REP�BLICA DE CHILE DIARIO DE SESIONES DEL SENADO PUBLICACI�N OFICIAL LEGISLATURA 348�, EXTRAORDINARIA Sesi�n 40�, en martes 15 de abril de 2003 Ordinaria (De 16:27 a 18:49) PRESIDENCIA DE LOS SE�ORES ANDR�S ZALD�VAR, PRESIDENTE, Y CARLOS BOMBAL, VICEPRESIDENTE SECRETARIO, EL SE�OR CARLOS HOFFMANN CONTRERAS, TITULAR ____________________ � N D I C E Versi�n Taquigr�fica P�g. I.ASISTENCIA......................................................................................................... II.APERTURA DE LA SESI�N............................................................................... III.TRAMITACI�N DE ACTAS.............................................................................. IV.CUENTA............................................................................................................... Acuerdos de Comit�s................................................................... Homenaje en memoria de ex Senador se�or Jaime Guzm�n Err�zuriz (se rinde) V.ORDEN DEL D�A: Proyecto de ley, en tr�mite de Comisi�n Mixta, que modifica el DFL. N�2, de Educaci�n, de 1998, para crear una subvenci�n educacional pro retenci�n de alumnos y establecer normas relativas a remuneraciones de profesionales de la educaci�n (3190-04) (se aprueba su informe).............................................. Proyecto de acuerdo, en segundo tr�mite, que aprueba el Convenio entre Chile y la Rep�blica Popular China relacionado con el Transporte A�reo (3163-10) (se aprueba en general y particular)........................................................... Proyecto de ley, en primer tr�mite, que crea el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (2944-03) (se aprueba en particular).......................................... Proyecto de ley, en segundo tr�mite, que modifica la Ley de Alcoholes, Bebidas Alcoh�licas y Vinagres, y deroga el Libro Segundo de la ley N� 17.105 (1192-11) (se aprueba en particular)................................................. Proyecto de ley, en segundo tr�mite, que facilita la denuncia en casos de atentados sexuales y permite una mejor investigaci�n del delito (2925-07) (se aprueba en general y particular)............................................................. VERSI�N TAQUIGR�FICA I. ASISTENCIA Asistieron los se�ores: --Aburto Ochoa, Marcos --Arancibia Reyes, Jorge --�vila Contreras, Nelson --Boeninger Kausel, Edgardo --Bombal Otaegui, Carlos --Canessa Robert, Julio --Cantero Ojeda, Carlos --Cariola Barroilhet, Marco --Chadwick Pi�era, Andr�s --Coloma Correa, Juan Antonio --Cordero Rusque, Fernando --Espina Otero, Alberto --Fern�ndez Fern�ndez, Sergio --Flores Labra, Fernando --Foxley Rioseco, Alejandro --Frei Ruiz-Tagle, Carmen --Frei Ruiz-Tagle, Eduardo --Garc�a Ruminot, Jos� --Gazmuri Mujica, Jaime --Horvath Kiss, Antonio --Larra�n Fern�ndez, Hern�n --Lavandero Illanes, Jorge --Mart�nez Busch, Jorge --Matthei Fornet, Evelyn --Moreno Rojas, Rafael --Mu�oz Barra, Roberto --Naranjo Ortiz, Jaime --Novoa V�squez, Jovino --N��ez Mu�oz, Ricardo --Ominami Pascual, Carlos --Orpis Bouch�n, Jaime --P�ez Verdugo, Sergio --Parra Mu�oz, Augusto --Pizarro Soto, Jorge --Prokurica Prokurica, Baldo --R�os Santander, Mario --Romero Pizarro, Sergio --Ruiz De Giorgio, Jos� --Ruiz-Esquide Jara, Mariano --Sabag Castillo, Hosa�n --Silva Cimma, Enrique --Stange Oelckers, Rodolfo --Vald�s Subercaseaux, Gabriel --Vega Hidalgo, Ram�n --Zald�var Larra�n, Adolfo --Zald�var Larra�n, Andr�s --Zurita Camps, Enrique Concurrieron, adem�s, los se�ores Ministros del Interior, de Hacienda, Secretario General de la Presidencia, de Econom�a, Fomento y Reconstrucci�n y Presidente de la Comisi�n Nacional de Energ�a, de Educaci�n y de Vivienda y Urbanismo y Bienes Nacionales, y el se�or Subsecretario de Econom�a. Actu� de Secretario el se�or Carlos Hoffmann Contreras, y de Prosecretario, el se�or Sergio Sep�lveda Gumucio. II. APERTURA DE LA SESI�N --Se abri� la sesi�n a las 16:27, en presencia de 46 se�ores Senadores. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesi�n. III. TRAMITACI�N DE ACTAS El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Las actas de las sesiones 37� y 38�, ordinarias, en 1 y 2 de abril del a�o en curso, respectivamente, se encuentran en Secretar�a a disposici�n de los se�ores Senadores, hasta la sesi�n pr�xima, para su aprobaci�n. IV. CUENTA El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretar�a. El se�or SEP�LVEDA (Prosecretario).- Las siguientes son las comunicaciones recibidas: Mensajes Trece de Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica: Con el primero, inicia la tramitaci�n del proyecto de ley que separa el Escalaf�n de Defensa A�rea de la Fuerza A�rea de Chile en los Escalafones de Defensa Antia�rea y de Telecomunicaciones e Inform�tica. (Bolet�n N� 3.221-02). Asimismo, incluye la referida iniciativa en la actual Legislatura Extraordinaria de Sesiones del Congreso Nacional. --Pasa a la Comisi�n de Defensa Nacional. Con el segundo, inicia un proyecto que modifica la Ley General de Pesca y Acuicultura, con el objeto de perfeccionar la regulaci�n del sector. (Bolet�n N� 3.222-03). Asimismo, incluye el se�alado proyecto en la actual Legislatura Extraordinaria de Sesiones del Congreso Nacional. --Pasa a la Comisi�n de Intereses Mar�timos, Pesca y Acuicultura y a la de Hacienda, en su caso. Con el tercero, solicita que se disponga el archivo del proyecto que modifica la Ley General de Pesca y Acuicultura, en lo relativo a principios de conservaci�n, medidas de administraci�n, planes de manejo, desconcentraci�n funcional, l�mite m�ximo de captura por armador, pesca artesanal e institucionalidad del sector pesquero. (Bolet�n N� 2.970-03), que se encuentra en el Senado en primer tr�mite constitucional, para segundo informe de la Comisi�n de Intereses Mar�timos, Pesca y Acuicultura. Sobre el particular, se�ala que el referido proyecto ha perdido su sentido y finalidad, toda vez que una parte de las materias que aborda fueron reguladas en la ley N� 19.849, publicada en el Diario Oficial de 26 de diciembre de 2002, y las restantes han sido reformuladas en el proyecto de ley signado con el Bolet�n N� 3.222-03, del que se da cuenta en la presente sesi�n. --Se dispone el archivo del proyecto mencionado. Con los tres siguientes, retira la urgencia y la hace presente nuevamente en el car�cter de "suma", respecto de los proyectos de ley que se indican: 1.- El que crea el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia. (Bolet�n N� 2.944-03); 2.- El que crea la Direcci�n Nacional de Cultura y el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural. (Bolet�n N� 2.286-04), y 3.- El de bases sobre contratos administrativos de suministro y prestaci�n de servicios. (Bolet�n N� 2.429-05). Con los seis siguientes, retira la urgencia y la hace presente nuevamente en el car�cter de "simple", respecto de los proyectos de ley que se se�alan a continuaci�n: 1.- El relativo al procedimiento para otorgar la posesi�n efectiva de la herencia en la forma que indica, y adecua la normativa procesal, civil y tributaria sobre la materia. (Bolet�n N� 2.886-07); 2.- El referido al Sistema de Inteligencia del Estado y la creaci�n de la Agencia Nacional de Inteligencia. (Bolet�n N� 2.811-02); 3.- El que establece el R�gimen de Garant�as en Salud. (Bolet�n N� 2.947-11); 4.- El que modifica el decreto ley N� 2.763, de 1979, con la finalidad de establecer una nueva concepci�n de la autoridad sanitaria y distintas modalidades de gesti�n, y fortalecer la participaci�n ciudadana. (Bolet�n N� 2.980-11); 5.- El que modifica la ley N� 18.933, sobre Instituciones de Salud Previsional. (Bolet�n N� 2.981-11), y 6.- El que modifica el decreto con fuerza de ley N� 2, de Educaci�n, de 1998, para crear una subvenci�n educacional pro-retenci�n de alumnos y establece otras normas relativas a las remuneraciones de los profesionales de la educaci�n. (Bolet�n N� 3.190-04). --Quedan retiradas las urgencias, se tienen presentes las nuevas calificaciones y se manda agregar los documentos a sus antecedentes. Con el �ltimo, hace presente la urgencia, en el car�cter de "simple", respecto del proyecto que modifica la Ley General de Pesca y Acuicultura, con el objeto de perfeccionar la regulaci�n del sector. (Bolet�n N� 3.222-03). --Se tiene presente la urgencia y se manda agregar el documento a sus antecedentes. Oficios Seis de la Honorable C�mara de Diputados: Con el primero, comunica que ha dado su aprobaci�n, en los mismos t�rminos en que lo hizo el Senado, al proyecto que modifica el art�culo 19 de la ley N� 18.918, Org�nica Constitucional del Congreso Nacional, con el prop�sito de dar el car�cter de permanente a la Comisi�n Especial Mixta de Presupuestos, iniciado en moci�n de los Senadores se�ora Matthei y se�ores Boeninger, Foxley, Garc�a y Ominami. (Bolet�n N� 3.051-07). --Se manda comunicar a Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica el proyecto aprobado por el Congreso Nacional. Con el segundo, comunica que aprob� el informe de la Comisi�n Mixta constituida para resolver las divergencias suscitadas durante la tramitaci�n del proyecto que modifica el decreto con fuerza de ley N� 2, de Educaci�n, de 1998, para crear una subvenci�n educacional pro-retenci�n de alumnos y establece otras normas relativas a las remuneraciones de los profesionales de la educaci�n, con urgencia calificada de "simple". (Bolet�n N� 3.190-04). --Queda para tabla. Con el tercero, comunica que ha desechado las enmiendas propuestas por el Senado al proyecto que modifica la ley N� 18.290, de Tr�nsito, para permitir la eliminaci�n de anotaciones en el Registro Nacional de Conductores de Veh�culos Motorizados, en las condiciones que indica. (Bolet�n N� 2.774-15). Asimismo, se�ala que, de acuerdo a lo dispuesto en el art�culo 68 de la Carta Fundamental, acord� designar a los Honorables se�ores Diputados que menciona para que integren la Comisi�n Mixta que deber� formarse. --Se toma conocimiento y se designa a los se�ores Senadores miembros de la Comisi�n de Transportes y Telecomunicaciones para formar la mencionada Comisi�n Mixta, en representaci�n del Senado. Con el cuarto, comunica que ha dado su aprobaci�n al proyecto de ley que regula la aplicaci�n de normas sobre endeudamiento excesivo en financiamiento de proyectos y otras materias tributarias, con urgencia calificada de "suma". (Bolet�n N� 3.181-05). --Pasa a la Comisi�n de Hacienda. Con el quinto, comunica que ha aprobado el proyecto de ley que establece un sistema de protecci�n social para familias en situaci�n de extrema pobreza denominado "Chile Solidario", con urgencia calificada de "simple". (Bolet�n N� 3.098-06). --Pasa a la Comisi�n de Gobierno, Descentralizaci�n y Regionalizaci�n y a la de Hacienda, en su caso. Con el �ltimo, comunica que ha dado su aprobaci�n al proyecto de ley que flexibiliza el uso del permiso maternal. (Bolet�n N� 1.309-13). --Pasa a la Comisi�n de Trabajo y Previsi�n Social. Del Excelent�simo Tribunal Constitucional, mediante el cual remite copia autorizada de la sentencia dictada en el requerimiento formulado por diversos se�ores Senadores en contra del decreto supremo N� 1, del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, de 8 de enero de 2003, publicado en el Diario Oficial de 1 de febrero de este a�o. --Se toma conocimiento. Tres del se�or Ministro del Interior: Con el primero, da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador se�or Cantero, acerca de los recursos destinados a Carabineros de Chile en la Segunda Regi�n para combatir el tr�fico de drogas; Con el segundo, contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Coloma, referido a la posibilidad de crear la comuna de Put�, en la S�ptima Regi�n, y Con el tercero, contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Stange, referente a la construcci�n de un nuevo puente sobre el Canal de Chacao. De la se�ora Ministra de Defensa Nacional, por medio del cual responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Garc�a, en cuanto a la suspensi�n de atenciones m�dicas a beneficiarios de la Direcci�n de Previsi�n de Carabineros de Chile. Dos del se�or Ministro Secretario General de la Presidencia, mediante los cuales da respuesta a igual n�mero de oficios enviados a Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica, en nombre de los Honorables se�ores Fern�ndez y Ruiz De Giorgio, respectivamente, solicitando incluir en la actual Legislatura Extraordinaria de Sesiones del Congreso Nacional el proyecto que modifica el art�culo 101 de la ley N� 18.834, relativo al feriado de funcionarios que se desempe�an en determinadas zonas del pa�s. Del se�or Ministro de Econom�a y Energ�a, por medio del cual contesta un oficio enviado en nombre de los Senadores se�ores Cantero y R�os, concerniente al desarrollo de los agricultores y de los peque�os y medianos empresarios de las Regiones Octava y Novena. Dos del se�or Ministro de Educaci�n: Con el primero da respuesta a un oficio enviado en nombre de la Honorable se�ora Frei, relativo a la restauraci�n del tranque Sloman, ubicado en la localidad de Quillagua, Segunda Regi�n, y Con el segundo contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Larra�n, relacionado con la cantidad de becas Presidente de la Rep�blica asignadas para el presente a�o. Del se�or Ministro de Obras P�blicas, por medio del cual responde un oficio enviado en nombre del Honorable se�or Cordero, tocante a la construcci�n de un nuevo puente sobre el r�o Allip�n, comuna de Cunco, Novena Regi�n. Dos del se�or Ministro de Bienes Nacionales: Con el primero contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Lavandero, relativo al uso de distintivo en veh�culos fiscales, y Con el segundo responde un oficio enviado en nombre del Honorable se�or Stange, referido a la regularizaci�n de terrenos que indica. Del se�or Ministro de Miner�a, mediante el cual contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Prokurica, atinente a la situaci�n de la Empresa Nacional de Miner�a. Del se�or Contralor General de la Rep�blica, por medio del cual responde un oficio enviado en nombre del Honorable se�or Naranjo, referido a la naturaleza de la relaci�n del cargo de Senador con la Administraci�n. Del se�or Subsecretario de Guerra, con el que da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador se�or Andr�s Zald�var, sobre la situaci�n de salud de ex soldado conscripto. Dos del se�or Subsecretario de Marina, con los cuales contesta igual n�mero de oficios enviados en nombre del Honorable se�or Horvath. Uno, relativo a solicitudes de acceso a aguas dulces presentadas por empresas acu�colas, y otro, concerniente a la zonificaci�n del borde costero de la Regi�n de Ais�n. Dos del se�or Subsecretario de Pesca: Con el primero da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador se�or Romero, referido a una solicitud del Sindicato de Trabajadores Independientes de la caleta Papudo, en orden a contar con un �rea de manejo de recursos bent�nicos, y Con el segundo contesta un oficio enviado en nombre del Honorable se�or Horvath, relativo a las medidas que adoptar�a la Subsecretar�a a su cargo para atender solicitudes de concesi�n de acuicultura en aguas dulces. Del se�or Director del Servicio Electoral, mediante el cual responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Naranjo, tocante a la actualizaci�n de los registros generales de afiliados a los partidos pol�ticos. Del se�or Director Ejecutivo de la Comisi�n Nacional del Medio Ambiente, por medio del cual contesta un oficio enviado en nombre del Honorable se�or Romero, relativo al cumplimiento de la Resoluci�n de Calificaci�n Ambiental del proyecto "L�nea de Transmisi�n Polpaico-San Isidro N� 3", en la comuna de Quillota. De la se�ora Presidenta del Consejo Nacional de Televisi�n, con el que responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Viera-Gallo, en cuanto a los estudios acerca del g�nero televisivo denominado "Reality Show". Del se�or Intendente de la Regi�n de La Araucan�a, mediante el cual da respuesta a un oficio enviado en nombre del Honorable se�or Espina, referido a los programas de empleo municipal previstos para la localidad de Selva Oscura, comuna de Victoria. Del se�or Alcalde de Valpara�so, con el que efect�a diversos planteamientos respecto del proyecto que crea el Consejo Nacional de Cultura y el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural. Del se�or Secretario Regional de Planificaci�n y Cooperaci�n de la Regi�n Metropolitana, mediante el cual remite un estudio denominado "Situaci�n del Empleo y la Desocupaci�n en la Regi�n Metropolitana", correspondiente al trimestre diciembre 2002-febrero 2003. Del C�rculo de Ex Parlamentarios de Chile, con el que remite la declaraci�n que aprob� esa entidad, en sesi�n celebrada el pasado mes de marzo. --Quedan a disposici�n de los se�ores Senadores. Oficio reservado De la se�ora Ministra de Defensa Nacional, con el que contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Naranjo, relativo a requisito de ingreso que indica para postular a las Escuelas Matrices de las Fuerzas Armadas, Carabineros de Chile y Polic�a de Investigaciones de Chile. --Queda a disposici�n de los se�ores Senadores en la Secretar�a de la Corporaci�n. Comunicaci�n De los Honorables se�ores Aburto, Chadwick, Espina, Moreno y Silva, por medio de la cual solicitan a la Sala autorizar a la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento para que, en su primer informe, se pronuncie en general y particular sobre el proyecto que sustituye la ley N� 19.366, que sanciona el tr�fico il�cito de estupefacientes y sustancias psicotr�picas (Bolet�n N� 2.439-20). --Se accede. Informe De la Comisi�n de Trabajo y Previsi�n Social, reca�do en el proyecto, en segundo tr�mite constitucional, que regula las condiciones de trabajo y contrataci�n de artistas y t�cnicos de espect�culos (Bolet�n N� 3.073-13). --Queda para tabla. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Terminada la Cuenta. ACUERDOS DE COMIT�S El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- El se�or Secretario dar� cuenta de los acuerdos de Comit�s. El se�or HOFFMANN (Secretario).- La unanimidad de los Comit�s, en sesi�n de hoy, acord� lo siguiente: 1.- Tratar en esta sesi�n, como si fuera de F�cil Despacho, el proyecto de acuerdo de la C�mara de Diputados que aprueba el Convenio de Transporte A�reo entre Chile y la Rep�blica Popular China. 2.- Tratar en F�cil Despacho de la sesi�n ordinaria de ma�ana el informe de la Comisi�n Mixta relativo al proyecto que modifica el decreto con fuerza de ley N� 2, de Educaci�n, de 1998, para crear una subvenci�n educacional pro retenci�n de alumnos y establecer normas sobre remuneraciones de los profesionales de la educaci�n. 3.- Rendir homenaje a Carabineros de Chile al inicio del Orden del D�a de la sesi�n ordinaria del 14 de mayo, y 4.- Autorizar a la Comisi�n de Defensa Nacional para discutir en general y particular, en su primer informe, el proyecto que separa el Escalaf�n de Defensa A�rea de la Fuerza A�rea de Chile. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Respecto del homenaje, deseo hacer presente que los Comit�s acordaron, excepcionalmente, que lo rindieran dos Senadores, los se�ores Cordero y Mu�oz Barra. ------------------ El se�or MU�OZ BARRA.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. ------------------- El se�or MU�OZ BARRA.- Se�or Presidente, solicito que recabe el asentimiento de la Sala para aprobar sin discusi�n el proyecto despachado por la Comisi�n Mixta, que crea una subvenci�n educacional pro retenci�n de alumnos. �sta se pagar� a los sostenedores de establecimientos educacionales que acrediten la permanencia en sus aulas de estudiantes provenientes de los sectores m�s modestos, y su monto ser� el siguiente: 50 mil pesos por los que cursen 7� y 8� a�os de ense�anza b�sica; 80 mil por los alumnos de 1� y 2� a�os de educaci�n media; 100 mil por los estudiantes de 3� y 4� a�os de ense�anza media, y 120 mil por quienes egresen de esta �ltima. Tambi�n se fija la remuneraci�n m�nima de los profesores del sector municipal o particular subvencionado en 413 mil 190 pesos. El texto en comento fue aprobado por unanimidad en la Comisi�n Mixta y en la C�mara de Diputados. Entonces, se�or Presidente, hay un criterio bastante coincidente en tal sentido y, por lo tanto, ruego que solicite el acuerdo de la Sala para aprobar el proyecto sin discusi�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Lo que deber�a hacerse, conforme al Reglamento, es requerir el acuerdo para tratar la iniciativa en la presente sesi�n. Si hubiera unanimidad, no tendr�a inconveniente en incluirla en la tabla de hoy, pero no contamos con el informe pertinente. El se�or MU�OZ BARRA.- Podr�a rendirlo verbalmente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Si hubiera acuerdo, se tratar�a despu�s del homenaje que se llevar� a efecto ahora. O bien, podr�a ser vista en el primer lugar de la tabla de F�cil Despacho de la sesi�n de ma�ana, como fue acordado por los Comit�s. El se�or LARRA�N.- Ma�ana, en F�cil Despacho. El se�or PIZARRO.- Ahora, despu�s del homenaje. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Debe haber unanimidad. �Habr�a acuerdo para tratar el proyecto en comento hoy, despu�s del homenaje, como si fuera de F�cil Despacho? Acordado. ------------------ El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Corresponde rendir el homenaje solicitado por el Comit�... El se�or LAVANDERO.- Se�or Presidente, antes de ello, pido incorporar en la tabla de ma�ana el proyecto de acuerdo relativo a la OIT, que establece una... El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Siempre que llegue el informe, lo que hasta el momento no ha ocurrido. El se�or LAVANDERO.- Es el mismo caso del proyecto anterior... Est� aprobado por la Comisi�n, y podr�a tratarse en la sesi�n de ma�ana; no hoy. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- S�, pero a�n no disponemos del informe. Una vez que llegue, recabar� el asentimiento de la Sala para tal efecto. ------------------- El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- A solicitud del Comit� Mixto Uni�n Dem�crata Independiente e Independientes, la Corporaci�n rendir� homenaje en memoria del ex Senador don Jaime Guzm�n Err�zuriz, con motivo de haberse cumplido un nuevo aniversario de su deceso. Tiene la palabra el Honorable se�or Coloma. HOMENAJE EN MEMORIA DE EX SENADOR SE�OR JAIME GUZM�N ERR�ZURIZ El se�or COLOMA.- Se�or Presidente, el pasado 1� de abril recordamos el duod�cimo aniversario del cobarde asesinato del Senador Jaime Guzm�n Err�zuriz. Lo primero que viene a nuestras mentes ante este recuerdo es la brutal circunstancia de ser -hasta ahora, y esperamos que por siempre- el �nico Senador asesinado en la historia de nuestra Rep�blica, crimen que hasta la fecha permanece en la impunidad. Sin embargo, y pese a la incapacidad de las autoridades involucradas en la investigaci�n judicial para llegar a castigar este crimen, no existe, ni en su familia ni en quienes fuimos sus amigos y disc�pulos, otro sentimiento que el deseo de paz para un pa�s como el nuestro, azotado de manera tan salvaje por el odio entre hermanos. La perspectiva de los a�os ha hecho que el m�s amplio espectro del mundo pol�tico democr�tico haya llegado a reconocer en el Senador Guzm�n las virtudes que quienes compartimos m�s estrechamente con �l conoc�amos de sobra. Por ello, vaya tambi�n nuestro reconocimiento a la nobleza y generosidad de todas esas personas. Hablar de Jaime Guzm�n y, en especial, homenajear su personalidad, puede resultar un ejercicio interminable que, sin duda, �l mismo hubiera rechazado, en la modestia que nace de la prudencia y de la sabidur�a que el trabajo y los a�os imprimieron en �l. Mucho se ha dicho de su integridad personal, de su inteligencia, de su brillo pol�tico, de la fuerza de su liderazgo, de sus condiciones de jurista y del respeto que en poco tiempo logr� en el mismo Senado de la Rep�blica. Poco, en cambio, se ha escuchado acerca del hombre y de la visi�n que lo gui� en su paso por este mundo. Esa visi�n que, como amigo, como alumno, como Parlamentario, parece estar lejos del modelo tradicional de vida contempor�neo, centrado indefectiblemente en lo material; y m�s lejos a�n de la l�gica del poder y de su consecuci�n y conservaci�n a toda costa, que de cuando en cuando aparece en nuestra vida pol�tica. Hace unos a�os, cuando se conmemoraba otro aniversario de su partida, un Honorable colega aqu� presente recordaba, no sin emoci�n, las memorables palabras con que lo homenajeara el ex Rector de la Universidad Cat�lica, Juan de Dios Vial Correa. Por aquel entonces el acad�mico iniciaba su reconocimiento diciendo: "A Jaime Guzm�n le gustaba hablar de Dios.". Hoy, a m�s de una d�cada de su partida, todos quienes tuvimos la fortuna de conocerlo sabemos a ciencia cierta que el sentido m�s profundo de su vida fue servir a su fe, servir a Dios en el m�s completo y radical sentido que ello pueda tener. Esa profundidad de la vocaci�n de Jaime nos la revela la respuesta que �l mismo dio a la pregunta sobre su llamado: "Formar y transformar personas para servir a Dios.". Su vida fue testimonio fiel del verdadero sentido del perd�n, de una humildad aut�ntica, de un amor a los m�s pobres sin discurso, del valor profundo de la familia y, en una frase, de un estado de gracia que no pod�a venir de otra parte sino de su relaci�n con Dios. Hablar de Jaime Guzm�n, el hombre, es hablar tambi�n de las reuniones de los jueves en la noche sobre el Nuevo Testamento; es hablar del hombre que prepar� a m�s de alguno de nuestros hijos para la primera comuni�n; es hablar de quien, poco antes de morir, como una intuici�n de su destino, ya sent�a su ajenidad a este mundo y dirig�a lo m�s profundo del sentido de su existencia hacia la contemplaci�n misma. Jaime Guzm�n no s�lo renunci� a la lisonja vana, sino que respet� y am� a su pr�jimo al punto de temperar su propia inteligencia para no abusar de su l�gica irrefutable imponiendo una verdad por la sola autoridad de su sobresaliente capacidad argumental. Cuando se trat� de persuadir, convencer y conquistar voluntades, lo hizo siempre de un modo deferente y abierto, predicando con el ejemplo y no con el simple discurso. A tal punto representaba Jaime Guzm�n la encarnaci�n de la tolerancia, de la sencillez y de la mism�sima bondad, que bien podr�amos decir que no pod�a tener enemigos, porque quien conoce el bien no puede odiar. Pero esa dimensi�n omnipresente en todo recuerdo de la persona del Senador Jaime Guzm�n, �sa que habla de su testimonio personal de los valores que inspiran una sociedad democr�tica, adquiere hoy una nueva perspectiva frente a la apolog�a del materialismo, la superficialidad y la ambici�n desmedida. Ser�a f�cil dirigir el dolor y la frustraci�n de quienes lo conocimos y admiramos contra los responsables de su muerte; pero ello sin duda traicionar�a lo m�s b�sico de su mensaje y, no me cabe la menor duda, ser�a motivo de enojo para el mismo Jaime. De eso nos habla hoy este recuerdo en memoria de Jaime Guzm�n: de disciplina, de rigor intelectual, de sencillez a toda prueba, de amistad, en fin, de la correcta jerarquizaci�n de las prioridades m�s elementales, donde lo espiritual primaba ante todo. Es nuestro deber dar fecundidad a este acto en su memoria, actualizando en la evocaci�n de la personalidad que rememoramos las virtudes que la hacen merecedora de este homenaje. Se�or Presidente, cuando en abril cada a�o nos reencontramos con la serenidad del oto�o que nos introduce en el recogimiento de la Semana Santa (que culmina este viernes), se nos devuelve tambi�n el recuerdo de Jaime Guzm�n Err�zuriz, y cada vez nos proporciona la oportunidad de descubrir nuevas facetas, nuevas ense�anzas del maestro que se niega a morir. He dicho. --(Aplausos en la Sala y en tribunas). El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Romero. El se�or ROMERO.- Se�or Presidente, Honorables colegas: Los Senadores de Renovaci�n Nacional evocamos hoy la memoria del extinto Senador Jaime Guzm�n Err�zuriz, cuyo asesinato impact� el alma de Chile y estremeci� hondamente a esta Corporaci�n y a quienes fuimos sus colegas y amigos. Su muerte contin�a hoy, doce a�os despu�s, activando resueltamente la voluntad nacional de rechazar con m�xima energ�a actos tan deleznables como aqu�l, y de erradicar el odio, el extremismo y el terrorismo de la vida pol�tica nacional. La inmolaci�n de Jaime Guzm�n no fue en vano. Su voz se sigue escuchando y su mensaje contin�a calando hondo en el pensamiento y el sentimiento de innumerables chilenos que lo recuerdan con toda la profundidad de su obra y la calidad de su ser. �Qu� dif�cil es, se�or Presidente, poder resumir en unas pocas l�neas la enorme riqueza de las cualidades personales de Jaime Guzm�n! �C�mo abarcar en un breve discurso, sin dejar injustamente afuera, tantos ejemplos de congruencia que diera en su compromiso indestructible con la vida, con la legalidad, con la �tica, con la democracia, con la formaci�n de los j�venes y, sobre todo, con Dios! La vida p�blica de este insigne pensador, pol�tico y educador fue inspirada en parte por otro gran hombre de nuestra historia reciente: el ex Presidente don Jorge Alessandri, de quien fuera su amigo personal y de quien heredara la vocaci�n de servicio p�blico antes que la b�squeda de honores por el cargo; la sinceridad por sobre la demagogia, y la consecuencia entre el pensar y el actuar. Lo conoc� cuando era un inquieto estudiante secundario en el que ya se perfilaba tempranamente su vocaci�n pol�tica. Dotado de una extraordinaria inteligencia, en la d�cada de los 60 Jaime Guzm�n pudo anticipar, a pesar de su juventud, la crisis que se avecinaba en nuestro pa�s como consecuencia de acciones que partieron en las universidades y que significaron el debilitamiento del principio de autoridad y de muchos valores que, a la postre, determinaron la destrucci�n de nuestra convivencia y la interrupci�n de la democracia. Luch� contra los intentos totalitarios que representaba la Unidad Popular, desde diversas tribunas, entre ellas Radio Agricultura, que me correspondi� dirigir en aquellos dif�ciles momentos, para defender los principios y valores libertarios que compart�amos. Llamado a colaborar con el Gobierno de las Fuerzas Armadas que sobrevino, Jaime puso lo mejor de su talento en la tarea de reconstrucci�n del pa�s, especialmente en sus aspectos ideol�gicos, constitucionales y legales. Durante toda su vida hizo gala de su tremenda consecuencia y de una resuelta valent�a para defender sus principios, aun en �pocas muy duras de nuestra convivencia social y pol�tica. As� lo demostr� en cientos de foros universitarios a lo largo del pa�s; en los medios de comunicaci�n social, participando en programas de televisi�n que hicieron historia, e incluso, en sus actuaciones al interior del Gobierno de que formaba parte. De contextura delgada y de una figura que aparec�a fr�gil, muchos se preguntaban de d�nde sacaba fuerzas para defender con vehemencia, pero siempre con respeto y jam�s abandonando los argumentos racionales, sus ideas y las tareas que se impuso. La respuesta est� en su enorme fe y convicci�n, que le otorgaba la Misi�n a que estaba llamado, lo cual le concedi�, sin duda, el vigor y la energ�a que le conocimos. Como �l mismo dec�a, nada es superior a las fuerzas provenientes de la ayuda de Dios, a la vez que nada puede hacerse sin Su ayuda. La valent�a y el coraje que distingu�an a Jaime le motivaron a denunciar en esta misma tribuna del Senado el aumento de la violencia y del terrorismo que se apreciaba en Chile a inicios de los a�os 90, se�alando que las modificaciones a las leyes antiterroristas y los indultos que est�bamos discutiendo, cuya finalidad era favorecer a los denominados "presos pol�ticos", constitu�an un error que debilitar�a la lucha en contra de la acci�n terrorista. Fue v�ctima entonces de una campa�a concertada de amenazas a trav�s de panfletos y llamados an�nimos. Pero no hizo nada por ocultarse y protegerse, sino que continu� con su rutina de siempre, incluso con sus clases universitarias. Fue justamente mientras sal�a de la Escuela de Derecho de la Universidad Cat�lica que se cometi� el crimen artero, irracional, que no tiene parang�n en la vida de nuestro pa�s y que gener� y sigue generando el m�s absoluto repudio ciudadano. La historia dir� que Jaime Guzm�n cay� defendiendo los principios de libertad, de justicia y de rechazo al terrorismo, por los que siempre luch�, pasando a ser un m�rtir de la democracia. Nosotros, por nuestra parte, agregamos que el Jaime Guzm�n que tuvimos el privilegio de apreciar en tantas oportunidades y �pocas fue un hombre excepcional, de bondad y de aut�ntico amor a sus semejantes. Su personalidad se manifestaba en m�ltiples facetas que ser�a muy largo enumerar, todas ellas reflejo de su esp�ritu superior. La Divina Providencia ha querido que la vida ejemplar de Jaime Guzm�n despierte en los corazones amor y paz, y que su recuerdo sea s�mbolo de unidad, de fe y de esperanza. Estamos ciertos de que �l ya perdon�, como lo hizo su abnegada familia. Pero Chile jam�s olvidar� a ese insigne ciudadano, que tanto hizo por el pa�s y cuya vida fue ejemplo para los j�venes de ayer y lo es para los de hoy, quienes siguen profes�ndole una enorme admiraci�n y un cari�o verdadero, como aquel que se funda en el respeto a su consecuencia sin par con los valores y principios que cultivaba. Quienes compartimos con �l estos esca�os recordaremos siempre a Jaime en toda su val�a y como ejemplo vivo de un Servidor P�blico. He dicho. --(Aplausos en la Sala y en tribunas). El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Ruiz-Esquide. El se�or RUIZ-ESQUIDE.- Se�or Presidente, en nombre de mis colegas de la Democracia Cristiana, adhiero al homenaje que la Corporaci�n rinde al ex Senador don Jaime Guzm�n Err�zuriz. Con otros Parlamentarios de mi partido, llegamos juntos al reci�n reinstaurado Congreso Nacional, en 1990. No le hab�a visto desde antes del golpe militar. Proven�amos de mundos pol�ticos distintos y antag�nicos; represent�bamos una lucha de a�os, dura, frontal, sin reservas. Era un clima que se cortaba como un bloque de hielo con un acero filudo. Las reticencias llenaban nuestro esp�ritu. Aunque reconoc�amos un mismo tronco religioso y filos�fico, nuestras visiones correspond�an a la distinci�n hist�rica que hab�a en la l�nea cat�lica, desde hac�a muchos a�os, sobre la realidad del mundo y de nuestro pa�s. Discutimos varias veces acerca de la nueva democracia que est�bamos creando. El sentido de las palabras y su interpretaci�n real y profunda; el valor de la democracia; el valor de la libertad -a la que ve�amos de distinta manera-; el alcance de los hechos pasados, eran el centro del debate de aquellos d�as. La discusi�n era franca, dura, pero elevada y serena, dado el clima existente. En verdad, apreci�bamos el mundo de forma diferente, pero nos reconoc�amos en nuestros respectivos planteamientos. Hicimos en esa �poca una amistad afable, tranquila, que se fue generando en el debate diario y, tambi�n, a trav�s de las relaciones que caracterizan al Senado; nada mayor, pero s� una amistad muy abierta y muy sincera. Poco antes de la muerte de Jaime Guzm�n -lo se�al� en cierta oportunidad-, coincidimos en una reuni�n y, por cosas del azar, nos quedamos en una tertulia nocturna, de varias horas, frente a su casa. No concordamos en muchos aspectos, pero creo que ambos aprendimos de nuestras respectivas posiciones. Por mi parte, aprend� a entender su mundo interior: austero, sereno, entregado al servicio de Dios, mortificado por su concepci�n del deber y del deber ser, lleno de ilusiones por sus ideales. Creo que Jaime Guzm�n entendi� tambi�n por qu� lo enfrent�bamos y por qu� dese�bamos reemplazar la institucionalidad, el modelo institucional que �l hab�a elaborado y en el que reconoc�amos su autor�a. Si hoy viviera entre nosotros, se�ores Senadores, podr�a constatar c�mo el tiempo nos ha cambiado a todos y de qu� manera ha modificado nuestra propia relaci�n. Pienso que se sentir�a c�modo en este nuevo clima y en el nuevo Chile que estamos construyendo d�a a d�a, paso a paso, tropiezo a tropiezo, logro a logro, fracaso a fracaso. Porque �se es el mundo de los pa�ses, de la Humanidad entera, de los hombres y mujeres. Es, en suma, la vida, que era lo que a �l le importaba. Hoy nos sumamos una vez m�s a un homenaje en memoria de Jaime Guzm�n. Porque �sta es la democracia que queremos crear, donde tal vez seguir�amos debatiendo el presente y el futuro: �l desde su visi�n, nosotros desde la nuestra; �l desde la Oposici�n, nosotros desde el Gobierno, pero todos entendiendo el derecho a la vida de cada ser humano y rechazando la violencia, espont�nea o institucional, provenga de donde provenga, pues ella no es sino el reino de los insensatos. Por eso lo recordamos hoy con respeto. Tambi�n, con afecto. Por lo que hizo por Chile. Porque Chile se compone de toda su gente: de los que est�n en el Gobierno y de los que se hallan en la Oposici�n; de los independientes y de quienes pertenecen a un partido pol�tico; de aquellos que, en definitiva, desean que el mundo cambie. Lo recordamos con afecto de colegas, con respeto hacia un adversario superior; lo recordamos como se recuerda a un gran hombre, aunque hayamos discrepado con �l. Uno podr�a usar muchas frases para referirse a Jaime Guzm�n. Podr�a decir, quiz�, que entendemos haber ido creando un mundo distinto en el pa�s, y tambi�n, que el Senado ha ido estableciendo un mundo llamado a ser remanso de las ideas y de la capacidad de tolerancia mutua, para construir en Chile una democracia verdadera. Los Senadores de la Democracia Cristiana expresamos al Partido Uni�n Dem�crata Independiente nuestro respeto por lo que Jaime Guzm�n signific� para �l. Cuando uno de los nuestros cae, sufrimos y nos dolemos. Por eso, entendemos su aflicci�n. Cuando uno de los nuestros se ha perdido y se encamina hacia el Se�or, perdemos su sentido, sus ense�anzas, y en determinado momento caemos en una gran oscuridad y experimentamos mucho dolor. Tuvimos la sensaci�n de estar casi sin encontrar el camino verdadero, la senda adecuada. Nos ocurri� porque somos un Partido m�s antiguo. Y entendemos lo que tambi�n pudo haberles sucedido a ustedes, se�ores Senadores de la UDI, cuando muri� Jaime Guzm�n. Hoy, al iniciar tal vez una segunda etapa de nuestra democracia, quiero -y es el deseo de mis colegas de bancada- que el Senado siga siendo el lugar de honor para debatir ideas; para enfrentar las situaciones dif�ciles; para hacer camino para este pa�s, y, sobre todo, para que despu�s, cuando dejemos esta Corporaci�n, cualquiera que sea el momento, podamos decir, como podr�a hacerlo Jaime Guzm�n si estuviera entre nosotros: contribuimos a que la sociedad chilena se encontrara a s� misma. He dicho. --(Aplausos en la Sala y en tribunas). El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Mu�oz Barra. El se�or MU�OZ BARRA.- Se�or Presidente, Honorables colegas: Jaime Guzm�n Err�zuriz fue un hombre de inteligencia notable, y muchos de los se�ores Senadores aqu� presentes lo constataron durante el per�odo en que estuvo en esta Alta Corporaci�n. Destac� desde joven en las aulas universitarias y en las actividades de variada �ndole en que se involucr�. No escapaban a su inter�s las diversas manifestaciones de la cultura y de las ciencias. Estudi� Derecho sin manifestar una fuerte vocaci�n por la abogac�a. Seg�n �l mismo declaraba, lo hizo porque eso le permit�a adquirir una formaci�n m�s integral que otras carreras. Su memoria de tesis para optar al t�tulo de abogado se llam� "Teor�a sobre la Universidad" y fue calificada con la m�xima distinci�n. Hombre estudioso y observador, comprometido con la �poca en que le correspondi� vivir, fue docente, periodista, ide�logo y formador de j�venes l�deres pol�ticos. No se interes� en la actividad comercial. Su vocaci�n, mucho m�s que litigar en el foro, fue la docencia. Pero no se contentaba con el conocimiento, sino que se interesaba particularmente en la aplicaci�n del conocimiento en los terrenos de la pr�ctica te�rica y de la pr�ctica pol�tica. �l mismo declar�: "Mi inquietud por la pol�tica se despert� desde ni�o, por razones de ambiente familiar. Sin embargo, la persona que m�s influy� en mi inter�s por la vida p�blica fue don Jorge Alessandri Rodr�guez". Durante el Gobierno militar, al que apoy�, se destac� sin desempe�ar un puesto en la Administraci�n del Estado. Pudo haber sido ministro o embajador destacado. Y, sin serlo, su influencia lleg� a ser, en ocasiones, determinante; ella proven�a de la reflexi�n que hac�a en c�rculos vinculados directamente al poder de ese entonces. Su capacidad intelectual lo llevaba a orientar cursos de acci�n; ayudaba a definir estrategias y a adoptar determinaciones que en oportunidades se convirtieron en decisiones de Estado. Hombre profundamente religioso, por otra parte, fue consecuente con una visi�n conservadora y autoritaria del pa�s; consideraba esta �ltima necesaria para ciertos momentos de la historia nacional. Cre�a que la democracia deb�a ser protegida de aquellos a quienes estimaba sus enemigos. Hombre sobrio y austero, Jaime Guzm�n gustaba de la m�sica, sin barreras entre lo cl�sico y lo popular. Era sociable, amistoso y cre�a en la importancia de los sentimientos como inherentes a la naturaleza humana, unidos armoniosamente con la raz�n. Nunca acept�, ni estuvo comprometido con acciones que atentaran contra los derechos fundamentales de las personas; ello le honra. M�s bien, ayud� a muchos que fueron perseguidos pol�ticos o que sufrieron los rigores del R�gimen de ese entonces. Fue uno de los constitucionalistas que m�s influyeron en la elaboraci�n de la Carta Pol�tica de 1980. No me refiero a sus art�culos transitorios, que la contradec�an, sino a normas que propuso incorporar en materia de garant�as y a otras disposiciones que, evidentemente, modernizaron el texto. Tambi�n fue partidario, no obstante, de instituciones constitucionales que personalmente no comparto y que, en mi opini�n, deben ser modificadas. Jaime Guzm�n fue elegido Senador de la Rep�blica de manera leg�tima e inobjetable. Lleg� a integrar esta Corporaci�n a trav�s de elecciones libres en los albores de una nueva etapa de nuestra historia democr�tica. Su participaci�n en esta Sala tuvo el sello -me lo se�alaron diversos colegas- del pol�tico h�bil, estudioso, que sabe proyectarse al futuro a partir de sus propias convicciones. En �l no hab�a demagogia, recurso f�cil. Se pod�a discrepar de sus puntos de vista, pero era un contrincante respetuoso, que participaba en la pol�mica llev�ndola al terreno de las ideas y nunca al de la descalificaci�n personal. La muerte de Jaime Guzm�n fue un acto oprobioso y condenable. El terrorismo, arma no s�lo de los d�biles sino tambi�n de los poderosos, es repudiable, quienquiera que lo utilice y sea cual fuere su objetivo. Jaime Guzm�n fue v�ctima del terrorismo. Su muerte fue la acci�n cobarde de quienes con seguridad no ten�an estatura para enfrentarlo en el campo de las ideas. Su muerte, por consiguiente, fue aberrante no s�lo por ser el resultado de un acto terrorista, sino adem�s porque fue la consecuencia de una acci�n que contraviene la esencia de la democracia, la que, entre otros atributos, incorpora el respeto al adversario como ostentador de derechos y dignidad, y la aceptaci�n del pluralismo. La democracia, adem�s de la vigencia del Estado de Derecho, significa libertades, igualdad y participaci�n; significa respeto a las opiniones de la minor�a y acatamiento a las de la mayor�a. Ning�n acto que contravenga de manera grave a la democracia, particularmente el que se manifiesta a trav�s del terrorismo, puede ser aceptado. �La muerte de Jaime Guzm�n nunca debi� ocurrir! Estimados colegas, el Partido Por la Democracia se une al justo homenaje que hoy se rinde a Jaime Guzm�n Err�zuriz en el Senado de la Rep�blica. Vayan nuestro reconocimiento y respeto a quien fue una relevante figura intelectual y pol�tica de nuestro pa�s. Vaya nuestro saludo a su Partido, la Uni�n Dem�crata Independiente, y especialmente a sus familiares, quienes tuvieron el privilegio de conocer a Jaime Guzm�n en la intimidad y el dolor profundo de perderlo por un acto brutal e injusto. He dicho. --(Aplausos en la Sala y en tribunas). El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Cordero. El se�or CORDERO.- Se�or Presidente, se�ores Senadores: Por esas curiosidades de la vida, tengo el privilegio de ponerme de pie para referirme a un hombre que no fue mi condisc�pulo, ni mi correligionario y ni siquiera mi amigo. Pero s� fui su gran admirador. El pasado 1� de abril se cumplieron doce a�os del fallecimiento del Senador Jaime Guzm�n Err�zuriz, provocado por un acto terrorista selectivo, nominal y artero. Y me ha correspondido el honor de dirigirme a esta Sala en representaci�n del Comit� Institucionales 1 para rendir homenaje en su memoria. Aunque el fin de su vida fue tr�gico y prematuro, existe en ello cierta coherencia del destino, porque algo hab�a en ese hombre que lo erigi� en amenaza para sus verdugos. Jaime Guzm�n Err�zuriz era poseedor de un vibrante discurso, que se sustentaba en profundas convicciones, en un ilustrado razonamiento, en un erudito an�lisis, que dejaba en quienes tuvimos el privilegio de escucharlo la sensaci�n de habernos acercado a la verdad. Rara vez ha visto nuestro pa�s un ejemplo de consecuencia, valent�a, sabidur�a y honestidad semejante al que nos brind�. Son estas virtudes, que finalmente le costaron la vida, las que constituyen su gran legado. Ya manifestaba estos privilegiados atributos durante su �poca de estudiante. Sus compa�eros de estudio a�n recuerdan sus palabras de despedida en Sexto A�o de Humanidades en el colegio Sagrados Corazones de Santiago, donde fue siempre un destacado alumno, ocupando el cargo de Presidente de la Academia Literaria, en otra muestra de sus afinidades y talentos. Su formaci�n como alumno en la Facultad de Derecho de la Universidad Cat�lica, a la cual ingres� precozmente a los 16 a�os de edad, estuvo permanentemente adornada de reconocimientos a su extraordinaria inteligencia y dedicaci�n al estudio, recibiendo el premio "Monse�or Carlos Casanueva" y el otorgado por el Instituto de Ciencias Penales, correspondientes a su promoci�n. La vocaci�n de docente que lo animaba qued� plasmada en su memoria de tesis titulada "Teor�a sobre la Universidad", la que naturalmente fue aprobada con distinci�n m�xima. El esp�ritu universitario en su concepci�n m�s pura fue una de sus grandes pasiones, la que, pese a la brevedad de su vida, tuvo oportunidad de desarrollar cabalmente, recibiendo el premio de la permanente atenci�n de sus j�venes alumnos, del inter�s incontrarrestable por sus clases que se alargaban m�s all� de su duraci�n normal, consum�ndose el �vido inter�s que ejerc�a sobre las mentes ansiosas de quienes absorb�an no s�lo su doctrina y conocimientos, sino tambi�n la iluminaci�n espiritual que irradiaba de su persona. La fuerza que nutri� su elevada estimaci�n de la defensa de sus ideas y principios lo condujo a trazar en su �poca de estudiante las directrices del movimiento gremial en la Universidad Cat�lica, el que fue construido en un af�n de recuperar el verdadero sentido de las organizaciones estudiantiles, alej�ndolas de la direcci�n de los partidos pol�ticos, y de dar cabida a una corriente de pensamiento que procuraba fortalecer la autonom�a de los cuerpos intermedios de la comunidad, aspecto esencial en la organizaci�n social. Cultiv�, para fortuna de todos nosotros, una faceta period�stica, a partir del a�o 1968, en que abord� temas pol�ticos, sociales, jur�dicos y religiosos en diversos medios de comunicaci�n p�blica, lo que no tuvo otro efecto que dejar de manifiesto sus dotes de analista y comunicador extraordinario. Sin embargo, su permanente cercan�a con el imperio de la raz�n, demostrada en sus an�lisis y, mejor a�n, en sus interesantes debates, no le impidieron decir p�blicamente: "Creo profundamente en el valor de los sentimientos. Creo que la bondad es la fuente de muchas virtudes. Creo en el valor de la emoci�n. El ser humano debe combinar la raz�n y los sentimientos.". Quiz�s sea �sta la clave de su gran acogida entre los j�venes, de su inestimable influencia ideol�gica, de su extraordinaria capacidad para inspirar la b�squeda de los ideales m�s nobles. Dentro de estos ideales, no cabe duda de que el anhelo de servicio p�blico encontr� uno de sus m�s excelsos ejecutores en la figura de Jaime Guzm�n. Impuso un estilo directo, eficiente y serio en el quehacer pol�tico, que no fue otra cosa que la proyecci�n de su propio esp�ritu dotado de particulares dones, con los cuales fue, indudablemente, muy generoso. Posiblemente, dentro de todas las revelaciones sobre su persona, que tuvimos el privilegio de ver fructificar en su vida p�blica, jam�s encontraremos la que le gan� su condena a muerte. Probablemente, en mucho contribuy� su implacable censura y tenaz oposici�n a los movimientos terroristas. Sin embargo, al final, la victoria ha sido suya. En efecto, esta Corporaci�n ha tenido entre los suyos un h�roe y un m�rtir. Su figura, de aparente fragilidad f�sica, fue infructuosamente abatida. Sus asesinos -que permanecen impunes- no lograron su cometido, no acallaron su preclara voz, no apagaron la luz de sus ideales, no diezmaron su siembra en los juveniles intelectos de sus alumnos, no destruyeron su obra ni su legado. Se�or Presidente, el Senador Jaime Guzm�n Err�zuriz vive entre nosotros. He dicho. --(Aplausos en la Sala y en tribunas). El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador Jaime Gazmuri. El se�or GAZMURI.- Se�or Presidente, en nombre de los Senadores del Partido Socialista me sumo al homenaje en memoria del Senador Jaime Guzm�n. No se nos olvida la conmoci�n producida en este Hemiciclo y en el pa�s cuando se supo la noticia de su vil asesinato. Tampoco olvido la reacci�n inmediata de los Senadores y de los dirigentes del Partido Socialista de concurrir a dar las condolencias a su familia, a la directiva de su partido, y de acompa�arlos en las exequias, en momentos en que las violentas divisiones de la sociedad chilena todav�a se respiraban en las calles, incluso en aquel funeral. Y lo hicimos a pesar de que con Jaime Guzm�n durante muchos a�os nos separaron profundas diferencias. En un per�odo dram�tico de nuestra historia militamos en bandos muy opuestos, y para nosotros fue muy duro que un hombre de su inteligencia y sensibilidad personal exhibiera una conducta de apoyo tan sin reservas, p�blicas al menos, a un r�gimen que avasall� los derechos de tantos miles de chilenos y de tantos compa�eros y hermanos nuestros. Pero en la �poca en que reconstitu�amos la democracia en Chile nos parec�a fundamental que todos fu�ramos claros en condenar la violencia y el terrorismo, cualquiera que fuera su justificaci�n, siempre perversa, y en hacer lo indispensable para reconstituir las bases de la convivencia nacional. Esta tarde quiero dejar testimonio de que, en el corto plazo que convivimos ac� con Jaime Guzm�n, fuimos testigos de sus sinceros esfuerzos por restituir el clima de armon�a civil y pol�tica que permitiera reconstruir la democracia en Chile. Recuerdo de manera muy particular una larga conversaci�n en la casa del entonces Diputado Coloma, hoy d�a Senador y colega de circunscripci�n, junto con Jaime Guzm�n y con el Senador N��ez, durante la cual -no la voy a contar porque fue privada- repasamos nuestras diversas y comunes visiones sobre los acontecimientos traum�ticos que hab�a vivido el pa�s. Yo no dir�a que concordamos en todo. Especialmente en materia de valoraci�n p�blica de los temas de derechos humanos sostuvimos diferencias no menores. Rememoro este episodio de car�cter personal para mostrar que �sa y muchas otras conversaciones son las que en estos a�os han permitido ir reconstituyendo el clima civil y moral que requiere una democracia. Porque �sta no es s�lo un conjunto de reglas constitucionales, las que en nuestro caso contin�an siendo muy insuficientes. En lo personal, siempre he sentido que fue una conversaci�n inconclusa. No podemos saber hoy cu�les ser�an las posiciones de Jaime Guzm�n respecto de todos los asuntos que enfrenta Chile. Y en ese sentido, cabe lamentar la que fue, sin duda, una muerte prematura. Termino diciendo que los grandes pol�ticos, las figuras pol�ticas relevantes, brillan, m�s que por el poder que acumularon en vida, por la herencia que dejan. Y nuestra historia tendr� que reconocer en Jaime Guzm�n al fundador de una colectividad que en los �ltimos a�os se ha convertido en una de las principales corrientes pol�ticas del pa�s. En esta hora de homenaje, quisi�ramos saludar a su familia, a la direcci�n de su partido y a quienes fueron durante tantos a�os sus compa�eros de trabajo y de lucha. He dicho. --(Aplausos en la Sala y en tribunas). V. ORDEN DEL D�A SUBVENCI�N PRO RETENCI�N DE ALUMNOS Y NORMAS SOBRE REMUNERACIONES DE PROFESIONALES DE LA EDUCACI�N. INFORME DE COMISI�N MIXTA El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Por acuerdo de la Sala, corresponde tratar, como si fuera de F�cil Despacho, el informe de la Comisi�n Mixta reca�do en el proyecto que modifica el decreto con fuerza de ley N� 2, del Ministerio de Educaci�n, de 1998, para crear una subvenci�n educacional pro retenci�n de alumnos y establecer normas relativas a las remuneraciones de los profesionales de la educaci�n. ). (Bolet�n N� 3.190-04). --Los antecedentes sobre el proyecto (3190-04) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 26�, en 21 de enero de 2003. En tr�mite de Comisi�n Mixta, sesi�n 28�, en 4 de marzo de 2003. Informe de Comisi�n: Hacienda y Educaci�n, unidas (verbal), sesi�n 27�, en 22 de enero de 2003. Mixta, sesi�n 40�, en 15 de abril de 2003. Discusi�n: Sesi�n 27�, en 22 de enero de 2003 (se aprueba en general y particular). El se�or HOFFMANN (Secretario).- El Ejecutivo hizo presente la urgencia para el despacho del proyecto, calific�ndola de "simple". La controversia entre ambas ramas del Congreso Nacional se origin� en el rechazo de la Honorable C�mara de Diputados a la supresi�n de los art�culos 1� y 2� permanentes y primero transitorio acordada por el Senado en el segundo tr�mite constitucional. El informe de la Comisi�n Mixta, para resolver las divergencias entre ambas Corporaciones, propone aprobar el proyecto despachado por la C�mara de Diputados en el primer tr�mite constitucional. Este acuerdo se adopt� por la unanimidad de los miembros de la Comisi�n Mixta, Senadores se�ores Fern�ndez, Mu�oz Barra, Parra, Ruiz-Esquide y Vega, y Diputados se�ora Saa y se�ores Becker, Correa, Montes y Olivares. La Secretar�a ha elaborado un bolet�n comparado, dividido en cinco columnas que contemplan el proyecto despachado por la C�mara de Diputados en el primer tr�mite constitucional; el texto aprobado por el Senado; las modificaciones del Senado rechazadas por la C�mara de Diputados; la proposici�n de la Comisi�n Mixta y el texto final que quedar�a de ser aprobado el informe de esta Comisi�n. Cabe se�alar que la Honorable C�mara de Diputados, en sesi�n del d�a 3 del mes en curso, dio su aprobaci�n al informe de la Comisi�n Mixta. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Ofrezco la palabra. Ofrezco la palabra. Cerrado el debate. En votaci�n. Si le parece a la Sala, se aprobar� el informe de la Comisi�n Mixta. --Se aprueba. CONVENIO CON REP�BLICA POPULAR CHINA SOBRE TRANSPORTE A�REO CIVIL El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Por acuerdo de Comit�s, corresponde tratar, como si fuera de F�cil Despacho, el proyecto de acuerdo, en segundo tr�mite constitucional, sobre aprobaci�n del Convenio de Transporte A�reo entre el Gobierno de la Rep�blica de Chile y el Gobierno de la Rep�blica Popular China, relacionado con el Transporte A�reo Civil y su anexo. --Los antecedentes sobre el proyecto (3163-10) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de acuerdo: En segundo tr�mite, sesi�n 32�, en 12 de marzo de 2003. Informe de Comisi�n: Relaciones Exteriores, sesi�n 38�, en 2 de abril de 2003. El se�or HOFFMANN (Secretario).- El Convenio tiene como objetivo establecer un marco jur�dico que garantice a las empresas a�reas chilenas una operaci�n equilibrada con su contraparte china y que permita, adem�s, operaciones combinadas entre ambas. La iniciativa se encuentra informada por la Comisi�n de Relaciones Exteriores, la que lo aprob� en general y particular por la unanimidad de sus miembros, Senadores se�ores �vila, Cariola, Mart�nez, N��ez y Vald�s, en los mismos t�rminos en que lo hizo la C�mara de Diputados. Cabe se�alar que la Comisi�n informante propone al se�or Presidente que el proyecto de acuerdo sea discutido en general y particular a la vez, de conformidad con lo dispuesto en el art�culo 127 del Reglamento. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En discusi�n. Tiene la palabra el Senador se�or N��ez, Presidente de la Comisi�n de Relaciones Exteriores. El se�or N��EZ.- Se�or Presidente, en efecto, como se�al� el se�or Secretario, el Convenio establece con China, no necesariamente un acuerdo de cielos abiertos, sino las bases jur�dicas sobre las cuales ir asentando posteriormente una relaci�n m�s profunda que la actual en materia de transporte aeron�utico. �ste es el primer instrumento internacional que firmamos con un pa�s asi�tico. Obviamente, a Chile le interesa mantener una vinculaci�n muy estrecha con China, la que est� dispuesta -seg�n lo informa la Canciller�a- a seguir desarrollando otros tratados que complementen el ahora sometido a la consideraci�n de la Sala. Reitero: no se trata de un acuerdo de cielos abiertos propiamente tal. Seg�n el Convenio, las autoridades aeron�uticas podr�n decidir, por ejemplo, el n�mero de vuelos que realizar�n las l�neas a�reas de ambas Partes; la manera como �stas deben operar; la prohibici�n expresa de que ninguna de las l�neas a�reas de ambas Partes opere en el territorio de la contraparte con compa��as de terceros pa�ses, etc�tera. Incluso este acuerdo abre bastantes posibilidades para que el intercambio tur�stico entre Chile y China se acreciente. Por tal motivo, la Comisi�n lo vot� un�nimemente a favor y propone a la Sala acogerlo en los mismos t�rminos. He dicho. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Habr�a acuerdo para aprobar el proyecto de acuerdo? El se�or MORENO.- S�, se�or Presidente. --Se aprueba. ----------------- El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Ha llegado a la Mesa un informe de la Comisi�n de Relaciones Exteriores reca�do en el proyecto de acuerdo, en segundo tr�mite constitucional, que aprueba el Acuerdo entre la Rep�blica de Chile y la Organizaci�n Internacional del Trabajo relativo al establecimiento de una oficina de la OIT en Chile, suscrito en Santiago, en enero de 2002. Bolet�n N� 3.122-10). El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Queda para la tabla de F�cil Despacho de la sesi�n ordinaria de ma�ana. CREACI�N DE TRIBUNAL DE DEFENSA DE LA LIBRE COMPETENCIA El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Corresponde continuar la discusi�n particular del proyecto de ley, en primer tr�mite constitucional, que crea el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia. El se�or Ministro ha solicitado autorizaci�n para que ingrese a la Sala el Subsecretario de Econom�a, se�or �lvaro D�az. --Se accede. --Los antecedentes sobre el proyecto (2944-03) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En primer tr�mite, sesi�n 1�, en 21 de mayo de 2002. Informes de Comisi�n: Econom�a, sesi�n 22�, en 20 de agosto de 2002. Constituci�n y Econom�a, unidas (segundo), sesi�n 37�, en 1� de abril de 2003. Hacienda, sesi�n 37�, en 1� de abril de 2003. Discusi�n: Sesiones 25�, en 3 de septiembre de 2002 (se aprueba en general); 38�, en 2 de abril de 2003 (se aplaza su votaci�n). El se�or HOFFMANN (Secretario).- Se�ores Senadores, la relaci�n del proyecto en debate ya se realiz� en sesi�n anterior. El n�mero 2) del art�culo 17 C se refiere a la posibilidad de que el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia pueda absolver consultas acerca de actos o contratos existentes. En sesi�n pasada, se rechaz� una indicaci�n renovada presentada por el Honorable se�or Viera-Gallo. En consecuencia, corresponde votar el n�mero 2) propuesto. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Hago presente a los se�ores Senadores que la aprobaci�n requiere qu�rum de ley org�nica constitucional. --Se aprueba (28 votos). El se�or HOFFMANN (Secretario).- En seguida, la modificaci�n a la letra c) del art�culo 17 K se aprob� por mayor�a de 6 votos contra 4. De hecho este resultado se produjo porque los Senadores se�ores Gazmuri y Moreno dispon�an de dos votos cada uno. Por lo tanto, corresponde votar esta enmienda. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- El se�or Secretario dar� lectura a la letra c). El se�or HOFFMANN (Secretario).- "c) Aplicar multas a beneficio fiscal hasta por una suma equivalente a veinte mil unidades tributarias anuales. Las multas podr�n ser impuestas a la persona jur�dica correspondiente, a sus directores, administradores y a toda persona que haya intervenido en la realizaci�n del acto respectivo. En el caso de las multas aplicadas a personas jur�dicas, responder�n solidariamente del pago de las mismas sus directores, administradores y aquellas personas que se hayan beneficiado del acto respectivo, siempre que hubieren participado en la realizaci�n del mismo.". Repito: la proposici�n anterior, que corresponde a las indicaciones n�meros 55 y 56, fue acordada por seis votos contra cuatro. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Si le parece a la Sala, se acoger�. --Se aprueba, al igual que el resto del art�culo 17 K, por 28 votos a favor, dej�ndose constancia de que se re�ne el qu�rum constitucional exigido. El se�or HOFFMANN (Secretario).- En seguida, las Comisiones unidas, por 9 votos contra uno, sugieren reemplazar los incisos primero y segundo del art�culo 17 L por el siguiente: "Las resoluciones pronunciadas por el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, salvo la sentencia definitiva, ser�n susceptibles del recurso de reposici�n, al que podr� darse tramitaci�n incidental o ser resuelto de plano.". El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Si le parece a la Sala, se aprobar�. --Se aprueba (28 votos afirmativos), dej�ndose constancia de que se re�ne el qu�rum constitucional exigido El se�or HOFFMANN (Secretario).- A continuaci�n, las Comisiones unidas, por 9 votos contra uno, sugieren sustituir el inciso cuarto (que pasa a ser tercero) del art�culo 17 L por el siguiente: "Para seguir el recurso interpuesto no ser� necesaria la comparecencia de las partes. El recurso se conocer� con preferencia a otros asuntos, y no proceder� la suspensi�n de la vista de la causa por el motivo establecido en el N� 5 del art�culo 165 del C�digo de Procedimiento Civil.". El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Si le parece a la Sala, se aprobar�. --Se aprueba (28 votos favorables), dej�ndose constancia de que se re�ne el qu�rum constitucional exigido. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Luego, las Comisiones unidas proponen reemplazar, en el inciso final del mismo art�culo, la frase "cincuenta por ciento" por "diez por ciento" (9 votos contra uno). El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Habr�a acuerdo en acoger la proposici�n con la misma votaci�n anterior? El se�or MORENO.- Se�or Presidente, dejo consignado que mantengo mi posici�n de rebajar s�lo a 25 por ciento la multa decretada. --Se aprueba (27 votos afirmativos y la abstenci�n del Senador se�or Moreno), dej�ndose constancia de que todo el art�culo 17 L re�ne el qu�rum constitucional exigido El se�or HOFFMANN (Secretario).- Finalmente, las Comisiones unidas, por siete votos a favor y una abstenci�n, recomiendan agregar al art�culo 20, que pasa a ser 19, el siguiente inciso final: "En todo caso, los Ministros que concurrieron a la decisi�n no se entender�n inhabilitados para el nuevo pronunciamiento.". El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Habr�a acuerdo en aprobar la proposici�n con la misma votaci�n anterior? El se�or HOFFMANN (Secretario).- Ahora hay 28 votos, pues el Senador se�or Moreno no se abstiene en este caso. El se�or NOVOA.- Adem�s, est� presente el Honorable se�or Fern�ndez. --Se aprueba por unanimidad, al igual que todo el art�culo 20, que pasa a ser 19, dej�ndose constancia, para los efectos del qu�rum constitucional exigido, de que emiten pronunciamiento favorable 29 se�ores Senadores, y queda despachado el proyecto en este tr�mite. MODIFICACI�N DE LEY DE ALCOHOLES Y DEROGACI�N DE LIBRO SEGUNDO DE LEY N� 17.105 El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que modifica la Ley de Alcoholes, Bebidas Alcoh�licas y Vinagres, y deroga el Libro Segundo de la ley N� 17.105, con urgencia calificada de "simple". --Los antecedentes sobre el proyecto (1192-11) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 27�, en 21 de enero de 1997. Informes de Comisi�n: Salud, sesi�n 12�, en 10 de julio de 2001. Constituci�n, sesi�n 12�, en 10 de julio de 2001. Hacienda, sesi�n 12�, en 10 de julio de 2001. Constituci�n (nuevo segundo), sesi�n 35�, en 25 de marzo de 2003. Hacienda (nuevo segundo), sesi�n 35�, en 25 de marzo de 2003. Constituci�n (complementario nuevo segundo), sesi�n 35�, en 25 de marzo de 2003. Discusi�n: Sesi�n 16�, en 31 de julio de 2001 (se aprueba en general). El se�or HOFFMANN (Secretario).- Cabe hacer presente que el proyecto fue aprobado en general por esta Corporaci�n en sesi�n de 31 de julio de 2001. Una vez que se dio cuenta de los segundos informes de las Comisiones de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento, y de Salud, unidas, y de la Comisi�n de Hacienda, el Senado, en sesi�n de 3 de septiembre del a�o pasado, acord� abrir otro plazo para presentar indicaciones, evacu�ndose nuevos segundos informes por los organismos t�cnicos se�alados. Posteriormente, en sesi�n del d�a 11 de marzo del a�o en curso, se abri� un plazo adicional para formular indicaciones, elabor�ndose por la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento un informe complementario del nuevo segundo informe de las Comisiones unidas. Cabe se�alar que el segundo informe y el nuevo segundo informe de la Comisi�n de Hacienda aprobaron el proyecto de ley en los mismos t�rminos en que lo hicieron las Comisiones unidas. En los citados informes de las Comisiones unidas se deja constancia, para los efectos reglamentarios, de que no fueron objeto de indicaciones ni de modificaciones los n�meros 11 (que pasa a ser 6); 15 (que pasa a ser 10); 16 (que pasa a ser 11); 17 (que pasa a ser 12); 21 (que pasa a ser 17); 23 (que pasa a ser 19); 24 (que pasa a ser 20); 27 (que pasa a ser 23); 31 (que pasa a ser 27); 32 (que pasa a ser 28); 35 (que pasa a ser 32), y 41 (que pasa a ser 37), todos del art�culo 1� del proyecto. En consecuencia, y de acuerdo con lo establecido en el inciso primero del art�culo 124 del Reglamento, deben darse por aprobados. --Se dan por aprobados (31 votos a favor), dej�ndose constancia de que respecto del n�mero 35), que pasa a ser 32), concurre el qu�rum constitucional exigido. El se�or HOFFMANN (Secretario).- En los informes mencionados se describen las dem�s constancias reglamentarias. Las modificaciones efectuadas por las Comisiones de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento, y de Salud, unidas, al proyecto aprobado en general fueron todas acordadas por unanimidad, salvo tres excepciones: 1) La relativa al n�mero 25), letra a), del art�culo 1�, en cuanto a la incorporaci�n de los cines en la enumeraci�n de los lugares donde se proh�be el expendio de bebidas alcoh�licas, norma que fue aprobada por los Honorables se�ores Espina (con dos votos), Moreno (con dos votos), Silva, Vega y Zurita, con el voto en contra de los Senadores se�ores Chadwick y Viera-Gallo. 2) La referida al n�mero 3) del art�culo 3�, que intercala un art�culo 115 A, nuevo, a la Ley de Tr�nsito, disposici�n que proh�be la conducci�n en estado de ebriedad, o bajo la influencia de sustancias estupefacientes o sicotr�picas, o del alcohol, entendiendo que esto �ltimo ocurre cuando el informe o prueba arroje una dosificaci�n superior a 0,5 e inferior a 1,0 gramo por mil de alcohol en la sangre. Tal enmienda fue aprobada por los Honorables se�ores Aburto, Espina (con dos votos) y Silva (con dos votos). Se abstuvo el Senador se�or Bombal (tambi�n con dos votos). 3) La relacionada con el n�mero 8) del art�culo 3�, que intercala un art�culo 196 E a la Ley de Tr�nsito y sanciona la conducci�n, operaci�n o desempe�o en estado de ebriedad o bajo la influencia de sustancias estupefacientes o sicotr�picas. Esta modificaci�n fue aprobada por cinco votos a favor, de los Honorables se�ores Aburto, Espina (con dos votos), Silva y Viera-Gallo, y dos en contra, del Senador se�or Bombal (con dos votos). Cabe destacar que las enmiendas acordadas por unanimidad deben ser votadas sin debate, de conformidad con lo dispuesto en el inciso sexto del art�culo 133 del Reglamento, salvo que se solicite discutir la recomendaci�n de la Comisi�n respecto de alguna de ellas o que existan indicaciones renovadas. Se deja constancia de que los n�meros 15), 18), 21), 31) �el n�mero 32) ya fue sometido al pronunciamiento de la Sala, al no haber sido objeto de indicaciones ni de modificaciones-, 38), 39) y 41) del art�culo 1�; el n�mero 1) del art�culo 4�; los art�culos 8� y 9�, y el art�culo transitorio, todos aprobados por unanimidad, tienen el car�cter de normas org�nicas constitucionales y requieren, para su aprobaci�n, 27 votos. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Consulto si alg�n se�or Senador desea que se abra discusi�n sobre alguna de las proposiciones formuladas por unanimidad. Si le parece a la Sala, se aprobar�n. --Se aprueban, dej�ndose constancia, para los efectos del qu�rum constitucional exigido, de que se pronuncian a favor 31 se�ores Senadores. El se�or HOFFMANN (Secretario).- La Secretar�a elabor� un bolet�n comparado dividido en cuatro columnas: la primera contempla los cuerpos legales que modifica el proyecto en discusi�n; la segunda, el texto aprobado en general; la tercera, las enmiendas planteadas por las Comisiones informantes, y la cuarta, la redacci�n que resultar�a de aprobarse los cambios sugeridos. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En discusi�n particular el proyecto. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Respecto del n�mero 29), que pasa a ser 25), las Comisiones unidas proponen sustituirlo por uno redactado en estos t�rminos: "Introd�cense las siguientes modificaciones en el art�culo 159: "a) Reempl�zase el inciso primero por el siguiente: "Art�culo 159.- Se proh�be la venta de bebidas alcoh�licas, en cualquier tipo de envase, en los campos y recintos destinados a espect�culos deportivos, salvo que se efect�e en recintos delimitados que tengan patente de restaurante o c�rculo o club social con personalidad jur�dica; en las v�as, plazas y paseos p�blicos; en los teatros, cines, circos y dem�s centros y lugares de espect�culos o diversiones p�blicas que no paguen patente de cabar�, como tambi�n en las estaciones ferroviarias, en los trenes y dem�s veh�culos de transporte, salvo que se haga en forma localizada.". Esta norma fue aprobada, como dije, por 7 votos contra 2. Si los se�ores Senadores leen las proposiciones de la segunda y tercera columnas del comparado, advertir�n que lo que cambia es la palabra "cines". El texto aprobado en general dice: "en los teatros, circos y dem�s centros"; en cambio, en la modificaci�n de las Comisiones unidas se se�ala: "en los teatros, cines, circos y dem�s centros". El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Ofrezco la palabra. La tiene el Senador se�or Espina. El se�or ESPINA.- Se�or Presidente, tengo la impresi�n de que se trata simplemente de una norma de concordancia. No hay raz�n para que se excluyan los cines, si est�n incluidos los teatros. Obviamente, respecto de la prohibici�n de la venta de alcohol, tambi�n se regula el caso de otros lugares, de superficie delimitada, donde se cuente con patente de restaurante, o bien, de aquellos que no paguen patente de cabar�. En consecuencia, como me parece que los cines est�n en la misma situaci�n que los teatros, circos y dem�s centros y lugares de espect�culos o diversiones p�blicas que no paguen patente de cabar�, es obvio que hay que incorporarlos. No hay motivo para excluirlos. Por esa raz�n, la mayor�a de las Comisiones unidas incorpor� la expresi�n "cines", sugerida por el Senador se�or Novoa. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Habr�a acuerdo para aprobar la norma como aparece en el informe? Tiene la palabra el Honorable se�or �vila. El se�or �VILA.- Se�or Presidente, tengo una objeci�n a este art�culo, referida a la expresi�n "otras oportunidades", trat�ndose de la facultad que los municipios adquirir�an para el otorgamiento de permisos especiales en cuanto al expendio de bebidas alcoh�licas. El se�or NOVOA.- Estamos en la letra a), se�or Senador. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- La letra b) ya fue aprobada. Ahora analizamos la letra a) del art�culo 159, que empieza as�: "Reempl�zase el inciso primero por el siguiente". El se�or �VILA.- Muy bien, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Habr�a acuerdo para aprobar la letra en estudio? --Se aprueba la letra a) del art�culo 159, recomendada por las Comisiones unidas. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Ha llegado a la Mesa la indicaci�n renovada N� 5, suscrita por los Senadores se�ores N��ez, Cordero, �vila, Lavandero, Boeninger, Mu�oz Barra, Ruiz, Foxley, Parra y Ruiz-Esquide, que dice lo siguiente: "Para suprimir el art�culo 164 propuesto en el numeral 29) del art�culo 1�.". El se�or NOVOA.- Ya est� aprobado. El se�or HOFFMANN (Secretario).- No, Su Se�or�a, porque fue objeto de indicaci�n renovada. El se�or NOVOA.- Esa norma ya fue aprobada. La indicaci�n renovada lleg� despu�s. El se�or HOFFMANN (Secretario).- El Reglamento indica que se votar�n sin debate las modificaciones aprobadas por unanimidad, salvo que alg�n se�or Senador solicite discutir alguna proposici�n separadamente o que existan indicaciones renovadas. Y este �ltimo es el caso. El se�or N��EZ.- Y en ese mismo momento fue presentada la indicaci�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Fue un error de la Secretar�a, porque la indicaci�n estaba presentada. Por tanto, no puedo dejar de darle tr�mite. El se�or LARRA�N.- La pregunta, se�or Presidente, es cu�ndo fue presentada: antes o despu�s de darse por votadas las normas aprobadas por unanimidad. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- La Secretar�a debe certificar el hecho. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Se recibi� la indicaci�n mientras se discut�a el n�mero anterior. En consecuencia, ello ocurri� antes de llegar a este punto. El se�or ESPINA.- Pido la palabra. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, entiendo que se dieron por aprobadas todas las normas que no hab�an sido objeto de indicaci�n y respecto de las cuales nadie pidi� discusi�n por separado. El se�or ESPINA.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Pero la Secretar�a se�ala que la disposici�n de que se trata hab�a sido objeto de indicaci�n. El se�or LARRA�N.- Por eso, pregunt� cu�ndo fue formulada esta �ltima. Y se acaba de decir que fue durante el tratamiento de la norma anterior. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- La Secretar�a es la que certifica. El que habla no puede hacerlo. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, para entender bien el asunto: usted dio por votadas todas las indicaciones que no ten�an... El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Todos los art�culos que no fueron objeto de indicaci�n. El se�or SABAG.- Se dieron por aprobados. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Por lo tanto, si el que nos ocupa recibi� una indicaci�n, se debe votar. He preguntado a la Secretar�a si hab�a o no hab�a indicaci�n. El se�or LARRA�N.- Perd�n, se�or Presidente. Eso se dio por votado y resuelto. El se�or N��EZ.- Aqu� el ministro de fe es el Secretario del Senado. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Si me permiten,... El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, pido que se me deje terminar. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Por supuesto. El se�or LARRA�N.- Luego de que se dieron por aprobadas esas normas, se empezaron a analizar aquellas que presentaban votaci�n dividida. Por lo tanto, se dieron por aprobadas todas las que ten�an votaci�n un�nime y las que no fueron objeto de indicaciones. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- La votaci�n se proclam� en los siguientes t�rminos: se dan por aprobados todos los art�culos acordados por unanimidad que no recibieron indicaci�n y respecto de los cuales ning�n se�or Senador pidi� votaci�n separada. En consecuencia, la Secretar�a ha debido certificar si hay una indicaci�n renovada, lo que es propio del se�or Secretario. El se�or NOVOA.- Disculpe, se�or Presidente. Quiero hacer una petici�n de orden. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Bien, se�or Senador. El se�or NOVOA.- Adem�s de lo referido por Su Se�or�a, quisiera se�alar que, cuando el se�or Secretario ley� los nombres de quienes renovaban la indicaci�n, cont� solamente nueve. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Debo de haberme saltado uno, se�or Senador, porque son diez: los Honorables se�ores N��ez, Cordero, �vila, Lavandero, Boeninger, Mu�oz Barra, Ruiz, Foxley, Parra y Ruiz-Esquide. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Est� cumplido ese requisito. Ahora el se�or Secretario aclarar� el tema de la indicaci�n renovada. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Al hacer la relaci�n, se�or Presidente �las tengo todas escritas-, le� textualmente: "Cabe destacar que las modificaciones acordadas por unanimidad deben ser votadas sin debate, de conformidad a lo dispuesto en el inciso sexto del art�culo 133 del Reglamento del Senado, salvo que alg�n se�or Senador solicite discutir la proposici�n de la Comisi�n respecto de alguna de ellas o que existan indicaciones renovadas.". El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En ese caso, la Secretar�a me tiene que certificar si hab�a indicaci�n renovada. El se�or P�EZ.- Est� claro, se�or Presidente. El se�or HOFFMANN (Secretario).- De hecho, existe una indicaci�n renovada. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Por lo tanto, procedo... La se�ora MATTHEI.- Se�or Presidente, pido la palabra. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- ... de acuerdo con el informe de la Secretar�a. La se�ora MATTHEI.- Se�or Presidente, pido la palabra. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- La tiene, Su Se�or�a. La se�ora MATTHEI.- Se�or Presidente, de las palabras del se�or Secretario se desprende que, cuando se dio por votado todo eso, no estaba la indicaci�n. Por lo tanto, est� bien votado. Ella lleg� despu�s, cuando ya se hab�a votado. Entonces, no corresponde volver a abrir debate sobre la materia. El se�or N��EZ.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- S�, se�or Senador. El se�or N�NEZ.- Se�or Presidente, el Reglamento y la Ley Org�nica Constitucional del Congreso se�alan que el ministro de fe a este respecto es el se�or Secretario, no nosotros. En segundo lugar, quiero decir a mis Honorables colegas que la indicaci�n se present� en el momento justo, conforme al Reglamento. Ello lo hice personalmente. La se�ora LARRA�N.- �En qu� momento? El se�or N��EZ.- �El momento? No puedo pedir a Su Se�or�a que me mire permanentemente para precisarlo, porque ser�a muy raro. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Proceder� de acuerdo con el Reglamento y la Ley Org�nica Constitucional del Congreso y conforme a la certificaci�n del se�or Secretario. No puedo actuar de otra forma. El se�or �VILA.- No cabe otra manera. El se�or CHADWICK.- �Y qu� se certifica? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Se�or Presidente, en el Senado siempre se ha entendido -por lo menos, en lo que recuerdo- que las indicaciones renovadas se pueden presentar hasta antes de que se trate el art�culo al que se refieren. De otro modo, todas ellas, as� sean docenas, tendr�an que ser formuladas antes de iniciarse el debate. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En consecuencia, en discusi�n la indicaci�n renovada. Ofrezco la palabra. El se�or LARRA�N.- Pido la palabra. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- La tiene, Su Se�or�a, sobre la indicaci�n. El se�or LARRA�N.- No es sobre ella, se�or Presidente. Quiero pedir que se aclare la norma reglamentaria pertinente. Porque no entiendo lo que ocurre: Su Se�or�a llam� a dar por aprobadas las modificaciones acordadas por unanimidad en la Comisi�n, o que se solicitara la discusi�n o votaci�n separada de alguna de ellas. Todos los art�culos que no fueron objeto de indicaciones o de solicitud de votaci�n separada quedaron aprobados. �Es as� o no es as�, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- S�, as� es; pero le he solicitado... El se�or LARRA�N.- Si es as�, nosotros no podemos entrar a pronunciarnos sobre ninguno de ellos, a menos que se pida reabrir la votaci�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se�or Senador, yo voy a proceder sobre la base de lo se�alado por quien corresponde: el se�or Secretario. Si �l me dice que el tr�mite de la indicaci�n es procedente, porque se renov� a tiempo, yo me someto a tal informaci�n. De lo contrario, tendr�a que recoger las opiniones de todos los se�ores Senadores, que son diversas y pueden tener muchas motivaciones y fundamentos. Tengo un solo cauce por el cual dirigirme. Excusen, Sus Se�or�as, pero en esto debo ser estricto. Tiene la palabra el Senador Fern�ndez. El se�or FERN�NDEZ.- De acuerdo con lo expresado por el se�or Presidente, me gustar�a saber qu� normas se entienden aprobadas. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Todas aqu�llas sobre las cuales no ha habido indicaci�n. El se�or FERN�NDEZ.- �Cu�les tienen indicaci�n renovada? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Hasta el momento, la �nica es la reca�da en el n�mero 29 del art�culo 1�. La se�ora MATTHEI.- Se�or Presidente, para otra vez ruego primeramente que nos informen cuando llegue a la Mesa una indicaci�n renovada; y en seguida que despu�s de proclamada la aprobaci�n de un art�culo no se admitan indicaciones. Porque esto es inaceptable. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Insisto, se�ora Senadora, en que en este tr�mite del proyecto se ve art�culo por art�culo. Se dijo que se iban a votar... La se�ora MATTHEI.- No, no es as�. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- ...todas las disposiciones aprobadas con votaci�n dividida. Y se dieron por aprobadas aqu�llas sobre las cuales no recay� indicaci�n renovada. En ese momento se hizo llegar una a la Mesa. Eso es lo que afirma la Secretar�a. Tengo que hacer fe en ello y mantener esa posici�n. Exc�senme, Sus Se�or�as. El se�or LARRA�N.- Conforme a ese criterio, �todav�a podemos renovar indicaciones respecto de los art�culos que no hemos votado, o sea, del 55 en adelante? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario).- El art�culo 124 del Reglamento, relativo a la discusi�n particular, en el inciso segundo expresa: "En seguida" -el se�or Presidente- "pondr� en discusi�n, en el orden del contexto del proyecto, los acuerdos de la Comisi�n y las indicaciones que, rechazadas en el segundo informe, sean renovadas por escrito por el Presidente de la Rep�blica o por diez o m�s Senadores.". El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Espina; y a continuaci�n, el Senador se�or Orpis. Despu�s se cerrar� el debate y se proceder� a votar. El se�or �VILA.- Pido la palabra. El se�or ESPINA.- Nos encontramos ante un problema que no s�lo afecta a este proyecto de ley, sino que, a mi juicio, sienta un precedente extraordinariamente delicado. El se�or Presidente tendr�a raz�n si la indicaci�n se hubiese renovado, por ejemplo, respecto de la norma que est�bamos debatiendo anteriormente y que no se hab�a dado por aprobada. Cuando se empieza a debatir una disposici�n, obviamente se puede renovar una indicaci�n. Pero cosa muy distinta es que el se�or Presidente declare que un precepto se halla aprobado y luego, al renovarse una indicaci�n, proceda a reabrir el debate. Es lo mismo que si yo ahora renovara una indicaci�n al primer n�mero del art�culo 1�. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Reitero: no es la Presidencia la que act�a como ministro de fe, sino la Secretar�a. Por lo tanto, si �sta me informa que la indicaci�n se present� en su momento para ser discutida en relaci�n con un art�culo determinado, debo proceder en ese sentido y no variar mi decisi�n. Tiene la palabra el Honorable se�or Orpis. El se�or ORPIS.- Se�or Presidente, s�lo para decir que coincido con lo planteado por el Senador se�or Espina. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable �vila. El se�or �VILA.- Se�or Presidente, este absurdo intento de reprimir las opiniones adversas a cierto punto de vista, vali�ndose de una interpretaci�n arbitraria y abusiva del Reglamento, es coherente con la actitud que se tiene respecto de la materia en debate. Ac� se postula reprimir, mediante la fijaci�n arbitraria de una hora m�xima de funcionamiento de los locales nocturnos, el consumo de alcohol. No s� si a algunos se�ores Senadores les resulta dif�cil advertir que al enfrentar el punto de manera equivocada s�lo se consigue agravar el problema. Porque si se cierran los locales nocturnos a las 5 de la ma�ana los fines de semana y a las 4 de lunes a jueves, como se plantea en el proyecto, ocurrir� lo que ya se ha comprobado innumerables veces en las ciudades o comunas donde se experimenta esta modalidad de funcionamiento: al cerrar los locales legalmente establecidos, autom�ticamente hacen el pase del negocio a las mafias clandestinas, las que absorben la demanda insatisfecha. Ese hecho provoca varios problemas much�simo m�s perversos que los que se pretende resolver. En primer lugar, como se�al�, el fomento del clandestinaje. Luego, por supuesto, evasi�n tributaria de una magnitud que puede ser muy importante. La medida toca tambi�n el tema del empleo. Ese horario de cierre obliga a los propietarios de locales a aguardar con sus empleados el tiempo adecuado para que �stos puedan regresar a sus hogares. Si los despachan de inmediato, corren el riesgo de ser objeto de atracos o asaltos en sus poblaciones. En consecuencia, quedan impedidos autom�ticamente de poder aprovechar el lapso en que no se desempe�an laboralmente. Deben esperar el paso de las horas dentro de los locales, lo que es completamente il�gico. Por otro lado, quienes creen que con la medida propuesta disminuir� la ingesta de alcohol est�n absolutamente equivocados. Porque �ste no va a ser consumido en locales habilitados, sino en la v�a p�blica. Se ocasiona, entonces, un perjuicio mucho mayor no s�lo a quienes requieren este tipo de bebidas, sino tambi�n a los vecinos de los barrios donde est�n ubicados los locales comerciales. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Ha concluido su tiempo, se�or Senador. El se�or �VILA.- Por las razones expuestas, se�or Presidente, postulamos que se suprima el art�culo en cuesti�n, y debido a ello hemos renovado la indicaci�n correspondiente. --(Aplausos en tribunas). El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Advierto al p�blico que no puede hacer manifestaciones. De lo contrario, me ver� en la obligaci�n de hacer desalojar las tribunas. En el Senado no se aceptan expresiones de ning�n tipo, ni a favor ni en contra. Tiene la palabra el Honorable se�or Espina. El se�or ESPINA.- Se�or Presidente, en primer t�rmino, deseo decir que no voy a aceptar las descalificaciones del Senador se�or �vila respecto de quienes pensamos distinto de �l. Aqu� nadie ha pretendido utilizar un subterfugio para impedir el debate de la norma en cuesti�n. Si el Honorable se�or N��ez hubiese solicitado la unanimidad para discutirla, yo a lo menos la habr�a dado, porque me parece que �se es el procedimiento correcto. Siempre hemos actuado as� en el Senado, sobre todo frente a una disposici�n de esta naturaleza. El se�or N��EZ.- �Es bueno saberlo! El se�or ESPINA.- El Honorable colega sabe que siempre ha sido as�. En segundo lugar, pienso que no corresponde que, por tener una posici�n diferente, se comience a utilizar el lenguaje de las descalificaciones. Eso es inaceptable cuando abordamos un tema como �ste. Se�or Presidente, conviene se�alar que el camino escogido para el proyecto en debate fue conversado en su momento con un grupo importante de las personas afectadas, en el siguiente sentido: el horario primitivo de cierre de los locales era a las 2 � 3 de la ma�ana. Luego de intercambiar opiniones con las partes involucradas y en atenci�n a los problemas que nos fueron planteados, se decidi� extenderlo hasta las 5 de la ma�ana durante los fines de semana, festivos y v�spera de ellos; y hasta las 4 de la madrugada para los dem�s d�as. A cambio de eso, se acord� establecer que los menores de edad no podr�an ingresar a recintos de expendio de bebidas alcoh�licas, particularmente discotecas y "pubs", porque -esto lo se�alaron los propios due�os de esos establecimientos- no hab�a mecanismos de control. Por lo tanto, los miembros de la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento cumplimos exactamente lo conversado en su oportunidad con los interesados, quienes nos dijeron: "Mantengan el horario actual. A cambio de eso fijen una restricci�n, y nuestro compromiso ser� no vender alcohol a los menores de 18 a�os", que es el punto donde concentra sus esfuerzos la iniciativa legal en estudio. En consecuencia, �sta no es una normativa represiva, sino que est� destinada a lo que hace todo pa�s civilizado cuando trata de atacar la alt�sima ingesta de alcohol en los j�venes, lo que deriva finalmente en el consumo de drogas. S�lo se requiere recorrer las ciudades para darse cuenta qu� pasa con ellos a las 4 � 5 de la ma�ana. Todos sabemos que el exceso de alcohol es un eslab�n para caer en las drogas. De ah� basta un salto para que esos menores liquiden su vida. Por eso, estimo que no se trata de ninguna norma abusiva, pues no se est� fijando ni las 2 ni las 3 de la madrugada como horario de cierre, sino las 5 de la ma�ana para los s�bados y domingos y las 4 de la ma�ana para los d�as de semana. Chile debe de ser el que tiene la legislaci�n m�s liberal al efecto, porque en la inmensa mayor�a de los pa�ses no se vende alcohol los domingos y su expendio se encuentra prohibido a partir de las 2 de la madrugada. Sin embargo, entendiendo los argumentos de los afectados, mantuvimos la norma vigente en la legislaci�n chilena; a cambio de ello, limitamos el acceso de los menores a lugares donde se vende alcohol y, obviamente, establecimos sanciones a las personas que permitan su ingreso y, con mayor raz�n, a quienes lo expendan. Cualquier antecedente que estudiemos dejar� de manifiesto que el alcoholismo es un problema grav�simo en nuestro pa�s; quiz�s m�s grave que la droga. Acaba de publicarse una encuesta del CONACE que se�ala lo siguiente: "Explosivo aumento en el consumo de alcohol entre los j�venes". Los informes entregados indican que el 40 por ciento de las muertes violentas producidas por accidentes de tr�nsito presentan alcoholemias positivas y que el 56 por ciento de las causadas por agresiones se debe a que el autor del delito estaba en estado de ebriedad. En el caso de los j�venes, la situaci�n es dram�tica: 39,2 por ciento de quienes cursan entre 8� b�sico y 4� medio declara consumir alcohol a lo menos una vez al mes, y 61,7 por ciento lo ha hecho en el �ltimo a�o de estudio. En conclusi�n, la normativa en an�lisis no dispone una medida restrictiva sobre el particular, sino una regulaci�n sensata. Si se pusiese el tope para la venta de alcohol a las 2 de la madrugada, yo encontrar�a raz�n a los autores de la indicaci�n; pero se trata de las 5 de la ma�ana como horario de cierre para los s�bados y domingos, y las 4 de la ma�ana durante la semana, que corresponde a d�as laborales. Se�or Presidente, para ser muy sincero, no creo que despu�s de fijarse un horario como el propuesto las ventas aumenten explosivamente durante la madrugada de los d�as de trabajo. Por lo tanto, nos parece que �sta es una norma sensata, prudente y m�s liberal que la existente en la inmensa mayor�a de los pa�ses, y que combina la necesidad de permitir que las fuentes de trabajo se desarrollen de manera normal y que, simult�neamente, haya la debida protecci�n para los menores, que es donde apunta el objetivo central de la iniciativa. Por esa raz�n, yo a lo menos votar� en contra de la indicaci�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Larra�n. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, deseo manifestar tambi�n mi rechazo a las palabras del Honorable se�or �vila, por cuanto pretenden calificar nuestras intenciones a ra�z del debate. El se�or Senador puede no valorar los precedentes reglamentarios, pero cuando �stos remen en su contra se acordar� de lo importante que es mantener una sola l�nea en la interpretaci�n de las normas contenidas en el Reglamento. A mi juicio, aqu� se ha cometido un error. De modo que pedir� que sea revisada la cinta magnetof�nica, por cuanto estoy seguro de que esta disposici�n se dio por aprobada. Es importante que cuando eso ocurre se mantengan las palabras, pues de lo contrario la Instituci�n es la que se ver� perjudicada. Bien dec�a el Honorable se�or Espina que es distinta la situaci�n cuando, despu�s de terminada una votaci�n, alguien desea revisar �sta y se solicita el acuerdo de la Sala en ese sentido. No recuerdo, salvo excepciones, que se haya negado la unanimidad, por cuanto estamos abiertos al debate. En cuanto a la materia que nos ocupa, deseo expresar que pocas cosas resultan m�s discutibles. En realidad, si la situaci�n chilena se compara con la de otros pa�ses, podr� apreciarse que en �stos las normas son muy distintas. Pero en nuestro medio inclusive hay opiniones transversales. Por lo tanto, arrogarse el derecho a la libertad resulta tan abusivo como decir que quienes pretenden extender el horario son partidarios de aumentar las v�ctimas por accidentes de tr�nsito o el n�mero de muertes por causa de la embriaguez. �sa es una interpretaci�n abusiva. De manera que debemos tener mucho cuidado con las palabras. Aqu� se ha tratado de salvar una cuesti�n reglamentaria por la necesidad de que el Senado funcione siempre conforme a una pauta com�n. Otra cosa es la discusi�n de fondo. Por lo dem�s, mal podr�a argumentarse que no ha habido tiempo para discutir la iniciativa cuando lleva ocho a�os de tramitaci�n. �Lo �nico que ha habido es tiempo! Por eso, creo que la discrepancia -siempre leg�tima- no puede dar derecho a suponer intenciones en quienes la plantean. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or N��ez. El se�or N��EZ.- Se�or Presidente, en primer lugar, agradezco que se haya podido discutir la materia, como tambi�n el hecho de que las bancadas de la Oposici�n dieran la posibilidad de abrir debate frente a las discrepancias. Ciertamente, es la primera vez que escucho una disposici�n tan favorable de los Senadores de Oposici�n. El se�or LARRA�N.- �Por favor, Su Se�or�a! El se�or ESPINA.- Siempre ha sido as�. El se�or NOVOA.- �Entonces, vamos a retirarla! El se�or N��EZ.- Bueno, lo tendremos en consideraci�n. Por lo tanto, me parece altamente positivo que exista siempre la posibilidad de discutir estos asuntos. En segundo t�rmino, independiente de lo anterior, deseo expresar que me siento con la tranquilidad m�s absoluta de haber respetado el Reglamento. Lamentablemente, la cinta magnetof�nica no ha de registrar el momento exacto cuando entregu� al se�or Secretario las indicaciones correspondientes. Sin embargo, pido a los Honorables colegas que me crean, pues tengo la m�s plena conciencia de que lo hice conforme al Reglamento. No es mi �nimo burlar normas que todos debemos respetar. En consecuencia, considero absolutamente necesario que, a lo menos, nos creamos entre nosotros, ya que no estamos en una federaci�n de estudiantes y somos bastante mayorcitos como para andar buscando triqui�uelas reglamentarias. Nunca he pretendido hacerlo, ni mucho menos, pues estoy absolutamente consciente de que es necesario respetar nuestras pautas de procedimiento. En cuanto al tema de fondo, pido encarecidamente a todos quienes han apoyado con tanto fervor la mantenci�n del art�culo 164 que lean los peri�dicos de Madrid y se impongan de lo que acontece en dicha ciudad: se ha generado un gran debate porque la Gran V�a est� llena de miles de j�venes que beben, se drogan y trabajan para organizaciones clandestinas, las cuales los proveen de alcohol en los portales de los edificios. Eso sucede en Espa�a, pa�s civilizado. Este grave problema afecta tambi�n a Holanda y a otras naciones de Europa. Siempre hemos seguido muy atentamente lo que ocurre en Espa�a. Sin embargo, ha surgido el clandestinaje en la comuna de Madrid debido a la restricci�n horaria, como lo manifest� el Senador se�or Espina. El se�or ESPINA.- �Me permite una interrupci�n? El se�or N��EZ.- Se la conceder� inmediatamente, se�or Senador, pero primero lo invito a escuchar lo siguiente. Este debate se halla absolutamente abierto y es necesario que lo profundicemos mucho m�s, por cuanto se ha observado que no est� disminuyendo la ingesta de alcohol en Espa�a, donde existe un alto grado de consumo, pese a la aplicaci�n de medidas restrictivas. Es necesario persistir en la discusi�n, toda vez que la soluci�n no va exactamente por la v�a de limitar la actividad de determinados locales comerciales que venden alcohol, como lo sugiere el art�culo en cuesti�n. Eso no es as�. Hay una cantidad importante de medidas que est� proponiendo el CONACE y otros organismos para enfrentar efectivamente el flagelo del alcoholismo. Pero no recurriendo a la restricci�n de una actividad comercial leg�tima, que ser�a la �nica cuyo horario se ver�a limitado mediante el precepto en an�lisis. Para todas las dem�s rige la libertad de comercio, sistema que tanto hemos defendido. Tal discriminaci�n la considero absolutamente improcedente e injusta, dado el ordenamiento econ�mico vigente. Pero lo m�s grave es que con esta norma, si ella es aprobada, vamos a provocar una gran cesant�a. Como dijo el Senador se�or �vila, una cantidad enorme de negocios deber� cerrar sus puertas y despedir a sus trabajadores. Por ejemplo, los restaurantes que atienden hasta tarde se ver�n en dificultades para mantenerse en actividad, dado que el horario constituye para ellos un factor muy determinante. Y, en cuarto lugar, quiero se�alar que en un pa�s que pretende seriamente elevar su nivel tur�stico, muchas de las actividades inherentes a este rubro no podr�n realizarse con una restricci�n como la estipulada en el art�culo en comento. En varios lugares de Chile vamos a tener dificultades para incrementar el turismo. No habr� inter�s en visitar un pa�s donde, entre otras cosas, se imponen ciertas restricciones a las personas mayores de 18 a�os. Aqu� nadie est� induciendo a los menores de edad a ingerir alcohol libremente. Se trata de que las personas adultas puedan hacerlo, a cualquier hora, si as� lo estiman. Y ninguna disposici�n legal �como todos pretendemos en nuestro pa�s- debiera establecer restricciones a la libre disposici�n del ser humano que ha llegado a la madurez. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora se�ora Matthei. La se�ora MATTHEI.- Se�or Presidente, debo recordar que esta discusi�n sobre la libertad total y las restricciones al consumo y a la venta, por ejemplo, de drogas se viene dando hace varias decenas de a�os, sobre todo en el �mbito econ�mico. Muchos economistas opinan que si hubiera libertad en tal sentido no existir�an ni las mafias dedicadas a esa actividad, ni la violencia, ni los otros problema que conlleva el uso de la droga. Ahora, si uno mira lo que han hecho distintos pa�ses para combatirla, comprobaremos que en gran parte han optado por imponer ciertas restricciones a la venta y al consumo de determinadas sustancias. Y algunos han tratado de fijar l�mites absurdos, como ocurri� en Estados Unidos cuando se dict� la ley que prohibi� absolutamente la venta de alcoholes en la d�cada de los 20. Ello dio lugar a uno de los per�odos m�s violentos y de mayor actividad de la mafia. En cambio, la mayor�a de los pa�ses ha preferido establecer limitaciones al respecto, pero de car�cter razonable, que permitan a la sociedad continuar su vida habitual y que, al mismo tiempo, protejan tambi�n a los ciudadanos. Francamente, creo que autorizar su venta hasta las cuatro o cinco de la ma�ana no es un l�mite que vaya a significar el t�rmino de la actividad tur�stica, la quiebra de muchos establecimientos comerciales y el despido de gran n�mero de trabajadores. En suma, pienso que el costo que constituir�a para la sociedad la libertad de expender alcohol despu�s de las cinco de la ma�ana ser�a mucho mayor que el beneficio que, en el fondo, implica esta restricci�n. En Inglaterra, por ejemplo, no se puede vender alcohol al p�blico despu�s de las 23 y en Hyde Park no se ven colas de j�venes consumiendo alcohol de manera ilegal. No existe eso. Por lo tanto, est� de por medio tambi�n un aspecto cultural, un problema de formaci�n, una labor de prevenci�n. Pero la verdad es que las cifras de alcoholismo en nuestro pa�s son, en realidad, muy preocupantes. Por otra parte, el argumento dado por el Senador se�or �vila, llevado al extremo, nos induce a pensar que Su Se�or�a deber�a ser tambi�n absolutamente partidario de levantar cualquier prohibici�n a la venta de coca�na o de hero�na. Considero que a ese tipo de argumento es al que estamos yendo. O sea, no tendr�a que prohibirse ni la venta de hero�na ni la de coca�na, y cualquiera las podr�a consumir. Yo, por lo menos, estoy en contra de ese criterio. A mi juicio, es m�s razonable poner l�mites, pero l�mites con los cuales se pueda convivir. No se trata de imponer la prohibici�n total, como ocurri� en su momento en los Estados Unidos, ni la restricci�n que existe en Inglaterra, donde la venta de alcohol, como dije, s�lo est� permitida hasta las 23. Sin embargo, el limitarla a las cuatro o cinco de la ma�ana no causar� la quiebra de ning�n negocio y probablemente har� que muchos padres puedan dormir m�s tranquilos. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Gazmuri. El se�or GAZMURI.- Se�or Presidente, sin duda, �ste es un tema completamente abierto, y concuerdo en que el alcoholismo constituye en Chile uno de los problemas m�s graves de adicci�n. M�s de alguna vez he dicho que considero equivocado el concepto estatal acerca de esta materia, pues el CONACE es s�lo un organismo dedicado a programas sistem�ticos respecto de las drogas il�citas y se carece de pol�ticas p�blicas, o �stas son muy insuficientes, para abordar tareas de prevenci�n y recuperaci�n de los alcoh�licos. Y creo que hist�ricamente el alcoholismo en Chile ha sido un problema m�s grave que el de la droga, tanto desde el punto de vista de la cantidad involucrada como de su tendencia. Si uno examina las �ltimas encuestas sobre el tema, advertir� que los j�venes se inician cada vez m�s tempranamente en el consumo de alcohol. Hoy d�a los hombres lo hacen, en promedio, a los 14,5 a�os, y las mujeres, a los 13,5 a�os. Porque, al final, la distinci�n entre drogas l�citas e il�citas es bastante arbitraria, considerando los efectos y el car�cter adictivo de las diversas drogas. La discusi�n sobre el particular es larga. Yo s� que hay una corriente en el mundo que promueve la liberaci�n del control p�blico y del consumo de las drogas que hoy d�a consideramos il�citas. El problema de pol�ticas como �sas es que resulta muy dif�cil llevarlas a la pr�ctica a nivel nacional, y m�s bien deber�an implementarse en el �mbito internacional. Algunos pa�ses europeos que han levantado las restricciones al consumo de las drogas llamadas "blandas" �marihuana, y otras- se han transformado en centros de consumo abierto para otras naciones. Es decir, son pol�ticas muy discutibles. Yo no soy partidario de abocarnos a un debate como �se hoy d�a en Chile. Me parece que no est�n dadas las condiciones al respecto. Considero que estamos enfrascados en una discusi�n muy marginal, porque aqu� no existen ni las restricciones de Inglaterra, ni las de Finlandia, ni las de Suecia, donde hace unos pocos a�os no se pod�a vender alcohol los fines de semana, sin perjuicio de que el grado de alcoholismo en este �ltimo pa�s es alt�simo. Por tanto, ante un consumo de tal nivel, cambian las modalidades de adquisici�n. Aqu� estamos analizando la posibilidad de limitar la venta hasta las cuatro o cinco de la ma�ana, porque �imagino- a las siete y media u ocho nadie tendr�a la capacidad como para seguir bebiendo... Entonces, me parece realmente una discusi�n bastante al margen. La inexistencia de dicho l�mite, en verdad, crea menos problemas de orden p�blico, de adicci�n y otros. En el barrio Bellavista, de Santiago, en locales donde se vende alcohol, se re�nen, seg�n me apuntaba reci�n un se�or Senador, sobre 20 mil personas los fines de semana. Si esta gente va a continuar trasnochando �al parecer, nuestra juventud trasnocha m�s que en la �poca de muchos de los se�ores Senadores y Senadoras que me escuchan-, yo prefiero que sigan la fiesta en locales p�blicos controlados legalmente a que contin�en tomando en la calle. Tengo la impresi�n de que hay miembros de Carabineros que opinan de manera similar. Estamos discutiendo muy en el margen y no veo por qu� no se elimina dicho l�mite, que es bien amplio. Porque, si nuestra pol�tica fuera muy restrictiva, como la inglesa, donde se proh�be la venta de alcohol despu�s de las 23, lo entender�a, pero aqu� se fija como horario de cierre entre las 4 y las 7 y media de la ma�ana para los d�as de semana y entre las 5 y las 8 de la ma�ana para los s�bados y domingos. Ello significa crear problemas de orden p�blico y una barrera al comercio, y no resolvemos ning�n problema, ni de prevenci�n, ni de recuperaci�n de adictos al alcohol. Por tanto, estoy a favor de la indicaci�n del Honorable se�or N��ez. El se�or �VILA.- �Alcanzo a intervenir, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Si la Sala as� lo acuerda, puedo concederle un minuto, se�or Senador. Acordado. Tiene la palabra el Honorable se�or �vila. El se�or �VILA.- Voy a ser bastante m�s suave, se�or Presidente. Mi intenci�n es, simplemente, rechazar el cuestionamiento que formul� el Senador se�or Larra�n, en cuanto a que me estoy apartando del Reglamento. En realidad, son Sus Se�or�as quienes est�n desconociendo nuestra normativa. Yo me atengo a aceptar como criterio v�lido el testimonio que da el ministro de fe de esta Corporaci�n. Lo que los Honorables colegas han hecho, en cambio, es poner en duda, en tela de juicio, el pronunciamiento expl�cito de una persona que reglamentariamente y por imperio de la ley asume esa misi�n, la que ha cumplido invariablemente en una forma que todos hemos podido catalogar de intachable. El se�or CHADWICK.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or CHADWICK.- Se�or Presidente, intervengo s�lo para hacer una aclaraci�n. Ser�a terriblemente injusto que se entendiera que estas bancadas han puesto en duda la honorabilidad, la credibilidad, del Secretario del Senado. Lo que se ha manifestado es una discrepancia en cuanto a la interpretaci�n de un precepto, lo cual es absolutamente normal, leg�timo y justo. Eso nada tiene que ver con poner en duda las certificaciones ni la honestidad personal del se�or Secretario. Por lo tanto, el Senador se�or �vila extrema su argumento. No me parece justo que lo haga respecto de nuestras bancadas. S�lo hemos discrepado de la interpretaci�n de una norma reglamentaria y hemos pedido una clarificaci�n, a fin de que no se vuelvan a producir situaciones como las vividas hoy y de que todos entendamos las disposiciones de la misma forma. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- As� lo ha estimado la Mesa, se�or Senador. La Secretar�a ha hecho una certificaci�n y yo tengo que atenerme a ella. Voy a someter a votaci�n la indicaci�n renovada. El se�or MORENO.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or MORENO.- Pido que la Mesa clarifique la indicaci�n del Senador se�or N��ez. Si, como comprend�, implica la eliminaci�n del art�culo 164 completo, eso involucra un cambio profundo en una serie de mecanismos, no s�lo en los clubes nocturnos, los "pubs" y las discotecas. Por lo tanto, si as� fuese, solicitar� que se voten en forma separada los incisos de dicho precepto. El se�or NOVOA.- Exc�seme, se�or Presidente, ser�a bueno leer nuevamente la indicaci�n... El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Si me permiten, voy a responder al Senador se�or Moreno. De suprimirse la disposici�n, los horarios quedar�an sin otra reglamentaci�n que la contenida en la normativa vigente. El se�or CHADWICK.- Se�or Presidente, para que toda la Sala lo entienda, si se elimina el art�culo 164... El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Los alcaldes establecer�n los horarios. El se�or CHADWICK.- ...ser�n los alcaldes quienes podr�n fijar horarios distintos en unas u otras comunas, y �se es el gran problema que tenemos. O sea, el remedio puede terminar siendo peor que la enfermedad. El se�or NARANJO.- Puede ser m�s restrictivo. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Es muy claro: si se suprime el art�culo 164 quedan vigentes las actuales disposiciones, que otorgan estas facultades a los alcaldes. Eso es lo que corresponde. Ahora, no puedo dividir la votaci�n, porque la indicaci�n es una sola y tiene por objeto eliminar dicho precepto. En votaci�n la indicaci�n renovada, para suprimir el art�culo 164 propuesto en el numeral 29) del art�culo 1�. El se�or HOFFMANN (Secretario).- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Terminada la votaci�n. --Se rechaza (25 votos contra 10 y 2 abstenciones). Votaron por la negativa los se�ores Aburto, Arancibia, Canessa, Cantero, Cariola, Coloma, Chadwick, Espina, Fern�ndez, Garc�a, Horvath, Larra�n, Matthei, Moreno, Naranjo, Novoa, Orpis, Prokurica, R�os, Romero, Sabag, Silva, Stange, Vega y Zurita. Votaron por la afirmativa los se�ores �vila, Boeninger, Cordero, Foxley, Frei (do�a Carmen), Gazmuri, N��ez, Parra, Pizarro y Ruiz (don Jos�). Se abstuvieron, los se�ores Lavandero y Zald�var (don Andr�s). El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Queda, en consecuencia, aprobado el art�culo con la misma votaci�n. El se�or HOFFMANN (Secretario).- En seguida, corresponde pronunciarse respecto del n�mero 3) del art�culo 3�. Dice: "Interc�lase, a continuaci�n del art�culo 115, el siguiente art�culo nuevo Esa norma fue aprobada por 5 votos a favor, ninguno en contra y dos abstenciones. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Si le parece a la Sala, se aprobar�. --Se aprueba. El se�or HOFFMANN (Secretario).- El Senado debe pronunciarse, por �ltimo, sobre el n�mero 8) del art�culo 3�, que dice: "Interc�lanse los siguientes art�culos 196 E, 196 F y 196 G, nuevos, a continuaci�n del 196 D:". La modificaci�n pertinente no fue aprobada por unanimidad, sino por 5 votos contra 2. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En discusi�n los art�culos. Tiene la palabra el Senador se�or Espina. El se�or ESPINA.- Se�or Presidente, el art�culo 196 E no implica otra cosa que la sistematizaci�n de la penalidad, que es exactamente la misma de la legislaci�n vigente, respecto de dos situaciones distintas. Una: qu� ocurre en el caso de una persona que conduce un veh�culo bajo los efectos del alcohol, conducta a la que se aplica una sanci�n igual a la que se impone hoy d�a, que es gradual en la medida en que hay resultado de muerte; o de lesiones graves, menos graves o leves, o de da�os que se consideren faltas. Y segundo: el caso de la conducci�n en estado de ebriedad, que es, obviamente, una conducta m�s grave, donde tambi�n la sanci�n se aplica por el solo hecho de manejar en estado de ebriedad, aunque no exista resultado; o sea, cuando la persona, en un control de alcoholemia, acusa la presencia de m�s de uno por ciento de alcohol por mil�gramo de sangre. En consecuencia, las normas propuestas corresponden simplemente a una regulaci�n adecuada, porque se trasladan todas estas disposiciones importantes -record�moslo- desde la Ley de Alcoholes a la Ley de Tr�nsito. Finalmente, perm�tame una sola observaci�n, se�or Presidente: gracias a que se aprob� el art�culo anterior, no van a ser los alcaldes quienes arbitrariamente fijen el horario de funcionamiento de los establecimientos donde se expendan bebidas alcoh�licas. Porque, de haberse acogido la indicaci�n que renovaron el Honorable se�or N��ez y otros se�ores Senadores, los alcaldes podr�an haber dispuesto arbitrariamente, en cada sector donde exista un establecimiento de venta de alcoholes, la hora de cierre: 2, 3, 4 � 5 de la ma�ana. Ahora, para evitar que esas autoridades resuelvan arbitrariamente sobre el cierre de los locales, la iniciativa en debate fija una norma que afecta a todos por igual. Por tanto, no habr� ning�n comerciante que el d�a de ma�ana est� en la incertidumbre de si un a�o su negocio deber� cerrar a las dos de la ma�ana, y al siguiente, a la una; y eso, por supuesto, no constituye un riesgo para la fuente laboral de muchas personas. En consecuencia, la ley en proyecto quedar� como corresponde: una norma pareja para todos, sin arbitrariedades, como aquella que permite al alcalde determinar indiscriminadamente la hora de cierre de los locales. Por �ltimo, se�or Presidente, insisto sobre la materia en debate, que envuelve una adecuada distribuci�n de las normas que establecen penas para los diversos tipos de infracciones. El se�or �VILA.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Sobre los art�culos en discusi�n, tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or �VILA.- Se�or Presidente, el Senador se�or Espina, de contrabando, argument� con relaci�n al art�culo anterior. Y yo pretendo hacer lo mismo, pero en forma mucho m�s breve: cualquier arbitrariedad, aunque sea pareja, no pierde ese car�cter. He dicho. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Habr�a acuerdo de la Sala para aprobar los art�culos propuestos? El se�or ESPINA.- Se�or Presidente... El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Advierto que no se puede introducir ninguna enmienda si no median indicaci�n y unanimidad. Tiene la palabra el Honorable se�or Espina. El se�or ESPINA.- Se�or Presidente, el art�culo en comento adolece de una omisi�n, que es la siguiente. Entiendo que estamos viendo el art�culo 196 E, donde se establece que "cuando la conducci�n, operaci�n o desempe�o fueran ejecutados en estado de ebriedad, o bajo la influencia de sustancias estupefacientes o sicotr�picas" y no se ocasione da�o alguno o se causen da�os materiales o lesiones leves, la sanci�n ser� "pena de presidio menor en su grado m�nimo" (61 a 540 d�as) "y multa de dos a diez unidades tributarias mensuales". Esa norma transcribe exactamente el art�culo 121 de la Ley de Alcoholes y la traspasa como art�culo 196 E a la Ley de Tr�nsito. Sin embargo, las Comisiones omitieron la menci�n de qu� se entiende por lesiones leves. Y la Ley de Alcoholes precisa cu�ndo existe este tipo de lesiones. Entonces, lo que corresponde es agregar eso a la Ley de Tr�nsito (tuve oportunidad de conversarlo con el Secretario de las Comisiones), se�alando que "Se reputar�n leves, para estos efectos, todas las lesiones que produzcan al ofendido enfermedad o incapacidad por un tiempo no mayor de siete d�as". De lo contrario, quedar� sin determinaci�n qu� se entiende por lesiones leves. Por consiguiente, el texto va a salir sin esa norma, en circunstancia de que lo l�gico, ya que hubo simplemente una omisi�n, es incorporarla, con el acuerdo un�nime de los se�ores Senadores. Si no (insisto), nos quedaremos sin saber qu� son las lesiones leves. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Debe haber acuerdo un�nime de la Sala para proceder a un agregado y tiene que mediar indicaci�n. Por consiguiente, propongo aprobar primero los tres art�culos y luego ver si existe unanimidad para acoger la sugerencia del Honorable se�or Espina a los efectos de agregar en el art�culo 196 E lo relativo a la lesi�n leve, en los t�rminos planteados por Su Se�or�a. �Habr�a acuerdo? El se�or �VILA.- Perd�n, se�or Presidente. Tengo entendido que la lesi�n leve se encuentra definida en otros textos. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Pero no est� dicho aqu�. El se�or �VILA.- No va a haber una lesi�n leve para cada texto. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Espina. El se�or ESPINA.- Se�or Presidente, el C�digo Penal no define las lesiones leves. En Chile, el �nico texto donde est�n definidas es la Ley de Alcoholes. Porque existen las lesiones graves (las que producen incapacidad por m�s de 30 d�as), las menos graves; pero el C�digo no hace referencia a cu�ndo se pasa de una lesi�n menos grave a una leve. Entonces, resultar�a muy injusto que a una persona que ocasionara lesiones leves (cuando la v�ctima queda accidentada dos o tres d�as, por ejemplo) el C�digo le aplicara la sanci�n correspondiente a las lesiones menos graves. Por lo tanto (dar� inmediatamente una interrupci�n al Senador se�or Zurita), lo que sucede es que en las Comisiones, al traspasar un texto vigente de la Ley de Alcoholes a la Ley de Tr�nsito, no incluimos el p�rrafo donde se reputan de leves todas las lesiones que provoquen al ofendido enfermedad o incapacidad por un lapso no superior a siete d�as. O sea, lo �nico que se pretende es mantener la norma exactamente como est� hoy. Concedo una interrupci�n al Honorable Zurita, con la venia de la Mesa. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Zurita. El se�or ZURITA.- Se�or Presidente, toda esta discusi�n deviene de cuando conoc�an de ese tipo de lesiones juzgados de polic�a local y juzgados de menor cuant�a en lo criminal. Ahora no hay m�s que juzgados del crimen conociendo de todas las lesiones. Y a futuro tendremos en vigor la reforma procesal penal. Entonces, no nos pongamos a reglamentar aqu� si son siete, ocho o nueve d�as. Dejemos algo al criterio del juez. Porque la buena ley es aquella que da normas generales y entrega al juez la calificaci�n de los detalles. Gracias por la interrupci�n, se�or Senador. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- De no producirse acuerdo un�nime, no se puede incluir el agregado que solicit� el Honorable se�or Espina. Y el Senador se�or Zurita opuso objeci�n. El se�or ESPINA.- No, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Se opone, Honorable se�or Zurita? No se opone. En consecuencia, pido al Senador se�or Espina que entregue a Secretar�a la indicaci�n que permitir� hacer la correcci�n correspondiente. Si le parece a la Sala, se aprobar�n los tres art�culos. --Se aprueban los nuevos art�culos 196 E (con el agregado que explicit� el Honorable se�or Espina), 196 F y 196 G, y queda terminada la discusi�n del proyecto en este tr�mite. FACILIDADES PARA DENUNCIA E INVESTIGACI�N DE DELITOS SEXUALES CONTRA MENORES DE EDAD El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que facilita la denuncia en casos de atentados sexuales y permite una mejor investigaci�n del delito, con informe de la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento. --Los antecedentes sobre el proyecto (2925-07) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 18�, en 6 de agosto de 2002. Informe de Comisi�n: Constituci�n, sesi�n 38�, en 2 de abril de 2003. El se�or HOFFMANN (Secretario).- La Comisi�n de Constituci�n fue autorizada por la Sala, en sesi�n de 1� de abril del presente a�o, para discutir la iniciativa en general y en particular en el primer informe. El objetivo principal del proyecto es igualar la naturaleza de acci�n penal p�blica que emana de los delitos sexuales contra menores de edad cometidos bajo tanto la normativa del C�digo de Procedimiento Penal como la del C�digo Procesal Penal. Ello implica, entre otros efectos, la obligaci�n de los profesionales de la salud de denunciarlos. La Comisi�n aprob� en general la iniciativa por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadores se�ores Aburto, Espina, Moreno y Silva. Y luego, con la misma unanimidad, introdujo modificaciones al texto despachado por la Honorable C�mara de Diputados. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En discusi�n general el proyecto. Tiene la palabra el Honorable se�or Chadwick. El se�or CHADWICK.- Se�or Presidente, esta iniciativa es bastante simple. Naci� de una moci�n de distintos miembros de la C�mara Baja, Empero, especial menci�n cabe hacer del Diputado se�or Gonzalo Uriarte. �Qu� ocurre? Se ha producido una diferencia entre el nuevo sistema procesal penal y el antiguo en cuanto a la naturaleza de la acci�n penal de los delitos sexuales. En el antiguo, �stos son de acci�n mixta, de manera que se requiere la voluntad del ofendido para dar inicio al procedimiento judicial respectivo. En la moci�n se plantea que, en el caso de delitos sexuales contra menores de 12 a�os, los m�dicos quedan obligados a efectuar la denuncia ante los tribunales. Si bien la Comisi�n de Constituci�n consider� interesante la idea, estim� que el verdadero problema radicaba en la diferencia producida entre la acci�n penal p�blica del nuevo sistema procesal y la mixta del antiguo. Por eso, abord� el tema de fondo, en el sentido de unificar la materia, de forma tal que, en cualquiera de los dos reg�menes, los delitos sexuales contra menores de edad -a quienes se desea proteger- tengan acci�n penal p�blica, lo cual obliga a toda persona que posea conocimiento del il�cito a denunciarlo ante los tribunales. Y trat�ndose de mayores de edad, se resolvi� mantener la acci�n penal mixta, de modo que sea el ofendido el que recurra a aqu�llos. La Comisi�n estim� que de esa manera se unifican los criterios; se soluciona por una v�a m�s general el problema planteado por el Diputado se�or Uriarte, entre otros, y se establece un sistema coherente en cuanto al tratamiento de los delitos sexuales, diferenci�ndose la acci�n penal en ambos sistemas, seg�n se trate de menores o de mayores de edad. Como ya se dijo, se�or Presidente, los acuerdos de la Comisi�n fueron adoptados por unanimidad. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Ofrezco la palabra. Ofrezco la palabra. Cerrado el debate. Si le parece a la Sala, se aprobar� la iniciativa. --Se aprueba en general el proyecto; por no haberse formulado indicaciones, queda aprobado tambi�n en particular, y queda terminada la discusi�n en este tr�mite. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Habi�ndose cumplido su objetivo, se levanta la sesi�n. --Se levant� a las 18:49. Manuel Oca�a Vergara, Jefe de la Redacci�n