-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/654072/seccion/akn654072-po1-ds12
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/654072/seccion/akn654072-po1-ds12-ds18
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/654072/seccion/akn654072-po1-ds12-ds3
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/654072/seccion/akn654072-po1-ds12-ds19
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/654072/seccion/akn654072-po1-ds12-ds24
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/654072/seccion/akn654072-po1-ds12-ds14
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/654072/seccion/akn654072-po1-ds12-ds29
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/654072/seccion/akn654072-po1-ds12-ds15
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/654072/seccion/akn654072-po1-ds12-ds20
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/654072/seccion/akn654072-po1-ds12-ds26
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/654072/seccion/akn654072-po1-ds12-ds30
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/654072/seccion/akn654072-po1-ds12-ds25
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/654072/seccion/akn654072-po1-ds12-ds22
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/654072/seccion/akn654072-po1-ds12-ds21
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/654072/seccion/akn654072-po1-ds12-ds2
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/654072/seccion/akn654072-po1-ds12-ds16
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/654072/seccion/akn654072-po1-ds12-ds27
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/654072/seccion/akn654072-po1-ds12-ds17
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/654072/seccion/akn654072-po1-ds12-ds28
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/654072/seccion/akn654072-po1-ds12-ds23
- bcnres:tieneTramiteConstitucional = bcnbills:SegundoTramiteConstitucional
- rdf:type = bcnses:SeccionProyectoDeLey
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- dc:title = "MODIFICACIÓN DE D.L. Nº 3.500 EN MATERIA DE INVERSIONES DE AFP"^^xsd:string
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2270
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/4427
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/4450
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3269
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/630
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3242
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2721
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2008
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/507
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/325
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/23
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2457
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1751
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/4090
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/337
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3918
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/4046
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3208
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3141
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/4307
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1859
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/4408
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1083
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3414
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2564
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3438
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1290
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1821
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/566
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/828
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/443
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1819
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3591
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/4026
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/4439
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/972
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/218
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2645
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2070
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/53
- bcnres:tieneMateria = http://datos.bcn.cl/recurso/tema/pensionados-de-afp-
- bcnres:tieneTramiteReglamentario = bcnbills:DiscusionGeneral
- bcnres:tieneResultadoDebate = bcnres:seApruebaEnGeneralYParticularConModificaciones
- bcnres:tieneTerminoLibre = http://datos.bcn.cl/recurso/tema/d-l-n-3500
- rdf:value = " MODIFICACIÓN DE D.L. Nº 3.500 EN MATERIA DE INVERSIONES DE AFP
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Corresponde ocuparse en el proyecto, en segundo trámite constitucional, sobre modificaciones al decreto ley Nº 3.500, de 1980, en lo relativo a inversiones de las AFP.
--Los antecedentes sobre el proyecto (2628-13) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 25ª, en 22 de agosto de 2001.
Informe de Comisión:
Hacienda y Trabajo, unidas, sesión 25ª, en 22 de enero de 2002.
El señor HOFFMANN ( Secretario ).-
El Ejecutivo calificó la urgencia de la iniciativa de "Discusión Inmediata", y ella se encuentra informada por las Comisiones de Hacienda y la de Trabajo y Previsión Social, unidas, las que fueron autorizadas para discutirla en general y en particular en el primer informe.
Su objetivo principal es establecer un sistema de multifondos en el régimen de inversiones de las mencionadas entidades previsionales; ampliar sus alternativas de inversión, tanto en el mercado nacional como en el extranjero, y asimismo adecuar la estructura de límites de la cartera que administran.
Las Comisiones aprobaron el proyecto en general con votos afirmativos de los Honorables señora Matthei, y señores Boeninger, Foxley, Gazmuri, Prat y Urenda. Se abstuvieron los Senadores señores Parra y José Ruiz.
En lo tocante a la discusión en particular, en el informe se consignan las modificaciones introducidas al texto despachado por la Cámara de Diputados, las que fueron aprobadas, por regla general, por la unanimidad de las Comisiones unidas, con las siguientes excepciones: -
-En la letra a) del número 3 del artículo único (adscripción obligatoria a un fondo determinado ante el silencio del cotizante), se abstuvo el Honorable señor Parra.
-En la letra n) del número 15 del artículo único, sobre fijación por el Banco Central de límites máximos para la inversión en moneda extranjera sin cobertura cambiaria que podrán mantener las Administradoras en cada tipo de fondos, el Senador señor José Ruiz votó en contra.
-En lo relativo a la letra c) del número 16, referida a la fijación por los Superintendentes de Administradoras de Fondos de Pensiones, de Bancos e Instituciones Financieras y de Valores y Seguros de las comisiones máximas a pagarse con cargo a los fondos de pensiones, mutuos y de inversión, fue aprobada con 6 votos a favor de los Senadores señores Bitar (dos votos); Boeninger, Foxley (dos votos) y Gazmuri; y 4 abstenciones: las de los Senadores señora Matthei (dos votos) y señores Prat y Urenda.
-Finalmente, en la modificación contenida en el número 17, que complementa las autorizaciones que tienen las AFP para efectuar giros desde las cuentas corrientes bancarias mantenidas por los Fondos de Pensiones cuando efectúan inversiones en instrumentos de emisores extranjeros, se registró el voto en contra del Honorable señor José Ruiz.
El texto propuesto por las Comisiones figura en las páginas 148 a 183 del informe.
Cabe hacer presente que, según ese documento, los números 15, letras a), e), f), g), k), l), m), n) y p); 18 del artículo único, y los artículos 8º y 9º transitorios, contienen normas de rango orgánico constitucional, requiriendo para su aprobación del voto conforme de 27 señores Senadores.
Por otra parte, los números 1, 3 letra a); 6, 7, 8 letras a), b) y c); 9 y 21 del artículo único; y los artículos 3º y 7º transitorios revisten el carácter de normas de quórum calificado, requiriendo para su aprobación del voto conforme de 25 señores Senadores.
Finalmente, corresponde destacar que, de conformidad a lo dispuesto en el artículo 127 del Reglamento, la iniciativa debe ser discutida en general y en particular a la vez, por tener urgencia calificada de "Discusión Inmediata".
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
En la discusión general, tiene palabra el Presidente de las Comisiones , Senador señor Foxley.
El señor FOXLEY .-
Señor Presidente , como se ha reseñado, éste es un proyecto que en la discusión general fue aprobado por 7 votos a favor y 2 abstenciones. Las normas sometidas a discusión en el debate en particular se aprobaron también en forma amplia, con algunas reservas, según lo hizo presente hace un momento el señor Secretario .
Expondré un informe -breve, espero- sobre el contenido de la iniciativa, comenzando por sus fundamentos, es decir las bases que explican y justifican la creación de un sistema consistente en cinco fondos alternativos de inversión para las AFP.
Lo primero que debe constatarse es que el sistema de Administradoras de Fondos de Pensiones ha demostrado ser un mecanismo extremadamente potente de acumulación de recursos de ahorro. A fines del año pasado tales recursos llegaban a una cifra cercana a los 34 mil millones de dólares. La tasa de aumento de esta acumulación de ahorros es casi de 30 por ciento por año. Eso quiere decir que a fines de la próxima década -año 2020- los ahorros acumulados en el sistema privado de pensiones chileno van a ser equivalentes, en volumen, al Producto Interno Bruto que acuse nuestra economía en ese año.
Todas éstas son, por cierto, cifras estimativas. Lo que he mencionado anteriormente significa que existe la necesidad de poner al día los criterios de inversión de estos fondos, con el objeto de lograr varios propósitos, todos igualmente importantes. El primero, pensando en los imponentes, es ofrecer a los cotizantes del sistema un mayor rango de alternativas de inversión de sus ahorros que el existente hasta ahora.
Hace un par de años, el Congreso legisló creando el denominado Fondo 2, que consiste fundamentalmente en un fondo de pensiones de renta fija para las personas mayores, quienes en los últimos diez años de vida activa, antes de jubilar, pueden optar a invertir todos sus recursos de ahorro en instrumentos de renta fija.
Por distintas razones, dicho fondo no ha sido particularmente exitoso en cuanto a la afiliación. Probablemente los cotizantes actuales no superan las 250 personas y, por lo tanto, la gran masa de ellos permanece en el fondo original.
La idea de este proyecto es ofrecer alternativas de eventuales mayores retornos en la rentabilidad del ahorro, lo cual en un mercado de capitales va frecuentemente asociado a cierto mayor riesgo de la cartera. Carteras de renta variable, inversiones en acciones, ya sea en el país o en el extranjero, tienden a otorgar en el largo plazo una tasa de rentabilidad más alta que la de instrumentos alternativos, pero también implican cierto perfil de riesgo mayor.
Entonces, en la iniciativa en debate se propone ampliar las posibilidades de inversión a cinco tipos de fondos, partiendo con un Fondo A, de mayor riesgo, hasta un Fondo E, que es básicamente de inversión en renta fija.
El segundo objetivo del proyecto es otorgar mayor profundidad al mercado de capitales chilenos.
El mercado de capitales, los sistemas de financiamiento de las empresas en el país -si se quiere- están muy centrados en el financiamiento bancario. Éste posee un sesgo por razón de la naturaleza de los recursos que capta de los depósitos, y consiste en prestar más bien a plazos relativamente breves y para inversiones bastante seguras. Con ello, de hecho se establece una dificultad casi estructural para que las empresas no consolidadas puedan optar a un acceso al capital más fluido que el existente y, sobre todo, a recursos de ahorro interno que se canalicen en inversión sin tener que recurrir en forma habitual a créditos externos, a emisión de bonos en el exterior, etcétera.
Por lo tanto, al diversificar las posibilidades de inversión de las AFP, se está abriendo una ventanilla para que cierta proporción de esos recursos financie empresas sin historia, proyectos nuevos, en pocas palabras financiar inversiones.
El tercer punto, relacionado con el primero que mencioné, consiste en que las AFP, frente a la verdadera marea de recursos de ahorro que le llegan año tras año -de los cuales debe disponer en forma adecuada, prudente y rentable-, necesitan de un menú de opciones de inversión más amplio. Por ejemplo, en el caso de las empresas chilenas, las AFP copan rápidamente las cuotas de inversión dentro del límite establecido en la ley y, en consecuencia, es necesario aumentar el universo de empresas elegibles, tanto interna como externamente, permitiendo una flexibilización de los límites de inversión en el extranjero, en particular en renta variable.
Dentro de ese marco de objetivos, el proyecto tiene fines más específicos.
En primer lugar, incrementar el valor esperado de las pensiones que obtendrán los afiliados, a través de aumentar las posibilidades de inversión en instrumentos de mayor riesgo.
En segundo término, permitir a las personas una libre elección en cuanto a cuál de las cinco alternativas de inversión ofrecidas se ajusta mejor a su propensión al riesgo y, por lo tanto, a expectativas de inversión más altas, o de aversión al riesgo y expectativas de rentabilidad más seguras, pero probablemente menores.
En tercer lugar, como lo señalé anteriormente, se fomenta el desarrollo y profundización del mercado de capitales, en cuanto a aumentar el número de alternativas que éste ofrece como instrumentos de inversión.
La iniciativa propone la libre elección de los fondos de pensiones para todos los afiliados del sistema previsional, con excepción de los pensionados y de aquellos afiliados hombres mayores de 55 años y mujeres mayores de 50, los cuales podrán optar libremente entre los cuatro fondos de menor riesgo relativo y no los cinco que define el proyecto. Se excluye como posibilidad de inversión para las personas mayores el de más alto riesgo, esto es, el Fondo A.
Si en un plazo razonable los cotizantes no seleccionan un tipo de fondo, el proyecto establece algunos criterios para asignar a los afiliados según su edad. Si los hombres o mujeres menores de 35 años no manifiestan su voluntad de adscripción a uno u otro, serán traspasados desde su situación actual equivalente al Fondo C del proyecto a uno cuyo margen de mayor riesgo relativo, que es el Fondo B.
Asimismo, el proyecto indica entre las distintas alternativas los límites máximos y mínimos en que la AFP puede invertir en instrumentos de renta variable. No los describiré acá para no extender demasiado mis observaciones, pues aparecen en el informe que sus Señorías tienen a la vista, pero procuran diferenciar las carteras de inversión entre los distintos fondos para que la elección entre uno u otro tenga sentido, desde el punto de vista de los rendimientos y de la diferenciación de riesgos.
Por otra parte, se obliga a las Administradoras de Fondos de Pensiones a crear cuatro fondos de menor riesgo relativo de los cinco posibles, que van desde el A al D. En el Fondo A -que es el de más alto riesgo-, se autoriza a la AFP para invertir hasta el 80 por ciento de la cartera en renta variable, conforme lo establece la ley. Dicho fondo se puede crear por parte de las AFP, pero su creación no es de carácter obligatorio, sino sólo voluntaria
También, el proyecto establece que los afiliados podrán traspasarse libremente entre los fondos de una misma AFP, sin costo alguno para ellos si lo hacen hasta dos veces o menos en un año calendario. Si los cotizantes trasladan sus fondos en más de dos ocasiones, deberán pagar una comisión fija.
Se mantiene el esquema base de mecanismo actual de medición de la rentabilidad mínima, excepto para el fondo de más riesgo, en que el criterio de fluctuación de 2 por ciento se reemplaza por uno de 4 por ciento.
La iniciativa indica que las comisiones que cobren las AFP por administrar cualesquiera de estos fondos deberán ser idénticas para todos los afiliados, independientemente del tipo de fondo que las personas elijan.
Por otro lado, se dictan normas tendientes a informar al afiliado respecto de las nuevas alternativas en un plazo máximo de 30 días desde la vigencia de la ley, a fin de elegir una modalidad de fondo o, en caso de no pronunciarse, ser asignado a uno.
Asimismo, se consigna un período de transición de un año de flexibilidad para el cumplimiento de los límites mínimos o máximos para la estructuración del portafolio de cada uno de los fondos. También, se considera una mayor flexibilidad durante los primeros años de operación para la medición de la rentabilidad mínima de cada uno de ellos.
El proyecto contiene también un capítulo que flexibiliza las normas actualmente vigentes en materia de inversión de los fondos de pensiones en el extranjero. En este momento, el límite máximo de inversión en títulos en el extranjero es de 20 por ciento del valor de los fondos de pensiones, con un sublímite máximo de 10 por ciento para los instrumentos de renta variable.
Como se sabe, el límite máximo debe ser autorizado por el Banco Central, el cual lo tiene situado hoy día en 16 por ciento para los instrumentos extranjeros, con un sublímite de 10 por ciento para instrumentos de renta variable.
Actualmente, las AFP están invirtiendo en el extranjero un porcentaje que bordea el 14 por ciento del valor de los fondos, esto es, unos 4 mil 600 millones de dólares; pero, dentro de dicho 14 por ciento, la inversión en instrumentos de renta variable se encuentra copada, es decir, se encuentra prácticamente en el máximo de 10 por ciento.
En definitiva, lo que plantea el proyecto es ampliar el límite global para la inversión en el extranjero, de 20 a 30 por ciento del valor de todos los tipos de fondo de las AFP. En el caso de los instrumentos de renta variable, se da un salto bastante brusco, desde un límite de 10 por ciento a otro que en la práctica será también de 30 por ciento, pues el proyecto señala que el límite global de 30 por ciento incluso podrá ser copado exclusivamente por instrumentos de renta variable.
Con el objeto de ajustar las carteras y de no producir problemas en el mercado cambiario, se establece una gradualidad para el incremento en el límite global y también para la eliminación del sublímite que se aplica a los instrumentos de renta variable, principalmente inversión en acciones. La transición se hará en la forma que especifica el proyecto.
En el mismo capítulo, además del límite global, se flexibilizan los límites por emisor para posibilitar que los recursos sean invertidos en un mayor rango de empresas o instrumentos financieros disponibles en los mercados internacionales.
Y, por último, se autorizaría a las AFP a invertir en nuevos instrumentos de inversión. Han sido mencionados como ejemplo los llamados "fondos índices de inversión", que reflejan en su composición exactamente la de algunos de los índices que sirven de indicadores de desempeño de los instrumentos de renta variable en las principales bolsas del mundo donde se transan acciones y, particularmente, en Nueva York. También se podrá invertir a futuro en otros instrumentos -no voy a entrar en su detalle ahora- que hoy no están autorizados.
El tercer gran capítulo del proyecto corresponde a la flexibilización de los límites de inversión de las AFP en el mercado nacional. Para abreviar esta presentación, no voy a entrar en el análisis pormenorizado de algunos temas, los cuales podrán ser explicados por los ministros del área. Como decía, hay un fuerte avance en la flexibilización de los límites de inversión en el país, que incluye la modificación de una práctica llamada "activo contable depurado", vigente en la ley, que de hecho ha restringido el número de empresas chilenas elegibles de inversión. Al eliminarse el activo contable depurado, los fondos de pensiones podrían ser invertidos en unas 90 ó 100 empresas adicionales.
Para finalizar -a fin de abordar sólo los puntos más sustantivos del proyecto-, quiero señalar que se flexibiliza también el límite de libre disponibilidad de las AFP para la inversión en instrumentos nacionales de renta variable. Se permite que el 3 por ciento del total de los fondos de pensiones sea invertido en acciones de sociedades que técnicamente pueden ser calificadas como sociedades que no cumplen los requisitos establecidos por la Comisión Clasificadora de Riesgo o, dicho en un lenguaje más común o corriente, se autoriza que hasta 3 por ciento de los fondos de las AFP sea invertido en instrumentos semejantes a los instrumentos de capital de riesgo, lo cual debería dar un impulso al establecimiento de una industria de capital de riesgo que ayude a fomentar la capacidad emprendedora que hoy existe a lo largo del país y a constituir empresas nuevas, sobre todo en áreas tecnológicamente avanzadas, pues en la actualidad no todos tienen acceso al capital nacional y deben salir, con gran dificultad, a buscarlo en el extranjero.
El proyecto, que hasta ahora he descrito en términos sucintos, fue perfeccionado en el debate en las Comisiones de Hacienda y de Trabajo, unidas, donde se incluyeron una serie de puntos técnicos que surgirán durante la discusión particular. Sólo voy a mencionar dos o tres que son complementarios al proyecto original y que en mi concepto tienen cierta relevancia.
El primero se refiere a la observación de que el cambio de Fondo para un afiliado podría resultar muy brusco cuando se produzca por razón de edad. Pues bien, esta transferencia se suaviza a través de un sistema gradual conforme al que cada traspaso no podrá ser superior al 20 por ciento del portafolio correspondiente.
Un segundo tema que creo útil subrayar apunta a la mayor flexibilidad de inversión que tendrán las AFP. Las Comisiones unidas consideraron indispensable que ella fuera acompañada de más transparencia e información a fin de que las personas sepan si las comisiones que les van a cobrar por el servicio de inversión son las adecuadas. Puesto de otra manera, debería darse conocimiento al público en general acerca de la rentabilidad de las administradoras en su giro propio, es decir, en el manejo de las libretas de ahorro previsional y de las inversiones respectivas. En ese sentido, se aprobó una indicación que dispone la obligación por parte de la Superintendencia del ramo de informar a la ciudadanía, dentro del estudio de costos que debe presentar periódicamente, sobre la rentabilidad de las AFP, tanto global como de operación neta de encaje y de todos los otros rubros que son complementarios pero no propios del manejo previsional. La idea es determinar la rentabilidad neta y publicarla semestralmente para conocimiento general. En definitiva, el objetivo final es establecer una estructura de comisiones más competitiva y un sistema de información al público más transparente.
Deseo referirme a otros dos aspectos relevantes.
Por la vía de la indicación, se han incorporado en el proyecto límites máximos a la exposición cambiaria, es decir, a la exposición en inversiones en moneda extranjera por parte de las AFP, independientemente de que tales inversiones se efectúen en el exterior o dentro del país. Por ejemplo, si una administradora invirtiera en dólares en Chile, quedaría sujeta a los límites máximos de exposición cambiaria establecidos en la iniciativa según el tipo de fondo de que se trate. El objeto de la norma es cubrir al afiliado frente al riesgo de que su AFP sobreinvierta en monedas diferentes de aquella en que se va a pagar la pensión. La pensión se paga en moneda nacional. Si la exposición por movimientos cambiarios es muy alta en moneda extrajera, la AFP podría verse en dificultades para mantener la normalidad en el flujo de pago de las pensiones.
Otra indicación, aprobada también por las Comisiones y que dice relación con el mismo tema, es la relativa a la transparencia de las operaciones que las AFP deben efectuar. En este caso, al invertir los fondos de los cotizantes en el extranjero.
Sobre el particular, se ha observado una falta de transparencia en esa información. El costo de las inversiones que las AFP realizan en el extranjero está siendo cargado casi en su totalidad al propio afiliado y, por lo tanto, descontado de su fondo de ahorro. Se ha comprobado en algunos casos que las comisiones que se están cobrando -no por las AFP, sino por el operador extranjero que efectúa la inversión-, son superiores a las que se podrían haber obtenido si se hubiera hecho un mejor análisis de las alternativas disponibles, que no se efectúa precisamente porque el valor del monto total de la comisión está siendo cargado automáticamente al afiliado y no es pagado por la AFP. Por lo tanto, tal situación a ésta le es relativamente indiferente, puesto que la totalidad del costo lo transfiere al titular de la cuenta de ahorro.
Pues bien, lo que propone el proyecto aprobado por las Comisiones es que las tres Superintendencias del sector -la de AFP, la de Bancos e Instituciones Financieras y la de Valores y Seguros- establezcan anualmente, en forma fundada y procurando reflejar valores de mercado, una malla de comisiones máximas permitidas por tipo de inversión. Y si éstas han sido excedidas, se establece que las AFP pagarán con recursos propios las comisiones que sobrepasen esos límites. Las comisiones efectivamente pagadas por cada AFP y fondo de pensión, consistentes con la malla establecida por los Superintendentes, serán publicadas semestralmente por la Superintendencia de AFP.
Finalmente, y con esto termino, en las disposiciones transitorias se establece un traspaso gradual de los saldos de los afiliados. Cuando un cotizante es asignado por edad a un fondo, por no haber manifestado libremente su voluntad de quedarse donde estaba o de moverse a otro, se establece un traslado gradual de los saldos de un fondo a otro, traspasándose un 50 por ciento del saldo por año al fondo que le corresponda de acuerdo con su edad. No obstante, la versión final del proyecto, con las indicaciones introducidas en las Comisiones unidas, amplía de uno a dos años el período transitorio durante el cual se otorga a los fondos de pensiones la flexibilidad necesaria para que se puedan conformar las distintas carteras tipo que la iniciativa establece.
En síntesis, ése es el texto del proyecto en sus aspectos generales y particulares, con las indicaciones aprobadas por las Comisiones de Hacienda y de Trabajo, unidas, del Senado, y que ahora se somete a la consideración de la Sala.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Tiene la palabra la Honorable señora Matthei.
La señora MATTHEI.-
Señor Presidente , el sistema de AFP establece un mecanismo de ahorro forzoso y obligatorio para que los trabajadores aporten dinero con el fin de precaverse -o sus familiares en caso de fallecimiento- ante la posibilidad de invalidarse cuando todavía están activos o cuando por edad ya no puedan seguir trabajando.
El valor de la pensión -sobre todo, si es por vejez- dependerá fundamentalmente del monto ahorrado, y éste, a su vez, de la rentabilidad de los fondos. Naturalmente, influyen también su remuneración, cuán larga haya sido su vida laboral y las eventuales lagunas. Pero si en el caso de dos trabajadores estos factores fueran similares, y uno de ellos obtuviera, por ejemplo, una rentabilidad uno por ciento mayor, logrará una pensión 12 por ciento superior a la del otro.
Es decir, la rentabilidad es fundamental para conceder una buena pensión a los trabajadores que -recalco- deben forzosamente hacer este ahorro. Por ello, nuestra obligación es buscar las formas de lograr tanto una mayor rentabilidad como el otorgar mayor seguridad a la inversión de los fondos de los trabajadores.
En general, la rentabilidad y el riesgo tienen una correlación positiva. Mientras mayor es la rentabilidad esperada, mayor es el riesgo de la inversión.
Por eso, el proyecto establece un sistema de cinco fondos, según el cual se asigna a los trabajadores más jóvenes los fondos más riesgosos, pero susceptibles de una rentabilidad mucho mayor que la esperada. Posteriormente, al acercarse a la edad de jubilar o cuando ya lo están, les corresponden fondos cuya rentabilidad y riesgo son muy bajos. Considero muy importante esta iniciativa porque permitirá la entrada en funcionamiento de cuerpos legales ya despachados el año pasado, que son relevantes desde el punto de vista de la profundización del mercado de capitales. Por ejemplo, la ley que permite un ahorro voluntario mayor, con ciertas exenciones de impuestos.
La verdad es que si no contemplamos un mecanismo expedito para que la gente ahorre en forma masiva, dicha normativa será finalmente, aprovechada sólo por las personas con mayor grado de información, de sofisticación y más atentas a las condiciones del mercado de capitales, al juego financiero y al pago de impuestos. En realidad, cuando se dictó esa ley no estábamos pensando en la gente más rica del país, sino en que un mayor ahorro voluntario sería bueno para la clase media, para el país y para la mayor cantidad de gente posible.
Al no disponer de un mecanismo fácil y expedito, en el que uno sencillamente pidiera al empleador que, junto con el pago de la cotización obligatoria, se le retenga y se le pague la cotización voluntaria, el proyecto aprobado el año pasado nunca funcionó como lo esperábamos.
Para que dicho ahorro voluntario opere adecuadamente, es absolutamente necesario contar con distintas alternativas de inversión y no solamente con el fondo vigente en la actualidad, donde las pensiones, en general, obtienen rentabilidades más bajas, por prevalecer las inversiones en instrumentos de renta fija.
Asimismo, las leyes promulgadas el año pasado -relacionadas con la creación de nuevos instrumentos financieros, con la posibilidad de que empresas más pequeñas puedan acceder al capital y no recurrir necesariamente a compromisos bancarios, que son más caros- requerían de inversionistas institucionales capaces de adquirir esos instrumentos, lo cual se está logrando con la iniciativa en estudio.
En consecuencia, por estimarla importante y beneficiosa, no sólo desde el punto de vista del futuro de las pensiones de los trabajadores y de sus ahorros obligatorios, sino también por el perfeccionamiento del mercado de capitales -al dar, por ejemplo, a los pequeños y medianos empresarios la posibilidad de obtener capital y no solamente la de contraer deudas bancarias-, y el permitir el ahorro voluntario, votaremos favorablemente la idea de legislar.
En cuanto a los puntos respecto de los cuales no estamos totalmente de acuerdo -sí lo estamos en los aspectos generales-, lamentamos, en primer lugar, que el límite de inversión extranjera sea tan exiguo, tan pequeño. ¿Por qué?
Me explico.
El riesgo país de Chile, naturalmente, es mayor que el de Estados Unidos o que el de la Unión Económica Europea, por ejemplo. Tener invertido en un solo país más de 70 por ciento de los fondos de pensiones, que en pocos años más van a alcanzar el mismo volumen del producto geográfico bruto, significa un tremendo riesgo.
Uno puede diversificar mucho la inversión de los recursos de los trabajadores: en bancos, en acciones, en bonos emitidos por el Banco Central o por el sector privado, etcétera. Pero no quiera Dios que nos suceda lo que le ocurrió a Argentina, pues, cualquiera que sea la diversificación, igual significará perder 90 por ciento de los fondos acumulados. Y eso constituiría una tragedia que no nos podemos permitir.
Es posible que el día de mañana se desmorone el precio del cobre, que haya una catástrofe, en fin. No sabemos qué nos deparará el futuro. Por lo tanto, tener 70 por ciento de los fondos de los trabajadores invertidos en un solo país, francamente, constituye un peligro.
No conozco ningún Fondo de Pensiones serio, en naciones desarrolladas, que tenga 70 por ciento de los fondos invertidos ni siquiera en su propio territorio -ni aun Estados Unidos lo hace-: siempre se diversifica. Porque aquí no sólo hay que diversificar el tipo de instrumento -de renta fija o variable- y su emisor, sino también la moneda y, sobre todo, el riesgo país.
En tal sentido, insistimos en que lo que se está haciendo es muy peligroso para el futuro de las pensiones de los trabajadores.
Sé que hay acá otras opiniones que señalan que es mejor que el dinero se quede en el país, pues así se va a invertir y se generará empleo.
En primer lugar, señor Presidente, los mercados financieros no funcionan de ese modo. En la medida en que pueden salir capitales, también pueden entrar. Sin embargo, en cuanto al instrumento del ahorro forzoso, el principal punto que nos debe preocupar es la pensión futura de los trabajadores.
Para la creación de empleo, señor Presidente , hay otros instrumentos. No podemos usar -lo hicieron las antiguas cajas de previsión- los fondos de pensiones de los trabajadores para un objetivo que no sea el de la jubilación. Por ejemplo, cuando se usaron los dineros de la Caja de Previsión de Empleados Particulares para construir departamentos y casas DFL 2, se benefició a mucha gente que tuvo la suerte de obtener viviendas de esa índole; pero la verdad es que las pensiones de los trabajadores que en ella cotizaban se vinieron al suelo. Lo mismo ocurrió con dineros del Servicio de Seguro Social que fueron utilizados para fines distintos del de dar la mejor pensión factible.
Insisto en que éste es un fondo de pensiones, no de empleo, y debe usarse para dar la mejor pensión posible. Porque cuando alguien queda inválido; cuando una mujer pierde a su marido, que era el trabajador; cuando una persona de 70 ó 75 años percibe una pensión mísera y tiene que comprar remedios, a esas alturas ya no hay nada más que ofrecerle.
Por ello debemos preocuparnos de que se otorgue la mayor pensión factible. Y eso significa ampliar necesariamente -ojalá en un futuro bastante próximo- el límite de sólo 30 por ciento para invertir en el extranjero.
En segundo término, nos parece que la malla que se ha creado, en que tres Superintendentes deberán fijar las comisiones máximas, no tiene ningún sentido económico.
Ante todo, no está claro cómo va a funcionar el comité de tres Superintendentes. Suponemos que deberá resolver por unanimidad; pero tal vez decidirá por mayoría. Ignoramos ante quién se apelará si sus determinaciones son poco razonables.
Peor aún: aunque dicho comité funcione perfectamente, a lo más no tendrá efectos; y si los tiene, serán siempre negativos. ¿Por qué? Si fija el valor de mercado como límite máximo, seguirá funcionando tal como lo está haciendo ahora (no creo que nadie sea tan bruto como para pagar comisiones mayores que las de mercado). Si, en cambio, fija comisiones menores que las de mercado como límite máximo, sencillamente no se podrán hacer las inversiones.
La fijación de precios, señor Presidente , nunca es una buena salida para nada. Podemos hablar de que haya más transparencia, mayor información, y de muchas otras cosas para que los mercados funcionen en forma más perfecta. Pero, francamente, yo pensaba que las fijaciones de precios por la autoridad eran cosa del pasado en nuestro país.
¡Esto huele a los años 60! ¡No tiene ningún sentido!
El Senador señor Prat va a presentar una indicación al respecto. Nosotros, en todo caso, votaremos este precepto en contra o nos abstendremos. No podemos estar a favor de las fijaciones de precios, que son algo del pasado.
Y en tercer lugar, señor Presidente , debo señalar que la exposición cambiaria es un riesgo más y, por tanto, constituye también una fuente más de posible rentabilidad. Y no veo por qué se limita tanto.
La verdad es que la norma respectiva mejoró sustancialmente durante la discusión que tuvimos en las Comisiones unidas de Trabajo y de Hacienda. Y qued�� una exposición cambiaria máxima más elevada para los fondos en que se busca una mayor razón de riesgo y rentabilidad, y, obviamente, se restringe en los fondos que queremos que sean lo más parejo posible, con rentabilidad pequeña, pero también con riesgo muy reducido, por tratarse de personas jubiladas o que ya están próximas a pensionarse.
Por lo tanto, creemos que la norma sigue siendo restrictiva. Pero reconocemos que los Ministerios de Hacienda y del Trabajo tuvieron flexibilidad. Y llegamos a una solución mucho mejor que la que venía propuesta.
Estimamos, señor Presidente , que éste es un proyecto importante, que en general se encuentra bien diseñado y encaminado. Nuestras dudas y aprensiones se refieren básicamente al límite muy exiguo -peligrosamente exiguo- para la inversión en el extranjero. Según expresé, cualquier experto internacional consultado acerca de cómo deben diversificarse los fondos obligatorios de los trabajadores lo primero que va a decir es que se debe diversificar el riesgo país. ¡Y nosotros tendremos al menos 70 por ciento concentrado en un país que, en general, históricamente ha sido mucho más riesgoso que naciones más desarrolladas...!
Por último, reitero que lo que francamente consideramos carente de todo sentido es esa malla o matriz de comisiones máximas por pagar. Huele -como señalé- a fijación de precios, lo cual nunca ha sido buena solución para nada.
Gracias, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Conforme a lo resuelto por los Comités y aceptado por la Sala, a las 17:30 se debe votar en general y particular el proyecto.
Tengo inscritos a los Honorables señores Gazmuri, Ominami...
El señor RUIZ (don José).-
Señor Presidente , yo me había inscrito antes.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Así es. Están inscritos Su Señoría y otros señores Senadores, aparte los nombrados.
Para procurar cumplir lo acordado, propongo votar en general el proyecto, y luego, al iniciar la discusión particular -hay varias materias que deberemos definir por separado-, otorgar la palabra a los Senadores señores...
El señor OMINAMI.-
Yo quiero dar una opinión más bien general acerca del proyecto, señor Presidente .
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
En ese caso tendríamos que modificar el acuerdo adoptado por la Sala, porque me resulta imposible obrar de otro modo por decisión de la sola Presidencia .
Podríamos iniciar la votación en general con fundamento de voto.
El señor GAZMURI.-
En el orden de inscripción.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Fundamentando el voto en el orden de inscripción.
Si le parece a la Sala, así se procederá.
Acordado.
Se hallan inscritos los Honorables señores Gazmuri, Ominami, Ruiz, Sabag, Parra y Prat. Luego de su fundamentación, nos pronunciaremos en el orden correspondiente a la votación nominal.
En votación general el proyecto.
--(Durante la votación).
El señor GAZMURI.-
Señor Presidente, deseo reiterar brevemente la fundamentación que hice en las Comisiones al votar a favor la idea de legislar.
Los Senadores socialistas planteamos en diciembre que, dentro de la Agenda País 2002-2006, era tema muy central un estudio a fondo sobre nuestro sistema previsional, y advertimos que al respecto había por lo menos cinco aspectos que merecían atención y debate en el país: primero, el límite de cobertura (más de 40 por ciento de los chilenos activos no tienen sistema previsional); segundo, los montos bastante reducidos de las pensiones medias que otorga el sistema; tercero, los elevadísimos costos de administración de los fondos de pensiones; cuarto, la discriminación que sufren en el sistema previsional algunas categorías de trabajadores, particularmente las mujeres, y quinto, la necesidad cada vez más evidente de revisar el sistema previsional de las Fuerzas Armadas, que en Chile es excepcional e irroga crecientes costos al Estado.
Entendemos que esa discusión está abierta. Y nos enfrentamos a un proyecto de ley que toca un aspecto muy específico de nuestro sistema de pensiones, que no tiene que ver esencialmente con su naturaleza previsional, sino con un conjunto de proposiciones tendientes a aumentar la eficiencia en la administración de los fondos.
Considero que, como reforma con esa limitación, que tiene que ver fundamentalmente con sólo una de las dimensiones del sistema, visto por una parte como una fuente creciente de ahorro forzoso -lo dijo el señor Presidente de las Comisiones unidas-, y por otra, como fondo generador de las pensiones de los afiliados, el proyecto que nos ocupa pretende dar mayor eficiencia a la administración de las cuentas individuales y del fondo en su conjunto, y en último término, mejorar su rentabilidad
En tal sentido, se trata de una iniciativa de ley positiva, favorable, que, desde ese ángulo, apunta en una buena dirección, por sus objetivos básicos.
La creación de multifondos, con fondos distintos, donde se privilegia, en algunos, la estabilidad, y en otros, el riesgo, por lo que se prevé mayor rentabilidad, con cierto límite, para las personas próximas a pensionarse, puede aumentar de manera importante la eficiencia.
Estoy de acuerdo con los límites que se han establecido. Se elevó la capacidad para invertir dichos fondos en el extranjero. No tengo restricción a esa dimensión de nuestro sistema; se dieron largamente las razones. Y creo que al ampliar asimismo las posibles carteras de colocaciones en el país se permitirá financiar proyectos de inversión que actualmente carecen de cobertura. Esa medida tendrá la ventaja de reforzar y profundizar nuestro mercado de capitales y permitir que nuevos proyectos sean financiados con los recursos de los pensionados.
Reitero: se trata de una reforma parcial, que dice relación sólo a una dimensión de nuestro sistema previsional, que no significa que queden pendientes enmiendas más de fondo en los aspectos que señalé anteriormente.
Las finalidades de la iniciativa son bastante limitadas, pero positivas. Por tanto, reitero en la Sala mi voto favorable a la idea de legislar.
El señor OMINAMI.-
Señor Presidente , entiendo el objetivo básico de este proyecto: garantizar y, en lo posible, mejorar la rentabilidad de los fondos de pensiones, cuestión crucial para todos los cotizantes. Sin embargo, quiero dejar establecidas algunas aprensiones que él me merece.
En primer lugar, subrayo lo ya planteado por el Senador señor Gazmuri : se trata de la enmienda parcial de un sistema que requiere modificaciones de mucho mayor profundidad. Las dificultades del sistema previsional chileno son evidentes y, por ende, hacen cada vez más necesaria su reforma integral.
Me preocupa que la sucesión de modificaciones parciales termine postergando sin fecha una reforma global que me parece absolutamente indispensable.
Este proyecto deja fuera cuestiones imprescindibles que se han venido planteando desde hace ya bastante tiempo. Muchas personas -en el país y en el Parlamento- hemos planteado la necesidad de introducir reformas que considero totalmente maduras.
En materia de regulación de las comisiones, todavía falta mucho por avanzar. Es indispensable establecer un vínculo entre la rentabilidad de los Fondos de Pensiones y la de las Administradoras. Me parece incorrecto y muy injusto que los Fondos puedan tener incluso rentabilidades negativas -tal ocurrió en 1995 y 1998- y que tal situación se dé en paralelo con altas rentabilidades de las AFP.
Debe existir un mecanismo que permita a las Administradoras hacerse cargo de los resultados de la gestión que realizan, máxime cuando parte importante de la administración de los fondos recae en instrumentos de renta fija, cuyo manejo no implica mayor esfuerzo.
Todo ello motiva, por un lado, que constituyan una gran falencia del sistema las altas comisiones que se siguen cobrando, y por otro, que ellas sean totalmente independientes del mejor o peor destino de los fondos como resultado de las decisiones de inversión adoptadas por las Administradoras.
Un segundo tema que perfectamente pudo incorporarse en este proyecto es el que tiene que ver con la elección de los directores nominados por las AFP en las empresas donde éstas realizan inversiones. En este sentido, tenemos un sistema poco transparente, con fuertes sesgos ideológicos y en que hace ya mucho tiempo están maduras las condiciones para trasparentarlo.
Se planteó la idea -lamento que no haya sido incorporada en esta iniciativa- de constituir un registro de personas que califiquen para ser directores de empresas y obligar a las AFP a elegir de entre los inscritos en él, exigiendo para ello, naturalmente, cumplir determinados requisitos de calidad profesional y, también, de independencia en materia de intereses económicos.
Deploro que dos reformas de tal naturaleza no hayan sido incluidas en un proyecto de este tipo.
Por último, discrepo de una de las medidas planteadas en esta iniciativa: la ampliación de la banda de rentabilidad mínima. Estimo que esa medida favorece unilateralmente a las Administradoras y no es una buena garantía para los ahorrantes.
Desde ese punto de vista, manifestaré mi opción en dicho campo durante la votación particular.
El señor RUIZ (don José) .-
Señor Presidente , nuevamente estamos tratando un proyecto de ley para reformar el sistema de fondos de pensiones, y la verdad es que durante mucho tiempo hemos insistido en el Senado -también lo planteamos al Gobierno- en la necesidad de enfrentar las reformas de fondo que él requiere.
Es cierto que a través de los últimos años se ha introducido un conjunto de normas destinadas a evitar la existencia de desviaciones muy poco convenientes, especialmente en lo relativo al abuso cometido en el manejo de estas empresas previsionales, a la forma como se administran -sobre todo en lo concerniente a la trasparencia- y al modo en que se informa a los dueños de los dineros, que son los trabajadores.
Lamentablemente, hasta este momento no se nos ha escuchado.
Me abstuve en la Comisión, porque quería enviar al Ejecutivo una señal para llevar a cabo un ansiado debate, que analizara a fondo el problema y se propusieran soluciones que concretaran un verdadero sistema previsional y no sólo un negocio privado.
Votaré ahora a favor, porque hubo el compromiso formal del señor Ministro de Hacienda en el sentido de que en el curso de este año, específicamente en el segundo semestre, se estudiaría y enviaría al Congreso un proyecto para reformar a fondo el sistema. Esperamos ser consultados y también otras personas con interés directo en el tema.
Pero quiero plantear otra cuestión que también me parece importante dejar en evidencia.
Nos encontramos discutiendo un sistema tremendamente complejo. Difícilmente los señores Senadores que no participaron en el estudio del proyecto en las Comisiones unidas entenderán a fondo de qué se trata. Y los insto a pensar en qué sucederá con los trabajadores comunes y corrientes, a los cuales se les ofrecerán cinco fondos distintos, algunos con mayor riesgo que otros y, por lo tanto, eventualmente ganarán mayor rentabilidad. Tampoco eso es seguro, sino un evento. Los trabajadores, seguramente, recibirán la información que les entregarán sus AFP, y no tomarán ninguna decisión. Tengo la certeza casi absoluta de que, en definitiva, serán encasillados por la propia Administradora de Fondos de Pensiones. Y la prueba más palpable es que en el segundo fondo, que hace más de un año que está en operación, no se han inscrito más de 200 personas. Salió en los diarios, se publicó. No sé la forma en que las AFP difundieron esto. El hecho es que la gente, ante la duda, frente al temor de algo desconocido, que no logra entender, no se matricula. ¿Qué pasará, entonces? Que la incorporación no la harán los trabajadores, sino la Administradora de Fondos de Pensiones.
O sea, se está creando un sistema basado presuntamente en la libertad de los trabajadores para elegir. Y se es libre cuando la decisión se toma acerca de algo que se conoce y entiende; pero cuando se adopta sobre temas que se desconoce, seguramente no será la más afortunada.
Por lo tanto, creo que esta normativa debió discutirse a fondo y con más tiempo. Pero, desgraciadamente, vino con urgencia y debemos despacharla.
Por último, una de las razones por las cuales iba a votar en contra aludía al aumento del límite de inversión en el exterior. Se han planteado muchos argumentos. La pregunta que me hago es la siguiente: dado que el país goza de prestigio en el extranjero, -las empresas que invertirán vendrán considerando que estamos exportando capitales o porque acá existen garantías para invertir? Si Chile es un país que tiene su sistema financiero y político ordenados, si funciona bien -como ha sucedido en estos años-, seguirán llegando inversiones. No creo que eso dependa de que los fondos de los trabajadores se inviertan en el extranjero. Pienso que antes de hacerlo, debemos ver la posibilidad de incorporar nuevos instrumentos para que los fondos de los trabajadores puedan invertirse en nuevas actividades productivas.
Me han dicho que ojalá se invirtieran todos esos recursos en el extranjero y que es más seguro hacerlo en Estados Unidos. Y me pregunto: ¿qué pasaría con la economía nacional si los fondos que hoy día se hallan invertidos en Chile se fueran a Estados Unidos o a Europa? O sea, por un lado desesperadamente se pide más inversión foránea para que haga andar al país y genere trabajo y, por otro, mediante mecanismos como los propuestos en esta normativa se exportarán capitales como si fuéramos un país altamente desarrollado.
Me señalan también que los norteamericanos exportan mucho capital, y los europeos también. Pero, por favor, son países muy desarrollados. ¡Nosotros necesitamos capitales aquí!
Por eso, soy absolutamente contrario a seguir aumentando los porcentajes límites de inversión en el exterior, no porque tenga duda de la rentabilidad, sino porque le hace daño al país en momentos que requiere más inversión y más empleo. Y no se favorece el empleo cuando las platas se invierten fuera de Chile.
Anuncio que presentaré indicación para que se vote separadamente la letra n) modificatoria del artículo 45 del decreto ley Nº 3.500.
Voto a favor.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Tiene la palabra el Senador señor Parra.
El señor PARRA .-
Señor Presidente , también me abstuve en la votación en general en las Comisiones unidas. Y lo hice porque siento que las urgencias que el país tiene en materia de seguridad social apuntan, más que a la gestión financiera por parte de las AFP, a resolver problemas que se han venido arrastrando durante ya demasiado tiempo y que requieren respuestas impostergables.
Desde luego, existe el llamado problema de la deuda previsional, originado en la adscripción forzosa de muchos miles de trabajadores chilenos al sistema de las AFP y que hoy están recibiendo pensiones sustancialmente menores a las que les correspondería si se hubieran podido mantener dentro del INP. Del mismo modo, el sistema de seguro de desempleo tiene entre nosotros una muy baja cobertura. Y parece absurdo que chilenos, que tienen ahorros previsionales cuantiosos, deban soportar en la miseria los efectos de la desocupación, siendo perfectamente posible establecer un sistema que permita el uso temporal y parcial de los ahorros previsionales en las mismas condiciones que establece la ley sobre seguro de desempleo y con obligación de reintegro una vez que hayan normalizado su vida laboral.
Sin embargo, se ha preferido permanentemente apuntar hacia problemas que tienen que ver con el fortalecimiento del mercado de capitales y con la flexibilización en la gestión de las AFP.
Hemos conocido en años sucesivos múltiples proyectos que iban en esta dirección, tramitados todos con alto grado de urgencia, que han terminado, algunos de ellos -como el que creó el Fondo 2, que ahora se sustituye con la creación de estos multifondos-, en un verdadero fracaso, porque no ha habido inter��s en los cotizantes para adscribirse a ellos.
Sin embargo, con posterioridad a esa votación, se me han dado seguridades en el sentido de que el Gobierno comparte estas preocupaciones y que las va a atender con iniciativas concretas, orientadas a mejorar el nivel de seguridad social de los chilenos en el curso de este año.
Por esa razón, modificaré mi pronunciamiento anterior, y ahora votaré favorablemente esta iniciativa, cuyos alcances comprendo y valoro.
Empero, no puedo dejar de hacer presente, una vez más, que el mayor gasto del Estado de Chile es, lejos, el relativo a la seguridad social. Y el ahorro previsional de los trabajadores chilenos a lo largo de cada año suma miles de millones de dólares adicionales. Y me pregunto, Honorable Senado, ¿para tener qué nivel de seguridad social? ¿Quién entre nosotros puede manifestarse satisfecho con la seguridad social a que hoy tienen acceso los chilenos?
Ése es un punto inescapable.
Hace algunos meses se cumplieron veinte años desde que se puso en marcha el actual sistema de las AFP. Por desgracia, no ha habido un debate de carácter general que permita efectuar una evaluación de este sistema y de sus perspectivas futuras. Creo que las iniciativas que el Gobierno ha comprometido nos permitirán ponernos al día en esas materias.
Entre tanto, entendiendo sus propósitos, voto favorablemente en general el proyecto. No solicitaré votación separada en el punto específico en que me abstuve, para facilitar su despacho por parte del Senado.
He dicho.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Tiene la palabra el Senador señor Prat.
El señor PRAT.-
Señor Presidente, anuncio mi respaldo a la iniciativa.
En cuanto a la discusión que se ha abierto sobre la inversión en el extranjero, creo que a la larga todos nos vamos a ir convenciendo cada vez más respecto de su bondad y conveniencia, por ajustarse a los propósitos del sistema de pensiones y permitir diversificar la cartera de inversiones, asegurando la mejor rentabilidad para los pensionados.
Normalmente se cae en la tentación de alcanzar distintos propósitos para los fondos previsionales, pero se termina atentando contra el verdadero y central: garantizar pensiones dignas en la edad en que las personas dejan de ser laboralmente activas. Cuando junto con ese objetivo fundamental se quiere atender el tema del empleo, el de la vivienda u otros igualmente sanos, en definitiva, se traba el sistema y se pierde lo medular.
Esto, de alguna manera, lo vivió el país. Debemos recordar que el antiguo régimen de pensiones perseguía muy buenas finalidades, como la de incentivar determinadas actividades, para lo cual el Seguro Social invertía en grandes predios agrícolas; también la construcción, y levantaba edificios; asimismo, bajar el nivel de los arriendos a sus moradores y congelaba los valores de los mismos. Los predios agrícolas servían al propósito de pagar muy buenas remuneraciones a las personas que trabajaban en ellos. En definitiva, pese a estar imbuido de muy buenas intenciones, el sistema terminó en la quiebra.
La normativa vigente persigue un objetivo central: asegurar las pensiones de los que han cotizado durante toda su vida. Se basa en el sano concepto del depósito en una cuenta individual, evitando los fondos solidarios que, al final, terminan diluyendo la finalidad principal, cual es asegurar una pensión a quien cotizó durante su vida activa.
Por eso, creo que hemos avanzado mucho en veinte años de maduración del sistema. Vamos a seguir progresando. Y estoy cierto de que de aquí a un tiempo más estaremos discutiendo si el porcentaje de inversión en el extranjero será de hasta 50 ó 60 por ciento, y habremos roto la barrera del concepto que hoy día nos obliga a limitarla sólo hasta 30 por ciento. Estoy cierto de que se seguirá avanzando en esta dirección.
Quiero señalar que he presentado una indicación referida al siguiente tema, que ojalá alcancemos a analizar en general, para no tener que abordarlo durante la discusión particular.
Cuando se trata de invertir en el extranjero, entramos a un mundo muy complejo, donde la diversidad de opciones es enorme. En el exterior existen operadores de inversión especializados, tienen un historial y, según su éxito, cobran comisiones. Es como mandar a hacer un traje a un modisto de renombre. Seguramente, la comisión que cobrará será mayor, pero también habrá más garantía de obtener resultados positivos. Por lo tanto, es una condición que es necesario prever. Y cuando se paga una comisión mayor -dado el supuesto de que sea la de mercado- es porque la expectativa de rentabilidad también es superior. No hay que temer a eso.
El Ejecutivo ha introducido una disposición que obliga a la Superintendencia a crear una lista de precios anual, cuyo efecto central será circunscribir las inversiones a las que figuren en ella, porque nadie querrá salirse de ese marco. Entonces, vamos a restringir las oportunidades, la iniciativa y la creatividad, lo que es realmente inconveniente.
Por eso presenté la indicación señalada, que después analizaré en particular, porque concluyó mi tiempo en esta fase.
Por tales consideraciones, voto a favor.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Prosigue la votación nominal en el orden correspondiente.
El señor LAVANDERO .-
Señor Presidente , en este proyecto se presenta una serie de modificaciones para -según lo que se expresa- mejorar la eficiencia del sistema de AFP. Sin embargo, considero necesario realizar una enmienda mucho más profunda que la planteada en él.
Primero, los fondos previsionales tienen un costo extraordinariamente elevado para trabajadores y empleados, que alcanza a 26,6 por ciento. Resulta que de 13 por ciento que debe cotizar obligatoriamente el trabajador o el empleado, sólo 10 por ciento va al fondo de seguridad social, y el 3 por ciento restante, va para las empresas privadas que lo administran. De ello se concluye que el sistema previsional chileno es uno de los más caros del mundo.
Segundo, de los aproximadamente 5 millones de trabajadores y empleados existentes en el país sólo 25 por ciento podrá jubilar por el sistema de AFP, y el 75 por ciento restante no recibirá ningún beneficio de los Fondos de Pensiones. Es cierto que otro 25 por ciento podrá retirarse con una pensión mínima, que no pagará la AFP, sino el Estado. Parece increíble y absurdo tener un sistema previsional en que tres cuartas partes de los trabajadores y empleados chilenos no tendrán acceso a la previsión. De ello se desprende la necesidad de proceder a una modificación profunda.
Tercero, en los últimos cuatro años las administradoras de fondos de pensiones han ganado 320 mil millones de pesos, en circunstancias de que los trabajadores y empleados han perdido entre 2 y 4 millones de pesos de su cuenta individual.
Cuarto, los Fondos de Pensiones han acumulado cerca de 38 mil millones de dólares, quedando 7 mil millones de la misma moneda para las administradoras. Como puede apreciarse, se ha perdido el sentido previsional que siempre debió haber tenido para convertirse en un sistema financiero de apoyo a las empresas privadas que los administran.
Quinto, en esta modalidad de capitalización los recursos por repartir alcanzan a cubrir, en promedio, hasta la edad de 76 años. Los grandes descubrimientos genéticos del último tiempo nos señalan que los jóvenes que actualmente tienen entre 13 y 14 años vivirán hasta los 100, y que las guaguas que están naciendo alcanzarán los 120 años. O sea, tendremos jóvenes de 80 años y personas que no podrán jubilar, porque se habrán agotado sus recursos previsionales alrededor de los 76 años. En consecuencia, entre esa edad -hasta la que alcanzan los recursos para quienes jubilen hoy - y los 120 años se producirá una diferencia realmente importante que no se cubrirá en ningún caso ni siquiera para el 25 por ciento de las personas que en la actualidad están en situación de jubilar, de un total de 5 millones de trabajadores.
Por las razones anteriores, que son de fondo, señor Presidente , encuentro que todas las modificaciones cosméticas propuestas no les sirven a los trabajadores chilenos, y ellas me llevan a rechazar en general el proyecto, sin perjuicio de que en algunos artículos formularé indicaciones.
Voto que no.
--(Aplausos en tribunas).
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Debo advertir a las tribunas que está prohibido realizar manifestaciones.
Tiene la palabra el Honorable señor Martínez para fundar su voto.
El señor MARTÍNEZ .-
Señor Presidente, con relación al proyecto que preocupa al Senado, quiero hacer presentes dos prevenciones.
En primer lugar, el sistema previsional, que ya cumplió más de 20 años de aplicación, se apoya en el concepto del crecimiento de la economía, cuyas directrices básicas apuntan hacia la libre elección, fundamentos claros del libre mercado en materia de fondos de pensiones. Por lo tanto, el aumentar de 2 a 5 las alternativas de tales fondos va en la dirección correcta.
Sin embargo, se debe cuidar la utilidad de ellos de manera que cada vez que se toman determinaciones tendientes a corregir o perfeccionar el sistema hay que estudiar cuál será su impacto en dos sentidos: primero, desde el punto de vista del resultado que tendrá para las personas que hoy son parte de él y, luego, en cuanto a su alcance de aquí a 10, 15 ó 20 años. El problema radica en que a veces, por apreciaciones inmediatistas, se puede estar cometiendo el error de alterar situaciones no bien visualizadas hacia el futuro.
Por ello, entonces -y en segundo término-, la tecnificación creciente que significan estas correcciones y alteraciones al sistema previsional (con la idea de que cada pensionado aumente el valor de su jubilación al momento de retirarse), y dada la complejidad, alcance e impacto de los fondos -sobre todo considerando que hoy lo acumulado por este concepto llega aproximadamente al 60 por ciento del producto interno bruto en Chile-, lleva a plantear lo siguiente. La adecuación de los alcances de los fondos de pensiones a la dinámica del mercado requiere de una evaluación de las modificaciones propuestas; evaluación que han de realizar especialistas. Éstos deberían asesorar a las Comisiones respectivas durante el estudio de la materia, conformando verdaderas subcomisiones, a fin de que entreguen información muy certera sobre el particular. De otra manera se corre el riesgo de cometer errores, y, en definitiva, de ver disminuida la idea de que el pensionado tenga cada vez mayor posibilidad de recibir una jubilación mejor.
Considerando tales prevenciones, mi voto es favorable al proyecto en discusión.
El señor MUÑOZ BARRA.-
Señor Presidente , escuché a un distinguido economista señalar que la iniciativa apunta a un eventual mayor retorno. Todos conocemos el significado del término "eventual". No existe aquí una afirmación categórica respecto del porvenir de los recursos que se invertirían en el extranjero.
En seguida, se plantea que una de las tantas cosas positivas del proyecto es que se ofrecerán al trabajador cinco tipos de fondos de pensiones. La verdad es que si analizamos la clase de información entregada a los imponentes del sistema durante los 21 años transcurridos, podemos concluir que ella ha sido muy compleja, dificultando la cabal comprensión de aquél.
Estoy absolutamente convencido de que muchos de los señores Senadores presentes en la Sala, conversando con nuestros compatriotas, permanente y sistemáticamente escuchan su gran disconformidad con el actual sistema previsional, con su estructura, con su administración. En forma recurrente nos preguntan si existe alguna posibilidad de la dictación de una ley que les permita salir del sistema de AFP y volver al del INP. Y muchas veces, dependiendo del momento, incluso no entregamos una respuesta categórica, sino que más bien, como una interrogante, les señalamos que a lo mejor es posible.
Una de las conclusiones que saca el trabajador común y corriente es que está comprobado que con el actual sistema -que tanto se reverencia- todo asalariado que gana menos de 200 mil pesos mensuales obtiene una jubilación inferior a la que recibiría con el denostado y antiguo sistema previsional chileno.
Quiero mencionar el caso de la funcionaria de un hospital con 40 años de servicio, quien me manifestó que cuando fue a consultar a la AFP el monto de su jubilación, le informaron que sería de aproximadamente 57 mil pesos mensuales. Por ello, es natural que esa persona, al enfrentar a cualquier representante político -como nosotros-, reaccione con ira, con dolor, con angustia.
Las instituciones previsionales se encuentran totalmente reguladas por el sector privado. Hemos de reconocer que aquí no sólo existe el ahorro forzoso, sino que también, entre 1980 y 1983, se obligó a las personas a ingresar al actual sistema. Muchos recordamos a autoridades de ese tiempo recibiendo jugosos regalos por la cantidad de funcionarios de los servicios que se trasladaban a las AFP, sin que éstos supieran lo que ello significaba. Por lo tanto, aquí hay ahorro forzoso y afiliación forzosa.
Todos sabemos que este régimen previsional no es solidario, que se trata de un mecanismo de ahorro. Y me pregunto: ¿cuánto pueden ahorrar los trabajadores que ganan la renta mínima? ¿Cuántos trabajadores en Chile obtienen más de 300 mil pesos mensuales de promedio, si dijimos que con 200 mil pesos mensuales la jubilación que perciben es inferior a la del sistema anterior?
Hoy día se señala que el país goza de una economía sana, que nuestras cifras macroeconómicas son tranquilizadoras, que incluso lo que ocurre en otros países en el ámbito económico no nos va a afectar. Bueno, si estamos tan convencidos de ello, entonces no deberían invertirse recursos en el exterior, situación que los trabajadores desconocen. Porque en un país con cesantía -todos luchamos por corregir esto y terminar con ella-, en una sociedad donde decimos que se debe respaldar a los medianos y pequeños empresarios, que proporcionan prácticamente el 70 u 80 por ciento de las posibilidades de trabajo, en realidad, hay algo que no encaja.
Señor Presidente , estamos predicando que debe existir confianza en el país, pero, en la práctica -al igual que el "Padre Gatica"-, dudamos de la estabilidad construida en Chile durante los últimos 10 años.
Por eso, respecto de este proyecto que los técnicos, con razón, califican de positivo dentro de la estructura de lo que significa el sistema de AFP, por lo menos yo soy partidario de que en algún momento recojamos las inquietudes de los trabajadores y realicemos un extenso análisis para introducir grandes correcciones al sistema, el que es manejado por las Administradoras de Fondos de Pensiones, y donde los cotizantes no tienen ni voz ni voto.
Por lo tanto, como todavía los trabajadores no son escuchados, voto en contra del proyecto.
El señor NÚÑEZ.-
Señor Presidente , votaré favorablemente la iniciativa porque entiendo que no se halla en discusión la naturaleza del sistema previsional chileno. Lo que debatimos es cómo flexibilizamos el actual para los efectos de que los fondos de pensiones tengan mayores posibilidades en cuanto a su inversión y que, en consecuencia, obtengan rentabilidades más elevadas que las ya decaídas ganancias logradas a través del sistema previsional privado existente en nuestro país.
Tal vez, no es el momento de discutir más a fondo lo relativo a este sistema, -ojalá el Gobierno nos dé la posibilidad de hacerlo-, porque estoy absolutamente convencido de que ha entrado en una etapa de crisis, la que, por cierto, deberíamos enfrentar con bastante mayor seriedad y profundidad.
En Chile, de cada diez mujeres que trabajan, sólo dos tienen previsión asegurada; las otras ocho no cuentan con ella ni en el sistema público que subsiste, ni en el privado. Más de 60 por ciento de los chilenos obtendrá una pensión similar a las pensiones mínimas. En consecuencia, en un momento determinado de sus vidas tendrán que acogerse de alguna manera a un r��gimen previsional integrado con recursos proporcionados por el Estado, que les permita vivir dignamente sus últimos años.
En síntesis, nos hallamos ante un sistema de previsión francamente en decadencia, y es necesario enfrentarlo con seriedad.
Sin embargo, éste no es el instante para abrir debate sobre ese punto, porque, a mi juicio, estamos discutiendo un tema de carácter estrictamente financiero: cómo generar mecanismos para que los fondos de pensiones puedan realmente lograr los grados de flexibilidad que actualmente no tienen, y aumenten las rentabilidades. Ojalá que pudieran ser invertidos incluso fuera del país, para ver si efectivamente presentan mayor seguridad en este aspecto y exhiben ganancias más altas que las actuales.
Por tal razón, y porque -según entiendo- no se trata de un proyecto que apunte a discutir la naturaleza del sistema previsional chileno, ni mucho menos lo que significan las AFP, sino de abocarnos a un aspecto estrictamente financiero, voto a favor de la iniciativa.
El señor RUIZ-ESQUIDE .-
Señor Presidente, concuerdo con los señores Senadores que han sostenido que acá sólo estamos analizando un asunto de carácter financiero relacionado con un sistema que no está en debate. Sin embargo, cuando se hace esta aseveración, que es real y efectiva, uno tiene el derecho a preguntarse cuándo se discutirá el tema de fondo que justifique que esta tarde podamos, eventualmente, apoyar el proyecto, para flexibilizar y mejorar lo que pareciera ser una fórmula razonablemente buena.
Con mucha frecuencia, cuando uno tiene que definir un voto, debe hacerlo mirando el contexto general, porque si algo comienza a ser modificado por partes sin que exista la certeza de que en algún instante será enmendado lo de fondo, es necesario cohonestar eso con un modelo de previsión social que hoy no estaría satisfaciendo los requerimientos que debe cumplir.
No resulta comprensible la situación -y podrán darse todas las razones técnicas para argumentar lo contrario-, pero en esto hay un asunto de racionalidad. ¿Qué significa y cómo se concilia que, simultáneamente con un ahorro forzoso creado en términos tales que nadie pudo negarse, haya 38 mil millones de dólares acumulados? Y se ha anunciado que en un tiempo más ese total podría ser equivalente a todo el producto interno bruto del país. Esto significa haber creado un Estado dentro de otro, con todo el poder que ello implica, lo cual rompe cualquier norma de carácter político, social y cultural razonable.
Evidentemente, quienes no comparten ese punto de vista pueden considerar que hay un error en lo que estoy diciendo...
La señora MATTHEI .-
Porque se trata de un flujo y de un subflujo.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Pido a Su Señoría evitar los diálogos, ya que estamos en votación.
El señor RUIZ-ESQUIDE .-
Señor Presidente , cualquiera que sea la expresión técnica, estoy dispuesto a discutirla. Porque, en verdad, hoy día se ha dado una situación bastante curiosa. Primero, hay un ahorro de los trabajadores, que fue forzoso, lo que genera una condición especial desde el punto de vista global. Segundo, existe una cantidad de dinero que es administrado, se quiera o no, por sectores que se están transformando en un monstruo económico lo suficientemente grande como para que uno diga que eso también es peligroso que ocurra en un país donde existe un orden democrático.
En tercer lugar, simultáneamente con ello, hay personas de las AFP que están formando -y esto lo sabemos- un movimiento sobre la base de datos específicos, pues quienes ingresaron a ese sistema lo hicieron pensando que obtendrían una rentabilidad mayor que si permanecían en las viejas condiciones establecidas por lo que hoy día se denomina el Instituto de Normalización Previsional. Sin embargo, la proyección de lo que recibirá alguien que jubilará en los próximos cuatro o cinco años es menor de la que logrará un trabajador que permanezca en el INP.
Lo anterior es efectivo. Incluso, según los antecedentes de que dispongo -entregados en mi Región con nombres y apellidos-, una persona podría percibir la tercera parte o la mitad de lo que recibiría otra en el antiguo sistema.
Por lo tanto, más allá del tecnicismo financiero, aquí hay algo que evidentemente apunta al sentido común de la gente, al común de las personas, al hombre que no entiende el tema de los flujos ni de los grupos en los cuales puede o no jubilar o adscribirse. Vale decir, existe absoluta falta de racionalidad. Esto hace que, en el fondo, no funcione el sistema.
Señor Presidente , en virtud de esas consideraciones, me abstendré en la votación por la simple razón de que deseo tener, desde ya, la seguridad de que enfrentaremos el tema de fondo. Si la hubiera tenido, habría votado que sí. Pero como me surgen dudas en tal sentido, y porque no me parece razonable seguir perfeccionando instrumentos sin analizar el fondo de la cuestión, me abstengo.
El señor SILVA.-
Señor Presidente, con bastante desgano votaré favorablemente el proyecto.
Al pronunciarme en esa forma sólo me guía la esperanza -que mantengo todavía- en los ofrecimientos hechos de solucionar de una vez y para siempre un problema que hasta ahora sigue constituyendo uno de los grandes fraudes -en el sentido figurado de la expresión- en lo que significa el desarrollo de la legislación en este país.
Voto que sí.
El señor ZALDÍVAR (don Adolfo) .-
Señor Presidente , como se ha sostenido en esta Sala, el proyecto tiende a perfeccionar, en el ámbito financiero, un instrumento de enorme importancia para los trabajadores.
A mi juicio, resulta necesario abrir la posibilidad a una modificación para dar solución a los trabajadores que fueron forzados, inducidos o llevados, producto de una serie de circunstancias, a cambiarse del antiguo al nuevo sistema, y que hoy día observan no sólo con preocupación, sino también angustiados, que sus pensiones no serán, ni con mucho, las que hubiesen obtenido al permanecer en el régimen anterior.
Opino que esa situación debe ser modificada, por justicia -ya que es un derecho humano fundamental de los trabajadores-, y tiene que hacerse con la misma prontitud e inteligencia con que se busca perfeccionar, desde el punto de vista financiero, el sistema de fondos de pensiones.
El buscar mejores condiciones para las inversiones de los fondos está dentro de lo que corresponde. Pero aquí se trata, fundamentalmente, de beneficiar o de dar una salida real a los trabajadores en general. Son cerca de 200 mil los que en la década de los 80 fueron llevados a cambiarse de régimen previsional. Y hoy día, por justicia, debemos brindarles la posibilidad de que sus jubilaciones guarden correspondencia con el trabajo que realizaron. De pensionarse con el actual sistema, resultarían severamente perjudicados.
Por eso, es imprescindible que el Gobierno se abra a enviar al Parlamento un proyecto sobre la materia, o respalde el originado en una moción ya presentada por algunos Senadores de estas bancas, el cual deberá ser debidamente acogido, más allá del costo que él implique, porque si bien puede significar mayor gasto, existe un problema de justicia social que es esencial resolver.
Votaré favorablemente la presente iniciativa -la considero beneficiosa desde el punto de vista financiero-; pero espero que el Gobierno, con la misma prontitud y celeridad con que actuó en esta ocasión, se allane a solucionar el problema descrito, que es de fondo y de justicia social.
Voto que sí.
El señor ZURITA.-
Señor Presidente , de la lectura de las más de 170 páginas del informe de las Comisiones unidas, se desprende que se trata de un trabajo acabadísimo, que merece el agradecimiento de la Corporación, y nos lleva a concluir algo extraordinario que el proyecto procura resolver: los fondos de pensiones no tienen posibilidad de invertir mayores porcentajes en nuestro país y buscan para ello otros lugares.
¿Quién hubiera pensado, años ha, que Chile iba a exportar capitales, en circunstancias de que siempre debió recurrir a empréstitos o créditos y, por consiguiente, a endeudarse? Ahora es una nación que presta dinero, lo cual nos permitirá solucionar muchísimos problemas.
En seguida, el análisis que efectuaron las Comisiones unidas artículo por artículo nos lleva a otra conclusión: prácticamente el 99 por ciento de las normas fueron aprobadas allí por unanimidad, o sea, incluso por algunos señores Senadores que esta tarde se han abstenido o votado en contra.
¿Qué significa eso? Que dicha instancia técnica realizó un buen estudio y logró para los fondos de pensiones un aprovechamiento máximo, como se me informó hace un rato. Por ejemplo, cuando hay exceso de liquidez, los fondos mutuos en Chile carecen de solución. Sin embargo, en este proyecto la tienen. Y me encontré con una novedad: las inversiones llamadas "overnight" y "time deposit". O sea, para que mi dinero no se devalúe mientras duermo durante la noche ni deje de ganar intereses, podré realizar un depósito "overnight" y en 24 horas percibiré un interés superior al que obtendría si lo dejara en la cuenta corriente del banco. En cuanto a los "time deposits", me permitirán beneficiarme desde un día hasta dos años.
Lo expuesto demuestra, repito, que las Comisiones unidas realizaron un buen trabajo. En homenaje a ellas, voto que sí.
El señor BITAR.-
Señor Presidente , creo que el principal concepto a que debemos atender al decidir la votación es si con este proyecto los recursos de los trabajadores se harán más rentables manteniendo niveles de seguridad, o si aumentarán los niveles de seguridad con determinada rentabilidad.
Mi respuesta a esa interrogante es que se incrementará la rentabilidad con ciertos niveles de seguridad o mejorarán ambos: rentabilidad y seguridad. Desde esa perspectiva, la iniciativa representa un avance -debo reconocer que al respecto se ha hecho un trabajo de alta calidad técnica y financiera- en tres materias.
Primero, se amplían los márgenes de inversión en el exterior, especialmente en lo relativo a renta variable, lo cual garantiza mayor rentabilidad. La diversificación de portafolio es fundamental, en particular en un contexto de creciente globalización de la economía nacional.
Segundo, se establecen reglas para regular en mejor forma las comisiones. La idea de una malla para que en determinados nichos de colocaciones de algunos instrumentos la autoridad se halle facultada para regular las comisiones constituye un progreso respecto de lo ocurrido en los últimos años.
Tercero, se elevan a cinco los fondos de pensiones, con distintos niveles de riesgo. Esto facilitará las decisiones de los trabajadores. Constituirá un proceso educativo a través del cual podrán adiestrarse en un sistema financiero incierto y complejo. Al conocerlo cabalmente serán capaces de tomar las decisiones más apropiadas.
El proyecto es importante, lo valoro y votaré a favor. Indudablemente quedan temas pendientes, acerca de los cuales espero que el Ejecutivo dé los pasos pertinentes, ya que los parlamentarios no tenemos iniciativa de ley al respecto. Entre ellos cabe mencionar los siguientes:
-Ampliar la cobertura previsional. Hay mucha gente fuera del sistema.
-Crear nuevos mecanismos de transparencia y regulación de las comisiones, que siguen siendo altas.
-Atender la petición de un sector de funcionarios públicos que han planteado su retorno al sistema antiguo (creo factible acceder a ello), por haber resuelto el cambio en su tiempo presionados o con pésima información.
-Estudiar el tema de la previsión de las Fuerzas Armadas, al cual se aludió durante la discusión del Presupuesto Nacional y que sin duda también requiere de una mirada nueva, con mecanismos modernos. El Congreso debería pronunciarse pronto sobre el particular.
Los cuatro puntos indicados permitirán perfeccionar otros aspectos.
En lo concerniente a la iniciativa en debate, ella coloca a Chile a la vanguardia en esta materia a nivel nacional e internacional, como ha ocurrido con la dictación de la segunda ley sobre mercado de capitales y como sucederá en el futuro con la que estamos despachando.
Voto que sí.
El señor HOFFMANN ( Secretario ).-
¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
Honorable señor Urenda...
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
El Senador señor Urenda reglamentariamente perdió su derecho a fundamentar el voto por no emitir pronunciamiento en el momento de ser llamado. Por ello, me ha solicitado recabar la anuencia de la Sala para entregar las razones de su postura.
¿Habría acuerdo en tal sentido?
Acordado.
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor URENDA.-
Señor Presidente, votaré favorablemente el proyecto, como lo hice en las Comisiones unidas, donde lo analizamos en profundidad. Allí estimamos conveniente perfeccionar un sistema que ha sido tremendamente favorable para el país, por constituir la base del ahorro a largo plazo que, a su vez, permite otorgar créditos a largo plazo, elemento esencial en el crecimiento de Chile.
En cuanto al texto mismo, cabe precisar que al agilizar y ampliar las posibilidades de inversión mejoran también las perspectivas de los trabajadores de obtener mayores jubilaciones; les da la opción de escoger los fondos en los cuales desean invertir, opción sujeta a ciertas normas relacionadas con su edad y, en general, configura un manifiesto avance en este ámbito. Por eso lo respaldo.
De otro lado, frente a las críticas que se formulan al sistema en vigor, debo señalar que éste ha sido muy beneficioso para el país. Si bien es cierto puede haber casos de pensiones inferiores a las del sistema antiguo, ello puede obedecer a que el bono de reconocimiento resultara castigado, porque el Estado no imponía sobre el total de las remuneraciones. Y no debe olvidarse que el monto de las actuales imposiciones es inferior al antiguo. En consecuencia, hay al respecto una manifiesta ventaja.
Mi deseo habría sido perfeccionar algunas disposiciones analizadas aquí anteriormente por la Senadora señora Matthei , con referencia a la fijación de comisiones por determinados tipos de operaciones.
No quiero ser un factor que perturbe el tramite de este proyecto. Sugerí -y no sé cuál es el criterio del Gobierno- que se agregara al inciso final del número 15 una parte declaratoria, en el sentido de que las comisiones no deben exceder nunca las de mercado, sin alterar el procedimiento final. No sé si es criterio del Gobierno aceptar o no aceptar esa declaración.
Como he dicho, obviamente priorizo que el proyecto sea aprobado, porque creo que constituye un adelanto que va a favorecer al país y, en definitiva, a todos los trabajadores.
Voto que sí.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Terminada la votación.
El señor HOFFMANN ( Secretario ).-
Resultado de la votación: por la afirmativa, 36 votos; por la negativa, 3, y una abstención.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Queda aprobado en general el proyecto, dejándose constancia que lo ha sido con el quórum constitucional requerido.
En la votación particular, corresponde pronunciase sobre la letra n), que es de quórum calificado. El Senador señor José Ruiz ha solicitado que se vote separadamente. El texto en cuestión figura en la página 164 del informe, y se refiere al "límite máximo de las inversiones de los Fondos de Pensiones Tipos A. B, C, D y E de una misma Administradora en títulos extranjeros". Para su aprobación se requieren 27 votos.
En votación nominal la norma.
El señor HOFFMANN ( Secretario ).-
¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Terminada la votación.
--Se aprueba la letra n) por 31 votos a favor y 4 en contra.
Votaron por la afirmativa los señores Boeninger, Bombal, Canessa, Cantero, Cariola, Cordero, Chadwick, Errázuriz, Fernández, Foxley, Horvath, Lagos, Larraín, Martínez, Matthei, Moreno, Novoa, Páez, Parra, Pizarro, Prat, Ríos, Romero, Sabag, Silva, Urenda, Valdés, Vega, Adolfo Zaldívar, Andrés Zaldívar y Zurita.
Votaron por la negativa los señores Lavandero, Muñoz Barra, José Ruiz y Ruiz-Esquide.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Corresponde, en seguida, pronunciarse sobre el número 3, letra a) del artículo único, para reemplazar los dos primeros incisos del artículo 23 (opciones de los cotizantes, según su tramo etario, para mantener sus saldos en los distintos tipos de fondos), que requiere para su aprobación de 25 votos.
¿Habría acuerdo en la Sala para aprobar esta proposición con la misma votación anterior?
--Se aprueba, con la misma votación anterior.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
En seguida, la Sala debe resolver sobre dos disposiciones que no alcanzaron la votación unánime necesaria para su aprobación: la letra c) del número 16, referida a la fijación, por los superintendentes de los Fondos de Pensiones, de las comisiones máximas a ser pagadas con cargo a esos fondos.
Si hubiera acuerdo en la Sala, podría aprobarse con la misma votación anterior.
Acordado.
El señor PRAT.-
Con nuestra abstención, en ese caso, señor Presidente. O que se vote.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
En votación económica la letra c) del número 16.
--Se aprueba (16 votos contra 7 y 2 abstenciones).
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Por último, corresponde pronunciarse sobre la modificación contenida en el número 17, que ha pasado a ser 18, del informe de las Comisiones unidas que autoriza a las AFP para efectuar giros desde las cuentas corrientes bancarias mantenidas por los fondos de pensiones cuando se realicen inversiones con instrumentos emisores externos.
En resumen, esta disposición es complementaria de la anterior, en orden a dar la posibilidad de invertir en el extranjero y aumentar dichos márgenes.
Por ello, sugiero aprobarla con la misma votación anterior.
--Se aprueba el numeral señalado (16 votos contra 7 y dos abstenciones), y queda despachado el proyecto en este trámite.
El señor PRAT.-
Señor Presidente , me gustaría solicitar a la Mesa que revise si la norma que acabamos de aprobar es de quórum simple. Se trata de la fijación de precios y regulación de una actividad ilícita.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
La norma no contiene ninguna materia que nos lleve a calificarla de quórum especial. La hemos revisado y así aparece en el informe de las Comisiones unidas.
El señor PRAT.-
Eso significa que la fijación de precios no requiere quórum especial en nuestra legislación.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Así es, de acuerdo al informe de las Comisiones. En ese sentido, la Mesa se atiene a lo que éste señala.
El señor PRAT.-
¡Eso es una grave debilidad institucional!
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Su Señoría tiene derecho a reclamo, si lo estima prudente.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/654072
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/654072/seccion/akn654072-po1
- bcnres:tieneProyectoDeLey = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/proyecto-de-ley/2628-13