierno, fue modificar y mejorar el proyecto que envi� el Presidente Lagos, como ocurre con muchas iniciativas de ley. O sea, respaldar al Ejecutivo no significa -y nunca ha sido as�- que los proyectos deben salir despachados por el Congreso tal cual entraron, porque, efectivamente, hay un trabajo y un aporte legislativo que, en este caso, hicimos -es bueno que lo sepa y escuche el Senador se�or Espina- con pleno acuerdo del Gobierno y del Ministro del Interior. �Cu�l era la cuesti�n? �En qu� est�bamos todos de acuerdo, incluidos algunos sectores de Oposici�n? En ver si pod�amos establecer determinadas rebajas de penas a quienes entregaran informaci�n conducente al conocimiento del destino o del paradero de los detenidos desaparecidos. Y todos, a estas alturas del proceso pol�tico y judicial que vive el pa�s, Chile en su totalidad, incluida la Oposici�n, han dicho una y otra vez -y lo vuelve a reiterar el Honorable se�or Espina- que aqu� nadie quiere impunidad. �se es el tema. Entonces, la discusi�n se hizo al margen, porque el proyecto original establec�a determinadas inmunidades que se restringieron solamente a los conscriptos. Es discutible el posible efecto de esta normativa; pero no se puede argumentar con certeza, porque desconocemos los alcances que tendr�a su aplicaci�n. Tanto es as� que, en el texto original, en relaci�n con la rebaja de condena, se establec�a un plazo de seis meses como algo excepcional. No sabemos si estos incentivos van a derivar en verdad, pero s� que hay muchos probables enjuiciados que, con las rebajas en dos grados de las penas, incluso no siendo los responsables m�ximos ni habiendo participado como autores -se discuti� en su momento que la calificaci�n de autor en el Derecho Penal es muy amplia, pues en tal concepto se incluye a gente que no es la realizadora material ni intelectual de un acto, etc�tera- quedar�an finalmente sin ser condenados a privaci�n de libertad. Se puede discutir si eso traer� o no traer� m�s verdad. Porque lo que ha ocurrido no es tanto el empantanamiento judicial, sino una tremenda resistencia de los autores y de los m�ximos responsables de las violaciones a los derechos humanos a entregar la informaci�n que tienen. Eso es lo que ha entrampado los procesos. No se trata de que no haya informaci�n, sino de que ha existido una tremenda resistencia, salvo en algunos casos, como el de Corbal�n. �ste, en efecto, entreg� muchos antecedentes. Por ello el proceso fue adelante. Y, �por qu� entreg� datos? Porque finalmente no estuvo disponible para seguir amparando a los mandos que hab�an ordenado los cr�menes. �sa es la argumentaci�n que se ha efectuado por parte de connotados abogados de Derecha, como el ex Diputado Luis Valent�n Ferrada. Y en un aspecto �ste tiene raz�n: est�n pagando tenientes y capitanes de la �poca por las �rdenes que dieron generales. La informaci�n que ha habido -cuando la hay los tribunales aceleran los procesos- provino precisamente de ciertos sectores intermedios del aparato represivo. Ellos no son todas las Fuerzas Armadas. Se repiten los mismos nombres en todos los procesos. Es una organizaci�n criminal que se ampar� en el Estado, en la DINA. Eso ya est� suficientemente acordado y establecido por todo el mundo. Entonces, esto no deber�a ser hoy materia de confrontaci�n entre nosotros, ni entre Oposici�n y Gobierno. Por eso -y que me perdone el Senador se�or Espina-, considero que su argumentaci�n corresponde �si bien entiendo el sentimiento- a un tipo de actitud que ya tendr�amos que superar, pues deber�amos poseer mayor amplitud para comprobar que efectivamente nadie est� por la impunidad. Y creo, con sinceridad, que la Derecha no lo est�. En consecuencia, este proyecto no establece una impunidad que nadie quiere. Y hago m�o el planteamiento del Honorable se�or Viera-Gallo, pues por lo menos hay dos cuestiones que en el Senado deber�an ser indiscutibles. El se�or LARRA�N (Presidente).- Ha concluido su tiempo, se�or Senador. El se�or GAZMURI.- S�lo pido un minuto, se�or Presidente. La primera cuesti�n es el paso de estos procesos de la justicia militar donde han estado entrampados por a�os, a la justicia civil. Hoy todo el mundo, incluidas las Fuerzas Armadas, pide rapidez. La otra es el art�culo segundo transitorio, referente a los ministros de Corte de Apelaciones en visita extraordinaria y a los jueces con dedicaci�n exclusiva. Tal norma va justo en el sentido que todos desean, tanto v�ctimas como victimarios: agilizar los procesos. Aqu� nadie razonablemente puede querer eternizarlos. Por tanto, invito a que abordemos esto con altura de miras, pues es posible que caiga el art�culo 1�. Es discutible, pero en ning�n caso tendr�a efectos negativos. Veremos si a los seis meses surge la verdad. Lo que s� tiene efectos positivos es la aprobaci�n de los art�culos primero y segundo transitorios. El se�or LARRA�N (Presidente).- El debate continuar� ma�ana, pues no existe voluntad para prorrogar el tiempo. Ha terminado el Orden del D�a. VII. INCIDENTES PETICIONES DE OFICIOS El se�or HOFFMANN (Secretario).- Han llegado a la Mesa diversas peticiones de oficios. El se�or LARRA�N (Presidente).- Se les dar� curso en la forma reglamentaria. ------------- --Los oficios cuyo env�o se anuncia son del tenor siguiente: Del se�or GARC�A: Al se�or Superintendente de Seguridad Social, solicitando INFORMACI�N SOBRE PUNTAJE EN LISTA DE ESPERA �NICA NACIONAL PASIS A FEBRERO DE 2005. Del se�or HORVATH: A los se�ores Ministro de Obras P�blicas e Intendente de la Und�cima Regi�n, proponiendo PROCEDIMIENTO DIRECTO PARA DETERMINACI�N DE DEUDAS LABORALES Y PREVISIONALES POR CESE DE FAENAS DE EMPRESA ASALCO (Und�cima Regi�n). Del se�or NARANJO: Al se�or Contralor Regional del Maule, pidiendo antecedentes sobre DESCUENTO EN MONTO DE SUBVENCI�N A LICEO ANTONIO VARAS DE CAUQUENES POR CIERRE ANTICIPADO DE A�O ACAD�MICO 2004 (S�ptima Regi�n). ------------- El se�or LARRA�N (Presidente).- En Incidentes, el primer turno corresponde al Comit� Renovaci�n Nacional. Tiene la palabra el Senador se�or Garc�a. DETECCI�N POR CONTRALOR�A DE IRREGULARIDADES EN PROGRAMA OR�GENES. OFICIOS El se�or GARC�A.- Se�or Presidente, dentro de la denominada pol�tica de Nuevo Trato hacia los pueblos originarios impulsada por el Gobierno, en septiembre de 2001 se inici� el denominado "Programa Or�genes", que en una primera fase centr� su acci�n en 642 comunidades ind�genas de las Regiones Primera, Segunda, Octava, Novena y D�cima, con un total aproximado de 24.500 beneficiarios directos en 44 comunas de alta densidad de poblaci�n aimara, atacame�a y mapuche. El "Programa Or�genes" -como se ha denominado al Programa Multifase de Desarrollo Integral de Comunidades Ind�genas- se enmarca as� dentro de las medidas que el Estado ha adoptado para el apoyo y fortalecimiento de los pueblos originarios. El Programa est� estructurado en cuatro componentes: 1.- Fortalecimiento institucional de comunidades ind�genas y de organismos p�blicos participantes en el programa; 2.- Desarrollo productivo por medio de la generaci�n de proyectos de apoyo productivo a las comunidades que permitan el mejoramiento de sus pr�cticas productivas y de los ingresos familiares; 3.- Educaci�n intercultural biling�e y desarrollo cultural de comunidades y escuelas, y 4.- Salud intercultural en comunidades del Programa. El Programa en cuesti�n contempla un trabajo en diversas �reas, para lo cual requiere acciones de coordinaci�n entre la Secretar�a Ejecutiva, que corresponde al MIDEPLAN, y varios organismos coejecutores, como el Ministerio de Salud, el Ministerio de Educaci�n, el Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario (INDAP), la Corporaci�n Nacional Forestal (CONAF) y la Corporaci�n Nacional de Desarrollo Ind�gena (CONADI). El dise�o del Programa consulta la ejecuci�n de proyectos comunitarios, productivos, culturales y de medicina ind�gena, a trav�s de los cuales se espera mejorar las capacidades y oportunidades de los destinatarios en el �mbito productivo, educativo, cultural y de salud, y fortalecer las �reas de desarrollo ind�gena. El Programa Or�genes es financiado con aportes del Estado chileno y con un pr�stamo del Banco Interamericano de Desarrollo en su primera fase (2001 a 2004); opera en las zonas rurales de cinco Regiones del pa�s (Primera, Segunda, Octava, Novena y D�cima), y su poblaci�n potencial corresponde a familias de comunidades ind�genas de dichas Regiones (unas 47 mil). Sin embargo, en su primera fase se circunscribi� a un total aproximado de 20 mil familias. El presupuesto asignado entre 2001 y 2004 alcanz� a 38 mil 838 millones de pesos. Durante su ejecuci�n, el Programa ha sido objeto de numerosas cr�ticas. Tanto es as�, que en la evaluaci�n realizada por un panel de expertos, bajo el esquema de estimaci�n de programas que desarrolla anualmente la Direcci�n de Presupuestos del Ministerio de Hacienda, se demand� su redise�o antes del inicio de su segunda fase, acus�ndose dificultades de coordinaci�n entre los organismos participantes y dudas respecto a la sustentabilidad de los proyectos productivos que se est�n patrocinando. Los evaluadores se�alan que los sistemas de informaci�n contable-financiera y de seguimiento no entregan los antecedentes necesarios para visualizar el estado de avance de los proyectos. Por ejemplo, en el caso de aqu�llos que se desarrollan en conjunto con las comunidades, en general, s�lo se conoce el n�mero de los aprobados, pero no se sabe a cu�ntas familias benefician, si se hallan en ejecuci�n o no, y cu�l es su grado de avance, en el evento de que est�n llev�ndose a cabo. Junto con las cr�ticas y objeciones de car�cter t�cnico que indican la necesidad de redise�ar el Programa, pues tras cuatro a�os de ejecuci�n no se ha podido determinar si ha logrado alg�n impacto en las familias beneficiarias, el Programa Or�genes ha sido objeto de m�ltiples informes de auditor�a practicados por la Contralor�a General de la Rep�blica en cumplimiento de las funciones que corresponden a ese �rgano de control conforme a su ley org�nica. En dichas auditor�as, el personal fiscalizador ha detectado numerosas anomal�as e irregularidades, de las que se ha dejado constancia en los respectivos informes, ignor�ndose hasta ahora, sin embargo, si aqu�llas se han sancionado o si se han adoptado las medidas necesarias para corregir las anomal�as comprobadas. He considerado pertinente, por ello, efectuar una revisi�n general de 33 informes de auditor�a practicados por la Contralor�a durante el a�o 2004 en diversos organismos ejecutores del Programa Or�genes y exponer al Honorable Senado ciertos casos que aparecen como los m�s representativos -aunque no son los �nicos-, que revelan que estamos en presencia de la ejecuci�n, gravemente negligente y plagada de irregularidades, de un programa estatal al que se destinan importantes recursos nacionales y de cooperaci�n internacional, y en cuyos resultados numerosas familias de origen ind�gena, que pueden haberse formado expectativa, lamentablemente, es muy posible que se vean defraudadas. A mi juicio, entre los m�ltiples aspectos irregulares o an�malos detectados por los informes del organismo contralor en la ejecuci�n del Programa, merecen destacarse, a manera de ejemplo, los siguientes: 1.- Informe de Auditor�a, de fecha 5 de enero de 2004, en el INDAP de la Octava Regi�n. Se�ala que se evidencia la falta de acciones de fiscalizaci�n por parte de los distintos actores responsables del desarrollo del Programa a nivel regional, lo que podr�a favorecer problemas de focalizaci�n de los proyectos, provocar dificultades en su ejecuci�n y, por ende, el incumplimiento de los objetivos trazados. Constata la inobservancia de las disposiciones del Banco Interamericano de Desarrollo -contenidas en el Manual Administrativo Financiero del Programa-, en cuanto a los compromisos adquiridos por las empresas consultoras, tanto por parte de las �reas del INDAP, como tambi�n de las comunidades ind�genas, de acuerdo con lo exigido en los t�rminos de referencia adjuntos a la firma de los contratos de presentaci�n de asesor�as t�cnicas para la ejecuci�n de los proyectos. 2.- Informe de Auditor�a, de fecha 17 de marzo de 2004, en la Corporaci�n Nacional de Desarrollo Ind�gena. Indica que los proyectos en los cuales particip� don Ricardo Castro Poza son catorce: tres de la provincia de Chilo� y once de la comuna de Panguipulli, por los que se cancel� un monto total de 28 millones 248 mil 713 pesos, aunque ninguna de las obras fue terminada, por cuanto el ejecutor las abandon� sin cumplir con los plazos estipulados en las bases reglamentarias. A�ade que los proyectos no fueron supervisados oportunamente por la Direcci�n Regional de Osorno de la CONADI, lo cual s�lo se produjo respecto de algunos luego de la presentaci�n de reclamos formales por parte de las comunidades ind�genas. Se�ala que los proyectos de la comuna de Panguipulli fueron supervisados el 7 de abril de 2003, en tanto que el proyecto de la comunidad ind�gena Amulain Metahue, de Quinchao, lo fue el 22 de abril de 2003, y, hasta la fecha de emisi�n del informe del cual emanaron estas conclusiones, es la �nica comunidad que ha sido visitada en la provincia de Chilo�. Concluye que la CONADI, a la fecha de la emisi�n de dicho documento, no hab�a presentado las denuncias penales correspondientes ni tampoco patrocinado a los beneficiarios afectados por el se�or Ricardo Castro Poza para realizar este tr�mite. 3.- Informe de Auditor�a, de fecha 17 de marzo de 2004, en la SERPLAC de Antofagasta. Denota la carencia de mecanismos de control que salvaguarden los recursos ya transferidos a las comunidades, dado que no se han considerado en los convenios las garant�as por el uso correcto de los fondos. 4.- Informe de Auditor�a, de fecha 23 de marzo de 2004, en la Secretar�a Regional Ministerial de Educaci�n. Respecto de los bienes adquiridos como recursos de aprendizaje y las transferencias efectuadas a las escuelas focalizadas en el Programa Or�genes, concluye que, durante el 2003, dichas iniciativas no se tradujeron en beneficios reales para la comunidad educativa o comunidad local, debido a que se concretaron pr�ximamente a la finalizaci�n del a�o escolar sujeto a la disponibilidad de recursos. 5.- Informe de Auditor�a, de fecha 26 de marzo de 2004, en el INDAP. Indica que la Direcci�n Regional del INDAP deber� informar acerca de la conformaci�n de los equipos t�cnicos de empresas consultoras, en la que aparecen involucrados funcionarios de dicho organismo en la Regi�n de Los Lagos y el Ejecutivo de Proyectos del Programa Or�genes que lo operativiza en representaci�n del INDAP. 6.- Informe de Auditor�a, de fecha 5 de abril de 2004, en la Secretar�a Regional Ministerial de Educaci�n del Biob�o. Se�ala que un alto porcentaje de los fondos aplicados corresponde a gastos de alimentaci�n, honorarios, reuniones y eventos, en desmedro de la ejecuci�n de proyectos espec�ficos para el desarrollo del Programa, situaci�n que se contrapone con los objetivos del convenio de pr�stamo. A�ade que el sistema de control interno implementado por el Servicio presenta deficiencias, que necesariamente deber�n ser regularizadas. 7.- Informe de Auditor�a, de fecha 6 de abril de 2004, en el Servicio de Salud de Antofagasta. Indica que se constataron compras directas sin cotizaciones, argument�ndose que los proveedores son �nicos en su especialidad. Sin embargo, los casos anteriormente se�alados en el resultado del examen de cuentas determinaron que las especies adquiridas no ten�an caracter�sticas especiales que les impidieran ser comercializadas por otros vendedores. 8.- Informe de Auditor�a, de fecha 6 de abril de 2004, en la Secretar�a Regional Ministerial de Salud del Biob�o. Se�ala que diversos desembolsos se han destinado al financiamiento de gastos en alimentaci�n, honorarios, reuniones y eventos, en desmedro de la ejecuci�n de proyectos espec�ficos para el desarrollo del Programa, lo que se contrapone con los objetivos del convenio de pr�stamo. Agrega que el sistema de control interno implementado por los servicios presenta deficiencias que necesariamente deber�n ser regularizadas a la brevedad, de manera de contar con procedimientos y registros que permitan controlar el buen uso de los recursos y exigir a las asociaciones ind�genas la rendici�n oportuna de los fondos que se les han transferido. 9.- Informe de Auditor�a, de fecha 19 de abril de 2004, en la CONADI. Indica que la Comunidad Mulato Huenulef, de la comuna de Freire, fue beneficiada con el Proyecto de Cultura "Rescate y difusi�n de conocimientos ancestrales de la plater�a mapuche", por 3 millones de pesos, observ�ndose las siguientes irregularidades: -La Comunidad no reside en el sector ni en la comuna se�alados en el proyecto. -No existen la sede, los mesones ni las sillas presentados como aporte al proyecto por la Comunidad. -La capacitaci�n en plater�a fue realizada por don Ruperto Painemal Landeros, quien adem�s aparece como alumno en la n�mina de personas participantes en la capacitaci�n. Recibi�, como pago por sus servicios, 700 mil pesos, y 196 mil 800 pesos para movilizarse durante 56 d�as, desde su lugar de residencia, Cholchol, hasta la ciudad de Temuco, donde se habr�a realizado la capacitaci�n, no obstante que tal recorrido, en un bus de circulaci�n normal, significar�a un desembolso diario de aproximadamente mil pesos. -Excesivo gasto en movilizaci�n rendido por la Comunidad, de 390 mil pesos, considerando que para tal �tem (transporte del capacitador) s�lo se presupuestaron 100 mil pesos. Sin embargo, se present� como gasto 193 mil 464 pesos, correspondientes a los pasajes ida y vuelta en avi�n a la ciudad de Santiago del representante de la Comunidad y el capacitador, viaje que habr�an efectuado para realizar compras para el proyecto. -Se presenta en la rendici�n una n�mina de 13 personas participantes al curso de capacitaci�n, tres de las cuales residen fuera de la Regi�n (en Santiago, Antofagasta y Arica). -Excesivo gasto en 11 mil 200 fotocopias, ascendentes a 290 mil pesos, cuya existencia no fue posible verificar. -Se comprob� la presencia de un n�mero reducido de herramientas adquiridas con los recursos del proyecto en un taller habilitado en la casa-habitaci�n del instructor y alumno se�or Painemal Huaquinao. Consultado �ste sobre el resto de las especies, se�al� que se encontraban en la casa-habitaci�n de la secretaria de la Comunidad, se�ora Susana Fica Leufum�n, cuyo domicilio result� inubicable para la fiscalizadora. Esta situaci�n aparece como irregular, por cuanto las especies deben estar en un recinto comunal a disposici�n de todos los beneficiarios del proyecto. Se constat�, adem�s, que en otros proyectos ejecutados por la CONADI, se configuraba en varios casos la incompatibilidad prevista en el Contrato de Pr�stamo del BID sobre requisitos de elegibilidad y conflictos de intereses. Entre ellos cabe citar: a) La contrataci�n a honorarios del se�or N�stor Eugenio Alcam�n Toloza, quien pertenec�a al personal temporal de la instituci�n beneficiaria en la fecha en que es designado consultor individual en virtud de un contrato financiado con presupuesto de la CONADI. Gasto generado: 5 millones 555 mil 555 pesos. b) Los servicios de don Juan Domingo �anculef Huaiquinao, funcionario de la planta t�cnica de la CONADI en la fecha en que es designado capacitador de un curso de cosmovisi�n y cultura mapuche dictado a la Comunidad Ind�gena Juan Necul, de la comuna de Padre Las Casas, beneficiaria de un proyecto de educaci�n y cultura. El gasto generado por sus servicios alcanz� a 600 mil pesos. c) Incompatibilidad prevista en el Anexo C del Contrato de Pr�stamo en las siguientes comunidades: don Galvarino Raim�n Huilcam�n, presidente de la Comunidad We Juan Maica, de la comuna de Traigu�n, es adem�s parte de la consultora que se adjudic� el proyecto; Asociaci�n �ankucheo o Consultora Wagvlen; don Luis Huirilef Barra, presidente de la Comunidad Mulato Huenulef, es asimismo miembro y representante legal de la consultora que se adjudic� el proyecto de asesor�a t�cnica, �uke Mapu; la se�orita Mar�a Lepim�n, contratada para efectuar capacitaci�n en la Comunidad Mulato Huenulef, presta servicios como secretaria en la misma Consultora �uke Mapu; y don Sergio Merill�n, representante de la Comunidad Juan Merill�n, de la comuna de Nueva Imperial, quien -al efectuarse la visita de la Contralor�a Regional se encontraba desaparecido-, al momento de postularse el proyecto productivo, actuaba como funcionario a honorarios del mismo Programa en la UEZ y era tambi�n consultor individual de la Cooperativa Boroa, asesora de la Comunidad. Por otra parte, se constat� que no existe un seguimiento y an�lisis financiero peri�dico de los saldos por rendir de las comunidades ind�genas y las gobernaciones. Es m�s, estos recursos no son contabilizados, no existiendo cuentas ni registros contables de ellos. 10.- Informe de Auditor�a, de fecha 29 de abril de 2004, en el Ministerio de Planificaci�n y Cooperaci�n (MIDEPLAN). Indica que el Estado Consolidado de Inversiones incluye, en el total acumulado, un aporte BID por 7 millones 569 mil 713 d�lares, en circunstancias de que al 31 de diciembre de 2003 la Secretar�a Ejecutiva hab�a efectuado rendiciones al Banco por la suma de 4 millones 979 mil 188 d�lares, produci�ndose una diferencia de 2 millones 590 mil 525 d�lares de agosto que no hab�an sido rendidos a dicha entidad. Se�ala que la CONADI contrat� al consultor se�or Eugenio Alcam�n Toloza, no obstante que �ste hab�a pertenecido a la planta temporal de la instituci�n, antes de haber transcurrido un per�odo de 6 meses desde el momento en que hab�a cesado en su cargo. Agrega que el se�or Juan Domingo �anculef Huaiquinao fue contratado para dictar clases con recursos del Programa, a pesar de que era funcionario de la planta t�cnica de la CONADI. Expresa que en la contrataci�n de consultor�as realizadas por la Secretar�a Ejecutiva algunos actos administrativos han sido formalizados con posterioridad a su ejecuci�n... El se�or LARRA�N (Presidente).- Ha concluido su tiempo, se�or Senador. El se�or GARC�A.- S�lo pido un minuto m�s para terminar, se�or Presidente. El se�or LARRA�N (Presidente).- Puede continuar. El se�or GARC�A.- A modo de ejemplo, se pueden se�alar los contratos de consultor�as suscritos con la Comisi�n Ind�gena de Cultura y Liwen Consultor�as Limitada. Indica que CONAF contrat� a un coordinador nacional y a cinco coordinadores t�cnicos zonales, los cuales, al momento de la postulaci�n y contrataci�n, hab�an pertenecido a la planta permanente o temporal de la instituci�n que recibi� el financiamiento. Se�or Presidente, en mi intervenci�n tengo contemplado el detalle de varios informes m�s de la Contralor�a y la petici�n de dos oficios: uno al se�or Contralor General de la Rep�blica, transcribi�ndole mis palabras y solicit�ndole que se sirva dar a conocer las medidas adoptadas por el Organismo Contralor a ra�z de las auditor�as e inspecciones realizadas durante el curso del a�o 2004; y otro a los se�ores Ministros de Planificaci�n y Cooperaci�n, de Salud y de Educaci�n, y a los se�ores directores de INDAP, CONAF y CONADI, tambi�n transcribi�ndoles la presente intervenci�n y pidi�ndoles que tengan a bien proporcionar id�ntica informaci�n. Asimismo, se�or Presidente, pido incorporar a la Versi�n Taquigr�fica el resto de mi exposici�n. El se�or LARRA�N (Presidente).- Es necesario que Su Se�or�a d� lectura a todos los antecedentes, porque, de lo contrario, se puede generar un precedente que el Reglamento no admite. El Comit� UDI cedi� su tiempo al Honorable se�or R�os. Pregunto al se�or Senador si lo ocupar� completo. El se�or R�OS.- S�, se�or Presidente. El se�or CANTERO.- Como sugerencia, el Honorable se�or Garc�a podr�a dejar hasta aqu� su intervenci�n, sin perjuicio de ... El se�or LARRA�N (Presidente).- Perd�n, se�or Senador. El Comit� Socialista est� dispuesto a ceder su tiempo. El se�or MART�NEZ.- No hay inconveniente en que haga uso tambi�n del que corresponde al Comit� Institucionales 1 . El se�or LARRA�N (Presidente).- O sea, Su Se�or�a puede disponer de varios minutos m�s. Sin embargo, para cumplir con el Reglamento, ser�a preferible que siguiera interviniendo en el tiempo del Comit� Socialista, que es el que sigue en el orden. Puede continuar el Honorable se�or Garc�a. El se�or GARC�A.- Gracias, se�or Presidente. Y agradezco al Comit� Socialista su gentileza. Prosigo con mi intervenci�n. 11.- Informe de Auditor�a, de fecha 18 de mayo de 2004, en el Servicio de Salud Araucan�a Norte y en el Servicio de Salud Araucan�a Sur. Indica que el personal supervisor del Programa Or�genes observ� la presunta intervenci�n indebida del promotor contratado a honorarios por el Servicio de Salud, se�or Jaime Jiles, quien habr�a ejercido sus influencias en aquellas comunidades en las cuales desempe�aba su funci�n de apoyo y orientaci�n, postulando a determinados especialistas capacitadores, con el fin de que fueran contratados por esas comunidades. 12.- Informe de Auditor�a, de fecha 24 de mayo de 2004, en la Secretar�a Regional Ministerial de Educaci�n de Tarapac�. Constata observaciones en la ejecuci�n del programa Componente de Educaci�n Intercultural Biling�e, derivadas, principalmente, de debilidades relacionadas con la falta de procedimientos de control adecuados para las rendiciones de fondos otorgados. 13.- Informe de Auditor�a, de fecha 22 de junio de 2004, en la CONAF. Se�ala que en la Regi�n de Tarapac� se comprob� que los proyectos formulados por la Consultora AYNI le fueron pagados por el INDAP a pesar de presentar deficiencias que debieron ser corregidas por la empresa contratada para su ejecuci�n, no obstante que a la CONAF le corresponde la supervisi�n de la formulaci�n y ejecuci�n de los proyectos, labor que, si hubiese sido realizada, habr�a evitado la situaci�n expuesta. A�ade que en la Regi�n del Biob�o, a febrero de 2004, el Programa de Desarrollo Integral de Comunidades Ind�genas no hab�a ejecutado ning�n proyecto; no obstante ello, se incurri� en gastos administrativos por aproximadamente 9 millones de pesos, la mayor parte de los cuales correspondi� a honorarios del Coordinador T�cnico Zonal. 14.- Informe de Auditor�a, de fecha 24 de junio de 2004, en INDAP, Regi�n de la Araucan�a. Constata que persiste la observaci�n sobre desorden administrativo y falta de documentos respaldatorios en las capetas de los proyectos productivos. 15.- Informe de Auditor�a, de fecha 26 de julio de 2004, en la Secretar�a Regional Ministerial de Educaci�n de la Araucan�a. Determin� que al menos 17 facturas emitidas por la empresa Hoster�a Boca Budi, en las cuales se cobra hospedaje y alimentaci�n proporcionada a docentes participantes en cursos de capacitaci�n dictados en la comuna de Puerto Saavedra, fueron extendidas por montos superiores a los valores cotizados previamente por el proveedor. El informe se�ala que en esas 17 facturas examinadas, canceladas por la Oficina de Presupuestos de Educaci�n de la Regi�n de la Araucan�a, con cargo a los fondos destinados al Programa Or�genes, se incurri� en un pago superior al valor cotizado por 9 millones 469 mil 600 pesos. Indica que el Coordinador del Programa Multifase de Desarrollo Integral de Comunidades Ind�genas, se�or Ignacio Cayuleo Can�o, afirm� en su declaraci�n al personal fiscalizador que los mayores valores cancelados con los recursos del Programa Or�genes fueron destinados al pago de los honorarios de los especialistas. Posteriormente, la propia Contralor�a pudo comprobar que esto era falso, de falsedad absoluta, pues exist�an los comprobantes de pagos a los referidos monitores, hechos mediante la Oficina de Presupuestos de la Secretar�a Regional Ministerial de Educaci�n de la Araucan�a. 16.- Informe de Auditor�a, de fecha 23 de agosto de 2004, en Secretar�a Regional Ministerial de Planificaci�n y Cooperaci�n, Regi�n de la Araucan�a. Indica que el personal fiscalizador visit� un 15 por ciento de las comunidades favorecidas con el Programa en la Regi�n de la Araucan�a, donde verific� sedes en construcci�n; cambio en el destino de los fondos; especies faltantes, o compras que no proced�an acorde con las especificaciones del Programa. Detect�, asimismo, que los proyectos no establecen plazos de ejecuci�n; que no se formulan actas de recepci�n provisoria ni definitiva de las obras; que no son controlados en terreno por la SERPLAC, y que no se cumple con el saneamiento del terreno en el cual se construyen las sedes comunitarias. Concluye que, por la escasa precisi�n de las tareas contratadas, no fue posible verificar de manera concreta el cumplimiento de las labores ejecutadas mensualmente por el personal a honorarios. Como puede desprenderse f�cilmente de los ejemplos mencionados, la labor fiscalizadora de la Contralor�a detect�, en el curso de 2004, numerosas irregularidades en la ejecuci�n del Programa Or�genes, muchas de las cuales claramente pueden dar lugar a responsabilidad administrativa, e incluso civil y penal, de sus autores. Sin embargo, hasta ahora no ha sido posible conocer si se han iniciado los procedimientos administrativos o juicios de cuentas, ni si se han efectuado las denuncias judiciales correspondientes. Por lo expresado, solicito oficiar en mi nombre al se�or Contralor General de la Rep�blica transcribi�ndole lo expresado y pidi�ndole que se sirva informar acerca de las medidas adoptadas por el organismo a su cargo a ra�z de las auditorias e inspecciones realizadas durante el curso de 2004 al Programa Or�genes, indicando si se han iniciado sumarios o investigaciones sumarias, juicios de cuentas, o efectuado denuncias a la justicia. Solicito, asimismo, oficiar en mi nombre a la se�ora Ministra de MIDEPLAN y a los se�ores Ministros de Salud y de Educaci�n, y a los se�ores Directores de INDAP, de CONAF y de CONADI, transcribi�ndoles la presente intervenci�n y pidi�ndoles que se sirvan proporcionar la misma informaci�n respecto de los sumarios, investigaciones sumarias o denuncias a la justicia realizadas por las reparticiones a su cargo con motivo de las irregularidades detectadas en la ejecuci�n del Programa Or�genes durante el a�o 2004. He dicho. --Se anuncia el env�o de los oficios solicitados, en nombre del se�or Senador, conforme al Reglamento. El se�or LARRA�N (Presidente).- Los Comit�s Socialista e Institucionales 2 e Independiente no har�n uso de su tiempo. Corresponde el turno al Comit� Institucionales 1. El se�or MART�NEZ.- Se�or Presidente, cedemos nuestro tiempo al Senador se�or R�os. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or R�os. NECESARIO EQUILIBRIO ENTRE HISTORIA Y FUTURO El se�or R�OS.- Se�or Presidente, el mayor valor que pueden tener un individuo y, por cierto, la sociedad que le rodea es considerar el presente en toda su dimensi�n. El presente es la suma de la historia y de las proyecciones futuras. Constituye, por tanto, una enorme equivocaci�n sostener, a veces con vehemencia, que se es "un hombre o sociedad del futuro" o, lo que es m�s delicado a�n, atraparse en el pasado, como si la vida terminara en los propios recuerdos. Traje a la memoria hace alg�n tiempo mi conversaci�n con el Canciller de Vietnam. Yo hab�a llegado en una visita oficial a Hanoi. Desde el avi�n, minutos antes del aterrizaje, observ� esa geograf�a tantas veces admirada en decenas de pel�culas de guerra. Extensos arrozales, canales y r�os que ba�an tierras h�medas. Peque�os mont�culos que albergan viviendas modestas. Senderos construidos sobre lomos de tierra de color pardo que, por su aspecto, dan muestra de muchos a�os, tal vez siglos, de trabajo manual. Llegaba a las oficinas de la Canciller�a en medio de un tr�fico callejero que m�s bien era un caos de motos, bicicletas y uno que otro veh�culo motorizado mayor. El Canciller, amable, me recibi� con inter�s. Ten�a noticias de nuestro desarrollo y aspiraba, por supuesto, a reanudar relaciones diplom�ticas a la brevedad. Mi objetivo en aquel momento era interesar a Vietnam a participar en la Asamblea de la APPF (Foro Asia Pac�fico) que se desarrollar�a en Chile el a�o siguiente. Hablamos distendidamente, y en un instante, mientras nos refer�amos a nuestras historias nacionales, el Canciller expres�: "En Vietnam murieron durante la guerra seis millones de vietnamitas. Es un gran dolor. Sin embargo, aunque grande tal dolor, no es m�s grande que el futuro de Vietnam". �Magn�fica expresi�n de lo que es presente! Fueron muchos, millones; pero tuvieron una raz�n para un futuro. El drama de los hombres o de las sociedades radica en que, a veces, todo lo hecho o todo lo ocurrido no tiene fundamentos para el futuro. Es el caso del r�gimen comunista y, todav�a m�s delicado, sus expresiones f�sicas, como el Muro de Berl�n, m�ximo basti�n de la sinraz�n. Nada sirvi� para el futuro. Sus hechos han quedado en la historia, sin fundamento alguno que permita sostener una ense�anza o una comprensi�n en el actuar. �Nada! El problema que enfrentan quienes son llamados a ser l�deres, por razones de la historia y el cumplimiento de metas y objetivos futuros necesarios y reales -ya que �stos son parte de la naturaleza y en contra de ella no se puede transigir-, estriba en que las sociedades, usualmente mediocres, no alcanzan a comprender las proyecciones que tienen los actos presentes, es decir, desconocen la historia y no son capaces de proyectar el futuro. En tal hecho se fundamenta la expulsi�n de Chile de O'Higgins, el mismo que a�os antes le hab�a dado la independencia al pa�s. La sociedad de entonces, encabezada por l�deres carentes de capacidad para entender la historia y menos el futuro, se regocijaban al ver marchar a O'Higgins al destierro, expulsado, incomprendido. Sobre sus hombros se le hizo llevar siempre la muerte de otros que cayeron por los hechos. A�os despu�s, su cuerpo amortajado volv�a a su tierra, convertido en Padre de la Patria. Fue necesario que surgieran nuevas visiones de la verdadera realidad vivida por O'Higgins para que se comprendiera y, a�n m�s, se ensalzara lo obrado por �l. Nunca sabremos si Diego Portales conoc�a de lo que ocurr�a en el resto de Am�rica Latina. S� sabemos que desde su cargo de Ministro impuls� una institucionalidad absolutamente distinta a la del resto de las naciones iberoamericanas, cuyo documento b�sico, la Constituci�n de 1833, se extender�a hasta nuestros d�as en sus fundamentos esenciales. Sin embargo, esa misma sociedad, tambi�n con una parte de sus l�deres mediocres, no alcanzar�a a comprender la historia ni menos el futuro. Estaban carentes del presente. Entonces, asesinaron a Portales. A�os despu�s emerger�a con toda su fortaleza su figura erguida en estatuas; calles y plazas, por todo el territorio, lo reconocer�an como el gran estadista de nuestra naci�n. En realidad, finalmente, todas las ocurrencias en un per�odo determinado son un conjunto de hechos -no de actos-, entendiendo en ello la suma de situaciones producidas por personas individuales y la colectividad sin que necesariamente exista relaci�n entre una y otra. "Los hechos ocurridos", es la frase con que generalmente se da cuenta del episodio digno de destacar. Al Gobierno militar chileno le est� ocurriendo lo mismo que a O�Higgins y Portales. No hay diferencia alguna. L�deres -algunos, mediocres- empujan a una sociedad ajena al devenir del pasado y futuro a encasillarse en ciertos actos, ocultando los hechos que dan una visi�n completa de la sociedad. En este caso se suma, a veces irresponsablemente, una prensa inmediatista que, entre far�ndula y olvido, empuja a sus usuarios hacia odios tan propios de la falta de civilidad, logrando de esta forma asesinatos y destierros. As� es. Porque los asesinatos no necesariamente tienen que ser acciones f�sicas de uno a otro. Y el destierro, igual cosa; a veces es m�s belicoso cuando al pueblo se le priva de la raz�n, ocultando la voz de todos los actores. En la tarde del 22 de diciembre de 1999, abordaba un tren en la estaci�n de Waterloo, en Londres. Minutos antes me hab�a reunido con el Arzobispo de Canterbury, m�xima autoridad espiritual del Reino Unido. Nuestra conversaci�n se situ� en torno a la detenci�n del General Augusto Pinochet. El tren me llevar�a a la residencia del entonces Senador. Sobre el asiento que ocupar�a hab�a un peri�dico escrito en espa�ol. Lo tom� para leerlo, y me encontr� con un art�culo que, entre otras aberraciones, se explayaba sobre la "Primera Operaci�n C�ndor de la Historia, cuyos protagonistas principales fueron San Mart�n y O�Higgins". A ambos los trataba de asesinos. El autor de la cr�nica sosten�a que tal hecho "hab�a sido la inspiraci�n de la otra Operaci�n C�ndor, aquella de Pinochet y el resto de las Fuerzas Armadas de Am�rica Latina". Llev�bamos, entonces, dos Operaciones C�ndor. El 18 de noviembre de 2004 me encontraba en Quito asistiendo a la Asamblea de la Conferencia Latinoamericana de Iglesias. Se nos hab�a invitado a las instalaciones del Verbo Divino en esa ciudad. Al t�rmino de mi exposici�n, recog� un ejemplar del diario ecuatoriano "El Tel�grafo", que en este momento tengo en mi poder. En su p�gina de portada anunciaba: "Cumbre destaca rol especial de las Fuerzas Armadas en la seguridad hemisf�rica". Me voy a las p�ginas interiores. Encuentro fotografiado al Ministro Jaime Ravinet junto a sus colegas latinoamericanos de Defensa. Leo: "El Presidente de Ecuador, inaugurando este encuentro, llam� a dejar huellas marcadas en la historia y reiter� que no deben resistirse al reto de luchar contra el terrorismo y dem�s males". M�s adelante se hace hincapi� en la necesidad de "unir las Fuerzas Armadas en acciones conjuntas contra el terrorismo". Claramente, estaba frente a una nueva operaci�n militar, que ahora se denominaba "Cumbre de Defensa de Am�rica", cuyos objetivos no eran ni m�s ni menos que los mismos que los de aquella otra operaci�n de la cual hoy se acusa al Gobierno militar. �Acusaremos a Lagos por ser part�cipe de una reuni�n militar latinoamericana cuyo objetivo es coordinarse para luchar contra el terrorismo? Yo, por lo menos, lo considero muy adecuado, como lo fue la acci�n anterior, en la segunda Operaci�n C�ndor, siglo y medio despu�s de la primera, seg�n el cronista ingl�s. O�Higgins, primero; Pinochet, m�s adelante, para culminar con Lagos. Los tres haciendo lo mismo: defender al continente. Los dos �ltimos, del terrorismo; el primero, en procura de la independencia de Chile. Hoy nuestro pa�s alcanza niveles de desarrollo impensados para la poblaci�n de hace tres d�cadas. Hubo un grupo de personeros chilenos que lo cre�a posible; y hubo otro grupo, los uniformados, que, por efecto de las circunstancias, llegaba al poder. Ambos se unieron en medio de la Guerra Fr�a, de los odios y de una lucha exterior hacia nuestra naci�n que atra�a huestes internas dispuestas a todo para detener cuanto aqu� se hiciera. En Mosc�, los l�deres sovi�ticos, principales enemigos del R�gimen militar chileno, invad�an Afganist�n para "evitar otro Chile", seg�n lo expres� su m�ximo l�der. Dos hechos, mientras tanto, estaban ocurriendo al interior de nuestro pa�s. Por un lado, se estructuraba una nueva y eficiente institucionalidad, y por el otro, los uniformados deb�an hacer la guerra sucia, no convencional, aquella que el mundo hab�a instalado lejos de los campos de batalla. Surgen armas por doquier, venidas de todos los pa�ses comunistas. Se multiplica la preparaci�n de activistas, terroristas y paramilitares en Cuba, Mosc�; luego ser�a en Nicaragua. En un momento se hace una suerte de balance para conocer los fondos utilizados por los adversarios y enemigos del R�gimen. Se constata que est�n gastando un mill�n de d�lares diarios. Copan los medios de comunicaci�n europeos. No logran lo mismo con la prensa libre de Estados Unidos, y menos con la prensa asi�tica, que comienza, al rev�s de Occidente, a descubrir a este pa�s, Chile, ubicado en los confines del mundo, como un socio confiable, inteligente, transparente en sus compromisos. Se suceder�an los hechos. Diversas ONG nacidas en Europa servir�an para trasladar a Chile recursos frescos para la "guerra interna". Se preparan asesinatos. Varios de ellos se ejecutan. Se declara universalmente (despu�s constatamos que s�lo era "occidentalmente") la pena de muerte para el l�der de esa reconstrucci�n nacional chilena: Augusto Pinochet. "Futuro, futuro", era la expresi�n que surg�a espont�nea en los a�os 70, y luego, con m�s fuerza, a partir de la segunda d�cada de los 80. Futuro. La poblaci�n comenz� a descubrir que el mundo necesitaba de nosotros. Nos empinamos sobre los Andes, extendimos nuestros brazos m�s all� del horizonte en el Pac�fico. Se hab�an sucedido muchos hechos. La guerra no convencional hab�a enviado al campo de batalla a hombres y mujeres preparados para actuar seg�n los Acuerdos de Ginebra, no respetados por nadie. Asesinatos, muertes, guerrillas, desembarco de armas, ataques a nuestras embajadas, torturas, ocurr�an; mientras Chile, su poblaci�n, empresarios, profesionales, trabajadores, pod�an cumplir con relativa paz su cometido laboral. Hab�an desaparecido cuerpos -despu�s lo sabr�amos- de adversarios o enemigos, comprobando, visto desde la distancia, una torpe acci�n que s�lo podr�a ser comprendida en el fragor de la lucha, pero que, en la perspectiva de futuro, no tiene ninguna explicaci�n. Hechos, situaciones que la naturaleza humana se ha encargado de denominar de diferentes formas en cada conf�n del planeta: Guerra de Liberaci�n, Revoluci�n, Dictadura del Proletariado, Acci�n Antiimperialista, en fin. La lista es larga. En Chile tuvo otra denominaci�n: Pronunciamiento militar. Y se reconstruy�. Los hombres que siguieron -Aylwin, Frei, Lagos- fueron sabios en lo principal: mantuvieron los fundamentos de esta institucionalidad, creada con dureza y estrategia de desarrollo eficiente. Ambas cosas concurrieron; las dos constituyeron los hechos que dieron origen al pa�s que hoy vivimos. Sin embargo, viene a mi memoria el "Che" Guevara, una suerte de "padre espiritual" de sue�os revolucionarios en plena �poca de la Guerra Fr�a. Desde la selva de �ancahuaz�, en Bolivia, proclamaba "el odio como principal arma de la revoluci�n". "Nosotros odiamos el Imperialismo y sus lacayos. El odio hace m�s fuerte a quien empu�a un fusil", expresaba en una comunicaci�n enviada a la Internacional Socialista, que se reun�a en Budapest en los primeros a�os de los 60. Morir�a despu�s en medio del fracaso de sus ideales. Los hombres y mujeres de bien en Chile somos personas del presente. No desconocemos la historia con todas sus fortalezas y debilidades, como tampoco marginamos de nuestros actos el futuro. El justo equilibrio de ambos nos hace comprender mejor, sin odiosidades, de d�nde venimos y para d�nde vamos. Por ello, recogemos el conjunto de hechos surgidos en los �ltimos cincuenta a�os. Acogemos las otras experiencias del mundo, concluyendo que, si logramos superar el lado mediocre, tan propio del pensamiento inmediatista, comprenderemos este conjunto de hechos, como ocurri� finalmente con O�Higgins y Portales en nuestro pa�s; con Ho Chi-Minh en Vietnam; con Mao Tse-Tung en China; con Churchill en el Reino Unido; con Roosevelt en Estados Unidos, y con otros tantos que hicieron todo lo que deb�an hacer. Hechos; muchos hechos de la causa, para llevar a sus pueblos a la paz y al desarrollo. Estar� tambi�n en la historia, sin duda, el Gobierno militar. Fuera de esta lista est�n los otros, cuyas acciones en nada sirvieron. Comunistas, nazistas, fascistas. La lista es larga. Por ello, la evitaremos por ahora. He dicho. El se�or LARRA�N (Presidente).- El Comit� Mixto no har� uso de la palabra. En el turno del Comit� Dem�crata Cristiano, tiene la palabra el Senador se�or Moreno. ERNESTO D�AZ OSORIO: TESTIMONIO DE UNA VIDA EJEMPLAR El se�or MORENO.- Se�or Presidente, ocupo esta tribuna con el objeto de rendir homenaje a una persona que falleci� hace pocos d�as. Se trata de don Ernesto D�az Osorio, campesino de Peor Es Nada, comuna de Chimbarongo, quien desde muy joven, siendo inquilino de esa zona, comprendi�, con una lucidez muy extra�a, que se avecinaba un cambio muy profundo en todo el sistema social de la agricultura chilena. Este inquilino, que viv�a en uno de los fundos expropiados en esa comuna, r�pidamente fue elegido presidente de su asentamiento. Se hizo cargo, junto con sus compa�eros, de la transici�n de un sistema. La mayor�a era analfabeta. No exist�an escuelas. Ganaban un salario pagado no en dinero efectivo, sino en especies. Con una dignidad muy profunda y con valores muy arraigados en su visi�n de vida, no cre�an que fuera posible una trasformaci�n como la ocurrida en la etapa en que les toc� vivir. Ernesto D�az lleg� a ser Presidente Nacional de la Confederaci�n de Asentamientos de Chile -los que en un momento llegaron a ser 1.800-, destac�ndose por orientar a sus compa�eros hacia la necesidad de capacitarse para trabajar en un proceso extraordinariamente complejo, sin odio, sin resentimiento, sin violencia, pero guiados por un principio muy claro: todo ser humano, aunque no hubiese recibido educaci�n y vivido por un largo periodo en un sistema semifeudal, merec�a una oportunidad para alcanzar una vida digna. Encomendado por sus compa�eros, present�, el 28 de julio de 1967, el texto de la Ley de Reforma Agraria al entonces Presidente de la Rep�blica Eduardo Frei Montalva, para que la promulgara. Despu�s de pr�cticamente dos a�os y medio de debate en el Parlamento, esta normativa legal adquir�a su caracter�stica oficial, al ser denominada ley N� 16.640. Se hizo cargo de su asentamiento y fue uno de los pocos que logr� resistir el cambio de gobierno. Encontr� una f�rmula que permiti� a muchos de estos campesinos permanecer como propietarios, pese a estar privados de cr�ditos, de asistencia t�cnica, de apoyo. Muchos de ellos tuvieron que vender sus parcelas, producto de las deudas que deb�an pagar y de la falta de cr�ditos para sobrevivir. Entregaron sus terrenos a precios viles: algunos por una camioneta; otros por peque�as situaciones que todos conocemos. Y quedaron desamparados. Ernesto D�az tuvo la capacidad y la visi�n, junto con otros compa�eros de su zona, de resistir la presi�n que se ejerc�a sobre ellos para que se desprendieran de sus tierras. Y comprendi� que el destino de �l, de su familia y de muchos otros estaba en hacer cualquier sacrificio a fin de defender lo que la ley hab�a puesto en sus manos. Se endeudaron para hacer plantaciones de manzanos. Se endeudaron para rectificar canales. Se endeudaron para levantar peque�as infraestructuras que les permitieran vender sus productos en mejores condiciones. Y pasaron por vicisitudes enormes. Soy testigo de ello, por la vinculaci�n personal que mantuve desde esa �poca con su familia y con muchos otros campesinos de la Sexta Regi�n. Y logr� sobrevivir. Gracias a su gesti�n, se renegociaron las deudas derivadas de los cr�ditos por los manzanos. A algunos se les indujo, equivocadamente, a plantarlos en terrenos no aptos. Pese a todo, logr� una soluci�n. Con posterioridad, manteniendo su propiedad, se hizo cargo de la presidencia de la junta de vecinos de su localidad, en el sector denominado hoy La Platina, al interior de la comunidad de Peor Es Nada, en la parte sur de Chimbarongo. Y tom� en sus manos la responsabilidad de arreglar un canal llamado "Quintano". Lo que los grandes y medianos propietarios no hab�an sido capaces de hacer, este hombre modesto lo hizo. Logr� regularizar el canal y consigui� los cr�ditos para limpiarlo. As�, se abastecieron de agua no s�lo las parcelas de los peque�os agricultores, sino tambi�n las de otros propietarios que se incorporaron a esa zona o que ten�an predios que se beneficiaban con el canal. El tiempo pas� y este hombre fue elegido, por su vocaci�n de servicio, presidente de todas las agrupaciones de la tercera edad de Chimbarongo. Son m�s de 45. En ese periodo, motiv� a la gente para crear condiciones de apoyo y respaldo para los ancianos, precisamente cuando se dictaba la nueva ley que fomentaba el desarrollo de este estamento etario de nuestra sociedad. Enferm� hace algunos meses producto de un tumor cerebral. Lo acompa�amos en todo el proceso. Fue operado. Pero, desgraciadamente, no ten�a remedio. Sin embargo, aqu� surge el segundo elemento que deseo destacar en esta intervenci�n ante el Senado de la Rep�blica. Este hombre, con una gran fe y un esp�ritu cristiano muy profundo, supo que iba a morir. El diagn�stico de los m�dicos del Instituto de Neurocirug�a y el resultado de la operaci�n fueron claros y determinantes. Entonces, �l se refugi� en el seno de su familia. Fue padre de ocho hijos (siete mujeres y un hombre), los cuales han salido adelante. Todos tienen estudios y han progresado gracias al esp�ritu que les inculc� su padre y al esfuerzo que dedic�, junto a su esposa, para hacer de su familia un ejemplo realmente sobresaliente en la vida de la comunidad. Por ello, cuando lleg� el momento de su muerte, fue acompa�ado por una gran cantidad de gente. Yo tambi�n estuve presente. Incluso lo visit� antes de ello; por eso, soy testigo de lo que aqu� estoy declarando. �Por qu� he querido referirme a esta persona en el Senado? Porque Ernesto D�az Osorio es una p�gina de la Historia de Chile. Para muchos su nombre puede ser hasta desconocido, pero constituye un hecho relevante de la historia patria y una evidencia de c�mo gente modesta, gente simple, gente sin pretensiones econ�micas ni sociales, es capaz de contribuir a la vida de nuestro pa�s, en la medida en que son coherentes y consecuentes con sus valores y principios. Por eso, en nombre de la Democracia Cristiana, Partido en el que milit� Ernesto D�az -�ste no es el motivo que me impulsa a hablar acerca de �l esta tarde-, e interpretando a los miles de campesinos y dirigentes que lo acompa�aron en su enfermedad y en su funeral, y en mi nombre, como Senador de la Sexta Regi�n -en la cual tuve el privilegio de conocer a este gran hombre-, dejo constancia de esta intervenci�n en los anales de la Historia de la Rep�blica como testimonio de la figura, de los valores, del criterio y de la personalidad de Ernesto D�az Osorio, a quien este pa�s tiene mucho que agradecer. Fue un hombre sencillo -simple para algunos-, que tuvo la capacidad de ayudar a construir la dignidad no s�lo de su familia, sino de miles de campesinos chilenos, quienes hoy d�a pueden mirar un futuro mejor, con el t�rmino del inquilinaje gracias al esfuerzo de ellos y con el t�rmino de una etapa de la Historia de Chile donde hubo una rectificaci�n y se dio una oportunidad a estas familias. Se�or Presidente, es cuanto deseaba manifestar esta tarde en el Senado de la Rep�blica. He dicho. El se�or LARRA�N (Presidente).- Muchas gracias, se�or Senador, particularmente por recordar una historia tan ejemplar y un testimonio de vida que bien valen la pena dejar consignados en la historia a trav�s del registro de archivos de esta Corporaci�n. A�n resta tiempo al Comit� Dem�crata Cristiano. No har� uso de �l. Tampoco intervendr� el Comit� Uni�n Dem�crata Independiente. Habi�ndose cumplido su objetivo, se levanta la sesi�n. --Se levant� a las 19:31. Manuel Oca�a Vergara, Jefe de la Redacci�n