-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/668313/seccion/akn668313-po1-ds11
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/668313/seccion/akn668313-po1-ds11-ds14
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/668313/seccion/akn668313-po1-ds11-ds31
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/668313/seccion/akn668313-po1-ds11-ds37
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/668313/seccion/akn668313-po1-ds11-ds27
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/668313/seccion/akn668313-po1-ds11-ds3
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/668313/seccion/akn668313-po1-ds11-ds29
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/668313/seccion/akn668313-po1-ds11-ds11
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/668313/seccion/akn668313-po1-ds11-ds12
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/668313/seccion/akn668313-po1-ds11-ds24
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/668313/seccion/akn668313-po1-ds11-ds7
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/668313/seccion/akn668313-po1-ds11-ds5
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/668313/seccion/akn668313-po1-ds11-ds4
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/668313/seccion/akn668313-po1-ds11-ds13
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/668313/seccion/akn668313-po1-ds11-ds8
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/668313/seccion/akn668313-po1-ds11-ds6
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/668313/seccion/akn668313-po1-ds11-ds9
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/668313/seccion/akn668313-po1-ds11-ds36
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/668313/seccion/akn668313-po1-ds11-ds32
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/668313/seccion/akn668313-po1-ds11-ds10
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/668313/seccion/akn668313-po1-ds11-ds22
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/668313/seccion/akn668313-po1-ds11-ds21
- bcnres:tieneTramiteConstitucional = bcnbills:TercerTramiteConstitucional
- dc:title = "MODIFICACIÓN DE LA LEY GENERAL DE BANCOS Y DE NORMAS RELACIONADAS. Tercer trámite constitucional. Integración de Comisión Mixta."^^xsd:string
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- rdf:type = bcnses:SeccionProyectoDeLey
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/4022
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1745
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3834
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2017
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2249
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/7
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2743
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1344
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2949
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3252
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2851
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3142
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/705
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2947
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3609
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/4398
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2146
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/520
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/4288
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2891
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/53
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/71
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/835
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/4469
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2689
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3054
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1068
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1996
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/4307
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/919
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2490
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3732
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/110
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2052
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3251
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/963
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3389
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1777
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/874
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/195
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/828
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1175
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1900
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1616
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2398
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1417
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/482
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3291
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3494
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2278
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3336
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3573
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1978
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3208
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/4177
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/137
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2134
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1115
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1795
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/888
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/485
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1079
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2562
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1468
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3220
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2012
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/522
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3487
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1290
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1147
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1778
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2751
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3675
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1717
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2459
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/504
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/4211
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3931
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/637
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3602
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2461
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1470
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3069
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2129
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/861
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3145
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1319
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2102
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3598
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2635
- bcnres:tieneTramiteReglamentario = bcnbills:DiscusionUnica
- bcnres:tieneMateria = http://datos.bcn.cl/recurso/tema/ley-general-de-bancos
- bcnres:tieneResultadoDebate = bcnres:seRechazanModificaciones
- bcnres:tieneTerminoLibre = http://datos.bcn.cl/recurso/tema/modificacion
- rdf:value = " MODIFICACIÓN DE LA LEY GENERAL DE BANCOS Y DE NORMAS RELACIONADAS. Tercer trámite constitucional. Integración de Comisión Mixta.
El señor ROCHA ( Vicepresidente ).-
Corresponde ocuparse de las modificaciones del Senado al proyecto que introduce modificaciones a la Ley General de Bancos, al decreto ley Nº 1.097, de 1975, a la ley Nº 18.010 y al Código de Comercio.
Diputado informante de la Comisión de Hacienda es el señor Longueira.
Antecedentes:
-Modificaciones del Senado, boletín Nº 1404-05, sesión 72ª, en 20 de mayo de 1997. Documentos de la cuenta Nº 2.
-Informe de la Comisión de Hacienda, sesión 6ª, en 10 de junio de 1997. Documentos de la Cuenta Nº 11.
El señor ROCHA ( Vicepresidente ).-
Solicito la autorización para que ingrese a la Sala el señor Subsecretario de Hacienda , don Manuel Marfán, y el señor Superintendente de Bancos e Instituciones Financieras , don José Florencio Guzmán.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
Tiene la palabra el señor diputado informante.
El señor LONGUEIRA .-
Señor Presidente , la Comisión de Hacienda recibió, tal como lo dispuso la Sala en una sesión anterior, las enmiendas del Senado al proyecto que introduce modificaciones a la Ley General de Bancos y a otras normas financieras.
En su informe, la Comisión sugiere rechazar un conjunto de disposiciones, a fin de que en la Comisión Mixta sean revisadas, corregidas o se insista en el criterio de la Cámara.
Tal como se señala en el informe, el Senado prácticamente reestructuró el proyecto, ordenándolo con criterios distintos a los de la Cámara, por lo que resulta muy complejo seguir su análisis. En su gran mayoría, efectuó una reubicación de artículos -no tiene sentido que los enumere-, modificó algunos y traspasó otros sin enmiendas a diversos números. La Comisión fue partidaria de aprobar dichos cambios.
El criterio que adoptó la Comisión fue sugerir a la Sala la aprobación de aquellas modificaciones que todos compartimos en forma unánime y el rechazo de aquellas que algún señor diputado pidió expresamente dejar a la Comisión Mixta, por los motivos que explicó, para insistir en el criterio de la Cámara, introducirles modificaciones o corregir errores que se hayan detectado. Por ello, sólo me referiré a las normas que la Comisión recomienda rechazar. Con respecto al resto de las normas -a las cuales no haré referencia-, sugiere por unanimidad que sean aprobadas por la Sala.
Voy a hacer mi exposición en función del texto comparado que los señores parlamentarios tienen en su escritorio.
En la página 2 del informe están enumeradas las normas de la Ley General de Bancos que la Comisión propone rechazar.
El artículo 1º -que es el más importante de este proyecto porque introduce las modificaciones a la Ley General de Bancos- tiene una cantidad bastante grande de numerales.
En primer lugar, la Comisión propone rechazar el Nº 3.
Los Nos 3, 4 y 5, nuevos, que incorporó el Senado hacen referencia a las personas fundadoras de bancos y a los requisitos que deben cumplir los accionistas fundadores.
Es así como en la letra a) del Nº 3 se establece: “Los accionistas fundadores de un banco deberán presentar un prospecto a la Superintendencia, tanto para la creación de un nuevo banco como para la transformación de una sociedad financiera en empresa bancaria. El prospecto deberá ser acompañado de un plan de desarrollo de negocios para los primeros tres años de funcionamiento.”.
Por medio del Nº 4, se agregan los artículos 27 A, 27 B y 27 C, nuevos, a la Ley General de Bancos. Éstos hacen referencia a los accionistas fundadores de un banco, estableciendo los requisitos de solvencia e integridad que deben reunir. Posteriormente señala que la Superintendencia fiscalizará el cumplimiento de estos requisitos.
Por último, el Nº 5 agregado por el Senado también hace referencia a esta materia.
La Comisión propone rechazar la letra b) del Nº 5, sobre el plazo que tiene la Superintendencia para autorizar el funcionamiento de una entidad bancaria.
La Comisión también propone rechazar los numerales 3, 4 y 5, nuevos, incorporados por el Senado, que hacen referencia a los accionistas fundadores de un banco, a fin de que sean revisados por la Comisión Mixta.
Posteriormente, la Comisión de Hacienda propone rechazar el Nº 9, que ha pasado a ser 13 -página 11 del comparado-, que se refiere al horario de atención de público para las entidades bancarias. Al respecto, el Senado hizo enmiendas importantes a los criterios aprobados por la Cámara. En el fondo, le introduce una modificación y una flexibilización. Dispone que deberán observarse las normas establecidas en el Código del Trabajo y deja a criterio de la entidad bancaria y de la Superintendencia una extensión de horario distinta de la planteada por la Cámara. Por lo tanto, hay dos criterios radicalmente opuestos.
La Comisión de Hacienda propone rechazar este numeral.
La Comisión también propone rechazar el numeral 36 que introduce cambios al artículo 65 de la ley General de Bancos. La Cámara propuso sustituir los artículos 4º y 5º. El Senado sustituye integralmente el artículo aprobado por la Comisión de Hacienda, la que estimó que es probable que hubiera un error, ya que el Senado, al sustituir integralmente el artículo 36, original, establece una norma que no sigue el criterio adoptado por la Cámara.
En todo caso, el numeral 36 se refiere a la facultad que tiene la Superintendencia de Bancos para denegar la autorización para administrar un banco. Es una materia bastante relevante. Por eso, dado que el Senado, al sustituir el numeral 36 por uno nuevo, le introdujo cambios significativos a los criterios adoptados por la Cámara, la Comisión estima conveniente que vaya a Comisión Mixta.
Asimismo, la Comisión de Hacienda propone a la Sala rechazar el numeral 47, 10 de la Cámara, que establece las normas nuevas de Basilea, que son los criterios que se implementarán a partir de este proyecto. En el fondo, le introduce cambios sustanciales, tal vez, uno de los más importantes, ya que modifica los artículos 81 y 82 de la Ley General de Bancos. El artículo 81 señala la forma en que se va a establecer el patrimonio efectivo de los bancos y las normas de Basilea establecidas en el numeral 10 del proyecto de la Cámara.
La Comisión también propone rechazar la categoría 4, en el artículo 82, nuevo, referida a los préstamos con garantía hipotecaria para la vivienda. En el fondo, en la Comisión Mixta se quiere discutir un vacío que eventualmente existiría, que es cómo incorporamos el capital de aquellas operaciones de leasing.
Paralelamente a esto, debo señalar que para ser consecuentes con lo que la Comisión propone rechazar, es necesario que se proceda del mismo modo no sólo respecto de la categoría 4 del artículo 82, sino también del artículo 81 propuesto por el Senado, porque es evidente que para introducir alguna modificación es vital que la Comisión rechace el artículo 81, del numeral 47 del texto comparado, con el propósito de discutir en la Mixta el rechazo de la categoría 4 y de la incorporación del “underwriting”, que es un nuevo negocio o giro que podrán emprender las instituciones bancarias.
El siguiente numeral que la Comisión propone rechazar es el 54, Nº1 de la Cámara. La Comisión sugiere que rechacemos en dicho numeral, la letra a), el inciso segundo del texto aprobado por el Senado, que dice: “Los directores, gerentes, subgerentes, apoderados generales o empleados de un banco no podrán ser corredores de seguros;...”
Hubo parlamentarios que manifestaron que ésta era una inhabilidad sin mucho sentido y solicitaron que fuera revisada por la Comisión Mixta. De ahí, la recomendación de la Comisión de Hacienda de rechazar el mencionado inciso segundo.
La Comisión también propone rechazar el 19 del Nº 59, para que sea discutido por la Comisión Mixta.
El número 19 -como señalé- incorpora un nuevo negocio o giro a las instituciones bancarias, el “underwriting”, lo que significa que podrán actuar como agentes colocadores de acciones de primera emisión de sociedades anónimas abiertas, pudiendo garantizar la colocación.
Este negocio no fue discutido en el trámite de la Cámara, aunque hubo que analizar con mayor profundidad algunas de las sanciones o requisitos establecidos en el numeral 19, para efectuar este negocio. En el número 59 también figura el numeral 18, que establece que los bancos también podrán emitir y operar tarjetas de crédito. La Comisión plantea que eso se apruebe en este trámite.
Tal como lo señalé con anterioridad, al proponer la Comisión de Hacienda que rechacemos el Nº 19, para que haya una relación lógica, también debe ir a Comisión Mixta el artículo 81 del Nº 10 del proyecto. Las modificaciones al Nº 19 también se pueden introducir en el texto del artículo 81 que se propone en el Nº 10 de la Cámara.
El último número del artículo 1º, que se propone que vaya a Comisión Mixta, es el Nº 60, 3 de la Cámara.
La Comisión no compartió el criterio del Senado de eliminar su inciso séptimo, pues elimina una facultad de la Superintendencia para obligar a enajenar acciones en caso de incumplimiento de ciertas normas que establece el artículo.
El mencionado inciso séptimo señala: “Sin perjuicio de las sanciones contempladas en el artículo 19 del decreto ley Nº 1.097, de 1975, o las que sean aplicables conforme al artículo 31 bis, el incumplimiento de cualquiera de las normas precedentes por parte del banco chileno o del banco, sucursal o empresa establecida o en que participe en el extranjero, facultará al Superintendente para obligar al primero o enajenar todas las acciones que posea en el banco o empresa extranjera o a clausurar o enajenar la sucursal u oficina en que se haya cometido la infracción, dentro del plazo que determine que no podrá ser inferior a sesenta días.”
Paso ahora a exponer las dos modificaciones que la Comisión de Hacienda propone rechazar en el artículo 2º del proyecto, que introduce modificaciones al decreto ley Nº 1.097, de 1975.
En primer lugar, sugiere rechazar el inciso segundo del artículo 2º.
El inciso primero establece el otorgamiento de facultades a la Superintendencia para fiscalizar a los bancos o empresas que los bancos chilenos establezcan en el extranjero.
El Senado introdujo modificaciones importantes. En la Comisión hubo parlamentarios que no compartieron el criterio del Senado de agregar un inciso segundo al Nº 1 del artículo, ya que establece modificaciones sustanciales a los criterios de fiscalización señalados por la Cámara.
Por lo tanto, la Comisión de Hacienda sugiere que las flexibilidades que introduce el Senado en la fiscalización de bancos o empresas que se establezcan en el extranjero, sean revisadas en la Comisión Mixta, para lo cual, como ya lo señalé, propone rechazar el inciso segundo del Nº 1 del artículo 2º.
En el artículo 2º, la Comisión también propone el rechazo de su Nº 2, que pase a Comisión Mixta. La disposición establecía que las casas comerciales tenían la obligación de entregar la información que la Superintendencia de Bancos les requiriera y regirse por los parámetros de información financiera y crediticia que hoy se aplican a las instituciones que fiscaliza.
No me extenderé en este artículo, porque ha sido bastante polémico y es de todos conocido.
Por último, la Comisión de Hacienda también sugiere a la Sala rechazar el Nº 2 del artículo 3º, que introduce modificaciones a la ley Nº 18.010. El Senado introdujo una modificación que sustituye íntegramente el Nº 2 de la Cámara, que proponía reemplazar los dos primeros incisos del artículo 6º. El Senado sustituye el Nº 2 y establece un inciso final, que señala lo siguiente: “No obstante lo anterior, en las operaciones de crédito de dinero en moneda nacional no reajustables podrá estipularse un interés que exceda el máximo convencional, con la limitación de que no podrá superar en más de un 100 % al corriente.”
Es una modificación importante, porque en la actualidad el máximo es hasta un 50 por ciento; por lo tanto, la Comisión no compartió el criterio de extender hasta un ciento por ciento esta tasa de interés.
Ésas son todas las materias que la Comisión de Hacienda abordó.
Quiero dejar en claro que no es que, en forma unánime, todos los diputados hayan estado de acuerdo con el rechazo a estos artículos, sino que el criterio que operó en la Comisión -como lo ha hecho históricamente- es que, en el fondo, discutamos en forma más profunda aquellas materias en que por distintas razones -expliqué algunas-, los diputados querían una segunda discusión. Por eso, en forma unánime, todo el resto de aquellas materias a las que no hice mención, la Comisión de Hacienda sugiere que sean aprobadas y que todas las normas mencionadas en los artículos 1º, 2º y 3º del proyecto, vayan a Comisión Mixta.
He dicho.
El señor ROCHA ( Vicepresidente ).-
Solicito autorización para que ingrese a la Sala el asesor del señor Ministro de Hacienda , don Álvaro Gallegos.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
En discusión las modificaciones del honorable Senado.
La Mesa propone a la Sala, y así se desprende del informe, discutirlas en conjunto.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
Tiene la palabra el Diputado señor Jürgensen.
El señor JÜRGENSEN.-
Señor Presidente , en el informe aparecen las disposiciones rechazadas por la Comisión de Hacienda que, por lo tanto, deben ser tratadas en la Comisión Mixta. Entre otras, figura el numeral 47, N°5, referido al artículo 82.
El diputado informante se ha referido también, y expreso mi acuerdo con ello, al rechazo del inciso tercero del artículo 81, que aparece en el numeral 47 del artículo 1°. La razón es que adolece de un error, dado que ahí se establece lo que se descuenta del capital básico para constituir el patrimonio efectivo del banco. Una de las exclusiones es la inversión en sociedades de que forme parte el banco, con excepción de las acciones que adquiera de sociedades por el pago de obligaciones.
El error radica en que, además, debieron incluirse, como excepción, las acciones que el banco adquiera como consecuencia del cumplimiento de las obligaciones en virtud de un contrato “underwriting”, posibilidad que se incorporó en el Senado, sin reparar en esta necesaria modificación legal.
Por lo tanto, es necesario agregar a las disposiciones rechazadas, la que aparece en la página N° 33 del texto comparado.
Quiero entregar una opinión diferente en relación con las licencias bancarias. Las normas propuestas por el Senado en los números 3, 4 y 5, las estimo adecuadas, porque apuntan a que el proyecto ayude a los consumidores a promover mayor competencia y a permitir la entrada controlada de nuevos agentes al mercado.
Para estos efectos, se establecen exigencias estrictas, patrimoniales y de idoneidad a quienes deseen abrir nuevos bancos. En lo patrimonial, se pide que los socios tengan un patrimonio equivalente a la inversión y se duplica el capital mínimo requerido. En lo relativo a la idoneidad, se establecen requisitos de integridad y se otorgan facultades a la Superintendencia para calificar discrecionalmente a los interesados. Se señalan como presunciones de ausencia de esos requisitos los casos que la actual ley consagra para el acceso a la propiedad de los bancos. Incluso, se prevé el caso de lavado de dinero, en que se autoriza a la Superintendencia de Bancos para suspender su pronunciamiento y comunicar los hechos al Consejo de Defensa del Estado .
Esta libertad para acceder al negocio bancario es una necesaria adecuación a las reglas generales de nuestra legislación bancaria. Por eso, solicito a su Señoría votar en forma separada los números 3, 4 y 5, porque al menos algunos diputados de Renovación Nacional votaremos favorablemente la propuesta del Senado.
He dicho.
El señor ROCHA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Montes.
El señor MONTES .-
Señor Presidente , en primer lugar, quiero destacar que el informe del Diputado señor Longueira refleja muy fielmente lo que se discutió y acordó en la Comisión.
En el espíritu de la Comisión estaba la idea de rechazar las propuestas del Senado en todas aquellas materias que nos pareciera importante debatirlas más en profundidad, con el fin de buscar mejores formulaciones y soluciones. Así lo expresó el señor diputado y por ello apoyamos el informe de la Comisión de Hacienda. Creemos que todas la materias señaladas deben ser parte del trabajo de la Comisión Mixta.
De todas ellas, quiero referirme a tres y dar el fundamento para pedir que se revisen en la Comisión Mixta, con el objeto de buscar mejores soluciones. O sea, hay muchos puntos de discrepancia, pero quiero seleccionar sólo tres.
En primer lugar, el de la tasa de interés máxima convencional.
El Senado ha establecido una norma muy holgada y ha dicho que la tasa de interés máxima convencional debe ser el promedio de los últimos meses, más el ciento por ciento, o sea, el doble de la tasa de interés. Esto es más o menos lo que ocurre hoy en el mercado.
La norma actual dice que la tasa de interés máxima convencional sólo puede ser 50 por ciento superior a ese promedio, y hay muchas instituciones que no la cumplen.
La Cámara de Diputados aprobó una norma que encomendaba a la Superintendencia establecer rangos para la tasa de interés máxima convencional, diferenciando distintas situaciones, porque estamos convencidos de que los consumidores son insensibles a la tasa de interés de corto plazo. Esta tasa no es una señal que ellos asumen y, muchas veces, tampoco los pequeños productores. Por eso, debe haber una tasa de interés máxima convencional, dentro de rangos razonables. La definición del Senado es muy holgada e impropia, y debe ser revisada.
En segundo lugar, quiero referirme al horario bancario.
El Senado ha acordado una norma que permite la casi completa flexibilidad horaria.
Al respecto, quiero destacar lo que ha hecho presente la Confederación Bancaria y el Sindicato del Banco del Estado. Ambas organizaciones nos han dicho que es inadecuada por razones gremiales propias de sus contratos y de su relación con sus empresas, pero también desde el punto de vista de la sociedad en su conjunto.
Tenemos un serio problema de desarrollo humano. Un país que crece económicamente debe preocuparse de lograr un mejor desarrollo humano de las personas y de las familias, así como de los barrios, las comunas y el conjunto del país.
En Chile, gradualmente, se asume la idea de que todos los días se trabaja -son todos muy parecidos- lo que va teniendo un efecto y un impacto cada vez más fuerte sobre las familias. Puedo dar testimonio de lo que ocurre con muchas familias de trabajadores de los shopping. Es cierto que el domingo ganan más que nunca, pero ello tiene un impacto muy serio, porque pierden la posibilidad de desarrollar una vida familiar adecuada.
Podemos analizar la situación de otros países. Los brasileños no trabajan los domingos; en Europa, cada día se va eliminando el trabajo en domingo y concentrando en el resto de los días, como una forma de asegurar una convivencia distinta.
La Confederación Bancaria y el Sindicato de Trabajadores del Banco del Estado nos plantearon no sólo el tema gremial, sino cómo organizar el trabajo en la sociedad. Creo que es muy importante lo que ellos han manifestado.
Es necesario precisar lo que aprobó la Cámara de Diputados en su primer informe y ser categóricos en cuanto a que no debe haber trabajo bancario los domingos y festivos, como lo establece la indicación de la Cámara, pero con una vía de excepción. Además, respecto de los sábados, que la Superintendencia otorgue autorización en casos especiales, y que el resto de la semana exista toda la flexibilidad que las distintas entidades bancarias requieran.
Se debe tener presente que, dado el funcionamiento de los bancos, la mayor parte de las operaciones se puede hacer todos los días a través de las máquinas, salvo las de créditos, lo cual no justifica la extensión horaria.
Este tema nos lleva a un debate mucho más de fondo en la sociedad chilena: cómo organizar la convivencia y asumir el tema de la familia y de los días de descanso.
-Aplausos en las tribunas.
El señor ROCHA (Vicepresidente).-
Se ruega a las personas que se encuentran en tribunas no hacer manifestaciones.
El señor MONTES .-
El tercer punto se refiere a los créditos de consumo, sobre lo cual está claro que hay problemas de mayor transparencia macroeconómica, de ritmo de crecimiento de los mismos, de otorgamiento de créditos a familias que no tienen capacidad para asumirlos y de sobreendeudamiento de algunas de ellas. Basta ver los antecedentes.
Señor Presidente , con su venia, le concedo una interrupción al Diputado señor Ulloa .
El señor ROCHA ( Vicepresidente ).-
Por la vía de la interrupción, tiene la palabra el Diputado señor Ulloa .
El señor ULLOA .-
Señor Presidente , comparto lo expresado por el colega señor Montes en relación con el tema de trabajo en domingo y del uso de las máquinas. Fue muy gráfica su explicación. Sin embargo, deseo consultar si el número o el tipo de operaciones que se realizan normalmente son cubiertas en un porcentaje determinado por las máquinas. Él señaló que sólo un tipo de operación no se hacía a través de este medio. Quiero saber a qué porcentaje corresponde el uso de las máquinas respecto de todas las operaciones bancarias.
Dado que no conozco en profundidad el tema, apoyo lo expresado por el colega, pero me interesa saber si existe mayor información al respecto.
He dicho.
El señor ROCHA ( Vicepresidente ).-
Puede continuar, Diputado señor Montes .
El señor MONTES .-
Señor Presidente , en este momento, no tengo ese antecedente acá. En todo caso, es un problema de hábitos, porque las personas que piden créditos normalmente lo hacen los días de semana, no el fin de semana o el domingo. Ahora no tengo el dato de lo que representa ese tipo de operaciones dentro del conjunto.
Me estaba refiriendo al tema de los créditos de consumo, en los cuales hay problemas de transferencia macroeconómica, de ritmo de crecimiento, porque van creciendo mucho más rápido que el resto de las operaciones crediticias. También hay un cierto endeudamiento en las familias que obtienen créditos superiores a su capacidad de pago, sobre todo en el segmento C3 y C2, o sea, las que tienen ingreso entre 250 y 540 mil pesos mensuales. Además, las instituciones de crédito están disputándose el mercado de aquellas familias que tienen un ingreso promedio de 120 mil pesos mensuales.
¿Qué trató de hacer la Cámara de Diputados? Estableció ciertas normas para permitir una mayor autorregulación por parte de los agentes que intervienen en el proceso. El Senado las rechazó y ha dicho que no deben ir en este proyecto.
En la Comisión de Hacienda consideramos que es importante debatir este asunto y buscar alguna solución por la vía de una completa información sobre los efectos macroeconómicos de todos los sistemas de créditos: de bancos, financieras, casas comerciales, créditos informales, o sea, del conjunto de créditos, para conocer exactamente el nivel de endeudamiento.
Desde el punto de vista de las políticas públicas, es importante conocer el nivel total a que va llegando el endeudamiento en el sistema de créditos.
Por otra parte, también es importante que los agentes que dan crédito tengan toda la información, para saber sobre qué base lo están otorgando.
Hay un estudio muy claro de la Universidad de Chile, de una familia con dos hijos y un ingreso mensual de 250 mil pesos. Se demuestra empíricamente, para lo cual recorrieron los distintos lugares donde dan créditos, que esa familia puede endeudarse hasta en 450 mil pesos mensuales, o sea, casi el doble de su ingreso efectivo, porque el sistema no tiene mecanismos de autorregulación.
A esto hay que buscarle solución sobre la base del derecho que tiene el consumidor a obtener toda la información sobre su endeudamiento y que, a su vez, el sistema pueda solicitarle el conjunto de la información, con el fin de tomar decisiones con mayor fundamento. No estamos en contra las casas comerciales ni en contra de los bancos. Buscamos un sistema de autorregulación de los créditos de consumo sobre la base de mayor transparencia de la información, tanto en el nivel macroeconómico como en el de las decisiones de quienes los otorgan y de las familias que los piden. Esto no resuelve todo el problema del crédito de consumo, pero ayuda. Aquí hay un problema serio de información y de educación de los consumidores.
Por eso creemos muy importante que la Comisión Mixta estudie esta tercera materia, busque una solución y converse nuevamente con las casas comerciales y con los bancos, a fin de llegar a una solución adecuada para que los créditos de consumo tengan capacidad de autorregulación.
He dicho.
El señor ROCHA ( Vicepresidente ).-
Señores diputados, sugiero que sus intervenciones sean más breves, porque hay aproximadamente diez señores diputados inscritos -corresponden diez minutos a cada uno- y debemos votar necesariamente a las 12.30 horas, a menos que acordemos unánimemente prorrogar el tiempo.
Tiene la palabra el Diputado señor Ortiz.
El señor ORTIZ .-
Señor Presidente , el diputado informante de la Comisión de Hacienda ha sido muy claro y explícito respecto del resultado de la discusión sobre las modificaciones del Senado al proyecto que introduce modificaciones a la Ley General de Bancos, al decreto ley Nº 1.097, de 1975; a la ley Nº 18.010, y al Código de Comercio.
Con el respeto que me merecen los otros nueve colegas parlamentarios inscritos, me voy a referir a dos temas concretos y específicos:
En primer lugar, al nuevo horario que se quiere imponer a todos los trabajadores bancarios del país, tanto a los que son parte de la Confederación Bancaria, como a los integrantes del Banco del Estado de Chile.
Estoy hablando en representación de la bancada de la Democracia Cristiana, no sólo de los diputados de la Comisión de Hacienda, sino también de aquellos de la de Trabajo y, en forma muy especial -porque hemos conversado largamente sobre el tema- del Diputado señor Rodolfo Seguel .
¿Por qué expreso esto? El Ministro del Trabajo se ha reunido con estos sindicatos, a nivel nacional, y también con los integrantes de la Comisión del Trabajo de esta Corporación, en la cual, en representación del Gobierno, ha sido muy claro en señalar que, por ningún motivo, el Gobierno de la Concertación quiere modificar una ley que fue el fruto de mucho trabajo, como es la Nº 16.324, publicada en el Diario Oficial el 28 de septiembre de 1965. Dicha ley dispone en la letra b) de su artículo 1º que las instituciones bancarias, es decir, el Banco del Estado, la Superintendencia de Bancos, las cajas de previsión del Banco del Estado y del Banco Central de Chile sólo trabajarán de lunes a viernes de cada semana, ambos días inclusive, en jornada única bancaria, en todas las provincias del país, sin perjuicio de las facultades conferidas al Superintendente para determinar el horario de dichas instituciones.
¿Por qué comencé expresando el título del proyecto que estamos tramitando? Porque aquí se está pasando a llevar la ley Nº 16.324, que está vigente y que establece los cinco días de jornada laboral de los trabajadores del Banco del Estado.
Quiero recordar que el Banco del Estado es el único que, aparte de cumplir sus obligaciones como institución bancaria, cumple un rol social importantísimo en el país: no hay comuna ni poblado, a no ser que esté alejado o prácticamente fuera de los lugares de mayor circulación, en que el Banco del Estado no esté haciendo patria. Sólo quiero llamar la atención de que en este instante hay 10 millones de libretas de cuentas de ahorro y que prácticamente la mayor parte de ellas presta un servicio que no otorga ninguna institución del país, como es, por ejemplo, permitir a los padres o familiares hacer los respectivos depósitos para los hijos que estudian en otras comunas o provincias del país.
Por lo tanto, creo que es de una gran injusticia haber presentado esta indicación que, en forma solapada, al parecer ingenua, cambia total y absolutamente el horario bancario.
En la página 11 del comparado que tenemos en nuestros escritorios figura el texto que aprobó la Cámara de Diputados hace algún tiempo; pero, por otro lado, en la página 18 figura el texto que con una sola palabra cambia toda la situación. Si aprobáramos el texto del Senado, pasaríamos a llevar lo dispuesto en la ley Nº 16.324. Pero, lo que es más grave, en forma muy sutil cambiamos la calidad y el nivel de vida de todos los funcionarios bancarios chilenos. No puede ser que, a través de esta indicación, se persiga que algunas instituciones bancarias entren a competir con las grandes tiendas, especialmente con los mall, para lo cual también deberían trabajar los sábados, domingos y festivos.
Quiero dejar claramente especificado en mi intervención que me opongo total y absolutamente a la modificación del Senado. Seré más claro todavía: creo que el texto que aprobó la Cámara no refleja fielmente lo que debe ser la jornada bancaria: cinco días, de lunes a viernes, inclusive. Excepcionalmente, la Superintendencia tendrá la facultad para fijar alguna situación específica.
En esta mañana quiero expresar mi apoyo y reconocimiento a lo que ha significado para el desarrollo del país la labor que han cumplido estos trabajadores, tanto de la Confederación Bancaria como del Banco del Estado. La única forma de demostrar en los hechos que estamos legislando para las grandes mayorías y no para las minorías, que lo único que pretenden es ser más ricos cada día, es rechazando esta indicación presentada por algunos senadores de la República.
-Aplausos.
El señor ORTIZ .-
Aún más, el texto que deberán establecer los cinco diputados y los cinco senadores que nombremos en la Comisión Mixta, tendrá que ser igual al incorporado en la letra b) del artículo 1º de la ley Nº 16.324, publicada en el Diario Oficial del 28 de septiembre de 1965.
Termino manifestando que, por ningún motivo, aceptaremos ser cómplices de la eliminación de un derecho adquirido, vigente por ley de la República desde 1965.
He dicho.
-Aplausos.
El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg ( Presidente ).-
Tiene la palabra la Diputada señora Rebolledo.
La señora REBOLLEDO.-
Señor Presidente , aunque todavía no inicio mi intervención, le concedo una interrupción al Diputado señor Paya .
El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg ( Presidente ).-
Tiene la palabra el Diputado señor Paya por la vía de la interrupción.
El señor PAYA.-
Muchas gracias, Diputada señora Rebolledo .
Señor Presidente , sólo es para pedir al Diputado señor Ortiz que no se apasione tanto, ya que la norma a que su Señoría se refirió estaba contenida en el proyecto original del Gobierno y con límites muchísimo más amplios. Por lo tanto, a la hora de apuntar el dedo, creo que debe ser un poquito más cuidadoso.
El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg ( Presidente ).-
Tiene la palabra la Diputada señora Rebolledo.
La señora REBOLLEDO.-
Señor Presidente , lamento que el Diputado señor Paya haya usado la interrupción para fines que no correspondían. No abuse de mi confianza.
-Aplausos.
La señora REBOLLEDO.-
En primer lugar, quiero valorar el espíritu de la Comisión de la Hacienda en este trabajo para modificar la ley de bancos y permitir la modernización de la banca y su internacionalización en un proceso de muchísimos años de recuperación y de consolidación del sistema financiero chileno, luego de la crisis de los años 1982 y 1983.
Precisamente, este espíritu nos permitió, en forma unánime, sugerir a la Sala distintas materias para discutirlas en la Comisión Mixta, aunque no necesariamente todos los diputados coincidimos en cómo debería ser la redacción final de cada una de ellas.
Me refiero a rechazar las modificaciones del Senado, en aquellas materias en que tenemos dudas respecto de las facultades de fiscalización o de supervisión de la Superintendencia de Bancos. Entendemos que, en algunos casos, éstas se han debilitado con los cambios propuestos por el Senado.
También queremos revisar materias nuevas y discutirlas en profundidad, como las que dicen relación con nuevos negocios, por ejemplo, el “underwriting”, y otros temas, como el ponderador hipotecario, que no fueron suficientemente discutidos, como el leasing, para tener, de esta forma, un proyecto sólido y completo que permita a nuestra banca modernizarse, hacer nuevos negocios, pero con los resguardos propios para un sector que genera penalidades, daños o beneficios tan importantes al resto de la economía y del país, donde tenemos experiencias muy dolorosas, de las cuales debemos aprender para el presente y el futuro.
El proyecto nos ha obligado, como toda iniciativa que se analiza en forma completa y seria, a discutir temas que dicen relación no sólo con el negocio bancario, sino también con el desarrollo del país.
En ese sentido, me quiero sumar a lo planteado respecto de los horarios de trabajo de estas instituciones.
En verdad, el proyecto inicial venía con una flexibilización total de los horarios de trabajo. La Comisión de Hacienda de la Cámara restringió esta flexibilidad, asumiendo el problema social, que debemos discutir mucho más allá del negocio bancario, de que en el país se ha ido institucionalizando el trabajo de los sábados y domingos, sin horarios, y en días de semana, hasta las 22 y 23 horas, y en muchos locales hasta más tarde. Por lo tanto, en la familia se debilita la posibilidad de una convivencia sana, en un país que, de repente, se obsesiona por las ganancias y el trabajo, y que deja de lado valores tan importantes como la familia, el derecho al descanso, a compartir y a desarrollarnos sanamente.
Lamentablemente, el Senado flexibilizó nuevamente el tema de los horarios. Espero que nuestro sentido común, y que un mejor ánimo de llegar a un acuerdo en relación con este proyecto, nos permita llegar a lo planteado por la Cámara, con las debidas adecuaciones para dejar absolutamente pro-hibido el trabajo en domingos y festivos.
Este tema debe ser abordado mucho más allá del negocio bancario, porque debemos resolverlo como sociedad.
Quiero valorar lo que planteamos en la Cámara de Diputados y también destacar qué se señaló en este sentido: cuestionar una sociedad que se obsesiona con el trabajo y olvida valores fundamentales.
Respecto de las casas comerciales, los diputados de la Concertación y algunos de Oposición quisimos poner un tema fundamental en el tapete, que también es social y de mucha profundidad: cuán responsables somos del endeudamiento, tanto desde el punto de vista de los que otorgan el crédito como de quienes lo solicitan.
También tenemos experiencias pasadas muy dolorosas, que crearon grandes problemas a las personas que se endeudaron, a las instituciones que dieron los créditos y a todo el país, que debió financiar los costos de las pérdidas.
Estamos en un período de auge y las cosas se ven bien para el futuro. Es precisamente en estos momentos cuando debemos revisar estas materias y ser tremendamente responsables.
Es perfectamente posible como diputada , instar a los parlamentarios que integrarán la Comisión Mixta, cuando se discutan los detalles del proyecto, a buscar un acuerdo que solucione el problema de la falta de información en el otorgamiento de los créditos de consumo.
Como país, tenemos el derecho y el deber de velar por que en los créditos haya plena información, tanto para consumidores como para las casas comerciales o instituciones que los otorgan. Sin embargo, ese derecho y deber no están claramente defendidos en nuestra legislación.
Hay valores que respetar: el derecho de propiedad, la libertad económica, la decisión de cada uno; pero también debemos respetar la responsabilidad social y el interés público.
En la actualidad, en el Congreso se estudian iniciativas sobre importantes materias, como la que regula el manejo de bases de datos, sobre la que existe un gran vacío en nuestra legislación. Para ser consecuentes con los derechos mencionados y garantizados en la Constitución, perfectamente podemos establecer, en función del interés público, mecanismos que permitan, tanto a bancos como a casas comerciales, otorgar créditos de consumo con la mayor responsabilidad y una evaluación correcta de los riesgos que implican. Pero también hay que respetar el pleno derecho de los consumidores a contar con su propia información y la privacidad de sus antecedentes personales.
Espero que ese acuerdo se logre en la Comisión Mixta y tengamos una base sólida que nos permita seguir avanzando en el proceso de modernización con la responsabilidad social que corresponde.
Comparto lo relacionado con la difusión de la tasa de interés máxima convencional. Es un mecanismo de regulación que, a mi juicio, debe continuar existiendo. Básicamente, las tasas de interés reflejan precios, pero también conllevan una cuota importante de riesgos, tanto a consumidores como a quienes otorgan créditos. No podemos permitir que se sumen también en nuestro sistema ese tipo de tasas de interés que el día de mañana -como siempre-, cuando colapsa la economía, como la vida es cíclica, pagan terceros.
Por lo tanto, valoro el espíritu de trabajo de la Comisión de Hacienda, el cual, no me cabe ninguna duda, primará en la Comisión Mixta. Quiero confirmar todo nuestro apoyo y aporte para que dicha Comisión, con la prontitud que el caso requiere, resuelva rápidamente sobre un proyecto que permita a nuestra banca aprovechar los nuevos negocios internacionales y nacionales que se están dando, a fin de continuar avanzando en un sistema que cuente con los debidos resguardos y supervisión, como asimismo, que considere la modernización bancaria en forma compatible con el desarrollo de un país sano, medido, humano y con responsabilidades individuales y sociales.
He dicho.
El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Sergio Elgueta.
El señor ELGUETA .-
Señor Presidente , quiero referirme a los numerandos 1 y 2 del artículo 3º, que modifica la actual ley N° 18.010, que se refieren, fundamentalmente, a los intereses de los créditos.
Aristóteles decía que el dinero no da crías, no pare. El cristianismo, desde su comienzo, rechazó este fruto civil que nace del dinero. Incluso, en nuestro Código Civil los intereses se limitaban de dos maneras: En primer lugar, estableciendo un tope máximo y, en segundo lugar, rechazando por completo el llamado anatocismo, esto es, que los intereses se capitalizan y puedan cobrarse intereses sobre intereses.
No obstante lo anterior, desde el punto de vista penal, la usura se consagró como delito en el artículo 472 del Código Penal, que señala: “El que suministrare valores, de cualquiera manera que sea, a un interés que exceda del máximo que la ley permita estipular, será castigado con presidio o reclusión menores en cualquiera de sus grados.
“Condenado por usura un extranjero, será expulsado del país; y condenado como reincidente en el delito de usura un nacionalizado, se le cancelará su nacionalización y se le expulsará del país.”
Existió, además, la ley llamada de “repre-sión a la usura”.
O sea, nuestra legislación, desde el punto de vista histórico, ha sido bastante represiva en esta materia, pero todas esas normas han cambiado. La implementación del mercado de valores y la libertad económica han significado que en la actualidad nadie repare -por ejemplo, ni la Cámara de Diputados- en la afirmación que se hace en el inciso primero del artículo 5º, nuevo, que se intercala en la ley Nº 18.010 a través del número 1 del artículo 3º, que señala: “No existe límite de interés en las siguientes operaciones de crédito de dinero”. Es decir, se puede cobrar un interés infinito.
Ese concepto no llama la atención de nadie. A lo mejor, porque cuando se leen las operaciones que indica la norma, se llega a la conclusión de que se trata de mutuos de capital entre enormes empresas, o con extranjeros; o sea, una pelea entre “tigres”, de modo que no deberíamos preocuparnos, desde el punto de vista de la ética social, de que los intereses fueran infinitos.
Me parece sumamente grave establecer en la ley un principio de esta naturaleza e, incluso, que la Cámara haya aceptado colocarlo. ¿Qué sucederá, por ejemplo, cuando alguien trate de importar medicamentos o algún artículo médico para la salud y en el extranjero se le aplique una norma que no contempla ningún límite de interés? ¿Quién va a reclamar? O bien -como lo señaló la Diputada señora Rommy Rebolledo -, ¿qué sucederá en las épocas de crisis, porque las locuras del crédito a veces van acompañadas de crisis? Las conocimos en 1982 y 1983 e, incluso en ese tiempo se decía que los préstamos dejaban de ser conmutativos, porque lo que realmente se cobraba después no tenía ninguna equivalencia con lo que se había recibido.
Como algunos animales de la selva, estas empresas se pueden enrollar entre ellas. No importa. Pero, mucho más grave es -la Cámara de Diputados debería rechazarlo, siguiendo el criterio de la Comisión de Hacienda- lo que establece el número 2 del artículo 3º: “2. Agrégase al inciso final del artículo 6º -de la ley Nº 18.010- la siguiente oración: “No obstante lo anterior, en las operaciones de crédito de dinero en moneda nacional no reajustables -o sea, en pesos- podrá estipularse un interés que exceda el máximo convencional, con la limitación de que no podrá superar en más de un 100% al interés corriente.”.”
Es decir, las personas naturales o jurídicas que efectúan pequeñas operaciones en pesos chilenos, porque muchas veces no entienden la moneda extranjera o no se someten a la legislación sobre operaciones reajustables, quedarán sujetas a una limitación que ahora se aumenta en el doble.
El actual artículo 6º dice en su inciso final: “No puede estipularse un interés que exceda en más de un 50% al corriente que rija al momento de la convención, ya sea que se pacte en tasa fija o variable.” Ese límite de interés se denomina máximo convencional y afecta a todas las operaciones, reajustables o no. Sin embargo, con el proyecto, el modesto peso chileno -cuando se pacte un mutuo en esta moneda- no va a estar sujeto ahora al 50 por ciento, sino al ciento por ciento. Naturalmente, como sucede con las malas costumbres o con las monedas, la circulación de la mala moneda superará a la de la buena moneda, porque es una ley económica, y aquí siempre se sobrepasará el 50 por ciento y se estará al borde del ciento por ciento. Si hoy -como se dijo-, las familias chilenas están endeudadas en el doble de lo que reciben mensualmente, esto va a permitir que los acreedores cobren intereses cercanos al ciento por ciento del interés corriente, cuando no el ciento por ciento.
Llamo la atención sobre esta norma, porque implicará, en el fondo, que el delito de usura casi desaparezca, quedando para determinadas operaciones de la gente con más dinero de nuestro país. En consecuencia, los tribunales, después de los esfuerzos fatigosos que deben hacer para calcular el interés y ver si supera o no el máximo convencional que se permite pactar, se han convencido de que, en la práctica, no existe el delito de usura. Y si ahora nosotros agregamos esta norma, ese delito va a ser una cosa del pasado y no va a tener ninguna sanción.
Esta situación nos lleva a recordar el pacto sobre un préstamo de dinero en la obra “El mercader de Venecia”, donde la caución que se exigió fue una libra de carne, pero cuando Shylock la quiso cobrar, el deudor le dijo: “No hemos pactado que esta libra de carne de mi cuerpo sea sin sangre; en consecuencia, no pago lo que usted me está cobrando”.
He dicho.
El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg ( Presidente ).-
Tiene la palabra el Diputado señor José García.
El señor GARCÍA (don José) .-
Señor Presidente , en primer lugar, deseo solicitar que se incorpore, entre las modificaciones propuestas por el honorable Senado -que habría que rechazar para que sean tratadas por la Comisión Mixta-, el inciso tercero de la letra a), del número 1 de la Cámara que el Senado ha consultado como número 54.
La razón de su incorporación es porque, a mi juicio, contiene un error de redacción que lo hace impracticable. Dicha disposición prescribe: “La Superintendencia de Valores y Seguros, mediante norma de carácter general, impartirá a las sociedades corredoras de seguros, que sean filiales de bancos o personas relacionadas al banco que actúen como corredores de seguros, instrucciones destinadas a garantizar la independencia de su actuación y el resguardo del derecho del asegurado para decidir sobre la contratación de seguros y la elección del intermediario,...” Hasta aquí la cita es correcta. Agrega: “...estándoles especialmente vedado condicionar el otorgamiento de créditos a la contratación de seguros a través de un corredor de seguros relacionado al banco.”
Entiendo que esa última frase está referida a los bancos. A ellos les estará expresamente prohibido condicionar el otorgamiento de créditos a la contratación de seguros a través de un corredor relacionado con el propio banco. Ése es el sentido correcto. Sin embargo, la redacción de la norma no lo señala así. Por lo tanto, solicito que se incluya entre las materias que vamos a rechazar para que puedan ser corregidas en la Comisión Mixta.
En segundo lugar, me quiero referir a un tema que, con justa razón, es de especial sensibilidad. Se trata de la flexibilidad horaria, en particular, a la posibilidad de extender la jornada de trabajo a los sábados y domingos.
En reiteradas oportunidades, los parlamentarios hemos abogado por la unidad de la familia y su fortalecimiento, y hemos reconocido la necesidad de flexibilizar nuestra legislación para que la mujer pueda compatibilizar su rol de trabajadora fuera del hogar con el de madre, esposa y dueña de casa.
Alrededor del 40 por ciento de los 45 mil trabajadores bancarios son mujeres, y obviamente, un alto porcentaje de ellas es madre. No es un sector económico en que sea indispensable o vital trabajar esos días. Por lo tanto, tenemos una magnífica oportunidad para apoyar la maternidad con hechos reales y concretos, para defender la unidad de la familia y su derecho a disfrutar todos juntos los sábados y domingos.
Por lo tanto, y creo interpretar a la gran mayoría de los diputados de Renovación Nacional, somos partidarios de que se mantenga la actual situación, es decir, que la jornada sea de lunes a viernes, más aún cuando hoy los avances tecnológicos permiten acudir a los bancos y hacer varias operaciones los sábados y domingos, incluso en horas de la noche, sin ninguna dificultad.
El argumento que se da para ampliar la jornada de trabajo, en el sentido de que se crearían fuentes laborales, puede contener algo de verdad; pero tengo la certeza de que los beneficios serían mínimos en comparación con el daño que se ocasionaría a la unidad familiar.
En tercer lugar, me alegro por la bonificación de estímulo por desempeño funcionario que se entregará a los funcionarios de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras. Sin duda, cada vez se requiere una mayor especialidad, profesionales con alta formación, con preparación en el extranjero, etcétera. Por eso, se está dando un paso en el sentido correcto que les significará una remuneración más acorde con el mercado.
Sin embargo, conviene recordar que es necesario, imprescindible y urgente aplicar este criterio en otros organismos del Estado que cumplen roles fiscalizadores, como la Contraloría General de la República. Lo hemos señalado a propósito de distintos proyectos, pero es hora de que se concrete.
Lo anterior también vale para la Fiscalía Nacional Económica. Quienes hemos debido entrevistarnos con el fiscal por materias propias de esa repartición, hemos quedado con una gran sensación de desamparo.
Por eso -reitero-, es muy importante que el Gobierno -y aprovecho de hacerle el llamado a través del señor Subsecretario de Hacienda, presente en la Sala- propenda a remuneraciones acordes con el mercado en los otros organismos fiscalizadores del Estado.
He dicho.
El señor TUMA.-
Señor Presidente, una moción de orden.
El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Tuma.
El señor TUMA.-
Señor Presidente , quedan aproximadamente 10 minutos para el término del Orden del Día. Sin embargo, los siete diputados inscritos deseamos intervenir en esta relevante materia. Por lo tanto, solicito que su Señoría pida la unanimidad de la Sala para extender el tratamiento del proyecto hasta las 13 horas, prorrateando el tiempo entre los inscritos.
El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg ( Presidente ).-
Me parece pertinente, señor diputado .
Ello significaría cerrar el debate después de otorgar la palabra al Diputado señor Jocelyn-Holt y a los inscritos.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
En consecuencia, el debate se extenderá hasta las 13 horas.
Tiene la palabra el Diputado señor Jocelyn-Holt.
El señor JOCELYN-HOLT .-
Señor Presidente , si bien pertenezco a la Comisión de Hacienda y tengo mucho respeto por sus funcionarios, creo que debe revisarse la manera en que se despachan los informes por el personal de Secretaría. Lo planteo con ánimo muy amistoso, pero formalmente.
Si ahora no nos guiáramos por las precisiones del Diputado señor Longueira , tendríamos dificultades. Por eso, pido que se estudie una modalidad adecuada para confeccionar los informes, los cuales deben ser inteligibles y no ininteligibles, sobre todo en una materia tan compleja como ésta.
Por lo tanto, solicito que se tenga en cuenta la minuta del Diputado señor Longueira , que es más precisa, para la determinación de los artículos que irán a la Comisión Mixta, que justamente forman la parte del texto del Senado que rechazaremos.
En la Comisión de Hacienda seleccionamos un paquete de normas extraordinariamente equilibrado, ya que el Senado introdujo un conjunto de modificaciones absolutamente inexplicable.
Destaquemos que el 80 por ciento del proyecto de ley de bancos, que venimos tramitando desde 1994, está aprobado. Hay acuerdo entre las dos Cámaras en un área donde normalmente todo el mundo se complica.
A pesar de la larga tramitación, podemos estar satisfechos. Además, otras materias se incorporaron como parte de la solución a la deuda subordinada. Es decir, ha habido avances netos en el ámbito financiero del país.
El estudio de cada una de las modificaciones habría retardado la tramitación de la iniciativa. No lo hicimos, pero seleccionamos los temas de manera práctica y los traspasamos a la Comisión Mixta, a fin de resolverlos en una discusión de orden político, porque sin perjuicio de su alta complejidad técnica, de alguna manera, generan pasión y motivan diferencias de opinión muy marcadas entre nosotros.
Por otra parte, había un acuerdo entre la Asociación de Bancos y el Gobierno en esta materia. En términos simples, ¿por qué el Senado no los respetó? Algunos, por una especie de preciosismo jurídico, quieren practicar la técnica legislativa al punto de que, muchas veces, generan problemas, como lo hizo el Senador Piñera. Y lo digo con toda sinceridad. ¿Para qué propuso la reforma a los horarios bancarios? No tenía ninguna razón de ser. ¿Simplemente para aumentar el nivel de temperatura del ambiente en un tema sensible y delicado? ¿Para demostrar inteligencia en la tramitación de un proyecto? ¿Para qué? No había necesidad, pero lo hizo. En fin, nosotros lo vamos a corregir.
El conjunto de materias que seleccionamos contiene la que señaló el Diputado señor Elgueta , respecto de una parte del interés máximo convencional.
Si el Senado quiso liberalizar las licencias bancarias y disminuir las facultades de la Superintendencia -esto no tiene nada que ver con el acuerdo alcanzado entre la Asociación de Bancos y el Gobierno-, pues bien, debió proceder de manera equilibrada y no indiscriminada. Debió haber incorporado temas que nosotros consideramos indispensables dentro del diseño que eventualmente cree correcto.
Si el Senado quiso incorporar un nuevo negocio para los bancos, por ejemplo, la suscripción y colocación de acciones de primera emisión -lo que se denomina “underwriting”-; si quiso establecer algunas prohibiciones en la administración del corretaje de seguros no previsionales, negocio que para nada es necesario impedir a los bancos -a menos que alguien quiera defender el monopolio de unas cuantas empresas que, de alguna manera, desean mantener un mercado cautivo-; si quiso introducir separaciones tajantes, incluso en la adquisición de propiedades en esos negocios, entonces, por lo menos, debió incluir algunos temas que a nosotros nos parecen importantes.
¿Cuáles son esos temas? Por ejemplo, como bien se ha señalado, el de los deudores comerciales. Aquí hay muchos intereses en juego y varias instituciones que, de alguna manera, se han metido.
Me llamó la atención que un colega en la mañana dijera que las casas comerciales no han sido escuchadas en este debate. ¡Por favor! Si hay un proyecto de ley donde nadie puede decir que no se le ha escuchado en cuatro años, es éste; si hay un proyecto donde nadie puede decir que ha sido débil o maltratado y no se le ha escuchado, es éste; si hay un proyecto donde todos los sectores involucrados y afectados han tenido posibilidades de influir, es éste. Y digámoslo bien sinceramente: nadie es débil en este tipo de temas.
Algunos esgrimen la propiedad sobre los bancos de datos y, al mismo tiempo, argumentan que en los contratos entre privados no se puede meter la ley o afectar derechos adquiridos; pero, con toda sinceridad, ¿quién es el principal beneficiario de la información de un banco de datos de propiedad de una casa comercial? No es la casa comercial, sino el deudor afectado, y el principal beneficiario de la información sobre su deuda debería tener derecho a disponer de ella.
Los bancos tienen la obligación de evaluar el riesgo antes de conceder un crédito, porque involucran el patrimonio de terceros. Por lo tanto, nadie pretende controlar el crédito comercial, nadie pretende prohibir a los bancos o a las casas comerciales prestar lo que les parezca mejor ni nadie pretende prohibir a ninguna persona endeudarse para comprar un artículo de consumo.
Lo lógico es que los bancos, para proteger el patrimonio de terceros, para evitar crisis como la que hubo en la década del 80, evalúen el riesgo en el sector financiero formal. Entonces, ¿por qué no se va a evaluar un tipo de riesgo que cada vez es más creciente y relevante dentro de la economía del país? ¿Por qué a las casas comerciales se les va a permitir proteger eventualmente esa información, como si fuera algo cautivo que nadie puede tocar?
Lo que pretendemos es que el sistema opere bien; no controlar créditos. Simplemente, permitir que la información fluya de modo que las decisiones se tomen de manera correcta y no afecten de modo sistémico a la economía del país.
Tengo la profunda convicción de que debe aumentarse el nivel de competencia en este tipo de créditos. ¿Por qué? Porque las condiciones abusivas sobre las cuales se otorgan al interior de las casas comerciales dejan indefensas a las personas que, de alguna manera, quieren adquirir un televisor, un refrigerador o un artículo de consumo tal o cual.
Lo único que queremos es aumentar las condiciones de competencia, lo cual, en la práctica, no sólo producirá mayor arbitraje, sino que producirá condiciones que van a terminar protegiendo mejor al usuario y al consumidor final.
Probablemente los bancos, en la medida en que puedan disponer de la información, van a contar con promotores para colocar créditos en una forma incluso más agresiva de como lo hacen hoy. Pero a nosotros nos interesa que las personas que necesitan plata no tengan que recurrir al cuerpo B de “El Mercurio” y quedar a merced de prestamistas que, normalmente, se la ofrecen a cambio de cheques, con el riesgo de incurrir en giro doloso y, eventualmente, ir presos; y con tasas prohibitivas, fuera de las regulaciones que existen en el mercado formal. ¿Preferimos que los deudores, en la práctica, queden a merced de tres o cinco casas comerciales que les puedan imponer las condiciones que quieran, o queremos que se incorporen a un sistema más formal? Desde luego, en él se requerirá más capital, se tendrán mejores condiciones para evaluar los riesgos, para que las condiciones sean equitativas y funcionen bien.
¿Dónde sale ganando el deudor? ¿Dónde sale ganando el consumidor al comprar un refrigerador, una cocina, un televisor? Con una mejor tasa de interés, con una mejor decisión. ¿Dónde sale ganando? ¿En la propuesta hecha por personas que dicen que los bancos de datos son de propiedad exclusiva de las casas comerciales y no los pueden compartir, o en la nuestra, que dice que, de alguna manera, hay que generar condiciones de mayor equidad?
Lo que me extraña es que el Senado se haya inhibido para legislar sobre este punto que nosotros consideramos esencial, al extremo de que algunos estamos dispuestos a que el informe de la Comisión Mixta se caiga si no se incorpora y, por ende, nos quedamos con el 80 por ciento de acuerdo en el proyecto de ley de bancos que tenemos hasta el momento.
Pero, para muchos de nosotros este tema es esencial y, de alguna manera, no amerita legislarlo después, cuando tratemos la ley marco sobre banco de datos, sino ahora, en el momento en que queremos modernizar la banca, permitirle nuevos negocios y hacer una reforma que ha estado esperando durante mucho tiempo el sector financiero y que merece todo nuestro respaldo.
Señor Presidente , le pido tener mucha fe en esta minuta que se va a entregar dentro de un rato, porque la precisión en la selección de los artículos que irán a la Comisión Mixta es algo delicado. En un tema en particular, se está llevando solamente la denominación de la categoría respecto de uno de los créditos y no el ponderador específico, tratándose de requerimientos de capital al momento de evaluar los leasing. Por eso, le solicito poner mucho cuidado en ese punto, porque el informe de la Comisión, tal como está redactado, tiene muchas deficiencias.
He dicho.
El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg ( Presidente ).-
El Diputado señor Jocelyn-Holt hizo uso de su tiempo y del correspondiente al Diputado don Andrés Palma .
Tiene la palabra, por cinco minutos, la Diputada señora Mariana Aylwin.
La señora AYLWIN (doña Mariana).-
Señor Presidente , quiero referirme concretamente al tema de la flexibilidad y libertad horaria, porque me parece que tiene una trascendencia mayor, que va más allá de la propia actividad bancaria y, de alguna manera, revela una tendencia que estamos viviendo en Chile, la cual afecta profundamente la vida familiar. Detrás de esto se encuentra la pregunta: ¿Qué carácter le queremos dar a la modernización que hoy vive nuestra sociedad?
Es cierto que las expresiones “flexibi-lidad” y “libertad horaria” suenan atractivas, pero seamos realistas. Consulto: ¿flexibili-dad y libertad horarias para quién? Pregunto si los trabajadores bancarios tienen capacidad de negociación y remuneraciones como para negarse o darse el lujo de renunciar a trabajar los sábados, domingos y festivos.
En la práctica, esta posibilidad se transforma en una imposición, en especial para los trabajadores peor remunerados, y no deja de ser significativo que la mayoría de ellos sean mujeres, tanto en el comercio como en la actividad bancaria. Entonces, tienen la obligación de trabajar los domingos y festivos, bajo la fantasía de que estamos viviendo en una sociedad que posibilita la flexibilidad y libertad horaria.
Comparto plenamente lo señalado por el Diputado señor García, don José , y me alegra que los diputados de Renovación Nacio-nal y de la Unión Demócrata Independiente -varios de ellos lo aplaudieron- crean que esta norma afecta la vida familiar y, por lo tanto, están en contra de la misma. Además, fueron senadores de Renovación Nacional y de la UDI quienes formularon los principales argumentos para modificar lo aprobado por la Cámara de Diputados.
En el fondo, debemos preguntarnos qué tipo de sociedad estamos impulsando. Con la iniciativa aprobada por el Senado, se trata de una sociedad centrada en el bienestar material, en los consumidores, y despreocupada de la vida humana y familiar.
En Chile no hay ninguna mujer que quiera trabajar los domingos y dejar solos a sus hijos y a su marido, como sucede con la mayoría que labora en el comercio. Tampoco podemos decir que aun cuando eso afecta a un grupo de mujeres, beneficia a muchas otras, las consumidoras, que compran los domingos en los supermercados o que podrían realizar alguna actividad bancaria esos días, como pedir créditos.
Por eso, siento que aquí hay un tema de deshumanización de la sociedad, despreocupación por la vida humana y contradicción, porque después nos quejamos de que los niños andan en la calle, de la delincuencia y de la drogadicción. Luego, hacemos grandes discursos en favor de la familia, mientras ésta cada vez tiene menos tiempo para compartir -aunque posea más bienes-, y cada vez con más tensiones y exigencias que la sociedad le está imponiendo.
Señor Presidente, el Diputado señor Ribera me solicita una interrupción, y se la concedo por su intermedio.
El señor ROCHA ( Vicepresidente ).-
Señora diputada , lamentablemente ha terminado su tiempo. Sólo estaba esperando que redondeara su idea.
Tiene la palabra la Diputada señora María Antonieta Saa, a quien le consulto si podría concederle una interrupción al Diputado señor Ribera.
La señora SAA.-
Con mucho gusto.
El señor ROCHA ( Vicepresidente ).-
Por la vía de la interrupción, tiene la palabra el Diputado señor Ribera.
El señor RIBERA.-
Señor Presidente , quiero agradecer la interrupción a las señoras Saa y Aylwin .
Deseo traer a colación otro punto respecto del tema de los festivos y del domingo, que son días de descanso.
Para muchas personas, el sábado o el domingo es un día de descanso, no por razones familiares, sino religiosas. Éste es un elemento que no podemos dejar de lado.
En Chile, hay gente sabatista que está obligada a trabajar el sábado, por lo cual tiene problemas laborales; otros son profundamente cristianos, respetan el descanso del domingo y también tienen problemas laborales. Por lo tanto, reducir este tema a una mera expresión económica es tremendamente inadecuado, no sólo por las implicancias familiares señaladas por la señora diputada -que comparto-, sino por el aspecto religioso que debemos considerar.
Si bien es cierto que la flexibilización horaria es importante porque permite trabajar a muchas mujeres, ya que no podrían hacerlo de otra forma, no es menos cierto que, al momento de legislar, debemos considerar estos dos elementos: el familiar y el religioso.
He dicho.
El señor ROCHA (Vicepresidente).-
Recupera el uso de la palabra la Diputada señora Saa.
La señora SAA.-
Señor Presidente, es muy satisfactorio ver el consenso que existe frente al tema de la flexibilidad horaria, que ha sido planteado por diputados de distintas bancadas.
Me gustaría preguntar, ¿qué sociedad queremos construir? Seguramente, se puede contestar en forma más adecuada, en el sentido de que se desea una sociedad donde se respete a las personas y haya mejor calidad de vida. Pero, en la práctica, cuando tratamos materias que tienen que ver exactamente con temas valóricos o de calidad de vida, muchas veces hay enormes contradicciones entre el discurso y la práctica legislativa.
Por ejemplo, he escuchado declaraciones de diputados de todos los sectores respecto del test de embarazo. En el Senado se presentó una indicación para eliminar este test discriminatorio de la maternidad en el mundo laboral, maternidad sobre la cual debe existir un profundo respeto.
Entonces, en nuestra sociedad -no hay una muestra en el Parlamento, pero podemos dar muchos ejemplos de lo que está pasando en Chile- hay falta de coherencia, que me preocupa, porque cada vez estamos construyendo más al nivel virtual del discurso, ya que hablamos cosas muy bonitas, pero en la práctica hacemos cosas que dificultan esa sociedad que queremos, donde los seres humanos, mujeres y hombres, tengan una calidad de vida clara.
Quiero felicitar a los trabajadores de los bancos por defender su calidad de vida. Actitudes como ésta son muy importantes, porque, además, tenemos una crisis de ciudadanía y cada vez que ella se representa, a través de sectores que luchan por sus derechos, se dice que es politiquería, y no sabemos distinguir el enorme valor que existe dentro de esas expresiones de ciudadanía.
La Diputada señora Rebolledo ha manifestado que nuestro partido, el PPD, tiene muy claro esto: no a la flexibilidad que atente contra la vida de la familia y de los valores religiosos a que se refería el Diputado señor Ribera. No podemos olvidar -sobre todo los que son religiosos- que Dios descansó el séptimo día, porque lo necesitaba. ¡Cómo no lo vamos a necesitar los seres humanos comunes y corrientes!
En Italia hubo una iniciativa muy interesante: una presentación de diputadas que ellas llamaron “la ley del tiempo”, y allí planteaban que el tiempo es un recurso escaso. Debemos tener tiempo para el trabajo, para el descanso para la meditación propia de la persona y para los afectos. Aquí se está defendiendo el tiempo de los afectos.
Quiero felicitar nuevamente a los trabajadores bancarios y decirles que estamos con ellos y que en esta Cámara hay una mayoría defendiendo esa posición. El tiempo es escaso...
El señor ARANCIBIA (Vicepresidente).-
Señora diputada , tiene toda la razón: desgraciadamente, el tiempo es escaso.
Tiene la palabra el Diputado señor Tuma.
El señor TUMA.-
Señor Presidente , reconozco la importancia del proyecto para la economía del país y para un sector tan importante como es la banca.
Aquí se ha querido dar mayor oportunidad de negocio a los bancos, pero esto tiene un límite: el respeto al derecho de las personas, al cual se atenta gravemente en dos sentidos: cuando se aumenta la posibilidad de que los bancos atiendan, no sólo en festivos, mediante la indicación del Senador Piñera, sino también a través del interés y oportunidad dada por el Gobierno para que trabajen los sábados.
Yo no sólo estoy disconforme con la modificación del Senado, que abre la posibilidad de trabajar sábados, domingos y festivos, sino que también con la indicación de Hacienda, que permite hacerlo los sábados. En la Comisión Mixta debe reponerse la disposición relativa a que los bancos sólo atiendan de lunes a viernes.
El comercio no está pidiendo que los bancos trabajen sábados, domingos y festivos, ni tampoco los usuarios y los trabajadores. Sólo lo han hecho los bancos que, de lunes a viernes, disponen del tiempo suficiente y necesario para los negocios que tienen y podrán efectuar, a contar de la promulgación de esta ley. Creo que en esta legislación hay que respetar el derecho al descanso de las personas, de los trabajadores y familias.
En segundo lugar, tampoco se está respetando el derecho a las personas cuando otorgamos facultades a la Superintendencia y obligaciones a las empresas comerciales para entregar información de los deudores. No quiero defender un patrimonio que pudieren tener las casas comerciales.
Aquí se sostiene que se ha escuchado a todo el mundo. En verdad, se ha conocido la opinión de las casas comerciales y de los bancos, pero no al principal afectado o beneficiario con esta ley de bancos, el usuario, y la Cámara de Diputados y los parlamentarios tenemos la obligación de representar su interés.
Al usuario no se le ha preguntado, ni se hará, y los informes respecto de su endeudamiento serán entregados sin su aprobación a todas las instituciones de crédito del país. Comparto la conveniencia de consolidar la información comercial, la necesidad del sistema financiero de saber el real endeudamiento de las personas, pero necesariamente el afectado debe autorizar que su deuda sea conocida por cualquier entidad comercial o bancaria.
Por ello, creo que la propuesta de Hacienda relacionada con la obligación que tendrán las empresas comerciales de entregar esta información individual, con la nómina de deudores -porque no se habla de una deuda consolidada, global, con cifras macroeconómicas, sino de personas-, su dirección, endeudamiento, deuda vencida, en mora o no vencida, es una materia que no debe abordarse en la ley de bancos como una cosa menor, transgrediendo los derechos de privacidad de los informes de las personas, sino desde el punto de vista de una ley marco que incorpore en la legislación todos los aspectos que se ha reconocido que constituyan un vacío, y considere la necesidad de resolver esta materia de los informes comerciales.
Señor Presidente, con su venia, concedo una interrupción al Diputado señor Montes.
El señor ARANCIBIA (Vicepresidente).-
Por la vía de la interrupción, tiene la palabra el Diputado señor Montes .
El señor MONTES .-
Señor Presidente , simplemente quiero aclarar al Diputado señor Tuma que, en el espíritu de los miembros de la Comisión de Hacienda, nunca ha estado la intención de afectar la privacidad de las personas. Se ha buscado que las decisiones se adopten con toda la información y que el agente, al otorgar el crédito, cuente con ella. Entonces, pido que, en ese sentido, no induzcamos a error a la opinión pública y a los miembros de esta Corporación. Repito, nunca se ha pretendido atentar contra la privacidad de las personas.
Nada más, señor Presidente .
El señor ARANCIBIA (Vicepresidente).-
Recupera el uso de la palabra el Diputado señor Tuma.
El señor TUMA.-
Si es así, entonces habría que modificar la redacción del articulado, porque en ninguna parte señala que el traspaso de la información desde las casas comerciales hacia el resto de las instituciones financieras será sólo con autorización del deudor.
Por eso, si ése es el espíritu, solicito que en la Comisión Mixta se modifique la redacción del artículo en cuanto al derecho y respeto de las personas.
He dicho.
El señor ARANCIBIA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Jorge Schaulsohn .
El señor SCHAULSOHN .-
Señor Presidente , quiero referirme, muy brevemente, a un tema tratado en esta iniciativa, que surgió como modificación en el Senado y que tiene que ver con las licencias bancarias. La Comisión de Hacienda estimó que debía considerarse en la Comisión Mixta.
Todos compartimos el espíritu de las normas propuestas, en particular, la liberalización del negocio bancario, en el sentido de que esto no puede seguir siendo una especie de monopolio, concentrado en pocas manos, sino que debe haber oportunidad para los inversionistas -bajo las condiciones que establezca la ley- de participar activamente en este negocio en Chile. Pero el Senado introdujo un artículo 27 B, nuevo -que no se discutió en la Cámara y espero que la Comisión Mixta lo revise cuidadosamente- que, en el fondo, fija una seria limitación al mercado de las acciones de los bancos chilenos, porque establece condiciones absolutamente imposibles de cumplir en ninguna parte del mundo. Ese artículo -ya lo discutiremos en la Comisión Mixta en su momento, pero es bueno que la Cámara tenga conciencia de esto-, dice: “La institución financiera o sociedad de cualquier naturaleza constituida en el extranjero que solicite participar en forma significativa en la creación o adquisición de acciones de un banco chileno -por “significativa” se entiende más de un 10 por ciento-, “sólo podrá ser autorizada si en el país en que funciona su casa matriz, existe una supervisión que permita vigilar adecuadamente el riesgo de sus operaciones y que cuenta con su autorización previa del organismo fiscalizador del país en que esté constituida su matriz.”
Si uno aplica literalmente el texto de este artículo va a llegar a la siguiente conclusión: las sociedades de responsabilidad limitada y las sociedades anónimas cerradas, dondequiera que estén constituidas en el mundo, quedan privadas, por la aplicación de este artículo, de la posibilidad de adquirir más de un 10 por ciento de las acciones de un banco chileno, lo cual es ridículo y no tiene ninguna razón de ser.
Esta disposición no tiene nada que ver con cautelar la integridad del sistema bancario chileno, sino que es un exceso, fruto -creo- de una mala redacción, porque si se aplica este artículo, un inversionista inglés, por ejemplo, que tenga una sociedad de responsabilidad limitada y quiera invertir en un 11 por ciento en un banco chileno, porque lo estima un buen negocio, simplemente no podrá hacerlo.
Pero se agrega otro requisito, que termina de cerrar el círculo y limitar el acceso de las acciones de los bancos chilenos a los mercados internacionales. Dice: “Además, para otorgar la autorización deberá ser posible el intercambio recíproco de información relevante...” Eso está muy bien; pero me refiero a que exista una supervisión que permita evaluar adecuadamente el riesgo con la autorización previa del organismo fiscalizador de ese país.
Ocurre que las sociedades de responsabilidad limitada o las sociedades anónimas cerradas, en todo el mundo, al igual que en Chile, no están supervisadas ni vigiladas por una superintendencia. Por lo tanto, la obtención de esa autorización es imposible, por cuanto una sociedad de responsabilidad limitada no tiene a quien pedirla para adquirir acciones de un banco en ningún país del mundo, tampoco en Chile.
Entonces, creo que aquí hay un error conceptual debido a que, en el afán de dictar una norma legal que permita la apertura del negocio bancario en condiciones razonables y aceptables, se ha exagerado e incursionado en otras áreas, que deben ser revisadas en la Comisión Mixta.
Por último, quiero hacer dos precisiones. En primer lugar, este artículo fue votado en el Senado como una norma de quórum simple, pero es de quórum calificado porque, de acuerdo con la Constitución Política del Estado, las disposiciones o normas que restringen el dominio o alguno de los atributos que se pueden tener sobre los bienes, son de quórum calificado, y, en este caso, se pone condiciones para la adquisición de acciones bancarias.
En segundo lugar, esta misma norma legal se puede redactar de manera que no exista el problema que acabo de describir y se cumplan a cabalidad los propósitos del Ejecutivo al introducir una disposición de esta naturaleza. Pero no podemos imponer condiciones imposibles de cumplir, y limitar el mercado de que pueden disponer, el día de mañana, las acciones de los bancos nacionales. Estoy seguro de que los diputados y senadores que participen en la Comisión Mixta encontrarán una solución a este problema; pero ésta es la razón de fondo por la cual, a mi juicio, esta norma debe ser tratada en esa Comisión y ser aprobada con los quórum legales correspondientes.
He dicho.
El señor ARANCIBIA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Longueira.
El señor LONGUEIRA .-
Señor Presidente , sólo un comentario general.
En el informe, entregué parte de los argumentos y razones por los cuales los miembros de la Comisión estimamos conveniente rechazar las normas que precisaré antes de la votación, a fin de que todos los señores parlamentarios preocupados sobre esta materia tengan claro las que rechazaremos, ya que los cambios que se efectuaron en el Senado hacen bastante complejo seguir el texto que tenemos en nuestros escritorios.
Cualquier persona que presencie esta sesión puede llegar a la conclusión de que estamos viendo un artículo único de una ley relacionada con la extensión horaria del sistema financiero. En verdad, es la culminación del proceso de una ley muy importante para el país. En términos generales –como ya lo han señalado algunos parlamentarios-, prácticamente el 80 ó 90 por ciento de las normas que modifican distintos cuerpos legales ya están aprobadas en ambas Cámaras. Entonces, me atrevería a decir que estamos aprobando un gran proyecto, que recoge inquietudes de todos los sectores.
La banca chilena podrá iniciar la internacionalización de sus servicios con una legislación moderna. En general, incorporamos nuevos negocios y me parece que en una discusión de esta naturaleza no podemos circunscribirnos exclusivamente a un tema como el de la extensión horaria, al que me referiré finalmente, porque en alguna forma lo han hecho todos los señores parlamentarios y quisiera fijar una posición al respecto.
Asimismo, deseo destacar que hemos hecho perfeccionamientos muy importantes en esta larga tramitación, que culminará en una Comisión Mixta, para llegar a acuerdos en algunas materias en que ambas cámaras tienen discrepancias. Se han introducido modificaciones relevantes, mecanismos de trámites expeditos para distintas solicitudes que se formulan a la Superintendencia y se han perfeccionado las facultades fiscalizadoras de este organismo. En fin, son muchas las materias perfeccionadas para crear un cuerpo legal que permitirá el tan anhelado avance y modernización de la banca, la salida de muchas de nuestras empresas a Latinoamérica, a través de un sistema financiero necesario para todo tipo de servicio crediticio. Adicionalmente, se autoriza a la banca efectuar nuevos negocios que, de alguna forma, han comenzado a operar por medio de otras empresas ligadas a la banca.
Respecto de la extensión horaria, sólo quiero señalar, sin el ánimo de polemizar, que en el primer trámite legislativo, varios parlamentarios de la Comisión de Hacienda nos opusimos a una norma que parecía muy inocente en el proyecto enviado por el Ejecutivo , referida a la extensión horaria, que podrá aplicarse los sábados y domingos y ampliarse los días de semana. Varios diputados estimamos que no existen razones justificadas para ello. Se han dado argumentos más que suficientes -muchos se han expuesto aquí-, sobre cómo esta medida afecta la vida familiar. En realidad, con el avance tecnológico existente los servicios financieros que presta la banca se pueden realizar los días festivos a través de sistemas avanzados que no requieren el trabajo humano. En ese sentido, creo que la banca chilena deberá invertir para materializar esa idea. Es evidente que hay servicios de utilidad pública que no pueden suspenderse los sábados y domingos; nadie lo discute. Lo concreto es que en el primer trámite del proyecto, en la Comisión de Hacienda, en forma unánime, redactamos indicaciones para restringir la extensión horaria propuesta en la iniciativa.
Me alegro de que haya consenso en la Cámara para no innovar en esta materia y mantener la norma actual, que prohíbe prestar estos servicios los sábados, domingos y festivos.
-Aplausos en las tribunas.
El señor LONGUEIRA.-
Señor Presidente, como lo han pedido algunos parlamentarios, quiero precisar las normas o puntos específicos de ellas que se propone rechazar.
Agregaré aquellas que no vienen propuestas en el informe de la Comisión y respecto de las cuales, al parecer, hay consenso en la Sala para que sean rechazadas.
La Comisión de Hacienda propone rechazar: en el artículo 1º, los numerales 3, 4 y la letra b) del 5, nuevos, agregados por el Senado; los numerales 13 y 36, que corresponden al 9 y 21 de la Cámara. En el numeral 47, 10 de la Cámara, propone rechazar la modificación introducida por el Senado al artículo 81, y en el artículo 82, rechazar sólo el Nº 5, que define la cuarta categoría, no el ponderador...
El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg ( Presidente ).-
¿Me permite, señor diputado ? De acuerdo con nuestros registros, en el artículo 81 se propone rechazar su inciso tercero.
El señor LONGUEIRA .-
No, señor Presidente . El rechazo del artículo 81 se propuso aquí y todos los miembros de la Comisión somos partidarios de llevarlo también a la Comisión Mixta. Esta disposición es importante, porque se relaciona con las normas de Basilea.
El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg ( Presidente ).-
Señor diputado , precisamente allí se señala que se sustituye el inciso tercero.
El señor LONGUEIRA .-
Está bien, señor Presidente . Estamos hablando del mismo artículo.
En el numeral 54, 1 de la Cámara, la Comisión propone rechazar el inciso segundo de la letra a) del Nº 1, y aquí se agregó el inciso tercero. Por lo tanto, se propone rechazar los incisos segundo y tercero de la letra a) del Nº 1 del numeral 54 del texto del Senado. En el numeral 59, 6 de la Cámara, se propone rechazar el Nº 19, y se da por aprobado el 18. En el numeral 60, 3 de la Cámara, se rechaza el inciso séptimo propuesto por el Senado.
Ésos son todos los numerales que se propone rechazar en el artículo 1º.
No sé si la Secretaría tiene alguna observación.
El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LOYOLA ( Secretario ).-
La Mesa entiende que el honorable Senado elimina el inciso séptimo aprobado por la Cámara y que la Comisión propone rechazar esa eliminación.
El señor LONGUEIRA .-
Así es. Proponemos rechazar la modificación del Senado, que consiste en eliminar lo aprobado por la Cámara.
En el artículo 2º proponemos rechazar el inciso segundo del numeral 1, y el numeral 2, que corresponden al 1 y 2 de la Cámara.
Por último, en el artículo 3º se propone rechazar el numeral 2.
El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg ( Presidente ).-
Sugiero votar de inmediato la propuesta de la Comisión de Hacienda, más las que se han agregado en la Sala.
Tiene la palabra el Diputado señor Ortiz.
El señor ORTIZ .-
Señor Presidente , sugiero aprobar la proposición por unanimidad, como una buena señal para el trámite posterior.
He dicho.
El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).-
Solicito el acuerdo de la Sala para rechazar, por unanimidad, todo lo indicado.
¿Habría acuerdo?
No hay acuerdo.
-Hablan varios señores diputados a la vez.
El señor SCHAULSOHN.-
Pido la palabra, por un punto de Reglamento.
El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg ( Presidente ).-
Tiene la palabra su Señoría.
El señor SCHAULSOHN .-
Señor Presidente , todos estamos de acuerdo con el fondo de la cuestión, pero hay que tener presente que la Constitución y la ley orgánica constitucional del Congreso establecen el modo de votar.
Estamos en el tercer trámite constitucional del proyecto. Por lo tanto, la única manera de que una disposición termine en la Comisión Mixta es rechazarla por la Sala. No podemos inventar una fórmula más expedita.
Por lo tanto, si la mayoría o la unanimidad de los señores diputados está de acuerdo en que un conjunto de normas pase a Comisión Mixta, deben ser rechazadas por la Sala de la Cámara de Diputados. Así lo dicen la ley y la Constitución, y no hay vuelta que darle.
El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg ( Presidente ).-
Estamos de acuerdo con la interpretación del colega señor Schaulsohn y es lo que intentaremos hacer.
En votación las disposiciones que la Comisión de Hacienda propone aprobar.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 91 votos; por la negativa, 0 voto. Hubo 1 abstención.
El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg ( Presidente ). Aprobadas.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores Diputados:
Acuña, Aguiló, Alvarado, Álvarez-Salamanca, Allende (doña Isabel), Arancibia, Ascencio, Ávila, Aylwin (don Andrés), Aylwin (doña Mariana), Balbontín, Bartolucci, Ceroni, Coloma, Cornejo, Correa, Chadwick, De la Maza, Dupré, Elgueta, Elizalde, Encina, Errázuriz, Escalona, Fuentealba, Gajardo, Galilea, García (don René Manuel), García (don José), Gutiérrez, Hernández, Hurtado, Jara, Jocelyn-Holt, Jürgensen, Karelovic, Kuschel, Latorre, Leay, Letelier (don Juan Pablo), Longton, Longueira, Luksic, Makluf, Martínez (don Rosauro), Martínez (don Gutenberg), Masferrer, Matthei (doña Evelyn), Melero, Montes, Morales, Naranjo, Ojeda, Orpis, Ortiz, Palma (don Andrés), Palma (don Joaquín), Paya, Pérez (don Ramón), Pérez (don Víctor), Pizarro, Pollarolo (doña Fanny), Prochelle (doña Marina), Prokuriça, Rebolledo (doña Romy), Reyes, Ribera, Rocha, Rodríguez, Saa (doña María Antonieta), Sabag, Salas, Schaulsohn, Seguel, Silva, Sota, Taladriz, Tohá, Tuma, Ulloa, Urrutia (don Salvador), Valcarce, Valenzuela, Vargas, Venegas, Viera-Gallo, Villegas, Villouta, Walker, Wörner (doña Martita) y Zambrano.
-Se abstuvo el Diputado señor Huenchumilla.
El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg ( Presidente ).-
En votación las disposiciones que la Comisión de Hacienda propone rechazar, más las dos agregadas durante el debate en la Sala.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 0 voto; por la negativa, 90 votos. Hubo 1 abstención.
El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg ( Presidente ).-
Rechazadas.
Despachado el proyecto.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores Diputados:
Acuña, Aguiló, Alvarado, Álvarez-Salamanca, Allende (doña Isabel), Arancibia, Ascencio, Ávila, Aylwin (don Andrés), Aylwin (doña Mariana), Balbontín, Bartolucci, Ceroni, Coloma, Cornejo, Correa, Chadwick, De la Maza, Dupré, Elgueta, Elizalde, Encina, Errázuriz, Escalona, Fuentealba, Gajardo, Galilea, García (don René Manuel), García (don José), Gutiérrez, Hernández, Huenchumilla, Hurtado, Jara, Jocelyn-Holt, Jürgensen, Karelovic, Kuschel, Latorre, Leay, León, Letelier (don Juan Pablo), Longueira, Luksic, Makluf, Martínez (don Rosauro), Martínez (don Gutenberg), Masferrer, Matthei (doña Evelyn), Montes, Morales, Naranjo, Ojeda, Orpis, Ortiz, Palma (don Andrés), Palma (don Joaquín), Paya, Pérez (don Ramón), Pérez (don Víctor), Pizarro, Prochelle (doña Marina), Prokuriça, Rebolledo (doña Romy), Reyes, Ribera, Rocha, Rodríguez, Saa (doña María Antonieta), Sabag, Salas, Schaulsohn, Seguel, Silva, Sota, Taladriz, Tohá, Tuma, Ulloa, Urrutia (don Salvador), Valcarce, Valenzuela, Vargas, Venegas, Viera-Gallo, Villegas, Villouta, Walker, Wörner (doña Martita) y Zambrano.
-Se abstuvo el Diputado señor Longton.
El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg ( Presidente ).- Propongo integrar la Comisión Mixta encargada de resolver las discrepancias suscitadas durante la tramitación de este proyecto, con los Diputados señores Palma, don Andrés; Jocelyn-Holt, Jürgensen, Longueira y Montes.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/668313/seccion/akn668313-po1
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/668313
- bcnres:tieneProyectoDeLey = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/proyecto-de-ley/1404-05