REP�BLICA DE CHILE DIARIO DE SESIONES DEL SENADO PUBLICACI�N OFICIAL LEGISLATURA 345�, EXTRAORDINARIA Sesi�n 25�, en martes 22 de enero de 2002 Ordinaria (De 16:21 a 19:46) PRESIDENCIA DE LOS SE�ORES ANDR�S ZALD�VAR, PRESIDENTE, Y MARIO R�OS, VICEPRESIDENTE SECRETARIOS, LOS SE�ORES CARLOS HOFFMANN CONTRERAS, TITULAR, Y SERGIO SEP�LVEDA GUMUCIO, SUBROGANTE ____________________ � N D I C E Versi�n Taquigr�fica I. ASISTENCIA II. APERTURA DE LA SESI�N III. TRAMITACI�N DE ACTAS IV. CUENTA Acuerdos de Comit�s V. ORDEN DEL D�A: Proyecto de ley, en segundo tr�mite, que modifica el DL. N� 1.757, de 1977, que otorga beneficios a voluntarios de Cuerpos de Bomberos de Chile (1124-06) (se aprueba en general) Proyecto de ley, en segundo tr�mite, que modifica el DL. N� 3.500, de 1980, en lo relativo a inversiones de las AFP (se aprueba en general y particular) Homenaje en memoria de ex Canciller de Argentina don Guido Di Tella. Comunicaciones (se rinde) VI. INCIDENTES: Peticiones de oficios (se anuncia su env�o) Rese�a de causas del desafuero de Senador Err�zuriz (intervenci�n del se�or Err�zuriz) VERSI�N TAQUIGR�FICA I. ASISTENCIA Asistieron los se�ores: --Aburto Ochoa, Marcos --Bitar Chacra, Sergio --Boeninger Kausel, Edgardo --Bombal Otaegui, Carlos --Canessa Robert, Julio --Cantero Ojeda, Carlos --Cariola Barroilhet, Marco --Cordero Rusque, Fernando --Chadwick Pi�era, Andr�s --Err�zuriz Talavera, Francisco Javier --Fern�ndez Fern�ndez, Sergio --Foxley Rioseco, Alejandro --Frei Ruiz-Tagle, Carmen --Gazmuri Mujica, Jaime --Hamilton Depassier, Juan --Horvath Kiss, Antonio --Lagos Cosgrove, Julio --Larra�n Fern�ndez, Hern�n --Lavandero Illanes, Jorge --Mart�nez Busch, Jorge --Matta Aragay, Manuel Antonio --Matthei Fornet, Evelyn --Moreno Rojas, Rafael --Mu�oz Barra, Roberto --Novoa V�squez, Jovino --N��ez Mu�oz, Ricardo --Ominami Pascual, Carlos --P�ez Verdugo, Sergio --Parra Mu�oz, Augusto --Pizarro Soto, Jorge --Prat Alemparte, Francisco --R�os Santander, Mario --Romero Pizarro, Sergio --Ruiz De Giorgio, Jos� --Ruiz-Esquide Jara, Mariano --Sabag Castillo, Hosa�n --Silva Cimma, Enrique --Urenda Zegers, Beltr�n --Vald�s Subercaseaux, Gabriel --Vega Hidalgo, Ram�n --Zald�var Larra�n, Adolfo --Zald�var Larra�n, Andr�s --Zurita Camps, Enrique Concurrieron, adem�s, los se�ores Ministros de Relaciones Exteriores, de Hacienda, Secretario General de la Presidencia, de Justicia y del Trabajo y Previsi�n Social, y el se�or Superintendente de Administradoras de Fondos de Pensiones. Actu� de Secretario el se�or Carlos Hoffmann Contreras, y de Prosecretario, el se�or Sergio Sep�lveda Gumucio. II. APERTURA DE LA SESI�N --Se abri� la sesi�n a las 16:21, en presencia de 19 se�ores Senadores. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesi�n. III. TRAMITACI�N DE ACTAS El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Las actas de las sesiones 23� y 24�, ordinarias, en 15 y 16 de enero del presente a�o, respectivamente, se encuentran en Secretar�a a disposici�n de los se�ores Senadores, hasta la sesi�n pr�xima, para su aprobaci�n. IV. CUENTA El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretar�a. El se�or SEP�LVEDA (Prosecretario).- Las siguientes son las comunicaciones recibidas: Mensajes Siete de Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica: Con el primero inicia un proyecto de ley que perfecciona normas sobre concursos de cargos de director de establecimientos educacionales del sector municipal. (Bolet�n N� 2.867-04). Asimismo, incluye dicha iniciativa en la convocatoria a la actual Legislatura Extraordinaria de Sesiones del Congreso Nacional. --Pasa a la Comisi�n de Educaci�n, Cultura, Ciencia y Tecnolog�a. Con el segundo y el tercero retira de la convocatoria a la actual Legislatura Extraordinaria de Sesiones del Congreso Nacional los siguientes proyectos de acuerdo: 1) El relativo al Convenio N� 169, sobre Pueblos Ind�genas, adoptado por la OIT el 27 de junio de 1989. (Bolet�n N� 233-10), y 2) El referido al "Protocolo Facultativo de la Convenci�n sobre la eliminaci�n de todas las formas de discriminaci�n contra la mujer", adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 6 de octubre de 1999. (Bolet�n N� 2.667-10). --Se toma conocimiento y se manda agregar los documentos a sus respectivos antecedentes. Con el cuarto retira la urgencia, y la hace presente nuevamente en el car�cter de "discusi�n inmediata", respecto del proyecto que modifica el decreto ley N� 3.500, de 1980, en materia de Inversiones de los Fondos de Pensiones. (Bolet�n N� 2.628-13). Con los tres siguientes retira la urgencia, y la hace presente nuevamente en el car�cter de "suma", respecto de los siguientes proyectos de ley: 1) El relativo a la calificaci�n de la producci�n cinematogr�fica. (Bolet�n N� 2.675-04); 2) El que crea el Servicio Nacional del Adulto Mayor como servicio p�blico. (Bolet�n N� 2.296-18), y 3) El que modifica la ley N� 18.502, con relaci�n al impuesto al gas, y establece regulaciones complementarias para la utilizaci�n de este combustible en veh�culos. (Bolet�n N� 2.701-15). --Quedan retiradas las urgencias, se tienen presentes las nuevas calificaciones y se manda agregar los documentos a sus respectivos antecedentes. Oficios De la Honorable C�mara de Diputados, mediante el cual comunica que ha dado su aprobaci�n a las enmiendas propuestas por el Senado al proyecto de ley sobre firma electr�nica y servicios de certificaci�n de la misma. (Bolet�n N� 2.571-19). --Se toma conocimiento y se manda archivar el documento junto a sus antecedentes. Dos de la Excelent�sima Corte Suprema, con los que emite su opini�n acerca de los siguientes asuntos: 1) Proyecto de ley sobre firma electr�nica y servicios de certificaci�n de la misma. (Bolet�n N� 2.571-19), y 2) Proyecto de ley que establece el sistema de jueces de turno y de dedicaci�n exclusiva en materia penal, e introduce modificaciones a la tramitaci�n de la segunda instancia en materia penal. (Bolet�n N� 2.850-07). --Se toma conocimiento y se manda agregar los documentos a sus antecedentes. Del se�or Ministro en Visita Extraordinaria, don Carlos Ba�ados Torres, con el que remite copia autorizada de las sentencias de primera y segunda instancias, las que se encuentran ejecutoriadas, reca�das en los autos rol 4.763-2bis, del Juzgado de Letras de Pichilemu, por el delito de lesiones, seguido en contra de don Francisco Javier Err�zuriz Talavera y otros. --Se toma conocimiento. Del se�or Fiscal Nacional del Ministerio P�blico, con el que informa sobre la creaci�n de la Unidad Especializada de Lavado de Dinero y Crimen Organizado y la designaci�n del abogado se�or Mauricio Fern�ndez Montalb�n como su primer Director. Del se�or Ministro Secretario General de la Presidencia, con el que contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Chadwick, relativo a la instalaci�n de una planta termoel�ctrica en la localidad de El Rinc�n-La Punta, en la comuna de San Francisco de Mostazal, Sexta Regi�n. De la se�ora Ministra de Educaci�n, en respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador se�or Bitar, en cuanto a la posibilidad de destinar al Consejo de Monumentos Nacionales parte de los recursos que se recaudan por enajenaci�n de bienes fiscales. Dos del se�or Ministro del Trabajo y Previsi�n Social: Con el primero responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Horvath, referido a la habilitaci�n de locales de pago de pensiones en los lugares que se encuentran alejados del centro de las ciudades. Con el segundo contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Cantero, relativo a la Comisi�n M�dica de Reclamos de Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales. Del se�or Subsecretario de Aviaci�n, en respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador se�or Horvath, tocante a la presencia de la Fuerza A�rea en la provincia Ant�rtica y a la continuaci�n de las actividades de la Escuela F-50 de Villa Las Estrellas. Del se�or Secretario Regional Ministerial de Planificaci�n y Cooperaci�n de la Regi�n Metropolitana, con el que remite una copia del informe acerca de la situaci�n del empleo y la desocupaci�n en su Regi�n, correspondiente al trimestre m�vil septiembre-noviembre de 2001. --Quedan a disposici�n de los se�ores Senadores. Informes De las Comisiones de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento, y de Educaci�n, Cultura, Ciencia y Tecnolog�a, unidas, reca�do en el proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, relativo a la calificaci�n de la producci�n cinematogr�fica, con urgencia calificada de "suma". (Bolet�n N� 2.675-04). De las Comisiones de Hacienda y de Trabajo y Previsi�n Social, unidas, reca�do en el proyecto, en segundo tr�mite constitucional, que modifica el decreto ley N� 3.500, de 1980, en materia de Inversiones de los Fondos de Pensiones, con urgencia calificada de "discusi�n inmediata". (Bolet�n N� 2.628-13). De la Comisi�n de Econom�a, reca�do en el proyecto de ley, iniciado en moci�n de los Senadores se�ores Cariola, Fern�ndez, Larra�n y Prat, en primer tr�mite constitucional, sobre publicidad de todos aquellos documentos relacionados con la fijaci�n de tarifas de los servicios sanitarios, el�ctricos y de telecomunicaciones. (Bolet�n N� 2.713-03). Nuevo segundo informe de la Comisi�n de Medio Ambiente y Bienes Nacionales, reca�do en el proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que proh�be el ingreso al territorio nacional de desechos provenientes de terceros pa�ses. (Bolet�n N� 150-11). De la Comisi�n de Intereses Mar�timos, Pesca y Acuicultura, reca�do en el proyecto de ley, iniciado en moci�n de los Senadores se�ores Bitar, Lagos y Zald�var, don Andr�s, en primer tr�mite constitucional, modificatorio de la ley N� 19.713, que establece como medida de administraci�n el l�mite m�ximo de captura por armador, incorporando a las unidades de pesquer�a que indica en las zonas se�aladas en el citado r�gimen de administraci�n. (Bolet�n N� 2.777-03). --Quedan para tabla. Moci�n Del Senador se�or Zald�var, don Andr�s, mediante la cual inicia un proyecto que modifica la ley N� 18.356, sobre control de las artes marciales, incluyendo al taekwondo y al karate en los deportes no considerados como artes marciales. (Bolet�n N� 2.868-02). --Pasa a la Comisi�n de Defensa Nacional. (Este proyecto no podr� ser tratado mientras no sea incluido por Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica en la convocatoria a la actual Legislatura Extraordinaria de Sesiones del Congreso Nacional). El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Terminada la Cuenta. El se�or HAMILTON.- Se�or Presidente, el titular de la Comisi�n de Defensa Nacional podr�a explicarnos los alcances de esa iniciativa. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Lo veremos despu�s, Su Se�or�a. No es posible resolverlo ahora, porque el se�or Senador no se encuentra presente. ACUERDOS DE COMIT�S El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- El se�or Secretario dar� cuenta de lo resuelto por los Comit�s. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Los Comit�s, en reuni�n de hoy, acordaron un�nimemente lo siguiente: 1.- Tratar en la presente sesi�n, como si fuera de f�cil despacho, el proyecto de ley que otorga beneficios a los voluntarios de los cuerpos de bomberos de Chile, fijando plazo para presentar indicaciones hasta el lunes 4 de marzo, a las 12. 2.- Establecer el 4 de marzo, a las 12, como nueva fecha para la formulaci�n de indicaciones a la iniciativa que regula la responsabilidad de los directores y limita las indemnizaciones en las empresas del Estado. 3.- Fijar hasta el lunes 1 de abril, a las 12, el plazo para presentar indicaciones al proyecto de reforma constitucional. 4.- Tratar en el primer lugar de la tabla de la sesi�n de ma�ana la iniciativa que establece como medida de administraci�n el l�mite m�ximo de captura por armador, incorporando las unidades de pesquer�a que indica en las zonas se�aladas por ese r�gimen de administraci�n. 5.- Devolver a Comisiones el proyecto sobre derechos de agua en Matilla, y 6.- En lo referente al proyecto sobre Inversiones de los Fondos de Pensiones, que figura en el primer lugar de la tabla de la presente sesi�n, votarlo en general y en particular a las 17:30. _______________ El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Con relaci�n al proyecto que concede beneficios a los Cuerpos de Bomberos, en el oficio remitido a la Mesa la Comisi�n hace presente que, despu�s de estudiar y aprobar el texto -como seguramente dar� cuenta la se�ora Presidenta de dicho �rgano t�cnico en el informe verbal-, estim� necesario hacer algunas precisiones a fin de dejar bien establecidos los beneficios que se otorgar�n a los bomberos que se enfermen o accidenten. Por ello, sugiri� fijar plazo hasta el 4 de marzo para formular indicaciones, subrayando que este hecho no provocar� perjuicio alguno a los voluntarios pues, como todas las normas se plantean con efecto retroactivo, se comenzar�a a aplicarlas de inmediato a todos aquellos que se encuentren en las condiciones se�aladas. Por esa raz�n, los Comit�s se limitaron m�s bien a tomar nota de lo resuelto por esa instancia especializada. Tiene la palabra el Honorable se�or Larra�n. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, comprendo la inquietud de la Comisi�n y lo se�alado por Su Se�or�a es coherente con la iniciativa. Sin embargo, pienso que el Senado no ha realizado un an�lisis de la situaci�n de Bomberos de Chile como tal. Esa instituci�n, a lo largo del pa�s, est� atravesando por una crisis econ�mica extraordinariamente grave. Son muchas las compa��as de bomberos que se hallan en serias dificultades y los Parlamentarios no podemos permanecer indiferentes ante esa circunstancia. El proyecto est� circunscrito a �reas espec�ficas. Es un seguro de accidentes -por as� decirlo- y una forma de incorporar a las compa��as de seguros y a las mutualidades en la entrega de beneficios a los integrantes de los Cuerpos de Bomberos que sufran accidentes. Pero, �cu�ndo desarrollaremos un debate acerca de lo que creemos que puede hacer el Estado de Chile y que sea distinto de lo contemplado en esta iniciativa? Su discusi�n general tal vez lo permita, porque si hubiese voluntad de legislar en un sentido complementario podr�amos aprovechar la normativa propuesta para colaborar de manera m�s eficaz a la mantenci�n y subsistencia de Bomberos de Chile. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Coincido con Su Se�or�a en que efectivamente el tema es muy importante. Ciertamente despu�s del receso, en la primera semana de marzo, podremos discutir esos puntos. Pero la Junta Nacional de Cuerpos de Bomberos de Chile me ha hecho notar la conveniencia de despachar r�pidamente la iniciativa, para revertir la situaci�n de desmedro en que se encuentran muchos bomberos que han sufrido accidentes y que est�n imposibilitados de mejorarla por no hallarse cubiertos por un seguro. Entonces veremos c�mo compatibilizar las dos cosas con el objeto de hacer justicia. Los Comit�s acordaron votar el proyecto sin discusi�n. Pido a los se�ores Senadores no abundar en el tema. Tiene la palabra el Honorable se�or Romero. El se�or ROMERO.- Se�or Presidente, quiero plantear una moci�n de orden. Siguiendo el pensamiento del Senador se�or Larra�n -que comparto-, me parece que las dos cosas son perfectamente factibles. Igualmente, considero que el Senado, en una sesi�n especial a efectuarse a principios de marzo, con motivo o no de un debate espec�fico sobre la iniciativa, puede llegar a fijar su criterio frente a la situaci�n que vive Bomberos de Chile. En ella podr�a examinarse tambi�n la solicitud que formul� en su momento, en el sentido de crear una Comisi�n especial para estudiar el punto, que en mi concepto es una materia muy especializada. Por lo tanto, si hici�ramos ambas cosas: unir el debate global con una definici�n de esta Alta C�mara en orden a respaldar de alg�n modo a Bomberos de Chile, ser�a estupendo. Pero una cosa distinta es enredar el actual proyecto, que es urgente sacar adelante. Por eso, apoyo la posici�n de la Mesa. V. ORDEN DEL D�A ENMIENDA DE LEGISLACI�N SOBRE BENEFICIOS PARA BOMBEROS El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que modifica el DL N� 1.757, de 1977, que otorga beneficios a los voluntarios de los Cuerpos de Bomberos de Chile, con informe de la Comisi�n de Gobierno, Descentralizaci�n y Regionalizaci�n. --Los antecedentes sobre el proyecto (1124-06) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 24�, en 16 de enero de 2002. Informe de Comisi�n: Gobierno (verbal), sesi�n 25�, en 22 de enero de 2002 El se�or HOFFMANN (Secretario).- El Ejecutivo hizo presente la urgencia para el despacho del proyecto, calific�ndola de "simple". La Sala, en sesi�n de 16 del mes en curso, autoriz� a la Comisi�n para entregar verbalmente su informe. El objetivo principal de la iniciativa es introducir enmiendas al decreto ley N� 1.757, de 1977, que otorga beneficios por accidentes y enfermedades a los miembros de los Cuerpos de Bomberos; determinar la fecha en que empezar�n a regir las modificaciones propuestas, y facultar al Presidente de la Rep�blica para fijar el texto refundido, coordinado y sistematizado de las leyes que regulan las indemnizaciones y beneficios de los miembros de los Cuerpos de Bomberos. Fue aprobada en general por la unanimidad de los miembros de la Comisi�n, Senadores se�ora Frei (do�a Carmen) y se�ores Canessa, Cantero, Cariola y N��ez. Cabe hacer presente que los art�culos 1� y 2� son normas de qu�rum calificado, por lo cual requieren para su aprobaci�n el voto conforme de 25 se�ores Senadores. La Secretar�a elabor� un bolet�n comparado, en el cual figuran el texto vigente del DL N� 1.757, de 1977, y el propuesto por la Comisi�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En la discusi�n general, tiene la palabra la se�ora Presidenta de la Comisi�n, quien entregar� un breve informe verbal, y luego se proceder� a votar. La se�ora FREI (do�a Carmen).- Se�or Presidente, el tema en debate nos viene penando desde hace mucho tiempo. Es indudable que la labor voluntaria de Bomberos de Chile merece una respuesta m�s amplia de parte del Estado y de nosotros, los Parlamentarios. El proyecto es una manera de empezar. Me parece bueno aprobarlo hoy en general y abrir un plazo prudente para presentar indicaciones. Cuando estudiemos �stas, en marzo, podremos abordar los aspectos anotados por los se�ores Senadores. La iniciativa, que ha tenido una larga tramitaci�n, se bas� en las observaciones formuladas tanto por Bomberos de Chile como por la Superintendencia de Valores y Seguros para perfeccionar una normativa que ya tiene m�s de 20 a�os de aplicaci�n. A trav�s de ella se procura aumentar las prestaciones de salud y de seguridad social a que tienen acceso quienes se desempe�an como voluntarios de los Cuerpos de Bomberos en el pa�s. El proyecto est� conformado por tres art�culos y tiene como prop�sito fundamental introducir innovaciones en las normas que regulan las indemnizaciones y otros beneficios a que tienen derecho los miembros de los Cuerpos de Bomberos que sufran accidentes o enfermedades con ocasi�n de actos de servicio, llenando as� los vac�os detectados en la legislaci�n y que es necesario corregir. En primer lugar, en una norma extensa e importante, se entrega a la Comisi�n de Medicina Preventiva e Invalidez del Servicio de Salud del territorio administrativo donde ocurriere el siniestro o acto que originare la prestaci�n reclamada, la tarea de determinar la naturaleza de la incapacidad o enfermedad que afecte al voluntario o voluntaria. En seguida, se perfeccionan los beneficios e indemnizaciones a que pueden acceder. As�, se precisa que las prestaciones de salud se otorgar�n hasta el alta definitiva del accidentado. Se establece que tendr�n derecho a un subsidio igual al promedio de sus �ltimas tres remuneraciones mensuales, las que en ning�n caso podr�n ser superiores a ocho ingresos m�nimos mensuales ni inferiores a uno de �stos. Igualmente, se expresa que en caso de invalidez permanente, el accidentado o enfermo tendr� derecho a una renta vitalicia de 30 unidades de fomento. En los tres primeros a�os ser� pagada directamente por la Superintendencia de Valores y Seguros. Superada esa fecha y bajo la condici�n de mantenerse tal incapacidad, dicho organismo cotizar� y contratar� con una compa��a de seguros una renta vitalicia. Se protege -esto es de gran trascendencia- al o a la c�nyuge sobreviviente y a los hijos del voluntario o voluntaria fallecido, sin ning�n tipo de discriminaci�n, con el fin de que puedan acceder a una renta vitalicia conjunta. Se ampl�a el pago de los gastos de manera que comprenda no s�lo el de los servicios funerarios, como ocurre en la actualidad, sino tambi�n el de inhumar al fallecido, hasta por un monto equivalente a doce ingresos m�nimos mensuales. Otra norma esencial es la que define como miembros de la instituci�n no s�lo a los bomberos voluntarios y voluntarias en ejercicio, sino tambi�n a quienes tengan la calidad de honorarios, que act�en en siniestros, salvatajes o actos institucionales en el territorio nacional o -esto es algo preponderante- fuera del pa�s. Se consigna que los beneficios contemplados en la iniciativa ser�n de cargo de las entidades aseguradoras y mutualidades que cubran en Chile el riesgo de incendio. En seguida, se a�ade que la Superintendencia de Valores y Seguros cobrar� a las compa��as de seguros, en cada oportunidad, las cuotas de prorrateo; pagar� los beneficios que concede el decreto ley; cotizar� y contratar� por cuenta de los voluntarios o sus beneficiarios, seg�n corresponda, rentas vitalicias en compa��as de seguros de vida, etc�tera. M�s adelante se se�alan los establecimientos de salud en donde, a elecci�n del Superintendente del Cuerpo de Bomberos respectivo, podr�n solicitar atenci�n m�dica los voluntarios. Y se agrega que en casos excepcionales, atendida la gravedad del accidentado o enfermo, la atenci�n de urgencia podr� efectuarse en el centro asistencial m�s cercano, que podr� ser una cl�nica particular que indique el m�dico tratante. Especial �nfasis amerita la norma que dispone que los establecimientos de salud que atiendan a los voluntarios no pedir�n documentos en garant�a, bastando la orden de atenci�n emitida por el Cuerpo de Bomberos respectivo. Seguidamente, se dispone que los beneficios que se otorgan se har�n extensivos para la adquisici�n o reparaci�n de aparatos ortop�dicos o pr�tesis de cualquier naturaleza, bastones, sillas de ruedas, etc�tera. Las indemnizaciones y prestaciones por accidentes producidos o enfermedades contra�das en actos de servicio, podr�n demandarse a contar del primer d�a del mes siguiente al de la publicaci�n de esta normativa. Por eso, se�or Presidente, es importante que despachemos esta iniciativa cuanto antes. Tambi�n se dispone que los accidentes, enfermedades o las secuelas producidas antes de la fecha de promulgaci�n, y que den lugar a indemnizaciones y beneficios que corresponder�a devengar desde la mencionada fecha, se adecuar�n a los valores establecidos por las modificaciones que introduce este proyecto. Finalmente, se faculta a Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica para que, en el plazo de noventa d�as, fije el texto refundido, coordinado y sistematizado de los cuerpos legales que regulan las indemnizaciones y beneficios de los miembros de los Cuerpos de Bomberos por los accidentes que sufran o las enfermedades que contraigan en actos de servicio. La iniciativa, como se puede constatar, contiene innovaciones que van a proteger a los voluntarios y voluntarias del Cuerpo de Bomberos de Chile, y sobre todo �lo que es muy importante- a sus familias. Por lo tanto, la Comisi�n de Gobierno, por la unanimidad de sus integrantes, prest� su aprobaci�n, y espera que en la misma forma proceda la totalidad de los se�ores Senadores presentes en la Sala. Por �ltimo, me permito hacer presente que los art�culos 1� y 2� requieren qu�rum calificado para su aprobaci�n, por versar sobre asuntos de seguridad social. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Ofrezco la palabra. Ofrezco la palabra. Si le parece a la Sala, se aprobar� el proyecto. --Se aprueba en general, dej�ndose constancia de que emitieron voto favorable 38 se�ores Senadores. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Propongo fijar el d�a 4 de marzo, a las 12, como t�rmino del plazo para presentar indicaciones. La Comisi�n entregar�a su informe verbal el d�a 5, y se votar�a en particular durante la sesi�n de ese �ltimo d�a. --Se acuerda. _______________ El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Corresponde designar a los se�ores Senadores que integrar�n por parte de esta Corporaci�n la Comisi�n Mixta que se ocupar� en conocer de la controversia suscitada entre el Senado y la C�mara de Diputados sobre el proyecto que establece un feriado legal en Arica. Al efecto propongo que se nombre a los se�ores Senadores que conforman la Comisi�n de Gobierno, Descentralizaci�n y Regionalizaci�n. --Se acuerda. _______________ --Se autoriza el ingreso a la Sala del Superintendente de Administradoras de Fondos de Pensiones, se�or Alejandro Ferreiro. MODIFICACI�N DE D.L. N� 3.500 EN MATERIA DE INVERSIONES DE AFP El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Corresponde ocuparse en el proyecto, en segundo tr�mite constitucional, sobre modificaciones al decreto ley N� 3.500, de 1980, en lo relativo a inversiones de las AFP. --Los antecedentes sobre el proyecto (2628-13) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 25�, en 22 de agosto de 2001. Informe de Comisi�n: Hacienda y Trabajo, unidas, sesi�n 25�, en 22 de enero de 2002. El se�or HOFFMANN (Secretario).- El Ejecutivo calific� la urgencia de la iniciativa de "Discusi�n Inmediata", y ella se encuentra informada por las Comisiones de Hacienda y la de Trabajo y Previsi�n Social, unidas, las que fueron autorizadas para discutirla en general y en particular en el primer informe. Su objetivo principal es establecer un sistema de multifondos en el r�gimen de inversiones de las mencionadas entidades previsionales; ampliar sus alternativas de inversi�n, tanto en el mercado nacional como en el extranjero, y asimismo adecuar la estructura de l�mites de la cartera que administran. Las Comisiones aprobaron el proyecto en general con votos afirmativos de los Honorables se�ora Matthei, y se�ores Boeninger, Foxley, Gazmuri, Prat y Urenda. Se abstuvieron los Senadores se�ores Parra y Jos� Ruiz. En lo tocante a la discusi�n en particular, en el informe se consignan las modificaciones introducidas al texto despachado por la C�mara de Diputados, las que fueron aprobadas, por regla general, por la unanimidad de las Comisiones unidas, con las siguientes excepciones: - -En la letra a) del n�mero 3 del art�culo �nico (adscripci�n obligatoria a un fondo determinado ante el silencio del cotizante), se abstuvo el Honorable se�or Parra. -En la letra n) del n�mero 15 del art�culo �nico, sobre fijaci�n por el Banco Central de l�mites m�ximos para la inversi�n en moneda extranjera sin cobertura cambiaria que podr�n mantener las Administradoras en cada tipo de fondos, el Senador se�or Jos� Ruiz vot� en contra. -En lo relativo a la letra c) del n�mero 16, referida a la fijaci�n por los Superintendentes de Administradoras de Fondos de Pensiones, de Bancos e Instituciones Financieras y de Valores y Seguros de las comisiones m�ximas a pagarse con cargo a los fondos de pensiones, mutuos y de inversi�n, fue aprobada con 6 votos a favor de los Senadores se�ores Bitar (dos votos); Boeninger, Foxley (dos votos) y Gazmuri; y 4 abstenciones: las de los Senadores se�ora Matthei (dos votos) y se�ores Prat y Urenda. -Finalmente, en la modificaci�n contenida en el n�mero 17, que complementa las autorizaciones que tienen las AFP para efectuar giros desde las cuentas corrientes bancarias mantenidas por los Fondos de Pensiones cuando efect�an inversiones en instrumentos de emisores extranjeros, se registr� el voto en contra del Honorable se�or Jos� Ruiz. El texto propuesto por las Comisiones figura en las p�ginas 148 a 183 del informe. Cabe hacer presente que, seg�n ese documento, los n�meros 15, letras a), e), f), g), k), l), m), n) y p); 18 del art�culo �nico, y los art�culos 8� y 9� transitorios, contienen normas de rango org�nico constitucional, requiriendo para su aprobaci�n del voto conforme de 27 se�ores Senadores. Por otra parte, los n�meros 1, 3 letra a); 6, 7, 8 letras a), b) y c); 9 y 21 del art�culo �nico; y los art�culos 3� y 7� transitorios revisten el car�cter de normas de qu�rum calificado, requiriendo para su aprobaci�n del voto conforme de 25 se�ores Senadores. Finalmente, corresponde destacar que, de conformidad a lo dispuesto en el art�culo 127 del Reglamento, la iniciativa debe ser discutida en general y en particular a la vez, por tener urgencia calificada de "Discusi�n Inmediata". El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En la discusi�n general, tiene palabra el Presidente de las Comisiones, Senador se�or Foxley. El se�or FOXLEY.- Se�or Presidente, como se ha rese�ado, �ste es un proyecto que en la discusi�n general fue aprobado por 7 votos a favor y 2 abstenciones. Las normas sometidas a discusi�n en el debate en particular se aprobaron tambi�n en forma amplia, con algunas reservas, seg�n lo hizo presente hace un momento el se�or Secretario. Expondr� un informe �breve, espero- sobre el contenido de la iniciativa, comenzando por sus fundamentos, es decir las bases que explican y justifican la creaci�n de un sistema consistente en cinco fondos alternativos de inversi�n para las AFP. Lo primero que debe constatarse es que el sistema de Administradoras de Fondos de Pensiones ha demostrado ser un mecanismo extremadamente potente de acumulaci�n de recursos de ahorro. A fines del a�o pasado tales recursos llegaban a una cifra cercana a los 34 mil millones de d�lares. La tasa de aumento de esta acumulaci�n de ahorros es casi de 30 por ciento por a�o. Eso quiere decir que a fines de la pr�xima d�cada �a�o 2020- los ahorros acumulados en el sistema privado de pensiones chileno van a ser equivalentes, en volumen, al Producto Interno Bruto que acuse nuestra econom�a en ese a�o. Todas �stas son, por cierto, cifras estimativas. Lo que he mencionado anteriormente significa que existe la necesidad de poner al d�a los criterios de inversi�n de estos fondos, con el objeto de lograr varios prop�sitos, todos igualmente importantes. El primero, pensando en los imponentes, es ofrecer a los cotizantes del sistema un mayor rango de alternativas de inversi�n de sus ahorros que el existente hasta ahora. Hace un par de a�os, el Congreso legisl� creando el denominado Fondo 2, que consiste fundamentalmente en un fondo de pensiones de renta fija para las personas mayores, quienes en los �ltimos diez a�os de vida activa, antes de jubilar, pueden optar a invertir todos sus recursos de ahorro en instrumentos de renta fija. Por distintas razones, dicho fondo no ha sido particularmente exitoso en cuanto a la afiliaci�n. Probablemente los cotizantes actuales no superan las 250 personas y, por lo tanto, la gran masa de ellos permanece en el fondo original. La idea de este proyecto es ofrecer alternativas de eventuales mayores retornos en la rentabilidad del ahorro, lo cual en un mercado de capitales va frecuentemente asociado a cierto mayor riesgo de la cartera. Carteras de renta variable, inversiones en acciones, ya sea en el pa�s o en el extranjero, tienden a otorgar en el largo plazo una tasa de rentabilidad m�s alta que la de instrumentos alternativos, pero tambi�n implican cierto perfil de riesgo mayor. Entonces, en la iniciativa en debate se propone ampliar las posibilidades de inversi�n a cinco tipos de fondos, partiendo con un Fondo A, de mayor riesgo, hasta un Fondo E, que es b�sicamente de inversi�n en renta fija. El segundo objetivo del proyecto es otorgar mayor profundidad al mercado de capitales chilenos. El mercado de capitales, los sistemas de financiamiento de las empresas en el pa�s -si se quiere- est�n muy centrados en el financiamiento bancario. �ste posee un sesgo por raz�n de la naturaleza de los recursos que capta de los dep�sitos, y consiste en prestar m�s bien a plazos relativamente breves y para inversiones bastante seguras. Con ello, de hecho se establece una dificultad casi estructural para que las empresas no consolidadas puedan optar a un acceso al capital m�s fluido que el existente y, sobre todo, a recursos de ahorro interno que se canalicen en inversi�n sin tener que recurrir en forma habitual a cr�ditos externos, a emisi�n de bonos en el exterior, etc�tera. Por lo tanto, al diversificar las posibilidades de inversi�n de las AFP, se est� abriendo una ventanilla para que cierta proporci�n de esos recursos financie empresas sin historia, proyectos nuevos, en pocas palabras financiar inversiones. El tercer punto, relacionado con el primero que mencion�, consiste en que las AFP, frente a la verdadera marea de recursos de ahorro que le llegan a�o tras a�o -de los cuales debe disponer en forma adecuada, prudente y rentable-, necesitan de un men� de opciones de inversi�n m�s amplio. Por ejemplo, en el caso de las empresas chilenas, las AFP copan r�pidamente las cuotas de inversi�n dentro del l�mite establecido en la ley y, en consecuencia, es necesario aumentar el universo de empresas elegibles, tanto interna como externamente, permitiendo una flexibilizaci�n de los l�mites de inversi�n en el extranjero, en particular en renta variable. Dentro de ese marco de objetivos, el proyecto tiene fines m�s espec�ficos. En primer lugar, incrementar el valor esperado de las pensiones que obtendr�n los afiliados, a trav�s de aumentar las posibilidades de inversi�n en instrumentos de mayor riesgo. En segundo t�rmino, permitir a las personas una libre elecci�n en cuanto a cu�l de las cinco alternativas de inversi�n ofrecidas se ajusta mejor a su propensi�n al riesgo y, por lo tanto, a expectativas de inversi�n m�s altas, o de aversi�n al riesgo y expectativas de rentabilidad m�s seguras, pero probablemente menores. En tercer lugar, como lo se�al� anteriormente, se fomenta el desarrollo y profundizaci�n del mercado de capitales, en cuanto a aumentar el n�mero de alternativas que �ste ofrece como instrumentos de inversi�n. La iniciativa propone la libre elecci�n de los fondos de pensiones para todos los afiliados del sistema previsional, con excepci�n de los pensionados y de aquellos afiliados hombres mayores de 55 a�os y mujeres mayores de 50, los cuales podr�n optar libremente entre los cuatro fondos de menor riesgo relativo y no los cinco que define el proyecto. Se excluye como posibilidad de inversi�n para las personas mayores el de m�s alto riesgo, esto es, el Fondo A. Si en un plazo razonable los cotizantes no seleccionan un tipo de fondo, el proyecto establece algunos criterios para asignar a los afiliados seg�n su edad. Si los hombres o mujeres menores de 35 a�os no manifiestan su voluntad de adscripci�n a uno u otro, ser�n traspasados desde su situaci�n actual equivalente al Fondo C del proyecto a uno cuyo margen de mayor riesgo relativo, que es el Fondo B. Asimismo, el proyecto indica entre las distintas alternativas los l�mites m�ximos y m�nimos en que la AFP puede invertir en instrumentos de renta variable. No los describir� ac� para no extender demasiado mis observaciones, pues aparecen en el informe que sus Se�or�as tienen a la vista, pero procuran diferenciar las carteras de inversi�n entre los distintos fondos para que la elecci�n entre uno u otro tenga sentido, desde el punto de vista de los rendimientos y de la diferenciaci�n de riesgos. Por otra parte, se obliga a las Administradoras de Fondos de Pensiones a crear cuatro fondos de menor riesgo relativo de los cinco posibles, que van desde el A al D. En el Fondo A -que es el de m�s alto riesgo-, se autoriza a la AFP para invertir hasta el 80 por ciento de la cartera en renta variable, conforme lo establece la ley. Dicho fondo se puede crear por parte de las AFP, pero su creaci�n no es de car�cter obligatorio, sino s�lo voluntaria Tambi�n, el proyecto establece que los afiliados podr�n traspasarse libremente entre los fondos de una misma AFP, sin costo alguno para ellos si lo hacen hasta dos veces o menos en un a�o calendario. Si los cotizantes trasladan sus fondos en m�s de dos ocasiones, deber�n pagar una comisi�n fija. Se mantiene el esquema base de mecanismo actual de medici�n de la rentabilidad m�nima, excepto para el fondo de m�s riesgo, en que el criterio de fluctuaci�n de 2 por ciento se reemplaza por uno de 4 por ciento. La iniciativa indica que las comisiones que cobren las AFP por administrar cualesquiera de estos fondos deber�n ser id�nticas para todos los afiliados, independientemente del tipo de fondo que las personas elijan. Por otro lado, se dictan normas tendientes a informar al afiliado respecto de las nuevas alternativas en un plazo m�ximo de 30 d�as desde la vigencia de la ley, a fin de elegir una modalidad de fondo o, en caso de no pronunciarse, ser asignado a uno. Asimismo, se consigna un per�odo de transici�n de un a�o de flexibilidad para el cumplimiento de los l�mites m�nimos o m�ximos para la estructuraci�n del portafolio de cada uno de los fondos. Tambi�n, se considera una mayor flexibilidad durante los primeros a�os de operaci�n para la medici�n de la rentabilidad m�nima de cada uno de ellos. El proyecto contiene tambi�n un cap�tulo que flexibiliza las normas actualmente vigentes en materia de inversi�n de los fondos de pensiones en el extranjero. En este momento, el l�mite m�ximo de inversi�n en t�tulos en el extranjero es de 20 por ciento del valor de los fondos de pensiones, con un subl�mite m�ximo de 10 por ciento para los instrumentos de renta variable. Como se sabe, el l�mite m�ximo debe ser autorizado por el Banco Central, el cual lo tiene situado hoy d�a en 16 por ciento para los instrumentos extranjeros, con un subl�mite de 10 por ciento para instrumentos de renta variable. Actualmente, las AFP est�n invirtiendo en el extranjero un porcentaje que bordea el 14 por ciento del valor de los fondos, esto es, unos 4 mil 600 millones de d�lares; pero, dentro de dicho 14 por ciento, la inversi�n en instrumentos de renta variable se encuentra copada, es decir, se encuentra pr�cticamente en el m�ximo de 10 por ciento. En definitiva, lo que plantea el proyecto es ampliar el l�mite global para la inversi�n en el extranjero, de 20 a 30 por ciento del valor de todos los tipos de fondo de las AFP. En el caso de los instrumentos de renta variable, se da un salto bastante brusco, desde un l�mite de 10 por ciento a otro que en la pr�ctica ser� tambi�n de 30 por ciento, pues el proyecto se�ala que el l�mite global de 30 por ciento incluso podr� ser copado exclusivamente por instrumentos de renta variable. Con el objeto de ajustar las carteras y de no producir problemas en el mercado cambiario, se establece una gradualidad para el incremento en el l�mite global y tambi�n para la eliminaci�n del subl�mite que se aplica a los instrumentos de renta variable, principalmente inversi�n en acciones. La transici�n se har� en la forma que especifica el proyecto. En el mismo cap�tulo, adem�s del l�mite global, se flexibilizan los l�mites por emisor para posibilitar que los recursos sean invertidos en un mayor rango de empresas o instrumentos financieros disponibles en los mercados internacionales. Y, por �ltimo, se autorizar�a a las AFP a invertir en nuevos instrumentos de inversi�n. Han sido mencionados como ejemplo los llamados "fondos �ndices de inversi�n", que reflejan en su composici�n exactamente la de algunos de los �ndices que sirven de indicadores de desempe�o de los instrumentos de renta variable en las principales bolsas del mundo donde se transan acciones y, particularmente, en Nueva York. Tambi�n se podr� invertir a futuro en otros instrumentos �no voy a entrar en su detalle ahora- que hoy no est�n autorizados. El tercer gran cap�tulo del proyecto corresponde a la flexibilizaci�n de los l�mites de inversi�n de las AFP en el mercado nacional. Para abreviar esta presentaci�n, no voy a entrar en el an�lisis pormenorizado de algunos temas, los cuales podr�n ser explicados por los ministros del �rea. Como dec�a, hay un fuerte avance en la flexibilizaci�n de los l�mites de inversi�n en el pa�s, que incluye la modificaci�n de una pr�ctica llamada "activo contable depurado", vigente en la ley, que de hecho ha restringido el n�mero de empresas chilenas elegibles de inversi�n. Al eliminarse el activo contable depurado, los fondos de pensiones podr�an ser invertidos en unas 90 � 100 empresas adicionales. Para finalizar �a fin de abordar s�lo los puntos m�s sustantivos del proyecto-, quiero se�alar que se flexibiliza tambi�n el l�mite de libre disponibilidad de las AFP para la inversi�n en instrumentos nacionales de renta variable. Se permite que el 3 por ciento del total de los fondos de pensiones sea invertido en acciones de sociedades que t�cnicamente pueden ser calificadas como sociedades que no cumplen los requisitos establecidos por la Comisi�n Clasificadora de Riesgo o, dicho en un lenguaje m�s com�n o corriente, se autoriza que hasta 3 por ciento de los fondos de las AFP sea invertido en instrumentos semejantes a los instrumentos de capital de riesgo, lo cual deber�a dar un impulso al establecimiento de una industria de capital de riesgo que ayude a fomentar la capacidad emprendedora que hoy existe a lo largo del pa�s y a constituir empresas nuevas, sobre todo en �reas tecnol�gicamente avanzadas, pues en la actualidad no todos tienen acceso al capital nacional y deben salir, con gran dificultad, a buscarlo en el extranjero. El proyecto, que hasta ahora he descrito en t�rminos sucintos, fue perfeccionado en el debate en las Comisiones de Hacienda y de Trabajo, unidas, donde se incluyeron una serie de puntos t�cnicos que surgir�n durante la discusi�n particular. S�lo voy a mencionar dos o tres que son complementarios al proyecto original y que en mi concepto tienen cierta relevancia. El primero se refiere a la observaci�n de que el cambio de Fondo para un afiliado podr�a resultar muy brusco cuando se produzca por raz�n de edad. Pues bien, esta transferencia se suaviza a trav�s de un sistema gradual conforme al que cada traspaso no podr� ser superior al 20 por ciento del portafolio correspondiente. Un segundo tema que creo �til subrayar apunta a la mayor flexibilidad de inversi�n que tendr�n las AFP. Las Comisiones unidas consideraron indispensable que ella fuera acompa�ada de m�s transparencia e informaci�n a fin de que las personas sepan si las comisiones que les van a cobrar por el servicio de inversi�n son las adecuadas. Puesto de otra manera, deber�a darse conocimiento al p�blico en general acerca de la rentabilidad de las administradoras en su giro propio, es decir, en el manejo de las libretas de ahorro previsional y de las inversiones respectivas. En ese sentido, se aprob� una indicaci�n que dispone la obligaci�n por parte de la Superintendencia del ramo de informar a la ciudadan�a, dentro del estudio de costos que debe presentar peri�dicamente, sobre la rentabilidad de las AFP, tanto global como de operaci�n neta de encaje y de todos los otros rubros que son complementarios pero no propios del manejo previsional. La idea es determinar la rentabilidad neta y publicarla semestralmente para conocimiento general. En definitiva, el objetivo final es establecer una estructura de comisiones m�s competitiva y un sistema de informaci�n al p�blico m�s transparente. Deseo referirme a otros dos aspectos relevantes. Por la v�a de la indicaci�n, se han incorporado en el proyecto l�mites m�ximos a la exposici�n cambiaria, es decir, a la exposici�n en inversiones en moneda extranjera por parte de las AFP, independientemente de que tales inversiones se efect�en en el exterior o dentro del pa�s. Por ejemplo, si una administradora invirtiera en d�lares en Chile, quedar�a sujeta a los l�mites m�ximos de exposici�n cambiaria establecidos en la iniciativa seg�n el tipo de fondo de que se trate. El objeto de la norma es cubrir al afiliado frente al riesgo de que su AFP sobreinvierta en monedas diferentes de aquella en que se va a pagar la pensi�n. La pensi�n se paga en moneda nacional. Si la exposici�n por movimientos cambiarios es muy alta en moneda extrajera, la AFP podr�a verse en dificultades para mantener la normalidad en el flujo de pago de las pensiones. Otra indicaci�n, aprobada tambi�n por las Comisiones y que dice relaci�n con el mismo tema, es la relativa a la transparencia de las operaciones que las AFP deben efectuar. En este caso, al invertir los fondos de los cotizantes en el extranjero. Sobre el particular, se ha observado una falta de transparencia en esa informaci�n. El costo de las inversiones que las AFP realizan en el extranjero est� siendo cargado casi en su totalidad al propio afiliado y, por lo tanto, descontado de su fondo de ahorro. Se ha comprobado en algunos casos que las comisiones que se est�n cobrando �no por las AFP, sino por el operador extranjero que efect�a la inversi�n-, son superiores a las que se podr�an haber obtenido si se hubiera hecho un mejor an�lisis de las alternativas disponibles, que no se efect�a precisamente porque el valor del monto total de la comisi�n est� siendo cargado autom�ticamente al afiliado y no es pagado por la AFP. Por lo tanto, tal situaci�n a �sta le es relativamente indiferente, puesto que la totalidad del costo lo transfiere al titular de la cuenta de ahorro. Pues bien, lo que propone el proyecto aprobado por las Comisiones es que las tres Superintendencias del sector �la de AFP, la de Bancos e Instituciones Financieras y la de Valores y Seguros- establezcan anualmente, en forma fundada y procurando reflejar valores de mercado, una malla de comisiones m�ximas permitidas por tipo de inversi�n. Y si �stas han sido excedidas, se establece que las AFP pagar�n con recursos propios las comisiones que sobrepasen esos l�mites. Las comisiones efectivamente pagadas por cada AFP y fondo de pensi�n, consistentes con la malla establecida por los Superintendentes, ser�n publicadas semestralmente por la Superintendencia de AFP. Finalmente, y con esto termino, en las disposiciones transitorias se establece un traspaso gradual de los saldos de los afiliados. Cuando un cotizante es asignado por edad a un fondo, por no haber manifestado libremente su voluntad de quedarse donde estaba o de moverse a otro, se establece un traslado gradual de los saldos de un fondo a otro, traspas�ndose un 50 por ciento del saldo por a�o al fondo que le corresponda de acuerdo con su edad. No obstante, la versi�n final del proyecto, con las indicaciones introducidas en las Comisiones unidas, ampl�a de uno a dos a�os el per�odo transitorio durante el cual se otorga a los fondos de pensiones la flexibilidad necesaria para que se puedan conformar las distintas carteras tipo que la iniciativa establece. En s�ntesis, �se es el texto del proyecto en sus aspectos generales y particulares, con las indicaciones aprobadas por las Comisiones de Hacienda y de Trabajo, unidas, del Senado, y que ahora se somete a la consideraci�n de la Sala. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra la Honorable se�ora Matthei. La se�ora MATTHEI.- Se�or Presidente, el sistema de AFP establece un mecanismo de ahorro forzoso y obligatorio para que los trabajadores aporten dinero con el fin de precaverse �o sus familiares en caso de fallecimiento- ante la posibilidad de invalidarse cuando todav�a est�n activos o cuando por edad ya no puedan seguir trabajando. El valor de la pensi�n �sobre todo, si es por vejez- depender� fundamentalmente del monto ahorrado, y �ste, a su vez, de la rentabilidad de los fondos. Naturalmente, influyen tambi�n su remuneraci�n, cu�n larga haya sido su vida laboral y las eventuales lagunas. Pero si en el caso de dos trabajadores estos factores fueran similares, y uno de ellos obtuviera, por ejemplo, una rentabilidad uno por ciento mayor, lograr� una pensi�n 12 por ciento superior a la del otro. Es decir, la rentabilidad es fundamental para conceder una buena pensi�n a los trabajadores que �recalco- deben forzosamente hacer este ahorro. Por ello, nuestra obligaci�n es buscar las formas de lograr tanto una mayor rentabilidad como el otorgar mayor seguridad a la inversi�n de los fondos de los trabajadores. En general, la rentabilidad y el riesgo tienen una correlaci�n positiva. Mientras mayor es la rentabilidad esperada, mayor es el riesgo de la inversi�n. Por eso, el proyecto establece un sistema de cinco fondos, seg�n el cual se asigna a los trabajadores m�s j�venes los fondos m�s riesgosos, pero susceptibles de una rentabilidad mucho mayor que la esperada. Posteriormente, al acercarse a la edad de jubilar o cuando ya lo est�n, les corresponden fondos cuya rentabilidad y riesgo son muy bajos. Considero muy importante esta iniciativa porque permitir� la entrada en funcionamiento de cuerpos legales ya despachados el a�o pasado, que son relevantes desde el punto de vista de la profundizaci�n del mercado de capitales. Por ejemplo, la ley que permite un ahorro voluntario mayor, con ciertas exenciones de impuestos. La verdad es que si no contemplamos un mecanismo expedito para que la gente ahorre en forma masiva, dicha normativa ser� finalmente, aprovechada s�lo por las personas con mayor grado de informaci�n, de sofisticaci�n y m�s atentas a las condiciones del mercado de capitales, al juego financiero y al pago de impuestos. En realidad, cuando se dict� esa ley no est�bamos pensando en la gente m�s rica del pa�s, sino en que un mayor ahorro voluntario ser�a bueno para la clase media, para el pa�s y para la mayor cantidad de gente posible. Al no disponer de un mecanismo f�cil y expedito, en el que uno sencillamente pidiera al empleador que, junto con el pago de la cotizaci�n obligatoria, se le retenga y se le pague la cotizaci�n voluntaria, el proyecto aprobado el a�o pasado nunca funcion� como lo esper�bamos. Para que dicho ahorro voluntario opere adecuadamente, es absolutamente necesario contar con distintas alternativas de inversi�n y no solamente con el fondo vigente en la actualidad, donde las pensiones, en general, obtienen rentabilidades m�s bajas, por prevalecer las inversiones en instrumentos de renta fija. Asimismo, las leyes promulgadas el a�o pasado -relacionadas con la creaci�n de nuevos instrumentos financieros, con la posibilidad de que empresas m�s peque�as puedan acceder al capital y no recurrir necesariamente a compromisos bancarios, que son m�s caros- requer�an de inversionistas institucionales capaces de adquirir esos instrumentos, lo cual se est� logrando con la iniciativa en estudio. En consecuencia, por estimarla importante y beneficiosa, no s�lo desde el punto de vista del futuro de las pensiones de los trabajadores y de sus ahorros obligatorios, sino tambi�n por el perfeccionamiento del mercado de capitales �al dar, por ejemplo, a los peque�os y medianos empresarios la posibilidad de obtener capital y no solamente la de contraer deudas bancarias-, y el permitir el ahorro voluntario, votaremos favorablemente la idea de legislar. En cuanto a los puntos respecto de los cuales no estamos totalmente de acuerdo �s� lo estamos en los aspectos generales-, lamentamos, en primer lugar, que el l�mite de inversi�n extranjera sea tan exiguo, tan peque�o. �Por qu�? Me explico. El riesgo pa�s de Chile, naturalmente, es mayor que el de Estados Unidos o que el de la Uni�n Econ�mica Europea, por ejemplo. Tener invertido en un solo pa�s m�s de 70 por ciento de los fondos de pensiones, que en pocos a�os m�s van a alcanzar el mismo volumen del producto geogr�fico bruto, significa un tremendo riesgo. Uno puede diversificar mucho la inversi�n de los recursos de los trabajadores: en bancos, en acciones, en bonos emitidos por el Banco Central o por el sector privado, etc�tera. Pero no quiera Dios que nos suceda lo que le ocurri� a Argentina, pues, cualquiera que sea la diversificaci�n, igual significar� perder 90 por ciento de los fondos acumulados. Y eso constituir�a una tragedia que no nos podemos permitir. Es posible que el d�a de ma�ana se desmorone el precio del cobre, que haya una cat�strofe, en fin. No sabemos qu� nos deparar� el futuro. Por lo tanto, tener 70 por ciento de los fondos de los trabajadores invertidos en un solo pa�s, francamente, constituye un peligro. No conozco ning�n Fondo de Pensiones serio, en naciones desarrolladas, que tenga 70 por ciento de los fondos invertidos ni siquiera en su propio territorio -ni aun Estados Unidos lo hace-: siempre se diversifica. Porque aqu� no s�lo hay que diversificar el tipo de instrumento -de renta fija o variable- y su emisor, sino tambi�n la moneda y, sobre todo, el riesgo pa�s. En tal sentido, insistimos en que lo que se est� haciendo es muy peligroso para el futuro de las pensiones de los trabajadores. S� que hay ac� otras opiniones que se�alan que es mejor que el dinero se quede en el pa�s, pues as� se va a invertir y se generar� empleo. En primer lugar, se�or Presidente, los mercados financieros no funcionan de ese modo. En la medida en que pueden salir capitales, tambi�n pueden entrar. Sin embargo, en cuanto al instrumento del ahorro forzoso, el principal punto que nos debe preocupar es la pensi�n futura de los trabajadores. Para la creaci�n de empleo, se�or Presidente, hay otros instrumentos. No podemos usar -lo hicieron las antiguas cajas de previsi�n- los fondos de pensiones de los trabajadores para un objetivo que no sea el de la jubilaci�n. Por ejemplo, cuando se usaron los dineros de la Caja de Previsi�n de Empleados Particulares para construir departamentos y casas DFL 2, se benefici� a mucha gente que tuvo la suerte de obtener viviendas de esa �ndole; pero la verdad es que las pensiones de los trabajadores que en ella cotizaban se vinieron al suelo. Lo mismo ocurri� con dineros del Servicio de Seguro Social que fueron utilizados para fines distintos del de dar la mejor pensi�n factible. Insisto en que �ste es un fondo de pensiones, no de empleo, y debe usarse para dar la mejor pensi�n posible. Porque cuando alguien queda inv�lido; cuando una mujer pierde a su marido, que era el trabajador; cuando una persona de 70 � 75 a�os percibe una pensi�n m�sera y tiene que comprar remedios, a esas alturas ya no hay nada m�s que ofrecerle. Por ello debemos preocuparnos de que se otorgue la mayor pensi�n factible. Y eso significa ampliar necesariamente -ojal� en un futuro bastante pr�ximo- el l�mite de s�lo 30 por ciento para invertir en el extranjero. En segundo t�rmino, nos parece que la malla que se ha creado, en que tres Superintendentes deber�n fijar las comisiones m�ximas, no tiene ning�n sentido econ�mico. Ante todo, no est� claro c�mo va a funcionar el comit� de tres Superintendentes. Suponemos que deber� resolver por unanimidad; pero tal vez decidir� por mayor�a. Ignoramos ante qui�n se apelar� si sus determinaciones son poco razonables. Peor a�n: aunque dicho comit� funcione perfectamente, a lo m�s no tendr� efectos; y si los tiene, ser�n siempre negativos. �Por qu�? Si fija el valor de mercado como l�mite m�ximo, seguir� funcionando tal como lo est� haciendo ahora (no creo que nadie sea tan bruto como para pagar comisiones mayores que las de mercado). Si, en cambio, fija comisiones menores que las de mercado como l�mite m�ximo, sencillamente no se podr�n hacer las inversiones. La fijaci�n de precios, se�or Presidente, nunca es una buena salida para nada. Podemos hablar de que haya m�s transparencia, mayor informaci�n, y de muchas otras cosas para que los mercados funcionen en forma m�s perfecta. Pero, francamente, yo pensaba que las fijaciones de precios por la autoridad eran cosa del pasado en nuestro pa�s. �Esto huele a los a�os 60! �No tiene ning�n sentido! El Senador se�or Prat va a presentar una indicaci�n al respecto. Nosotros, en todo caso, votaremos este precepto en contra o nos abstendremos. No podemos estar a favor de las fijaciones de precios, que son algo del pasado. Y en tercer lugar, se�or Presidente, debo se�alar que la exposici�n cambiaria es un riesgo m�s y, por tanto, constituye tambi�n una fuente m�s de posible rentabilidad. Y no veo por qu� se limita tanto. La verdad es que la norma respectiva mejor� sustancialmente durante la discusi�n que tuvimos en las Comisiones unidas de Trabajo y de Hacienda. Y qued� una exposici�n cambiaria m�xima m�s elevada para los fondos en que se busca una mayor raz�n de riesgo y rentabilidad, y, obviamente, se restringe en los fondos que queremos que sean lo m�s parejo posible, con rentabilidad peque�a, pero tambi�n con riesgo muy reducido, por tratarse de personas jubiladas o que ya est�n pr�ximas a pensionarse. Por lo tanto, creemos que la norma sigue siendo restrictiva. Pero reconocemos que los Ministerios de Hacienda y del Trabajo tuvieron flexibilidad. Y llegamos a una soluci�n mucho mejor que la que ven�a propuesta. Estimamos, se�or Presidente, que �ste es un proyecto importante, que en general se encuentra bien dise�ado y encaminado. Nuestras dudas y aprensiones se refieren b�sicamente al l�mite muy exiguo -peligrosamente exiguo- para la inversi�n en el extranjero. Seg�n expres�, cualquier experto internacional consultado acerca de c�mo deben diversificarse los fondos obligatorios de los trabajadores lo primero que va a decir es que se debe diversificar el riesgo pa�s. �Y nosotros tendremos al menos 70 por ciento concentrado en un pa�s que, en general, hist�ricamente ha sido mucho m�s riesgoso que naciones m�s desarrolladas...! Por �ltimo, reitero que lo que francamente consideramos carente de todo sentido es esa malla o matriz de comisiones m�ximas por pagar. Huele -como se�al�- a fijaci�n de precios, lo cual nunca ha sido buena soluci�n para nada. Gracias, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Conforme a lo resuelto por los Comit�s y aceptado por la Sala, a las 17:30 se debe votar en general y particular el proyecto. Tengo inscritos a los Honorables se�ores Gazmuri, Ominami... El se�or RUIZ (don Jos�).- Se�or Presidente, yo me hab�a inscrito antes. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- As� es. Est�n inscritos Su Se�or�a y otros se�ores Senadores, aparte los nombrados. Para procurar cumplir lo acordado, propongo votar en general el proyecto, y luego, al iniciar la discusi�n particular -hay varias materias que deberemos definir por separado-, otorgar la palabra a los Senadores se�ores... El se�or OMINAMI.- Yo quiero dar una opini�n m�s bien general acerca del proyecto, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En ese caso tendr�amos que modificar el acuerdo adoptado por la Sala, porque me resulta imposible obrar de otro modo por decisi�n de la sola Presidencia. Podr�amos iniciar la votaci�n en general con fundamento de voto. El se�or GAZMURI.- En el orden de inscripci�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Fundamentando el voto en el orden de inscripci�n. Si le parece a la Sala, as� se proceder�. Acordado. Se hallan inscritos los Honorables se�ores Gazmuri, Ominami, Ruiz, Sabag, Parra y Prat. Luego de su fundamentaci�n, nos pronunciaremos en el orden correspondiente a la votaci�n nominal. En votaci�n general el proyecto. --(Durante la votaci�n). El se�or GAZMURI.- Se�or Presidente, deseo reiterar brevemente la fundamentaci�n que hice en las Comisiones al votar a favor la idea de legislar. Los Senadores socialistas planteamos en diciembre que, dentro de la Agenda Pa�s 2002-2006, era tema muy central un estudio a fondo sobre nuestro sistema previsional, y advertimos que al respecto hab�a por lo menos cinco aspectos que merec�an atenci�n y debate en el pa�s: primero, el l�mite de cobertura (m�s de 40 por ciento de los chilenos activos no tienen sistema previsional); segundo, los montos bastante reducidos de las pensiones medias que otorga el sistema; tercero, los elevad�simos costos de administraci�n de los fondos de pensiones; cuarto, la discriminaci�n que sufren en el sistema previsional algunas categor�as de trabajadores, particularmente las mujeres, y quinto, la necesidad cada vez m�s evidente de revisar el sistema previsional de las Fuerzas Armadas, que en Chile es excepcional e irroga crecientes costos al Estado. Entendemos que esa discusi�n est� abierta. Y nos enfrentamos a un proyecto de ley que toca un aspecto muy espec�fico de nuestro sistema de pensiones, que no tiene que ver esencialmente con su naturaleza previsional, sino con un conjunto de proposiciones tendientes a aumentar la eficiencia en la administraci�n de los fondos. Considero que, como reforma con esa limitaci�n, que tiene que ver fundamentalmente con s�lo una de las dimensiones del sistema, visto por una parte como una fuente creciente de ahorro forzoso -lo dijo el se�or Presidente de las Comisiones unidas-, y por otra, como fondo generador de las pensiones de los afiliados, el proyecto que nos ocupa pretende dar mayor eficiencia a la administraci�n de las cuentas individuales y del fondo en su conjunto, y en �ltimo t�rmino, mejorar su rentabilidad En tal sentido, se trata de una iniciativa de ley positiva, favorable, que, desde ese �ngulo, apunta en una buena direcci�n, por sus objetivos b�sicos. La creaci�n de multifondos, con fondos distintos, donde se privilegia, en algunos, la estabilidad, y en otros, el riesgo, por lo que se prev� mayor rentabilidad, con cierto l�mite, para las personas pr�ximas a pensionarse, puede aumentar de manera importante la eficiencia. Estoy de acuerdo con los l�mites que se han establecido. Se elev� la capacidad para invertir dichos fondos en el extranjero. No tengo restricci�n a esa dimensi�n de nuestro sistema; se dieron largamente las razones. Y creo que al ampliar asimismo las posibles carteras de colocaciones en el pa�s se permitir� financiar proyectos de inversi�n que actualmente carecen de cobertura. Esa medida tendr� la ventaja de reforzar y profundizar nuestro mercado de capitales y permitir que nuevos proyectos sean financiados con los recursos de los pensionados. Reitero: se trata de una reforma parcial, que dice relaci�n s�lo a una dimensi�n de nuestro sistema previsional, que no significa que queden pendientes enmiendas m�s de fondo en los aspectos que se�al� anteriormente. Las finalidades de la iniciativa son bastante limitadas, pero positivas. Por tanto, reitero en la Sala mi voto favorable a la idea de legislar. El se�or OMINAMI.- Se�or Presidente, entiendo el objetivo b�sico de este proyecto: garantizar y, en lo posible, mejorar la rentabilidad de los fondos de pensiones, cuesti�n crucial para todos los cotizantes. Sin embargo, quiero dejar establecidas algunas aprensiones que �l me merece. En primer lugar, subrayo lo ya planteado por el Senador se�or Gazmuri: se trata de la enmienda parcial de un sistema que requiere modificaciones de mucho mayor profundidad. Las dificultades del sistema previsional chileno son evidentes y, por ende, hacen cada vez m�s necesaria su reforma integral. Me preocupa que la sucesi�n de modificaciones parciales termine postergando sin fecha una reforma global que me parece absolutamente indispensable. Este proyecto deja fuera cuestiones imprescindibles que se han venido planteando desde hace ya bastante tiempo. Muchas personas -en el pa�s y en el Parlamento- hemos planteado la necesidad de introducir reformas que considero totalmente maduras. En materia de regulaci�n de las comisiones, todav�a falta mucho por avanzar. Es indispensable establecer un v�nculo entre la rentabilidad de los Fondos de Pensiones y la de las Administradoras. Me parece incorrecto y muy injusto que los Fondos puedan tener incluso rentabilidades negativas -tal ocurri� en 1995 y 1998- y que tal situaci�n se d� en paralelo con altas rentabilidades de las AFP. Debe existir un mecanismo que permita a las Administradoras hacerse cargo de los resultados de la gesti�n que realizan, m�xime cuando parte importante de la administraci�n de los fondos recae en instrumentos de renta fija, cuyo manejo no implica mayor esfuerzo. Todo ello motiva, por un lado, que constituyan una gran falencia del sistema las altas comisiones que se siguen cobrando, y por otro, que ellas sean totalmente independientes del mejor o peor destino de los fondos como resultado de las decisiones de inversi�n adoptadas por las Administradoras. Un segundo tema que perfectamente pudo incorporarse en este proyecto es el que tiene que ver con la elecci�n de los directores nominados por las AFP en las empresas donde �stas realizan inversiones. En este sentido, tenemos un sistema poco transparente, con fuertes sesgos ideol�gicos y en que hace ya mucho tiempo est�n maduras las condiciones para trasparentarlo. Se plante� la idea -lamento que no haya sido incorporada en esta iniciativa- de constituir un registro de personas que califiquen para ser directores de empresas y obligar a las AFP a elegir de entre los inscritos en �l, exigiendo para ello, naturalmente, cumplir determinados requisitos de calidad profesional y, tambi�n, de independencia en materia de intereses econ�micos. Deploro que dos reformas de tal naturaleza no hayan sido incluidas en un proyecto de este tipo. Por �ltimo, discrepo de una de las medidas planteadas en esta iniciativa: la ampliaci�n de la banda de rentabilidad m�nima. Estimo que esa medida favorece unilateralmente a las Administradoras y no es una buena garant�a para los ahorrantes. Desde ese punto de vista, manifestar� mi opci�n en dicho campo durante la votaci�n particular. El se�or RUIZ (don Jos�).- Se�or Presidente, nuevamente estamos tratando un proyecto de ley para reformar el sistema de fondos de pensiones, y la verdad es que durante mucho tiempo hemos insistido en el Senado -tambi�n lo planteamos al Gobierno- en la necesidad de enfrentar las reformas de fondo que �l requiere. Es cierto que a trav�s de los �ltimos a�os se ha introducido un conjunto de normas destinadas a evitar la existencia de desviaciones muy poco convenientes, especialmente en lo relativo al abuso cometido en el manejo de estas empresas previsionales, a la forma como se administran -sobre todo en lo concerniente a la trasparencia- y al modo en que se informa a los due�os de los dineros, que son los trabajadores. Lamentablemente, hasta este momento no se nos ha escuchado. Me abstuve en la Comisi�n, porque quer�a enviar al Ejecutivo una se�al para llevar a cabo un ansiado debate, que analizara a fondo el problema y se propusieran soluciones que concretaran un verdadero sistema previsional y no s�lo un negocio privado. Votar� ahora a favor, porque hubo el compromiso formal del se�or Ministro de Hacienda en el sentido de que en el curso de este a�o, espec�ficamente en el segundo semestre, se estudiar�a y enviar�a al Congreso un proyecto para reformar a fondo el sistema. Esperamos ser consultados y tambi�n otras personas con inter�s directo en el tema. Pero quiero plantear otra cuesti�n que tambi�n me parece importante dejar en evidencia. Nos encontramos discutiendo un sistema tremendamente complejo. Dif�cilmente los se�ores Senadores que no participaron en el estudio del proyecto en las Comisiones unidas entender�n a fondo de qu� se trata. Y los insto a pensar en qu� suceder� con los trabajadores comunes y corrientes, a los cuales se les ofrecer�n cinco fondos distintos, algunos con mayor riesgo que otros y, por lo tanto, eventualmente ganar�n mayor rentabilidad. Tampoco eso es seguro, sino un evento. Los trabajadores, seguramente, recibir�n la informaci�n que les entregar�n sus AFP, y no tomar�n ninguna decisi�n. Tengo la certeza casi absoluta de que, en definitiva, ser�n encasillados por la propia Administradora de Fondos de Pensiones. Y la prueba m�s palpable es que en el segundo fondo, que hace m�s de un a�o que est� en operaci�n, no se han inscrito m�s de 200 personas. Sali� en los diarios, se public�. No s� la forma en que las AFP difundieron esto. El hecho es que la gente, ante la duda, frente al temor de algo desconocido, que no logra entender, no se matricula. �Qu� pasar�, entonces? Que la incorporaci�n no la har�n los trabajadores, sino la Administradora de Fondos de Pensiones. O sea, se est� creando un sistema basado presuntamente en la libertad de los trabajadores para elegir. Y se es libre cuando la decisi�n se toma acerca de algo que se conoce y entiende; pero cuando se adopta sobre temas que se desconoce, seguramente no ser� la m�s afortunada. Por lo tanto, creo que esta normativa debi� discutirse a fondo y con m�s tiempo. Pero, desgraciadamente, vino con urgencia y debemos despacharla. Por �ltimo, una de las razones por las cuales iba a votar en contra alud�a al aumento del l�mite de inversi�n en el exterior. Se han planteado muchos argumentos. La pregunta que me hago es la siguiente: dado que el pa�s goza de prestigio en el extranjero, �las empresas que invertir�n vendr�n considerando que estamos exportando capitales o porque ac� existen garant�as para invertir? Si Chile es un pa�s que tiene su sistema financiero y pol�tico ordenados, si funciona bien -como ha sucedido en estos a�os-, seguir�n llegando inversiones. No creo que eso dependa de que los fondos de los trabajadores se inviertan en el extranjero. Pienso que antes de hacerlo, debemos ver la posibilidad de incorporar nuevos instrumentos para que los fondos de los trabajadores puedan invertirse en nuevas actividades productivas. Me han dicho que ojal� se invirtieran todos esos recursos en el extranjero y que es m�s seguro hacerlo en Estados Unidos. Y me pregunto: �qu� pasar�a con la econom�a nacional si los fondos que hoy d�a se hallan invertidos en Chile se fueran a Estados Unidos o a Europa? O sea, por un lado desesperadamente se pide m�s inversi�n for�nea para que haga andar al pa�s y genere trabajo y, por otro, mediante mecanismos como los propuestos en esta normativa se exportar�n capitales como si fu�ramos un pa�s altamente desarrollado. Me se�alan tambi�n que los norteamericanos exportan mucho capital, y los europeos tambi�n. Pero, por favor, son pa�ses muy desarrollados. �Nosotros necesitamos capitales aqu�! Por eso, soy absolutamente contrario a seguir aumentando los porcentajes l�mites de inversi�n en el exterior, no porque tenga duda de la rentabilidad, sino porque le hace da�o al pa�s en momentos que requiere m�s inversi�n y m�s empleo. Y no se favorece el empleo cuando las platas se invierten fuera de Chile. Anuncio que presentar� indicaci�n para que se vote separadamente la letra n) modificatoria del art�culo 45 del decreto ley N� 3.500. Voto a favor. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Parra. El se�or PARRA.- Se�or Presidente, tambi�n me abstuve en la votaci�n en general en las Comisiones unidas. Y lo hice porque siento que las urgencias que el pa�s tiene en materia de seguridad social apuntan, m�s que a la gesti�n financiera por parte de las AFP, a resolver problemas que se han venido arrastrando durante ya demasiado tiempo y que requieren respuestas impostergables. Desde luego, existe el llamado problema de la deuda previsional, originado en la adscripci�n forzosa de muchos miles de trabajadores chilenos al sistema de las AFP y que hoy est�n recibiendo pensiones sustancialmente menores a las que les corresponder�a si se hubieran podido mantener dentro del INP. Del mismo modo, el sistema de seguro de desempleo tiene entre nosotros una muy baja cobertura. Y parece absurdo que chilenos, que tienen ahorros previsionales cuantiosos, deban soportar en la miseria los efectos de la desocupaci�n, siendo perfectamente posible establecer un sistema que permita el uso temporal y parcial de los ahorros previsionales en las mismas condiciones que establece la ley sobre seguro de desempleo y con obligaci�n de reintegro una vez que hayan normalizado su vida laboral. Sin embargo, se ha preferido permanentemente apuntar hacia problemas que tienen que ver con el fortalecimiento del mercado de capitales y con la flexibilizaci�n en la gesti�n de las AFP. Hemos conocido en a�os sucesivos m�ltiples proyectos que iban en esta direcci�n, tramitados todos con alto grado de urgencia, que han terminado, algunos de ellos -como el que cre� el Fondo 2, que ahora se sustituye con la creaci�n de estos multifondos-, en un verdadero fracaso, porque no ha habido inter�s en los cotizantes para adscribirse a ellos. Sin embargo, con posterioridad a esa votaci�n, se me han dado seguridades en el sentido de que el Gobierno comparte estas preocupaciones y que las va a atender con iniciativas concretas, orientadas a mejorar el nivel de seguridad social de los chilenos en el curso de este a�o. Por esa raz�n, modificar� mi pronunciamiento anterior, y ahora votar� favorablemente esta iniciativa, cuyos alcances comprendo y valoro. Empero, no puedo dejar de hacer presente, una vez m�s, que el mayor gasto del Estado de Chile es, lejos, el relativo a la seguridad social. Y el ahorro previsional de los trabajadores chilenos a lo largo de cada a�o suma miles de millones de d�lares adicionales. Y me pregunto, Honorable Senado, �para tener qu� nivel de seguridad social? �Qui�n entre nosotros puede manifestarse satisfecho con la seguridad social a que hoy tienen acceso los chilenos? �se es un punto inescapable. Hace algunos meses se cumplieron veinte a�os desde que se puso en marcha el actual sistema de las AFP. Por desgracia, no ha habido un debate de car�cter general que permita efectuar una evaluaci�n de este sistema y de sus perspectivas futuras. Creo que las iniciativas que el Gobierno ha comprometido nos permitir�n ponernos al d�a en esas materias. Entre tanto, entendiendo sus prop�sitos, voto favorablemente en general el proyecto. No solicitar� votaci�n separada en el punto espec�fico en que me abstuve, para facilitar su despacho por parte del Senado. He dicho. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Prat. El se�or PRAT.- Se�or Presidente, anuncio mi respaldo a la iniciativa. En cuanto a la discusi�n que se ha abierto sobre la inversi�n en el extranjero, creo que a la larga todos nos vamos a ir convenciendo cada vez m�s respecto de su bondad y conveniencia, por ajustarse a los prop�sitos del sistema de pensiones y permitir diversificar la cartera de inversiones, asegurando la mejor rentabilidad para los pensionados. Normalmente se cae en la tentaci�n de alcanzar distintos prop�sitos para los fondos previsionales, pero se termina atentando contra el verdadero y central: garantizar pensiones dignas en la edad en que las personas dejan de ser laboralmente activas. Cuando junto con ese objetivo fundamental se quiere atender el tema del empleo, el de la vivienda u otros igualmente sanos, en definitiva, se traba el sistema y se pierde lo medular. Esto, de alguna manera, lo vivi� el pa�s. Debemos recordar que el antiguo r�gimen de pensiones persegu�a muy buenas finalidades, como la de incentivar determinadas actividades, para lo cual el Seguro Social invert�a en grandes predios agr�colas; tambi�n la construcci�n, y levantaba edificios; asimismo, bajar el nivel de los arriendos a sus moradores y congelaba los valores de los mismos. Los predios agr�colas serv�an al prop�sito de pagar muy buenas remuneraciones a las personas que trabajaban en ellos. En definitiva, pese a estar imbuido de muy buenas intenciones, el sistema termin� en la quiebra. La normativa vigente persigue un objetivo central: asegurar las pensiones de los que han cotizado durante toda su vida. Se basa en el sano concepto del dep�sito en una cuenta individual, evitando los fondos solidarios que, al final, terminan diluyendo la finalidad principal, cual es asegurar una pensi�n a quien cotiz� durante su vida activa. Por eso, creo que hemos avanzado mucho en veinte a�os de maduraci�n del sistema. Vamos a seguir progresando. Y estoy cierto de que de aqu� a un tiempo m�s estaremos discutiendo si el porcentaje de inversi�n en el extranjero ser� de hasta 50 � 60 por ciento, y habremos roto la barrera del concepto que hoy d�a nos obliga a limitarla s�lo hasta 30 por ciento. Estoy cierto de que se seguir� avanzando en esta direcci�n. Quiero se�alar que he presentado una indicaci�n referida al siguiente tema, que ojal� alcancemos a analizar en general, para no tener que abordarlo durante la discusi�n particular. Cuando se trata de invertir en el extranjero, entramos a un mundo muy complejo, donde la diversidad de opciones es enorme. En el exterior existen operadores de inversi�n especializados, tienen un historial y, seg�n su �xito, cobran comisiones. Es como mandar a hacer un traje a un modisto de renombre. Seguramente, la comisi�n que cobrar� ser� mayor, pero tambi�n habr� m�s garant�a de obtener resultados positivos. Por lo tanto, es una condici�n que es necesario prever. Y cuando se paga una comisi�n mayor -dado el supuesto de que sea la de mercado- es porque la expectativa de rentabilidad tambi�n es superior. No hay que temer a eso. El Ejecutivo ha introducido una disposici�n que obliga a la Superintendencia a crear una lista de precios anual, cuyo efecto central ser� circunscribir las inversiones a las que figuren en ella, porque nadie querr� salirse de ese marco. Entonces, vamos a restringir las oportunidades, la iniciativa y la creatividad, lo que es realmente inconveniente. Por eso present� la indicaci�n se�alada, que despu�s analizar� en particular, porque concluy� mi tiempo en esta fase. Por tales consideraciones, voto a favor. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Prosigue la votaci�n nominal en el orden correspondiente. El se�or LAVANDERO.- Se�or Presidente, en este proyecto se presenta una serie de modificaciones para -seg�n lo que se expresa- mejorar la eficiencia del sistema de AFP. Sin embargo, considero necesario realizar una enmienda mucho m�s profunda que la planteada en �l. Primero, los fondos previsionales tienen un costo extraordinariamente elevado para trabajadores y empleados, que alcanza a 26,6 por ciento. Resulta que de 13 por ciento que debe cotizar obligatoriamente el trabajador o el empleado, s�lo 10 por ciento va al fondo de seguridad social, y el 3 por ciento restante, va para las empresas privadas que lo administran. De ello se concluye que el sistema previsional chileno es uno de los m�s caros del mundo. Segundo, de los aproximadamente 5 millones de trabajadores y empleados existentes en el pa�s s�lo 25 por ciento podr� jubilar por el sistema de AFP, y el 75 por ciento restante no recibir� ning�n beneficio de los Fondos de Pensiones. Es cierto que otro 25 por ciento podr� retirarse con una pensi�n m�nima, que no pagar� la AFP, sino el Estado. Parece incre�ble y absurdo tener un sistema previsional en que tres cuartas partes de los trabajadores y empleados chilenos no tendr�n acceso a la previsi�n. De ello se desprende la necesidad de proceder a una modificaci�n profunda. Tercero, en los �ltimos cuatro a�os las administradoras de fondos de pensiones han ganado 320 mil millones de pesos, en circunstancias de que los trabajadores y empleados han perdido entre 2 y 4 millones de pesos de su cuenta individual. Cuarto, los Fondos de Pensiones han acumulado cerca de 38 mil millones de d�lares, quedando 7 mil millones de la misma moneda para las administradoras. Como puede apreciarse, se ha perdido el sentido previsional que siempre debi� haber tenido para convertirse en un sistema financiero de apoyo a las empresas privadas que los administran. Quinto, en esta modalidad de capitalizaci�n los recursos por repartir alcanzan a cubrir, en promedio, hasta la edad de 76 a�os. Los grandes descubrimientos gen�ticos del �ltimo tiempo nos se�alan que los j�venes que actualmente tienen entre 13 y 14 a�os vivir�n hasta los 100, y que las guaguas que est�n naciendo alcanzar�n los 120 a�os. O sea, tendremos j�venes de 80 a�os y personas que no podr�n jubilar, porque se habr�n agotado sus recursos previsionales alrededor de los 76 a�os. En consecuencia, entre esa edad �hasta la que alcanzan los recursos para quienes jubilen hoy - y los 120 a�os se producir� una diferencia realmente importante que no se cubrir� en ning�n caso ni siquiera para el 25 por ciento de las personas que en la actualidad est�n en situaci�n de jubilar, de un total de 5 millones de trabajadores. Por las razones anteriores, que son de fondo, se�or Presidente, encuentro que todas las modificaciones cosm�ticas propuestas no les sirven a los trabajadores chilenos, y ellas me llevan a rechazar en general el proyecto, sin perjuicio de que en algunos art�culos formular� indicaciones. Voto que no. --(Aplausos en tribunas). El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Debo advertir a las tribunas que est� prohibido realizar manifestaciones. Tiene la palabra el Honorable se�or Mart�nez para fundar su voto. El se�or MART�NEZ.- Se�or Presidente, con relaci�n al proyecto que preocupa al Senado, quiero hacer presentes dos prevenciones. En primer lugar, el sistema previsional, que ya cumpli� m�s de 20 a�os de aplicaci�n, se apoya en el concepto del crecimiento de la econom�a, cuyas directrices b�sicas apuntan hacia la libre elecci�n, fundamentos claros del libre mercado en materia de fondos de pensiones. Por lo tanto, el aumentar de 2 a 5 las alternativas de tales fondos va en la direcci�n correcta. Sin embargo, se debe cuidar la utilidad de ellos de manera que cada vez que se toman determinaciones tendientes a corregir o perfeccionar el sistema hay que estudiar cu�l ser� su impacto en dos sentidos: primero, desde el punto de vista del resultado que tendr� para las personas que hoy son parte de �l y, luego, en cuanto a su alcance de aqu� a 10, 15 � 20 a�os. El problema radica en que a veces, por apreciaciones inmediatistas, se puede estar cometiendo el error de alterar situaciones no bien visualizadas hacia el futuro. Por ello, entonces �y en segundo t�rmino-, la tecnificaci�n creciente que significan estas correcciones y alteraciones al sistema previsional (con la idea de que cada pensionado aumente el valor de su jubilaci�n al momento de retirarse), y dada la complejidad, alcance e impacto de los fondos -sobre todo considerando que hoy lo acumulado por este concepto llega aproximadamente al 60 por ciento del producto interno bruto en Chile-, lleva a plantear lo siguiente. La adecuaci�n de los alcances de los fondos de pensiones a la din�mica del mercado requiere de una evaluaci�n de las modificaciones propuestas; evaluaci�n que han de realizar especialistas. �stos deber�an asesorar a las Comisiones respectivas durante el estudio de la materia, conformando verdaderas subcomisiones, a fin de que entreguen informaci�n muy certera sobre el particular. De otra manera se corre el riesgo de cometer errores, y, en definitiva, de ver disminuida la idea de que el pensionado tenga cada vez mayor posibilidad de recibir una jubilaci�n mejor. Considerando tales prevenciones, mi voto es favorable al proyecto en discusi�n. El se�or MU�OZ BARRA.- Se�or Presidente, escuch� a un distinguido economista se�alar que la iniciativa apunta a un eventual mayor retorno. Todos conocemos el significado del t�rmino "eventual". No existe aqu� una afirmaci�n categ�rica respecto del porvenir de los recursos que se invertir�an en el extranjero. En seguida, se plantea que una de las tantas cosas positivas del proyecto es que se ofrecer�n al trabajador cinco tipos de fondos de pensiones. La verdad es que si analizamos la clase de informaci�n entregada a los imponentes del sistema durante los 21 a�os transcurridos, podemos concluir que ella ha sido muy compleja, dificultando la cabal comprensi�n de aqu�l. Estoy absolutamente convencido de que muchos de los se�ores Senadores presentes en la Sala, conversando con nuestros compatriotas, permanente y sistem�ticamente escuchan su gran disconformidad con el actual sistema previsional, con su estructura, con su administraci�n. En forma recurrente nos preguntan si existe alguna posibilidad de la dictaci�n de una ley que les permita salir del sistema de AFP y volver al del INP. Y muchas veces, dependiendo del momento, incluso no entregamos una respuesta categ�rica, sino que m�s bien, como una interrogante, les se�alamos que a lo mejor es posible. Una de las conclusiones que saca el trabajador com�n y corriente es que est� comprobado que con el actual sistema �que tanto se reverencia- todo asalariado que gana menos de 200 mil pesos mensuales obtiene una jubilaci�n inferior a la que recibir�a con el denostado y antiguo sistema previsional chileno. Quiero mencionar el caso de la funcionaria de un hospital con 40 a�os de servicio, quien me manifest� que cuando fue a consultar a la AFP el monto de su jubilaci�n, le informaron que ser�a de aproximadamente 57 mil pesos mensuales. Por ello, es natural que esa persona, al enfrentar a cualquier representante pol�tico �como nosotros-, reaccione con ira, con dolor, con angustia. Las instituciones previsionales se encuentran totalmente reguladas por el sector privado. Hemos de reconocer que aqu� no s�lo existe el ahorro forzoso, sino que tambi�n, entre 1980 y 1983, se oblig� a las personas a ingresar al actual sistema. Muchos recordamos a autoridades de ese tiempo recibiendo jugosos regalos por la cantidad de funcionarios de los servicios que se trasladaban a las AFP, sin que �stos supieran lo que ello significaba. Por lo tanto, aqu� hay ahorro forzoso y afiliaci�n forzosa. Todos sabemos que este r�gimen previsional no es solidario, que se trata de un mecanismo de ahorro. Y me pregunto: �cu�nto pueden ahorrar los trabajadores que ganan la renta m�nima? �Cu�ntos trabajadores en Chile obtienen m�s de 300 mil pesos mensuales de promedio, si dijimos que con 200 mil pesos mensuales la jubilaci�n que perciben es inferior a la del sistema anterior? Hoy d�a se se�ala que el pa�s goza de una econom�a sana, que nuestras cifras macroecon�micas son tranquilizadoras, que incluso lo que ocurre en otros pa�ses en el �mbito econ�mico no nos va a afectar. Bueno, si estamos tan convencidos de ello, entonces no deber�an invertirse recursos en el exterior, situaci�n que los trabajadores desconocen. Porque en un pa�s con cesant�a -todos luchamos por corregir esto y terminar con ella-, en una sociedad donde decimos que se debe respaldar a los medianos y peque�os empresarios, que proporcionan pr�cticamente el 70 u 80 por ciento de las posibilidades de trabajo, en realidad, hay algo que no encaja. Se�or Presidente, estamos predicando que debe existir confianza en el pa�s, pero, en la pr�ctica �al igual que el "Padre Gatica"-, dudamos de la estabilidad construida en Chile durante los �ltimos 10 a�os. Por eso, respecto de este proyecto que los t�cnicos, con raz�n, califican de positivo dentro de la estructura de lo que significa el sistema de AFP, por lo menos yo soy partidario de que en alg�n momento recojamos las inquietudes de los trabajadores y realicemos un extenso an�lisis para introducir grandes correcciones al sistema, el que es manejado por las Administradoras de Fondos de Pensiones, y donde los cotizantes no tienen ni voz ni voto. Por lo tanto, como todav�a los trabajadores no son escuchados, voto en contra del proyecto. El se�or N��EZ.- Se�or Presidente, votar� favorablemente la iniciativa porque entiendo que no se halla en discusi�n la naturaleza del sistema previsional chileno. Lo que debatimos es c�mo flexibilizamos el actual para los efectos de que los fondos de pensiones tengan mayores posibilidades en cuanto a su inversi�n y que, en consecuencia, obtengan rentabilidades m�s elevadas que las ya deca�das ganancias logradas a trav�s del sistema previsional privado existente en nuestro pa�s. Tal vez, no es el momento de discutir m�s a fondo lo relativo a este sistema, -ojal� el Gobierno nos d� la posibilidad de hacerlo-, porque estoy absolutamente convencido de que ha entrado en una etapa de crisis, la que, por cierto, deber�amos enfrentar con bastante mayor seriedad y profundidad. En Chile, de cada diez mujeres que trabajan, s�lo dos tienen previsi�n asegurada; las otras ocho no cuentan con ella ni en el sistema p�blico que subsiste, ni en el privado. M�s de 60 por ciento de los chilenos obtendr� una pensi�n similar a las pensiones m�nimas. En consecuencia, en un momento determinado de sus vidas tendr�n que acogerse de alguna manera a un r�gimen previsional integrado con recursos proporcionados por el Estado, que les permita vivir dignamente sus �ltimos a�os. En s�ntesis, nos hallamos ante un sistema de previsi�n francamente en decadencia, y es necesario enfrentarlo con seriedad. Sin embargo, �ste no es el instante para abrir debate sobre ese punto, porque, a mi juicio, estamos discutiendo un tema de car�cter estrictamente financiero: c�mo generar mecanismos para que los fondos de pensiones puedan realmente lograr los grados de flexibilidad que actualmente no tienen, y aumenten las rentabilidades. Ojal� que pudieran ser invertidos incluso fuera del pa�s, para ver si efectivamente presentan mayor seguridad en este aspecto y exhiben ganancias m�s altas que las actuales. Por tal raz�n, y porque -seg�n entiendo- no se trata de un proyecto que apunte a discutir la naturaleza del sistema previsional chileno, ni mucho menos lo que significan las AFP, sino de abocarnos a un aspecto estrictamente financiero, voto a favor de la iniciativa. El se�or RUIZ-ESQUIDE.- Se�or Presidente, concuerdo con los se�ores Senadores que han sostenido que ac� s�lo estamos analizando un asunto de car�cter financiero relacionado con un sistema que no est� en debate. Sin embargo, cuando se hace esta aseveraci�n, que es real y efectiva, uno tiene el derecho a preguntarse cu�ndo se discutir� el tema de fondo que justifique que esta tarde podamos, eventualmente, apoyar el proyecto, para flexibilizar y mejorar lo que pareciera ser una f�rmula razonablemente buena. Con mucha frecuencia, cuando uno tiene que definir un voto, debe hacerlo mirando el contexto general, porque si algo comienza a ser modificado por partes sin que exista la certeza de que en alg�n instante ser� enmendado lo de fondo, es necesario cohonestar eso con un modelo de previsi�n social que hoy no estar�a satisfaciendo los requerimientos que debe cumplir. No resulta comprensible la situaci�n -y podr�n darse todas las razones t�cnicas para argumentar lo contrario-, pero en esto hay un asunto de racionalidad. �Qu� significa y c�mo se concilia que, simult�neamente con un ahorro forzoso creado en t�rminos tales que nadie pudo negarse, haya 38 mil millones de d�lares acumulados? Y se ha anunciado que en un tiempo m�s ese total podr�a ser equivalente a todo el producto interno bruto del pa�s. Esto significa haber creado un Estado dentro de otro, con todo el poder que ello implica, lo cual rompe cualquier norma de car�cter pol�tico, social y cultural razonable. Evidentemente, quienes no comparten ese punto de vista pueden considerar que hay un error en lo que estoy diciendo� La se�ora MATTHEI.- Porque se trata de un flujo y de un subflujo. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Pido a Su Se�or�a evitar los di�logos, ya que estamos en votaci�n. El se�or RUIZ-ESQUIDE.- Se�or Presidente, cualquiera que sea la expresi�n t�cnica, estoy dispuesto a discutirla. Porque, en verdad, hoy d�a se ha dado una situaci�n bastante curiosa. Primero, hay un ahorro de los trabajadores, que fue forzoso, lo que genera una condici�n especial desde el punto de vista global. Segundo, existe una cantidad de dinero que es administrado, se quiera o no, por sectores que se est�n transformando en un monstruo econ�mico lo suficientemente grande como para que uno diga que eso tambi�n es peligroso que ocurra en un pa�s donde existe un orden democr�tico. En tercer lugar, simult�neamente con ello, hay personas de las AFP que est�n formando -y esto lo sabemos- un movimiento sobre la base de datos espec�ficos, pues quienes ingresaron a ese sistema lo hicieron pensando que obtendr�an una rentabilidad mayor que si permanec�an en las viejas condiciones establecidas por lo que hoy d�a se denomina el Instituto de Normalizaci�n Previsional. Sin embargo, la proyecci�n de lo que recibir� alguien que jubilar� en los pr�ximos cuatro o cinco a�os es menor de la que lograr� un trabajador que permanezca en el INP. Lo anterior es efectivo. Incluso, seg�n los antecedentes de que dispongo -entregados en mi Regi�n con nombres y apellidos-, una persona podr�a percibir la tercera parte o la mitad de lo que recibir�a otra en el antiguo sistema. Por lo tanto, m�s all� del tecnicismo financiero, aqu� hay algo que evidentemente apunta al sentido com�n de la gente, al com�n de las personas, al hombre que no entiende el tema de los flujos ni de los grupos en los cuales puede o no jubilar o adscribirse. Vale decir, existe absoluta falta de racionalidad. Esto hace que, en el fondo, no funcione el sistema. Se�or Presidente, en virtud de esas consideraciones, me abstendr� en la votaci�n por la simple raz�n de que deseo tener, desde ya, la seguridad de que enfrentaremos el tema de fondo. Si la hubiera tenido, habr�a votado que s�. Pero como me surgen dudas en tal sentido, y porque no me parece razonable seguir perfeccionando instrumentos sin analizar el fondo de la cuesti�n, me abstengo. El se�or SILVA.- Se�or Presidente, con bastante desgano votar� favorablemente el proyecto. Al pronunciarme en esa forma s�lo me gu�a la esperanza -que mantengo todav�a- en los ofrecimientos hechos de solucionar de una vez y para siempre un problema que hasta ahora sigue constituyendo uno de los grandes fraudes -en el sentido figurado de la expresi�n- en lo que significa el desarrollo de la legislaci�n en este pa�s. Voto que s�. El se�or ZALD�VAR (don Adolfo).- Se�or Presidente, como se ha sostenido en esta Sala, el proyecto tiende a perfeccionar, en el �mbito financiero, un instrumento de enorme importancia para los trabajadores. A mi juicio, resulta necesario abrir la posibilidad a una modificaci�n para dar soluci�n a los trabajadores que fueron forzados, inducidos o llevados, producto de una serie de circunstancias, a cambiarse del antiguo al nuevo sistema, y que hoy d�a observan no s�lo con preocupaci�n, sino tambi�n angustiados, que sus pensiones no ser�n, ni con mucho, las que hubiesen obtenido al permanecer en el r�gimen anterior. Opino que esa situaci�n debe ser modificada, por justicia -ya que es un derecho humano fundamental de los trabajadores-, y tiene que hacerse con la misma prontitud e inteligencia con que se busca perfeccionar, desde el punto de vista financiero, el sistema de fondos de pensiones. El buscar mejores condiciones para las inversiones de los fondos est� dentro de lo que corresponde. Pero aqu� se trata, fundamentalmente, de beneficiar o de dar una salida real a los trabajadores en general. Son cerca de 200 mil los que en la d�cada de los 80 fueron llevados a cambiarse de r�gimen previsional. Y hoy d�a, por justicia, debemos brindarles la posibilidad de que sus jubilaciones guarden correspondencia con el trabajo que realizaron. De pensionarse con el actual sistema, resultar�an severamente perjudicados. Por eso, es imprescindible que el Gobierno se abra a enviar al Parlamento un proyecto sobre la materia, o respalde el originado en una moci�n ya presentada por algunos Senadores de estas bancas, el cual deber� ser debidamente acogido, m�s all� del costo que �l implique, porque si bien puede significar mayor gasto, existe un problema de justicia social que es esencial resolver. Votar� favorablemente la presente iniciativa -la considero beneficiosa desde el punto de vista financiero-; pero espero que el Gobierno, con la misma prontitud y celeridad con que actu� en esta ocasi�n, se allane a solucionar el problema descrito, que es de fondo y de justicia social. Voto que s�. El se�or ZURITA.- Se�or Presidente, de la lectura de las m�s de 170 p�ginas del informe de las Comisiones unidas, se desprende que se trata de un trabajo acabad�simo, que merece el agradecimiento de la Corporaci�n, y nos lleva a concluir algo extraordinario que el proyecto procura resolver: los fondos de pensiones no tienen posibilidad de invertir mayores porcentajes en nuestro pa�s y buscan para ello otros lugares. �Qui�n hubiera pensado, a�os ha, que Chile iba a exportar capitales, en circunstancias de que siempre debi� recurrir a empr�stitos o cr�ditos y, por consiguiente, a endeudarse? Ahora es una naci�n que presta dinero, lo cual nos permitir� solucionar much�simos problemas. En seguida, el an�lisis que efectuaron las Comisiones unidas art�culo por art�culo nos lleva a otra conclusi�n: pr�cticamente el 99 por ciento de las normas fueron aprobadas all� por unanimidad, o sea, incluso por algunos se�ores Senadores que esta tarde se han abstenido o votado en contra. �Qu� significa eso? Que dicha instancia t�cnica realiz� un buen estudio y logr� para los fondos de pensiones un aprovechamiento m�ximo, como se me inform� hace un rato. Por ejemplo, cuando hay exceso de liquidez, los fondos mutuos en Chile carecen de soluci�n. Sin embargo, en este proyecto la tienen. Y me encontr� con una novedad: las inversiones llamadas "overnight" y "time deposit". O sea, para que mi dinero no se deval�e mientras duermo durante la noche ni deje de ganar intereses, podr� realizar un dep�sito "overnight" y en 24 horas percibir� un inter�s superior al que obtendr�a si lo dejara en la cuenta corriente del banco. En cuanto a los "time deposits", me permitir�n beneficiarme desde un d�a hasta dos a�os. Lo expuesto demuestra, repito, que las Comisiones unidas realizaron un buen trabajo. En homenaje a ellas, voto que s�. El se�or BITAR.- Se�or Presidente, creo que el principal concepto a que debemos atender al decidir la votaci�n es si con este proyecto los recursos de los trabajadores se har�n m�s rentables manteniendo niveles de seguridad, o si aumentar�n los niveles de seguridad con determinada rentabilidad. Mi respuesta a esa interrogante es que se incrementar� la rentabilidad con ciertos niveles de seguridad o mejorar�n ambos: rentabilidad y seguridad. Desde esa perspectiva, la iniciativa representa un avance -debo reconocer que al respecto se ha hecho un trabajo de alta calidad t�cnica y financiera- en tres materias. Primero, se ampl�an los m�rgenes de inversi�n en el exterior, especialmente en lo relativo a renta variable, lo cual garantiza mayor rentabilidad. La diversificaci�n de portafolio es fundamental, en particular en un contexto de creciente globalizaci�n de la econom�a nacional. Segundo, se establecen reglas para regular en mejor forma las comisiones. La idea de una malla para que en determinados nichos de colocaciones de algunos instrumentos la autoridad se halle facultada para regular las comisiones constituye un progreso respecto de lo ocurrido en los �ltimos a�os. Tercero, se elevan a cinco los fondos de pensiones, con distintos niveles de riesgo. Esto facilitar� las decisiones de los trabajadores. Constituir� un proceso educativo a trav�s del cual podr�n adiestrarse en un sistema financiero incierto y complejo. Al conocerlo cabalmente ser�n capaces de tomar las decisiones m�s apropiadas. El proyecto es importante, lo valoro y votar� a favor. Indudablemente quedan temas pendientes, acerca de los cuales espero que el Ejecutivo d� los pasos pertinentes, ya que los parlamentarios no tenemos iniciativa de ley al respecto. Entre ellos cabe mencionar los siguientes: -Ampliar la cobertura previsional. Hay mucha gente fuera del sistema. -Crear nuevos mecanismos de transparencia y regulaci�n de las comisiones, que siguen siendo altas. -Atender la petici�n de un sector de funcionarios p�blicos que han planteado su retorno al sistema antiguo (creo factible acceder a ello), por haber resuelto el cambio en su tiempo presionados o con p�sima informaci�n. -Estudiar el tema de la previsi�n de las Fuerzas Armadas, al cual se aludi� durante la discusi�n del Presupuesto Nacional y que sin duda tambi�n requiere de una mirada nueva, con mecanismos modernos. El Congreso deber�a pronunciarse pronto sobre el particular. Los cuatro puntos indicados permitir�n perfeccionar otros aspectos. En lo concerniente a la iniciativa en debate, ella coloca a Chile a la vanguardia en esta materia a nivel nacional e internacional, como ha ocurrido con la dictaci�n de la segunda ley sobre mercado de capitales y como suceder� en el futuro con la que estamos despachando. Voto que s�. El se�or HOFFMANN (Secretario).- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? Honorable se�or Urenda� El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- El Senador se�or Urenda reglamentariamente perdi� su derecho a fundamentar el voto por no emitir pronunciamiento en el momento de ser llamado. Por ello, me ha solicitado recabar la anuencia de la Sala para entregar las razones de su postura. �Habr�a acuerdo en tal sentido? Acordado. Tiene la palabra, Su Se�or�a. El se�or URENDA.- Se�or Presidente, votar� favorablemente el proyecto, como lo hice en las Comisiones unidas, donde lo analizamos en profundidad. All� estimamos conveniente perfeccionar un sistema que ha sido tremendamente favorable para el pa�s, por constituir la base del ahorro a largo plazo que, a su vez, permite otorgar cr�ditos a largo plazo, elemento esencial en el crecimiento de Chile. En cuanto al texto mismo, cabe precisar que al agilizar y ampliar las posibilidades de inversi�n mejoran tambi�n las perspectivas de los trabajadores de obtener mayores jubilaciones; les da la opci�n de escoger los fondos en los cuales desean invertir, opci�n sujeta a ciertas normas relacionadas con su edad y, en general, configura un manifiesto avance en este �mbito. Por eso lo respaldo. De otro lado, frente a las cr�ticas que se formulan al sistema en vigor, debo se�alar que �ste ha sido muy beneficioso para el pa�s. Si bien es cierto puede haber casos de pensiones inferiores a las del sistema antiguo, ello puede obedecer a que el bono de reconocimiento resultara castigado, porque el Estado no impon�a sobre el total de las remuneraciones. Y no debe olvidarse que el monto de las actuales imposiciones es inferior al antiguo. En consecuencia, hay al respecto una manifiesta ventaja. Mi deseo habr�a sido perfeccionar algunas disposiciones analizadas aqu� anteriormente por la Senadora se�ora Matthei, con referencia a la fijaci�n de comisiones por determinados tipos de operaciones. No quiero ser un factor que perturbe el tramite de este proyecto. Suger� �y no s� cu�l es el criterio del Gobierno- que se agregara al inciso final del n�mero 15 una parte declaratoria, en el sentido de que las comisiones no deben exceder nunca las de mercado, sin alterar el procedimiento final. No s� si es criterio del Gobierno aceptar o no aceptar esa declaraci�n. Como he dicho, obviamente priorizo que el proyecto sea aprobado, porque creo que constituye un adelanto que va a favorecer al pa�s y, en definitiva, a todos los trabajadores. Voto que s�. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Terminada la votaci�n. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Resultado de la votaci�n: por la afirmativa, 36 votos; por la negativa, 3, y una abstenci�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Queda aprobado en general el proyecto, dej�ndose constancia que lo ha sido con el qu�rum constitucional requerido. En la votaci�n particular, corresponde pronunciase sobre la letra n), que es de qu�rum calificado. El Senador se�or Jos� Ruiz ha solicitado que se vote separadamente. El texto en cuesti�n figura en la p�gina 164 del informe, y se refiere al "l�mite m�ximo de las inversiones de los Fondos de Pensiones Tipos A. B, C, D y E de una misma Administradora en t�tulos extranjeros". Para su aprobaci�n se requieren 27 votos. En votaci�n nominal la norma. El se�or HOFFMANN (Secretario).- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Terminada la votaci�n. --Se aprueba la letra n) por 31 votos a favor y 4 en contra. Votaron por la afirmativa los se�ores Boeninger, Bombal, Canessa, Cantero, Cariola, Cordero, Chadwick, Err�zuriz, Fern�ndez, Foxley, Horvath, Lagos, Larra�n, Mart�nez, Matthei, Moreno, Novoa, P�ez, Parra, Pizarro, Prat, R�os, Romero, Sabag, Silva, Urenda, Vald�s, Vega, Adolfo Zald�var, Andr�s Zald�var y Zurita. Votaron por la negativa los se�ores Lavandero, Mu�oz Barra, Jos� Ruiz y Ruiz-Esquide. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Corresponde, en seguida, pronunciarse sobre el n�mero 3, letra a) del art�culo �nico, para reemplazar los dos primeros incisos del art�culo 23 (opciones de los cotizantes, seg�n su tramo etario, para mantener sus saldos en los distintos tipos de fondos), que requiere para su aprobaci�n de 25 votos. �Habr�a acuerdo en la Sala para aprobar esta proposici�n con la misma votaci�n anterior? --Se aprueba, con la misma votaci�n anterior. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En seguida, la Sala debe resolver sobre dos disposiciones que no alcanzaron la votaci�n un�nime necesaria para su aprobaci�n: la letra c) del n�mero 16, referida a la fijaci�n, por los superintendentes de los Fondos de Pensiones, de las comisiones m�ximas a ser pagadas con cargo a esos fondos. Si hubiera acuerdo en la Sala, podr�a aprobarse con la misma votaci�n anterior. Acordado. El se�or PRAT.- Con nuestra abstenci�n, en ese caso, se�or Presidente. O que se vote. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En votaci�n econ�mica la letra c) del n�mero 16. --Se aprueba (16 votos contra 7 y 2 abstenciones). El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Por �ltimo, corresponde pronunciarse sobre la modificaci�n contenida en el n�mero 17, que ha pasado a ser 18, del informe de las Comisiones unidas que autoriza a las AFP para efectuar giros desde las cuentas corrientes bancarias mantenidas por los fondos de pensiones cuando se realicen inversiones con instrumentos emisores externos. En resumen, esta disposici�n es complementaria de la anterior, en orden a dar la posibilidad de invertir en el extranjero y aumentar dichos m�rgenes. Por ello, sugiero aprobarla con la misma votaci�n anterior. --Se aprueba el numeral se�alado (16 votos contra 7 y dos abstenciones), y queda despachado el proyecto en este tr�mite. El se�or PRAT.- Se�or Presidente, me gustar�a solicitar a la Mesa que revise si la norma que acabamos de aprobar es de qu�rum simple. Se trata de la fijaci�n de precios y regulaci�n de una actividad il�cita. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- La norma no contiene ninguna materia que nos lleve a calificarla de qu�rum especial. La hemos revisado y as� aparece en el informe de las Comisiones unidas. El se�or PRAT.- Eso significa que la fijaci�n de precios no requiere qu�rum especial en nuestra legislaci�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- As� es, de acuerdo al informe de las Comisiones. En ese sentido, la Mesa se atiene a lo que �ste se�ala. El se�or PRAT.- �Eso es una grave debilidad institucional! El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Su Se�or�a tiene derecho a reclamo, si lo estima prudente. _______________ El se�or HOFFMANN (Secretario).- Han llegado a la Mesa dos informes de la Comisi�n de Relaciones Exteriores, reca�dos en los proyectos de acuerdo, en segundo tr�mite constitucional, que se indican a continuaci�n: 1.- El que aprueba el Protocolo Bilateral al Tratado de Libre Comercio entre Centroam�rica y Chile y sus anexos, suscrito entre los Gobiernos de El Salvador y Chile en noviembre del a�o pasado (Bolet�n N� 2773-10), y 2. El que aprueba el Acuerdo entre la Rep�blica de Chile y la Confederaci�n Suiza sobre promoci�n y protecci�n rec�proca de inversiones y su Protocolo, suscritos en Berna en septiembre de 1999 (Bolet�n N� 2622-10) --Quedan para tabla. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Asimismo, propongo tratar en F�cil Despacho de la sesi�n de ma�ana, las cuatro solicitudes de rehabilitaci�n de ciudadan�a que figuran en la tabla de hoy. --As� se acuerda. _______________ El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Terminado el Orden del D�a. HOMENAJE EN MEMORIA DE EX CANCILLER DE ARGENTINA DON GUIDO DI TELLA. COMUNICACIONES El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Corresponde rendir homenaje en memoria del ex Canciller de la Rep�blica Argentina, se�or Guido Di Tella, recientemente fallecido. Deseo hacer presente a la Sala que nos acompa�a en las tribunas el se�or Embajador de Argentina en Chile, don Daniel Olmos. Antes de conceder el uso la palabra al Senador se�or Adolfo Zald�var, debo anunciar que el Honorable se�or R�os me reemplazar� en la Presidencia, pues debo viajar a Santiago para asistir a un acto oficial. Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or ZALD�VAR (don Adolfo).- Se�or Presidente, se�ores Senadores, excelent�simo se�or Embajador de Argentina, don Daniel Olmos. En muy contadas ocasiones el Senado rinde homenaje a personalidades extranjeras, por lo que resulta para m� un privilegio llevarlo a cabo en el caso de un hombre de la calidad de don Guido Di Tella. Guido Di Tella fue canciller de la Rep�blica Argentina y, durante nueve a�os de su gesti�n, siempre tuvo entre sus objetivos fundamentales profundizar los v�nculos con Chile en todos sus �mbitos. Hijo de un destacado empresario, la tradici�n familiar lo llev� a graduarse de ingeniero industrial en la Universidad de Buenos Aires en 1955. M�s tarde, en 1969, obtuvo un doctorado en el prestigioso Instituto Tecnol�gico de Massachusetts. No obstante esta marcada formaci�n econ�mica, mostr� siempre gran vocaci�n humanista y cristiana, llegando a ser miembro fundador de la Democracia Cristiana argentina. Ya en el Justicialismo, termina dedic�ndose con pasi�n al servicio p�blico. Incluso, conoce los rigores de la detenci�n por causas pol�ticas, por su inclaudicable vocaci�n democr�tica. En 1975 ocupa el cargo de Secretario de Estado de Coordinaci�n y Programaci�n Econ�mica. En 1988, es elegido Diputado, y un a�o despu�s el ex Presidente Menem lo designa Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la Rep�blica Argentina en Washington. Y en 1991 asume la conducci�n del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. Ante la fugacidad reinante en la pol�tica trasandina, los nueve a�os de Di Tella frente a las relaciones internacionales adquieren una connotaci�n muy especial. Desde la Canciller�a, sobresale como el hombre de Estado que supo, con sabidur�a y esfuerzo, proyectar a su pa�s m�s all� de las fronteras, reinsert�ndolo en el mundo globalizado. Despu�s de la Guerra de las Malvinas, encabez� las exitosas negociaciones para normalizar las relaciones con Gran Breta�a. En tanto, en el concierto de las naciones americanas, su prioridad fue establecer s�lidas relaciones tanto con los Estados Unidos de Am�rica como con Brasil y -por cierto- Chile. En lo que a nuestro pa�s concierne, durante el ejercicio de su cargo concluyeron nuestros conflictos lim�trofes. Su vocaci�n integracionista con Chile lo lleva a trabajar decididamente por la conclusi�n del litigio fronterizo de Campos de Hielos o Hielos Continentales. El m�s sensible de nuestros diferendos y el �ltimo en ser resuelto. Con la firma de ese Acuerdo, en 1999, se dio un vuelco trascendental en los v�nculos chileno-argentinos y se cerr� un largo cap�tulo de desconfianzas y desencuentros que nos hab�a tenido en dos oportunidades frente a inminencia de guerra fratricida. Como expres� en un art�culo escrito para el libro "Los Hielos de la Paz", entramos en una etapa superior de convivencia. Por eso, la voluntad de los ex Presidentes Frei y Menem, de solucionar los acuerdos pendientes, encarn� tan cabalmente la visi�n de paz del milenio y se constituy� en un s�mbolo de creaci�n para el siglo XXI. Logro que no habr�a sido posible sin el Tratado de Paz y Amistad de 1984, inspirado por Su Santidad el Papa Juan Pablo II. Para m�, como Presidente de la Comisi�n Binacional Chileno-Argentina del Senado y tambi�n -estoy seguro- para muchos de los Honorables se�ores Senadores, Guido Di Tella fue el art�fice de la soluci�n de este �ltimo conflicto. Su energ�a, perseverancia y sensibilidad fueron claves para la madurez que hoy evidencian los v�nculos entre nuestras naciones. De otra forma, quiz� a�n padecer�amos las negativas consecuencias que deben soportar los pueblos ante el desastre de la guerra. Se�ores Senadores, podr�a extenderme ilimitadamente sobre la vida y obra de este insigne hombre de Estado, pol�tico refinado, empresario, ingeniero, acad�mico, diplom�tico, caballero y gran amigo, cuya curiosidad intelectual lo llev� a indagar sobre arqueolog�a y arte precolombino, profesor de la Universidad de Oxford y autor de obras cl�sicas sobre el desarrollo econ�mico argentino; sin embargo, me limitar� a decir que fue gran amigo de esta tierra. Estoy seguro que nuestra historia contempor�nea incorporar� a Guido Di Tella como el visionario que busc� la integraci�n global, preserv� el di�logo y fue art�fice de la paz entre nuestras naciones. No puedo terminar sin formular votos -en estas aciagas horas para la hermana Rep�blica de Argentina, que Guido am� tan entra�ablemente-, en nombre del Senado de la Rep�blica de Chile, para que el esp�ritu de servicio p�blico que distingui� al ex Canciller Di Tella aliente a hombres y mujeres de todo el quehacer pol�tico argentino a superar la dura crisis que atraviesan y que no puede sernos indiferentes como latinoamericanos, ya que nuestros destinos han estado y estar�n irrevocablemente unidos. He dicho. --(Aplausos en la Sala y en tribunas). El se�or R�OS (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Silva. El se�or SILVA.- Se�or Presidente, Honorables Senadores, Excelent�simo se�or Embajador de la Rep�blica Argentina, no puedo dejar de decir algunas palabras, llenas de profunda emoci�n, para recordar al amigo entra�able que fuera Guido Di Tella. Durante m�s de tres a�os trabajamos juntos: �l, como Canciller de la hermana Rep�blica Argentina, y quien habla, como Canciller de Chile. Durante ese per�odo la actuaci�n de Di Tella se caracteriz� por el profundo amor por Chile y por su honda convicci�n de que las relaciones entre ambos pa�ses deb�an, necesariamente, estrecharse y hermanarse en funci�n del prestigio y de la felicidad de nuestros pueblos. Quiero recordar algunos actos que muestran de cuerpo entero al ex Canciller. Muy pocas veces he mencionado �creo que lo hago por primera vez en esta Corporaci�n � que �l fue quien contribuy� personalmente a la soluci�n del problema que en su oportunidad afect� a m�s de 450 mil chilenos que viv�an irregularmente en el sur de la vecina Rep�blica. No me cabe duda de que, si se hubiesen aplicado las normas generales, la mayor parte de ellos habr�an sido expulsados de ese pa�s. Sin embargo, Di Tella convenci� al Presidente Menem de la necesidad de buscar una soluci�n, asentada en el principio de hermandad, que permiti� un arreglo al margen de las normas establecidas, que exig�an una cantidad de requisitos muy dif�ciles de acreditar. A menudo, estas cosas no se cuentan cuando se habla de las relaciones entre Chile y Argentina durante ese lapso. Muchas veces la gesti�n de Laguna del Desierto es tildada como un gran fracaso y se la menciona como una manera de destacar que las relaciones entre ambas Rep�blicas hermanas no fueron buenas. �Cu�n distante est� eso de la realidad! Al respecto, me limitar� a reiterar lo que acaba de se�alar el Honorable se�or Adolfo Zald�var: �24 puntos de l�mites fueron resueltos entre las dos naciones en los famosos Pactos de Mayo de 1993! Y aquello, se�ores Senadores, fue consecuencia en gran medida del trabajo incesante del Canciller Di Tella, de su entra�able cari�o por nuestra patria, y de su convicci�n �anidada en su alma y en su coraz�n de argentino y de chileno- de que era esencial la b�squeda de soluciones adecuadas entre ambos pueblos para permitir despu�s un desarrollo eficaz en las pol�ticas rec�procas. Al terminar, se�or Presidente, deseo expresar mi m�s profunda demostraci�n de recuerdo, de afecto y de p�same a la familia del ex Canciller Di Tella y a la hermana Rep�blica Argentina. --(Aplausos en la Sala y en tribunas). El se�or R�OS (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Romero, Presidente de la Comisi�n de Relaciones Exteriores del Senado. El se�or ROMERO.- Se�or Presidente, se�ores Senadores, se�or Embajador de la Rep�blica Argentina, en medio del c�mulo de informaciones que a diario recib�amos acerca de la delicada crisis que afectaba a Argentina y en v�speras de la celebraci�n del A�o Nuevo, otra noticia proveniente del vecino pa�s nos golpe� tambi�n fuertemente. Nos referimos al deceso del ex Ministro de Relaciones Exteriores argentino, Guido Di Tella, quien falleci� justamente a las 18 horas del 31 de diciembre reci�n pasado, cuando se desvaneci� en su casa de campo en Navarro, provincia de Buenos Aires, v�ctima de un aneurisma de aorta a los 71 a�os de edad. La Sala de Senadores de Renovaci�n Nacional desea rendir esta tarde un homenaje a tan destacado ingeniero, economista, acad�mico, pol�tico y diplom�tico argentino, pieza clave del Gobierno del ex Presidente Carlos Sa�l Menem y en cuya administraci�n colaborara decidida y l�cidamente en solucionar diversas controversias lim�trofes con Chile, restableciendo las confianzas y los lazos de amistad entre nuestros dos pa�ses. Guido Di Tella naci� el 12 de junio de 1931 en Buenos Aires. Estaba casado y ten�a cinco hijos. �l, a su vez, era hijo de Torcuato Di Tella, emigrante italiano que hizo fortuna fabricando una conocida marca de electrodom�sticos. Termin� Ingenier�a en la Universidad de Buenos Aires y obtuvo un doctorado en econom�a en el Massachusetts Institute of Technology, de Estados Unidos. En su juventud fue ferviente militante de la "L�nea Recta", pero posteriormente abraz� las ideas del justicialismo, defini�ndose como peronista "hist�rico". Durante el Gobierno de Isabel Per�n, junto con Antonio Cafiero estuvo a cargo de Econom�a, como Secretario de Estado de Coordinaci�n y Programaci�n Econ�mica. Tambi�n fue Diputado nacional, Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la Argentina en Estados Unidos y Ministro de Defensa. Pero, sin duda, cuando tuvo mayor relaci�n con Chile fue durante el tiempo en que se desempe�� como Canciller, funci�n que ejerci� durante ocho a�os. "�Todo un r�cord!", dir�a socarronamente. Con ese fino sentido del humor ir�nico que lo caracterizaba y en el que mezclaba el castellano con palabras en ingl�s, el Canciller Di Tella encar� gestiones para consolidar las relaciones de Argentina con Estados Unidos, que resumi� en la frase "relaciones carnales", que quedar�a grabada en la memoria colectiva. �l mismo la defend�a, explicando que su expresi�n hab�a producido un "shock" de tal magnitud que quedaba garantizado su efecto: el alineamiento autom�tico de su pa�s con Estados Unidos. Con Gran Breta�a, Di Tella termin� el acercamiento que hab�a comenzado su predecesor en el cargo, Domingo Cavallo, y as� el ex Presidente Menem pudo cumplir su anhelo de ser el primer Mandatario argentino que pisara Londres tras la guerra de las Malvinas. Respecto de la disputa por la soberan�a de estas islas, el Canciller Di Tella procur� una f�rmula distinta para su causa, que consist�a en seducir a sus habitantes originarios, los "kelpers", a quienes todos los a�os enviaba cari�osas tarjetas de Navidad o regalos, que desde luego eran recibidos con simpat�a. Y es que Guido Di Tella era un hombre que gustaba realmente de cultivar las relaciones personales. As� lo pude constatar cuando me correspondi� ejercer la Presidencia del Senado. Eran tiempos de negociaciones y de b�squeda de soluciones a los distintos diferendos lim�trofes entre Chile y Argentina, y el a�o de la firma del protocolo de acuerdo en torno a la situaci�n de los Hielos Continentales, como �l sol�a denominarlos. Como dec�a, pude apreciar en los encuentros que sostuvimos entonces sus condiciones de hombre de bien, su afabilidad, su gran sentido del humor y su sincero af�n por consolidar los v�nculos con Chile en todos los planos, procurando disipar los resquemores del pasado. Muchas veces me llam� intempestivamente por tel�fono al momento de iniciar un viaje, s�lo para charlar. Y en estas conversaciones trataba de explicarme su teor�a respecto a que Argentina era un novio dispuesto a conquistar una novia un tanto esquiva. Esta met�fora cobra hoy plena vigencia al evaluar uno a uno los pasos dados en aquellos a�os en pro del afianzamiento de las relaciones entre ambos pa�ses: acuerdo para superar el litigio por Campos de Hielo Sur; cierre de un acuerdo bilateral de comercio; invitaci�n a Chile a firmar un acuerdo de asociaci�n con el MERCOSUR -iniciativa en la que, si bien est�bamos en posiciones diferentes, debemos reconocer su firme perseverancia para alcanzar sus objetivos-; impulso de protocolos de integraci�n energ�tica; colaboraci�n y perfeccionamiento de los pasos fronterizos que se encontraban cerrados; profundizaci�n de las relaciones en el campo de la defensa a trav�s de in�ditos ejercicios militares conjuntos. Tambi�n vivi� episodios dif�ciles, como cuando Argentina aplic� sobretasas o subi� grav�menes arancelarios en forma unilateral, o cuando logr� sorprendernos con el espectacular anuncio de la Casa Blanca que otorgara a nuestros estimados vecinos la calidad de "socio privilegiado extra OTAN". En el ocaso de su existencia, el ex Canciller Di Tella se vio injustamente envuelto en un caso de venta de armas, pero la Justicia argentina lo sobresey�. Quienes lo conocieron en profundidad han estimado doloroso e injusto que haya sido mencionado, al final de sus d�as, en esos hechos, en donde, al decir del Honorable se�or Adolfo Zald�var, "fue v�ctima de la mezquindad y de las pasiones pol�ticas". El Canciller Di Tella permanecer� en el recuerdo hist�rico de las relaciones chileno-argentinas. Se trata de la persona que estuvo por m�s a�os como Ministro de Relaciones Exteriores de su pa�s y de un hombre de condiciones humanas e intelectuales sobresalientes, valoradas en todo el continente. Seg�n relata el ex Embajador de Chile en Buenos Aires Eduardo Rodr�guez, luego de mostrar sus cartas credenciales en la Casa Rosada, el Canciller Di Tella le expres� que si hab�a algo que le gustar�a que pasara cuando muriera era que su epitafio dijese: "Aqu� muri� el Canciller que m�s hizo por la integraci�n chileno-argentina". Se�or Presidente, creo que ese epitafio ideado por el propio Guido Di Tella ha quedado indeleblemente grabado en el pueblo chileno. Hemos perdido un verdadero amigo y a un gran caballero, por lo que hacemos llegar al Gobierno y al pueblo argentinos nuestros sinceros sentimientos de pesar por la partida sin retorno de tan distinguido hombre p�blico, cuya memoria y ejemplo trascienden las altas cumbres cordilleranas, para quedarse templadas por siempre en la mente y los corazones de todos los chilenos. He dicho. --(Aplausos en la Sala y en tribunas). El se�or R�OS (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Mu�oz Barra. El se�or MU�OZ BARRA.- Se�or Presidente, Honorables colegas: El �ltimo d�a del a�o 2001, la muerte se llev� a Guido Di Tella, uno de los pol�ticos e intelectuales m�s destacados de la Rep�blica Argentina. Di Tella fue un hombre notable, de r�pida inteligencia, de s�lidos conocimientos y de actitud apasionada, aunque reflexiva, para enfrentar y llevar a cabo todo aquello respecto de lo cual alcanzaba una profunda convicci�n. Ingeniero industrial y economista de profesi�n, se vincul� a la pol�tica desde muy joven. Testigo sensible de la brutal represi�n contra el peronismo despu�s de la ca�da del Gobierno del Presidente Juan Domingo Per�n en 1955 y convencido de la validez de las preocupaciones sociales del justicialismo, opt� por vincularse a ese movimiento, que en Argentina ha tenido tanta significaci�n pol�tica. Su reconocida autoridad intelectual y profesional lo llev� a ser designado Ministro de Econom�a en el tercer Gobierno del Presidente Per�n, entre los a�os 1973 y 1974. Pero esa alta responsabilidad y su militancia en el Partido Justicialista le significaron el castigo de ser detenido, en uno de los pasajes grises de la historia transandina, junto con otros personeros, como Carlos Sa�l Menem. Por la acci�n solidaria de un grupo selecto de economistas, Guido Di Tella fue puesto en libertad para a continuaci�n exiliarse en el Reino Unido, donde ejerci� con brillo la docencia en la Universidad de Oxford. Una vez recuperada la democracia en Argentina, regres� a su pa�s, donde fue elegido Diputado por el Partido Justicialista. Posteriormente, cuando el doctor Carlos Menem asumi� la Presidencia de la Rep�blica, fue designado embajador ante el Gobierno de Estados Unidos, y en seguida, Ministro de Relaciones Exteriores, cargo que ocup� durante los dos per�odos presidenciales de Menem. Fue desde esta �ltima responsabilidad pol�tica que Guido Di Tella desarroll� con brillo una labor de gran trascendencia para su pa�s. Los objetivos geoestrat�gicos de su gesti�n estaban orientados a consolidar la paz y firmes v�nculos pol�ticos y econ�micos con las naciones de la Regi�n, para as� avanzar en el desarrollo econ�mico y social de la suya. Entre otras acciones fundamentales, logr� restaurar las relaciones diplom�ticas con Gran Breta�a, rotas a ra�z de la guerra de Las Malvinas. Llev� las relaciones con Estados Unidos a un nivel nunca antes alcanzado por Argentina, logrando que el pa�s del Norte le otorgara la calidad de "socio privilegiado", hecho que preocup� a nuestra propia Canciller�a, oblig�ndola a pedir explicaciones al Gobierno norteamericano respecto a las implicaciones de tal decisi�n. En el �mbito interamericano, Guido Di Tella fue uno de los art�fices de la creaci�n del MERCOSUR, mostr�ndose decidido partidario de que a Chile, no obstante su resistencia para incorporarse plenamente a tal Pacto, se le otorgara un trato preferencial. Bajo el Gobierno de Carlos Menem, las relaciones bilaterales con Chile registraron un vuelco altamente positivo. Si bien las Administraciones de los Presidentes Patricio Aylwin y Eduardo Frei Ruiz-Tagle, a trav�s de sus respectivas Canciller�as, tuvieron el m�rito de haber participado activamente en ese cambio, es necesario reconocer que uno de los art�fices del nuevo camino de entendimiento y colaboraci�n entre los dos pa�ses fue Guido Di Tella. Las desconfianzas y los desencuentros entre ambas naciones quedaron en el pasado, logr�ndose una relaci�n de paz, armon�a y colaboraci�n constructiva. Bajo el ejercicio de la Canciller�a en manos de Guido Di Tella, se resolvieron en forma directa 22 de las 24 diferencias lim�trofes que exist�an entre Chile y Argentina. A trav�s del arbitraje, se solucion� la discrepancia sobre Laguna del Desierto, con un resultado que, como siempre ocurre frente a estas experiencias, no dej� contentos a sectores de compatriotas. Posteriormente se arregl� el litigio de Campos de Hielo Sur. Con ello se superaron todos los problemas lim�trofes pendientes entre Chile y Argentina. Por la influencia positiva de Di Tella, se logr� firmar protocolos de integraci�n energ�tica entre ambos pa�ses, abrir y perfeccionar los caminos fronterizos, facilitando el paso de personas y mercader�as, medida tan necesaria para los intercambios comerciales y culturales de la Regi�n en un mundo globalizado. Tambi�n Di Tella cumpli� un papel destacado en el mejoramiento y profundizaci�n de las relaciones en el campo de la Defensa entre Chile y Argentina, por medio de ejercicios militares conjuntos, hecho in�dito que sent� las bases de un nuevo concepto de colaboraci�n castrense entre ambos pa�ses. Adem�s de los m�ritos antes referidos, debemos reconocer en Guido Di Tella al intelectual de pensamiento profundo e innovador que fue capaz de incidir positivamente en la cultura y en la producci�n art�stica de su pa�s. Asimismo, es necesario reconocer en Di Tella al forjador de instituciones universitarias de excelencia y al formador de nuevas generaciones. Se�or Presidente, Guido Di Tella fue un argentino y un latinoamericano notable. Su inteligencia, su sensatez, sus conocimientos, su reconocida franqueza y su honestidad quedaron grabados en todo aquello que hizo. Por ello, el Partido Por la Democracia, al cual represento, adhiere conmovido a este homenaje que se rinde a un hombre cuyo paso por la vida dej� una huella indeleble en todos los �mbitos del quehacer p�blico en que se comprometi�, y hace llegar al Gobierno argentino y a la distinguida familia de Guido Di Tella sus m�s sentidas condolencias. He dicho. --(Aplausos en la Sala y en tribunas). El se�or R�OS (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Bombal. El se�or BOMBAL.- Se�or Presidente: En representaci�n de los Senadores del Comit� UDI e Independientes, me honra homenajear a don Guido Di Tella, ex Canciller argentino y gran amigo de nuestra patria. Como aqu� se ha recordado, Guido Di Tella fue Ministro de Relaciones Exteriores durante la Administraci�n del Presidente Menem. Desde su alta investidura, fue un hombre que por sobre todo busc� la paz y la tranquila convivencia entre los pueblos, transform�ndolas en objetivos centrales durante el ejercicio de sus funciones. Con la misma energ�a, trabaj� siempre por conseguir para Argentina y la Regi�n un desarrollo econ�mico y social perdurable en el tiempo. Fue un hombre que desde el inicio de sus tareas se propuso pocos pero claros y grandes objetivos. Hizo todo lo que estuvo en sus manos para consolidar las relaciones vecinales y para llevar a su pa�s al Primer Mundo. De esta forma, se transform� en el art�fice de la reanudaci�n de las relaciones diplom�ticas entre Argentina y Gran Breta�a, contribuy� enormemente a poner fin a todos y cada uno de los problemas lim�trofes con Chile y reincorpor� a su pa�s al primer plano mundial, poniendo �nfasis especialmente en los lazos con Estados Unidos. Como hombre dotado de una extraordinaria calidad humana, tuvo siempre la entereza y la autonom�a para imprimir un sello personal a sus labores. En todo momento alegre, franco, directo y dotado de un extraordinario sentido del humor y de una clara inteligencia: �sas fueron cualidades que contribuyeron de manera decisiva al �xito de las tareas en que se embarc�. Siempre privilegi� el contacto personal, en el convencimiento de que s�lo as� se pod�an enfrentar los problemas, por dif�ciles y complejos que parecieran, de manera directa y clara. Siempre promovi� y defendi� la verdad. En esa forma ser� recordado. En el plano regional, fue uno de los art�fices de la formaci�n del MERCOSUR y abog� siempre para que a Chile se le diera un trato especial, a pesar de la enorme oposici�n que debi� enfrentar en ese �mbito. El objetivo que persegu�a era que Chile y Argentina se constituyeran en un frente comercial com�n para contrarrestar el peso de otras potencias. Guido Di Tella se transform� en el Canciller de mayor permanencia en el cargo en la historia de Argentina, marca que �l mismo festej� como toda una proeza. Ser� recordado por todos como uno de los Cancilleres m�s influyentes que ha habido en su pa�s, pero, principalmente, como un hombre de condiciones humanas e intelectuales sobresalientes que lo llevaron a ganarse un sitial en la historia de Argentina y que ser� considerado siempre un gran amigo de Chile. En los asuntos lim�trofes, siempre estuvo inspirado por un sentido de justicia y equidad, al punto que muchas veces encontr� dentro de la propia Argentina oposici�n a sus propuestas de l�mites. Los aportes p�blicos de este gran hombre en materia de integraci�n y en su empe�o inquebrantable por solucionar los conflictos vecinales son tremendos. Su sello dej� huella profunda y su marca ha calado hondo en los corazones de argentinos y chilenos. Este Senado recuerda hoy a un gran hombre, a un gran argentino y a un gran amigo. Nadie podr� negar que su fecunda trayectoria pol�tica y su curso de vida forman parte del legado que todos quisi�ramos alg�n d�a dejar. Su historia personal y su rectitud en el actuar hicieron que siempre se lo respetara como pol�tico brillante, culto, inteligente y, por sobre todo, confiable. Fue reconocido en el mundo entero como un gran articulador de acuerdos y luchador incansable por las causas en que se embarc�. Justo es recordar y homenajear su trabajo y su aporte. Justo es no olvidar que este gran hombre contribuy� con la paz, no s�lo de su naci�n, sino tambi�n del resto de la Regi�n. A �l se deben en gran parte las buenas relaciones de Argentina con nuestro pa�s. Se�or Presidente, se�or Embajador, honramos hoy, en consecuencia, a ese gran servidor p�blico, que vivir� siempre en sus obras de paz y hermandad. Pido oficiar al Gobierno argentino y a su distinguida familia para que de este homenaje se guarde fiel memoria, como testimonio de gratitud y amistad. He dicho. -(Aplausos en la Sala y en tribunas). El se�or R�OS (Vicepresidente).- Para el Senado de Chile, se�or Embajador, es un honor haber rendido este homenaje. Nos sentimos comprometidos con la historia diplom�tica del ex Ministro de Relaciones Exteriores argentino se�or Guido Di Tella. A los se�ores Senadores que solicitaron el env�o de sus intervenciones a diversos destinatarios les informo que, si la Sala as� lo resuelve, se elaborar�n dos documentos oficiales que contendr�n los respectivos discursos y que se pondr�n a disposici�n del se�or Embajador para que los entregue a la Canciller�a argentina y a la familia de don Guido Di Tella. --As� se acuerda. Como la sesi�n debe continuar, solicito a los Honorables se�ores Romero, Adolfo Zald�var y Silva que, en nombre de la Mesa, despidan al se�or Embajador, cuya presencia en las tribunas agradecemos. VI. INCIDENTES PETICIONES DE OFICIOS El se�or HOFFMANN (Secretario).- Han llegado a la Mesa diversas peticiones de oficios. El se�or R�OS (Vicepresidente).- Se les dar� curso en la forma reglamentaria. _______________ --Los oficios cuyo env�o se anuncia son los siguientes: Del se�or FERN�NDEZ: Al se�or Ministro de Econom�a, Fomento y Reconstrucci�n, solicit�ndole el URGENTE ENV�O DE PROYECTO SOBRE BONIFICACI�N DE MANO DE OBRA PARA DUOD�CIMA REGI�N, y al se�or Ministro de Transportes y Telecomunicaciones, pidi�ndole MAYOR PLAZO PARA USO Y TRABAJO DE VEH�CULOS IMPORTADOS EN DUOD�CIMA REGI�N. Del se�or MORENO. Al se�or Ministro del Interior, sobre CUMPLIMIENTO DE COMPROMISO DE GOBIERNO PARA CONSTRUCCI�N DE CUARTEL DE TERCERA COMPA��A DE BOMBEROS DE SAN FERNANDO, y al se�or Ministro de Obras P�blicas y de Transportes y Telecomunicaciones, requiri�ndole INFORMACI�N SOBRE EXIGENCIAS LEGALES PARA FUNCIONAMIENTO DE RADIOEMISORAS EN SEXTA REGI�N. _______________ El se�or R�OS (Vicepresidente).- En Incidentes, los Comit�s Socialista e Institucionales 2 no har�n uso de su tiempo. En el turno del Comit� Mixto, tiene la palabra el Honorable se�or Err�zuriz. RESE�A DE CAUSAS DEL DESAFUERO DE SENADOR ERR�ZURIZ El se�or ERR�ZURIZ.- Se�or Presidente, Honorables colegas, sean mis primeras palabras de reconocimiento hacia la Mesa de la C�mara Alta y hacia los se�ores Senadores que durante los m�s de tres a�os de suspensi�n del ejercicio del cargo para el cual el pueblo me eligi� con primera mayor�a me han expresado su permanente solidaridad. Se ha atropellado la soberan�a popular con imputaciones falsas en mi contra, como la de "secuestro", que fue el fundamento del desafuero y que despu�s result� desechada un�nimemente, en 1999, por la Corte de Apelaciones de Rancagua; o la acusaci�n de "usurpaci�n de aguas", en que la un�nime sentencia, tambi�n a nuestro favor, estableci� la completa falsedad del delito imputado y sobresey� definitivamente esta causa, que fue el origen de todos los incidentes provocados a prop�sito y en un bien montado show por la empresa m�s grande y poderosa del pa�s. Como se recordar�, los incidentes se iniciaron con una incursi�n a�rea en helic�ptero, en la que se agredi� a mi familia al interior de nuestra propiedad, il�cito cometido en el curso de una premeditada estrategia que simul� una diligencia judicial que fue declarada nula e inexistente por el propio tribunal y de la cual el querellante ni siquiera apel�, dado que era de toda evidencia tal montaje. Esa viciada pericia fue as� tambi�n declarada por la unanimidad de los Ministros de la Sala Civil de la Corte Suprema, al conocer la petici�n de mi desafuero. 1.- "Como dec�amos ayer", las experiencias deben siempre servir para construir sobre la base de ellas un porvenir mejor, rectificando errores, labor primera de todo Parlamentario. Por ello, junto con una breve rese�a de la verdad de una larga tragedia de arbitrariedades y abusos que denunciar� a continuaci�n, mi esp�ritu siempre positivo y, sobre todo, propositivo me lleva a presentar diversas mociones que mis colegas Senadores y quienes nos sucedan podr�n analizar, estudiar y mejorar, si lo estiman conveniente. Todas ellas buscan perfeccionar nuestra d�bil institucionalidad. Aportar�n �con las experiencias sufridas- ideas nuevas que puedan evitar que el d�a de ma�ana iguales arbitrariedades y abusos afecten a cualquier otro Senador o Diputado. 2.- Los hechos tuvieron su origen al asumir este Senador la Presidencia de la Comisi�n de Econom�a de la C�mara Alta. Como es sabido, ella es la encargada de todos los asuntos el�ctricos y de agua vinculados a la producci�n de energ�a. ENDESA me invit� a almorzar a sus oficinas ubicadas en avenida Santa Rosa, donde se me efectuaron proposiciones que, adem�s de sorprenderme, obviamente rechac�. El Presidente de la referida Empresa a la fecha, don Jos� Antonio Guzm�n, y su Gerente General, se�or Jaime Bauz�, posteriormente enviaron cartas a la C�mara Alta �aqu� las tengo- requiriendo que este Senador fuera inhabilitado para participar en las materias propias de su cargo, preocupado luego de constatar que ENDESA acumul� 87 por ciento de los derechos de agua de Chile, creando una barrera de entrada en la actividad hidroel�ctrica que esa Empresa controla. Para ello, dichos personeros aludieron a una supuesta usurpaci�n de aguas en contra de dicha Empresa el�ctrica, il�cito que fue imputado a mi familia y que se habr�a cometido en nuestro predio La Esperanza, de Marchig�e, motivando adem�s a ENDESA a la presentaci�n de un amparo de aguas, proceso en el cual se incurri� en evidente fraude procesal. 3.- En el curso del juicio, pese a encontrarse suspendida una pericia que nunca se efectu�, seg�n fue declarado por el juez de la causa a petici�n de la Corte de Apelaciones de Rancagua, conforme lo afirm� el propio perito al expresar que fue invitado "para hacer un sobrevuelo" en helic�ptero pagado por el abogado de ENDESA Francisco Fern�ndez y cuatro tripulantes que le acompa�aban, se viol� nuestro domicilio y fuimos v�ctimas de injusta agresi�n. En efecto, sin autorizaci�n del propietario, violando nuestra morada -seg�n reconoce reciente sentencia ejecutoriada de la Corte Suprema-, la nave aterriz� a 9,6 kil�metros del lugar donde el juez hab�a fijado la suspendida pericia. Se agredi� a la familia de este Senador, a mi esposa Diputada y a nuestros hijos, al interior de nuestro predio. Conforme declar� el piloto en la larga tramitaci�n de la causa, aterriz� en dicho lugar por exigencia del abogado de ENDESA que hab�a contratado la aeronave. Por su parte, el perito expres� que nunca efectu� pericia alguna, dejando constancia en autos de que ni siquiera llev� instrumental, pues el propio juez le comunic� que la pericia estaba viciada. �El juez fue el m�s claro! El mismo d�a se�al� a la prensa, y luego a la televisi�n y la radio, que fue amenazado por suspender la pericia por el abogado de ENDESA, quien lo amedrent� con quejarse a la Corte, donde dicha Empresa ten�a "vara alta". El juez agreg� que cort� el tel�fono ante los improperios del abogado de la Empresa el�ctrica, todo lo cual no s�lo consta en autos, sino tambi�n en los videos de los noticieros de televisi�n de la �poca, acompa�ados al proceso. 4.- No encontr�ndose este Senador ni su esposa presentes en el lugar al momento de aterrizar el helic�ptero, nuestros dos hijos varones fueron los primeros agredidos, siendo insultados como "familia de ladrones de aguas" por el abogado Fern�ndez �hombre �gil, quien fue p�gil en su juventud-, produci�ndose un altercado. Llegu� con mi esposa advertido de lo que acontec�a, siendo golpeado, al proteger a mi mujer, por un se�or que nunca antes hab�a visto, pu�ete que devolv�, no s� donde, pues mis hijos me apartaron de inmediato del lugar, record�ndome los tres "by-pass" que llevo aqu� en mi coraz�n. El incidente dur� escasos segundos. 5. Por lo tanto, no existi� encerrona ni acto de premeditaci�n alguna, como sostuvieron los empleados de ENDESA, por parte de quienes fuimos agredidos en nuestro domicilio. Sentencia ejecutoriada del tribunal competente de la Direcci�n de Aeron�utica que sancion� al piloto, estableci� la inexistencia de la pericia judicial esgrimida como disculpa; fallo que fue conocido por la v�a de un recurso de protecci�n por la Corte de Apelaciones y la Corte Suprema, las que un�nimemente respaldaron dicha sentencia. Tambi�n el fallo de primera y segunda instancia consign� que no existi� ninguna participaci�n de terceros en los hechos. Tal sentencia a firme dispuso �textualmente- que tales "dichos s�lo penden de lo afirmado por el querellante", al desvirtuar las acusaciones del se�or Fern�ndez, en el sentido de haber sido v�ctima de una encerrona. Resulta obvio que nadie pod�a adivinar el lugar en que iba a aterrizar un helic�ptero, m�xime si la pericia �como se�al�- estaba fijada y pedida por mi familia, a 9,6 kil�metros de distancia del lugar en que se produjeron los incidentes. Cabe hacer presente, tambi�n, que las im�genes que vimos en televisi�n �f�jense bien, estimados se�ores Parlamentarios- corresponden a im�genes trucadas. En ellas aparece el abogado de ENDESA, que en su show se intern� en un hospital, imputando fracturas m�ltiples, en circunstancias de que ese mismo centro asistencial ya le hab�a dado de alta despu�s de cerciorarse de que no exist�a ninguna de las lesiones que ENDESA acusaba como causadas por m�s de 100 campesinos confabulados. Los hechos que se aprecian en dichas im�genes televisivas tampoco correspond�an a los incidentes con ENDESA, trat�ndose de un montaje, ya que la televisi�n �como es evidente- no estuvo presente en la ocurrencia de los hechos. �F�cil hubiese sido para este Senador esconderse en esa salida para culpar a inocentes! Mil veces se me ofreci� como soluci�n al conflicto que alguno de mis trabajadores apareciera como autor de las supuestas lesiones, pero nunca acept�. Las personas que llegaron al lugar, aproximadamente diez, lo hicieron despu�s de los incidentes y sorprendidos ante el aterrizaje de una aeronave. Los �nicos procesados por secuestro calificado y lesiones por fracturas graves fueron mis hijos y este Senador, prueba irrefutable de que ning�n campesino particip� en el breve conato. Las im�genes que todos vimos por televisi�n no corresponden a la verdad; s�lo sirvieron para abonar al show plagado de mentiras bien fraguado por ENDESA. 6. El caso fue que, en el lugar mismo de los hechos, el abogado de la empresa el�ctrica interpuso, por su tel�fono celular, un recurso de amparo por secuestro ante la Corte de Apelaciones de Rancagua. �No ser�a �se, tal vez, el real prop�sito de su aventura? Esa acusaci�n fue desechada por la unanimidad de la Corte rancag�ina. Sostuvo tambi�n que sufri� secuestro calificado, en circunstancias de que yo mismo expuls� del predio, en mi auto y con mi chofer, tanto al abogado de ENDESA como a sus cuatro acompa�antes. El helic�ptero fue dejado en el lugar, seg�n consta en acta manuscrita firmada por el piloto. En ella sostiene que descendi� all� forzado por quien pagaba el viaje, lugar que desconoc�a. Fue Carabineros y el juez, a petici�n m�a, luego de certificar la presencia de la aeronave en propiedad ajena, quienes ordenaron su levantamiento, certificaciones que resultaron decisivas en las causas que luego se tramitaron. 7. Posteriormente, al requerir ENDESA al Juzgado de Pichilemu que se elevaran los antecedentes para el desafuero de este Senador, el juez de la causa s�lo lo hizo por el supuesto delito de lesiones, respaldado por el informe del Servicio M�dico Legal que consignaba fractura dental, ya que el magistrado desech� la rid�cula imputaci�n de secuestro por carecer de fundamento. La misma Corte de Rancagua, que hab�a rechazado tal acusaci�n de secuestro, orden� despu�s �de oficio- la agregaci�n de la querella de ENDESA por secuestro calificado. Ello hizo posible, dada la gravedad de la imputaci�n del delito de secuestro, el desafuero que acord� la Corte de Apelaciones Rancagua �textualmente- "para establecer igualdad procesal entre querellantes y querellados". Esa resoluci�n fue confirmada por la Corte Suprema, �nicamente "para investigar lo ocurrido, sin que ello signifique pronunciamiento alguno sobre la participaci�n del Senador en los hechos". 8. En agosto de 1999, la mencionada Corte de Apelaciones, un�nimemente, sobresey� la misma causa por secuestro que hab�a ordenado agregar y que -como se ha dicho- le sirvi� para acordar mi desafuero. Adem�s, y pese al Informe Rectificatorio del Servicio M�dico Legal, que, al efectuar por vez primera una radiograf�a despu�s de 2 a�os, s�lo detect� una antigua saltadura de esmalte de un mil�metro en un diente inferior, que calific� de "leve" -expresando que no era posible fijar fecha de ocurrencia, como acontece en toda lesi�n dental-, la Corte mantuvo abierta la causa desde 1999 y proces� por lesiones menos graves a los imputados, es decir, a este Senador y a sus hijos, acusados ahora de haber, simult�nea y conjuntamente, propinado un golpe de pu�o en la boca al abogado de ENDESA. Este pu�ete, que ni siquiera caus� hinchaz�n en sus labios, seg�n dej� constancia el Servicio M�dico Legal, habr�a provocado en un diente inferior una saltadura de esmalte de un mil�metro. �Vaya estupidez! Por otra parte, a petici�n de ENDESA, el juez de la Corte accedi� a acumular todas las diversas causas surgidas, como si fuesen una sola. Esto dej� en suspenso, desde 1999, el t�rmino de mi desafuero. Las triqui�uelas procesales del avezado abogado de ENDESA, impidieron el avance de causas acumuladas. S�lo en 2001 la Corte Suprema, despu�s de siete meses de espera en dicho Tribunal, orden� la desacumulaci�n de los procesos. Pero al ocurrir s�lo entonces algo que debi� ser evidente desde un inicio, quedaron las declaraciones testigos y pericias desperdigadas en infinitas causas -ahora inentendibles-, al grado que, al conocer la Sala Penal de la Corte Suprema sobre nuestra querella por violaci�n de domicilio, reci�n hace dos semanas, sostuvo que exist�a diligencia judicial, hecho probadamente falso, pero que sirvi� a los que cometieron el delito para exculpar, gracias a ello, su actuaci�n, y, a su vez, impidi� a este Senador y a su familia alegar leg�tima defensa privilegiada que la ley consagra para cualquier ciudadano. 9. El perito sostuvo que nunca hab�a efectuado diligencia judicial; que le comunic� oportunamente a ENDESA que �sta se encontraba suspendida; que hab�a una petici�n de previo y especial pronunciamiento, cursada y en conocimiento de las partes y del juez. A mayor abundamiento y a petici�n de las Cortes -como he dicho-, el magistrado declar� tal pericia nula por no cumplirse ninguno de los requisitos exigidos por la ley, ya que un helic�ptero tampoco es un medio leg�timo para entrar por los aires a la propiedad ajena, aunque para algunos lo sea, cuando se trata de colaborar con la fuga de la C�rcel de Seguridad de los acusados del asesinato de un Senador de la Rep�blica, hecho que parece haber sido el inspirador de quienes fraguaron toda esta comedia de mentiras. 10. La Corte Suprema, conociendo un recurso de casaci�n, rechaz� la sentencia de primera y segunda instancias que acogi� la tesis de ENDESA, que sostuvo que la ley no consideraba violaci�n de morada -como no fuera la de los gusanos e insectos- el aterrizaje de un helic�ptero en la propiedad ajena. El fallo a firme estableci� que �ste constitu�a delito t�pico, sentando jurisprudencia en la materia. Sin embargo, como ya se ha mencionado, liber� de toda culpa a los delincuentes -asilados en una diligencia inexistente-, como si las pericias se hicieran s�lo con una de las partes, sin orden del juez, sin expediente, y con el propio perito que niega haberla efectuado, pericia que tampoco consta en autos. 11. Por su parte, la unanimidad de la Corte de Apelaciones Rancagua sobresey� la imputaci�n de secuestro -como expres�-, despu�s de que en ocho oportunidades, diversos jueces, ministros en visita y los propios integrantes de la Corte siempre rechazaron dicha imputaci�n que hab�a sido agregada por el Pleno de esa misma Corte de Apelaciones (dado que el juez de la causa no hab�a elevado antecedentes por secuestro por estimarlo carente de fundamento). Esa acusaci�n de secuestro calificado sirvi� de base para desaforar a un Senador de la Rep�blica, pues, como es sabido, no existe desafuero por imputaciones por lesiones que, calificadas cl�nicamente de leves -en caso de existir, seg�n precis� el Informe Rectificatorio del Servicio M�dico Legal-, fueron elevadas a menos graves por los sentenciadores, ya que ellas no permiten la detenci�n del inculpado. Para sustentar tan ins�lita resoluci�n, la Corte rancag�ina agreg� en sus considerandos que ello lo hac�a -repito textualmente- "atendida la condici�n de Senador y la de Diputado de su esposa, y la de sus hijos, todos patriarcas en la comarca en la cual se asientan". Estas expresiones de una sentencia son textuales. La condici�n de Parlamentarios de mi esposa y del que habla, nuestra dignidad atropellada al interior de nuestro domicilio, sirve de base para vilipendiar a un Senador y a una Diputada, inclusive a nuestros hijos, todo ello en el ejercicio del equivocado y abusivo derecho que se autoasignan ciertos jueces para desacreditar a terceros, con un lenguaje que recuerdan per�odos superados por la historia, incluso anteriores al rompimiento de nuestro sistema institucional, lenguaje que constituye simplemente un agravio a este poder del Estado, al Poder Legislativo. 12. Cabe precisar que todas las sentencias de segunda instancia, radicadas en una sala de la Corte rancag�ina, todas fueron siempre falladas por dos votos contra uno. El voto disidente fue siempre de ministros antiguos en ejercicio, que nunca compartieron la opini�n mayoritaria, expres�ndolo as� en fundados votos de minor�a en nuestro favor. Ninguno de esos ministros ten�a pendientes peticiones de traslado a otras cortes consideradas de mayor rango. Con quienes votaron en contra, ocurr�a precisamente lo contrario. Hoy todos ellos ya ejercen en cortes de Santiago o Valpara�so, seg�n se me ha informado. Los abogados integrantes siempre unieron sus votos al del Presidente de la sala, salvo una excepci�n. A ese distinguido profesional no se le renov� su nombramiento, pues es sabido que los abogados integrantes duran un a�o en su cargo, son propuestos por la Corte y nominados por el Ejecutivo, pese a que su voto vale lo mismo que el de un ministro que, en el caso de la Corte Suprema, por ejemplo, debe ser propuesto por el Presidente de la Rep�blica al Senado y ratificado por �ste con qu�rum especial de los dos tercios. 13. La Corte de Apelaciones de Rancagua sentenci� tambi�n un�nimemente en nuestro favor la inexistencia del delito de usurpaci�n de aguas, origen del incidente artificialmente creado y causa de todos los conflictos, sobreseyendo definitivamente la querella iniciada por ENDESA y fundada en reiteradas y burdas mentiras, clara "estafa procesal" que nuestra legislaci�n, a diferencia de las europeas y otras, a�n no contempla. 14. La sentencia de segundo grado se funda en hechos falsos, que no guardan relaci�n con el m�rito de autos. Y lo digo con toda responsabilidad. Ello nos movi� a confiar en que, haciendo uso de sus atribuciones, la Corte Suprema casar�a de forma tal fallo. Pero no ocurri� as�. Declar� que los jueces pod�an actuar en completa libertad, olvidando que no son �stos los que hacen las leyes, sino los obligados a hacerlas cumplir en su claro tenor y en el esp�ritu de los legisladores que componen el Poder Legislativo y no en el de los jueces que integran el Poder Judicial. El Tribunal Superior no consider� siquiera la defensa privilegiada de parientes, por muy "patriarcas" que sean este Senador y su esposa Diputada "en la comarca en la cual se asientan". Simplemente, ignor� tales eximentes de responsabilidad. Por el contrario, la sentencia de segundo grado expresa que resulta incompatible con la dignidad de un Senador y un Diputado la defensa ejercida, y rectificando la calificaci�n de lesiones otorgadas por el Servicio M�dico Legal -lesiones cuya existencia no fue probada-, las calific� de lesiones menos graves para sostener tan absurda como injusta condena a un Senador y a sus hijos por nuestra condici�n de patriarcas en la comarca en la cual nos asentamos. �Acaso creen estos se�ores -pregunto- que los Senadores, al jurar como tales, y tambi�n mis hijos, renunciamos a nuestra condici�n de hombres para aceptar la de cobardes? El caso fue que una saltadura de esmalte detectada luego de dos a�os, al practicarse por vez primera radiograf�a, motiv� al Servicio M�dico Legal a modificar su informe original, que establec�a fractura dental. Agreg� que �sta no produjo incapacidad laboral y que, en caso de ser considerada lesi�n, s�lo pod�a calificarse de leve. Es decir, un problema absolutamente menor, que, de haber ocurrido de verdad -que no es el caso-, a lo m�s habr�a terminado en el juzgado de polic�a local. 15. Pero hay preguntas que no pueden omitirse: �C�mo pudo el Servicio M�dico Legal emitir un informe en 1998 en que consign� fractura, y otro, dos a�os despu�s, en que, al practicarse por vez primera radiograf�a, estableci� que �sta nunca existi�? Cabe preguntarse tambi�n, �c�mo pudo un m�dico cardiovascular firmar como perito odont�logo maxilofacial un informe falso? �Por qu� se exoner�, al no renovar su contrato despu�s de m�s de 30 a�os en el cargo al perito odont�logo del Servicio M�dico Legal que se neg� a firmar este adulterado informe pericial? 16. Honorables colegas, no cabe duda de que hay muchas, much�simas, modificaciones legales que es preciso introducir para el buen funcionamiento de la justicia y de los �rganos que deben colaborar con �sta. �se es nuestro deber, indelegable, y es por eso que, antes del t�rmino de mi mandato popular, acept� �f�jense bien, se�ores Senadores- el condicionamiento que me impuso el ministro en visita extraordinario nombrado por la Corte Suprema a petici�n de esta Alta Corporaci�n, desisti�ndome de dos causas a�n pendientes por las cuales busco y buscar� hacer responder a ENDESA de sus falsas imputaciones de delitos. De no haber renunciado a dichas acciones legales -que es derecho de mi familia y m�o- se me advirti� que la Corte rancag�ina no cerrar�a esta causa, pues esa misma Corte hab�a pedido nuevamente tener a la vista todos los procesos, incluso fenecidos, antes de tomar decisi�n. Por lo tanto, pod�an a�n faltar a�os para que el Poder Judicial �seamos precisos, ciertos jueces- aceptara que este Senador reasumiera su cargo, suspendido por una mentirosa acusaci�n de secuestro de ENDESA, desechada por el tribunal al conocer de ella a trav�s de un amparo -agregada por la Corte de oficio para resolver mi desafuero-, y desechada un�nimemente por esa misma Corte en agosto de 1999. 17. Este Senador, ante la decisi�n de la Corte de Apelaciones de Rancagua, que resolvi� procesar por lesiones a mis hijos y al Senador que habla, present� recurso de casaci�n en tiempo y forma. Interpuesto de noche en casa de la secretaria, mi abogado olvid� firmarlo. La Corte le otorg� un plazo judicial de 3 d�as para suscribirlo, so pena de tenerlo por no presentado. Pese a haberse cumplido de inmediato tal exigencia, la Sala penal de la Corte Suprema rest� validez a la referida decisi�n judicial, dejando en el desamparo a este Senador de la Rep�blica. �Sent� que se hab�an violado a mi respecto todas las normas del debido proceso! Pero tampoco el ministro en visita acept� entonces -hace un a�o atr�s y finalizado para m� el proceso- el t�rmino del desafuero. Se me conmin� a esperar la resoluci�n respecto a mis hijos, cuya casaci�n s� hab�a sido acogida a tramitaci�n. M�s de siete meses despu�s, la Corte tambi�n rechaz� las casaciones de mis hijos, argumentando que los jueces son libres para tomar las decisiones que les plazcan. 18. Resulta que en la especie no se acredit� la existencia de lesiones. S�lo se detect� una antigua saltadura de esmalte de data no posible de precisar -como ocurre siempre en materias dentales-, y que el abogado de ENDESA se hab�a negado a practicarse ex�menes que pudieran intentar establecer la fecha de ocurrencia de tal saltadura de esmalte, que pudo ocurrir a los quince a�os, destapando con los dientes una botella de Coca-Cola. 19. En consecuencia, no existiendo lesiones, por una parte, y de haber �stas existido siendo leves cl�nicamente, y habi�ndose acreditado tambi�n en autos todas las eximentes de leg�tima defensa privilegiada de parientes, legalmente no cab�a aplicar condena alguna contra quienes fueron v�ctimas de una acci�n premeditada de ENDESA, imputando usurpaci�n de aguas, acusaci�n desechada con autoridad de cosa juzgada, un�nimemente, por la Corte de Apelaciones de Rancagua. Ello, al igual que la falsa imputaci�n de secuestro. Pregunto: �Por qu�, entonces, estamos mis hijos y yo condenados? En mi opini�n, simplemente porque ciertos integrantes del Poder Judicial se politizaron e intentan interpretar la ley a su ama�o, lo que no corresponde, autoerigi�ndose en un suprapoder no contemplado en nuestro ordenamiento jur�dico. �La gran beneficiada ha sido ENDESA, la mayor empresa del pa�s! Se ha establecido que los hechos ocurrieron en el curso de la comisi�n de un acto t�pico del delito de violaci�n de morada, como fue declarado por la Corte Suprema en otra causa, el que adem�s fue sancionado por el tribunal competente de Aeron�utica, ratificado por la Corte de Apelaciones y la Corte Suprema en forma un�nime, y ahora, tambi�n sentenciado as� por el M�ximo Tribunal, al calificar el hecho como violaci�n de morada. 20. Pero nada de lo anterior import�. Se trataba de justificar el flagrante atropello cometido por quienes lograron separarme de mi cargo de Presidente de la Comisi�n de Econom�a del Senado, ocupada de todos los asuntos el�ctricos del pa�s, como bien sabemos; se atropell� la soberan�a popular, vali�ndose de anticuadas y p�simas legislaciones y de un equivocado criterio de ciertos jueces, que se creen legisladores e interpretan a su antojo las disposiciones de la ley y los derechos fundamentales que consagra nuestra Constituci�n Pol�tica. Junto con hacerlo, ENDESA amenaz� al pa�s con dejarlo a oscuras si no se sub�an las tarifas, y entonces �stas, como todos conocemos, crecieron en m�s de 30 por ciento en los �ltimos a�os. En Chile vivimos el inicio de lo que podr�a llegar a ser un golpe de Estado de ciertos miembros del Poder Judicial. Se pretende judicializar la pol�tica, o politizar a algunos integrantes de la judicatura, ambas opciones inaceptables y que deben de plano terminar. S�lo cabe preguntarse �ya concluida una causa de lesiones por la cual nunca pudo siquiera pedirse mi desafuero- que si esto sucede con un Senador, aunque su c�nyuge sea Diputada, y sus hijos (�hijos nuestros, asentados en nuestra comarca!), �qu� puede esperarse para gente pobre que no tiene c�mo defenderse de estos grandes conglomerados, ahora incluso transnacionales? �Qu� puede esperarse de ciertos jueces que nunca cesan en sus cargos, perpetuaci�n que es siempre peligrosa para las instituciones democr�ticas del pa�s? �A�n m�s grave! �C�mo pueden esos magistrados acoger y amparar delitos de la m�s grande y poderosa empresa de Chile, para luego terminar por reconocer que los cargos que �sta formulaba a un Senador carec�an de fundamento, tanto en sus imputaciones de secuestro como de usurpaci�n de aguas, y que, por lo tanto, el desafuero nunca tuvo fundamento alguno, sin que nada ocurra en el pa�s? Mi esp�ritu de libertad, se�ores Senadores, el mismo que me llev� a incursionar -con grave da�o para las empresas y los leg�timos intereses representados por mis actividades econ�micas- en el Senado de la Rep�blica y en la labor parlamentaria, me llevan en esta hora a rechazar tajantemente y desde el fondo de mi cansada pero indoblegable voluntad, las arbitrariedades y abusos que hemos debido sufrir tanto mi familia como este Senador. No faltar�n quienes se ensa�ar�n otra vez en contra nuestra. �Dios quiera que no sea as�! �Ojal� que ahora nos dejen en paz! Pero, tambi�n, que haya muchos otros Senadores que tomen nuestras banderas y ocupen nuestro lugar para continuar la lucha, equilibrando los Poderes del Estado, restaurando los fueros del Legislativo, y siendo inflexibles, siempre, en la defensa de la libre competencia, evitando la monopolizaci�n de nuestro quehacer productivo, cada vez m�s concentrado y abusivo. Es por ello que, como aporte -luego de cumplidos ya m�s de tres a�os y cinco meses de una bien premeditada trampa, que ma�ana puede afectar a cualquiera de mis Honorables colegas-, he dejado en la Mesa veinte mociones para iniciar sendos proyectos de ley que buscan el perfeccionamiento de nuestras instituciones republicanas y evitar la repetici�n de los abusos sufridos por uno de sus pares. 21. ENDESA ha logrado impedir durante m�s de tres a�os el ejercicio del cargo de un Senador de la Rep�blica. Durante ese per�odo ha logrado m�s de 30 por ciento de alza en las tarifas el�ctricas que afectan a todos los chilenos. As� coarta nuestro desarrollo industrial futuro, encareciendo nuestra producci�n. Estas tarifas p�blicas son una nueva forma de cobrar tributos en beneficio de unos pocos privilegiados de inmenso poder. Adem�s, dicha empresa se ha aprovechado imp�dicamente de un Poder del Estado para violentar la soberan�a popular de quien fue elegido con primera mayor�a como Senador de la Rep�blica. ��sos son hechos de esta causa! Debemos recogerlos para lograr de ellos la experiencia que nos haga posible, corrigiendo errores, seguir avanzando en pos de la prosperidad. Otros se pronunciar�n sobre mis propuestas legislativas. En ellas ha trabajado un calificado equipo de profesionales, a quienes agradezco su labor especialmente. Todos ellos y este Senador, despu�s de concluido su cargo, seguiremos a disposici�n de Sus Se�or�as y de esta Alta Corporaci�n. Muchas gracias, estimados se�ores Senadores. He dicho. El se�or R�OS (Vicepresidente).- Gracias, se�or Senador. Aprovecho de saludar la reincorporaci�n de Su Se�or�a al Senado, y esperamos contar con su participaci�n en el tiempo que resta del per�odo legislativo para el cual fue elegido. El se�or ERR�ZURIZ.- Muchas gracias, se�or Presidente. El se�or R�OS (Vicepresidente).- Ofrezco la palabra. Ofrezco la palabra. Habi�ndose cumplido su objetivo, se levanta la sesi�n. --Se levant� a las 19:46. Manuel Oca�a Vergara, Jefe de la Redacci�n