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El señor SALAS (Vicepresidente).-
En el tiempo de la UDI, tiene la palabra el honorable diputado Cristián Leay.
El señor LEAY.-
Señor Presidente , la pregunta que uno debiera hacer en esta sesión es por qué nuestro país se autoimpuso este protagonismo en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Esa es la pregunta inicial. ¿Por qué estamos en lo que estamos?
A nuestro juicio, por un protagonismo innecesario y absolutamente artificial, cuyo costo estamos empezando a sentir a partir de hoy. Se trata de una decisión absolutamente inconsulta, que no midió los costos, se trata de un protagonismo que, aparentemente, por las declaraciones que uno escucha, incluso del embajador de Chile ante las Naciones Unidas, es más bien como ir a calentar un sillón o para tener un llamado de Bush, de Blair, de Chirac. ¿És ese el protagonismo que se buscaba en el concierto internacional al querer ser miembro no permanente del Consejo de Seguridad? Al respecto, si le preguntara a los parlamentarios acerca de cuáles son los miembros no permanentes del Consejo, me atrevería a decir que la inmensa mayoría no sabría cuántos ni quiénes son. Lo mismo ocurriría con la ciudadanía.
Manifestamos en su momento que la Cancillería, en materia de política comercial, ha tenido grandes éxitos y ha logrado firmar acuerdos internacionales importantes. Ahora, ante esta responsabilidad inconsulta, ha enfrentado la acción política, a nuestro juicio, en forma errónea.
Pero junto con interrogarnos por qué estamos en esto, uno se pregunta si después de los hechos del 11 de septiembre de 2001, la Cancillería no midió las decisiones que tendría que tomar el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, a cargo de la seguridad mundial.
No era un cargo para ejercerlo así no más, pues implica una enorme responsabilidad, que requiere definiciones muy fuertes; no como lo señaló el embajador Juan Gabriel Valdés , quien dijo: “Que se pongan de acuerdo los miembros permanentes”; “que ellos solucionen el conflicto”. O sea, queda de manifiesto que aquí se buscó un protagonismo para ir a ocupar un asiento.
Pero se equivocan, porque si ésa es la actitud del Gobierno de Chile, en verdad nos deja muy mal ante la comunidad internacional. Este cargo se debe ejercer con responsabilidad, con independencia y velando por los principios generales que rigen al mundo, como la multilateralidad; que los acuerdos sean tomados dentro del Consejo, no en una acción unilateral; que se busque el máximo de consensos y la forma de lograr una paz efectiva, pero con decisión. No que otros tomen la decisión por uno. Chile está ahí para decidir su voto, y no como, aparentemente, ha ocurrido, pues ha tenido la actitud, desde que postuló a este cargo hasta ahora, más bien de ir a buscar una figuración para un embajador que, tal vez, el día de mañana quiera ser senador por alguna zona de nuestra región.
En verdad, como partido, consideramos básico apoyar las decisiones que se tomen dentro del Consejo de Seguridad. No podemos apoyar ni respetar las acciones unilaterales de los países, ni tampoco aceptar que las resoluciones del Consejo no se cumplan. Para que haya un orden internacional, debe haber respeto y paz, dos principios fundamentales en una organización.
Dentro de esta perspectiva, nuestro pueblo tiene, sin lugar a dudas, una vocación pacífica, y nosotros, como partido y como personas, deseamos la paz; pero para ello deben respetarse las decisiones del Consejo, las cuales deben ser tomadas en forma multilateral. Así se logra la paz, no con estallidos emocionales ni con pancartas, ni con gritos, como lo ha hecho el diputado Girardi . Eso es un show para la televisión, es como ir a sentarse en el sillón del Consejo de Seguridad para que otros decidan por nosotros. ¡Eso es show!
La política internacional se realiza en forma seria. Chile es un país de respeto, y su actuación en el Consejo de Seguridad también debe serlo. Como pueblo, a lo largo de nuestra historia, nos hemos ganado el respeto, y no estamos para shows en la Cámara; para frases como “no a la guerra”, ni para palabras líricas, sino para acciones concretas.
El Presidente del diputado Girardi nos metió en esto, y espero que pueda decidir bien en beneficio de los intereses mundiales y nacionales. Ojalá que la pancarta que mostró ayude al Jefe de Estado a tomar una resolución sensata, ya que no ha habido sensatez en el porqué nuestro país está en esta situación; tampoco una explicación, sino sólo un recuento de hechos, de lo que está pasando. Pero por una decisión unilateral del Presidente de la República , encargado de las relaciones internacionales, estamos metidos en esto. En todo caso, es una decisión suya.
Es preciso defender la paz y, tal como lo señala la Declaración de las Naciones Unidas, debemos buscar consensos y decisiones que la preserven. La paz requiere, también, que los miembros del Consejo tengan una actitud clara y no una actitud equidistante, como la que tenemos: ¡que sí, que no! A mi juicio, las posiciones equidistantes generan únicamente desconfianza en los demás miembros. Esto no es un juego, se trata de principios fundamentales. Debemos tener posiciones claras, pero, según ha señalado la señora ministra, el Gobierno todavía busca consensos. Está bien buscar consensos y ojalá que ellos se encaminen en la búsqueda de la paz y no de la guerra. Pero ¿cuál es la definición del Gobierno de Chile? El país todavía no la conoce.
En mi opinión, el período de incertidumbre en que nos encontramos está acotado. El viernes se conocerá el informe del jefe de los inspectores de las Naciones Uidas y, ese mismo día, uno de los países firmantes de la última presentación que se hizo al Consejo puede pedir votación. Quizás no exista consenso; entonces, ¿cuál será la posición del Gobierno de Chile? ¿Es clara la paz?
Siempre he escuchado decir al Presidente : “Sí, la paz”. Sin embargo, al final, en letra chica hay un pero. Se nos piden opiniones al respecto; pero ¿que podríamos decir si lo que hemos escuchado es lo que hemos leído en los diarios? No hay nada nuevo. ¿Conocemos de las conversaciones privadas del señor Lagos, que representa los intereses de Chile, con el Presidente Bush? ¿Conocemos las conversaciones privadas del Presidente Lagos con el Presidente Chirac? ¿Conocemos qué está en juego de los intereses del país por este nuevo protagonismo de nuestra nación? Cuestan caros los protagonismos cuando no se piensa en serio, cuando se quiere ocupar sillones.
La decisión la tiene el Presidente , él maneja la política exterior chilena y fue él quien decidió unilateralmente que nuestro país integrara el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Esperamos que esa definición considere los principios de la comunidad internacional de la paz, de la multilateralidad, de las resoluciones que se adoptan en el Consejo, y que, efectivamente, se compatibilicen los intereses internacionales con los de Chile y de nuestro pueblo.
Por eso, esperamos que la resolución del Presidente tenga mayor fundamento y sea distinta de la que se tomó cuando se decidió ser miembro de este Consejo sin analizar las consecuencias que ello tendría para el país.
He dicho.
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