REP�BLICA DE CHILE DIARIO DE SESIONES DEL SENADO PUBLICACI�N OFICIAL LEGISLATURA 348�, EXTRAORDINARIA Sesi�n 41�, en mi�rcoles 16 de abril de 2003 Ordinaria (De 16:18 a 17:54) PRESIDENCIA DE LOS SE�ORES ANDR�S ZALD�VAR, PRESIDENTE, Y CARLOS BOMBAL, VICEPRESIDENTE SECRETARIOS, LOS SE�ORES CARLOS HOFFMANN CONTRERAS, TITULAR, Y SERGIO SEP�LVEDA GUMUCIO, SUBROGANTE ____________________ � N D I C E Versi�n Taquigr�fica P�g. I.ASISTENCIA......................................................................................................... II.APERTURA DE LA SESI�N............................................................................... III.TRAMITACI�N DE ACTAS.............................................................................. IV.CUENTA............................................................................................................... V. F�CIL DESPACHO: Proyecto de acuerdo, en segundo tr�mite, que aprueba el "Acuerdo entre Chile y la Organizaci�n Internacional del Trabajo, relativo a establecimiento de una Oficina de la OIT en Chile" (3122-10) (se aprueba en general y particular)......... VI. ORDEN DEL D�A: Proyecto de ley, en segundo tr�mite, que regula condiciones de trabajo y contrataci�n de artistas y t�cnicos de espect�culos (3073-13) (se aprueba en general)........... Proyecto de ley, en tercer tr�mite, que fija bases de procedimientos que rigen actos de la administraci�n del Estado (2594-06) (se aprueba)........ VII. TIEMPO DE VOTACIONES: Condena a Gobierno de Cuba por violaci�n de derechos fundamentales. Proyecto de acuerdo (se aprueba).................................................................................... VIII. INCIDENTES: Peticiones de oficios (se anuncia su env�o)................................................... Seguimiento de proyectos de acuerdo (observaciones del se�or R�os)........ Dilaci�n de tr�mites para concesiones acu�colas. Oficios (observaciones del se�or Prokurica).......................................................................................... Incertidumbre por discrepancia de tribunales superiores sobre fallos en materia tributaria (observaciones del se�or Prokurica)....................................... Informe sobre visita a Estados Unidos de Directiva de Renovaci�n Nacional: Tratado de Libre Comercio y Proyectos Medioambientales. Comunicaci�n (intervenci�n del Horvath)................................................................................................. Evaluaci�n de estado actual de ex Colonia Dignidad (observaciones del se�or Naranjo)............................................................................................. Inquietud por progresivo deterioro de estado de derecho en Chile (observaciones del se�or Mart�nez)................. ....................................... VERSI�N TAQUIGR�FICA I. ASISTENCIA Asistieron los se�ores: --Aburto Ochoa, Marcos --Arancibia Reyes, Jorge --�vila Contreras, Nelson --Boeninger Kausel, Edgardo --Bombal Otaegui, Carlos --Canessa Robert, Julio --Cantero Ojeda, Carlos --Cariola Barroilhet, Marco --Chadwick Pi�era, Andr�s --Coloma Correa, Juan Antonio --Cordero Rusque, Fernando --Espina Otero, Alberto --Fern�ndez Fern�ndez, Sergio --Flores Labra, Fernando --Foxley Rioseco, Alejandro --Frei Ruiz-Tagle, Carmen --Frei Ruiz-Tagle, Eduardo --Garc�a Ruminot, Jos� --Gazmuri Mujica, Jaime --Horvath Kiss, Antonio --Larra�n Fern�ndez, Hern�n --Lavandero Illanes, Jorge --Mart�nez Busch, Jorge --Matthei Fornet, Evelyn --Moreno Rojas, Rafael --Mu�oz Barra, Roberto --Naranjo Ortiz, Jaime --Novoa V�squez, Jovino --N��ez Mu�oz, Ricardo --Ominami Pascual, Carlos --Orpis Bouch�n, Jaime --P�ez Verdugo, Sergio --Parra Mu�oz, Augusto --Pizarro Soto, Jorge --Prokurica Prokurica, Baldo --R�os Santander, Mario --Romero Pizarro, Sergio --Ruiz De Giorgio, Jos� --Ruiz-Esquide Jara, Mariano --Sabag Castillo, Hosa�n --Silva Cimma, Enrique --Stange Oelckers, Rodolfo --Vald�s Subercaseaux, Gabriel --Vega Hidalgo, Ram�n --Zald�var Larra�n, Adolfo --Zald�var Larra�n, Andr�s --Zurita Camps, Enrique Concurrieron, adem�s, los se�ores Ministros Secretario General de la Presidencia y del Trabajo y Previsi�n Social. Actu� de Secretario el se�or Carlos Hoffmann Contreras, y de Prosecretario, el se�or Sergio Sep�lveda Gumucio. II. APERTURA DE LA SESI�N --Se abri� la sesi�n a las 16:18, en presencia de 19 se�ores Senadores. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesi�n. III. TRAMITACI�N DE ACTAS El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se dan por aprobadas las actas de las sesiones 37� y 38�, ordinarias, en 1 y 2 de abril del a�o en curso, respectivamente, que no han sido observadas. IV. CUENTA El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretar�a. El se�or SEP�LVEDA (Prosecretario).- Las siguientes son las comunicaciones recibidas: Mensaje De Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica, mediante el cual comunica que ha resuelto no hacer uso de la facultad que le confiere el inciso primero del art�culo 70 de la Carta Fundamental, respecto del proyecto que modifica el art�culo 19 de la ley N� 18.918, Org�nica Constitucional del Congreso Nacional, con el objeto de dar el car�cter de permanente a la Comisi�n Especial Mixta de Presupuestos (Bolet�n N� 3.051-07). --Se manda remitir el proyecto al Excelent�simo Tribunal Constitucional, en cumplimiento de lo establecido en el N� 1 del art�culo 82 de la Carta Fundamental. Oficios Ocho de la C�mara de Diputados: Con los cuatro primeros comunica que ha aprobado, en los mismos t�rminos en que lo hizo el Senado, los proyectos de ley que se indican: 1.- El que autoriza para erigir un monumento, en las ciudades de Arica e Iquique, en memoria del Cardenal Arzobispo don Ra�l Silva Henr�quez, iniciado en moci�n del entonces Senador se�or Bitar (Bolet�n N� 2.323-04); 2.- El que autoriza la construcci�n de un monumento, en la ciudad de Chill�n Viejo, en memoria de don Bernardo O'Higgins Riquelme, iniciado en moci�n de los Senadores se�ores R�os y Ruiz-Esquide (Bolet�n N� 2.480-04); 3.- El que autoriza la construcci�n de un monumento, en la ciudad de Copiap�, en memoria del ex Presidente de la Rep�blica don Salvador Allende Gossens, iniciado en moci�n del Senador se�or N��ez (Bolet�n N� 2.549-04), y 4.- El que autoriza para erigir un monumento, en la localidad de Isla Negra, en memoria de Pablo Neruda, iniciado en moci�n del Senador se�or Andr�s Zald�var (Bolet�n N� 2.913-04). --Se manda comunicar a Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica los proyectos aprobados por el Congreso Nacional. Con el quinto comunica que ha dado su aprobaci�n al proyecto de ley que autoriza la construcci�n de un monumento, en el lugar denominado "P�rtico Ra�l Silva Henr�quez", ubicado en la rotonda de la variante Vi�a del Mar-Valpara�so, en la Ruta 68, en homenaje al Cardenal Ra�l Silva Henr�quez (Bolet�n N� 2.457-04). --Pasa a la Comisi�n de Educaci�n, Cultura, Ciencia y Tecnolog�a. Con el sexto comunica que acord� solicitar al Senado el desarchivo del proyecto que modifica la ley N� 18.962, Org�nica Constitucional de Ense�anza, con el objeto de promover el conocimiento de los derechos humanos. (Bolet�n N� 1.238-04). --Se accede. Con el s�ptimo comunica que acord�, previo asentimiento del Senado, archivar el proyecto de ley, iniciado en moci�n del Senador se�or Moreno, que autoriza la construcci�n de un monumento, en la ciudad de Rancagua, en memoria del ex Presidente de la Rep�blica don Eduardo Frei Montalva (Bolet�n N� 2.411-04), en raz�n de existir en esa misma ciudad otro monumento en su memoria. --Se accede. Con el �ltimo comunica que ha dado su aprobaci�n, con la enmienda que se�ala, al proyecto de ley que fija las bases de los procedimientos que rigen los actos de la Administraci�n del Estado, con urgencia calificada de "suma" (Bolet�n N� 2.594-06). --Queda para tabla. Del se�or Contralor General de la Rep�blica, por medio del cual responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Stange, relativo al Departamento de Salud de la Municipalidad de Calbuco. Del se�or Director Nacional de Pesca, mediante el cual da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador se�or N��ez, relacionado con la situaci�n que enfrenta un grupo de recolectores de algas de Cha�aral, Tercera Regi�n. Del se�or Secretario Regional Ministerial de Bienes Nacionales de la Novena Regi�n, por medio del cual responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Espina, relativo a la posibilidad de utilizar tierras para veranadas por parte de Comit� que indica. Del se�or Director del Servicio de Salud Valpara�so-San Antonio, mediante el cual responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Romero, sobre la adquisici�n de equipo oftalmol�gico. De la se�ora Directora del Servicio de Vivienda y Urbanizaci�n de la Novena Regi�n, por medio del cual da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador se�or Espina, relacionado con la pavimentaci�n de la calle Lautaro, comuna de Galvarino. --Quedan a disposici�n de los se�ores Senadores. Informes De la Comisi�n de Relaciones Exteriores, reca�do en el proyecto de acuerdo, en segundo tr�mite constitucional, sobre aprobaci�n de la Convenci�n Interamericana sobre Asistencia Mutua en Materia Penal, adoptada por la Asamblea General de la Organizaci�n de los Estados Americanos en Nassau, Bahamas, el 23 de mayo de 1992, y su Protocolo Facultativo, adoptado en Managua, Nicaragua, el 11 de junio de 1993 (Bolet�n N� 2.843-10). De la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento, reca�do en el proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, sobre creaci�n de sociedades an�nimas deportivas profesionales (Bolet�n N� 3.019-03). --Quedan para tabla. Solicitud De la se�ora Mar�a del Carmen Barahona Pinochet, mediante la cual solicita la rehabilitaci�n de su ciudadan�a (Bolet�n N� S 663-04). --Pasa a la Comisi�n de Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadan�a. Proyecto de acuerdo De diversos se�ores Senadores, relativo a la situaci�n de los derechos humanos en Cuba (Bolet�n N� S 664-12). --Queda para el Tiempo de Votaciones de la pr�xima sesi�n ordinaria. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Terminada la Cuenta. --------------- El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente.- Me han hecho dos peticiones. En primer lugar, el se�or Ministro Secretario General de la Presidencia, presente en la Sala, me ha solicitado despachar en esta sesi�n el proyecto de ley, en tercer tr�mite constitucional, que fija las bases de los procedimientos que rigen los actos de la Administraci�n del Estado. La C�mara de Diputados lo aprob� en los mismos t�rminos en que lo hizo el Senado, salvo una modificaci�n para reemplazar un plazo de cuatro a�os por otro de dos a�os. �Habr�a acuerdo para despacharlo despu�s de los asuntos en tabla? El se�or PIZARRO.- No, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se acceder�a a la solicitud, con la abstenci�n del Honorable se�or Pizarro. La se�ora FREI (do�a Carmen).- No, se�or Presidente. Si un Senador de la Democracia Cristiana dice otra cosa, tiene que considerarse su planteamiento. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- No se requiere unanimidad. Basta la mayor�a. Qued� para tabla y se desea despacharlo hoy. El se�or PIZARRO.- Para eso se necesita unanimidad. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- No, no la necesito. El se�or PIZARRO.- �Por qu� no le pregunta al se�or Secretario, que sabe m�s de Reglamento? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Me dice que se requiere unanimidad. �La da, se�or Senador? El se�or PIZARRO.- Si me la pide, por supuesto. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Entonces, se acuerda despachar, despu�s de los asuntos en tabla, el proyecto relativo al silencio administrativo ------------------ El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Ayer, diversos se�ores Senadores presentaron un proyecto de acuerdo relacionado con la situaci�n de los derechos humanos en Cuba, del cual, por un error nuestro, no se dio cuenta oportunamente, lo que impide votarlo en esta sesi�n. Considerando que la pr�xima es semana regional, �habr�a acuerdo para pronunciarse sobre �l en el Tiempo de Votaciones de hoy? --As� se acuerda. V. F�CIL DESPACHO CONVENIO CON ORGANIZACI�N INTERNACIONAL DEL TRABAJO PARA ESTABLECIMIENTO DE OFICINA EN CHILE El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Proyecto de acuerdo, en segundo tr�mite constitucional, sobre aprobaci�n del Acuerdo entre la Rep�blica de Chile y la Organizaci�n Internacional del Trabajo, relativo al establecimiento de una oficina de la OIT en Chile, suscrito en Santiago, en enero del a�o pasado, con informe de la Comisi�n de Relaciones Exteriores. --Los antecedentes sobre el proyecto (3122-10) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de acuerdo: En segundo tr�mite, sesi�n 33�, en 18 de marzo de 2003. Informe de Comisi�n: Relaciones exteriores, sesi�n 40�, en 15 de abril de 2003. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Este tratado tiene por objeto precisar las disposiciones aplicables a la Oficina de la Organizaci�n Internacional del Trabajo en Chile, mediante la conclusi�n de un acuerdo relativo a la condici�n jur�dica de dicho organismo internacional y de su personal en nuestro pa�s. La Comisi�n de Relaciones Exteriores lo aprob� en general y en particular por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadores se�ores Cariola, Mart�nez, N��ez y Vald�s, en los mismos t�rminos en que lo hizo la Honorable C�mara de Diputados. Cabe se�alar que la Comisi�n informante propone al se�or Presidente que el proyecto de acuerdo sea discutido en general y particular a la vez, conforme a lo dispuesto en el art�culo 127 del Reglamento. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En discusi�n general y particular. Tiene la palabra el Senador se�or Ruiz. El se�or RUIZ (don Jos�).- Se�or Presidente, quiero destacar la importancia de este Convenio, primero, porque se suscribe mientras un chileno es Director General de la OIT -me refiero a don Juan Somav�a, quien, dada su capacidad y desempe�o, ha sido reelecto para un segundo per�odo- y, segundo, porque la instalaci�n de esta oficina en el pa�s es muy significativa para los trabajadores chilenos. Hay que considerar que crecientemente la firma de acuerdos internacionales les otorgan beneficios. Adem�s, en una econom�a globalizada reviste trascendencia que los pa�ses vayan homologando sus normas sobre la base de los convenios que se firman en la OIT. Por lo tanto, estimo fundamental que el Senado apruebe este proyecto de acuerdo en la misma forma en que lo hizo la Comisi�n de Relaciones Exteriores. He dicho. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Romero. El se�or ROMERO.- Se�or Presidente, me alegro de este tratado, que no solamente favorece a los trabajadores, como se se�al� reci�n, sino tambi�n a los gobiernos y empleadores. La Organizaci�n Internacional del Trabajo es el �nico organismo tripartito en el mundo. Entonces, es muy trascendente que la oficina de enlace que desde hace tiempo opera en Chile pase a ser una sede -yo dir�a- titular, oficial. Recordemos que la OIT funciona en Lima desde hace muchos a�os. Y ahora habr� tambi�n una sede regional en Santiago. Creo que este convenio colocar� a Chile -como siempre en este �mbito- en un lugar preeminente. Hace mucho que conozco la OIT: durante 21 a�os fui miembro de su Consejo Rural. Anuncio los votos afirmativos de esta bancada. --Se aprueba en general y en particular el proyecto de acuerdo. VI. ORDEN DEL D�A REGULACI�N DE CONDICIONES DE TRABAJO Y CONTRATACI�N DE ARTISTAS Y T�CNICOS DE ESPECT�CULOS El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que regula las condiciones de trabajo y contrataci�n de artistas y t�cnicos de espect�culos, con informe de la Comisi�n de Trabajo y Previsi�n Social. --Los antecedentes sobre el proyecto (3073-13) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 35�, en 25 de marzo de 2003. Informe de Comisi�n: Trabajo, sesi�n 40�, en 15 de abril de 2003. El se�or HOFFMANN (Secretario).- La Comisi�n deja constancia de haber discutido el proyecto solamente en general, conforme a lo dispuesto en el art�culo 36 del Reglamento. Su objetivo principal es crear un contrato especial de trabajo para regular las relaciones laborales entre empleadores y trabajadores del sector art�stico y de espect�culos. La iniciativa, aprobada en general por la unanimidad de los miembros de la Comisi�n de Trabajo y Previsi�n Social, Senadores se�ores Canessa, Fern�ndez, Lavandero, Parra y Ruiz, consiste en un art�culo �nico que agrega, en el T�tulo II del Libro I del C�digo del Trabajo, un Cap�tulo IV, nuevo, denominado "Del Contrato de los Trabajadores y T�cnicos de Artes y Espect�culos". Asimismo, comprende dos disposiciones transitorias, relativas a la entrada en vigencia de la ley y a la autorizaci�n al Presidente de la Rep�blica para dictar un texto refundido, coordinado y sistematizado del C�digo del Trabajo. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En discusi�n general. Tiene la palabra el Honorable se�or Parra. El se�or PARRA.- Se�or Presidente, como se ha hecho constar en la relaci�n del se�or Secretario, la Comisi�n de Trabajo analiz� esta normativa en una �nica sesi�n, en la que tuvo la oportunidad de escuchar al abogado asesor don Francisco del R�o, del Ministerio del Trabajo y Previsi�n Social; a la Presidenta del Sindicato de Profesionales y T�cnicos Cinematogr�ficos; a la Presidenta del Sindicato de Actores de Chile, y a la Presidenta del Colegio de Profesionales de la Danza. Ante todo, llamo la atenci�n del Senado en el sentido de que �ste es el primero de una serie de proyectos que introducen nuevos Cap�tulos al T�tulo II del Libro I del C�digo del Trabajo; es decir, que tienen por objetivo regular de manera singular contratos especiales de trabajo, reconociendo hechos de la realidad social y econ�mica del pa�s. Al texto que hoy se presenta a la aprobaci�n general de la Sala hay que a�adir los que luego deber�n cumplir semejante tr�mite y que est�n referidos al trabajo en r�gimen de subcontrataci�n y contrato por empresas de servicios temporarios, y al contrato de deportistas profesionales, en este momento radicado, en primer tr�mite constitucional, en la Honorable C�mara de Diputados. Por otro lado, tanto el proyecto que tiene que ver con los deportistas profesionales como el que hoy nos ocupa tienen la particularidad de estar vinculados a la tramitaci�n de otras iniciativas encaminadas a desarrollar el sector de que se trata. Reci�n se ha incorporado a la Cuenta la normativa que crea las sociedades an�nimas deportivas, con la cual se encuentra �ntimamente vinculada la relativa al contrato de deportistas profesionales. La proposici�n legal en debate es parte del esfuerzo que est� realizando el Estado de Chile para promover un desarrollo significativo de la cultura y las artes en nuestro medio. En consecuencia, no puede desligarse del proyecto que crea la nueva institucionalidad cultural a las iniciativas espec�ficas de fomento en el �rea de la m�sica o de la cinematograf�a, concretamente. Lo fundamental, s�, y que justifica entrar a configurar un tipo especial de contrato de trabajo, es que en ese sector las relaciones laborales adquieren caracter�sticas muy determinadas. El total de trabajadores que quedar�an cubiertos por las disposiciones de que se trata se ha estimado en alrededor de 20 mil personas, de las cuales no m�s de 2 por ciento se halla realmente incorporado hoy a la normativa vigente. En el resto de los casos, la rigidez de ese ordenamiento y las caracter�sticas especiales de las empresas que se hacen cargo de producir y desarrollar espect�culos art�sticos han determinado que se viva en la informalidad laboral. Desde luego, en nuestro medio, la realizaci�n de espect�culos art�sticos es algo que se lleva a cabo de maneras muy variadas, no necesariamente a trav�s de empresas especializadas en el giro y que desarrollen de modo sistem�tico esta actividad en el tiempo. Por el contrario, en �reas como el teatro, por ejemplo, es frecuente la asociaci�n de los propios actores para producir una obra y resolver las dificultades que implica el montaje, la puesta en escena, con las posibilidades tan limitadas que desgraciadamente encuentran. En consecuencia, se da un alto grado de informalidad, a lo que se a�ade el hecho de que las jornadas de trabajo y las caracter�sticas mismas de las funciones que se cumplen tornan muy dif�cil la aplicaci�n del r�gimen laboral com�n o general. Por ello, se propone agregar un nuevo Cap�tulo IV en el T�tulo II del Libro I del C�digo del Trabajo, con un total de once art�culos, los que se hacen cargo de las particularidades del sector y ofrecen soluciones legislativas much�simo m�s flexibles que las que rigen en la generalidad de las actividades econ�micas, donde, naturalmente, es m�s f�cil observar la formalidad y, tambi�n, lo es fiscalizar el cumplimiento. Constituye sin lugar a dudas un paso importante, que est� en la direcci�n de acuerdos internacionales suscritos por el pa�s, como la Recomendaci�n Relativa a la Condici�n del Artista, adoptada por la Conferencia General de la Organizaci�n de las Naciones Unidas para la Educaci�n, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en Belgrado, en 1980, o la declaraci�n del MERCOSUR en Montevideo, de 2001, suscrita por Bolivia, Chile, Paraguay, Argentina y Uruguay. Debo destacar, se�or Presidente, que el art�culo 146-A parte identificando al empleador, que es el productor. Y creo que esa disposici�n constituye tambi�n un incentivo para una mejor organizaci�n en el sector. Hoy, entre nosotros -como ya lo se�al�-, la informalidad se registra en ese primer nivel, en el del que genera, del que produce la obra de arte, dependiendo, por supuesto, de la manifestaci�n de que se trate. Hay, por cierto, instituciones establecidas y prestigiosas que asumen la tarea -y lo hacen bien- y se enmarcan en la legislaci�n laboral, precis�ndose las normas por las caracter�sticas especiales de los servicios que prestan artistas y t�cnicos contratados para el montaje de las distintas obras de arte. Pero muy frecuentemente el productor es ocasional, no conocido, carente de apoyos regulares y no encuentra en la legislaci�n actual particulares incentivos para cumplirla, por su extrema rigidez. El proyecto que nos ocupa, por lo tanto, regularizar� un �rea de creciente importancia en el mercado laboral; dar� a los trabajadores del arte un grado de justicia y de protecci�n que hoy les falta y abrir� un camino para buscar soluciones definitivas a problemas mucho m�s delicados que aquellos que aborda la iniciativa en an�lisis: los relacionados con la protecci�n de esas personas en el campo de la seguridad social, la salud, el desempleo y los accidentes del trabajo. En virtud de lo expuesto, la Comisi�n aprob� en forma un�nime el proyecto y propone a la Sala hacerlo en la misma forma. He dicho. ---------------- El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Informo que se encuentra presente en las tribunas el Senador se�or Grant Chapman, del Parlamento australiano, a quien saludamos. --(Aplausos). --------------- El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Fern�ndez. El se�or FERN�NDEZ.- Se�or Presidente, concurriremos con nuestros votos a aprobar el proyecto, que regula el contrato de trabajo de los artistas con el objeto de proteger su actividad laboral. La iniciativa que hoy discutimos tiene gran importancia para nuestro pa�s y su cultura, por cuanto viene a regular las relaciones laborales entre empleadores y trabajadores del sector art�stico, cuya actividad por muchos a�os se ha desenvuelto en las m�s precarias condiciones legales y previsionales, sin regulaci�n de ninguna especie. Si bien es cierto que en la actualidad algunos hombres y mujeres que se desempe�an en el mundo del espect�culo prestan servicios en forma independiente, bajo la forma del contrato a honorarios, es un hecho preocupante el que la mayor�a, incluso en aquellas situaciones en que existe un manifiesto v�nculo de subordinaci�n y dependencia -lo que da la caracter�stica propia a la relaci�n laboral-, lo hace sin contrato alguno, en muchos casos con infracci�n a las normas sobre ingreso m�nimo y cotizaci�n previsional, y sin protecci�n ante accidentes laborales o enfermedades profesionales. Por ello, lamentablemente, es muy corriente que tomemos conocimiento de casos de artistas, muchos de ellos con una larga y distinguida trayectoria, que llegada la vejez o la enfermedad quedan abandonados a su suerte o, en el mejor de los casos, a la caridad de colegas y amigos. Esa situaci�n, de evidente inseguridad, viene a ser subsanada en parte por el proyecto que hoy conocemos, pues �ste busca fijar un estatuto en que se consignen normas b�sicas de protecci�n al trabajo, ingreso m�nimo y resguardo a la dignidad de esos trabajadores en la relaci�n laboral. De ese modo, no s�lo se alcanza un ansiado anhelo del mundo de la cultura, sino que tambi�n se entrega el respaldo legal y previsional a m�s de veinte mil personas que se desempe�an en la actividad y a las cuales deben sumarse cerca de cuatro mil egresados de las diferentes escuelas y academias a lo largo del pa�s. Una vez apoyada la iniciativa, los artistas podr�n gozar de un marco contractual real y cierto gracias a la incorporaci�n al C�digo del Trabajo de un nuevo Cap�tulo, que crea el contrato especial de artistas y t�cnicos del espect�culo. Con tal avance no s�lo se acota con mayor precisi�n qu� se entiende por trabajador del espect�culo y se norma la especial�sima naturaleza del contrato laboral en esa actividad, sino que tambi�n se inserta a dichas personas y sus empleos en las normas propias de la seguridad social y la previsi�n: el seguro de desempleo, el sistema de pensiones, as� como la cobertura frente a las eventualidades de los accidentes del trabajo y las enfermedades, entre otros beneficios. Desde luego, ser� una realidad, para esos hombres y mujeres que se han dedicado al arte, un conjunto de normas de protecci�n de las cuales hoy d�a carecen. Por esa raz�n, se�or Presidente, hemos aprobado un�nimemente el proyecto en general, sin perjuicio de las observaciones que formularemos en la discusi�n particular, por cuanto es necesario precisar ciertos aspectos, algunos de los cuales me permito se�alar. Es conveniente que se acote a los contratos de duraci�n indefinida o a plazos superiores a un mes la obligaci�n de compensar con un d�a de semana el domingo en que se trabaje. Porque los artistas pueden ser contratados, a veces, para laborar un domingo o un festivo, con lo cual las normas ser�an absolutamente inaplicables. Tambi�n es necesario regular todo lo relacionado con la autorizaci�n para el uso y explotaci�n de la imagen del artista. �se es un tema extraordinariamente delicado, pero que deber� reglamentarse para los efectos de ver c�mo conciliar la celebraci�n de un contrato de trabajo con el desarrollo y la utilizaci�n comercial de esa imagen, que muchas veces tiene gran valor y que incluso puede dar a la persona la tranquilidad econ�mica para desarrollar sus actividades. Asimismo, cabe considerar la determinaci�n de las horas de descanso, en general. Una de las normas impide excluir al trabajador de los ensayos y dem�s actividades preparatorias para el ejercicio de su labor art�stica. Creo que ese precepto debiera analizarse en mayor profundidad, por atentar contra la libertad del empleador de organizar su empresa y disponer qui�n y c�mo cumple con funciones determinadas. Reitero que, en general, estamos completamente de acuerdo con la iniciativa, por lo que le hemos dado nuestra aprobaci�n. Estimo que es un avance importante y que dar� tranquilidad y seguridad a los miles de artistas que carecen de una legislaci�n adecuada que los proteja. Gracias. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Ruiz. El se�or RUIZ (don Jos�).- Se�or Presidente, el C�digo del Trabajo actual fue dise�ado y �dir�a- desarrollado sobre la base de una realidad totalmente distinta de la que vive el pa�s. Se trata, fundamentalmente, de un conjunto de normas que protegen y benefician a los trabajadores de las grandes empresas, los que cuentan con una estabilidad bastante alta en sus puestos y, desde luego, con la posibilidad de disponer de organizaciones sindicales fuertes, que les permiten negociar colectivamente. Pero �sa es la realidad de una minor�a. La gran mayor�a de los trabajadores se desempe�an como lo hacen en este momento los artistas o la gente que labora en el sector del espect�culo, o sea, como independientes, aun cuando en la pr�ctica, dadas las caracter�sticas de sus relaciones con los empleadores, son realmente dependientes. En verdad, el C�digo est� tremendamente atrasado, y lo que pretende la normativa en an�lisis es ir actualiz�ndolo. El se�or Presidente de la Comisi�n, al informar el proyecto, daba cuenta de un hecho muy importante: se tramitar� un conjunto de iniciativas que dar�n a dicho cuerpo legal una nueva perspectiva. Por mi parte, deseo plantear las consecuencias de mantener la situaci�n laboral vigente, especialmente en lo que ata�e al referido C�digo. Hoy, numerosos trabajadores est�n casi imposibilitados de formar organizaciones sindicales. Y cuando logran constituirlas, como la ley no permite la negociaci�n colectiva interempresas, terminan por quedar al margen de ese elemento, que es clave. Si bien �ste se halla garantizado por la Constituci�n, las normas del C�digo, en la pr�ctica, hacen que los trabajadores no puedan ejercer plenamente ese derecho, pues mientras no exista la negociaci�n colectiva en forma obligatoria es absolutamente imposible su acceso a ella. Pero tambi�n otro tipo de consecuencias emana de esa fragilidad de las relaciones laborales, referido especialmente al tema de la seguridad social: los que no cuentan con un contrato de trabajo, desde luego, no imponen ni tienen derecho a la salud. Por lo tanto, el simple hecho de regular las relaciones laborales, de establecer en el C�digo la obligatoriedad de suscribir un contrato, autom�ticamente est� obligando a que los trabajadores dispongan de un sistema previsional y accedan a la salud. �se es un elemento tremendamente importante, pero que tambi�n deja al descubierto las falencias que presenta la realidad que se vive, tal como lo plante�, en su oportunidad, el Senador se�or Lavandero en la Comisi�n de Trabajo. Porque, en el caso de las personas con una situaci�n laboral tan inestable y espor�dica, la acumulaci�n de imposiciones al final es de tal manera exigua que no les permite obtener la garant�a de una jubilaci�n adecuada cuando llega la vejez. Sin embargo, como se se�al�, consideramos que nos encontramos ante un avance importante. En esa perspectiva dimos nuestra aprobaci�n al proyecto en la Comisi�n, y tambi�n lo haremos en la Sala, porque es un paso en la direcci�n correcta. Esperamos que las iniciativas que vendr�n para otros sectores tengan, tambi�n, la misma buena recepci�n del proyecto que nos ocupa y que podamos ir modernizando el C�digo del Trabajo en una forma acorde con la realidad que se vive en el pa�s y en el mundo, especialmente en el campo laboral y, desde luego, en el econ�mico. Anuncio mi respaldo al articulado en estudio. He dicho. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Mu�oz Barra. El se�or MU�OZ BARRA.- Se�or Presidente, el se�or Senador que me antecedi� en el uso de la palabra se�alaba la situaci�n que enfrentan muchos de nuestros grandes artistas y ejecutantes. Quiero recordar simplemente que, en una de las audiencias p�blicas en que se discuti� la institucionalidad cultural, el c�lebre Fernando Rosas, hombre que ha entregado un aporte inmenso a nuestra m�sica y ha sido creador de orquestas sinf�nicas de j�venes, relataba -con mucha ira, incluso- que, despu�s de tantos a�os de trabajo, ha conseguido una pensi�n de 80 mil pesos, con la cual sobrevive, producto de las imposiciones que logr� hacer mediante el sistema que estamos tratando de corregir. Podr�a explayarme citando a figuras y casos muy humanos que revelan la necesidad de una enmienda. Chito Far�, quien cre� una pieza musical que ha recorrido el mundo, muri� en la peor de las indigencias. La c�lebre Desideria se encuentra tambi�n en una situaci�n realmente incre�ble. Y una gran cantidad de artistas, de los diversos niveles de la cultura, enfrentan en alg�n momento de su vida la necesidad de recurrir, no digo a la caridad, sino a la solidaridad de sus compa�eros, los que, motivados por hechos muy dolorosos, deben hacer campa�as o montar determinados espect�culos para poder financiar incluso los remedios m�s fundamentales. El mundo de la cultura, como vemos, al calor de lo que se�alo, no se agota con los emblemas ni adquiere vida s�lo por la reproducci�n que los medios hacen de las obras. Tras el producto art�stico existen trabajadores que, como toda persona que presta un servicio laboral, requieren ingresos estables y, por supuesto, contar con protecci�n para su salud y vejez por medio de los organismos correspondientes. Los que en Chile hacen de la actividad art�stica su sustento vital, aun cuando indudablemente pueden ser muy felices por desarrollar una vocaci�n que nace aut�nticamente de sus esp�ritus, en la generalidad de los casos terminan con retribuciones pecuniarias realmente inveros�miles. Esos trabajadores, como se se�al�, tampoco tienen derecho a jornadas de trabajo que les permitan descansos m�nimos; ni acceso a sistemas de salud que velen realmente por su integridad f�sica y ps�quica; ni cuentan con cotizaciones previsionales normales ni seguro de desempleo, y, por �ltimo, tampoco tienen certeza de que sus servicios �de alto valor para la sociedad- ser�n a la postre retribuidos pecuniariamente. Por eso me alegro de que algunas Comisiones est�n tratando diversas iniciativas que apuntan en esa direcci�n. Hoy d�a, la de Hacienda del Senado aprob� el proyecto relativo a la institucionalidad cultural en nuestro pa�s, que ya hab�a sido acogido en la de Educaci�n. Y, en este momento, tambi�n entramos en tierra derecha respecto de una normativa sobre fomento de la m�sica nacional, en la cual nos encontramos trabajando intensamente para que con la mayor brevedad se transforme igualmente en un hecho concreto y lleve reconocimiento a esos sectores que dan espiritualidad a una naci�n. En ese orden de ideas, se�or Presidente, es que hoy debemos considerar el proyecto en discusi�n. Se sabe que los trabajadores del arte estaban regidos por la antigua Ley de Previsi�n de los Artistas, derogada en 1976; y luego por el decreto ley N� 2.200, de 1978, que los consideraba en un p�rrafo especial, que tambi�n fue derogado, en 1981. Eso significa que en la actualidad se trata de un sector de trabajadores excluidos de la tutela que el Estado provee por intermedio de las leyes laborales que se dictan, desde el momento en que, por los peculiares rasgos de las actividades que realizan, los requerimientos de sus servicios no pueden ser encuadrados perfectamente en las figuras contractuales vigentes. Hay a su respecto un manifiesto vac�o legal que urge subsanar; y en ese intento se encuentra la Corporaci�n. En los diferentes rubros que agrupan a los trabajadores vinculados a la creaci�n e interpretaci�n art�stica y a las labores t�cnicas asociadas a ella �como se�al� un se�or Senador-, se desempe�an m�s de 20 mil personas, a las que deben agregarse anualmente entre 2 mil y 2 mil 500 egresados de las diversas academias, escuelas e institutos de formaci�n art�stica y t�cnico-art�stica del pa�s. En buena hora que existan todas esas posibilidades en una naci�n que en la actualidad tiene 60 universidades (con m�s de 500 sedes distribuidas en el territorio), las cuales en 1999 impart�an 500 carreras en esas �reas, y hoy, m�s de 2 mil. Es evidente que ello nos debe llamar a un an�lisis exhaustivo en el sentido de si lo que estamos haciendo est� bien. De dicho universo de trabajadores, se dijo que una fracci�n m�nima se encuadraba dentro del reconocimiento de sus derechos laborales: el 2 por ciento. �Pr�cticamente la nada misma! El resto presta servicios en un mercado muy precario �son contados con los dedos de una mano aquellos a los que all� les va bien; y no son representantes de calidad-, en el que se verifica en forma indudable una permanente infracci�n del r�gimen jur�dico laboral; pero, adem�s, en circunstancias de subordinaci�n y dependencia, aun con v�nculo contractual. A t�tulo ilustrativo, cabe se�alar que en el �mbito de los canales de televisi�n �se convers� con algunos trabajadores que all� se desempe�an-, del que podr�amos suponer mayor nivel de formalidad y apego al Derecho, algunos procedimientos de fiscalizaci�n de la Direcci�n del Trabajo han detectado porcentajes de infracci�n de entre 30 y 70 por ciento. A mi juicio �estoy seguro de que en el de los se�ores Senadores tambi�n-, eso es inaceptable, en particular cuando se piensa que al problema ni siquiera escapa un canal de televisi�n financiado con recursos p�blicos, donde es evidente que eso no deber�a ocurrir. Por tal raz�n, los Senadores del Partido Por la Democracia tenemos plena convicci�n de que este proyecto nos permitir� poner fin a una larga e injusta postergaci�n de los trabajadores del arte. De all� que no puedo sino anunciar nuestros votos favorables a la iniciativa, en la esperanza de que, cuando finalmente se convierta en ley, su aplicaci�n contribuya a devolver la dignidad a la actividad laboral de nuestros artistas, quienes a fin de cuentas constituyen de manera incuestionable la reserva cultural del pa�s. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- El �ltimo inscrito es el Senador se�or Mart�nez. Tiene la palabra, Su Se�or�a. El se�or MART�NEZ.- Se�or Presidente, del texto del proyecto me surgen dos dudas. La primera se refiere al concepto de "trabajadores de artes". Si bien se establece lo que se entender� portales, queda un sector medio gris en cuanto a si un escultor o un pintor puede o no ser considerado trabajador de artes. De manera que ser�a necesario delimitar bien la definici�n, a fin de que no se presenten situaciones que despu�s generen largas discusiones legales en cuanto al menoscabo de los derechos laborales. Creo que el proyecto es absolutamente indispensable y que deben estudiarse otros m�s relativos a ocupaciones donde prima la informalidad. La segunda interrogante se refiere a si con esta iniciativa no se ir� a rigidizar m�s la actividad creativa. Se trata de un problema que ha de ser considerado en relaci�n con el texto respectivo, sobre todo en aquellas situaciones que despu�s van a estar reguladas en la ley. �sas son mis dos dudas sobre el proyecto, que considero necesario, pero que debe definirse bien en cuanto a su alcance, pues de lo contrario algunas actividades art�sticas se ver�n afectadas por no estar incluidas en la normativa. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Ofrezco la palabra. Ofrezco la palabra. Cerrado el debate. --Se aprueba en general el proyecto y se fija como plazo para presentar indicaciones el 30 de abril, a las 12. ----------------- El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Hago presente a la Sala que, de acuerdo con la facultad particular de la Mesa, el proyecto relativo a la aprobaci�n de la Convenci�n Interamericana sobre Asistencia Mutua en Materia Penal, adoptada en la Asamblea General de la Organizaci�n de los Estados Americanos en Nassau, del cual se dio cuenta hoy y que fue informado por la Comisi�n de Relaciones Exteriores, ser� colocado en la tabla de F�cil Despacho de la pr�xima sesi�n ordinaria. PLAZOS PARA PROCEDIMIENTO Y REGULACI�N DE SILENCIO ADMINISTRATIVO El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Corresponde ocuparse del proyecto, en tercer tr�mite constitucional, que fija las bases de los procedimientos que rigen los actos de la administraci�n del Estado. --Los antecedentes sobre el proyecto (2594-06) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En primer tr�mite, sesi�n 2�, en 4 de octubre de 2000. En tercer tr�mite, sesi�n 41�, en 16 de abril de 2003. Informes de Comisi�n: Gobierno, sesi�n 24�, en 17 de enero de 2001. Gobierno y Constituci�n, unidas (nuevo), sesi�n 1�, en 2 de octubre de 2001. Gobierno (segundo), sesi�n 25�, en 3 de septiembre de 2002. Discusi�n: Sesiones 25�, en 23 de enero de 2001 (se aprueba en general, proyecto antiguo); 4�, en 3 de octubre de 2001 (se aprueba en general); 29�, en 11 de septiembre de 2002 (se aprueba en particular). El se�or HOFFMANN (Secretario).- El Ejecutivo hizo presente la urgencia para el despacho del proyecto, calific�ndola de "suma". La Honorable C�mara de Diputados, en el segundo tr�mite constitucional, efectu� una sola modificaci�n a la iniciativa despachada por el Senado, la que consiste en reemplazar, en el inciso primero del art�culo 53, referido a la invalidaci�n de los actos administrativos, la expresi�n "cuatro" por "dos", reduciendo, en consecuencia, el plazo de la autoridad para invalidar los actos contrarios a Derecho. La Secretar�a elabor� un bolet�n comparado que consigna el texto del art�culo 53 aprobado por el Senado y la enmienda introducida en la C�mara Baja. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En discusi�n la enmienda. Tiene la palabra el Honorable se�or Silva. El se�or SILVA.- Se�or Presidente, me permito recordar a los se�ores Senadores que el 20 de setiembre del a�o pasado el proyecto fue aprobado por esta Corporaci�n casi en forma un�nime. La iniciativa, que primitivamente fue originada en mensaje, conten�a s�lo 8 art�culos concernientes al silencio administrativo y a los plazos para el procedimiento administrativo. Pero el Honorable Senado tuvo a bien determinar que se aprovechara la ocasi�n para los efectos de aprobar un solo proyecto que contuviese todo lo relativo al tema. Dicha materia ya estaba siendo reclamada en Chile desde la vigencia de la Constituci�n de 1925. La actual Carta Pol�tica tambi�n hace referencia a ella, por la relevancia que tiene, especialmente para los efectos de asegurar los derechos de los administrados frente a eventuales arbitrariedades o irregularidades nacidas de actos de la Administraci�n. Se trata de un proyecto de singular relevancia, que marcar� un rumbo dentro del camino de modernidad del Estado, espec�ficamente porque permite agilizar los actos administrativos y resguardar mejor los derechos de los administrados. Hago presente que la modificaci�n introducida por la C�mara de Diputados en el segundo tr�mite constitucional es una cosa concreta que, a mi manera de ver, mejora el art�culo 53 de la iniciativa: rebaja de 4 a 2 a�os el plazo que se otorga a la Administraci�n para los efectos de modificar, de oficio o a petici�n de parte, actos que hipot�ticamente pudiesen haber sido aprobados con alg�n vicio de ilegalidad. Esa reducci�n del plazo para que se pueda declarar la invalidaci�n de ese tipo de actos, en el fondo, da mayor seguridad jur�dica tanto a los administrados como, a la vez, a la perpetuaci�n de los actos que hayan terminado de tramitarse. Por lo tanto, me parece que la enmienda se�alada contribuye a mejorar el articulado en esa parte, motivo por el cual, con todo respeto, me permito solicitar al Senado que tenga a bien aprobar el proyecto en la misma forma en que lo hizo en el primer tr�mite, o sea, por unanimidad. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Ofrezco la palabra. Ofrezco la palabra. Cerrado el debate. En votaci�n. Si le parece a la Sala, se aprobar� la enmienda. El se�or LAVANDERO.- �Conforme! El se�or ARANCIBIA.- �S�! El se�or MU�OZ BARRA.- �Bien! --Se aprueba la modificaci�n de la C�mara de Diputados, dej�ndose constancia, para los efectos del qu�rum constitucional exigido, de que se pronunciaron favorablemente 35 se�ores Senadores. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Despachado el proyecto. --------------- El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se�ores Senadores, se encuentra en las tribunas el Secretario General de la Uni�n Interparlamentaria Mundial, se�or Anders Johnson, quien actu� en todo el desarrollo de la 108� Conferencia de ese organismo, que se realiz� la semana pasada en Santiago y a la cual asistieron m�s de 800 Parlamentarios y un total superior a mil 200 participantes. Lo saludamos desde aqu� y le agradecemos su colaboraci�n para el �xito de ese encuentro. --(Aplausos en la Sala). VII. TIEMPO DE VOTACIONES CONDENA A GOBIERNO DE CUBA POR VIOLACI�N DE DERECHOS FUNDAMENTALES. PROYECTO DE ACUERDO El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Corresponde votar el proyecto de acuerdo, formulado por diversos se�ores Senadores, por el cual se condena la violaci�n de los derechos fundamentales en Cuba. Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario).- El documento fue suscrito por los Senadores se�ora Matthei y se�ores Arancibia, Boeninger, Bombal, Canessa, Cantero, Cariola, Coloma, Cordero, Chadwick, Espina, Fern�ndez, Flores, Garc�a, Horvath, Larra�n, Mart�nez, Moreno, Mu�oz Barra, Naranjo, Novoa, N��ez, Orpis, Parra, Pizarro, Prokurica, R�os, Romero, Sabag, Silva, Stange, Vald�s, Vega, Zald�var (don Adolfo), Zald�var (don Andr�s) y Zurita. En los fundamentos del proyecto de acuerdo se hace referencia al flagrante atropello de los derechos humanos que constituye la ejecuci�n de tres opositores al r�gimen pol�tico cubano -los se�ores Lorenzo Enrique Copello Castillo, B�rbaro Leodanis Sevilla y Jorge Luis Mart�nez- y a la necesidad de una condena vigorosa de estos hechos por parte de la comunidad internacional. Concluye expresando: "Por tanto, el Senado acuerda: "Condenar, en�rgicamente, la violaci�n de los derechos fundamentales en Cuba.". El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- En votaci�n. El se�or MU�OZ BARRA.- Solicito votaci�n econ�mica. El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- Si le parece a la Sala, se aprobar�. --Se aprueba por unanimidad el proyecto de acuerdo. VIII. INCIDENTES PETICIONES DE OFICIOS El se�or HOFFMANN (Secretario).- Han llegado a la Mesa diversas peticiones de oficios. El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- Se les dar� curso en la forma reglamentaria. -------------- --Los oficios cuyo env�o se anuncia son los siguientes: Del se�or CARIOLA: Al se�or Ministro de Obras P�blicas y al se�or Director Regional de Vialidad de la Regi�n de Los Lagos, atinente a ASFALTADO DE V�A DE ACCESO A PUERTO NUEVO, LA UNI�N (D�cima Regi�n). Del se�or HORVATH: A los se�ores Ministros del Interior, de Hacienda y de Planificaci�n y Cooperaci�n, sobre EXCLUSI�N DE TRES REGIONES DE BENEFICIOS DEL PROGRAMA MEJORAMIENTO DE BARRIOS; a los se�ores Ministros del Interior y de Bienes Nacionales, en cuanto a CARENCIA DE OBRAS DE EQUIPAMIENTO Y URBANIZACI�N EN PUERTO S�NCHEZ, PROVINCIA GENERAL CARRERA (Und�cima Regi�n); a los se�ores Ministros Secretario General de la Presidencia, de Educaci�n y de Obras P�blicas, respecto de INTEGRACI�N F�SICA DEL SUR DE CHILE PREVIA A DECLARACI�N DE SANTUARIO DE LA NATURALEZA DE PARQUE PUMAL�N (D�cima Regi�n); al se�or Comandante en Jefe de la Fuerza A�rea de Chile, sobre CAMBIO DE ADMINISTRACI�N DE TERMINAL A�REO DE PUERTO AIS�N O REASIGNARLA A CLUB A�REO ACREDITADO, y a los se�ores Presidente del Sistema Administrador de Empresas y Superintendente de Servicios Sanitarios relativos a DESPIDOS EN EMPRESA AGUAS PATAG�NICAS, EX EMSSA (estos �ltimos de Und�cima Regi�n). Del se�or LARRA�N: Al se�or Ministro del Interior, en cuanto a N�MERO DE BECAS "PRESIDENTE DE LA REP�BLICA" PARA 2003 Y SU COMPARACI�N CON A�O 2002; al se�or Ministro de Educaci�n, relativo a POSICI�N OFICIAL DEL MINISTERIO SOBRE EMPLEO DE TEXTOS DE ESTUDIO EN REGI�N DE ATACAMA, y al se�or Ministro de Obras P�blicas, en relaci�n con OBRAS DE DEFENSAS FLUVIALES EN R�O LIGUAY y FECHA DE INICIO DE PAVIMENTACI�N DE CAMINO CHALET QUEMADO A ESPERANZA PLAN, COMUNA DE LONGAV� y ESTADO DE DIVERSOS PUENTES Y CAMINOS EN COMUNA DE RETIRO (estos �ltimos de S�ptima Regi�n). Del se�or MORENO: Al se�or Ministro de Obras P�blicas, sobre RECURSOS PARA NUEVA PASARELA SOBRE R�O EN LA VINILLA y FINALIZACI�N DE DEFENSAS FLUVIALES EN MISMO SECTOR, COMUNA DE SAN VICENTE DE TAGUA TAGUA, y al se�or Ministro de Transportes y Telecomunicaciones, acerca de PROBLEMAS DE EMPRESARIOS DE LOCOMOCI�N COLECTIVA, SINDICATOS DE TAXIS Y OPERADORES DE TRANSPORTE MAYOR Y MENOR DE SEXTA REGI�N. Del se�or NARANJO: Al se�or Ministro de Hacienda con referencia a COBROS POR BANCOESTADO EN LIBRETAS DE AHORRO, y al se�or Director del Instituto de Salud P�blica, concerniente a PROGRAMA DE VACUNACI�N ANTIRR�BICA. Del se�or ORPIS: Al se�or Ministro de Obras P�blicas, sobre FINANCIAMIENTO EN 2003 PARA CAMINO "HUARA-COLCHANE" (Primera Regi�n). Del se�or STANGE: Al se�or Ministro de Econom�a, Fomento y Reconstrucci�n, en cuanto a IRREGULARIDADES EN ASOCIACI�N GREMIAL DE BUZOS, ASISTENTES DE BUZOS Y ARMADORES ARTESANALES LOS PIQUES, DE MAULL�N; al se�or Ministro del Trabajo y Previsi�n Social, referente a ACRECIMIENTO PENSI�N DE ORFANDAD DE HERMANAS QUE INDICA, DE PUERTO MONTT; al se�or Ministro de Bienes Nacionales, con relaci�n a PROBLEMAS EN REGULARIZACI�N DE T�TULOS DE DOMINIO DE PERSONAS QUE SE�ALA; a los se�ores Subsecretario de Marina y Director General del Territorio Mar�timo y de Marina Mercante, en lo referente a PROBLEMAS DE PESCADORES POR FUNCIONAMIENTO DE RECINTO COMERCIAL EN VARADERO DE CALETA LA PASADA, COMUNA DE MAULL�N; al se�or Alcalde de Los Muermos, acerca de TR�MITE DE PENSI�N ASISTENCIAL PARA PERSONA QUE INDICA, y al se�or Comandante del Regimiento de Infanter�a N� 12 "Sangra", en lo atinente a PROBLEMA SOCIAL DE VECINO DE LOS MUERMOS (todos de D�cima Regi�n). --------------- El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- En Incidentes, el primer turno corresponde al Comit� Renovaci�n Nacional. Tiene la palabra el Honorable se�or Prokurica. El se�or R�OS.- �Me permite una interrupci�n, Honorable colega, con la venia de la Mesa? El se�or PROKURICA.- �Muy bien! El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or R�os. SEGUIMIENTO DE PROYECTOS DE ACUERDO El se�or R�OS.- Se�or Presidente, la formulaci�n de proyectos de acuerdo no es usual en el Senado -no llegan a m�s de 5 � 6 al a�o- y, por ello, involucran una responsabilidad bastante grande. En cambio, en la C�mara de Diputados se presentan 3 � 4 diariamente, raz�n por la cual han perdido la fuerza que deber�an tener. Por tal motivo, se�or Presidente, solicito que tanto respecto del que se aprob� reci�n, como de los que se formulen en el futuro, la Mesa asuma la responsabilidad pertinente. Esto implica, desde mi punto de vista, informar despu�s qu� ocurri� con el proyecto de acuerdo; a qui�nes se hizo llegar; cu�les fueron las respuestas y, con relaci�n a aquellos que ameriten una acci�n determinada del Estado, dar a conocer a la Sala en qu� consisti� �sta y cu�ndo se llev� a cabo. Creo que en esa forma los proyectos de acuerdo del Senado tendr�n un significado m�s profundo, mayor validez y, naturalmente, adquirir�n la fuerza que corresponde a una declaraci�n de esta Alta C�mara. El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- As� se proceder�, se�or Senador. Puede continuar el Honorable se�or Prokurica. DILACI�N DE TR�MITES PARA CONCESIONES ACU�COLAS. OFICIOS El se�or PROKURICA.- Se�or Presidente, en esta oportunidad me referir� a una situaci�n que se arrastra desde hace mucho tiempo en la Regi�n de Atacama y que he denunciado durante varios a�os sin resultado aparente: la excesiva dilaci�n y burocracia que ha experimentado all� la tramitaci�n de solicitudes de concesiones acu�colas. Seg�n un informe que me remiti� recientemente la Subsecretar�a de Pesca, en la actualidad existen 94 solicitudes pendientes. De ellas, 46 se encuentran en diversas etapas de tramitaci�n en esa entidad; 37 en la Subsecretar�a de Marina, en espera de la modificaci�n del decreto que fij� las �reas autorizadas para el ejercicio de la acuicultura, y 11 en evaluaci�n por parte de la Comisi�n Nacional del Medio Ambiente (CONAMA). Cabe destacar que varias de esas peticiones llevan entre 5 y 10 a�os de tramitaci�n. Incluso, algunas fueron presentadas antes del cambio de la ley. Esta excesiva dilaci�n provoca grandes perjuicios a los empresarios que han invertido en esa relevante actividad productiva, lo que obviamente los desincentiva y en muchos casos los mueve a abandonar los respectivos proyectos. Pero hay algo quiz� m�s grave: la Tercera Regi�n tiene varias comunas -entre ellas, algunas costeras- que exhiben los �ndices m�s altos de cesant�a del pa�s �en Vallenar hay 22 por ciento de desempleo-, en circunstancias de que, seg�n los t�cnicos, cada concesi�n acu�cola podr�a generar hasta 20 puestos de trabajo. Se trata de un asunto demasiado importante para seguir dilat�ndolo. Por eso, pido oficiar a la se�ora Ministra de Defensa Nacional, al se�or Ministro de Econom�a y al se�or Ministro Secretario General de la Presidencia, de quienes dependen la Subsecretar�a de Marina, la Subsecretar�a de Pesca y la Comisi�n Nacional del Medio Ambiente, respectivamente, a fin de que dispongan la m�xima agilizaci�n en la evacuaci�n de los tr�mites pendientes respecto de las solicitudes de concesiones acu�colas presentadas en la Regi�n de Atacama. --Se anuncia el env�o de los oficios solicitados, en nombre del se�or Senador, conforme al Reglamento. INCERTIDUMBRE POR DISCREPANCIA DE TRIBUNALES SUPERIORES SOBRE FALLOS EN MATERIA TRIBUTARIA El se�or PROKURICA.- Se�or Presidente, me ha causado preocupaci�n un art�culo del abogado se�or Sergio Endress, que le� en una publicaci�n especializada en asuntos tributarios. El autor plantea la incertidumbre en que quedan los contribuyentes acerca del tribunal y el procedimiento a trav�s de los cuales deber�n resolverse los juicios que se sigan contra ellos por impuestos. Ello, a ra�z del reciente fallo de la Corte Suprema de dejar sin efecto la resoluci�n y sancionar a los ministros y abogados integrantes de una Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago que, en el mes de enero pasado, anularon numerosas sentencias dictadas por funcionarios del Servicio de Impuestos Internos que hab�an actuado como jueces tributarios, por delegaci�n de facultades jurisdiccionales, resolviendo reclamos de los afectados en contra de liquidaciones emanadas de esa repartici�n. Tal incertidumbre nace de las circunstancias que han rodeado esta situaci�n, que afecta a gran n�mero de personas, ya que, como es sabido, s�lo un mes antes la Corte Suprema hab�a declarado inaplicables, por ser contrarias a la Constituci�n, las normas legales que crean administrativamente -y no por ley, como lo exige el Texto Fundamental- los denominados "tribunales tributarios", que obran por delegaci�n de facultades de los directores regionales del Servicio de Impuestos Internos, y que son los jueces que resuelven las reclamaciones de los contribuyentes. En dicha sentencia, una importante minor�a de ministros de la Corte Suprema hab�a sido incluso partidaria de desconocer el car�cter mismo de los referidos tribunales tributarios, por estimar que carecen de las condiciones m�nimas que exige la Constituci�n para ser considerados verdaderos jueces, como independencia, imparcialidad e inamovilidad. As�, una Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, por consideraciones casi id�nticas a las que tuvo en vista la Corte Suprema para declarar la inconstitucionalidad de las normas que permiten la delegaci�n de facultades jurisdiccionales, declar� que los juicios tributarios eran nulos porque se deleg� la facultad de juzgarlos en un funcionario distinto del que establece la ley. Y, a rengl�n seguido, la misma Corte Suprema anul� lo resuelto por dicha Sala, por lo que los juicios llevados antes jueces delegados deben continuar. El referido art�culo destaca que, por ello, los contribuyentes no pueden estar m�s confundidos. Porque el M�ximo Tribunal de la Rep�blica dijo que tal delegaci�n contrariaba la Constituci�n. Sin embargo, cuando la misma declaraci�n la realiza la Corte de Apelaciones de Santiago, una Sala de la Corte de Suprema anula todo lo obrado. Se�or Presidente, uno de los principales objetivos del Derecho es otorgar a los ciudadanos certeza y seguridad jur�dicas. Cuando el Servicio de Impuestos Internos practica liquidaciones de impuestos, el contribuyente sabe que puede reclamar de ellas, ajust�ndose al procedimiento general de reclamaciones previsto en el C�digo Tributario. De acuerdo con lo ocurrido, �hasta qu� punto los contribuyentes pueden tener hoy certeza y seguridad sobre las normas que regulan dicho procedimiento y acerca del tribunal que resolver� sus peticiones? Como lo se�ala el citado art�culo, y por lo que me han informado diversos gremios de contribuyentes y expertos tributaristas, todo indica que los ciudadanos que deben enfrentar al Fisco de Chile en un juicio tributario no pueden estar m�s confundidos. Uno de los temas que m�s preocupa en este campo de la certeza jur�dica es el destino que tendr�n los cientos de giros de impuestos emitidos por el Servicio de Impuestos Internos, luego de que los jueces tributarios delegados dictaran sentencia rechazando los reclamos de los contribuyentes. La preocupaci�n es real, pues cuando el contribuyente reclama de las liquidaciones de impuestos, el organismo fiscalizador no puede hacer los giros correspondientes hasta que el Director Regional se haya pronunciado sobre el reclamo o �ste deba entenderse rechazado de conformidad con el art�culo 135 del C�digo Tributario. Pero dictada la sentencia de primera instancia, el Servicio de Impuestos Internos queda habilitado para girar los impuestos reclamados, los que pasan a ser una deuda del contribuyente con el Fisco, aun cuando �ste deduzca en contra de la sentencia el recurso de apelaci�n. Esos giros pasan al Servicio de Tesorer�as, el que puede incluirlos en la n�mina de deudores morosos e iniciar el procedimiento ejecutivo de cobro de obligaciones tributarias de dinero, a pesar de estar pendiente la apelaci�n deducida en contra de la sentencia que orden� emitir dichos giros. As� las cosas, la �nica forma en que el contribuyente puede evitar ser ejecutado por esa deuda consiste en la suspensi�n del cobro, lo cual se encuentra previsto en el inciso sexto del art�culo 147 del C�digo Tributario, que autoriza a la Corte de Apelaciones que conoce del recurso de apelaci�n para decretar tal suspensi�n por un lapso determinado y renovable. La ley concede esta misma facultad a la Corte Suprema cuando conoce de los recursos de casaci�n. De esta forma, se previene la posibilidad de que la sentencia dictada por el Director Regional (actualmente por el juez tributario delegado) sea revocada y, por lo tanto, que el contribuyente obtenga un fallo favorable que deje sin efecto las liquidaciones reclamadas, obligando consecuentemente al Servicio de Impuestos Internos a anular los giros que emiti� con motivo de la sentencia de primera instancia. De no ser as�, el contribuyente podr�a ser ejecutado por una deuda que en definitiva es factible que no exista, seg�n lo que resuelvan los tribunales superiores de justicia. Y ello es, por cierto, algo absolutamente impresentable. La situaci�n creada en la actualidad es especialmente incierta para los contribuyentes que se encuentren con que, dictada la sentencia por la Corte de Apelaciones de Santiago que decret� la nulidad del fallo emitido por el denominado juez tributario, ella ha sido dejada sin efecto por estar incluida entre las que la Corte Suprema decret� su anulaci�n. En tales casos, el contribuyente queda en la peor de las situaciones: no puede obtener la suspensi�n del cobro, porque la Corte de Apelaciones de Santiago ya fall� la causa al declarar la nulidad y remiti� el expediente al Servicio de Impuestos Internos para dar cumplimiento a lo resuelto; pero, al mismo tiempo, como el dictamen de la Corte de Apelaciones ha sido declarado nulo por el M�ximo Tribunal, todo deber�a volver atr�s. Por lo tanto, aun cuando el contribuyente pida la suspensi�n del cobro de los impuestos reclamados, no podr�a obtenerla hasta que el Servicio de Impuestos Internos devuelva a la Corte de Apelaciones de Santiago los expedientes respectivos, lo cual puede tomar un tiempo indeterminado y generar una incerteza absoluta. Al estar vencida la suspensi�n del cobro y ser imposible su renovaci�n, el Servicio de Tesorer�as podr�a considerarse habilitado para ejecutar al contribuyente por esos giros, los que, para el Fisco o dicha repartici�n p�blica, constituyen una deuda del contribuyente que se halla en esa especial situaci�n. De este modo, durante todo ese tiempo, esos contribuyentes corren el riesgo de ser ejecutados y de que sus bienes sean embargados y rematados sin que nada puedan hacer, en circunstancias de que es sabido que los tribunales superiores concuerdan en que las sentencias dictadas por los jueces tributarios delegados son nulas, y s�lo se discrepa en los aspectos formales para dar eficacia a dicha anulaci�n. Ahora bien, la pregunta es si esa situaci�n contribuye o no a la certeza y seguridad jur�dicas que las leyes y las resoluciones de los tribunales est�n llamadas a garantizar a los ciudadanos. El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- En el tiempo del Comit� Renovaci�n Nacional, tiene la palabra el Honorable se�or Horvath. INFORME SOBRE VISITA A ESTADOS UNIDOS DE DIRECTIVA DE RENOVACI�N NACIONAL: TRATADO DE LIBRE COMERCIO Y PROYECTOS MEDIOAMBIENTALES. COMUNICACI�N El se�or HORVATH.- Se�or Presidente, dar� una breve cuenta sobre la gira de cuatro d�as que realiz� la directiva de Renovaci�n Nacional a la ciudad de Washington, Estados Unidos, para abordar lo relativo al Tratado de Libre Comercio en el marco de la situaci�n que se vive a ra�z de la guerra con Iraq. Las diversas reuniones de trabajo fueron dirigidas por el Presidente del Partido, don Sebasti�n Pi�era, y contaron con la participaci�n del ex Senador se�or Miguel Otero, del Diputado se�or Carlos Hidalgo y de quien habla. La visita fue coordinada previamente con la Canciller�a, a fin de salvaguardar el mandato constitucional, y se entendi� claramente como un aporte para las relaciones entre las dos naciones. Durante esos d�as, tuvimos la oportunidad de reunirnos con diferentes organismos y personeros: el Centro de Estudios Estrat�gicos e Internacionales; el Instituto de Pol�tica Progresiva; el Embajador de Chile en Estados Unidos, por cierto; el Presidente del Comit� de Agricultura del Senado de ese pa�s, se�or Thad Cochran; el Embajador del Consejo de Seguridad Nacional, don Jhon Maisto; el se�or Mike Sheehy, asesor principal para las relaciones internacionales de la l�der de minor�a de la C�mara de Representantes (se�ora Nancy Pelosi); el Instituto CATO; la American University; el grupo "Nuevos Dem�cratas"; el l�der de la minor�a en el Comit� de Ways and Means, Diputado se�or Charles Rangel; el Comit� de Relaciones Exteriores del Senado. Participamos tambi�n en una de las audiencias sobre expansi�n de la OTAN. Asimismo, nos reunimos con el Vicepresidente y el Encargado de Asuntos Internacionales de la Confederaci�n Multisindical AFL-CIO; el Director de Relaciones Gubernamentales del USTR, se�or Christopher Padilla; el Subsecretario para Asuntos Econ�micos, Empresariales y Agr�colas del Departamento de Estado, se�or Alan Larson; la Asociaci�n Nacional de Manufactureros de Estados Unidos; la Coalici�n Empresarial Chile-Estados Unidos; la C�mara de Comercio de ese pa�s; el Presidente de la Conferencia Dem�crata, Diputado se�or Robert Men�ndez; el Senador por Arkansas, se�or Mark Pryor; el Co-Presidente del grupo parlamentario "New Democrats", se�or Jim Davis; el Senador por Minessota, se�or Norm Coleman, y el Subsecretario para Asuntos de Transportes. En esas reuniones con los distintos sectores pol�ticos del Congreso de Estados Unidos, tanto de la C�mara de Representantes como del Senado, pudimos captar claramente una tendencia favorable y mayoritaria no s�lo al Tratado de Libre Comercio, sino tambi�n a la posici�n chilena en los distintos centros de investigaci�n, universidades e instituciones con que compartimos. En esferas de Gobierno, encontramos que hab�a m�s bien una opini�n de desencanto por la postura asumida por Chile en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en el sentido de no apoyar abiertamente a los Estados Unidos sin previas condiciones que se dieran en ese propio seno para asegurar o evitar la guerra, las que, de hecho, quedaron demostradas. No se han descubierto armas de destrucci�n masiva. En fin, se trata de una serie de elementos que son de p�blico conocimiento. Lo que s� quiero se�alar taxativamente es que la posici�n chilena es bastante respetada. Nuestro pa�s se ha movido en forma muy clara y digna en esta delicada materia, y en las esferas de Gobierno se ha considerado que el desencanto producido por no haber otorgado un pleno respaldo, como lo quiso en su momento la Administraci�n del Presidente Bush, aunque no nos har� acreedores ciertamente a una suerte de aplauso diplom�tico, tampoco redundar� en un castigo en lo concerniente al Tratado de Libre Comercio. En este sentido, las cifras son sumamente claras, pues a los Estados Unidos -considerando que Chile ha celebrado convenios similares con la Uni�n Europea, Corea del Sur, Canad� y M�xico, adem�s de otros pa�ses con los cuales se est� negociando en este aspecto- le significar�a una p�rdida cercana a los 70 millones de d�lares diarios, situaci�n que afectar�a a ambas naciones. Asimismo, hay que tener en cuenta que Chile, por su condici�n democr�tica, pol�tica y econ�mica y por la manera como incluso est� resolviendo delicados problemas internos suscitados en los �ltimos tiempos, constituye un pa�s emblem�tico y un ejemplo a seguir por el resto de las naciones de este continente, hacia las que Estados Unidos no ha adoptado en esta l�nea una pol�tica claramente definida. Estos antecedentes, obviamente, van a ser entregados en detalle a la Canciller�a y me permito solicitar que se env�e una copia de ellos a la Comisi�n de Relaciones Exteriores del Senado. Tambi�n tuvimos oportunidad de reunirnos con el Presidente del Fondo para el Medio Ambiente Mundial, se�or Mohamed T. El-Ashry; con el Consejero del Fondo del Carbono, se�or Ian Noble, y con la Directora del Departamento del Medio Ambiente del Banco Mundial, se�ora Kristalina Georgieva. Al respecto se han presentado tres proyectos: el primero est� destinado a la macrozonificaci�n y microzonificaci�n, en su caso, de toda la Patagonia chilena, iniciativa complementaria a la que con recursos del Fondo para el Medio Ambiente Mundial se est� llevando a cabo en la Patagonia argentina. El segundo proyecto, en coordinaci�n con la Corporaci�n Nacional Forestal, tiene por objeto combatir la desertificaci�n y erosi�n en nuestro pa�s, y el tercero lo conforma un plan piloto para la forestaci�n de cinco mil hect�reas en la zona m�s erosionada de Chile, que es la Regi�n de Ais�n, que adem�s de acogerse a los beneficios consignados en el decreto ley N� 701, lo har� a la normativa vinculada con la captaci�n de anh�drido carb�nico. Con todo lo anterior, unido a nuestra intenci�n de transformar este proyecto en una especie de punta de lanza para recuperar el bosque nativo mediante su enriquecimiento gradual y la posibilidad de que, a trav�s del Fondo del Carbono, los propietarios rurales en Chile puedan contar mensualmente con ciertos ingresos, la verdad es que se abre una perspectiva de trabajo bastante importante para nuestro pa�s. El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- Me parece muy interesante la cuenta que ha dado el se�or Senador. --Se anuncia el env�o del documento pertinente, en nombre de Su Se�or�a, conforme al Reglamento. El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- En el tiempo del Comit� Socialista, tiene la palabra al Honorable se�or Naranjo. EVALUACI�N DE ESTADO ACTUAL DE EX COLONIA DIGNIDAD El se�or NARANJO.- Se�or Presidente, una vez m�s el pa�s ha sido sorprendido por hechos il�citos ocurridos en la ex Colonia Dignidad, al imponernos de que, tal como en el pasado, nuevas familias han debido fugarse de esa instituci�n a ra�z de que sus derechos no fueron respetados. Por consiguiente, lo que ahora procede y corresponde, considerando que hace ya doce a�os le fue cancelada la personalidad jur�dica a la ex Colonia Dignidad, es comprobar efectivamente qu� es lo que est� ocurriendo ah�, ya que la inmensa mayor�a del pa�s pensaba que, despu�s de tanto tiempo, en esa instituci�n se hab�a restablecido el Estado de Derecho que impera en el resto del territorio nacional. Sin embargo, los hechos demuestran que eso no es as�. Debo recordar al respecto que desde 1995 la C�mara de Diputados ha designado diferentes comisiones investigadoras, las cuales han tratado de averiguar lo que all� ha sucedido desde que le fue cancelada la personalidad jur�dica. En efecto, los distintos informes aprobados por dicha rama legislativa a partir de 1995 han formulado numerosas recomendaciones a diversos Ministerios y reparticiones p�blicas. Por eso, desde hace alg�n tiempo me he permitido realizar un trabajo de investigaci�n para saber qu� es lo que all� est� pasando. Podemos afirmar, transcurridos ya siete a�os, que hasta el momento -resulta curioso que as� ocurra- se sigue desconociendo el n�mero de personas que vive en la ex Colonia Dignidad, incluso se ignoran sus nombres, lo cual me parece extraordinariamente grave. Ni siquiera los censos recogen este �ltimo dato. Y lo l�gico y natural ser�a que cualquier repartici�n p�blica contara con tal informaci�n. Sin embargo, no hay antecedentes acerca de la identidad de la gente que habita en ese lugar. Personalmente, despu�s de largas investigaciones realizadas en forma particular, he podido lograr la identificaci�n de a lo menos 304 personas. Y gracias a esa labor me he impuesto, por ejemplo, de que uno de los matrimonios que se fugaron dej� all� seis hijos. La pregunta consiguiente es: �qu� represalias se van a tomar internamente contra estos �ltimos? Esa misma investigaci�n ha dejado al descubierto que las distintas reparticiones p�blicas ni siquiera cuentan con antecedentes sobre las personas adoptadas en esa ex instituci�n de beneficencia, ni acerca de los nacimientos y defunciones, tampoco de los matrimonios. Para qu� hablar del Servicio Militar, porque ellos no lo hacen. No se fiscaliza a los ni�os y ni�as que acuden a los establecimientos educacionales y se ignora si han cursado la ense�anza b�sica, que es obligatoria. Llama la atenci�n, asimismo, que se mantenga el financiamiento de la escuela particular subvencionada Villa Baviera. En efecto, para que continuara funcionando, la ex Colonia Dignidad form� una instituci�n de fachada que denomin� Organizaci�n Comunitaria de Desarrollo Social Perquilauqu�n. Y parece que olvidamos que de esa escuela el se�or Paul Schaffer sacaba a los ni�os para abusar de ellos, como lo comprueban los distintos procesos judiciales. Sin embargo, el Estado chileno le sigue pasando plata a ese establecimiento que funciona como escuela particular subvencionada. Por otra parte, el Ministerio del Trabajo reconoce que hace m�s de cinco a�os que no efect�a ning�n tipo de fiscalizaci�n respecto de los trabajadores que laboran en el que yo llamo el "holding" de Colonia Dignidad, constituido por las empresas ABRATEC S.A., Cerro Florido S.A., BARDANA S.A. y CINAGLOSA S.A. Y todos sabemos que en los tribunales de justicia se siguen diversos procesos por graves violaciones a los derechos laborales de quienes se desempe�an en ellas. Asimismo, el Ministerio de Obras P�blicas acepta imp�vido el que la ex Colonia Dignidad cierre caminos p�blicos y realice obras mayores sin ninguna autorizaci�n legal. Precisamente hace pocos d�as se construy� un puente sobre el r�o Perquilauqu�n para unir la S�ptima con la Octava Regi�n. Y ese puente es mejor que el de la Ruta 5 Sur concesionada. �Y no cuenta con autorizaci�n legal! Y dicha Secretar�a de Estado y Vialidad no fiscalizan. El Ministerio de Hacienda reconoce que, por la lentitud del Poder Judicial, no ha sido posible avanzar en los procesos por evasi�n tributaria, franquicias aduaneras y traspaso a empresas particulares de los bienes que pertenec�an a la ex instituci�n de beneficencia. Y si eso fuera poco, se�or Presidente, el Ministerio de Defensa, a trav�s de la Direcci�n General de Movilizaci�n Nacional, reconoce que la ex Colonia Dignidad ha aumentado su poder b�lico y que se le siguen otorgando permisos e inscribiendo armas. De acuerdo con un informe de aquella Direcci�n, antes de cancelarse su personalidad jur�dica, la Colonia Dignidad dispon�a de 32 armas, entre rev�lveres, pistolas, rifles y escopetas. Hoy, despu�s de doce a�os -y lo reconoce ese mismo organismo-, la ex Colonia cuenta con 52: tiene m�s pistolas, m�s rifles, e incluso, un fusil. Entonces, uno se pregunta: trat�ndose de una instituci�n de beneficencia, �necesita disponer de un cuerpo armado para defenderse? Porque, si as� fuera, tambi�n habr�a que preguntarse si la Telet�n y el Hogar de Cristo tienen ej�rcitos armados para su defensa. Se�or Presidente, si la ex Colonia Dignidad es una instituci�n de beneficencia, o supuestamente lo era, �por qu� necesita un cuerpo armado para llevar a cabo la beneficencia y el bien social? Lo expuesto demuestra, en consecuencia, que las cosas que est�n ocurriendo -y hoy fuimos informados nuevamente de ellas- no son fruto de la casualidad. Actualmente, la organizaci�n delictual ex Colonia Dignidad, despu�s de doce a�os de haberse cancelado la personalidad jur�dica, es m�s fuerte y est� m�s consolidada que en los inicios de la democracia. Y ello se explica por una raz�n muy simple: no se ha actuado sobre su "coraz�n". �Qu� nos dice la experiencia hist�rica de otros pa�ses del mundo acerca de c�mo actuar sobre grupos criminales o delictuales? Si no se toca su patrimonio, es imposible desbaratarlos y echarlos abajo. El patrimonio de la Colonia Dignidad, antes de cancelarse la personalidad jur�dica, era de alrededor de 100 millones de d�lares. Transcurridos doce a�os, el de la ex Colonia supera los 300 millones de d�lares. Por consiguiente, �c�mo puede el Estado chileno tener �xito en la lucha contra dicha organizaci�n delictual si no ha sido capaz de desbaratar su patrimonio? Y esto se explica en parte porque nuestro Poder Judicial ha sido complaciente con ella: procesos que nunca terminan; resoluciones pendientes; la Corte de Apelaciones de Talca deja fallos en acuerdo por a�os. Si tenemos un Poder Judicial que no act�a con el celo que corresponde, dif�cilmente podremos avanzar. Porque, como lo reconoce el Consejo de Defensa del Estado, la ex Colonia Dignidad ha desarrollado una estrategia, denominada "guerra de guerrillas dentro de los tribunales", consistente en llenar a �stos de recursos, uno tras otro. Y no hay celo ni acci�n. Acabamos de enterarnos del esc�ndalo CORFO-Inverlink, en que hubo traspaso de bienes. �Por Dios que ha actuado r�pido la justicia en este caso! �Y por qu� tan lentamente respecto de la ex Colonia Dignidad, donde tambi�n hubo traspaso de bienes? �D�nde se ha visto que una instituci�n de beneficencia traspase sus bienes a particulares? �Imaginan Sus Se�or�as qu� suceder�a si el d�a de ma�ana nos enter�ramos de que todas las platas de la Telet�n pertenecen a "Don Francisco", de que todos los hospitales construidos con los aportes de los chilenos no est�n a nombre de la Telet�n sino de �l? �Qu� tremendo esc�ndalo har�amos! �Y por qu� callamos en el caso de la ex Colonia Dignidad? �Por qu� el Poder Judicial no act�a y permanece en silencio? Lo anterior explica por qu� siguen ocurriendo irregularidades en la ex Colonia Dignidad. Ella goza de muy buena salud, y seguir� as� mientras no entendamos de una vez por todas que el Estado chileno debe hacer imperar el Estado de Derecho en todo el territorio nacional. Por eso uno ve que hay notable descuido, falta de voluntad para que los ministerios, organismos e instituciones del Estado realicen un seguimiento sistem�tico. No se ha querido aceptar que el General Director de Carabineros y el Director de la Polic�a de Investigaciones reconocieron en las Comisiones donde particip� cuando era Diputado que la ex Colonia Dignidad, por los diversos delitos que hab�a cometido, era una organizaci�n delictual. Pero hicieron una acotaci�n: la m�s peligrosa que ha operado en la historia del pa�s. Porque lleva cuarenta a�os perpetrando delitos e irregularidades, y sucede que el Estado chileno no act�a, no reacciona. Se�or Presidente, espero que lo ocurrido hoy d�a nos sirva de una vez por todas para dejar de ser espectadores de lo que sucede en la ex Colonia Dignidad. Y por eso considero importante que el Gobierno chileno acoja el planteamiento del Parlamento alem�n en orden a aprobar la resoluci�n denominada "Ayuda a las v�ctimas de Colonia Dignidad", donde autoriza al Estado germano para poner a disposici�n de su similar chileno todos los recursos y medios -multidisciplinarios, tecnol�gicos y log�sticos- conducentes a restablecer el imperio de la ley y el Estado de Derecho en una parte de nuestro territorio donde no se respetan. Porque estas cosas tienden a repetirse. Por ah� escucho a algunos que andan preocupados por Tompkins. Y tienen raz�n, pues cuando los caballeros de la ahora ex Colonia Dignidad llegaron a Chile, all� por 1961, pidieron personalidad jur�dica porque iban a adoptar a ni�itos v�ctimas del terremoto de esa fecha. Pero han transcurrido 41 a�os y �no adoptaron a ninguno de esos ni�itos! Entonces, si deseamos que cosas de ese tipo no sigan ocurriendo en Chile con otras organizaciones o instituciones, que pueden tener otros fines u objetivos, debemos ser firmes ante lo que sucede en el territorio nacional. De lo contrario, nos llevaremos sorpresas, porque estaremos dando licencia gratuita a sectas u otro tipo de organizaciones para hacer lo mismo que esa supuesta instituci�n de beneficencia. Pienso que lo sucedido en la ex Colonia Dignidad es extraordinariamente grave, y lo ser� m�s todav�a si el Estado chileno no muestra voluntad de terminar con ella. Por eso, hago un llamado -y me entrevist� con el Presidente de la Corte Suprema- para que el Poder Judicial d� se�ales claras de que tiene la voluntad de restablecer el imperio de la ley. Porque es inadmisible que, tras doce a�os de haberse cancelado la personalidad jur�dica a la Colonia Dignidad, cuando uno efect�a la evaluaci�n -yo la he realizado, a trav�s de distintos oficios, de los que hay constancia en el Senado- y pregunta a distintas reparticiones p�blicas qu� han hecho durante estos a�os, la respuesta sea "nada" o "muy poco". Se�or Presidente, as� no avanzaremos ni daremos muestras de nuestra verdadera voluntad de terminar con la ex Colonia Dignidad. He dicho. El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- Se�or Senador, �desea remitir su intervenci�n a alguna autoridad? El se�or NARANJO.- No, se�or Presidente. Todos lo saben. El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- Concluy� el tiempo del Comit� Socialista. En el turno del Comit� Institucionales 1, tiene la palabra al Honorable se�or Mart�nez. INQUIETUD POR PROGRESIVO DETERIORO DE ESTADO DE DERECHO EN CHILE El se�or MART�NEZ.- Se�or Presidente, quiero dejar constancia en las actas del Senado de una situaci�n que se repite peri�dicamente desde hace un par de a�os en materia de la acci�n de la justicia. Hasta donde mis antecedentes personales y culturales me indican, hay principios de justicia inmutables, que con el tiempo incluso se van haciendo carne en la cultura c�vica de los pueblos. Ello me parece fundamental, porque, cuando se habla del Estado de Derecho, se supone que dentro de su sentido y alcance se consideran tales principios. Sin embargo, en Chile aqu�l ha sufrido, a mi juicio, un progresivo deterioro, no por acciones violentistas, no por grandes protestas, no por conmociones sociales significativas, sino por una silenciosa erosi�n de ciertos principios de justicia que, a la larga, est� minando los puntos de apoyo sobre los cuales se concibe la idea del Estado de Derecho; es decir, que todas las acciones de los ciudadanos se enmarquen en un cuerpo legal que tenga una interpretaci�n clara, definida y afirmada, especialmente en el caso de la justicia, en principios inmutables a lo largo del tiempo. Me duele tocar este tema, se�or Presidente. Me duele porque he sabido, a trav�s de la prensa, de determinadas situaciones que est�n ocurriendo en el ejercicio de la funci�n judicial en nuestro pa�s. No voy a juzgar; no estoy en esa disposici�n. Pero quiero dejar constancia hist�rica de que, con relaci�n a los ex miembros de la Defensa Nacional sometidos a juicio por delitos o por situaciones que pueden considerarse delitos y que tuvieron lugar hace treinta a�os, hoy nos encontramos con que las bases sobre las cuales se sustenta la justicia se hallan profundamente erosionadas. Me refiero, por de pronto, a las personas que han sido nuevamente llamadas por jueces especiales de los Tribunales de Justicia para responder por actos cometidos desde 1973 en adelante. Hay que decirlo claramente: muchos de esos actos ya fueron juzgados, y los juicios correspondientes, cerrados. Sin embargo, habiendo fenecido esos juicios, se reactivan de nuevo, con diferentes argumentos. En segundo lugar, la Ley de Amnist�a, aplicada en su oportunidad sin ninguna distinci�n, con reserva y respeto por las personas amnistiadas, es desconocida cuando se trata de ex miembros de la Defensa Nacional, con el agravante de que sus nombres figuran en la prensa y se hace escarnio de mucha gente. As�, se afecta a sus familias y -esto es lo m�s grave-, al ser publicados los nombres, se les cierran las posibilidades de seguir trabajando en otras actividades porque aparecen manchados. Y ello, a pesar de que la Ley de Amnist�a, cuando se aplic�, a todos, omiti� los nombres, guardando reserva sobre quienes estaban siendo amnistiados, justamente por respeto a las personas. Tercero: en ninguna cultura -y quiero repetirlo: en ninguna cultura-, y m�xime en las de ra�z cristiana occidental, deja de estar vigente la prescripci�n de los delitos. Me lo dijo hace d�as un distinguido Senador y Profesor: puede tratarse del crimen m�s horrendo del mundo, pero, al cumplirse el tiempo debido, se respeta la prescripci�n. No obstante, hoy d�a nos encontramos con que 700 a 800 personas est�n siendo sometidas a juicios -repetidos algunos, como lo acabo de hacer presente- porque para ellas no hay prescripci�n, aduci�ndose como raz�n que los delitos respectivos son imprescriptibles por atentar contra la Humanidad o por constituir genocidio. Por supuesto, ninguna de las dos cosas ha existido ni se ha probado en Chile por tribunal alguno ni por nadie. Empero, no se reconoce la prescripci�n y se sigue juzgando por ese tipo de actos o posibles actos. Pero lo que ya sencillamente lleva a que se derrumbe todo este entramado delicado y cuidadoso de cientos de a�os de impartir justicia, de aplicaci�n de principios morales claros y precisos en los procedimientos, es el hecho de que se condene -como acaba de suceder con varias de ellas; y es muy probable que sigan otras si la situaci�n no cambia- por un delito que, seg�n se sostiene, se contin�a ejecutando. En efecto, a muchas personas que, dolorosamente -y lo siento-, ya no est�n aqu�, que desaparecieron y no han sido encontradas -eso causa dolor; hay que decirlo claramente; no tengo por qu� ocultarlo-, se las sigue considerando v�ctimas del delito de secuestro. La l�gica no lo resiste. El buen sentido de la justicia no lo resiste. El sentido com�n no lo resiste. Porque incluso, cuando el juez determina que tales personas est�n secuestradas y que, por tanto, el delito se contin�a cometiendo, cabr�a preguntar qu� se ha hecho con el Ministro del Interior que no cumple sus funciones y no procura ubicarlas. Nadie ha preguntado aquello, porque la Justicia es intocable. Pero nos encontramos con que se est� incurriendo en una deformaci�n y -lo que es m�s grave- afectando las leyes y el Estado de Derecho, porque se agregan delitos e interpretaciones que no figuran -tal como vengo explicando- en los C�digos respectivos. Tal situaci�n me lleva a hacer presente, para la historia del Senado, que estamos en presencia de una vulneraci�n de principios fundamentales que no resiste l�gica alguna; que grava, deteriora y afecta la majestad de nuestra justicia, y que arrastra a mucha gente que, evidentemente, ser� se�alada en la Historia de Chile como carente de capacidad para ejercer su funci�n de juez. Se�or Presidente, no quiero esto para mi pa�s. Pero tengo el deber de expresarlo: aqu� hay un grito de injusticia retenido. No estoy juzgando a las personas, ni tampoco meti�ndome en los delitos que cometieron, sino pidiendo que se aplique la ley, que se pongan en ejecuci�n los principios fundamentales de justicia. �Eso es lo que estoy solicitando! Porque nada erosiona m�s la convivencia, el sentido de autoridad, la majestad de la justicia, que la vulneraci�n de principios esenciales. Y aqu� estamos en presencia de eso. No soy juez ni es mi papel juzgar a esos hombres. Sin embargo, ellos se encuentran hoy d�a gritando de dolor porque se ha destruido su dignidad, no se respetan sus derechos. �Aqu� s� que hay una violaci�n de derechos humanos clara y precisa, actual, presente, tangible! Su patrimonio no existe. Ya no tienen nada. Sus familias tampoco existen. Las c�nyuges de muchos de ellos est�n con tratamiento psiqui�trico, pues sus maridos tienen violencia, se consideran proscritos, se sienten aislados. �Me duele eso! Insisto: no estoy juzgando ni voy a hacerlo. No pretendo eso. Estoy diciendo que, si hablamos tanto de que en nuestro pa�s hay Estado de Derecho, lo apliquemos. Pero no inventemos delitos, no inventemos situaciones para arrastrar procesos indefinidamente. Van a pasar tres a�os de esta Administraci�n. Como chileno de coraz�n, digo derechamente: �Dios quiera que no sean m�s Gobierno! Pero espero que por lo menos la cordura se imponga y que, sencillamente, cerremos esta brecha con dos cosas; primero, con una real ley de amnist�a, que alcance a todos los involucrados en los hechos de sangre promovidos por razones pol�ticas, cualquiera que sea su condici�n; y segundo -muchos de ellos la necesitan-, con una reparaci�n -bien claro lo digo- hist�rica, que adem�s debe permitirles al menos recuperar en alguna medida su patrimonio, el que, por no respetarse las leyes existentes, ha quedado pr�cticamente en cero. Se�or Presidente, pido que en la historia del Senado quede constancia de mi punto de vista acerca de la situaci�n expuesta. He dicho . El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- As� se har�, Su Se�or�a. Los Comit�s Institucionales 2 e Independiente; Mixto (Partido por la Democracia); Dem�crata Cristiano, y Mixto Uni�n Dem�crata Independiente e Independientes no har�n uso de sus respectivos tiempos. No habiendo m�s asuntos que tratar, se levanta la sesi�n. --Se levant� a las 17:54. Manuel Oca�a Vergara Jefe de la Redacci�n