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La señora ALLENDE, doña Isabel ( Presidenta ).-
En el Orden del Día, corresponde conocer, en tercer trámite constitucional, el proyecto que modifica la ley de alcoholes, bebidas alcohólicas y vinagres, y deroga el Libro Segundo de ley Nº 17.105.
Diputada informante de la Comisión de Salud es la señora María Angélica Cristi.
Antecedentes:
-Modificaciones del Senado, boletín Nº 1192-11, sesión 68ª, en 16 de abril de 2003. Documentos de la Cuenta Nº 2.
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).-
Tiene la palabra la diputada informante.
La señora CRISTI (doña María Angélica) .-
Señor Presidente , el proyecto es de larga data, por lo que haré memoria respecto de su historia.
Fue presentado como moción en 1991, con el patrocinio de los diputados señores Francisco Bayo , Patricio Melero y quien habla, de los entonces diputados señores Alberto Espina , José García -actuales senadores-, Carlos Dupré , Teodoro Ribera , Jorge Schaulsohn y señora Martita Wörner .
El Gobierno patrocinó el proyecto, con ocasión de una comisión interministerial que aprobó y respaldó todas aquellas iniciativas de exclusivo patrocinio del Ejecutivo.
En 1997, luego de dos años de tramitación, la Comisión de Salud de la Cámara lo despachó y lo aprobó la Sala, y en enero de ese año pasó al Senado, donde fue debatido por dos años en la Comisión de Salud y un año en la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento. Luego de lo cual fue aprobado por la Sala.
De paso, debo informar que hoy llegó a la Cámara de Diputados un oficio de la Corte Suprema mediante el que informa no tener observaciones que formular en lo pertinente al informe complementario aprobado por el Senado.
En la amplia tramitación, el Senado modificó la proposición de la Cámara y hasta cambió su numeración, lo que complica un poco la revisión del texto comparado que está en nuestro poder.
En primer lugar, la ley Nº 17.105 se dividió. Se separó su primera parte, de la elaboración de productos y bebidas alcohólicas y vinagres, que pasó al SAG. Por eso, la ley actual se inicia en el artículo 113.
Por lo tanto, la Cámara ordenó el proyecto y partió con el número 1º.
El Senado, en cambio, optó por mantener la numeración del proyecto actual y eliminó todos los artículos que había establecido la Cámara.
Estos artículos corresponden a nueve, que se separaron de acuerdo con los proyectos que modifican la ley.
Así, el artículo 1º introduce las modificaciones y ocupa casi toda la extensión del proyecto.
El artículo 2º modifica la producción de bebidas alcohólicas y vinagres.
El artículo 3º modifica totalmente la ley de Tránsito y traspasa todo lo relacionado con tránsito a la ley que corresponde.
El artículo 4º hace un gran cambio en los procedimientos de la ley, dando atribuciones a los juzgados de policía local.
El artículo 5º modifica la ley para concordarlas con las normas adecuatorias de la reforma procesal penal.
El artículo 6º regula la ley orgánica de la Dirección General de Crédito Prendario.
El artículo 7º trata de los procedimientos ante juzgados de policía local.
El artículo 8º se refiere a la ley orgánica de Municipalidades.
En el artículo 9º -último del proyecto-, el Ejecutivo clarifica las interpretaciones sobre la competencia de los jueces del crimen.
Entrando en materia, quiero partir diciendo que la presentación es objetiva, sin perjuicio de referirme después a los cambios.
En primer lugar, se modifica la primera parte del proyecto actual, que va del artículo 113 al 117, en lo que se refiere al consumo de alcohol en la vía pública.
Recordemos que las normas adecuatorias habían terminado con la prohibición del consumo de alcohol en la vía pública, lo que produjo una confusión en la ciudadanía. Por eso, con el apoyo del Gobierno se dictó una norma que volvió a prohibir el consumo de bebidas alcohólicas en lugares de uso público, y también la circulación en estado de ebriedad por la calle. Se determinaron las sanciones correspondientes y se estableció que los menores pueden ser conducidos a una unidad policial. Carabineros deberá informar a su familia y, en lo posible -no dispone que lo deba hacer-, conducirlos a su domicilio. El caso de los menores que transgredan esta disposición más de tres veces en el mismo año se hará saber al Servicio Nacional de Menores.
También el proyecto sanciona a quienes impidan la entrada de los funcionarios fiscalizadores a sabiendas de que están en servicio, fijando para ello la multa correspondiente.
El Senado acordó prohibir el ingreso de menores de 18 años a los establecimientos que expenden bebidas alcohólicas con patentes de cabaret, cantinas, bares, pubs, tabernas, servicios al auto, salones de bailes y discotecas. Ese fue un acuerdo del Senado con los dueños de locales nocturnos que pidieron que se incluyera esta disposición.
El proyecto, tanto en la versión de la Cámara de Diputados como en la del Senado, mantiene la prohibición absoluta de venta de alcohol a menores de 18 años, a cualquier título y en todo local que tenga patente de alcoholes. Se establecen drásticas sanciones para la venta de alcohol a menores, las que van desde prisión de 21 a 40 días, con multa de 3 a 10 unidades tributarias mensuales, incluso para quien obsequiare o suministrare bebidas alcohólicas a menores de edad.
Hay una sanción distinta si el delito lo cometiere el administrador o el dueño, y es una de las principales causales de clausura temporal del establecimiento sin necesidad de cumplir con las tres transgresiones que establece la ley vigente.
Esta modificación también sanciona a quienes empleen publicidad para incitar a menores a consumir alcohol. La medida apunta, especialmente, a terminar con las llamadas barras libres y la promoción dirigida a jóvenes menores de edad para asistir a locales nocturnos.
Gran discusión produjo el hecho de que la ley, no obstante prohibir la venta de bebidas alcohólicas a menores, permite su venta cuando ellos concurran, acompañados de sus padres, a recintos destinados a comedores.
Una disposición que tuvo origen en la Cámara, y que se mantuvo en el Senado, establece la enseñanza obligatoria, desde la educación parvularia, de programas educativos orientados a la formación de una vida saludable y al desarrollo de factores protectores contra el abuso del alcohol. El Senado hace más extensa esta disposición, permitiendo, incluso, que se eduque en gastronomía, en actividades recreativas, etcétera.
El Senado prohíbe la venta de alcohol en colegios, pero, en consideración a que los colegios han pasado a ser lugares de reunión de la comunidad, permite que, con autorización municipal, se realicen actividades, hasta tres veces en el año, especialmente en fiestas patrias, en las cuales se consuma alcohol.
Se prohíbe definitivamente la venta y el consumo de alcohol en los internados.
Además, el Senado modifica la disposición que hoy rige para los locales de venta de alcohol, en el sentido de exhibir el texto de la ley completo, de manera que sólo en ellos se den a conocer las prohibiciones principales, como la venta a menores, a ebrios, etcétera.
Para el cumplimiento y fiscalización de la ley se mantiene la vigilancia e inspección de Carabineros de Chile, como asimismo de inspectores municipales o fiscales, precisándose que podrán hacer la fiscalización en el ámbito de sus respectivas competencias. Esto también fue pedido por los dueños de los locales comerciales.
En la clasificación de patentes, que es igual a la actual, porque es muy difícil modificar el gran número de patentes existente, se incluyen aquellos locales comerciales nuevos como los pubs, porque hoy la definición incluye sólo a cantinas, bares y tabernas. Se consideró en ella a los pubs, porque muchas veces no cabían dentro de la clasificación.
También se incluyen los supermercados y los minimercados, y las discotecas, porque tampoco estaban clasificados en la ley actual.
El número de patentes por comuna, que hoy está restringido a depósitos de bebidas alcohólicas, a cantinas, a bares, a pubs, a tabernas y a establecimientos de expendio de bebidas, de cerveza y de licores de fruta, está determinado de la siguiente manera: una patente por cada cuatrocientas personas. La modificación disminuye el número de patentes por comuna a una por cada seiscientos habitantes.
El nuevo artículo 153 establece que no se les concederá patente a locales calificados en la letra O), enmtre otros, que expendan bebidas alcohólicas, ubicados a menos de cien metros de establecimientos de educación, de salud o penitenciarios, de recintos militares o policiales, etcétera. Hoy, la gran preocupación de la comunidad es que estos locales puedan instalarse al lado de colegios. Con esta modificación no podrán hacerlo, y se limitará también la instalación de discotecas debido a los ruidos molestos que generan.
El proyecto autoriza a los municipios para que en fiestas patrias, vísperas de navidad y año nuevo, cuando se realicen actividades de promoción turística o con fines de beneficencia, puedan conceder una autorización especial, transitoria, por tres días como máximo.
En materia de horario de expendio de bebidas alcohòlicas, razón, quizás, por la cual el proyecto de ley ha demorado más de lo esperado, el Senado suprime la facultad de los alcaldes para determinarlo en las comunas y, en cambio, fija horarios establecidos por ley. Aquellos lugares que expenden bebidas alcohólicas para ser consumidas fuera del lugar -supermercados, minimercados, botillerías, etcétera- funcionarán desde la 9 de la mañana hasta las 12 de la noche. Los establecimientos que expendan bebidas alcohólicas para ser consumidas en el mismo local, podrán funcionar entre las 10 y las 4 de la mañana. Los locales nocturnos podrán funcionar, los fines de semana y en vísperas de festivos, hasta las 5 de la mañana, y los depósitos de alcohol, hasta la 1 de la mañana.
El Ejecutivo, mediante una indicación, ha pedido que los salones de baile o discotecas funcionen entre las 7 y las 4 de la mañana.
Por otra parte, con el fin de cumplir con esta disposición, especialmente considerando a los supermercados, minimercados, a las grandes tiendas y a otro tipo de almacenes, se pide que, para el cumplimiento del horario, se aísle el área de expendio de estos productos, de manera que el local pueda seguir funcionando y, al mismo tiempo, cumpliendo con el horario establecido. La Comisión consideró estas medidas como de seguridad ciudadana y citó la legislación comparada de varios países para demostrar que con esta disposición, Chile exhibe los horarios más extensos para la venta de alcohol.
La municipalidad puede suspender la autorización del expendio cuando se ha dado por error o cuando algún local no reúna las condiciones de salubridad, higiene y seguridad. La palabra seguridad es un nuevo concepto, que hasta ahora no estaba incluido en la actual ley, aunque sí en otras disposiciones, como la ley de Urbanismo y Construcciones. Esta materia adquiere especial importancia tras conocerse que en locales nocturnos de algunos países ha habido graves accidentes, con muchos muertos, por no contar con las medidas de seguridad que permitieran evacuarlos rápidamente.
En relación con el tema de los clandestinos, que preocupa a la comunidad, especialmente a los comerciantes, las multas se aumentan en forma drástica, de 5 a 20 UTM. La reincidencia se sancionará con una multa de igual monto y con el comiso de las bebidas y utensilios, y con la clausura del establecimiento, cuando corresponda. La tercera transgresión será sancionada con el doble de la multa.
La modificación del Senado constituye un gran cambio -fue propuesta en la Cámara, pero nunca fue votada por falta de quórum-, por cuanto autoriza a los juzgados de policía local a conocer de todas las contravenciones y faltas a la ley. En especial, se otorga atribuciones a los jueces de policía local para ordenar allanamientos a locales clandestinos de manera mucho más expedita. Hoy, en muchas regiones es engorroso obtener los permisos para allanarlos, porque esa atribución todavía está en manos de los jueces de letras y no se ha implementado la reforma procesal penal. Por lo tanto, este nuevo procedimiento agiliza el trámite y permitirá controlar en mejor forma la venta clandestina de alcohol.
Además, el proyecto aprobado por el Senado otorga a los alcaldes una facultad que hoy no tienen, cual es poder solicitar al juez correspondiente, con el acuerdo del concejo, que un lugar que atente contra la seguridad pública, contra las normas de buen vivir o la calidad de vida de los habitantes, pueda ser clausurado. Reitero que hoy los alcaldes no tienen ninguna injerencia en esta materia.
Como dije, con excepción de las conductas descritas: venta a menores -que se mantiene como delito-, patentes fraudulentas e infracciones que pasan a la ley de Tránsito, el resto de las contravenciones quedan sujetas a la competencia de los juzgados de policía local.
Otro cambio del Senado dice relación con el destino de las multas. En la actualidad se destinan a una serie de instancias con cero control de los municipios, que deben mantener a los juzgados de policía local, y reciben muy pocos recursos. Ahora, el 40 por ciento pasará a los servicios de salud para financiar y desarrollar programas de rehabilitación de personas alcohólicas, y el 60 por ciento será destinado a las municipalidades a fin de fiscalizar las infracciones y desarrollar programas de prevención y de rehabilitación de personas alcohólicas. Cabe destacar que las multas, determinadas en unidades tributarias mensuales, subirán en forma importante. De esta manera, además de estar radicadas las faltas en los jueces de policía local, los municipios van a poder contar con muchos más recursos para establecer los programas de prevención y de rehabilitación.
En cuanto a la comercialización, se prohíbe la venta de todas aquellas bebidas alcohólicas que vienen en sobre o sachet. Esta medida es importante porque existe un comercio que estimula a que los niños y jóvenes, porten alcohol en sobres. De hecho, esta situación se detectó en muchos colegios a lo largo del país. Por lo tanto -insisto-, se prohíbe la elaboración de este tipo de producto.
Por otra parte, se establece la obligación de que los envases de bebidas alcohólicas tengan un mensaje que induzca a la moderación del consumo. Esto se deja entregado a un reglamento.
Como expresé, todas aquellas materias relacionadas con la conducción en estado de ebriedad o bajo la influencia del alcohol y sus sanciones se traspasan a la ley de Tránsito, lo cual es favorable dado que actualmente existen normas tanto en esa legislación como en la ley de alcoholes.
Por primera vez se establece en la ley la dosificación del grado de alcohol en la sangre a fin de determinar la ebriedad o la conducción bajo la influencia del alcohol. Hasta ahora esto sólo ha sido jurisprudencia de los tribunales, puesto que no está establecido en ninguna ley.
Obviamente, se prohíbe la conducción de cualquier vehículo o medio de transporte en estado de ebriedad o bajo la influencia del alcohol. Se incluye, también, la conducción bajo la influencia de sustancias estupefacientes.
También se prohíbe la conducción de cualquier vehículo en condiciones deficientes, tanto síquicas como físicas, que son nuevos términos en esta materia.
Asimismo, la ley autoriza al tribunal apreciar el nivel de alcohol presente en el flujo sanguíneo que conste en el informe de alcoholemia o en la prueba respiratoria practicada por Carabineros, y establece que hay desempeño en estado de ebriedad cuando el informe arroje una dosificación de alcohol en la sangre igual o superior a un grado. Cabe hacer notar que la propuesta de la Cámara era cuando se tratara de una dosificación igual o superior a 0,8 gramos. Asimismo, se establece el desempeño bajo la influencia del alcohol cuando la dosificación sea superior a 0,5 gramos e inferior a 1,0 gramos por mil de alcohol en la sangre.
Las modificaciones de la ley de Tránsito tienen por finalidad fundamentalmente aumentar las penas relativas a la conducción en estado de ebriedad o bajo la influencia del alcohol y en agravar sus consecuencias, sobre la licencia para conducir, llegándose, en caso de reincidencia a la cancelación definitiva de su concesión.
La sanción al desempeño en estado de ebriedad o bajo la influencia de las drogas se mantiene en forma bastante similar a la establecida por la Cámara de Diputados. Si no se ocasionare daño alguno o se causaren daños materiales o lesiones leves, se aplicará la pena de presidio menor en su grado mínimo. Si se causaren lesiones graves o menos graves, se sancionará al infractor con la pena de presidio menor en su grado medio, esto es, de 541 días a 3 años, y multa de 4 a 12 UTM. Si las lesiones fueren gravísimas o resultare la muerte de una o más personas, se aplicará la pena de presidio menor en su grado máximo, es decir, de 3 años y un día a 5 años, y multa de 8 a 20 UTM.
Se aplica la pena accesoria a la suspensión de la licencia de conducir, por el término de 6 meses a 1 año, en caso de lesiones leves; de 1 a 2 años si se causaren lesiones menos graves y graves, y de 2 a 4 años si se causare muerte. Cabe destacar que la redacción del texto adolece de un error, por cuanto no figura la expresión “6 meses a 1 año, en caso de lesiones leves”, lo que se debiera corregir en la comisión mixta.
En caso de reincidencia, los plazos máximos se elevan al doble, debiendo el juez decretar la cancelación de la licencia cuando estime que la conducción de vehículos por parte del infractor ofrece peligro para el tránsito o para la seguridad pública.
En cuanto al alzamiento de la suspensión, se dispuso que estas medidas no podrán ser aplicadas, pero cumplidos a lo menos seis años desde la cancelación, el juez podrá alzarla si los antecedentes acreditan que ha desaparecido el peligro para el tránsito o la seguridad pública que importaba la conducción de vehículos motorizados.
En el Senado se aprobó una indicación del Ejecutivo a fin de establecer que mientras no se aplique la reforma procesal penal en las regiones donde ésta aún no rige, los procesos por infracción a la ley de alcoholes seguirán siendo conocidos por los jueces del crimen, si son delitos o faltas, o por los de Policía Local, si son contravenciones, de conformidad con las disposiciones actuales. Esta norma es importante, por cuanto existe confusión respecto de los preceptos adecuatorios. Hay jueces de Policía Local que no tienen claro si deben dar órdenes de allanamiento. Por su parte, los fiscales tampoco lo hacen, por cuanto no tienen claro cómo actuar en esta materia. Esta norma deja muy claro que, donde se encuentre en funcionamiento la reforma procesal penal, serán los jueces de Policía Local quienes deberán sancionar las contravenciones y faltas, y donde aquella todavía no se haya puesto en práctica, dichos ilícitos serán sancionados por los jueces de letras.
He intentado hacer un resumen rápido y explicativo del proyecto. Con todo, me gustaría agregar que la excelente disposición que hubo tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado amerita aprobar el proyecto. Éste acoge una serie de normas y modificaciones que actualizan una ley tan antigua como la de alcoholes, permite adecuarla al nuevo estilo de vida de los chilenos y contribuye a prevenir los efectos sociales del consumo excesivo de alcohol. No olvidemos este dato: Chile pierde 3 mil millones de dólares anuales por los costos relacionados con el consumo excesivo de alcohol. Esa conclusión emana de un estudio realizado por la unidad de salud mental del Ministerio de Salud y la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Chile, el que ha sido corroborado por recientes investigaciones.
Por lo expuesto, tanto la Comisión como mi bancada recomiendan aprobar el proyecto en comento. Las disposiciones que ofrezcan dudas o requieran determinadas modificaciones, serán llevadas a comisión mixta, a fin de mejorar el texto del proyecto y transformarlo -se trata de un cuerpo legal fundamental para el país-, lo antes posible, en ley de la República.
He dicho.
La señora ALLENDE, doña Isabel ( Presidenta ).-
Tiene la palabra la diputada señora Ximena Vidal.
La señora VIDAL (doña Ximena).-
Señora Presidenta , este proyecto de ley nos enfrenta a uno de los males endémicos y más prolongados que la historia reciente de nuestro país ha vivido soterradamente, muchas veces imperceptible, y otras, evidente lamentablemente, por la cantidad de efectos paralelos y colaterales que provoca y que afecta a las personas y a las familias. Este es el tema de la lucha por controlar el consumo excesivo de alcohol. Si bien se han adoptado muchas medidas tendientes a paliar sus nocivos efectos entre la población, resulta de mediana claridad constatar que muy pocas han logrado resultados contundentes.
Cabe señalar, como un dato del análisis, que este problema resulta aún más relevante en un contexto como el nuestro, en el cual gran cantidad de personas padecen este mal y, por tanto, sufren directamente sus consecuencias.
Las encuestas más recientes han mostrado con datos irrefutables e indesmentibles que el aumento en el consumo de alcohol ha tenido un desarrollo explosivo entre los ciudadanos, sobre todo en los más jóvenes, lo que nos lleva a constatar derechamente que estamos frente a unas 650 mil personas que tienen problemas de alcoholismo en sus más diversas manifestaciones y tipos.
Por eso, este proyecto -que persigue entre sus objetivos establecer una nueva penalidad para la embriaguez y para el desempeño y conducción en estado de ebriedad, para el expendio y consumo de bebidas alcohólicas y para el otorgamiento de patentes, entre otros- no tiene otro fin más esencial que cautelar de manera efectiva, y conforme con los requerimientos que la sociedad hoy plantea, la tranquilidad de quienes vivimos en sociedad y aspiramos a que la enajenación que causa el consumo inmoderado de alcohol no se vea incrementada por falta de un esfuerzo legislativo en tal sentido. Por eso, un proyecto que se enmarca en tan ambiciosa empresa no puede sino tener un apoyo transversal de todos los sectores. Sin embargo, de lo señalado anteriormente debemos concluir que tan grave resulta hoy el problema del consumo de alcohol, que sería al menos desubicado, por decirlo de alguna manera, sostener el hecho de que, por la vía de una modificación a la legislación actual, se pueda solucionar completamente este problema. Esta iniciativa constituye una medida más; es una herramienta más.
De ahí que no esté de más recordar que nunca una ley que cautele, por la vía de las prohibiciones ciertas conductas, disuadirá a quienes están dispuestos a pagar las consecuencias de sus infracciones, pese a que por esa vía aumenten indiscriminadamente la tasa de procesados por manejo en estado de ebriedad y las restricciones en el otorgamiento de las patentes, acrecienten el comercio clandestino sin disminuir de manera alguna los índices de consumo y sin obtener con esto el resultado esperado. Ese es el núcleo de la contradicción que nos puede llevar a pensar que la ley no va a solucionar el problema de fondo, pero ayuda.
Por eso, y por otras muchas razones de evidente lógica, resulta clara, práctica y efectiva, la existencia del Título II del proyecto en cuestión, denominado “De la prevención y rehabilitación”, que ciertamente contribuye de manera decidida a la educación -es ahí donde debemos poner el mayor esfuerzo- y a la formación de los niños y jóvenes de nuestro país por la vía de la dictación de cursos en las distintas etapas de la escolaridad, acerca de la fisiología y de la temperancia como motivos visibles y como fines que puedan llevar a una mejor calidad de vida de los futuros adultos.
Fundamentalmente, es en la educación, en la prevención y en la rehabilitación donde debemos poner el acento. Es ahí donde debemos realizar las mayores inversiones. Además, incrementar las sanciones a quienes quebrantan la ley. Eso es lo que nos dice la ley, pero sin contradicciones de horarios.
Por tales razones, me parece muy importante que el proyecto pase a comisión mixta para buscar un sentido adecuado a las necesidades que nos han manifestado todos los involucrados en el tema, como los dueños de botillerías y las personas que trabajan en ellas y que cumplen con la ley. Es muy importante para nosotros cuidar las fuentes de trabajo para que la gente no quede desocupada, aumentando los índices de cesantía.
Por lo tanto, anuncio que aprobaremos la mayoría de los artículos del proyecto -cons-tituye un paso sustantivo-, pero revisaremos los que generen problemas sociales.
He dicho.
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).-
Tiene la palabra el diputado señor Jorge Burgos.
El señor BURGOS .-
Señora Presidenta , seré muy breve.
No obstante que muchos de quienes estamos en esta Sala conocemos muy bien el proyecto -lleva bastante tiempo en trámite-, lo primero que debemos hacer es reconocer el esfuerzo realizado por los diputados que dieron impulso a la iniciativa hace mucho tiempo. Entre ellos están la diputada informante , doña María Angélica Cristi , y los diputados Bayo y Melero . Asimismo, están otros que hoy son senadores, y algunos que dejaron de ser parlamentarios.
El proyecto hace un esfuerzo de articulación, que me parece importante desde el punto de vista de una buena técnica legislativa, pues agrupa en un solo texto una serie de normas que se encontraban dispersas, algunas de manera poco lógica y con poca relación con los textos en que se encontraban ubicadas. Desde ese punto de vista, ya hay un esfuerzo importante.
A las consideraciones de la diputada Cristi para votar negativamente algunas proposiciones del Senado -actitud compartida por una parte importante de mi bancada-, deseo agregar otras que, a mi juicio, requieren de revisión en comisión mixta, para lo cual se necesita el voto negativo de la Cámara, lo que no quita nuestro juicio positivo por el esfuerzo realizado. Además, están las prevenciones señaladas por las diputadas María Angélica Cristi y Ximena Vidal , particularmente respecto del horario. Es decir, hay algunas inequidades que es necesario resolver en comisión mixta, con el objeto de elaborar una ley más equitativa, cuestión que, por lo demás, ha defendido no sólo la diputada señora Ximena Vidal , sino también la diputada señora María Angélica Cristi .
Por otra parte, en el número 2) del artículo 9º se debe agregar, a mi juicio, la frase “o no pudiendo menos que saber”, ya que sólo dice “a sabiendas” de que le vende a un fiscalizador, o sea, debe saber que se trata de un fiscalizador. Creo que en esos tipos penales hay que agregar el dolo eventual, porque, de otra manera, es muy fácil rendir prueba en contrario, ya que el inculpado podrá decir: “Mire, el fiscalizador no venía con uniforme” o “no pude saber que era fiscalizador”. Me parece que la frase propuesta es una voz legislativa que ayudaría a que ese artículo punitivo fuera de concreción práctica.
Después, en el número 3) del mismo artículo, hay algo que consideré un problema de redacción, pero consulté a la diputada informante , quien me dijo que no lo era, sino que correspondía a una tesis del Senado. Es un problema discutible, pero lo encuentro complejo. El artículo 123 sanciona a las personas que vendan, obsequien o suministren bebidas alcohólicas a los fiscalizadores; luego, el 124 establece que: “El que vendiere, obsequiare o suministrare bebidas alcohólicas, a cualquier título, a un menor de dieciocho años,...”, será sancionado con la pena de prisión y con una multa. Se refiere, además, a la reincidencia. No obstante, me llama la atención lo que establece su inciso segundo, pues exceptúa de la norma punitiva “la venta, el obsequio o el suministro de bebidas alcohólicas a menores -de cualquier edad- cuando éstos concurran, acompañados de sus padres, a los recintos destinados a comedores”.
Ejemplifico a través del absurdo: si un padre va con un niño de diez años a un lugar donde se vende alcohol -ojalá que no se dé esta situación- y acepta que el menor tome hasta caerse, la sociedad no podrá decir nada. Me parece complejo. Entiendo que los principales responsables de los niños son los padres, pero hay algunos que no ejercen esa responsabilidad. Con esta norma vamos a amparar situaciones excepcionalísimas, pero que se pueden dar, como la de un padre alcohólico que considera que el alcoholismo no es una enfermedad, por lo que no tiene que luchar para que su hijo no tenga la misma adicción. Esa conducta no va a ser sancionada. Es una situación compleja, que, a mi juicio, merece una discusión más a fondo.
En el artículo 12, inciso final, se crea una comisión interministerial de carácter preventivo, compuesta por representantes de varios ministerios, para luchar contra el alcoholismo. Pienso que en esta materia, como sociedad, tenemos menos claridad que con el problema de la droga. Lo discutimos hace algún tiempo en la Comisión de Drogas con los representantes de Conace. Quizás en esa comisión interministerial -que ojalá funcione- debiera participar también el Ministerio del Interior. ¿Por qué? Porque está íntimamente relacionado con el problema de la seguridad ciudadana. Las políticas de lucha contra el alcoholismo tienen que ver con las destinadas a resguardar la seguridad ciudadana desde el punto de vista de la participación de la gente y a crear también condiciones para que haya menos inseguridad. La seguridad no sólo se consigue con penas más punitivas, con más carabineros en la calle, sino con políticas preventivas que impidan la aceptación de elementos que pueden tender a la comisión de mayores ilícitos, como es el consumo abusivo de alcohol o de estupefacientes. Por ello, además de agregar al Ministerio del Interior, también debería incluirse al propio Conace . Es una buena oportunidad, por lo menos, para fijar un marco teórico interesante en esa materia.
Después, en el artículo 37, numeral 25, debemos hacer un esfuerzo para que exista la posibilidad de que jamás se pueda vender alcohol en determinados partidos de fútbol profesional cuando el intendente, en conformidad con la ley de violencia en los estadios, crea que, atendido el riesgo de ese partido, no se debe hacer por ninguna circunstancia. Eso no queda muy claro en la forma como está redactado el artículo.
En el artículo 50, numeral 38, cuando dice que, a petición del alcalde o del concejo municipal, podrá pedirse la clausura de un local existiendo un proceso en un juzgado, entendiendo la lógica de que a aquello habría que darle más formalidad. Desde luego se señala “a petición”, lo que podría entenderse que puede ser verbal o un llamado por teléfono. A mi juicio, debería decir “a petición escrita y debidamente fundada en antecedentes objetivos”. Ahí se tomará una medida absolutamente extraordinaria, excepcional, que no tiene que ver con las clausuras ni multas anteriores. Si un alcalde o un concejo quiere pedirle a un juez que clausure sin contar con antecedentes anteriores, es preciso contar con antecedentes escritos, formales y objetivos. Por ejemplo, informes de las unidades vecinales, de la asociación de dueños de establecimientos de expendio de alcohol, o bien de Carabineros.
Por último, un tema que conversamos con la diputada señora Cristi antes de iniciar la sesión se refiere al artículo 3º, que dice relación con modificaciones a la ley Nº 18.290, respecto de la penalización por manejo en estado de ebriedad. Lo considero un artículo muy positivo porque crea con mayor claridad la figura y le da más valor a la alcoholemia, aun cuando requiere ciertas precisiones puesto que, de su texto, no resulta claro cuándo se sanciona al que, bajo la influencia del alcohol, comete un delito y causa lesiones leves. No hay duda de que se pretende sancionar, pero no queda claro cuál es la sanción. Hay un problema de redacción, a mi juicio, y aparte de ello, personalmente considero que hay penas de suspensión un tanto bajas. A mayor abundamiento, está la posibilidad de que después de seis años, el juez, sin mayores consideraciones y en forma unilateral, determine que, en el caso de una persona condenada al retiro definitivo de su permiso de conducir, por buena conducta pueda ponérsele fin a esa pena. Esto me parece complejo desde el punto de vista del derecho.
Por estas razones, pido votación separada de estos artículos, aparte de los que han solicitado quienes me han antecedido en el uso de la palabra.
He dicho.
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).-
Tiene la palabra el diputado señor Patricio Hales.
El señor HALES.-
Señora Presidenta, hacemos bien en legislar en relación con el tema del alcohol, y haremos mal si creemos que, sobre esta base, vamos a reemplazar la responsabilidad de la familia.
El centro de la necesidad de formar a nuestros jóvenes y niños para combatir el alcoholismo reside en la base familiar. No habrá ley, policía, colegio ni castigo que reemplace el rol de la familia. Por eso hay que evitar la tentación de creer que sólo la acción punitiva puede combatir el alcoholismo. El doctor Raúl Yazigi , desde los años 40 y 50 ya trabajaba en Chile en ese tema y su esfuerzo no era el del simple castigo.
Como no hay mucho tiempo para discutir, por el acuerdo a que se llegó -sólo dispongo de seis minutos-, quiero analizar las disposiciones que me parecen más conflictivas, sin dejar de decir que me parecen bien los nuevos artículos 130 y 132 de la ley Nº 17.105, y el 17, que se refieren a la acción pedagógica del proyecto frente al alcoholismo y a las responsabilidades de la familia frente a este flagelo. Me parece bien la labor didáctica y las responsabilidades del Ministerio de Educación. Ésa es la legislación idónea para combatir el alcoholismo y para tener una sociedad más preparada en ese ámbito.
Me parece desproporcionado el artículo 160, que faculta al Presidente de la República para declarar zona seca determinada localidad o comuna. Creo que la comisión mixta debiera suprimirlo. Su inciso primero dice a la letra: “El Presidente de la República , cuando sea previsible que el expendio de bebidas alcohólicas en determinada localidad o comuna pudiere contribuir a alteraciones graves del orden público, podrá restringirlo fundadamente hasta que desaparezcan los motivos que provocaren esa decisión, la que en todo caso no podrá tener una duración superior a treinta días”.
Yo, francamente, encuentro una desproporción incluir esta facultad entre las responsabilidades del Presidente de la República.
El artículo 164 fija los horarios, materia que ha sido extraordinariamente discutida. En realidad, en países como Inglaterra, a las 11 ó 12 de la noche no se puede, en un restaurante ni en un lugar público cualquiera, consumir alcohol. Pero cada país va estableciendo sus propias normas, con el correr de los tiempos y de las circunstancias. En Chile existe una actividad económica en torno de esto: el turismo.
Me pregunto: ¿qué sucedió con este proyecto? Porque parece que el artículo 164 era “estirable”? La primitiva limitación era hasta las cuatro de la mañana. Pero después se cambió esa hora y se dijo hasta las cinco de la mañana cuando se trata de un sábado o feriado. Y yo pregunto: ¿y si es viernes? No, entonces. Si es viernes en la noche, es hasta las cinco de la mañana. Francamente, no entiendo cuál es la diferencia entre las cinco y las seis, porque podría dejarse hasta las seis de la mañana o, de frentón, durante las veinticuatro horas del día.
Ahí entramos en el ámbito de la capacidad de la familia para determinar responsablemente qué hacer en esta materia sin atenernos a una ley que fije el horario.
He tenido fuertes discusiones sobre el tema, porque, a mi juicio, debemos promover la educación contra el alcoholismo, educar a nuestros jóvenes y saber cómo administrar nuestras conductas dentro de la libertad de los horarios.
Hay que tener mucho cuidado con dar a los padres y familias la señal de decir: “Sabe, quédese tranquilo; no se preocupe más de educar a sus hijos. Aquí la ley y la policía le resolverá el problema”. Quiero paternidad y maternidad responsables.
(Aplausos).
Por otro lado, debemos tener cuidado, porque con las restricciones horarias se promoverá el clandestinaje. Me pregunto qué pasará con las botillerías. A las 24 horas se cerrarán, según lo establece el artículo 164. ¿Qué habrá? Al lado de ellas tendremos un clandestino. Pienso que desde las 24 horas empezará a funcionar el clandestino, lo que generará delito, evasión tributaria, adulteración de alcoholes; pero habrá algunos dueños de botillería -quienes aplauden de manera entusiasta la posibilidad de que se amplíe el horario- vendiendo en clandestinaje, a espaldas de la ley, lo cual me parece extraordinariamente preocupante. Por eso propongo discutir el tema en comisión mixta.
Me pregunto: ¿Habremos resuelto realmente el problema del clandestinaje y del delito asociado con la fijación del límite horario? Además, existe el peligro de generar corrupción y se debe considerar la imposibilidad de la policía de supervisar esta situación. No me imagino a carabineros controlando todo: robos, consumo de drogas, delincuencia y, además, vigilar el cumplimiento del horario de atención de las botillerías.
He dicho.
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).-
Tiene la palabra el diputado Sergio Correa.
El señor CORREA.-
Señora Presidenta , estamos llegando al término de la discusión de un proyecto que lleva tramitándose cerca de doce años a partir de la fecha de su presentación por parte de algunos diputados, entre ellos, la señora María Angélica Cristi , quien se ha transformado en su impulsora. Le agradezco su preocupación, porque, en mi opinión, la iniciativa contribuirá a mejorar notablemente el sistema vigente de la ley de alcoholes. En su intervención, la diputada Cristi hizo presente que el proyecto inició su trámite en la Cámara en 1991; que fue despachado por la Corporación en 1996, y que a partir de 1997 se encontraba en el Senado.
Recuerdo que el año pasado se produjo una situación muy delicada con motivo del estudio del proyecto sobre la reforma procesal penal, ocasión en que prácticamente se despenalizó el consumo de alcohol en las calles y se permitió la circulación de personas en estado de ebriedad. Con el objeto de revertir esta situación, senadores de varios partidos políticos, entre ellos de la Unión Demócrata Independiente, presentaron un proyecto que tuvo por finalidad corregir las anomalías que ese error había significado, iniciativa que luego se transformó en la ley Nº 19.814.
En el proyecto se advierte una especial preocupación por el consumo de alcohol por los menores de edad. En ese sentido, se prohíbe el ingreso de menores de 18 años a los establecimientos de expendio de bebidas alcohólicas y de discotecas. Pensamos que es demasiado prohibir el ingreso a esos recintos de jóvenes de 18 años y que es conveniente rebajar la edad a 1os 16 años. La diputada Cristi seguramente presentará indicación sobre la materia en la comisión mixta.
Consideramos atinadas las sanciones que se aplicarán a los infractores de la ley: prisión en su grado medio, de 21 a 40 días, y multas de 3 a 10 unidades tributarias mensuales a quien suministrare bebidas alcohólicas a menores de edad. Es también muy positiva la sanción que se establece para la publicidad dirigida al consumo de alcohol por los jóvenes.
El proyecto aborda en forma muy importante el aspecto de la prevención, por cuanto es necesario combatir, desde la niñez, el consumo excesivo de alcohol por parte de la juventud. Para ello se propone la implementación de programas educativos orientados a la formación de vida saludable y al desarrollo de factores protectores contra el abuso en el consumo del alcohol.
En las comunas y localidades rurales el problema del clandestinaje es muy grave, y lo peor es que, de acuerdo con la actual legislación, resulta muy engorroso y complicado detectar y allanar los clandestinos. Sin embargo, la iniciativa otorgará a los jueces de policía local, una vez que empiece a funcionar la reforma procesal penal, facultades para entregar a Carabineros órdenes de allanamiento, lo que, sin duda, mejorará notablemente el control de los clandestinos.
Por tanto, luego de que el proyecto pase a comisión mixta, donde trataremos de eliminar algunas disposiciones del Senado, habremos sacado adelante una muy buena iniciativa, que vendrá a prevenir el consumo de alcohol por la juventud.
He dicho.
La señora ALLENDE, doña Isabel ( Presidenta ).-
Tiene la palabra el diputado señor Zarko Luksic.
El señor LUKSIC.-
Señora Presidenta , me sumo a las felicitaciones a los diputados que desde hace muchos años han trabajado en este proyecto, importante no sólo para quienes trabajan en el comercio de bebidas alcohólicas, sino también para las familias chilenas.
El nuevo artículo 140 de la ley Nº 17.105 clasifica, de manera muy exhaustiva, los establecimientos de expendio de bebidas alcohólicas. Sin embargo, he recibido notas y observaciones de alcaldes, tanto de comunas de mi distrito como de otras, en cuanto a que, con su texto, se elimina la norma que regula los cupos de los establecimientos de expendio de bebidas alcohólicas, como las botillerías, sujetos a una serie de limitaciones, cupo determinado por los municipios. En efecto, en su letra H), este artículo establece que los supermercados o minimercados de bebidas alcohólicas podrán expender bebidas alcohólicas o envasadas. De esta manera, cualquier persona podrá vender bebidas alcohólicas, en un negocio de esas características, junto con otros productos, sin estar sujeta a la restricción del cupo de patentes otorgadas por la municipalidad.
La medida me parece injusta y discrecional, porque daña a las botillerías, que están absolutamente restringidas, y abre la peligrosa posibilidad de que cualquier negocio se declare minimercado para expender bebidas alcohólicas.
(Aplausos).
He conversado con diputados de mi bancada la posibilidad de restringir, por ejemplo, a un número de metros cuadrados el lugar donde se pueda vender alcohol o dejar vinculada la letra H) al límite de cupos que otorgan las municipalidades, porque tal como está redactada es tremendamente peligrosa.
También se ha mencionado el tema de los horarios. He recibido una serie de recomendaciones y comentarios, entre otros, del diputado señor Rodolfo Seguel , quien representa el distrito conformado por las comunas de San Miguel, Lo Espejo y Pedro Aguirre Cerda . Me parece razonable que, de lunes a jueves, las botillerías puedan trabajar hasta la 1 de la madrugada, y los viernes y sábados, cuando hay mayor concurrencia, hasta las 2. El horario es compartido por muchos propietarios de botillerías, porque permite vender en forma fluida bebidas alcohólicas cuando más se consumen.
En la Comisión de Obras Públicas y Transportes se ha debatido la posibilidad de modificar las penas establecidas en distintos cuerpos legales respecto de quienes conducen bajo la influencia del alcohol o en estado de ebriedad. Al respecto, hay avances, como establecer cuántos grados de alcohol debe haber en la sangre para conducir bajo la influencia del alcohol y cuántos se requieren para hacerlo en estado de ebriedad, lo que no existe en la legislación vigente.
Pero también se ha caminado en cuanto a modificar las penas privativas de libertad por multas y también por penas accesorias, como el retiro de la licencia de conducir a quien, de manera contumaz y permanente, conduce bajo la influencia del alcohol o en estado de ebriedad.
Las estadísticas indican que la causal de mayor cantidad de accidentes de tránsito en nuestro país es precisamente por la conducción bajo la influencia del alcohol o en estado de ebriedad. Es un punto importante, por lo que sería partidario de modificar algunas de las sanciones. Algunas normas vigentes son muy benignas para quienes conducen en estado de ebriedad o bajo la influencia del alcohol. En efecto, en determinados casos se les retira la licencia por tres meses, lo que constituye un aliciente, una puerta abierta para mantener esa conducta después del período de suspensión. Por lo tanto, pediría que hiciéramos las correcciones del caso.
Me gustaría tocar otras materias relacionadas con la ley de Tránsito, pero no lo haré para no ocupar más tiempo de mi bancada.
Se trata de un buen proyecto, de un gran avance. Espero que la comisión mixta termine de tratarlo de una vez por todas.
He dicho.
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).-
Tiene la palabra el diputado señor Esteban Valenzuela.
El señor VALENZUELA .-
Señora Presidenta , en forma sincera, me sumo a la valoración del proyecto.
El Senado ha vuelto a colocar en el tapete de la discusión el artículo 164, nuevo, lo que nos da la oportunidad no de demorar el despacho del proyecto, sino de mejorarlo en la comisión mixta respecto de la idea de regular el funcionamiento de los establecimientos de manera homogénea.
No se trata de que nos pongamos en una casuística; pero veíamos con líderes locales de Rancagua, ciudad minera que no sólo los trabajadores de El Teniente, sino también los contratistas, que son siete mil -hablo de quince mil en total-, trabajan en tres turnos distintos. Muchos de ellos regresan a sus hogares a las 4 de la mañana, y otros, a su vez, ingresan a esa hora a trabajar. Pasan a alimentarse a restoranes, pues sus vidas transcurren asociadas a mutuales, a clubes, a los que concurren a altas horas de la madrugada. No lo hacen en forma perniciosa, como pudiera creerse. Esta lógica tan homogénea del proyecto, como ya expresamos, puede generar graves distorsiones a los modos de vida local; puede violentar tradiciones locales que constituyen hábitos de vida de las personas, arraigados de manera muy fuerte.
Los dirigentes de los sindicatos de taxis colectivos, que van a comer a picadas, me han dicho que éstas en muchos casos tienen que cerrar obligatoriamente.
En esas circunstancias, deberíamos trabajar sobre la base de una idea intermedia. Los municipios están obligados a definir los horarios; pero lo podrían hacer sobre la base de rangos establecidos, entre las 4 y las 6 de la mañana; en el caso de las botillerías, entre las 12 de la noche y las 2 ó 3 de la mañana; en fin, buscar mayor flexibilidad en la iniciativa.
En esto, quiero pedir a la diputada señora María Angélica Cristi , quien ha sido la impulsora de la iniciativa, que busquemos una apertura a la falta de distinción en el proyecto entre locales que expenden alcohol, como los supermercados o las cadenas bencineras, y las botillerías de barrio. Eso no está diferenciado. Ahí hay un problema social no sólo relativo al clandestinaje, como ya se señaló.
Si rechazáramos el artículo 164, en la comisión mixta, con altura de miras, podríamos proponer el establecimiento de rangos, lo que obligaría a los municipios, si no dictan una ordenanza, a aplicar el horario más restrictivo del rango. Con ello se podrían combinar valores locales con la norma general y hacer una distinción respecto de las botillerías de barrio, sobre todo para los días viernes y sábados, siendo menos restrictivos de lo que dispone el proyecto.
Por eso, vamos a apoyar el proyecto en general y en particular, pero rechazaremos la propuesta 29, que reemplaza el artículo 164, a fin de generar un acuerdo en la comisión mixta.
He dicho.
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).-
Tiene la palabra el diputado señor Bayo.
El señor BAYO .-
Señora Presidenta , hay que llamar la atención en torno de que el motivo de esta sesión tiene que ver con el principal problema de salud pública en Chile. Eso se ha dicho de otras maneras, pero hay que enfatizarlo: el alcoholismo es el principal problema de salud pública en Chile. Como dijo la diputada señora María Angélica Cristi , para Chile los problemas relacionados con el consumo excesivo del alcohol representan un costo de más de tres mil millones de dólares al año. Esto lo dicen estudios realizados por la unidad de salud mental del Ministerio de Salud y por algunas universidades. Sin duda, es un problema tremendamente serio.
Nos preocupa que para tratar el tercer trámite constitucional de este proyecto hayan debido pasar nada menos que once años. ¿Por qué?
Sólo me referiré a cuestiones generales y después daré mi opinión particular sobre algunos artículos. Hay muchos intereses en juego, y de toda índole. Por ejemplo, se restan atribuciones a las municipalidades y se termina con derechos -legítimos, por cierto- de algunos gremios e instituciones, en aras del bien común, de acuerdo con la opinión autorizada y fundamentada de la gente que está legislando para todo Chile y no para un sector determinado.
En general, la idea original de aquellos que fuimos autores de esta iniciativa, liderados por la diputada señora Cristi , era crear una nueva ley de alcoholes, con una estructura definitiva y coherente que abordara todos los problemas vinculados con el alcohol, agente causante de más del 40 por ciento de los accidentes de tránsito y, mayoritariamente, de la violencia intrafamiliar, de homicidios, de suicidios, etcétera. Esta idea de crear una nueva ley de alcoholes fue transformada absolutamente por el Senado, que la convirtió en modificaciones a la ley Nº 17.105. Esto no parece lógico, porque, siguiendo la argumentación del Senado, quedarían sólo seis artículos de esta ley, en circunstancias de que el proyecto, originado en moción en 1991, tiene más de sesenta artículos y es mucho más integral. Trataremos de insistir para que en la comisión mixta se mantenga el criterio de la Cámara de Diputados, que postulaba una nueva ley de alcoholes.
Este proyecto, que fue aprobado hace muchos años por unanimidad en esta Sala, apunta en la dirección correcta: hacia la modernidad. No hay duda de que los nuevos estilos de vida de los chilenos necesitan medidas que prevengan los efectos sociales, en este caso, del consumo excesivo de alcohol, y en otros, del tabaco y de las drogas. Ese es nuestro papel como legisladores. En ese sentido, el proyecto está bien orientado. Además, incorpora -como ya se dijo en la Sala- el concepto de seguridad ciudadana, tan recurrente en otras áreas, pero no lo suficiente en lo que dice relación con el consumo de alcohol, lo que tiene una tremenda implicancia en el futuro de nuestra juventud.
¿Cómo vamos a quedar desprotegidos, sin hacer nada, sin tomar una actitud positiva, decidida y valiente, cuando vemos el creciente consumo de alcohol por las mujeres en Chile, especialmente por las jóvenes?
En efecto, un informe de la Conace demuestra que el consumo de alcohol en la mujer entre 19 y 25 años, subió a 58,78 por ciento, y a 57 por ciento en las de entre 28 y 34 años. Estas cifras son muy parecidas a las de los hombres y es lamentable que hayan aumentado. Esa es la gente que va a gobernar Chile en el presente inmediato. ¿Cómo vamos a quedar inermes frente a esta realidad dramática?
Como ya lo expresé, nuestras opiniones particulares las entregaremos en la discusión de cada artículo. En todo caso, ahora quiero hacer un llamado a la reflexión: en el momento de adoptar medidas, seamos cuidadosos al determinar esa difícil línea que separa la libertad del libertinaje. No s��lo por los libros se sabe lo que significa el clandestinaje alcohólico. En mi caso, lo conocí muy bien cuando, hace muchos años, fui alcalde.
El chileno siempre se las rebusca para hacerle el quite a la legalidad -hay libros sobre resquicios legales-. Ojalá que no se logre traspasar la línea que separa la libertad del libertinaje.
Es nuestra misión legislar bien. Ésa es la razón por la cual llamo a que, en las etapas futuras de tramitación de esta iniciativa, seamos reflexivos respecto del inmenso e importante papel que debemos jugar por el Chile del mañana.
He dicho.
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).-
Tiene la palabra el diputado señor Edgardo Riveros.
El señor RIVEROS.-
Señora Presidenta, seré breve, por cuanto muchas de las intervenciones que he escuchado me han interpretado plenamente.
Me referiré específicamente al citado artículo 164, que ha concitado el interés y atención de varios colegas. En primer lugar, quiero señalar un aspecto general respecto de esta disposición: no debería incluirse un artículo de esta naturaleza en la iniciativa en discusión, porque lo que establece debería ser facultad de los municipios. Hemos hecho un gran intento por descentralizar y dar atribuciones en muchas materias, tanto a los gobiernos locales como a las municipalidades, y en este caso, en que tratamos un tema complejo, complicado y generalmente con una serie de aristas, suplimos atribuciones y responsabilidades que deberían estar radicadas en los municipios, tal como me lo expresaba -lo represento con mis palabras- el diputado Exequiel Silva , quien también ha formado parte de la Comisión de Gobierno Interior, Regionalización, Planificación y Desarrollo Social, y, en esa calidad, le ha tocado conocer el proyecto en forma muy cercana.
Respecto de la modificación del Senado al artículo 164, puede decirse -lo expreso con el mayor de los respetos- que el remedio resulta peor que la enfermedad, porque produce una suerte de distinción entre los establecimientos que expenden bebidas alcohólicas para ser consumidas fuera del local de venta, es decir, las botillerías, y aquellos que expenden bebidas alcohólicas para ser consumidas en el mismo local o en sus dependencias. Con esto se ha producido una diferenciación que, a mi juicio, es arbitraria, y su explicación resulta difícil de entender. En definitiva, se provoca una discriminación en contra de las botillerías. Insisto, con esta disposición legislamos sobre una materia que debería ser facultad de los municipios. Pero si vamos a legislar, hagámoslo de manera de no provocar situaciones que, a la larga, producirán distorsión y desequilibrio, y que incentivarán, como algún parlamentario lo dijo, el clandestinaje. En este tema, al final la realidad es mucho más fuerte que la norma legal.
Por eso, votaré en contra del artículo 164 para que, junto con otros, vaya a comisión mixta.
He dicho.
La señora ALLENDE, doña Isabel ( Presidenta ).-
Tiene la palabra el diputado señor Guillermo Ceroni .
El señor CERONI .-
Señora Presidenta , en primer lugar quiero destacar la labor extremadamente positiva de la diputada Cristi , quien ha trabajado en forma decidida a fin de que el proyecto en discusión salga adelante. Eso es necesario reconocerlo. Sin embargo y junto con ello, considero que esta iniciativa es demasiado trascendente para la vida de los ciudadanos de nuestro país como para despacharla en esta sesión. Al examinar su articulado, surgen muchas inquietudes. Desde ese punto de vista, lo adecuado es que el proyecto vaya a la comisión mixta, a fin de que en dicha instancia se estudie con mayor calma su texto y se solucionen las divergencias suscitadas entre el Senado y la Cámara de Diputados respecto de algunos artículos. Basta con mencionar el artículo 160, en el cual se involucra al Presidente de la República para que resuelva situaciones vinculadas con la alteración del orden público que pudieran darse en algunas localidades o comunas, derivadas del expendio de bebidas alcohólicas. No me parece adecuado involucrar al Primer Mandatario para que dirima situaciones de esa naturaleza, pues es la ley la que debe establecer mecanismos para solucionar cualquier problema que surja en relación con esta materia.
Quien habla representa a comunas rurales. Por esa razón me preocupa el artículo 123 bis de la ley Nº 17.105 propuesto por el Senado, que plantea que los menores de 18 años no podrán ingresar a establecimientos -especificados en el artículo 140- en los que se vendan bebidas alcohólicas. Si uno examina el artículo en cuestión, se percata de que, por ejemplo, se trata de establecimientos frecuentados por gente de trabajo que vive en los campos -que acude a ellos para relajarse-, donde un individuo de 17 años ya es un hombre hecho y derecho. Sin embargo, el proyecto le prohíbe a éste la entrada, por ejemplo, a quintas de recreo y a otros lugares que son visitados habitualmente por la gente que vive en el campo, como salones de baile y peñas folclóricas. Lo que hay que hacer en este caso es prohibir la venta de alcohol a menores de 18 años, pero no impedir su ingreso a los establecimientos señalados. Reitero, quien vive en una comuna rural y ha cumplido 17 años, ya es un hombre hecho y derecho, y el proyecto le impide relajarse con sus amigos o familiares luego de cumplidas sus actividades.
Junto con esto, hay muchos otros detalles que deben ser pulidos, sin perder el espíritu que anima la iniciativa -el tema de los horarios es otro tópico que debe ser abordado con cuidado-, de modo de elaborar un proyecto que realmente satisfaga las inquietudes de la ciudadanía.
Por lo señalado, soy partidario de que la iniciativa vaya a comisión mixta, de modo que su texto sea analizado con calma.
He dicho.
-Aplausos.
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).-
Tiene la palabra el diputado señor Sergio Ojeda.
El señor OJEDA .-
Señora Presidenta , algunas de las modificaciones del Senado contienen disposiciones con las que no estamos de acuerdo, por lo que las rechazaremos, y lo más probable es que esta iniciativa pase a comisión mixta para un estudio más detallado.
La idea original era elaborar una estatuto tipo referido a la ley de alcoholes, un verdadero código respecto del alcoholismo y de las bebidas alcohólicas; pero, en definitiva, el Senado optó por realizar solamente una mera modificación a las leyes Nº 17.105, sobre alcoholes; 19.366, sobre tráfico ilícito de estupefacientes, y 18.455, sobre producción, elaboración y comercialización de alcoholes.
Este proyecto fue muy bien estudiado y discutido en la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, en cuyo análisis también intervine en su oportunidad. Uno parece olvidarse de todos sus alcances después de tanto tiempo.
Me voy a referir a tres temas específicos. Primero, a la prevención y rehabilitación; segundo, al cierre de locales, y tercero, al grado de alcoholismo que se está fijando para considerar o presumir que una persona se encuentra en estado de ebriedad.
Creo que lo ideal de una sociedad y de un Estado sería no contar con tantas sanciones o penas para prevenir o castigar el alcoholismo. Más que sanciones, penas, encierros o trabajos comunitarios, es importante acentuar la prevención y la rehabilitación.
Tal como lo señala el artículo 12 -130 del texto del Senado-, para combatir el alcoholismo es fundamental, esencial, clave, la educación en los establecimientos educacionales. Es una fórmula sabia, es el enfoque que debiera hacerse para prevenir el alcoholismo, y no abundar en exceso en las penalidades, las sanciones, los encierros o las clausuras.
En todos los establecimientos educacionales, partiendo por la enseñanza parvularia, tal como lo dice el articulado, es necesario enseñar a los niños que los excesos son dañinos, que beber en exceso es dañino. Es la instancia adecuada para estimular la formación de hábitos de vida saludable y de desarrollo de factores protectores contra el abuso del alcohol.
Además, deben incluirse temas relativos a la cultura gastronómica y actividades sociales que consideren el consumo adecuado de bebidas alcohólicas, a fin de prevenir positivamente el alcoholismo. No se trata de prohibirles beber, sino de hacerles presente las alteraciones e irregularidades que produce la ingestión alcohólica y todo lo que significa el alcoholismo. Por eso, es más importante la prevención, la educación y la rehabilitación.
Quiero hacer un verdadero reconocimiento y rendir homenaje a todos los clubes rehabilitadores que existen en el país, que realizan un trabajo de orientación, de educación y de rehabilitación con los alcohólicos, conformando una verdadera familia donde recíprocamente se dan el ánimo y los consejos necesarios para no reincidir.
Estoy en contra del artículo 42 -164 del texto del Senado-, sobre el horario del cierre de los locales. Es un tema que se discute y que está siempre latente en las provincias, en las comunas y en los campos. No se trata de una materia nueva ni ajena, porque por resoluciones o por decretos, a veces unilatelares -por no decir arbitrarios-, de los alcaldes, se ha optado por cerrar más temprano los locales.
(Aplausos).
Quiero repetir los argumentos que he dado cuando se ha tratado el tema de la restricción de los horarios. Creo que se pueden ir formando ciudades muertas. Coincido plenamente en que sería peor el remedio que la enfermedad, pues lo desconocido y lo prohibido fomentan el clandestinaje. No nos olvidemos de lo que, en su momento, pasó en Chicago y en las zonas secas establecidas en otros lugares, donde aumentó la ingestión alcohólica.
Comparo esta situación con la del chiste del sillón de don Otto, quien lo vende para evitar que su señora lo siga engañando. O sea, vamos a cerrar las botillerías para que la gente no consuma. Sin embargo, la gente consumirá más Por eso, no estoy de acuerdo con la norma respectiva.
(Aplausos).
Quiero referirme al tema del desempeño y conducción en estado de ebriedad. Estoy de acuerdo con la proposición del honorable Senado, ya que la Cámara de Diputados fue mucho más severa en lo que se refiere a la calificación y sanción de la ebriedad, al establecer que la persona maneja en estado de ebriedad cuando el informe arroje una dosificación igual o superior a 0,8 grado por mil de alcohol en la sangre o en el organismo, y que lo hace bajo la influencia del alcohol cuando la dosificación es superior a 0,5 e inferior a 0,8.
En general, las tendencias modernas están rebajando los grados alcohólicos para efectos de penalizar, pero nuestra cultura, tradición y costumbres no están acordes con esa severidad y restricción.
Soy partidario de que el proyecto se revise en comisión mixta, porque hay muchas otras disposiciones que debemos reestudiar y porque está pendiente un tema esencial, el del horario de cierre de locales que venden alcohol, proposición del Senado con la que no estamos de acuerdo, por lo que votaremos en contra el artículo correspondiente.
He dicho.
La señora ALLENDE, doña Isabel ( Presidenta ).-
Tiene la palabra la diputada señora Pía Guzmán .
La señora GUZMÁN (doña Pía) .-
Señora Presidenta , a pesar de que el proyecto que modifica la ley de alcoholes lleva varios años de tramitación, todavía tenemos grandes dudas respecto de lo propuesto por el Senado. No obstante, el tema debe ser un factor de preocupación y de ocupación no sólo de la Cámara.
Quiero transmitir una visión diferente de la que se ha estado mostrando hoy.
Como padres, todos tenemos una preocupación respecto del tema del alcohol, pues sabemos que nuestros hijos llegan tarde y, a veces, “pasaditos” o bajo los efectos del alcohol, lo que los hace correr serios riesgos. Pero también existe un problema de seguridad ciudadana. El subsecretario del Interior señaló que la mayoría de los delitos más violentos se comenten bajo los efectos del alcohol o de las drogas.
Estudios de la Fundación Paz Ciudadana han determinado que más del 56 por ciento de las personas muertas en hechos violentos tenían alcohol en su sangre y que dicho porcentaje aumenta a 58 por ciento en el caso de los victimarios. Es decir, la gran mayoría de los delitos violentos se cometen bajo los efectos del alcohol.
Como muchas veces nos sucede, estamos ante un dilema que tiene que ver con algo sumamente importante para las persona: elegir entre la libertad y la prohibición. Entre esos extremos estamos jugando. Plena libertad significa venta total de alcohol o de droga -porque tienen una lógica que se empieza a asemejar-, y lo contrario es la prohibición absoluta.
Recordemos que el alcohol y los cigarrillos son consideradas drogas lícitas, y las demás ilícitas. Todas ellas son encuestadas por el Conace teniendo en consideración el daño social que ocasionan.
Entonces, el tema es cuánto prohibimos, cuánta libertad damos.
Considero que se ha tratado de llevar este proyecto por un buen camino: el de la regulación, que tiene que ver con horarios, respecto de lo cual algunos sectores estiman que podrían ser perjudicados. Aquí es donde debemos poner el acento. La regulación nunca debe producir excesos o externalidades que lleven a crear mercados informales.
Está claro que la prohibición del uso de ciertas drogas ha dado paso al mercado informal, al de los traficantes de drogas. Esto lo hemos asumido, lo tenemos definido así y no lo vamos a cambiar, al menos por el momento.
En cuanto al alcohol, hemos decidido regular ciertos horarios, lugares y formas de expendio. Dentro de las regulaciones está la de prohibir el ingreso a ciertos locales a los menores de 18 años de edad. En verdad, lo considero un despropósito, porque incentiva a los menores de 18 años a realizar más fiestas en casas arrendadas, donde el alcohol, al estar dentro del ámbito privado, se consume sin ningún tipo de restricción.
(Aplausos).
Por lo mismo, me parece conveniente revisar los lugares donde los menores de edad pueden ingresar. Por ejemplo, definir qué se entiende por comedores. ¿Son los restoranes, los pubs o las quintas de recreo? Eso debe quedar muy bien precisado, porque, en mi opinión, puede provocar, nuevamente, efectos negativos.
Les puedo asegurar que nada de lo que estamos hablando sobre este proyecto -insisto, nada-, va a producir efecto si no existe la voluntad de control y fiscalización. Control de las propias personas que trabajan en botillerías; control de los padres, quienes tenemos la obligación de hacerlo; control de los dueños de las discoteques, tanto al ingreso como en la barra y, lo más importante, la fiscalización que debe realizar la autoridad y la labor que debe realizar Carabineros en el sentido de evitar la aparición de los clandestinos.
Este proyecto será ley muerta si no hay control y fiscalización. Por lo tanto, deberíamos rechazar ciertas normas para revisarlas en comisión mixta, en el entendido de que el control es una especie de autorregulación. Obviamente, Carabineros no puede dejar de cumplir su función policial para evitar el clandestinaje, pero mucho de lo que se refiere al control, ya sea personal, de los empresarios, del comerciante, de los padres, tiene que ver con la autorregulación.
Ese es el punto. Entre libertad y prohibición, por tratarse de un tema tan delicado, lo que nos queda es centrarnos en la autorregulación.
Insisto en que el exceso de represión en estos problemas lleva a situaciones inhumanas. Un ejemplo es el cigarrillo. El que fumaba e iba a Estados Unidos, salía muy traumatizado. Y no dejaba de fumar, sino que, por el contrario, terminaba fumando más. Nunca vamos a ganar la batalla contra las drogas. El alcohol es un mal endémico en el país, y no es que ahora se esté consumiendo más, pues eso ha ocurrido siempre. Incluso, hemos escuchado muchos cuentos al respecto. Por ejemplo, que en el campo a las guaguas se les preparaba la mamadera con leche y alcohol.
Hoy estamos preocupados porque ese mal llegó a la ciudad. Un muchacho de 13 años ya se toma dos o tres “piscolas” o “cubas libre”. En definitiva, los muchachos toman mucho, y lo peor es que comienzan desde muy pequeños. ¡En cuántas fiestas en nuestras casas hemos tenido que buscar botellas debajo de los muebles!
Renovación Nacional votará en contra varias normas, y trabajará en la comisión mixta. Debemos lograr la capacidad de autorregulación de muchos entes y trabajar después para dar a Carabineros los medios necesarios para evitar el clandestinaje. Eso es lo que corresponde.
He dicho.
El señor SALAS (Vicepresidente).-
Tiene la palabra, por cinco minutos, el diputado señor Enrique Accorsi.
El señor ACCORSI.-
Señor Presidente , desde el punto de vista sanitario este tema es preocupante ya que daña mucho más que otras enfermedades a las cuales les damos prioridad. El alcoholismo constituye uno de los problemas más graves de salud en el país. Además, significa un gasto de alrededor de 3 mil millones de dólares al año, o sea, alrededor de veinte reformas de salud. Las dimensiones y el costo para la familia y la sociedad son enormes. El Ministerio de Salud ha hecho un estudio del que se colige un costo de 200 dólares per capita en los casos de los bebedores excesivos. Es un tema que -lo digo con mucha preocupación- se está extendiendo de manera abismante hacia los jóvenes.
Ello es muy preocupante porque todos sabemos que cuando la ingesta alcohólica comienza a menor edad, la posibilidad de que ese niño tenga otras adicciones, como las drogas más duras, está completamente garantizada. Entonces, si no controlamos el tema del alcoholismo, desde el punto de vista sanitario, le estamos pavimentando el camino en forma absoluta y clara a la drogadicción con otro tipo de droga.
Las cifras son impactantes. Hoy el consumo de drogas por jóvenes que cursan hasta cuarto medio alcanza casi el 70 por ciento y la principal droga es el alcohol.
No es necesario explicar mucho este tema, por cuanto lo hemos vivido desde siempre en las áreas rural y urbana. Es una de las lacras que hace más daño a la familia.
Un proyecto como éste necesariamente debe abordar la prevención y la educación, única manera lógica de enfrentar el problema. Soy absolutamente partidario de formar una gran alianza con todas las personas que trabajan en este rubro, a fin de que se comprometan a luchar por que se prohiba el consumo de alcohol en los menores de edad, razón por la cual propongo pasar el proyecto a comisión mixta.
No sacamos nada con restringir el horario de funcionamiento de las botillerías, porque de inmediato vamos a tener expendio clandestino al lado. Es una experiencia que todos hemos vivido en nuestras comunas; en mi caso, Peñalolén, que represento en esta Sala.
Necesitamos tener educación, prevención y horario acordes con la actividad. Es ridículo que algunos pubs o restoranes funcionen hasta las cinco de la mañana mientras que otros sólo lo pueden hacer hasta las 12 pasado meridiano o la una de la madrugada.
Desde ya anuncio que mi voto va a ser en contra de muchos artículos, a fin de que el proyecto pase a una comisión mixta, en la cual decidir su destino.
Señor Presidente , haré llegar a la Mesa un importante estudio realizado por el Ministerio de Salud sobre la materia.
He dicho.
El señor SALAS (Vicepresidente).-
En el tiempo del partido Socialista, tiene la palabra, hasta por cinco minutos, el diputado Antonio Leal.
El señor LEAL.-
Agradezco a la bancada del Partido Socialista por haberme concedido estos minutos.
Señor Presidente , comparto la opinión de la colega Pía Guzmán y del colega doctor Accorsi en relación con los horarios, tema al cual deseo referirme porque lo hemos estado conversando con representantes de organizaciones de usuarios, asociaciones de bares, discotecas y restoranes; con dueños de botillerías y padres.
Atendidas sus implicancias, este tema debe ser abordado en toda su dimensión: libertades personales, la manera en que cada persona adulta decide cómo enfrentar el alcohol, políticas de salud -como las anunciadas por el diputado Accorsi - y políticas de seguridad ciudadana.
Con respecto a estas últimas, cabe señalar que cada fin de semana llegan a Bellavista, barrio muy concurrido, más de 50 mil jóvenes. Si comparamos el gran número de personas que cada fin de semana acuden a las discotecas, bares y restoranes existentes en Bellavista, gran punto de atracción turística de nuestra capital, llegaremos a la conclusión de que el control policial que allí existe es ínfimo.
Esta situación tiene que ver también con un tema de crecimiento económico, de turismo y de empleo para la gente que trabaja en botillerías y para los artistas que trabajan en boites y discotecas. Este sector mueve 60 ú 80 mil personas en su conjunto y, por tanto, a mi juicio, es un factor de empleo en crecimiento.
Ayer, esta Cámara discutió el proyecto sobre la instalación de casinos en diversas regiones del país, lo cual importa la instalación subsidiaria de hoteles, restaurantes y locales de distracción. Como en Chile la actividad turística y recreacional felizmente va en aumento será un factor importante, pues nuestro país es muy diverso y tiene mucho que ofrecer al turismo, ya que posee muchas bellezas en cada región. Como habrá un gran crecimiento de las actividad turística, industrial y de la diversión, debemos ser capaces de legislar en función no sólo de lo que hoy tenemos, sino también desde el punto de vista de la ampliación que tendrá un sector muy relevante en materia de empleo.
Concuerdo con lo manifestado por los colegas sobre la fiscalización, y me alegro de haber logrado un amplio consenso en el Senado respecto de los horarios de funcionamiento de algunos establecimientos nocturnos, ya que me preocupaba que hubiese una posición rígida al respecto. Cerrar las discotecas a la 1 ó 2 de la madrugada significa que muchos jóvenes quedarán deambulando, lo que sin duda hará surgir locales clandestinos alternativos para terminar la noche, lo cual forma parte de una actitud y una conducta asumida que no es sólo nacional, sino mundial, ya que en todos los países las discotecas permanecen abiertas durante toda la noche. La apropiación de los espacios nocturnos es una actitud propia del siglo XXI, que se da en todos los países, incluido el nuestro.
Me preocupa la restricción a la venta de bebidas alcohólicas porque cuando a medianoche cierren las botillerías no sólo surgirán los clandestinos, sino también el expendio de bebidas alcohólicas de mala calidad, las que se venden en bolsas plásticas sin que nadie se entere qué componentes tienen, porque es una venta de alcohol no registrada ni certificada, lo que al final puede convertirse en un problema mucho más delicado para la salud de las personas.
En comisión mixta se podría debatir y precisar la ampliación del horario del cierre de las botillerías, ya que en el proyecto está muy limitado y circunscrito; el tema de las rotulaciones, porque en la actualidad hay bebidas alcohólicas que son prácticamente clandestinas, y la manera en que debemos abordar los lugares de turismo y de distracción donde se reúne la gente, como son las discotecas.
Por último, debemos coordinar mucho más la relación entre los padres, la fuerza pública, los propietarios de botillerías, discotecas, bares, restoranes y de locales nocturnos, porque el tema lo debemos abordar en conjunto para garantizar que la vida nocturna de nuestros hijos, sobre todo de los más jóvenes, sea segura, lo que forma parte de un interés colectivo que debe ser abordado por todos los actores involucrados.
He dicho.
-Aplausos.
El señor SALAS ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra la diputada señora María Angélica Cristi .
La señora CRISTI (doña María Angélica) .-
Señor Presidente , me alegro de que después de tantos años estemos debatiendo en forma seria y responsable un problema social grave. El consumo excesivo de bebidas alcohólicas afecta a muchos chilenos, ya que en el país hay más de un millón de personas alcohólicas, incluyendo jóvenes. Sin embargo, si incluimos su entorno familiar podríamos fácilmente pensar en que hay 4 ó 5 millones de personas que sufren las consecuencias de tener entre su familia un enfermo alcohólico.
La reciente encuesta del Conace permite constatar que lo más triste del caso es que este mal abarca cada vez a sectores más amplios de la sociedad. Es verdad que en Chile siempre se ha consumido mucho alcohol, pero las cifras que arroja dicha encuesta demuestran que la edad de consumo de bebidas alcohólicas ha bajado: comienza a partir de los 12 años, y ha aumentado en un porcentaje del 5 por ciento al año, lo que es muy grave. El hecho de que las niñas entre 12 y 18 años consuman más alcohol que las del tramo que va de 26 a los 34 años nos indica que algo está pasando y que algo debemos hacer.
No estoy de acuerdo con centrar el consumo excesivo de alcohol en el horario de funcionamiento de los locales que venden bebidas alcohólicas. Ése no es el problema. El problema más grave es que existe una sociedad tolerante, una sociedad -como decía el diputado Hales - que debe poner énfasis en la familia y en la educación como sectores de control.
Pero, ¿qué estamos haciendo como país para fortalecer la familia? ¿Qué hacemos en este país cuando hablamos de la familia? Hablamos de la ley de divorcio. Más allá de si estamos de acuerdo con ella, lo que hace falta es proteger a la familia, porque en ese aspecto existe un lapsus tremendo. ¿Qué protección reciben las familias más modestas? ¿Qué protección tiene la madre trabajadora? ¿Qué apoyo existe a la jornada laboral flexible, a fin de que las madres puedan estar más tiempo con sus hijos?
Cuando decimos que hay un problema de la familia que no educa a sus hijos, debemos pensar también que, como sociedad, no estamos contribuyendo para que la familia pueda cumplir esa tarea.
Cuando hablamos de prevención, es decir, que la ley obligue a todos los colegios a impartir cursos de prevención para evitar el consumo de bebidas alcohólicas, drogas y cigarrillos, ¿qué estamos haciendo por los jóvenes? ¿Los estamos proveyendo de los espacios necesarios para que hagan deportes y se recreen? ¿Dónde están los niños pobres que no viven en sus casas? ¿Dónde están los niños que desertan del colegio? ¿Qué preocupación existe por los niños y jóvenes para que puedan llevar una vida sana y entretenida? Esos son los grandes problemas.
Por eso, no estoy de acuerdo con que el problema radique en el horario de los locales que expenden bebidas alcohólicas. Ése es otro problema; es un problema económico, al cual me referiré más adelante.
Ahora, quiero dejar en claro que este proyecto no es mío, sus disposiciones no pertenecen a la diputada Cristi ; han sido elaboradas por las comisiones que han trabajado en la materia y que han escuchado a expertos en salubridad y en prevención de consumo de alcohol, a Carabineros de Chile, a la justicia, a jueces de policía local, a educadores; es decir, a un mundo de personas que han estado detrás de este proyecto. Es lo que podemos hacer como Parlamento.
Ahora, los horarios no han sido impuestos por la diputada Cristi, sino que por el Ministerio del Interior, que indicó a la Comisión de Salud del Senado los horarios que consideraba apropiados. Que dicha Comisión los haya aprobado, es otra cosa.
Pero hay otras peticiones que hicieron los comerciantes, quienes hoy aplauden que estuviéramos en contra de ellas. Por ejemplo, los comerciantes pidieron que se prohibiera la entrada de los menores de 18 años a los locales nocturnos, y así fue aprobado en el Senado. Creo que nadie estará de acuerdo con esa disposición porque, de la noche a la mañana, no se les puede decir a los jóvenes que no pueden entrar a los locales nocturnos, porque están acostumbrados a hacerlo. La solución debe ser otra: debemos hacer un esfuerzo para que los niños no ocupen los lugares destinados a los adultos. Como decía el diputado Leal , las discotecas están abiertas toda la noche; pero estoy segura de que ninguno de nosotros desea que los jóvenes de 13, 14, 15 y 16 años permanezcan en ellos toda la noche.
Ahora, la ley prohíbe y establece las sanciones más drásticas -creo que es su principal logro- para la venta de alcohol a menores, sanciones que deben ser aplicadas por los jueces del crimen o por los jueces de letras, según corresponda, porque hoy día nadie puede vender bebidas alcohólicas a menores. En ese sentido, se necesita toda la colaboración de los comerciantes.
Por otra parte, quiero decirles a los comerciantes que están presentes en las tribunas y que se entusiasman con las diversas posturas de los diputados, que en la Cámara nadie desea perjudicarlos desde el punto de vista económico. Sabemos que con su negocio mantienen a sus familias, sus hijos y que les dan la mejor educación, como siempre nos lo plantean.
Yo, más que nadie, conozco a los comerciantes de mi distrito, porque junto con ellos inicié una comuna; conozco todo el proceso de las patentes y de las ubicaciones. Hay gente a la que quiero mucho y soy muy amiga de ella; pero quiero plantear algo -me parece que también lo dijo el diputado Accorsi -: aquí hay una responsabilidad muy grande de los comerciantes, ya que de su conducta dependerán las restricciones que se impongan. Sé que entre ellos hay gente muy honorable, trabajadora y seria, que hoy, aun sin restricciones, no les venden bebidas alcohólicas a menores. Son personas que ayudan a las familias de su barrio, de su sector; son dirigentes vecinales.
Sin embargo, también debemos reconocer que hay comerciantes inescrupulosos, como en todas las actividades, que desprestigian al resto, ya que hacen que los vecinos reclamen porque sus negocios están abiertos hasta altas horas de la madrugada, porque mucha gente que entra a esos locales a comprar o consumir alcohol hace mucho ruido y cobra peaje. Son los propios vecinos los que piden mayor ordenamiento.
Respecto de los horarios, creo que todos estamos de acuerdo en que deberían ser restringidos. Pero hay algo que debe quedar muy claro y que yo, como socióloga, debo asumir: en Chile, los depósitos de bebidas alcohólicas no tenían ningún horario; podían estar abiertos las 24 horas del día. Entonces, es muy difícil, de la noche a la mañana, imponerles un horario de cierre a las 9 de la noche, como ocurre en todos los países del mundo. Es diferente hacerlo en forma paulatina; entiendo que se ha creado la costumbre de que los sistemas funcionen de esa manera.
Ahora, obviamente -aplaudieron cuando alguien lo dijo-, ellos también deben contribuir a educar a su comunidad, a que la gente se acostumbre a comprar más temprano, a que sea más ordenada. No creo que para algún comerciante en bebidas alcohólicas sea bueno estar todas las noches de todos los días de su vida atendiendo su negocio y corriendo grandes riesgos. ¿Cuántos comerciantes han sido asesinados? Muchos, porque arriesgan su vida.
De manera que lo que se requiere es enfrentar un problema social con un orden social y, obviamente, en esto los comerciantes son actores muy importantes.
Hemos acogido una petición que nos formularon, entre varias, para que en la comisión mixta -estoy de acuerdo en que el proyecto llegue a esa instancia- se estudie la posibilidad de otorgarles, especialmente a los dueños de botillerías, una patente anexa para la venta de confites, cigarrillos, chocolates, etcétera, que hoy les está prohibido por una serie de exigencias difíciles de cumplir. Eso les permitiría vender otros productos, por cierto, dentro del horario que se les fije.
Por otra parte, estoy de acuerdo con quienes han sostenido que, si no hay fiscalización, será mucho más difícil que la ley sea efectiva. Por eso, legislamos en varios sentidos. El hecho de que los juzgados de policía local puedan decretar órdenes de allanamiento contribuirá a que la policía pueda fiscalizar y terminar rápidamente con los negocios clandestinos.
¿Por qué la gente dice que los carabineros se hacen los lesos? Porque, muchas veces, piden órdenes de allanamiento, pero no se las dan y no pueden cerrar un negocio clandestino. Ahora no podrán decir que el juez de policía local no les dio la orden de allanamiento, y cuando un vecino o un comerciante denuncie a un clandestino tendrán que acudir. De no ser así, el vecino podrá concurrir al juzgado de policía local de su barrio y no será necesario que vaya al juzgado del crimen, donde no lo atenderán. De manera que debemos tener claro que, aparte de las multas y la pena de cárcel, la orden de allanamiento que propone el proyecto desincentivará en forma mucho más expedita el clandestinaje.
El proyecto contiene una serie de normas, algunas de las cuales tienen que ver con los vehículos clandestinos que reparten bebidas alcohólicas en las poblaciones. A los vehículos detectados se les aplicarán multas altísimas y serán fácilmente controlados. Sabemos que existen estos vehículos que venden bebidas alcohólicas en las poblaciones en forma clandestina, lo que es absolutamente inaceptable. Esto también ayudará a los comerciantes establecidos, que no han dimensionado el hecho de que, más que afectarlos, el proyecto trata de protegerlos de alguna forma.
Hemos tocado todas las áreas. Por ejemplo, en mi primera intervención me referí a que la ley de Tránsito debe penalizar en forma drástica. Hoy, como país, debemos hacer entender a la gente que el que consume alcohol no puede conducir. En Estado Unidos los vehículos tienen un logo que dice: “El que toma no conduce”, y a eso debemos llegar. Es posible que a todos los que estamos presentes aquí nos cueste entenderlo porque no existe una cultura respecto de lo que significa conducir en estado de ebriedad. Eso es lo que hay que lograr, educando en ese sentido. Incluso, para otorgar la licencia de conducir por primera vez, la ley considera las veces que el interesado estuvo involucrado en situaciones de consumo de alcohol o drogas. No es lógico otorgársela a una persona que tiene el hábito de consumir alcohol o drogas porque, evidentemente, será un conductor de alto riesgo.
Creo que el proyecto se preocupa de muchos aspectos que no hemos podido discutir, porque el debate se ha centrado en el tema de los horarios.
Nuestra bancada está de acuerdo en que el proyecto vaya a comisión mixta y a aprobar allí, por lo menos, todos lo artículos que deberían ser discutidos por esa comisión. De hecho, está el artículo relacionado con los horarios, puesto que nos gustaría analizar el último inciso que tiene que ver con el horario adicional para los depósitos de bebidas alcohólicas los fines de semana y días festivos.
No quiero referirme a algo que ya fue aprobado. Los comerciantes de mi distrito estarían aceptando el cierre de sus negocios a las 12 de la noche durante los días de semana y la extensión del horario a los fines de semana.
Por otra parte, hay varios diputados que están dispuestos a considerar la posibilidad de que en sus regiones sea el consejo regional el que establezca los horarios, separando el área turística de la residencial y considerando las características de cada comuna. Esa decisión no será de la diputada Cristi , sino de todos los diputados que analicen el asunto.
Revisaremos la prohibición a los menores de edad para entrar a las discotecas, con lo cual no estamos de acuerdo. Sin embargo, sí lo estamos con otorgar patentes adicionales a los depósitos de bebidas alcohólicas y con introducir alguna modificación al artículo 2º, que tiene que ver con la ley de Tránsito, propuestas formuladas por el diputado Burgos . Por su parte, el diputado Luksic propuso que los supermercados y minimercados tengan patentes limitadas; es decir, que no se les otorgue una adicional para la venta de bebidas alcohólicas porque, obviamente, no sería justo para los pequeños comerciantes establecidos: que además de quitarles la posibilidad de hacer su negocio, se les dé una patente adicional. Es algo de una lógica absoluta que la comisión mixta debe revisar.
Por último, me alegro de que los diputados presentes se hayan interesado en el proyecto y de que podamos seguir buscando medidas que apunten a la prevención del consumo excesivo de bebidas alcohólicas, drogas y tabaco, por cuanto es nuestra responsabilidad como parlamentarios.
No podemos evadir estas materias escondiéndonos o escudándonos permanentemente en aspectos políticos que no resuelven los problemas sociales y de pobreza que afectan a nuestro país. Proyectos como éste responden a nuestro verdadero rol como parlamentarios, ya que a los chilenos no les interesan las divisiones y las discusiones políticas que, por lo demás, no llevan a ninguna parte.
Espero que en la comisión mixta podamos resolver las dudas que quedan pendientes, pero ahora debemos aprobar en general el articulado. Mi interés es ayudar, en alguna forma, a resolver el gra-ve problema del alcoholismo en nuestro país.
Para mi, mis hijos y el resto de mi familia fue doloroso y triste que algunas personas me agredieran e insultaran, por el sólo hecho de apoyar durante tanto tiempo la iniciativa. Fue muy injusto. Por eso, como usted, ayer, señora Presidenta , pido a los responsables de los medios de comunicación que tengan consideración con la dignidad de las personas. La libertad de prensa y de expresión no debe usarse para denostar a los chilenos, en especial a quienes formamos parte de la Cámara de Diputados por un mandato ciudadano.
Ojalá que tales hechos no se vuelvan a repetir y el día de mañana, si un diputado quiere legislar, por ejemplo, en materia de drogas, que ello no signifique poner en peligro su integridad física y la de su familia.
Por lo tanto, pido respeto por las opiniones que podamos expresar en la Sala, a fin de velar por el orden social, la seguridad y la tranquilidad de nuestro país.
He dicho.
-Aplausos.
La señora ALLENDE, doña Isabel ( Presidenta ).-
Señora diputada , sin duda, interpreto a la Mesa al considerar que todos los colegas, señoras y señores diputados, merecen el respeto, no sólo de sus pares, sino que evidentemente también de la ciudadanía, como por cierto corresponde.
Tiene la palabra el diputado señor Eugenio Tuma, por cuatro minutos, con cargo al tiempo de la bancada del Partido Socialista.
El señor TUMA.-
Señora Presidenta , en primer lugar, agradezco el tiempo que me ha cedido el Partido Socialista.
La inmensa mayoría de las intervenciones han apuntado a que la legislación no nos lleve al extremo de un Estado restrictivo o represivo.
Ahora bien, a pesar de pertenecer a una Bancada opuesta, me interpreta bastante la línea de la diputada Pía Guzmán , en orden a que debemos expresar cuál es el tipo de sociedad que en definitiva queremos construir.
Diversos señores parlamentarios se han referido a la necesidad de control, de autorregulación y de participación de todos los actores, incluyendo expresamente a comerciantes, pequeños y medianos empresarios -algunos de ellos se encuentran en las tribunas- que trabajan a lo largo de Chile.
Algunas sociedades han pretendido resolver el problema del alcoholismo con medidas restrictivas, pero han debido enfrentar un rotundo fracaso. En Estados Unidos, el mayor nivel de delincuencia -si es eso lo que se quiere perseguir-, la mayor cantidad de crímenes contra las personas y la propiedad se alcanzó con ocasión de la aplicación de la ley seca. De ahí debemos sacar la enseñanza de que la restricción de horarios no es la solución al problema.
Con franqueza, ¿a quiénes impediremos el acceso a comprar o adquirir bebidas alcohólicas, si son mayores de edad, durante el horario de la restricción? ¡A las personas de los sectores de más escasos recursos!
(Aplausos).
¿Por qué debemos elaborar una ley que discrimine entre los ciudadanos? Mientras quienes gozan de altos ingresos pueden consumir alcohol cuando quieran, porque cuentan con stocks en sus bodegas, los que no tienen esa capacidad económica verían restringido su horario para comprarlo. Así, se pretende tapar el sol con un dedo.
(Aplausos).
No es posible que se quiera proteger a las víctimas del alcohol victimizando, a la vez, a un sector importante del comercio y de la economía. A través de esa prohibición no necesariamente vamos a crear una nueva cultura. La sociedad ha ido cambiando, pero no vamos a corregir determinadas conductas con la restricción de una actividad comercial.
Reitero, la sociedad ha ido cambiando. Recuerdo que cuando era joven me recogía a medianoche, lo que era considerado tarde. En la actualidad, los jóvenes recién salen de sus casas a esa hora. No se puede pretender cambiar las conductas a través de la aplicación de una ley. Para ello se requiere educación, prevención y medidas que la sociedad en su conjunto vaya aprobando.
(Aplausos).
Votaré, al igual que el resto de mi bancada, en contra de la mayoría de las disposiciones, con el objeto de elaborar un cuerpo legal más reflexivo y en la línea señalada por varios diputados y que la mayoría del país aspira y espera.
He dicho.
-Aplausos.
La señora ALLENDE, doña Isabel ( Presidenta ).-
Los numerales 15, 21, 31, 32, 39, 41 del artículo 1°; el número 1 del artículo 4°; los artículos 8° y 9°, y transitorio, requieren quórum de ley orgánica constitucional para su aprobación, es decir, el voto favorable de 63 señoras diputadas y señores diputados.
La Mesa sugiere votar las modificaciones propuestas por el Senado como un todo, sin perjuicio de que el señor Secretario entregue una relación de los artículos que diversos diputados han pedido votar separadamente, en la idea de que el proyecto vaya a comisión mixta.
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LOYOLA (Secretario).-
Los artículos en cuestión son los siguientes:
Artículo 1º, de la Cámara.
Respecto del artículo 1º, del Senado, su numeral 2, que contempla los artículos 123 y 123 bis, inciso primero.
Número 3, artículo 124.
Número 7, artículo 130.
Número 18, artículo 147, inciso primero.
Número 25, artículo 159.
Número 26, nuevo, artículo 160.
Número 29, artículo 164.
Número 30, artículo 164 A.
Número 33, artículo 168, inciso cuarto.
Número 38, artículo 173.
Artículo 2º, del Senado.
La señora ALLENDE, doña Isabel ( Presidenta ).-
Procederíamos a votar todas las modificaciones del Senado, con excepción de los artículos que acaba de leer el señor Secretario .
Tiene la palabra el diputado señor Luksic.
El señor LUKSIC.-
Señora Presidenta , pido que también se vote separadamente el artículo 123 bis.
La señora ALLENDE, doña Isabel ( Presidenta ).-
Está incluido, señor diputado .
El señor LUKSIC.-
No, pido que se vote separado su inciso primero, que señala la prohibición del ingreso de menores de dieciocho años, de los demás incisos.
La señora ALLENDE, doña Isabel ( Presidenta ).-
Señor diputado , según se acaba de señalar, el artículo 123 bis se va a votar en forma separada.
Entiendo que a veces es difícil retener toda la información y por eso ésta se entregó a los Comités como una forma de orientar a los señores diputados. Ella contiene todas las proposiones que enviaron a la Mesa los distintos Comités.
Se votarían en general, con excepción de los artículos a que ha dado lectura el señor Secretario , todas las modificaciones del Senado, en un solo bloque, respecto de las cuales no hay mayor diferencia con la Cámara. Las que requieren quórum de ley orgánica constitucional ya fueron mencionadas.
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 89 votos; por la negativa, 2 votos. No hubo abstenciones.
La señora ALLENDE, doña Isabel ( Presidenta ).-
Aprobadas.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Accorsi, Aguiló, Alvarado, Álvarez-Salamanca, Álvarez, Allende (doña Isabel), Ascencio, Barros, Bauer, Bayo, Becker, Bertolino, Burgos, Bustos, Caraball (doña Eliana), Ceroni, Cornejo, Correa, Cristi (doña María Angélica), Díaz, Dittborn, Egaña, Encina, Errázuriz, Espinoza, Forni, Galilea (don Pablo), Galilea (don José Antonio), García-Huidobro, Girardi, González (doña Rosa), Guzmán (doña Pía), Hales, Hernández, Hidalgo, Ibáñez (don Gonzalo), Jaramillo, Kast, Kuschel, Leal, Leay, Letelier (don Felipe), Longton, Luksic, Martínez, Masferrer, Melero, Mella (doña María Eugenia), Meza, Molina, Montes, Moreira, Mulet, Muñoz (doña Adriana), Norambuena, Ojeda, Olivares, Ortiz, Palma, Paredes, Paya, Pérez (doña Lily), Prieto, Quintana, Recondo, Riveros, Robles, Rojas, Saa (doña María Antonieta), Saffirio, Salaberry, Salas, Sánchez, Seguel, Sepúlveda (doña Alejandra), Soto (doña Laura), Tapia, Tohá (doña Carolina), Tuma, Uriarte, Urrutia, Valenzuela, Varela, Venegas, Vidal (doña Ximena), Vilches, Villouta, Von Mühlenbrock y Walker.
-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
Araya y Silva.
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).-
Propongo votar todas las modificaciones del Senado con las que no estamos de acuerdo.
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 1 voto; por la negativa, 89 votos. Hubo 1 abstención.
La señora ALLENDE, doña Isabel ( Presidenta ).-
Rechazadas.
-Aplausos.
-Votó por la afirmativa el diputado señor González (don Rodrigo).
-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
Accorsi, Aguiló, Alvarado, Álvarez, Allende (doña Isabel), Araya, Ascencio, Barros, Bauer, Bayo, Becker, Bertolino, Burgos, Bustos, Caraball (doña Eliana), Ceroni, Cornejo, Correa, Cristi (doña María Angélica), Díaz, Dittborn, Egaña, Encina, Errázuriz, Espinoza, Forni, Galilea (don Pablo), Galilea (don José Antonio), García-Huidobro, Girardi, González (doña Rosa), Guzmán (doña Pía), Hales, Hernández, Hidalgo, Ibáñez (don Gonzalo), Jaramillo, Kast, Kuschel, Leal, Leay, Letelier (don Felipe), Longton, Lorenzini, Martínez, Masferrer, Melero, Mella (doña María Eugenia), Meza, Molina, Montes, Moreira, Mulet, Muñoz (doña Adriana), Norambuena, Ojeda, Olivares, Ortiz, Palma, Paredes, Paya, Pérez (doña Lily), Prieto, Quintana, Recondo, Riveros, Robles, Rojas, Saa (doña María Antonieta), Salaberry, Salas, Sánchez, Seguel, Sepúlveda (doña Alejandra), Silva, Soto (doña Laura), Tapia, Tohá (doña Carolina), Tuma, Uriarte, Urrutia, Valenzuela, Varela, Venegas, Vidal (doña Ximena), Vilches, Villouta, Von Mühlenbrock y Walker.
-Se abstuvo el diputado señor Saffirio.
La señora ALLENDE, doña Isabel ( Presidenta ).-
Señores diputados, propongo integrar la comisión mixta encargada de resolver las discrepancias suscitadas durante la tramitación del proyecto de ley que modifica la ley de alcoholes, bebidas alcohólicas y vinagres, y deroga el libro segundo de la ley Nº 17.105, con la diputada señora Angélica Cristi y los diputados señores Enrique Accorsi, Francisco Bayo, Jorge Burgos y Sergio Aguiló.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
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