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El señor SULE ( Presidente accidental ).-
A continuación corresponde ocuparse en el proyecto de ley, en primer trámite constitucional, que prohíbe el ingreso, expendio, consumo y existencia de bebidas alcohólicas en establecimientos educacionales, informado por la Comisión de Educación y Cultura.
--Los antecedentes sobre el proyecto figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley: (moción de la señora Soto y señores DÍEZ, Jarpa, Larre y Thayer).
En primer trámite, sesión 10a, en 16 de julio de 1992.
Informe de Comisión:
Educación, sesión 1a, en 31 de mayo de 1994.
El señor EYZAGUIRRE ( Secretario ).-
Esta iniciativa de ley tuvo su origen en una moción presentada por los ex Senadores señora Laura Soto y señor Jarpa, y por los Senadores señores Díez, Larre y Thayer.
La Comisión hace presente que los artículos 2° y 4° del proyecto son de rango orgánico constitucional, y que se consultó sobre ellos a la Corte Suprema, pero que ésta no ha dado respuesta al oficio respectivo.
La Comisión, por la unanimidad de los miembros presentes, Senadores señora Feliú y señores Cantuarias y Larre, aprobó en general el proyecto.
En cuanto al debate en particular, debo hacer presente que al comenzar el nuevo período legislativo, la Comisión acordó, atendida su nueva integración, reiniciar la discusión del proyecto, y le introdujo no sólo enmiendas, sino también sustituciones. En definitiva, propone aprobar el proyecto de la manera que indica en el informe, uno de cuyos párrafos expresa: "El proyecto de ley de la referencia busca cumplir con los propósitos que lo inspiran en seis artículos, cuya descripción se efectúa a continuación". Y hace una descripción de los preceptos, así como de la forma en que fueron aprobados por los miembros actuales de la Comisión de Educación y Cultura, a la que concurrieron, además, otros señores Senadores. El informe aparece suscrito por los Senadores señores DÍEZ, Cantuarias y Larre.
El señor SULE ( Presidente accidental ).-
En discusión general el proyecto.
Tiene la palabra el Honorable señor Cantuarias.
El señor CANTUARIAS.-
Señor Presidente, como Presidente de la Comisión de Educación , en primer lugar, deseo destacar el hecho de que estamos debatiendo una iniciativa originada en una moción, lo que bien vale la pena consignar, por tratarse de una circunstancia poco frecuente. La moción fue presentada por los ex Senadores señora Soto y señor Jarpa , y los Honorables señores Díez , Larre y Thayer .
El proyecto, en primer trámite constitucional, tiene por propósito prohibir el ingreso, expendio, consumo y existencia de bebidas alcohólicas en establecimientos educacionales. Como antecedentes legales cabe señalar fundamentalmente el decreto con fuerza de ley N° 5.291, de 1930, Ley de Educación Primaria Obligatoria, y la ley N° 17.105, de 1969, denominada genéricamente "Ley de Alcoholes".
El primero de los citados cuerpos legales prescribe una serie de materias en su artículo 2°, como la obligatoriedad de la educación para todo niño de siete a quince años y la continuación en el ciclo posterior, según corresponda. Y respecto de la materia que nos interesa, su artículo 132 prohíbe la existencia, a menos de doscientos metros de una escuela, de negocios de bebidas alcohólicas o de otros establecimientos que sean contrarios a la moralidad. Prohíbe también la construcción o arrendamiento de locales destinados a la enseñanza primaria a menor distancia de doscientos metros de sitios cuya vecindad pueda ser perjudicial para la salud.
Por su parte, la Ley de Alcoholes, en diversas disposiciones, tiene que ver con la materia del proyecto. En efecto, interesa, por ejemplo, el artículo 130, donde se contemplan normas relativas a la enseñanza antialcohólica y a la difusión de las nocivas consecuencias del alcoholismo.
En la página 3 del informe de la Comisión consta lo preceptuado por este cuerpo legal. Y lo recuerdo en el Senado, porque nos deja una tarea y reflexión en términos de la utilidad, oportunidad y cumplimiento de determinadas normas legales. Así, se establece que toda escuela y colegio de enseñanza primaria, secundaria y especial deberá entregar una asignatura sobre higiene con nociones de fisiología y temperancia, ilustrada con cuadros morales y exhibiciones cinematográficas que demuestren los efectos del abuso de las bebidas embriagantes. Este ramo -indica la iniciativa- ocupará un lugar especial en el programa de estudios, y su aprobación será requisito indispensable para ser promovido al curso superior. Finalmente, dispone que los cinematógrafos que funcionen en los barrios populares, en las aldeas y en los campos tendrán la obligación de exponer gratuitamente y por cinco minutos los avisos de enseñanza antialcohólica que el Jefe del Cuerpo de Carabineros de la comuna les proporcione. La contravención de estas normas se sancionará con las multas que allí se establecen.
Por otra parte, los artículos 153, 154, 159, 163 y 168 disponen que queda prohibida la existencia de cantinas, bares o tabernas y cabarés a menos de cien metros de los establecimientos de educación pública. Entrego estos antecedentes, unidos a lo señalado en el artículo 159 respecto de la facultad que se concede a las municipalidades para otorgar, en los días de fiestas patrias y en otras oportunidades, una autorización especial transitoria, por tres días como máximo, para que en los lugares de uso público u otros que se determinen, se establezcan fondas o locales donde podrán expenderse y consumirse bebidas alcohólicas.
He traído estas disposiciones al recuerdo, porque -como debe ser de conocimiento del Senado- es evidente que parte de lo preceptuado en ellas no se cumple. Una vez más estamos frente a determinadas iniciativas que se convierten en leyes de la República cuyo texto expresamente no se aplica. Y si bien contamos con programas de prevención del alcoholismo que en la actualidad funcionan fundamentalmente a través de un sistema de monitores y de algunas actividades de ese tipo, lo cierto es que no existe la asignatura que aparece de tan imperiosa importancia en el texto de la Ley de Alcoholes, ni mucho menos la exigencia de que su aprobación sea condición para la promoción al curso superior.
Por último, recuerdo nuevamente las disposiciones que permiten a las municipalidades otorgar autorización en forma transitoria en ciertos lugares de uso público u otros para expender -y, por supuesto, consumir-, por tres días como máximo, bebidas alcohólicas.
El trámite de ésta iniciativa pasó, además, por la diferente integración del Senado, y, por cierto, de la propia Comisión de Educación. De ahí que, si bien en septiembre del año pasado fue aprobada en su idea de legislar, se reinició su discusión en la fecha consignada en el informe, el cual, por lo demás, es bastante completo en términos de los antecedentes proporcionados, e ilustra bien el sentido que tuvo tanto el trabajo de la Comisión como el tratamiento de la iniciativa que hoy sometemos a la consideración de la Sala.
Entonces, de lo que se trata es de prohibir el expendio y consumo de alcohol, no en establecimientos educacionales en general, como proponía la moción, sino en los de enseñanza prebásica, básica y media, contemplados y, definidos expresamente en la Ley de Subvenciones. Y, por ello, se introdujo una frase aclaratoria en el artículo 1°.
El Ministerio de Educación, que se hizo representar durante el estudio del proyecto en la Comisión, expresó su acuerdo con la iniciativa, que básicamente consiste en prohibir el ingreso, existencia, expendio y consumo de bebidas alcohólicas en los establecimientos educacionales que señalé. Excepcionalmente, en los establecimientos educacionales ubicados en áreas rurales y que no presten servicio de internado, la municipalidad podrá hacer uso de la facultad contemplada en la Ley de Alcoholes para que, frente a eventos organizados por el respectivo centro general de padres y apoderados, puedan desarrollarse actividades en las cuales, transitoriamente e imponiendo algunas obligaciones, se autorice el expendio de esta clase de bebidas.
Creemos que el proyecto es una buena señal y un buen paso en la dirección correcta frente a algunos casos de exageraciones y situaciones de reiterados abusos de estos establecimientos en cuanto a la organización de determinadas festividades, muchas de las cuales no tienen nada que ver con actividades de los padres y apoderados ni mucho menos con las de sus alumnos. Se fijan las sanciones correspondientes y se tipifican estas faltas armonizándolas con las disposiciones de la Ley de Educación Primaria Obligatoria y de la Ley de Alcoholes.
La Comisión de Educación buscó en cada una de sus disposiciones una redacción sustitutiva, y aprobó cada artículo por la unanimidad de sus miembros. Por ello, recomienda al Senado acoger la iniciativa.
He dicho.
El señor SULE (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el Honorable señor Muñoz Barra.
El señor MUÑOZ BARRA.-
Señor Presidente , en primer lugar, deseo dejar constancia de que la iniciativa me parece loable, en la perspectiva de caminar hacia una doctrina completa en cuanto a lo que debe ser el entorno del sistema educacional del país.
Sin embargo, quiero señalar, por haber tenido en la práctica mucha relación con quienes participan en alguna medida con la intención de esta iniciativa, que la idea no amerita -diría- legislar con el ánimo de dar una señal de "luz roja", por cuanto no existen elementos reales indicadores de que cuando los establecimientos educacionales realizan algunas actividades con fines benéficos, se producen hechos que pueden considerarse atentatorios contra su labor formadora y educacional.
Creo que muchas veces la doctrina no tiene una relación natural con la realidad. Los colegios del país tienen centros de padres y apoderados que son precisamente los que, junto a los profesores, están preocupados permanentemente de que no se expresen conductas -repito- que atenten contra los principios formadores del educando. Estos centros realizan múltiples actividades encaminadas a solucionar los problemas del sistema educacional en Chile. Tanto la educación pública municipal como la subvencionada, o la privada, carecen de los elementos necesarios para enfrentar problemas de infraestructura, de materiales didácticos en relación con bibliotecas y aspectos deportivos. De modo que mientras no exista una política de Estado o de instituciones que se encargue de entregar estos recursos, existirá una realidad que no podremos desconocer.
Ahora, la gran mayoría de las comunas -represento a dos distritos sureños, el 48 y 49- no cuentan con recintos para realizar estas actividades benéficas tendientes a resolver problemas de la escuela. Esa es una realidad. Y los pocos que existen tienen un valor tan alto que atentan contra la intención que motiva estos eventos.
Por eso, me preocupa que la iniciativa, lejos de ayudar, en la práctica pueda perjudicar. Debo hacer presente, por ejemplo, que muchos establecimientos educacionales cuentan con canchas deportivas que pertenecen a la infraestructura o al bien común de esa escuela. De tal manera que toda esa gente que realiza sus torneos deportivos en estas escuelas, no podrá, por aplicación del proyecto, utilizar esas infraestructuras para reunir los recursos que muchas veces son fundamentales para las mismas actividades que se pretenden cuidar y cautelar.
No estoy en contra de la idea de legislar sobre esta materia, pero cabe señalar que el artículo 2° expresa que la autorización para actividades benéficas no se dará más de dos veces en el año a un mismo establecimiento educacional ubicado en áreas rurales. Al respecto, presenté indicación a la Mesa. Y votaré favorablemente la iniciativa solamente si después de la frase "ubicados en áreas rurales" se agrega "y en sectores urbanos", a fin de que exista la posibilidad de que el alcalde y el concejo autoricen la realización de estas dos actividades en beneficio del propio establecimiento, tanto en los sectores rurales como en los urbanos, por los antecedentes que indiqué.
Finalmente, quiero manifestar que mientras el Estado o instituciones privadas, o determinada legislación, no entreguen todos los recursos para solucionar los problemas de infraestructura, trataré en lo posible de incorporar al estudio de estas iniciativas la realidad del sistema educacional chileno.
He dicho.
El señor SULE (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el Honorable señor Prat.
El señor PRAT.-
Señor Presidente , estamos analizando un proyecto que responde a una preocupación de quienes lo han generado, que es muy válida. Y ésta se refiere a la gravedad que reviste el mal uso, el exceso -y sus consecuencias- de uso del alcohol cuando ello se produce en establecimientos educacionales, por la trascendencia que implica dar una mala educación en ese sentido a los niños que efectúan allí su labor educativa. Pero para atender esa preocupación y tratar de paliar los negativos efectos que el exceso de consumo de alcohol se da en esos casos, a mi juicio se propone un proyecto inconveniente.
En efecto, como señaló quien me antecedió en el uso de la palabra, los establecimientos educacionales, tanto en el área urbana como en la rural, son puntos de encuentro donde se llevan a cabo numerosísimas y muy trascendentales actividades de tipo social, especialmente en localidades menores. En ellos se celebran aniversarios, lo que normalmente finaliza con un cóctel; se llevan a cabo actos de inauguración de obras de adelanto de interés comunal -en especial, en las localidades recién mencionadas-, también con un cóctel; se efectúa la convivencia de padres y apoderados, tan importante para enrielar a la comunidad educacional tras la búsqueda del bien común, que les debe preocupar; se realizan beneficios -como señaló el señor Senador que me antecedió en el uso de la palabra-, para la provisión de bienes materiales necesarios. En escuelas grandes, medianas y chicas, en localidades urbanas, rurales y en la gran ciudad, tiene lugar ese tipo de actividades, a las que creo que afectaría gravemente la prohibición del uso de alcohol, si se cumpliera. Y digo esto último porque lo más probable es que la ley en proyecto nunca llegaría a cumplirse, a lo que me referiré luego.
En segundo lugar, me parece que la iniciativa en estudio adolece de un defecto de fondo, cual es el de desconocer y desestimar la responsabilidad que debe estar radicada en la comunidad educacional, compuesta de seres adultos, responsables y que deben tener espacios de libertad para conducir sus acciones. El director del establecimiento y el centro de padres y apoderados son las instancias calificadas para resolver si corresponde o no permitir el consumo de alcohol en el caso de que se trate.
Por mi parte, diría que el proyecto contiene un factor de dirigismo sin duda inconveniente y que, por la dislocación de sus términos con la realidad que pretende encarar, es una de las típicas iniciativas que, de convertirse en ley, están condenadas a no ser acatadas. El señor Presidente de la Comisión hizo referencia a una serie de ellas. ¿Para qué, entonces, dictar otra más restrictiva, que, precisamente por serlo en demasía, con seguridad estará determinada a que tampoco se cumpla?
A mi juicio, la atención legítima, muy válida y sensible de los autores de la moción debiera canalizarse más bien por otros caminos. Por ejemplo, las consecuencias de actos punibles que se realicen en establecimientos educacionales y tengan su origen en el consumo excesivo de alcohol son, sin duda, distintas de las que derivan de aquellos que se producen en un bar, de modo que sería legítimo aumentar la penalidad de los primeros. Pienso que ésa es la forma adecuada de recoger la válida preocupación de los autores de la iniciativa.
Por último, si se desea hablar de educación, creo que ella más bien debiera dirigirse a enseñar a nuestros jóvenes y niños que el consumo de alcohol debe ser moderado, consciente y responsable, en lugar de llevarlos al terreno de lo prohibido, y de que aparezca que en algunas partes el producto puede ingerirse sin medida y que en otras su consumo está vedado.
He dicho.
El señor SULE (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el Senador señor Ruiz-Esquide.
El señor RUIZ-ESQUIDE .-
Señor Presidente , este proyecto nació de una moción de dos ex señores Senadores y de tres que se hallan en ejercicio, habiéndolo analizado la Comisión de Educación tanto en el período legislativo anterior cómo en el actual, en el que se halla integrada por otros Honorables colegas. Sin perjuicio de la explicación pormenorizada de las normas hecha por su Presidente , deseo referirme a dos o tres aspectos surgidos durante el debate, que se ha apartado un poco del texto.
En primer lugar, me alegro mucho de que la moción se trate, compartiendo la opinión del Honorable señor Cantuarias en orden a que son pocas aquellas en que esto ocurre. Sin embargo, como Su Señoría ha insistido en el punto en reiteradas oportunidades -además de ésta-, debo precisar, para los efectos de nuestra tranquilidad personal y por respeto a mis Honorables colegas, que ello deviene fundamentalmente de las condiciones planteadas por la Constitución vigente, que el Senador que habla no aprobó, a diferencia del Senador señor Cantuarias .
El señor CANTUARIAS.-
¡Si bien no aprobé el aumento de impuestos, igual los pago...!
El señor RUIZ-ESQUIDE .-
Un segundo tema es el del alcoholismo en Chile. Estamos conscientes de que ese hábito, al igual que el de las drogas o el del cigarrillo, jamás va a ser reducido única y exclusivamente con leyes; ni siquiera con medidas coercitivas. Aquí no hemos discutido nunca por qué aumentan en el país el consumo de drogas y el alcoholismo, como indican todas las informaciones en el último tiempo. ¿Es sólo un problema de educación? ¿Es únicamente una cuestión de leyes que no se cumplen? Es muy peligroso, en verdad, señalar esto último como elemento casi indubitable. ¿El asunto dice relación a si debemos facilitar o no ciertas acciones para que se venda mejor el vino, o bien, que apunten a que el vino no se venda?
Desde la perspectiva de la psicología social moderna, el punto de fondo -y excúseme, señor Presidente , que me refiera a ello, pero el debate ya ha ido más lejos de lo que realmente pensábamos al creer que la iniciativa se aprobaría muy rápidamente- se encuentra en los valores culturales que se entregan a la gente y las formas en que los muchachos se evaden de la realidad. ¿Qué son todas las "muletas", como las llaman los psiquiatras? Ellas traducen sólo un afán de escapar. Y, fundamentalmente, estamos hablando del alcoholismo en los jóvenes, vía a través de la cual tratan de escapar de una realidad que no los satisface y que en muchas oportunidades los obliga a tomar un camino que no son capaces de transitar. En la actualidad, no estamos dándoles la visión de que lo que importa es ser y no tener. Lo que vale, según la imagen ofrecida por la sociedad mundial -y en lo que también han caído los chilenos-, es la competencia, el lograr cosas, el ser mejor que el otro y el éxito.
¿Qué hace que un hombre de 25 ó 30 años, inteligente como ninguno, que en un momento determinado adquiere una capacidad económica brutal, siendo exitoso gerente de una gran empresa, y que tiene una familia constituida, una mujer estupenda y un matrimonio razonablemente bien armado, se dedique a las drogas o caiga en el alcoholismo? ¡La competencia inmisericorde, que lo obliga a...
El señor ERRÁZURIZ .-
¿Me permite una interrupción, señor Senador ?
El señor RUIZ-ESQUIDE .-
Con mucho gusto, Honorable colega.
El señor SULE (Presidente accidental).-
Con la venia de la Mesa, puede hacer uso de ella, Su Señoría.
El señor ERRÁZURIZ .-
Además de lo señalado, creo que también podría agregarse la actitud de algunos políticos que no logran entender al hombre en su afán de desarrollo y progreso.
Gracias, señor Senador.
El señor DÍAZ .-
¿Qué tiene que ver?
El señor ZALDÍVAR (don Adolfo) .-
¡Nada que ver!
El señor RUIZ-ESQUIDE .-
Señor Presidente , estamos debatiendo una materia respecto de la cual nuestras observaciones pueden no ser compartidas por algunos Honorables colegas, pero dicen relación a algo serio, de modo que consideraré irrelevante la interrupción.
Es preciso tener presente, entonces, el fondo del asunto. Y otra parte del espectro la constituyen aquellas personas que, sin ser tan ricas, llevan una existencia bastante dificultosa, desde el punto de vista económico, a las que damos la visión de un mundo que no logramos que llegue a ellas. La visión de ese mundo, en efecto, al que la población chilena, urbana o rural, siente que nunca va a acceder, es la que genera esta suerte de necesidad de recurrir al alcohol, a las drogas o a otros elementos para evadirse.
En consecuencia, no soy partidario de medidas punitivas; tampoco, de que por ley apretemos de tal modo a la gente que no pueda realizar absolutamente ninguna acción. Sin embargo, creo que la iniciativa en análisis, de alguna manera, apunta a mejorar algo que es central: si no damos una señal en el sentido de que no es bueno utilizar los establecimientos educacionales como lugares para realizar actividades que exceden lo que es conveniente para la juventud, evidentemente quedará una sensación de permisividad, que sumada a lo demás, producirá un efecto negativo.
Por ello, pese a las limitaciones que pueda tener el proyecto -aclaro que no es una moción mía-; a las dificultades que puedan existir en su aplicación, de convertirse en ley; a las que podemos visualizar del modelo chileno, que no está dando satisfacción, no sólo ahora, sino desde hace muchos años, a uno de los objetivos de la propia ley de alcoholes, que, de alguna forma, obliga a educar a la gente de otra manera, creemos que éste es un pequeño paso en el sentido correcto. Y si el Senado estima que se producirá un efecto contradictorio, estoy dispuesto a discutirlo, en un debate mucho más a fondo y menos específico respecto de esta iniciativa, con prescindencia de materias que resultan irrelevantes en el tema en estudio.
El Senador señor Muñoz Barra me había pedido una interrupción, que le concedo, con la venia de la Mesa.
El señor ZALDÍVAR (don Adolfo).-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor SULE (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el Senador señor Muñoz Barra.
El señor MUÑOZ BARRA.-
Seré muy breve, señor Presidente .
Creo que no se debe perder de vista la intención de fondo, que es lo que nos debe preocupar en el sistema educacional. Con esta iniciativa no estamos enfrentando el problema de la formación, de los valores que vamos a entregar a los educandos. No hay que olvidar que los actos de que se trata tienen lugar cuando el colegio no funciona y que quienes concurren a ellos son, fundamentalmente, los propios padres y apoderados, interesados en aportar recursos para solucionar diferentes situaciones en este ámbito.
Me preocupa profundamente que por una finalidad muy loable estemos tapándonos los ojos frente a la realidad que se vive en las zonas que representamos. Y pido a Sus Señorías que, por favor, recuerden lo que sucede en ellas, sean urbanas o rurales, aspecto que no podemos ocultar.
Mi inquietud deriva de que bien podría suceder que despachemos un texto que, tan pronto como se publique, sea burlado, lo que no es nuestro propósito.
Gracias, Honorable colega.
El señor ZALDÍVAR (don Adolfo).-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor NÚÑEZ ( Vicepresidente ).-
Estaba con el uso de la palabra el Senador señor Ruiz-Esquide.
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
No sé si mi Honorable colega me ha solicitado una interrupción, o si desea intervenir por estar inscrito en seguida.
El señor ZALDÍVAR (don Adolfo).-
Estoy inscrito, señor Senador.
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
En ese caso, he terminado, señor Presidente.
El señor NÚÑEZ ( Vicepresidente ).-
Debo hacer presente que están apuntados para hacer uso de la palabra los Honorables señores Larraín, Thayer, Horvath, Andrés Zaldívar, Adolfo Zaldívar, Díaz, Hamilton y Lagos, y que el Orden del Día concluye a las 13:15, por lo que restan siete minutos. En consecuencia, en su momento, solicitaré la prórroga respectiva.
Tiene la palabra el Senador señor Larraín.
El señor LARRAÍN.-
Señor Presidente y Honorables miembros de esta Corporación, pienso que estamos ante un proyecto que reviste mucho interés, porque el alcoholismo y la drogadicción son de aquellas situaciones que están afectando a nuestra sociedad en forma bastante fuerte y generalizada. Por lo tanto, creo que es de la mayor importancia que nos aboquemos a su análisis, particularmente cuando ello es fruto de estudios y mociones que emanan de integrantes de esta propia Corporación.
Al mismo tiempo, coincido en apreciar que éste es un asunto que ciertamente, por su vastedad y complejidad, no se resuelve sólo a través de leyes. Tienen razón los señores Senadores que me han antecedido en el uso de la palabra al señalar que hay aquí una cuestión educacional, hay aquí una carencia cultural, hay aquí una falla en la que incide la forma como los medios de comunicación, particularmente el televisivo, generan la información y las imágenes de nuestro tiempo. Todo ello influye en el agravamiento de un hábito que no ha podido ser erradicado de nuestra sociedad.
Las causas, en verdad, son muchas. El asunto suele simplificarse en extremo y verse como si fuese exclusivo de cierto tipo de sociedades, o del momento por el que atraviesan. Eso no corresponde a la realidad. Si uno lo analiza, observará cómo el fenómeno ocurre en distintas naciones, bajo variadas doctrinas, religiones y filosofías políticas, y se dará cuenta de que no tiene que ver necesariamente con una expresión social determinada, sino con algo mucho más amplio y complejo.
El problema, entonces, debe ser abordado desde múltiples perspectivas. No por eso creo que sea del caso impedir su tratamiento desde aquellas en virtud de las cuales la legislación pueda ser útil y eficaz, como un elemento más que contribuya a erradicar el alcoholismo.
Es cierto que no basta, a veces, aumentar la penalidad de un delito o de una falta para que desaparezca el mal que se pretende atacar. Es indudable. Sin embargo, quienes debemos ocuparnos en la tarea legislativa, o quienes tenemos formación jurídica, creemos que las leyes tienen una finalidad y un ascendiente educativo extraordinariamente relevantes. Esa es la razón por la cual la sociedad, desde antaño, desde la historia, siempre ha procurado legislar para ir avanzando en la solución de sus problemas.
Estando enfrentados a una dificultad que no sólo se halla vinculada con la juventud y con la edad adulta, sino también con niños, es importante dejar constancia aquí, en esta Corporación, de que el alcoholismo, como hábito, no se adquiere hoy en la edad adulta, sino en la adolescencia. Los estudios hechos al respecto acreditan que cada día son más tempranas las edades en las cuales los jóvenes, hombres y mujeres, empiezan a adquirir el hábito. En consecuencia, es muy importante que sea la escuela, el liceo, la instancia en que se ataque la adicción. Ello tiene que hacerse desde las aulas, a partir del testimonio de profesores y directivos; pero debe actuarse igualmente a través de todas las formas posibles, de manera que la imagen de la escuela sea una sola y no esté en contradicción con el resto de los ámbitos que el niño frecuenta, como sucede cuando cosas que no se admiten en las aulas sí se aceptan fuera de ellas, o cuando no se permiten en horario de actividades escolares, aunque sí en actividades extracurriculares.
Por eso, creo importante el objetivo fundamental de esta norma, cual es el de atacar el hábito que en nuestra sociedad se está desarrollando, a temprana edad del alumno, en las escuelas, en colegios y liceos. Debe considerarse que el establecimiento de enseñanza y el proceso educacional no son solamente instituciones eficaces en lo formal, esto es, en los horarios escolares, sino a cualquier hora en que la actividad tenga lugar al interior de una escuela.
En este sentido, pienso, también, que una normativa de esta naturaleza no atenta contra la libertad de las personas porque aparezca restringiendo sus posibilidades, ya que los que están siendo, por así decirlo, protegidos son menores de edad, que no pueden siempre decidir con acierto por sí mismos. En consecuencia, es prudente y sano para nuestra sociedad el evitar que estos hábitos se adquieran cuando no se tiene el debido discernimiento para resolver sobre lo que es o no conveniente. Esto es particularmente trascendental en Chile, en dónde el fenómeno generalizado es el del alcoholismo, no el de la drogadicción,...hasta ahora. Porque la drogadicción crece en nuestro país a una velocidad impensada, y es sabido que el alcoholismo es una primera etapa para caer en aquélla.
Por lo tanto, vengó asimismo en manifestar, a partir de estas consideraciones, la conveniencia de aprobar la norma en todo su sentido. Sin perjuicio de ello, puede darse el caso de que efectivamente haya circunstancias que justifiquen las excepciones que aquí se han planteado. En algún acto muy importante para el establecimiento educacional, cabe, dentro de lo posible, la aplicación de un criterio diverso, de modo que respecto de aquellos ubicados en áreas rurales y que no presten servicios de internado podrá autorizarse el expendio de bebidas alcohólicas hasta en dos oportunidades al año, como lo preceptúa el artículo 2° del proyecto.
Aun estando de acuerdo con el tenor de la iniciativa, me parece que ese artículo contiene una disposición innecesariamente restrictiva, en cuanto a favorecer con la excepción recién mencionada sólo a los planteles "ubicados en áreas rurales, que no presten servicios de internado". Voy a proponer, en consecuencia, que se elimine esta última frase, de manera que la medida que se entrega a la decisión del alcalde y del concejo, a solicitud de los respectivos centros de padres y apoderados, sea aplicable no solamente en áreas rurales, sino también en los sectores urbanos.
He dicho.
El señor NÚÑEZ ( Vicepresidente ).-
Ha concluido el Orden del Día. La Mesa propone prorrogarlo, con el objeto de terminar la discusión del proyecto en esta sesión.
El señor MUÑOZ BARRA.-
No hay acuerdo, señor Presidente .
El señor SULE.-
No hay acuerdo.
El señor DÍAZ.-
Pido la palabra, señor Presidente.
El señor NÚÑEZ ( Vicepresidente ).-
No hay acuerdo para prorrogar el tratamiento de este asunto, señor Senador.
El señor DÍAZ.-
Es a eso a lo que deseo referirme.
Señor Presidente , es tan importante el tema, toca tantos puntos diferentes que me parece conveniente seguir discutiéndolo en una próxima sesión. Por lo tanto, esta bancada no es partidaria de prorrogar el Orden del Día.
El señor NÚÑEZ ( Vicepresidente ).-
Habiendo Comités que no dan su acuerdo para prorrogar el Orden del Día, se continuará debatiendo la materia en la próxima sesión, para lo cual quedan inscritos para hacer uso de la palabra los Senadores señores Thayer, Horvath, Andrés Zaldívar, Adolfo Zaldívar, Díaz, Lagos, Hamilton y Huerta.
El señor BITAR.-
Le ruego incluir mi nombre, señor Presidente .
El señor MUÑOZ BARRA.-
También el mío, señor Presidente .
El señor NÚÑEZ ( Vicepresidente ).-
Así se hará, señores Senadores.
--Queda pendiente la discusión general del proyecto.
"
- bcnres:tieneProyectoDeLey = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/proyecto-de-ley/748-04