REP�BLICA DE CHILE DIARIO DE SESIONES DEL SENADO PUBLICACI�N OFICIAL LEGISLATURA 349�, ORDINARIA Sesi�n 13�, en mi�rcoles 16 de julio de 2003 Especial (De 12:18 a 14:4) PRESIDENCIA DEL SE�OR ANDR�S ZALD�VAR, PRESIDENTE SECRETARIO, EL SE�OR CARLOS HOFFMANN CONTRERAS, TITULAR ____________________ � N D I C E Versi�n Taquigr�fica P�g. I. ASISTENCIA......................................................................................................... II. APERTURA DE LA SESI�N............................................................................... III. TRAMITACI�N DE ACTAS..........................................................................�. IV. CUENTA............................................................................................................... V. ORDEN DEL D�A: Situaci�n de agricultura nacional y modificaciones a bandas de precios de productos agr�colas..................................................................................................... VERSI�N TAQUIGR�FICA I. ASISTENCIA Asistieron los se�ores: --Aburto Ochoa, Marcos --Arancibia Reyes, Jorge --�vila Contreras, Nelson --Boeninger Kausel, Edgardo --Bombal Otaegui, Carlos --Canessa Robert, Julio --Cantero Ojeda, Carlos --Cariola Barroilhet, Marco --Chadwick Pi�era, Andr�s --Cordero Rusque, Fernando --Espina Otero, Alberto --Fern�ndez Fern�ndez, Sergio --Flores Labra, Fernando --Foxley Rioseco, Alejandro --Frei Ruiz-Tagle, Carmen --Frei Ruiz-Tagle, Eduardo --Garc�a Ruminot, Jos� --Gazmuri Mujica, Jaime --Horvath Kiss, Antonio --Larra�n Fern�ndez, Hern�n --Lavandero Illanes, Jorge --Mart�nez Busch, Jorge --Matthei Fornet, Evelyn --Moreno Rojas, Rafael --Mu�oz Barra, Roberto --Naranjo Ortiz, Jaime --N��ez Mu�oz, Ricardo --Ominami Pascual, Carlos --Orpis Bouch�n, Jaime --P�ez Verdugo, Sergio --Parra Mu�oz, Augusto --Pizarro Soto, Jorge --Prokurica Prokurica, Baldo --R�os Santander, Mario --Romero Pizarro, Sergio --Ruiz De Giorgio, Jos� --Ruiz-Esquide Jara, Mariano --Sabag Castillo, Hosa�n --Silva Cimma, Enrique --Stange Oelckers, Rodolfo --Vald�s Subercaseaux, Gabriel --Vega Hidalgo, Ram�n --Viera-Gallo Quesney, Jos� Antonio --Zald�var Larra�n, Andr�s --Zurita Camps, Enrique Concurrieron, adem�s, los se�ores Ministros de Hacienda subrogante, Secretario General de la Presidencia, de Salud y de Agricultura, y la se�ora Coordinadora General de la Subsecretar�a del Ministerio de Hacienda. Actu� de Secretario el se�or Carlos Hoffmann Contreras, y de Prosecretario, el se�or Sergio Sep�lveda Gumucio. II. APERTURA DE LA SESI�N --Se abri� la sesi�n a las 12:18, en presencia de 17 se�ores Senadores. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesi�n. III. TRAMITACI�N DE ACTAS El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se dan por aprobadas las actas de las sesiones 9�, ordinaria, en 8 de julio; 10�, extraordinaria, y 11�, ordinaria, ambas en 9 de julio, todas del a�o en curso, que no han sido observadas. IV. CUENTA El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretar�a. El se�or SEP�LVEDA (Prosecretario).- Las siguientes son las comunicaciones recibidas: Oficios Dos del se�or Ministro de Agricultura, con los que responde igual n�mero de oficios enviados en nombre del Senador se�or Horvath, relativos, uno, al cr�dito rotatorio originado en el Programa Chile Austral, y el otro, al retiro de animales que los lugare�os han introducido en el Parque Nacional Bernardo O�Higgins, ubicado en las Regiones Und�cima y Duod�cima. --Quedan a disposici�n de los se�ores Senadores. Moci�n De los Senadores se�ores Moreno, Mu�oz Barra, N��ez, Ruiz-Esquide y Viera-Gallo, mediante la cual inician un proyecto de reforma constitucional que establece nuevas causales de cesaci�n en los cargos de diputado, senador, alcalde y concejal (Bolet�n N� 3.291-07). --Pasa a la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento. Informes Uno de la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento, y otro de la de Hacienda, reca�dos en el proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que adelanta los plazos del procedimiento para nombrar fiscales regionales del Ministerio P�blico en la Regi�n Metropolitana de Santiago y determina el tribunal competente para la comuna de Curacav�, con urgencia calificada de "suma" (Bolet�n N� 3.265-07). --Quedan para tabla. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- De acuerdo con la facultad que me concede el Reglamento, incorporar� este proyecto a la Tabla de F�cil Despacho de la sesi�n ordinaria de hoy. Terminada la Cuenta. V. ORDEN DEL D�A SITUACI�N DE AGRICULTURA NACIONAL Y MODIFICACIONES A BANDAS DE PRECIOS DE PRODUCTOS AGR�COLAS El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- La presente sesi�n especial, convocada a solicitud de diversos Comit�s, tiene por objeto analizar la situaci�n de la agricultura nacional y las modificaciones previstas para las bandas de precios de determinados productos agr�colas. Ante todo, advierto al p�blico que su presencia en las tribunas es para observar. Le est� prohibido efectuar manifestaciones de cualquier naturaleza, como se�al de respeto por las intervenciones de los se�ores Senadores, sean ellas de su agrado o no. �sta es la caracter�stica del Parlamento. Por lo tanto, solicito guardar silencio. En caso contrario, de acuerdo con el Reglamento, me ver� en la obligaci�n de hacer desalojar las tribunas o a la persona que en forma individual provoque alg�n incidente. Pido a los asistentes colaborar con el desarrollo de la sesi�n. A continuaci�n fijaremos el procedimiento. Hasta el momento hay 10 oradores inscritos. Como la citaci�n es hasta las 2 de la tarde y resta una hora 40 minutos, propongo otorgar 8 minutos a cada uno, sin perjuicio de que haya despu�s intercambio de opiniones. El se�or LARRA�N.- Sugiero que sean 12 minutos, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- No alcanzar�a el tiempo, se�or Senador. Porque adem�s debemos considerar la intervenci�n del se�or Ministro y las respuestas y contrarrespuestas. El se�or MORENO.- Entonces, 10 minutos. Incluso, podr�amos cedernos tiempo. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- No se pueden ceder los tiempos, Su Se�or�a. El se�or MORENO.- Con su benevolencia, se�or Presidente, todo se puede. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Es imposible la cesi�n de tiempos. El se�or MU�OZ BARRA.- Se�or Presidente, tal vez ser�a interesante que hablara primero el se�or Ministro. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Ya hice la consulta pertinente. El se�or Ministro prefiere escuchar antes algunas intervenciones. El se�or ARANCIBIA.- Se�or Presidente, creo que con 8 minutos de buenos argumentos tenemos suficiente. El se�or RUIZ (don Jos�).- �Ya hemos perdido 5...! El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Si le parece a la Sala, se fijar�n 8 minutos por orador. --As� se acuerda. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Moreno. El se�or MORENO.- Se�or Presidente, los Senadores de la Democracia Cristiana y los del Partido Socialista pedimos convocar a esta sesi�n especial a ra�z del env�o al Congreso del proyecto de ley que modifica las bandas de precios que rigen para la importaci�n de aceites, trigo y az�car. Aparentemente, �l es muy simple y no tiene mayor trascendencia. Pero nada m�s lejos de ello. La iniciativa -hoy en tr�mite en la C�mara de Diputados y que posteriormente pasar� al Senado- toca materias esenciales para el destino del pa�s, sus regiones y las miles de familias y personas que laboran a lo largo del territorio nacional. A�n m�s, ella lleva impl�cita una decisi�n, dependiendo de cu�l sea el pronunciamiento del Parlamento, respecto de lo que ocurrir� en el futuro con situaciones tan determinantes como las que significan la producci�n de los dos o tres rubros de mayor actividad -tanto por el n�mero de personas que ocupan cuanto por la cantidad de hect�reas dedicadas a ellos- y el poblamiento de nuestro pa�s. Las bandas de precios son instrumentos de pol�tica econ�mica para una m�nima intervenci�n. En el fondo, estos mecanismos se han dise�ado a fin de tener, aunque sea d�bil y tenuemente, una manera de reducir los impactos de los subsidios agr�colas aplicados por las naciones m�s desarrolladas, que hoy alcanzan a mil millones de d�lares diarios. Por lo tanto, cuando el Gobierno plantea adecuar la forma de c�lculo de las bandas de precios a lo que ha sido el acuerdo originado en un fallo de la Organizaci�n Mundial de Comercio, aprovecha la oportunidad para proponer otras materias, como la revisi�n del m�todo de c�lculo de la banda de precios del az�car; la eliminaci�n de la banda definitiva del aceite y las semillas oleaginosas; la elevaci�n del piso de las bandas del trigo y el az�car, dado que, en particular, esta �ltima estar�a bajo el promedio internacional, en lo que -dir�a yo- es el aperitivo del banquete final. Esto, porque el subir durante cuatro a�os -como sugiere el Gobierno- el piso m�nimo de la banda del az�car significa, en el proyecto enviado a la C�mara de Diputados, que a partir del quinto a�o la desgravaci�n arancelaria ser� de tal naturaleza que antes de llegar al sexto a�o la remolacha dejar� de existir como cultivo en Chile. En consecuencia, esto es lo que se halla en juego: si seguiremos trabajando sobre la base de que en nuestro pa�s se va a producir o no determinado rubro o se va a privilegiar o no cierta cultura agr�cola diseminada en Chile durante mucho tiempo. El referido proyecto tambi�n contempla lo relativo a las mezclas, que de cuatro a�os a esta parte -s�lo cuatro a�os- se ha utilizado, dependiendo de la clasificaci�n hecha en Aduanas, para perforar las bandas en forma de crear mecanismos de importaci�n de productos que sustituyen los que el pa�s podr�a generar. �Sobre qu� necesitamos reflexionar hoy d�a? (y por eso pedimos esta sesi�n). Sobre el hecho de que, no obstante los progresos en gen�tica y en biotecnolog�a que hoy modifican las condiciones naturales de producci�n agr�cola, Chile presenta una situaci�n �nica de clima templado, similar a la de pocos lugares en la Tierra, donde se ubican naciones m�s desarrolladas que la nuestra y que compiten deslealmente con Chile, pues entregan subsidios a sus productores pese a contar con tecnolog�a mucho m�s moderna y avanzada. Dicho en t�rminos pr�cticos -para que la ciudadan�a nos entienda-, la agricultura chilena, que ha tenido una gran transformaci�n y un notable mejoramiento en su eficiencia y productividad, sufre la competencia desleal de pa�ses que no abandonan la pol�tica de los subsidios. Y las bandas de precios, los mecanismos de respaldo a los rubros de producci�n se�alados, se centran en atenuar esos efectos perversos. Por consiguiente, �qu� nos falta? Echamos de menos una pol�tica de Estado. �Por qu�? Porque recibimos proposiciones para subir las contribuciones de la agricultura; recibimos proposiciones sobre el bosque nativo; recibimos proposiciones de distinta naturaleza que inciden en el sector, pero no vemos que exista una definici�n estrat�gica, de la cual ning�n pa�s desarrollado del mundo carece hoy. Por mi profesi�n, he visitado muchas naciones, recorriendo sus terrenos agr�colas y forestales, y no he encontrado ninguna que, teniendo condiciones para explotar un rubro -como trigo, avena, remolacha, ma�z o arroz-, decida, mediante mecanismos internos, sencillamente destruir la capacidad productiva de su propio territorio. No existen ejemplos conocidos al respecto. El riesgo que asumimos al generar este tipo de mecanismos; al debilitar nuestras protecciones; al imponer (probablemente para cumplir tratados a que alg�n se�or Senador se referir� con posterioridad) cl�usulas o condiciones que hoy d�a pueden ser discutidas o modificadas, significa poner a nuestra agricultura en una situaci�n limitada por completo. Por eso en este momento queremos enviar un mensaje claro al debate que se lleva a efecto en la C�mara Baja -y me alegra que est� presente en esta sesi�n un n�mero importante de Diputados-: no se puede terminar con el sistema de las bandas de precios; hacerlo ser�a un error estrat�gico desde el punto de vista del pa�s. Mucha gente ha querido provocar antagonismo con la fuente de trabajo de quienes procesan bebidas alcoh�licas, dulces o caramelos (tenemos a algunos en las tribunas). �No es �se el debate de este pa�s! Aqu� no est�n en competencia las fuentes laborales de unos contra las de otros. Lo que se discute es la forma como se va a seguir haciendo agricultura en Chile. Se�or Presidente, quiero declarar, en nombre de los Senadores que represento, que, guste o no, seguir� habiendo cultivo de remolacha en Chile; que seguir� habiendo cultivos de ma�z, de arroz y de trigo. Porque ser�a un error en perjuicio de la visi�n de desarrollo de las pr�ximas generaciones crear mecanismos que en definitiva tendieran a liquidar lo que aquello significa. Quienes dicen que el mercado arregla este problema son fan�ticos e ignorantes. �El mercado nunca ha arreglado situaciones de esta naturaleza! Pregunten a los pa�ses m�s desarrollados la forma como est�n trabajando. Por algo subsidian sus agriculturas; por algo dan est�mulos para seguir, incluso contra lo que dicen las leyes del mercado, sosteniendo su propia realidad, que es demogr�fica, de trabajo. Se�or Presidente, terminar� afirmando lo siguiente. La Democracia Cristiana jam�s renunciar� a defender lo que aqu� estamos planteando. Porque defendemos el empleo, la distribuci�n geogr�fica, la regionalizaci�n de miles de familias en nuestro pa�s. Por eso solicitamos esta sesi�n. Y en los d�as posteriores vamos a seguir trabajando con el objeto de que el proyecto en comento, de la manera como entr� al Parlamento, sea modificado sensiblemente. He dicho. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Vald�s. El se�or VALD�S.- Se�or Presidente, no cabe duda de que en Chile se producen de pronto arrebatos ideol�gicos. Tuvimos uno cuando un Ministro del Gobierno del Presidente Allende pretendi� estatizar todas las industrias en la creencia de que sus utilidades podr�an convertirse en bienes de beneficio social. Hoy d�a estamos en el otro extremo, con una idolatr�a al mercado libre, al libre comercio, y absoluta prescindencia de los factores humanos. Y, peor aun, quienes predican y aquellos que, a veces desde el Gobierno, practican esas pol�ticas tienen un desconocimiento total de la geograf�a de Chile, de la poblaci�n de Chile, de la historia de Chile. Y en algunas oportunidades pretenden clavar espinas en quienes disienten, porque talvez algunos de ellos han estudiado mucha econom�a, en grandes universidades, pero no saben d�nde queda R�o Bueno, ni Taltal, ni Futrono, ni ninguno de los lugares de Chile que motivan nuestra gran lucha por mantenerlos dentro del territorio nacional. Digo esto porque de repente nos encontramos con visiones sobre Chile que obligan a dar examen ante el Fondo Monetario Internacional o ante entidades calificadoras de riesgos. Y eso ha pasado, salvo, por cierto, en el Ministerio de Hacienda cuando fue titular el ahora Senador se�or Foxley. Pero es muy corriente que rindamos ex�menes afuera y nos desnudemos ante el mundo entero para someternos a las reglas de una concepci�n te�rica que ninguna naci�n acepta. Tengo aqu� las listas de las protecciones que los pa�ses otorgan a sus econom�as. Pero nosotros queremos ser libres y no solamente bajar los aranceles, sino adem�s desprotegernos. Hoy d�a vi en el diario un art�culo de un Parlamentario que me indign�. "Es mejor traer az�car de ca�a, porque es m�s barata. Es mejor traer todo de afuera, porque es m�s barato". De ah� se sigue que es mejor pasar a ser el estado 51� de Estados Unidos. No cabe duda. Yo no renuncio a ser chileno. Adem�s, defiendo los intereses de la gente que me eligi�. Se trata de trabajadores del sur; no son grandes empresarios que recorren los caminos en Mercedes Benz, como se ha dicho aqu�. Son campesinos peque�os. Les voy a decir lo siguiente: el 64 por ciento de los productores de remolacha posee menos de cinco hect�reas. �No son grandes agricultores! El 29 por ciento tiene entre 5, 9 y 20 hect�reas, y el 5 por ciento entre 20 y 50 hect�reas. S�lo el 2 por ciento es due�o de m�s de 50 hect�reas. De manera que se trata de una actividad leg�tima, que adem�s re�ne condiciones muy excepcionales. Tengo a la mano los datos relativos a los niveles de producci�n. Su rendimiento ha aumentado en 40 por ciento en los �ltimos cinco a�os. �El pa�s con el mayor rendimiento agr�cola por hect�rea del mundo: Chile! Mejor que Francia y Australia, que lo siguen. En seguida, me referir� a precios del az�car al consumidor en nuestro pa�s. La fuente es "The Economist", revista cuya seriedad no puede ser discutida. En todo caso, es del mundo liberal. Chile tuvo el a�o pasado el precio m�s bajo en el mundo. �En el mundo! Seguido de Jap�n. �Much�simo m�s barato que las dem�s fuentes de producci�n! El valor de la producci�n no es despreciable. Son 160 millones al a�o, en una actividad que ocupa alrededor de 50 mil personas, cantidad que en los per�odos peak de producci�n llega a 100 mil. Repetir� una afirmaci�n del Honorable colega que acaba de hacer uso de la palabra: aqu� no estamos argumentando contra otras actividades. Al rev�s. Hay otras que utilizan az�car y que, en tres a�os, han aumentado diez veces su importaci�n. No se trata de eso. Es una perforaci�n de la banda, pero se puede arreglar si se considera que Chile consume 700 mil toneladas y produce solamente 500 mil. El problema reside en no estrangular una producci�n que es leg�tima, que ocupa una parte importante del territorio y que no puede ser sustituida por otra con el mismo valor. Hablo con cierta pasi�n porque me parece que estamos ante una reacci�n como consecuencia de ideolog�as. No quiero decir que se debe a la imposici�n de pa�ses extranjeros con los cuales hemos negociado tratados de libre comercio. Pero la verdad es que no tratamos este tema, que ya abord� la C�mara de Diputados, porque nuestro pa�s sea un productor ineficiente. Las naciones con los menores costos en la producci�n de remolacha fueron, entre el 80 y el 84, Francia y, despu�s, Chile. Y del 88 para adelante, hasta hoy, nuestro pa�s es el que exhibe los mayores niveles de eficiencia en el mundo en este rubro, seguido por Estados Unidos, Francia, Holanda y el Reino Unido. O sea, estamos en la "liga de campeones". �Por qu� rebajar y eliminar las bandas? Yo no creo que se pretenda destruir esta actividad, pero s� veo en los acuerdos comerciales -primero me referir� al suscrito con Estados Unidos- que despu�s del 2014 no habr� ning�n tipo de control sobre las importaciones. En cuanto a la tendencia actual, estimo que Chile no debe dejarse llevar por ella. Eso se puede decir al hablar de pintura, m�sica, arte, pero �cu�l es la tendencia actual denunciada por el Presidente del Banco Mundial? Provocando el mayor esc�ndalo de los �ltimos a�os, dijo que consist�a en el aumento de la pobreza en Am�rica Latina. Y ciertas concepciones son las que la incrementan, porque, si se ha pretendido dar examen de libre comercio y llevar a cabo privatizaciones sin control, el resultado es que hoy existe m�s pobreza que en 1980, seg�n cifras del Banco Mundial. �Y qu� estamos haciendo? Destruir los pa�ses. �Es posible que la democracia se sostenga en el aumento de la pobreza? Lo de Venezuela no es casualidad, tampoco lo de Colombia. Chile se salvar� si se aparta de esas corrientes que aqu� se anuncian como tendencias que hay que seguir. Pues bien, en el texto del tratado suscrito con Estados Unidos -seg�n tengo entendido, porque no lo conozco en detalle-, tanto el trigo como el az�car ser�n objeto de rebajas arancelarias progresivas hasta llegar a cero en el a�o 14. �Es una medida que nos conviene o es una imposici�n? �Por qu� en el mismo tratado no se indica que Estados Unidos la rebajar� tambi�n? No lo dice. En segundo lugar, en los acuerdos del MERCOSUR, seg�n una interpretaci�n del ACE 35 -que no comparto-, el a�o 2014 tendr�amos que suspender y eliminar todos los subsidios y restricciones. Yo no estoy de acuerdo con esa interpretaci�n; pero si fuera as�, desde esta tribuna pido al Presidente de la Rep�blica -quien anunci� en Londres que en el mes de agosto se reunir�a con sus pares de los pa�ses del MERCOSUR- que en esa ocasi�n plantee que no puede haber ning�n acuerdo internacional tan injusto que nos obligue a eliminar el trigo y el az�car, cuando ellos no han hecho sino jugar con los cambios en forma tal que no hay rectitud en las relaciones. Le solicito que diga que Chile siempre contar� con una cuota de trigo y de az�car, cualquiera que sea el precio interno, porque �ste va a depender de las maniobras financieras de Brasil y Argentina, y no de la productividad. Gracias, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Larra�n. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, una vez m�s esta Corporaci�n analiza la situaci�n de la agricultura chilena. Hoy lo hace a petici�n de Senadores de la Concertaci�n. En las dos �ltimas ocasiones fue a solicitud nuestra. Y nos alegramos de que ahora sean los Parlamentarios oficialistas quienes lo hagan, porque eso revela que finalmente comparten nuestra evaluaci�n sobre la cr�tica situaci�n por la que est� atravesando la agricultura nacional. De otra manera, no se justificar�a esta reuni�n ni la necesidad de buscar soluciones al problema que afecta a los productos agr�colas tradicionales o b�sicos. Y, en verdad, no es para menos. Los datos corroboran una dram�tica situaci�n. Seg�n un estudio publicado en la revista "El Campo" que hici�ramos hace dos a�os, en una d�cada los precios de los productos cayeron, en t�rminos reales, en 60 por ciento. Es decir, lo que se compraba en 100 hoy d�a se hace en 40. Y eso significa menores ingresos al mundo agr�cola, m�s endeudamiento y menor inversi�n. Y al final, si nos preguntamos d�nde hay m�s analfabetismo, d�nde hay d�ficit educacional, d�nde hay menor cobertura de los niveles educativos, d�nde hay m�s dificultad para acceder a la vivienda y a la salud, d�nde hay m�s pobreza, d�nde hay menores mecanismos de comunicaci�n, nos daremos cuenta de que es en los sectores rurales. Por lo tanto, si seguimos con esta pol�tica que ha conducido a tal estado de cosas, obviamente el destino va a ser brutal para ellos. �Tiene soluci�n este problema? Por cierto, la tiene. Lo primero es asumir la causa principal que lo genera: el enorme proteccionismo internacional existente en el �mbito de la agricultura, que permite que la llegada de esos productos o su tratamiento como "commodities" en el mercado provoque bajas sostenidas en nuestras cosechas, con las consecuencias reci�n anotadas. En un diario de ayer, como todos pueden comprobar, se detalla la gran cantidad de subsidios que se otorgan en el mundo. No repetir� cifras. Me limitar� a leer un texto seg�n el cual la Uni�n Europea, que cuenta con m�s de 100 mil millones de d�lares para subsidios en el �mbito agr�cola, hab�a decidido bajarlos. Y agrega: "Pero Europa no redujo los 49 mil millones de d�lares anuales que gasta en subsidios relacionados a la producci�n. En vez de eso, otorgar� subvenciones en base a otros criterios, como la protecci�n del medio ambiente". �Qu� quiere decir esto? Que seguir�n aumentando los subsidios. Recientemente, el Primer Mandatario dijo a los Presidentes que participaron en la Cumbre de L�deres Progresistas que esos subsidios estaban afectando la situaci�n de nuestras agriculturas. Sin embargo, �qu� se hace para corregirlo? Siento decirlo: nada. La Mesa Agr�cola, el 1� de septiembre de 2000, prometi� que ser�a modificada la Comisi�n de Distorsiones. Tengo a la mano el documento para los que quieran leerlo. Hasta la fecha, el Gobierno no ha enviado el proyecto, en circunstancia de que se comprometi� a hacerlo el 1� de diciembre del a�o 2000. �Qu� hizo la Comisi�n de Distorsiones? Ped� un informe de la labor desarrollada entre 1997 y 2001. Y es interesante: se�ala que se cursaron s�lo 19 solicitudes, de las cuales, la Comisi�n declar� inadmisibles cuatro; de las 15 restantes, tom� medidas definitivas �nicamente en siete. En resumen, en cinco a�os de actividad, dicho organismo acogi� siete casos. Esto demuestra la nula protecci�n comercial frente a los subsidios y el enorme proteccionismo extranjero. Entonces, no bastan los discursos presidenciales; ni las sesiones de esta naturaleza, ni tampoco que los Parlamentarios de la Concertaci�n se hagan los desentendidos respecto de las gestiones de su propio Gobierno. Porque el proyecto de bandas de precios -que hoy d�a pretendemos rechazar- pertenece a la coalici�n gobernante, no a la Alianza por Chile. A los discursos deben seguir hechos reales; ah� se ve la verdadera pol�tica, no en las palabras. �Qu� ocurre concretamente hoy? La iniciativa que nos convoca -la de las bandas de precios- afecta en forma grave la situaci�n del trigo y la remolacha, productos que han podido subsistir por encontrarse sujetos al mecanismo de banda de precios. Ya se�alaron algunos se�ores Senadores que somos eficientes en la producci�n y que los precios han bajado. Sin embargo, esta disminuci�n no se traspasa al consumidor, ya que los industriales de caramelos o de bebidas no hacen lo propio; incluso suben los de sus productos. Igual situaci�n ocurre respecto del trigo: baja el precio del productor, pero sube el valor del pan. Pero como tales rebajas no se traspasan a los consumidores, �stos no reciben sus beneficios. Son miles las personas que viven de esta actividad, no s�lo agricultores y campesinos, sino tambi�n transportistas, empleados de plantas industriales, gente del comercio. �Cientos de miles! En las 400 mil hect�reas de trigo plantadas, trabajan 80 mil personas, de las cuales el 70 por ciento son peque�os agricultores. Ellos son los llamados a morir si acaso se concreta lo propuesto. Lo anterior no lo digo yo, sino la ODEPA, que en 2001, con motivo de un an�lisis de las bandas de precios, se�ala que, sin ellas, "se estima que el 90 por ciento de los productores remolacheros saldr�an de la actividad, por lo cual s�lo se sembrar�an 4 mil 800 hect�reas". Es decir: sin bandas de precios se acaba la agricultura de la remolacha. Yo agregar�a que la actividad del trigo no se acabar�a completamente, pues se mantendr�an los grandes productores, antiguamente llamados latifundistas por algunos se�ores Senadores. El proyecto sobre bandas de precios va a permitir s�lo la subsistencia del latifundio productor de trigo. Los peque�os y medianos agricultores mueren. Los campesinos pierden su fuente de trabajo. Eso ocurrir� en caso de aprobarse el referido proyecto. �Por qu� �ste es tan malo? Porque pone t�rmino a las bandas de precios el a�o 2014; porque establece una desgravaci�n gradual, con lo cual se propicia una muerte paulatina de la actividad; porque los mecanismos que determinan los precios -fundamentalmente, la frecuencia de publicaci�n- son nefastos; porque no incluye el az�car l�quida; pero, en particular, por la forma en que trata las mezclas. En Chile ya muri� la producci�n de aceite, por el ingreso de las mezclas. Actualmente, el az�car se encuentra amenazada por una situaci�n similar. Si a este respecto se aprueba la entrada de mezclas, ma�ana se har� lo propio con relaci�n al trigo. Y me pregunto entonces �qu� ocurrir� en la agricultura tradicional? �Existen soluciones al problema planteado? Depende de la respuesta a la pregunta esencial: �Queremos o no agricultura de productos b�sicos en Chile, considerando el contexto mundial? Si la respuesta es afirmativa, hay soluciones, y f�ciles. En el mismo proyecto, ser�a cosa de modificar los aspectos centrales a los cuales alud�. Por ejemplo, no poner plazo de t�rmino a las bandas de precios -porque el problema no se vincula con eso, sino con las condiciones del entorno- y, en seguida, abordar el asunto relativo a las mezclas. Nosotros propusimos una soluci�n que -reitero- consist�a en dejar entregadas por completo a los productores de az�car las 60 mil toneladas del producto que entran libres de arancel como consecuencia de acuerdos internacionales, por ejemplo, con Guatemala, Brasil y Argentina. Debo hacer presente que tambi�n nos preocupan las fuentes de trabajo que representan las industrias de caramelos, de confites, de bebidas. Por eso, si se permite el acceso preferente de esas 60 mil toneladas -incluso estamos dispuestos a aumentarlas a 70 mil o a la cantidad que estimemos prudente-, podr�a resolverse el problema relativo al ingreso de mezclas. Adem�s, se defender�a el producto y se har�a eficaz el mecanismo de las bandas de precios. Nuestra sugerencia satisface a los productores de caramelos, de confites y de bebidas; no afecta fuentes de trabajo, y permite la subsistencia de la agricultura tradicional. Nuestra voluntad pol�tica y la de los Diputados con quienes conversamos apunta a esos objetivos y es la forma concreta y m�s expedita de resolver el problema. Si no es as�, entonces que el Presidente Lagos; el Ministro de Agricultura, se�or Campos; la Ministra subrogante de Hacienda, se�ora Wagner; su titular, don Nicol�s Eyzaguirre, y por cierto los Gobiernos de la Concertaci�n, asuman la responsabilidad de haber amenazado de muerte a la agricultura tradicional. Ellos tienen hoy la posibilidad de definir su paso a la historia como los que salvaron a la agricultura tradicional o como los que la enterraron. He dicho. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Naranjo. El se�or OMINAMI.- Exc�seme, se�or Presidente, deseo plantear una moci�n de orden. Nos encontramos frente a una discusi�n extra�a, porque se refiere a un proyecto que no ha llegado al Senado, que todav�a est� en la C�mara de Diputados. Entiendo que �sta es una sesi�n especial para analizarlo, pero estamos presenciando mon�logos. Por lo tanto, si fuera posible, pido a la Mesa organizar la lista de inscritos de manera de facilitar el debate y no agotar el tiempo en mon�logos de los defensores de una posici�n. Yo, desgraciadamente, estaba en la Comisi�n de Hacienda y no alcanc� a inscribirme para hacer uso de la palabra. Pero me parece razonable que la Mesa ordene la discusi�n, a fin de evitar mon�logos. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Quiero hacer presente a Su Se�or�a, primero, que voy a respetar el orden de inscripci�n, y segundo, que no har� ninguna distribuci�n, pues desconozco los planteamientos que expondr�n los se�ores Senadores. A lo mejor puedo intuir los de algunos, pero no los de otros. Tiene la palabra el Honorable se�or Naranjo. El se�or NARANJO.- Se�or Presidente, comparto en alguna medida la opini�n del Senador se�or Ominami. A mi juicio, ser�a interesante, particularmente para quienes se encuentran en las tribunas, dar a conocer visiones distintas. No quiero caer en esas percepciones terror�ficas que acabo de escuchar, que nos amenazan con la creaci�n de un nuevo fen�meno social: el latifundio. Los Honorables colegas deben saber que el latifundio requiere una condici�n b�sica consubstancial: la existencia de inquilinos. Entonces, �vamos a volver a la �poca de los inquilinos, de la galleta, del sol a sol? �Por favor! Ojal� que este debate se realice en forma seria. Y lo digo porque ante todo debemos preguntarnos el motivo de esta sesi�n. No se trata de que el Gobierno haya enviado un proyecto antojadizo, arbitrario, sino de que Chile fue acusado en la Organizaci�n Mundial de Comercio, OMC, por las bandas de precios, lo que llev� a readecuar la pol�tica sobre el particular. Entonces, centremos la atenci�n en las cosas serias que condujeron a eso. En segundo lugar, tambi�n debemos preguntarnos por qu� en nuestro pa�s existen las bandas de precios como instrumentos de pol�tica agraria. Ello tampoco obedece a una casualidad. Es as� porque una naci�n peque�a como Chile necesita proteger rubros econ�micos que son estrat�gicos para el desarrollo de determinadas agriculturas y de ciertas Regiones, frente a mercados internacionales absolutamente distorsionados, como los del az�car, del trigo y del aceite. Por eso nuestro pa�s, peque�o, aislado, se ve forzado a proteger esas zonas, a defender a esos agricultores, a impulsar la pol�tica de bandas de precios. �No es casualidad! No se trata -como se ha querido dar a entender por los medios de comunicaci�n- de que los consumidores est�n pagando los costos por las bandas de precios. Se�or Presidente, no hay ning�n estudio serio en el pa�s que demuestre que, cuando ha bajado el precio del az�car o del trigo, el valor de las mercader�as asociadas a estos insumos ha disminuido. Siempre que el precio de esos productos experimenta alg�n descenso, contrariamente sigue subiendo el de la harina, los fideos, los caramelos y los chocolates. �Entonces, no digamos cosas que no se ajustan a la verdad! Se�or Presidente, deseo referirme a un segundo aspecto. Aqu� no estamos protegiendo la ineficiencia. No se trata de que en nuestro pa�s se establezcan bandas de precios para amparar a los productores m�s malos del mundo. Muy por el contrario, tanto los de trigo como los de remolacha tienen niveles de producci�n alt�simos. En el caso de esta �ltima son, incluso, los mejores en el �mbito mundial. Considero bueno traer estos argumentos al debate, porque a veces ciertos discursos apasionados -uno los entiende- nos impiden ver el bosque. En esta materia, lo fundamental es que Chile tenga una pol�tica de bandas de precios, la que deber� ser readecuada, porque si deseamos participar en los mercados externos no podemos estar en contra de lo que se�alan los organismos internacionales. En este sentido -no s� si estoy equivocado-, la propia IANSA, una de las empresas interesadas en que se contin�e produciendo remolacha y az�car en el pa�s, ha se�alado que el proyecto en cuesti�n le parece bien y que es positivo ajustar las bandas de precios. Sin embargo, es cierto lo que se ha expresado ac� -y no menos efectivo que lo anterior- en cuanto a que evidentemente tenemos un problema con las mezclas, pues de alguna forma est�n perforando las bandas y generando un sinn�mero de preocupaciones. Por consiguiente, deseo manifestar -en especial a la gente que se encuentra en las tribunas, porque este debate tambi�n est� presente ah�- que pueden estar seguros, unos, de que continuar�n produciendo remolacha, y los otros, de que no perder�n el trabajo. En circunstancias parecidas, tampoco lo han perdido. Aqu� no se encuentra amenazado ni el cultivo de az�car, como se ha pretendido se�alar, ni el de remolacha, como terror�ficamente se ha tratado de decir, pues se est� actuando con suma responsabilidad respecto de ambos. Pero no confundamos las cosas: los cultivos de remolacha y de trigo, por ser esenciales para el desarrollo regional en determinadas zonas de nuestro pa�s, seguir�n existiendo. En consecuencia, quienes asisten hoy ac� en representaci�n de los productores remolacheros pueden estar tranquilos. �Vamos a tener remolacha para muchos a�os! �Vamos a tener producci�n interna de az�car por bastante tiempo! Porque el Parlamento proceder� en forma seria y responsable. Del mismo modo, quiero decir a los trabajadores de las empresas ligadas a la industria de los confites que est�n tranquilos, por cuanto el hecho de que haya bandas de precios y de que �stas sean readecuadas tampoco amenaza su fuente laboral. Lo que pasa es que en esta materia se conjugan intereses contrapuestos. Y, lamentablemente, hay que se�alarlo: las propias industrias han generado e incentivado el clima de terror que se ha pretendido establecer en el pa�s. Sin embargo, lo que se manifiesta no es cierto, ni para un lado ni para el otro. Por lo tanto -y con esto concluyo-, mediante el proyecto pertinente introduciremos las modificaciones que correspondan en lo referente a las bandas de precios y estableceremos el horizonte de tranquilidad que tanto necesitan los productores. Y lo m�s importante: las empresas que utilizan el az�car o el trigo como insumo pueden confiar en las decisiones que adopte el Senado, por cuanto no les afectar�n ni van a significar su quiebra ni su ruina. Esos trabajadores pueden estar tranquilos, como tambi�n los productores, ya que legislaremos para que ambas actividades puedan coexistir en Chile. No se trata de competencia, ni de la destrucci�n de una con la otra. Es posible lograr aquello cuando se act�a con criterio, con prudencia y moderaci�n, pero no con apasionamiento ni campa�as terror�ficas, pues as� no se resuelven los problemas de los pa�ses, sino con mesura y ponderaci�n. Gracias, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Ominami. El se�or OMINAMI.- Se�or Presidente, deseo agradecer la deferencia del Senador se�or Ruiz-Esquide, y tambi�n la de la Mesa, que ejerci� la facultad consagrada en el Reglamento en el sentido de ordenar el debate de manera que no se asista simplemente a un mon�logo y de que pueda llevarse a cabo como corresponde, pues me parece que una discusi�n sobre esta materia resulta fundamental. A mi juicio, la agricultura es una actividad con caracter�sticas espec�ficas que no permiten darle un tratamiento general ni dejarla librada simplemente a su suerte o a los resultados que el mercado indique. El asunto es saber con exactitud qu� deseamos proteger y cu�les son los costos que el pa�s est� dispuesto a pagar para desarrollar determinadas actividades agr�colas. Desde ese punto de vista, se�or Presidente, creo que es muy importante partir acotando el problema. Aqu� no estamos hablando de la agricultura en general. Eso debe quedar bien establecido. Represento a una zona esencialmente agr�cola que no tiene los inconvenientes mencionados ac�, lo cual no significa no ser solidario con los sectores que s� presentan esas dificultades. Pero reconozcamos que existe una agricultura que ha sido capaz de reconvertirse, que hoy es de exportaci�n, que no necesita protecciones ni bandas de precios y que est� haciendo una contribuci�n muy sustantiva al desarrollo nacional. Por lo tanto, es primordial que no se confunda una cosa con la otra. Aqu� nos estamos refiriendo a un �mbito muy espec�fico de la agricultura tradicional chilena, que no representa los principales vol�menes de producci�n, ni mucho menos los relacionados con el comercio exterior. Me parece que todos buscamos -y en este sentido acojo el llamado a sostener una discusi�n sin descalificaciones- poner sobre la mesa los verdaderos problemas de determinado sector de productores nacionales -pero, sin lugar a dudas, relevante-, especialmente vinculado a algunas regiones del pa�s, que no han logrado reconvertir su actividad agr�cola. Sobre el particular, me preocupa el costo que implica ese esfuerzo. Y en este sentido resulta fundamental ilustrar al Senado con algunos argumentos. Acaba de publicarse un estudio del se�or Andr�s Venturelli, ingeniero del Departamento de Ingenier�a Industrial de la Universidad de Chile, quien efect�a planteamientos muy importantes que no pueden ser desconocidos. �Qu� expresa en dicho documento? Sobre la base de una evaluaci�n de los costos de las transferencias netas que han significado las bandas de precios entre 1984 y el 2000, concluye que la operaci�n de ellas ha implicado transferencias desde los consumidores del orden de los mil 217 millones de d�lares. Esto es mucho dinero. A su vez, agrega que las bandas no s�lo han sido mecanismos de estabilizaci�n de precios, sino que la evidencia cuantitativa muestra que han constituido sistemas de protecci�n respecto de estas actividades. Y eso hay que reconocerlo derechamente, pues es as�. Adem�s, conviene tener presente que la forma como ellas han operado ha sido muy regresiva. �Qu� ocurre, por ejemplo, con el az�car? Los pobres la consumen en proporci�n mucho mayor que los sectores de m�s altos ingresos. M�s a�n, los productos en banda son b�sicamente los que constituyen la canasta popular. En consecuencia, las transferencias se hacen en lo fundamental con cargo a la poblaci�n m�s modesta, simplemente por la naturaleza de su dieta. �se es un dato muy importante a tener en cuenta, pues los productos m�s sofisticados no son los que se encuentran en las bandas de precios, sino el trigo (materia prima del pan), el az�car, con lo que implica esto desde el punto de vista de la constituci�n de la canasta popular. �Qu� significa esta situaci�n? Que en el caso del az�car, por ejemplo, los pobres han pagado por mantener las bandas de precios en una proporci�n de su sueldo seis veces mayor que la del grupo m�s rico. �sta es una materia que tambi�n debe ser considerada. Estimo muy leg�timos los intereses de los productores de remolacha, pero me parece primordial que alguien vele tambi�n por los intereses de los consumidores en general. Aqu� no est�n en juego s�lo los relacionados con los productores industriales, sino en definitiva los de los consumidores de todo el pa�s, de los sectores m�s pobres, a los cuales buscamos beneficiar. Se�or Presidente, en el caso de la banda del az�car, s�lo entre 1998, 1999, 2000 y 2001 los consumidores transfirieron 312 millones de d�lares. Y lo que juzgo m�s preocupante es que la forma como se distribuyen esos recursos tiene una proporci�n absolutamente regresiva. Ha sido finalmente IANSA, el monopolio natural del sector, la que ha captado el 51 por ciento de estas transferencias durante los �ltimos cuatro a�os. El Estado ha hecho negocio tambi�n con esto por la v�a de los impuestos. Se ha beneficiado con 31 por ciento de estas transferencias; y, por �ltimo, los remolacheros se han favorecido con un porcentaje muy minoritario del conjunto de ellas. Entonces, no hablemos de que aqu� buscamos ayudar a un sector que, producto de la forma como est� operando el mecanismo, constituye un beneficiario relativamente marginal. En el caso de la banda del az�car, IANSA se ha beneficiado fundamentalmente con esas enormes transferencias desde los consumidores hacia este �mbito de empresas. Y todo ello, en desmedro de los sectores m�s pobres de la poblaci�n. Para terminar, quiero se�alar lo siguiente. En el caso del proyecto de ley -no tengo tiempo para comentar todo su contenido-, un aspecto muy importante se consigna en el art�culo 1�, que dispone algo que me parece en extremo favorable para los productores: que el mecanismo de bandas de precios no funcionar� durante los pr�ximos cuatro a�os en la forma como se encuentra establecido, porque es negativo para los productores. Muchos Parlamentarios que est�n siempre tan preocupados por la mantenci�n de las reglas del juego nos dicen ahora que, por favor, �stas no funcionen. �No quieren que funcionen las reglas del juego! En el caso del az�car, lo que habr�a que hacer es simplemente aplicar la banda de precios. Si �sta se aplicara, �qu� ocurrir�a? Que por primera vez en muchos a�os los consumidores y todo el mundo se beneficiar�an, porque, de acuerdo al modo de c�lculo de la banda, la tonelada de az�car deber�a disminuir en unos quince d�lares. Y el proyecto dice que no bajar� en quince d�lares, sino que lo vamos a mantener estable. El se�or VALD�S.- Por cuatro a�os. El se�or OMINAMI.- Yo estoy de acuerdo en que hagamos ese esfuerzo. Pero reconozcamos dos cosas. La primera, que estamos violentando las reglas del juego para favorecer a un sector. Y que se diga claramente. No he escuchado al Senador se�or Larra�n expresar aqu� que hay que respetar las reglas del juego, porque lo que se est� planteando es un cambio radical de las mismas. En segundo lugar, tuvimos una �lgida discusi�n sobre los impuestos espec�ficos. Se dijo que �stos eran un horror y, finalmente, no se aprobaron. �Qu� se est� haciendo aqu� con todo esto? Colocando un impuesto espec�fico al az�car. �Eso es! Se est� pidiendo a los consumidores... El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiempo, se�or Senador. El se�or OMINAMI.-...que paguemos durante los pr�ximos cuatro a�os por lo menos 15 d�lares m�s por la tonelada de az�car, para financiar a un sector. Eso es un impuesto espec�fico. Por consiguiente, me parece que hay que ser consistentes tambi�n en la forma como se argumenta. No se puede un d�a estar en una posici�n, y al siguiente, exactamente en la contraria. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Gazmuri. El se�or GAZMURI.- Se�or Presidente, me llama mucho la atenci�n cuando se dice -y lo veo de parte de colegas que, como el Senador que habla, representan zonas agr�colas- que el proyecto liquida la agricultura. Entonces, quisiera que sobre esto tuvi�ramos una discusi�n serena. Soy partidario de las bandas de precios. Las he defendido. Las considero leg�timas como protecci�n m�nima en mercados que son muy imperfectos a nivel del mundo. S� que presentan problemas, porque son controversiales a nivel internacional. El proyecto se origina en un panel que perdimos con Argentina respecto de la forma de c�lculo. Por eso se present� esta iniciativa: porque perdimos un panel internacional, no respecto de las bandas -que las salvamos-, sino del m�todo para calcularlas, que es el asunto central. Entonces, quiero partir diciendo que, desde un punto de vista agr�cola y para los productores de remolacha y de trigo, �ste es un excelente proyecto. Y ello, por lo dicho por el Senador se�or Ominami, con lo que estoy de acuerdo, porque sube el piso de la banda, y lo hace en el caso de la remolacha y del trigo, y establece un mecanismo que ya no es la banda, sino que es uno de precio de sustentaci�n por sobre la banda durante 4 a�os. Porque si �sta operara -que es lo que todos hemos defendido aqu�-, el piso ser�a m�s bajo que el fijado en la ley. El se�or MORENO.- Todo depende de c�mo lo calcule. El se�or GAZMURI.- No, con el c�lculo que estamos haciendo... El se�or MORENO.- �C�mo lo est�n haciendo? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Senador se�or Moreno, dir�jase a la Mesa! El se�or MORENO.- Estaba haciendo una precisi�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Ni precisiones, ni di�logo, se�or Senador! El se�or GAZMURI.- Yo no estoy dispuesto a defender la agricultura con malas razones. Estoy por defenderla, pero -reitero- no con malas razones ni con discursos que en una asamblea de productores pueden ser muy razonables -yo tambi�n podr�a sacar muchos aplausos- pero que no son reales. Lo que el proyecto hace, en el caso de la remolacha, es elevar el piso sobre la banda en 12 por ciento por cuatro a�os, y en el del trigo, en 6 por ciento. Adem�s, hoy d�a la del trigo no est� operando, porque el precio internacional de ese producto est� muy bueno. El se�or VALD�S.- �No estamos sacando aplausos, Senador se�or Gazmuri! El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Le pido que no interrumpa, se�or Senador. El se�or GAZMURI.- Me parece bien. Pero estoy argumentando. Se ha dicho que el proyecto es terrible, que liquida la agricultura. �Por favor! Desde el punto de vista de ambos productos, el proyecto sube el piso de las bandas por cuatro a�os, y despu�s deja que operen normalmente -no las elimina- en lo que hemos definido como tipo de banda, que es la tendencia de los precios. Lo que ocurre es que la tendencia internacional del precio del az�car camina en direcci�n a la baja, y el valor del trigo ha tenido un comportamiento �ptimo durante el �ltimo tiempo, porque son mercados poco previsibles. Y eso es estupendo para los agricultores del pa�s. Entonces, primer punto: se trata de un muy buen proyecto. Tiene un problema, que no es menor:... El se�or LARRA�N.- �Al fin! El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Senador se�or Larra�n! El se�or GAZMURI.-�el relativo a las mezclas. El se�or LARRA�N.- �Por fin! �se es todo el tema. El se�or GAZMURI.- Porque si yo establezco... El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Respete al orador, se�or Senador! El se�or LARRA�N.- �Es que �se es todo el tema, se�or Presidente! El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Senador se�or Larra�n, le pido que respete al orador. El se�or GAZMURI.- �Por favor, aprenda a escuchar, se�or Senador! �Eso es lo que les cuesta! El se�or CHADWICK.- �Depende de lo que se diga! El se�or GAZMURI.- El proyecto tiene un problema con las mezclas. Digo esto porque, si establecemos una protecci�n que burlaremos todos los d�as por la v�a de las mezclas -como ocurri� cuando se importaron algunas que eran 98 por ciento az�car y 2 por ciento de �cido salic�lico o de cualquier otro-, evidentemente estamos, por un lado, protegiendo, y, por otro, burlando tal protecci�n. Y �sa no es una pol�tica seria ni responsable. Por lo tanto, me parece esencial para el debate que viene el ver c�mo resolvemos el problema de las mezclas. Entonces, primero debemos ubicar exactamente d�nde est� el tema principal: en las mezclas. Finalmente, deseo plantear que la industria ha mostrado un argumento real y que, si nos apegamos a una visi�n nacional, lo debemos rescatar. No comparto la explicaci�n de que aqu� se est� castigando a los consumidores, porque incluso la semana pasada los dirigentes industriales manifestaron -no lo digo yo- que si se resolv�a el problema, los efectos no se iban a traspasar a los precios porque hab�an tenido a�os muy duros, de los cuales quer�an recuperarse primero. Entonces, no hagamos demasiadas argumentaciones con los pobres. Reitero: los propios industriales han dicho -no lo hago yo- que no est�n en condiciones de traspasar ese ajuste a los precios. Lo que ocurre es que, desde el punto de vista del a�o tras a�o, el industrial chileno trabaja con una materia prima cuyo costo es mucho m�s alto del que se fijar�a si su f�brica se estableciera en Mendoza. Esto es real. �se es el precio que paga el pa�s por tener sistema de bandas. Porque si hoy d�a el arancel espec�fico es de 50 por ciento, eso significa que la industria consumidora de az�car paga 50 por ciento m�s que si estuviera instalada en Mendoza. Eso resulta evidente, y es la consecuencia de tener bandas de otro lado. Entonces, hay que plantear este asunto de una manera real, si queremos tener una discusi�n responsable, como creo que debemos hacerla en el Senado. En mi opini�n, existe una f�rmula de salida. Se ha mencionado aqu�. Por los convenios internacionales 60 mil toneladas de az�car ingresan al pa�s con arancel cero. �se es el otro dato. Esa cantidad de toneladas no est� sujeta a bandas. Existe un mecanismo extra�o. Porque en el pa�s siempre nos enredamos con teor�as neoliberales absurdas. Y son los de las bancadas de enfrente los que nos han metido el liberalismo. Incluso, le han traspasado una parte indeseable al propio Gobierno. Eso est� claro. Se dijo: aqu� tiene que haber un mecanismo transparente para el uso de esas 60 mil toneladas, y se estableci� que nadie podr�a comprar m�s del 20 por ciento. Pero resulta que ya no se compra el 20, lo que es absurdo. Los que est�n sujetos a bandas no pueden adquirir az�car, porque son elaboradores. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Dir�jase a la Mesa, se�or Senador. El se�or GAZMURI.- Se sostiene que se hace a trav�s de brokers, pero no el 20. Yo digo entonces: establezcamos un mecanismo que asegure que todo el az�car que entra a Chile con arancel cero sea solamente para uso industrial. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Ha terminado su tiempo, se�or Senador. El se�or GAZMURI.- Tengo la impresi�n de que es posible encontrar una soluci�n que, junto con defender a la agricultura, considere los leg�timos intereses de la industria que usa el az�car como materia prima. El se�or LARRA�N.- �Su Se�or�a empez� mal, pero termin� muy bien! El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Orden en la Sala! Pido a los se�ores Senadores dirigirse a la Mesa y no hacer di�logos. Solicito autorizaci�n para que ingrese a la Sala, a solicitud de la se�ora Ministra, la se�ora Catalina Bau, asesora del Ministerio de Hacienda. --Se accede. --------------- El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Hago presente a los se�ores Senadores que se ha convocado a sesi�n especial para hoy a las 15:30, con el objeto de discutir y despachar el proyecto sobre ISAPRES. ----------------- El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Viera-Gallo. El se�or VIERA-GALLO.- Se�or Presidente, la sesi�n de hoy resulta ser muy ilustrativa, no tanto de los intereses en juego, sino de la importancia de la �ptica con la cual se enfrenta el debate. Desde luego, es saludable que no haya una defensa a ultranza de la idea del modelo de mercado como algo perfecto ni sujeto a distorsi�n. No he escuchado a ning�n se�or Senador que rechace el hecho de que el mercado internacional del az�car, como otros, sea imperfecto y que est� lleno de problemas. Por otro lado, comparto lo que el Honorable se�or Vald�s dijo con mucha elocuencia respecto a la necesidad de que nuestro pa�s no se rinda ante el pensamiento �nico, hoy d�a en crisis, del Fondo Monetario Internacional y otros organismos de la misma naturaleza. El se�or NARANJO.- �Nunca tanto! El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Se�ores Senadores, por favor! Pido orden en la Sala. �Senador se�or Naranjo! El se�or VIERA-GALLO.- He sido interrumpido desde estas mismas bancas, se�or Presidente, que, igual que las del frente, defienden al Fondo Monetario. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Solicito al Honorable se�or Naranjo no interrumpir a su compa�ero de bancada. Puede continuar el Honorable se�or Viera-Gallo. El se�or VIERA-GALLO.- �No hab�a visto en las filas del Partido Socialista una defensa del Fondo Monetario! Pero, en fin, no me voy a referir a ese tema. Se�or Presidente, me parece importante destacar el consenso entre los se�ores Senadores en cuanto a la necesidad de que exista una pol�tica agr�cola especial. Al respecto, asist� con otros Honorables colegas a una reuni�n con productores agr�colas en la ciudad de Chill�n. Y, despu�s de escuchar atentamente sus planteamientos, tengo la impresi�n de que las objeciones al proyecto de ley se reducen pr�cticamente a una sola. Se comienza diciendo que se va a rechazar tal iniciativa; pero, acto seguido, interviene alguien un poco m�s avispado que se�ala que no conviene rechazarla porque, como muy bien lo indic� el Honorable se�or Gazmuri, ella trae aparejada un alza en el precio, en el c�lculo de la banda, de manera que ser�a absurdo sostener una posici�n contraria. Ahora, evidentemente que el proyecto presenta algunos defectos, que nosotros debi�ramos corregir en el debate parlamentario. Y ojal� que el se�or Ministro de Agricultura y la se�ora Ministra de Hacienda subrogante recogieran lo que a mi entender es un consenso bastante amplio entre nosotros, en el sentido de que el 90 por ciento de az�car en las mezclas permite, en la pr�ctica, perforar las bandas y crea, por tanto, una protecci�n ilusoria, no real. Por eso, se trata de bajar ese porcentaje en el proyecto, al menos a 65 por ciento y de aplicar una norma del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, para �si se usa la regla interpretativa 3 B- hacer posible la inclusi�n de las mezclas en la partida 17.01 �los acuerdos de la OMC permiten mecanismos de protecci�n de este tipo- y darles un porcentaje adecuado de defensa. Si eso se hace en el proyecto, creo que se cumple bien el objetivo de amparar al sector agr�cola tradicional hasta el 2014. El problema es qu� va a pasar ese a�o. Es bastante dif�cil preverlo en este momento, porque va a depender de la conjunci�n de diversos factores que tienen que ver con el MERCOSUR, con el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, con la evoluci�n de los acuerdos de la OMC en la Ronda de Doha. Hoy no estamos en condiciones de anticiparlo. El proyecto no se pronuncia sobre el punto. Ya habr� ocasi�n de legislar en el futuro si las circunstancias cambian. Lo importante ahora es aprobar la iniciativa, con las modificaciones mencionadas, para proteger a la agricultura tradicional. Sobre si los efectos ser�n traspasados a los consumidores, es algo que amerita una discusi�n m�s seria y con mayores cifras en la mano, porque en verdad a veces da la impresi�n de que estos subsidios no inciden despu�s en alzas de precios por parte de las industrias elaboradoras. Comprendo a algunos Senadores, sobre todo a los de la Quinta Regi�n, por defender con mayor pasi�n a las industrias de su zona. Digamos que es algo natural. Pero creo que tanto el Honorable se�or Sabag como el Senador que habla, por representar a una circunscripci�n que en parte es industrial y en parte agr�cola, tenemos tal vez una posici�n un poco m�s equilibrada. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el se�or Ministro. El se�or CAMPOS (Ministro de Agricultura).- Se�or Presidente, agradezco al Honorable Senado la gentileza que ha tenido de invitarnos a participar en esta sesi�n especial que, seg�n su convocatoria, tiene por objeto analizar la situaci�n de la agricultura nacional y las modificaciones previstas a las bandas de precios para determinados productos agr�colas. El Gobierno obviamente valora las distintas intervenciones y comentarios que los se�ores Senadores han vertido en esta oportunidad. La primera reflexi�n que quiero compartir con Sus Se�or�as es que no tengo una visi�n tan terror�fica o catastrofista respecto de la agricultura chilena, ni creo que no haya una pol�tica de Estado para el sector. La pol�tica agr�cola la convinimos con representantes del �rea privada el a�o 2000. Se encuentra construida sobre la base de siete ejes espec�ficos: medidas de seguridad y confianza, medidas que aumentan la productividad, medidas que aumentan la competitividad, el desarrollo de los mercados, la agricultura limpia y de calidad, el desarrollo forestal y el desarrollo rural. Lo anterior se caracteriza por focalizar los recursos en la agricultura sustitutiva de productos de importaci�n (la agricultura del sur) y en la peque�a y en la mediana agricultura. La aplicaci�n de esta pol�tica es lo que precisamente me permite se�alar que durante los tres a�os de Gobierno del Presidente Lagos la actividad silvoagropecuaria nacional ha estado creciendo al doble de lo que lo ha hecho el resto de la econom�a del pa�s. Dicho sector ha crecido 15 por ciento, mientras que la econom�a chilena s�lo lo hizo en 7 por ciento. Esto permite al sector silvoagropecuario ser hoy el segundo exportador, despu�s de la gran miner�a del cobre, pues ha sobrepasado los 5 mil 100 millones de d�lares en ventas al exterior. Tambi�n lo autoriza a decir que sigue siendo el primer sector generador de mano de obra en Chile, con m�s de 750 mil empleos directos al a�o, a pesar del proceso de incorporaci�n de maquinarias y de tecnolog�a en el agro. Adem�s, lo faculta para sostener que, si en sus resultados incluye la agroindustria -que son productos primarios agr�colas con valor agregado-, su participaci�n en el producto interno bruto supera el 15 por ciento. La aplicaci�n de una pol�tica de Estado para la agricultura permite al Gobierno afirmar que en estos tres a�os de gesti�n ha intervenido m�s de 300 mil hect�reas con los programas de riego. Es decir, 25 por ciento de la superficie regada del pa�s ha sido considerada en los programas de la Administraci�n del Presidente Lagos. Cabe destacar tambi�n que durante estos tres a�os m�s de 700 mil hect�reas se han beneficiado con el sistema de recuperaci�n de suelo degradado. En materia de plantaciones forestales, hemos superado las 100 mil hect�reas anuales; o sea, m�s que los bosques que se consumen cada a�o. Asimismo, podemos decir con orgullo que Chile sigue siendo el pa�s con los est�ndares fito y zoosanitarios m�s altos, y que hemos podido controlar todas las emergencias sanitarias que desgraciadamente han ocurrido. Por consiguiente, cuando hablamos del sector silvoagropecuario, obviamente estamos ante un sector muy din�mico y pujante que contribuye al desarrollo nacional como pocas veces lo hab�a hecho antes en la historia de Chile. En cuanto a las medidas de seguridad y confianza que conforman esta pol�tica de Estado, el Gobierno del Presidente Lagos ha manifestado �y lo reitera hoy d�a- que mantendremos las denominadas "bandas de precios" como instrumento estabilizador. Sin embargo, las bandas de precios durante estos tres a�os no han resultado gratis para el pa�s. Los costos que hemos pagado por ello no son menores. Porque en todos los acuerdos comerciales negociados en este per�odo, evidentemente, la mantenci�n del sistema de bandas de precios implica que otros productos -que te�ricamente pod�amos exportar- no han entrado a los mercados con la fuerza necesaria, la velocidad y la cantidad conveniente. Por mantener el sistema de bandas de precios hemos pagado costos, por ejemplo al negociar con la Uni�n Europea, con los Estados Unidos y con Corea, por nombrar s�lo los tres tratados que se est�n formalizando durante la Administraci�n del Presidente Lagos. Como consecuencia del fallo de la ALADI de 2000 -no es una resoluci�n del Ejecutivo-, se desmantel� la banda de precio del aceite. El a�o 2001 tuvimos que compensar con 2 mil 450 millones de pesos a los 290 productores de raps en Chile. �Dos mil 450 millones de pesos a los 290 productores de raps! Para conservar el sistema de bandas de precios, el a�o pasado presentamos al Congreso Nacional un proyecto de ley que elev� el arancel consolidado registrado ante la Organizaci�n Mundial del Comercio. Y precisamente hoy d�a, con el mismo objetivo, hemos enviado al Parlamento otra iniciativa, cuya tramitaci�n se inici� en la C�mara de Diputados, a la cual han hecho referencia algunos se�ores Senadores. Se�or Presidente, entiendo la pasi�n que este tipo de debate puede generar. Pero pienso que hay que ser lo m�s objetivo posible y, en su momento, cuando en este Hemiciclo se produzca la discusi�n, atenerse al sentido, al esp�ritu y a la letra del proyecto. �Por qu� enviamos la iniciativa de ley al Congreso Nacional? Porque �como ya se dijo- estamos obligados a cumplir un fallo de la OMC antes de diciembre del presente a�o, debiendo modificar la f�rmula de c�lculo de la banda de precio del trigo. Si hacemos caso omiso de ese fallo, obviamente, nos estaremos poniendo al margen de la juridicidad internacional y podemos ser objeto de sanciones. Sin embargo, tal fallo s�lo nos obliga a modificar el sistema de c�lculo de la banda del trigo para hacerlo m�s objetivo, m�s transparente y m�s previsible. De modo que el proyecto enviado al Congreso cumple absolutamente con las instrucciones de la Organizaci�n Mundial del Comercio. Pero ese fallo nada dice respecto del az�car. No existe obligaci�n legal para modificar la banda de precio de ese producto. �Por qu�, entonces, se discute sobre el az�car? Porque tenemos una necesidad comercial, un requerimiento dom�stico de modificar la ley de banda pertinente. Si no enmendamos dicho cuerpo legal, la producci�n de remolacha y, por ende, la industria azucarera nacional desaparecen el pr�ximo a�o. Y ello, porque el piso de la banda que corresponde, de acuerdo con la ley vigente, queda bajo los costos de producci�n que tienen los productores de remolacha y la industria IANSA. �sa es la verdad. En consecuencia, el proyecto pretende solucionar un problema: dar a los remolacheros la sustentabilidad que hoy no tienen. Si no legislamos en cuanto a las bandas de precio del az�car -repito-, el pr�ximo a�o desaparecer� la producci�n de remolacha. Como no deseamos que ello ocurra, hemos enviado al Congreso la iniciativa mencionada. Por lo tanto, por un lado, estamos cumpliendo con nuestras obligaciones con la Organizaci�n Mundial de Comercio, y, por otro, resolviendo la necesidad dom�stica de dar sustentabilidad a un cultivo que actualmente no la tiene. Se ha dicho que el proyecto termina el sistema de bandas el 2014. Eso no es efectivo. No existe ninguna disposici�n de la iniciativa que as� lo establezca. Lo que ocurra con las bandas despu�s de ese a�o depender� de lo que resuelva el Parlamento en la oportunidad correspondiente, a la luz de los comportamientos de los mercados internacionales y de la fuerza y vigor de los acuerdos comerciales suscritos por Chile y vigentes en ese instante. Pero el proyecto nada dice respecto del t�rmino de las bandas en el a�o 2014. Asimismo, se ha consultado por qu� la iniciativa s�lo mantiene un piso parejo para la banda de precio durante cuatro a�os y no por m�s tiempo. Por una raz�n muy simple: no podemos exceder del 2007 en la mantenci�n de este piso parejo, a objeto de hacerlo conciliable con los procesos de desgravaci�n del az�car convenidos en los Acuerdos con el MERCOSUR, aprobados por el Congreso Nacional en 1996 �que, como ley de la Rep�blica, estamos obligados a cumplir y respetar-, conforme a los cuales hay un cronograma de desgravaci�n del az�car que comienza en el 2007. No obstante, el az�car y la remolacha ser�n los dos �nicos productos que en Chile tendr�n un precio fijo, parejo e independiente de las fluctuaciones de los mercados internacionales durante cuatro a�os. Y ah� reci�n se inicia el cronograma de desgravaci�n. Por �ltimo, concuerdo con lo expresado por diversos se�ores Parlamentarios en el sentido de que el fondo de la discusi�n obviamente es el tema de las mezclas. En apoyo al proyecto, se ha presentado una f�rmula que pretende resolver este tipo de situaciones. Nosotros no estamos cerrados a discutir otras f�rmulas para solucionar lo de las mezclas. Pero, �cuidado, se�ores Senadores! No se trata de resolver estos asuntos seg�n el parecer de cada cual, sino de acuerdo a procedimientos que sean factibles. Y cuando hablo de posibilidad o de factibilidad, obviamente debemos tener presentes las normativas internacionales que estamos obligados a cumplir, pues de lo contrario nos estar�amos exponiendo a un panel. Creo �as� lo espero; y conf�o en ello- que, una vez que desaparecidas o atenuadas las pasiones y los intereses econ�micos que evidentemente est�n en conflicto, tambi�n se vean estas materias desde otro punto de vista (detr�s de este proyecto hay plata). Y no me cabe la menor duda de que el Congreso Nacional encontrar� una f�rmula que satisfar� los intereses del pa�s. El se�or LARRA�N.- �Me permite una interrupci�n, se�or Ministro? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Est� agotado su tiempo. El se�or LARRA�N.- Es para hacer una consulta sobre lo que acaba de decir. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene que ped�rsela al pr�ximo Senador que intervenga. Tiene la palabra el Honorable se�or Arancibia. El se�or ARANCIBIA.- Le doy la interrupci�n, Su Se�or�a. El se�or LARRA�N.- No puedo quitarle su tiempo, se�or Senador. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Estamos con un horario ajustado. El se�or LARRA�N.- Si le sobran minutos, se los pido. El se�or ARANCIBIA.- Se�or Presidente, a medida que avanza el debate va quedando en claro que el tema no es el de las bandas de precios. As� lo han dicho unos y otros. Y aun cuando inicialmente ellas parecieran ser la clave de la sustentaci�n de una capacidad productiva agr�cola en cierta parte de nuestro territorio, pasa el tiempo y nos damos cuenta de que el proyecto de ley presentado por el Gobierno de la Concertaci�n, como han sostenido algunos, tiene hasta una sobreprotecci�n de la remolacha, que pagaremos todos los chilenos durante los pr�ximos cuatro a�os. Eso quiero dejarlo claro. Porque cuando aqu� defendemos a los fabricantes de caramelos o a los productores de remolacha, pareciera que como Senadores de la Rep�blica nos estamos olvidando de los otros 14 millones de compatriotas que deben pagar el producto, de acuerdo con la resoluci�n que aqu� se adopte. Sin embargo, siendo contrario al criterio de bandas de precios, como se deduce del planteamiento que estoy haciendo, debo reconocer que no puede haber una medida dr�stica, que de la noche a la ma�ana modifique las reglas del juego y deje a un sector productivo importante sin su fuente de trabajo. Me refiero a los remolacheros, que son la base de la producci�n nacional de az�car. Por lo tanto, no concordando con el criterio de las bandas de precios, estar�a en condiciones de apoyarlas, en los t�rminos establecidos en el proyecto, con el prop�sito de que, de haber una reconversi�n, �sta se vaya produciendo en el tiempo. En lo que personalmente me ata�e, como representante de la Quinta Regi�n -con esa vehemencia o imparcialidad que nos asign� un se�or Senador que me antecedi� en el uso de la palabra- y como defensor de los productos elaborados en esta zona, donde ciertamente la parte alimentaria est� siendo o ser�a afectada, ir� al meollo del asunto, que son las mezclas, respecto de lo cual deseo plantear dos cosas importantes. La primera es que ojal� nuestra resoluci�n proteja, no modifique y permita el sostenimiento de las bandas de precios para que los remolacheros puedan avanzar en su transformaci�n o adaptaci�n a un futuro que, al parecer, ser� inevitable. Soy pro remolachero, en el sentido de que los productores del rubro tengan garantizada su fuente de trabajo. �Qu� significa eso? Asegurarles que las 27 mil hect�reas que se encuentran sembradas en este momento sean elaboradas por las plantas de IANSA y se produzcan las 530 mil toneladas de az�car que se comercializan en la actualidad. Esto se va a mantener, al parecer, en los pr�ximos cuatro a�os. Considero fundamental que seamos capaces de asegurar al sistema sus fuentes de producci�n, de elaboraci�n y de comercializaci�n, tal como est� montado. La referida industria produjo 530 mil toneladas en 2002, y este a�o elaborar� una cantidad similar. No quiero entrar a analizar -para no perder tiempo en eso-, el hecho de que ella ha ido disminuyendo el precio de compra de la remolacha a los agricultores. Pero es interesante saber que, en los �ltimos a�os, de 50 d�lares por tonelada baj� a 47 y ahora est� en 43,9, lo que ha llevado a que la superficie sembrada pase de 47 mil a 27 mil hect�reas en la actualidad. Se ha verificado �repito- una merma en el cultivo de remolacha, no obstante existir mayor capacidad de producci�n y buen avance tecnol�gico. El se�or VALD�S.- Y ha bajado el precio. El se�or ARANCIBIA.- Conforme. Y por ello est�n sembrando menos, pues a los productores de remolacha ya no les resulta conveniente vender a esos valores. Me imagino que por esa raz�n la superficie destinada a su cultivo ha disminuido de 47 mil a 27 mil hect�reas el d�a de hoy. Reitero: el tema que deseo abordar no es la remolacha. El se�or NARANJO.- Hay menor rendimiento. El se�or ARANCIBIA.- Qued�monos en las 530 mil toneladas que produce IANSA, cuya materia prima adquiere a los remolacheros. Segundo, el pa�s consume 805 mil toneladas de az�cares, mezclas y otros. Y, para enfrentar ese compromiso, se importan �estoy remiti�ndome a las cifras del a�o pasado- 117 mil toneladas de az�car. Adem�s, entran otras 60 mil toneladas mediante un convenio especial, con un precio referencial distinto, pues pagan s�lo el IVA. Es decir, se est� importando sin afectar a los remolacheros ni a IANSA, sino a quienes redistribuyen el producto o lo adquieren para otros fines. Repito: estamos importando cerca de 170 mil toneladas de az�car al a�o. Las mezclas, que han generado este gran debate, han alcanzado las 39 mil toneladas anuales. Se dice que mediante las mezclas se puede perforar la banda. Entonces, consignemos una norma que lo impida. Establezcamos un l�mite a las mezclas. �Cu�nta az�car es posible emplear en ellas? �Ochenta mil, noventa mil, 130 mil toneladas? Fijemos un l�mite: 80 mil toneladas. Pong�monos de acuerdo y dej�moslo como l�mite m�ximo de importaci�n de mezclas para productos elaborados, que tendr�n un valor agregado y que nos permitir�n competir en los mercados internacionales y fomentar nuestro desarrollo. Ello, sin da�ar a los productores de remolacha �lo repito- ni a IANSA, que ciertamente es un conglomerado especial y poderoso en lo comunicacional, y favoreciendo la capacidad nacional de agregar valor a nuestros productos. Importemos az�car, en las condiciones que nos ofrece el mercado; o importemos mezclas y hagamos que las f�bricas productoras de caramelos y otros se multipliquen por diez. Porque nuestra capacidad tecnol�gica y nuestra mano de obra est�n en condiciones de competir, pero no contra una banda de precio que estamos pagando todos los chilenos y que afecta a sectores productivos, como dijo el se�or Ministro de Agricultura. �ste no es un problema pol�tico, sino de l�gica pura. Y pido a Sus Se�or�as que acudamos a ella. No afectemos ni a la remolacha, ni a IANSA, de acuerdo con los cronogramas que el Gobierno ha fijado a los compromisos internacionales. Pero, �por favor!, no hablemos de perforaci�n de bandas cuando tenemos un margen de 180 mil toneladas de az�car que estamos importando a precios preferenciales, para distribuirla en el mercado sin agregarle un peso de valor agregado, excepto la bolsita en que se vende. He dicho. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Garc�a. El se�or GARC�A.- Se�or Presidente, deseo se�alar que, en raz�n del tiempo, mi intervenci�n tambi�n la hago en nombre del Senador por la Novena Regi�n se�or Espina. En primer t�rmino, considero conveniente aclarar por qu� nos hallamos en esta discusi�n y por qu� planteamos y defendemos el sistema de bandas de precios. No es por el capricho de un grupo de agricultores, sino b�sicamente porque en el mundo de los mercados agr�colas es tal el grado de distorsi�n como consecuencia de los millonarios subsidios que entregan a sus agriculturas los Estados Unidos y la Uni�n Europea, que no se puede obligar a los productores nacionales a competir de igual a igual con los norteamericanos o europeos. Porque se trata de una competencia profundamente desleal, donde el costo de un productor chileno se enfrenta al de un productor norteamericano o europeo que recibe un millonario apoyo de la caja fiscal de su respectivo pa�s. Lo anterior hace que la competencia sea absolutamente desleal y que en materia de precios internacionales existan enormes distorsiones. Por supuesto, ello ocurre con mucho mayor raz�n con el az�car. Se�or Presidente, insisto en que aqu� no se est� pidiendo un tratamiento especial. Chile, con sus 75 toneladas por hect�rea, es el pa�s con mayor rendimiento por hect�rea en el cultivo de la remolacha. Lo sigue Francia, con 70 toneladas por hect�rea. �Podemos hablar, entonces, de que estamos solicitando subsidios o protecci�n para un sector ineficiente de la econom�a? No. Estamos pidiendo apoyo para una actividad que es eficiente, que tiene el m�s alto rendimiento del mundo, pero que no puede competir a ra�z de las distorsiones en los precios internacionales como consecuencia de los subsidios. En mi opini�n, la soluci�n tal vez no sea s�lo establecer un sistema de banda de precio. De hecho, quiero recordar, como lo se�al� muy bien aqu� el se�or Ministro, que Chile fue llevado a un panel a la Organizaci�n Mundial de Comercio por Argentina, pa�s con el cual estamos asociados a trav�s del MERCOSUR. Contra todos los pron�sticos, la naci�n trasandina gan� el panel. �Cosa curiosa! Argentina se preocup� de reclamar por el sistema de bandas de precios empleado por Chile respecto del aceite y el trigo, pero no lo hizo acerca del az�car, porque dicho pa�s ocupa el mismo mecanismo para defender la suya. Sin embargo, debemos adecuar nuestra legislaci�n sobre bandas de precios a las exigencias de una resoluci�n dictada al respecto para dar en el gusto a la OMC, que fall� en contra de Chile, y a los argentinos, que nos llevaron a ese panel. Pero quiero aqu� hacer una reserva. Los argentinos sostienen que el fallo del panel significa el t�rmino de las bandas de precios en Chile. Nosotros decimos que no; que �l s�lo nos obliga a adecuarlas. Pero nada garantiza que una vez hecha la adecuaci�n de nuestra normativa Argentina no nos vuelva a llevar a un panel. Debo insistir en que se trata de un pa�s con el cual estamos asociados a trav�s del MERCOSUR. Y �ste no es un tema menor, porque cuando nos integramos a ese organismo regional advertimos que iban a ocurrir situaciones como �sta. Ahora, si observamos las cifras del MERCOSUR, vamos a comprobar que �stas son tremendamente favorables para Argentina y Brasil, pero muy desfavorables para nuestro pa�s. En efecto, ambas naciones han m�s que doblado sus exportaciones hacia Chile. En cambio, nuestros actuales env�os a ellas son menores que los que se hac�an antes de que nos asoci�ramos a dicho organismo. Se�or Presidente, quiero poner adem�s un ejemplo. Porque una discusi�n similar a �sta se produjo con motivo de los cultivos de raps y maravilla, en que se perfor� la banda del aceite mediante mezclas. El mismo debate que estamos teniendo hoy respecto del az�car. �Qu� ocurri�? Ninguna autoridad puso atajo a tiempo a esta situaci�n. Se terminaron los cultivos de raps y maravilla. Y as� desaparecieron la industria del aceite y su producci�n en nuestro pa�s. La pregunta es: �baj� el precio del aceite para los consumidores? No. Entonces, por la distorsi�n en los mercados internacionales, existe la urgente necesidad de vigilar permanentemente c�mo nos defendemos de esa competencia desleal. Por �ltimo, no puedo dejar de se�alar mi preocupaci�n por lo que est� ocurriendo con la asociaci�n de Chile a la Uni�n Europea. De acuerdo con los datos proporcionados por el Banco Central, durante el per�odo enero-mayo del presente a�o las exportaciones chilenas a la Uni�n Europea crecieron en 6,3 por ciento, mientras que las importaciones desde �sta a nuestro pa�s aumentaron en 14,4 por ciento. Es decir, m�s del doble de lo que subieron las ventas. Se�or Presidente, �no estaremos comenzando a seguir el mismo camino a que nos llev� el MERCOSUR, en que Chile result� ser un muy buen mercado para los pa�ses miembros, pero no en cuanto a nuestros productos? A mayor abundamiento �porque estamos tratando el tema agr�cola-, debo se�alar que uno de los rubros que m�s han crecido es el centeno. Durante el a�o 2002 no se realizaron importaciones desde Europa hacia Chile. Sin embargo, entre enero y marzo del presente a�o ya se ha invertido un mill�n 300 mil d�lares por ese concepto. En lo que respecta a la malta de cebada y a la cebada, la cifra supera los dos millones de d�lares. Y as� sucesivamente. Con esto quiero decir que est� ingresando gran cantidad de productos agr�colas desde Europa, pero -�caramba!- no ocurre lo mismo con los nuestros en el Viejo Continente. He dicho. ----------------- El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Informo a la Sala que ha sido suspendida la sesi�n de las 15:30, porque no estar�a listo todav�a el informe de la Comisi�n de Salud. Por lo tanto, se celebrar� nada m�s que la sesi�n ordinaria de las 16. ---------------- El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Cariola. El se�or CARIOLA.- Se�or Presidente, defiendo con profundo convencimiento la producci�n de az�car sobre la base de remolacha en Chile. Es una actividad que favorece a nuestro pa�s, porque tiene claras ventajas comparativas en la producci�n de remolacha y la elaboraci�n de az�car. Chile �como se ha dicho reiteradamente aqu�- es una de las naciones m�s eficientes del mundo en la producci�n de remolacha. Exhibe la m�s alta producci�n mundial, logro digno de destacar, porque no sobresalimos en muchas cosas. Lo anterior ha demandado un gran esfuerzo de desarrollo tecnol�gico. Pero adem�s nos acompa�an las condiciones clim�ticas y, de suelo y la conformaci�n de nuestro territorio. Las plantas est�n repartidas a lo largo de Chile, lo cual permite obtener, no s�lo una producci�n mucho m�s eficiente, sino tambi�n un costo m�s barato del az�car. En el caso de este �ltimo producto, la banda de precio �por lo menos, hist�ricamente- se ha definido como un instrumento estabilizador de precios. Ella ha funcionado como tal y se compensan las alzas con las bajas, dado que �seg�n se ha se�alado reiteradamente aqu�- el mercado internacional del az�car, que es una parte muy peque�a de lo que se transa a nivel mundial, es tremendamente vol�til. Con ello el consumidor y el productor chileno se ve�an expuestos a esa volatibilidad, pero con el sistema de bandas de precios se lograba estabilizarlos. Y ha funcionado bien. Aunque �ltimamente ello no es tan v�lido, nadie puede decir que en el futuro no volver� a ser as�. Pero lo que no cambia para nada es que Chile cuenta con ventajas comparativas en el cultivo de remolacha y en la producci�n de az�car sobre la base de remolacha. Es algo logrado a trav�s de un gran esfuerzo, pues se han realizado inversiones y se ha introducido tecnolog�a, constituyendo un gran m�rito del sector agr�cola. Y lo consigno especialmente en lo que dice relaci�n a los agricultores de la Regi�n que represento. Me ha alegrado mucho escuchar al se�or Ministro expresar la disposici�n a encontrar una soluci�n al asunto de las mezclas. Creo que existe espacio para conseguirlo y estoy cierto de que ese prop�sito se materializar�, porque si no, dado que de partida se perforar�an las bandas, el proyecto de ley no tendr�a destino y, por ende, carecer�a de sentido. Reitero que me complace mucho esa disposici�n, y me parece que todos los dem�s Senadores piensan en la misma forma. Pero no estoy tan de acuerdo con el se�or Ministro en cuanto a la calendarizaci�n, que encuentro muy negativa por varios motivos. En primer lugar, porque el acuerdo del panel de la OMC no nos impuso como condici�n introducirla de modo que debi�ramos adecuar nuestra normativa sobre la banda de precios a las exigencias de una resoluci�n dictada sobre el particular. Y en seguida, porque importa un mal mensaje para la actividad econ�mica de que se trata, que en Chile ofrece una gran viabilidad. Al respecto, deseo hacer una referencia a un comentario del Honorable se�or Ominami con relaci�n al costo que se encuentra involucrado para el pa�s. Porque tambi�n se deben tener en cuenta las grandes consecuencias que derivan de la migraci�n del campo a la ciudad. En la producci�n de az�car sobre la base de remolacha intervienen 45 mil a 47 mil personas. Es mucha gente. Y su traslado a los centros urbanos implica un costo que sufren todos los chilenos. La que nos ocupa es una actividad que se desarrolla en Regiones. Y enfrentamos la grave dificultad de que no existe una regionalizaci�n econ�mica. Se trata de una de las pocas producciones que, por su naturaleza, tienen lugar en ese escenario. Pero su t�rmino sobrevendr� en un plazo, no de diez a�os, sino, lamentablemente, de cuatro, porque al ir disminuyendo quedar� fuera una enormidad de productores. A su vez, IANSA deber� cerrar m�s plantas. Las personas que intervienen en la actividad econ�mica saben lo que son las expectativas. Para mantener costos bajos y lograr competitividad, se requieren ingentes inversiones. �stas han permitido al sector remolachero los costos que registra, que son muy bajos: los m�s competitivos del mundo. Pero el riego y la mantenci�n de las plantas en condiciones de producir a bajos costos demandan recursos; y las inversiones no se hacen con un horizonte de cuatro a�os. He dicho. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Larra�n. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, quiero simplemente formular algunas precisiones acerca de conceptos expresados por el se�or Ministro de Agricultura y que dicen relaci�n a lo que realmente se persigue con el proyecto de ley en comento. El se�or Ministro ha sostenido que las bandas no terminan el a�o 2014. Por desgracia, la iniciativa que conocemos se�ala exactamente lo contrario. En su fundamento, puntualiza: "En consideraci�n a la tendencia actual de apertura de los mercados internacionales y los avances en la competitividad de la producci�n agr�cola, se determina que la facultad de establecer derechos espec�ficos y rebajas al arancel expirar� el a�o 2014.". Y su art�culo 1�, cuando determina el nuevo sistema -por lo que ya se ha consignado- de bandas de precios, autoriza para establecer derechos espec�ficos, en la forma que ah� se precisa, "hasta el a�o 2014". En consecuencia, en 2015 ninguna autoridad en Chile podr� consagrar derechos espec�ficos a trav�s de las bandas de precios. En 2014, �stas "mueren". �se es un dato de la cuesti�n, independiente de que sea bueno o malo: as� es. Y a ello se debe agregar un factor adicional: la calendarizaci�n. Porque se empieza con un piso los primeros cuatro a�os, que en realidad se reducen a tres, porque, como la temporada es anual, se afecta al cuarto a�o; de modo que la ca�da empieza en el tercero. Y en esa misma medida, se�or Ministro -me dirijo a usted por intermedio del se�or Presidente-, el impacto, a sabiendas de que los derechos terminan en 2014, genera una inestabilidad y una incertidumbre muy grandes. La actividad en an�lisis empieza a morir lentamente. Por ello, la suma de los dos efectos es muy negativa. Pero todo lo expuesto es literatura, porque no sacamos nada con decir que siquiera se dispone de bandas hasta 2014, desde el momento en que las mezclas, como se ha explicado, son el cap�tulo por el cual se acaba ese mecanismo. Es algo que ya ocurri� con el aceite; reci�n lo record� nuevamente el Senador se�or Garc�a, y yo lo mencion� en mi intervenci�n anterior. Si se aprueba ahora el sistema de las mezclas en el caso del az�car, morir� la remolacha y se registrar�n 45 mil a 47 mil trabajadores menos en las fuentes laborales. Pero, adem�s, �qui�n para el proceso respecto de la harina de trigo? Ya ha habido importaciones de ese producto -se ha debido detenerlas en Aduanas- que, a trav�s de las mezclas, habr�an podido perforar la banda. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se agota su tiempo, se�or Senador. El se�or LARRA�N.- Concluyo, se�or Presidente. Por lo tanto, no sacamos nada con disponer de bandas de precios u otros mecanismos, porque lo que ha cambiado en las reglas del juego -y �sta es la respuesta al Honorable se�or Ominami- es precisamente lo relativo a las mezclas, que empezaron hace un a�o. �Si antes no se suscitaban dificultades! El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Finaliz� su tiempo, se�or Senador. El se�or LARRA�N.- Ahora, por el cap�tulo que nos ocupa, se est� cerrando la posibilidad de que se mantenga la agricultura tradicional, porque la clave de esa actividad son productos anuales como la remolacha, el trigo y el aceite, que por ese camino van a desaparecer. Por ello, no somos alarmistas: somos realistas. Y es preciso tomar una decisi�n de fondo. Si queremos esos productos, no podemos hacer caso omiso de la situaci�n descrita. He dicho. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Ha llegado la hora de t�rmino de la sesi�n. Le correspond�a intervenir al Honorable se�or �vila, y despu�s, a varios se�ores Senadores inscritos oportunamente. Propongo, primero, que en la Versi�n Oficial se deje constancia de ello y de que por falta de tiempo Sus Se�or�as no pudieron expresar sus puntos de vista; y luego, que las inscripciones se conserven en el mismo orden para los efectos del debate de la iniciativa en la Sala. Tiene la palabra el Senador se�or Cantero. El se�or CANTERO.- Se�or Presidente, sugiero que a quienes no alcanzamos a intervenir se nos permita insertar nuestros discursos. Creo que ser�a lo m�s justo. El se�or MORENO.- No hay acuerdo. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- No puedo hacerlo si no existe acuerdo al respecto. El se�or CANTERO.- Si no es posible recabar el asentimiento de la Sala sobre el particular, pido celebrar otra sesi�n especial sobre el tema. El se�or MORENO.- Prefiero una segunda sesi�n especial. El se�or N��EZ.- Debemos tener presente que se podr� discutir de nuevo el asunto con motivo del proyecto de ley correspondiente, que llegar� de la C�mara de Diputados. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Por supuesto. Y los se�ores Senadores que no alcanzaron a usar de la palabra quedar�n inscritos en el mismo orden. El se�or MORENO.- Se�or Presidente, solicito que las intervenciones registradas en la presente sesi�n sean enviadas por oficio al Presidente de la Rep�blica y a los se�ores Ministros de Hacienda y de Agricultura. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- As� se har�, Su Se�or�a. El se�or Ministro de Agricultura ya las escuch�. El se�or MORENO.- Pero el de Hacienda, no. El se�or CANTERO.- Reitero mi petici�n, se�or Presidente: que se inserten las intervenciones de quienes no pudimos usar de la palabra. Le solicito que para ello recabe el acuerdo de la Sala. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Llevar� a los Comit�s su planteamiento, se�or Senador, del cual soy partidario. El se�or MART�NEZ.- Se�or Presidente, quiero recordarle que es fundamental la expresi�n de los se�ores Senadores en un debate de este tipo. No estoy inscrito, pero escuch� con mucha atenci�n lo que se manifest�. Me parece que los colegas que se inscribieron para usar de la palabra deben contar con la posibilidad, en la pr�xima sesi�n que se celebre sobre el tema, de explayarse en las mismas condiciones en que lo hicieron quienes ya han intervenido. Si no, no existe "fair play". El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Estamos de acuerdo en eso. Y as� lo propuse. El se�or MART�NEZ.- Su Se�or�a expres� que la discusi�n tendr�a lugar cuando se tratara el proyecto. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Plante� que los se�ores Senadores que no pudieron intervenir tengan la posibilidad de hacerlo, seg�n el orden de inscripci�n, en la sesi�n en que se debata la iniciativa correspondiente... El se�or MART�NEZ.- Cuando "se debata la iniciativa correspondiente". El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).-...o en una sesi�n especial, si as� se resuelve. El se�or MART�NEZ.- �Es lo que quer�a pedir! El se�or N��EZ.- Ello puede suceder la pr�xima semana. El se�or MART�NEZ.- Quiero insistir en lo de la sesi�n especial, porque es el origen... El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Ya se sabe que, reglamentariamente, ese tipo de sesi�n puede ser solicitada por determinado n�mero de Senadores. No ser� quien lo impida. El se�or MART�NEZ.- Conforme, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se levanta la sesi�n. ----------------- --Se levant� a las 14:4. Manuel Oca�a Vergara, Jefe de la Redacci�n