REP�BLICA DE CHILE DIARIO DE SESIONES DEL SENADO PUBLICACI�N OFICIAL LEGISLATURA 348�, EXTRAORDINARIA Sesi�n 48�, en jueves 8 de mayo de 2003 Extraordinaria (De 11:20 a 13:58) PRESIDENCIA DE LOS SE�ORES ANDR�S ZALD�VAR, PRESIDENTE, Y CARLOS BOMBAL, VICEPRESIDENTE SECRETARIO, EL SE�OR CARLOS HOFFMANN CONTRERAS, TITULAR ____________________ � N D I C E Versi�n Taquigr�fica P�g. I. ASISTENCIA......................................................................................................... II. APERTURA DE LA SESI�N............................................................................... III. TRAMITACI�N DE ACTAS..........................................................................�. IV. CUENTA............................................................................................................... V.ORDEN DEL D�A: Proyecto de ley, en segundo tr�mite, que regula aplicaci�n de normas relativas a endeudamiento excesivo en financiamiento de proyectos y a otras materias tributarias (3181-05) (se aprueba en general)............... Proyecto de ley, en segundo tr�mite, sobre Sistema de Inteligencia y creaci�n de Agencia Nacional de Inteligencia (2811-02) (queda pendiente su discusi�n general) Recibimiento a Presidente del Senado de Rumania ............................ VERSI�N TAQUIGR�FICA I. ASISTENCIA Asistieron los se�ores: --Arancibia Reyes, Jorge --�vila Contreras, Nelson --Boeninger Kausel, Edgardo --Bombal Otaegui, Carlos --Canessa Robert, Julio --Cantero Ojeda, Carlos --Coloma Correa, Juan Antonio --Cordero Rusque, Fernando --Espina Otero, Alberto --Fern�ndez Fern�ndez, Sergio --Flores Labra, Fernando --Frei Ruiz-Tagle, Carmen --Frei Ruiz-Tagle, Eduardo --Garc�a Ruminot, Jos� --Horvath Kiss, Antonio --Larra�n Fern�ndez, Hern�n --Lavandero Illanes, Jorge --Matthei Fornet, Evelyn --Moreno Rojas, Rafael --Mu�oz Barra, Roberto --Novoa V�squez, Jovino --N��ez Mu�oz, Ricardo --Ominami Pascual, Carlos --Orpis Bouch�n, Jaime --P�ez Verdugo, Sergio --Parra Mu�oz, Augusto --Prokurica Prokurica, Baldo --R�os Santander, Mario --Romero Pizarro, Sergio --Ruiz De Giorgio, Jos� --Ruiz-Esquide Jara, Mariano --Sabag Castillo, Hosa�n --Silva Cimma, Enrique --Stange Oelckers, Rodolfo --Vald�s Subercaseaux, Gabriel --Vega Hidalgo, Ram�n --Viera-Gallo Quesney, Jos� Antonio --Zald�var Larra�n, Andr�s --Zurita Camps, Enrique Concurrieron, adem�s, el se�or Subsecretario del Interior, la se�ora Subsecretaria de Hacienda y el se�or Director de Seguridad P�blica e Informaci�n. Actu� de Secretario el se�or Carlos Hoffmann Contreras, y de Prosecretario, el se�or Sergio Sep�lveda Gumucio. II. APERTURA DE LA SESI�N --Se abri� la sesi�n a las 11:20, en presencia de 16 se�ores Senadores. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesi�n. III. TRAMITACI�N DE ACTAS El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se da por aprobada el acta de la sesi�n 45�, especial, en 6 de mayo del a�o en curso, que no ha sido observa El acta de la sesi�n 46�, ordinaria, en 6 de mayo del presente a�o, se encuentra en Secretaria a disposici�n de los se�ores Senadores, hasta la sesi�n pr�xima para su aprobaci�n. IV. CUENTA El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretar�a. El se�or SEP�LVEDA (Prosecretario).- Las siguientes son las comunicaciones recibidas: Oficios De la Honorable C�mara de Diputados, por medio del cual comunica que ha dado su aprobaci�n, en los mismos t�rminos en que lo hizo el Senado, al proyecto referente a modificaci�n de la ley N� 19.281, sobre arrendamiento de viviendas con promesa de compraventa (Bolet�n N� 3.115-14). --Se toma conocimiento y se manda comunicar a Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica. De la se�ora Secretaria Regional Ministerial de Obras P�blicas de la Novena Regi�n, con el que responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Espina, sobre accesos a la localidad de Villa Esperanza, en la comuna de Collipulli. --Queda a disposici�n de los se�ores Senadores. Informes Dos de la Comisi�n de Relaciones Exteriores, reca�dos en los proyectos de acuerdo, en segundo tr�mite constitucional, que se indican: 1.- El relativo al "Convenio de Seguridad Social entre el Gobierno de la Rep�blica de Chile y el Gobierno de la Rep�blica Checa" (Bolet�n N� 3.120-10), y 2.- El referido al "Convenio B�sico de Cooperaci�n T�cnica y Cient�fica entre el Gobierno de Chile y el Gobierno de la Rep�blica Dominicana", suscrito en Santo Domingo de Guzm�n, el 4 de marzo de 1998 (Bolet�n N� 3.133-10) --Quedan para tabla. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Terminada la Cuenta. ---------------- El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Solicito el asentimiento de la Sala para colocar en tabla de F�cil Despacho de la pr�xima sesi�n ordinaria los dos proyectos de acuerdos que figuran en la Cuenta de la presente sesi�n. --As� se acuerda. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- La se�ora Presidenta de las Comisiones de Hacienda y de Gobierno, unidas, ha solicitado a la Mesa que recabe la autorizaci�n de los se�ores Senadores a fin de prorrogar el plazo, hasta el comienzo de la sesi�n a la cual fue convocada para hoy, para formular indicaciones al proyecto sobre gasto electoral que est� analizando. Si le parece a la Sala, se acceder� a la petici�n. --As� se acuerda. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Deseo hacer presente que las indicaciones al proyecto despachado en general en la sesi�n especial de ayer, relativo a la separaci�n de escalafones en la Fuerza A�rea, deben ser presentadas directamente en la Secretar�a de la Comisi�n, por tratarse de una materia de car�cter secreto. Por otra parte, cabe recordar que hoy, a las 13, recibiremos al Presidente del Parlamento de Rumania, quien viene de visita a Chile junto con una delegaci�n de siete Senadores y un importante n�mero de empresarios. Por lo tanto, solicito la presencia de Sus Se�or�as, como tambi�n su participaci�n en el almuerzo que se celebrar�. V. ORDEN DEL D�A NORMAS SOBRE ENDEUDAMIENTO EXCESIVO EN FINANCIAMIENTO DE PROYECTOS Y OTRAS MATERIAS TRIBUTARIAS El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Corresponde ocuparse en el proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que regula la aplicaci�n de normas relativas al endeudamiento excesivo en financiamiento de proyectos y a otras materias tributarias, con informe de la Comisi�n de Hacienda. --Los antecedentes sobre el proyecto (3181-05) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 40�, en 15 de abril de 2003. Informe de Comisi�n: Hacienda, sesi�n 47�, en 7 de mayo de 2003. El se�or HOFFMANN (Secretario).- El Ejecutivo hizo presente la urgencia para el despacho del proyecto, calific�ndola de "suma". La iniciativa se encuentra informada s�lo en general. Sus objetivos principales son introducir diversos perfeccionamientos a la Ley de Impuesto a la Renta y derogar el art�culo 4� de la ley N� 18.402, conforme a la cual los cr�ditos hipotecarios para vivienda est�n afectos a un impuesto de timbres y estampillas de 1,2 por ciento del capital. Con la derogaci�n se restablecer�a la aplicaci�n general y uniforme de la tasa de 1,608 por ciento de la Ley de Timbres y Estampillas. En cuanto a los perfeccionamientos de esta �ltima legislaci�n, cabe mencionar, entre otros, los siguientes: 1) Los cr�ditos provenientes de los denominados para�sos tributarios se clasificar�n como "relacionados". 2) Se aclara la normativa actual para que el financiamiento de proyectos, o "proyect financing", no se considere como operaci�n relacionada. 3) Se precisa la manera en que debe efectuarse la medici�n de la deuda y la aplicaci�n de la norma relativa a sobreendeudamiento, cuando se realizan modificaciones a la estructura de la empresa que impliquen traslado o novaci�n de deudas. 4) Se incorporan los bonos emitidos en moneda nacional para la determinaci�n de la relaci�n deuda-patrimonio. 5) Se simplifica y corrige la norma que define la manera de calcular el patrimonio de la empresa para obtener la relaci�n deuda-patrimonio cuando ella tenga filiales o coligadas. 6) Finalmente, se establece expl�citamente que los compromisos contra�dos con organismos internacionales multilaterales no constituyen deudas relacionadas. El proyecto fue aprobado en general por la unanimidad de los miembros de la Comisi�n, Senadores se�ora Matthei y se�ores Boeninger, Foxley, Garc�a y Ominami. Su texto final se consigna en el informe que Sus Se�or�as tienen a la vista. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Solicito autorizaci�n para que pueda ingresar a la Sala la Subsecretaria de Hacienda, se�ora Maria Eugenia Wagner. --Se accede. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En la discusi�n general, tiene la palabra la Senadora se�ora Matthei. La se�ora MATTHEI.- Se�or Presidente, este proyecto viene a perfeccionar una normativa legal que aprobamos hace aproximadamente un a�o. Deseo se�alar en esta oportunidad que no se trata de corregir errores, sino de abordar situaciones tributarias muy complicadas. En la medida en que diversos contribuyentes hicieron consultas al Director del Servicio de Impuestos Internos, nos dimos cuenta de que efectivamente era necesario complementar la norma. Concordamos con todas las disposiciones del proyecto, no obstante que en la C�mara de Diputados algunas materias fueron votadas en contra por Parlamentarios de nuestra bancada, particularmente en cuanto al aumento del impuesto de timbres y estampillas sobre los cr�ditos hipotecarios. Ello obedeci� al hecho de que, cuando se convino en el Parlamento bajar las tarifas a 6 por ciento, llegamos a un acuerdo con el Gobierno para subir diversos impuestos, a fin de compensar la baja que se producir�a en la recaudaci�n. Ello signific� aumentar la tasa m�xima del impuesto de timbres y estampillas. Sin embargo, en ese momento nadie repar� que dicho tributo figuraba en dos leyes distintas, y se procedi� a incrementar s�lo uno, con una tasa m�xima de 1,2 para los cr�ditos hipotecarios. El Senador se�or Garc�a y quien habla votamos a favor de esta norma en la Comisi�n de Hacienda, porque entendemos que en ese acuerdo pol�tico efectivamente se consider� el aumento de la tasa m�xima del impuesto de timbres y estampillas respecto de todos los cr�ditos, y que el no haberla subido legalmente para los hipotecarios, en el fondo, fue un error por no darnos cuenta de que la tasa m�xima aparec�a en dos leyes distintas. Se�or Presidente, se trata de una iniciativa importante, que requiere ser despachada con prontitud �ojal� pueda serlo la pr�xima semana en forma definitiva-; est� bien hecha y fue aprobada por unanimidad en la Comisi�n. Por eso, la hemos apoyado. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Garc�a. El se�or GARC�A.- Se�or Presidente, la bancada de Renovaci�n Nacional va a votar favorablemente el proyecto, por considerar altamente conveniente que las reglas tributarias sean lo m�s claras posible, de tal forma que los inversionistas sepan exactamente cu�l es la norma que rige cuando realizan determinadas operaciones. De hecho, cuando se produce nebulosa en esta materia, ello constituye un desincentivo a la inversi�n. En este caso concreto, lo que se pretende es precisar algunas disposiciones que generaron dudas en su aplicaci�n luego de que fuera promulgada la ley sobre combate a la evasi�n tributaria. Por ejemplo, en esa normativa legal se estableci� un impuesto del 35 por ciento a los intereses de las llamadas "deudas relacionadas". Los se�ores Senadores comprender�n que es un tributo bastante alto. �ste rige cuando se entiende que existe un sobreendeudamiento con empresas relacionadas. Y hay sobreendeudamiento cuando la obligaci�n excede tres veces el patrimonio. Por lo tanto, definir claramente qu� es y qu� no es una deuda relacionada tiene directa vinculaci�n con el hecho de si se paga o no se paga el impuesto del 35 por ciento. Por consiguiente, para quienes no tienen deudas relacionadas esta aclaraci�n constituye un incentivo para continuar financiando proyectos, como se establece en la iniciativa en debate. Una segunda materia, que, en mi opini�n, es incluso m�s importante que la anterior, se refiere a la retenci�n del 20 por ciento por retiro de utilidades afectas al impuesto adicional con que se grava el retiro de utilidades de sociedades de personas. En verdad, muchas veces tal retiro se hace para reinvertirlo en otra empresa dentro del mismo territorio nacional. Sin embargo, como eso no qued� expresamente dicho, el acto quedaba autom�ticamente sujeto a una retenci�n del 20 por ciento, aun cuando el capital fuese reinvertido y estuviera generando mayor producci�n y m�s fuentes de trabajo. Por eso, tambi�n nos parece tremendamente importante que esto se corrija, a fin de que existan normas claras y definitivas. El elemento m�s controvertido del proyecto es, sin duda, el alza del gravamen en el caso de los cr�ditos hipotecarios. Efectivamente, �sta tiene su origen en un error. La idea siempre fue que, para compensar la disminuci�n de ingresos que afectar�a al Fisco por la rebaja de aranceles, se iban a subir, entre otros, los impuestos de timbres y estampillas, incluido el de los cr�ditos hipotecarios. Por error, qued� fuera en su oportunidad. En mi opini�n, debemos honrar los acuerdos, m�s all� de que se haya cometido un error o de que hoy se pudiera decir: "�se fue un acuerdo de casi dos a�os atr�s; hoy d�a la situaci�n es distinta; ya lo veremos cuando se vote en particular". No, lo conveniente en materia econ�mica, sobre todo cuando se trata de reglas estables, claras, es respetar los acuerdos convenidos. Por lo tanto, se�or Presidente, nuestra voluntad es concurrir a la aprobaci�n general del proyecto. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Boeninger. El se�or BOENINGER.- Se�or Presidente, como han se�alado los Senadores se�ora Matthei y se�or Garc�a, el proyecto tiene un car�cter extremadamente t�cnico y su contenido, como dec�a la Honorable colega, es el resultado de la experiencia acumulada desde la aplicaci�n de las normas anteriores y frente a las distintas dificultades encontradas en el camino y que constituyen desincentivos respecto de la inversi�n que se quiere fomentar o de los resguardos para las deudas relacionadas. Los miembros de la Comisi�n que representan a la Concertaci�n apoyaron en su totalidad el proyecto del Ejecutivo. Yo, por mi parte, en aras de la brevedad �por creer que la aprobaci�n en general es de f�cil tr�mite-, s�lo quiero enfatizar dos aspectos. Uno de ellos es, probablemente, el m�s esencial: corregir la norma vigente para la clasificaci�n de las deudas relacionadas en operaciones de financiamiento que no tienen ese car�cter. Espec�ficamente, ello ocurre en los financiamientos de proyectos, lo que en la jerga se denomina "project financing". Y tal problema se origina en el tipo de garant�as empleadas para dicho financiamiento, lo que lleva a una presunci�n de que se trata de deudas de operaciones relacionadas. Para resolver dicho problema, la iniciativa restringe el concepto de valores a s�lo aquellos representativos de obligaciones en dinero, e incorpora la exigencia de que la empresa deudora informe mediante declaraci�n jurada respecto de estas deudas. El segundo punto, como lo han destacado tambi�n la Senadora se�ora Matthei y el Honorable se�or Garc�a, corrige una omisi�n. Y, aunque aparece como un alza de impuestos, en verdad responde al hecho de que en la legislaci�n anterior, en conformidad al acuerdo pol�tico recordado, se equipar� en 1,6 por ciento el impuesto de timbres, quedando pendiente, simplemente por inadvertencia, el caso de los cr�ditos hipotecarios, a los que otra normativa aplicaba una tasa de 1,2 por ciento. En consecuencia, parece evidente la necesidad de homologar y equiparar estas tasas. En el proyecto se establece el 1,6 por ciento parejo, reponiendo lo que se hab�a omitido. En la C�mara de Diputados hubo una votaci�n contraria por parte de algunas bancadas �dada la situaci�n que ha estado viviendo el pa�s, es explicable la resistencia a cuanto signifique modificar impuestos-, pero en la Comisi�n de Hacienda del Senado se entendi� en forma un�nime, como se ha recordado, que es de toda l�gica generar una equiparaci�n. No me voy a referir al resto de las normas; son todas correcciones de la misma �ndole que, conforme a la lectura del se�or Secretario y a las intervenciones de los Senadores que me han precedido en el uso de la palabra, aclaran la situaci�n. Simplemente, quiero se�alar que, dados el car�cter eminentemente t�cnico del proyecto y la aprobaci�n un�nime de la Comisi�n, su despacho en general deber�a ser f�cil. Ya habr� oportunidad de estudiar las disposiciones en particular. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Lavandero. El se�or LAVANDERO.- Se�or Presidente, no conozco en detalle el contenido del proyecto, porque fue tratado exclusivamente en la Comisi�n de Hacienda, en la cual no particip�. Tengo enormes aprensiones respecto de la materia de que trata. Su parte medular tiene mucho que ver con el hecho de que de las 47 empresas cupr�feras, 44 declaran p�rdidas para no pagar impuestos. Esas empresas han acudido a diversos subterfugios, entre ellos el de las deudas relacionadas. Y quiero precisar qu� ocurre con la deuda relacionada en las empresas de la Gran Miner�a del Cobre, para que los se�ores Senadores entiendan plenamente lo que ocurre. Una casa matriz tiene una filial en Chile y, en vez de aportarle el capital, le aporta el cr�dito de una empresa relacionada establecida en un para�so tributario, como Bahamas. En lugar de iniciarse un trabajo productivo con la filial, la operaci�n se convierte en un negocio financiero, porque las utilidades se comienzan a transformar en amortizaciones aceleradas y, por cierto, en el pago de los intereses de la deuda. Ello es grave, por el cambio del negocio minero en uno financiero en el que, en definitiva, la casa matriz saca las utilidades que deber�a registrar en Chile, donde aparece con p�rdidas, a trav�s de los cr�ditos de las empresas relacionadas en para�sos fiscales. �sa es la raz�n principal por la que, de 47 empresas que explotan el cobre en el pa�s, 44 declaran p�rdidas y no pagan impuestos. S�lo dos lo hacen, y por montos peque��simos, porque tambi�n aplican una combinaci�n en los precios de transferencia, entre la filial y la casa matriz, y asimismo recurren a los cr�ditos relacionados, producto de que la casa matriz ha fundado una filial. El anterior es el caso de Disputada de Las Condes, de la Exxon, que durante 24 a�os no pag� un solo centavo en impuestos. Declar� p�rdidas. Y, finalmente, ocurri� �lo que es m�s grave- que fue vendida a la Anglo American en mil 300 millones de d�lares. No me explico c�mo el Senado, o alg�n economista, o alguna persona podr�a pensar que una empresa con p�rdidas durante 24 a�os �las cosas se venden seg�n la rentabilidad que generan- da pie para pedir tal suma. Y, en ese momento, el Gobierno expresa: "Se�ores, no se preocupen, porque hay una diferencia en las ganancias de capital. Exxon compr� en 93 millones de d�lares y vende en mil 300 millones de d�lares. En consecuencia, se debe pagar por tal concepto un impuesto que se fij� en 300 millones de d�lares.". Por una serie de negociaciones -hasta vino a Chile el Presidente de Exxon-, esos 300 millones de d�lares se convirtieron en 29 millones de d�lares. �Y ello c�mo se logr�? Con la complicidad, adem�s, de tres organismos de Gobierno. Cabe hacer constar que nunca se supo el capital invertido en Chile por esa empresa. �Por qu�? Porque el Banco Central ten�a una cifra, el Comit� de Inversiones Extranjeras otra e Impuestos Internos una distinta. Y no pudieron cobrar los verdaderos tributos a la Exxon s�lo porque jugaron al comprahuevos. En efecto, el Banco Central dijo: "�sta no es mi funci�n, pues ha sido asignada al Comit� de Inversiones Extranjeras.". El Comit� de Inversiones Extranjeras asever�: "Ella me correspondi� hasta tal fecha, pero ahora la cumple Impuestos Internos.". Impuestos Internos afirm�: "No me compete.". Es decir, fue el comprahuevos perfecto. �Y nos estafaron! �Y nos hemos quedado tranquilos! Despu�s, como si fuera poco, ese �ltimo organismo, al hacer la liquidaci�n final del precio de venta, dedujo unas deudas. Constituye algo ins�lito. Imagino que cualquier privado chileno estar�a encantado de que, para el c�lculo relativo a las ganancias de capital, le restaran un monto por ese otro concepto. Por tal raz�n, el tema, para m�, es realmente extraordinario, grave. Y veo que se vuelve atr�s en una de las disposiciones del proyecto, al ser establecido que los cr�ditos relacionados deber�n pagar 4 por ciento. �Qu� implica lo que expongo, se�or Presidente? Que vamos a seguir convirtiendo el cobre chileno en un negocio financiero para las grandes multinacionales y, por cierto, sin que quede absolutamente nada en el pa�s. Sus Se�or�as me han escuchado decir que se env�an al exterior 6 millones de toneladas de concentrado. �Qu� significa eso? Que en ellas tambi�n se incluye titanio, molibdeno, oro, plata. Y no se trata de algo menor: resulta casi tan importante como el cobre. De las reservas del metal rojo en las minas de CODELCO, las de molibdeno importan 25 mil millones de d�lares. Y s�lo ellas. Esos minerales los reciben gratis las multinacionales privadas, porque es imposible fiscalizar los 6 millones de toneladas de concentrados. Aparte la dificultad de llevar a cabo esta �ltima tarea en el caso de una submateria prima como el concentrado, tambi�n perdemos, por cierto, cerca de 20 mil puestos de trabajo. Y cada a�o debemos pagar al extranjero mil 500 millones de d�lares por no fundir y refinar el cobre en Chile. El negocio se establece con condiciones muy excepcionales, a tal punto que todos los Estados aplican un "royalty". El �ltimo que lo ha hecho es Sud�frica, pa�s minero que se aburri� de que las multinacionales declararan p�rdidas. Y todav�a lo dispuso deducible de impuestos. Aqu� las multinacionales dicen que pagan tributos. Perfecto. En la pr�ctica, no es as�, pero ellas afirman lo contrario. Entonces, se debe determinar el mismo sistema de Sud�frica: si pagan impuestos, se deduce el "royalty"; si no, lo pagan. Creo que es preciso abordar el punto con especial precauci�n. No constituye una cuesti�n menor. No es algo en el plano de los cr�ditos hipotecarios, cuesti�n que en la normativa viene de relleno. El tema principal es la situaci�n minera. Y me agradar�a que el proyecto, se�or Presidente, tambi�n fuera examinado en el aspecto que se�alo por la Comisi�n de Miner�a. Comprendo el hecho que se suscita. Y no tengo por qu� culpar a mis Honorables colegas. El asunto a que hago referencia corresponde a una especialidad, que no todos ellos tienen por qu� entender. El mismo Senador que habla no puede dar una opini�n concreta sobre la iniciativa, por desconocer c�mo fue tratado en la Comisi�n de Hacienda. Pero estimo que en la cuesti�n mencionada se hallan involucrados muchos miles de millones de d�lares. Y, por tal motivo, pido que el texto, despu�s de conocido por ese �rgano t�cnico, pase a la Comisi�n de Miner�a, donde podremos examinarlo a la luz de los intereses mineros, de lo que est� ocurriendo al respecto. Porque la normativa en an�lisis es fundamentalmente para retrotraer lo realizado en una normativa anterior y por lo cual reclam� la gente de ese sector de la gran miner�a. En virtud de lo expresado he levantado mi voz, se�or Presidente. Y solicito, con confianza y con respeto por los se�ores Senadores, que se permita estudiar la iniciativa en la Comisi�n de Miner�a, para considerar detenidamente el fondo y hasta d�nde llegan sus disposiciones. Eso es todo. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Primero es necesario pronunciarse sobre la idea de legislar. Si le parece a la Sala, se aprobar� en general el proyecto. --Se aprueba en general el proyecto. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Propongo fijar como plazo para presentar indicaciones hasta el pr�ximo lunes, a las 12. El se�or MU�OZ BARRA.- Se�or Presidente, si me permite, quiero hacer brevemente una consulta relacionada con la intervenci�n del Senador se�or Lavandero. Estimo tan grave la situaci�n descrita por Su Se�or�a que tal vez ser�a posible obtener un acuerdo del Senado para pedir una informaci�n exhaustiva sobre esta materia al Ministerio de Hacienda, al Servicio de Impuestos Internos y a los organismos que corresponda. Porque, si es efectivo lo se�alado por el se�or Senador, no podemos quedarnos mirando el techo, como que si no revistiera gravedad. Creo que el Senado, como Corporaci�n, tiene la obligaci�n �tica de solicitar informaci�n definitiva al respecto, y que no se contin�e s�lo tomando conocimiento de una situaci�n tan complicada, sin que nadie responda. Propongo que, en nombre de todo el Senado, se pida informaci�n acerca de lo planteado por el Honorable se�or Lavandero en su intervenci�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Boeninger. El se�or BOENINGER.- Se�or Presidente, creo que todo el mundo conoce las opiniones que, con bastante reiteraci�n y en forma muy leg�tima, ha expresado el Senador se�or Lavandero sobre la miner�a. Considero bastante razonable que el Senado examine la situaci�n. En ese sentido, la sugerencia del Senador se�or Mu�oz Barra me parece muy atinada. Sin embargo, a mi juicio, este proyecto nada tiene que ver con el cobre ni con la miner�a, sino que est� encaminado a corregir situaciones que dificultan las decisiones de inversi�n en general en el pa�s, como es el caso espec�fico del "proyect financing", la Ley sobre Impuesto de Timbres y Estampillas. Por ello, y con raz�n, el Ejecutivo ha calificado su urgencia de "suma". Creo que ser�a una digresi�n bastante perjudicial para el proceso de ahorro e inversi�n el que esta iniciativa fuera a dar a otra Comisi�n, con el consiguiente retardo, considerando adem�s su urgencia. Propongo que m�s bien se env�e un oficio, a fin de recabar la informaci�n solicitada, pero que el texto vuelva a la Comisi�n de Hacienda para su discusi�n particular. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Las cosas hay que despacharlas en orden. Primero se debe resolver acerca del plazo para formular indicaciones al proyecto. Despu�s nos vamos a pronunciar sobre la materia a que se ha hecho referencia. �Habr�a acuerdo en fijar como plazo hasta el lunes pr�ximo, a las 12? Acordado. Respecto del otro asunto, coincido con el Senador se�or Boeninger. La iniciativa no tiene que ver con la miner�a, y trata un tema que corresponde espec�ficamente a la Comisi�n de Hacienda. Su Se�or�a puede concurrir a �sta cuando se discuta el proyecto en particular y exponer all�, por cierto, sus inquietudes. Distinto es lo que ha planteado el Honorable se�or Mu�oz Barra. Por lo tanto, primero discutiremos la proposici�n del Senador se�or Lavandero. Tiene la palabra el Senador se�or Moreno. El se�or MORENO.- Se�or Presidente, la forma y el fondo del razonamiento del Honorable se�or Lavandero se refieren a algo que en reiteradas oportunidades le hemos escuchado en esta Sala. Muchas personas nos manifiestan, en privado �tambi�n algunos se�ores Senadores-, que coinciden con sus planteamientos. A veces, su vehemencia y su pasi�n, as� como la reiteraci�n de sus opiniones, hacen pensar "S�, yo comprendo"; pero, en verdad, no existe el espacio para discutirlo. El Honorable se�or Mu�oz Barra formul� una proposici�n -que hago m�a-, en el sentido de solicitar informaci�n acerca de esta materia, que surgi� nuevamente a ra�z del problema de franquicias tributarias que estamos discutiendo ahora, pues el Senado no puede seguir insensible a las denuncias que se est�n haciendo. Yo propongo que se elabore un informe; no que se env�e un oficio. En ese sentido, discrepo de lo sugerido por el Senador se�or Boeninger, porque de los oficios todos sabemos cu�les son sus destinos y cu�les sus formas. �No! Aqu�, lo que amerita es un informe de Comisi�n que pueda ser discutido por el Senado, si es necesario en una sesi�n especial, o en los organismos t�cnicos especializados. Por lo tanto, se�or Presidente, hago m�a la proposici�n del Honorable se�or Mu�oz Barra, y solicito que, si la Sala est� de acuerdo, tome la determinaci�n de pedir que se prepare un informe, y que �ste sea posteriormente... El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Me permite, Su Se�or�a? Nuevamente pido que se ordenen las cosas... El se�or MORENO.- Estoy ordenado, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Primero hay que resolver acerca de la petici�n formulada por el Senador se�or Lavandero en cuanto a enviar el proyecto a la Comisi�n de Miner�a. Despu�s analizaremos el otro punto. El se�or MORENO.- Pero, como una cosa no es tan independiente de la otra, sugiero que la Sala tome el acuerdo y, en virtud de �ste, soy partidario de que la iniciativa no vaya a esa Comisi�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En estos momentos he puesto en discusi�n la proposici�n de enviar el proyecto a la Comisi�n de Miner�a, y para eso se requiere el acuerdo de la Sala. Despu�s se ver� lo otro. Tiene la palabra el Honorable se�or Larra�n. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, me parece que el planteamiento del Senador se�or Lavandero no justifica que se constituyan Comisiones unidas, por tratarse de una cuesti�n t�cnica que tiene que radicarse en Hacienda. Sin embargo, s� es atingente para levantar un tema relacionado, que permitir�a, como ha se�alado el Senador se�or Moreno, la elaboraci�n de un informe especial. Sugiero crear una Comisi�n especial para estudiar el tema. �Por qu�? Porque no es la primera vez que el Honorable se�or Lavandero lo ha expuesto y el Senado ha enviado anteriormente oficio en ese sentido, sin obtener respuesta. Por eso, si se constituyera una Comisi�n especial, existir�a la posibilidad de o�r a los Ministros de Miner�a y de Hacienda, al Director del Servicio de Impuestos Internos, a la SONAMI, a las empresas mineras afectadas, y de elaborar una proposici�n que el Senado podr�a o no hacer suya. Dicha Comisi�n se abocar�a a estudiar la materia para dilucidar una inquietud que hemos o�do reiteradamente, aunque nunca hemos tenido una explicaci�n satisfactoria, o una proposici�n concreta de norma respecto de los planteamientos formulados aqu�. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Ominami. El se�or OMINAMI.- Se�or Presidente, para tratar de resolver las cosas, creo que debemos distinguir entre las dos discusiones. Ya se ha hecho presente la urgencia respecto de este proyecto, que tiene que ser despachado muy prontamente. Por lo tanto, hay que decir con claridad que siga su curso a trav�s de la Comisi�n de Hacienda, de modo que vuelva a la Sala la pr�xima semana para su despacho. En la misma l�nea del planteamiento del Honorable se�or Larra�n, quiz� m�s que crear una Comisi�n especial, propondr�a que se encargara, esta vez s�, a las Comisiones de Hacienda y de Miner�a que, sobre la base de los antecedentes que entregue el Ministerio de Hacienda en relaci�n con la materia, informen a la Sala acerca de la tributaci�n minera. En consecuencia, se encomendar�a a ambas Comisiones el estudio del tema en cuesti�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Garc�a. El se�or GARC�A.- Apoyo lo planteado por el Honorable se�or Ominami, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or �vila. El se�or �VILA.- Se�or Presidente, seg�n entiendo, este proyecto intenta salvar algunas omisiones. �stas son bastante menores respecto de lo que ha planteado el Honorable se�or Lavandero. Ignoro si es �sta la oportunidad m�s propicia para incorporar la inquietud que Su Se�or�a ha hecho expl�cita una vez m�s. Creo que lo que acaba de manifestar el Senador se�or Larra�n podr�a interpretarnos a todos los que de alguna u otra forma mostramos preocupaci�n por esta materia. Pero, fundamentalmente, lo que celebro esta ma�ana, se�or Presidente, es que por fin la perseverancia del Honorable se�or Lavandero alcanza alg�n fruto. Ha sido acusado hasta de reiterativo en muchas oportunidades. La verdad es que Su Se�or�a, de una u otra forma, se las ingenia para concluir siempre en la cuesti�n del cobre. Pero tiene raz�n en su planteamiento. Celebro que act�e as�, casi con un esp�ritu contumaz. Hoy el Senado se muestra sensible a atender esta inquietud tan leg�tima que expresa. Deseo apoyar con toda fuerza la proposici�n que se ha formulado, en el sentido de constituir una Comisi�n especial. �sta, por supuesto, ha de recoger todos los antecedentes que est�n dispersos en diversos �rganos del Estado, y con ello ojal� culmine su trabajo con una propuesta legislativa que ya veremos d�nde se radica. Pero, de una vez por todas, que la ciudadan�a perciba preocupaci�n del Senado ante un planteamiento que desde ya hace bastante tiempo viene formulando uno de sus miembros. La verdad es que, a esta altura, nadie entiende por qu� alguien no pone mano al asunto. Por eso, apoyo la propuesta del Senador se�or Larra�n, que ojal� cuente con la unanimidad de la Sala. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Lavandero. El se�or LAVANDERO.- Se�or Presidente, despu�s de insistir cerca de ocho a�os en que de 47 empresas que explotan el cobre s�lo 2 declaran utilidades, finalmente el Ministro se�or Dulanto, unos seis meses atr�s, reconoci� en forma p�blica esa realidad al manifestar que �nicamente 2 empresas declaran utilidades y pagan impuestos. De tal manera que ya no se trata s�lo de una presunci�n del Senador que habla: hay un reconocimiento hecho por ese Secretario de Estado. Ahora bien, alabo lo manifestado aqu� por el Senador se�or Mu�oz Barra, que refuerza mis expresiones. Pero lo cierto es que hace alrededor de un mes hice el mismo planteamiento mediante una intervenci�n en la hora de Incidentes, copia de la cual fue enviada a diversos organismos gubernativos del sector minero. Y se respondi� con un oficio -aqu� lo tengo- al "comprahuevos". Porque, �qui�n contest� el oficio que el Senado dirigi� al Ministro de Econom�a? La secretaria del Subsecretario, quien, respondiendo a la C�mara Alta, expres� que a su vez lo hab�a enviado a la Secretaria de la Comisi�n Nacional de Energ�a. Exc�senme, Sus Se�or�as, pero considero que el Senado algo vale. No creo que debamos recibir contestaci�n de secretarias de Subsecretarios. Y por eso el Presidente del Senado devolvi� el oficio de respuesta. �Por qu� se�alo todo esto? Para que se conozca la larga lucha que he dado durante m�s de nueve a�os. Y a los se�ores Senadores les digo: �en el cobre corre m�s plata que en el narcotr�fico! �se es el punto. Y por eso el tema es interminable, no se aclara nunca: porque �hay comprometidos intereses colosales! En consecuencia, llamo a tener cuidado y a examinar en la Comisi�n de Hacienda este proyecto, porque de lo contrario alg�n d�a vamos a tener que enfrentar la afirmaci�n de que "fue utilizado para esconder las utilidades en Chile de las empresas relacionadas". Por ello, felicito al Honorable se�or Larra�n, quien hace poco escuch� una exposici�n que efectu� en la UDI, en presencia de su directiva y de todos sus Senadores y Diputados. Ese partido tuvo la gentileza -que agradezco- de invitarme para tal efecto, cosa que no ha hecho ninguna otra colectividad pol�tica. Y es por eso que el Honorable se�or Larra�n, quien entendi� el problema que he planteado, tom� la decisi�n de apoyar la formaci�n de una Comisi�n especial para que se aboque al estudio del asunto. Nada m�s, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora se�ora Frei. La se�ora FREI (do�a Carmen).- Se�or Presidente, es dif�cil que las Comisiones de Hacienda y de Miner�a funcionen unidas para abordar esta materia, porque ambas est�n muy atareadas. En todo caso, creo que, m�s que una Comisi�n especial, podr�amos acordar para tal efecto el funcionamiento de la Comisi�n de Miner�a ampliada; es decir, sus cinco integrantes m�s otros tres Senadores que deseen participar. El se�or LARRA�N.- O sea, una Comisi�n especial. La se�ora FREI (do�a Carmen).- La de Miner�a ampliada a ocho Senadores. Para ser especial, deber�a tener mayor n�mero de miembros. En realidad, desconozco el Reglamento en este aspecto. Me preocupa, se�or Presidente, sobre qu� base hacer la discusi�n: �considerando s�lo los planteamientos del Honorable se�or Lavandero o sujet�ndonos al contenido de alg�n documento? El debate debe centrarse en algo bien concreto, porque de lo contrario se puede prolongar nueve a�os m�s. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Si me lo permiten, voy a poner un poco de orden. No quiero que entremos en un debate m�s propio de una Comisi�n. El tema expuesto por el Honorable se�or Lavandero no est� incluido en el Orden del D�a. Por tanto, voy a plantear la que me parece la manera m�s viable de zanjar el punto. En primer lugar, quiero dejar establecido que el Senado no puede formar comisiones con funciones fiscalizadoras. Ahora bien, el art�culo 28 del Reglamento permite encargar el examen de un asunto a dos o m�s Comisiones unidas o a una Comisi�n especial. Considerando las sugerencias formuladas y lo prescrito por dicho precepto, creo que lo m�s l�gico ser�a que las Comisiones de Hacienda y de Miner�a trabajaran en conjunto y emitieran un informe sobre la tributaci�n de las empresas mineras y los dem�s aspectos abordados durante este debate. Las Comisiones unidas, en consecuencia, invitar�an para tal efecto a los Ministros -aunque el Senado no tiene imperio sobre ellos, normalmente asisten cuando son convocados-, a los Subsecretarios, al Director de Impuestos Internos, etc�tera. Sin embargo -reitero-, no se tratar�a de una comisi�n investigadora -en eso quiero ser bien claro-, porque si as� fuera estar�amos vulnerando la Constituci�n. Para cerrar el debate... El se�or MU�OZ BARRA.- Se�or Presidente, �no ser�a conveniente fijar a esas Comisiones unidas -cuya formaci�n respaldo- plazo para evacuar su informe? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Ellas mismas lo fijar�an, comunic�ndolo a la Sala. El se�or MU�OZ BARRA.- Al menos un plazo tentativo. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- La idea es que esos mismos organismos, a los cuales podr�an incorporarse Senadores no pertenecientes a ellos, determinen una fecha tope para informar a la Sala. Incluso, se podr�a convocar a sesi�n especial cuando den a conocer la informaci�n, que servir�a de base concreta al Senado para plantear al Gobierno una pol�tica con relaci�n a la materia. �Habr�a acuerdo? La se�ora FREI (do�a Carmen).- Tengo una duda, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- La escucho, se�ora Senadora. La se�ora FREI (do�a Carmen).- Como Hacienda est� sobre Miner�a, le corresponder�a presidir las Comisiones unidas. Entonces, no s� si se podr�a hacer un cambio para que ese derecho lo tuviera la de Miner�a. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- No puedo modificar el Reglamento, se�ora Senadora. Ese asunto deben resolverlo las propias Comisiones. La se�ora FREI (do�a Carmen).- Hacienda tiene tanto trabajo que a lo mejor no va a disponer del tiempo necesario para... La se�ora MATTHEI.- Perd�n, se�or Presidente, pero para los miembros de la Comisi�n de Hacienda �ste es un tema importante -lo dijo su propio Presidente-, que deseamos estudiar. La se�ora FREI (do�a Carmen).- Me alegro mucho. Pero, entonces, fijemos un plazo, tal como lo propuso el Senador se�or Mu�oz Barra. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Estamos de acuerdo. Sin embargo, que sean las mismas Comisiones unidas las que lo propongan. Yo no quiero imponerlo. El se�or LARRA�N.- �Puedo hacer una sugerencia, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra, se�or Senador. El se�or LARRA�N.- Opino que los Comit�s podr�an regular esta materia y fijar el temario, el plazo y todo lo que sea menester para que las cosas funcionen. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- No tengo ning�n inconveniente. Y, en tal sentido, pido al Presidente de la Comisi�n de Miner�a, Senador se�or Lavandero, que proponga el plazo y la metodolog�a de trabajo. Lo importante es que haya Comisiones unidas. Ya se resolver� en su seno, de acuerdo con sus propias facultades, el asunto de la presidencia. Me parece que �sa es la forma correcta de proceder. El se�or SILVA.- Pido la palabra. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- La tiene, se�or Senador. El se�or SILVA.- Se�or Presidente, con todo respeto me permito recordarle que el art�culo que Su Se�or�a invoc� autoriza para nombrar una comisi�n especial, como lo sugiri� el Honorable se�or Larra�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Lo dije, se�or Senador. Pero, para evitar que se confunda con una Comisi�n especial fiscalizadora, prefiero las Comisiones unidas. No veo qu� problema hay en ello. El se�or SILVA.- El problema, se�or Presidente, es que las Comisiones que se unir�an, especialmente la de Hacienda, se hallan con una enorme cantidad de trabajo. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Pero sus integrantes tendr�n que darse el tiempo necesario. Porque la misma situaci�n se presentar�a con una Comisi�n especial. Y lo l�gico es que sean designados para tal labor los Senadores especializados en el tema, es decir, los miembros de las Comisiones de Miner�a y de Hacienda. El se�or BOENINGER.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- S�, se�or Senador. El se�or BOENINGER.- Se�or Presidente, le encuentro la raz�n en cuanto a que las Comisiones unidas decidan su forma de proceder. Pero creo que, si se trata de proponer un plan de trabajo, fecha, plazo, etc�tera, los Presidentes de ambos organismos deben tomar en conjunto los acuerdos pertinentes. Me parece que hay que mantener el equilibrio entre las dos Comisiones. No tiene sentido que resuelva una sola. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- No hay ning�n problema. Adem�s, todo Senador tiene derecho a concurrir a las Comisiones a expresar sus planteamientos. Ahora, si se fija un plazo y se acuerda un mecanismo de trabajo, hay que respetarlos. Creo que el objetivo se va a cumplir. Lo importante es que el Senado cuente con un informe lo m�s especializado posible y la Sala pueda pronunciarse sobre lo all� propuesto. Si les parece a Sus Se�or�as, se proceder� de esa manera. --As� se acuerda. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Solicito al Honorable se�or Lavandero que me haga llegar los temas a fin de poder plantear a los Comit�s el programa de trabajo. ESTABLECIMIENTO Y REGULACI�N DE SISTEMA DE INTELIGENCIA DEL ESTADO Y CREACI�N DE AGENCIA NACIONAL DE INTELIGENCIA El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, sobre Sistema de Inteligencia del Estado y creaci�n de la Agencia Nacional de Inteligencia, con informe de la Comisi�n de Defensa Nacional y urgencia calificada de "simple". --Los antecedentes sobre el proyecto (2811-02) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 29�, en 5 de marzo de 2003. Informe de Comisi�n: Defensa, sesi�n 42�, en 29 de abril de 2003. El se�or HOFFMANN (Secretario).- La Comisi�n de Defensa Nacional deja constancia en su informe de que discuti� s�lo en general el proyecto, en conformidad a lo dispuesto en el art�culo 36 del Reglamento del Senado. El objetivo principal de la iniciativa es optimizar, dentro de los niveles de decisi�n del Estado, la forma como se obtiene, procesa y distribuye informaci�n que sea completa, pertinente y oportuna para los prop�sitos de la inteligencia con el fin de mejorar la capacidad del Estado chileno en esta materia. El proyecto fue aprobado en general por la unanimidad de los miembros de la Comisi�n de Defensa Nacional, Honorables se�ores Canessa, Fern�ndez, Flores, P�ez y Prokurica. Cabe destacar que los art�culos 6�, 14, 16, 17, 19, 26, 29, 39 y 52 tienen el car�cter de normas org�nicas constitucionales y, en consecuencia, requieren, para su aprobaci�n, el voto conforme de 27 se�ores Senadores. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En discusi�n general el proyecto. Tiene la palabra el se�or Ministro. El se�or INSULZA (Ministro del Interior).- Se�or Presidente, en vista de que estar� paralelamente en la Comisi�n de Gobierno, pido que se autorice el ingreso del Subsecretario del Interior, se�or Jorge Correa Sutil, quien adem�s ha llevado este proyecto. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Si le parece a la Sala, se conceder� la autorizaci�n. --Se concede. El se�or INSULZA (Ministro del Interior).- Se�or Presidente, el proyecto que hoy se somete a conocimiento de esta Corporaci�n tiene por objeto constituir un Sistema de Inteligencia del Estado y crear una Agencia Nacional de Inteligencia, �rgano que reemplazar� a la actual Direcci�n de Seguridad P�blica e Informaciones. Para Chile, contar con un Sistema de Inteligencia del Estado es una necesidad enmarcada, entre otras razones, en la prevenci�n frente a las amenazas del terrorismo, fen�meno que hoy tiene un alcance cada vez m�s global. Es menester asumir que, as� como el orden internacional ha cambiado en los �ltimos a�os, el terrorismo internacional tambi�n lo ha hecho. Y brutales atentados, como el de las Torres Gemelas en Nueva York, as� lo confirman. Pero quiz�s tan grave como ello es constatar c�mo, a pesar del enorme despliegue militar y de seguridad desarrollado en distintos lugares del mundo, el terrorismo sigue siendo capaz de causar severos da�os tambi�n en otros pa�ses. El traslado de elementos radicalizados desde las zonas de guerra hacia otras naciones puede alcanzar tambi�n a regiones no tradicionales, de las que no escapa Am�rica Latina. A ello se suma la presencia en esta regi�n de grupos e individuos que mantienen relaciones con distintas organizaciones del terrorismo mundial. Todo lo anterior no puede dejar de preocupar a nuestro pa�s y nos exige adoptar medidas de inteligencia y de seguridad proporcionales a las amenazas que nos afectan. En otro orden, y al margen del terrorismo internacional, existen fen�menos de car�cter sist�mico, entre los que se cuentan el narcotr�fico, el crimen organizado y el lavado de dinero, que requieren una potente acci�n de inteligencia. Estos fen�menos, al igual que el terrorismo, demandan no s�lo una adecuada coordinaci�n de la comunidad de inteligencia local, sino tambi�n una creciente cooperaci�n internacional. La interlocuci�n con servicios de otros pa�ses tambi�n pasa por tener una contraparte nacional que pueda responder e interactuar en este campo. Es as� como con esta iniciativa de ley se sientan las bases para construir una plataforma de alerta y prevenci�n que pueda recibir informaci�n y, asimismo, advertir a naciones amigas de las amenazas que nos acompa�an y que permanecer�n en los a�os venideros. Por �ltimo, si bien es cierto que por fortuna en los �ltimos a�os pr�cticamente han desaparecido las actividades terroristas de origen interno, se hace necesario mantener las acciones de prevenci�n frente a un fen�meno que tanto da�o provoc� en el pasado a nuestra convivencia democr�tica. Para tal efecto, la labor de los �rganos de inteligencia policiales y civiles sigue siendo absolutamente necesaria. En el caso del funcionamiento de la criminalidad organizada nacional, tambi�n la actividad de los servicios de inteligencia policiales es de la mayor relevancia. Las amenazas a que me he referido obligan a nuestro pa�s a dotarse de un instrumento jur�dico y de una institucionalidad apropiada para enfrentarlas, puesto que en definitiva ellas afectan la seguridad del Estado, el orden constitucional y la estabilidad democr�tica. Quiero recalcar aqu�, se�or Presidente, s�lo dos elementos del proyecto de ley que consideramos de la mayor importancia. En primer lugar, la iniciativa busca asegurar la necesaria coordinaci�n de los distintos servicios de inteligencia que existen en el pa�s, del orden militar, policial y civil, cada uno de ellos actuando en el marco de sus respectivas atribuciones y bajo las �rdenes de sus respectivos mandos superiores, pero relacionados y coordinados entre s� en un Comit� de Inteligencia que se crea para enfrentar m�s adecuadamente las amenazas a que me he referido. En segundo lugar, el proyecto logra a nuestro juicio el necesario equilibrio entre la seguridad del Estado y la protecci�n de los derechos de las personas. En efecto, entrega a los �rganos de inteligencia un conjunto de facultades para el desarrollo de sus funciones, incluyendo los llamados "m�todos intrusivos". Pero, a su vez, establece rigurosos mecanismos de control tanto para el ejercicio de esas medidas especiales de investigaci�n como para el conjunto de la actividad de inteligencia. Adem�s del control interno propio de cada organismo de inteligencia, los Servicios, y en especial la Agencia Nacional de Inteligencia, estar�n sometidos al control del Poder Judicial, de la Contralor�a General de la Rep�blica y de una Comisi�n especial de la C�mara de Diputados. Por otra parte, se establecen rigurosas penas para los funcionarios de inteligencia que hagan mal uso de las especiales atribuciones que les otorga la ley en proyecto. En consecuencia, este proyecto no se aparta de uno de los principios fundamentales que informan nuestro orden constitucional, cual es el respeto a los derechos b�sicos de las personas. Finalmente, nos parece fundamental llamar la atenci�n sobre el hecho de que esta iniciativa de ley fue aprobada por unanimidad en la C�mara de Diputados, lo que indica que Parlamentarios de todas las fuerzas pol�ticas representadas en esa Corporaci�n concordaron tanto en la necesidad de legislar sobre esta materia como en un texto satisfactorio para todos. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Gracias, se�or Ministro. El se�or INSULZA (Ministro del Interior).- Se�or Presidente, denantes ped� autorizaci�n para contar con la presencia del Subsecretario se�or Correa. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- As� es. Y ya est� en la Sala. El se�or INSULZA (Ministro del Interior).- Solicito tambi�n que se permita el ingreso del Director de Seguridad P�blica e Informaciones, se�or Gustavo Villalobos. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Si le parece a la Sala, se conceder� la autorizaci�n pertinente. --Se concede. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Prokurica. El se�or PROKURICA.- Se�or Presidente, se somete a aprobaci�n general el proyecto de ley que establece y regula el Sistema de Inteligencia del Estado y crea la Agencia Nacional de Inteligencia. Su finalidad es optimizar, dentro de los niveles de decisi�n del Estado, la forma como se obtiene, procesa y distribuye informaci�n que sea completa, pertinente y oportuna para los objetivos de la inteligencia, con el fin de mejorar la capacidad del Estado chileno en esta materia para enfrentar y resolver de mejor modo los desaf�os que pueden amenazar la seguridad del pa�s, la estabilidad institucional y el r�gimen democr�tico. Esta iniciativa tuvo su origen en el trabajo desarrollado hace algunos a�os por la Comisi�n de Defensa de la C�mara de Diputados, constituida como Comisi�n especial bajo la presidencia del entonces Diputado y hoy Ministro Secretario General de la Presidencia, don Francisco Huenchumilla Jaramillo. Los graves hechos ocurridos el 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, otros actos de terrorismo, el narcotr�fico y dem�s flagelos que afectan a la comunidad internacional y, por supuesto, a nuestro pa�s, que han conmovido al mundo por su tr�gica secuela de muertos y heridos y que han causado adem�s enormes da�os a la propiedad p�blica y privada, hacen absolutamente necesario, m�s que nunca, contar con un sistema nacional de inteligencia que permita prevenir no s�lo la acci�n de estos grupos terroristas, sino tambi�n informar de la mejor forma a las m�s altas autoridades de Estado en su conjunto, para que tengan la capacidad de tomar decisiones informadas y oportunas, en un mundo globalizado como el de hoy. Quiz�s muchos de los acontecimientos que han impactado durante los �ltimos seis meses a nuestra sociedad, que afectan a entidades e instituciones del aparato estatal, se pudieron evitar, o por lo menos haberse prevenido con anticipaci�n, si se hubiera contado con un sistema de inteligencia con capacidad de adoptar las medidas necesarias para impedir la ocurrencia de la situaci�n que nos remece. En todo Estado moderno, la actividad de inteligencia es absolutamente necesaria y leg�tima. No debe, en caso alguno, asociarse a acciones represivas, persecutorias o de �ndole similar, y no las contiene el proyecto. Tales actividades del Estado descansan, en el texto que se nos propone, en los principios de respeto al r�gimen democr�tico, al ordenamiento jur�dico y a las garant�as constitucionales de la ciudadan�a. El proyecto en examen se compone de 53 art�culos permanentes y dos transitorios. En esta normativa se encuentran claramente establecidas las definiciones necesarias para delimitar la actividad de inteligencia como sistema y los organismos que de �l depender�n. Asimismo, se definen adecuadamente las funciones que corresponder�n a la inteligencia militar y a la inteligencia policial. Tambi�n se fijan los procedimientos especiales de obtenci�n de informaci�n, denominados "t�cnicas inclusivas", los que deber�n ser autorizados judicialmente por un Ministro de Corte en la forma descrita en la iniciativa, y estas t�cnicas s�lo podr�n ser ejecutadas por la Fuerza de Orden y Seguridad que se indique en la resoluci�n respectiva, con pleno respeto a la ley. De este modo, quedan plenamente resguardadas las garant�as individuales de las personas que pudieran sentirse afectadas por estos procedimientos. Tambi�n se establece un doble control de los organismos de inteligencia: uno interno, de responsabilidad del director o jefe de cada organismo que integra el sistema, y otro externo, que corresponder� a la Contralor�a General de la Rep�blica, en la parte econ�mica, y a los Tribunales de Justicia y a la C�mara de Diputados, a trav�s de una Comisi�n Permanente de Control del Sistema de Inteligencia, con el objeto de verificar que el funcionamiento de los organismos respectivos se ajuste estrictamente a lo dispuesto en la normativa legal vigente. En cuanto a la creaci�n de la Agencia Nacional de Inteligencia como servicio p�blico centralizado, t�cnico y especializado, dependiente del Ministerio del Interior, que se establece en el art�culo 7�, tengo algunas aprensiones, por lo que esperamos presentar indicaciones en la discusi�n particular del proyecto. En efecto, si bien el Director ser� un funcionario de la exclusiva confianza del Presidente de la Rep�blica y si dicha Agencia es un �rgano del Estado al servicio de la naci�n, tanto en el presente como en el futuro y no del Gobierno de turno, considero que dicha autoridad deber�a ser designada con acuerdo del Senado. De lo contrario, cabe temer la creaci�n de una polic�a pol�tica o de una instituci�n que, como en otros pa�ses, tambi�n ha generado algunos cuadros dif�ciles. La experiencia mundial demuestra que, cuando la m�xima autoridad de inteligencia no depende directamente del Primer Mandatario, no se generan las confianzas necesarias para la labor de inteligencia. Si se desea que la Agencia sea un organismo que preste un servicio indispensable a la naci�n a trav�s del Estado, debe, a mi juicio, modificarse la dependencia propuesta, de manera que no quede sujeta a los vaivenes de la pol�tica contingente. Por dicha raz�n, en su oportunidad, presentaremos las indicaciones pertinentes, con el objeto de que se modifique el nombramiento del Director, a fin de que sea designado con acuerdo del Senado, sin perjuicio de otras proposiciones que entregar� durante la tramitaci�n de la iniciativa. Con el alcance indicado, y por tratarse de un proyecto que, en concepto de la Comisi�n, es largamente esperado y necesario para un Estado moderno, pido a los se�ores Senadores aprobarlo un�nimemente en general. El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Flores. El se�or FLORES.- Se�or Presidente, a lo planteado por el Senador se�or Prokurica, tocante al proyecto aprobado por la C�mara de Diputados, deseo agregar que algunos de nosotros le encontramos un sabor un tanto a�ejo, obsoleto, atrasado en muchos a�os, lo que nos recuerda que el 11 de septiembre de 2001 vino mucho despu�s de su origen. Por otra parte, se aproxima un cambio tecnol�gico enorme en el mundo en cuanto al sistema inal�mbrico, que har� que los problemas de seguridad, de control y de privacidad se transformen en asuntos muy importantes en un tiempo muy breve. Lamentablemente, el proyecto no hace ninguna referencia a esa situaci�n -tampoco deber�a-, pero quiero alertar a la Sala acerca de que estos aspectos jugar�n un papel importante en el dise�o. Por �ltimo, curiosamente hoy en la ma�ana le� en Internet una informaci�n sobre Microsoft -a la que Sus Se�or�as pueden acceder- que se�ala que los nuevos computadores traer�n dos nuevos chips destinados justamente a dar mayor seguridad y privacidad a los usuarios. Ello, porque en la actualidad los computadores, sobre todo los PC, son muy vulnerables y hay miles de maneras de conocer las actividades que realizamos y de obtener datos sin que uno se entere. Asimismo, pienso que esto tambi�n es parte del sistema de seguridad de los Estados Unidos, y el uso de estos chips ser� una materia muy controversial entre Europa y dicho pa�s. Por lo tanto, deseo que en la discusi�n particular el Gobierno haga una muy buena presentaci�n sobre c�mo abordaremos estos temas, sin quedarnos s�lo en los problemas jur�dicos, normativos y de personal. �sa es mi advertencia, se�or Presidente. El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- Hago presente a Su Se�or�a que se fijar� un plazo para presentar indicaciones, per�odo durante el cual podr� incorporar los elementos que ha planteado a la Sala. Tiene la palabra el Honorable se�or Vega. El se�or VEGA.- Se�or Presidente, me parece que si una agencia de este tipo hubiera estado en servicio desde siempre, como corresponde a una estructura de Estado, las inquietudes del Senador se�or Lavandero habr�an tenido respuesta hace mucho tiempo. Porque un organismo de esta naturaleza tiene que ver con problemas econ�micos, pol�ticos, etc�tera. Pero nunca es tarde. Hay que fortalecer una debilidad permanente en el fundamental apoyo de la adecuada informaci�n, concebida como una evaluaci�n sistem�tica de situaciones internas y externas, que no s�lo afectan o debilitan los objetivos nacionales, sino tambi�n a actividades y decisiones espec�ficas de autoridades pol�ticas, militares o p�blicas. Como bien sabemos, la informaci�n de inteligencia o de contrainteligencia ya es cl�sica en el mundo desde siempre, y ninguna decisi�n importante, como la de Iraq, se toma sin la oportuna y acabada opini�n de profesionales en esta particular �rea de la informaci�n estrat�gica. El ataque terrorista a las torres de Estados Unidos, por ejemplo, gener� decisiones muy apresuradas, que en su momento alteraron numerosos sistemas nacionales en Chile, los que, con una oportuna informaci�n, se habr�an minimizado en costos, en tiempo y, por supuesto, en sensibilidades. Sus Se�or�as conocieron lo que aconteci� en los aeropuertos y vieron las debilidades que se produjeron en el sistema aeron�utico nacional. El conflicto de Iraq es otro ejemplo, y con Chile en el Consejo de Seguridad. Me parece que tambi�n no hubo una oportuna y permanente informaci�n, en un �rea directamente vinculada con nuestros intereses pol�ticos y econ�micos. Dicho conflicto no era puntual, sino realmente hist�rico, en el que estuvo involucrado el mundo entero. Por lo tanto, debi� contarse con informaci�n al mil�metro. Hay numerosas situaciones internas, regionales, con pa�ses lim�trofes y paralim�trofes, que han generado -como se sabe perfectamente- inconsecuecias, que se pudieron haber evitado o minimizado con el apoyo de una organizaci�n eficiente en estas especialidades. Los ejemplos son muchos. Pero lo fundamental es que un Gobierno -particularmente su autoridad- necesita informaci�n en forma directa y permanente para contar con una mejor visibilidad de los din�micos escenarios en los cuales se materializan sus planes, programas y objetivos. Por esta raz�n, la agencia que se pretende crear no necesariamente ser� interactiva con las organizaciones operativas de inteligencia de las Fuerzas Armadas y de Orden, que se orientan preferentemente a sus particulares intereses tecnol�gicos y de seguridad. Sin embargo, inevitablemente se genera una superposici�n entre ellas, motivo por el cual, para no crear interferencias o limitar sus capacidades o autoridades, deben ser clara y eficientemente coordinadas. Se trata del principio del respeto al ordenamiento jur�dico -que consigna la iniciativa- al acatar atribuciones y tareas de tan particulares organizaciones. Esta coordinaci�n se establece -como se puede apreciar- en la letra d) del art�culo 5�, aunque en forma bastante gen�rica, por lo que, a mi juicio, habr�a que precisarla mejor. En todo caso, lo importante es la definici�n clara de su concepto general, con el que estoy plenamente de acuerdo, aun cuando hay aspectos acerca de los cuales se hace necesaria una breve opini�n. Las funciones definidas en el art�culo 8� -por ejemplo, en las letras a), b) y c) -tienen que ver directamente con el Presidente de la Rep�blica y los organismos de las instituciones de la Defensa Nacional bajo su responsabilidad. Si esos servicios de tanta importancia dependen del Ministro del Interior, se les va a quitar fuerza y su accionar se restringir� a una pol�tica m�s bien coyuntural y no de car�cter estrat�gico, para la que est�n concebidos seg�n los art�culos 1� y 4� del proyecto, que definen su prop�sito y cometido, los cuales sobrepasan las responsabilidades constitucionales de esa Cartera. Adem�s, su Director es de la exclusiva confianza del Presidente de la Rep�blica; con �l est� permanentemente en contacto todos los d�as, en funci�n de las m�ltiples y necesarias informaciones para la conducci�n del Estado. Ciertamente, aqu� hay responsabilidad tanto del Presidente de la Rep�blica como del Director. Por eso, este tipo de funcionarios tiene tan larga permanencia en estos servicios. Porque son estrat�gicos, est�n mirando muy adelante, ajenos a las coyunturas pol�tico partidistas. Hay varios aspectos espec�ficos del proyecto que se encuentran orientados a elementos m�s t�cticos que estrat�gicos. No es del caso enumerarlos, pues estamos analizando en general la iniciativa. Cuando corresponda se har�n las respectivas indicaciones. Muy en particular me referir� al art�culo 38, referente al control externo del sistema que corresponde a la Contralor�a General de la Rep�blica y a la C�mara de Diputados, seg�n sus respectivas atribuciones constitucionales, o a las funciones que se asignan al Departamento de Inteligencia dependiente del Estado Mayor de la Defensa Nacional, que es m�s bien un departamento operativo de apoyo a la planificaci�n primaria de esta organizaci�n. Hay tambi�n varias materias que se deben limitar claramente, porque, de lo contrario, la agencia propuesta se convertir� en una organizaci�n burocr�tica, y �sa no es la idea. Tiene que ser muy operativa, ya que la actual din�mica de la globalizaci�n requiere poner "lentes infrarrojos" a la primera autoridad, y al Gobierno en particular, para mirar las tinieblas del presente y el futuro. La inteligencia alumbra hacia delante, neutraliza las eventuales amenazas. Y tambi�n se habla de contrainteligencia, porque el enemigo se halla presente en el propio escenario interno. Por lo dem�s, estas agencias -como se�al�- constituyen una realidad en todos los pa�ses desarrollados del mundo. Son implementadas con la m�xima tecnolog�a, por cuanto la informaci�n, la acci�n, la definici�n, circulan por toda la "malla electr�nica" que hoy nos rodea y conecta. Por tales razones, considero muy oportuna la creaci�n de esta agencia. A mi entender, realmente modernizar� al Estado. Anuncio mi voto favorable a la idea de legislar. El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Viera-Gallo. El se�or VIERA-GALLO.- Se�or Presidente, esta iniciativa nos acompa�a desde hace muchos a�os en el Parlamento. Al Honorable se�or Prokurica y a quien habla nos correspondi� enfrentar los primeros pasos de su estudio cuando �ramos Diputados. Ha tardado demasiado tiempo en llegar al Senado, y -como se�al� el Senador se�or Flores- lo ha hecho en momentos en que el escenario internacional ha cambiado muy radicalmente. Hace dos d�as le� un informe de la Uni�n Europea sobre el estado de los derechos humanos y la libertad en pa�ses de ese conglomerado, que constataba un retroceso en estos �mbitos en casi todos ellos, justamente por las pol�ticas antiterroristas que han debido adoptarse despu�s del 11 de septiembre de 2001. Otro tanto han hecho presente organismos como Amnisty International o Human Right Watch respecto de Estados Unidos. Es decir, nos encontramos en una etapa en que la amenaza terrorista fuerza a los Estados a inclinarse m�s por la seguridad que por la libertad, m�s por la intromisi�n que por la intimidad. Entonces, resulta particularmente importante que este proyecto sea debatido en profundidad por esta Corporaci�n. La necesidad de esta iniciativa -como se se�al�- es evidente, porque el ordenamiento jur�dico chileno no regula adecuadamente las funciones de inteligencia. No lo hace respecto de las Fuerzas Armadas, ni de la Polic�a de Investigaciones y de Carabineros de Chile. Los dos �ltimos organismos desempe�an funciones de inteligencia pol�tica desde hace d�cadas fuera de un marco regulatorio adecuado. Y eso ha llevado siempre a la comisi�n de abusos o a actuar m�s all� de lo que razonablemente se entiende que deben ser sus funciones. Esta situaci�n se torn� particularmente grave despu�s de recuperada la democracia, lo que impuls� a crear la Comisi�n Especial Investigadora sobre Servicios de Inteligencia, que presidiera en aquel momento el Diputado se�or Huenchumilla, hoy Ministro. Los abusos eran evidentes. Recuerdo dos casos: el denominado "Charly", donde hubo agentes encubiertos en algunos partidos de Gobierno para espiar lo que en ellos ocurr�a; y la famosa interceptaci�n telef�nica que se produjo con la actual Senadora se�ora Matthei y el ahora Presidente de Renovaci�n Nacional Sebasti�n Pi�era y la intervenci�n que le cupo a la DINE en la revelaci�n de esas conversaciones, cuesti�n que se hizo p�blica en todo el pa�s. Tambi�n me sorprendieron mucho las expresiones vertidas con motivo de los ataques muy duros contra el Director de la Polic�a de Investigaciones por el comportamiento y posterior destituci�n del detective Barraza. Hubo una sesi�n secreta en la C�mara Baja -a lo mejor algunos Senadores, en aquel entonces Diputados, la pueden recordar-, donde el actual Director de este organismo policial dio cuenta de las actividades de seguimiento de algunos Parlamentarios y pol�ticos que ordenaba este detective. El propio Director de la Polic�a de Investigaciones dio cuenta en esa sesi�n secreta -por cierto, no puedo repetir aqu� lo que dijo- de qu� hac�a tal Diputado o determinado Senador, y mostr� la vida privada, hasta lo m�s �ntimo, de los Parlamentarios, todo lo cual se encontraba en manos de Investigaciones. Esto no nos puede sorprender, porque cuando concurri� a la Comisi�n de Defensa de la C�mara de Diputados -de la cual �ramos miembros con el Honorable se�or Prokurica- el Director de Inteligencia de Investigaciones -o de Carabineros, no recuerdo bien-, dijo: "De cada uno de ustedes tenemos una carpeta". Le preguntamos: "�Qu� se pone en ella?" Respondi�: "Ah� se anota todo lo que se publica sobre ustedes". Obviamente, se trata de una zona fronteriza entre lo legal, lo no legal, etc�tera. Todo esto me lleva a pensar, adem�s de las rivalidades y sobreposiciones de estos organismos policiales, en la absoluta necesidad de legislar al respecto. Creo que es oportuno y necesario, y me parece l�gico que as� sea. En el proyecto que se nos presenta hay algunas deficiencias o falencias que considero indispensable mejorar en el segundo informe, por la v�a de las indicaciones. Primero, echo de menos una definici�n m�s precisa de qu� se entiende por inteligencia militar o por contrainteligencia, y qu� se hace con la inteligencia residual. Como Sus Se�or�as recordar�n, en el caso de interceptaci�n telef�nica de hace alg�n tiempo, el capit�n Diez dijo que hab�a interceptado las llamadas del entonces Senador Sebasti�n Pi�era, porque era informaci�n residual. O sea, �l estaba siguiendo otra cosa, cay� en sus manos esa informaci�n residual y result� que dio origen a un esc�ndalo pol�tico de proporciones. Por ello, creo que es muy importante dejar en claro qu� pasa con la informaci�n residual. En segundo lugar, el proyecto consigna que la nueva Agencia Nacional de Inteligencia, que sustituir� a la actual Direcci�n, podr� pedir a las Fuerzas Armadas el env�o de informaci�n residual. �Cu�ntos a�os se va a conservar? �Qui�n la manejar� y con qu� criterio? Me gustar�a que la ley en proyecto fuera m�s precisa en ese sentido. Tampoco me queda clara la frontera entre inteligencia policial e inteligencia pol�tica. �Pueden Carabineros e Investigaciones hacer inteligencia pol�tica (hace d�cadas -�d�cadas!- que la practican) o no pueden? Y si pueden, �por qu� no precisamos en qu� consiste, cu�les son sus l�mites, hasta d�nde se puede llegar? A mi modo de ver, eso resulta indispensable. Por otro lado, el art�culo 25, letra d), consigna que el nuevo organismo de inteligencia podr� solicitar antecedentes sujetos a reserva o secreto bancario, lo cual habr� que coordinar con lo incluido en otro proyecto en tr�mite en el Senado, relacionado con un departamento o direcci�n de inteligencia financiera respecto del narcotr�fico. Porque resulta que hemos sido muy celosos para regular bien lo que podr�a ser esa direcci�n financiera a fin de evitar el lavado de dinero, pero aqu� somos muy generosos en permitir a este organismo de inteligencia ir m�s all� del secreto bancario, de la reserva, de las empresas, no s�lo en relaci�n con el narcotr�fico, sino de cualquier posible amenaza. Estoy cierto de que esto es algo que debemos perfeccionar. No creo que pueda quedar as� tan amplio como est�. En cuanto al art�culo 32, es tal vez uno que yo har�a desaparecer del proyecto, porque obviamente dar�a p�bulo para que se pudieran cercenar las libertades de las personas. En �l se establece lo siguiente: "Las personas naturales o jur�dicas que sean requeridas para permitir el cumplimiento de alguna de las medidas indicadas en el art�culo 25" �son las llamadas "intrusivas", como la intervenci�n de comunicaciones, sistemas de redes de informaci�n, escucha y grabaci�n, y obtenci�n de antecedentes de reserva- "deber�n acceder a tal petici�n de manera inmediata.". O sea, cualquier ciudadano de la Rep�blica al cual el organismo de inteligencia le pida cumplir cierta funci�n porque la necesita para determinado fin, no tiene m�s que obedecer, callarse, y punto. Creo que la Comisi�n de Defensa Nacional deber� estudiar esta norma con un poco m�s de calma y profundidad, porque es excesivo el poder que se atribuye al organismo; o tal vez fue otra la intenci�n. Pero tal como est� la redacci�n, no me parece adecuada. Por �ltimo, el tema sobre la regulaci�n externa por la C�mara de Diputados es muy complejo. Fui su Presidente por tres a�os y tanto, varios de los presentes eran miembros de ella. Considero importante que este sistema tenga fiscalizaci�n externa. De hecho, ya la tiene, porque cuando se se�ala en un art�culo �no recuerdo el n�mero- que estar� sometido a la fiscalizaci�n de la Contralor�a, es obvio, no necesita decirlo. Lo mismo sucede respecto de los tribunales, cuando hay juicio (tambi�n es obvio, no necesita decirlo) y de la C�mara (tambi�n es obvio, por tener facultades fiscalizadoras, al punto de que se crean comisiones especiales cuando hay abuso). Pero crear una Comisi�n Especial Permanente de Diputados significar�a que, no ocasionalmente, sino siempre, la C�mara Baja podr� tener acceso hasta a los m�s rec�nditos secretos del sistema de informaci�n militar y civil del Estado. No quiero desmerecer a la otra rama del Congreso (obviamente que no, porque pas� ocho a�os en ella, y a mucho orgullo); pero no s� si la f�rmula ideada sea la mejor. Este sistema existe en la C�mara de los Comunes, en Inglaterra; sin embargo, ignoro si son situaciones que se puedan homologar o trasladar de un pa�s a otro con tanta facilidad. Tampoco s� si habr� una relaci�n fluida entre estos organismos de inteligencia y los Diputados encargados de fiscalizarlos, porque una cosa es la fiscalizaci�n gen�rica, y otra que se cree una Comisi�n Permanente de Fiscalizaci�n por parte de la C�mara Baja. Termino se�alando que celebro que el proyecto llegue a tramitaci�n. Como se ha indicado, se recibe cuando las situaciones han ido cambiando, y parece muy importante apoyarlo. Por lo menos yo lo respaldar�. S� merece ser perfeccionado y que algunos de sus art�culos sean meditados con mayor profundidad, para lograr lo que el se�or Ministro del Interior se�al� en su exposici�n: el equilibrio entre seguridad externa e interna y las libertades y los derechos de los individuos. No legislar ser�a lo peor, porque todo esto se hace hoy sin una regulaci�n jur�dica adecuada. �se es el punto. O sea, no es que estemos discutiendo si vamos a establecer esto o no, porque ya existe. Incluso la llamada "ANI", con otro nombre. Tan as� es que a esta sesi�n ha venido su Director, a quien aprovecho de dar la bienvenida y felicitarlo por sus funciones, porque ha sido muy discreto en el ejercicio de su cargo. No se trata, entonces, de ver si se crea o no este organismo, sino de c�mo mejorarlo y hacerlo m�s eficiente, en lo externo y en lo interno, pero, al mismo tiempo, c�mo regularlo para evitar abusos. El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- Hago presente a Su Se�or�a que durante su intervenci�n observ� que el representante del Ejecutivo tomaba debida nota de cada uno de los puntos que mencion�, los que seguramente se van a reflejar en el texto. Tiene la palabra el Honorable se�or Canessa. El se�or CANESSA.- Se�or Presidente, en esta materia se trata de aprobar o no la idea de legislar. Por lo tanto, no me referir� a aspectos de detalle, que se ver�n m�s adelante, en el curso de la discusi�n del proyecto. Considero de gran importancia y de obvia necesidad, como pol�tica de Estado, la creaci�n de un Sistema de Inteligencia Nacional y una Agencia que se encargue de dirigirlo. Consecuentemente con lo anterior, en la iniciativa en cuesti�n estimo relevante diferenciar el Sistema de Inteligencia Nacional, de la Agencia Nacional de Inteligencia, los cuales, a mi juicio, debieran idealmente plasmarse en cuerpos legislativos separados, aunque estrechamente relacionados. Es b�sico, de partida, definir que se trata de un Sistema y de una Agencia cuyo objetivo consistir� en analizar y estudiar determinados elementos para producir inteligencia, pero que no tendr�n car�cter operativo. Ahora bien, respecto del Sistema de Inteligencia, ha de quedar en claro que debe ser capaz de perseguir metas de corto, mediano y largo plazo, todas en procura de un objetivo nacional, que es la meta final que el Estado de Chile debiera configurar para la naci�n. Si tal objetivo no est� claramente especificado, ser� dif�cil perseguir la obtenci�n de inteligencia adecuada y �til. Si no se insiste en la consideraci�n a futuro de temas vitales que interesan a la naci�n, se tratar� s�lo de refundar lo que ahora existe, para ahondar en m�s de lo mismo, cayendo inevitablemente en el an�lisis s�lo de lo contingente, con probables desviaciones no deseadas. Relacionado con lo anterior, es necesario adem�s cubrir los cl�sicos cuatro campos de acci�n del Estado, esto es, el interno, el externo, el econ�mico y el militar -o de Defensa, llam�moslo mejor-, que comprendan todos los llamados componentes de inteligencia pol�tico-estrat�gica. Como se ve, la inteligencia financiera, propuesta en otro proyecto, debe quedar incorporada a este sistema o, por lo menos, estar en �ntima relaci�n con ella. Por �ltimo, se�or Presidente, el sistema ha de estar estructurado en forma de poder coordinar la acci�n en diversos niveles, a fin de servir adecuadamente en la toma de decisiones relevantes para la seguridad y el desarrollo de la naci�n. All� deben concurrir, en su esfera y nivel de acci�n, cada uno de los servicios de inteligencia existentes, naturalmente en lo que dice relaci�n con los grandes intereses y objetivos nacionales. S�lo cuando se tenga estructurado el sistema de inteligencia antes aludido, para servir objetivos nacionales expl�citamente definidos -insisto en "nacionales", porque est�n m�s all� de los Gobiernos que, aunque se van sucediendo unos a otros, siempre est�n inmersos en la naci�n-, se podr�a configurar en forma l�gica una Agencia Nacional de Inteligencia capaz de cumplir las metas exigidas. Ambos proyectos pueden legislarse simult�neamente y en estrecha relaci�n, conformando una legislaci�n moderna en materia de inteligencia capaz de lograr los objetivos a que he hecho referencia. Votar� favorablemente la idea de legislar, y presentar� indicaciones para mejorar el proyecto en el orden de ideas antes se�alado. He dicho. El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Fern�ndez. El se�or FERN�NDEZ.- Se�or Presidente, voy a votar favorablemente la idea de legislar, tal como lo hice en la Comisi�n, sin perjuicio de considerar que �ste es un proyecto que merece ser remozado, atendido el tiempo que se encuentra en tramitaci�n, y de que numerosas normas deben estudiarse con suma cautela. Y al abordarlo, tenemos que hacerlo con bastante humildad, porque no creo que abarque muchas cosas distintas de las que ya est�n ocurriendo en el mundo y que existen en los pa�ses m�s desarrollados, y que democracias muy consolidadas ya han puesto en aplicaci�n, muchas de ellas incluso con grandes dificultades. De modo que deberemos disponer de antecedentes suficientes respecto de lo que ocurre en otras partes en lo tocante a estos servicios, los que siempre han debido enfrentar, como aqu� se ha dicho, el conflicto que se produce entre las garant�as individuales y el �mbito de la seguridad, campo este �ltimo que es extraordinariamente peligroso. Tambi�n lo es, obviamente, dejar esto entregado a la absoluta discrecionalidad de los entes que deben actuar en ese aspecto. De tal manera que, a mi juicio, el an�lisis norma por norma es de gran trascendencia. Concuerdo con lo se�alado en cuanto a que estamos creando un sistema de inteligencia que tendr� a su cargo coordinar la actividad de los actuales servicios de inteligencia y disponer de la informaci�n con que cuentan, cosa que es muy importante y que, por otra parte, fue aceptada por todos los que participaron en las labores de la Comisi�n. Todas las personas que ten�an algo que ver con el tema de inteligencia concordaron en general con las normas del proyecto. Es decir, no estamos aqu� en presencia de una futura ley que pueda entrabar el funcionamiento de los organismos actualmente existentes, que era uno de los aspectos que al comienzo de su estudio provocaba cierta inquietud. Aparentemente, por las informaciones que hemos recibido, no lo han considerado as� e incluso han acogido la iniciativa con bastante satisfacci�n. En cuanto a un aspecto que estimamos b�sico, como es la fiscalizaci�n de estos servicios, no me parece adecuada la f�rmula a que se lleg�, consistente en que la C�mara de Diputados establezca una Comisi�n permanente destinada a ese prop�sito. Creo que ella debiera atenerse a las facultades de que ordinariamente dispone para fiscalizar cualquier acci�n de Gobierno, pero pienso que para llevar a cabo esta otra tarea vamos a tener que idear otros sistemas de control externo, dada la gravedad que implica el hecho de que organismos que no tienen car�cter t�cnico en este sentido dispongan de informaciones que puedan atentar contra la seguridad del Estado. Como se ha dicho aqu�, la otra rama del Parlamento tiene un rol completamente distinto, de car�cter pol�tico, que es muy valioso, pero no es probablemente el organismo m�s capacitado para ejercer un control de esta �ndole, atendida la naturaleza de los miembros que la integran, que son pol�ticos elegidos por votaci�n popular, que pueden tener cualidades muy meritorias, pero no las que se precisan en este �mbito. De tal manera que habr� que estudiar un sistema apropiado. No quiero decir con esto que la C�mara de Diputados deje de ejercer un control al respecto. Creo que es muy importante que exista, pero debe ser el mismo que se aplica respecto de cualquiera otra instituci�n de la Rep�blica. En todo caso, no es f�cil encontrar un sistema adecuado de fiscalizaci�n externa que permita el normal desarrollo de las actividades de un servicio de inteligencia y que tenga alg�n grado de eficiencia y garantice las reservas del caso. Porque, como en otras partes, cuando se extreman los controles externos, los organismos de seguridad, desgraciadamente, empiezan a actuar al margen de la ley para eludirlos, por no confiar, tal vez, en las personas que los integran, especialmente cuando se trata de informaciones que afectan la seguridad del Estado y estiman que pueda haber all� elementos que no participen del concepto de seguridad que estas instituciones tienen al respecto y, por lo tanto, terminan creando organismos paralelos, al margen de la fiscalizaci�n. Eso es extraordinariamente grave y peligroso, y conduce normalmente a mayores abusos que los que estas normas pretenden precaver. De tal suerte que el tema indicado ser� de mucha importancia. Lo mismo podr�a decirse de los mecanismos o procedimientos especiales que se definen en el texto, como la intervenci�n de las comunicaciones, los sistemas inform�ticos, grabaciones, antecedentes bancarios secretos. Habr� que ver tambi�n la manera de que esto pueda llevarse a cabo, porque la f�rmula descrita en el proyecto podr�a no resultar eficaz, en un doble sentido. Aqu� se establece que, para recurrir a tales procedimientos, tendr� que consultarse a un Ministro de la Corte de Apelaciones. Normalmente, esos organismos deben actuar con dinamismo y celeridad y el solicitar la autorizaci�n podr�a conspirar contra la oportunidad de llevar a cabo la diligencia. Por otra parte, muchas veces, cuando se dictan normas de esta naturaleza, que otorgan facultades a ciertas autoridades judiciales, �stas o manifiestan un extraordinario celo para concederlas, obstaculizando toda labor de inteligencia, o bien son demasiado generosas y dan todas las facultades para investigar, con lo que solicitar la autorizaci�n a un Ministro de Corte redunda en un mero tr�mite. Repito: es un tema muy delicado y complejo, que no es f�cil de resolver, porque dar plena libertad a los organismos para hacer lo que quieran, conduce tambi�n a situaciones muy graves. En suma, son temas que requerir�n un an�lisis muy serio y profundo y, para ponerlos en pr�ctica en nuestro pa�s, deberemos estar ampliamente informados del modo como se aplican en otras partes. Creo tambi�n que en el proyecto debemos tener en cuenta que todas las definiciones a que lleguemos sobre los conceptos de inteligencia y contrainteligencia pueden constituir gu�as, pero cualquiera norma de este tipo puede ser f�cilmente transgredida. Por lo tanto, no podemos concluir que con la nueva ley se va a regular efectivamente la actividad de los servicios de inteligencia, porque la �nica manera de lograrlo se encuentra determinada por la integridad de las personas que formen parte de ellos y, especialmente, de quienes los dirijan Mientras no podamos contar con funcionarios de la m�s alta calificaci�n t�cnica y moral a cargo de tales organismos, nada se obtiene con establecer normas muy precisas que establezcan qu� es inteligencia, qu� es contrainteligencia, qu� se puede hacer o qu� no se puede hacer. Porque, en definitiva, igual podr�a torcerse el esp�ritu y el sentido de la ley. Obviamente, esto puede ocurrir no s�lo con esta Agencia, sino con cualquier otro servicio donde las personas no tengan la capacidad suficiente. Pero aqu� resulta especialmente grave y preocupante la situaci�n. Por lo mismo, quienes integran los servicios de inteligencia deber�an estar sujetas, en cuanto a su nombramiento y al cumplimiento de su carrera, a severos controles internos y externos. Ser�a muy importante dise�ar un mecanismo que asegure la rectitud de los que act�en en el sistema, porque muchas veces hemos visto que -adem�s de la fiscalizaci�n habitual mediante los estatutos de los servicios- las exigencias requeridas hacen que los funcionarios, por cumplir un objetivo, transgreden las leyes, lo que conduce a los peores excesos y con muy graves consecuencias. En atenci�n al tiempo de que disponemos y a la pronta llegada del se�or Presidente del Senado rumano, termino se�alando que los anteriores son algunos de los temas que se deben analizar. Por lo tanto voy a prestar mi aprobaci�n al proyecto. Har� el mayor esfuerzo para perfeccionarlo, a fin de crear algo que realmente d� seguridad al pa�s, en concordancia con las garant�as de las personas. El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Parra. El se�or PARRA.- Se�or Presidente, aprecio muy positivamente el enorme esfuerzo que se hace por tratar de dar sistematicidad a lo que hoy existe en materia de inteligencia en Chile. Valoro igualmente el trabajo realizado tendiente a mejorar el balance entre las necesidades del Estado, en particular del Gobierno, y las libertades y derechos ciudadanos. Pero no puedo ocultar que la iniciativa me genera un conjunto de aprensiones, que espero ver despejadas en el transcurso del debate. En la forma actual del proyecto, no me siento inclinado a votar favorablemente la idea de legislar. Dichas aprensiones tienen, desde luego, ra�ces hist�ricas. Por desgracia, los sistemas de inteligencia han servido en muchos pa�ses para vulnerar, de manera extraordinariamente profunda, las garant�as constitucionales de las personas. Desde el todopoderoso y oscuro Ministro del Interior de Napole�n -el Fouch� desnudado magistralmente por Stefan Zweig- hasta experiencias mucho m�s cercanas, ciertamente en la labor de inteligencia ha habido siempre una amenaza profunda a las libertades y a los derechos de la gente. No basta con las restricciones que se puedan establecer en la ley para que esas amenazas desaparezcan. Debo recordar que los Estados contempor�neos cuentan con diversas herramientas que les permiten conjurar situaciones de riesgo para ellos: desde los estados de excepci�n constitucional hasta la labor espec�fica de los otros organismos con que ellos cuentan. En su intervenci�n, el se�or Ministro del Interior explic� el campo de acci�n a que estar�a referido el trabajo del sistema. Habl� de los delitos y actividades terroristas y tambi�n, de manera importante, se refiri� al narcotr�fico y al lavado de dinero. Pero, quiz�s por casualidad, en la tabla de hoy aparece un proyecto que crea otra unidad de inteligencia en el pa�s, con el prop�sito de ocuparse de la segunda de estas materias, lo que nos habla de una cierta inconsistencia e incongruencia. �No se puede a�adir inteligencia a la inteligencia, vigilancia a la vigilancia y sospecha a la sospecha, porque con eso se limita cada vez m�s el sistema de vida de las personas y sus derechos y libertades! Se�or Presidente, el estudio realizado por la Honorable C�mara de Diputados -que constituye la ra�z de la iniciativa en debate- dio lugar a la entrega de dos antecedentes, que estimo important�simo que el Senado conozca antes de tomar una decisi�n. Asimismo, pido a los se�ores miembros de la Comisi�n de Defensa Nacional que se impusieron de ellos que se sirvan darlos a conocer en detalle a la Sala. En primer lugar, la C�mara de Diputados pidi� su opini�n a la Excelent�sima Corte Suprema. Consta en el informe de la Comisi�n, de manera muy resumida, que el M�ximo Tribunal fue categ�ricamente contrario al proyecto respecto del cual se le consult� y sobre el que se estaba trabajando. Despu�s, en diciembre de 1997, ingres� a tr�mite el proyecto de reforma a la Carta Fundamental sobre creaci�n del Ministerio P�blico, cuyas normas fueron agregadas como Cap�tulo VI-A. En la normativa correspondiente se entreg� a dicho organismo la competencia exclusiva para investigar delitos bajo control jurisdiccional y para ejercer, cuando fuere del caso, las acciones penales a que las investigaciones den lugar. �D�nde est� el l�mite, se�or Presidente? �Hasta d�nde la actividad de esta Agencia es desarrollar funciones de inteligencia y desde d�nde investigar actos delictuales, si los t�rminos usados por los informantes y por el se�or Ministro del Interior dejan claro que esa frontera es bastante difusa y vaga? Creo, pues, que hay muchas cosas que deben ser aclaradas. Por otra parte, formulo el siguiente ruego al Gobierno: que no insista en utilizar las urgencias en esta materia. Hemos postergado el conocimiento de las reformas constitucionales, porque el proyecto en debate fue calificado con urgencia "simple". Las libertades y derechos ciudadanos ser�n siempre m�s importantes que cualquier premura de pol�tica. Adem�s, es dif�cil encontrar un tema m�s delicado que �ste. Su examen tiene que hacerse, por lo mismo, en un ambiente de extrema tranquilidad y serenidad, sin presiones de ninguna especie. Reitero la petici�n de que se informe, de manera especial, lo manifestado por la Corte Suprema y por el se�or Fiscal Nacional, que fue uno de los invitados a la Comisi�n, porque constituyen antecedentes muy relevantes para formarnos un juicio y emitir, en conciencia, nuestro voto a la hora de pronunciarnos sobre la iniciativa. He dicho. El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- Le corresponde intervenir al Honorable se�or �vila, a quien advierto que en cualquier momento ingresar� a la Sala el se�or Presidente del Senado de Rumania. Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or �VILA.- Se�or Presidente, el proyecto en debate me suscita serias aprensiones. Ignoro hasta qu� punto los aparatos de inteligencia de las Fuerzas Armadas, y en particular del Ej�rcito, se han depurado de las dudas, las suspicacias, los prejuicios y, sobre todo, de su falta de compromiso con las instituciones democr�ticas. Digo esto porque en 1990, con motivo de la creaci�n del Consejo de Seguridad P�blica, popularmente conocido como "La Oficina", la Direcci�n de Inteligencia del Ej�rcito no s�lo orden� investigar la creaci�n de esa unidad, sino que adem�s la infiltr�. En virtud de ello, se�or Presidente, solicito que se haga llegar al Senado la n�mina de los 104 funcionarios que pasar�n a formar parte de la institucionalidad que se crea. Por otro lado, pido que se oficie a quien corresponda con el objeto de que la Direcci�n de Inteligencia del Ej�rcito se�ale formalmente si las actividades emprendidas en 1990 contin�an hasta hoy, o hasta cu�ndo se mantuvieron en vigor, y con qu� prop�sitos y objetivos. El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- �Me permite, se�or Senador? Tengo que interrumpirlo, porque nos comunican que dentro de pocos momentos ingresar� a la Sala el se�or Presidente del Senado rumano. Su Se�or�a queda con la palabra, para continuar una vez que se reanude la discusi�n del proyecto. --Ingresan a la Sala el Presidente del Senado de Rumania y su delegaci�n. RECIBIMIENTO A PRESIDENTE DE SENADO DE RUMANIA El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Me es muy grato dar una cordial bienvenida, en nombre del Senado de la Rep�blica, que me honra presidir, al se�or Presidente del Senado de Rumania, se�or Nicole V�caroiu; a los se�ores Senadores, Diputados y dem�s miembros de la delegaci�n que lo acompa�a y al se�or Embajador de Rumania en Chile. Se�or Presidente, las relaciones diplom�ticas entre nuestros pa�ses son de larga data. Se remontan a noviembre de 1880. Ya en febrero de 1925 se establecieron a nivel de legaci�n. Se interrumpieron en 1943, a ra�z de los problemas internacionales derivados de la Segunda Guerra Mundial, y se reanudaron s�lo en 1965, a nivel de Embajadas. Uno de nuestros Senadores presentes -que en ese tiempo era Ministro de Relaciones Exteriores de Chile- fue quien tom� dicha iniciativa. Desde esa fecha, los contactos bilaterales han sido crecientes y muy cordiales. Sin embargo, con la recuperaci�n de la democracia en ambos pa�ses casi en el mismo tiempo, en 1990, nuestros v�nculos pol�ticos, parlamentarios y diplom�ticos se han fortalecido en forma muy importante. Es as� como, dentro de este contexto, las visitas oficiales se han intensificado notablemente en la �ltima d�cada. En marzo de 1991 vino a Chile quien en ese tiempo era Primer Ministro de Rumania, el se�or Petre Roman; en agosto de 1993 tuvimos el agrado de recibir en visita de Estado al actual Presidente rumano, el se�or Ion Iliescu; en 1995 recibimos al Presidente de la C�mara de Diputados, Adrian Nastase, que hoy d�a es Primer Ministro; en 1998 nos visit� el se�or Ministro del Trabajo, como tambi�n el se�or Ministro de Relaciones Exteriores. Por nuestra parte, han viajado tambi�n a Bucarest, Rumania, diversas personalidades y autoridades del Gobierno de Chile y Parlamentarios, entre ellas los Subsecretarios de Guerra y de Relaciones Exteriores (este �ltimo acompa�ado de una misi�n de representantes del mundo empresarial); en 1995 visit� dicho pa�s el entonces se�or Ministro de Relaciones Exteriores, don Jos� Miguel Insulza. Como resultado de todo este acercamiento pol�tico y diplom�tico entre ambas naciones, se han suscrito diversos convenios de cooperaci�n econ�mica y de orden comercial, como tambi�n acuerdos de prevenci�n y protecci�n rec�proca de inversiones, entre otros. Se�or Presidente, en junio de 2002 tuve el alto honor de visitar oficialmente vuestro pa�s, oportunidad en que fui recibido en forma muy amistosa por usted y por las m�s altas autoridades de su patria. Sostuve interesantes conversaciones con el Presidente de la Rep�blica, el Primer Ministro se�or Adrian Nastase, el Canciller se�or Mircea Geona y, por supuesto, con usted y un amplio n�mero de Parlamentarios. En esas conversaciones tuve la ocasi�n de conocer los esfuerzos que est� haciendo Rumania en favor del desarrollo social y contra la pobreza, y de ese modo mejorar las condiciones de vida de su poblaci�n. Hoy, al escuchar sus palabras, me alegro mucho de los �xitos que han logrado en materia pol�tica, econ�mica y social. En ese marco dentro del cual ustedes han trabajado, las acciones de la pol�tica exterior rumana orientadas a buscar una integraci�n econ�mica mediante las instancias en el nivel regional nos interesan tanto por la incorporaci�n de Rumania a la OTAN como por su proyecto de ingreso a la Uni�n Europea, de la cual pasaremos tambi�n a ser socios. Esto nos permitir� estrechar a�n m�s nuestras relaciones pol�ticas, econ�micas y culturales. Asimismo, deseo destacar en esta ocasi�n el trabajo que hemos realizado en esta d�cada y la importancia que ha tenido la diplomacia parlamentaria, tanto del Congreso Rumano como del nuestro. Creo que eso demuestra, una vez m�s, que el establecimiento de este tipo de v�nculos ayuda de manera muy eficiente a las relaciones diplom�ticas entre los Estados. Se�or Presidente, en ese contexto, quiero aprovechar su visita a nuestro pa�s para expresar -como lo hice en otra oportunidad- mi especial reconocimiento a usted, a su delegaci�n y a todo su Parlamento por el apoyo decidido, leal y eficiente que dieron a la candidatura de uno de nuestros Senadores -el Honorable se�or Sergio P�ez- para que, en representaci�n de Am�rica Latina, pudiera ser elegido Presidente de la Uni�n Interparlamentaria Mundial. Asimismo, perm�tame expresarle tambi�n mi agradecimiento por la participaci�n que tuvo la delegaci�n de Parlamentarios de su pa�s en la reciente Asamblea de la Uni�n Interparlamentaria Mundial, celebrada en Santiago de Chile hace pocos d�as. Por otra parte, deseo manifestarle que mi visita a Bucarest nos permiti� enfatizar la necesidad de incrementar nuestro intercambio pol�tico, que es el m�s importante. Pero tambi�n creemos que podemos hacer mucho m�s en el campo comercial. Por eso, me felicito de que, con motivo de la invitaci�n que hicimos a usted para visitar nuestro pa�s, haya sido acompa�ado por una importante delegaci�n de empresarios rumanos, los cuales podr�n tomar contacto con nuestros empresarios para convertir en realidad la posibilidad de un intercambio comercial mucho mayor que el que tenemos hoy d�a. Asimismo, le expreso nuestro inter�s por participar conjuntamente en los organismos multilaterales, pues creo que la uni�n entre pa�ses de nivel de desarrollo similar permite enfrentar en esas instancias problemas que nos son comunes. Deseo decirle tambi�n -y esto puede ocurrir a cualquier persona que visite su pa�s- que uno queda impresionado por lo acogedora que es su gente, por la cultura que se puede apreciar en ella, como tambi�n por el sentido innato de su pueblo por la armon�a y su aspiraci�n permanente a vivir de acuerdo con los principios de la belleza. Quienes concurren a su patria pueden observar la gran calidad y capacidad de sus creadores, su cultura, sus sabios, y tambi�n la participaci�n de ellos en la creaci�n cient�fico-tecnol�gica de nuestra civilizaci�n. Se�or Presidente, estoy seguro de que su visita permitir� a�n m�s la consolidaci�n de nuestros v�nculos bilaterales y explorar nuevos caminos para incrementar -como dije- el intercambio comercial. Finalmente, es un honor y un agrado entregarle hoy d�a, en nombre del Senado, nuestra m�xima condecoraci�n, para que la asuma como una expresi�n de afecto hacia usted, pero tambi�n hacia su Parlamento y hacia todo el pueblo rumano. Es un reconocimiento a lo que usted y todos los dirigentes de su pa�s han hecho por consolidar la democracia, incrementar el respecto a los derechos humanos y so�ar con construir, al igual que nosotros, una sociedad m�s justa, fundada en los principios que son compartidos por su patria y por la nuestra para lograr ese pa�s con el cual todos so�amos. --El se�or Andr�s Zald�var (Presidente) impone al Presidente del Senado de Rumania, se�or Nicole V�caroiu, la condecoraci�n Orden al M�rito del Senado de la Rep�blica de Chile. --(Aplausos en la Sala y en tribunas). El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el se�or Presidente del Senado rumano. El se�or V�CAROIU (Presidente del Senado de Rumania).- Estimado se�or Presidente Andr�s Zald�var, se�oras y se�ores Senadores, distinguida asistencia: Perm�taseme, en primer lugar, agradecer al Presidente del Senado de la Rep�blica de Chile la oportunidad que nos brind� de estar presentes hoy en su bello pa�s. Nos alegramos por haber sido recibidos tan calurosamente, lo cual esper�bamos debido a las tradicionales relaciones entre Rumania y Chile, que datan de hace m�s de cien a�os. Pero fue una sorpresa para m�, as� como para los Senadores y Diputados que me acompa�an en esta visita, la invitaci�n a participar en esta sesi�n de la C�mara Alta. Y lo agradezco de todo coraz�n. Considero que el hecho de que se me otorgara esta alta distinci�n representa el resultado de una actividad desarrollada a lo largo de un decenio entre los Parlamentos de Rumania y de Chile. En verdad, nuestras relaciones son duraderas y se concretan en la continuidad del di�logo pol�tico. Esperamos, se�or Presidente, que en la segunda mitad de este a�o tengamos el honor de recibir como hu�sped de nuestro pa�s al Presidente de la Rep�blica de Chile, se�or Ricardo Lagos. Y as� como lo hablamos en Bucarest, deseamos que estas relaciones tan buenas en el campo parlamentario se materialicen tambi�n en los otros �mbitos. Destaco aqu� las relaciones econ�micas, comerciales, etc�tera, porque existe el potencial para ello, tenemos un buen marco jur�dico bilateral. Pero se requiere desarrollar un mejor sistema de informaciones entre nosotros, que llegue a la base, al hombre de negocios, e incrementar las misiones econ�micas. Estamos convencidos de que los resultados ser�n inmediatos. En efecto, deseo informar a nuestros colegas del Senado de la Rep�blica de Chile que en esta visita me acompa�an, adem�s de la delegaci�n oficial, integrada por importantes miembros de todas las colectivades pol�ticas representadas en el Parlamento de Rumania -no s�lo del partido en el poder, sino tambi�n de la oposici�n-, un importante grupo de hombres de negocios, quienes durante estos dos o tres d�as, coordinados por nosotros, celebrar�n entrevistas que esperamos den resultados. Se�or Presidente, se�oras y se�ores Senadores, en el mundo de hoy se comprueba el hecho de que la dimensi�n parlamentaria adquiere un papel cada vez m�s esencial y una implicancia cada vez mayor de los Senadores y Diputados no s�lo en el quehacer puramente legislativo, es decir, en cuanto a elaborar las leyes y controlar la actividad del Ejecutivo, sino tambi�n directamente en todo lo que significan las relaciones internacionales bilaterales y multilaterales. En el fondo, se trata de nuestra experiencia derivada de la actividad diaria como legisladores. Por eso resulta fundamental conocer la vida concreta y lo que ocurre en el campo econ�mico. Distinguidos colegas, consideramos que la Rep�blica de Chile es como un emblema, una muestra significativa de toda la Am�rica Latina. Sus �xitos nos alegran y deseamos alcanzar cuanto antes el umbral, el nivel en que ustedes se sit�an. Queremos aprender de su experiencia, y les aseguro que lo hacemos r�pidamente. Hace unos instantes convers� con el Presidente Andr�s Zald�var acerca del actual trabajo que desarrolla su Parlamento en comparaci�n con lo que se realiza en el de Rumania. Voy a proporcionarles algunos elementos. Finalizamos el proceso de revisi�n de la Constituci�n. Despu�s de la respuesta positiva de la Corte Constitucional pasaremos al debate en pleno de las modificaciones de la Carta Fundamental. Esperamos concluir este proceso en la presente legislatura, esto es, antes de fines del mes de junio. Un segundo objetivo fue terminar el an�lisis de leyes referidas a los partidos pol�ticos y a su financiamiento, en la idea de asegurar transparencia en lo concerniente al uso de fondos por parte de �stos, para permitir cierto control en la materia. Una tercera finalidad se concret� en una ley compleja, mediante la cual el Gobierno asumi� la responsabilidad e iniciativa. Se refiere a la transparencia respecto del desarrollo de las subastas, a la introducci�n de la subasta electr�nica, a la informatizaci�n de todo lo que significa la Administraci�n P�blica central y local, en la idea de que el ciudadano que paga las tasas no entre, en cuanto sea posible, en contacto directo con el funcionario p�blico. Tambi�n introdujimos nuevas reglamentaciones relativas a la eliminaci�n de la evasi�n fiscal y de la econom�a subterr�nea. Hablamos, asimismo, de un nuevo estatuto para los funcionarios p�blicos. Y no en �ltimo lugar se encuentra el establecimiento de las incompatibilidades entre los cargos de dignatarios en el Estado, empezando por el Presidente de Rumania, Senadores, Diputados, Ministros, funcionarios que se desempe�an en ciertos empleos p�blicos, y los puestos en las asambleas generales, en las asambleas de gesti�n de las sociedades comerciales o como hombres de negocios. La ley ya entr� en vigor. Estamos convencidos, s�, de que todav�a hay lugar para mejorar las cosas en el futuro. Y puedo informar que aun en el presente nuestros colegas Senadores y Diputados deben observar ciertos t�rminos previstos por la ley; esto es, primeramente entregan una declaraci�n en cuanto a la situaci�n de incompatibilidad, una de intereses y, no en �ltimo lugar, una respecto de sus posesiones. Perd�n por el largo discurso, pero s�lo deseo mostrar cu�les son los problemas que enfrentamos en el presente en nuestro Parlamento y, en general, en Rumania. Respecto de las preocupaciones en este campo, vemos que tenemos experiencias ustedes y nosotros, y que el intercambio de ellas nos ayudar� a solucionar mejor algunos aspectos. Distinguidos colegas, quisiera informarles tambi�n que hoy en d�a Rumania es un pa�s estable. Desde hace cuatro a�os venimos registrando un crecimiento econ�mico. Nosotros decimos que es importante, aunque no es lo que quisi�ramos. El ritmo anual se sit�a entre 4,5 y 5,2 por ciento. Pero, para ser sincero con ustedes, se trata de un buen �ndice si tenemos en cuenta que la econom�a mundial todav�a se encuentra en recesi�n y que incluso pa�ses fuertes desde el punto de vista econ�mico registraron el a�o pasado ritmos de crecimiento por debajo de uno por ciento. Sin embargo, estamos conscientes de que el proceso de globalizaci�n puede tener efectos serios sobre los pa�ses en v�as de desarrollo, sobre los pa�ses emergentes. Y una soluci�n la constituye la colaboraci�n, especialmente en el plano bilateral. Consideramos a la Rep�blica de Chile un socio prioritario en esta zona de Am�rica Latina, y creo que podemos desempe�ar para ustedes un papel sumamente importante como puerta de entrada hacia Europa del Oeste y del Este. A principios del pr�ximo a�o finalizaremos las negociaciones con la Uni�n Europea, y nuestro prop�sito es que el 1� de enero de 2007 seamos miembros de plenos derechos de ese conglomerado. No nos apresuramos, porque nuestra econom�a todav�a no est� preparada para hacer frente a la competencia en el �mbito de dicha Uni�n. Perm�tanme, estimados colegas, Presidente se�or Zald�var, agradecerles una vez m�s la oportunidad que nos han ofrecido a m� y a quienes me acompa�an de estar presentes en el pleno del Senado de la Rep�blica de Chile. Esta alta distinci�n nos estimular� a seguir adelante en la l�nea de la colaboraci�n permanente. Distinguidos colegas, perm�tanme desearles mucha salud. Y les agradezco la posibilidad de trabajar juntos, porque sabemos que, en �ltima instancia, la idea es encontrar soluciones para que el pa�s sea pr�spero y sus ciudadanos vivan mejor. As� que, en mi nombre y en el de mis colegas del Parlamento de Rumania, les deseo �xito de todo coraz�n. Muchas gracias. --(Aplausos en la Sala). El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Por nuestra parte, agradecemos la presencia del se�or Presidente del Senado de Rumania y su comitiva. ---------------- El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- Contin�a la discusi�n del proyecto sobre el sistema de inteligencia del Estado y la creaci�n de la Agencia Nacional de Inteligencia. Al suspenderse el debate estaba interviniendo el Senador se�or �vila. Puede seguir, Su Se�or�a. El se�or �VILA.-...�Fray Luis de Le�n demor� m�s que el Senador que habla en retomar el hilo de su intervenci�n! Sin embargo, no es caprichosa la referencia que hago: siento que, con la frase que se hizo c�lebre y con la cual reanud� sus clases en la Universidad de Salamanca, Fray Luis de Le�n quiso indicar que las tragedias, sean individuales o colectivas, hay que enterrarlas r�pidamente. Precisamente, es lo que nosotros no hemos sabido hacer; a�n arrastramos las culpas de una tragedia colectiva que nos demanda en todos los �rdenes una preocupaci�n intensa, que muchas veces nos desv�a de los objetivos esenciales que tenemos como pa�s. A prop�sito de esta iniciativa, y dada la circunstancia de que en sus finalidades expresa claramente que se trata de enfrentar y resolvcr de mejor modo los desaf�os que pueden amenazar la seguridad del pa�s, la estabilidad institucional y el r�gimen democr�tico, hay un tema que necesariamente tendr� que ser abordado. Me refiero a los miles de personas que en su momento formaron parte de los aparatos de seguridad de las Fuerzas Armadas y, tambi�n, a aquellas que, en el lado opuesto, decidieron empu�ar las armas para combatir al R�gimen de ese instante. Ese conjunto de chilenos hoy son parias de la sociedad. Y, en una gran proporci�n, no sabemos qu� est�n haciendo. Lo que s� podemos percibir es que no tienen inserci�n alguna en la sociedad. Ello los convierte en un peligro inminente para la seguridad interna del pa�s, para la tranquilidad de todos los chilenos. No tengo dudas de que varios de los asaltos m�s espectaculares habidos en los �ltimos tiempos son protagonizados por esas personas, que tienen adiestramiento, que poseen el arrojo y la audacia que les gener� el haber participado en acciones muchas veces sangrientas, luctuosas. �Por qu� de una vez por todas, y atendiendo al esp�ritu de esta iniciativa, no hacemos el catastro sincero de esas personas y adoptamos la resoluci�n de buscar la manera de que no se conviertan en los m�s peligrosos delincuentes que es posible concebir? Si se les arroja a un �mbito donde no tienen reconocimiento de ninguna especie sino s�lo el estigma de su pasado, constituir�n un verdadero ej�rcito que estar� siempre poniendo en riesgo, no s�lo la seguridad de la gente, sino tambi�n la estabilidad del r�gimen democr�tico. Esta reflexi�n, se�or Presidente, me sirve para se�alar que el proyecto hoy en debate ofrece un conjunto de insuficiencias muy grandes que es preciso superar. Particularmente, mantendr� mi disposici�n de votar en contra mientras no se atienda con exactitud y oportunidad el requerimiento que he formulado. Y espero que la irrupci�n del Presidente del Senado rumano no haya impedido tomar debida nota de lo que expres�. Esa informaci�n me parece absolutamente fundamental, no s�lo para la aprobaci�n de esta iniciativa, sino adem�s para saber de una vez por todas si nuestras Instituciones Armadas supieron dejar atr�s el pasado y hoy se insertan de manera decidida en la comunidad de intereses que el actual sistema institucional demanda. He dicho. El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- Hago presente a Su Se�or�a que, por no encontrarnos en hora de Incidentes, no puede darse curso al oficio que plante�. Y, en el caso de requerirse acuerdo de la Sala, ahora no disponemos de qu�rum suficiente para aprobar el despacho de un oficio en nombre del Senado. Por tanto, queda pendiente la petici�n formulada, que est� debidamente registrada en Secretar�a. El se�or �VILA.- Se�or Presidente, �me permite? El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- S�, se�or Senador. El se�or �VILA.- La verdad es que no me satisface el hecho de que mi demanda quede para la historia de la ley. El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- No, Su Se�or�a. Es s�lo un problema reglamentario. Queda pendiente para la pr�xima sesi�n el recabar el acuerdo de la Sala. Y si �ste no se obtuviese, Su Se�or�a podr�a solicitar en la hora de Incidentes el env�o del oficio en su nombre El se�or �VILA.- �Eso quiere decir que debo plantear lo mismo en la hora de Incidentes? El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- S�, efectivamente. O en la pr�xima sesi�n pedir el acuerdo de la Sala. Y si �sta estima del caso enviar el oficio en nombre del Senado, as� se despachar�. De lo contrario, Su Se�or�a tendr�a que solicitar en hora de Incidentes remitirlo en su nombre. En este momento no puedo recabar el acuerdo respectivo, porque no hay qu�rum para enviar en nombre de la Corporaci�n el oficio que el se�or Senador pidi� en la primera parte de su intervenci�n. En nombre de Su Se�or�a no puede hacerse en este instante, pues no estamos en hora de Incidentes. Es la norma reglamentaria, se�or Senador, y debo cumplirla. El se�or �VILA.- Pero yo no voy a privar a la Sala, se�or Presidente, de tener un acto de generosidad y, al mismo tiempo, de acuciosidad en el estudio de una iniciativa como �sta. El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- Muchas gracias, se�or Senador. Se levanta la sesi�n. --Se levant� a las 13:58. Manuel Oca�a Vergara Jefe de la Redacci�n