REP�BLICA DE CHILE DIARIO DE SESIONES DEL SENADO PUBLICACI�N OFICIAL LEGISLATURA 348�, EXTRAORDINARIA Sesi�n 28�, en martes 4 de marzo de 2003 Ordinaria (De 16:26 a 19:33) PRESIDENCIA DEL SE�OR ANDR�S ZALD�VAR, PRESIDENTE SECRETARIOS, LOS SE�ORES CARLOS HOFFMANN CONTRERAS, TITULAR, Y SERGIO SEP�LVEDA GUMUCIO, SUBROGANTE ____________________ � N D I C E Versi�n Taquigr�fica P�g. I. ASISTENCIA......................................................................................................... II. APERTURA DE LA SESI�N............................................................................... III. TRAMITACI�N DE ACTAS..........................................................................�. IV. CUENTA............................................................................................................... Acuerdos de Comit�s.................................�����������. V. ORDEN DEL D�A: Proyecto de ley, en segundo tr�mite, que posterga entrada en vigencia de reaval�os de bienes ra�ces agr�colas y faculta al Presidente de la Rep�blica para dictar texto refundido y actualizado que indica (2888-01) (se aprueba en particular)................... VI. INCIDENTES: Peticiones de oficios (se anuncia su env�o)�������������................. Homenaje a ciudad de Puerto Montt en su 150� aniversario (se rinde).......................... Carga impositiva por alza de precio de combustibles. Oficios (observaciones del se�or Lavandero)........................................................................................................ Pago de peajes en accesos de Quepe y Metrenco (Temuco). Oficio (observaciones del se�or Lavandero)....... Soluci�n de endeudamiento de Empresa Nacional de Miner�a. Oficio (observaciones del se�or Prokurica).......... Continuidad de programas de mejoramiento de barrios en Ais�n. Oficios (observaciones del se�or Horvath).............................................................................. Zonificaci�n de borde costero en Regi�n de Ais�n. Oficios (observaciones del se�or Horvath)...................................................................................................................... VERSI�N TAQUIGR�FICA I. ASISTENCIA Asistieron los se�ores: --Aburto Ochoa, Marcos --Arancibia Reyes, Jorge --�vila Contreras, Nelson --Boeninger Kausel, Edgardo --Bombal Otaegui, Carlos --Canessa Robert, Julio --Cantero Ojeda, Carlos --Cariola Barroilhet, Marco --Chadwick Pi�era, Andr�s --Coloma Correa, Juan Antonio --Cordero Rusque, Fernando --Espina Otero, Alberto --Fern�ndez Fern�ndez, Sergio --Flores Labra, Fernando --Foxley Rioseco, Alejandro --Frei Ruiz-Tagle, Carmen --Frei Ruiz-Tagle, Eduardo --Garc�a Ruminot, Jos� --Gazmuri Mujica, Jaime --Horvath Kiss, Antonio --Larra�n Fern�ndez, Hern�n --Lavandero Illanes, Jorge --Mart�nez Busch, Jorge --Matthei Fornet, Evelyn --Moreno Rojas, Rafael --Mu�oz Barra, Roberto --Naranjo Ortiz, Jaime --Novoa V�squez, Jovino --N��ez Mu�oz, Ricardo --Ominami Pascual, Carlos --Orpis Bouch�n, Jaime --P�ez Verdugo, Sergio --Parra Mu�oz, Augusto --Pizarro Soto, Jorge --Prokurica Prokurica, Baldo --R�os Santander, Mario --Romero Pizarro, Sergio --Ruiz De Giorgio, Jos� --Ruiz-Esquide Jara, Mariano --Sabag Castillo, Hosa�n --Stange Oelckers, Rodolfo --Vald�s Subercaseaux, Gabriel --Vega Hidalgo, Ram�n --Viera-Gallo Quesney, Jos� Antonio --Zald�var Larra�n, Adolfo --Zald�var Larra�n, Andr�s --Zurita Camps, Enrique Concurri�, adem�s, el se�or Ministro de Econom�a, Fomento y Reconstrucci�n, y Presidente de la Comisi�n Nacional de Energ�a, y las se�oras Subsecretaria de Hacienda y Coordinadora General de la Subsecretar�a de Hacienda. Actu� de Secretario el se�or Carlos Hoffmann Contreras, y de Prosecretario, el se�or Sergio Sep�lveda Gumucio. II. APERTURA DE LA SESI�N --Se abri� la sesi�n a las 16:26, en presencia de 31 se�ores Senadores. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesi�n. III. TRAMITACI�N DE ACTAS El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Las actas de las sesiones 26� y 27�, ordinarias, en 21 y 22 de enero del a�o en curso, respectivamente, se encuentran en Secretar�a a disposici�n de los se�ores Senadores, hasta la sesi�n pr�xima, para su aprobaci�n. IV. CUENTA El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretar�a. El se�or SEP�LVEDA (Prosecretario).- Las siguientes son las comunicaciones recibidas: Mensajes Diez de Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica: Con el primero comunica que ha resuelto no hacer uso de la facultad que le confiere el inciso primero del art�culo 70 de la Carta Fundamental acerca del proyecto de ley sobre financiamiento urbano compartido (Bolet�n N� 2.651-14). --Se mand� remitir la iniciativa al Excelent�simo Tribunal Constitucional, en cumplimiento de lo establecido en el N� 1� del art�culo 82 de la Carta Fundamental. Con el segundo retira la urgencia que hizo presente para el despacho de los proyectos que se indican: 1.- El que crea el Consejo Nacional de Cultura y el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural (Bolet�n N� 2.286-04); 2.- El que modifica la ley N� 19.039, sobre privilegios industriales y protecci�n de los derechos de propiedad industrial (Bolet�n N� 2.416-03); 3.- El que adec�a la legislaci�n que indica a los acuerdos de la Organizaci�n Mundial de Comercio (OMC) suscritos por Chile (Bolet�n N� 2.421-03); 4.- El de bases sobre contratos administrativos de suministro y prestaci�n de servicios (Bolet�n N� 2.429-05); 5.- El que sustituye la ley N� 19.366, que sanciona el tr�fico il�cito de estupefacientes (Bolet�n N� 2.439-20); 6.- El relativo a transparencia, l�mite y control del gasto electoral (Bolet�n N� 2.745-06); 7.- El que modifica la ley N� 18.290, de Tr�nsito, para permitir la eliminaci�n de anotaciones en el Registro Nacional de Conductores de Veh�culos Motorizados (Bolet�n N� 2.774-15); 8.- El que crea el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (Bolet�n N� 2.944-03); 9.- El que establece el R�gimen de Garant�as en Salud (Bolet�n N� 2.947-11); 10.- El que modifica la Ley General de Pesca y Acuicultura en lo relativo a principios de conservaci�n, medidas de administraci�n, planes de manejo, desconcentraci�n funcional, l�mite m�ximo de captura por armador, pesca artesanal e institucionalidad del sector pesquero (Bolet�n N� 2.970-03); 11.- El que crea la Unidad de An�lisis e Inteligencia Financiera y modifica el C�digo Penal en materia de lavado o blanqueo de activos (Bolet�n N� 2.975-07); 12.- El que modifica el decreto ley N� 2.763, de 1979, con la finalidad de establecer una nueva concepci�n de la autoridad sanitaria y distintas modalidades de gesti�n, y de fortalecer la participaci�n ciudadana (Bolet�n N� 2.980-11); 13.- El que modifica la ley N� 18.933, sobre instituciones de salud previsional (Bolet�n N� 2.981-11); 14.- El referido a la creaci�n de sociedades an�nimas deportivas profesionales (Bolet�n N� 3.019-03); 15.- El que modifica la ley N� 19.281, sobre arrendamiento de viviendas con opci�n de compra (Bolet�n N� 3.115-14); 16.- El que establece la obligatoriedad y gratuidad de la educaci�n media (Bolet�n N� 3.039-07); 17.- El que modifica la Ley de Alcoholes, Bebidas Alcoh�licas y Vinagres y deroga el Libro Segundo de la ley N� 17.105 (Bolet�n N� 1.192-11), y 18.- El que modifica el decreto con fuerza de ley N� 2, de Educaci�n, de 1988, para crear una subvenci�n educacional en pro de la retenci�n de alumnos y establecer otras normas relativas a las remuneraciones de los profesionales de la educaci�n (Bolet�n N� 3.190-04). --Quedan retiradas las urgencias y se manda agregar el documento a sus respectivos antecedentes. Con el tercero y el cuarto hace presente la urgencia, en el car�cter de "suma", respecto de los siguientes proyectos de ley: 1.- El que crea el Consejo Nacional de Cultura y el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural (Bolet�n N� 2.286-04), y 2.- El de bases sobre contratos administrativos de suministro y prestaci�n de servicios (Bolet�n N� 2.429-05). Con los seis siguientes hace presente la urgencia, en el car�cter de "simple", acerca de los siguientes proyectos: 1.- El que crea el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (Bolet�n N� 2.944-03); 2.- El que establece la obligatoriedad y gratuidad de la educaci�n media (Bolet�n N� 3.039-07); 3.- El que modifica el decreto ley N� 2.763, de 1979, con la finalidad de establecer una nueva concepci�n de la autoridad sanitaria y distintas modalidades de gesti�n, y fortalecer la participaci�n ciudadana (Bolet�n N� 2.980-11); 4.- El que consagra el R�gimen de Garant�as en Salud (Bolet�n N� 2.947-11); 5.- El que modifica la ley N� 18.933, sobre instituciones de salud previsional (Bolet�n N� 2.981-11), y 6.- El que modifica el decreto con fuerza de ley N� 2, de Educaci�n, de 1988, para crear una subvenci�n educacional en pro de la retenci�n de alumnos y establecer otras normas relativas a las remuneraciones de los profesionales de la educaci�n (Bolet�n N� 3.190-04). --Se tienen presentes las urgencias y se manda agregar los documentos a sus antecedentes. Oficios Tres de Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica: Con los dos primeros, y en cumplimiento de lo establecido en el art�culo 25 de la Constituci�n Pol�tica de la Rep�blica, comunica su ausencia del territorio nacional entre los d�as 10 y 16 de febrero reci�n pasado, con el prop�sito que en cada caso se se�ala: --El d�a 10, en vuelo hacia el continente asi�tico; --Entre los d�as 11 y 14, ambos inclusive, en visita oficial a la ciudad de Tokio, Jap�n; --El d�a 15, en visita de trabajo a la ciudad de Se�l, Corea del Sur, y --El d�a 16, en vuelo de regreso hacia el territorio nacional. Asimismo, se refiere a la subrogaci�n durante su ausencia, con el t�tulo de Vicepresidente de la Rep�blica, por el se�or Ministro del Interior, don Jos� Miguel Insulza Salinas. --Se toma conocimiento. Con el tercero solicita el acuerdo del Senado para autorizar la salida de tropas nacionales a territorio extranjero (Bolet�n N� S 658-05). Al respecto, y en uso de la facultad que le confiere el inciso segundo del n�mero 5) del art�culo 49 de la Carta Fundamental, hace presente la urgencia para el despacho del acuerdo que recaba. --Pasa a la Comisi�n de Defensa Nacional. Siete de la Honorable C�mara de Diputados: Con los cuatro primeros comunica que otorg� su aprobaci�n a los siguientes proyectos de ley: 1.- El que aumenta sanciones a hurtos y facilita su denuncia e investigaci�n (Bolet�n N� 3.078-07). --Pasa a la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento. 2.- El que modifica la ley N� 19.606, que establece incentivos para el desarrollo econ�mico de las Regiones de Ais�n y de Magallanes y de la provincia de Palena en materia de cr�dito tributario y dispone la ampliaci�n de la Zona Franca de Extensi�n de Punta Arenas a la Regi�n de Ais�n para bienes de capital (Bolet�n N� 2.832-03). --Pasa a la Comisi�n de Econom�a y a la de Hacienda, en su caso. 3.- El que modifica la ley N�18.010, sobre operaciones de cr�dito y otras obligaciones de dinero, para establecer normas atinentes a aplicaci�n de intereses cuando opera una cl�usula de aceleraci�n y determinar normas de protecci�n de los deudores en los procesos de repactaci�n (Bolet�n N� 2.623-03). --Pasa a la Comisi�n de Hacienda. 4.- El que modifica la ley N� 18.933, sobre instituciones de salud previsional, con urgencia calificada de "simple" (Bolet�n N� 2.981-11). --Pasa a la Comisi�n de Salud y a la de Hacienda, en su caso. Con el quinto comunica que tom� conocimiento del rechazo por el Senado de algunas modificaciones que propuso ella al proyecto de ley que moderniza la normativa reguladora de los arrendamientos de predios urbanos, a la vez que designa a los se�ores Diputados que integrar�n la Comisi�n Mixta a que se refiere el art�culo 68 de la Carta Fundamental (Bolet�n N� 2.625-07). --Se toma conocimiento y se manda agregar el documento a sus antecedentes. Con el sexto hace presente que rechaz� algunas de las enmiendas propuestas por el Senado al proyecto que modifica el decreto con fuerza de ley N� 2, de Educaci�n, de 1998, para crear una subvenci�n educacional pro retenci�n de alumnos y establecer normas relativas a las remuneraciones de los profesionales de la Educaci�n, a la vez que comunica la designaci�n de los se�ores Diputados que concurrir�n a la formaci�n de la Comisi�n Mixta a que alude el art�culo 68 de la Carta Fundamental (proyecto con urgencia calificada de "simple"). (Bolet�n N� 3.190-04). --Se toma conocimiento y se designa a los se�ores Senadores miembros de la Comisi�n de Educaci�n, Cultura, Ciencia y Tecnolog�a como integrantes de la Comisi�n Mixta respectiva. Con el �ltimo comunica que, en sesi�n de 23 de enero del a�o en curso, eligi� como Segundo Vicepresidente al Diputado se�or Carlos Abel Jarpa Wevar. --Se toma conocimiento. Dos del Excelent�simo Tribunal Constitucional: Con el primero remite copia autorizada de la sentencia dictada en el control de constitucionalidad del proyecto que introduce modificaciones a la ley N� 19.665, sobre nombramiento de jueces de garant�a y jueces de tribunal de juicio oral en lo penal (Bolet�n N� 3.178-07). --Se mand� comunicar el proyecto a Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica. Con el segundo pide los antecedentes relativos a la historia fidedigna del establecimiento del proyecto de ley sobre financiamiento urbano compartido (Bolet�n N� 2.651-14), sometido a control de constitucionalidad. --Se mand� remitir los antecedentes solicitados. Tres del se�or Ministro del Interior: Con el primero contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Stange, relativo a la ciudad sat�lite de Alerce, de la comuna de Puerto Montt; Con el segundo da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador se�or Moreno, referido al aumento de la dotaci�n de Carabineros de Chile en la localidad de Lo Miranda, comuna de Do�ihue, y Con el tercero responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Horvath, relativo a la barcaza Pilchero. De la se�ora Ministra de Relaciones Exteriores, por medio del cual contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Horvath, con respecto al buque Cabo de Hornos, de la marina de guerra argentina. Dos del se�or Ministro de Hacienda: Con el primero da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador se�or Naranjo, referido a recomendaciones efectuadas por Comisiones Investigadoras de la C�mara de Diputados en relaci�n con la ex Colonia Dignidad, en las materias que se�ala, y Con el segundo responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Stange, relativo al proyecto de ley que fortalece y perfecciona la jurisdicci�n tributaria. Del se�or Ministro de Hacienda subrogante, mediante el cual contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Garc�a, con relaci�n a las deudas municipales por asignaci�n de perfeccionamiento de los docentes. Tres del se�or Ministro Secretario General de la Presidencia: Con los dos primeros responde igual n�mero de oficios enviados en nombre del Senador se�or Ruiz-Esquide, relativos, uno, al proyecto concerniente a la investigaci�n cient�fica en el ser humano y su genoma y a la prohibici�n de la clonaci�n humana, y el otro, a la ley N� 19.532, sobre R�gimen de Jornada Escolar Completa Diurna; Con el tercero da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador se�or Garc�a, atinente a deudas municipales por asignaci�n de perfeccionamiento de los docentes. Del se�or Ministro Presidente de la Comisi�n Nacional de Energ�a, por medio del cual responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Horvath, relativo a las alternativas de gas para la Regi�n de Ais�n. Cuatro de la se�ora Ministra de Educaci�n: Con el primero contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Zald�var, don Andr�s, acerca de una eventual modificaci�n a la ley N� 19.532, sobre R�gimen de Jornada Escolar Completa; Con el segundo y el tercero responde dos oficios enviados en nombre del Senador se�or Naranjo, relativos, uno, a los establecimientos educacionales de las provincias de Linares y de Cauquenes, y el otro, a la implementaci�n del reglamento de la ley N� 19.419. Con el cuarto contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Cantero, con relaci�n a la Red Universitaria Nacional, REUNA. Cuatro del se�or Ministro de Justicia: Con el primero da respuesta a un oficio enviado en nombre del Honorable se�or Horvath, sobre la situaci�n de ex funcionarios de Gendarmer�a que se�ala; Con el segundo contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Espina, relacionado con el Centro de Educaci�n y Trabajo de Angol, y Con los dos siguientes responde igual n�mero de oficios enviados en nombre del Senador se�or Stange, referidos, uno, al proyecto de ley que fortalece y perfecciona la justicia tributaria, y el otro, al Juzgado de Letras de Los Muermos. Dos del se�or Ministro del Trabajo y Previsi�n Social: Con el primero responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Novoa, relacionado con la franquicia tributaria del Servicio Nacional de Capacitaci�n y Empleo a que pueden acceder las personas que realizan cursos en escuelas profesionales de conductores. Con el segundo contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Horvath, sobre la situaci�n de Correos de Chile. Quince del se�or Ministro de Obras P�blicas: Con los cinco primeros da respuesta a igual n�mero de oficios enviados en nombre del Senador se�or Stange, relativos a la pavimentaci�n de calles de Villa Riachuelo, comuna de R�o Negro; al camino que unir�a Cocham� con paso El Le�n; a la entrega de maquinaria de las corporaciones viales de la D�cima Regi�n a las municipalidades que lo requieran; al camino vecinal ubicado en el sector Huim�n-Astilleros, comuna de Maull�n, y a la ruta de acceso a la localidad de Estaquilla, comuna de Los Muermos. Con los siete siguientes responde sendos oficios enviados en nombre del Senador se�or Moreno, sobre abastecimiento de agua potable del sector Las Balsas, comuna de Las Cabras; marco jur�dico de los servicios de agua potable rural; pavimentaci�n del camino que une San Vicente de Tagua Tagua y Millahue; realizaci�n de diversos proyectos viales en la localidad de Pelequ�n; camino de la comunidad rural que indica; problema que afecta a familias de la comuna de Chimbarongo, y trabajos de asfaltado del camino H 830. Con el siguiente responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Horvath, relativo a la construcci�n de un nuevo puente sobre el r�o Allip�n, Novena Regi�n. Con el pen�ltimo da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador se�or Romero, concerniente a la Junta de Vigilancia del R�o Putaendo, Quinta Regi�n. Con el �ltimo remite un resumen de los oficios dirigidos a los se�ores Parlamentarios en el mes de noviembre de 2002, en respuesta a consultas de competencia de la Cartera de Estado a su cargo. Dos del se�or Ministro de Transportes y Telecomunicaciones, mediante los cuales contesta igual n�mero de oficios enviados en nombre del Senador se�or Larra�n, acerca de la situaci�n laboral de los trabajadores de Correos de Chile. Tres del se�or Ministro de Salud: Con el primero responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Cantero, referido a las redes de prestadores sobre las cuales opera la cobertura adicional para enfermedades catastr�ficas; Con el segundo contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Zald�var, don Andr�s, con respecto a la situaci�n que afecta a la familia que indica, y Con el tercero da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador se�or Naranjo, sobre la publicidad del tabaco que se efect�a en la v�a p�blica y en los medios de comunicaci�n escritos. Dos del se�or Ministro de Vivienda y Urbanismo y de Bienes Nacionales: Con el primero responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Cantero, sobre el proyecto de playa artificial El Carboncillo, de Antofagasta, y Con el segundo contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Espina, relativo a la situaci�n habitacional de los vecinos de las poblaciones Pablo Neruda y Los Pioneros, de la comuna de Curacaut�n. De la se�ora Ministra de Vivienda y Urbanismo subrogante, por medio del cual da respuesta a un oficio enviado en nombre de los Senadores se�ores Cantero y R�os, sobre la elaboraci�n de un programa de acceso preferente a viviendas y subsidios para las personas que indica. De la se�ora Ministra de Bienes Nacionales subrogante, mediante el cual responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Horvath, en cuanto a extracci�n de arena en el sector norte del balneario de Cartagena. Del se�or Ministro de Agricultura, con el que da respuesta a un oficio enviado en nombre de la Senadora se�ora Matthei, referido al programa de saneamiento caprino y bonificaci�n a ganaderos que hacen uso de veranadas en la Cuarta Regi�n. Tres del se�or Ministro de Miner�a: Con los dos primeros contesta sendos oficios enviados en nombre del Senador se�or Lavandero, referidos a las reservas y recursos de petr�leo y gas con que cuenta la Empresa Nacional del Petr�leo en el territorio chileno, y Con el segundo responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Horvath, sobre la actividad minera que desarrolla en el sector sur de la Regi�n de Ais�n la empresa C.D.E. FACHINAL LTDA. Del se�or Contralor General de la Rep�blica, por medio del cual responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Lavandero, referido a convenio para la construcci�n de internado escolar. De la se�ora Contralora General de la Rep�blica subrogante, mediante el cual responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Canessa, relativo al car�cter de un distintivo utilizado por el Gobierno de Chile. De la se�ora Subcontralora General de la Rep�blica, por medio del cual responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Bombal, referido a la licitaci�n de los recorridos de Metrob�s en la Regi�n Metropolitana. Del se�or Vicepresidente del PARLATINO en Chile, por medio del cual remite las actas de las reuniones de comisiones del Parlamento Latinoamericano realizadas durante el a�o 2002. Del se�or Vicepresidente Ejecutivo subrogante de la Corporaci�n de Fomento de la Producci�n, mediante el cual contesta un oficio cursado en nombre del Senador se�or Prokurica, relativo a la posibilidad de enviar a tramitaci�n legislativa un proyecto de ley que recoja las ideas contenidas en una moci�n, de la que es uno de sus autores, sobre compensaciones y cooperaci�n industrial para la adquisici�n de armas por parte de las Fuerzas Armadas. Del se�or Presidente de la Ilustr�sima Corte de Apelaciones de Santiago, por medio del cual transcribe la conformaci�n de las salas de ese tribunal correspondiente al a�o judicial 2003. Del se�or Subsecretario de Marina, mediante el cual da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador se�or Stange, referido a concesiones de acuicultura en la bah�a de Chinquihue, comuna de Puerto Montt. Del se�or Subsecretario de Telecomunicaciones, por medio del cual contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Naranjo, sobre cobro de compa��as telef�nicas a los usuarios. Del se�or Director General de la Polic�a de Investigaciones, mediante el cual responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Horvath, relativo a la posibilidad de dotar con personal de esa Instituci�n a los controles fronterizos entre Chile y Argentina existentes en la Und�cima Regi�n. Del se�or Superintendente de Valores y Seguros, por medio del cual da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senado, acerca de los efectos que las modificaciones propuestas al seguro obligatorio de accidentes personales tendr�an sobre las primas de �ste. Del se�or Presidente subrogante del Consejo de Defensa del Estado, por medio del cual responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Espina, relativo a la carga de trabajo de ese organismo en la Novena Regi�n. Del se�or Director del Servicio Agr�cola y Ganadero, mediante el cual da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador se�or Horvath, relativo a la Convenci�n sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de la Fauna y Flora Silvestres (CITES). Del se�or Director de Presupuestos, por medio del cual responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Zald�var, don Andr�s, relacionado con la transferencia al Cuerpo de Bomberos de los mayores ingresos por la aplicaci�n de la sobretasa que indica. Del se�or Director Nacional de Turismo, con el que contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Cantero, relativo al servicio de vacaciones de tiempo compartido. Del se�or Secretario Ejecutivo del Consejo de Monumentos Nacionales, por medio del cual da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador se�or Horvath, sobre extracci�n de arena en el sector norte del balneario de Cartagena. De la se�ora Intendenta de la Segunda Regi�n, por medio del cual comunica un protocolo de acuerdo del Consejo Regional relativo a la instalaci�n de un casino de juegos. Del se�or Alcalde de Calbuco, por medio del cual responde un oficio enviado en nombre del Honorable se�or Stange, referido a la escuela de la localidad de El Dao. Del se�or Secretario Ministerial de Educaci�n subrogante de la Segunda Regi�n, mediante el cual contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Cantero, tocante a la escuela "Valent�n Letelier" de Calama. Del se�or Director del Instituto de Desarrollo Agropecuario de la Quinta Regi�n, a trav�s del cual responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Romero, relativo a los programas desarrollados por esa instituci�n durante el a�o 2002 en la provincia de Petorca. Del se�or Director de CHILEDEPORTES de la Quinta Regi�n, con el cual remite el balance de la gesti�n correspondiente al a�o reci�n pasado. Del se�or Secretario Ministerial de Obras P�blicas de la Novena Regi�n, por medio del cual contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Espina, referido a la mantenci�n de la carretera que une la comuna de Galvarino y la localidad de Cholchol con la comuna de Temuco. Del se�or Director del Servicio de Salud de la Araucan�a Norte, mediante el cual da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador se�or Espina, atinente al cierre de la posta de salud ubicada en el sector El Retiro de la comuna de Angol. Del se�or Superintendente del Cuerpo de Bomberos de La Ligua, con el cual remite la conformaci�n de su Direcci�n General para el per�odo 2003. --Quedan a disposici�n de los se�ores Senadores. Oficio secreto De la se�ora Ministra de Defensa Nacional, a trav�s del cual responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Stange, relacionado con la posible instalaci�n de una base estadounidense en la provincia argentina de Tierra del Fuego, como parte del sistema antimisil�stico que pretende implementar dicho pa�s. --Queda a disposici�n de los se�ores Senadores en la Secretar�a de la Corporaci�n. Oficio reservado Del se�or Subsecretario de Investigaciones, por medio del cual contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Cantero, vinculado con una presentaci�n de la se�ora Brunilda Guerra sobre actuaciones de personal de la Polic�a de Investigaciones de Chile. --Queda a disposici�n de los se�ores Senadores en la Secretar�a de la Corporaci�n. Declaraci�n de inadmisibilidad Moci�n del Senador se�or Parra, por medio de la cual inicia un proyecto modificatorio de la ley N� 18.962, Org�nica Constitucional de Ense�anza, con el prop�sito de otorgar al Consejo Superior de Educaci�n la atribuci�n de pronunciarse sobre los proyectos de apertura de nuevas sedes que le presenten universidades e institutos profesionales. --Se declara inadmisible, por referirse a una materia de iniciativa exclusiva de Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica, de conformidad con lo establecido en el inciso cuarto, N� 2�, del art�culo 62 de la Carta Fundamental. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Terminada la Cuenta. El se�or PARRA.- Pido la palabra. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Sobre la Cuenta, tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or PARRA.- Se�or Presidente, a pesar de estar basada en una interpretaci�n demasiado extensiva, en mi opini�n, del texto del art�culo 62, N� 2�, de la Constituci�n, acepto la declaraci�n de inadmisibilidad efectuada por la Mesa. Sin embargo, atendida la trascendencia de la materia a que se refiere la moci�n, solicito que �sta sea enviada al se�or Presidente de la Rep�blica, para que, si lo tiene a bien, le otorgue su patrocinio y la incluya en la actual legislatura extraordinaria. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Si le parece a la Sala, se remitir� el oficio solicitado por el se�or Senador. �Habr�a acuerdo? El se�or LARRA�N.- �En este momento se requiere autorizaci�n de la Sala para enviar el oficio? �Eso no significa que se vaya a remitir en nombre del Senado? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- La solicitud se ha formulado en esta parte de la sesi�n. En Incidentes no ser�a necesaria. El se�or LARRA�N.- Pero el oficio no ir�a en nombre de la Sala, sino s�lo del Senador que ha pedido enviarlo. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Claro. Le reitero que la autorizaci�n se requiere porque la remisi�n del oficio se ha realizado fuera de Incidentes. El se�or LARRA�N.- Por una raz�n de procedimiento. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Nada m�s que por eso. El se�or LARRA�N.- Lo pregunto porque no quisiera pronunciarme sobre el proyecto sin conocerlo. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Bien. �Habr�a acuerdo para enviar el oficio solicitado por el Honorable se�or Parra? Acordado. --------------- La se�ora FREI (do�a Carmen).- Tambi�n pido la palabra sobre la Cuenta, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- La tiene, se�ora Senadora. La se�ora FREI (do�a Carmen).- En la p�gina 12 de la Cuenta se informa de un oficio enviado por la "se�ora Intendenta de la Segunda Regi�n", cuando en realidad es de la "Intendenta de la Tercera Regi�n". Pido hacer la rectificaci�n correspondiente, a fin de que no se repita el error en el Acta. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se proceder� en la forma solicitada por Su Se�or�a. ACUERDOS DE COMIT�S El se�or HOFFMANN (Secretario).- Los Comit�s, en sesi�n celebrada el d�a de hoy, acordaron por unanimidad lo siguiente: 1� Designar al se�or Presidente de la Corporaci�n como representante del Senado ante la Comisi�n que discierne el Premio Nacional del Deporte de Chile. 2� Designar por los Comit�s a los seis representantes del Senado ante la Uni�n Interparlamentaria Mundial, comunicando sus nombres a la Mesa. 3� Celebrar una sesi�n de Comit�s el pr�ximo lunes 10 del actual, a las 15 horas, en la sede del Senado en Santiago, con invitaci�n a los se�ores Ministros del Interior y Secretario General de la Presidencia. 4� Rendir homenaje a la Fuerza A�rea de Chile y a la Aviaci�n Civil chilena al inicio de la sesi�n del mi�rcoles 2 de abril pr�ximo. V. ORDEN DEL D�A POSTERGACI�N DE ENTRADA EN VIGENCIA DE REAVAL�O DE BIENES RA�CES AGR�COLAS Y FACULTAD DELEGADA EN MATERIA DE PLANTAS DE SERVICIO DE IMPUESTO INTERNOS El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que posterga la entrada en vigencia de los reaval�os de bienes ra�ces agr�colas y faculta al Presidente de la Rep�blica para dictar el texto refundido y actualizado que indica, con segundo informe de las Comisiones de Hacienda y de Agricultura, unidas. --Los antecedentes sobre el proyecto (2888-01) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 7�, en 9 de abril de 2002. Informes de Comisi�n: Agricultura, sesi�n 22�, en 20 de agosto de 2002. Hacienda, sesi�n 22�, en 20 de agosto de 2002. Hacienda y Agricultura, unidas (nuevo), sesi�n 3�, en 8 de octubre de 2002. Hacienda y Agricultura, unidas (segundo), sesi�n 27�, en 22 de enero de 2003. Discusi�n: Sesiones 4�, en 9 de octubre de 2002 (queda para segunda discusi�n); 5�, en 15 de octubre de 2002 (se aplaza su discusi�n); 22�, en 7 de enero de 2003 (se aprueba en general). El se�or HOFFMANN (Secretario).- El proyecto fue aprobado en general por el Senado en sesi�n de 7 de enero del a�o en curso. Las Comisiones unidas de Hacienda y de Agricultura dejan constancia, para los efectos reglamentarios, de que el art�culo 1� no fue objeto de indicaciones ni de modificaciones, de manera que, de conformidad con lo establecido en el art�culo 124 del Reglamento de la Corporaci�n, corresponde darlo por aprobado. --Se aprueba. El se�or HOFFMANN (Secretario).- En seguida, el segundo informe de las Comisiones unidas se�ala que fueron presentadas cuatro indicaciones al texto aprobado en general, las que, luego de sucesivas votaciones, fueron rechazadas. En la primera votaci�n se registraron cuatro votos a favor de las indicaciones (de los Senadores se�ores Cariola, Garc�a, Moreno y Stange) y cuatro en contra (de los Senadores se�ora Matthei y se�ores Boeninger, Naranjo y Ominami). Repetida la votaci�n en conformidad a lo dispuesto en el art�culo 182 del Reglamento, nuevamente se produjo un empate, cuya resoluci�n qued� pendiente para la siguiente sesi�n ordinaria de las Comisiones unidas. En la tercera votaci�n, se pronunciaron a favor de las cuatro indicaciones los Senadores se�ores Garc�a, Moreno, Stange y Orpis (este �ltimo en su calidad de miembro de la Comisi�n de Agricultura) y en contra lo hicieron los Honorables se�ores Boeninger, Naranjo, Ominami y Orpis, ahora como integrante de la Comisi�n de Hacienda. Por haberse producido de nuevo un empate, las indicaciones se dieron por desechadas, de conformidad con lo dispuesto en el art�culo 182 del Reglamento. Las Comisiones de Hacienda y de Agricultura, en consideraci�n al resultado de las votaciones rese�adas, proponen a la Sala aprobar el proyecto en los mismos t�rminos en que fue despachado en general por el Senado. La Secretar�a de las Comisiones unidas elabor� un bolet�n comparado dividido en cuatro columnas: la primera consigna el texto de la ley N� 19.575, que prorrog� la vigencia de los aval�os de los bienes ra�ces agr�colas; la segunda contempla el texto aprobado en general por el Senado; la tercera se�ala que no se propone ninguna modificaci�n en el segundo informe, y, finalmente, la �ltima contiene el texto aprobado por las Comisiones unidas, que, como he dicho, es el mismo que fue despachado en general. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Solicito autorizaci�n para que ingresen a la Sala la Subsecretaria de Hacienda, se�ora Mar�a Eugenia Wagner, y la Asesora de dicha repartici�n, se�ora Catalina Bau. --Se accede. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En discusi�n particular. El debate general ya se hizo. No se ha renovado ninguna indicaci�n. S�lo cabe pedir votaci�n separada para alg�n art�culo. El se�or MORENO.- Se�or Presidente, pido votaci�n separada de los art�culos que en las Comisiones unidas fueron objeto de indicaciones y en cuya votaci�n se empat�. El se�or LARRA�N.- Que se vote art�culo por art�culo. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- S�, art�culo por art�culo. El se�or OMINAMI.- Pido la palabra. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Si no hay inconveniente, tiene la palabra el Senador se�or Ominami, luego de lo cual se iniciar� la votaci�n. El se�or OMINAMI.- Como Presidente de las Comisiones unidas, quisiera complementar la informaci�n que ha entregado la Mesa respecto de los alcances fundamentales de esta iniciativa. Las Comisiones unidas, luego de dos reuniones, aprobaron el proyecto en los mismos t�rminos en que lo hizo la Sala, toda vez que se rechazaron las indicaciones que se presentaron. Lo importante es lo siguiente. Si se aprueba el informe, el reaval�o -que se har�a por primera vez despu�s de 22 a�os- regir�a a partir del 1� de julio de este a�o, con un conjunto muy importante de beneficios. Eso es lo que se establece. Si, por el contrario, el informe se rechaza -o sea, si se desechan los art�culos que fueron objeto de indicaciones, el reaval�o tendr�a vigencia -tal cual lo plante� la C�mara de Diputados- a contar del 1� de enero del pr�ximo a�o, sin ninguno de los beneficios se�alados. �se es, rigurosamente, el debate planteado. Lo hago presente para que no nos equivoquemos respecto de lo que se est� votando. Es muy importante precisar cu�l es el alcance fundamental de la normativa. En un caso, el reaval�o se posterga hasta el 1� de julio de este a�o, con un conjunto muy importante de beneficios; en el otro, �stos simplemente se "caen" y la pr�rroga del reaval�o se extiende hasta el 1� de enero. Eso es lo que, en sustancia, se discute. Ya se han aplicado doce ampliaciones de plazo, en virtud de las cuales el sector agr�cola mantiene, a mi juicio injustificadamente, aval�os que datan de principios de los a�os 80. Es decir, no se han modificado durante 22 a�os. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se discutir� art�culo por art�culo. Respecto del 1�, ofrezco la palabra. De otro modo, entramos a un debate general. El se�or LARRA�N.- Lo que pasa es que el se�or Presidente dio la palabra ... El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- S�, al Presidente de las Comisiones unidas. Yo consult� y hubo acuerdo en otorgarle la palabra. El se�or LARRA�N.- Pero no ha habido discusi�n general. El se�or MORENO.- Nosotros nunca nos negamos a darle la palabra... El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Vamos a abrir debate en general. Eso es lo que estoy haciendo ver. El se�or MORENO.- S�. Hay que precisar algunos aspectos, se�or Presidente. El se�or LARRA�N.- Quiero hacer un alcance sobre lo planteado por el se�or Presidente de las Comisiones unidas, que yo, como miembro de ellas, interpreto de modo enteramente distinto. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Bien. Consecutivamente, y por cinco minutos, tienen la palabra los Senadores se�ores Larra�n y Moreno. Luego se proceder�a a votar. El se�or LARRA�N.- Muchas gracias, se�or Presidente. Creo que ocupar� menos tiempo del que se me ha asignado. Lo que acaba de exponer el Honorable se�or Ominami en su calidad de Presidente de las Comisiones unidas corresponde a su interpretaci�n del informe. Quienes sostenemos una posici�n distinta pensamos de modo diferente del se�or Senador y de quienes puedan compartir su opini�n, sea el Gobierno o cualquier instituci�n de la Rep�blica. Como muchos, queremos un trato igualitario en el �rea de las contribuciones de bienes ra�ces, tanto rurales como urbanos. Este proyecto mantiene una diferenciaci�n, por cuanto para estos �ltimos se est� buscando un acuerdo (hoy en la C�mara de Diputados) que entrar�a a regir en 2005, no antes, mientras que en el proyecto que nos ocupa se busca una entrada en vigencia a partir de ahora. Los partidarios de postergar no somos contrarios a los beneficios que esta normativa dispone. Queremos que los reaval�os agr�colas se apliquen en el mismo momento en que rijan para los sectores urbanos. En consecuencia, entendemos la votaci�n de manera distinta. Creemos que se debe apoyar el art�culo 1�, porque es inevitable para que la autoridad, el Gobierno, que es quien tiene iniciativa en la materia, proponga un proyecto con las caracter�sticas se�aladas en los art�culos 2� y siguientes, de manera semejante a lo que se est� haciendo en el �mbito de las contribuciones de bienes ra�ces urbanos. Pero todo ello a contar de 2005. Eso es lo que deseamos. Estamos pidiendo al Ejecutivo que fije la vigencia de las contribuciones en esa fecha. Porque, de lo contrario, nos parece que nuevamente el sector rural ser� objeto de discriminaci�n. Creemos que, al final, este proyecto sube el costo en el �rea rural, porque las recaudaciones del Fisco aumentar�n, en t�rminos reales, en 10 por ciento, lo cual no constituye un mero reajuste. Es un reajuste con aumento de la recaudaci�n fiscal, sea o no �ste el objetivo que se persigue con la iniciativa. Pero �se es el resultado concreto. Hay agricultores -peque�os, medianos- que hoy, en el saldo promedio, pagar�n m�s que antes, con 10 por ciento de aumento aproximado en la recaudaci�n fiscal. Si se dijera que es un puro reajuste, no se ve por qu� �ste se acompa�a con un incremento de la recaudaci�n. Por lo tanto, nos oponemos a eso. Si este proyecto empezara a regir el 1� de enero de 2005, mi posici�n ser�a distinta, porque ello ser�a coherente con los dem�s reg�menes que se est�n estableciendo en esta materia. Pero, como no es as�, resulta discriminatorio para el sector rural. Con esta actitud contraria pretendemos que el Ejecutivo se haga cargo de esta inquietud, a petici�n del sector agr�cola, postergando la vigencia de la iniciativa hasta la fecha que he se�alado. �sa es la posici�n que sostenemos. He dicho. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador Moreno. El se�or MORENO.- Se�or Presidente, primero, quiero informar al Senado acerca de las votaciones en las Comisiones unidas. Efectivamente, de acuerdo con el Reglamento, se produjeron rechazos, y as� lo manifiesta el informe. Pero lo que hay que explicar es que hubo dos empates sucesivos, en dos d�as distintos. Por lo tanto, la divisi�n al interior de las Comisiones es m�s que evidente. Y no puede quedar establecido que el criterio del Senado era mayoritariamente favorable a una visi�n, porque no fue as�. En segundo lugar, lamento que a lo largo de esta discusi�n -que ha durado muchos meses- el Ejecutivo no haya captado los fundamentos de la argumentaci�n de quienes creemos err�neo y desacertado plantear la iniciativa en los t�rminos en que se est� votando. Lo primero que debe aclararse es que no puede pretenderse homologar el concepto de contribuci�n de bienes ra�ces a lo que es la habitaci�n urbana, a lo que significa la aplicaci�n de un tributo a la propiedad habitada y que constituye la �nica fuente de trabajo de quien la ocupa. �se es un aspecto que, desgraciadamente, no se ha querido comprender. A prop�sito de eso, es bueno ilustrar al Senado acerca de un argumento que no se tuvo presente en la discusi�n general del proyecto. Los usuarios del INDAP, todos peque�os agricultores, deben reunir tres requisitos para continuar en esa condici�n: primero, poseer una propiedad no mayor de doce hect�reas de riego b�sico; segundo, habitarla, trabajarla permanentemente y que constituya su fuente principal de ingresos; y tercero -aqu� viene la incidencia de este proyecto-, que el valor de todos sus activos no supere las 3 mil 500 unidades de fomento, entendi�ndose por activos el valor que se asigna a su propiedad, a su casa, a sus maquinarias; o sea, a todo lo que tenga comprometido en su gesti�n. De acuerdo con los c�lculos que hemos hecho, probando en distintas comunas de la Regi�n que represento, levantar el sistema de aval�os agr�colas significa que un n�mero importante de campesinos hoy usuarios de INDAP queden excluidos del mecanismo que les permite recibir cr�ditos. Ellos son precisamente los m�s productivos, los m�s eficientes, aquellos que han instalado un "packing" o sistemas de procesamiento, que han invertido y tienen incluso la posibilidad de trabajar en otras condiciones. Ellos ser�an penalizados al quedar fuera del se�alado sistema crediticio. En consecuencia, hago m�o lo dicho por el Senador se�or Larra�n. Estamos disponibles para que se pueda homologar (en las fechas, no en los criterios) el sistema de reaval�os que se aplica en el pa�s. ��ste es un solo pa�s! Por lo tanto, si est� fijado el 1 de enero del a�o 2005, no tengo ning�n inconveniente en que, acondicionado a las peculiaridades del sector rural, funcione tambi�n en esa fecha. Insistir en esto hoy significa, en t�rminos claros y concretos, que lo que se quiere es cobrar impuestos ahora, dentro del mecanismo existente. No se trata de que alguna gente salga de la tabla de cobranza de Impuestos Internos -�no!-, sino de que m�s contribuyentes entren al sistema. Las aritm�ticas no enga�an. El proyecto no s�lo est� dise�ado para decir: "pongamos t�rmino a una injusticia". �No, se�or! Los que se desenvuelven en la agricultura y desarrollan una buena actividad, est�n pagando de acuerdo a la contabilidad. Por ah� lo est�n haciendo. Por lo tanto, esto apunta derechamente a quienes se encuentran en una situaci�n que requiere ayuda y apoyo, y no que se les coloque un escollo en la compleja etapa en que se encuentran. Por esas razones votar� en contra, no con el objeto de generar un conflicto, sino de obligar -ya que no tuvimos la capacidad de lograrlo por la v�a del di�logo- a que se busque una soluci�n en los t�rminos indicados. Nada m�s, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Debo hacer presente que estamos en la discusi�n particular. El se�or Secretario va a empezar a tomar la votaci�n art�culo por art�culo. Cada se�or Senador puede pedir la palabra. No puedo abrir m�s debate, porque con ello se infringe la norma, y yo ser�a el culpable. Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario).- El art�culo 2� del proyecto, dice lo siguiente: "Fac�ltase al Presidente de la Rep�blica para que dentro del plazo de 180 d�as, contado desde la fecha de publicaci�n de la presente ley, fije el texto refundido y actualizado de las normas que establecen las plantas de personal del Servicio de Impuestos Internos y los respectivos requisitos de ingreso y promoci�n.". El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En discusi�n. Ofrezco la palabra. El art�culo 2� es el que faculta para refundir. No tiene nada que ver con el reaval�o de los bienes agr�colas. El se�or LARRA�N.- �Y el art�culo 1�? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Est� aprobado. No fue objeto de indicaciones. Ofrezco la palabra sobre el art�culo 2�. Cerrado el debate. Si le parece a la Sala, se dar� por aprobado el art�culo 2�. Aprobado. El se�or HOFFMANN (Secretario).- A continuaci�n, corresponde debatir el art�culo 1� transitorio. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En discusi�n. Ofrezco la palabra. La tiene el Honorable se�or Garc�a. El se�or GARC�A.- Se�or Presidente, en el mismo sentido en que han intervenido ya los Honorables se�ores Larra�n y Moreno, debo decir que estamos muy cerca de llegar a un acuerdo. En realidad, no se ve ninguna raz�n para que homologuemos la fecha de entrada en vigencia del reaval�o de los bienes ra�ces urbanos con la de los bienes ra�ces agr�colas para el 1 de enero del a�o 2005. Tambi�n debo insistir en que este procedimiento no conduce a que logremos los acuerdos necesarios para el desarrollo de nuestra agricultura. Por esa raz�n, aun estando de acuerdo con lo que dispone el art�culo 1� transitorio en el sentido de que se van a establecer plazos para pagar los incrementos que surjan en las contribuciones de bienes ra�ces, como una forma de llamar la atenci�n del Ejecutivo e insistir en nuestra petici�n en cuanto a que esto comience a regir a partir del 1 de enero del 2005, anuncio mi voto en contra del art�culo 1� transitorio. Gracias, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Con la autorizaci�n de la Sala, puede hacer uso de la palabra la se�ora Subsecretaria. La se�ora WAGNER (Subsecretaria de Hacienda).- Se�or Presidente, quisiera aclarar lo mencionado en la Sala respecto de que existe un trato desigual entre el sector agr�cola y el sector urbano. Efectivamente, en el pasado ha habido un trato desigual, pero en la direcci�n contraria a la planteada aqu�. Porque las propiedades del sector urbano fueron reavaluadas en 1995, y lo que se se�ala en el acuerdo es que este reaval�o se lleve a efecto a los 10 a�os, es decir, en el 2005. En cambio, el �ltimo reaval�o para el sector agr�cola se efectu� en 1982. O sea, hace m�s de 20 a�os. Por lo tanto, cuando estamos diciendo que lo haremos en julio del 2003, estamos posterg�ndolo en m�s de 20 a�os. Por consiguiente, no creemos que con este proyecto estemos dando un trato desigual negativo al sector agr�cola, sino que, por el contrario, le estamos dando un trato desigual mucho m�s favorable. En segundo t�rmino, deseo aclarar que, efectivamente, las indicaciones presentadas en la Comisi�n de Hacienda por varios se�ores Senadores disminuyen los beneficios que esta iniciativa entrega a los agricultores de Chile. Muchas gracias. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Ofrezco la palabra. Tiene la palabra el Honorable se�or Foxley. El se�or FOXLEY.- Se�or Presidente, quienquiera que lea el art�culo 1� transitorio, a lo mejor, va a preguntarse por qu� se ha propuesto esta f�rmula tan compleja. Debo decir -creo justo se�alarlo aqu�- que, despu�s de muchos a�os de estar analizando proyectos de ley de car�cter econ�mico, dif�cilmente se puede encontrar un caso en el cual el Gobierno haya estado m�s dispuesto, como en �ste, a flexibilizar al m�ximo la f�rmula de aplicaci�n de determinada norma tributaria, con el objeto precisamente de no perjudicar a aquellos que, por niveles de ingreso, por precariedad econ�mica, por tama�o de predio, por calidad de la tierra, etc�tera, no tienen capacidad real de pagar impuestos. Quienes trabajamos en la Comisi�n hemos sido testigos de la tremenda flexibilidad del Gobierno y de su gran buena voluntad para recoger las observaciones que formularon distintos Parlamentarios, algunos de los cuales representan a regiones agr�colas, para evitar un impacto inadecuado y negativo sobre los niveles de ingreso y de vida de determinados sectores, en especial campesinos. Debo destacar ante el Senado que incluso tuvimos la oportunidad de conocer una matriz muy detallada con la clasificaci�n de los contribuyentes agr�colas de acuerdo con distintas variables, y tomamos especial cuidado en que nadie recibiera un impacto desmedido al pasar de un sistema de tributaci�n a otro. Tan as� es que, producto de esto, 70 mil peque�os campesinos ver�n bajar sus contribuciones, en lugar de que suban. Por lo tanto, son directamente beneficiados por este proyecto de ley. Otro punto que quiero resaltar -somos varios los que hemos estado abocados a esta clase de temas en los �ltimos doce a�os- dice relaci�n con que aqu� se ha convertido en una especie de ritual cansado el hecho de que todos los a�os, buscando argumentos del m�s variado tipo y pidiendo unos meses m�s para elaborar bien las cosas, se ha logrado durante 12 a�os la aprobaci�n de leyes que discriminan contra a los sectores de la econom�a chilena y favorecen al sector agr�cola, que es el �nico que no est� sometido a las mismas normas tributarias, lo cual no es sano para un pa�s. No es sano que en una econom�a que quiere competir internacionalmente, donde hay mucha gente que ha hecho un esfuerzo enorme por aumentar su productividad y las condiciones con que genera riqueza, simplemente se diga: "mire, este sector no se la puede". Y como nunca se la puede, nunca va a pagar impuestos, y tendr� una condici�n privilegiada respecto del resto, con el argumento, por cierto, de la equidad social y de impedir, a trav�s de esta legislaci�n, que las personas que se desenvuelven en el sector agr�cola paguen tributos. M�s a�n -insisto-, se ha tomado el cuidado de que 70 mil personas que hoy pagan tributos, ma�ana no lo har�n. Por lo tanto, se trata de una cuesti�n obvia y elemental, y no s�lo de justicia en el sentido espec�fico de los campesinos pobres, sino de justicia tributaria m�s general. En un pa�s donde todos somos iguales ante la ley, todos debemos pagar impuestos. Francamente, enfrentado por duod�cima o decimotercera vez a una situaci�n como �sta, yo por lo menos no tengo cara para decir que de nuevo encontramos un argumento para que esta gente no pague impuestos. Ello no me parece razonable. Creo que la f�rmula propuesta en el art�culo 1� transitorio -insisto, mirado en forma positiva- garantiza que nadie deber� hacer un esfuerzo tributario adicional importante, que la aplicaci�n del reaval�o ser� muy gradual. Se ha tomado en consideraci�n el hecho de que la situaci�n econ�mica general es dif�cil y de que se trata de no perjudicar a quienes se hallen en esa condici�n. El texto refleja flexibilidad, esp�ritu de acuerdo, y me parece que lo �nico que corresponde, despu�s del intenso trabajo de muchos meses, es simplemente aprobar el art�culo 1� transitorio. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Larra�n. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, por las razones que mencion� anteriormente y las que hice presente ahora en el debate, me voy a oponer a la aplicaci�n del art�culo en comento. Y no quiero insistir m�s en ello para no cansar a algunos se�ores Senadores que sienten temor cuando uno habla del tema agr�cola. Sin embargo, no puedo dejar pasar lo se�alado por el Honorable colega que me antecedi� en el uso de la palabra, quien se refiri� al sector agr�cola como si se tratara de un sector inv�lido o lisiado, desde el punto de vista productivo, y que requerir�a anualmente una Telet�n o algo semejante para poder mantenerse. No es as�. Los agricultores, los trabajadores del campo, son tan capaces como los dem�s chilenos para llevar adelante sus actividades productivas. Pero el resultado, el rendimiento no depende de su esfuerzo, sino de reglas ajenas a su voluntad. Y �ste es el debate que hemos sostenido una y otra vez en esta Sala para intentar sensibilizar a algunos sectores que no comprenden la naturaleza del problema agr�cola. �ste no radica en la calidad del trabajo ni en la necesidad de tener apoyo o muletas para desarrollar la actividad, sino en algo muy simple: en que, ante las reglas del juego proteccionistas en el �mbito internacional, se distorsiona el mercado externo e interno. Y eso hace que se deban adoptar medidas distintas, porque �ste es el �nico sector productivo con tal nivel de intervenci�n en el extranjero. Por eso, diferentes Gobiernos como el militar, el de don Patricio Aylwin, el de don Eduardo Frei Ruiz-Tagle -quien est� presente en la Sala-, el de don Ricardo Lagos, durante muchos a�os han planteado la pr�rroga de los reaval�os del sector. Incluso el se�or Senador que me precedi� en el uso de la palabra, cuando fue Ministro de Hacienda, posterg� la vigencia del reaval�o por las razones se�aladas. Ocurre que esas consideraciones, en el orden internacional, no han variado. Chile hace esfuerzos por cambiarlas, forma parte del grupo Cairns, etc�tera, y no han sido modificadas. Por lo tanto, mientras las reglas del juego para el sector agr�cola a nivel internacional sean distintas, es evidente que nuestro pa�s no puede quedar indiferente si quiere que �ste permanezca. Hay que decidir entre esto �ltimo, o si queremos vivir de los subsidios externos. Porque, en definitiva, cuando se subsidia un producto agr�cola en el exterior, lo que esa naci�n hace es exportar subsidio. Y competimos contra subsidios extranjeros que no tienen los apoyos que da INDAP y otros puntos de comparaci�n con respecto al nivel, cantidad y oportunidad de esos mismos en su actividad. En consecuencia, �se es el problema del sector agr�cola. No se trata, por lo tanto, de una actividad que necesite apoyo porque quienes la llevan a cabo sean incapaces, ineptos, sino porque hay una situaci�n objetiva diferente. Y queremos cambiarla. No depende de nosotros. Por lo tanto, �c�mo hacemos para solucionar el problema de dicho sector? Tengo la percepci�n de que las pol�ticas agr�colas -no me refiero al actual Gobierno o a otro anterior, sino en general- no lo han resuelto. Y no se trata de un problema que s�lo ata�e a Chile, sino que es bastante generalizado. Me parece justo que, cuando fijemos las reglas del juego, quienes representamos a esos sectores agr�colas tengamos en consideraci�n que no podemos aplicar en forma igualitaria lo que es diferente, porque estar�amos cometiendo una grave injusticia. A los otros sectores productivos s� les podemos pedir que compitan de igual a igual, dado que en el exterior hay -matices m�s, matices menos- una situaci�n de equilibrio. La revista "The Economist", en una edici�n del a�o pasado, dio a conocer la diferencia que existe en cuanto a proteccionismo a nivel internacional entre el sector agr�cola y los dem�s sectores productivos. �sta era de uno a diez. Es decir, el porcentaje de apoyo, subsidio, restricciones de mercado, en el �mbito productivo en general -reitero: a nivel internacional- es aproximadamente de cuatro por ciento, y en el agr�cola, de 40 por ciento. �sa es la diferencia. Por eso decimos que no se est� discriminando para favorecer a alguien que no puede hacerlo de otra forma. No. Estamos tratando de restituir la justicia, porque el mercado est� distorsionado afuera, y eso nos produce distorsiones internas. De ah� que la situaci�n agr�cola sea complicada y que los rendimientos sean muy bajos, salvo en algunas actividades fundamentalmente exportadoras en este �mbito como la frut�cola, la hort�cola, el �rea forestal -que es m�s bien silv�cola-, que pueden competir en el exterior con sus productos y que no tienen dificultades. Pero el resto del sector, cuando se trata de peque�os agricultores, no se encuentra en las mismas condiciones. Exc�seme, se�or Presidente, que haya reiterado esta argumentaci�n, pero es el fundamento esencial del porqu� es necesario a veces, en ciertas materias, tener posiciones distintas. El �rea agr�cola lo justifica. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Cariola. El se�or CARIOLA.- Se�or Presidente, anuncio mi voto a favor del art�culo 1� transitorio por los siguientes motivos. Yo me pronunci� en contra en las Comisiones unidas y voy a cambiar mi voto despu�s de haber conversado con los dirigentes gremiales, tanto de peque�os como de medianos y grandes agricultores de mi Regi�n. Discutimos este tema sobre la siguiente base. Una es la realidad: si se rechazan los art�culos transitorios se pierden los beneficios de la gradualidad. Por otra parte, es un tema muy interesante. Aqu� se introduce la opci�n de declarar bas�ndose en la rentabilidad efectiva, algo que puede ser muy atractivo para muchos agricultores. Ello se har�a a trav�s de una contabilidad simplificada en t�rminos tales -seg�n me se�al� el Ministerio de Hacienda y el Servicio de Impuestos Internos- que no represente a los agricultores una dificultad muy grande. Porque ocurre que muchos de ellos declaran, sobre la base de la renta presunta, un monto mayor de lo que pagar�an si lo hicieran tomando en cuenta la renta efectiva. Y m�s importante que eso para muchos agricultores es la utilizaci�n del IVA. En efecto, al declarar sobre la base de la renta efectiva, podr�n emplear el impuesto al valor agregado en t�rminos bastante m�s provechosos. �se es un beneficio concreto que se obtendr�a al llevar la contabilidad simplificada. Adem�s, la gradualidad establecida en la norma tambi�n beneficiar�a a los agricultores. Sin embargo, me parece que lo m�s relevante es la actitud de �stos. Ellos no desean ser calificados como un sector de la econom�a que no es viable. Por el contrario, no s�lo es viable, sino muy vigoroso. Y, como se�alaron los Senadores se�ores Foxley y Larra�n, han hecho tremendos esfuerzos para mejorar su rentabilidad y bajar sus costos. Los motivos por los cuales la rentabilidad de este sector, sobre todo de la agricultura tradicional y la del sur, es muy baja, son completamente distintos. Por lo tanto, conforme a lo que hemos conversado con ellos, la soluci�n no radica en no subirles las contribuciones o en que no paguen ese tributo. Lo que se busca es resolver los problemas que afectan al sector, pero no por la v�a de excluirlo, con respecto al resto del pa�s, de cumplir con la obligaci�n de efectuar su contribuci�n por la v�a del impuesto territorial. M�s a�n: en muchos casos -ellos lo saben- gran parte de los recursos ser�n destinados a financiar a las municipalidades peque�as, las rurales. Por lo tanto, tambi�n ir�n en beneficio de la gente que vive en regiones. Sin embargo -repito-, el punto m�s claro para m�, conceptualmente, es que la soluci�n del problema no va por la v�a de no incorporar al sector agr�cola al reajuste de los aval�os y, por ende, al pago de una mayor tributaci�n �cuyo efecto, por lo dem�s, en virtud de los art�culos transitorios, se ve morigerado-, sino que m�s bien (y eso es lo que esperan el sector agr�cola y el Senado de aprobarse el proyecto en an�lisis) en t�rminos de que, cuando se traten los temas que afectan a la agricultura tradicional y del sur, haya sensibilidad para abordarlos en forma seria y eficaz. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Naranjo. El se�or NARANJO.- Se�or Presidente, me parece que algunos se�ores Senadores, equivocadamente, pretenden resolver los problemas de la agricultura a trav�s de un instrumento inadecuado. En el transcurso del debate he escuchado por primera vez en mi vida �lo que me sorprende, pese a no ser un experto en materia agr�cola- que el aumento de las contribuciones se transforma en un proceso que puede inhibir o activar a la agricultura. Y qued� muy sorprendido tambi�n cuando se argument� que eso, inclusive, generar�a fen�menos migratorios en el sector. Mi estupor fue mayor cuando se sostuvo que se paralizar�a la actividad agr�cola y que habr�a serios problemas de desocupaci�n. Frente a tales hechos, uno debe ser fr�o y recurrir a las cifras. Algunos han dicho: "�Pobres agricultores que de exentos ahora tendr�n que pagar contribuciones!". Pero, �qu� significa esto? Que quienes hoy en d�a est�n liberados de impuestos van a pagar como m�ximo 10 mil pesos. Se�or Presidente, perm�tame relacionar esas afirmaciones con otra situaci�n. Siempre decimos que el sistema financiero no quiere dar cr�ditos a los agricultores. Pero si el due�o de un banco estuviese sentado en las tribunas y escuchara que el sector rural no es capaz de pagar 10 mil pesos, �le otorgar�a un pr�stamo? �C�mo le hacemos da�o al sector rural demag�gicamente! Porque digamos con franqueza y claridad: esto no afecta a los peque�os propietarios agr�colas �a quienes algunos se�ores Senadores defienden, seg�n lo han dicho-, pues ellos seguir�n exentos. El se�or OMINAMI.- Cuatrocientos treinta y ocho mil. El se�or NARANJO.- Anota el se�or Senador que 438 mil peque�os propietarios agr�colas continuar�n exentos. Ayer convers� sobre el tema con el Honorable se�or Gazmuri, quien tambi�n me mencion� ese antecedente. Se�or Presidente, perm�tame acotar las cosas. Primero, esto no afecta a los peque�os propietarios agr�colas. Entonces, no digamos majaderamente que se los perjudicar�, pues no es efectivo. Segundo, quienes hoy est�n exentos comenzar�n a pagar como m�ximo 10 mil pesos. Pero no se se�ala que 70 mil modestos agricultores afectos actualmente a contribuciones van a quedar marginados de ellas. Por consiguiente, si deseamos dar se�ales claras de que queremos ayudar al sector rural para que efectivamente progrese, no entreguemos herramientas �seg�n se desprende de la discusi�n- que en realidad sirven como argumento a quienes rechazan el cooperar con ese prop�sito. Reitero que siempre hemos reclamado �tambi�n lo han hecho muchos se�ores Senadores que son contrarios a esta iniciativa- que el sector agr�cola no tiene qui�n lo financie y que no se le permite endeudarse. Pero cuando uno observa este tipo de discusiones, cabe repetir la interrogante: �Qui�n desear�a prestar dinero a un sector que no es capaz de pagar 10 mil pesos? Lo que hoy d�a se ofrece es un gran negocio. De lo contrario, cuando despu�s se aplique el reaval�o autom�tico, nada de la proposici�n moderada, prudente, flexible y buena para el sector agr�cola que hoy d�a se presenta, se podr� conseguir. Por eso, defiendo al sector agr�cola -ahora m�s que nunca-, por creer que el proyecto en debate contiene una buena soluci�n que no conviene seguir postergando. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or �vila. El se�or �VILA.- Se�or Presidente, da la impresi�n de que la complejidad mayor de la discusi�n radica en el hecho de que este art�culo transitorio ofrece m�s dificultades que las que es posible deducir a simple vista. En efecto, se nos informa que con su aprobaci�n se beneficiar�an m�s de 70 mil agricultores. Por su parte, tambi�n se consigna que los beneficios por entregar se encuentran ligados a la vigencia de la ley. De ah� que todo esto desaparecer�a en el caso de rechazarse la iniciativa en debate. Cabr�a concluir que el ritual de defensa a fardo cerrado que se hace a�o tras a�o -como lo confes� el Senador se�or Larra�n-, no calza autom�ticamente en la iniciativa, porque hay un conjunto de elementos muy convenientes que deben tomarse en cuenta, dado que constituyen un incentivo para el sector agr�cola. En consecuencia, pienso que el debate debe ser m�s fino y m�s complejo; y que, por lo tanto, la decisi�n que se adopte ha de ser coherente con aquello. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Moreno. El se�or MORENO.- Se�or Presidente,... El se�or PIZARRO.- �Otra vez va a intervenir, Su Se�or�a! El se�or MORENO.- S�, desgraciadamente debo hacerlo, porque hay que precisar algunos argumentos. En la Sala se est� tratando de generar la imagen de que el proyecto libera del pago de tributos a 70 mil peque�os agricultores. Sin embargo, aqu� debe quedar bien claro -ello se debati� en las Comisiones- que, entre agricultores que dejan de pagar impuestos y agricultores que comienzan a pagarlos, la plantilla actual aumentar� en cerca de 9 mil. Por lo tanto, no est�n disminuyendo. Se puede hacer un juego aritm�tico, pero en la pr�ctica un n�mero mayor de personas entran a pagar contribuciones que las que dejan de hacerlo. Eso, seg�n se consigna en los documentos que nos han presentado y en el debate que tuvimos. El segundo punto que considero importante aclarar dice relaci�n a que no se trata de dramatizar lo que un sector determinado genere o no genere. Sin embargo, yo, por lo menos, tengo la obligaci�n de referirme al tema y decir que he quedado profundamente desconcertado, porque, pese a que durante la discusi�n del Acuerdo entre Chile y la Uni�n Europea se nos dijo aqu� que las cosas eran de determinada manera, a los pocos d�as el propio Ministro de Hacienda inform� que lo que hab�amos aprobado en condiciones favorables -con argumentos muy similares a los escuchados esta tarde-, al final era un mal negocio para las arcas fiscales, pues el primer a�o habr� una menor entrada de 240 millones de d�lares y, al momento en que estuviera m�s avanzada la aplicaci�n del Acuerdo, de 600 millones de d�lares. �Nadie nos advirti� de esto antes de la votaci�n! En consecuencia, por lo que represento, tengo el derecho a referirme a la materia. Porque en realidad no se trata de un capricho ni de generar divisi�n o de presionar al Ministerio de Hacienda. Debe quedar en claro que la sociedad chilena �a la que representa el voto de algunos se�ores Senadores- tiene que hacer un gesto en favor del sector agr�cola y, en particular, del peque�o y mediano agricultor. ��sa es la cuesti�n! Con mucha raz�n algunos se�ores Senadores dicen: "Mire, yo pienso que esto es lo menos malo y lo acepto para ver si se cambia la fecha o que en la Comisi�n Mixta se busca otra soluci�n". Precisamente, la fortaleza de una Comisi�n Mixta radica en que se apruebe una se�al clara. Porque si se entrega una se�al confusa, implicar�a reconocer que, en realidad, el sector agr�cola estaba bajo protecci�n. Un se�or Senador, en presencia de otro Honorable colega, me formul� hoy la siguiente observaci�n: "�Qu� agricultor, mediano o peque�o, se ha hecho rico en Chile?". �Y a prop�sito de qu�? De que, a ra�z de las pol�ticas que se est�n desarrollando al respecto, un sector est� en condiciones extraordinariamente desventajosas. Por lo tanto, aqu� debe quedar en claro que estamos pidiendo un gesto de parte de la sociedad. Y el Gobierno, desgraciadamente, no ha querido comprender la situaci�n que atraviesa el sector agrario. Por esas razones, voy a insistir en votar en contra, como una manera de lograr que la se�al del Senado lleve a la Comisi�n Mixta a buscar una soluci�n. El se�or LARRA�N.- �Me permite una interrupci�n, con la venia de la Mesa? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Puede hacer uso de ella, se�or Senador. El se�or LARRA�N.- Quiero rectificar las cifras correspondientes a predios beneficiados y perjudicados, pues, de acuerdo con los antecedentes proporcionados en las Comisiones unidas �hay algunos cuyas contribuciones aumentan, otros en que �stas disminuyen, unos que pasan de exentos a afectos, y viceversa-, el total de los afectados por el aumento de los tributos es del orden de los 52.789. �Son poco m�s de 50 mil predios adicionales los que cambian de condici�n en t�rminos negativos! Y si hay tiempo, se�or Presidente, podemos revisar las cifras, pero aqu� tengo los documentos pertinentes. Por lo dem�s, en la exposici�n que hice en la Sala la primera vez que abord� esta materia, los desglos� detalladamente. No los traje ahora, porque entend� que �bamos a votar simplemente. Pero, en vista de lo sucedido, los mand� pedir. Efectivamente, algunos saldr�n beneficiados, pero m�s ser�n los perjudicados; y estamos hablando de m�s de 50 mil predios. Por lo tanto, aunque paguen poco, sus gastos van a aumentar. Por eso, me sumo a las palabras del Senador se�or Moreno en el sentido de que �con todo respeto y en forma leal- nuestra intenci�n es presionar en cierto modo a la autoridad para que prorrogue esta situaci�n hasta el 2005. Por tales razones, votaremos en contra los art�culos transitorios. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Como no hay otros se�ores Senadores inscritos, proceder� al cierre del debate y a la votaci�n nominal. El se�or NARANJO.- Se�or Presidente, s�lo una observaci�n. Creo que ser�a muy conveniente o�r a la se�ora Subsecretaria, porque, aunque no dispongo en este momento de los datos correspondientes, tengo la certeza de que el Senador se�or Larra�n est� equivocado, y de que las cifras son muy distintas. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Si la se�ora Subsecretaria pidiera la palabra para rectificarlas, tendr�a que solicitar la anuencia de la Sala. �Habr�a acuerdo al respecto? Tiene la palabra la se�ora Subsecretaria. La se�ora WAGNER (Subsecretaria de Hacienda).- Solamente quiero aclarar que los predios que pasar�an de exentos a afectos son alrededor de 25 mil, y no 52 mil, como se ha dicho. Quiero se�alar asimismo, como lo dije en la sesi�n pasada, que son 61 mil los predios cuyas contribuciones van a bajar por la aplicaci�n del proyecto que hemos propuesto. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En votaci�n. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, ya que estamos en este terreno, aclaremos las cifras. Precisamente tengo en mis manos el documento oficial que dice una cosa distinta. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se�or Senador, reglamentariamente no puedo dar el uso de la palabra a Su Se�or�a sin autorizaci�n de la Sala. Hay oposici�n al respecto. La se�ora MATTHEI.- Pida de nuevo la unanimidad. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Hay acuerdo para que use de la palabra el Honorable se�or Larra�n?. El se�or NARANJO.- Se�or Presidente, en la p�gina 5 del informe de las Comisiones� El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Senador Naranjo, tampoco puede hacer uso de la palabra. El se�or RUIZ-ESQUIDE.- Pero, �por qu�, se�or Presidente? El se�or NARANJO.- Solamente quiero ilustrar a los se�ores Senadores. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Si no hay acuerdo un�nime al respecto, no puedo otorgarla. En votaci�n nominal. -(Durante la votaci�n). El se�or RUIZ-ESQUIDE.- Se�or Presidente, lo primero que uno debe exigir para votar adecuadamente y con tranquilidad de conciencia es partir de algunos hechos concretos sobre los que debemos concordar. Lo primero es preguntar lo siguiente: �Estamos de acuerdo en proteger a la agricultura, especialmente al sector de menores ingresos? Creo que todos lo estamos. Personalmente, no comparto ciertas argumentaciones que aqu� se han dado en cuanto a la igualdad ante la ley en el pago de impuestos, salvo que uno entienda que ciertos sectores �no s�lo por razones econ�micas, sino de car�cter social- tienen que ser protegidos, aunque no est�n en condiciones de cumplir esa obligaci�n ni de contribuir al desarrollo. El desarrollo de la agricultura no es s�lo un problema econ�mico de los medianos y peque�os agricultores; tambi�n es un hecho social y cultural. La vida rural es algo m�s que la sola capacidad de producir determinados beneficios econ�micos. Y �se es un punto sobre el cual, obviamente, los Senadores no estamos de acuerdo, y nunca lo hemos estado en Chile. A su vez, cuando se analiza lo referente al desarrollo de la agricultura, debemos entender que hay diferentes maneras de abordar el tema. Un se�or Senador, cuyo conocimiento sobre la agricultura mucho respeto, dijo, sin embargo: "Si escuchara este debate, qu� empresa bancaria le prestar�a si no puede ganar diez mil". �Es que en Chile, se�or Presidente, los bancos no les van a prestar a esos agricultores aunque ganen cien mil! Tienen otro mecanismo de ingresos. De acuerdo con el sistema imperante en la actualidad�seamos claros-, sirve m�s a la econom�a el sembrar d�lares, acciones y pesos, y no trigo u otras cosas. Estamos en una econom�a con la cual tampoco concordamos, y que algunos encuentran fascinante. Yo la considero atroz. Y vuelvo a la observaci�n que hice al iniciar mi intervenci�n. Uno no puede votar en conciencia si no tiene claro cu�ntos ser�n favorecidos por la exenci�n y cu�ntos entran a pagar, como balance cuantitativo. Asimismo, debemos saber exactamente cu�l es el nivel de ingresos, de cuant�a productiva o d�nde est�n asentados aquellos que entran hoy a pagar m�s y que, por lo tanto, van a ser perjudicados con este proyecto. Y ah� viene un tema muy simple, que lo he planteado muchas veces en el Senado cuando, en la duda t�cnica, uno debe saber a qui�n protege y a qui�n no. Si a m� me dicen ma�ana que los m�s peque�os son los que entran a pagar, me ver� obligado a decir que no puedo aceptar esta f�rmula. Entonces, en la duda, obviamente me voy a guiar por ese principio que, aunque sea para muchos ir�nico mencionarlo, es la vieja tesis tomista de c�mo resolvemos la duda t�cnica de a qui�n apoyar: al m�s pobre o al menos pobre, cualquiera que sea la raz�n t�cnica que se use. Por lo tanto, se�or Presidente, como no se me ha aclarado, yo, en esa duda, recurro a esa tesis, y digo "No" a esta f�rmula, El se�or VALD�S.- Se�or Presidente, he mantenido cierta posici�n respecto a este asunto, derivada de la conciencia de que en el mundo entero la agricultura se protege. Chile est� usando la suya como el gran instrumento de los tratados de libre comercio, porque ella est� exteriorizando una capacidad que en el pa�s se revela como muy notable, desde el punto de vista de su eficacia, de su productividad. Pero no estoy en condiciones de votar en el otro aspecto, que es muy interesante, muy capital, concerniente a cu�les son las consecuencias para la agricultura, porque veo una cosa que no conoc�a del debate: que las cifras no est�n claras, que no hay hechos sobre los cuales pronunciarse. Y, en tal virtud, no puedo decir a qui�n afecta y a qui�n no o si es bueno o malo el proyecto, porque la se�ora Subsecretaria se�ala una cantidad y el Honorable se�or Larra�n... El se�or LARRA�N.- Estamos de acuerdo en las cifras, se�or Senador. El se�or VALD�S.- Eso aclara el asunto. De todas maneras, estimo inoportuno presentar la iniciativa. No me parece conveniente el cuadro, que, si bien puede significar una mejor�a para un grupo, no considero que sea una soluci�n adecuada para la agricultura. En consecuencia, voto en contra. El se�or VEGA.- Se�or Presidente, veo que estamos bastante "choleados". Y me preocupa que, respecto de un problema t�cnico, en donde todos debi�ramos estar absolutamente de acuerdo, no lo estemos, tal vez por las cifras. Obviamente, tambi�n me inclino por la protecci�n de todos los agricultores subdesarrollados, lo cual, desde siempre, ha constituido un peso muy serio para la econom�a y sociedad chilenas. Sin embargo, por otro lado, en los �ltimos 30 � 40 a�os hemos visto un repunte notable del sector, que -tal como lo se�al� el se�or Senador que me antecedi�- ha sido uno de los puntos esenciales en los acuerdos con Europa y Estados Unidos. Me queda claro, con relaci�n al apoyo que debe tener nuestra agricultura subdesarrollada, que m�s de 300 mil peque�os agricultores no pagar�n -y no lo hacen- con el proyecto. Otro 30 por ciento es el que est� liderando el sector en forma bastante brillante. Conozco muchos predios que se han empinado en los �ltimos 15 � 20 a�os, con una tecnolog�a absolutamente sobresaliente, y que hoy est�n exportando en forma muy beneficiosa para sus trabajadores. Hace unos d�as visit� uno donde hab�a 300 trabajadores recolectando ar�ndanos, con "packings" que parec�an quir�fanos. Y lo que se observa en el valle de Casablanca con las vi�as no exist�a hace diez a�os. As� que la agricultura ha puesto una cara realmente sobresaliente en nuestras relaciones internacionales. Por lo que escuch� del debate, los se�ores Senadores est�n todos de acuerdo en el proyecto. La �nica diferencia dice relaci�n a si la entrada en vigencia es a contar de junio de este a�o o a partir de 2005. Pienso que, ante el apremio que generar�n los acuerdos internacionales, es mejor comenzar cuanto antes, porque no se afectar� en gran medida, desde el punto de vista presupuestario, a los medianos agricultores que se est�n integrando al sistema. Y ello deben hacerlo, por cuanto el problema b�sicamente es de tecnolog�a, de educaci�n, no de presupuestos m�s o presupuestos menos. Es una cuesti�n mayor, que espero que tome muy en consideraci�n ahora el nuevo Ministro de Educaci�n, quien debe dar un toque maestro a la educaci�n tecnol�gica, que es lo que est� necesitando hoy el pa�s para sus pretensiones de desarrollo. Por estas razones, voto a favor. El se�or ARANCIBIA.- Se�or Presidente, los argumentos manifestados hoy en la Sala se han referido a n�meros de personas que entran y que salen. Pero, tomando en consideraci�n las cifras que me han sido entregadas, existe un mayor ingreso o recaudaci�n del orden de 3 mil millones de pesos, equivalentes m�s o menos a 10 por ciento de lo que se recauda actualmente. Entonces, con esta medida pondremos un palito m�s en el camino a nuestra agricultura, justo ahora que nos estamos incorporando a un mercado internacional que nos enfrentar� a una situaci�n dif�cil. A mi juicio, resulta recomendable y de toda l�gica hacer el ajuste despu�s de enfrentar aqu�l que nos plantee el comercio internacional en un campo tan competitivo como �ste. En consecuencia, voto en contra. El se�or �VILA.- Se�or Presidente, no aplicar� la visi�n tomista renovada del Senador se�or Ruiz-Esquide. Voto a favor. El se�or BOENINGER.- Se�or Presidente, comparto los razonamientos de quienes han hablado a favor del proyecto, y s�lo deseo destacar la argumentaci�n que, desde el sector agr�cola, ha realizado el Honorable se�or Cariola. Voto a favor. El se�or COLOMA.- Se�or Presidente, una cosa son los debates t�cnicos y, otra, los de hecho. Desde un punto de vista t�cnico, es discutible si se puede estar a favor o en contra. Como representante de una zona agr�cola, no me cabe duda de que �sta es una medida profundamente da�ina para la agricultura, particularmente para los medianos y peque�os productores. Sin embargo, una cosa distinta es el tema de los hechos. En el primer informe de las Comisiones de Hacienda y de Agricultura, unidas, figura el detalle de las cifras que hoy han estado en contraposici�n. El texto se�ala que el n�mero de predios afectos al pago de contribuciones aumenta en 17 mil 295; cu�l es la cuota promedio de los 25 mil 881 predios que pasan de exentos a afectos; que casi 37 mil predios se encuentran en el tramo de 75 a 100 por ciento de alza, que 10 mil 593 se hallan entre 50 y 75 por ciento y 18 mil 957 entre 25 y 50 por ciento; que 61 mil 210 predios bajan sus contribuciones y 8 mil 586 pasan de afectos a exentos. La suma de lo anterior indica que son algo m�s de 52 mil los predios afectados. Entonces, no entiendo por qu� se dice que s�lo se trata de 25 mil, en circunstancias de que el informe t�cnico se�ala que son m�s de 50 mil. �se es un problema de hecho. Se puede discutir en teor�a, por lo tanto, pero no se pueden alterar los efectos en la agricultura, seg�n expresa el propio informe de la Comisi�n. Por eso, adem�s de pronunciarme en contra, me parece fundamental establecer que este tipo de medidas afecta a m�s de 50 mil predios agr�colas. Voto que no. El se�or CORDERO.- Se�or Presidente, indiscutiblemente, tambi�n me hace mucho m�s fuerza la posici�n en contra. Sin embargo, si ella ganara, me beneficiar�a en lo personal, raz�n por la cual me abstengo. El se�or ESPINA.- Se�or Presidente, respecto del debate acerca de cu�ntos predios suben o bajan sus contribuciones, el Senador se�or Garc�a me acaba de proporcionar un documento emitido por la Subdirecci�n de Avaluaciones del Servicio de Impuestos Internos. Sobre el particular, el texto es bastante claro para se�alar que suben las contribuciones en 122 mil 585 casos y que bajan en 69 mil 796. Puedo proporcionarlo a los se�ores Senadores que deseen verlo. Se precisa que pasan a estar afectos 25 mil 881 predios y que pasan a estar exentos 8 mil 586. Entonces, no nos enga�emos: �ste es un aumento de contribuciones para un n�mero importante de agricultores. Quiero hacerme cargo, se�or Presidente, en los pocos minutos que quedan, de un argumento dado aqu�, que es absolutamente falso. Y perd�nenme que use esa expresi�n. Da la sensaci�n de que los agricultores tienen a un grupo de representantes en el Senado para venir a lloriquear y a pedir protecci�n. �Y eso es falso! La agricultura tradicional en Chile, comparada con la de los dem�s pa�ses, exhibe los m�s altos �ndices de competitividad. Su eficiencia no est� en discusi�n. Lo que ocurre es que no hay econom�a de mercado para la agricultura en el mundo cuando, hace unos meses, Estados Unidos dicta la "Ley California", aplaudida por todos los habitantes de ese pa�s, donde se establecen subsidios por 185 mil millones de d�lares para diez a�os. Entonces, la agricultura nacional no enfrenta a la estadounidense y a la europea en una libre y noble competencia. En las circunstancias actuales, pedir a los agricultores que aumenten sus contribuciones, a las puertas de la vigencia de tratados de libre comercio -todos han reconocido que, a lo menos, hay un sector que se ve afectado: precisamente, el agr�cola-, es absurdo e injusto. Tampoco puedo dejar de hacerme cargo del argumento de un se�or Senador en cuanto a que el gravamen s�lo sube 10 mil pesos y a que, en consecuencia, nadie va a dar cr�ditos a las personas que no pueden pagar esa cantidad. Estupendo argumento: �aumentemos la carga tributaria a los chilenos m�s pobres en 10 mil pesos, y, por la misma raz�n, no van a poder negarse, pero tampoco les otorgar�n cr�ditos! No he visto nunca, se�or Presidente, un argumento m�s falaz que �se, con el mayor respeto que me merece el Honorable colega que lo esgrimi�. La realidad de las cosas es que aqu� nadie est� pidiendo amparo ni protecci�n indebidos, sino una pol�tica agr�cola de largo plazo, seria, que potencie al sector, que establezca medidas que le permitan enfrentar los enormes subsidios que dan Europa y Estados Unidos -como se expuso anteriormente-, y que no se imponga en momentos tan dif�ciles una carga mayor, en circunstancias de que el pa�s est� viviendo situaciones extraordinariamente agudas, que todos conocemos. M�s a�n, se ha expresado concretamente que la petici�n consiste en que en una Comisi�n Mixta se pueda fijar una fecha posterior, a fin de que realmente se ponga en pr�ctica una pol�tica general para la agricultura, que permita adecuar los valores de las contribuciones de las propiedades. Por tales razones, voto en contra de esta disposici�n. El se�or FERN�NDEZ.- Se�or Presidente, lo que est� claro, independientemente de las cifras que aqu� se han dado y de si son 50 mil casos o una cantidad similar, es que hay un aumento importante de las contribuciones para un sector de propietarios agr�colas que se ver�n enfrentados, tal como se se�al�, a una competencia muy dura con productos que vienen subsidiados del extranjero. Por tal raz�n, las condiciones y las posibilidades para competir ser�n muy estrechas y dif�ciles. Y si, adem�s, le exigimos un pago adicional a un grupo importante, simplemente le impediremos competir en el campo internacional. De tal manera que, a mi parecer, aumentar los tributos para este tipo de personas constituye un perjuicio evidente y que les impedir� desarrollarse, y probablemente no podr�n continuar con sus actividades. Por lo expuesto, me pronuncio en contra. El se�or FREI (don Eduardo).- Se�or Presidente, voto que no, por creer que en este momento el gran problema en Chile es la tasa de crecimiento. Y, cuando estamos creciendo a 2 � 3 por ciento, lo �nico que procede, entre otras medidas que se deben tomar, es bajar los impuestos, no subirlos. El se�or GAZMURI.- Se�or Presidente, ha habido una disquisici�n filos�fica sobre la aplicaci�n de la doctrina de Santo Tom�s. Al respecto, alguna vez fui un lector tomista destacado, y estoy m�s de acuerdo con la interpretaci�n del Senador se�or Viera-Gallo, porque entiendo que, en la duda, Santo Tom�s se absten�a, no votaba en contra, como ahora lo hace el Honorable se�or Ruiz-Esquide. Pero, al margen de la disquisici�n filos�fica, votar� a favor. Represento, como varios se�ores Senadores, a una Regi�n esencialmente agr�cola. Y el argumento dado en relaci�n con los peque�os agricultores se destruye a s� mismo, porque, en realidad, los exentos son 400 y tantos mil, que es toda la agricultura campesina. Y ese dato es indesmentible. El se�or MORENO.- �Incluye a los latifundios? El se�or GAZMURI.- No. Podemos discutir con el Senador se�or Moreno sobre temas agrarios, como hemos venido haci�ndolo desde hace muchos a�os, pero 430 mil predios agr�colas �y eso es lo fundamental de las econom�as campesinas- est�n exentos del impuesto territorial. �se es un primer dato central. Y, segundo, tenemos una agricultura completamente dual: altamente competitiva y razonablemente rentable. La agroexportaci�n supera los 2 mil 700 millones de d�lares. Hace 40 a�os, cuando discut�amos las primeras veces con Su Se�or�a, la balanza comercial agr�cola era completamente deficitaria. Entonces, la idea de la agricultura como un �mbito puramente retrasado no corresponde a la realidad de las cosas. Hay muchos agricultores pobres: todo el sector campesino, todo el sector agrario tradicional, que tienen dificultades para insertarse en mercados internacionales, como en las Regiones Novena y S�ptima sur. Pero hay otros de alt�sima productividad, de distintos tama�os, como los del norte de la Regi�n del Maule, parte importante del �rea de riego de la Sexta y todo el que nos rodea en la Quinta Regi�n. El concepto de una agricultura puramente perjudicada con la apertura al exterior y da�ada con el desarrollo alcanzado en estos a�os no tiene que ver con la econom�a agr�cola del pa�s. Lo que s� ocurre es que un conjunto muy grande de agricultores no logran encadenarse al proceso modernizador. Y no se van a encadenar o a desencadenar algunos de ellos porque puede que un tradicional mediano pague 10 mil pesos m�s. Si se ahorra tal suma, no se resolver� por esa v�a la imperfecci�n real de los mercados internacionales agr�colas y la pol�tica de subsidios de los pa�ses del Norte. Son argumentos que no admiten l�gica. Por todas estas razones, voto a favor. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, despu�s de las intervenciones de los Senadores se�ores Coloma y Espina, los datos est�n bastante claros. Sin embargo, deseo precisarlos m�s, para que no quede ninguna duda. Los antecedentes provienen del informe, habiendo sido cotejados con la se�ora Subsecretaria de Hacienda, y fueron entregados en las Comisiones unidas. Se presentan dos aspectos: hay predios que aumentan su tributaci�n y otros que la disminuyen. De acuerdo con las cifras, los primeros son 96 mil 704; los segundos, 61 mil 210. Luego, si se considera lo anterior desde el punto de vista del n�mero de predios afectos por este concepto, son 35 mil 494. En seguida, hay predios que de exentos pasan a estar afectos, y viceversa. Los primeros, que hoy no pagan y que quedar�n en situaci�n de tributar, son 25 mil 881. A la inversa, los actualmente afectos y que resultar�n exentos son 8 mil 586. Vale decir, restados estos �ltimos, el mayor n�mero de predios que de exentos de tributaci�n pasan a estar afectos a ella asciende exactamente a 17 mil 295, de acuerdo con las estimaciones de Hacienda. Por lo tanto, el n�mero de predios afectos por los dos conceptos, en total, como consecuencia del proyecto, es de 52 mil 789. Ello no es objeto de discusi�n. Hacienda est� de acuerdo con la cifra. Y �se es el saldo, desde un punto de vista cuantitativo. Corresponde al n�mero de predios afectados, de familias agr�colas, o como se quiera llamar. Esos son los datos. Segundo punto: en t�rminos econ�micos, de recaudaci�n fiscal, el mismo informe consigna que, por concepto de giro total en el a�o, la situaci�n actual es de 33 mil 854 millones de pesos, y que con reaval�o llegar� a 37 mil 101 millones de pesos. �Qu� significa esto? Que hay un incremento en la recaudaci�n, producto del reajuste, de 3 mil 247 millones de pesos, cifra cercana al 10 por ciento de la actual recaudaci�n. Luego, no se trata s�lo de un reaval�o que ajusta el precio de los predios a los valores reales, sino, adem�s, de un aumento de la tasa, porque el resultado neto para el Fisco ser�, en t�rminos reales, de alrededor de 10 por ciento de mayor recaudaci�n. Eso tampoco est� en el debate. Por lo tanto, en lo concreto, el proyecto afecta a 52 mil 789 predios y -como dijo el Senador se�or Arancibia- en el mundo agr�cola habr� 3 mil 247 millones de pesos menos. A algunos agricultores les afectar� poco: a lo mejor, en 10 mil pesos, o en 20 mil; no conozco el detalle. Sin embargo, en las cifras gruesas, �sos son dos datos de la causa. Y no me parece prudente, por las consideraciones hechas en la Sala, proceder de inmediato. �sa es toda la discusi�n. Pero los hechos son claros, no admiten controversia. Y el Ministerio de Hacienda est� de acuerdo, pues se trata de sus cifras. Por eso, voto que no. El se�or LAVANDERO.- Se�or Presidente, quiero destacar en primer t�rmino que la Regi�n de La Araucan�a es la m�s pobre del pa�s. �Por qu�? Porque su agricultura es tradicional. Ahora bien, algunos economistas no saben mucho sobre lo que ocurre con la tierra. Me explico. En los pa�ses desarrollados, la rentabilidad de la tierra es de 4 a 5 por ciento. Y en ellos, por cierto, la agricultura se encuentra tecnificada y capitalizada. En la Novena Regi�n, en la S�ptima e incluso en la D�cima, la agricultura no est� ni tecnificada ni capitalizada y, sin embargo, existe una presunci�n de rentabilidad de 11 por ciento; es decir, m�s del doble de la rentabilidad de la mejor naci�n agr�cola del mundo. Y �ste es un problema serio, pues se presume una rentabilidad que no corresponde. Por otra parte, el Estado no ha completado la infraestructura necesaria. En la Novena Regi�n, el 50 por ciento de la red vial -la m�s extensa del pa�s- es de tierra (ni siquiera de ripio); el agua y la energ�a el�ctrica son m�s caras; adem�s, s�lo es factible el monocultivo, porque no existe el clima apropiado para otras siembras, como en la zona central. En cuanto a los insumos de la agricultura tradicional -ya cit� el caso de la electricidad-, Sus Se�or�as deben saber que, por ejemplo, 60 por ciento del costo de la siembra de trigo corresponde al petr�leo, que en La Araucan�a est� sobre 10 pesos por litro m�s caro que en la Metropolitana. Entonces, por ese solo concepto ya existe una competencia desigual entre un agricultor despistado de la zona central que siembra trigo y el campesino de la Novena Regi�n, quien est� obligado a ese �nico cultivo. Aquello resulta inexplicable. Antes el combustible ten�a un precio parejo en todo el pa�s; hoy d�a es m�s barato en Santiago. Y no importa que llegue por Concepci�n. Porque sostienen que el mayor valor se debe al flete. Pero antiguamente el precio era uniforme. Se�or Presidente, en la Hora de Incidentes me referir� a los mayores ingresos que ha significado para el Estado el alza del precio de los combustibles. Por el momento, a modo de ejemplo, puedo expresar que el 50 por ciento del valor de las bencinas corresponde a impuesto; o sea, si sube el precio, aumenta el ingreso fiscal, y a veces a m�s del doble. Hace un a�o, el litro de petr�leo val�a alrededor de 140 pesos, de los cuales 40 correspond�an a impuesto (o sea, poco m�s de 33 por ciento). Y nadie puede entender lo que ocurre. En mi Regi�n, el litro de bencina costaba 300 pesos, es decir, el doble del precio del petr�leo; ahora vale 500; y la diferencia con el precio del petr�leo es de s�lo 100 pesos. Por lo tanto, o existe un sobreprecio, o se ha subido el impuesto de manera inexplicable. En tales circunstancias, como manifest� aqu� un se�or Senador, la competencia es irreal, pues debemos enfrentarnos con agriculturas subsidiadas. Y en el caso de mi Regi�n, que se caracteriza por sus siembras tradicionales, se carece de beneficios de aquella �ndole. Por eso, entendiendo que de esta manera protejo a los agricultores de La Araucan�a, voto en contra. La se�ora MATTHEI.- Se�or Presidente, hoy se ha hablado mucho acerca de los problemas de la agricultura. Es innegable que la agricultura tradicional del sur tiene dificultades. Pero aqu� nada se ha dicho sobre qu� ocurre en el resto del pa�s. Si comparamos las cifras sobre exportaciones agr�colas desde el a�o 82 hasta la fecha, probablemente encontraremos que aumentaron diez veces. Cuando uno transita por las Regiones Quinta, Cuarta o Tercera puede observar zonas donde se est� llevando a cabo una agricultura muy pr�spera, que hace 20 a�os no exist�a, pues aqu�llas eran bald�os. Se han construido tranques, se han abovedado canales, en fin. Por lo tanto, mucha gente est� realizando un negocio rentable y, en la pr�ctica, no paga impuestos por las tierras, pues 20 a�os atr�s ellas no eran agr�colas. Ahora bien, me cuesta pensar que los predios pobres de la S�ptima, Octava y Novena Regiones vayan a ver aumentados sus contribuciones. Es muy dif�cil imaginar, por ejemplo, que se incrementen los impuestos por tierras donde existen conflictos con los mapuches, pues ellas no valen demasiado. �Qui�n va a pagar por un terreno si no sabe si ser� tomado o quemado? �Qui�n va a pagar por tierra que no genera renta? Estamos hablando, se�or Presidente, de que se empiece a tributar por tierras dedicadas a actividades lucrativas. Hay extensas zonas de bosques, de frutales mayores y menores. Si consideramos la gran cantidad de "packing" existentes, del mayor valor agregado adquirido por la tierra, veremos que el cambio resulta muy sustancial. Entonces, me preocupa que sobre la materia en an�lisis se adopte una decisi�n pensando s�lo en un peque�o sector de la agricultura que probablemente no ser� afectado por la ley en proyecto, pues su situaci�n es de verdad dificil�sima y todo indica que, econ�micamente, el valor de las tierras respectivas no puede aumentar, por lo que el reaval�o no debiera ser importante. Se trata, entonces, de que paguen quienes deben hacerlo: aquellos que est�n desarrollando una actividad lucrativa. Y de eso nada se ha dicho, se�or Presidente. Aqu� pareciera que la agricultura est� constituida solamente por el trigo, el raps, los cultivos de los peque�os productores. �Porque de lo otro no se ha dicho una sola palabra en toda la tarde! Me llama la atenci�n y me preocupa que se tomen decisiones importantes para el pa�s sobre la base de informaci�n parcial y distorsionada. Por �ltimo, se�or Presidente, quiero se�alar que soy agricultora, pero votar� en contra de mis intereses. Por lo tanto, espero que nadie pida que me abstenga. Apruebo el art�culo. El se�or MORENO.- Se�or Presidente, al fundar el voto sobre esta materia, quiero sacar -al menos para m�- mis propias conclusiones. Primero, en el debate efectuado aqu� qued� claro que el n�mero de peque�os agricultores que entrar� a pagar contribuciones de bienes ra�ces es mayor que el que existe hoy d�a y que la cantidad de dinero que se recaudar� a ra�z de los nuevos contribuyentes supera la que se percibe en este momento. Por lo tanto, queda claro tambi�n que el prop�sito central del proyecto, desde el punto de vista de la recaudaci�n fiscal, es imponer tributos a mayor n�mero de personas para recolectar m�s dinero. Segunda conclusi�n. Ha quedado claro en esta Sala, igualmente, que dentro de la econom�a abierta en que el pa�s funciona hay factores que no estamos en condiciones de prever. Un se�or Senador hizo una afirmaci�n respecto del n�mero de propietarios agr�colas; empero, olvid� decir que, largamente, m�s de 50 por ciento corresponde a propiedades minifundistas o a sitios agr�colas clasificados como tales. Quienes conocemos la realidad agraria y hemos estudiado el tema en profundidad sabemos que actualmente, por falta de rentabilidad, se est� produciendo la subdivisi�n de muchos predios en lotes de 5 mil metros. Este sistema se ha convertido, en diferentes �reas del pa�s, en una forma de rentabilidad de la tierra mucho m�s �til que la derivada de la producci�n. Y �sa es una realidad que seguramente se incrementar� con esta norma. Tercera conclusi�n. Nadie me ha contestado el argumento -lo plante� en la Comisi�n y lo expuse nuevamente aqu�- de que no se trata s�lo del aumento de los contribuyentes, sino tambi�n de que innumerables agricultores que han realizado ingentes esfuerzos para incorporar a sus faenas mayor tecnificaci�n, por el hecho de poseer un activo cercano a las 3 mil 500 UF, con el reaval�o quedar�n excluidos del sistema crediticio. Esta conclusi�n, que est� basada en hechos verdaderos, no ha sido controvertida por nadie. Insisto, por tanto, en que la iniciativa penaliza precisamente a quienes han efectuado mayores esfuerzos. Al respecto, manifiesto a la se�ora Senadora que me antecedi� en el uso de la palabra que en la Regi�n que represento, junto con el Honorable se�or Chadwick, hay una enorme cantidad de peque�os agricultores cuya propiedad media es de 10, 12, 14 hect�reas, y que entre el sur de la Regi�n Metropolitana y la parte norte de la S�ptima hay 60 mil productores de ma�z. Esa gente ser� penalizada directamente por este proyecto. Tengo claro -he hecho las pruebas y entregado los documentos- que el problema no radica en el pago de 5 mil o 10 mil pesos por concepto de contribuciones, sino -insisto- en la existencia de un doble juego: el del que contribuye m�s y el de aquel a quien dicen: "Como su propiedad vale mucho m�s, usted ya no es usuario de determinado tipo de cr�dito, de determinada facilidad". Entonces, nos aproximamos a un criterio que algunos economistas han esgrimido en este pa�s, se�or Presidente: el de declarar viables o inviables a ciertos peque�os agricultores y, sobre la base de la declaraci�n pertinente -esto est� escrito, teorizado, registrado en muchas partes-, manifestar a los inviables: "�Fuera del sector! �V�yanse como mano de obra! �V�yanse a la ciudad!". �se es un criterio profundamente errado desde la perspectiva de lo que significan el desenvolvimiento de nuestro pa�s, la pol�tica de desarrollo regional, el poblamiento de los sectores rurales. No es cuesti�n de dramatizar que viene la migraci�n. �No! Si el negocio no es atractivo y los penalizan, muchos productores terminar�n diciendo: "�Saben? Aqu�, sencillamente, yo abandono". En la Novena y en la Octava Regiones las pol�ticas de Estado confinaron a miles de peque�os agricultores, sobre todo de la etnia mapuche, con un criterio similar al que estamos comentando, declar�ndolos inviables. �Miren los problemas que enfrentamos hoy por no habernos dado cuenta a tiempo de lo que estaba sucediendo! Se�or Presidente, por �stas y otras razones que ya expuse, voto en contra del art�culo. Creo que es la se�al para que verdaderamente se entienda que Chile requiere un desarrollo equilibrado en todos sus sectores poblacionales. El se�or MU�OZ BARRA.- Se�or Presidente, voy a fundamentar mi voto, pues tambi�n soy Senador por la Regi�n de La Araucan�a. La verdad es que experiment� cierta sorpresa cuando, en la fundamentaci�n de su voto, un colega se�al� que rechazaba el precepto en defensa de los agricultores de la Novena Regi�n. Me atrevo a asegurar que la casi totalidad de aquellos a quienes Su Se�or�a dice representar no pagan contribuciones. Y debo recordar que las 50 mil familias campesinas mapuches dedicadas a la agricultura est�n exentas de ellas. Se�or Presidente, me extra�a que en un proyecto de esta naturaleza estemos discutiendo los problemas que pueden afectar a alg�n tipo de agricultura. Porque hay que hablar de "tipos de agricultura". Efectivamente, la agricultura tradicional enfrenta problemas. Pero nada se ha dicho -como alguien indic� con mucha seriedad- de las agriculturas que producen leg�timas utilidades: las exportadoras o las forestales, que son las que han tenido un proceso de mayor inversi�n, especialmente en la Regi�n de La Araucan�a. En realidad, no entiendo la pasi�n, incluso vibrante, que han puesto algunos se�ores Senadores durante la discusi�n de este tema al plantear que los problemas de la agricultura se har�n insostenibles, que el sector se vendr� abajo porque 25 mil 881 peque�os propietarios pagar�n un promedio de 3 mil 999 pesos y un m�ximo de 10 mil pesos por concepto de contribuciones de bienes ra�ces. Si esas cantidades fueran determinantes en el �xito o fracaso de una econom�a, querr�a decir que los problemas de la agricultura son f�cilmente controlables y solucionables. No quiero abundar en el hecho de que en los �ltimos 15 a 20 a�os la tierra agr�cola ha subido de precio. Eso nadie lo puede discutir; es una verdad. Ahora, si alguien se ha fijado determinada cantidad con respecto al valor de los terrenos, es otra cosa. Pero no podemos hablar en forma global a este respecto, porque en el tema de la agricultura hay rubros totalmente diferentes. Tampoco ahondar� en que durante los �ltimos 10 a 18 a�os ha habido pol�ticas de cambio de uso de suelo que han significado tambi�n leg�timos negocios. Porque no se puede sostener que los negocios que producen utilidad son ileg�timos. �En absoluto! En consecuencia, como representante de la Regi�n de La Araucan�a, que cultiva productos tradicionales, votar� favorablemente el art�culo y defender� esta posici�n. Porque, evidentemente, un titular que se�ale al voleo que se vot� en contra del reaval�o de los bienes ra�ces agr�colas puede producir un efecto mediato. A mi juicio, no es admisible que, despu�s de 21 a�os en que los aval�os de los bienes ra�ces no agr�colas han sido reajustados, hoy estemos repitiendo la escena. M�s a�n -lo se�al� tambi�n el Senador se�or Cariola-, a m� tambi�n me han dicho dirigentes de los agricultores -y parece que esto ha ocurrido en diferentes lugares del pa�s- que no est�n en contra de este proyecto. Y ellos mismos han se�alado que se hace insostenible continuar con esta situaci�n de permanentes detenciones del reaval�o. No he visto en la prensa, nacional o regional, a ning�n dirigente manifestarse en contra del proyecto con la pasi�n y los argumentos esgrimidos en el Senado. Voto favorablemente. El se�or NARANJO.- Se�or Presidente, deseo aprovechar esta oportunidad para hacer un par de observaciones m�s. Verdaderamente, uno nunca termina de sorprenderse en materia agr�cola. Por ah� escuch� a un se�or Senador comparar los subsidios de Estados Unidos y Europa con el aumento de las contribuciones, en el sentido de que podr�a estimarse un freno o una compensaci�n. Estamos hablando de apenas 5 millones de d�lares en recaudaci�n de impuestos. Y bien sabemos que en el pa�s del norte los subsidios alcanzan a 170 mil millones de d�lares. �Peque�a diferencia! Por ah� escuch� decir a otro Honorable colega que se afectar�a el crecimiento. S�lo quiero se�alar dos cosas, se�or Presidente. Primero, en 1982 se realiz� este mismo debate y se concord� en no subir las contribuciones. �Por qu�? �Qu� pasaba ese a�o en el pa�s? Y con raz�n en aquella �poca se tom� esa decisi�n: los aval�os fiscales eran pr�cticamente iguales a los comerciales; el rendimiento de los productores era bastante peque�o; la crisis que viv�a el sector agr�cola alcanzaba dimensiones nunca registradas en la historia de Chile en los �ltimos a�os. Por consiguiente, los criterios y argumentos de entonces parec�an correctos. Pero, como bien se ha se�alado aqu�, el escenario agr�cola ha cambiado brutalmente entre 1982 a 2003. En efecto, quien produc�a 20 quintales de trigo, que era el promedio nacional, hoy logra aproximadamente 40; el que obten�a 25 quintales de arroz ahora alcanza 45 en promedio; el que produc�a 30 toneladas de remolacha llega en la actualidad a cerca de 60. Estoy hablando de los productos tradicionales. Ni siquiera deseo mencionar los hort�colas, los frut�colas, ni otras actividades que se han desarrollado en el sector rural. Me parece que estamos confundiendo las cosas. Se est� tratando de aplicar un instrumento equivocado. Porque jam�s las contribuciones han sido, en el �mbito agr�cola, mecanismos de fomento, de est�mulo o de desarrollo productivo. Los problemas de la agricultura no se resuelven ni se agravan con aumentos insignificantes en las contribuciones. Estimo bueno lo propuesto. Y si hoy d�a no lo aprobamos, la soluci�n futura, cuando se produzca el verdadero reaval�o agr�cola basado en las nuevas tasaciones, s� ser� da�ina. Ah� se perder�n todos los beneficios que se est�n ganando ahora. Porque creo en la agricultura; porque s� que los productores agr�colas ser�n capaces de pagar este incremento insignificante; porque -como muy bien se ha se�alado aqu�- no ha habido ning�n dirigente agr�cola importante, significativo, que haya expresado opini�n contraria al proyecto, pues saben que el verdadero reaval�o s� ser� complicado y que el reaval�o modificado y flexible que se viene planteando es una soluci�n adecuada para ellos, voto favorablemente. El se�or NOVOA.- Se�or Presidente, en primer lugar, me parece un poco desproporcionado el debate surgido en torno a la agricultura nacional y a la situaci�n mundial con motivo de este proyecto. �ste no es el momento para ello, porque plantear las cosas fuera de su contexto produce a veces hasta efectos contrarios y debilita la posici�n de quienes est�n probablemente aludiendo a problemas reales, los cuales hay que abordar y solucionar, pero no en el marco de la discusi�n de esta normativa, sino en otra situaci�n. Segundo, me cuesta pensar que la agricultura chilena tendr� dificultades porque se reajustan los aval�os y se produce un aumento de ingresos limitado al 10 por ciento. Cabe pensar que a lo largo de veinte a�os es muy probable que much�simos bienes ra�ces agr�colas hayan incrementado su valor real de manera importante, lo que naturalmente implica pagar mayores contribuciones; pero ser�n menores cuando los bienes ra�ces hayan bajado. Me cuesta pensar que el balance de todo ese proceso, que est� limitado a un aumento de 10 por ciento, pueda significar un grave da�o para la agricultura. Tercero, no se trata de aumentar impuestos. Si fuera as�, votar�a en contra del proyecto. La tasa de contribuciones se mantiene inalterable, y s�lo puede disminuir por efecto de limitar el incremento de la recaudaci�n en 10 por ciento. No estamos hablando de subir la carga impositiva, sino de mantener, en el peor de los casos, la tasa y de facultar al Presidente de la Rep�blica para reducirla si la recaudaci�n se eleva a consecuencia del nuevo reaval�o. Y eso me parece muy sano, pues en definitiva habr� un nivel menor de tasa tributaria. Votar�, adem�s, a favor del art�culo 1� transitorio porque morigera a�n m�s el efecto que podr�a tener el reaval�o al establecer que ninguna persona considerada individualmente pagar� m�s de 20 por ciento de incremento en el primer semestre y m�s de 10 por ciento en los semestres sucesivos. Esto aten�a el efecto de algo ya aprobado. En consecuencia, no veo que tengan mucha raz�n quienes pretenden dar una se�al contraria rechazando este art�culo. Esta iniciativa deber� ir de todas maneras a un tercer tr�mite en la C�mara de Diputados. Entonces, prefiero que vaya bien y no que lo haga sin esta norma, que morigera los efectos del reaval�o. En raz�n de lo expuesto, me pronuncio a favor del art�culo 1� transitorio. El se�or N��EZ.- Se�or Presidente, no voy a invocar a Santo Tom�s ni a San Agust�n, sino s�lo al "terrenal" Senador se�or Cariola. Por eso, voto a favor. El se�or OMINAMI.- Se�or Presidente, quiero aprovechar la fundamentaci�n del voto para hacer algunas precisiones. En primer lugar, con respecto a los n�meros, creo muy importante tener presente que m�s del 70 por ciento de los predios agr�colas del pa�s se mantendr�n exentos. �M�s del 70 por ciento! Esto es algo absolutamente incontrovertible. Segundo, en cuanto a los beneficiarios del INDAP, se trata de un planteamiento que puede considerarse en dos sentidos. Efectivamente, a ra�z del reaval�o, habr� propietarios que superen los m�rgenes establecidos por dicho Instituto. Pero veamos tambi�n el argumento contrario: 70 mil agricultores obtendr�n rebajas en el aval�o y, por tanto, es perfectamente factible que quienes hoy d�a no califican para solicitar cr�ditos en el INDAP ahora s� lo logren. Por eso, me parece mucho m�s justo ponerse en la l�gica de quienes est�n con problemas que en la de los cuyas tierras se est�n valorizando. Creo haber respondido el argumento expuesto con relaci�n a este tema. Tercero, estimo fundamental que entre nosotros exista un m�nimo de coherencia. Algunos se�ores Senadores han dicho que esta normativa es un grave impacto para la agricultura. Pienso que es muy importante medir nuestras palabras, pues la aprobaci�n del reaval�o se traducir�, durante el primer a�o, en una recaudaci�n fiscal adicional de 5 millones de d�lares. �Cinco millones de d�lares! Y, francamente, quiero decir a los Honorables colegas que los problemas de la agricultura no est�n involucrados en este proyecto. Son de otra naturaleza. Pero debemos tener una m�nima consistencia en los adjetivos que usamos. No deseo vincular dos discusiones, sino simplemente llamar la atenci�n sobre el hecho de que el Acuerdo con la Uni�n Europea significar� al Estado de Chile una disminuci�n en la recaudaci�n correspondiente al a�o 2003 superior a 200 millones de d�lares. Es decir, estamos hablando de cuarenta veces aquella cantidad. El se�or LARRA�N.- No. 20 millones de d�lares. El se�or OMINAMI.- Perd�n, son 203 millones de d�lares para el a�o 2003 por concepto de rebaja de impuestos. Entonces, si cinco millones de d�lares son muy importantes, tengamos presente qu� vamos a manifestar en la discusi�n. Por lo dem�s, hago presente que, cuando entregu� el informe financiero durante la votaci�n del Tratado con la Uni�n Europea, se�al� textualmente que hab�a una disminuci�n de impuestos ascendente a 203 millones de d�lares para el a�o 2003, y a nadie le pareci� una cifra exorbitante. Sin embargo, ahora cinco millones de d�lares pr�cticamente est�n marcando la diferencia entre el desarrollo y el subdesarrollo de la agricultura. Francamente, pienso que se trata de una completa exageraci�n. Cuarto, a estas alturas no podemos seguir hablando de la agricultura en general. La agricultura no es un paquete. En este sentido, me parece que justamente el reaval�o trata de dar cuenta del desarrollo agr�cola de los �ltimos 22 a�os. Aqu� hay sectores muy importantes que afortunadamente han podido desarrollarse, como el frut�cola y el forestal. No veo raz�n alguna para qu� �stos no puedan pagar contribuciones de acuerdo con el valor comercial de sus terrenos. Ello no tiene nada que ver con los subsidios. El sector forestal y los exportadores de fruta chilenos no est�n perjudicados por los subsidios a los agricultores norteamericanos o europeos. Entonces, no hay ninguna raz�n para mantener inalterados los aval�os de las propiedades de esos sectores, que afortunadamente han podido desarrollarse y -como muy bien indicaba la Senadora se�ora Matthei- han multiplicado sus exportaciones diez veces y m�s. Conservar los reaval�os en el actual nivel significar�a simplemente otorgarles un regalo, darles un tratamiento de excepci�n, a sectores que no lo requieren. Por �ltimo, desgraciadamente los reaval�os se han postergado doce veces por las respectivas leyes votadas en el Parlamento. En verdad, pienso que, al momento de esta discusi�n, no puede dejarse de tener en mente que aqu� se est� tratando de crear las condiciones para la pr�rroga n�mero trece, lo que me parecer�a absolutamente inaceptable. Por eso, se�or Presidente, reitero mi voto a favor. El se�or ORPIS.- Se�or Presidente, la verdad es que cualquier persona presente en las tribunas pensar�a que aqu� se est� debatiendo si efectuar o no un reaval�o en el sector agr�cola y cu�les ser�an sus consecuencias. Y no se trata de eso, sino de algo bastante menor. Todos coinciden en que debe haber reaval�o y, adem�s, de acuerdo con lo se�alado en distintas intervenciones, seg�n los m�todos establecidos en los propios art�culos transitorios. La �nica diferencia radica en si esto se aplica el 2005 � el 2003. Lo relativo al plazo fue completamente despejado, porque se fij� el 2003 y lo �nico que establece el proyecto -cuya discusi�n en particular se ha transformado en general- son los beneficios para aminorar el impacto de la aplicaci�n del reaval�o. Por lo tanto, se�or Presidente, corresponde votar favorablemente el art�culo 1� transitorio. Sin embargo, me gustar�a hacer una aseveraci�n final con relaci�n a lo �ltimo se�alado por el Senador se�or Ominami. Precisamente por las cifras mencionadas durante la discusi�n del Acuerdo con la Uni�n Europea, ser�a muy importante que durante el debate del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos estuviera presente el Ministro de Hacienda y que no se ausentara del Parlamento, omitiera esos datos y despu�s se�alara que deben aumentarse los impuestos del pa�s. Voto a favor. El se�or PARRA.- Se�or Presidente, es malo dictar leyes para no cumplirlas. La Ley N� 17.235, sobre Impuesto Territorial, establece un proceso t�cnico, peri�dico, de reaval�os con el prop�sito de dar justicia a la tributaci�n que ella misma contempla. El reaval�o que realiza el Servicio de Impuestos Internos es susceptible de ser impugnado por los propietarios ante tribunales especiales llamados a conocer de esas reclamaciones. No veo absolutamente ninguna raz�n para mantener en la ley este sistema de reaval�os peri�dicos y para ir postergando su entrada en vigencia a�o tras a�o mediante leyes especiales. Si se estima que es malo, que se proponga su derogaci�n. Si, por el contrario, como lo ha probado la historia de la aplicaci�n de esta normativa, es adecuado, ateng�monos a lo que �l dispone. Esta ley no perjudica a la agricultura. Es de car�cter excepcional y la beneficia, porque, en lugar de producir todos los efectos propios del proceso de reaval�o que ordenan las leyes permanentes, lo difiere y morigera sus efectos. En consecuencia, es claramente una ley de excepci�n destinada a favorecer a la agricultura. Este debate prueba que nuestro sistema tributario -como ha quedado claro en distintas declaraciones y estudios de los �ltimos meses- es imperfecto y es hora de acometer su revisi�n integral. Aqu� se ha hablado de la tributaci�n de un sector y se ha impugnado el sistema desde la perspectiva de aqu�l. Naturalmente, hay voces que lo hacen desde otras �pticas sectoriales. Yo lo hago pensando en la funci�n primordial del sistema tributario: acompa�ar el proceso de desarrollo del pa�s y permitir al Estado que cumpla dentro de ese proceso el rol que la Constituci�n, la ley y las pol�ticas p�blicas le asignan. Por eso, me parece que esta discusi�n debe dar paso no s�lo a la aprobaci�n integral del proyecto en actual discusi�n, sino a que de una buena vez dejemos de considerar al tema tributario como tab�. Voto a favor. El se�or HOFFMANN (Secretario).- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Terminada la votaci�n. --Se aprueba el art�culo 1� transitorio (25 votos a favor, 16 en contra, 2 abstenciones y 3 impedimentos). Votaron por la afirmativa los se�ores Aburto, �vila, Boeninger, Bombal, Canessa, Cariola, Flores, Foxley, Gazmuri, Mart�nez, Matthei, Mu�oz Barra, Naranjo, Novoa, N��ez, Ominami, Orpis, P�ez, Parra, Pizarro, Ruiz (don Jos�), Stange, Vega, Zald�var (don Andr�s) y Zurita. Votaron por la negativa los se�ores Arancibia, Cantero, Coloma, Chadwick, Espina, Fern�ndez, Frei (do�a Carmen), Frei (don Eduardo), Garc�a, Horvath, Larra�n, Lavandero, Moreno, Ruiz-Esquide, Vald�s y Zald�var (don Adolfo). Se abstuvieron los se�ores Cordero y Viera-Gallo. No votaron, por estar impedidos, los se�ores Prokurica, R�os y Sabag. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Propongo a la Sala aprobar los art�culos 2� y 3� transitorios con la misma votaci�n. Por lo dem�s, hay que tener conciencia de que esto no resuelve el problema ni en un sentido ni en otro, pues eventualmente podr�a formarse una Comisi�n Mixta. --Se aprueban los art�culos 2� y 3� transitorios con la misma votaci�n y queda despachado el proyecto en este tr�mite. El se�or MORENO.- �C�mo se integrar�a la Comisi�n Mixta, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Habr�a que analizarlo y hacer la proposici�n cuando corresponda. El proyecto debe ir primero a tercer tr�mite y, si la C�mara de Diputados insiste, se forma una Comisi�n Mixta. ----------------- El se�or MU�OZ BARRA.- �Se�or Presidente, me permite? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- S�, Su Se�or�a. El se�or MU�OZ BARRA.- Con la venia de la Mesa, deseo extender una invitaci�n a los Honorables colegas. El se�or Ministro de Educaci�n y hasta hace poco Senador, quiere saludarlos y ponerse a su disposici�n en materias que pueden interesarles. No se trata de hacer honor a su nombramiento. Repito: es una petici�n del ex Senador y nuevo Ministro de Educaci�n para saludar a sus antiguos colegas Senadores, a las 19, en la antesala del comedor de la Corporaci�n. Desde ya agradezco el inter�s por acoger esta invitaci�n. VI. INCIDENTES PETICIONES DE OFICIOS El se�or HOFFMANN (Secretario).- Han llegado a la Mesa diversas peticiones de oficios. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se les dar� curso en la forma reglamentaria. ------------------- --Los oficios cuyo env�o se anuncia son los siguientes: Del se�or CANTERO: Al se�or Ministro de Educaci�n, sobre AMPLIACI�N DEL LICEO DALCAHUE CON FONDO DE INFRAESTRUCTURA EDUCACIONAL (D�cima Regi�n). Del se�or ESPINA: Al se�or Ministro de Educaci�n, a fin de que informe acerca de RECONOCIMIENTO DE ESCUELA B�SICA PARTICULAR "MILLAREY�N", COMUNA DE GALVARINO; al se�or Director Nacional del Instituto de Normalizaci�n Previsional, relativo a INADECUADO HORARIO DE ATENCI�N DE OFICINA DE INP EN TRAIGU�N; al se�or Director Regional del Instituto de Normalizaci�n Previsional de la Novena Regi�n, concerniente a HABILITACI�N DE OFICINA DE PAGO EN PILLANLELB�N, COMUNA DE LAUTARO; al se�or Director de Vialidad de la Novena Regi�n, atinente a REPARACI�N DE PUENTE EN CAMINO A COLONIA MENDOZA, COMUNA DE VILC�N; al se�or Director del Servicio de Salud Araucan�a Sur, respecto de SOLUCI�N DE PROBLEMAS DE INSTRUMENTAL RADIOGR�FICO DE HOSPITAL DE VILC�N; al se�or Alcalde de la Municipalidad de Lautaro, tocante a INSTALACI�N DE SE�ALES DE TR�NSITO EN PILLANLELB�N (Todos de la Novena Regi�n), y al se�or Alcalde de la Municipalidad de Zapallar, solicit�ndole antecedentes sobre SITUACI�N DE EX TRABAJADOR MUNICIPAL (Quinta Regi�n). Del se�or HORVATH: Al se�or Ministro del Interior; a la se�ora Subsecretaria de Desarrollo Regional y Administrativo; a la se�ora Intendenta de la Regi�n de Ais�n, y a los se�ores Alcaldes de dicha Regi�n, recabando informaci�n acerca de GESTI�N DE PROGRAMA DE MEJORAMIENTO DE BARRIOS EN COMUNAS DE AIS�N Y EN REGIONES SIN OFICINAS DE CHILE-BARRIO (Und�cima Regi�n). Del se�or MORENO: A la se�ora Subsecretaria de Desarrollo Regional y Administrativo, solicit�ndole incrementar los FONDOS DESTINADOS A LAS MUNICIPALIDADES DE LITUECHE Y PEUMO (Sexta Regi�n). Del se�or NARANJO: Al se�or Ministro de Transportes y Telecomunicaciones, y al se�or Director Nacional del Servicio Nacional del Consumidor, relativo a CLASIFICACI�N Y REGULARIZACI�N DE SERVICIOS A PASAJEROS DE BUSES INTERURBANOS. Del Se�or ROMERO: Al se�or Director Ejecutivo de la Comisi�n Nacional del Medio Ambiente, solicit�ndole precisar informaci�n sobre PROYECTO "L�NEA DE TRANSMISI�N POLPAICO-SAN ISIDRO N� 3"; y a los se�ores Director Nacional de Vialidad y Director Regional de Vialidad de la Quinta Regi�n, acerca de MEJORAMIENTO DE CAMINO DE SAN ISIDRO A SAN PEDRO, COMUNA DE QUILLOTA (Ambos de Quinta Regi�n). -------------- El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Stange. HOMENAJE A CIUDAD DE PUERTO MONTT EN SU 150� ANIVERSARIO El se�or STANGE.- Se�or Presidente, se�oras Senadoras, se�ores Senadores, 20 d�as atr�s Puerto Montt celebr� 150 a�os de su fundaci�n, y es por ello que en esta ocasi�n y en esta Sala deseo expresar mi profunda admiraci�n y agradecimiento hacia sus primeros habitantes, quienes, a pesar de los desaf�os que les exig�a el destino, fueron capaces de legar a las generaciones siguientes una ciudad pr�spera y de admirable futuro. Rodeada por sus cuatro colinas y recostada sobre las aguas del estuario de Reloncav�, la capital de la D�cima Regi�n constituye, junto a Coyhaique, una de las dos capitales de regi�n m�s j�venes del pa�s. Sin embargo, ambas tienen caracter�sticas y fechas distintas en sus inicios. As�, Coyhaique fue fundada a�os despu�s que Puerto Montt, pero sobre terrenos en explotaci�n pertenecientes a estancias ganaderas. Su poblamiento fue paulatino, con chilotes especialmente, que se radicaban all� despu�s de las faenas de esquila. En cambio, Puerto Montt fue fundado en medio de la selva, con tupidos quilantales y milenarios alerces, y su poblamiento fue masivo en los primeros a�os, con oleadas de inmigrantes alemanes y con lugare�os de los alrededores. Ambas capitales se asemejan tambi�n en el aspecto geopol�tico, pues hasta principios del siglo XIX la cartograf�a designaba estos sectores como "territorio inexplorado". Y aunque exist�an ciudades espa�olas fortificadas, como Calbuco, Ancud y Castro, el Chile conocido de entonces terminaba en Osorno, saltaba a la Isla Grande de Chilo�, y volv�a a reconocerse a la altura de Magallanes. Igualmente, ambas capitales se parecen por el escaso recuento que la historia moderna hace de sus inicios. Asegurada la paz con los pueblos mapuches y huilliches, al Gobierno le era prioritario fijar los l�mites de estos territorios desconocidos, que ya eran ambicionados por otros pa�ses. Por ello, y previa aprobaci�n del Congreso, el Presidente don Manuel Bulnes firm� la "Ley de Colonizaci�n" el 18 de noviembre de 1845, mediante la cual se lo autorizaba para que en terrenos bald�os del Estado "se pudieran establecer colonias de naturales, y de extranjeros que vengan al pa�s con �nimo de avecindarse en �l y ejerzan alguna industria �til". Adem�s, se lo facultaba para entregar en concesi�n 25 cuadras de terreno por cada padre de familia y 12 m�s por cada hijo mayor de 14 a�os. Asimismo, se ofrec�a una yunta de bueyes, una vaca parida y un quintal de cereales y otro de papas para sembrar; tambi�n 400 tablas de alerce y los clavos suficientes para la construcci�n de viviendas. Para materializar este poblamiento, el Gobierno contrat� en 1848 al naturalista don Bernardo Philippi como agente de colonizaci�n en Alemania, y en 1850 dispuso que don Vicente P�rez Rosales se desempe�ara en Valdivia como intendente y a la vez como agente de colonizaci�n en Chile. Sin embargo, mantuvo a Philippi en Alemania, pues era su inter�s buscar colonos de esa nacionalidad, porque viv�an a�os de guerras continuas, de tensas situaciones pol�ticas y econ�micas, y porque los caballeros feudales exig�an agobiantes tributos a sus s�bditos, por lo cual la libertad personal de �stos era restringida. Para la Alemania de entonces Chile era apenas un pa�s muy lejano, de clima extremadamente riguroso, poblado por indios salvajes y v�ctima de continuas revoluciones. Muy poco conoc�a el Gobierno chileno, y menos a�n los futuros colonos, lo que en las r�sticas cartas geogr�ficas figuraba como "Melipulli", que en idioma huilliche significa "cuatro colinas". En forma global, este nombre se refer�a tanto a la bah�a como a su sector aleda�o. Toda la regi�n figuraba como inexplorada, de selva impenetrable, con grandes alerzales y enormes quilantales. S�lo exist�a en la playa de Melipulli un peque�o caser�o de rucas de troncos labrados a hacha denominado "Cayenel", habitado �nicamente en la �poca estival por le�adores de Calbuco, Ancud y sus alrededores con el objeto de proveerse de las imprescindibles tejuelas de alerce para viviendas y de la tan apreciada estopa, usada para calafatear las maderas de las embarcaciones y que se obtiene de la corteza de los alerces. En el verano de 1852, don Vicente P�rez Rosales dispuso que entre 200 y 300 le�adores isle�os abrieran una muy provisoria senda, labrada a machete y hacha, desde Melipulli hasta la ribera sur del lago Llanquihue. Las continuas lluvias dificultaron y atrasaron estos trabajos, as� como la construcci�n de un galp�n de 40 por 20 metros aproximadamente, que iba a servir de refugio inicial a los colonos. A comienzos de 1852, un primer grupo de alemanes se embarc� en Hamburgo con destino a Corral, �nico puerto conocido en la zona. El 19 de noviembre de dicho a�o 212 pasajeros, en su mayor�a ni�os, arribaban, despu�s de sortear un violento temporal, en el puerto de Ancud. Desde aqu� los colonos continuaron viaje en cuatro lanchones descubiertos y, escoltados por el buque "Janequeo", lograron llegar por fin el 28 de noviembre de 1852 a Melipulli. Grande fue la desilusi�n de los colonos al comprobar que, aparte de un galp�n a medio terminar y de las casuchas de los le�adores, no hab�a nada m�s que bosques, lluvia y barro. Por ninguna parte se divisaban las parcelas de terreno cultivable que les hab�an ofrecido antes de emigrar de Alemania. Vicente P�rez Rosales, en sus "Memorias", describ�a as� lo que era Melipulli: "La poderosa selva que lo cubr�a en su totalidad no dejaba al pie del hombre m�s lugar donde detenerse que la estrecha zona de pedruscos y arenas que dejaba libre, dos veces al d�a, el reflujo del mar". En el ser humano, el deseo de sobrevivir hace que �ste se sobreponga a cualquier emergencia. Esto qued� r�pidamente demostrado una vez que los colonos arribados en tan dif�ciles condiciones se conformaran con la desolada comprobaci�n de que estaban al fin del mundo y sin un techo que los cobijara. En estas condiciones comienza la verdadera epopeya colectiva de "h�roes del trabajo" de los colonos inmigrantes que, con sus hachas y palas, tradiciones y cultura, y con la esforzada y generosa colaboraci�n de los habitantes chilenos, har�an de bosques y selvas los hermosos campos de labranza y la gran ciudad que hoy es Puerto Montt y que antiguamente fueron conocidos como la "Colonia alemana". Pero Chile tambi�n hizo a los inmigrantes un doble e inestimable obsequio: primero, la libertad personal, y segundo, la posesi�n de la tierra. Desde sus inicios Puerto Montt necesit� de la colaboraci�n mancomunada de chilenos y alemanes, y su r�pido progreso se debi� en gran medida a dos factores. En primer lugar, los colonos alemanes estaban imbuidos de un desarrollo cultural mucho m�s avanzado que el de los chilenos. Entre ellos ven�an personas de distintas especialidades de trabajo, de diversos grados de cultura y de poca o mediana capacidad econ�mica. En segundo t�rmino, el elemento chileno, anclado en un pasado derivado de la raigambre espa�ola transmitida por los soldados, carec�a de iniciativa empresarial. As�, en Puerto Montt se mezclaron arm�nicamente, con el tiempo, las razas y culturas chilena y alemana para formar la idiosincrasia tan t�pica del puertomontino, fruto de una influencia rec�proca. Los colonos se sintieron tan identificados con su nueva patria y con el futuro que les deparaba el destino, que es c�lebre la arenga de Carlos Anwandter a sus conciudadanos: "�Seremos chilenos honrados y laboriosos como el que m�s lo fuere. Unidos a las filas de nuestros compatriotas, defenderemos nuestro pa�s adoptivo contra toda agresi�n extranjera, con la decisi�n y firmeza del hombre que defiende su patria, a su familia y sus intereses!". Nunca antes un grupo de inmigrantes hab�a formulado esta determinaci�n, cumplida tan cabalmente que, seg�n la historia, el �ltimo oficial del Ej�rcito chileno muerto en la Guerra del Pac�fico en Per� fue precisamente un descendiente de los primeros colonos de Puerto Montt. Vicente P�rez Rosales, d�ndose tiempo en su labor de intendente, arrib� a Melipulli en enero de 1853, acompa�ado de otro grupo de inmigrantes, en los buques de la Armada "Meteoro", "Janequeo" e "Infatigable". Las actividades fueron en aumento. P�rez Rosales deseaba fundar lo antes posible una ciudad-puerto para lo cual traz� la demarcaci�n de las futuras calles, cooper�ndole para estos efectos el comandante del "Janequeo", don Buenaventura Mart�nez. En su informe al Gobierno, don Vicente P�rez Rosales expresaba: "En una hermosa ma�ana del 12 de febrero de 1853, se hab�an reunido m�s de dos mil personas venidas principalmente de la Isla de Chilo�, para asistir al solemne acto de fundaci�n de Puerto Montt, designado as� en homenaje al Presidente de la Rep�blica. Las banderas ondeaban al viento en todos los sitios demarcados de la futura ciudad. El p�rroco de Ancud bendijo la primera piedra del templo que ser�a erigido al Alt�simo. Acto continuo, todos los colonos alemanes, que eran de religi�n luterana, entonaron un himno de gracias al Creador, mientras el ca��n de la "Janequeo" hac�a resonar por primera vez sus ecos en estos solitarios lugares anunciando a sus sencillos habitantes los cimientos de una nueva era de ilustraci�n y progreso.". Y precisamente ese d�a ancl� en el puerto, que ser�a el enlace entre Hamburgo y Chile, otro numeroso grupo de colonos alemanes con sus familias. Ese mismo a�o de 1853 se otorg� al �rea de Puerto Montt-Llanquihue el car�cter de territorio de colonizaci�n, con el objeto de brindar a esa zona cierto grado de autonom�a administrativa, dependiente directamente del Presidente de la Rep�blica. Los dos primeros a�os de la colonia fueron desastrosos. Las intensas lluvias y los temporales ocasionaron que las cosechas de los incipientes cultivos fueran malas, y hubo ocasiones en que muchos de ellos tuvieron que desenterrar las papas sembradas para alimentarse. Con todo, las estad�sticas se�alan que a fines de 1854 la colonia en general constaba de 747 alemanes y 2 mil 579 chilenos. Muchos de �stos se trasladaron a Puerto Montt despu�s del desastroso incendio que destruy� Calbuco casi por completo. Sin lugar a dudas, varios acontecimientos han contribuido a que Puerto Montt alcance el grado de desarrollo que actualmente ostenta. As�, debemos recordar que en 1913 se inaugur� el tren que un�a Santiago con Puerto Montt, quedando �sta como la estaci�n m�s austral del mundo. Luego, la empresa de ferrocarriles extendi� sus servicios, en sus propios barcos, hasta el sur, uniendo por mar las distintas localidades de la Regi�n con Puerto Ais�n y con Punta Arenas. Tambi�n el sistema de pilotes de fierro, que formaron el tablestacado, dio forma y vida al puerto, relegando las cl�sicas lanchas a vela chilotas a la Caleta de Angelm�. Esta caleta, famosa en el mundo por sus bellezas, captadas por muchos artistas de la pintura y la fotograf�a, caus� que su imagen recorriera todo el mundo, dando especial �nfasis a las embarcaciones artesanales chilotas, que en decenas arribaban con los productos de las islas cercanas, formando un comercio y una poblaci�n flotante que dieron gran impulso a Puerto Montt. Cronistas de la �poca relatan que la pen�ltima semana de mayo de 1960 los campos se vieron cubiertos de gusanos, lombrices e insectos que pugnaban por salir a la superficie. El agua de los pozos dom�sticos sal�a tibia. El interior de la tierra experimentaba un calentamiento repentino. �se fue el presagio para el violento terremoto que azot� Puerto Montt el domingo 22 de mayo de 1960, despu�s de mediod�a, como continuaci�n de aquel desastre de la naturaleza que asol� horas antes las ciudades de Concepci�n y Valdivia. A ra�z de este movimiento tel�rico, la ciudad de Puerto Montt, que contaba con 42 mil 600 habitantes, qued� aislada del resto del pa�s, con peligro de destrucci�n en 70 por ciento de su extensi�n. Fallecieron 120 personas, y hubo much�simos heridos. Los muros del puerto quedaron totalmente destruidos; el asfalto de la ruta principal, quebrado; la l�nea f�rrea, inutilizada, y el aeropuerto aislado por la ca�da de los puentes. A 43 a�os de esa fecha, se puede decir que la consecuencia directa de este desastre de la naturaleza fue el despertar del esp�ritu de lucha progresista de los habitantes de la zona. Con la ayuda de pa�ses extranjeros, los trabajos de reconstrucci�n tomaron ritmo ascendente; se habilit� el aeropuerto de El Tepual, y en poco tiempo la ciudad hab�a recuperado parte de su estructura original, y sus habitantes hab�an encontrado la tranquilidad creativa que necesitaba el futuro. Diecinueve a�os despu�s de ese terremoto, que hundi� la isla de Chilo� en un metro y barri� con pueblos y poblaciones enteras que se ubicaban a orillas del mar, Puerto Montt fue designado por el Gobierno del General Augusto Pinochet como capital de la D�cima Regi�n. Es posible que muchos, en ese tiempo, criticaran que fuera designada esta ciudad como capital de la Regi�n; pero basta puntualizar: a) Por su ubicaci�n geogr�fica, es el terminal del Valle Central y el comienzo de sus prolongaciones al sector insular; b) Es considerada el mejor puerto del pa�s, protegido por islas, y con suficiente calado para la llegada de cualquier tipo de barcos; c) Es la puerta de entrada a la Patagonia Austral, y los campos a su alrededor son de gran potencial econ�mico. Como complemento de esta designaci�n, el Gobierno militar inici� la construcci�n de la Carretera Austral, inmensa obra que, a partir de Puerto Montt, une el sector de Chile continental austral con el resto del pa�s. Se dio vida entonces, por carretera y no s�lo por mar �como hasta entonces-, a la provincia de Palena y a las comunas de la D�cima y Und�cima Regi�n. Gran impacto mundial caus� la visita de Su Santidad el Papa, en 1987, a Puerto Montt. Su imagen recorri� el mundo entero, y se constituy� en la mejor propaganda para inversionistas extranjeros. Otro hecho sobresaliente en el avance vertiginoso de esa ciudad fue el comienzo de los estudios e instalaci�n de la industria salmonera en el pa�s, que tuvo como centro de convergencia esta ciudad. En 1991, la explotaci�n alcanz� a la cifra de 160 millones de d�lares. Pero el crecimiento de 22 por ciento en promedio anual permiti� que la exportaci�n, en 2002, fuera de 180 mil toneladas, con un ingreso de 964 millones de d�lares, lo que ha transformado a Chile en el segundo pa�s con mayor exportaci�n en el mundo. No s�lo en ese rubro ha crecido el puerto. Mencionaremos que 53 transatl�nticos, cada uno con m�s de 800 turistas extranjeros, recalaron en este per�odo primavera-verano en la ciudad puerto, aumentando as� las importantes actividades tur�sticas, principal producto de la Regi�n a futuro. En cultura, la capital regional no ha quedado atr�s. Ya son tres las universidades que se han instalado en ella, gracias al esfuerzo privado de quienes apuestan al desarrollo siempre creciente de esta ciudad, la que en el �ltimo censo sobrepas� los 180 mil habitantes. O sea, en 40 a�os, Puerto Montt ha experimentado un aumento de poblaci�n superior a cuatro veces, transform�ndose as� en la ciudad de mayor crecimiento del pa�s. Seg�n c�lculos basados en su actual crecimiento, en 2050 podr�a alcanzar una poblaci�n de un mill�n de habitantes. Como aquello conlleva mayor exigencia de habitaciones, recientemente se ha inaugurado la primera ciudad sat�lite del pa�s, proyectada para 50 mil habitantes, y que se constituir� en plan piloto para otras Regiones que lo justifiquen. El crecimiento de Puerto Montt se produce tambi�n a causa de la fuerte migraci�n de los campos hacia la ciudad, debido al estancamiento de las labores agr�colas, y a la atracci�n de fuerza de trabajo que ejercen distintas industrias y faenas relacionadas con el mar. As�, en 1970, el 50 por ciento de los m�s de 700 mil habitantes de toda la Regi�n viv�a en el sector rural. En la actualidad, este porcentaje ha bajado en una cifra cercana a 35 por ciento. En el �rea comercial, Puerto Montt tambi�n ha evolucionado significativamente al incorporarse a sus actividades importantes centros comerciales, con multitiendas nacionales y extranjeras. Actualmente, la ciudad es un modelo de expansi�n urban�stica, el Polo Sur de desarrollo de servicios y del comercio, como puerta de entrada de Chile austral. Se�or Presidente, estimados colegas, con motivo de la celebraci�n de los 150 a�os de su fundaci�n, quienes hemos tenido la suerte de nacer y desarrollarnos en Puerto Montt, y aquellos que actualmente viven all�, no podemos ocultar nuestro profundo respeto y agradecimiento hacia aquellas autoridades visionarias de 1853, a los esforzados colonos alemanes que voluntariamente hicieron de Chile su patria, y a los hospitalarios chilotes que abandonaron sus antiguos lugares para avecindarse en la nueva ciudad. Unidos contribuyeron todos a la creaci�n de lo que en sus comienzos se conoci� como Colonia alemana, y que se simboliz� con la fundaci�n de Puerto Montt, el 12 de febrero de 1853. Igualmente, hago extensivo este agradecimiento a todos quienes, en distintos cargos de responsabilidad ciudadana, se esforzaron o trabajan actualmente por la superaci�n de esta gran ciudad, puente del Sur de Chile. He dicho. --(Aplausos). El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or P�ez. El se�or P�EZ.- Se�or Presidente, Honorables colegas: "Puerto Montt es pueblo necesario, por ser parte de un seguro puerto colocado por la mano de la naturaleza en el centro de la gran producci�n de alerces, en el promedio de las costas mar�timas de la colonia y a muy corta distancia de los centros rurales y fabriles�" Esta descripci�n precisa y asertiva de la hermosa ciudad de Puerto Montt pertenece a su propio fundador, don Vicente P�rez Rosales. Ciertamente este visionario ciudadano constituye el hilo conductor de un trozo importante de nuestra historia, que conecta el esp�ritu aventurero del conquistador con la lucha por la independencia nacional y la vocaci�n de soberan�a sobre nuestros territorios del sur. P�rez Rosales hizo historia en las g�lidas tierras del sur de Chile y un 12 de febrero del a�o 1853 funda Puerto Montt. Una salva de 21 ca�onazos disparados desde la nave "Janequeo", enviada por la Armada para participar en los actos, anunci� a los m�s de dos mil asistentes que, por voluntad del Gobierno y en honor al entonces Presidente don Manuel Montt, quedaba fundada en el sur de nuestra Rep�blica la que es hoy una de las m�s importantes ciudades del pa�s. La historia de Puerto Montt es el resultado de esfuerzos compartidos, de ideas y energ�as aplicadas al progreso y al desarrollo. Es una historia de ciudadanos que, en el pasado y en el presente, han aportado sus esfuerzos, destrezas, capacidad de emprendimiento y pr�ctica efectiva de la solidaridad. Son demasiados los hombres y mujeres que han jugado un rol protag�nico en este proceso. La cultura, las artes, la educaci�n, la religi�n, el desarrollo urban�stico, el deporte, la salud y el desarrollo comunitario, tienen sus propios actores a lo largo de los a�os. S�lo algunos de sus nombres han quedado inscritos en sus calles, plazas y edificios. Otros permanecen en el recuerdo consciente de amigos, colegas y vecinos. Un homenaje a Puerto Montt involucra tambi�n un reconocimiento a todos; a los relevantes y a los an�nimos. El "pueblo necesario" que describiera P�rez Rosales ha consolidado en los �ltimos tres lustros su condici�n de capital regional y potenciado su posici�n estrat�gica en la zona sur austral de Chile. Se puede sostener que Puerto Montt es hoy un eje gravitacional de la macrorregi�n austral y nexo vital de diversas actividades econ�micas consolidadas, tales como la salmonicultura, el turismo y los servicios a la agricultura y ganader�a. La fuente log�stica de estas �reas se sit�a en ese puerto y es factor de crecimiento y desarrollo para la ciudad y sus alrededores. Quienes nos visitan se sorprenden de este crecimiento. Puerto Montt se levanta en su entorno provincial y regional como una ciudad de oportunidades. Sin embargo, parad�jicamente ello constituye una amenaza potencial. Est� afectada la "vida vecinal" y comunitaria de sus barrios y poblaciones; tambi�n lo est� su entorno campesino con la presi�n inmobiliaria. Ello debe llevarnos a pensar el futuro y a buscar un equilibrio entre la modernidad y nuestras tradiciones m�s propias. Queremos que el porvenir de esta ciudad vincule el dinamismo de hoy con aquel encanto que trasuntan las telas de Pacheco Altamirano, Manoly, Wistuba o G�mez. El presente de Puerto Montt confirma la visi�n del fundador. El "pueblo necesario" de la segunda mitad del siglo XIX, transformado en la ciudad necesaria del siglo XXI. Los tratados de libre comercio recientemente suscritos abren para esta zona del pa�s enormes posibilidades de expansi�n econ�mica y social. En estas circunstancias, las condiciones geopol�ticas que han posibilitado su actual crecimiento ser�n tambi�n una ventaja para abordar estos nuevos desaf�os. Estimados colegas: cuando en septiembre �ltimo fui elegido Presidente de la Uni�n Interparlamentaria, declar� mi orgullo de ser el Senador de la D�cima Regi�n Sur y �por cierto- record� a muchos de aquellos puertomontinos que me han recibido y acogido en sus casas de Mirasol, Bellavista, Antonio Varas, Pichi Pelluco, Las Camelias y tantas otras poblaciones. A todos ellos extiendo hoy mi homenaje, y saludo con especial aprecio a su Alcalde, Rabindranath Quinteros, siempre sensible y atento a las necesidades y anhelos de sus habitantes. En esta tarde, en la Sala del Senado de la Rep�blica, rendimos un merecido tributo a Puerto Montt y a sus abnegados hombres y mujeres, mirando al futuro con fe y optimismo. --(Aplausos). El se�or LAVANDERO.- En nombre de mi Comit�, adhiero al homenaje. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Queda constancia de que el Comit� Dem�crata Cristiano se suma al homenaje. El se�or HORVATH.- Nosotros tambi�n adherimos. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se tomar� debida nota. El se�or P�EZ.- Agradezco la adhesi�n de los se�ores Senadores. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En Incidentes, el primer turno corresponde al Comit� Dem�crata Cristiano. Tiene la palabra el Honorable se�or Lavandero. CARGA IMPOSITIVA POR ALZA DE PRECIO DE COMBUSTIBLES. OFICIOS El se�or LAVANDERO.- Se�or Presidente, hace alg�n tiempo afirm� que los impuestos al consumo que paga la inmensa mayor�a de los chilenos �m�s del 80 por ciento-, recaen sin duda en los que viven de su trabajo, quienes aportan el 72 por ciento de los recursos de que el Fisco dispone para el Presupuesto de la Naci�n. En estas condiciones, los tributos vinculados a las utilidades -los impuestos directos- s�lo aportan el 28 por ciento de los ingresos tributarios. Los tributos indirectos o al consumo est�n constituidos fundamentalmente por el IVA, los aranceles y el impuesto a licores y combustibles. En el caso de estos �ltimos, se produce la siguiente situaci�n. Casi el 50 por ciento del valor de cada litro de bencina es impuesto. De tal manera que, al subir el petr�leo y la bencina con motivo de la incierta situaci�n de Iraq al doble de lo que se vend�an hace un a�o, el Fisco recibe una mayor cantidad de recursos de enorme proporci�n, cuyo rendimiento el Parlamento desconoce. Tambi�n existe la circunstancia de que entre el crudo -hace un a�o val�a 150 pesos- y la bencina ��sta alcanza en mi Regi�n un precio superior a los 500 pesos- existe una diferencia de alrededor de 100 pesos. Tampoco conocemos la raz�n de un aumento tan desproporcionado en el precio del petr�leo con relaci�n a las bencinas, teniendo en cuenta que hace un a�o el impuesto al crudo ascend�a s�lo a 40 pesos por litro. En estas condiciones, es necesario saber cu�nto corresponde al alza real del petr�leo; cu�nto a exceso por sobre el valor, y cu�nto a impuestos. Finalmente, me parece que en los cultivos tradicionales de las regiones m�s pobres el petr�leo -como lo se�al� hace un momento, a prop�sito de la discusi�n del proyecto sobre aval�os agr�colas- ocupa un lugar preponderante en el costo de la producci�n agr�cola, pues representa el 60 por ciento. �se es el significado del petr�leo en productos tradicionales como el trigo y otros. Por eso, es poco comparable lo que se�al� el Honorable se�or Naranjo, en cuanto a que hoy han aumentado al doble los rendimientos en distintos cultivos tradicionales. Y aun cuando ello es cierto, la verdad es que los insumos se han incrementado en siete veces por sobre el valor del producto. Si el precio del petr�leo corresponde al 60 por ciento del costo del producto agr�cola, entonces no son certeras las argumentaciones del mencionado se�or Senador. Lo m�s grave es que tambi�n se aprecia una diferencia en el precio de los combustibles vigente en el �rea con los de la Regi�n Metropolitana, la cual alcanza a casi 20 pesos por litro en nuestra Regi�n. La justificaci�n para evitar un precio uniforme, como exist�a antes, es el costo del transporte desde la Capital al resto del pa�s. No obstante que el petr�leo llega a las refiner�as de Concepci�n, se da el absurdo de que en esta ciudad es m�s caro que en Santiago. En esas circunstancias, la competencia entre las Regiones m�s pobres y las m�s ricas y la Metropolitana es desigual. El Gobierno deber�a solucionar el problema, dada la gran cantidad de recursos nuevos que recibe por el alza del petr�leo. Como he se�alado con anterioridad, deber�a subsumir la diferencia de precio que ocasiona el transporte con los nuevos recursos que est� percibiendo, y disponer uno uniforme en todo el pa�s, como suced�a antes. Ocurre que el precio de la bencina y el petr�leo �reitero- se recarga en Regiones conforme a las distancias en que est�n ubicadas respecto de la Capital. Y por haber en Santiago mayores facilidades para producir, las condiciones resultan m�s econ�micas aqu� que en las �reas m�s apartadas y m�s pobres. Por esas razones, se�or Presidente, solicito oficiar a los Ministerios de Hacienda y de Econom�a, Fomento y Reconstrucci�n, y a la Comisi�n Nacional de Energ�a, para que nos informen sobre los ingresos derivados del alza de combustibles del a�o pasado, como asimismo acerca del aumento desproporcionado del precio de las bencinas y en cuanto a la carga impositiva que ello representa. Podr�a considerarse como sobreprecio, para igualar el valor del petr�leo con el de la bencina. --Se anuncia el env�o de los oficios solicitados, en nombre del se�or Senador, en conformidad al Reglamento. PAGO DE PEAJES EN ACCESOS DE QUEPE Y METRENCO. OFICIO El se�or LAVANDERO.- Se�or Presidente, deseo pedir al se�or Intendente de la Novena Regi�n que nos informe sobre el compromiso existente con el Ministerio de Obras P�blicas de no pagar peaje para acceder a Quepe y Metrenco, ciudades "dormitorio", ubicadas a diez kil�metros de Temuco, mientras no est� al menos terminada la calle de servicio. Sus habitantes trabajan y educan a sus hijos en esta �ltima ciudad y deben pagar peaje por recorrer diez o doce kil�metros para acceder a ella o a la comuna de Freire. Es decir, est�n sitiados por dos peajes ubicados al norte y al sur de Temuco. Esta situaci�n se convers� con la comunidad de Quepe y las autoridades tanto de la Novena Regi�n como del Gobierno central, cuando se proyect� esa ruta hace cuatro a�os. Estas �ltimas empe�aron su palabra en cuanto a no instalar peajes en el acceso a esas dos localidades. Sin embargo, ello no se cumpli�. Ante los reclamos, se prometi� la construcci�n de un camino de servicio entre Quepe y Temuco. La v�a actual no est� terminada al menos en tres puntos. Se halla cortada en Villa Quepe, en Metrenco -de manera grave- y tambi�n en Licanco. Existe s�lo una huella angosta y peligrosa, sin cerco �abierta como un potrero- para el tr�nsito de un veh�culo. �sa ha sido una de las razones por las cuales los habitantes de tales localidades se han tomado ya tres veces la ruta principal y dicho camino. El Gobierno se comprometi� a no instalar un peaje mientras no existiera una ruta de servicio. Por cierto, los habitantes de Licanco, que contaban con una huella para el tr�nsito de sus carretas, han visto que �ste ha aumentado enormemente debido al mayor n�mero de personas �cerca de tres mil- que ahora viven en Quepe. �sta es una ciudad dormitorio, econ�mica y tranquila, aleda�a a Temuco. Los lugare�os deben solventar el costo de un bus para su traslado de un lugar a otro. A mi juicio, no existen en el pa�s peajes tan cercanos, pues entre las dos plazas hay una distancia de solo diez kil�metros. Es decir, es un tributo directo y exclusivo para esas dos localidades vecinas a Temuco �una al sur y la otra al norte de la ciudad-, aunque las personas que ingresan a Quepe pueden evitarlo si salen de Metrenco. Por esas razones, se�or Presidente, deseo que el se�or Intendente recabe los antecedentes precisos. La situaci�n es inc�moda. Se han efectuado protestas graves por falta de una explicaci�n clara y por no haberse cumplido un compromiso adquirido con las localidades mencionadas. Por lo tanto, solicito que se env�e el oficio en cuesti�n, a fin de que se informe acerca de esta materia a trav�s del Intendente de la Novena Regi�n de la Araucan�a. El se�or PROKURICA.- Tambi�n en mi nombre, se�or Presidente. --Se anuncia el env�o del oficio solicitado, en nombre del se�or Lavandero, en conformidad al Reglamento, con la adhesi�n del Honorable se�or Prokurica. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Termin� el tiempo del Comit� Dem�crata Cristiano. El Comit� Mixto Uni�n Dem�crata Independiente e Independientes no intervendr�. En el tiempo del Comit� Renovaci�n Nacional, tiene la palabra el Honorable se�or Prokurica. SOLUCI�N DE ENDEUDAMIENTO DE EMPRESA NACIONAL DE MINER�A. OFICIO El se�or PROKURICA.- Se�or Presidente, en esta oportunidad quiero expresar mi opini�n sobre la realidad de la ENAMI, de la peque�a y mediana miner�as en la Regi�n que represento y en especial de las propuestas de soluci�n al problema de endeudamiento y sus efectos. Se�or Presidente, como se sabe y conoce la opini�n p�blica, la noticia aparecida en los medios de comunicaci�n da cuenta de que la Empresa Nacional de Miner�a tiene actualmente una deuda de alrededor de 456 millones de d�lares. Por lo tanto, las autoridades de Gobierno, con la finalidad de resolver el problema -que no es menor, porque ha inhabilitado de alguna forma a una empresa que reviste gran responsabilidad e importancia para las Regiones del norte-, han propuesto enajenar una parte de ella. Me refiero a la Fundici�n Ventanas �quiz�s el mejor de los activos de la empresa- para pagar dicha deuda. Ante todo, deseo dar una explicaci�n hist�rica de c�mo se gener� dicha deuda. Porque uno de los diarios m�s conocidos manifiesta que no se puede seguir entregando recursos a la ENAMI por tener una deuda tan grande. Me gustar�a que por lo menos se escuchara en esta Alta Corporaci�n cu�l es el origen del endeudamiento. Porque, si bien se trata de una abultada suma, no es menos cierto que m�s de la mitad de ella fue generada por el uso ileg�timo de la legislaci�n vigente. Me refiero al decreto ley N� 1.263, mediante el cual el Fisco pidi� utilidades adelantadas a la Empresa Nacional de Miner�a, que �sta nunca obtuvo, por el precio internacional del cobre y la realidad econ�mica que est� viviendo el sector. As� las cosas, podr�a aceptarse que la propuesta del Gobierno y del Ministro de Miner�a es, desde el punto de vista econ�mico, quiz�s perfecta o buena, en el sentido de enajenar parte del patrimonio para terminar con la deuda, ya que la ENAMI paga a bancos extranjeros m�s de 30 millones de d�lares por concepto de intereses. Lo m�s grave de todo, como lo se�al� hace unos minutos, es que se ha terminado en una inmovilidad, porque la labor de fomento de la peque�a y mediana miner�as es casi nula hoy por parte de una empresa a la que se han ido recortando los recursos para tal efecto, cuyo personal es amenazado con despidos, ante planes de reducci�n, y que se halla en condiciones bastante dif�ciles. Desde el punto de vista econ�mico, tal vez la soluci�n que propone el Gobierno no es mala �repito-, y la oportunidad para hacerlo es urgente, dir�a, para evitar el pago de intereses. Pero pienso que tambi�n existe una parte de justicia. Y considero injusto que a una empresa a la que el Fisco caus� endeudamiento �ste hoy le proponga, como soluci�n, vender parte de su patrimonio. Porque el da�o no ser� solamente para la Empresa Nacional de Miner�a y el sector, sino tambi�n para las m�s de 40 comunas del norte que tienen una relaci�n directa con la peque�a y mediana miner�as. En las encuestas del Instituto Nacional de Estad�sticas entregadas hace 15 d�as, la mayor�a de las Regiones bajan sus �ndices de cesant�a. Sin embargo, en varias comunas de la Regi�n que represento, como Vallenar, ella aumenta. Y la �nica raz�n para tal efecto es que la historia y el destino que las caracterizan se hallan cifrados en el rubro a que hago referencia. Mientras la actividad minera est� deca�da, como ocurre hoy, con alrededor de 450 productores en todo el pa�s que efect�an entregas a la Empresa Nacional de Miner�a -en los a�os noventa eran m�s de 5 mil-, esas comunas del norte no van a recuperar su antigua realidad. Por lo tanto, mi planteamiento es que, en justicia, no corresponde lo que propone el Estado. Si el Gobierno quiere mi voto, hago presente que lo l�gico es que parte de los recursos de la enajenaci�n se destinen a pagar la deuda, por supuesto, pero tambi�n que parte importante de ellos vayan a obras concretas que impliquen la modernizaci�n de las actuales plantas de la ENAMI �espec�ficamente, la planta Matta, de la fundici�n de Paipote, por ejemplo-, la incorporaci�n a ellas de tecnolog�a, para que los procesos que desarrollen sean m�s econ�micos y competitivos, de manera que los mineros puedan entregar el mineral y obtener buenas tarifas. Asimismo, resulta indispensable que se cumpla con el compromiso adquirido hace ya tanto tiempo por las autoridades de Gobierno de instalar una planta de electroobtenci�n en Vallenar, aparte ampliar la de El Salado, de tal forma que no sea solamente para tratar los minerales de la ENAMI, sino que sirva, adem�s, para comprar los que puedan reactivar la provincia de Cha�aral, que est� muy deca�da. En el caso de la provincia de Huasco, una planta de electroobtenci�n podr�a generar un desarrollo tremendo, porque las minas se hallan muy lejos de los centros de tratamiento, lo que implica costos en fletes e impedimentos para funcionar, desde el punto de vista econ�mico. Una instalaci�n de esa �ndole puede procesar minerales de baja ley, lo cual significa en la pr�ctica reactivar una zona como la mencionada. Por eso, aunque no concuerdo con la proposici�n del Gobierno, �ste tendr� mi apoyo, si lo quiere, s�lo si se compromete a la modernizaci�n de la Empresa Nacional de Miner�a. Lo otro que se propone es una cuesti�n absurda, porque se vender�a quiz�s el coraz�n de la ENAMI, lo que produce utilidad, y nos quedar�amos con la chatarra. Y si la entidad no cierra hoy d�a, lo har� ma�ana. Se�alo lo anterior no solamente por los trabajadores de la ENAMI y por la empresa misma, a la que tengo mucho respeto y considero fundamental, sino especialmente por las comunas que represento en el Senado, que tienen una relaci�n directa con la peque�a y mediana miner�as. Si no se hace lo que planteo, en la pr�ctica se ir� cerrando poco a poco una empresa que hist�ricamente ha generado desarrollo. Si se vende la parte m�s importante de ella y no se moderniza estableciendo plantas de electroobtenci�n, se destruir� absolutamente y para siempre el sector minero. Se�or Presidente, solicito que mi intervenci�n sea enviada al se�or Ministro de Miner�a. El se�or LAVANDERO.- Se�or Presidente, hemos compartido las mismas opiniones con el Honorable se�or Prokurica, por lo que adhiero a su petici�n de oficio. El se�or HORVATH.- Se�or Presidente, como Comit� Renovaci�n Nacional, tambi�n adhiero al oficio. --Se anuncia el env�o del oficio solicitado, en nombre del Senador se�or Prokurica, conforme al Reglamento, con la adhesi�n del Honorable se�or Lavandero y del Comit� Renovaci�n Nacional. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Horvath en los minutos que restan al Comit� Renovaci�n Nacional. CONTINUIDAD DE PROGRAMAS DE MEJORAMIENTO DE BARRIOS EN AIS�N. OFICIOS El se�or HORVATH.- Se�or Presidente, los programas de mejoramiento de barrios se realizaban fundamentalmente a trav�s de la Subsecretar�a de Desarrollo Regional y las municipalidades donde se generaban. Sin embargo, el Ministerio del Interior ha cambiado la modalidad y ahora se desarrollar�n a trav�s de las oficinas de Chile Barrio. Resulta que en algunas Regiones no existen tales oficinas, por lo que distintas comunidades se han encontrado con una suerte de amenaza para que prospere ese tipo de proyectos. Me refiero tanto a los ya formulados y a los pr�ximos a ser financiados como a aquellos que se gestar�n en lo futuro. En tal sentido, deseo que se oficie al Ministerio del Interior y a la Subsecretar�a de Desarrollo Regional y Administrativo a fin de que en Regiones como la de Ais�n, donde no existe una oficina de Chile Barrio, se establezca una continuidad a trav�s de la modalidad anterior o de alguna otra, sin que necesariamente se deba habilitar una de esas dependencias. De lo contrario, m�s de diez comunas se ver�n perjudicadas en proyectos, entre otros, sanitarios, de alcantarillado y de plantas de tratamiento, sobre todo en una Regi�n que se ha propuesto en forma sistem�tica cumplir en la pr�ctica con su condici�n de privilegio ecol�gico y con ello acceder a todo lo que es producci�n limpia, natural y org�nica. --Se anuncia el env�o de los oficios solicitados, en nombre del Senador se�or Horvath, en conformidad al Reglamento. ZONIFICACI�N DE BORDE COSTERO EN REGI�N DE AIS�N. OFICIOS El se�or HORVATH.- En segundo t�rmino, se�or Presidente, deseo destacar el trabajo desarrollado desde hace bastante tiempo, con la participaci�n de todos los sectores productivos y las comunidades, en la zonificaci�n del borde costero, como un complemento a la labor de ordenamiento territorial de la Regi�n de Ais�n. En ese sentido, ya se hab�a llegado a una propuesta de zonificaci�n en que se buscaba determinar la compatibilidad e incompatibilidad de distintas actividades y quedaban algunos temas por resolver, fundamentalmente entre el sector acu�cola y el de la pesca artesanal. Sobre esa base, se ten�a programado para fines del a�o reci�n pasado un acuerdo final entre la Subsecretar�a de Marina, la Subsecretar�a de Pesca y el Servicio de Planificaci�n y Cooperaci�n Regional. Por tal motivo, solicito que se oficie a las instituciones se�aladas para que env�en todos los antecedentes relativos a esa materia. --Se anuncia el env�o de los oficios solicitados, en nombre del Senador se�or Horvath, en conformidad al Reglamento. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- No habiendo ning�n otro Comit� que desee intervenir y habi�ndose cumplido el objetivo de la sesi�n, �sta se levanta. -------------------- --Se levant� a las 19:33. Manuel Oca�a Vergara, Jefe de la Redacci�n