REPÚBLICA DE CHILE CÁMARA DE DIPUTADOS LEGISLATURA 347ª, ORDINARIA Sesión 26ª, en miércoles 7 de agosto de 2002 (Especial, de 16.04 a 18.15 horas) Presidencia de los señores Salas De la Fuente, don Edmundo,y Letelier Morel, don Juan Pablo. Prosecretario, el señor Álvarez Álvarez, don Adrián. ÍNDICE I.-ASISTENCIA II.-APERTURA DE LA SESIÓN III.-ACTAS IV.-CUENTA V.-OBJETO DE LA SESIÓN VI.-DOCUMENTOS DE LA CUENTA ÍNDICE GENERAL Pág. I.Asistencia4 II.Apertura de la sesión7 III.Actas7 IV.Cuenta7 V.Objeto de la sesión. Cumplimiento de programa especial de otorgamiento de pensiones asistenciales7 VI.Documentos de la Cuenta. 1.Oficio de la Excma. Corte Suprema, por el cual remite su opinión respecto del proyecto, iniciado en mensaje, que modifica la ley Nº 18.287, sobre Procedimiento ante los juzgados de policía local, en lo relativo al cobro de multas (boletín Nº 299807)37 I. ASISTENCIA Asistieron los siguientes señores diputados: (111) --Aguiló Melo, Sergio --Alvarado Andrade, Claudio --ÁlvarezSalamanca Büchi, Pedro --Álvarez Zenteno, Rodrigo --Allende Bussi, Isabel --Araya Guerrero, Pedro --Ascencio Mansilla, Gabriel --Barros Montero, Ramón --Bauer Jouanne, Eugenio --Bayo Veloso, Francisco --Becker Alvear, Germán --Bertolino Rendic, Mario --Burgos Varela, Jorge --Bustos Ramírez, Juan --Caraball Martínez, Eliana --Cardemil Herrera, Alberto --Ceroni Fuentes, Guillermo --Cornejo Vidaurrazaga, Patricio --Correa De la Cerda, Sergio --Cristi Marfil, María Angélica --Cubillos Sigall, Marcela --Delmastro Naso, Roberto --Díaz Del Río, Eduardo --Dittborn Cordua, Julio --Egaña Respaldiza, Andrés --Encina Moriamez, Francisco --Escalona Medina, Camilo --Escobar Urbina, Mario --Espinoza Sandoval, Fidel --Forni Lobos, Marcelo --Galilea Carrillo, Pablo --Galilea Vidaurre, José Antonio --García García, René Manuel --GarcíaHuidobro Sanfuentes, Alejandro --González Torres, Rodrigo --Guzmán Mena, Pía --Hales Dib, Patricio --Hernández Hernández, Javier --Hidalgo González, Carlos --Ibáñez Santa María, Gonzalo --Ibáñez Soto, Carmen --Jaramillo Becker, Enrique --Jarpa Wevar, Carlos Abel --Jiménez Villavicencio, Jaime --Kast Rist, José Antonio --Kuschel Silva, Carlos Ignacio --Lagos Herrera, Eduardo --Leal Labrín, Antonio --Leay Morán, Cristián --Letelier Morel, Juan Pablo --Letelier Norambuena, Felipe --Longton Guerrero, Arturo --Longueira Montes, Pablo --Lorenzini Basso, Pablo --Luksic Sandoval, Zarko --Martínez Labbé, Rosauro --Masferrer Pellizzari, Juan --Melero Abaroa, Patricio --Mella Gajardo, María Eugenia --Meza Moncada, Fernando --Molina Sanhueza, Darío --Monckeberg Díaz, Nicolás --Montes Cisternas, Carlos --Mora Longa, Waldo --Moreira Barros, Iván --Mulet Martínez, Jaime --Muñoz Aburto, Pedro --Navarro Brain, Alejandro --Norambuena Farías, Iván --Ojeda Uribe, Sergio --Olivares Zepeda, Carlos --Ortiz Novoa, José Miguel --Palma Flores, Osvaldo --Paredes Fierro, Iván --Pareto Vergara, Cristián --Paya Mira, Darío --Pérez Arriagada, José --Pérez Opazo, Ramón --Pérez San Martín, Lily --Pérez Varela, Víctor --Prieto Lorca, Pablo --Quintana Leal, Jaime --Rebolledo González, Víctor Manuel --Recondo Lavanderos, Carlos --Riveros Marín, Edgardo --Robles Pantoja, Alberto --Rojas Molina, Manuel --Rossi Ciocca, Fulvio --Saa Díaz, María Antonieta --Saffirio Suárez, Eduardo --Salaberry Soto, Felipe --Salas De la Fuente, Edmundo --Seguel Molina, Rodolfo --Sepúlveda Orbenes, Alejandra --Soto González, Laura --Tapia Martínez, Boris --Tarud Daccarett, Jorge --Tohá Morales, Carolina --Tuma Zedan, Eugenio --Ulloa Aguillón, Jorge --Uriarte Herrera, Gonzalo --Urrutia Bonilla, Ignacio --Valenzuela Van Treek, Esteban --Varela Herrera, Mario --Vargas Lyng, Alfonso --Venegas Rubio, Samuel --Vidal Lázaro, Ximena --Vilches Guzmán, Carlos --Villouta Concha, Edmundo --Von Mühlenbrock Zamora, Gastón --Walker Prieto, Patricio Con permiso constitucional estuvieron ausentes la diputada señora Adriana Muñoz y los diputados señores Enrique Acorssi, Guido Girardi, Aníbal Pérez y Leopoldo Sánchez. Asistió, además, el senador señor Jorge Lavandero. Concurrieron, también, los ministros del Trabajo y Previsión Social, señor Ricardo Solari; de Vivienda y Urbanismo, señor Jaime Ravinet, y del Interior (S), señor Jorge Correa Sutil. II. APERTURA DE LA SESIÓN Se abrió la sesión a las 16.04 horas. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- En el nombre de Dios y de la Patria, se abre la sesión. III. ACTAS El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- El acta de la sesión 22ª se declara aprobada. El acta de la sesión 23ª queda a disposición de las señoras diputadas y de los señores diputados. IV. CUENTA El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- El señor Prosecretario va a dar lectura a la Cuenta. El señor ÁLVAREZ (Prosecretario) da lectura a los documentos recibidos en la Secretaría. V. OBJETO DE LA SESIÓN CUMPLIMIENTO DE PROGRAMA ESPECIAL DE OTORGAMIENTO DE PENSIONES ASISTENCIALES. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Corresponde “analizar cuál ha sido el grado de desarrollo en todas las regiones del país respecto del ofrecimiento realizado en los meses de noviembre y diciembre del año 2001, por el Ministerio del Interior, en virtud del cual disponía ampliar los recursos para el otorgamiento de pensiones asistenciales, Pasis, durante el año 2002, a través de las intendencias regionales”. El tiempo previo de quince minutos corresponde al Comité de la Unión Demócrata Independiente. Tiene la palabra el diputado señor Pablo Galilea. El señor GALILEA (don Pablo).- Señor Presidente, comienzo mi intervención lamentando la ausencia de los ministros del Trabajo, de Hacienda y, especialmente, del Interior, quienes fueron invitados a esta sesión especial con el objeto de que nos explicaran los hechos que a continuación vamos a señalar. En nombre de la bancada de Renovación Nacional, intervengo en esta sesión especial para solicitar al Gobierno que nos aclare la forma en que se están pagando las pensiones asistenciales extraordinarias prometidas a más de 20 mil personas pobres, en su gran mayoría ancianos, como también inválidos y enfermos. Nos habría gustado que los señores ministros nos respondieran y explicaran la importante decisión del Gobierno de otorgar esas pensiones asistenciales, la que fue comunicada a través de una carta que, en su parte medular, señala: (Hablan varios señores diputados a la vez). Señor Presidente, solicito que ponga orden en la Sala, ya que, al parecer, los colegas de la Concertación no están interesados en este tema tan sensible desde el punto de vista social. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Puede continuar, señor diputado. El señor GALILEA (don Pablo).- Decía que la carta expresaba lo siguiente: “Por especial encargo de su Excelencia el Presidente de la República, don Ricardo Lagos Escobar, me permito informar a Ud. que su postulación a la Pensión Asistencial que se encontraba en lista de espera, ha sido aceptada para el primer trimestre del año 2002”. A continuación, señalaba que este beneficio “le otorgará además el derecho a recibir atención gratuita de salud en consultorios y hospitales del país”. Pues bien, frente a tan buena noticia, apenas cumplido el plazo fijado por el Gobierno, esto es en el mes de marzo, empezaron a acercarse a las municipalidades, intendencias, gobernaciones y, luego, a las oficinas de parlamentarios, las personas que fueron destinatarias de la misiva antes descrita, con tan importante noticia. En la medida en que transcurría el tiempo, comenzaron a exigir que se les cumpliese lo prometido. Es así que, como consecuencia de la presión de la gente, supimos de las circulares Nºs 52 y 53, del Ministerio del Interior, del 29 de noviembre y 7 de diciembre, respectivamente, en las que el ministro Insulza instruía a los intendentes del país para que informen “de inmediato de esta importante decisión a cada uno de los nuevos beneficiarios de su región. Esto es, a todos aquellos que estando inscritos en las listas de espera al 30 de noviembre, cumplan con los requisitos para postular”. Señor Presidente, los intendentes cumplieron las instrucciones del ministro del Interior. Sin embargo, llama mucho la atención la celeridad en el despacho de la carta antes citada, ya que, incluso, se contrató franqueo ultrarrápido para su despacho. Sin pretender ser muy suspicaz, como todo esto se llevó a cabo en plena campaña parlamentaria, uno podría pensar que este anhelado beneficio otorgado por el Estado a gente de muy escasos recursos fue instrumentalizado electoralmente. Esta presunción se acentúa más con el paso del tiempo, los reclamos de la gente, el contexto en que se desarrollaron los hechos y los testimonios, como el de la señora Eliana Gutiérrez, de Quinta Normal, quien declara en el diario “Las Últimas Noticias”: “Yo no iba a votar, pero me ayudaron a ir, en virtud de tan buena noticia, y todo fue un engaño”. (Hablan varios señores diputados a la vez). Señor Presidente, le ruego nuevamente que ponga orden en la Sala. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Tiene la palabra el señor Iván Moreira para plantear un asunto reglamentario. El señor MOREIRA.- En primer lugar, ofrezco mis excusas al diputado Galilea por esta interrupción. En segundo lugar, señor Presidente, no tengo por qué decirle cuál es su “pega”, pero me parece que su Señoría debe resguardar el orden y el silencio en la Sala mientras un diputado expone sobre un tema tan importante, como es el de la fiscalización del actuar del Ejecutivo. En tercer lugar, pido que aplique el Reglamento. Y, en cuarto lugar, me extraña mucho que la Concertación constantemente haga gárgaras con la fiscalización, pero cuando ejercemos esa facultad, no mantiene el orden que corresponde. He dicho. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Puede continuar, señor Galilea. El señor GALILEA (don Juan Pablo).- Si me lo permiten los colegas, señor Presidente. Decía que la señora Eliana Gutiérrez, de Quinta Normal, que vive de allegada y debe ser operada en los próximos meses, señaló al diario “Las Últimas Noticias” lo siguiente: “Yo no iba a votar, pero me ayudaron a ir en virtud de tan buena noticia, y todo fue un engaño”. Solicitamos una explicación del Gobierno al respecto. Ahora se pretende justificar todo eso con el decreto supremo Nº 63, de 19 de diciembre de 2001, el cual fija el marco presupuestario por regiones para el pago de nuevas pensiones asistenciales durante el año 2002, que además se distribuyen entre los meses de febrero y noviembre. Sobre este decreto, en el cual se amparan para justificar el no pago de las pensiones asistenciales, habría que decir dos cosas. Primero, no guarda ninguna relación con el tenor de la carta, pues en la misiva se indicaba a los destinatarios que comenzarían a recibir su pensión en el mes de marzo, compromiso que hasta ahora no se ha cumplido. Segundo, establece el incremento mensual de pensiones asistenciales hasta cubrir las listas de espera, que ascendían a más de 17 mil personas a lo largo del país. Sin embargo, esto tampoco se ha cumplido y existe un desfase de, a lo menos, dos meses, lo cual también requiere una explicación. Ante esos hechos, demandamos del Gobierno el cumplimiento del compromiso contraído. Nos parece un crimen crear ilusiones y expectativas en ancianos, inválidos y enfermos mentales en condiciones de pobreza e indigencia al informarles por escrito que recibirán un beneficio que hasta la fecha, en su gran mayoría, no se ha entregado. Un Gobierno con verdadero sentido y responsabilidad social no juega con las personas pobres del país. He dicho. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Tiene la palabra el diputado señor Julio Dittborn. El señor DITTBORN.- Señor Presidente, por conversaciones que he tenido con algunas autoridades de Gobierno, tengo la sensación de que no está claro lo que pasó y que hubo una notable falta de coordinación. Quiero ayudarles a comprender lo que hicieron. El Ejecutivo tiene un programa de otorgamiento de pensiones asistenciales que data desde 1975. Durante el año 2001 entregó la cantidad de 367.387 pensiones asistenciales por vejez, invalidez o deficiencia mental. Eso es lo que contempla un programa normal, el que todos los años considera un pequeño aumento en el número de pensiones, lo cual es muy bienvenido. Por ejemplo, en 2001, por decreto supremo, subió en 1.735 pensiones mensualmente, o sea, alrededor de 17 mil para el año 2002. Esto es lo normal. Se pagan a través del INP y depende del Ministerio del Trabajo. Sin perjuicio de ese programa normal, el 29 de noviembre del 2001, es decir, 10 días después del decreto supremo que aprobaba las pensiones asistenciales para 2002, el ministro Insulza mandó el oficio Nº 52 a todos los intendentes del país, cuyo segundo párrafo, que es el más relevante, dice lo siguiente: “Para estos efectos solicito a usted a todos los intendentes informar de inmediato de esta importante decisión se refiere a la decisión del Gobierno que ha dispuesto ampliar los recursos para el otorgamiento de pensiones asistenciales durante el año 2002 a cada uno de los nuevos beneficiarios de su región”. Esto es, a todos los inscritos en las listas de espera al 30 de noviembre que cumplan con los requisitos para postular al beneficio. Es decir, el ministro Insulza ofició a todos los intendentes del país para decirles que el objetivo del Gobierno era terminar con las listas de espera de las personas que estaban postulando a una pensión asistencial. Luego, el 7 de diciembre manda otro oficio para insistir en lo mismo. No voy a leerlo porque es muy largo, pero básicamente expresa la idea de terminar con las listas de espera de postulantes a ese beneficio. El Presidente de la República, don Ricardo Lagos, el 13 de noviembre más o menos en la misma fecha, poco antes del oficio del ministro Insulza anunció en Valdivia la entrega de 150 mil nuevas pensiones asistenciales que se comenzarían a recibir a partir del año 2002. El Primer Mandatario dijo textualmente: “Tenemos más de 150 mil adultos mayores que han solicitado pensiones asistenciales, que son aquellos que por distintas razones durante su vida no tuvieron acceso a pensión alguna. Con las medidas que hemos tomado, esos 150 mil adultos mayores van a recibir una pensión asistencial durante el año 2002”. En nuestras oficinas hemos atendido a numerosas personas con las cartas aludidas; en mi caso, suscrita por el ex intendente de la Región Metropolitana, Sergio Galilea, la que dice: “Cumplo con informar a usted que el Gobierno de Chile, reforzando sus políticas sociales hacia los más necesitados, ha dispuesto ampliar los recursos para el otorgamiento de pensiones asistenciales durante el año 2002 beneficiando a las personas que se encuentran en la lista de espera regional y cumplan con los requisitos para acceder a dicho beneficio. Analizando su situación, me es muy grato informar a usted en nombre del Gobierno que ha sido beneficiado con el otorgamiento de una pensión asistencial a partir del mes de marzo del año 2002. Consciente de que este beneficio ayudará a mejorar la calidad de su vida, labor en la que estamos empeñados, le saluda muy atentamente, Sergio Galilea”. Esta carta es del 10 de diciembre: seis días antes de la última elección parlamentaria. Quiero que el señor ministro informe cuántas de estas cartas se mandaron en todo el país porque lo que sabemos es que el ministro Insulza les ordena a los intendentes terminar con las listas de espera y cuántos de sus destinatarios están recibiendo las pensiones asistenciales prometidas. No me refiero, señor ministro porque no quiero que me confunda a las 1.735 pensiones asistenciales mensuales que de acuerdo con el decreto supremo Nº 63 se otorgarán durante el año eso es parte del programa normal del ministerio, sino al programa extraordinario para terminar con las listas de espera, como se anunció pocos días antes de la última elección parlamentaria. Por último, señor ministro, como estoy cierto de que muchas de las pensiones prometidas no se han entregado porque he recibido a los beneficiarios en mi oficina, me pregunto: ¿cuándo el Gobierno espera cumplir con la promesa que hizo pocos días antes de la elección parlamentaria? Es extremadamente delicado jugar con las esperanzas de las personas más pobres de nuestro país. Es muy poco serio prometer beneficios que finalmente no se otorgan. Me parece una crueldad. Me refiero a la gente de más escasos recursos de nuestro país, a la que antes de las elecciones se le promete beneficios y se le dice que se entregarán en marzo de este año. Estamos en agosto y conozco a varias de esas personas que nunca la han recibido. Una señora me decía: “¡Cómo puede ser, señor diputado, que la firma del intendente no valga nada! O sea, no vale nada la carta que yo recibí”. Un día llamé a la Intendencia de la Región Metropolitana haciéndome pasar por el hijo de una de las beneficiadas para saber si efectivamente esto existe o no debo reconocer que cometí una pequeña falta a la verdad, por lo que ofrezco mis excusas, y me dijeron sencillamente: “No hay plata. Efectivamente ésta fue una promesa que se hizo, pero no hay plata”. Es decir, hay que ponerse a la cola y esperar que en algún minuto llegue. Repito, queremos saber cuántas cartas se enviaron, en cuántos casos se ha realizado lo prometido y cuándo se cumplirá el resto. He dicho. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Tiene la palabra el señor ministro del Trabajo. El señor SOLARI (ministro del Trabajo y Previsión Social).- Señor Presidente, concurrimos a esta sesión en el entendido de que se trataría el tema para el cual fue citada: “analizar el grado de desarrollo en todas las regiones del país respecto del ofrecimiento realizado en los meses de noviembre y diciembre del año 2001, por el Ministerio del Interior, en virtud del cual disponía ampliar los recursos para el otorgamiento de pensiones asistenciales, Pasis, durante el año 2002, a través de las intendencias regionales”. En verdad, el otorgamiento de pensiones se hace a nivel regional, mediante un proceso de concursabilidad, cuyo instrumento es la ficha CAS, que permite focalizar a quiénes se otorgan y, en consecuencia, establecer el número de pensiones por regiones. Otro aspecto es el número de pensiones que se concede en el año, el cual se establece en la ley de Presupuestos. No es un hecho incierto, sino que está sustentado en la aprobación de dicha ley. Cuando presentamos el proyecto de ley de Presupuestos, en 2001, la lista de espera total de personas que estaban concursando por pensiones asistenciales era de alrededor de 16 mil. Cuando concluyó su trámite, ascendía a 17.061 personas. Por tanto, se asignaron 17.350 cupos, que son percibidos mes a mes por un número de 1.735, en un detalle por regiones, que no creo sea el caso entregar. Se lograron 4 mil cupos adicionales a propósito de una verificación de las pensiones asistenciales activas. Entonces, en el año 2002 se otorgarán 21.350 pensiones asistenciales. Ésas son las que están consignadas en el presupuesto, única vía o instrumento que permite la entrega de pensiones asistenciales, las que corresponden a un programa no de un año, sino de un largo período de tiempo. En 1990, se otorgaban 311 mil pensiones asistenciales; en la actualidad, 373.347, y el monto de la misma ha ido de 18.063 a 36.200 pesos. Ése es el programa y el proceso que se ha efectuado. La información entregada por el Ministerio del Interior decía relación estricta y exacta con estos antecedentes que estaban en conocimiento del Congreso, porque eran parte de la aprobación del Presupuesto nacional. Por lo tanto, desde los puntos de vista fiscal y de su mecánica, la cifra aprobada permitía abordar un número de pensiones asistenciales similar al consignado en la lista de espera a noviembre de 2001 y superaba con creces el de la lista de espera del mes de agosto del año pasado. Ésa ha sido la mecánica. Es cierto que en dos regiones, en la Undécima y en la Metropolitana, se enviaron cartas a personas que estaban en la lista de espera, las que serían beneficiadas con la pensión asistencial. Lo que sucede es que la adjudicación de las pensiones asistenciales se hace mediante un proceso de concursabilidad por el grado de pobreza. En la actualidad, la línea de corte es de 550 puntos. Es probable que algunas de las personas que estaban en la lista de espera tuvieran una calificación en la ficha de caracterización socioeconómica con un puntaje inferior al de la línea de corte al momento de su asignación. Es decir, personas que en noviembre estaban en la lista de espera, no eran elegidas si postulaban al mismo beneficio otras con un puntaje inferior en su ficha CAS. Hubo una cobertura fiscal, tanto de dinero como de cupos, vinculada a beneficios, adecuada para cubrir la lista de espera en su época, o sea, las personas que estaban en la lista de espera y con un cierto puntaje, al agregarse otras que tenían en su ficha CAS un puntaje que significaba mayor pobreza, accedieron al beneficio con posterioridad. Ésa ha sido la situación, desde el punto de vista del desempeño del Gobierno en la materia. Insisto: a nosotros nos importa, en primer lugar, el aumento de la cobertura de la ficha CAS de 310 mil a 370 mil pensiones asistenciales; en segundo lugar, el monto, y en tercer lugar, su focalización. En 1990, sólo el 35 por ciento de las personas más pobres de Chile recibían los beneficios de la ficha CAS. En la actualidad, la cifra ha subido a 53,3 por ciento. Si sumamos los dos quintiles de mayor pobreza, hemos pasado de un 55 por ciento de personas pobres que recibían este beneficio, a una focalización cercana al 80 por ciento. Por lo tanto, hemos mejorado cobertura y focalización. En cuanto a la materia que les preocupaba a los diputados señores Dittborn y Galilea, en la Región Metropolitana y en la Undécima se enviaron cartas, según la información del ministro del Interior subrogante. El total de la cobertura es la que señalé, más las 4 mil pensiones asistenciales adicionales que se reasignaron en julio. El programa completo es de 21.350, que se cumplirá hasta diciembre del año en curso. He dicho. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Tiene la palabra el diputado señor Arturo Longton. El señor LONGTON.- Señor Presidente, lo único que me viene a la cabeza es la expresión “embolar la perdiz”. No entendí nada de lo que dijo el ministro del Trabajo, porque de alguna manera trata de desorientarnos. Las preguntas de los diputados señores Dittborn y Galilea son clarísimas. Las misivas se mandaron a todas las intendencias del país, y aquí tengo la distribución, con la firma del ministro del Interior, José Miguel Insulza. Esta es la respuesta a la última afirmación del ministro que recién intervino. Aquí hay un problema de credibilidad. Estamos hablando de sendos oficios que se mandan con fecha 29 de noviembre de 2001, en plena campaña electoral, que finalizó el 16 de diciembre. A continuación, los intendentes envían a todas las personas que están en lista de espera ese mensaje tan positivo del ministro del Interior, en que les anuncia el pago de sus beneficios asistenciales. Los intendentes cumplen las instrucciones del señor ministro del Interior y le dicen a las personas que están en lista de espera que su postulación a la pensión asistencial ha sido aceptada para el primer trimestre del año 2002. Más adelante, se agrega que se tomará contacto con ellas para hacerla efectiva a la brevedad posible. Entonces, señor ministro, ¿qué nos viene a decir esta tarde? ¿Qué nos está contando? ¿Nos está expresando que esto no es cierto, que no es efectivo? Aquí hubo un uso político de las necesidades de la gente más pobre del país. Ello amerita, a lo menos, una investigación de la Cámara. Tratar de minimizarlo, de decir que no es así, de que no es cierto, es faltar a la verdad. Aquí no sólo estamos hablando de las necesidades de los más pobres, sino también de la credibilidad de las autoridades, de la responsabilidad del señor ministro con la ciudadanía, lo cual tiene que ver con la democracia, con la fe de los ciudadanos en sus autoridades y, por ende, en el sistema democrático. Después nos quejamos de que la gente tiene poca adhesión a la democracia. ¡Claro que tiene poca adhesión a la democra cia porque se hacen promesas en plenas campañas electorales que después se olvidan o no se cumplen! Luego, el ministro viene a darnos explicaciones que nadie entiende y trata de embolarnos la perdiz sin contestar derechamente lo que le estamos preguntando. Solicito una investigación los diputados la prepararán porque esta Cámara tiene que hacerse cargo de una de las mentiras más grandes de este Gobierno a la gente más pobre del país. He dicho. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Tiene la palabra el diputado señor Eduardo Saffirio. El señor SAFFIRIO.- Señor Presidente, considero que el tema justifica hacer, a lo menos, cuatro reflexiones: las tres primeras probablemente abstractas, y la cuarta, en relación con una experiencia que tuvimos en la Novena Región, en enero, a la cual me referiré al final de mi intervención. En primer lugar, esto se está presentando por los medios de comunicación social, desde hace bastante semanas o meses, como una intervención electoral del Gobierno de la Concertación en la elección parlamentaria reciente. Se pueden decir muchas cosas a través de los medios de comunicación. Vivimos en una sociedad en que la cuña, el simplismo, la frase corta, la frase efectista son muy consistentes. Pero lo bueno de una deliberación política, democrática, en un Parlamento, es que debemos razonar, argumentar y justificar los dichos, y siempre está la posibilidad de contradecir. Señor Presidente, por su intermedio quiero preguntar a los diputados si alguien cree que una elección parlamentaria en los 60 distritos de diputados y en la mitad de las circunscripciones senatoriales, por el sistema binominal vigente, se puede decidir por 17 mil pensiones asistenciales. Eso no es serio y no se necesita ser un analista electoral para darse cuenta de que, si la intención de los gobiernos de la Concertación hubiese sido manipular las pensiones asistenciales con un propósito electoral, no tendría consistencia alguna. Además, las cifras de aumento en la década de los 90 son concluyentes. En segundo lugar, quiero preguntar al diputado señor Longton, en relación con su experiencia en la Quinta Región, si compitió contra el candidato de la Concertación o contra su compañero de lista, quien entró con una “catarata” de dinero a disputarle la elección. Por eso estaba tan contento cuando llegó al día siguiente de la elección y tuvo ese gesto tan cariñoso hacia los miembros de la UDI. ¿Qué quiero decir con esto? Que en esa ocasión se eligieron 120 diputados y la mitad de los senadores a través del sistema binominal, y ahora están armando un escándalo y tratando de confundir a la opinión pública por 17 mil pensiones asistenciales, en circunstancias de que, todos sabemos, no iban a definir ninguna elección entre los bloques, en ningún distrito ni circunscripción senatorial. De hecho, se dobló a favor de una u otra coalición, sin que esto incidiera prácticamente para nada. En tercer lugar, debemos ser consistentes en lo que dice relación con la política y la economía en estos trece años. Probablemente, hemos cometido errores en el Gobierno como en cualquier obra humana. Lo reconocemos, porque no somos soberbios, no tenemos una mentalidad fascista y estamos acostumbrados a aceptar que en nuestra condición de ser humano erramos muchas veces, sobre todo en política, que es el campo de lo falible, de lo lábil, de la prudencia y no de las ciencias exactas. Pero hay un pecado que no hemos cometido y creo que sería de “fair play”, de buen estilo, que, a lo menos la Oposición más recalcitrante, que cada día nos muestra su peor cara y sus comentarios más ácidos en este hemiciclo, nos lo reconociera: hemos sido tan responsables en el manejo de la macroeconomía, de las políticas fiscales, que hoy nos estamos salvando de una crisis económica que está afectando a toda América Latina, justamente porque nadie nos puede dar lecciones a los gobiernistas, a la gente de la Concertación, acerca de cómo manejar la economía en circunstancias de restricciones. No lo hicimos ni siquiera cuando el país crecía al 7 u 8 por ciento, y con menos razón ahora. Así de responsables debemos actuar por el bien común del país en momentos de restricción económica. Que conste que a muchos de nosotros nos cuesta, porque vemos las necesidades básicas de la gente y tenemos un compromiso con la solidaridad y con la justicia social que va más allá de las elecciones, porque peleamos por ello durante los dieciséis años de dictadura, cuando no había elección alguna en el horizonte, por razones de responsabilidad. No es fácil para los colegas del Partido Socialista, del Partido por la Democracia, del Partido Radical o de la Democracia Cristiana aceptar las razones de equilibrio macroeconómico cuando vemos que, a pesar de los avances, seguimos teniendo las actuales cifras de pobreza e indigencia. Pero no le ha temblado la mano a nuestros ministros de Hacienda, a nuestros Presidentes, ni a nosotros, diputados y senadores, para ser responsables en esta materia. No hacemos populismo, no hacemos demagogia. Eso se lo reconoce a los gobiernos de la Concertación cualquier empresario serio. Así lo admiten las clasificadoras de riesgo. Entonces, que ahora, a los trece años de Gobierno, nos acusen de manipular el gasto fiscal en función de objetivos electorales, no tiene consistencia alguna. Llamo a los colegas de la Oposición a meditar sobre las dos cuestiones que estoy diciendo, porque una se desprende de la lógica, de las características de la competencia electoral bajo el sistema binominal, y la segunda, de la experiencia de trece años. Por último, para entender por qué es importante partir siempre de la buena fe de la gente, quiero exponer una experiencia que tuve como diputado electo, en enero de este año. Asumen las nuevas autoridades regionales, entre ellas, el intendente señor Pizarro. Luego se invita a una reunión a los diez diputados y cuatro senadores de la región. No llegaron todos. ¿Cuál era el tema en análisis? La nula claridad respecto de cómo se pagaban las pensiones asistenciales. Había pasado la elección y todo el mundo tenía dudas. En esa reunión estaban presentes el entonces diputado, hoy senador, señor García Ruminot, y los diputados señores Bayo, Tuma y René Manuel García. El ex diputado señor García Ruminot no tenía claridad, porque era una situación compleja desde el punto de vista de lo que había sido el debate presupuestario. En esa oportunidad, sin ser diputado ni menos haber estado presente en los debates de Hacienda, señalé que, de acuerdo con lo que me había explicado el senador Lavanderos, las 17 mil pensiones previstas en la ley de Presupuestos no se pagaban de golpe, sino que el compromiso era otorgarlas durante el año calendario. Entendía que hasta diciembre, pero ahora sé, con los nuevos datos, que el compromiso es terminar de entregarlas en noviembre. Esto se discutió en enero porque todos tenían inquietudes reitero, estaban los diputados señores Bayo, René Manuel García, Tuma, el diputado electo que habla y el único senador en ese momento, el señor García Ruminot y no había claridad acerca de cómo se pagarían las pensiones. Incluso, había opiniones contrapuestas entre algunas autoridades regionales, y el que tenía más claro el asunto era el director del INP. Entonces, no presupongamos mala fe, seamos rigurosos con la lógica. Una elección parlamentaria con el sistema binominal no se define en función de 17 mil pensiones asistenciales. Seamos rigurosos también en el análisis de cómo han manejado la economía y el gasto fiscal los tres gobiernos de la Concertación, sin caer en ninguna tentación electoral y política. Por eso hoy el país está como está, no hundido como otras naciones de América Latina. No presupongamos mala fe y celebremos el hecho de que se esté cumpliendo no sólo con las más de 14 mil pensiones entregadas hasta julio de este año, sino también porque se han aumentado en 4 mil adicionales. Hace 15 días, en la Novena Región hubo gran especulación e, incluso, críticas al intendente porque había agradecido, a través de una carta, al senador García Ruminot sus gestiones para avanzar en la entrega de pensiones asistenciales. Algunas personas de la Concertación que no entendieron la actitud del intendente, lo criticaron. Aquí no ha habido demagogia, abuso del fisco ni voluntad o intención de engañar a nadie. El asunto es tan complejo que no sólo el diputado señor Longton puede decir que no entendió nada, ya que muchos diputados de su mismo partido que participaron en la Comisión de Hacienda de la Cámara el año pasado, en enero de este año, tampoco entendieron nada. He dicho. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Tiene la palabra la diputada señora Cristi. La señora CRISTI (doña María Angélica).- Señor Presidente, en verdad hay que tener harta paciencia para ser diputado y escuchar tantas cosas malintencionadas y mal interpretadas en la Cámara. No puedo creer que el diputado señor Saffirio, fríamente, asuma nuestra preocupación por los miles de ancianos engañados como una forma de aducir un éxito parlamentario. No apuntamos a eso, sino que nos preocupa la situación de los miles de ancianos pobres del país. En todos los distritos que representamos hay personas ancianas en esa condición. No nos saquemos la suerte entre gitanos, porque todos en la Cámara alguna vez hemos demostrado preocupación por la asignación de las pensiones asistenciales. De hecho, se enviaron cincuenta o más oficios pidiendo información sobre la razón por la que no se otorgan en las distintas comunas de los distritos que representamos. Me parece indigno y un abuso que un diputado no considere lo que significa para un anciano pobre estar a la espera de recibir la pensión asistencial: llorar, sufrir y morir por ella. Aquí no se trata de un problema político, sino de la dignidad de los ancianos. Recuerdo que cuando el Presidente Frei RuizTagle anunció la creación del Servicio Nacional del Adulto Mayor, el año 2000, señaló que era un objetivo de su gobierno para dignificar a las personas más pobres. Hace algunos días, cuando se debatió en la Cámara el proyecto que crea dicho servicio, se reiteró que su objetivo era justamente dignificar e ir en ayuda de las personas mayores, en especial de las más pobres. Todos sabemos lo que significa el aumento de la esperanza de vida de los adultos mayores. Es probable que a futuro, hacia el año 2035, haya más adultos mayores que niños en el país. Por lo tanto, debemos tomar muy en serio las políticas que se están implementado para atender a esta población, la que no estaba considerada en los programas sociales, pues no hay políticas especiales para atender a los adultos mayores. Como es obvio, nos deben preocupar los más pobres, porque los demás pueden hacerse cargo de sí mismos, o bien, sus hijos u otras personas. El tema tiene que ver con la dignidad y el respeto a los adultos mayores. En cuanto a las cartas, todos sabemos que fueron enviadas. Tengo una lista, con nombres y apellidos, de cuarenta personas de La Reina, a las cuales se les envió la carta, pero aún no reciben la pensión asistencial prometida, y otra de casi doscientas personas de la comuna de Peñalolén que se encuentran en la misma situación. Lo más grave es que esto ocurrió cuando se llevaba a cabo una campaña electoral. Para qué nos vamos a engañar. En ese momento político, en noviembre de 2001, se prometió que en marzo de este año se entregarían las pensiones asistenciales. La carta ya la leyó el diputado señor Dittborn, y por eso no le daré lectura nuevamente. El ministro del Trabajo nos dijo, con mucho orgullo, que en la actualidad se otorgan 350 mil pensiones asistenciales. En verdad, es la misma cantidad que se entregaba en 1990. El año pasado, la ley de Presupuestos asignó 16 mil pensiones asistenciales adicionales, lo que se consideró como uno de los grandes logros sociales del gobierno. Así lo hizo notar en su momento el diputado señor Ortiz. Sin embargo, diputados de distintas bancadas preguntan por qué en su región, distrito y comunas aún no se otorgan esa pensiones asistenciales. Hace algunos días, el diputado señor Ulloa reclamó porque en su región, donde hay una larga lista de espera, aún no se entregan. Debemos recordar que las pensiones asistenciales no sólo son para los adultos mayores, sino también para los discapacitados. En el país hay más de 600 mil discapacitados y una lista de espera de, al menos, 50 mil que claman por una pensión asistencial. Ser pobre es terrible, pero ser inválido y pobre es una situación absolutamente desesperante. Los menores de dieciocho años reciben doble subsidio familiar, pero no pensión asistencial, a pesar de las grandes necesidades que tienen. Por otra parte, durante años hemos pedido aumentar las pensiones asistenciales, no sólo ahora, en momentos de gran cesantía, pues la lista de espera para recibirla debe superar las 25 mil personas, sino más bien, porque ésas son las que están inscritas. En relación con lo señalado por el diputado por Temuco, aclaro que en su momento el ex diputado señor José García y el diputado señor Pablo Galilea formularon una denuncia en el sentido de que, justamente, en los días previos a la elección parlamentaria de diciembre del año pasado el Gobierno prometió 25 mil pensiones asistenciales a los ancianos más pobres, las que serían entregadas en el primer trimestre de 2002. Con posterioridad, la circular de compromiso del ministro del Interior señala que serán beneficiados con la Pasis las personas que, cumpliendo con los requisitos para acceder a dicha pensión, se encuentren en las correspondientes listas de espera y tengan un puntaje en la aplicación de la ficha CAS menor o igual a 550 puntos. Luego, mediante carta, el Gobierno informó a las personas que a partir del primer trimestre de 2002 recibirían su pensión asistencial, y señaló estar consciente de que ese beneficio los ayudaría a mejorar su calidad de vida, labor en la que el Gobierno está empeñado. Dichas cartas llevan la firma de los intendentes regionales respectivos. Otra situación que afecta a los ancianos que esperan su pensión asistencial, pero que no pueden acceder a ella, es el corte de la ficha CAS en 550 puntos. Es sabido que muchos diputados han pedido modificar esa ficha y que el Mideplan desde hace mucho tiempo tiene una gran cantidad de profesionales estudiando su cambio, pero hasta el momento no se ha hecho. ¿Está mal diseñada la ficha CAS o el puntaje de corte de 550 puntos es muy bajo? En tal caso, bastaría con subir dicho umbral para que más ancianos pudieran acceder a este beneficio por el cual, especialmente hoy, añoran y claman. La Pasis, junto con el subsidio familiar, son dos de las mejores ayudas que otorga el Estado, porque llegan directamente a las personas más necesitadas. Se trata de un esfuerzo de país y son muchos los recursos que se invierten en esos beneficios, razón por la cual por ningún motivo deben dejarse de lado, sino, por el contrario, debemos estudiar la forma de aumentarlos a los ancianos más pobres, que viven situaciones dramáticas que, estoy segura, todos conocemos. Hace varios años, con diputados de todos los partidos, dimos una gran pelea para impedir que la pensión a los ancianos caducara, porque existía la idea de entregarla por tres años y luego quitarla para otorgársela a otra persona. Gracias a Dios, conseguimos que ello no ocurriera. Por último, dejo formulada una pregunta. El Gobierno ha propuesto la creación del programa Chile Solidario, el cual justamente irá en ayuda de los más pobres. Al respecto, quiero saber con qué recursos, en qué forma y cuántas pensiones asistenciales más entregará el gobierno, considerando que es el gran beneficio al cual aspiran justamente los más necesitados. A pesar de que ya se hizo uso político de ese beneficio, reclamo y hago un llamado en orden a considerar en forma especial la dignidad de los más pobres. He dicho. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Tiene la palabra el diputado señor Quintana. El señor QUINTANA.- Señor Presidente, hace una semana la Cámara de Diputados aprobó el proyecto que crea el Servicio Nacional del Adulto Mayor. Más de un millón seiscientos mil adultos mayores necesitarán de ése y de muchos otros instrumentos que efectivamente permitan ir al fondo y al espíritu de este proyecto, como es la protección social. Convocar a una sesión especial por un oficio que se envió es tener una visión pequeña del problema. La opinión pública se preguntará si pretendemos derrotar la pobreza con instrumentos eficaces, yendo más allá del umbral de los 550 puntos. Por lo tanto, lo que deberíamos discutir es qué haremos en los próximos dos o tres años, a fin de terminar con las listas de espera, insisto, más allá de los 550 puntos. En segundo lugar, quiero destacar la importancia que revisten las pensiones asistenciales, no sólo la Pasis de vejez, sino también las de invalidez y deficiencia mental, que muchas veces no se conocen, a pesar de ser parte del mismo instrumento y de representar grandes beneficios para la gente. En tercer lugar, hay algo que tampoco se conoce: el estricto procedimiento que se sigue para la asignación de estas pensiones. Creo que es comparable con la Prueba de Aptitud Académica, en relación con los puntajes. Por eso, resulta absurdo pensar que alguien podría sacar provecho o, incluso, meter mano. Por lo tanto, lo que corresponde hacer en los próximos años es avanzar de frentón aquí se ha mencionado el Programa Chile Solidario, de manera que todas estas pensiones asistenciales, que tienen un impacto positivo en la gente, cubran el mayor número de beneficiarios. No debemos olvidar que muchas familias pobres esperan este beneficio durante el año, pues no tienen un ingreso mensual. Respecto de lo manifestado por mi colega Eduardo Saffirio, creo que tiene razón. He sido uno de los parlamentarios que ha criticado el hecho de que diputados y senadores soliciten estas sesiones, a fin de intervenir en temas en los cuales nadie puede meter mano. Pero, a propósito de que esta sesión fue convocada por los oficios enviados por el ministro señor Insulza, quiero referirme a otro documento. Con fecha 15 de julio, el senador José García Ruminot envió una nota al intendente de la Región de La Araucanía a muchos les preocupa estos 4 mil cupos adicionales de pensiones, pero no los 1.700 mensuales que se están entregando, en la cual le señala que, como podrá apreciar, la preocupación que han tenido sobre el tema y la información pertinente que han compartido están rindiendo sus frutos, pues se han conseguido 4 mil nuevos cupos nacionales, de los cuales 483 el 12 por ciento fueron distribuidos en la Novena Región; 570, en la Octava Región, y 1.745, en la Región Metropolitana. Por eso, con la convocación a estas sesiones sólo estamos demostrando que pensamos que no es bueno que ese beneficio siga llegando a la gente. Termino reiterando que aquí no hay ningún aprovechamiento político, porque en este programa, más que en ninguno, no es posible llevarlo a cabo. He dicho. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Tiene la palabra el diputado señor Iván Moreira. El señor MOREIRA.- Señor Presidente, veo caras sonrientes; veo al ministro del Interior subrogante, sonriente, y también al ministro del Trabajo. Entonces, llego a una conclusión muy simple: esas sonrisas se deben a que no está la prensa, a que estamos solos. Pero la gente que ve el canal de televisión de la Cámara no presenciará, en respuesta a esa actitud, un ataque de histeria o una Oposición sólo por oposición al Gobierno. Por eso, no le voy a dar duro a mi amigo el ministro del Interior, porque ya lo ha hecho la Democracia Cristiana; le han quitado el piso y lo han dejado solo en los acuerdos a que, supuestamente, había llegado con nuestro partido. El tema de hoy es rentas municipales y no de las pensiones asistenciales. Pero nosotros debemos quedarnos con la satisfacción de que hemos asistido a esta sesión con la conciencia tranquila por lo que estamos haciendo. Ahora, si algunos creen que defender a los adultos mayores de una humillación es un acto populista, allá ellos. Aquí estamos hablando de una utilización política del gobierno de la Concertación; aquí hay responsabilidad de un intendente, del Presidente de la República y del Gobierno, porque utilizaron este instrumento en forma malintencionada para conseguir votos en una elección. Eso es lo que debe quedar claro en este hemiciclo. Margarita Zuleta Guerrero tiene 98 años, y está en una casa de reposo. Su familia no había podido conseguir una de las pensiones asistenciales ofrecidas por el Gobierno, exclusivamente porque pertenecía a la clase media. Han transcurrido tres años, y como es tanto lo que se ha empobrecido esa familia, hoy día también puede acceder a una pensión. A la señora Margarita le llegó una carta del intendente la tengo en mi mano en la cual le comunicaba que dentro del primer trimestre recibiría su pensión asistencial. Como no la recibió, le envió otra carta al intendente, y así sucesivamente, hasta llegar al Presidente de la República; pero en la última carta del intendente se le dice que está en el lugar 1.768, después que éste le había informado que era acreedora a una pensión asistencial. Aquí están las listas. Puede haber muchas explicaciones del ministro sobre el tema; pero la verdad es que hubo una humillación. Como bien lo dijo el diputado Dittborn, hubo una actitud cruel hacia los adultos mayores. Probablemente, esta sesión no será motivo de titulares en ningún medio de comunicación, pero ha servido para demostrar que hay diputados que no sólo legislamos para aparecer en la prensa, sino que también hacemos uso de nuestras facultades que nos permiten fiscalizar los actos del Gobierno. Por eso, estamos aquí por una cuestión de conciencia, para defender a los miles y miles de personas que fueron humilladas por este acto del Gobierno. Ésa es la realidad. El ministro podrá darnos muchas explicaciones sobre el procedimiento seguido, pero lo concreto es que esto fue utilizado políticamente. ¿Y qué hace la Oposición? No dejar pasar esta situación, para que haya una respuesta concreta, y que quede establecida nuestra denuncia. No sé si esto amerita la formación de una Comisión investigadora, porque todos sabemos que estas comisiones son una pérdida de tiempo. Lo importante es que deseamos dejar constancia de un hecho: la Concertación humilló a los adultos mayores con una promesa incumplida que debería revisar, porque fueron miles las cartas que se les enviaron ofreciéndoles una pensión asistencial. Hoy el Gobierno debería tener la valentía de reconocer que los utilizó electoralmente, por lo cual debería disculparse ante ellos. He dicho. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Tiene la palabra el ministro del Interior subrogante, señor Jorge Correa Sutil. El señor CORREA (ministro del Interior subrogante).- Señor Presidente, en primer lugar, pido al diputado Moreira que me ofrezca sus disculpas, porque no estaba sonriendo ni he venido a esta sesión a tratar frívolamente el tema. Si cree que estoy actuando con frivolidad y que estaba sonriendo, lo niego en forma terminante. Por eso, debería disculparse; pero, si no lo hace, allá usted. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).-¿Me permite, señor ministro? Le ruego que se dirija a la Mesa. El señor SUTIL (ministro del Interior subrogante).- Muy bien, señor Presidente. En segundo lugar, me referiré al tema del aumento de la cobertura, puesto que la diputada señora Cristi manifestó que no ha habido cobertura de las pensiones asistenciales, y expresó su preocupación por los adultos mayores. Debo decir que ésta no es una preocupación sólo de ella, sino de todo el país y, desde luego, del Gobierno. Las pensiones asistenciales que se pagaban en 1990 alcanzaban a 311 mil, y hoy, a 373.347. Esto significa, si no me fallan las matemáticas, un aumento aproximado del 20 por ciento. En tercer lugar, se nos ha acusado de hacer uso político de este instrumento. Todas las pensiones asistenciales se han pagado con estricta sujeción a la ley. No se ha hecho uso político alguno de ese instrumento. El Gobierno tiene antecedentes que revelan que con anterioridad a 1990, período que desgraciadamente no puede ser fiscalizado por razones que todos conocemos, algunas personas que no sufrían invalidez recibieron pensiones. Eso es hacer uso político de las pensiones asistenciales, pues implica no otorgarlas en conformidad con la ley. Desde el primer día de éste y de todos los gobiernos de la Concertación, las pensiones asistenciales se han otorgado con estricta y total sujeción a la ley. No he escuchado a ningún diputado espero que no se plantee señalar que se habría hecho uso político de las pensiones, porque éstas no se habrían entregado de acuerdo con las normas vigentes. En cuarto lugar, en ambas cartas del ministro del Interior se señala con toda claridad que las pensiones asistenciales serán pagadas a partir del primer trimestre del año 2002. ¿Se han preguntado cuántas cartas se remitieron? Quiero decirle al diputado Dittborn que desconozco el número exacto de cartas, pero éstas se enviaron sólo en la Región Metropolitana y en la Undécima. Me gustaría que los diputados reflexionaran acerca de las razones por las cuales sólo dos intendentes cumplieron como aquí se ha señalado la instrucción del ministro del Interior de enviar cartas a las personas beneficiadas con pensiones asistenciales y los once restantes no cumplieron esa clara instrucción que, por lo demás, habría tenido beneficios electorales. Ello se debió a que el oficio del 29 de noviembre de 2001 fue seguido por otro del 7 de diciembre del mismo año, que aclara el anterior y pide a los intendentes que se contacten con la División de Seguridad Social del Ministerio del Trabajo. En razón de esta aclaración, los 11 intendentes restantes no enviaron ninguna carta a las personas que están en lista de espera para señalarles que habrían sido beneficiadas con una pensión. Por lo tanto, si hubo algún malentendido respecto del primer oficio, éste quedó aclarado con el segundo, al punto de que ninguno de los 11 intendentes enviaron cartas. Entonces, lo que cabe discutir no es el uso político del instrumento, sino haber hecho una promesa que aún no se ha cumplido: que las pensiones asistenciales serían pagadas a las personas que están en lista de espera a partir del primer trimestre del año 2002. Del total de personas de la Región Metropolitana y de la Undécima Región a las cuales se les enviaron cartas, aún no reciben la pensión Pasis 3.250, cuyos nombres y cédulas de identidad están registrados en el ministerio. Por lo tanto, sabemos cuántas son las personas que aún no reciben las pensiones asistenciales prometidas. Según el cálculo del Gobierno, de acuerdo al desarrollo habitual de pago de las pensiones asistenciales y a la mortalidad esperada, esas 3.250 personas recibirán sus pensiones en noviembre de este año. Por lo tanto, la promesa señalada como demagógica consistiría sólo en decir que las pensiones se pagarán a partir del primer trimestre del año 2002. A mi juicio, esto no constituye algo demagógico. Hasta la fecha se han pagado todas las pensiones, con excepción de las correspondientes a las 3.250 personas que ya mencioné. Por eso, la oportunidad para plantear si el Gobierno ha cumplido o no con su promesa es a fines de este año, luego de comprobar si algunas de las tres mil doscientas cincuenta personas a quienes se les prometió el pago de pensiones no las han percibido. Ofrezco mis disculpas por no haberme dirigido a la Mesa al comenzar mi intervención, pero ello se debió a que consideré que fui objeto de una imputación que me pareció injusta. Muchas gracias, señor Presidente. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Tiene la palabra el diputado señor René Manuel García, El señor GARCÍA (don René Manuel).- Señor Presidente, no tiene ninguna importancia discutir esas cosas: sonrisas vienen, sonrisas van; que es serio, que no es serio. Eso es lo de menos; lo importante es que la gente no ha recibido las pensiones que se les prometió. Debemos preocuparnos de que se entreguen esos beneficios. Eso es lo que debemos discutir, porque si no llegamos a un acuerdo, las 150 mil personas que según su Excelencia el Presidente de la República iban a recibir pensiones, no las percibirán. Debemos analizar por qué no se ha cumplido esa promesa. Lo que está mal digamos las cosas como son es que ese ofrecimiento se haya hecho precisamente en un período eleccionario; eso molesta a cualquiera. Quizás nosotros, cuando dentro de cinco años más seamos gobierno, también lo haremos; pero no es bueno crear falsas expectativas en momentos electorales. Esto cae mal, porque mucha gente nos dice que sólo hay trabajo en época de elecciones. Puede que esto sea utilización política, pero a esto debemos agregar el bono de cien mil pesos que se dio a más de 20 mil deudores del Indap de la Novena Región. Es decir, son muchas cosas. Pero eso ya pasó; no nos quejemos. Ahora el mandato que recibimos los diputados es trabajar para que las pensiones asistenciales lleguen a la gente. Veamos cuántos son los inscritos y cuántos los beneficiados. Es posible que en una zona haya 20 mil inscritos y que las pensiones sólo aumentaran en 400. Entonces, ¿cuántos años deberán pasar para que todos reciban su pensión? Eso es lo que importa. Lo demás no interesa. Ya se cometieron los errores. ¿Qué sacamos con insistir en lo mismo? Considero que deberemos pedir la formación de una Comisión especial para que investigue qué ha pasado con los fondos, cuáles son las pensiones que falta por entregar, con cuántos recursos contamos, cómo podemos solucionar el problema. Quiero decirle al ministro que es muy fácil señalar muchas cosas en uno y otro sentido. Lo cierto es que los inválidos, los deficientes mentales y la gente que no tiene recursos no ha recibido su pensión. Ése es el fondo del asunto, y el deber del Gobierno y de la Cámara es solucionar ese problema de las personas inscritas para obtener esos recursos. Una de las formas de resolver este asunto es modificar la ficha CAS 2. En la Novena Región, la más pobre del país, por extraña coincidencia esa ficha tiene un puntaje mucho más alto que en la Región Metropolitana: en ésta se requieren 550 puntos para que una persona sea considerada pobre, y en la Novena Región de La Araucanía, se necesitan 400 y tantos puntos. Es decir, las personas menos pobres de Santiago se benefician mucho más que las de la Novena Región. Entonces, hagamos un mea culpa, porque no tiene nada de malo. La Concertación ha pedido que la gente haga actos de perdón. Pero me hago una pregunta: ¿qué habrán pensado los que esperaban recibir su pensión y aún no les ha llegado? Todos debemos meditar en eso: los diputados de Derecha, de Izquierda, todos, porque los reclamos nos los formulan a nosotros. Pero, lo que es peor, ¿saben cómo se sacan el pillo algunos funcionarios de la intendencia? Nos dicen: “¿Sabe lo que pasa, diputado? Que la municipalidad no quiere mandar la ficha”. Es decir, incluso mienten. ¿Por qué no dicen que la municipalidad sea del color político que fuera es un buzón que canaliza, y la intendencia, por mandato de su Excelencia el Presidente de la República, la que otorga las pensiones? Es esta falta de honradez la que confunde a la gente. Si una persona consulta a un diputado de Gobierno, éste le dice que la Derecha no da los fondos. Si nos pregunta a nosotros, le decimos que el Gobierno no les cumple. Así pasan los años, y las personas siguen sin recibir su pensión. Por eso, le digo al ministro que haga un pequeño esfuerzo en los últimos minutos de sesión que nos quedan y nos diga cuál es el planteamiento del Gobierno para cumplir la promesa de su Excelencia de otorgar 150 mil pensiones asistenciales. ¿Cómo se conseguirán los fondos, en cuánto aumentarán las pensiones, a quiénes se beneficiará, etcétera? El ministro dijo que no se podía fiscalizar al gobierno militar. Le voy a decir una sola cosa: en esa época no había política. ¿Por quién votaban los beneficiarios, si no había elecciones? Digamos las cosas como son. Pudo haber compadrazgos, lo que ustedes quieran; pero no se hacía política, porque no se votaba. Entonces, no caigamos en lo mismo; no nos fijemos en quiénes cometen más errores, no nos empatemos; tratemos de solucionar los problemas de la gente pobre que, como se ha dicho muy bien, no puede esperar. Si esta sesión termina con acusaciones mutuas y no se llega a una solución, habremos perdido miserablemente el tiempo. Le digo al ministro que en sus manos está la solución. Miles de chilenos pobres confían en los 150 mil cupos ofrecidos por su Excelencia el Presidente de la República, y esperamos que cumpla su promesa para satisfacer las necesidades de estas personas. He dicho. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Tiene la palabra el diputado señor José Miguel Ortiz. El señor ORTIZ.- Señor Presidente, había pensado no intervenir en esta sesión. Sin embargo, como la diputada señora María Angélica Cristi se refirió al momento en que nos correspondió discutir la ley de Presupuestos de la Nación para el año 2002, oportunidad en que señalé que uno de los grandes logros eran las Pasis, he decidido hacer uso de la palabra. Al parecer, algunos colegas olvidan algo. El proyecto de ley más importante que debe tratar el Poder Legislativo es, lejos, el de Presupuestos de la Nación. Por cierto, los trece diputados que integramos la Comisión de Hacienda de la Cámara formamos parte, por derecho propio, de la Comisión Mixta de Presupuestos, la que está integrada, también, por los cinco senadores miembros de la Comisión de Hacienda del Senado. Además, todos los parlamentarios es bueno que lo sepan las personas que están viendo el canal de televisión de la Cámara, tanto diputados como senadores que tengan interés en participar en la discusión del Presupuesto de la Nación, pueden asistir a dicha Comisión. Sin embargo, son muy pocos los que asisten y leen las actas. ¿Cuál es la verdad? Los ministros del Interior subrogante y del Trabajo ya lo explicaron. Me tocó presidir la tercera subcomisión mixta de Presupuestos. La administración financiera y el control del desarrollo presupuestario del Fondo Nacional de Pensiones Asistenciales corresponde a la Superintendencia de Seguridad Social. Además, hay tres tipos de pensiones asistenciales: la Pasis de vejez (para recibirla se requiere tener 65 años de edad o más, carecer de recursos y no ser beneficiario del sistema de previsión social); la Pasis de invalidez (se debe tener dieciocho años de edad o más, carecer de recursos y no recibir una pensión del sistema previsional o por accidentes del trabajo) y la Pasis de deficiencia mental. Pero, además, debo aclarar dos cosas. En primer lugar, la pensión asistencial es incompatible con cualquier otra pensión, independientemente de cuál sea su origen. En segundo lugar, aquí se ha afirmado que los intendentes tienen toda la culpa; pero se olvidan de algo. Cada potencial beneficiario debe postular en la municipalidad de la comuna donde reside, completando la ficha de medición socioeconómica, ficha CAS. Cuando la municipalidad no envía dicha ficha a la intendencia regional, ésta no puede conceder las pensiones asistenciales. De manera que también hay responsabilidad de los 341 alcaldes a lo largo del país en relación con el envío de las fichas CAS, que sirve para la asignación mensual de los nuevos cupos. ¿Qué ocurrió en la discusión del Presupuesto de la Nación del año 2002? Tal como lo expresó el colega Eduardo Saffirio, el año pasado, el ex diputado José García Ruminot era miembro de la Comisión de Hacienda de la Cámara. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).-¿Me permite, señor diputado? El diputado señor Paya le solicita una interrupción con cargo al tiempo de la UDI. El señor ORTIZ.- Señor Presidente, deseo terminar mi intervención. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Puede continuar su Señoría. El señor ORTIZ.- Trato de ser objetivo, porque formé parte de la subcomisión. Estoy dando cuenta de lo que se hizo; soy ministro de fe, porque fui presidente de dicha Comisión y conozco la discusión presupuestaria habida sobre la materia. El señor PAYA.- Entonces, no le mientan a la gente. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Señores diputados, les ruego evitar los diálogos. Cada Comité tiene tiempo para intervenir. El señor PAYA.- ¡No engañen a la gente! El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Llamo al orden al diputado señor Paya. Puede continuar el diputado señor Ortiz. El señor ORTIZ.- Cuando las cinco subcomisiones mixtas de Presupuestos dieron cuenta a la Sala de su cometido, el ex diputado don José García Ruminot hizo un reconocimiento a la labor realizada por la tercera subcomisión. ¿Y qué hicimos? Solicitamos que se enviara un oficio para saber cuántas personas se encontraban en lista de espera en los 341 municipios del país. La información que nos llegó a la semana siguiente si algún colega duda de ello, puede consultar al secretario abogado de la tercera subcomisión sobre la Partida de la Superintendencia de Seguridad Social indicaba que la lista de espera era de 17.061 postulantes que, a noviembre de 2001, tenían un puntaje igual o menor a 550 puntos. ¿Qué conseguimos con la indicación extraordinaria que fue aprobada por unanimidad en la tercera subcomisión? Que el presupuesto para las pensiones asistenciales, que en 2001 era de 153.859.756.000 pesos, en 2002 se aumentara en 15.000 millones de pesos, porque con esta suma se financiaban las pensiones de todas las personas que estaban en lista de espera, es decir, 17.350 cupos de pensiones asistenciales. Y eso se logró con el apoyo de parlamentarios de Gobierno y de Oposición. Se lo planteamos al ministro de Hacienda, quien envió la indicación respectiva, que fue votada favorablemente por todos los diputados de esa época. Se ha hablado del tema de las cartas. Hasta donde yo sé, en mi Octava Región no se han enviado cartas. Aquí se dijo que sólo se habían enviado en la Región Metropolitana y en la Undécima Región. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Le queda medio minuto, señor diputado. Le ruego redondear la idea. El señor ORTIZ.- Lo que ocurre aquí es que los colegas de la Oposición están en el esquema de encontrar malo todo lo que hace la Concertación, ... (Hablan varios señores diputados a la vez). ...y son ustedes quienes tratan de confundir a la opinión pública. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Le ruego que se dirija a la Mesa, señor diputado. El señor ORTIZ.- Pueden asistir a la Comisión de Hacienda de esta Corporación o pedir a sus miembros titulares la información, que llega cada tres meses, sobre el gasto de todos los ministerios y de todas las instituciones incluidas en el Presupuesto de la Nación. Lo importante es que el dinero se gaste rápidamente, sobre todo en este semestre. He dicho. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Tiene la palabra el diputado señor Juan Pablo Letelier. El señor LETELIER (don Juan Pablo).- Señor Presidente, honestamente, considero un tanto politiquero pretender que en esta sesión nos disputemos a los adultos mayores de nuestra sociedad. Espero que no sea el tema central del debate, porque sería bastante mezquino. Los parlamentarios que llevamos varios períodos, como la colega María Angélica Cristi, quien me consta sigue de cerca el tema, sabemos perfectamente que en cada proyecto de Presupuestos existe una glosa que permite al Ministerio de Hacienda decretar los gastos correspondientes al próximo año, una vez promulgada la ley. Por lo demás, en nada ha cambiado el procedimiento administrativo para asignar recursos a las regiones, específicamente los cupos que mensualmente se implementan. Quienes discutimos el proyecto de ley de Presupuestos el año pasado, sabemos que uno de los logros de la subcomisión respectiva fue, después de un debate no fácil, cambiar el punto de corte de las pensiones asistenciales. Se fijó en 550 puntos, con lo cual se logró aumentar la cantidad de pensiones asistenciales para este año, situación que aplaudimos todos al menos eso espero. Por otra parte, algunos estudios muestran las dificultades para focalizar mejor los recursos y compatibilizar, por ejemplo, los criterios de la ficha Cas versus los criterios de la Casen, los índices de pobreza de una zona urbana versus los índices de pobreza de las zonas rurales. Actualmente sabemos qué es la ficha CAS. Sin embargo, un estudio del Departamento de Economía de la Universidad de Chile, hecho por los señores David Bravo y Osvaldo Larrañaga, demuestra que en esta materia se puede avanzar mucho más. Ahora bien, la discusión debería ser entre aquellos a quienes les interesa en serio el problema de los adultos mayores, y no dar lugar a discusiones politiqueras sobre unas cartas que habría enviado, adecuada o inadecuadamente, el intendente, punto al cual me referiré más adelante. Me parece vergonzoso que alguien dé crédito a una publicación de un medio de comunicación, que afirma que el Presidente de la República dijo que habría 150 mil pensiones asistenciales nuevas. Con todo respeto, hace tiempo que algunos no creemos todo lo que leemos, porque entendemos que puede haber un error humano. Por eso, honestamente, espero que en este hemiciclo mis colegas puedan ser más serios, en el sentido de no aceptar dicha versión. Evidentemente hubo un error, pero traerlo a la Sala me parece un tanto desmedido. Sin embargo, lo que más preocupa es lo siguiente: en nuestro país, 850 mil personas reciben pensiones del INP; 377 mil, del Pasis, y sólo 320 mil qué curioso de las AFP. Es decir, las que menos pagan pensiones para los viejos son las AFP. Pero ¿cuál es el mayor problema? Hay una cantidad muy grande de personas que no reciben nada, y ésa debería ser nuestra principal preocupación. Al menos, es la preocupación de los socialistas en este debate. Cuando arbitrariamente se cambió el factor de densidad previsional de 0,3 a 0,5, durante el gobierno militar, mucha gente que antes cumplía con los requisitos para jubilar, quedó de brazos cruzados y, a pesar de haber impuesto en el sistema, hoy no tiene derecho a pensión. Se trata de miles de personas que aportaron y que después tuvieron que buscar otro mecanismo, casi pedir una limosna para sobrevivir. Por otro lado, una cantidad de personas aportan a las AFP; en las zonas rurales, trabajadores temporeros y otros del sector agrícola. Lo hacen durante varios años, pero quedan fuera del sistema porque no logran juntar los 240 meses que dispone la ley, y cuando llegan a la edad de jubilar se les acaban los fondos y no tienen derecho a la garantía estatal. ¿Qué ocurre? Trabajadores que aportaron toda su vida deben mendigar una pensión asistencial, porque el sistema no los acoge. Lo mismo pasa con muchas personas que tienen pensión de sobrevivencia. Por ejemplo, es el caso de muchas viudas, a quienes, cuando se les terminan los fondos, quedan sin ella. Incluso extranjeros que se avecindaron en este país y que aportaron al sistema, después no tienen derecho a jubilar. ¿Qué pasa con esos fondos? Por lo tanto, una de las preocupaciones del Partido Socialista es revisar la protección de los adultos mayores y no quedarnos en una minucia, en un debate politiquero al que nos han invitado a participar algunos colegas de la Oposición. Tenemos la convicción de que se necesita una profunda reforma del sistema previsional; tenemos la convicción de que las Pasis han representado un tremendo avance es cosa de observar las estadísticas para comprobar cuánto han aumentado a la fecha. A principios de los años 90, cada una era de 11 mil pesos, y ahora está por sobre los 35 mil. Por lo tanto, no cabe duda de que el avance ha sido muy significativo y de que la cobertura ha aumentado en forma importante, lo cual se logró para evitar, entre otras cosas, el fenómeno de la rotación. Aquí hubo un debate en el sentido de si era bueno que las pensiones se rotaran cada tres años es decir, que se recibieran sólo por tres años para después renovarlas; sin embargo, a veces se perdían o si es mejor el sistema actual, en el cual, una vez que se obtiene, se mantiene, lo que ha sido un logro durante estos años por la cobertura bastante más real y efectiva, razón por la cual el gasto ha aumentado a cerca de 150 mil millones de pesos. Lo cierto es que con las Pasis no resolvemos el problema de los adultos mayores. ¿Qué ocurre? Cuando uno ve la proyección de lo que viene, lo que dice relación con las personas de ciertos tramos de edad, por ejemplo, de aquellas que están entre los 55 y 64 años, puede concluir que sólo el 53 por ciento tendrá acceso a un sistema previsional. El otro 47 por ciento se distribuirá entre cotizantes independientes, y más del 28 por ciento de ese porcentaje no tendrá ningún sistema previsional, ya sea porque se encuentran inactivos o sin previsión. Es decir, la avalancha que se nos viene es muy fuerte. Por eso, necesitamos tener un debate, porque los sistemas de protección se financian de manera solidaria. Si queremos realmente preocuparnos de los adultos mayores, debemos tomar las decisiones sociales que ello implica. Nos interesa una sociedad en que no exista la discriminación por razones de género, por discapacidad o por edad. En nuestro país aún se discrimina muy fuertemente por la edad. Los socialistas hemos sido partidarios de que se revise la distribución de las Pasis. En esa materia, en la Comisión sobre discapacitados hemos compartido el criterio del colega Kast, en el sentido de que éstos deben tener una discriminación positiva al momento de acceder al beneficio. Es decir, existe el ánimo de realizar un reflexión más a fondo. Sin perjuicio de ello, donde hay, como alguien dijo, decenas de miles de personas discapacitadas en lista de espera, lo que necesitamos es ver cómo abordamos el problema de fondo. Repito: existen 850 mil personas en el INP y 377 mil beneficiarios de las Pasis, todos financiados con recursos públicos. El sistema de cotización individual financia apenas a 320.000 personas, y muchos de quienes cotizaban en las AFP cerca del 40 por ciento terminaron siendo cargas del Estado. Necesitamos un debate más a fondo en esta materia. En 2002, se crearon 17.000 pensiones, pero lo que se requiere es mejorar la focalización. Si los intendentes de la Región Metropolitana y de la Undécima Región insinuaron que las pensiones se entregarían a partir de marzo, pensando que llegarían en ese momento a todos los posibles beneficiarios, se equivocaron. Quizá malinterpretaron lo que aprobó el Parlamento, porque siempre las cuotas de aumento de las pensiones se han entregado por mes. Al igual que muchos colegas, espero que nunca más tengamos que recibir en nuestras oficinas a personas que se encuentran en el lugar 1.200 ó 1.400 de las listas de espera. En la Sexta Región se registran las listas de espera más largas del país, incluso más que las de las regiones Metropolitana, Octava y Quinta, donde existían las mayores carencias. Estamos muy interesados en que corran las listas de espera. Invito a los colegas a que convoquemos a una sesión especial en la cual estudiemos el tema del financiamiento del sistema previsional y busquemos la manera de sostener, en los próximos 20 años, uno más equitativo. Como se sabe, el de los uniformados está quebrado. Ese sistema le cuesta al Estado unos 200 millones de dólares al año, todo para mantener con prebendas a personas que jubilan con 20 años de servicio, lo que es un poco discriminatorio. Estamos contentos de que hayan aumentado las Pasis y creemos que sería óptimo que en todas las regiones pudieran correr con mayor rapidez las listas de espera. Sin embargo, más relevante resulta atender a quienes aportaron sus cotizaciones en un sistema de pensiones, pero que no encuentran protección ahora, que son adultos mayores, como asimismo a aquellos que trabajaron, pero nunca sus patrones les impusieron un solo peso. Se trata de personas que en la actualidad se encuentran absolutamente desprotegidas. Ésa es la realidad de la zona rural y de muchas localidades urbanas, y por esa gente el socialismo está preocupado. He dicho. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Tiene la palabra la diputada señora Marcela Cubillos. La señora CUBILLOS (doña Marcela).- Señor Presidente, es la segunda vez en el año que tenemos problemas con cartas mandadas por la Concertación. Esperamos que ahora, a diferencia de las del diputado señor Girardi, no nos quedemos en las meras disculpas o en reconocer lo inadecuado de ese proceder, sino que aclaremos la situación. Considero increíbles los argumentos entregados por parlamentarios de la Concertación sobre este derroche de irresponsabilidad financiera o manejo irresponsable de los recursos del Estado. Esos discursos se echaron de menos ayer, cuando analizamos los millones de dólares gastados en la compra y alhajamiento de la casa del embajador chileno en Alemania. Para eso sí que había recursos. Espero que la señora Yolanda Caro, de Ñuñoa, una de los miles de personas que recibió esta carta que contenía una promesa, no haya visto la sesión de ayer. En esa ocasión reitero se señaló que sí había plata para comprar y alhajar la casa del embajador chileno en Alemania. ¿Qué se argumentó para defender esa inversión? El diputado Escalona señaló que quien se desempeña en ese puesto es una figura relevante de la cultura nacional. La señora Yolanda Caro quizá no tiene esa envergadura, por lo que no existen recursos para cumplir con lo que se le prometió. Me parece increíble el argumento del diputado señor Saffirio, quien señaló que no existió intervención electoral a través de esta carta enviada seis días antes de la elección parlamentaria. Si no fue ése el motivo de la misiva, entonces la carta se remitió por mera crueldad, pues con ella se buscó engañar a la gente. El ministro del Trabajo argumentó que las personas que recibieron las cartas no tenían derecho a recibir pensiones asistenciales. Parece curioso, porque en el segundo párrafo de la carta se señala: “Analizando su situación, me es grato informar, a nombre del Gobierno, que usted ha sido beneficiado con el otorgamiento de esta pensión asistencial”. Es decir, analizando la situación de esas personas, el Gobierno decide enviar una carta para anunciar el otorgamiento de esa pensión asistencial. El ministro del Trabajo terminó su intervención señalando que no sabía qué otra pregunta se había formulado. Pues bien, no se ha contestado la única relevante para la gente que recibió esa misiva: cuándo le pagarán. A los ancianos y adultos mayores que recibieron la carta ya no les importa si ella fue motivada por fines electorales. Eso ya no es relevante, y da lo mismo la intención que ella perseguía. El hecho concreto es que a esas personas se les envió una carta, se les prometió una pensión y no se les ha pagado. Por lo tanto, la única pregunta que queda sin responder es cuándo el Gobierno pagará la pensión a esa gente, beneficio que se ofreció por la vía de una carta. Que no se diga ahora que por el hecho de que esos intendentes ya no ejercen sus cargos, no se pagarán esos dineros. Espero que la lista de esas personas engañadas no baje, como insinuaba el ministro subrogante, señor Correa, por la vía de la “mortalidad esperada”. La idea no es tener que repetir esta sesión en un año más y constatar que la lista de personas engañadas bajó porque murieron en la espera, sino porque el Gobierno cumplió luego su promesa. He dicho. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Tiene la palabra el diputado señor Felipe Letelier. El señor LETELIER (don Felipe).- Señor Presidente, no quisiera creer que una sesión especial sea para sacar provecho o los “trapitos al sol” respecto de lo que hicimos, hicieron o haremos. En tal sentido, sería muy importante consensuar lo que haremos a futuro. Las cartas a que se ha hecho alusión sólo se enviaron en dos regiones; pero aquí el problema se ha generalizado y todo el mundo se quiere “subir a la carreta” y decir que también circularon en sus respectivas regiones. Entre 2001 y 2002 se han entregado 56.000 pensiones, y no quiero hacer un ejercicio de comparación o intentar “empatar” las cifras. Cuando ello ocurre, nos acordamos de Büchi, del 10,6 por ciento o de otras situaciones del pasado. Yo creo que se trata de una práctica estúpida. En esto debemos mirar hacia adelante. Hace apenas dos semanas hablábamos del adulto mayor y creamos, por ley, algunas instancias e instrumentos que le darán respuesta desde la orientación hasta el beneficio material. Entonces, a uno le preocupa que se realice una sesión especial porque a dos regiones llegaron cartas de este tipo. En esta materia, existe una gran necesidad de hacer bien las cosas. Quien habla, presentó una moción para crear una pensión que beneficiará a los pequeños campesinos. Sin embargo, ese proyecto continúa durmiendo. El señor MOREIRA.- ¡Que se contesten primero las cartas! El señor LETELIER (don Felipe).- Señor diputado, escuché su intervención con mucha atención y respeto, y pido que por alguna vez mantenga esa postura. Llamo a la Oposición a que hagamos un esfuerzo a fin de ver de qué manera enfrentamos, ya no las cartas enviadas en dos regiones, sino el gran desafío de cientos de miles de personas que viven en los campos y ciudades, que requieren, por derecho humano, una pensión asistencial. El señor DITTBORN.- ¡Empecemos por la casa del embajador en Alemania! El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Ruego evitar los diálogos. El señor LETELIER (don Felipe).- Señor Presidente, no es que quiera caer en la provocación. He escuchado con mucha atención y respeto al diputado señor Dittborn. Lo que debemos hacer es terminar con el chaqueteo, las provocaciones y los insultos. Eso no le hace bien a la Corporación a la que pertenece el diputado señor Dittborn. Terminemos de una vez por todas con este circo. En la mañana, los payasos asistieron a las tribunas. Lo mejor sería que ahora nosotros subiéramos a las tribunas y que ellos bajaran al hemiciclo. Terminemos con esta “tanda”, con provocarnos y compararnos. Si se tratara de sacar los “trapitos al sol”, hay más cosas que decir de aquí para allá que en sentido inverso. Mi intervención sólo quiere llamar la atención para que busquemos algún mecanismo de financiamiento de las futuras pensiones, tema mucho más relevante que las cartas a que se ha hecho alusión. Si en dos años se entregaron 45.000 ó 46.000, tengo la confianza de que, aunque las vacas estén flacas, entregaremos muchas más pensiones dignas si Oposición, empresarios y Gobierno llegamos a un acuerdo. He dicho. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- En el tiempo del Comité de la UDI, tiene la palabra el diputado señor Ignacio Urrutia. El señor URRUTIA.- Señor Presidente, cuando oía la clase magistral que nos dio el diputado señor Ortiz acerca de cómo se podía optar a una pensión asistencial, daban ganas de salir corriendo a la municipalidad para conseguir una. El diputado señor Felipe Letelier pidió que miráramos hacia el futuro. Pero miremos siempre hacia el futuro, no solamente cuando nos convenga; porque ustedes, cada vez que no les conviene, miran hacia el pasado. Veamos realmente las cosas como son. Con respecto a las cartas, hay regiones en las cuales no se enviaron por una razón muy sencilla. El ministro del Interior encargó a los intendentes considerar los casos de 550 puntos hacia abajo; pero en cinco regiones, al menos, se les pidió considerar solamente los casos de 500 puntos y menos. Desconozco la razón; pero entre ellas está la Séptima, por ejemplo para no ir más lejos, cuyo intendente contestó que no había gente que estuviera bajo los 500 puntos, sino que entre los 500 y los 550 puntos. ¿Por qué se discriminó con algunas regiones y no se envió esa famosa carta? En buena hora no se mandó, porque, de lo contrario, tendríamos reclamos como diablo en nuestras oficinas parlamentarias. Lejos, la Región del Maule lidera los índices de cesantía. Lo hizo el año pasado, y en éste, lo hace nuevamente. Sin embargo, según lo que nos explican en reiterados oficios, el hecho de que no sea considerada se debe a que en ella no hay gente que necesite pensiones asistenciales. A tal punto ha llegado esto, que el año pasado se entregaron 2.820 pensiones asistenciales en la Séptima Región, y, en éste, fueron rebajadas a 605, es decir, 2.215 pensiones asistenciales menos que el año anterior. ¿Por qué ocurre esto? Porque en la Séptima Región no hay pobreza, la gente está en jauja, feliz de la vida. Hoy, el corte para optar a una pensión asistencial, según todos los alcaldes de allá, es de 440 puntos. ¿Quién podrá optar? Ni siquiera un indigente. Eso es lo que está pasando. Por eso no se mandaron cartas en todas las regiones; pero en las que se enviaron, hay que dar una explicación. Para eso hemos pedido esta sesión especial, no por otra razón; no para que nos expliquen cómo se hace la ficha CAS o para que nos digan cómo tenemos que enfrentar el futuro, sino para que a la gente más pobre, a la gente que fue engañada, se le dé una disculpa y, de una vez por todas, se cumpla con lo que se le dijo en esa carta. He dicho. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- En el tiempo del Comité de Renovación Nacional, tiene la palabra el diputado señor Pablo Galilea. El señor GALILEA (don Pablo).- Señor Presidente, dejemos que la gente diga si hubo o no intervención electoral; que ella juzgue. Aquí hay hechos concretos, que hemos denunciado, y que quiero reiterar. Me llama mucho la atención el interés del ministro señor Insulza de comunicar de inmediato, como lo señala la circular Nº 52, que fue repartida a todos los intendentes del país. Algunos cumplieron las instrucciones y otros no, pero el hecho concreto es que, pocos días antes de la elección, el ministro del Interior estuvo interesado en comunicar, de inmediato, a las personas que iban a recibir el beneficio después de algunos años, porque lo recibirían en noviembre de este año y se les mandó la carta en diciembre del año pasado. Eso me llama mucho la atención. Dejemos que la gente juzgue si fue o no intervención electoral, porque las elecciones ya pasaron. Luego, quiero aclarar algunas cosas que señaló el ministro del Interior subrogante. En la región de Aisén, claramente se comunicó que el beneficio fue aceptado para el primer trimestre del año 2002. Esa gente será pobre, pero sabe leer e interpretar lo que la carta dice aquí la tengo, señor ministro, y resulta que ellos están esperando el cumplimiento de ese compromiso del Gobierno. Después, escuchamos decir al diputado señor Juan Pablo Letelier, con mucha desfachatez y soltura, que es una crítica abierta al sistema previsional. Sin embargo, ustedes han estado doce años en el gobierno, han tenido mayoría en el Congreso y, sin embargo, no han solucionado los problemas. Tenemos que asumir con responsabilidad la crítica y no solamente hablar para la galería. Debemos enfrentar el problema en forma seria y responsable. Pido, porque es mi obligación como diputado por Aisén, que lo prometido se cumpla. Aquí hay una seguidilla de errores. Aquí está la carta, señor ministro, y quiero que los colegas la vean. La intendenta de Aisén cumplió instrucciones claras del ministro del Interior, por error o no, pero esa gente está esperando el cumplimiento del compromiso que asumió el Gobierno. Con los pobres no se puede jugar, y ustedes tienen la obligación y la responsabilidad de dar una respuesta a esas personas. He dicho. Aplausos. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Señores diputados, les informo los tiempos que restan a los Comités: UDI, ocho minutos; Democracia Cristiana, ocupó su tiempo; Renovación Nacional, cinco minutos; Partido Socialista-Partido Radical, completó su tiempo, y PPD, ocho minutos. Tiene la palabra el diputado señor Julio Dittborn. El señor DITTBORN.- Señor Presidente, la verdad es que en esta sesión surgió una buena noticia: solamente se engañó a la gente de dos regiones. En las otras once no se alcanzaron a mandar las cartas que sembraron tantas ilusiones en gente modesta que había sido beneficiada con la pensión asistencial. Ésa es una buena noticia, de la cual no estábamos informados, y por eso, quizás, el diputado señor Pablo Galilea y quien habla promovimos esta sesión especial. Justamente, somos representantes de la región de Aisén y de la Región Metropolitana, respectivamente, y mucha gente ha concurrido a nuestras oficinas a expresarnos su esperanza en la llegada de este beneficio. Las promesas que se hicieron a fines del año pasado son evidentes, y quiero empezar con las del Primer Mandatario. El Presidente de la República voy a leer textualmente para darle el gusto al diputado señor Felipe Letelier afirmó en su gira a Valdivia, el 13 de noviembre del año 2001, lo siguiente: “Tenemos más de 150 mil adultos mayores que han solicitado pensiones asistenciales, que son aquellos que por distintas razones durante su vida no tuvieron acceso a pensión alguna. Con las medidas que hemos tomado, prácticamente esos 150 mil adultos mayores van a recibir una pensión asistencial”. Esto lo dijo el Primer Mandatario pocos días antes de la última elección parlamentaria, y aparece en la prensa de entonces. A partir de esa promesa, ocurren una serie de otros hechos que hacen pensar que hubo una intencionalidad política. En primer lugar, ¿es usual que el ministro del Interior pida, por oficio, a los intendentes que se termine con las listas de espera para pensiones asistenciales? ¿Eso ocurre todos los años o solamente en años electorales? Estas preguntas son legítimas y deberían ser contestadas. En segundo lugar, si los intendentes sólo mandaron cartas en dos regiones, ¿es normal que ofrezcan una pensión asistencial o eso solamente ocurre en los años en que hay elecciones? Me parece que las explicaciones que se han dado claramente son insuficientes. Aquí hubo un uso electoral del beneficio, aunque no fue todo lo extenso que pensábamos. Eso lo acepto. Creí que esto había ocurrido en todas las regiones, pero, por lo que nos ha dicho el ministro del Interior subrogante, sólo ocurrió en dos, lo que, repito, es una buena nueva. Sin embargo, es evidente que las participaciones activas del ministro del Interior, a través de oficios, y que el reparto de cartas a los inscritos en las listas de espera son hechos absolutamente inusuales, que no han ocurrido en otros años o, al menos, no lo he sabido. Entonces, ¿por qué ocurre en un año electoral? ¿Por qué el Presidente promete ese número de pensiones asistenciales tan mayúsculo porque en Chile se otorgan 350 mil pensiones al año y el Presidente prometió 150 mil más a fines de 2001? Sin duda, es algo desmedido. Finalmente, el diputado Felipe Letelier preguntó y yo le contesté, a través de usted, señor Presidente, no con el ánimo de ofenderlo, sino, simplemente, con la pasión del momento cómo obtenemos más pensiones asistenciales, porque hay listas de espera. Por su parte, el diputado Juan Pablo Letelier, representante de la comuna de Rengo, señaló que había más de mil personas en listas de espera. A ambos parlamentarios les respondo que hay una sola manera que compartiría la inmensa mayoría del país. El diputado Escalona nos dijo ayer que se justificaba la construcción de la residencia del embajador de Chile en Berlín, pero, de acuerdo con el sentido común, por lo menos con el mío, choca saber que se están gastando 3 millones de dólares en su residencia privada, ni siquiera en su oficina. Con esos dineros se podrían otorgar más de 60 mil pensiones asistenciales adicionales en un año. Le pido al diputado Letelier, a través de usted, señor Presidente, que se ponga una mano en el corazón y me diga si prefiere tener una buena residencia para el embajador en Berlín u otorgar 60 mil pensiones asistenciales adicionales en un año. Yo no tengo dónde perderme. Creo que la Concertación, al aprobar ese tipo de gastos que, claramente, son absurdos y no se justifican, demuestra cómo ha ido perdiendo el contacto con la gente y la sensibilidad de lo que ella quiere. He dicho. Aplausos. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Tiene la palabra el diputado Jorge Burgos, a quien el Partido por la Democracia le ha cedido tres minutos. El señor BURGOS.- Señor Presidente, agradezco al PPD su gesto de cederme un par de minutos del tiempo que le resta. Deseo formular algunas consideraciones al debate que, en parte, he presenciado. Todos debiéramos estar contentos, Oposición y Concertación, de que en este país, en medio de una crisis económica, no sólo en el Tercer Mundo, sino también en el Primer Mundo, estemos hablando de que se distribuyen más de 250 millones de dólares al año en pensiones asistenciales. No creo que haya ningún país en Sudamérica que pueda distribuir hoy, entre las personas que no tienen pensiones de ningún tipo, ni la mitad de los fondos que distribuimos. Si hubo un intendente o gobernador que, equivocadamente, mandó una carta de este tipo, mal está. (Hablan varios señores diputados a la vez). Si hubo un intendente que, de mala fe, mandó esas cartas, pésimo está. Eso no se discute. Está muy mal. Pero lo esencial es que seamos capaces de reconocer que el esfuerzo solidario que tenemos que hacer todos, humanistas y cristianos, tiene que ver con construir un país donde podamos distribuir, entre nosotros, lo más justo posible. Eso es lo que estamos haciendo. Ojalá, en un futuro muy lejano, cuando otros sean gobierno, sean capaces de hacer eso y no que, a la primera dificultad económica, en lugar de restringir los gastos de defensa, quiten a los chilenos más pobres el 10 por ciento de reajuste de sus pensiones. Eso es lo que ha cambiado en este país: la capacidad de distribuir y no quedarse con la plata de todos los chilenos. He dicho. Aplausos. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Restan dos minutos a la UDI y seis y medio al PPD. En el tiempo de la UDI, tiene la palabra, por dos minutos, la diputada señora María Angélica Cristi. La señora CRISTI (doña María Angélica).- Señor Presidente, sólo quiero responder a la corrección que me hizo el señor subsecretario del Interior subrogante, señor Correa Sutil, respecto de las cifras que mencioné en relación con las pensiones asistenciales. Usé, como antecedente, cifras del Gobierno para decir que en 1999 se entregaban 350 mil pensiones asistenciales, y que, posteriormente, la ley de Presupuestos del año 2002 las aumentó. Asimismo, al respecto, todos los diputados preguntaban dónde estaban llegando esas pensiones, porque no les constaba que las distintas comunas las estuvieran recibiendo. Tengo en mi poder el oficio respuesta del Gobierno al enviado por el diputado Ulloa, en el cual se explica que las pensiones de 2002 se están entregando en forma paulatina, pero que, a junio de este año, no se ha totalizado el ciento por ciento. Por lo tanto, sobre mis antecedentes y dudas no estaba equivocada, y sólo he usado cifras del Gobierno. Por último, lo más relevante de esta tarde es la pregunta de la diputada Marcela Cubillos en el sentido de que, por favor, el Gobierno nos responda cuándo entregará las pensiones asistenciales que prometió en las cartas que mandó el 7 de diciembre del año recién pasado. He dicho. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Señores diputados, han completado su tiempo la Democracia Cristiana y la UDI, pero le quedan seis minutos y medio al PPD, que ya están solicitados, y cinco minutos a Renovación Nacional. Tiene la palabra, por seis minutos y medio, el diputado Antonio Leal. El señor LEAL.- Señor Presidente, cuando se discute sobre políticas de Estado y problemas que atingen a tantos miles de chilenos que no tienen pensión, hay que hacerlo de buena fe, y cuando se cita al Presidente de la República, hay que hacerlo con seriedad. Cuando, aquí, el diputado Dittborn, quien es economista por lo que debiera ser un poco más riguroso, afirma que el Presidente de la República habló de 150 mil adultos mayores que solicitaron pensiones asistenciales, quiero responderle por intermedio de la Mesa que el Presidente de la República nunca se comprometió a entregarles pensiones este año, en marzo como se dijo. Y ello, por una razón muy sencilla: la ley de Presupuestos en esto hay que ser serios y trabajar con documentos en la mano que aprobamos en el Parlamento, destinó recursos para 16 mil nuevas pensiones asistenciales, Por tanto, a esas pensiones asistenciales dará cumplimiento el Gobierno, independientemente de nuestra voluntad política, porque este Gobierno pretende atender los requerimientos de la gente más modesta del país y poder conceder las 150 mil pensiones asistenciales. Con el fin de que actuemos con seriedad, quiero decir lo siguiente: El 10 de agosto se celebra el día del minero, fecha en la cual entregaremos, como gobierno, pensiones de gracia no asistenciales a varias decenas de pirquineros de Diego de Almagro, de Chañaral y de Copiapó. Y las seguiremos entregando en el futuro a pirquineros del país que no han tenido ningún régimen previsional. Entonces, no utilicemos artimañas o argumentos falaces. El compromiso del Gobierno es entregar 16 mil pensiones nuevas, y lo cumpliremos. Y, como lo dijo el Presidente Lagos, vamos a trabajar para que los 150 mil adultos mayores que solicitaron pensiones asistenciales las puedan tener a la brevedad, de acuerdo con los recursos del país. Es muy relevante el hecho de que, en un momento en que tenemos un cobre a 66 centavos de dólar la libra, en que estamos viviendo un cerco internacional de crisis económica, creciendo menos que en el pasado, el Gobierno de la Concertación, sin embargo, tenga una política redistributiva con los proyectos de rentas municipales I y II, con las pensiones asistenciales, con las pensiones de gracia, con el conjunto de la política que ha desarrollado efectivamente; en definitiva, que tengamos un gasto fiscal controlado sin disminuir el gasto social, que es tan importante para resolver los problemas del país. No quiero referirme al problema del pasado; no quiero recordar cómo se recortaban las platas en la época en que gobernaba el señor Dittborn, quien tantas cosas ha dicho en este debate. No quiero hacerlo, porque hoy no me interesa discutir. No quiero decir cuántas propiedades tiene Pinochet y cómo ocupaban las platas en comprarse las propiedades en El Melocotón y en otros lugares del país. Ésa es la verdad. Es el robo del patrimonio nacional que ustedes hicieron cuando fueron gobierno. Y, por tanto, no tienen derecho ni moral para hablar hoy, cuando lo que estamos haciendo es cumplir con la ley, con la ley de Presupuestos y con un compromiso con los sectores más pobres de trabajadores chilenos, en cuanto a poder entregarles no robarles el 10 por ciento pensiones asistenciales porque no tienen cotizaciones. He dicho. Manifestaciones en la Sala. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Señores diputados, les ruego mantener el orden en la Sala. Tiene la palabra el señor Jorge Correa, ministro del Interior subrogante. El señor CORREA (ministro del Interior subrogante).- Señor Presidente, en relación con la pregunta que se le ha formulado al Gobierno, debo señalar lo siguiente: Las más de 370 mil pensiones asistenciales se pagarán este año, en conformidad con la ley. Asimismo, el aumento de más de 20 mil pensiones asistenciales se pagará en conformidad con la ley, esto es, a las personas que tengan menos recursos. De las personas que recibieron la carta por error, va quedando un número de 3.250 a quienes no se ha pagado. La evaluación de las cifras nos permite proyectar que, en noviembre, esas 3.250 personas estarán cubiertas de acuerdo con las preferencias que la ley establece y, si así no ocurriere, en ese mismo mes habrá que estudiar la posibilidad de asignar nuevos recursos para cumplir con aquellas personas que recibieron las cartas. Gracias, señor Presidente. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- El Comité de Renovación Nacional ha cedido dos minutos al diputado Darío Paya. Tiene la palabra su Señoría. El señor PAYA.- Señor Presidente, al menos en este tema la Concertación podría ponerse de acuerdo. El ministro acaba de decir que las pensiones que prometió el Presidente se están pagando, pero hace diez minutos un diputado nos dijo que Lagos nunca las prometió. Apareció en todos los diarios, en la época electoral, y ninguno de ustedes lo desmintió, porque les convenía ese error. El diputado Juan Pablo Letelier señala que no habló de 150 mil, sino de menos. Y el diputado Leal nos dice que, en realidad, no dijo que eran ahora. ¿Cómo es la cuestión? Todo el país sabe que el Presidente lo dijo, y si eso está en discusión aparte de que apareció en todos los diarios, lo que no lo está es lo que dice una carta por escrito enviada cinco días antes de una elección. Ahora nos dicen que fue un error. ¿Saben lo que pasa? En cualquier coalición de gobierno en la que quede un mínimo de sentido del ridículo y de la vergüenza, a un ministro o funcionario que, por error, a cinco días de una elección, promete a la gente pobre, que está sufriendo, algo que no es cierto, lo echan por inepto. Y ustedes, sin lugar a dudas, lo estarían pidiendo aquí y en cualquier parte del mundo, salvo porque son gobierno. Porque, si es que fue un error, es una vergüenza por ineptitud. Pero no nos engañemos; aquí no hubo error. Es evidente que hubo engaño, y la incapacidad de ustedes para sentir vergüenza es la razón por la que van a ser oposición en poco tiempo más. He dicho. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Tiene la palabra, por tres minutos y medio, la diputada Lily Pérez. La señora PÉREZ (doña Lily).- Señor Presidente, un diputado de la Concertación dijo que ellos jamás utilizarían políticamente el beneficio de 17 mil pensionados, porque con ellos no ganarían una elección. Si realmente pensaran así, no intentarían hacer un daño a la fe pública como se ha hecho en este caso. Porque el tema de fondo es que la gente confía en sus autoridades, más allá de quién sea el gobierno de turno. La gente cree en una carta que viene con un membrete que dice “República de Chile” “Ministerio del Interior”. Y, en esa línea, quiero refrescarle la memoria, por su intermedio, señor Presidente, al diputado Leal. Él recién ha señalado que el Presidente de la República, su Excelencia el señor Lagos, habría reconocido la existencia de 150 mil adultos mayores sin pensión asistencial en Chile. Pero quiero leerle al diputado Leal, por su intermedio, señor Presidente, lo que dijo, textualmente, el Presidente Lagos en la ciudad de Valdivia el 13 de noviembre del año pasado, cuando estaban saliendo esas cartas desde La Moneda: “Tenemos más de 150 mil adultos mayores que han solicitado pensiones asistenciales, que son aquellos que por distintas razones, durante su vida, no tuvieron acceso a pensión alguna. Con las medidas que hemos tomado, esos 150 mil adultos mayores van a recibir una pensión asistencial”. Y aseguró que las comenzarían a recibir a partir del próximo año, durante el primer trimestre. El señor LEAL.- Eso es falso. La señora PÉREZ (doña Lily).- No es falso, está consignado en un diario. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Ruego evitar los diálogos. La señora PÉREZ (doña Lily).- Por tanto, no voy a entrar a discutir,... Hablan varios señores diputados a la vez. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Señores diputados, ruego evitar los diálogos. La señora PÉREZ (doña Lily).- Señor Presidente, la Alianza por Chile ha escuchado con mucho respeto los argumentos y falsedades que han dicho... (Manifestaciones en la Sala). Señor Presidente, no entiendo, si ellos dicen que eso no es un engaño, sino un error, por qué no se calman y tratan de enmendarlo. Pero eso no es un error. Insisto, aquí hay un engaño y un daño a la fe pública. A la gente se le hizo llegar una carta con membrete y timbre del Ministerio del Interior. El propio Presidente Lagos lo anunció en su gira, a fines del año pasado, con ocasión de la campaña parlamentaria y, por tanto, lo único que debemos recibir es una respuesta concreta de parte del señor ministro del Interior, a quien veo que recién se viene enterando de la realidad. Sinceramente, creo que él está actuando de buena fe. Tengo la impresión de que hoy, realmente, está constatando que lo que dice la Oposición es cierto, en cuanto a que se estaban mandando las cartas. Entonces, no esperamos una respuesta nerviosa de algunos parlamentarios de la Izquierda, sino una respuesta correcta del ministro del Interior subrogante. Estamos seguros de que él, después de conocer los antecedentes que han entregado todos los parlamentarios de la Alianza por Chile, nos dará una respuesta satisfactoria, porque aquí, más allá de decir que algunas pensiones se están entregando, está claro que esto se utilizó con beneficio político para la campaña parlamentaria y, probablemente, muchos de los diputados de la Concertación presentes en esta Sala fueron beneficiados directos por los votos de esas personas que creyeron en ellos y que hoy ya no pueden volver a creer. He dicho. Aplausos. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Restan dos minutos y medio al Comité del PPD. Ofrezco la palabra. Ofrezco la palabra. Cerrado el debate. Se va a dar lectura al proyecto de acuerdo. El señor ÁLVAREZ (Prosecretario).- Proyecto de acuerdo Nº 86, que firman, en calidad de autores, los señores Dittborn, Hernández, Moreira, Vargas, Galilea, don Pablo; Egaña, Urrutia, Paya, Palma y Prieto, y como adherentes, las señoras Cubillos, doña Marcela; Pérez, doña Lily; Cristi, doña María Angélica, y los señores Ulloa, Díaz y Kuschel. “Considerando: 1.Que, según lo dispone el decreto ley Nº 869, de 1975, son beneficiarios de pensiones asistenciales las personas carentes de recursos, y que sean mayores de 65 años o inválidos mayores de 18 años y por último los deficientes mentales. 2.Que, por lo mismo, estamos frente al grupo de chilenos más necesitados o desposeídos de la población nacional; son los que carecen de cualquier sistema de previsión y no cuentan con los elementos mínimos para subsistir con algún grado de dignidad. 3.Que, en noviembre del año 2001, el Presidente Lagos anunció que 150.000 mil adultos mayores que hasta ahora no tenían pensiones asistenciales comenzarían a recibirlas a partir del año 2002. Como consecuencia de este anuncio, el ministro del Interior instruyó a los 13 intendentes regionales en ese mismo mes para hacer efectivo ese beneficio a un número indeterminado de adultos mayores. 4.Que es evidente que este ofrecimiento se constituyó en una herramienta electoral del gobierno del Presidente Lagos, a fin de prometer un supuesto beneficio a los ancianos más desposeídos de Chile, con el único propósito de que votaran por los candidatos de la Concertación. 5.Que, lamentablemente, no existe certeza del grado de cumplimiento de estos anuncios por parte del Gobierno; no existe claridad de cuántos adultos mayores han sido efectivamente beneficiados, cuántos falta aún por beneficiar y cuál será lo política en materia de pensiones asistenciales durante el mandato del Presidente Lagos. Por tanto, la Cámara de Diputados acuerda: Solicitar a su Excelencia el Presidente de la República que cumpla la promesa efectuada en el mes de noviembre del año 2001, en la cual expresó: “Tenemos más de 150 mil adultos mayores que han solicitado pensiones asistenciales, que son aquellos que por distintas razones, durante su vida, no tuvieron acceso a pensión alguna. Con las medidas que hemos tomado, prácticamente esos 150 mil adultos mayores van a recibir una pensión asistencial”. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- En votación el proyecto de acuerdo. Durante la votación: El señor PAYA.- Señor Presidente, tengo dudas: una, respecto de los pareos, y la otra, sobre qué relevancia tienen los permisos constitucionales en esta votación. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Señor diputado, los pareos se leyeron al inicio de la sesión. Además, no influyen en nada, porque esta votación es de simple mayoría. Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 51 votos; por la negativa, 53 votos. No hubo abstenciones. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Rechazado el proyecto de acuerdo. Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados: Alvarado, ÁlvarezSalamanca, Álvarez, Barros, Bauer, Bayo, Becker, Bertolino, Correa, Cristi (doña María Angélica), Cubillos (doña Marcela), Díaz, Dittborn, Egaña, Escobar, Forni, Galilea (don Pablo), García (don René Manuel), GarcíaHuidobro, Guzmán (doña Pía), Hernández, Hidalgo, Ibáñez (don Gonzalo), Kast, Kuschel, Leay, Longton, Longueira, Martínez, Masferrer, Melero, Molina, Monckeberg, Moreira, Norambuena, Palma, Paya, Pérez (don Ramón), Pérez (doña Lily), Pérez (don Víctor), Prieto, Recondo, Rojas, Salaberry, Ulloa, Uriarte, Urrutia, Varela, Vargas, Vilches y Von Mühlenbrock. Votaron por la negativa los siguientes señores diputados: Aguiló, Allende (doña Isabel), Araya, Ascencio, Burgos, Caraball (doña Eliana), Ceroni, Cornejo, Encina, Escalona, Espinoza, González (don Rodrigo), Hales, Jaramillo, Jarpa, Jiménez, Lagos, Leal, Letelier (don Juan Pablo), Letelier (don Felipe), Lorenzini, Luksic, Mella (doña María Eugenia), Meza, Montes, Mora, Mulet, Muñoz (don Pedro), Navarro, Ojeda, Olivares, Ortiz, Paredes, Pareto, Pérez (don José), Quintana, Rebolledo, Riveros, Robles, Rossi, Saa (doña María Antonieta), Saffirio, Salas, Seguel, Soto (doña Laura), Tapia Tarud, Tohá (doña Carolina), Valenzuela, Venegas, Vidal (doña Ximena), Villouta y Walker. El señor SALAS (Presidente en ejercicio).- Por haber cumplido con su objeto, se levanta la sesión. -Se levantó la sesión a las 18.15 horas. JORGE VERDUGO NARANJO, Jefe de la Redacción de Sesiones.