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La señora CARRERA.-
Señor Presidente , hoy se rinde homenaje a un ex Senador que llevó con honor una larga trayectoria política, viviendo -en carne propia- gran parte de los avatares históricos de nuestro país en el presente siglo, tanto los que eran reflejo del propio desarrollo de Chile, como de los que pasaban más allá de sus fronteras.
Un siglo que en el mundo y en Chile ha visto cambios abruptos y violentos; siglo de grandes pasiones políticas y alucinantes avances tecnológicos; siglo de dos guerras mundiales, de crueldad extrema que no por lejanas dejaron de conmover hasta los cimientos la visión del mundo y el modo de sentir la política y la vida en nuestro continente y en nuestro país; siglo de la Revolución de Octubre y de la Revolución Cubana, las cuales, más allá del juicio que se pueda tener de las mismas, dan cuenta de desequilibrios enormes que era necesario superar.
Siento que Rafael Agustín Gumucio , con su gran corazón, su aguda inteligencia política y la lealtad inclaudicable a su formación evangélica es un paradigma de cierto tipo de chileno que le dio sentido a una parte importante de nuestra historia en este siglo. Su dignidad, su clarividencia y su lealtad a la justicia social hace que muchos estemos agradecidos de que haya existido.
Hijo de una familia conservadora, tenía asegurado cualquier destino que le pareciera deseable. Heredero de principios morales y de sabiduría republicana de un padre excepcional, sintió que era el momento de la rebeldía y del cambio de un orden social imperante que le parecía injusto a la luz de sus ideas sobre la democracia, el humanismo cristiano y la justicia social.
Era la hora de que se creara un partido nuevo, lo que hizo junto a sus pares, entre los cuales brillan numerosos nombres que después han contribuido poderosamente a forjar nuestra historia. En 1938 fundó la Falange Nacional, al lado de Bernardo Leighton , Eduardo Frei Montalva , Manuel Garretón , Ignacio Palma y Radomiro Tomic .
No resisto la tentación de señalar algo de lo que conozco de su declaración de principios... "condenamos el régimen capitalista ...que mantiene a las muchedumbres en la esclavitud moral y económica, y el sistema colectivista que aniquila al individuo y destruye la iniciativa personal. Proclamamos el sentido humano de la economía". Otros puntos: "la economía debe ser dirigida"; "la reforma agraria es indispensable".
Gumucio fue elegido Secretario Nacional de la Falange dos años después de ser fundada; y luego, en 1954, Presidente de la misma. Creo que los tiempos eran propicios para la unidad de otras fuerzas social-cristianas, pero no tengo dudas de que la vocación unitaria de Gumucio tiene que haber contribuido a ello, dando paso a la creación del Partido Demócrata Cristiano.
Esta misma forma de ver la política, y bajo su dirección, impulsó a la Democracia Cristiana a formar, en 1958, un bloque de partidos -entre ellos los de la Izquierda- por el saneamiento democrático, y lograr, a pesar de las poderosas fuerzas que trataron de impedirlo, la derogación de la Ley de Defensa de la Democracia, promulgada en tiempos de González Videla y crear, como instrumento electoral, la cédula única, que garantiza una sólida barrera contra el cohecho, uno de los estilos más groseros y primitivos de intervención electoral.
La intensa vida política e ideológica que había en Chile -la cual a menudo hacía entrar en serias contradicciones en el interior mismo de los partidos- hicieron que Gumucio se separara de la Democracia Cristiana y contribuyera a formar el MAPU, primero, y, luego, la Izquierda Cristiana.
Podríamos decir que perteneció a varios partidos; sin embargo, se mantuvo siempre fiel a sus principios. Estaba separado de sus antiguos pares, pero jamás he oído a nadie reprocharle falta de consecuencia, honestidad o dignidad política, o siquiera un asomo de interés personal. De hecho, su actitud de apoyar al Gobierno popular, le costó largos años de exilio y el dolor del desarraigo.
Tuve el privilegio de conocerlo en el antiguo Senado. Pude disfrutar de su cálida, ecuánime y amistosa presencia, así como de sus ajustados juicios.
En el exilio, siguió actuando con tesón, paciencia y talento por conseguir la mayor unidad y la búsqueda de aliados para recobrar la democracia. Fue un factor importante para ir configurando lo que más tarde llegó a ser la Concertación.
Una característica importante en el ex Senador Gumucio fue su confianza en los seres humanos y su capacidad de avizorar el futuro. Profundamente crítico del modelo neoliberal, hoy en vigor en la mayor parte del mundo, fue uno de los primeros en señalar los peligros para la equidad, el medio ambiente y la justicia social el que se llevara este modelo a límites no deseados. Rechazaba con fuerza el pragmatismo en uso, pero guardando un admirable optimismo sobre su reversibilidad. No era de los que creían en el fin de la historia y su generoso corazón siempre mantuvo la creencia de que los seres humanos somos capaces de construir una sociedad más justa, solidaria y fraternal.
Como ciudadanos, lamentamos la muerte de un gran chileno, cuya herencia política nos fortalece y dignifica.
En nombre del Partido Socialista, expresamos nuestro sincero pésame a su familia.
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