REP�BLICA DE CHILE DIARIO DE SESIONES DEL SENADO PUBLICACI�N OFICIAL LEGISLATURA 352�, EXTRAORDINARIA Sesi�n 14�, en mi�rcoles 17 de noviembre de 2004 Extraordinaria (De 12:23 a 14:6) PRESIDENCIA DEL SE�OR HERN�N LARRA�N FERN�NDEZ, PRESIDENTE SECRETARIO, EL SE�OR CARLOS HOFFMANN CONTRERAS, TITULAR ____________________ � N D I C E Versi�n Taquigr�fica P�g. I. ASISTENCIA......................................................................................................... II. APERTURA DE LA SESI�N............................................................................... IV. CUENTA............................................................................................................... IV. ORDEN DEL D�A: Proyecto de ley, en tr�mite de Comisi�n Mixta, que sustituye la ley N� 19.366, que sanciona el tr�fico il�cito de estupefacientes y sustancias sicotr�picas (2439-20) (se aprueba su informe)................................................................. VERSI�N TAQUIGR�FICA I. ASISTENCIA Asistieron los se�ores: --Arancibia Reyes, Jorge --�vila Contreras, Nelson --Boeninger Kausel, Edgardo --Bombal Otaegui, Carlos --Canessa Robert, Julio --Cantero Ojeda, Carlos --Cariola Barroilhet, Marco --Chadwick Pi�era, Andr�s --Coloma Correa, Juan Antonio --Cordero Rusque, Fernando --Espina Otero, Alberto --Fern�ndez Fern�ndez, Sergio --Flores Labra, Fernando --Foxley Rioseco, Alejandro --Frei Ruiz-Tagle, Carmen --Garc�a Ruminot, Jos� --Gazmuri Mujica, Jaime --Horvath Kiss, Antonio --Larra�n Fern�ndez, Hern�n --Lavandero Illanes, Jorge --Mart�nez Busch, Jorge --Matthei Fornet, Evelyn --Moreno Rojas, Rafael --Mu�oz Barra, Roberto --Naranjo Ortiz, Jaime --Novoa V�squez, Jovino --Ominami Pascual, Carlos --Orpis Bouch�n, Jaime --P�ez Verdugo, Sergio --Parra Mu�oz, Augusto --Pizarro Soto, Jorge --Prokurica Prokurica, Baldo --Romero Pizarro, Sergio --Ruiz De Giorgio, Jos� --Ruiz-Esquide Jara, Mariano --Sabag Castillo, Hosa�n --Silva Cimma, Enrique --Stange Oelckers, Rodolfo --Vega Hidalgo, Ram�n --Viera-Gallo Quesney, Jos� Antonio --Zald�var Larra�n, Adolfo --Zald�var Larra�n, Andr�s --Zurita Camps, Enrique Concurrieron, adem�s, los se�ores Ministros del Interior y Secretario General de la Presidencia. Actu� de Secretario el se�or Carlos Hoffmann Contreras, y de Prosecretario, el se�or Jos� Luis Alliende Leiva. II. APERTURA DE LA SESI�N --Se abri� la sesi�n a las 12:23, en presencia de 35 se�ores Senadores. El se�or LARRA�N (Presidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesi�n. III. CUENTA El se�or LARRA�N (Presidente).- Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretar�a. El se�or ALLIENDE (Prosecretario).- Las siguientes son las comunicaciones recibidas: Mensaje De Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica, por medio del cual hace presente la urgencia, en el car�cter de "simple", respecto del proyecto de ley que modifica el C�digo Penal y el C�digo de Justicia Militar en materia de desacato (Bolet�n N� 3.048-07). --Se tiene presente la urgencia y se manda agregar el documento a sus antecedentes. Oficios Tres de la Honorable C�mara de Diputados: Con el primero comunica que aprob� el proyecto de ley que otorga un reajuste de remuneraciones a los trabajadores del sector p�blico; concede aguinaldos que se�ala; reajusta las asignaciones familiar y maternal, y el subsidio familiar, y otorga otros beneficios que indica (con urgencia calificada de "discusi�n inmediata") (Bolet�n 3.727-05). --Pasa a la Comisi�n de Hacienda. Con el segundo informa que dio su aprobaci�n a las enmiendas propuestas por el Senado al proyecto de ley que autoriza a la Empresa Nacional de Miner�a para transferir a la Empresa Corporaci�n Nacional del Cobre de Chile la Fundici�n y Refiner�a Las Ventanas (Bolet�n N� 3.298-08). --Se toma conocimiento y se manda archivar el documento junto a sus antecedentes. Con el �ltimo comunica que otorg� su aprobaci�n a la proposici�n de la Comisi�n Mixta constituida para resolver las divergencias suscitadas durante la tramitaci�n del proyecto de ley que regula la propiedad de las embarcaciones destinadas a la pesca artesanal (Bolet�n N� 3.474-03). --Se toma conocimiento y se manda comunicar el proyecto a Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica. Del se�or Director Nacional del Instituto de Normalizaci�n Previsional, con el que da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador se�or Cantero, referido al uso del logotipo institucional por parte de los adjudicatarios de cobranzas de deudas previsionales. --Queda a disposici�n de los se�ores Senadores. Informes De la Comisi�n de Relaciones Exteriores y de la de Hacienda, reca�dos en el proyecto de acuerdo aprobatorio del "Tratado de Libre Comercio entre la Rep�blica de Chile y los Estados Miembros de la Asociaci�n Europea de Libre Comercio", y sus Anexos, Ap�ndices, Protocolos y Notas; y los Acuerdos Complementarios sobre "Comercio de Mercanc�as Agr�colas entre la Rep�blica de Chile y la Confederaci�n Suiza, el Reino de Noruega y la Rep�blica de Islandia", y sus Anexos y Ap�ndices, respectivamente, todos suscritos en Kristiansand, Noruega, el 26 de junio de 2003. (Bolet�n N� 3.573-10). De la Comisi�n de Relaciones Exteriores, reca�dos en los siguientes proyectos de acuerdo, en segundo tr�mite constitucional: 1) El que aprueba el "Acuerdo de Cooperaci�n para la Promoci�n de la Ciencia y la Tecnolog�a Nucleares en Am�rica Latina y el Caribe", adoptado en Viena el 25 de septiembre de 1998 (Bolet�n N� 3.569-10). 2) El que aprueba la "Convenci�n sobre la Pronta Notificaci�n de Accidentes Nucleares", adoptada por la Conferencia General del Organismo Internacional de Energ�a At�mica el 26 de septiembre de 1986 (Bolet�n N� 3.571-10). 3) El que aprueba el "Instrumento de Enmienda a la Constituci�n de la Organizaci�n Internacional del Trabajo, 1997", adoptado el 19 de junio de 1997 en la 85� Reuni�n de la Conferencia Internacional del Trabajo (Bolet�n N� 3.653-10). --Quedan para la tabla de F�cil Despacho de la sesi�n ordinaria del martes 23 de noviembre pr�ximo. El se�or LARRA�N (Presidente).- Puede continuar, se�or Prosecretario. El se�or ALLIENDE (Prosecretario).- Gracias, se�or Presidente. Proyecto de acuerdo Se ha recibido en estos momentos un proyecto de acuerdo mediante el cual diversos se�ores Senadores solicitan a Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica hacer presente en la pr�xima Cumbre de L�deres del APEC la necesidad de incluir formalmente en las instancias de di�logo del Foro a los Congresos Nacionales de las econom�as miembros (Bolet�n N� S 768-12). --Queda para el Tiempo de Votaciones de la pr�xima sesi�n ordinaria. El se�or LARRA�N (Presidente).- Terminada la Cuenta. Tiene la palabra el Honorable se�or Novoa. El se�or NOVOA.- Se�or Presidente, le solicito recabar el asentimiento del Senado para que la Comisi�n de Transportes funcione paralelamente con la Sala, con el compromiso de que sus integrantes volvamos a ella cuando la Mesa llame a votaci�n. --Se autoriza. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Horvath. El se�or HORVATH.- Se�or Presidente, pido autorizaci�n para que la Comisi�n de Medio Ambiente y Bienes Nacionales sesione simult�neamente con la Sala, pues estamos tratando un proyecto con la se�ora Subsecretaria. Y tambi�n nos comprometemos a venir a votar cuando se nos requiera. El se�or VIERA-GALLO.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra, Su Se�or�a. El se�or VIERA-GALLO.- Se�or Presidente, todo lo que se va a votar en esta sesi�n es de qu�rum especial. Y el pronunciamiento ser� inmediato. De modo que no s� c�mo van a funcionar las Comisiones. El se�or LARRA�N (Presidente).- Yo quer�a plantear la misma inquietud. Podr�amos entender el funcionamiento simult�neo de una Comisi�n, pero no el de todas. Citamos a esta sesi�n extraordinaria porque tenemos una tabla muy extensa, cuyo despacho se ha demorado por las reformas constitucionales, la Ley de Presupuestos, etc�tera, materias todas muy importantes. Y necesitamos esforzarnos para despejarla. Entonces, pido comprensi�n a Sus Se�or�as, pues la idea es avanzar a dicho respecto en esta sesi�n. En todo caso, �habr�a acuerdo para autorizar a la Comisi�n de Medio Ambiente y Bienes Nacionales a los efectos de sesionar paralelamente con la Sala? --Se accede. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Espina. El se�or ESPINA.- Se�or Presidente, debo hacer una proposici�n al Senado, en nombre de la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n y Justicia. Durante la tramitaci�n del proyecto que modifica el C�digo de Aguas se nos encomend� informar a la Sala respecto del qu�rum con que corresponde aprobar el art�culo 147 bis. Dicha Comisi�n tiene una sugerencia. Sin embargo, estima que lo conveniente es elevarla, no a la Sala, sino a la Comisi�n de Obras P�blicas, porque tambi�n se propone una propuesta. Se trata de un solo art�culo. No quisimos ver el proyecto entero, para agilizar el despacho y, adem�s, porque no nos correspond�a. Por lo tanto, la petici�n concreta es que el informe elaborado sobre la materia por la Comisi�n de Constituci�n sea remitido a la Comisi�n de Obras P�blicas, para que analice nuestra propuesta y la ponga en conocimiento de la Sala junto con su resoluci�n. El se�or LARRA�N (Presidente).- Si le parece al Senado, se acoger� el planteamiento que formul� el se�or Presidente de la Comisi�n de Constituci�n. El se�or SABAG.- Pido la palabra. El se�or LARRA�N (Presidente).- La tiene, Su Se�or�a. El se�or SABAG.- Se�or Presidente, estamos en total acuerdo con lo se�alado por el se�or Presidente de la Comisi�n de Constituci�n. Al respecto, debo precisar que la solicitud de informe hecha a ese �rgano t�cnico eman� de un acuerdo adoptado por la Sala. O sea, s�lo se est� cumpliendo dicho acuerdo. Incluso, tratamos de evitar mayores tr�mites con la firma de los jefes de Comit�s. Pero un representante de Renovaci�n Nacional se neg� y dijo que el asunto fuera a Comisi�n. El se�or LARRA�N (Presidente).- Si le parece a la Sala, se enviar� el proyecto a la Comisi�n de Obras P�blicas, en los t�rminos planteados. --As� se acuerda. IV. ORDEN DEL D�A NUEVA NORMATIVA SOBRE PENALIZACI�N DE TR�FICO IL�CITO DE ESTUPEFACIENTES Y SUSTANCIAS SICOTR�PICAS. INFORME DE COMISI�N MIXTA El se�or LARRA�N (Presidente).- Informe de Comisi�n Mixta reca�do en el proyecto que sustituye la ley N� 19.366, que sanciona el tr�fico il�cito de estupefacientes y sustancias psicotr�picas. --Los antecedentes sobre el proyecto (2439-20) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 28�, en 5 de marzo de 2002. En tr�mite de Comisi�n Mixta, sesi�n 2�, en 6 de octubre de 2004. Informes de Comisi�n: Constituci�n, sesi�n 14�, en 2 de diciembre de 2003. Constituci�n (segundo), sesi�n 19�, en 10 de agosto de 2004. Constituci�n (complementario del segundo), sesi�n 19�, en 10 de agosto de 2004. Hacienda, sesi�n 19�, en 10 de agosto de 2004. Mixta, sesi�n 14�, en 17 de noviembre de 2004. Discusi�n: Sesiones 16�, en 3 de diciembre de 2003 (queda para segunda discusi�n); 17�, en 9 de diciembre de 2003 (se aprueba en general); 21�, en 17 de agosto de 2004 (se aprueba en particular). El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario).- El Ejecutivo hizo presente la urgencia para el despacho de este proyecto, calific�ndola de "suma". La controversia entre ambas C�maras se origin� al rechazar la de Diputados distintas enmiendas que el Senado introdujo a la iniciativa en el segundo tr�mite constitucional. El informe de la Comisi�n Mixta formula la proposici�n destinada a resolver las divergencias entre ambas Corporaciones. Ella fue aprobada por unanimidad, salvo en lo que respecta al art�culo 4�, en cuanto a la pena de multa al microtr�fico y la justificaci�n del uso de drogas por tratamiento m�dico o por consumo personal exclusivo y pr�ximo en el tiempo, y el inciso tercero del art�culo 14, que sanciona a los conscriptos que consuman o porten drogas. Sus Se�or�as tienen a la vista un bolet�n comparado que transcribe las normas que fueron objeto de controversia y la proposici�n que la Comisi�n Mixta efect�a a su respecto. Cabe tener presente que el art�culo 54 requiere 26 votos a favor para su aprobaci�n. Finalmente, corresponde se�alar que, con fecha 9 del mes en curso, la C�mara Baja dio su aprobaci�n a lo propuesto por la Comisi�n Mixta. El se�or LARRA�N (Presidente).- En discusi�n el informe de la Comisi�n Mixta. Tiene la palabra el Senador se�or Viera-Gallo. El se�or VIERA-GALLO.- Se�or Presidente, de las discrepancias producidas entre las dos C�maras, al final llegamos a acuerdo pr�cticamente un�nime en todos los puntos, salvo en uno, que me parecer�a importante resaltar hoy d�a, con el agregado de que, desgraciadamente, no arribamos a acuerdo en �l porque tiene cierta connotaci�n de coyuntura pol�tica, ligada a la acusaci�n constitucional formulada contra del Ministro de Justicia, se�or Luis Bates. Lo que pasa es lo siguiente. En el proyecto que sanciona el microtr�fico, la Comisi�n estableci� al final una sanci�n penal y una pena de multa, ascendente a 300 mil pesos. Varios miembros de la Comisi�n quisimos que no hubiera sanci�n de multa al microtr�fico trat�ndose de un primerizo, de alguien que delinque por primera vez. Y nos parece que 300 mil pesos es excesivo en el caso de personas de escasos recursos que, en muchas oportunidades por condiciones de precariedad social, se ven impelidas a participar en actividades de microtr�fico, sobre todo la primera vez. Por desgracia, sometido el punto a votaci�n, perdimos. O sea, en este �nico aspecto hay discrepancia. Y nos parece complejo, porque el primerizo, adem�s de cumplir la pena, tendr� que pagar 300 mil pesos. Si es alguien pobre y no tiene c�mo afrontarlos, lo m�s probable es que sus familiares acudan a la red de narcotr�fico para que pague la multa, con lo que esa persona volver� a incorporarse a ella y, por ende, a delinquir. Entonces, lejos de sacarla del circuito del il�cito, la sanci�n que establece la mayor�a de la Comisi�n Mixta la empujar� a continuar delinquiendo. Dimos muchos argumentos (los se�ores Senadores podr�n verlos en el informe). Sin embargo, se produjo una divisi�n, a pesar de que durante el debate del punto algunos Diputados de la Oposici�n (entre ellos, los se�ores Bayo y Garc�a-Huidobro, si no recuerdo mal) hicieron propuestas muy similares a las nuestras. Ahora bien, paralelamente existe una acusaci�n constitucional contra el Ministro de Justicia -fue promovida por la Oposici�n-, a quien se imputa precisamente el haber indultado multas y no, en la inmensa mayor�a de los casos, penas privativas de libertad. Entonces, si se votaba a favor de que no hubiera multa en el caso de los primerizos, dicha acusaci�n, al menos en parte, perd�a justificaci�n. Se�or Presidente, estimo muy lamentable -y lo digo con toda claridad- que se haya contaminado el tratamiento de este tema con determinada coyuntura pol�tica, en el caso de la C�mara de Diputados. Sin embargo, a pesar de que considero por completo inapropiado desde el punto de vista criminol�gico que se aplique la multa en situaciones como la descrita, creo conveniente votar a favor del informe que ocupa a la Sala, porque es lo que permitir� sacar adelante el proyecto. En todo caso, quiero aprovechar la presencia del se�or Ministro del Interior -el de Justicia tiene otros afanes- para solicitar al Gobierno, al menos personalmente, que vete esa parte del proyecto. O sea, pienso que el Presidente de la Rep�blica debiera ejercer su derecho a veto, para adem�s ser coherente con lo que el Gobierno ha hecho al indultar las multas de los microtraficantes. �sa es toda la l�gica. Por lo tanto, pido a la Sala que apruebe el informe de la Comisi�n Mixta, y al Ejecutivo, que vete en forma supresiva la parte de la norma a que hice referencia. El se�or LARRA�N (Presidente).- S�lo quiero recordar a los se�ores Senadores que el informe de la Comisi�n Mixta debe ser votado como una sola unidad. El se�or VIERA-GALLO.- As� es. El se�or LARRA�N (Presidente).- Y, como hay una norma que requiere qu�rum especial, tendremos que aprobarla con 26 votos. Ello, independiente de lo que el Ejecutivo pueda hacer en cuanto a la sugerencia del Senador se�or Viera-Gallo. Tiene la palabra el Honorable se�or Espina. El se�or ESPINA.- Se�or Presidente, lamento discrepar absolutamente del Senador se�or Viera-Gallo, tanto en los hechos como en sus conclusiones. �Cu�l es la historia de esta materia? Cuando se estaba tramitando este proyecto de ley, una de las cosas de que tom� convicci�n la Comisi�n fue la de que la actual penalidad establecida para el tr�fico de drogas -cinco a�os y un d�a a quince a�os de c�rcel-, por hab�rnoslo dicho as� los jueces que tramitan estos procesos, aparec�a excesiva, no respecto del gran traficante, sino del microtraficante. La sanci�n de una persona que trafica poca cantidad de droga -no estoy hablando de consumo, sino de tr�fico- no es igual que la de aquella que lo hace en grandes cantidades y pertenece a toda una mafia u organizaci�n delictual. Eso lleva a que muchas veces los jueces, como la pena de cinco a�os y un d�a se considera alta, prefieran -seg�n nos lo se�alaron ellos mismos- no aplicarla, sino hacer pasar a los peque�os microtraficantes por consumidores. Entonces la Comisi�n, muchos meses antes de que se insinuara la acusaci�n constitucional contra el Ministro Bates y de que se supiera de los indultos -estamos hablando de casi un a�o antes-, adopt� el siguiente criterio. Se cre� un delito especial de microtr�fico, que no exist�a en la legislaci�n chilena y que se encuentra tipificado en el art�culo 4�, el cual contempla la situaci�n de personas que, no siendo consumidoras, se dedican en forma reiterada y permanente a vender droga. �se es uno de los problemas m�s graves existentes en Chile, particularmente porque la venta se hace a menores de edad y porque la droga comercializada es la pasta base, sustancia que ocasiona el mayor mal y que registra el m�s alto factor adictivo. Sin embargo, la penalidad para tal delito se modific�: ya no es de 5 a�os hacia arriba, sino de 541 d�as a 5 a�os. No obstante lo anterior, si sobre la persona que incurre por primera vez en la conducta tipificada no pesa ninguna circunstancia agravante -que es la regla general-, sino que acredita irreprochable conducta anterior e intenta reparar con celo el mal causado, lo m�s probable es que reciba una pena de 61 a 541 d�as de prisi�n. Y, por una condena de esa naturaleza, es posible que la sociedad le otorgue la libertad vigilada o la reclusi�n nocturna, o simplemente, de acuerdo con el nuevo proceso penal, la suspensi�n del procedimiento. Pero se sostuvo, en forma simult�nea al argumento de que la pena deb�a ir de 541 d�as a 5 a�os, la importancia de aplicar una pena inferior por la naturaleza menor del delito, y la Comisi�n, por unanimidad, a petici�n del Gobierno, fij� una multa de diez a cuarenta unidades tributarias mensuales. �Y por qu� se determin� una multa? Porque el Subprefecto de la Jefatura Nacional Antinarc�ticos de la Polic�a de Investigaciones, se�or Ibarra, argument� que una manera de impedir que desde la c�rcel los traficantes de droga siguieran operando con sus bandas en el exterior consist�a en obligarlos a desprenderse de su capital para pagar la multa. Por lo tanto, lo que la Comisi�n consider� fue exactamente lo expuesto por el Jefe de la Brigada Antinarc�ticos: que los traficantes presos segu�an operando con celulares desde el interior de la c�rcel, por lo que sus mafias continuaban actuando -comprando y vendiendo droga-, por el hecho de disponer de capital. Y la soluci�n planteada fue del tenor siguiente: "Mire, este se�or, adem�s de pagar con una pena -que ya no era igual a la anterior-, debe cancelar una multa para los efectos de que no cuente con un capital que le permita seguir traficando, especialmente en gran parte de las poblaciones". En definitiva, esto no tiene absolutamente nada que ver con la acusaci�n constitucional al Ministro de Justicia, se�or Bates. La materia fue aprobada en forma un�nime por la Comisi�n un a�o antes de la acusaci�n, con el voto del Senador se�or Viera-Gallo, quien tiene todo el derecho a cambiar de opini�n con posterioridad. Y la Comisi�n Mixta volvi� al criterio inicial: pena y multa, seg�n la gravedad del delito. Pero voy a agregar otro antecedente. No es cierto que la multa tenga que aplicarse siempre, porque, si se acreditan atenuantes, el juez puede rebajar las penas e incluso eliminar aqu�lla bajo ciertas hip�tesis. Por lo tanto, me parece que la norma es precisa. Nosotros s�lo establecimos una gradualidad. En cuanto al microtraficante, debo hacer presente -y tambi�n dejar constancia en la Versi�n Oficial de esta sesi�n- que �l representa una modalidad de venta que habitualmente responde a grandes operaciones de tr�fico de drogas, las cuales son ingresadas por los pasos fronterizos del norte, trasportadas a los centros de acopio cerca de la Regi�n Metropolitana y distribuidas en 48 horas a trav�s de "los coroneles" -que son los encargados de distribuir la droga en las cuatro zonas de Santiago-, de "los comisionistas" -que se encuentran en una categor�a inferior- y, luego, de "los pilotos". Es decir, hay toda una red montada, que gana cientos de miles de millones de pesos. Por lo tanto, mirar al microtraficante como una pobre v�ctima de la sociedad, que en forma ocasional y obligada por los hechos tuvo que vender pasta base, no es correcto. La regla general es que se trata de delincuentes probados, con prontuario penal por otros delitos, que envenenan a los ni�os y que act�an sin ning�n tipo de compasi�n con las personas modestas, que viven amedrentadas en sus propias poblaciones. Tanto es as�, que el programa del Gobierno denominado "Barrio Seguro" ha intervenido en sectores poblados por microtr�fico, no por tr�fico a gran escala. O sea, no considera blancas palomas a quienes trafican droga. Entonces, se�or Presidente -termino de inmediato-, nos parece que la norma propuesta es la adecuada, es lo que corresponde hacer. Por eso, se entregaron al juez los instrumentos apropiados; se flexibiliz� la pena; se establecieron otras sanciones bastante m�s duras, como la p�rdida del derecho a penas alternativas para los reincidentes primerizos; se regul� todo lo que dice relaci�n a delitos cometidos por personal militar (no es lo mismo el delito cometido por personal permanente en actos de servicio o en las respectivas unidades que el perpetrado en una casa particular; tampoco es lo mismo cuando en el il�cito interviene un conscripto o alguien que no lo es). Para todas esas situaciones se contempla una penalidad muy bien graduada. Nadie queda exento de responsabilidad, pero sabemos que los juicios de reproche de la sociedad son muy diferentes en uno u otro caso. Por estas consideraciones, la mayor�a de la Comisi�n Mixta comparti� la tesis que he se�alado. Nos parece que despachamos un proyecto que recoge todas las observaciones del Gobierno, de las polic�as, de los fiscales, de la defensor�a. El informe en debate perfecciona de tal manera la legislaci�n vigente que deber�a traer muy buenos resultados. El trabajo del Parlamento ha sido muy completo y cambia sustancialmente aspectos no considerados en las disposiciones positivas. Obviamente, su aplicaci�n pr�ctica depende de las autoridades policiales, de los jueces y de quienes est�n llamados a ejercer jurisdicci�n en nuestro pa�s. Por esas razones, solicito a la Sala que preste su aprobaci�n al informe de la Comisi�n Mixta. El se�or VIERA-GALLO.- �Me permite una interrupci�n, se�or Senador? El se�or ESPINA.- Con la venia de la Mesa, con todo gusto. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra, Su Se�or�a. El se�or VIERA-GALLO.- Se�or Presidente, deseo manifestar s�lo dos cosas. En primer lugar, socialmente los microtraficantes son muy variados. Sin duda, existen aquellos que describi� el Senador se�or Espina; pero tambi�n hay personas de muy escasos recursos que, por una serie de circunstancias, ocasionalmente entran en contacto con la droga. Por tanto, no siempre se trata de integrantes de redes permanentes, estables en el tiempo. Segundo, el argumento seg�n el cual por medio de la multa se va a restar dinero a la red de narcotraficantes no se sostiene, porque �stos ganan mucho m�s que 300 mil pesos. Por ello, ser�a absurdo y una equivocaci�n pensar que con ello se debilita el narcotr�fico. Reitero: ese argumento tiene efectos contrarios, porque puede implicar la mantenci�n de la subordinaci�n de las personas pobres a la red de narcotr�fico. Yo visit� la c�rcel El Manzano, en Concepci�n. M�s o menos, all� se encuentran cien mujeres, de las cuales aproximadamente 80 est�n recluidas por microtr�fico. La inmensa mayor�a de ellas son personas de muy escasos recursos que fueron condenadas por circunstancias ocasionales. En la situaci�n jur�dica vigente -esto es, antes de que modific�ramos la ley pertinente-, a cada una le corresponden al menos 5 a�os de c�rcel. Como dijo el Senador se�or Espina, eso se modific� y todos estuvimos de acuerdo en ello. El �nico punto de discrepancia estriba en la aplicaci�n o no de una multa al microtraficante primerizo. Gracias, se�or Senador. El se�or LARRA�N (Presidente).- Recupera la palabra el Honorable se�or Espina. El se�or ESPINA.- Ya conclu�, se�or Presidente. El se�or LARRA�N (Presidente).- Antes de seguir con el debate, informo a la Sala que la sesi�n est� siendo filmada. Hago presente que estamos operando desde hace poco tiempo con las c�maras que se encuentran en distintos lugares de la Sala y que a simple vista no se observan. Se trata de continuar la filmaci�n del debate sobre este proyecto. Hoy se grabar�n los dos primeros asuntos en tabla. El se�or MORENO.- Entonces, todos vamos a pedir la palabra, se�or Presidente. El se�or LARRA�N (Presidente).- Se filmar�n las sesiones que nos parezcan m�s relevantes. Contin�a la discusi�n. Tiene la palabra el se�or Ministro del Interior. El se�or INSULZA (Ministro del Interior).- Despu�s del anuncio del se�or Presidente, prometo ser breve. En primer lugar, lo que interesa al Gobierno es que esta normativa legal se apruebe pronto, porque necesitamos este instrumento jur�dico, m�s all� de una u otra diferencia que pueda existir. En materia de sanciones econ�micas, se produce el problema que plantea el Senador se�or Viera-Gallo. Me parece muy raro que una persona, teniendo 300 mil pesos, no pague la multa. Y la paga porque no quiere quedar preso. Si no lo hace, es porque no tiene la plata suficiente. Y eso evidencia un cierto rasgo de inequidad que, no cabe duda, existe. O sea, el que ten�a dinero para pagar la multa sali� a la calle, y el que no, qued� preso. Dicho sea de paso, quiero corregir una afirmaci�n: las personas aludidas por el Senador se�or Viera-Gallo no fueron indultadas. En realidad, se les conmut� la pena por seis meses de libertad vigilada, que no es lo mismo. Pensamos que lo m�s eficiente, desde el punto de vista del combate al narcotr�fico en t�rminos pecuniarios, es la confiscaci�n de todos los bienes que no puedan ser justificados por el inculpado, como ocurre en Estados Unidos. En Chile se confiscan los bienes que fueron utilizados o comprados en el marco de la comisi�n del delito. Pero en otras legislaciones bastante m�s avanzadas que la nuestra se contempla la posibilidad de sancionar, en este caso de manera muy dr�stica, el enriquecimiento il�cito del narcotraficante. Y, por lo tanto, al que gan� poca plata se le confiscar� poca,- y al que gan� mucha, mucha. Pero todos los bienes que son producto de su actividad il�cita le son confiscados. Sin embargo, el Gobierno no va a insistir en este tema, porque quiere que el proyecto se despache pronto. A pesar de la solicitud del Senador se�or Viera-Gallo -creo que pr�ximamente propondremos alguna iniciativa m�s completa sobre la materia-, quiero aclarar que, en el �nimo de no demorar m�s el tr�mite, el Presidente de la Rep�blica va a promulgar el texto que salga de aqu�. Muchas gracias. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Andr�s Zald�var. El se�or ZALD�VAR (don Andr�s).- Se�or Presidente, particip� en la Comisi�n de Constituci�n y tambi�n en la Comisi�n Mixta, donde se discuti� esta iniciativa. Es cierto lo que dice el Senador se�or Espina: se logr� algo importante al crear el tipo penal de microtr�fico, para el que se establece una sanci�n diferente. Ello fue necesario porque, como �l bien se�alaba, los jueces muchas veces no aplican la sanci�n al microtr�fico y lo conciben m�s bien como una forma de consumo, por lo alto de las penas aplicables. Sin embargo, cuando discutimos acerca de la multa se dieron todos los argumentos que hemos escuchado -al respecto, coincido con lo que manifiesta el Senador se�or Viera-Gallo-, e incluso hubo Parlamentarios, tambi�n de la propia Oposici�n, que hicieron propuestas para incorporar una modificaci�n al art�culo respectivo, tal como viene en el informe de la Comisi�n Mixta. Personalmente, plante� -y creo que podr�a haber sido una soluci�n- la conveniencia de que la multa, en vez de ser fija, del orden de de los 300 mil pesos, pudiera tener un rango dentro de una escala variable, que fuera desde una unidad tributaria mensual hasta el m�ximo de 300 mil pesos, pues eso le permitir�a al juez valorar la condici�n socioecon�mica del microtraficante primerizo y aplicar una sanci�n menor en materia de multa. Estoy convencido de que as� debiera ser, por las razones aqu� expuestas por el Senador se�or Viera-Gallo y que creo ciertas. Porque estamos hablando de personas de pocos recursos que ya han sido sancionadas penalmente, a las cuales se les aplic� una pena, que cumplen, y luego deben pagar multa, ya que, en caso contrario, se prolonga su detenci�n hasta compensar el no pago. Entonces, �qu� sucede? Precisamente en ese momento entra a operar la red de traficantes, quienes ofrecen pagar la multa, con lo cual vuelven a capturar a esas personas para seguir operando en el �mbito del microtr�fico. Para evitar eso, era necesario buscar una f�rmula diferente de la que aprobamos en definitiva. Creo que nos falt� un poco de tiempo en la Comisi�n. Si lo hubi�ramos tenido, seguramente habr�amos llegado a una f�rmula que incluyera sanciones dentro de una escala m�s amplia, con una multa mucho menor, que fuera perfectamente pagable por personas de escasos recursos, de acuerdo con el respectivo informe social. No se pudo hacer. Tenemos que aprobar el informe que nos ha planteado la Comisi�n Mixta. Por supuesto, la ley va a ser buena, porque proporcionar� un mejor instrumental a la polic�a y a los jueces para perseguir el tr�fico de drogas y castigar a los verdaderamente responsables. Y yo espero que el Gobierno, como ha dicho el propio Ministro, en una pr�xima legislaci�n corrija esta materia. Aqu� no estamos ante un tema ideol�gico; no se trata de que unos est�n protegiendo al microtr�fico y otros no. Estamos ante un problema de realismo, de c�mo operar bien para lograr el objetivo que busca la iniciativa. Por esa raz�n, se�or Presidente, creo necesario aprobar el informe. Y ojal� que en un pr�ximo tiempo podamos volver sobre el punto a que me he referido, a fin de darle soluci�n. El se�or LARRA�N (Presidente).- Se�or Senador, creo que, efectivamente, el problema planteado tiene que ver en general con las multas, pero no s�lo en este caso. Puede haber muchas multas que la gente no puede pagar, de manera que ser�a factible pensar en un proyecto referido a ese tema, que es muy distinto del que ahora debatimos. Tiene la palabra el Honorable se�or Orpis. El se�or ORPIS.- Se�or Presidente, este punto fue el m�s discutido en la Comisi�n Mixta. Y yo quisiera se�alar que respecto del delito de microtr�fico que se crea en esta legislaci�n hay que ser cuidadoso. Sin duda, hoy d�a el microtr�fico se ha apoderado de grandes sectores poblacionales en los centros urbanos de todo el pa�s, y, con todas las variantes que se�al� el Senador se�or Viera-Gallo, se ha transformado en un canal de distribuci�n de la droga para las grandes organizaciones de narcotr�fico. Es un asunto tan delicado que ha obligado a las autoridades de Gobierno a intervenir directamente en una serie de zonas pobladas. �Qu� est� ocurriendo con el microtr�fico? Quiero remontarme al pasado. Los jueces consideraban que la penalidad para este delito era muy rigurosa en la legislaci�n vigente al no distinguir entre microtr�fico y tr�fico -o gran tr�fico-, sancion�ndose con sentencias que iban de 5 a 15 a�os de presidio. En ese entendido, el proyecto contempla una rebaja sustancial de la penalidad, pero hay que ser cuidadoso en la materia. No nos vayamos a encontrar al poco tiempo con que los microtraficantes, muchos de los cuales forman parte de grandes organizaciones de narcotr�fico, anden sueltos por las calles y sigan en este negocio, que destruye a miles de familias y personas. Llamo la atenci�n del Senado en cuanto a que estamos rebajando la pena, de 5 a�os, a 541 d�as; incluso, la propuesta original la disminu�a a 61 d�as. O sea, el individuo que trafica y destruye la vida de cientos de miles de personas iba a ser sancionado con 61 d�as de c�rcel. Afortunadamente, la propuesta del Senado fue acogida y la condena podr�a fluctuar entre 541 d�as y 5 a�os de encarcelamiento. Se�or Presidente, no soy partidario de entregar se�ales d�biles en este problema, dada la realidad que se est� viviendo con el microtr�fico. �Por qu� en materia de multas y de microtraficantes debe haber condiciones distintas de las que enfrenta el resto de los delincuentes? Es decir, terminamos privilegiando al microtraficante al eximirlo de la multa, en circunstancias de que en cualquier il�cito el inculpado que no paga la multa tiene que responder con m�s meses de c�rcel. �Y por qu� vamos a beneficiar al microtraficante aplic�ndole s�lo la privaci�n de libertad y no la multa? En materia de narcotr�fico y microtr�fico no pueden existir privilegios. Por tanto, no fui partidario en la Comisi�n de eliminar la multa. Despu�s el tema termin� contamin�ndose con la cuesti�n pol�tica, pero fue planteado un�nimemente con mucha anterioridad por la propia Comisi�n. A mi juicio, hay que ser cuidadosos con la manera de legislar en relaci�n con el microtr�fico. Por ello, no estoy dispuesto � por fortuna, as� tambi�n lo manifestaron en su gran mayor�a los miembros de la Comisi�n- a entregar beneficios especiales a los microtraficantes, pues ello no se condice con la peligrosidad del delito, como el de no aplicaci�n de multas, que ning�n otro caso se otorgan. Lo m�s grave que les ocurrir� a quienes no paguen la multa ser� permanecer seis meses m�s privados de libertad, tal como sucede en todos los casos. Es muy delicado entregarles privilegios a los microtraficantes. He dicho. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or �vila. El se�or �VILA.- Se�or Presidente, resulta francamente deplorable constatar c�mo los sectores m�s conservadores de la sociedad chilena han arrastrado al Gobierno y a todo el Congreso Nacional a un camino suicida: el de la espiral represiva en relaci�n con la droga. Castigan y penalizan hasta el infinito al drogadicto pobre, al microtraficante, pero exoneran por completo a la sociedad que los genera. Pueden sentirse muy satisfechos, se�ores: ya han puesto a Chile en el primer lugar en Am�rica Latina en cuanto al n�mero de presos por cada cien mil habitantes. En otra estad�stica, que no honra a nadie, ya somos los primeros. A Sus Se�or�as no les inquieta en absoluto el hecho de que Chile figure entre las diez naciones del mundo con la peor distribuci�n de la riqueza. Se preocupan de la violencia, de la delincuencia, y todos los d�as se est�n inventando formas de represi�n. Pero, por supuesto, no reparan en la madre de todas las violencias, que es precisamente la que acabo de se�alar: la irritante e inmoral distribuci�n de la riqueza existente en el pa�s. �Ah� tenemos al Senador se�or Espina, el liberal ultramontano, todo el d�a intentando convencer a la sociedad acerca de la exigencia imperiosa de aplicar mayor represi�n! Por cierto, las c�rceles ya se han hecho estrechas. Ahora se est� empe�ado en licitar la construcci�n de muchos m�s recintos carcelarios, los que tambi�n se har�n estrechos. Dentro de poco no habr� lugar donde contener a todos los presos por tr�fico, microtr�fico y delincuencia. Y la raz�n es muy sencilla: Sus Se�or�as no hacen nada por resolver los problemas de fondo de la sociedad, que son precisamente los que generan todas las lacras respecto de las cuales legislan en forma superficial y muchas veces s�lo con un af�n demag�gico y electoralista. Yo los quisiera ver preocuparse en serio de los temas de fondo. �Cu�ndo se podr� lograr un acuerdo nacional destinado a impedir que Chile caiga en la dictadura econ�mica? Ya hubo uno para liberarse de la dictadura pol�tica; pero se da la circunstancia de que, como consecuencia del dise�o institucional que se hizo, el Pinochet de La Moneda se clon� en otros miles que ahora est�n en las empresas, al frente de los grandes conglomerados econ�micos. Debi�ramos inquietarnos por lo que acontece en nuestro pa�s, en el sentido de que se est� configurando mucho m�s r�pido de lo que todos pensamos una monopolizaci�n en todas las actividades econ�micas. Se crean instancias para impedir ese fen�meno. Pero, �c�mo act�an? Ah� est� el caso del Tribunal de la Libre Competencia. Su �ltima resoluci�n es una verg�enza: �le dice al pa�s que una empresa con el 88 por ciento del mercado no perjudica la libre competencia�! ��sa es la se�al que ha dado! �De qu� sirve crear este tipo de instancias si parece que funcionan absolutamente en la l�gica que inspira la estrategia de desarrollo seguida por Chile? El proyecto que hoy discutimos es la prueba m�s evidente de que aqu� no se atacan los problemas de fondo que afectan a nuestro pa�s. Si se contin�a en esta l�gica de la represi�n pura y simple, �d�nde nos vamos a encontrar m�s adelante?, �d�nde vamos a meter a todos los j�venes que, por necesidad, se tienen que vincular con el microtr�fico debido a que cada vez se precariza m�s el empleo y encuentran menos posibilidades de inserci�n laboral? �Acaso no estamos constatando que en las esquinas de la ciudad de Santiago, y ahora en todas las Regiones, los j�venes tienen que aprender a hacer piruetas en las esquinas para ganarse unos pocos pesos? Cientos de vendedores asaltan a los automovilistas en todas partes; otros se abalanzan a limpiarles los parabrisas con cubos de agua sucia y escobillas de goma. Pero no se preocupen. F�jense Sus Se�or�as que este mismo problema social se vive igualito en Londres, Madrid, Roma y Nueva York. Lo que ocurre es que la globalizaci�n est� produciendo un fen�meno muy particular: 20 por ciento de los sectores m�s ricos del planeta se han homogeneizado y forman una especie de clase superior transversal internacional; pero los pobres est�n viviendo los mismos problemas en todas las capitales, y tambi�n en la ciudad de Nueva York. Si no reparamos en el camino que estamos siguiendo, quiere decir, entonces, que debemos prepararnos de nuevo a vivir las convulsiones sociales que un d�a generaron un drama muy hondo en nuestra naci�n. Aparentemente, las lecciones de la historia no se terminan de aprender. No son los sectores de Izquierda los que van a resucitar a Marx, sino la Derecha ciega, obtusa, que no entiende los problemas sociales y s�lo tiene respuestas represivas, como �sta, que hoy estamos empe�ados en aprobar. S� que voy a emitir el �nico voto en contra. Pero me honro en hacerlo, como gesto de repudio a una forma de legislar que se mantiene en los efectos, sin atender a las causas de los problemas m�s importantes que sufre el pa�s. He dicho. El se�or LARRA�N (Presidente).- Respetando el derecho de Su Se�or�a a expresar su pensamiento, creo conveniente recordar que el Reglamento se�ala que, en general, las referencias a los se�ores Senadores deben ser hechas en tercera persona. Y s�lo cuando sea necesario, para la claridad del debate, se los puede individualizar. Porque, junto con respetar el derecho de expresi�n, tambi�n el Reglamento procura el respeto a las personas. Considero importante tenerlo presente, para evitar herir susceptibilidades, de modo tal que la libre expresi�n de las ideas debe ser siempre en un clima de respeto a las personas. El se�or �VILA.- �Tampoco es bueno tener la dermis excesivamente delicada, se�or Presidente...! El se�or LARRA�N (Presidente).- S�lo estoy record�ndole, se�or Senador, lo que dice el Reglamento, cuyo esp�ritu es importante tenerlo presente por todos los se�ores Senadores, sin excepci�n. Tiene la palabra el Honorable se�or Chadwick. El se�or CHADWICK.- Se�or Presidente, quiero referirme espec�ficamente al tema de las multas y a algunas reflexiones que se han hecho, porque ciertamente se trata de algo complejo. Se ha expresado que tal vez podr�a fijarse una gradaci�n de las multas seg�n la capacidad econ�mica del infractor. Eso es muy complicado y dif�cil de establecer sobre la base de alg�n criterio general. Por ejemplo, en Chile se multa a quienes infringen las normas de tr�nsito. �Pagar�n multas distintas, seg�n su capacidad econ�mica, las personas que no respetan una luz roja? Aunque el Derecho ha avanzado en la materia, al parecer esa diferenciaci�n puede acarrear tantas dificultades que resulta casi imposible abordarla en una ley. Por eso, en lo relativo a infracciones castigadas con multa, el Derecho Penal tiende a aplicar criterios de car�cter general, no discriminatorios o diferenciadores de acuerdo con los recursos del afectado. En el caso de la sanci�n por no respetar una luz roja, quiz�s ser�a m�s justo que a la persona que trabaja un autom�vil y depende de �l para su subsistencia se le aplicara una multa m�s baja que a quien lo utiliza por comodidad o agrado. Repito: la tendencia es a aplicar multas de tipo general; a no hacer diferencias seg�n la capacidad econ�mica del infractor. Adem�s, esa diferenciaci�n se podr�a prestar para hacer analog�as con las penas privativas de libertad, en el sentido de que a quien se halle en condiciones de garantizar una efectiva rehabilitaci�n posterior, por contar con mayores recursos, se le pudiese aplicar una pena de presidio inferior a la de aquel que no se encuentre en situaci�n de asegurar un efecto rehabilitador al margen de la c�rcel. El se�or LARRA�N (Presidente).- Se�or Senador, el Honorable se�or Andr�s Zald�var le solicita una interrupci�n. El se�or CHADWICK.- Se la otorgo, con todo gusto. El se�or LARRA�N (Presidente).- Con la venia de la Mesa, tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or ZALD�VAR (don Andr�s).- Agradezco la interrupci�n. Se�or Presidente, como fui yo quien plante� la posibilidad de establecer un sistema variable, quiero precisar que el prop�sito de ello no es discriminar, sino que se trata de una modalidad contemplada en la legislaci�n. En el caso de la Ley de Tr�nsito, el juez dispone de una escala de multas que va de mayor a menor. Y lo digo por experiencia, porque fui juez y muchas veces califiqu� la condici�n econ�mica o la mala intenci�n del infractor para aplicar una multa. Existen escalas de multas. Concuerdo en que el sistema no debe ser absolutamente discriminatorio por el hecho de que la gente tenga dinero o no. Pero es factible elaborar una escala de multas para que el magistrado la examine y, ponderando la situaci�n, determine la que corresponde aplicar. �se es el punto. El se�or LARRA�N (Presidente).- Puede continuar el Honorable se�or Chadwick. El se�or LAVANDERO.- �Me permite una interrupci�n, se�or Senador? El se�or CHADWICK.- C�mo no. El se�or LARRA�N (Presidente).- Con la venia de la Mesa, tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or LAVANDERO.- Se�or Presidente, le encuentro raz�n al Senador se�or Chadwick. Porque podr�a ocurrir lo contrario: que una rebaja de multas implicara que el narcotr�fico realizara su negocio donde le fuera m�s f�cil y las multas m�s peque�as. Hoy se utiliza a los ni�os, porque no tienen responsabilidad penal. Ma�ana se podr�a usar a la gente de menores ingresos, por cuanto las multas, si se les aplicaran, ser�an �nfimas. Por esa raz�n, estimo que las multas deben tener un valor uniforme. Gracias por la interrupci�n. El se�or LARRA�N (Presidente).- Recupera la palabra el Honorable se�or Chadwick. El se�or CHADWICK.- Se�or Presidente, me parece obvio lo se�alado por el Senador se�or Andr�s Zald�var. Y por eso este art�culo contempla una gradualidad. Ahora, esa gradaci�n habr� de ser prudencial y -como indic� el Honorable se�or Lavandero- significativa. No podr�a ir, por ejemplo, de una a 10 unidades tributarias mensuales, ya que una pr�cticamente no constituir�a sanci�n, o ser�a muy exigua y de tan escasa relevancia que no valdr�a la pena establecerla. Por eso la gradualidad siempre es prudencial. Pero entiendo que en este caso oscila entre 10 y 40 unidades tributarias mensuales. El se�or VIERA-GALLO.- En efecto. El se�or CHADWICK.- Cuarenta como m�ximo. O sea, hay una escala. El Honorable se�or Viera-Gallo expuso un argumento sociol�gico, tambi�n extraordinariamente complejo: no aplicar la multa porque el joven o adulto microtraficante que carezca de capacidad econ�mica depender� o quedar� como esclavo de la organizaci�n de narcotr�fico para pagarla. Si se incorporara ese tipo de elementos al consignar una sanci�n, cabr�a preguntarse lo siguiente. Si esa misma persona es condenada a una pena privativa de libertad, dado que no tiene medios econ�micos para contratar un abogado, mantener a su familia o buscar su subsistencia, �recurrir� tambi�n a la red de narcotraficantes? Con esa l�gica, uno podr�a concluir que lo mejor es no hacer nada. Porque igual existir� dependencia de una organizaci�n de narcotr�fico por el hecho de encargarse del pago ya sea de la multa, del abogado o de la mantenci�n de la familia, o de comprometerse a entregar un recurso econ�mico al afectado despu�s de que salga de la c�rcel. �Siempre va a existir esa posibilidad! �Es aceptable dictar una legislaci�n que opere con esa l�gica? El vendedor ambulante del centro de Santiago tambi�n pertenece o est� vinculado a una organizaci�n. Entonces, �el criterio es no aplicar multa a ese comerciante porque recurrir� a la que domina el mercado en esa zona de la Capital a fin de que se la pague y, por ende, terminar� siendo condicionado, una vez m�s, por aqu�lla? Repito: siempre existe esa posibilidad. Cuando se trata de establecer una norma jur�dica, los elementos sociol�gicos son tan complejos que se puede llegar al absurdo de decir: "No hagamos nada porque siempre va a existir el riesgo de". Y ese riesgo puede estar presente en forma constante. Finalmente, cabe preguntarse a este respecto si es necesario o no sancionar con multa ese tipo de delito. El se�or Ministro del Interior -no lo veo en la Sala en este momento- propuso algo que le hab�a escuchado con anterioridad y que tal vez resulte interesante explorar: la confiscaci�n de bienes. Sin embargo, nuestra Constituci�n Pol�tica y los tratados internacionales la proh�ben, salvo en el caso de asociaciones il�citas. Entonces, la exploraci�n por la v�a de confiscar bienes presenta un problema mayor. Por lo tanto, en el delito de microtr�fico �es necesario o no agregar una multa a la pena de privaci�n de libertad? Me parece que deber�a ser as�, no por la ingenuidad de pensar que con la aplicaci�n de una multa de 300 mil pesos el narcotr�fico desaparecer�. �No! �Y tampoco lo har� si la pena consiste en 5 � 10 a�os de prisi�n! Es preciso no actuar con la l�gica de que ha de existir una sanci�n suficiente, porque no encontraremos nunca la m�s adecuada. El punto es saber si esa sanci�n, obviamente insuficiente para terminar con el narcotr�fico, genera o no alg�n impedimento, da�o o perjuicio al delito que queremos castigar. Creo que, por tratarse de un il�cito donde los factores econ�micos patrimoniales son importantes, puesto que se adquiere para vender, la multa puede producir efecto; no el de eliminarlo, pero s� el de generar un inconveniente. Por eso, es mejor aplicar una multa que suprimirla. He dicho. El se�or LARRA�N (Presidente).- Informo a Su Se�or�a que el se�or Ministro del Interior me comunic� que se ausentar�a brevemente de la sesi�n. Tiene la palabra el Honorable se�or Espina, por haber sido aludido en una intervenci�n reciente. El se�or ESPINA.- Se�or Presidente, ser� lo m�s breve posible, ya que no acostumbro hacerme cargo de descalificaciones o juicios carentes de fundamento, salvo en esta oportunidad, porque creo que reflejan muy bien lo que ocurre en nuestro pa�s con relaci�n al narcotr�fico. La iniciativa en debate establece una nueva figura penal y una rebaja de penas respecto del delito de microtr�fico. El Senador se�or �vila procede tal como hacen las personas que, con distintos argumentos, siempre protegen el narcotr�fico. Y lo digo responsablemente en esta Sala. Su Se�or�a comenz� tiempo atr�s sosteniendo que era partidario de no sancionar la plantaci�n de marihuana cuando se destinara al consumo individual. Present� un proyecto de ley. Ahora da el paso siguiente, porque la normativa en an�lisis no se refiere al consumidor, sino al traficante de drogas. Por consiguiente, lo que al se�or Senador le molesta es que se sancione al microtraficante. Lo que pretendemos es, simplemente, hacer lo mismo que la inmensa mayor�a de los pa�ses del mundo: establecer sanciones para quienes venden drogas en bajas cantidades y causan un da�o gigantesco a cientos de miles de ni�os chilenos. Entonces, ya la l�nea argumental del referido se�or Senador -para que quede constancia en la Versi�n Taquigr�fica- no es el problema del consumo de drogas. Lo que le incomoda es que se sancione al microtraficante. Y estoy seguro de que si elimin�ramos las penas relativas a �stos, �l procurar�a lograr algo similar respecto del gran traficante. Porque �sa es la escalada que quienes act�an de esa manera finalmente logran imponer. No tengo duda alguna de que las etapas siguientes ser�n el microtr�fico, el macrotr�fico y toda operaci�n vinculada con la droga. Y, como el sistema consiste en descalificar a las personas que intentamos evitar que a los ni�os se les venda droga, entonces se pasa a la siguiente fase, que es el argumento de la desigualdad social. En Estados Unidos, Holanda y Francia �donde no existe la desigualdad social en el grado en que est� presente en los pa�ses latinoamericanos, como el nuestro-, el tr�fico de drogas existe exactamente igual. Y en ninguno de ellos sucede que los legisladores justifiquen, no ya el consumo de marihuana. Porque el Senador se�or �vila ya no quiere que a los que consumen marihuana se les sancione por cultivarla, pues lo que le molesta es que el Congreso castigue al microtraficante y no al consumidor. Pero si �l hubiese le�do el proyecto, se habr�a dado cuenta de que al consumidor no se le condena, pero s� a quien trafica. Entonces, �sa es la escalada que en esta materia empieza a utilizarse: primero, el consumo; despu�s, el microtr�fico; luego el tr�fico, y as� suma y sigue. Por lo tanto, yo simplemente quiero dejar patentes las l�neas argumentales que se usan sobre el particular, con el objeto de considerarlas en los futuros debates. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Arancibia. El se�or �VILA.- Se�or Presidente, �me permite? El se�or LARRA�N (Presidente).- No le puedo dar la palabra a Su Se�or�a, ni se la dar�, porque no se ha ofendido su nombre. El se�or �VILA.- �C�mo que no! El se�or LARRA�N (Presidente).- No, se�or Senador: se ha hecho una argumentaci�n. El se�or �VILA.- �C�mo que no! Me est� diciendo... El se�or LARRA�N (Presidente).- No le he ofrecido la palabra. El se�or �VILA.- �Se ha sostenido que protejo el microtr�fico! El se�or LARRA�N (Presidente).- No le he dado la palabra, Senador se�or �vila. Tiene la palabra el Honorable se�or Arancibia. El se�or �VILA.- �No puedo dejar pasar la afirmaci�n que acaba de hacer el Senador se�or Espina! El se�or LARRA�N (Presidente).- Ruego a Su Se�or�a mantener la calma. Tiene la palabra el Senador se�or Arancibia. El se�or �VILA.- �Insisto, se�or Presidente! �No puedo permitir que se me trate como c�mplice! �Voy a hablar, aunque sea sin micr�fono! Se ha tergiversado... El se�or LARRA�N (Presidente).- Por favor, no le he dado la palabra, se�or Senador. Le ruego tener respeto. El se�or �VILA.- Se�or Presidente... El se�or LARRA�N (Presidente).- Llamo al orden a Su Se�or�a. Por favor respete. Tiene la palabra el Honorable se�or Arancibia. El se�or ARANCIBIA.- Se�or Presidente, en esta Corporaci�n �donde he tenido participaci�n durante un tiempo relativamente breve- se han desarrollado interesant�simos debates -y he intervenido en ellos-, en los cuales ha quedado demostrada nuestra enorme capacidad para aceptar las m�s variadas expresiones y posiciones frente a distintas materias. Hoy se ha dado un ejemplo de ello. Hemos escuchado opiniones serias, posiciones constructivas; hemos visto la estructuraci�n de un acuerdo que es m�s o menos transversal frente a un determinado problema. Igualmente, hemos tratado de preservar ��ste es un mensaje para quien dirige en la actualidad los debates- el esp�ritu que distingue a la Corporaci�n. Por lo anterior, ruego al se�or Presidente revisar la resoluci�n adoptada por la Mesa en orden a grabar las sesiones y hacer p�blico su desarrollo. Digo esto porque pareciera que con esa medida se estar�an incentivando expresiones comunicacionales que, frente a la comprobaci�n de un aislamiento absoluto, definitivo, pretenden descalificar a todos. Lo que hemos escuchado ac� es la expresi�n brutal de una persona que est� en desacuerdo con lo que el Gobierno propone, con lo que la Concertaci�n respalda y con lo que la Oposici�n apoya. Es decir, �estamos todos equivocados! Hay un incentivo perverso en la informaci�n entregada por el se�or Presidente en cuanto a dejar constancia audiovisual de lo que ocurre en una sesi�n. Por eso, sin referencia especial a un proyecto que ciertamente voy a apoyar, solicito a Su Se�or�a que se revise esa decisi�n, para evitar as� estos excesos, que a nada conducen. Porque �ste no es un circo, sino el Senado de la Rep�blica. El se�or LARRA�N (Presidente).- Se�or Senador, en mi opini�n, mientras m�s transparentes sean las sesiones, mejor ser�. La opini�n p�blica tendr� la sabidur�a de juzgar los conceptos que aqu� se emitan. Ha terminado la discusi�n. No hay m�s inscritos. Corresponder�a votar. Los Honorables se�ores Orpis, Viera-Gallo, �vila y Gazmuri han pedido fundamentar el voto. Tiene la palabra el Senador se�or Orpis. El se�or ORPIS.- Se�or Presidente, en verdad, las visiones parciales del fen�meno de la droga pueden inducir a error. Siempre se ha dicho �y, al menos, yo lo he planteado- que para abordar el problema del consumo de droga hay una trilog�a inseparable, compuesta por la prevenci�n, la represi�n y la rehabilitaci�n. Est� absolutamente demostrado en el mundo que, por eficientes que sean las polic�as, nunca se llega a decomisar m�s all� del 20 por ciento de la droga que se oferta. Por lo tanto, necesariamente hay que complementar la acci�n represiva con una preventiva, que consiste en incidir sobre la demanda, lo que es sin�nimo de prevenci�n. Y aqu� tenemos un gran punto d�bil: la prevenci�n en Chile ha arrojado malos resultados. No lo afirmo yo, sino que lo muestran las propias cifras oficiales, seg�n estudios realizados por el CONACE. Ante lo ocurrido con el fen�meno de la droga en nuestro pa�s y lo que se aprecia en los medios de comunicaci�n, se ha visto el surgimiento de un elemento esencial, que es la percepci�n de riesgo. Si yo estuviera enfrentado permanentemente a im�genes televisuales que demuestran la crudeza y rapidez con que se ha ido masificando ese fen�meno, la l�gica deber�a indicar que la percepci�n de riesgo aumenta. Es decir, tiene que haber m�s personas que estimen que consumir es riesgoso. Pero ocurre lo contrario. En la �ltima investigaci�n hecha en escolares �o sea, en la adolescencia, e incluso, en edades inferiores-, en vez de aumentar la percepci�n de riesgo, ha disminuido. Es decir, son m�s las personas que consideran que el consumo de droga no es da�ino. Eso significa -para resumirlo en t�rminos muy breves- que las pol�ticas preventivas no han hecho impacto. �se es el fen�meno. Y de �l tenemos que hacernos cargo en el campo preventivo. No lo estamos haciendo bien, a pesar de los muchos esfuerzos que se realizan. �sa es la realidad. Otra de las aristas -que no es menor- se refiere al aspecto represivo. Al respecto, voy a hacer referencia brevemente a la historia del proyecto en debate. Durante dos a�os se analizaron en la C�mara de Diputados las fortalezas y debilidades de la ley vigente, que data de 1995. �ste es el origen de la iniciativa. El Presidente Frei, poco antes de terminar su mandato, la envi� al Congreso. Llevamos pr�cticamente cinco a�os en el an�lisis de la materia, a pesar de los problemas existentes en materia represiva. Sin duda, debi� haberse despachado con m�s prontitud y eficiencia. En el entretanto se dict� otra ley, relativa a la Unidad de An�lisis e Inteligencia Financiera, para el problema del lavado de activos. Se�or Presidente, se ha hecho un acucioso estudio para abordar una de las variables de la cuesti�n. Evidentemente, nos va a entregar instrumentos adicionales para enfrentar el aspecto represivo en materia de drogas. Pero no porque se haya modificado sustancialmente la Ley de Drogas ni por haberse analizado el problema durante dos a�os en la C�mara de Diputados podemos obviar la necesaria mayor eficiencia que se requiere en la represi�n del narcotr�fico, con lo cual las instituciones policiales contar�n con m�s recursos para combatirlo en sus distintos aspectos. Por lo menos, quer�a dejar establecido que aqu� no se agota el problema, el cual necesariamente debe ser abordado con pol�ticas de rehabilitaci�n y prevenci�n m�s efectivas. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Viera-Gallo. El se�or VIERA-GALLO.- Se�or Presidente, se plantean varios temas. Lo primero que deseo consignar, con mucha claridad, es que el Senador que habla, en particular, ha concurrido a aprobar el proyecto con la plena convicci�n de lo que se realiza y con entusiasmo, pues estima muy importante combatir en forma m�s eficaz el narcotr�fico. Mantenemos s�lo un punto de discrepancia. Al considerar la tramitaci�n de la iniciativa, se observa que la C�mara de Diputados aprob�, con los votos de la Oposici�n, suprimir la multa. Ello se puede confirmar en el bolet�n comparado, donde consta lo resuelto por la otra rama del Congreso. A su vez, el Senado reintrodujo la sanci�n para el microtr�fico. Pero, si se lee el primer informe, no se registra ning�n debate sobre el particular. Deseo rectificar, entonces, a mi Honorable colega Espina, con todo respeto. La verdad es que ninguno de los invitados, ni el se�or Subsecretario del Interior, ni el se�or Diban, ni Investigaciones, ni Carabineros, dieron una raz�n para reincorporar la multa. Y aqu� viene la dificultad expuesta por el Senador se�or Chadwick, la cual es de fondo. �Por qu� se consigna esa pena? �Cu�l es su finalidad criminol�gica? Porque la sanci�n apunta a rehabilitar al delincuente, por una parte; y por la otra, a desincentivar la comisi�n de nuevos delitos. Todos estamos de acuerdo con el castigo de c�rcel para el microtraficante, porque pensamos que se cumplen esos dos objetivos. �Cu�l es la raz�n b�sica para a�adir la multa a la privaci�n de libertad, cosa que la C�mara no hizo? �Pensamos que la multa ayudar� a rehabilitar al delincuente? Obviamente, no. �Estimamos que puede desincentivar la comisi�n de nuevos delitos? No lo creo. Entonces, lo que se advierte, fundamentalmente, es una discrepancia leg�tima de puntos de vista respecto de la aplicaci�n de una sanci�n secundaria espec�fica en lo referente al microtr�fico. Deseo rectificar en otro aspecto al Senador se�or Espina, porque tambi�n lo estuve investigando. En esa �poca no form� parte de la Comisi�n. Quienes aprobaron por unanimidad reintroducir la multa, sin un debate que haya quedado registrado, fueron Su Se�or�a y nuestros Honorables colegas Aburto, Chadwick, Moreno y Silva, con leg�timos argumentos que, seguramente, pueden dar a conocer. Pero yo por lo menos no intervine y mal pod�a haber incurrido en una contradicci�n. Es inadecuado, a mi juicio, reincorporar la multa. Por algo la C�mara de Diputados no lo hizo; por algo el proyecto primitivo del Gobierno no la conten�a; y por algo el titular de Justicia conmut� esa pena, como bien ha expresado el se�or Ministro del Interior, a muchos microtraficantes. �Por qu�? �Lo dispuso por un capricho? �El Gobierno no sab�a lo que hac�a el se�or Bates? Lo determin� por una pol�tica criminol�gica, ya que pens� que bastaba con la privaci�n de libertad. Y, cuando la persona carece de recursos y debe seguir en la c�rcel, lo que se lleva a cabo, como se�al�, no es una pol�tica disuasiva del delito, sino la conmutaci�n por la libertad vigilada, la cual ha dado, en general, buenos resultados. El propio Ministro se�or Bates nos indic� que es muy bajo el nivel de reincidencia de microtraficantes que abandonan el recinto carcelario porque han cumplido la pena privativa de libertad y se les ha conmutado la multa. O sea, la pol�tica criminol�gica de la Cartera de Justicia y de su titular se ajusta a la ley y, adem�s, presenta menos defectos. Otra cosa es que de ello se pueda hacer un problema pol�tico comunicacional, que se da con la acusaci�n constitucional en contra de ese Secretario de Estado. Entonces, por razones de convicci�n criminol�gica y no por vagas consideraciones sociol�gicas, como dice el Senador se�or Chadwick -no entiendo el Derecho como una normativa abstracta, sino para generar efectos pr�cticos en la sociedad-, creo que en el caso que nos ocupa no debiera haber multa. Sin embargo, insto a votar a favor del informe, porque no existe posibilidad de dividir la votaci�n. Lo que quiero es que el Gobierno env�e un veto. Si el se�or Ministro del Interior puntualiza que no lo har�,� El se�or LARRA�N (Presidente).- Se agota su tiempo, se�or Senador. El se�or VIERA-GALLO.- � por muy justas razones que le asistan, con otros Honorables colegas podemos anunciar la presentaci�n de un nuevo proyecto de ley para resolver el punto. El se�or LARRA�N (Presidente).- Su Se�or�a debe concluir. El se�or VIERA-GALLO.- Lo hago de inmediato, se�or Presidente. Como ha dicho el Honorable se�or Andr�s Zald�var, el piso de la escala es muy alto. Porque 300 mil pesos, que es el doble del ingreso m�nimo, reviste esa caracter�stica. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene a continuaci�n la palabra el Honorable se�or �vila. El se�or �VILA.- Se�or Presidente, pens� que el se�or Senador que me contradijo iba a replicar con armas leg�timas; pero opt� por la tergiversaci�n grosera y falaz de mis argumentos. Reitero: no es que yo est� por la protecci�n del microtr�fico, como se se�al� torcidamente. A lo que apunto es a que la forma de abordar los problemas sociales est� profundamente equivocada. La respuesta que se da a una cuesti�n cuyo trasfondo debiera concitar toda nuestra atenci�n es meramente represiva. No se necesita ser adivino para anticipar que el microtr�fico seguir� adelante, increment�ndose en la medida en que el sistema social tienda cada vez m�s, como lo hace, a estrechar las posibilidades de inserci�n de la gente que requiere un salario para poder vivir. El empleo se precariza; todo el mundo vive bajo los m�s diversos miedos; las empresas consideran f�rmulas de todo tipo para desentenderse de la responsabilidad de sus colaboradores. En un cuadro social de esa �ndole, la salida que mucha gente busca es la droga. Mientras con ella los j�venes intentan evadirse de una sociedad que no los acoge, los padres utilizan tambi�n el consumo de estupefacientes para intentar la integraci�n en un modelo social cada vez m�s inhumano, m�s desprovisto de solidaridad. Una sociedad de tales caracter�sticas por supuesto que va directo a la droga, como una forma de ayudarse a entender su propia vida y conseguir un modo de inserci�n que de otra manera no es posible lograr. Entonces, a lo que llamo es precisamente a ocuparse en todos los aspectos que son la causa de las cuestiones que se abordan desde una perspectiva meramente represiva. Mientras continuemos en esa l�gica -es decir, eludiendo los temas de fondo-, por supuesto que nunca lograremos la paz social que todos anhelamos, porque mientras no est� basada en la justicia, no sacaremos absolutamente nada con incrementar el aparato represivo y coercitivo del Estado, dado que ser� un gasto completamente in�til. Prefiero apostar a la libertad responsable de las personas y no concentrar todos los recursos en el sistema estatal para que se ocupe de vigilar qu� pone en la mente o en el cuerpo cada persona. Por eso, anuncio que votar� en contra. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Gazmuri. El se�or GAZMURI.- Se�or Presidente, la verdad es que el debate podr�a ampliarse bastante si se entrara a analizar cu�l es la condici�n social que provoca el consumo y la adicci�n. A mi juicio, se trata de un fen�meno m�s complejo, que no permite una mirada simplista. Evidentemente, �ste se halla vinculado a las condiciones sociales, la inequidad, la desigualdad, etc�tera; pero tambi�n est� relacionado con la cultura contempor�nea, que se da en todas las clases sociales y en diversas sociedades. Algo lleva a la adicci�n. Por tanto, la aplicaci�n de pol�ticas preventivas, como aqu� se ha se�alado, es lo fundamental. Sin embargo, no es esto lo que se discute hoy d�a, sino el otro lado de la medalla: la normativa que reprime el tr�fico, que es una actividad ilegal. Y en tanto �sta sea ilegal, evidentemente, deber�n aplicarse pol�ticas represivas, de contenci�n, aunque, en verdad, bastante limitadas. Mientras haya una alta propensi�n mundial al consumo y el tr�fico sea completamente ilegal, se crear� la industria. Es una lucha que debe darse en forma permanente. No se podr�a legalizar -como finalmente considero que ser� la soluci�n hist�rica de este problema- sin un acuerdo universal al respecto, porque aqu� no funcionan las pol�ticas individuales de Estado o de pa�ses. No obstante ello, deseo dejar constancia de mi opini�n en el sentido de que, habiendo una tendencia tan fuerte al consumo y a la adicci�n, la ilegalizaci�n no va a resolver el tema de la industria del crimen. No lo ha resuelto ni tampoco lo har� a futuro. Ahora bien, mientras �sta exista habr� que enfrentarla, pero -como se ha se�alado- conscientes de que hay l�mites. Hoy se decomisa el 20 por ciento de la droga, y no imagino una pol�tica que lleve efectivamente a la confiscaci�n del 100 por ciento. Voy a votar a favor del informe de la Comisi�n Mixta, porque el texto en an�lisis introduce una correcci�n bastante consensuada y que tambi�n comparto. Se trata de tipificar el microtr�fico como delito. Con la legislaci�n anterior, en la pr�ctica, no se estaba reprimiendo esta actividad que, de alguna manera, es necesario contener. Las penas eran tan altas que los jueces, con cierto criterio, que no era completamente estramb�tico, terminaban no sancionando. El argumento del Senador se�or Viera-Gallo me convence completamente, en el sentido de que agregar una multa, desde el punto de vista criminol�gico, constituye un tremendo error. Por eso, he dudado mucho en cuanto a votar a favor del proyecto. Porque lo positivo de �ste puede convertirse en algo totalmente negativo a ra�z de la multa. �sta no hace otra cosa que fortalecer el v�nculo entre el microtraficante, quien en general carece de recursos propios, es pobre y socialmente precario, y la red. Esto me parece de una evidencia casi abrumadora. Y aqu� no he escuchado argumentos criminol�gicos consistentes en contrario. Un se�or Senador miembro de la Comisi�n sostuvo que con la aplicaci�n de la multa se le quitan fondos a la red. Es un argumento que me parece francamente irrisorio. Esa industria, justamente por ser ilegal y criminal, cuenta con muchos recursos. Exhibe tasas de ganancia espectaculares. Es el negocio il�cito m�s rentable del mundo. A pesar de las dudas que me asaltan sobre el particular, anuncio que votar� a favor, porque me parece que el aspecto central de la iniciativa se halla bien encaminado. Sin embargo, tiene ese "pecado original". Dado que el se�or Ministro no ha aceptado la invitaci�n al veto -el Gobierno tendr� sus razones-, propongo al Senado que pronto efectuemos una discusi�n m�s a fondo acerca de esta materia, sobre la base de la moci�n anunciada por el Honorable se�or Viera-Gallo, la cual estoy totalmente dispuesto a copatrocinar. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Bombal. El se�or BOMBAL.- Se�or Presidente, junto con anunciar mi voto favorable al informe de la Comisi�n Mixta, deseo instar al Gobierno, en particular al se�or Ministro -lamento que se haya retirado de la Sala en este momento-, a que se haga cargo de un proyecto de ley que hace aproximadamente un a�o y medio entregamos personalmente en La Moneda, el cual aborda de manera �ntegra al CONACE como una instituci�n, como una Direcci�n Nacional dentro del Estado. Hoy d�a, el CONACE es un organismo sin estructura jur�dica, con gran cantidad de funcionarios que le han sido adosados, quienes, incluso, no desarrollan all� funciones, y con una organizaci�n bastante feble, en general. Sin embargo, gracias a los notables esfuerzos de su Directora Nacional, sigue siendo un organismo que funciona, aunque carece de organicidad dentro del Estado. En efecto, su estructura presupuestaria, administrativa y funcionaria es absolutamente incoherente. Por ello, su trabajo resulta muy confuso y su acci�n no se percibe en el plano de la rehabilitaci�n ni de la prevenci�n, dos �reas fundamentales en las que debiera tener injerencia. En el citado proyecto, que consta de aproximadamente 80 art�culos, el CONACE figura como una instituci�n jerarquizada y regionalizada. Se�or Presidente, solicito que, por su intermedio, se oficie al se�or Ministro del Interior para que, cuanto antes, el Gobierno patrocine dicha iniciativa -seg�n me inform� la se�ora Directora, est� ad portas de hacerlo-, dado que en ella se establecen elementos fundamentales para la prevenci�n, los que, como es natural, podr�n ser perfeccionados por el Ejecutivo y el Parlamento. Por otra parte, considero que ya es hora de que en Chile existan tribunales especializados en delitos relativos a la droga, en los que se ven involucrados especialmente j�venes. As� se podr� trabajar esa realidad dentro de una esfera penal distinta de la que hoy existe, sobre todo trat�ndose de gente joven o de personas vinculadas al consumo y al tr�fico de dichas sustancias. Hay experiencias en el mundo -incluso, ya las est�n explorando instituciones privadas chilenas, fundaciones, como Paz Ciudadana, etc�tera- relativas a introducir el concepto de "tribunales de drogas", como se les denomina. Esto permite observar tales acciones dentro de una realidad criminol�gica y penal distinta de la existente respecto de los delitos comunes, porque, naturalmente, en ellas hay detr�s un tema de adicci�n, de inducci�n, de organizaci�n criminal. Es preciso hacer notar que estamos frente a aspectos muy complejos, que tienen que ver con situaciones sicosom�ticas y sicol�gicas que influyen en la persona vinculada al mundo de las drogas. Por consiguiente, sugiero que el Senado, en alg�n momento, se aboque a analizar la creaci�n de cortes especiales de drogas, con el objeto de tratar esos delitos dentro de una esfera jurisdiccional diferente de la realidad actual. Hago formalmente este planteamiento a fin de que se inicie el estudio, se busque la f�rmula, as� como se hizo en su momento, por ejemplo, con la reforma procesal penal, donde se fueron constituyendo grupos de trabajo hasta que esa iniciativa logr� prosperar. Asimismo, propongo que el Senado tome contacto con otras instituciones y con organismos internacionales que est�n explorando la materia con grandes aciertos y �xitos. Creo que por ah� va la l�nea de lo preventivo, de la rehabilitaci�n. Es indispensable dotar a un organismo en Chile de mucha m�s jerarqu�a que la que hoy tiene el CONACE, para que efectivamente exista una organizaci�n, con presupuesto claro, categ�rico, que se pueda vincular a otras entidades privadas, que hoy d�a tampoco reciben apoyo del Estado, dado que no existe coherencia en todo el trabajo. Asimismo, debe otorgarse a la acci�n p�blica y a la acci�n privada una entidad tal que permita la interacci�n de estos organismos y la coparticipaci�n de privados, que hoy d�a est�n logrando... El se�or LARRA�N (Presidente).- Concluy� su tiempo, se�or Senador. El se�or BOMBAL.-... disminuir este fen�meno, o por lo menos prevenirlo. Para terminar, pido que se oficie al se�or Ministro del Interior -ya que no se encuentra en la Sala- en orden a que el proyecto a que me he referido sea cuanto antes enviado al Senado. Y dejo como tarea al se�or Presidente el convocar a entidades para iniciar el estudio sobre las cortes especiales de drogas. El se�or LARRA�N (Presidente).- Si le parece a la Sala, se enviar� el oficio solicitado, en nombre del Senador se�or Bombal, en los t�rminos planteados. --As� se acuerda. El se�or LARRA�N (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Espina. El se�or ESPINA.- Se�or Presidente, ante todo, deseo hacer una distinci�n entre la primera intervenci�n, que motiv� mi r�plica, y el segundo discurso del Senador respectivo. Cada vez que se trate de la primera intervenci�n -quiero se�alarlo- me voy a hacer cargo de todas las descalificaciones que se formulen sobre la materia. En cuanto al segundo discurso, es una cuesti�n absolutamente opinable. Sin embargo, creo que en el Senado no puede haber patente para ofender, insultar, injuriar, ironizar gratis, so pretexto de que se quiere defender una posici�n pol�tica. Cuando uno contesta con los mismos argumentos, entonces ah� s� que vienen todo tipo de r�plicas y exigencias para hacer uso de la palabra. Por otra parte, coincido con lo que han planteado los se�ores Senadores al fundamentar su voto. S�lo quiero corregir un punto al Honorable se�or Viera-Gallo. En realidad, el art�culo 49 del C�digo Penal es el que resuelve lo que ocurre cuando alguien no puede pagar la multa. Porque se ha argumentado aqu� que, si a una persona no le es posible cumplir con dicha obligaci�n, tendr� que seguir presa seis meses m�s, o bien, para evitar esto �ltimo, deber� recurrir a una banda de traficantes para que se haga cargo de la multa, y que, por lo tanto, estar�amos cometiendo un enorme error. El citado precepto se�ala lo siguiente: "Si el sentenciado no tuviere bienes para satisfacer la multa, sufrir� por v�a de substituci�n y apremio, la pena de reclusi�n, regul�ndose un d�a por cada un quinto de unidad tributaria mensual, sin que ella pueda nunca exceder de seis meses.". Hasta ah� el Senador se�or Viera-Gallo tiene raz�n en su planteamiento: si la persona no paga la multa, deber� cumplir seis meses de reclusi�n. Sin embargo, el inciso segundo dice: "Queda exento de este apremio el condenado a reclusi�n menor en su grado m�ximo o a otra pena m�s grave.". No tiene apremio quien est� condenado a una pena que va de tres a�os y un d�a a cinco a�os, o a otra superior. Lo dice expresamente el inciso segundo del art�culo 49 del C�digo Penal. Por lo tanto, como la penalidad que hemos establecido para el microtr�fico va de tres a�os y un d�a a cinco a�os, en su grado superior, la regla general -por no decir en todos los casos- es que, si una persona no tiene dinero para pagar la multa, no la va a pagar y saldr� libre. �Qu� va a hacer el Estado ante eso? Va a perseguir al sentenciado para que pague la multa y su producto sea destinado a alguna de las tres finalidades consignadas en el art�culo 60 de dicho cuerpo legal: 1� A la creaci�n de programas de reinserci�n social de delincuentes (me parece bien que la plata de los narcotraficantes vaya a ese fin). 2� Si la pena es un poco inferior -no quiero entrar en los detalles-, a los fondos municipales destinados a esta materia. 3� Si se aplica la Ley de Drogas -consult� con el Senador se�or Chadwick al respecto, pues no recuerdo exactamente la norma-, entiendo que las platas van a los programas de rehabilitaci�n de quienes son adictos. Entonces, de acuerdo con la regla general y la penalidad que establecimos, el "pobre angelito" condenado a una multa, primero, no estar� un d�a m�s preso, y segundo, si el Estado persigue posteriormente el cobro de los recursos, �stos ir�n objetivamente a fines nobles. Por lo tanto, no veo raz�n alguna para que debamos eliminar una sanci�n de esta naturaleza. Simplemente quer�a aclarar este hecho, sin perjuicio de que sobre todo en esta materia, a lo menos yo coincido en que es del todo leg�timo, en t�rminos respetuosos, tener posiciones distintas. Voto que s�. El se�or LARRA�N (Presidente).- Todav�a no estamos votando, Su Se�or�a. Tiene la palabra para fundamentar su voto la Honorable se�ora Matthei. La se�ora MATTHEI.- Ped� intervenir antes del fundamento del voto, se�or Presidente. El se�or LARRA�N (Presidente).- Ya se cerr� la discusi�n y algunos se�ores Senadores solicitaron fundamentar el voto, Su Se�or�a. La se�ora MATTHEI.- Se�or Presidente, yo voy a votar que s�. Y, m�s que fundamentar mi voto, deseo protestar por ciertas expresiones vertidas hoy d�a en la Sala. Hemos escuchado a un se�or Senador hacer toda una diatriba airada sobre la supuesta represi�n de la ley en proyecto. Seg�n �l, no nos preocupamos nunca del tema de fondo: la pobreza, que ser�a el origen del microtr�fico y de que la gente venda droga. �sta es una cr�tica muy severa al Congreso y, tambi�n, al Gobierno, porque quiere decir que nadie aqu� se estar�a preocupando de la pobreza. Yo deseo invitar a ese se�or Senador a que asistiera alguna vez a las Subcomisiones de Presupuests, o a que viera c�mo nosotros nos preocupamos, por ejemplo, en el tema de la agricultura, de proteger a los peque�os agricultores, a los campesinos; en materia de miner�a, de auxiliar a los peque�os mineros; en lo relativo a la Ley de Pesca, de apoyar fuertemente a los pescadores artesanales, que son, obviamente, los m�s necesitados ah�. Adem�s, quiero invitar a Su Se�or�a a estudiar lo que son el Programa Chile Solidario, las pol�ticas de vivienda, las pensiones asistenciales, lo que hemos hecho en materia de salud, SIMCE, capacitaci�n, SEMCE, etc�tera. Se�or Presidente, en verdad, es muy f�cil dar argumentos rimbombantes y expresar la oposici�n al proyecto arguyendo que aqu� nadie se preocupa del tema de fondo, que es la pobreza. En realidad, no s� si lo que desea ese se�or Senador es que no castiguemos a nadie que trate de obtener dinero por v�as il�citas, por cuanto quien incurre en ese delito es pobre. Porque, en ese caso, no podr�amos sancionar ni el microtr�fico, ni los asaltos, ni los robos, ni los robos con violencia, ni nada, dado que, en el fondo, quienes cometen esos delitos son pobres y tienen que recurrir a conductas ilegales para hacerse de dinero. M�s bien creo que debemos perseverar en lo que hemos estado haciendo ac�, que es analizar el tema de la pobreza de la forma m�s seria posible. Ojal� haya entendimiento entre la Oposici�n y el Gobierno en esta materia, como en general lo ha habido en todos los programas que acabo de mencionar. Pienso que, al contrario, siempre hay que tratar de premiar la conducta de la persona pobre que es digna y que trata de salir adelante, con la ayuda del Estado o con la que se le pueda proporcionar, pero de manera legal. Me parece que este tipo de alegatos, en que se se�alan a estas personas como "pobrecitos", que caen en conductas ilegales sencillamente porque son pobres, es una ofensa, puesto que tambi�n hay gente rica que incurre en actos il�citos. Muchos de los grandes traficantes son inmensamente ricos, y siguen traficando porque quieren a�n m�s dinero. Se�or Presidente, la dignidad de las personas no depende de si son pobres o de si son ricas. Hay gente que de verdad trata de salir adelante por la v�a legal, por la senda del esfuerzo, haciendo las cosas como Dios manda. Y a esos los debemos premiar. Estimo que, como sociedad, tenemos todo el derecho, m�s bien la responsabilidad de castigar a quienes tratan de salir adelante de manera ilegal y sobre todo caus�ndoles da�os terribles a otras personas, como es el caso del narcotr�fico. Deseo se�alar primero, para quienes nos est�n escuchando -porque se nos dijo que esta sesi�n ser�a televisada-, que existe una tremenda preocupaci�n en el Congreso y tambi�n en el Gobierno por tratar de enfrentar el tema de la pobreza en forma seria; y segundo, que en general ese tipo de programas ha contado con la unanimidad de los votos del Senado. El se�or LARRA�N (Presidente).- Finalmente, para fundamentar su voto, tiene la palabra la Honorable se�ora Frei. La se�ora FREI (do�a Carmen).- Se�or Presidente, pienso que durante esta discusi�n no hemos puesto suficiente �nfasis -porque ella se ha ido por otros lados- en el da�o que produce el consumo de las sustancias de que trata el proyecto. Por eso, todo lo que hagamos al respecto es obligaci�n nuestra. Porque muchas veces hablamos del futuro de los j�venes y de los ni�os, pero no legislamos sobre las materias que sirven justamente para que unos y otros tengan un desarrollo arm�nico y estable. El consumo de drogas produce da�o irreversible. En la Segunda Regi�n, a la que represento, existe un tremendo problema, pues el 90 por ciento de la marihuana y de la coca que se produce, especialmente en Bolivia, est� saliendo por ella. Como en la Primera hay mayor control, la entrada se ha ido corriendo hacia el sur. Y, desgraciadamente, se usa a numerosas mujeres jefas de hogar que, por la necesidad de "parar la olla", caen en el microtr�fico. Yo no justifico, se�or Presidente, que se use el tr�fico o el microtr�fico para dar m�s bienestar a una familia. La pobreza es triste, ciertamente, y los motivos sociales para caer en tales actividades pueden ser muy grandes. Pero el da�o que se est� provocando es mucho peor. Por ello, el castigo al microtr�fico debe ser dr�stico. Los grandes narcotraficantes, cuando tienen una elevada cantidad de droga, la pasan f�cilmente; para ese efecto usan a los ni�os, a las mujeres, a las "burreras", etc�tera. Incluso, ellos mismos denuncian muchas veces a los m�s chicos para originar peque�as redadas que les permitan a los grandes vendedores escabullirse. Entonces, en las poblaciones debe haber la sensaci�n de que estamos castigando muy severamente al que trafica aunque sea un solo papelillo, porque con eso va a producir adicci�n en el consumidor. Ahora, el hecho de que la droga est� saliendo por nuestra Regi�n no significa que s�lo seremos un corredor. Por el contrario, el consumo en ella aumentar� bastante m�s. En consecuencia, como queremos prevenci�n, educaci�n para los j�venes y los ni�os, a fin de que conozcan desde muy peque�os los da�os que ocasiona la droga, la norma en comento es un llamado de atenci�n y un aviso para que la gente sienta temor ante la posibilidad de, aunque se venda un solo papelillo, sufrir sanciones dr�sticas. Por otro lado, comparto en gran medida lo planteado por el Senador se�or Bombal. Tenemos que entregar m�s recursos y atribuciones al CONACE. Adem�s -esto es lo m�s importante, a mi modo de ver-, debemos regionalizarlo, porque la realidad de la droga no es igual en todas las Regiones del pa�s. Y, justamente, hay que hacer hincapi� en aquellas por las cuales sale la droga y en las zonas donde los �ndices de drogadicci�n son mayores. Ah� debemos concentrar m�s recursos y tener mayor control, no s�lo aduanero, sino tambi�n fronterizo y policial, mediante la labor de Investigaciones, etc�tera. Aparte el CONACE, todos los dem�s organismos existentes para controlar la droga deben ser reformados, reforzados, para hacerlos m�s efectivos en sus funciones. Por lo tanto, apoyar� el informe de la Comisi�n Mixta. Y espero que, como se trata de temas nuevos en nuestra sociedad, tengamos el debido celo para apurar todos los proyectos que se impulsen a los efectos de controlar este enorme flagelo y, sobre todo, evitar que m�s ni�os y j�venes caigan en �l como est� ocurriendo hoy d�a. El se�or LARRA�N (Presidente).- Ha terminado la fundamentaci�n de voto. Antes de iniciar la votaci�n, debo recordar a Sus Se�or�as que, teniendo una de las normas del texto sugerido qu�rum de ley org�nica constitucional, el informe, que debe ser objeto de un pronunciamiento en bloque, necesita para su aprobaci�n 26 votos afirmativos. El se�or VIERA-GALLO.- Exc�seme, se�or Presidente, pero hay una Comisi�n funcionando. El se�or LARRA�N (Presidente).- Ya se hicieron sonar los timbres por cinco minutos, Su Se�or�a. As� que esperamos que todos los se�ores Senadores que concurrieron a ella est�n en la Sala en este momento. En votaci�n electr�nica el informe de la Comisi�n Mixta. El se�or HOFFMANN (Secretario).- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? El se�or LARRA�N (Presidente).- Terminada la votaci�n. --Se aprueba (38 votos a favor y 1 en contra), dej�ndose constancia de que se reuni� el qu�rum constitucional exigido. Votaron por la afirmativa los se�ores Arancibia, Boeninger, Bombal, Canessa, Cantero, Cariola, Chadwick, Coloma, Cordero, Espina, Fern�ndez, Flores, Frei (do�a Carmen), Garc�a, Gazmuri, Horvath, Larra�n, Lavandero, Mart�nez, Matthei, Moreno, Naranjo, Novoa, Orpis, P�ez, Parra, Pizarro, Prokurica, Romero, Ruiz (don Jos�), Ruiz-Esquide, Sabag, Silva, Stange, Vega, Viera-Gallo, Zald�var (don Andr�s) y Zurita. Vot� por la negativa el se�or �vila. El se�or LARRA�N (Presidente).- Queda despachado el proyecto. Habi�ndose cumplido su objetivo, se levanta la sesi�n. --Se levant� a las 14:6. Manuel Oca�a Vergara, Jefe de la Redacci�n