-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/652881/seccion/akn652881-po1-ds7-ds17
- bcnres:tieneTipoParticipacion = bcnres:Intervencion
- bcnres:tieneEmisor = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2395
- rdf:type = bcnres:Participacion
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- bcnres:tieneCalidad = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/1
- rdf:value = "
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).-
Tiene la palabra el diputado Felipe Letelier.
El señor LETELIER (don Felipe) .-
Señora Presidenta , tengo una crítica y una autocrítica respecto del tema de los derechos humanos, las cuales, por lo demás, planteé en la Comisión. La crítica es fundamental, porque el mundo se enteró de lo que pasó durante 17 años en Chile, donde unos eran masacrados, torturados, degollados y exiliados, y otros -algunos de los cuales están ahora en este Congreso- formaban parte del régimen que entonces detentaba el poder.
Entonces, la diferencia que hay que marcar respecto de lo que dice el colega Salaberry es que hoy, objetivamente, el escenario es distinto que ayer. Incluso -reitero-, en este Congreso hay varios que escucharon los alaridos de quienes eran torturados y no dijeron nada. Hay una diferencia muy grande entre los perseguidos y sus persecutores; entre los torturados y sus torturadores.
Escuché a colegas agradecer, con legítima razón, a las agrupaciones de derechos humanos y a todas las instituciones que de una u otra manera hicieron frente a la barbarie del régimen militar, que fue apoyado por importantísimos sectores de la Derecha que hoy están en el Congreso; sin embargo, sólo hemos recogido parte de lo que con tanta fuerza y perseverancia han planteado esas agrupaciones, porque no ha existido la voluntad política de todos los sectores. Aquí viene mi autocrítica. Podríamos haber hecho mucho más durante estos años, con la misma fuerza y rapidez con que fueron beneficiados todos los CNI a través de la ley de exonerados, incluyendo a Onofre Jarpa . De esa manera debiéramos haber ayudado a quienes realmente fueron víctimas de violaciones de derechos humanos.
No sé si es por los aplausos, pero siempre estamos muy de acuerdo. Pero si lo estamos, es porque recogemos las propuestas, inquietudes y dolor de esta gente, que desde el 11 de septiembre de 1973 empezó su lucha y su calvario.
Cuando se viola el derecho humano de un jefe de familia o de algún miembro de ésta, se violan los derechos humanos de toda la familia, incluso de los parientes, muchos de los cuales fueron discriminados simplemente por esa condición.
(Aplausos).
Es cierto que hemos avanzado, porque incluimos al padre, un miembro más de la familia; pero quienes somos testigos de lo que pasó, sabemos que realmente, en muchos lugares, toda la parentela fue víctima y sufrió por algún pariente que fue asesinado, torturado, exiliado o desaparecido.
Si bien con este proyecto avanzamos, le digo a nuestro Gobierno que, con la misma generosidad que tenemos para gastar recursos en otras áreas, aquí tenemos una deuda que es inmoral seguir discutiendo. Lo que debemos hacer es, simplemente, aunar las voluntades. Hoy, nuestro Gobierno debe entender que tenemos un consenso mucho más amplio que en 1991 ó 1992 para solucionar estos temas pendientes.
Hoy, la derecha política dice que está dispuesta -son sectores minoritarios, pero finalmente han escuchado-, y, por tanto, hay condiciones, no para cambiar justicia por dinero ni para canjear una indemnización por renuncia a la justicia, sino para que realmente saldemos la deuda que tenemos con estos sectores.
Como persona que perseveró con el ministro Insulza para que hubiera una tercera ley de exonerados, pido que terminemos con tanto discurso y reparemos este daño que se les causó a hermanos de nuestro país.
He dicho.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/652881/seccion/akn652881-po1-ds7
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/652881