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El señor TUMA (Vicepresidente).-
En el Orden del Día, corresponde conocer, en primer trámite constitucional, el proyecto que modifica textos legales para hacer más eficiente la función de Carabineros de Chile y de la Policía de Investigaciones.
Diputado informante de la Comisión Especial de Seguridad Ciudadana es el señor Patricio Walker.
Antecedentes:
-Moción, boletín Nº 1803-07, sesión 49ª, en 5 de marzo de 1996. Documentos de la Cuenta Nº 23.
-Informe de la Comisión de Seguridad Ciudadana, sesión 23ª, en 3 de agosto de 1999. Documentos de la Cuenta Nº 12.
El señor TUMA (Vicepresidente).-
Para informar el proyecto, tiene la palabra el diputado señor Luksic.
El señor LUKSIC.-
Señor Presidente, la Comisión Especial de Seguridad Ciudadana viene en informar el proyecto, originado en una moción del diputado Alberto Espina, copatrocinada por la diputada señora María Angélica Cristi y los diputados señores Zarco Luksic, Gutenberg Martínez, Baldo Prokurica y Alfonso Vargas, y por el entonces diputado Andrés Allamand. Asimismo, esta moción contó con la adhesión de varios señores diputados.
Para el despacho de esta iniciativa, el Ejecutivo solicitó la urgencia, la que calificó de simple para todos sus trámites constitucionales.
Durante el análisis de este proyecto, la Comisión contó con la colaboración del subsecretario del Interior, don Guillermo Pickering; del subsecretario de Carabineros, don Luciano Fouillioux; del general subdirector de Carabineros , don Gustavo Lagos; del general de Carabineros , jefe de la V Zona Valparaíso, don Federico Schwerter, y de los asesores del subsecretario del Interior, señora María Vitalia Puga y don Jorge Vives.
La iniciativa fundamenta las modificaciones que propone en una serie de consideraciones de carácter general que las justifican, ya que, de acuerdo con las encuestas de opinión y con noticias que permanentemente se escuchan y ven, se aprecia un aumento considerable de la delincuencia, en especial respecto de algunos delitos, específicamente robo con violencia en las cosas y robo con violencia en las personas.
De acuerdo a estudios efectuados por la Fundación Paz Ciudadana, esto ha significado un aumento considerable en el producto interno bruto, como gasto, lo que es extraordinariamente elevado si se lo compara con países desarrollados.
Por tanto, se requiere adoptar medidas que puedan facilitar la acción policial, pudiendo enfocarse el problema desde distintos ángulos, como la inclusión de nuevas figuras penales o la mejora de los sistemas de rehabilitación, y mecanismos que faciliten y hagan más eficiente la realización de las funciones policiales.
En consecuencia, se resuelve suprimir una serie de normas e incorporar otras, de tal forma que Carabineros y la Policía de Investigaciones dediquen más tiempo a las tareas propiamente policiales y no distraigan personal en la realización de actuaciones de carácter administrativo y judicial.
La idea matriz del proyecto se orienta a facilitar la labor de Carabineros y de la Policía de Investigaciones para la realización de sus actividades de carácter estrictamente policial, mediante la supresión de funciones de tipo administrativo y la agilización de la atención que determinados servicios deben prestar a esas actividades.
Para tales efectos introduce diversas modificaciones al Código de Procedimiento Penal, al Código del Trabajo, a la ley de Menores, a la ley sobre procedimiento ante los juzgados de policía local, a la ley sobre Alcoholes, Bebidas Alcohólicas y Vinagres, y a la ley orgánica del Servicio Médico Legal.
Desde el momento en que suprime determinadas funciones de los servicios policiales, de acuerdo con el artículo 62, inciso cuarto, número 2, de la Constitución Política, se requiere del patrocinio del Ejecutivo , el cual lo prestó de inmediato, en primer lugar, debido a la tarea que está realizando el Gobierno en cuanto a implementar un plan integral de seguridad ciudadana, que fuera anunciado y explicado por el subsecretario del Interior , don Guillermo Pickering . Además, es producto de un trabajo de racionalización que está efectuando el subsecretario de Carabineros, don Luciano Fouillioux , con el objeto de que Carabineros destine todos los recursos de que dispone a la labor propiamente policial, de lucha contra la delincuencia y no respecto de materias administrativas.
Señor Presidente , hay demasiado murmullo en la Sala, y el tema de la delincuencia está en primer orden, no porque lo señalen las encuestas, sino porque es de permanente preocupación de esta honorable Corporación.
El señor TUMA ( Vicepresidente ).-
Ruego a los señores diputados guardar silencio y poner atención al diputado informante del proyecto.
El señor LUKSIC.-
De acuerdo con lo señalado por el señor Fouillioux , actualmente, en materia de citaciones y notificaciones, Carabineros emplea aproximadamente trescientos hombres, insumiéndose en las citaciones 746.456 horas hombres con un costo de $ 1.434.000.000; y en las notificaciones, 233.112 horas hombres, con un costo de 446.642.000.
Por consiguiente, aquí hay un gasto excesivo tanto en cuanto al personal de Carabineros de Chile y de la Policía de Investigaciones como desde el punto de vista del gasto que significa la realización de tales tareas.
En seguida, me referiré a las normas que están sujetas a modificación o supresión.
El señor TUMA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Moreira, por un punto de Reglamento.
El señor MOREIRA.-
Señor Presidente, como bien lo ha dicho el colega Luksic, el tema de la delincuencia es muy importante; no se trata de cosas de encuestas, sino de realidades.
A través de los Comités, se nos solicitó dar la unanimidad suficiente para adelantar su discusión, debido a la presencia del subsecretario del Interior . Sin embargo, me da la impresión de que no se ha explicado a la Sala las razones por las cuales las autoridades de Gobierno no están presentes cuando, incluso, el propio Gobierno pidió que se adelantara su debate para hoy.
El señor TUMA ( Vicepresidente ).-
Señor diputado , el ánimo de las autoridades de Gobierno era estar presentes en esta sesión. Sin embargo, no fue posible, puesto que hoy se firma un documento muy importante, con un posterior acto de las autoridades con los pueblos indígenas.
El señor GALILEA (don José Antonio) .-
Los diputados no hemos sido invitados.
El señor TUMA ( Vicepresidente ).-
Se invitó al Presidente de la Cámara de Diputados , en representación de la Corporación.
En consecuencia, es de esperar que el debate se desarrolle normalmente y que la explicación pueda satisfacer a los señores parlamentarios.
Continúa con la palabra el diputado señor Luksic.
El señor LUKSIC.-
En primer lugar, se agrega un segundo inciso al artículo 264 del Código de Procedimiento Penal para establecer que si la persona que aprehende a un delincuente en delito flagrante es un agente de policía -de acuerdo con la norma legal vigente está obligado a prestar testimonio-, se tendrá como testimonio legalmente prestado las declaraciones contenidas en las comunicaciones o partes enviados al tribunal. Es lo que comúnmente se conoce como “ratificación de la denuncia” por Carabineros e Investigaciones.
En la actualidad, si el carabinero o el agente de policía no hace la ratificación -otras diligencias o funciones le impiden hacerlo-, los jueces, sin más trámite, dan por concluida la investigación y otorgan la libertad a la persona detenida por falta de méritos.
Por eso la modificación que introduce el proyecto resulta fundamental, al disponer que no es obligatoria dicha ratificación, bastando con el envío al tribunal de las comunicaciones o partes, con la firma del funcionario aprehensor, autorizada por su superior jerárquico. Esto ayudará mucho porque se trata de un problema frecuente. Cuando los diputados vamos a las poblaciones de nuestros distritos se nos señala que las denuncias no resultan viables porque quedan truncas en los tribunales. Por su parte, los funcionarios judiciales dicen que las denuncias no son ratificadas con posterioridad y, por lo tanto, no pueden continuar con la investigación y deben otorgar la libertad a las personas aprehendidas, aunque sean conocidos delincuentes. Con la modificación, bastaría la firma del aprehensor, autorizada por su superior jerárquico.
Otra modificación importante tiene por finalidad que los agentes de policía se dediquen exclusivamente a combatir la delincuencia y no a realizar las actividades administrativas a que se refiere el artículo 195 del Código de Procedimiento Penal. Dicha norma dispone que los agentes de policía están obligados a practicar citaciones a testigos para que comparezcan ante los juzgados del crimen. El proyecto la suprime, a fin de que dichos agentes no cumplan esa función.
Es conveniente indicar que esta obligación era excepcional; pero, en la práctica, se convirtió en la regla general. La mayoría de las veces, ya sea por la confianza que merecen Carabineros y la Policía de Investigaciones como por su conocimiento de las ciudades, los tribunales les solicitan efectuar las citaciones.
La siguiente modificación se refiere a una materia diferente: dice relación con un ilícito que está íntimamente asociado al hurto y al robo. Me refiero al delito de receptación. ¿Qué pasa? El éxito de los robos y hurtos se produce en la medida en que, posteriormente, haya un buen vendedor de las cosas sustraídas. Si el ladrón se dedicara a juntarlas en su casa a modo de museo, en realidad, no existiría interés alguno por robar. Por lo tanto, esta actividad delictual está íntimamente ligada al delito que consiste en la reventa de cosas robadas o hurtadas.
Para tal efecto, se presentó una moción, aprobada por la Cámara y por el Senado, y que hoy es ley. Sin embargo, resulta muy difícil aplicar esa normativa, puesto que los revendedores se ubican -todo el mundo lo sabe- en los mercados persas y mercados abiertos.
La idea matriz de la modificación al artículo 266 se refiere a los requisitos para la concesión de la libertad a las personas detenidas en delito flagrante de poca entidad, es decir, los sancionados con pena de falta, inhabilitación o suspensión para cargos u oficios públicos y con privación de libertad entre 61 y 540 días, estableciendo una regla especial en caso de que el ilícito sea el ejercicio del comercio ilegal o clandestino, exigiendo, además de los requisitos actuales de tener domicilio conocido o rendir fianza, la obligación de acreditar la identidad con la cédula respectiva. En caso contrario, se mantendrá la privación de libertad y se pondrá al hechor a disposición del tribunal en la audiencia más próxima.
Los mercados ya mencionados, en los cuales muchas personas ejercen comercio ilegal y clandestino, son propicios para la reventa de los bienes sustraídos mediante robo o hurto. De ahí que en el caso de existir un delito flagrante en que se venden cosas que son producto de los delitos señalados, además de exigirse un domicilio conocido o rendir la fianza, se establece como obligación acreditar la identidad con la cédula respectiva.
Con el diputado Bustos quisimos separar claramente la comisión de un delito como la receptación, de la irregularidad o falta que hoy cometen muchos chilenos debido a la cesantía. Me refiero a los famosos “coleros”, que son los que se ponen a la cola en los mercados persas, en las ferias y en el comercio ambulante. Obviamente, hay que hacer una diferencia. Estos llamados “coleros” son personas que ejercen clandestinamente el comercio y, muchas veces, venden cosas usadas. Ellos, en virtud de las ordenanzas municipales, pueden ser sancionados con una multa.
Después de un amplio debate, se aprobó por unanimidad una indicación sustitutiva para expresar esta nueva disposición aparte, del siguiente tenor:
“Artículo 266 bis.- Tratándose de personas que ejerzan el comercio ilegal o clandestino y existiendo indicios de que se estaría cometiendo el delito de receptación, el funcionario policial les exigirá que acrediten sus identidades con las cédulas respectivas. Si no la presentaren, serán privadas de su libertad para ser puestas a disposición del tribunal competente en la audiencia más próxima”.
La idea no es que el funcionario policial, por una sospecha o porque le cayó mal, solicite la cédula de identidad de una persona, más que nada para hacerle una exigencia indebida a aquellos -reitero- que ejercen el comercio clandestino por necesidad económica, en especial hoy en que existen altas tasas de desempleo. Por ejemplo, en Pudahuel, donde la cesantía llega al 20 por ciento, debe haber dos mil que se dedican a este comercio clandestino.
Lo esencial de esta norma es que la palabra “indicios” implica antecedentes serios.
Posteriormente, se analizó una modificación ligada con delitos de mucha gravedad, como el aborto, robo, hurto o el tráfico ilícito de estupefacientes, cuyo objetivo es ampliar el plazo para efectuar la denuncia. En la actualidad, el artículo 85 dispone que en el plazo de 24 horas de conocida la comisión de un delito pesquisable de oficio, deben efectuar la denuncia las personas obligadas a hacerlo.
Los patrocinantes de la moción sugirieron que se ampliara este plazo a diez días para poder efectuar, sin previa orden judicial, las primeras diligencias o investigaciones tendientes a la comprobación del hecho policial. Se propone aumentar este plazo para que el juez, y también la policía, puedan avanzar en la investigación de manera tranquila, sin someterse a una serie de tareas puramente judiciales o de carácter administrativo. Sin embargo, dicho plazo topa con la garantía constitucional establecida en el artículo 19 de nuestra Carta Fundamental, relacionada con el principio del debido proceso.
La Comisión consideró inconstitucional aumentar el plazo de 24 horas a diez días, ya que contradice el citado principio del debido proceso, que no sólo está establecido en nuestra Constitución, sino también en cartas internacionales ratificadas por nuestro país. Por consiguiente, resolvió rechazar este número por unanimidad.
Otro aspecto también importante y que dice relación con la idea matriz del proyecto y la de racionalizar las tareas de los agentes de policía, en especial de Carabineros, en cuanto a destinarlos, preferente y directamente, a combatir la delincuencia y no a actividades de carácter administrativo, es que se introducen modificaciones en el Código del Trabajo, en la ley de menores, en la ley sobre procedimiento en los juzgados de policía local, destinados a eliminar la posibilidad de que el juez imponga, en algunos casos, a Carabineros o a Investigaciones, o a ambos, tareas propias de funcionarios administrativos, como la primera notificación del demandado en juicios laborales, las notificaciones personales fuera del tribunal en los juicios de menores y la notificación de la demanda, denuncia o querella que se deduzcan ante los juzgados de policía local.
Las modificaciones se aprobaron en forma unánime.
También se plantean modificaciones a la ley de bebidas alcohólicas y vinagres, para establecer que los responsables de los establecimientos encargados de la práctica de exámenes científicos necesarios para la determinación del delito de manejo en estado de ebriedad deberán adoptar las medidas conducentes a la realización expedita de los análisis, para que los funcionarios policiales encargados de la custodia de los detenidos, empleen el menor tiempo posible en la realización de dicha diligencia.
Se aprobó por unanimidad la modificación a la ley de alcoholes.
En la misma idea, para que sea más rápida la práctica de exámenes médicos legales, se introducen modificaciones a la ley orgánica del Servicio Médico Legal, con el fin de que Carabineros y la Policía de Investigaciones, encargados de la custodia de los lesionados, empleen menos tiempo en dicha diligencia.
Éstas son las modificaciones de diversos preceptos, todos de reforma de ley ordinaria; por consiguiente, para su aprobación no requieren de un quórum especial. La idea principal está destinada a hacer más efectiva y eficiente la labor de los agentes policiales, en especial de Carabineros e Investigaciones, con el objeto de que las tareas administrativas o seudojudiciales sean realizadas por funcionarios ad hoc, con la suficiente investidura y capacidad, de manera de no restar a Carabineros de sus propias tareas policiales.
El proyecto no contiene disposiciones que sean de rango orgánico constitucional. Reitero que la gran mayoría de las disposiciones fueron aprobadas por unanimidad.
He dicho.
La señora ALLENDE (doña Isabel).-
Señor Presidente, por su intermedio, ¿podría hacerle una consulta al diputado informante?
El señor TUMA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra la diputada señora Isabel Allende.
La señora ALLENDE (doña Isabel).-
Señor Presidente , quiero que el diputado informante precise más el alcance de “indicios”. En verdad, este término, como concepto, lo encuentro amplio y poco preciso. Este punto es fundamental, y hace referencia a una cuestión que es de la mayor importancia. Todos sabemos que hoy mucha gente se gana la vida, como opción, trabajando en lo que él mismo denominaba “coleros”, aunque no cuente con el permiso municipal. Esto lo vivimos todos en nuestras comunas. Es muy importante que el diputado precise todavía más el término “indicios”, porque puede ser bastante peligroso si no tiene una definición rigurosa.
He dicho.
El señor TUMA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Luksic para esclarecer la consulta de la señora diputada.
El señor LUKSIC.-
Señor Presidente , no debería decirlo, porque soy informante; pero en vez de precisar más ese vocablo, sería mucho mejor utilizar la palabra “antecedentes” en la norma, y quedaría: “...existieren antecedentes de que se estaría cometiendo el delito de receptación”. “Antecedentes” tiene un sentido más estricto que “indicios”, sin entrar a consultar el Diccionario de la Real Academia Española.
También podríamos encontrar antecedentes directos, antecedentes que hagan sospechar. Estoy de acuerdo en que es necesario clarificarlo, y para tal efecto sería bueno presentar inmediatamente una indicación en la Sala.
El señor TUMA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra la diputada señora Pía Guzmán .
La señora GUZMÁN (doña Pía).-
Señor Presidente, ¿podría aclarar a la diputada señora Isabel Allende al alcance del término “indicios”?
El señor TUMA ( Vicepresidente ).-
Señora diputada , se permitió formular la consulta como una excepción, para los efectos de clarificar un punto; pero, de conformidad con la norma reglamentaria, corresponde entrar al debate. En la discusión general o particular, las señoras diputadas y señores diputados tendrán la oportunidad de expresar sus opiniones.
Tiene la palabra el diputado señor Espina.
El señor ESPINA.-
Señor Presidente, en primer lugar, quiero señalar que los patrocinantes de esta iniciativa legal son diputados de distintas bancadas, a los que se ha sumado el trabajo de la Comisión de Seguridad Ciudadana, encabezada por el diputado señor Patricio Walker , quien no pudo hoy relatar el informe, pero que trabajó activamente en esta iniciativa, al igual como lo hicieron la diputada señora María Pía Guzmán , el diputado señor Elgueta y otros parlamentarios.
Los nombro porque en momentos en que se vive un período electoral, considero que es un acierto que temas de esta envergadura puedan ser abordados con una visión de Estado, para ir avanzando en la lucha contra la delincuencia.
En segundo lugar, quiero dejar testimonio de nuestro respaldo a la forma como el subsecretario Guillermo Pickering está llevando adelante los compromisos asumidos respecto del tema de la seguridad ciudadana.
En muchas oportunidades hemos sido muy críticos de la forma en que el Gobierno ha enfrentado este tema; pero nobleza obliga, y el subsecretario del Interior no sólo está cumpliendo los compromisos, sino que además está abocado a la tarea de ir avanzando a través de distintos procedimientos, distintos mecanismos, no sólo represivos, sino preventivos, de información, en la lucha para enfrentar la delincuencia.
El proyecto de ley tiene por finalidad un objetivo básico y preciso: facilitar la acción de la policía en las calles y hacerla más eficiente, para darle debida protección a la ciudadanía.
Recordemos que no hace muchos días, el propio Gobierno entregó un análisis de la situación de la delincuencia en el país y señaló que el aumento de la criminalidad en los casos de ciertos delitos es extraordinariamente alarmante y, obviamente, de gran preocupación.
Desde ya, el robo con violencia aumentó en un 40 por ciento a nivel nacional y en un 48 por ciento en la ciudad de Santiago. El robo con fuerza, en un 15 por ciento a nivel nacional y en un 17 por ciento en Santiago. De manera que los asaltos a manos armada, como habitualmente se conocen, ya sea por la vía de sustraer con violencia a una persona una especie o por la vía de agredirla físicamente, que es la diferencia entre el robo con violencia y el robo con fuerza en las cosas o intimidación en las personas, han aumentado considerablemente en el último tiempo, lo cual da aún mayor urgencia al despacho y tramitación de esta iniciativa.
Objetivo de la iniciativa.
Como lo ha dicho el diputado informante , su finalidad primera es liberar a Carabineros de tareas que no son propias de la función policial. Y la más significativa de ellas es la que se refiere a las notificaciones y citaciones judiciales que, con los años, la legislación fue entregándole para su ejecución. En realidad, distraen a un número muy importante de contingente policial en labores que son absolutamente distintas de aquellas para las cuales se creó la policía.
Quiero entregar algunos antecedentes que fueron aportados por el Subsecretario Pickering en la Comisión. Nos decía que con los informes de Carabineros, se llegaba a la conclusión de que por cada orden judicial que tiene que realizar se emplean 76 minutos por funcionario: 33 en la parte administrativa -o sea, un policía que tiene que mantenerse en su cuartel o ir a buscar una orden para ejecutarla- y 43 minutos en la parte operativa. Es decir, el policía que, para cumplir la orden, abandona su labor de prevención, tiene que ir al lugar de la notificación, buscar a la persona que se va a notificar, volver a su cuartel, llenar la resolución, escribirla a máquina y enviarla al tribunal de vuelta.
Se nos agregaba, además, que en 1999, Carabineros ha realizado 1.753.957 notificaciones judiciales, y que se tiene proyectado para el resto del año que esa cifra llegue a 1.941.404. Sigo el ejercicio que nos hizo el Subsecretario . Si ese total de órdenes judiciales se multiplica por los 76 minutos que toma un funcionario en cumplirla, se llega a la cifra de 147.546.704 minutos anuales que ese personal policial distrae de su función propiamente tal en esta labor administrativa.
Si esto se expresa en horas, Carabineros distrae en estas funciones administrativas 2.459.111 horas y, por lo tanto, se restan a la prevención en las calles.
Si la cifra se divide por 8 horas, que es el tiempo que trabaja la policía en los turnos correspondientes, llegamos a la conclusión de que se ocupan 388 días hombres en esta labor administrativa. Si eso lo dividimos por 261 días hábiles, a los cuales se les ha restado aquellos en que el personal policial hace uso de su descanso, de su feriado o, en definitiva, cumple órdenes de otra naturaleza, arroja un total, sólo en notificaciones judiciales, de 1.177 funcionarios de Carabineros que al día están distrayéndose en estas labores.
Si dividimos estos 1.177 funcionarios policiales por las 175 comisarías que existen en Chile -se tomó el padrón de las comisarías y no tenencias-, llegamos a la conclusión de que por cada unidad policial hay 6,7 carabineros, en promedio, que están dedicados a labores administrativas impuestas por la ley, como son las notificaciones judiciales, y no cumplen con su labor de prevención en las calles, para lo cual fue creada la policía, de acuerdo con el mandato legal establecido en su ley orgánica.
El costo para Chile de la realización de labores administrativas -notificaciones- por Carabineros es de 5.801 millones de pesos anuales. Es decir, Carabineros no utiliza esa suma para la prevención, para actuar en las calles, sino para cumplir una labor administrativa que compete a otros organismos, a otras instituciones y a otras funciones que no son policiales propiamente tales.
Estas cifras son lo suficientemente elocuentes para demostrar que el proyecto está orientado en la dirección correcta y, entre otras, por qué ha despertado la unanimidad en la Comisión de Seguridad Ciudadana y también el respaldo decidido del Gobierno, cosa que ya he destacado y valorado.
¿Qué hace entonces el proyecto?
En primer lugar, elimina de distintas disposiciones legales la obligación hoy asignada a Carabineros de hacer estas notificaciones, como todas las relacionadas con el trabajo. Nadie entiende por qué Carabineros se transformó en receptor judicial en la legislación chilena.
En segundo lugar, están las notificaciones de policía local, de los juzgados de menores y de tribunales del crimen, por regla general, salvo aquellas que signifiquen órdenes judiciales destinadas a la detención de una persona. Se eliminan todas esas funciones por no corresponder a Carabineros.
Por lo tanto, se liberan 1.177 funcionarios policiales que cumplen ese tipo de labores durante ocho horas diarias, quienes pasan a realizar su labor policiaca propiamente tal.
¿Quién hará esas notificaciones? Según se anunció en la Comisión, el Gobierno, paralelamente a la tramitación de este proyecto, enviará una iniciativa que permita, en forma objetiva, que esta función se efectúe ya sea por un sistema de correo privado, por un cuerpo especial de receptores, o mediante la entrega de recursos a los municipios para cumplirla de manera más expedita.
Entonces, hay un aspecto del proyecto que es necesario aclarar, en términos de que esa función la realizarán los organismos señalados y el Gobierno enviará la iniciativa de ley correspondiente.
En segundo lugar, aclarado el primer punto del proyecto, quisiera referirme a la norma de la ratificación de las denuncias, para entrar luego al tema que interesaba a la diputada Isabel Allende y que intentaré precisar.
La ratificación de las denuncias es otro factor que distrae a la policía de sus funciones en forma absolutamente indebida. Me explico. Cuando un funcionario policial es testigo de un hecho delictivo, o bien no siéndolo recibe la denuncia en un cuartel, se produce un trámite burocrático en Chile que es del todo distractivo para la función de la policía, cual es que ese funcionario debe concurrir al tribunal a ratificar que el parte que envió es verdadero. Cualquier persona que visite los tribunales se dará cuenta de que es habitual ver a funcionarios policiales esperando largas horas en los pasillos para que un actuario lo haga comparecer, ponga su nombre y escriba dos frases: “Comparece fulano de tal, cédula de identidad tanto, oficial de la policía o de Carabineros de Chile, quien ratifica el parte de fojas uno”. La cantidad de horas que funcionarios policiales distraen en ese trámite es absolutamente injustificada.
¿Qué hace este proyecto de ley? En primer lugar, señala que es necesario darle mayor seriedad a dicho trámite y, por lo tanto, exige que no sólo lo firme el funcionario que hizo la aprehensión, sino también su superior jerárquico.
En segundo lugar, elimina el trámite de la ratificación, pero siempre deja abierta la puerta para que el juez, si lo estima conveniente, pueda, en casos excepcionales, citar al funcionario policial, por ejemplo, para llevar adelante un careo o para que profundice aspectos de la prueba que está rindiendo. Por eso, se señala: “Si el juez estima estrictamente necesaria la comparecencia personal de ese funcionario policial, deberá adoptar las medidas para que sea atendido con preferencia a los demás citados y a primera hora de la audiencia respectiva”. Es decir, el juez siempre tiene la posibilidad de citar.
Otra modificación es terminar con la ratificación de las denuncias que, por lo demás, es una norma que el Congreso ya aprobó cuando se trató de los testigos.
En tercer lugar, también en la idea de hacer más eficaz la acción policial, establece que los directores o funcionarios de los centros asistenciales y del Instituto Médico Legal, en caso de que un funcionario policial acompañe a un detenido o a una víctima para un examen por lesiones o bien para tomar la alcoholemia, deberán atenderlo con preferencia para los efectos de liberarlo de esa función, a fin de que retorne a su lugar de trabajo, custodia policial o patrullaje de prevención. Ocurre que a veces pasan cinco o seis horas en que una pareja de carabineros se encuentra en un consultorio, en una policlínica, hospital o en el Instituto Médico Legal, en espera de una persona para que les haga este examen, desviando esa cantidad de horas de su función policial. De tal manera que el proyecto vuelve a agilizar la acción de la policía.
Finalmente, el artículo que señalaba la honorable diputada Isabel Allende busca fortalecer la acción policial en la captura de delincuentes que cometan el delito de receptación.
Este Congreso aprobó la ley -originada en moción de algunos parlamentarios- que sanciona a los reducidores de especies, y en el seguimiento de la misma que hizo la Comisión, nos dimos cuenta de que se estaba burlando su aplicación.
Si un sujeto es sorprendido en la calle vendiendo especies en forma clandestina o ilegal y la policía le pedía sus antecedentes, éste aseguraba que no tenía ninguna cédula de identidad, ningún carné. De acuerdo con las normas actuales del Código de Procedimiento Penal -vigente desde hace cincuenta años- el policía debe pedirle a esa persona acreditar su domicilio, pero daba un domicilio falso, no lo acreditaba. La policía llamaba a dicho domicilio, a lo que está obligada porque es una acción que sólo merece citación y no detención -es un delito que tiene una pena inferior a 541 días-, con el objeto de citarlo al juzgado de policía local. Una vez citado, el sujeto no aparecía nunca más, porque se escudaba en que no tenía ninguna cédula o carné de ninguna especie. La razón es muy simple: con eso evitaba que se revisaran sus antecedentes penales, porque, habitualmente, quienes practican la reducción de especies son personas que han sido procesas anteriormente o condenadas ya sea por robo o hurto.
En este momento, los legisladores buscamos cómo fortalecer el delito de reducción de especies, pero simultáneamente cómo impedimos que ese fortalecimiento no se transforme en detención arbitraria, pues podría prestarse para un abuso de la norma. Entonces, lo que hacemos es, en primer lugar, establecer como única exigencia que la persona sorprendida con especies que hacen presumir -ya voy a entrar en la palabra “indicios”-, que está cometiendo el delito de receptación. Es decir, establecemos que ella tiene una venta ilegal en la calle -es un vendedor ambulante-, si muestra su carné de identidad en el mismo momento en que se encuentra, y lo más que puede hacer el policía es lo que hoy ocurre, es decir, llevárselo a la unidad, citarlo para un juzgado de policía local y dejarlo en libertad. Pero si carece de cédula de identidad -requisito número uno-, es posible que además existan indicios de que está cometiendo el delito de receptación. ¿Qué significa “indicios”?: “presunciones”, y éstas las define la ley. Para que las presunciones correspondan a un delito de receptación deben ser graves, precisas y concordantes.
Cuando el diputado informante señalaba que le parecía que la expresión debiera ser “antecedentes”, entiendo que con eso debilitaba la norma, porque los antecedentes no tienen ningún valor probatorio; en cambio, las presunciones implican un juicio claro, concreto, no de que está cometiendo cualquier delito, sino el de reducción de especies. O sea, no basta que el sujeto sea sorprendido en el comercio ilegal. Las circunstancias en que debe sorprenderse tienen que hacer llegar a la convicción de que efectivamente está cometiendo ese delito. Si llega a esa convicción, como lo hace respecto del que está cometiendo el delito de robo, debe poner a esa persona a disposición del tribunal, con cédula de identidad o sin ella.
Lo que hemos señalado, precisamente para darle seriedad a esos indicios -insisto en que la palabra “indicios” figura en el Código de Procedimiento Penal, no es inventada-, es que el policía debe detener a la persona y chequear su cédula de identidad. Si la tiene, queda citada al tribunal; si no la tiene y, además, existe la presunción de que está cometiendo el delito de receptación, debe ponerla a disposición del tribunal.
A mi juicio, esa norma tiene el justo equilibrio entre la garantía constitucional -las personas no pueden ser detenidas en forma arbitraria- y la necesidad de fortalecer la persecución del delito de receptación.
Creo que estamos frente a una iniciativa enriquecida en el trámite parlamentario, que espero podamos aprobar a la brevedad para fortalecer la acción policial en contra de la delincuencia.
He dicho.
La señora SAA, doña María Antonieta (Presidenta accidental).-
Tiene la palabra la diputada señora Laura Soto.
La señora SOTO (doña Laura).-
Señora Presidenta, en verdad hay una cuestión muy objetiva respecto de la sociedad chilena, en el sentido de que se está afectando su seguridad. Al principio, la gente decía que era una cuestión más abultada, más subjetiva, pero los hechos han demostrado claramente que hoy ni siquiera en los lugares más cerrados, como los hogares, la gente se siente a salvo.
Creo que el esfuerzo que se está haciendo es entendible, bien recibido por la comunidad, pero tengo algunas aprensiones respecto de esta normativa. Sustraer a Carabineros de las labores que los distraen y dejarlos solamente en las de carácter estrictamente policial es muy positivo, pero me preocupa lo referente a las garantías. En este tema hay una debilidad. Por supuesto, la presunción está definida en el Código de Procedimiento Penal, pero quien la evalúa es el carabinero, lo que resulta preocupante.
Ayer me reuní con el alcalde de Valparaíso , ciudad que tiene un 19,1 por ciento de desocupación, según cifras oficiales, pero que en realidad debe ser superior y la tasa de desempleo juvenil todavía más. Entonces, la gente que vende en las calles siente que es perseguida por Carabineros y que la detención puede ser arbitraria. El alcalde está tratando de reducir las ventas callejeras, pero nos contaba en forma poética que se encontró con una joven muy bonita con ojos como la Sofía Loren , lo cual lo impresionó, que vendía en la calle, porque no tenía trabajo, la que, en forma muy combativa, le dijo que estaba en su derecho, que no estaba robando y que sólo deseaba llevar el pan a sus hijos y enviarlos al colegio; de manera que ningún apremio le impediría seguir allí, porque las calles eran de ellos. El alcalde estaba muy impresionado con este alegato y yo también quedé muy conmovida con el asunto.
Me parece preocupante que dejemos garantías muy fuertes para satisfacer un aspecto bastante discutible y debatible como es el derecho de propiedad. Creo que lo más importante es el derecho a la vida, al trabajo, ojalá digno, para que la gente pueda llevar el pan a sus hijos. Eso es lo menos que podemos hacer como legisladores.
Por lo tanto, si bien los alegatos desde el punto de vista jurídico son intachables, en los hechos no resultan así y pueden producirse situaciones que no deseamos, como las detenciones arbitrarias. Por eso, como tengo dudas, anuncio que votaré en contra de la modificación al artículo 266.
He dicho.
La señora SAA, doña María Antonieta (Presidenta accidental).-
Tiene la palabra el diputado señor Juan Pablo Letelier.
El señor LETELIER (don Juan Pablo).-
Señora Presidenta, el proyecto en debate, que se trató en la Cámara hace muchos años, finalmente está de nuevo ante nosotros. La idea es reducir la cantidad de horas que el personal de Carabineros e Investigaciones utiliza en labores administrativas, con el fin de maximizar las de prevención y combate de la delincuencia. Por ende, no cabe duda de que la Corporación, en conjunto, debe apoyar la iniciativa. Yo, por cierto, lo haré. Creo muy útil evitar ciertas prácticas, en particular el proceso de notificaciones que existe en nuestro país, que no sólo le quita tiempo, sino gran cantidad de recursos humanos a dichas instituciones, evitándoles dedicarse a otras actividades.
Sin perjuicio de lo anterior, quiero hacer notar que, a veces, tratamos de abarcar mucho, lo que nos hace entrar en debates secundarios, que son muy lícitos, pero que debilitan el esfuerzo central. En el proyecto en estudio hay aspectos muy importantes; pero, a lo menos, dos situaciones que me inquietan y que apuntan a cómo evitar que este propósito de interés nacional, de hacer más eficaz el funcionamiento de Carabineros y de restarle labores administrativas, no atente contra los derechos de los ciudadanos. Por ejemplo, cuando una persona es detenida en delito flagrante, me parece excelente como noción lo relativo a la notificación. Pero hay experiencias -a lo mejor muy marginales dentro de las múltiples actividades de Carabineros- de partes maliciosamente extendidos y de abusos en contra de los derechos de los ciudadanos. Por ejemplo, hace poco en la comuna de Doñihue, localidad de Lo Miranda, un joven fue detenido y brutalmente golpeado por carabineros, acusado de participar en una riña. En efecto, se produjo una riña en esa localidad, participaron cuatro jóvenes que fueron detenidos, pero el otro venía saliendo de una iglesia evangélica; es decir, hubo un error.
Con esta práctica, mediante la cual el carabinero aprehensor no necesariamente tendrá que ir al tribunal, sino sólo firmar un parte con el visto bueno de su superior jerárquico -conozco muy pocos casos en los cuales éstos no ratifiquen lo que declaran los ministros de fe, o sea, sus subordinados-, se producen situaciones que a veces no son correctas. Por ende, a pesar de ser muy importante la iniciativa, debería ser complementada con otra, a fin de establecer una responsabilidad mayor de quienes firman un instrumento público, como un parte, que pueda contener falsedades. Me inquieta mucho esa situación, porque en la actualidad no existe una sanción efectiva a quienes atenten contra los derechos de los ciudadanos -pueden ser casos marginales, muy pocos, uno en un millón-, pero con esta norma podría llegar a ser aún más complejo, porque no hay careo ni presencia del funcionario en el tribunal.
En segundo término -reitero que respaldo la idea matriz de esto, porque la considero tremendamente importante-, quiero plantear que no lleguemos a situaciones en que, por reducir las actividades administrativas, abramos flancos de arbitrariedad.
La situación de los vendedores ambulantes es un tema típico; no es de una comuna, de Santiago o de las ferias persas. Hay que abordarlo. No sé si la fórmula que aquí se propone es la más adecuada. No sé si lo mejor es incorporarlo en este debate, por cuanto contamina la idea matriz, que es eliminar a Carabineros de ciertas actividades administrativas.
Entiendo por qué el colega señor Espina pone un énfasis muy fuerte en este tema. Él lo ha seguido desde hace mucho tiempo y creo que con gran interés de todos. Pero tengo las mismas dudas en el sentido de que el esfuerzo que se quiere hacer aquí no puede prestarse a un mal uso en términos honestos, porque hay vendedores ambulantes o que están en las ferias persas realizando actividades lícitas y a veces son objeto de persecución innecesaria por parte de algún funcionario del Estado.
En el margen existente es donde surge mi duda sobre si debemos avanzar en esta materia, si debilita la idea matriz o si no nos vamos a entrampar en un debate que retrase este proceso.
En general, estoy absolutamente de acuerdo con las ideas matrices y con sacar a Carabineros de un proceso de notificaciones, pero en esos dos tópicos tengo mis dudas.
Respecto de las facilidades que se le deben dar en el cumplimiento de órdenes judiciales cuando hay delitos, faltas por ley de alcoholes o por lesiones, no sé si la forma como está redactado el texto es la más adecuada. Soy partidario de que se le den las facilidades necesarias sin que ello implique que ciertos casos de largas esperas de personas en un recinto hospitalario o en un consultorio sean pasados a llevar porque hay otra persona a la que se le debe constatar una lesión. No sé si el objetivo de que Carabineros no tenga que estar perdiendo ese tiempo en labores administrativas se pueda reemplazar de otra forma. Por ejemplo, que los directores de esos establecimientos asuman la responsabilidad de que a esas personas se les hagan los exámenes y que los informes sean entregados directamente a Carabineros o al tribunal, sin que ello implique que el funcionario de Carabineros deba estar presente. Hay otras formas de establecer la reducción del mal uso de ciertas horas por Carabineros, que la que aquí se ha propuesto.
Por último, me gustaría saber si en el debate que hubo en la Comisión respecto del proceso que se efectúa en hospitales y consultorios se exploraron otras alternativas. Estoy de acuerdo con que Carabineros no deba pasar horas ahí, pero no sé qué pasa con los derechos de los ciudadanos que concurren a esos establecimientos, a veces con urgencia, otras veces personas de la tercera edad, para no establecer una situación de conflicto al interior de la comunidad, cuando pueden ser los mismos funcionarios de los recintos los que tomen la responsabilidad de asegurar que a las personas en cuestión se les hagan los exámenes, sea alcoholemia o constatación de lesiones, sin que eso implique que Carabineros tenga que estar en esos recintos durante largas horas.
He dicho.
El señor TUMA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra la honorable diputada señora Pía Guzmán .
La señora GUZMÁN (doña Pía).-
Señor Presidente, estamos ante una moción de diputados de Renovación Nacional, pero, más allá de eso, fue hecha suya y patrocinada por el Ejecutivo.
Es importante considerar que cuando uno observa el sistema criminal en su conjunto debe asumir que en él hay tres actores básicos: la policía, la justicia y las cárceles, lo penitenciario.
En el informe de la Comisión de Seguridad Ciudadana, sobre el cual dimos cuenta hace dos semanas en esta Sala, señalamos una cantidad de déficit de esos tres actores en relación con la efectividad del cumplimiento de sus labores. Hicimos una serie de proposiciones, entre las cuales están inmersas las que estamos analizando hoy.
Como otro antecedente, hay que considerar que en enero de este año, el ministro del Interior , en una ceremonia en La Moneda, dio a conocer un plan de modernización de Carabineros, con el que se busca la eliminación de todas las funciones que cumple la institución y que no tienen que ver directamente con la represión o con el control de los delitos. Se suponía que ese plan iba a terminar con un proyecto de ley que, según las palabras del Subsecretario Fouillioux en enero, iba a estar en nuestros escritorios en los primeros días de marzo para empezar a conocerlo. Han pasado cuatro meses desde que se debió enviar a la Cámara y aún no llega.
En ese entendido, esta moción parlamentaria, apoyada por el Ejecutivo , es muy importante, porque lo que hace es modificar algunos textos legales que darán mayor eficiencia a la Policía de Investigaciones de Chile y a Carabineros. Básicamente, el núcleo más importante de esta moción tiene que ver con liberar a Carabineros, y a Investigaciones en algunos casos, de ciertas órdenes judiciales, fundamentalmente las notificaciones y las citaciones judiciales.
Entonces, estamos frente a una moción que lo que hace es rescatar a Carabineros, al menos en parte -quizás la más importante-, de todas aquellas funciones que cumple en la actualidad y que lo apartan de la esencia de su deber operativo. Además, implica necesariamente entrar a la racionalidad administrativa y operativa de Carabineros. Dicha institución nos ha dicho esta semana que necesita 16 mil hombres más. Personalmente, sostengo que mientras Carabineros -en concordancia con los proyectos de ley que aprobemos- no realice esta racionalización administrativa y operativa, no sabremos efectivamente qué dotación requiere, porque no va a estar entregando el máximo de sus recursos humanos y materiales a un uso eficiente.
Por lo tanto, aquí hay una moción que apunta al fondo de esta racionalización administrativa y a conocer la realidad de Carabineros con respecto a qué dotación requerirá a futuro.
Antecedentes que hemos tenido en la Comisión de Seguridad Ciudadana y que es importante que todos conozcan.
En la actualidad existe una fuerza operativa de Carabineros, legal y financiada, de 34 mil hombres. El 25 por ciento, es decir, uno de cada cuatro carabineros, cumple funciones administrativas. Significa que hay 25 mil carabineros operativos y 9 mil en funciones administrativas.
El 79 por ciento del total de las órdenes judiciales que corresponden a estas funciones anexas, entre las que se cuentan las administrativas, que debieron cumplir Carabineros en 1998, eran notificaciones y citaciones judiciales. Aproximadamente el 46 por ciento de éstas corresponden a citaciones a los juzgados de policía local.
Las proyecciones que han hecho Carabineros y la subsecretaría del Interior indican que, de no aprobarse esta liberación de funciones, dicha policía deberá cumplir, en 1999, 1.941.404 citaciones y notificaciones.
De acuerdo con antecedentes entregados por el diputado señor Espina, estas 1.941.404 citaciones y notificaciones judiciales implican que este año habrá 1.177 carabineros cumpliendo diariamente labores de notificadores, a pesar de que están entrenados para realizar funciones operativas en la calle y de que esas citaciones y notificaciones judiciales las pueden repartir otros ministros de fe, como receptores o personas especialmente designadas al efecto por los tribunales.
Ahora, si se divide ese número de carabineros por las 175 comisarías existentes, veremos que en cada comisaría hay 6,7 carabineros que cumplen diariamente tareas de esa naturaleza.
Como se señalaba, el costo anual es de 5.801 millones de pesos.
Quiero entregar un antecedente, respecto del cual es necesario tomar conciencia. El presupuesto de Carabineros para 1999 es de 167 mil millones de pesos, pero sólo el 10 por ciento de él se destina a tareas operativas. En consecuencia, si las notificaciones y las citaciones ocasionan un gasto de 5.801 millones de pesos, quiere decir que, en esta tarea, que no corresponde esencialmente a Carabineros, se gasta -óiganme bien- un tercio del presupuesto operativo de esa institución.
Por lo tanto, es realmente urgente liberar a Carabineros de estas funciones.
¿Qué hace el proyecto al respecto? Me quiero concentrar en este tema, que, para mí, es fundamental, lo más importante del proyecto.
En el artículo 195 del Código de Procedimiento Penal se señala que las notificaciones en los juicios criminales deberá hacerlas Carabineros y, excepcionalmente, cualquier ministro de fe o empleado del tribunal.
El proyecto excluye a Carabineros de esas notificaciones y transforma esta disposición excepcional y que nunca se ha cumplido, en norma general.
Por otro lado, en el caso del Código del Trabajo y de la ley de menores, la situación es inversa, ya que la regla general, según las leyes respectivas, es que los ministros de fe, los receptores y los asistentes sociales del tribunal sean quienes realicen estas notificaciones y que, excepcionalmente, lo haga Carabineros. El proyecto elimina a Carabineros de esta labor y deja la regla general.
En el caso de los juzgados de policía local, respecto de los cuales señalaba que les correspondía el 46 por ciento de estas 1.941.404 notificaciones y citaciones, la idea es excluir no sólo a Carabineros, sino también a Investigaciones, de la regla general, para que otro tipo de funcionarios realicen estas notificaciones, como los inspectores municipales, que en algunas comunas los tienen en los casos de infracciones a la ley de Tránsito.
En conclusión, los últimos antecedentes entregados por el Gobierno y las estadísticas señalan un alto crecimiento de la delincuencia, que podríamos focalizarla en robos con violencia o intimidación, básicamente en el Gran Santiago, al cual se pueden agregar la Octava y la Quinta regiones.
En definitiva, tenemos, cuantitativamente, delincuencia, agresiva y mortal en muchos casos, concentrada en un 90 por ciento en la Región Metropolitana, área del Gran Santiago ; Concepción, Talcahuano, Valparaíso y Viña del Mar. En esos lugares debemos tener más carabineros.
La idea del Gobierno es que, de aquí al 2001, haya 12 mil carabineros más realizando tareas operativas en la calle.
Permítanme decirles que esto es eficiente. Las estadísticas entregadas este sábado por el Gobierno nos indican que en este primer semestre, solamente con 2.200 carabineros más en la calle, se han realizado 6 mil detenciones más. De acuerdo con mis cálculos, esto implica que la eficiencia de Carabineros, con 2 mil carabineros más en la calle, aumentó en 20 por ciento. Por lo tanto, tienen razón nuestros vecinos cuando nos piden más carabineros que realicen tareas operativas en la calle, porque eso significa una efectiva protección para la población.
Por estas razones, llamo a aprobar esta moción, excepto la norma relacionada con el artículo 85 del Código de Procedimiento Penal, que fue eliminada por la Comisión. Tanto la liberación de las funciones anexas que realiza Carabineros -por ejemplo, las notificaciones y las citaciones-, como el hecho de que los carabineros pierdan el menor tiempo posible en trámites judiciales, colaborarán directamente en el plan de modernización de Carabineros. Esperamos que el Gobierno, al cual le formulo un llamado urgente, lo envíe rápidamente para empezar a eliminar de su quehacer otras funciones que no dicen relación directa con las tareas operativas de esa institución, como son el resguardo y supervigilancia de las artes marciales, la protección del bosque nativo, etcétera. Debemos eliminar veinticuatro funciones de este tipo; aquí sólo estamos suprimiendo una.
Es necesario tener en cuenta que no sacamos nada con aprobar y echar a andar la reforma procesal penal si no preparamos a Carabineros para que opere en las calles. Dicha reforma, que articulará todo el sistema criminal, sólo tendrá peso y efectividad en la medida en que cuente con un cuerpo policial operando en la calle.
He dicho.
El señor TUMA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado don Patricio Hales.
El señor HALES.-
Señor Presidente, en primer lugar y como miembro de la Comisión especial de Seguridad Ciudadana, felicito al diputado señor Alberto Espina por su empeño en promover iniciativas que van a ir completando el cuadro de protección y de seguridad que necesita la ciudadanía. Ésta es, apenas, una de las partes que lo componen. Los miembros de la Comisión, pero especialmente el diputado señor Espina, han impulsado este tipo de iniciativas, las que nos han permitido realizar acciones más particularizadas y más concretas en relación con este tema.
En este sentido, quiero destacar y comentar un par de aspectos, con algunas observaciones.
El primero apunta a la supresión del artículo 195 del Código de Procedimiento Penal, que establece la obligación que pesa, en particular sobre Carabineros -aunque en realidad la excepción está centrada también en Investigaciones-, para hacerse cargo de las notificaciones y citaciones. Efectivamente, esto ha llegado al absurdo, ya que la facultad que existía para que, de manera excepcional, también Carabineros e Investigaciones cumplieran con esta función, pasó a transformarse en la regla general, y lo adecuado sería que existieran recursos para cumplir con lo establecido claramente en la norma, de manera que las citaciones puedan practicarse por otros ministros de fe, como los receptores judiciales para diligencias provenientes de los tribunales; los asistentes sociales, cuando se trata de juzgados de menores, y funcionarios municipales, en el caso de los juzgados de policía local.
Esto nos hace concluir que esas funciones de Carabineros se traspasarán a quienes correspondía como norma general; en el caso de los juzgados de policía local, a los funcionarios municipales; pero se necesitarán más de los ya menguados recursos de los municipios para que puedan cumplir con esa función. Si no, vamos a encomendarles una tarea, en circunstancias que no disponen de los recursos suficientes para cumplirla. De manera que, junto con valorar el proyecto en su verdadero sentido, hay que ajustarlo para que sea operativo y funcione.
El centro de la discusión no está en esto -es una digresión mía para llamar la atención-, sino en que Carabineros no puede perder el tiempo en funciones que no le competen y que debe cumplir con eficiencia, siempre que tengamos, en la apreciación de su quehacer, no la simple felicidad de la proporción dos es a tres o de uno es a tres, sobre la base de que salen dos mil carabineros más a la calle y se arrestan seis mil personas, sino una mirada integral respecto de la necesidad de oportunidades. En efecto, no solamente se han arrestado más personas porque hay más carabineros en la calle, sino porque lo más probable es que, en estos tiempos de cesantía, exista mayor comisión de delitos; la falta de oportunidades también aumenta el desempleo.
El general Lagos nos informaba -según mis notas- sobre las funciones de Carabineros, en una reunión de la Comisión Especial de Seguridad Ciudadana, celebrada en septiembre de 1998.
Nos decía que se destinaban 800 hombres a partidos de fútbol, tipo A, en Santiago, con un costo de 10 millones de pesos por partido; que en 1997 Carabineros realizó 1.347.000 citaciones y notificaciones; que su Planta legal está integrada por 36.777 carabineros, de los cuales 8 mil no están en funciones operativas. ¿Qué hacen? Según nos informó el general, 3.900 están distribuidos en la protección de médicos, religiosos, administradores de la justicia; 1.600, hacen clases y cumplen labores institucionales; 190, en intendencias; 1.600, estudian, y 950 están en labores administrativas.
Entonces, la relación por habitante ya no es de 37 mil carabineros para una cantidad de personas, sino de 26 mil, por cuanto 8 mil funcionarios están retirados de las funciones operativas. Si se agrega que funcionan en cuatro turnos, ello es peor.
¿Qué significa esto? Que si se retira a Carabineros de funciones como ésas, tendrá capacidad de operar; pero en las observaciones, públicas y privadas, que formulamos tanto en la Comisión Investigadora de Seguridad Ciudadana como en informaciones de prensa, cuando el Gobierno anunció a fines de 1998 y en enero de 1999 el nuevo plan de seguridad, que requería un desarrollo, decíamos, tanto al Gobierno como a Carabineros, que es necesario establecer claramente un modelo operativo de gestión. No basta aumentar la cantidad de personal destinado a las funciones operativas; necesitamos medición de resultados y proyectos de indicadores de gestión.
Nos ha llamado mucho la atención -el diputado señor Mora lo señaló muchas veces en la Comisión- la extraordinaria relación de resultado de las funciones de Investigaciones con su escasísima y reducida planta. Hay una relación hombre-resultado extraordinariamente eficiente.
Entonces, la dispersión de Carabineros en un conjunto de funciones; las dificultades de un modelo de gestión, con ausencia clara para nosotros, por lo menos, del nuevo modelo operativo, según el anuncio de 12 mil hombres a la calle, y la falta de un proyecto de indicadores de gestión, nos llevan a concluir claramente que se requieren indicadores de gestión para medir resultados, toda vez que se habla de “empresarizar”, de ser más eficiente, de tener controles que en otros ámbitos de la vida económica funcionan.
Con el Subsecretario señor Fouillioux hablamos, en primer lugar, sobre la necesidad de que se nos indicara claramente cuál va a ser el ordenamiento operacional para los nuevos recursos humanos. En segundo lugar, que esperábamos el envío de un proyecto de ley para la exclusión de otras funciones, traducido en una iniciativa concreta, con que el Gobierno y el Parlamento harán más eficiente la función de Carabineros. Además, en la medida en que no se creen condiciones que aumenten la delincuencia, se planteó ayudar sólo parcialmente, en el tema integral de la seguridad ciudadana, en materias como el sistema penitenciario, la policía, la velocidad de eficiencia de la justicia y las oportunidades para los ciudadanos.
Entre los documentos que entregó Carabineros -es otro de los temas en que ha insistido el diputado señor Espina para bien del país- está el listado de las llamadas “otras funciones”. Es impactante; tiene muchas páginas, con funciones absurdas que la ciudadanía ni siquiera se imagina.
De acuerdo con la ley Nº 16.744, se encarga de las denuncias por accidentes del trabajo. Siguen el control del tránsito en las actividades deportivas; los informes de factibilidad para autorizar las actividades deportivas que se efectúan en las calles, es decir, las carreras de maratón, las “pichangas” de fútbol, las actividades de clubes de barrio. Además, está la prevención y control de contrabandos de aduana, el control de los aeródromos, la conexión entre los cuarteles y las entidades bancarias -las alarmas; parece razonable-, el control de las artes marciales, las brigadas escolares de seguridad de tránsito, las cobranzas judiciales, el Congreso Nacional.
Nos parece hermosísima la ceremonia del cambio de guardia, con su banda instrumental; pero después podrían quedar tres o cuatro carabineros en el Congreso, y el resto dirigirse a desempeñar funciones operativas. Volverían al día siguiente al cambio de guardia para izar la bandera en la solemne ceremonia, con marcialidad, a los sones de la banda, el peso de la institución y la relación hermosa que queremos tener con Carabineros; pero el resto, ¡por favor, a realizar funciones operativas!
También está a cargo de la Defensa Civil, del control de drogas, de la emisión de contaminantes, del empadronamiento vecinal para otorgar certificados de residencia. ¿Por qué tiene que hacerlo Carabineros? Es innecesario. Además, está a cargo de la prevención de la violencia en los recintos deportivos, de la explotación forestal -algunos dicen que debería continuar en esa labor; otros, que debería haber una policía forestal-. Asimismo, está presente en Extranjería y Ferrocarriles; realiza el control de la fiebre aftosa, auxilia con la fuerza pública a Impuestos Internos, fiscaliza la asistencia a clases. De acuerdo con el decreto ley Nº 5.291, de 1929, Carabineros debe fiscalizar que los alumnos cumplan, y los padres supervisen, la asistencia a la enseñanza básica obligatoria. También realiza el control de la ley de Alcoholes y del Vinagre, de la ley de Caza, de la tenencia de armas, los mataderos, los menores. Así, suma y sigue. El tiempo reglamentario de mi intervención no me permite terminar con la enumeración de funciones absurdas que se han agregado a Carabineros.
Me causa preocupación el artículo 266, que señala: “Tratándose de personas que ejerzan el comercio ilegal o clandestino y si existieren indicios de que se estaría cometiendo el delito de receptación, el funcionario policial les exigirá que acrediten sus identidades con las cédulas respectivas. Si no las presentaren, serán privadas de libertad...”. Creo que la norma es extraordinariamente delicada y tiene que ser tratada con mucho cuidado. Éste es un país cuya gente, para sobrevivir, desarrolla una economía informal, sin patente. Es una realidad. Incluso, sabemos que nuestros municipios -esto, dicho por un parlamentario, resulta casi una irresponsabilidad- hacen la vista gorda en el cumplimiento pleno de la ley; porque dejarían a centenares y, a veces, a miles de personas, privadas de su libertad para ejercer ese comercio ambulante en las ferias; allá en El Roble, Lircay , Maruri, Zapadores , Recoleta , Independencia, Huechuraba ; en toda la periferia de Santiago. Los informales en los persas, los “coleros”, gente que no tiene patente, que no cumple, abundan en cada pueblo. Hoy, por la cesantía, esos “coleros” han aumentado. Se ven en los atardeceres de los sábados y durante los domingos en Huanaco, casi trescientos informales, además de los cerca de setecientos cincuenta y tantos puestos formales. ¿Su Señoría puede presuponer que se trata de puros ladrones y delincuentes? No es así. Ahí hay gente con hambre, que tiene necesidad de trabajo y busca una oportunidad. Si se aplicara este artículo al rigor de la letra, en la forma como está establecido aquí, Carabineros tendría que arrestar a todos los que se encuentran en esa condición, lo cual, por una parte, es impracticable, y tremendamente injusto, por otra. Además, ¿qué quiere decir “indicios”? Aquí no basta la definición del diccionario académico. Usted va a tener la interpretación del funcionario policial, quien se verá en dos situaciones: o no aplica el concepto de indicio y dice: “Mire, yo los vi y me pareció que están trabajando bien y no son ladrones, o, como no tienen patentes y venden artículos sin la factura para exhibirlos, tengo indicios de que son ladrones, y me los llevo a todos”. Sostengo que eso, en este país, no es posible de aplicar. Insisto en que aquí hay gente que, por tener hambre, trabaja en esa actividad.
La iniciativa del diputado Espina , en particular sobre el delito de receptación, es extraordinariamente importante y digna de seguir. Él lo ha planteado en varias oportunidades. Incluso, cuando en la Comisión de Seguridad le preguntamos al general Lagos si había registros, nos contestó que no. O sea, esta cuestión es extremadamente grave, porque se perpetra el robo, no se aprehende al ladrón, y la policía puede ser extremadamente forzada a destinar más funcionarios a trabajar en la calle; pero, si no tiene control sobre el delito de receptación o comercialización de las cosas robadas, el robo, simplemente, continuará, como, asimismo, la red comercial ilegal. Eso pasa con las radios, las herramientas y los electrodomésticos. No así con los vehículos, que, como tienen registro, se recuperan, según los antecedentes policiales, prácticamente, en el 90 por ciento.
Sería deseable que este proyecto de ley, en particular este artículo, terminara ayudando a ese control y no transformándose en una especie de persecución para nuestro pueblo, que, en momentos de cesantía, vive de lo que hasta aquí hemos descrito. Esto no puede ser para perseguir a persas, “coleros” ambulantes, informales; y ese objetivo no está en el espíritu de ninguno de los legisladores y miembros de la Comisión. Nunca, jamás, el diputado señor Espina, cuando impulsaba la discusión sobre el delito de receptación, ha planteado la idea de que se tratara de perseguir a esa gente; pero, a veces, cuando el entusiasmo nos lleva a perfeccionar la norma, puede dejar una redacción ambigua, sujeta a la interpretación del policía, y ello podría generar una situación injusta. No queremos que eso ocurra, porque nuestro objetivo persigue contar con policías más eficientes para que todos los chilenos estén más tranquilos.
He dicho.
El señor TUMA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra la diputada señora Isabel Allende.
La señora ALLENDE (doña Isabel).-
Señor Presidente , por supuesto, también celebro la pertinencia y oportunidad del objetivo de esta moción. Sin duda, toda la Cámara comparte el espíritu tan simple de acotar la acción de los policías para hacer más efectiva y eficiente la protección que el Estado debe dar a la ciudadanía.
Han sido extraordinariamente impactantes los antecedentes entregados sobre lo absurdo de las actuales funciones no operativas que cumplen las policías. Obviamente, también es importante perfeccionar la coordinación, diálogo y entendimiento entre el Gobierno y el Congreso para conseguir la efectividad de lo que nos proponemos. Las cifras que nos entregaron tanto el diputado Espina como la diputada Pía Guzmán sobre la absurda cantidad de horas destinadas a funciones no operativas y su incidencia presupuestaria, por sí solas, son bastante reveladoras de los sólidos fundamentos de esta iniciativa. Es fundamental que el Gobierno reduzca esas 24 funciones, completamente ajenas a la función operativa de la policía en la calle.
Sin embargo, el artículo 266 bis me ha provocado enorme inquietud. Comparto las otras modificaciones, pues apuntan en la línea correcta; pero, francamente, dicho artículo me merece dudas y quiero compartirlas con la Sala.
El hecho de que hayan aumentado la tasa del robo con violencia y la del hurto -que lamentablemente constatamos- no debe hacernos caer en situaciones complejas. Son dos elementos distintos. No confundamos una falta, como lo es el comercio ilegal o clandestino -que todos conocemos y presenciamos en nuestras comunas, que tiene base en nuestra economía informal y que permite la sobrevivencia de mucha gente sin formación ni acceso al mercado laboral-, con el delito de receptación tipificado en la actualidad. Entiendo el objetivo de ir evitando la ligazón que puede darse entre el robo, el hurto y los reducidores. No obstante, aunque el diputado señor Espina me explicaba, cuando le solicité más precisión, lo que se entiende por “indicio” como elemento de presunción, la verdad es que no me queda nada de claro cómo Carabineros va a ratificar dicha presunción. Y no sólo no me queda claro, sino que no puedo menos que traer a colación experiencias recientes al respecto.
La semana pasada tuve que dirigir una carta al gobernador de la provincia de Cordillera , dado que Carabineros, en la comuna de Puente Alto, arremetió con violencia, a la vista de todo el mundo, en dos oportunidades, contra discapacitados que ejercen el comercio ilegal o clandestino, quienes debieron concurrir después a servicios asistenciales. Si Carabineros ha actuado así -ha habido denuncias en tres casos seguidos-, la pregunta que me formulo es si puedo, tranquilamente, prescindir del criterio de presunción ante el hecho de que si alguien no porta su cédula de identidad será privado de libertad, puesto a disposición del máximo tribunal competente en una audiencia próxima, a sabiendas de que está recargado de ellas.
Creo, entonces, que aquí, claramente, se está incurriendo en un error, pues no es lo mismo un delito que una falta y se está poniendo énfasis en algo que no es necesariamente lo que se persigue. Estamos entregando una facultad excesiva a las fuerzas policiales, las que a veces no han demostrado rigurosidad en sus criterios.
Asimismo, me opongo porque estamos afectando no sólo algunas garantías de los ciudadanos, sino, además -todos conocemos la realidad existente desde hace bastante tiempo-, porque es un espacio que se usa donde terminan las ferias. Es cierto que cometen falta, pero en definitiva son fórmulas de la economía informal, las que permiten a la gente ganarse la vida con bastante decencia. En este caso, prefiero presumir la inocencia y no la culpabilidad.
En nuestras acciones políticas, cuando hemos recorrido las ferias, todos hemos tenido la oportunidad de alternar con esta gente, que lo único que piden es más permiso municipal que, por supuesto, no se les puede dar, pues están absolutamente sobrepasados. Pero hemos visto que trabajan con dignidad, transparencia y de manera abierta.
Reitero, prefiero presumir la inocencia y, por ende, manifiesto mi rechazo a este artículo. Es muy grave entregar esa facultad a Carabineros, la cual, a pesar de la definición entregada por el diputado Alberto Espina , en la realidad es excesiva y no da garantía alguna. Nuestra obligación, junto con perseguir la seguridad ciudadana, es garantizar los derechos de los ciudadanos. Por ningún motivo quiero caer en esa transgresión y ésa es la razón de mi oposición.
He dicho.
El señor TUMA ( Vicepresidente ).-
Estamos a un par de minutos del término del Orden del Día y hay cinco diputados inscritos: los señores Waldo Mora, Patricio Cornejo, Enrique Krauss, Gustavo Alessandri y Gonzalo Ibáñez.
En el ánimo de despachar hoy el proyecto, propongo prorrogar en 15 minutos el Orden del Día a fin de que puedan hacer uso de la palabra hasta por tres minutos cada uno; dar un tratamiento expedito a la votación en general y en particular, tomando en cuenta la petición de la diputada señora Isabel Allende.
El señor RIVEROS.-
Señor Presidente, estoy de acuerdo con la prórroga del Orden del Día, pero creo que sería conveniente dejar la votación, en general y en particular, para la sesión del próximo martes.
Varios señores DIPUTADOS.-
¡No!
El señor TUMA ( Vicepresidente ).-
¿Habría acuerdo para proceder según la proposición de la Mesa, incluyendo, además, la posibilidad de votar el informe de la comisión mixta sobre el proyecto de ley que modifica el decreto ley Nº 3.500, a fin de crear un segundo fondo de pensiones en las AFP?
Acordado.
Tiene la palabra, hasta por tres minutos, el diputado señor Gustavo Alessandri.
El señor ALESSANDRI.-
Señor Presidente, he escuchado con atención a todos mis colegas, en especial al diputado Alberto Espina, autor de la moción, quien nos entregó una argumentación convincente. En la parte pertinente, sostuvo que es indispensable sustraer a Carabineros de las tareas que no les son propias, en especial la de cumplir órdenes judiciales.
No obstante esta situación, tuve la oportunidad de leer en la mañana un discurso pronunciado hace sólo algunas horas por don Rodolfo Stange en el Senado. En una de sus partes sostiene: “Sin embargo, discrepo taxativamente del anuncio de que Carabineros no cumplirá más órdenes judiciales. Si se comete este desatino desde el punto de vista policial, la función preventiva, es decir, aquella de reunir antecedentes o informaciones, para distribuir adecuadamente el personal, se verá notoriamente disminuida por cuanto para cumplir actualmente las órdenes judiciales los funcionarios encargados recorren todo el ámbito de su sector, actúan “por presencia” y toman contacto o se imponen de necesidades o reclamos de los habitantes. Esta información valiosa contribuye a la planificación de los servicios”.
Más adelante agrega: “La disminución de funciones que hace meses se ha publicitado como una de las grandes medidas para recuperar personal uniformado y destinarlo a los servicios “en la calle” aún no se materializa y si resumimos la cantidad de carabineros que se emplean en órdenes judiciales, no pasan de quinientos en todo el país”.
Por último, se pregunta el senador Stange : “¿Quién va a cumplir con estas diligencias? ¿Se contratará a otro personal sin preparación suficiente y que recurrirá a Carabineros para que lo acompañe en sectores difíciles? ¿Por qué no se emplea ese dinero en contratar más personal para Carabineros?”
Pero esta situación, expuesta por el ex general director de Carabineros , no concuerda con lo que expresa el general subdirector de Carabineros, don Gustavo Lagos Robles , en la página 8 del informe, quien manifiesta “conformidad con la iniciativa toda vez que ella significaría una mayor disponibilidad de personal en labores propiamente policiales. Subrayó la importancia de facilitar la labor de Carabineros y otorgarles preferencia para las declaraciones que deben formular ante jueces, dado el gran ahorro de tiempo que ello significaría”.
Señor Presidente , sé que en esta oportunidad y en este lugar será imposible dilucidar esta situación. Por ello hago reserva del caso. Espero que en el Senado, en el trámite correspondiente, se clarifique cuál de los dos señores generales de Carabineros tiene la razón.
He dicho.
El señor TUMA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra, hasta por tres minutos, el diputado señor Waldo Mora.
El señor MORA .-
Señor Presidente , comparto plenamente lo señalado sobre el proyecto en general, que tiende a mejorar la eficiencia en la función policial. Pero en el artículo 266, que consigna de manera clara que cuando se trata de personas que ejerzan el comercio ilegal o clandestino y si existieren indicios de que se estaría cometiendo el delito de receptación, es comprensible que algunos parlamentarios justifiquen la cesantía y la crisis económica como causa para que mucha gente tienda a buscar en el comercio ambulante una manera de salir de la grave situación que viven. Ello, indirectamente, soluciona al Gobierno el problema de la cesantía, porque no piden trabajo; sólo buscan su propia alternativa.
Sin embargo, el proyecto no es para eso, sino que apunta al establecimiento de una norma de carácter general y permanente para cuando el país esté en situación normal. Aquí el problema del comercio clandestino, del robo, de la venta en las ferias libres y en los persas es sistemático y permanente.
No sé cuántos parlamentarios o autoridades han sido víctimas de robos en sus casas o en sus automóviles. Es impresionante ver cómo se venden las partes y piezas de los vehículos. El año pasado fueron robados más de tres mil. Es cierto que algunos los recuperan igual como estaban, otros chocados o destruidos. Pero la mayoría son desarmados y vendidos por partes y piezas.
¿Cuántos reducidores de especies -que aquí llamamos la “receptación”- están metidos dentro del comercio clandestino o del ambulante? Es cuestión de recorrer la calle Diez de Julio, las ferias libres o los mercados persas.
El proyecto busca -lo que reclama la ciudadanía- la presencia policial en las calles. Al respecto, se dan palos porque bogas y palos porque no bogas. Por un lado, queremos que la función policial sea realmente eficaz, pero, por otro, hay preocupación por aspectos que no tienden a la eficiencia policial, sino a todo lo contrario.
Es cierto que existen los excesos policiales, pero también es cierto que existen los sumarios internos. Por eso, las críticas en este sentido inhiben la acción policial, y Carabineros, frente a ellas, cada día cumple menos sus funciones. Incluso, son despedidos.
Ayer, según los titulares, ¡tres carabineros, baleados!
De una vez por todas, tengamos confianza en el criterio policial. Es cuestión de ir a los mercados persas y a las ferias libres para encontrar una gran cantidad de artículos notoriamente usados, que corresponden a robos de partes y piezas. Además, es habitual que el delincuente no porte su cédula de identidad o alguna otra identificación para evadir la acción de la justicia.
En consecuencia, votaré a favor de esta modificación -y pido a los colegas que hagan lo mismo-, en el entendido de que la ley será de carácter permanente y no ocasional.
He dicho.
El señor TUMA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra, hasta por tres minutos, el diputado señor Gonzalo Ibáñez.
El señor IBÁÑEZ .-
Señor Presidente , en primer lugar, quiero sumarme a las felicitaciones al diputado Alberto Espina por su trabajo, que ha fructificado en un proyecto que constituye el paso inicial hacia la racionalización del uso de los escasos efectivos de que disponen las fuerzas policiales.
En la brevedad de mi tiempo, quiero insistir en lo que expuso mi colega Waldo Mora respecto del artículo 266 del Código de Procedimiento Penal y el comercio callejero ilegal; incluso, quiero ir más allá de la reducción de especies robadas, para decir algunas palabras sobre lo que significa para las ciudades donde se practica impunemente.
A mi juicio, detener a una persona que lo ejerce y dejarla en libertad sólo con la presentación de su cédula de identidad, es tremendamente liviano. Es cierto que detrás del comercio clandestino hay cesantía y gente desesperada que busca trabajo, pero proporcionalmente es poca.
Detrás del comercio callejero ilegal hay toda una red de producción, importación y distribución muy bien armada, pero que opera al margen de la ley en lo que se refiere a condiciones de calidad, a tributación, a contratos de trabajos y a otros requisitos legales.
Además, constituye una competencia desleal para el comercio establecido y, por lo tanto, una causa real de cesantía. No soluciona este problema, sino que lo agranda al convertirse en parasitario de una actividad legal.
Asimismo, constituye el inicio de la ruina de las ciudades que lo sufren. De lo contrario, basta recorrer Valparaíso y Viña del Mar, donde ha sobrepasado todo límite de tolerancia.
Por eso, lo menos que se puede pedir es el inciso final que se propone al artículo 266 del Código de Procedimiento Penal.
Sin embargo, no corresponde a Carabineros ni a Investigaciones de Chile la administración de los espacios públicos de las calles y las veredas, sino a las municipalidades, que son extraordinariamente ineficientes en el cumplimiento de su deber, por lo menos en las ciudades que acabo de mencionar.
Sin perjuicio de las personas que necesitan ayuda, detrás del comercio callejero hay un aprovechamiento indigno en varios sentidos y una actividad parasitaria del establecido.
He dicho.
El señor TUMA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra, hasta por tres minutos, el diputado señor Patricio Cornejo.
El señor CORNEJO (don Patricio).-
Señor Presidente, el proyecto va en el camino correcto y es extraordinariamente importante, pues pretende que se racionalicen las funciones de Carabineros, muchas de ellas sin mayor relevancia, en beneficio de la comunidad.
No obstante, estoy en desacuerdo con los artículos 3º y 4º. Este último establece que el responsable del establecimiento en que se hagan las alcoholemias y se controlen las lesiones, arbitrará todas las medidas necesarias para que los exámenes del caso se realicen en el menor tiempo posible.
Tal disposición, simplemente, significará que los funcionarios de Carabineros y de Investigaciones de Chile exigirán que los peritajes se hagan de inmediato y con rapidez, en perjuicio de las personas que estén a la espera de ser atendidas en los servicios de urgencia.
Por desgracia, en el Servicio Médico Legal, a lo largo del país, no existen los recursos ni las horas médicas indispensables para efectuar este tipo de exámenes. Durante décadas, ha estado tremendamente postergado. Sólo en los últimos años se le ha inyectado una cantidad importante de recursos para hacerlo más efectivo y eficiente.
Al Servicio Médico Legal le corresponde efectuar las alcoholemias y verificar las lesiones. Pero, por tal razón, se derivan al sistema hospitalario, con el recargo correspondiente, lo cual perjudica la atención general.
El rol del sistema hospitalario es otro. Por eso, no estoy de acuerdo con los artículos tercero y cuarto y, por lo tanto, los votaré en contra.
He dicho.
El señor TUMA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra, hasta por tres minutos, el diputado señor Enrique Krauss.
El señor KRAUSS.-
Señor Presidente, esquemáticamente.
En primer lugar, manifiesto mi satisfacción por el inminente despacho del proyecto, que apunta hacia la racionalización de las funciones de Carabineros de Chile, que a lo largo de su existencia se han recargado, con lo que se ha desvirtuado el propósito que se tuvo en mente cuando se creó la institución, en 1927.
En segundo lugar, por el tenor de algunas intervenciones respecto del artículo 266 bis, no se persigue el comercio ilegal o clandestino. Éste, como dijo el diputado Gonzalo Ibáñez , responde a una situación de carácter puntual y traduce la denominada economía informal. De alguna manera, es la aspiración por solucionar, con relativa dignidad, los problemas de existencia de quienes carecen de un trabajo estable o de mayor significación.
A mi juicio, se pretende sancionar la existencia del delito de receptación -reduc-ción de especies-, para cuyos efectos se dispone que el comerciante ilegal acredite su identidad con el instrumento que corresponde en nuestro país: la cédula de identidad.
En 1924, en Chile se estableció el servicio de identificación personal obligatoria. Incluso, la técnica para ello se creó sobre la base de experiencias extranjeras, pero se nacionalizó, del alguna manera, por Juan Vucetich .
Desde que el Servicio de Registro Civil asumió tal responsabilidad, se ha avanzado hasta contar con un instrumento que no sea susceptible de adulteración o falsificación.
Hace poco, en el aniversario de ese servicio, su directora anunció que en los próximos meses se utilizará una nueva cédula, que garantiza su inviolabilidad y dispone de los elementos necesarios para que Carabineros e Investigaciones obtengan la información que requieran a través de sus sistemas computacionales.
En consecuencia, con la norma aludida se busca, simplemente, eliminar el delito de reducción de especies, del cual, en definitiva, también son víctimas los comerciantes ilegales o clandestinos. Es el reducidor, el “empresario” que trabaja con quienes cometen delitos de robo o de hurto, el que lucra a través de la situación que, lamentablemente, deben enfrentar los comerciantes ilegales o ambulantes.
Por último, señalo mi coincidencia plena con lo recientemente expresado por el diputado Patricio Cornejo , en el sentido de que la regulación de la atención en un establecimiento de emergencia debe ser de responsabilidad del director o de los médicos tratantes y no de los funcionarios policiales.
He dicho.
El señor TUMA (Vicepresidente).-
Cerrado el debate.
En votación en general el proyecto.
El señor MOREIRA.-
Señor Presidente , olvidé traer la tarjeta para abrir el mecanismo de votación, de manera que le pido considerar mi voto a favor.
El señor TUMA ( Vicepresidente ).-
Así se hará, señor diputado .
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 45 votos; por la negativa, 1 voto. No hubo abstenciones.
-Hablan varios señores diputados.
El señor TUMA ( Vicepresidente ).-
También se considerarán los votos a favor de la diputada señora Isabel Allende y del diputado señor Enrique Krauss.
El señor GARCÍA (don René García).-
En definitiva, ¿cuántos votos, señor Presidente?
El señor LOYOLA (Secretario).-
Se agregarían tres votos: el de la diputada Isabel Allende y el de los diputados Iván Moreira y Enrique Krauss.
Un señor DIPUTADO .-
¿Es posible repetir la votación?
El señor TUMA ( Vicepresidente ).-
Se va a repetir la votación.
-Repetida la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 50 votos. No hubo votos por la negativa ni abstenciones.
El señor TUMA (Vicepresidente).-
Aprobado en general el proyecto.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Alessandri, Alvarado, Álvarez, Allende (doña Isabel), Bertolino, Ceroni, Cornejo (don Aldo), Cornejo (don Patricio), Cristi (doña María Angélica), Encina, Espina, Fossa, Galilea (don José Antonio), García (don José), González (doña Rosa), Guzmán (doña Pía), Hales, Ibáñez, Jarpa, Jeame Barrueto, Krauss, Kuschel, Letelier (don Juan Pablo), Longton, Luksic, Martínez (don Rosauro), Molina, Monge, Mora, Moreira, Muñoz (doña Adriana), Olivares, Orpis, Ortiz, Palma (don Osvaldo), Paya, Pérez (doña Lily), Prochelle (doña Marina), Prokurica, Recondo, Reyes, Riveros, Rojas, Saa (doña María Antonieta), Salas, Tuma, Ulloa, Valenzuela, Van Rysselberghe y Venegas.
El señor TUMA ( Vicepresidente ).-
Por haberse presentado indicación, vuelve a Comisión.
El señor ESPINA.-
Punto de Reglamento, señor Presidente.
El señor TUMA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra su Señoría.
El señor ESPINA.-
Señor Presidente , me parece legítimo que haya distintos puntos de vista sobre el artículo en cuestión, pero pienso que si existe el ánimo en la Sala podría votarse la indicación para despachar el proyecto al Senado.
El señor TUMA (Vicepresidente).-
El procedimiento está establecido así en el Reglamento.
Tiene la palabra el diputado señor Hales.
El señor HALES .-
Señor Presidente , comparto lo dicho por el colega Espina. La indicación mejora la redacción, por lo que es conveniente votarla en esta sesión.
El señor TUMA ( Vicepresidente ).-
Si hubiera acuerdo para ponerla en votación de inmediato, pediría al señor Secretario que diera lectura.
El señor LETELIER (don Juan Pablo).-
Punto de Reglamento, señor Presidente.
El señor TUMA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra su Señoría.
El señor LETELIER (don Juan Pablo).-
Señor Presidente , no sé a qué artículo específico se están refiriendo. Si vamos a adoptar el procedimiento de despachar hoy el proyecto, entiendo que el acuerdo que se toma en forma unánime es votar artículo por artículo y no sólo esta indicación.
El señor TUMA ( Vicepresidente ).-
Sólo se votará la indicación, señor diputado .
El señor LETELIER (don Juan Pablo).-
Entonces, su Señoría me obliga a no dar la unanimidad, porque no conozco el tenor de la indicación.
El colega Patricio Cornejo planteó que en un punto quiere votar en contra, pero como no hay indicación presentada, pido que se recabe el acuerdo unánime de la Sala para votar cada uno de los artículos. Entiendo que así resolvemos el problema reglamentario.
El señor TUMA ( Vicepresidente ).-
Si hay acuerdo, se votará artículo por artículo.
En votación en particular el número 1 del artículo 1º.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 50 votos. No hubo votos por la negativa ni abstenciones.
El señor TUMA ( Vicepresidente ).-
Aprobado el artículo.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Alessandri, Alvarado, Álvarez, Allende (doña Isabel), Bertolino, Ceroni, Cornejo (don Patricio), Cristi (doña María Angélica), Dittborn, Encina, Espina, Fossa, Galilea (don José Antonio), García (don José), González (doña Rosa), Gutiérrez, Guzmán (doña Pía), Hales, Ibáñez, Jarpa, Krauss, Kuschel, Letelier (don Juan Pablo), Longton, Luksic, Martínez (don Rosauro), Molina, Monge, Mora, Moreira, Muñoz (doña Adriana), Olivares, Orpis, Ortiz, Palma (don Osvaldo), Paya, Pérez (doña Lily), Prochelle (doña Marina), Prokurica, Recondo, Reyes, Riveros, Rojas, Saa (doña María Antonieta), Salas, Soto (doña Laura), Ulloa, Valenzuela, Van Rysselberghe y Venegas.
El señor TUMA ( Vicepresidente ).-
En votación el Nº 2 del artículo 1º.
Si le parece a la Sala, se aprobará con la misma votación del número anterior.
Aprobado.
Se ha presentado una indicación para el Nº 3. El señor Secretario le dará lectura.
El señor LOYOLA ( Secretario ).-
De los honorables diputados señores Hales y Luksic, diputada señora Allende, doña Isabel, y diputado señor Jarpa
“En el artículo 266 eliminar, después de “comercio”, las expresiones “ilegal o clandestino”, y sustituir la palabra “indicios” por “presunciones reales y graves”.
El señor HALES.-
Punto de Reglamento, señor Presidente.
El señor TUMA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra su Señoría.
El señor HALES .-
Señor Presidente, reglamentariamente, ¿las indicaciones pueden ser explicadas o fundamentadas, o simplemente se leen? En todo caso, ¿cómo quedaría esta disposición?
El señor TUMA ( Vicepresidente ).-
El señor Secretario va a dar lectura al artículo con la indicación.
El señor LOYOLA ( Secretario ).-
El artículo 266 bis quedaría en los siguientes términos: “Tratándose de personas que ejerzan el comercio y si existieren presunciones reales y graves de que se estaría cometiendo el delito de receptación, el funcionario policial les exigirá que acrediten sus identidades con las cédulas respectivas. Si nos las presentaren, serán privadas de libertad para ser puestas a disposición del tribunal competente en la audiencia más próxima”.
El señor TUMA ( Vicepresidente ).-
En votación el artículo con la indicación. Si se rechaza, queda repuesto el artículo original.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 15 votos; por la negativa, 31 votos. Hubo 3 abstenciones.
El señor TUMA ( Vicepresidente ).-
Rechazada la indicación.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Allende (doña Isabel), Gutiérrez, Hales, Jarpa, Krauss, Luksic, Muñoz (doña Adriana) Ortiz, Pérez (doña Lily), Prochelle (doña Marina), Reyes, Saa (doña María Antonieta), Salas, Tuma y Venegas.
-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
Alessandri, Álvarez, Bertolino, Cornejo (don Patricio), Cristi (doña María Angélica), Díaz, Dittborn, Espina, Fossa, Galilea (don José Antonio), García (don José), González (doña Rosa), Ibáñez, Kuschel, Letelier (don Juan Pablo), Longton, Martínez (don Rosauro), Molina, Monge, Mora, Moreira, Olivares, Orpis, Palma (don Osvaldo), Paya, Prokurica, Recondo, Soto (doña Laura), Ulloa, Valenzuela y Van Rysselberghe.
-Se abstuvieron los diputados señores:
Alvarado, Ceroni y Rojas.
El señor TUMA ( Vicepresidente ).-
En votación el artículo.
-Durante la votación:
El señor CORNEJO (don Aldo).-
Pido la palabra, por un asunto de Reglamento.
El señor TUMA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Aldo Cornejo.
El señor CORNEJO (don Aldo).-
Señor Presidente , no considero bueno el procedimiento que se está empleando en un proyecto de esta naturaleza, porque al rechazarse la indicación, el artículo quedaría de la siguiente forma: “tratándose de personas que ejercen el comercio ilegal o clandestino”, con lo cual sólo podrán ser objeto de alguna acción de carácter policial, por el hecho de existir presunciones o indicios...
El señor TUMA (Vicepresidente).-
Señor diputado, eso es parte del debate de fondo. Si el artículo no le parece pertinente, puede rechazarlo.
En consecuencia, en votación el artículo, en su texto original.
-Durante la votación:
El señor PAYA.-
Pido la palabra, para plantear una cuestión de Reglamento.
El señor TUMA (Vicepresidente).-
Estamos en votación, señor diputado.
El señor RIVEROS.-
Reglamento.
El señor TUMA ( Vicepresidente ).-
Después de la votación, señor diputado .
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 36 votos; por la negativa, 16 votos. No hubo abstenciones.
El señor TUMA ( Vicepresidente ).-
Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Alessandri, Alvarado, Álvarez, Bartolucci, Bertolino, Cornejo (don Patricio), Cristi (doña María Angélica), Díaz, Dittborn, Espina, Fossa, Galilea (don José Antonio), García (don José), González (doña Rosa), Guzmán (doña Pía), Ibáñez, Jarpa, Krauss, Kuschel, Longton, Martínez (don Rosauro), Molina, Monge, Mora, Moreira, Olivares, Orpis, Palma (don Osvaldo), Paya, Pérez (doña Lily), Prochelle (doña Marina), Prokurica, Recondo, Rojas, Ulloa y Van Rysselberghe.
-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
Allende (doña Isabel), Ceroni, Gutiérrez, Hales, Letelier (don Juan Pablo), Luksic, Muñoz (doña Adriana), Ortiz, Reyes, Riveros, Saa (doña María Antonieta), Salas, Soto (doña Laura), Tuma, Valenzuela y Venegas.
El señor TUMA ( Vicepresidente ).-
En votación el artículo 2º.
Si le parece a la Sala, se dará por aprobado.
¿Habría acuerdo?
Aprobado.
En votación el artículo 3º.
Si le parece a la Sala, se aprobará.
¿Habría acuerdo?
Aprobado.
En votación el artículo 4º.
Si le parece a la Sala, se aprobará.
¿Habría acuerdo?
Aprobado.
Despachado el proyecto.
Tiene la palabra el diputado don Juan Pablo Letelier, por un asunto de Reglamento.
El señor LETELIER (don Juan Pablo).-
Señor Presidente , entiendo su apuro y lo respaldo; sin embargo, quiero dejar constancia de mi posición.
Yo quería votar la norma relacionada con los recintos de salud; incluso, pedí que por lo menos la Mesa consignara el voto. Ésa fue la razón por la que solicité que se votara artículo por artículo, y como lo hizo con mucha rapidez, el señor Presidente no miró hacia este lado de la Sala.
El señor TUMA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado don Patricio Cornejo.
El señor CORNEJO (don Patricio) .-
Señor Presidente , en mi intervención fundamenté mi voto en contra. Por lo tanto, no puede pedir la unanimidad, cuando he expresado mi rechazo expresamente.
El señor RIVEROS.-
Otro tanto ocurrió en mi caso, señor Presidente .
El señor TUMA (Vicepresidente).-
Va a quedar constancia de su voto en contra en ese artículo, señor diputado.
El señor MORA.-
Y del mío.
El señor LETELIER (don Juan Pablo).-
Yo he planteado un punto de Reglamento, señor Presidente .
El señor TUMA ( Vicepresidente ).-
¿Habría acuerdo para efectuar nuevamente la votación?
No hay acuerdo.
El señor LETELIER (don Juan Pablo).-
Señor Presidente , la forma de votar este proyecto fue acordada unánimemente. En ningún momento su Señoría ha puesto en votación el artículo 2º, ya que estaba hablando del numeral 4 del artículo 1º.
Como el artículo 2º incluye una serie de numerales, yo estaba esperando que se pusiera en votación, precisamente, a fin de que quedara constancia de nuestras opiniones. Se entiende el sentimiento que existe; sin embargo, dado que hemos tenido la voluntad de despachar este asunto hoy, deben someterse a votación aquellos temas donde es necesario establecer las diferencias de criterios.
El señor TUMA ( Vicepresidente ).-
Señor diputado , cuando puse en votación esta materia, expresé que se estaba votando el artículo, y ningún señor parlamentario hizo observación alguna.
El señor LETELIER (don Juan Pablo).-
Señor Presidente , usted dijo artículo 1º, numeral 4; nunca se refirió al otro artículo.
El señor TUMA (Vicepresidente).-
Señor diputado, el proyecto ya ha sido despachado.
Tiene la palabra el diputado don Aldo Cornejo.
El señor CORNEJO (don Aldo).-
Es sobre la misma materia.
El señor TUMA (Vicepresidente).-
El proyecto ya ha sido despachado.
El artículo 2º fue puesto en votación.
El señor LETELIER (don Juan Pablo).-
Pida al ministro de fe que lo certifique.
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